UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRIGUEZ

SEDE: PALO VERDE.

PROGRAMA: DOCTORADO PEDAGOGÍA CRÍTICA
SEMINARIO III: TEORIA DE LA MENTE I - II

ANALISIS DE LA PELICULA “TAN FUERTE Y TAN CERRCA” DE STEPHEN

DALDRY
DESDE LA TEORIA DE LA MENTE

Facilitador: Dr. Jorge Hernández Naya

Autora: Nairoby Carolina Monzón Gil

Cédula de Identidad: V- 14.742.081

Caracas, Febrero 2022

 En la búsqueda continua del conocimiento y explicaciones de los comportamientos que

emite el hombre como ser social que media sus acciones y conductas en las interrelaciones con

sus pares, surge la Teoría de la Mente (ToM) como la capacidad de tener consciencia de las

diferencias que existen entre el estado mental propio y el del grupo de pares sin suponer que

estas ideas o pensamientos son como los de uno mismo, es decir, que se puede atribuir ideas,

deseos y creencias a aquellos individuos con los cuales se interactúa.

Esta capacidad, es una cualidad humana que permite pensar en el hombre como un ser con

intereses propios distinguiendo entre una acción y el objetivo al que está orientada dicha acción.

Este modelo fue propuesto por Premack y Woodruff (1978), cuando intentaron resolver algunas

cuestiones generadas por el estudio de chimpancés.

Se podría indicar que la ToM forma parte del desarrollo cognitivo infantil permitiendo la

instauración de diversas habilidades que potencian la creación de conductas sociales complejas

tales como el juego simbólico donde se requiere que el niño separe información simbólica de la

real, lo cual sugiere que ambas informaciones son producciones de nuestro sistema perceptivo y

cognitivo. Este sustrato biológico de la teoría fue estudiado por Gallese y Goldman (1998 en

Uribe, D.; Gómez, M.; Arango, O. 2010) quienes descubrieron las neuronas espejo como parte

de un sistema perceptivo en el cual la observación de movimientos en terceros activa las mismas

regiones cerebrales, tal como si el mismo sujeto estuviera haciendo los movimientos. Este

descubrimiento sugiere que ciertos circuitos neuronales se activan en procesos complejos que
permiten atribuir y entender las intenciones de los otros, la habilidad para representar las

acciones dirigidas hacia un objetivo, inferir los estados mentales del otro, etc. (p.35)

De acuerdo con Tirapu-Ustárroz, T.; Pérez-Sayes, G.; Erekatxo-Bilbao, M.; Pelegrín-Valero.

C (2007), El concepto de ToM hace referencia a la habilidad meta cognitiva que permite la

interpretación de emociones básicas, la capacidad de captar el discurso metafórico, las mentiras o

la ironía, así como la posibilidad de interpretar emociones sociales complejas a través de la

mirada o la cognición social y la empatía tomando en consideración que la cognición social

recoge tres aspectos fundamentales:

1. La percepción de las expresiones emocionales.

2. La línea inspirada en el estudio del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) que ha

centrado sus investigaciones en la capacidad para atribuir deseos, intenciones y creencias

a otros.

3. La relacionada con la cognición social y la empatía que trata de explicar aspectos

cognitivos y emocionales que nos permiten ‘ponernos en el lugar del otro’ y que se

centrarían en pruebas como los dilemas morales.

El ser humano ha desarrollado unas capacidades cognitivas, lingüísticas y sociales que le han

permitido crear y transmitir el aprendizaje y/o conocimiento de su cultura, pues, dispone de

capacidades mentales con las cuales interpretar y anticipar la conducta de los otros. Gracias a

estas capacidades es que se puede decir que la mente humana es resultado de un complejo

proceso evolutivo diferenciado a partir de tres perspectivas: 1) Filogenéticamente determinado

como la capacidad cognitiva para identificarse con los otros miembros de su especie, como

individuos que tienen sus propios estados mentales, pensamientos, creencias, sentimientos y

deseos. 2) Sociogénesis como la capacidad de ver y comprender al otro en la naturaleza de las

interacciones sociales a través del tiempo histórico y, 3) desde el punto de vista ontogenético,

posibilita la generación y transmisión de la cultura, herramientas, símbolos y tradiciones a las

nuevas generaciones, en un continuo de procesos, innovaciones y mejoras que modifican

sustancialmente la naturaleza del nicho ontogenético, en el que se desarrollan los niños.

La Película titulada “Tan fuerte y tan cerca” del director Stephen Daldry, narra la historia de

un niño de 11 años de edad cronológica que presenta un diagnóstico de Trastorno del Espectro

del Autismo (TEA) y, pierde a su padre en un fenómeno social como lo es el ataque del 11 de

septiembre. Este acontecimiento, genera en Oscar un caos que le impulsa a superar ciertas

limitaciones típicas de la condición del TEA, desde la teoría de la mente podríamos decir que el

padre de Oscar realizo de manera empírica un buen entrenamiento para que el pudiese

desenvolverse de manera adecuada en la sociedad en la que se encuentran.

Oscar nace, se desarrolla y crece en un mundo físico - social en el que los únicos actores son

su padre, su madre, abuela y el portero, cada uno posee o establece relaciones intencionales con

el mundo que les rodea. Para hacer frente a las exigencias de su mundo, Oscar internaliza ciertas

herramientas y símbolos que, de manera progresiva, aprende a utilizarlos gracias a los procesos

de enseñanza-aprendizaje que vive con su padre, especialmente el aprendizaje imitativo y el

lenguaje, pues, a sabiendas del déficit en habilidades sociales creo formas nuevas y eficaces de

representación cognitiva, basadas en las perspectivas mentales de otras personas.

En este orden de ideas, Maceiras, M. y Méndez, L. (2010) indican que “el diseño estructural

y funcional de la mente humana es resultado del proceso evolutivo, que ha llevado a la

configuración propia del cerebro de nuestra especie, hasta llegar al homo sapiens” con el paso de

los años, el hombre ha dado paso en la evolución biológica incrementando sus capacidades de
selección y captación de información para almacenarla, elaborarla y utilizarla posteriormente de

acuerdo a las exigencias del entorno en el cual se desenvuelve.

Desde la sociogénesis de la mente, el ser humanos se encuentra inmerso en un mundo de

lenguajes, ciencias de la naturaleza, ciencias sociales, tecnologías, humanidades, artes, etc.

basado en las capacidades cognitivas y sociales biológicamente heredadas la cultura con rasgos

específicos de su correlato genético que son compartidas, mantenidas y transmitida

conductualmente a través de generaciones. (Ob cit)

En relación a la Ontogénesis de la mente, se tiene que como entes sociales los otros ocupan

un lugar destacado en el entorno, la interacción entre individuo y entorno social, el entorno está

equipado de objetos y hechos culturales con el fin de producir efectos en la mente de las

personas.

A modo resumen, podría decirse que el tiempo filogenético, que se mide en el tiempo

histórico en que la capacidad comunicativa de comprensión social posibilitó la creación,

innovación y transmisión de la herencia cultural, que acumulan modificaciones y mejoras a

través del tiempo; el tiempo ontogenético, cuya escala parte desde el nacimiento cuando se

incorpora en el seno cultural de la familia, donde se nutrirá de los productos culturales de su

comunidad.

La Teoría de la Mente posee un papel fundamental en los procesos de enseñanza-

aprendizaje, pues en ellos se tiene como objetivo generar un cambio en la mente del otro,

pensamientos, sentimientos y comportamientos; el padre de Oscar transforma su realidad y se las

ingenia a partir de los intereses restringidos de su hijo para que este adquiera el conocimiento

significativo procurando transmitir algo que considera valioso de modo que el lo pueda asimilar

y logre así una comunicación eficaz.

 La conducta social emitida por Oscar se muestra alterada en cuanto se muestra disruptiva

ante la norma o comportamiento establecido como adaptativo: las autoagresiones, mentiras,

conductas repetitivas estructuradas, emisión de verbalizaciones soeces, sin embrago presenta una

motivación que es la de encontrar que es lo que abre la llave de su padre con la intencionalidad

de mantener presente su recuerdo y comprender lo inexplicable. Su percepción de la expresión

social se encuentra preservada en cuanto logra identificar las emociones presentes en todas las

personas con las que ha interactuado en su búsqueda e incluso las de su propia madre.

En lo que respecta a sus funciones ejecutivas, se puede indicar que su memoria visual

prevalece y es reforzada por la presencia de pictogramas que a su vez le incitan a superar fobias

y establecer nuevas redes neuronales, lo cual se logra evidenciar cuando indica que aun cuando

el “inquilino” no emite palabra alguna, siente que ha conseguido con quien hablar. Sin embargo,

a nivel emocional siguen apareciendo un bajo control ante la frustración de no lograr el objetivo

principal de su búsqueda.

La ToM permite comprender los procesos por los cuales pasa el ser humano para poder

codificar el entramado red de interconexiones sociales a partir de nuevas conexiones neuronales

que permiten regenerar funciones que se presumían pérdidas o en déficit. En TEA, se podría

hablar de ceguera mental como se denomina en el pensamiento complejo, como defecto esencial

que obstaculiza su progresión a la adquisición de la empatía o de ToM. Lo que los coloca en una

situación desventajosa desde el punto de vista social y emocional al recordar que no todas las

personas se parecen o actúan de la misma manera, pues su desarrollo cognitivo-conductual va a

depender de las experiencias sociales, ambientales y culturales por las cuales atraviesa.
 Referencias

Maceiras, M. y Méndez, L. (2010). Ciencia e investigación en la sociedad actual. Salamanca:

Editorial San Esteban.

Tirapu-Ustárroz, T.; Pérez-Sayes, G.; Erekatxo-Bilbao, M.; Pelegrín-Valero. C (2007). ¿Qué es

la teoría de la mente? REV NEUROL; 44 (8): 479-489.
https://neurologia.com/articulo/2006295

Uribe, D.; Gómez, M.; Arango, O. (2010). Teoría de la Mente: una revisión del desarrollo del
concepto. Revista Colombiana de Ciencias Sociales; 1(1) pp 28-37.
https://dialnet.unioroja.es/servlet/articulo?codigo=5123758