Bonos de Carbono

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Instituto Tecnológico Superior de la Sierra

Norte de Puebla

Contador Publico

Desarrollo sustentable

Bonos de carbono.

Trabajo presentado por:


Yaritza Sebastián Gutiérrez

Catedrático: ING. Miguel Gutiérrez Mauricio

4to semestre grupo “B”

Zacatlán Pue a 02 de Febrero de 2023


Tabla de Contenido
INTRODUCCION .............................................................................................. 3
DESARROLLO .................................................................................................. 4
La economía ambiental y su impacto en las medidas de mitigación de
emisión de GEI a la atmósfera.................................................................... 4
El Protocolo de Kyoto y sus principios ....................................................... 5
Hacia la financiarización del medioambiente ............................................ 6
El MDL y los bonos de carbono en México ............................................... 6
Financiamiento a los MDL en México ........................................................ 7
El mercado de bonos de carbono en México ............................................ 8
CONCLUSIÓN .................................................................................................. 9
BIBLIOGRAFIA ................................................................................................. 9
INTRODUCCION
La financiarización es una herramienta importante para abordar la crisis ambiental
global. Se ha utilizado para crear nuevos mercados, como bonos de carbono y otros
instrumentos financieros verdes, que pueden utilizarse para financiar proyectos que
reducen las emisiones y promueven la sostenibilidad. La economía ambiental es
una parte importante de este proceso, ya que nos ayuda a comprender cómo se
pueden estructurar y regular estos nuevos mercados para lograr los objetivos del
Protocolo de Kioto. Al aprovechar la financiarización y la economía ambiental,
podemos crear un futuro más sostenible para nuestro planeta.

Los créditos de carbono son una herramienta importante para reducir las emisiones
de carbono y promover un futuro más verde. En México, la financiarización del
medio ambiente a través de créditos de carbono ha ido ganando terreno como una
forma de incentivar a las empresas a reducir su impacto ambiental. Los créditos de
carbono permiten a las empresas comprar créditos de otras entidades que han
reducido sus emisiones de carbono y luego utilizar esos créditos para compensar
sus propias emisiones. Esto ayuda a crear un enfoque basado en el mercado para
la protección del medio ambiente, lo que permite a las empresas invertir en prácticas
más ecológicas y al mismo tiempo ganar dinero en el proceso.

El mercado de bonos de carbono en México ha comenzado a jugar un papel


fundamental desde 1998, no obstante, fue desde el año 2008 cuando a partir de la
reforma energética aprobada se le comenzó a dar mayor importancia y nuestro país
comenzó a figurar y a expandirse en el mercado de bonos de carbono. Actualmente
cuenta con una plataforma llamada MéxiCO2 en la cual las empresas podrán
comenzar a invertir en los proyectos que se generen para cumplir con los objetivos
de disminución de GEI a través de la compensación con el financiamiento en estos
proyectos y la emisión de bonos de carbono (CERs) para aquellos inversores que
decidan participar
DESARROLLO
Los Bonos de Carbono son una solución para combatir el cambio climático y reducir
el CO2 en la atmósfera. Los Bonos de Carbono proveen los ingresos para financiar
el desarrollo de las actividades de Proyectos REDD+.

La economía ambiental y su impacto en las medidas de


mitigación de emisión de GEI a la atmósfera
l comercio de carbono está creando, en la práctica, derechos de contaminación, ya
que permite que los países industrializados y empresas contaminantes de Europa,
Asia o de Estados Unidos vayan a reducir emisiones a donde les resulta más
económico y rentable, en países como México, China, Colombia o Ecuador (Roa y
Rodríguez, 2012). Como lo menciona Toledo (1998) para la economía ambiental las
interrelaciones con el medio ambiente se dan bajo la forma de un flujo circular donde
es posible identificar tres funciones económicas del medio ambiente: proveedor de
recursos naturales, asimilador de desechos y fuente directa de utilidad. Estas
funciones constituyen los componentes de una función general del medioambiente:
el soporte de la vida. Tales funciones tienen un valor económico positivo, si se
compran y se venden en el mercado tienen un precio positivo. La cuestión estriba
en que la economía no reconoce los precios positivos de estas funciones
económicas del medioambiente. En parte porque no existen mercados para estos
bienes y en parte porque sus fallas o distorsiones no permiten valorarlos
adecuadamente. Los primeros avances para ir armando una visión sobre la
economía verde se basaron en la noción de Pago por Servicios Ambientales (PSA)
o servicios ecosistémicos. Tal noción se fundamenta en conceptos de la economía
ambiental que, preocupada por internalizar los costos ambientales que generaban
algunas actividades económicas, comenzó a considerar a la naturaleza en el ciclo
de la economía y abrió la puerta para dar el nombre de “servicios” a lo que antes se
consideraba como “funciones”
El Protocolo de Kyoto y sus principios
El Protocolo de Kyoto es un acuerdo internacional que se deriva de la CM NUCC.
Fue negociado en 1997 y pretendía que 37 países y la Comunidad Europea
redujeran sus emisiones de GEI. El protocolo entró en vigor en febrero del 2005 con
su ratificación. Según este documento, los países (partes) incluidos en el Anexo B
(países industrializados y países en transición a economías de mercado) se
comprometían a lograr objetivos individuales y jurídicamente vinculantes para limitar
o reducir sus emisiones de GEI. Los países que ratificaron el protocolo sumaban
entre todos un total de recorte de las emisiones de GEI de al menos el 5% con
respecto a los niveles de 1990 en el periodo de compromiso de 2008-2012.

El acuerdo ofrece flexibilidad en la manera en la que los países pueden cumplir sus
objetivos. Por ejemplo, pueden compensar parcialmente sus emisiones
aumentando los “sumideros” –bosques, que eliminan el dióxido de carbono de la
atmósfera–. Ello puede conseguirse bien en el territorio nacio- Enero - Junio 2016
197 nal o en otros países. Pueden pagar también proyectos en el extranjero cuyo
resultado sea una reducción de las emisiones GEI. Se han establecido varios
mecanismos con este fin como son:

1. El mecanismo de desarrollo limpio


2. El mecanismo de acción conjunta
3. El comercio internacional de emisiones

El comercio de los derechos de emisión permite que los países que tengan unidades
de emisión de sobra (emisiones que tienen permitidas pero a las que no llegan)
vendan ese exceso de capacidad a países que sobrepasan sus metas.

Los bonos de carbono están activos, principalmente, en el sector privado como parte
del esfuerzo por reducir el cambio climático. Con ellos se ha crea do lo que se
conoce como el mercado de carbono: un espacio donde se realizan transacciones
de bonos de carbono entre comprador y vendedor. Estas pueden ser una simple
compra o venta de una cantidad específica de bonos, o una estructura compleja de
compra-venta con diversas opciones. Como cualquier commodity, el precio de una
tonelada de carbono equivalente está sujeto a la ley de la oferta y la demanda. No
hay un valor oficial. El funcionamiento del mercado de bonos de carbono se puede
explicar de la siguiente manera: el sistema otorga incentivos económicos para que
empresas privadas contribuyan a la mejora de la calidad ambiental y se consiga
regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho
a emitir CO2 como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado. Se
expiden CERs los cuales se calculan en volúmenes equivalentes a metros cúbicos
o toneladas de CO2que no fueron emitidos a la atmósfera. Los CERs son
otorga dos en una cuenta electrónica a favor de los desarrolladores de los
proyectos MDL una vez que se hayan realizado las respectivas reducciones. Los
CERs generarán elementos comercializables, sujetos a la ley de la oferta y
demanda.

Hacia la financiarización del medioambiente


La financiarización de la naturaleza viene por la mercantilización, la privatización y
comercialización de nuestros recursos comunes. Estricta mente hablando, la
mercantilización es la comercialización de algo que generalmente no es visto como
un producto. Si bien un teléfono es un pro ducto comercial, tradicionalmente el
agua no ha sido considerada como una mercancía. La mercantilización convierte un
valor inherente en un valor de mercado, lo que le permite ser comprado y vendido.
La privatización transfiere el control y la gestión de estos recursos mercantilizados
de propiedad pública a la propiedad privada. Los productos pueden tener un precio
y un mercado puede ser creado para ellos. En este punto, la financiarización actúa
sobre la mercancía como un activo y aplica diversos instrumentos financieros, por
ejemplo, un contrato de futuros de agua u opciones de créditos de carbono.

El MDL y los bonos de carbono en México


el MDL involucraba a abril de 2012 más de 8,100 proyectos en diferentes etapas,
de los cuales 3,962 ya son proyectos registrados. De estos últimos,
aproximadamente el 38% ha dado lugar a la expedición de CERs. Para el periodo
2013-2020 se espera que se expidan 7,047 millones de CERs, alrededor de 881
millones en promedio en cada uno de los ocho años. De los CERs que se esperaban
a finales de 2012, 35% corresponderían a proyectos de energías renovables, 28%
a proyectos de reducción de óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFCs) y
perfluorocarbonos (PFCs), 20% a proyectos de reducción de metano, cemento y
minería de carbón, 9% a proyectos de eficiencia energética en el suministro, 6% a
cambio de combustible, 1% a proyectos de eficiencia energética del lado de la
demanda, 0.7% a proyectos de forestación y reforestación y 0.3% a proyectos de
transporte. En cuanto a los tipos de proyectos, el 65% corresponde a energías
renovables, 17% a reducción de metano, cemento y minas de carbón, 8% a
eficiencia energética en suministro, 4% a eficiencia energética del lado de la
demanda, 2% a cambio de combustible, 2% a reducción de HFC, PFC y N2O, 0.8%
a forestación y reforestación y 0.6% a transporte.

La mayor parte de los proyectos MDL registrados en la región son a siete años
(60%) renovables y, en menor medida, a diez (38%). El restante 2% lo explican los
tiempos de los proyectos forestales, los cuales son en su mayoría a treinta años y,
algunos menos, a veinte

Financiamiento a los MDL en México


El BID había aprobado 101 millones de dólares para otros dos proyectos de energía
eólica del sector privado, también en Oaxaca con una capacidad total de generación
de 318 megavatios. Esos dos proyectos, uno denominado Eurus y el otro Granja
Eólica La Ventosa, fueron apoyados con 80 millones de dólares y 21millones de
dólares, respectivamente. En el caso de Eurus, este es propiedad de Acciona
Energía México, una subsidiaria de Acciona Energía S. A. de España. La energía
gene rada por Eurus está destinada por un contrato de veinte años a Cementos de
México (Cemex). De los 80 millones de dólares proporcionados por el BID, 30
millones de dólares provinieron específicamente del Fondo de Tecnología Limpia
del Fondo de Inversión Climática.
El mercado de bonos de carbono en México
De acuerdo con información obtenida del Inventario de Emisiones de GEI del
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) de México, el país ha
incrementado sus emisiones de GEI en 1990 de 561,035.2 toneladas de CO2
equivalente (tCO2e) a 639,663.8 tCO2e en el año 2000 y para el 2010 la cantidad
se ubicaba en 748,252.2 tCO2e (ver cuadro no. 1). No obstante, este aumento,
México tiene uno de los niveles más bajos de emisiones de CO2 per cápita de la
OCDE, pero la intensidad de carbono y de energía de su economía ha ido en
aumento durante la última década (OCDE, 2013). En el año 2008 México ocupaba
dentro de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE) ya el lugar número trece más alto en emisiones de GEI, excluido
uso de suelo, cambio de uso de suelo y silvicultura (OCDE, 2013) contribuyendo
con el 1.5% a nivel mundial (Basurto, 2015).

¿Quién emite los bonos de carbono en México?

En el caso de México, la Semarnat [Secretaría de Medio Ambiente y Recursos


Naturales] es la encargada de publicar las reglas para lo que viene en el sistema
de comercio de emisiones”, dice Jessica Jiménez, directora de Sustentabilidad de
KPMG.
CONCLUSIÓN
Actualmente, en México existe una plataforma llamada MexiCO2, la cual permitirá
que las empresas mexicanas sujetas al pago de los impuestos al carbono
aprobados como parte de la Ley de Ingresos de la Federación 2014, puedan
compensar este impuesto con la compra de bonos de carbono. Es decir, no
disminuir sus emisiones GEI, ni tampoco pagar un impuesto por la emisión de las
mismas, sino compensarlas a través de la inversión de bonos de carbono que
generarán estos proyectos. Lo que significa que, la financiarización del
medioambiente comienza a tomar relevancia en nuestro país.

BIBLIOGRAFIA

Redalyc.Bonos de carbono: financiarización del medioambiente en México

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