Derecho A La Seguridad Social

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DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL

Yo elegí este derecho dado a que creo que en mi comunidad


no está muy bien implementado ya que no es un pueblo muy
grande y en algunas veces an ocurrido accidentes o actos
violentos y los polisias no acuded adecuadamente por eso yo
creo que el derecho a la seguridad social ase falta en mi
comunidad

Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo

Son trabajadoras y trabajadores, una mujer embarazada, un


hombre discapacitado por accidente de trabajo, una madre
con su hija e hijo, la ley del IMSS e ISSSTE, ilustrando
ejemplos de lo que cubre la seguridad social para las y los
trabajadores.

La seguridad social es una institución nacida de la solidaridad


humana, que se manifiesta en la reacción de ayudar a
personas o grupos en estado de necesidad.

En el siglo VIII, en Europa se dictaminó que cada parroquia


debía sostener a sus personas pobres, adultas mayores,
enfermas sin trabajo, a las y los niños en situación de
orfandad, cuando no contaban con ayuda familiar.
En Inglaterra en el año de 1601 se estableció un impuesto
obligatorio nacional para cubrir esta clase de asistencia
parroquial y más tarde Suecia y Dinamarca adoptaron
medidas similares.

En México el movimiento revolucionario de 1910-1917, exigía


la protección a las clases más vulnerables, principalmente a
personas campesinas y obreras, surgiendo con él los
servicios médicos como la Cruz Blanca y la Cruz Roja.

La promulgación de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos en 1917, de contenido social avanzado,
sirvió como eje de la Seguridad Social.

El 19 de enero de 1943 se emitió la Ley del Seguro Social,


creándose así el Instituto Mexicano del Seguro Social, con la
finalidad garantizar el derecho humano a la salud, la
asistencia médica, la protección de los medios de
subsistencia (que garanticen la seguridad del ingreso, en
particular en caso de vejez, enfermedad, invalidez, accidentes
del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia) y los
servicios sociales necesarios para el bienestar individual y
colectivo.

Concepto

La Seguridad Social es un término que se refiere al bienestar


de las y los ciudadanos, integrantes de una comunidad.
La Organización Internacional de Trabajo la define como la
protección que la sociedad proporciona a sus miembros,
mediante una serie de medidas públicas, contra las
privaciones económicas y sociales que, de no ser así,
ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los
ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de
trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y
muerte; y también la protección en forma de asistencia
médica y de ayuda a las familias con hijos e hijas.

La seguridad social se encuentra encaminada a la protección


y mejoramiento de los niveles de bienestar de las personas
trabajadoras y sus familias.

Reforma del artículo 1° constitucional

A partir de la reforma constitucional del 10 junio del año 2011,


la seguridad social como derecho humano, se encuentra
protegido por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicano, en términos de su artículo 1° que señala:

“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para
su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni
suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que
esta Constitución establece.”
Por su parte el artículo 123 de la Constitución establece el
derecho humano a la seguridad social.

Aunado a que la Declaración Universal de los Derechos


Humanos, en su artículo 22, que señala:

“Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene


derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el
esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida
cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la
satisfacción de los derechos económicos, sociales y
culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo
de su personalidad”.
¿Quién tiene a cargo la seguridad social?

En la actualidad México cuenta con varios sistemas de


seguridad social, de los cuales destacan dos instituciones
públicas que proveen seguridad social:

 El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

De forma obligatoria para las personas que se encuentran


vinculadas a otras por una relación de trabajo, las y los
socios de sociedades cooperativas, y las personas que
determine el Ejecutivo Federal a través del Decreto
respectivo.

 Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los


Trabajadores del Estado (ISSSTE).
De forma obligatoria para las personas trabajadoras de los
Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo, Judicial e
Institutos Autónomos), en materia Federal, así como para
la Ciudad de México.

Para las personas trabajadoras de los Estados, siempre y


cuando exista convenio entre el estos y el ISSSTE.

¿Qué seguros ampara la Ley del Seguro Social y la Ley


del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado?
 Riesgos de trabajo (accidente o enfermedad de trabajo);
 Enfermedades y maternidad; (atención médica y pago de
incapacidades);
 Invalidez (enfermedad general que le impida laboral);
  Vida (muerte del asegurado);
 Retiro, cesantía en edad avanzada y vejez (pensión por edad
y años cotizados); y
 Guarderías y prestaciones sociales.

Además, la Ley del ISSSTE señala para las personas


trabajadoras que se encuentran trabajando antes del 2007 y
escogieron la aplicación del artículo decimo transitorio, los
seguros de:

 Jubilación;
 Retiro por edad y tiempo de servicios.
Principios, objetivos y alcances del derecho a la
seguridad social en México

Un antecedente histórico remoto respecto a la construcción


de la filosofía de la seguridad social en nuestro país, lo
hayamos en las célebres palabras que José María Morelos
expresó en los Sentimientos de la Nación, pues el artículo 12
de este documento expresó lo siguiente:

que como la buena ley es superior a todo hombre, deben ser


tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la
opulencia y la indigencia y de tal suerte se aumente el jornal
del pobre, que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la
rapiña y el hurto.25

Esta expresión es representativa en función de que, en la


práctica, la seguridad social mexicana se ha caracterizado
por incorporar en las respectivas legislaciones y políticas una
concepción distinta al enfoque de la asistencia tradicional, ya
que incluyó prestaciones que posibilitaron a las instituciones
convertirse en factores efectivos de bienestar de la
población.26 En palabras de Álvarez del Castillo,

esta acción permitió al gobierno mexicano ampliar su


capacidad de respuesta a las demandas generadas por las
disparidades sociales, cubriendo espacios de política social
con acciones institucionales destinadas a mejorar el nivel de
vida de la colectividad.27

En este marco, es posible entender a los principios de la


seguridad social en México como el conjunto de bases que
determinan y describen los valores fundamentales de su
desenvolvimiento institucional y de la aplicación de sus
políticas específicas, y cuyos componentes característicos
son lo institucional, lo jurídico y lo programático. De esta
forma, y partiendo de la premisa de que el punto de
convergencia de los principios rectores se encuentra en el
concepto de solidaridad ya expuesto, es posible identificar
tres principios (o conjuntos de principios) fundamentales:

1. Principios institucionales y de operación. El sistema de


seguridad social mexicano ha sido considerado a veces como
limitativo, fundamentalmente por centrarse en tres principios
concretos:

a) La responsabilidad gubernamental. Los principios


internacionales de la seguridad social señalan que el aparato
gubernamental debe asumir una amplia responsabilidad en lo
que concierne a los servicios sociales y la administración de
las instituciones responsables de su gestión, principio que
encontró arraigo profundo en nuestro país. Además, en
correspondencia con esta concepción del papel de las
instituciones públicas en materia de seguridad social, el
gobierno mexicano buscó siempre privilegiar la redefinición y
alcance de las prestaciones otorgadas por la ley antes que
intentar modificar las tasas de cotización, en perjuicio del
equilibrio financiero y una protección extensa.

b) La participación privada en la gestión. A pesar de que la


colaboración del sector privado en la gestión de la seguridad
social es un principio consagrado internacionalmente, nuestro
país, en correspondencia lógica con el inciso anterior, no ha
sido del todo abierto y receptivo a su incorporación, lo cual ha
traído como consecuencia el que la administración de la
seguridad social sea responsabilidad casi exclusiva de las
dependencias públicas (a excepción del rubro de pensiones
que se encuentra administrado también por entidades
privadas). No obstante, aquí encontramos una de las
peculiaridades del caso mexicano, pues si bien los sectores
sociales y privados no participan directamente en la
implementación, sí están asociados a ella por medio de su
facultad consultiva, tal como muestra la conformación
tripartita de los institutos de seguridad social.

c) La exclusividad del carácter equitativo y colectivo del


financiamiento. Este principio alude a uno de los puntos más
sensibles en el otorgamiento de la seguridad social. En
particular, el gobierno mexicano adoptó este principio
ciñéndose en gran medida a las tendencias mundiales de
distribuir el costo de las prestaciones y los gastos de
administración a través de la financiación colectiva, de
manera tal que se evitara que las personas de recursos
económicos modestos tuvieran que soportar una carga
demasiado onerosa. En un parámetro numérico se definió
institucionalmente que debido a la situación económica del
país y a las categorías de personas protegidas, en los
distintos seguros (a excepción de las prestaciones familiares
y los riesgos del trabajo) el total de las cotizaciones a cargo
de los asalariados no excediera el 50 por ciento del total del
costo de las prestaciones, situación que se mantuvo así
durante varias décadas hasta que finalmente, por éste y otros
motivos, se arribó a una situación de crisis financiera en las
instituciones de seguridad social.

En realidad, lo que muestra este conjunto de principios es


una responsabilidad prácticamente exclusiva de las
instituciones públicas de seguridad social en el diseño,
implementación y evaluación de sus programas específicos;
por ello, en un primer análisis, se observa que es el primer
principio expuesto (responsabilidad gubernamental) el que da
origen a los otros dos en la práctica (el financiamiento público
y la casi inexistente participación privada en la gestión).
2. Principios jurídicos de la seguridad social. Para darle
certeza y seguridad a la aplicación de los principios
institucionales, era necesario conformar una red de
disposiciones legales que los materializara al menos en el
texto de los ordenamientos, las cuales configuraron en sí
mismas una nueva serie de principios:

a) La conservación de los derechos y la igualdad de trato.


Técnicamente dos prácticas convergentes fundamentan este
principio: por un lado, la conservación de los derechos de los
trabajadores migrantes y la igualdad de trato entre nacionales
y no nacionales; y por el otro, la igualdad de trato entre
hombres y mujeres. En nuestro caso particular se ha
avanzado lentamente en la incorporación de estos principios,
pues no fue sino hasta fechas recientes (2005) que la
institución de seguridad social más importante (el IMSS) firmó
convenios con otros países (en particular con Estados
Unidos) para regular y reconocer los derechos laborales de
los trabajadores migrantes, sobre todo para evitar la doble
tributación. Por otro lado, cabe destacar el hecho de que
desde hace varios años se reconoció la igualdad del hombre
y la mujer como beneficiarios dependientes, es decir, que la
mujer trabajadora pueda inscribir a su esposo o concubino a
los institutos para recibir todas las prestaciones.

b) Monto, frecuencia y duración de las prestaciones. En la


legislación en materia de seguridad social de nuestro país se
estipulan de manera clara las modalidades de cálculo de los
ingresos en caso de interrupción involuntaria de la actividad
laboral. Dichos ingresos de reemplazo, ya sean temporales
(por ejemplo, en caso de enfermedad o de desempleo) o
vitalicios (por ejemplo invalidez o vejez) siguen reglas de
cálculo previamente establecidas.
Las disposiciones al respecto muestran claramente que el
propósito de la seguridad social es ante todo suministrar un
nivel predeterminado de prestaciones a la población
derechohabiente, y luego encontrar los medios de su
financiación mediante una adaptación de los recursos en
función de las necesidades. El Derecho internacional define
estos esquemas como sistemas de prestaciones definidas.

Cabe anotar que este principio, junto con el denominado


"responsabilidad gubernamental", ha sido uno de los más
debatidos, cuestionados y atacados en las nuevas
configuraciones institucionales y la reformulación de las
normas de seguridad social, derivadas en lo fundamental del
rediseño de los sistemas pensionarios, ya que se plantea
concretamente la sustitución de estos regímenes de
prestaciones definidas por otros de capitalización individual,
socavando de manera tajante un elemento central en la
seguridad social misma y que ya se ha puntualizado: su
principio o componente solidario.28

3. Principios programáticos de la seguridad social. Derivado


de los principios anteriores, y en particular para darles
cumplimiento real y operacional, surgieron los principios
programáticos definidos como una serie de programas y
políticas que garantizaran los medios de subsistencia de los
trabajadores, aunque no insistieran sobre la garantía de un
ingreso mínimo para toda la población, sino más bien
pugnaban por el establecimiento de:

a) La garantía de la atención a la salud, que se refiere a la


posibilidad de prestar servicios médicos adecuados. Aquí el
financiamiento y el costo de la cobertura proviene de la
participación y aportación económica de los empleadores y
los mismos beneficiarios, es decir, los trabajadores
asalariados.
b) La garantía de la inserción y de la reinserción, que se
identifica como el corolario de la garantía de los medios de
vida en el contexto de la lucha contra la pobreza, pues el
principio está dirigido principalmente a proteger contra dos
tipos de contingencias: el estado de discapacidad y el
desempleo o paro. Sin embargo, en México sólo se aplican
mecanismos de seguridad social para el primero, pues no
contamos con seguro de desempleo.

Para entender con mayor precisión el alcance de estos


principios programáticos, en el siguiente cuadro se resumen
las contingencias que cubre el seguro social en México por
medio de sus programas específicos, además de un
comparativo con otros países representativos a nivel mundial.

Es importante señalar que si bien actualmente existe una


propuesta presentada por el Ejecutivo Federal para ampliar la
cobertura del seguro social que incluye esquemas de salud
universal y seguro de desempleo, éstas son medidas que aún
no se han desarrollado en términos institucionales, por lo que
el cuadro siguiente sólo refleja lo que actualmente se da en la
práctica.

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