Comunicacion Cultura y Sociedad
Comunicacion Cultura y Sociedad
Comunicacion Cultura y Sociedad
En el lenguaje de todos los días, el consumo es asociado al comprar. Y se cree que el comprar es
una consecuencia de los medios masivos de comunicación. Si en la televisión publicitan determinado
producto, automáticamente voy a ir a comprarlo o voy a tener ganas de comprarlo.
Pero como ya vimos, la hegemonía cultural no se realiza como una imposición. No es que la
televisión domina el modo de ver la realidad y los espectadores acatan sin cuestionar esa realidad
que es construida. También existe aquello que llamamos mediaciones como la familia, el barrio o el
trabajo, que están entre los medios masivos de comunicación y nosotros, los consumidores.
El consumo no es un acto individual que responde a gustos o necesidades personales, sino que
es el momento de un ciclo económico que comienza cuando determinado objeto es fabricado, el
dueño de la empresa obtiene una ganancia y el trabajador un sueldo. El consumo es un momento
del ciclo de producción y reproducción social. Por lo tanto, detrás del consumo hay una lógica que
depende del sistema económico. Aquello que se ofrece, que se vende, ya sea diversión, comida,
ropa, juegos, arte, responde a la posibilidad de generar ganancias y sueldos, para que los trabajadores
puedan seguir consumiendo y los empresarios puedan seguir obteniendo ganancias.
No obstante, esta no es la única forma de pensar el consumo. Cuando hablábamos sobre cómo
hay una cultura legítima y hay un "buen gusto", también dijimos que había diferentes gustos que
hacían que nos sintiéramos más cerca o más lejos de alguien. Seguramente voy a compartir muchos
gustos con mis amigos y voy a tener gustos muy distintos de los que tendría mi abuela. Si vivo en un
barrio determ inado mis gustos van a ser muy diferentes de los que viven en un barrio con
características socioeconómicas diferentes, y mis consumos también van a ser distintos.
El consumo es una actividad en la que se ven las diferencias de clase, y los conflictos de clase
porque muestra las desigualdades económicas. Esta desigualdad a la hora de consum ir es el
resultado de una desigualdad que existe en relación a las posibilidades de tener o no tener un
trabajo, del tipo de trabajo que puedo conseguir y conservar, de la plata que puedo ganar en él. De
ahí que 'me toque' tener determinados bienes y que pueda comprar determinados bienes. A
través del consumo los grupos se distinguen; algunos elementos de distinción son la moda, las
innovaciones tecnológicas, las marcas, la educación, etc. Por eso, en el consumo, la sociedad disputa Uno de los objetivos de los m edios m asivos de
aquello que se produce y la forma en que se usa. com unicación es inducir al consum o
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COMUNICACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD
Por eso, otro modo de pensar el consumo es a partir de la 'distinción', del prestigio. Es decir, los
miembros de una clase social se van de vacaciones a determinado lugar, comen en determinado lugar,
usan determinada ropa (como vimos anteriormente en relación al gusto y a la legitimidad cultural) y
esto no se explica por una necesidad sino por el hecho de que esos bienes no alcanzan para todos, por
eso no los pueden tener todos. Pero es condición que todos compartan el sentido de tenerlos. Por
ejemplo: todos los miembros de una sociedad tienen que saber que un Mercedes Benz es un auto caro
-tanto los que lo pueden comprar como los que no pueden comprarlo-, sino no tendría sentido tenerlo.
Consumir un auto, una película, una obra de teatro, un recital, un sándwich o una remera responde
a una misma lógica dentro de una sociedad capitalista. Muchos se sorprenden al pensar que las
noticias o cualquier producto vinculado al arte no están al margen del modo en que se producen,
circulan y distribuyen los bienes en una sociedad capitalista.
Pero así como existe una industria del calzado, una industria textil, una industria automotriz o una
industria de lo que se les ocurra, también existe una industria cultural. Muchos pensarán que la unión
de dos palabras que parecerían venir de lugares distintos es imposible; que 'industria' debiera ir por
un lado y 'cultura' por el otro. Sin embargo, no es así. Hay un mercado para el arte, hay quien lo compra
y quien lo vende; por eso también está quien lo fabrica, y hay distintos tipos de arte según los
distintos públicos y sus distintos gustos.
También en este terreno podem os aplicar la distinción entre 'cultura oficial' y 'cultura
subalterna': existen expresiones jerarquizadas de la cultura, destinadas a un público minoritario,
'culto', y otras expresiones culturales destinadas a las mayorías populares, 'menos cultas'.
La industria cultural supone la creación de bienes y servicios culturales para el consumo. Esos
bienes culturales no son únicos e irrepetibles, sino que se producen en serie. Así como una marca
Los m edios de com unicación nos inducen a
co nsu m ir y tam bién nos 'venden' ideas, sin que nos de galletitas tiene en el mercado diferentes sabores y paquetes, y cuando uno lleva un paquete
dem os cuenta
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II - CULTURA Y COMUNICACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA
del supermercado luego se repone con otro Igual para que sea nuevamente comprado, con los
bienes culturales pasa lo mismo. Hay de distintos gustos y modelos, y para diferentes públicos.
La industria cultural propone diferentes bienes culturales para apropiarse de los consumidores
pero también los clasifica y organiza. Al mismo tiempo, las aparentes diferencias de los productos
son artificiales. Hay películas de acción, románticas, de vaqueros, policiales, de terror, infantiles...
hay ofertas de distintos géneros; pero tam bién dentro de las policiales, por ejemplo, existen
muchos tipos de películas policiales, que organizan a su público según la edad, el sexo, el grupo
social, la clase, etc. Así como existen en el mercado diferentes modelos de autos (deportivos, de
paseo, rurales, fam iliares, etc.) existen tam bién diferentes modelos de literatura y de otros
insumos de la industria cultural.
La industria cultural organiza nuestro tiempo libre, el tiempo del descanso, el ocio, el placer o
la diversión. Y lo hace ofreciéndonos lo siempre igual. La industria cultural produce el hecho
artístico a través de una fórmula, una receta, que hace que se pueda volver a producir el producto
cultural una y otra vez.
La industria cultural se refiere al conjunto de operaciones por los que la creación cultural pasa
a ser producción, al igual que sucede con cualquier otro producto que también pasa por diferentes
fases en su elaboración para el consumo.
Ahora bien, existe un circuito cultural en el que se produce, distribuye, transmite y se consume
la cultura. Los circuitos culturales son las formas de organización social que asocian a agentes
culturales y a las instituciones que regulan su com unicación. Las instituciones, el mercado, la
administración pública y la comunidad son instancias que organizan los circuitos culturales. Las
organizaciones e instituciones que procesan las acciones culturales, es decir, su producción,
transm isión y consum o; en síntesis, que organizan la cultura, son cuatro: los productores
profesionales, la empresa privada, la agencia pública y las asociaciones voluntarias.
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COMUNICACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD
La asociación voluntaria está formada por un grupo o colectivo no profesional que actúa en el
terreno de la cultura motivado por el compromiso social o la militancia política. Un ejemplo sería
el de un grupo que realiza una obra de teatro en un centro de jubilados.
Ahora bien, hay tres grandes instituciones organizadoras: el mercado, la administración pública
y la comunidad.
Si nos ubicamos desde el punto de vista de la producción, podemos plantear diferentes tipos
de circuitos:
■ Circuitos de producción profesional para el mercado: los agentes son productores profesionales
independientes que producen para el mercado. Los medios de producción son controlados por el
profesional (si es un escritor, el papel; si es un artista plástico, sus materiales como pinturas, tintas,
arcillas, etc).
■ Circuitos de producción profesional organizados como servicio público: la producción del
profesional, en este caso, está administrada de forma central y burocrática. Por ejemplo: un
laboratorio universitario de investigación, un grupo de artistas que trabajan para el Estado. En este
último caso podríamos pensar en el cuerpo de ballet del Teatro Colón; la Orquesta Filarmónica de la
Ciudad de Buenos Aires, etc.
Harry Potter, un exitoso producto de la industria
cultural
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II - CULTURA Y COMUNICACION EN LA VIDA COTIDIANA