Vuca Ciudadanía

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COLEGIO CLARET. SEVILLA. TEXTO PARA 1.- EJERCICIO DE EXPOSICIÓN, 2.- 2.1 FRUTOS Y 2.2.

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SEMINARIO DE FILOSOFÍA PREGUNTAS Y 3.- MAPA MENTAL. CIUDADANÍA

VIVIMOS TIEMPOS VUCA


NOMBRE Y APELLIDOS GR Nº APELLIDO

Tiempos VUCA: el suelo donde estamos implantados.


1.- Vamos a mirarnos a nosotros mismos y a las últimas décadas de la cultura occidental.
Vivimos en una sociedad trepidante. ¡Nos falta tiempo! Vivimos en una especie de montaña rusa global: ¡A ver lo que (nos) pasa hoy!
Vivimos tiempos VUCA llenos de procesos/situaciones VUCA (VUCA: Acrónimo de volatility, uncertainty, complexity ambiguity)1. Los que
casi llegamos a los sesenta lo podemos afirmar como testigos presenciales que cierto, la vida da muchas vueltas, pero hoy parece que más.
Simplemente, pensemos en el atentado a las Torres Gemelas. O la crisis económica de 2008, las fusiones empresariales, el mercado digital,
las tecnologías emergentes, etc. O, evidente, la pandemia vigente. O sea, los tiempos/procesos VUCA implican vivir en la inseguridad. Y
esto no es ideología: la realidad en la que transcurrimos es así. Y nos arrastra.
El término VUCA se originó en el U.S. Army War College (según la documentación que aporta en su página web) para describir las
condiciones resultantes del escenario internacional después de la caída del Muro de Berlín. Desde entonces, el concepto de VUCA ha pasado
a formar parte del lenguaje sobre el liderazgo y planificación estratégica, sea en política, sea en empresas, sea en la administración pública
o sea en ámbitos educativos. Y, realmente, lo podemos aplicar a nuestras propias vidas.
Los tiempos VUCA exigen una mentalidad -mindset- para la que nadie prepara: se aprende a vivir así, viviendo. Y muchas veces se trata de
sobrevivir, porque no sólo hay que estar pendiente de lo que es probable, sino también atentos a lo que es posible.
2.- La ‘V’ de VUCA es de Volatilidad.
Significa que estamos ante un incremento muy rápido de los cambios, en volumen y en cantidad. Vivimos tiempos convulsos, turbulentos,
inestables. No ha habido épocas así en la historia, tan desconcertantes. No hay referencias para entender los cambios. Hay demasiadas
realidades efímeras. Las explicaciones que nos ayudan a entender la historia parece que no nos ayudan a entender el presente: pensemos
en Trump, pensemos en los procesos migratorios, pensemos en los cambios culturales debidos a Internet.
¿Volatilidad de qué? Lo más evidente son las volatilidades de los mercados. O las modas. O las relaciones afectivas: bueno: fue bonito
mientras duró. (Según las estadísticas oficiales hay muchos más divorcios y separaciones que matrimonios.) ¿Existirá Microsoft dentro de
veinte años? Pero creo que se pueden señalar varias áreas interesantes para el fin de este escrito: son necesarias otras personas para otro
mundo posible, para una mejor normalidad.
Cambian los puntos de referencia vitales que enseñan a vivir: ideologías (¿qué queda de la izquierda europea o de la socialdemocracia
europea?), religión (pensemos en la diferencia de estilos que hay entre el Papa Juan Pablo II y el Papa Francisco), modelos de estilos de
vida que se reflejan en los modelos de familia reales…
Cambian los soportes de la información: pensemos en los libros digitales o los periódicos en la red. Ya no se va a la biblioteca a consultar:
se va a estudiar. ¿Quién lee la prensa escrita? ¿Cómo se lee la prensa digital?
Cambian los modelos de estado, las relaciones internacionales, las leyes… (Pensemos en la ristra de leyes educativas en los últimos tiempos
en España.)
Quizás por estos cambios de referencias hay un aumento de las pertenencias emocionales (identificación con equipos de fútbol o con
conceptos tan vaporosos como «patria, pueblo...») o un aumento de las tendencias individualistas (cada uno piensa, dice, hace, vive como
quiere y ya está...).
Quizás por estos cambios tan drásticos y tan rápidos hay mucha gente que cae en el desencanto y en la desmovilización, y en la enorme
potenciación de lo local (fiestas populares, procesiones de Semana Santa, lenguas nacionales o minoritarias).
La volatilidad nos hace a muchos estar muy necesitados de referencias estables, de certezas a las que asirnos, de puntos de referencia que
nos fundamenten y nos impulsen. Me parece que no nos gusta vivir en atmósferas que tienden a lo caótico. Aunque, me da la impresión,
de que los adolescentes viven en medio de esta volatilidad mucho más a gusto que los que hemos nacido hace ya más de cincuenta años.
A lo mejor esto de la volatilidad tiene que ver con esa mentalidad de usar y tirar. No lo sé. Pero me da qué pensar. Pero, sin duda, todos
estamos de acuerdo en que es muy difícil vivir con sentido dentro de procesos de volatilidad.
3.- La ‘U’ de VUCA es de Incertidumbre (Uncertainty).
Se refiere a la ausencia de previsibilidad de los acontecimientos. La volatilidad anterior hace muy difícil anticipar acontecimientos futuros
basándose en hechos pasados. Vamos, que la historia parece que está dejando de ser maestra de vida en medio de la niebla que tenemos
delante cuando miramos al futuro.
¿Incertidumbre ante qué?
Se me ocurren tres ámbitos, que hacen referencia a lo que quiero comunicar con este escrito.
Incertidumbre ante el mundo laboral. ¿En qué trabajaré? ¿Lo que estudio en la universidad lo aplicaré en el mundo laboral? ¿Cuánto se
mantendrá mi empresa? ¿Dónde residiré? ¿Cuándo tendré mi propia casa? ¿Me tendré que ir al extranjero? Ante tanta incertidumbre,

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Incluso creo que hay personas VUCA… Ya hablaremos de rasgos de madurez en los tiempos actuales.

TEXTO PARA 1.- EJERCICIO DE EXPOSICIÓN, 2.- 2.1 FRUTOS Y 2.2.- PREGUNTAS Y 3.- MAPA MENTAL. CIUDADANÍA.- 1
paradójicamente, entre otros motivos, muchos «salen de los procesos de formación» sea en secundaria sea en la Universidad. Total, ¿para
qué? ¡Estamos perdiendo muchos recursos humanos con todos lo que se quedan en los márgenes del sistema educativo! ¿Caminamos
hacia un país con un 20% o más de casianalfabetos, que les cuesta entender lo que leen o que les cuesta expresarse por escrito u oralmente?
Incertidumbre ante «lo familiar»: ¿Tendré familia estable que me dé una atmósfera de hogar? ¿Tendré compañía afectiva estable y
gratificante que me dé seguridad emocional? ¿Tendré compañía en la vejez? ¿Quién me cuidará cuando tenga noventa años? Ante tanta
incertidumbre afectiva muchos optan por una soledad rodeada de amigos y amigas o por parejas que se saben provisionales o por no
querer hijos que te aten de por vida.
Incertidumbre política. ¿Seguirá habiendo una democracia de cierta calidad en los próximos años? ¿Habrá mecanismos de control para
que baje la corrupción? ¿Habrá políticas que cuiden el estado del bienestar en sanidad, en educación, en transportes, etc? ¿Habrá políticas
que intenten paliar la exclusión social? Ante tanta incertidumbre política aparecen los movimientos populistas con propuestas
simplificadoras, imposibles de cumplir, envueltas en una retórica que no resiste ni la contrastación de datos ni la posibilidad de llegar a
acuerdos, que es una de las características esenciales de la democracia.
Ya no vale eso de intentar mantener niveles de incertidumbre bajos. Mantener el control de los factores que intervienen lo que hacemos,
puede ser una quimera. Muchos viven muy resignados a vivir rodeados de ambigüedad. Pero, sin duda, es muy difícil manejarse en la
incertidumbre.
Quizás por estas incertidumbres ante el futuro las personas nos hemos vuelto muy presentistas y muy cortoplacistas. Vivimos muy al día,
sacando todo el provecho que podemos a lo que tenemos delante. Vivimos en una especie de disfrutar lo que podamos... ahora. Que
mañana, no se sabe. Es el «yo, ya, aquí». O sea, el estilo Amazon. Que reconozco que es muy útil. Pero crea cultura: vigencias que orientan
la vida: «Yo, que pago, lo deseo ya, aquí, en mi mano»: «Yo lo quiero ya».
4.- La ‘C’ de VUCA es de Complejidad.
Hace alusión a la confusión generalizada cada vez más presente, a la ausencia de conexión clara entre causas y efectos que envuelve hoy
a cualquier ámbito. Además, tenemos acceso a una enorme cantidad de información, muchas veces nada sistematizada, muy contradictoria,
fragmentada. Pensemos, evidente, en las noticias acerca de la pandemia.
¿Complejidad de qué?
Se me ocurren tres ámbitos.
Complejidad de las relaciones humanas. No queda claro el sentido de la amistad, de la confianza... en el trabajo, en el barrio, en la familia
«un poco más allá de lo estrictamente nuclear» (y muchas veces, ni eso) en un ambiente de en el cada uno tira por su lado. No queda claro
el papel de los liderazgos en las asociaciones, en las empresas, en las organizaciones. No queda claro, la situación de las personas mayores,
los ancianos, en las estructuras familiares.
Complejidad en los ámbitos educativos. Si un alumno no estudia, se puede deber a toda una serie de circunstancias que se retroalimentan
entre sí: desde lo físico (habitación para que estudie) en una casa a la carencia de recursos de apoyo en los centros escolares. Desde una
ratio muy elevada a una situación de acoso escolar o de ciberacoso. Desde un trastorno del aprendizaje a que, simplemente, al alumno no
le va eso de estudiar o a que “el profesor no es lo suficientemente empático”.
O complejidad en las dinámicas de la política interna de los países. Todos los países de Occidente viven situaciones internas donde hay
muchos factores en juego y donde generar gobiernos estables es bastante difícil. Pensemos en España, en Italia, en Francia…
Es como si se hubiera instaurado el ir tirando como se pueda. Por todo esto de la incertidumbre y la complejidad, quizás, se da un exceso
de protección a muchos niños y muchos adolescentes. ¡En vez de enseñarles a navegar! Pero sin duda: todos somos conscientes de que es
muy difícil manejarse en la complejidad.
5.- La ‘A’ de VUCA es de Ambigüedad.
Representa la ausencia de claridad sobre el significado de cualquier evento. Es cada vez más difícil precisar lo que ocurre en la realidad y
existen más significados posibles en las condiciones que rodean a esa realidad. Ocurren demasiadas cosas que no sabemos si están bien o
están mal. Lo que funciona para unas personas, para otras es un fracaso. Aún más, las fuentes de información que se manejan son muy
numerosas y muchas veces no tenemos suficiente certeza acerca de la veracidad, de la fiabilidad o de la rigurosidad de los datos, que,
todos mezclados, nos llegan.
¿Ambigüedad de qué?
Se me ocurren varios ámbitos de ambigüedad que atañen al objetivo de estas páginas, todos en torno a una pregunta que podemos
formular de la siguiente manera: ¿qué sociedad/cultura necesitamos?
Las diferentes interpretaciones/valoraciones que se dan a las tendencias políticas internas de un país: pensemos en las polarizaciones
políticas, en los movimientos nacionalistas o populistas, en los movimientos ecologistas, feministas, etc.
Las diferentes interpretaciones/valoraciones que se dan a la aparición de nuevos modelos de familia o nuevos modelos de relaciones
afectivas.
Las diferentes interpretaciones/valoraciones que se dan sobre las causas de la pobreza, los dinamismos migratorios, etc.
Las ambigüedades acerca de las profesiones del futuro: ¿Lo que estudio en la Universidad, de verdad, lo puedo aplicar en un futuro que
parece que no está claro? ¿Cómo prepararse para profesiones que no existen aún? ¿Cuántas profesiones desempeñaré en la vida?
O sea, hay una enorme variedad de opciones y parece que no estuviera claro la que realmente nos conviene, lo que realmente es ético y
construye la sociedad que realmente necesitamos. No, no es nada fácil manejarse en la ambigüedad.

TEXTO PARA 1.- EJERCICIO DE EXPOSICIÓN, 2.- 2.1 FRUTOS Y 2.2.- PREGUNTAS Y 3.- MAPA MENTAL. CIUDADANÍA.- 2

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