03 - Ortega
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EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN CAPfTULO i . Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 29
rural vinculada al ovino y la agricultura; en la sociedad rural se produce la La centralidad que cobra el Estado en la sociedad uruguaya, desde principios
marginación de amplios sectores por el cercamiento de los campos, por lo del siglo xx responde, en cierta forma, a legados de la historia del siglo xix,
cual en un período muy corto de tiempo se genera un abandono de las prác- en términos de las siguientes grandes líneas:
ticas tradicionales de sociabilidad y el retorno a condición errante de una
parte considerable de población en busca de sustento. a) La debilidad en Uruguay de la constelación de poder típica del continen-
La afluencia a las ciudades de esta población expulsada del campo, funda- te (sectores agrocomerciales / Iglesia / fuerzas armadas como factores de
mentalmente hacia Montevideo, así como la llegada masiva de inmigrantes consenso y respaldo coactivo).
en esta etapa, pueden ser considerados como fenómenos sociales propicios b) Peso relativo de las restricciones de la dependencia externa, debido a la
para la generación incipiente de ámbitos de intervención en lo social que tu- incorporación al imperio informal británico, y por el carácter de fronte-
vieran como objetivo la adaptación de esta población a las pautas burguesas ra en la región.
urbanas de «convivencia social», en especial en lo que tiene que ver con la
proletarización de dicha población. c) Por su parte «la combinación de ambas debilidades: la de la implantación
oligárquica y la de la implantación capitalista, contribuyó a reforzar la
El campo de la salud como el de la educación (hito fundamental fue la
reforma escolar de José Pedro Varela) constituyeron ámbitos de desarrollo presencia del Estado en la sociedad civil y la centralidad de sus funciones
de estrategias de control y disciplinamiento de dicha población. en la formación social uruguaya» (Caetano y Rilla 1996: 91).
En el ámbito de la educación, la reforma vareliana puede ser analizada,
Hacia fines de siglo xix, el Estado uruguayo tenía una tradición intervencio-
retomando a Varela J. y Alvarez Uría, E (1997: 154) en el marco del intento
nista en el desarrollo de un poder coactivo y administrativo y en el cumpli-
de «solucionar la cuestión social». De esta forma, decía, se trataba
miento de tareas empresariales y arbitrales. La primacía del Estado coadyuvó
[...] de neutralizar la lucha de clases a través de una política de armonización de
a la centralidad bastante inédita de las mediaciones políticas en la sociedad
los intereses del trabajo y del capital que permitiese integrar al movimiento obre- uruguaya y a la consolidación de los partidos políticos como intermediarios
ro, y se impuso la obligatoriedad escolar convertida en uno de los dispositivos entre la sociedad civil y el Estado.
fundamentales de integración de las clases trabajadoras. La escuela obligatoria
formaba parte, por tanto, de un programa de regeneración y de profilaxis social El Uruguay del batllismo temprano
basado en los postulados del positivismo evolucionista. [...] Surgió así, en rela-
ción con los niños que se resisten a la escuela disciplinaria, un nuevo campo insti- En las tres primeras décadas del siglo xx se registra el segundo período de la mo-
tucional de intervención y de extracción de saberes destinado a la resocialización dernización uruguaya, el cual puede denominarse batllismo temprano.' Interesa
de «la infancia anormal y delincuente».
identificar también en este período algunos hitos de particular significación.
Un primer aspecto se refiere a los cambios sociodemográficos. En este
Intrínsecamente asociado al proceso de la reforma educativa en Uruguay se sentido se destaca (Rama, 1987) que «entre 1825 y 1908 la población pasa
encuentra el que tiene que ver con la secularización de la sociedad. Se debe de aproximadamente 132.000 a 1.041.689, multiplicando por 7,9 el volu-
tener en cuenta que: men original. [...] La participación de los extranjeros fue estimada en los
registros poblacionales en el 34,8% en 1860, en el 31% en 1879 y en el
[...] la implantación tardía de la religión católica durante la Colonia, el carácter 17,4 aun en 1908, mientras que en Montevideo estuvo cercana al 50 % hasta
aluvial y crecientemente urbanizado de la sociedad, la misma pobreza material e 1895, para descender al 30,4 en 1908».
institucional de la Iglesia, debieron facilitar el despliegue secularizante, pautado
a un nivel institucional por la temprana incorporación de los cementerios a la
jurisdicción estatal, por la habilitación de una enseñanza laica en las escuelas, por 1. En el presente trabajo se utilizará la definición que de esta expresión da Panizza (1990): «como
el establecimiento del Registro Civil de la población en 1879, y del matrimonio una forma de referirse tanto al período en que José Batlle y Ordóñez fue presidente sin haber
civil Obligatorio en 1885. Pero en contrapunto no puede asegurarse que estos formado todavía un grupo que tuviera tal denominación dentro del Partido Colorado, como
cambios de por sí relevantes hayan trascendido rotundamente —en un principio a la etapa posterior a 191 cuando existió un grupo político que fue conocido explícitamente
con ese nombre». Se refiere fundamentalmente a las tres primeras décadas del siglo xx, que
al menos— el horizonte de las disputas entre liberales, masones, católicos, espiri- abarca los gobiernos de José Baile y Ordóñez (1903-1907), Williman (1907-1911), la segun-
tualistas y positivistas que agitaban por entonces las aguas de las elites políticas y da presidencia de Bulle y Ordóñez (1911-1915), Feliciano Viera (1915-1919), Baltasar Brum
culturales. (Caetano y Rilla,1996: 8z) (1919-19z3), José Serrato (1913-1917) y Juan Campisteguy (1927-II).
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30 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN I-
=
cAPITuro r. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya
El censo de 1908 constató una población marcadamente joven, ya que Dispositivos como el arriba señalado se inscriben dentro de un proceso
entre los lo y los 49 años concentraba aproximadamente el 6o% del total. más amplio de conformación del Estado batllista uruguayo en este perío-
El 39% de la población era activa o trabajadora, registrándose la mayor do. Las características de este proceso tendrán relación tanto con la manera
proporción en el comercio y las industrias. Comparando los datos de 188o cómo se construyeron las formas del higienismo en esta etapa así con cómo
y 19 io «se observa un fuerte descenso en el índice de la natalidad, pero a la ese Estado se fue apropiando de espacios que anteriormente eran ocupados
vez un descenso enérgico en el índice de la mortalidad». Se podía observar por otros agentes, asociados con aquellos propios de las organizaciones de
también una alta concentración de población en Montevideo (309.231 habi- caridad y filantropía.
tantes) (Acevedo, 1934, tomo v: 441). , El batllismo propició seis grandes reformas':
Desde el punto de vista de la educación, debe destacarse que «de los ni-
ños de 5 a 14 años (259.009) eran alfabetos 1 zz.oz5 (47,1 %), analfabe- 1. Reforma económica, que tiene tres ejes fundamentales, la nacionaliza-
tos 130.419 (50,4 %), y carecían de especificación en los boletines 6.565 ción, la estatización (en áreas que se entendía que debían estar en manos
(z,5 %). De 15 años para arriba en toda la República había 3 82.091 alfabe- del Estado, servicios públicos que debían ser buenos y accesibles) y la
tos, 217.072 analfabetos y sin especificar 10.055» (Acevedo, 1934: 437). industrialización, con todo lo que significaba «la fábrica en la que el buen
Teniendo en cuenta estos datos, y la importancia atribuida a la educación . capitalista se asociaba al buen trabajador».
en el proyecto batllista, como forma de «crear» ciudadanía, aparece como
2. Reforma social, caracterizada por la relegitimación de la cuestión social,
un hito fundamental la organización en este período del Cuerpo Médico
y el Estado como mediador en el conflicto. La reforma social aparece vi-
Escolar, tanto desde el punto de vista de su integración, como por su papel
culada a medidas de reparación social.
en el área de la salud y la infancia en todo el período considerado, tanto a
nivel nacional corno internacional. 3. Reforma rural, que era concebida como el pasaje de un modelo agrope-
El doctor Rafael Schiaffino, profesor agregado de Higiene de la Facultad cuario a uno agroindustrial, modificando el esquema de tenencia de la
de Medicina y director del organismo, escribía en el año 192.9: tierra. A pesar de ser considerada la reforma clave, fue en los hechos la
más moderada porque chocaba con intereses muy fuertemente arraiga-
El Cuerpo Médico Escolar fue creado por ley de la Nación y reglamentado en dos en la estructura económica del país.
1908, encargándosele la misión de vigilancia higiénica de los edificios escolares, 4. Reforma fiscal: a través de impuestos se creaba una vía indirecta para
del personal enseñante, del material de las escuelas, moblaje, programas, de la
presionar a favor de ciertos desempeños y desfavorecer otros. La reforma
profilaxis de las enfermedades infecto contagiosas, estudio de los retardados es-
colares, etc, designándose cuatro miembros para desempeñar esas tareas.'
fiscal tampoco prosperó de acuerdo con los términos en que fue plantea-
da originariamente.
La iniciativa de creación del Cuerpo Médico Escolar correspondía a uno de 5. Reforma moral: implicaba una propuesta de nación por la adhesión a
los votos formulados por el Tercer Congreso Médico Latinoamericano. Con valores universales. Aquí puede ser ubicada la política de secularización,
carácter nacional, no se había podido extender más allá de la capital. anticlerical, más que antirreligiosa.
Se trata de un dispositivo que, como se verá más adelante, tendrá hacia 6. Reforma política, que abarcaba dos elementos fundamentales: una am-
fines de la década del zo, un papel decisivo en la conformación de la primera plia politización de la sociedad, que debía ser continua, no restringida a
escuela que formó visitadoras sociales de Higiene en Uruguay, que se instalaría los actos electorales; y la propuesta del colegiado, con un Poder Ejecutivo
en la órbita del Instituto de Higiene Experimental de la Facultad de Medicina. pluripersonal que diera al gobierno un período de desarrollo para conso-
Los campos de la educación y la salud compartían un lugar preponderante lidar su propuesta.
como vías de disciplinamiento de la población. En ellos se fue creando un ámbi-
to propicio para el surgimiento de profesiones que, como el Servicio Social, eran Globalmente consideradas, estas reformas transportaban una propuesta de
consideradas fundamentalmente como un nexo entre las instancias educativas sociedad hiperintegrada,4 a través del Estado, los partidos políticos y las or-
y/o médicas y las familias, especialmente con relación a la l familias pobres.
2. Schiaffino, R. «Organización médico escolar en el Uruguay». En Boletín del Instituto 3. Según apuntes de clase del Prof. Gerardo Caetano, zoor.
Internacional Americano de Protección a la Infancia. Tomo tu n° r. Montevideo. Julio de 1 4. Rama, G. (1987:43) denomina al modelo batllista como «Estado innovador» haciendo refe-
1929: 99.
rencia a la «sociedad hiperintegrada» a la que dará lugar.
31 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya
CAPÍTULO I. 33
ganizaciones sociales. La siguiente descripción da cuenta de los principales bilidad de la sanción legislativa de los derechos de la mujer, se amplían las
componentes de la propuesta batllista: garantías electorales (voto secreto, representación proporcional integral,
etcétera), se establece un Poder Ejecutivo bicéfalo, con un presidente y un
En grandes rasgos (la propuesta del Badlismo) se proponía superar la injusticia social Consejo Nacional de Administración, se inicia el reconocimiento constitu-
en base al solidarismo, la concordia obrero patronal, y el desarrollo de la legislación cional de los organismos estatales de la actividad económica y se flexibiliza
laboral y de previsión social [...], mejoramiento de las condiciones de vida de la po-
blación [...], nacionalización y/o estatización de actividades industriales y comerciales
el procedimiento de reforma constitucional.
con la finalidad de limitar la incidencia del capital británico y abaratar y extender al- Panizza y Pérez Piera (1988: 13) plantean la peculiaridad histórica de la
gunos servicios considerados prioritarios para el desarrollo del país [...], tecnificación tardía consolidación del Estado moderno uruguayo, fundamentalmente a par-
y transformación estructural del sector agropecuario para aumentar y redistribuir la tir de 1904, cuando unifica y consolida su monopolio de la violencia legítima.
riqueza [...] industrialización del país con el objetivo de sustituir las importaciones, Paralelamente marcan el temprano proceso de modernización en lo que
limitar la dependencia económica, generar empleos. (Jacob, R., 1988: 9)
[...] significó, por una parte, que el Estado se expandió tempranamente a ciertas
Por su parte, la política de industrialización había tenido antecedentes en el áreas sociales y económicas y, lo que es más importante, que las primeras formas
último cuarto del siglo xix, con aspectos proteccionistas y promoción de im- de legislación social y laboral antecedieron a la masificación del sufragio y a la
consolidación de la democracia electoral. Pero, por otra parte, ello se dio en el
portaciones de bienes de capital. Aparecía ya como un obstáculo la pequeñez
marco de una sociedad con un ya muy alto grado de urbanización, y un grado
del mercado interno y el encarecimiento de los productos nacionales: también relativamente alto de alfabetización. Es decir que, cuando el Estado cul-
mina su proceso de institucionalización tiene ya a su frente a una sociedad civil
Para Baffle y Ordóñez la industria era fundamental en la tarea de disminuir la de un cierto grado de riqueza y complejidad. Ello hace que una visión puramente
dependencia del comercio exterior del país, mitigando, los lazos que ataban al «estatalista» de la sociedad uruguaya sea parcial e inadecuada: si la hegemonía en
Uruguay principalmente a Gran Bretaña. Pero también cumplía una función de
el Uruguay se construye desde el Estado, la misma no es construida por el Estado
estabilidad social, creando las fuentes de ocupación e ingresos para los habitantes en cuanto actor dotado de un alto grado de autonomía con relación a la sociedad
del país, que emigraban del medio rural como consecuencia de los avances en la (lo cual es diferente del problema de su autonomía de las clases dominantes).
modernización. (Jacob, 1981 b): 8o)
La articulación Estado/partidos/sociedad civil marcará en Uruguay una in-
Caetano y Rilla (1996:116), señalan, por su parte, los límites del reformismo
terdependencia y una tensión permanente entre los actores políticos y so-
batllista donde:
ciales, con la predominancia de una distinción «borrosa» entre lo público y
[...] no parece fácil discriminar con precisión las «cuotas de responsabilidad» en este
lo privado. Tampoco la distinción Estado/partidos fue nítida, en el sentido
avance del reformismo social. Para el incipiente movimiento sindical, cuyas tendencias de que las divisiones internas de éstos hacen que funcionen a la vez como
reconocibles iban desde el anarquismo y el socialismo hasta el catolicismo social, las gobierno y como oposición. La renegociación permanente entre partidos y
reformas eran presentadas a lo sumo como concesiones arrancadas a los poderes domi- entre fracciones de los mismos ha sido una marca en la formación socio polí-
nantes; para el badlismo, la reforma social se justificaba y hasta se explicaba por razo- tica uruguaya durante todo el siglo xx.
nes de carácter moral, por mandato ético para con los «humildes»; antes que una «mi- Panizza y Pérez Piera (1988: zo) proponen referirse a estas cuestiones que
sión» cumplida por los «de abajo» era un deber cumplido por «los de arriba». Es obvio se plantean entre lo público/privado, gobierno/Estado, y estatal/partidario
que entre estas dos visiones —algo exageradas— circuló efectivamente la realidad de como «hímenes» que no constituyen líneas divisorias rígidas sino continui-
las cosas. Pero también parece claro que las reformas en el plano del derecho laboral no dades de diferencias y referencias recíprocas. Este tipo de relacionaMiento
se habrían extendido al conjunto de la sociedad sin el sostén del partido de gobierno,
llevará a la constitución de un espacio público altamente politizado y buro-
por más fuerza que tuviera —y que en ocasiones tuvo—la movilización sindical.
cratizado a la vez:
En este período es que se consagra constitucionalmente la separación entre Lo público se constituye, más que como la reformulación de intereses particula-
Estado e Iglesia, 5 se establece el sufragio universal masculino, se abre la posi- res en una instancia superior de propuesta y decisión política, como un sistema
de mediaciones y agregación de intereses y demandas al interior de un sistema
5. Sobre el proceso de secularización de la sociedad uruguaya véase: Caetano, Gerardo; altamente inclusivo. [...] Significa también que la unidad del aparato estatal será
Geymonat, Roger. La secularización uruguaya (1859-1919). Catolicismo y privatización de siempre precaria y sujeta a la fragmentación resultante de su colonización por un
lo religioso. Tomo i. Montevideo. Ed Taurus Santillana. 1997. sistema de partidos que, especialmente en la' posguerra, muestran un escaso grado
34 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACION CAPÍTULO r. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 35
de unidad orgánica o coherencia ideológica. Significa por último que los cambios
políticos surgidos al interior de esta articulación entre Estado, partidos, gobierno Castellanos (1995) ensaya una «explicación de cómo se articuló la forma
y sociedad civil sólo podrán ser el resultado de una lógica transformista. del "welfare" uruguayo, buscando rescatar en la lógica histórica de las políti-
cas sociales sus funciones de integración, esenciales para la estabilidad de todo
Debe agregarse, sin embargo, que el Estado uruguayo no será simplemente un • sistema democrático». Entiende, en ese sentido, que las tres primeras décadas
instrumento de creación del orden social sino que también se constituirá en un • del siglo xx representan arios constitutivos del proceso fundacional de la «ciu-
poderoso centro imaginario de su unidad. Desde un análisis historiográfico de dadanía», a través de la extensión de derechos políticos y sociales, elemento
los discursos6 Panizza (1990:37) explica cómo «el batllismo cambió radicalmen- central del «welfare» uruguayo, al que denomina «bienestar de partidos». 8
te los límites de lo decible, y por consiguiente de lo pensable, en la formación p ol - Así se afirma (Castellanos, 1995: 1) que «la novedad de las primeras
lítica uruguaya. Lo paradojal es que lo consiguió con una estrategia discursiva décadas del siglo xx es justamente el pasaje de la visión de "privilegios" a la
que pudo aparecer como contradictoria pero que se mostró de una considerable de "derechos sociales", coherente con la superposición de la constitución del
eficacia». Según este autor el batllismo utilizó la estrategia del doble mensaje, la régimen democrático con la consolidación del orden estatal».
matriz discursiva del liberalismo para someterlo a uno de los procesos de subver- En ese sentido, se puede concordar con este autor en la definición de las parti-
sión más radicales en la historia política de la época en América Latina; discurso cularidades de la constitución de la ciudadanía en la evolución política uruguaya:
que democratizará la razón para someterla a una tradición que eliminará buena
parte de su radicalidad potencial; «reunirá los elementos típicos de un discurso i) Temprana liberalización del debate político durante el siglo xix, pero
de tipo populista al servicio de una estrategia de tipo transformista».7 con una muy lenta e inestable institucionalización, haciendo referencia a
El análisis de Panizza (1990: 2.3) resalta la idea de que: la debilidad del eje iglesia/terratenientes/ejército.
ii) Extendida participación política de importantes segmentos de la pobla-
[...] el batllismo representó la condensación de dos momentos que habitualmente ción, posibilitada por un estilo de política caudillista. Se puede hablar de
se dan separados en la historia política de otros pueblos: el momento de la institu- la existencia de «ciudadanías caudillistas», paralelas a los canales ins-
cionalización y el momento de la democratización de dicho orden. Fue el método titucionales de las formalidades constitucionales. Así, por ejemplo, la
mismo elegido por Baffle para impulsar su proyecto hegemónico, tanto como los
participación de las grandes mayorías de la población en las disputas
aspectos sustantivos del mismo lo que irá a constituir las fronteras de la forma-
ción política uruguaya por más de medio siglo. políticas estaría asociada a la ausencia de un ejército nacional fuerte.
iii) Institucionalización simultánea de los derechos sociales y los derechos po-
La capacidad de los partidos políticos para incorporar grandes sectores so- líticos. Así, las políticas sociales surgen reforzando la legitimidad de un
ciales y el hecho de que los terratenientes no se constituyeran como fuerza régimen, y paralelamente a la extensión plena de los derechos políticos se
hegemónica, fueron elementos clave para el diseño de la estrategia política institucionalizan las reglas del juego democrático para la totalidad de los
de Baffle, la cual «no buscó la destrucción de las fuerzas políticas representa- miembros de la comunidad nacional (reforma constitucional de 1917).
tivas del orden oligárquico. Más bien Baffle buscó negociar, transar, y subor- iv) Carácter partidocéntrico de las identidades colectivas, políticas y sociales,
dinarles dentro de su propio partido y la sociedad en general. [...] el Estado históricamente estructuradas por los partidos políticos. Estos, actores cen-
no apareció como el Estado de las clases dominantes sino como un centro trales de la política uruguaya desde los inicios de la vida independiente, sin
institucional de alianzas y compromisos». (Panizza, 1990: 35) sustituir ni pretender cooptar las diferentes organizaciones sociales (obre-
ras, empresariales, rurales, culturales) vieron aumentar aun más esta carac-
6. Se entiende por discurso toda práctica articulatoria (sea de naturaleza lingüística o extra lin- terística con el papel que tendrían en la definición e instrumentación de las
güística) que constituye y organiza relaciones sociales mediante configuraciones de sentido. políticas de bienestar a partir de principios de siglo.
Los discursos políticos son analizados en términos de constituir los límites de una forma-
ción política. Se pone énfasis en cómo estos discursos establecen sistemas de equivalencias,
antagonismos y diferencias. Los discursos de diferencia son básicamente integradores; los 8. En el Welfare State marca dos dimensiones fundamentales: en contraste con experiencias de
de equivalencias marcan antagonismos y rupturas. «estados asistenciales», aparece la participación política de las masas como central, y la centra-
7. Por «transformismo» se entiende aquí el «[...] proceso por el cual los sectores dominantes lidad asumida por las instancias estatal burocráticas sobre la acción de los partidos y los grupos
en una sociedad intentan bloquear la emergencia y consolidación de una fuerza antagónica de presión como agentes de mediación. Encuentra en una desarrollada burocracia la clave en
a través de la absorción y neutralización selectiva de sus demandas y/o del intento de coop- las decisiones y la canalización de las demandas sociales. Por esto no cataloga al caso uruguayo
tar a sus representantes políticos en el bloque de poder». como welfare state. En su lugar se hipotetiza la utilidad de tipificar esta experiencia como un
«bienestar de partidos».
1
36 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN
CAPÍTULO I. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 37
v) Expansión y consolidación estatal: el Estado fue asumiendo progresiva- za el liceo nocturno y en 1921 la Universidad de Mujeres. En 1916 se re-
mente roles centrales. Las estructuras partidarias colonizaron el Estado, diseña la enseñanza de oficios y se establecen cursos para educar jóvenes
lo que en cierta forma minó la posibilidad de constitución de una buro- del interior. Se procuraba con ello crear una cultura liberal e igualitaria y
cracia fuerte y estructurada. La centralidad del sistema de partidos sobre completar el proceso de asimilación de las corrientes migratorias con el
las decisiones y su instrumentación fue un mecanismo que garantizó el fin de homogeneizar la socialización.
control ciudadano sobre el manejo de las intervenciones estatales. La instrucción pública respondía a la necesidad de contar con mano de
obra instruida y apuntaba a la integración social. A la misma no era aje-
En función de lo anteriormente señalado pueden comprenderse mejor las na una necesidad de control social. Era también una opción democrática
peculiaridades que presentan las respuestas sociopolíticas a la «cuestión so- de crear bases para la ciudadanía de un futuro.
cial» bajo el signo del batllismo, y cómo esas respuestas se convirtieron en
mecanismos poderosos de integración social. Además de la mortalidad infantil, otro tema que preocupaba a las au-
Ese es el terreno sobre el que Filgueira (1995: u) observa la «implanta- toridades era el del analfabetismo: el censo escolar de 1926 ubicaba en
ción, en la segunda década del siglo, de una serie de medidas que crearon un 196.803 los niños de 6 a 54 arios, alfabetos eran 142.256 y analfabetos
Estado asistencial, providente y anticipador de demandas». Si bien las polí- 54.2.77 (2.7,57 %). (Acevedo, 1935)
ticas sociales fueron en un comienzo aplicadas de acuerdo con modalidades iv) En cuanto al último pilar, tiene que ver con un cambio sustancial en la
particularistas y clientelísticas, se apoyaron en una retórica universalista des- consideración del papel del Estado en la administración de las instalacio-
de el punto de vista de su formulación a nivel genérico, y en su base jurídica. nes de beneficencia existentes que atendían aspectos de la salud pública:
Ese Estado Interventor en el diseño de las políticas sociales se estructura- la creación de la Asistencia Pública Nacional en 1910. 0
ba sobre cuatro pilares que Figueira describe como los siguientes:
Methol (1999: 39) enmarca la discusión de la ley de creación de la Asistencia
i) Las leyes y resoluciones del Ejecutivo concernientes al funcionamiento Pública Nacional en la pugna entre positivismo y espiritualismo en la época
del mercado laboral: Baile y Ordóñez priorizó los derechos individuales y plantea que:
del trabajador aprobando la jornada de ocho horas, la semana laboral de
seis días en la industria y de cinco y medio en el comercio, la regulación [...] este debate da cuenta, y a la vez habilita, el proceso de secularización de la
del trabajo femenino e infantil. En 1915 se aprobó ley de 8 horas; en sociedad uruguaya en el período intersiglos. Secularización que se produce no
1920 la ley de descanso semanal; en 1918 la llamada «ley de la silla»; solamente en el sentido de pérdida de hegemonía de los valores religiosos, sino en
se creó una Inspección General del Trabajo; en 1914 la legislación sobre la adopción de «nuevos valores científicos» bajo la forma de un nuevo sistema de
accidentes de trabajo y bases para la discusión de seguros por riesgo de confianza en la producción de la verdad.
muerte o invalidez por causa de la actividad laboral.9
Elabora una reflexión acerca de los significados representacionales que ad-
ii) Política sobre retiro de la fuerza de trabajo: En 1896 se crea la caja de
quiere y desempeña el saber científico en la modernidad, a fin de alumbrar
jubilaciones para maestros; en 1904 la Caja Civil para retiro de los fun- el análisis de una manifestación concreta para el caso uruguayo de la di-
cionarios públicos, recién en 1919 con las leyes emitidas sobre la materia fusión de ese saber, como lo es el movimiento higienista de principios del
comenzó a universalizarse su alcance. En 1919 se crea la Caja de Industria, siglo xx.
Comercio y Servicios, y se aprueba la concesión de pensiones a la vejez. En Se entiende ese proceso como una reorientación de las bases de la asis-
el año 1919 por ley se establece la obligación de la cobertura estatal por
tencia social y de la caridad, con la idea de fundar esos roles sociales sobre
causa de vejez, invalidez y muerte a la categoría de «indigentes».
bases científicas. Aparecen argumentos en pro de reconstruir estas funciones
iii) La instrucción pública: Se crea en este período una enseñanza secundaria
conun trabajo remunerado y especializado, reglamentado desde el Estado, y
laica y se reformula la enseñanza universitaria. En 1919 se institucionali-
ya no desde el voluntariado y la finalidad religiosa.
9. Con relación a este punto, conviene tener presente que, como indica Filgueira (1995: zi) las
«leyes obreras» son parte del «mito» batllista, ya que «su simpatía y defensa de los derechos de
reunión y huelga deben ligarse más a su disputa con las empresas privadas extranjeras que a la Un análisis del proceso político que llevó a la redacción de la ley de creación de la Asistencia
defensa de intereses sindicales, aunque la retórica de la época lo presentaba así». Pública Nacional se puede encontrar en Methol, E (1999).
38 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 39
1 CAPÍTULO I.
El registro cronológico de la proliferación de los recursos organizacionales
de la asistencia social durante este período es bastante elocuente al respecto: Entre las conclusiones que votó el Congreso, se destaca la que propone
que se estableciera en Montevideo una Oficina Internacional Americana
1908: Creación del Hospital Pereira Rossell, para la atención de niños. de Protección a la Infancia. En 1924 quedaría constituida la Asociación
1913: Apertura del refugio para embarazadas. Nacional de Protección a la Infancia. En 1925 se procedió a la instalación
,.. del Instituto Internacional Americano de Protección a la Infancia con sede en
1914: Escuela de Nurses, que también atendía enfermos. Montevideo, tal cual lo resuelto en el Congreso.
1915: Creación de la maternidad. El presidente del Consejo Nacional de Higiene, José Scoseria, planteaba
192.2: Hospital Pasteur. I lo siguiente en la Conferencia sobre Mortalidad Infantil patrocinada por el
Comité de Higiene de la Sociedad de las Naciones, realizada en Montevideo
1927 Hospital Pedro Visca. entre el 7 y el 1 1 de junio de 1927:
1928: Colonia Saint Bois, hospital para tratamiento de la tuberculosis.
Si a todos los pueblos civilizados interesa el problema de la mortalidad infantil,
1930: Casa Maternal y sanatorios antituberculosos, del punto de vista humanitario, económico y social, hay también una razón de
egoísmo nacional que nos impulsa a combatirla. Es condición del progreso y en-
También en el interior del país se crean hospitales en Minas (1904), Ros ario grandecimiento de las naciones el crecimiento de su población pues el factor hom-
(1909), Flores ( 1 9r o), Salto, Florida, Tacuarembó y Melo en 191 1, Colonia bre es capital y es trabajo."
de Alienados en Santa Lucía y Hospital de Treinta y Tres (1912), dos asilos
en Fray Bentos y una sala de asistencia en Canelones en 1914, en San Carlos
y Paysandú en 1915, en varias localidades a la vez en 1920, en Libertad en
1922, y un asilo en Salto en 1930. .
Las respuestas socio políticas a los problemas sociales emergentes:
Esta enumeración tomada de Barrán (1992) nos permite visualizar cla-
ramente el interés manifestado en el desarrollo de esta área de las políticas
la forma y el contenido de los procesos de higienización
sociales en el Uruguay batllista. -
Los procesos de medicalización de la sociedad uruguaya que se desarrollan
En 1917 fueron centralizadas las funciones de la Asistencia Pública en un
Consejo Directivo formado por el director general de la Asistencia Pública, durante el período neobatllista representan, como fue señalado anteriormen-
siete miembros designados por el Poder Ejecutivo, uno por el Consejo de la te, una inflexión en los rumbos del modelo higienista que había sido insta-
Facultad de Medicina y uno por el personal técnico de la Asistencia Pública, lado hacia fines del siglo xix y comienzos del siglo xx. Se torna necesario,
Dichas funciones se transformaban en rentadas. entonces, reconstruir el perfil de ese modelo higienista que fundó el impulso
medicalizador en el Uruguay del novecientos.
Un grave problema sanitario en la época lo constituía la mortalidad in-
fantil, asunto cuyo tratamiento ocupó un lugar importante en el Segundo El proceso de consolidación del denominado «higienismo» en la socie-
dad uruguaya del novecientos se asienta sobre cambios institucionales que
Congreso Sudamericano del Niño, reunido en Montevideo en 1919. En ese
evento, decía su presidente el doctor Morquio: «Sobre 1000 niños que nacen responden a las nuevas formas de concebir y de actuar frente a la realidad
mueren término medio 200 social (Barrán 1992, 1993, 1995; De Martino, 1996; Acosta, 1997). Entre
antes de cumplir los dos años. La mitad antes del ,
mes», atribuyendo las causas a enfermedades congénitas y falta de cuidados las transformaciones más relevantes del período, la literatura sobre el tema
necesarios, defectos en la alimentación, ignorancia, falta destaca una creciente tendencia a codificar un vasto conjunto de problemas
de cuidados, malos sociales —principalmente los vinculados a las condiciones de vida de los sec-
alimentos, miseria, abandono. «La protección del niño, agregaba el doctor
tores pobres urbanos— en términos sanitarios.
Morquio, tiene como base fundamental la protección a la madre». (Acevedo,
1935: 186) La medicalización de la sociedad uruguaya de fines del siglo xix y co-
El doctor Bauzá, quien fuera director del servicio de Protección a la mienzos del siglo xx recibió el impulso de procesos intrincados. Se asistió
Primera Infancia, proponía como una de las medidas para la disminución de a la importación de los nuevos modelos etiológicos de naturaleza exógena
la mortalidad la instrucción a las madres en materia de puericultura. Sugería que, siendo fruto inmediato del desarrollo de la bacteriología, fomentaron la
para ello la creación de un cuerpo de nurses inspectoras que recorriesen los
hogares pobres. ir. Extraído del Boletín del Instituto Internacional Americano de Protección a la Infancia. Tomo
I No. 1:97. Julio de 1917.
40
EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN
CAPÍTULO I. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 41
atribución de un importante papel al medio como causa de las condiciones gos se ocultan vagos, los harapos cubren muchas veces cuerpos robustos y aptos
sanitarias de la población. para el trabajo [...].”
En cuanto a las formas y contenidos del proceso de medicalización, apun-
ta Ayres (1995) que la utilización del término riesgo en el campo médico en Simultáneamente se puede observar una incipiente preocupación por la
las dos primeras décadas del siglo xx está asociado, no a la indicación de creación de instituciones que atendieran los aspectos relativos a la salud. El
situaciones atribuibles a los individuos, sino como indicador de situaciones Hospital de Caridad, creado entre 1787 y 1788, fue el único centro hospita-
poblacionales. Esta concepción apunta al análisis e intervención sobre los lario hasta 186o, momento a partir del cual se habilitó el Hospital Vilardebó
problemas referidos a la población, asociado a la noción de medio externp para enfermos mentales y el Hospital Fermín Ferreira en 1899, que ya fun-
para poder acceder al conocimiento de los procesos que afectan la salud des- cionaba como «casa de aislamiento". En 1889 había sólo dos hospitales ene!
de el punto de vista colectivo. ...:- interior del país, en Paysandú y en San José; en 1894 se creó el de Mercedes,
El higienismo novecentista «[...] generalmente localizaba los peligros ...
en 1896 el de Fray Bentos y en 1898 el de Rocha.
para la salud en situaciones concretas (el ambiente físico, la condición social Por su parte también tenían importancia las sociedades de socorros mutuos,
de conjuntos humanos, etcétera) consideradas como totalidades en sí mismas que atendían fundamentalmente a los sectores populares inmigrantes, y no
e integradas a grandes y generalizadoras estrategias discursivas». (Mitjavila, principalmente desde el punto de vista de la salud: en ¡ 853 se crea la Asociación
1999: 143) Española Primera de Socorros Mutuos, en 1862 la Sociedad Italiana, en 188o
Esos cambios en la esfera del saber producidos desde fines del siglo xix el Círculo Napolitano, en 1885 el Círculo Católico de Obreros, en 1897 la
generaron las condiciones bajo las cuales se edificó toda una nueva institu- Sociedad Fraternidad Unida, yen 1900 el Círculo Católico de Paso del Molino
cionalidad entre cuyas principales características pueden situarse las siguien- (Barran, 1992). De esta forma, las estrategias filantrópicas, en cuyo marco se
tes: i) la creación de instituciones de carácter inspectivo para el contralor de sitúan las primeras mutualistas, comienzan a tener relevancia social en el con-
enfermedades infecciosas; II) la focalización de la familia y, en especial, de la trol y disciplinamiento de las familias inmigrantes.
mujer, como agente privilegiado en el afianzamiento de los valores de la «hi- En 1905 se reglamentó la Inspección Sanitaria de la Prostitución, en 1908
giene» moderna; ni) la construcción de la legitimidad social del saber/poder se crean los consultorios Gota de Leche, y también en ese año, como ya fue
médico, y iv) el cambio de las funciones hospitalarias. explicado, el Cuerpo Médico Escolar, las Inspecciones Departamentales de
Higiene en 1910 así como se institucionaliza el derecho de asistencia a los
1) La creación de instituciones de carácter inspectivo indigentes surgido de la ley del 7 de noviembre de 1910. La Liga Uruguaya
para el contralor de enfermedades infecciosas contra la Tuberculosis fue creada en 1902. y convertida en 1913 en institu-
ción semiestatal. El Instituto Profiláctico de la Sífilis fue creado en 1917.
Entre las instituciones sociomédicas de carácter inspectivo se encuentran Es Kruse (1994:89) quien encuentra en la visita domiciliaria, instrumenta-
aquellas relacionadas al control de enfermedades infecciosas como la tuber- da por los agentes que ocupaban el espacio de «lo social» en el Novecientos,
culosis o la sífilis. Se hacía hincapié en el carácter social de las formas de con- dentro de los procesos de medicalización, el «hilo que podía llevarnos hasta
tagio, el hacinamiento, la promiscuidad; tenían como estrategia el encierro y las más profundas raíces de nuestra profesión [...]».
las medidas punitivas cuando no se cumplía con las indicaciones médicas. Kruse (1994) analiza el papel de las damas que visitaban a las nodrizas
Esta forma de consideración de los procesos de salud/enfermedad fue que se hacían cargo de los niños huérfanos que llegaban al Santo Hospital de
creando paulatinamente un espacio social propicio para la intervención de Mujeres y Casa de los Niños Expósitos, haciendo especial mención de los as-
agentes no médicos que actuarían para garantizar el cumplimiento de las in- pectos de vigilancia y control que ponían en práctica. Posteriormente analiza
dicaciones médicas. el papel del «Andador», de sexo masculino, que aparece alrededor de 1850,
Desde fines del siglo xviii, el papel de las instituciones religiosas en la asis- en las mutualistas, que atendían a los inmigrantes. El andador comunica-
tencia a los pobres, la atención a los enfermos y a mendigos había sido fun- ba las posibilidades laborales que aparecían en la Bolsa de trabajo mutual.
damental, con un carácter caritativo. Paulatinamente, la propia beneficencia Interpreta su función como estrategia de supervivencia de los sectores más
católica comienza a identificar la ineficiencia de la caridad: débiles y como una forma de solidaridad entre ellos.
42 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIDN CAPITULO 1. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 43
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512
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Las «Corredoras» del Asilo de Huérfanos y Expósitos hacia 1881 debían zar. La especificidad de su saber y su reclusión en manos de varones univer-
visitar semanalmente a las amas de leche y a las cuidadoras y sus funciones sitarios, tornaban incuestionable cualquier tipo de decisión, ya sea referida
eran paramédicas y educativas. a la propia enfermedad y tratamiento como a otro tipo de indicaciones más
Según este autor, filantropía y caridad eran dos formas enfrentadas y dife- relacionadas con los comportamientos y la moralidad.13 Agrega que
rentes de ayudar a los pobres. La práctica de la visita domiciliaria fue una de
sus herramientas preferidas. Pone el ejemplo de la Sociedad San Vicente de E...] la clase médica logró primero el control de las autoridades estatales que re-
Paul y del Club Liberal de la Aguada: la ayuda en ambos casos llegaba a «los gían la salud, luego lo obtuvo en los centros que la cuidaban, asilos, hospitales,
pobres pero virtuosos». sanatorios; en tercer lugar pudo controlar ámbitos clave de la beneficencia públi-
ca. La beneficencia católica, que antes había regido el espacio hospitalario se vio
II) La focalización de la familia y, en especial de la mujer, como agente desplazada no sólo de éste sino también de su escenario propio, la caridad.
privilegiado en el afianzamiento de los valores de la higiene moderna
iv) El cambio de las funciones hospitalarias
En cuanto a la focalización en la familia como agente privilegiado en el afian-
zamiento de los valores de la higiene, Donzelot (1986) nos ilustra acerca de En esta etapa los hospitales atraviesan procesos de cambio profundo, asocia-
los procesos que hicieron posible que entre las primeras décadas del siglo dos al punto anteriormente expuesto en el sentido de la transformación del
xviii y fines del siglo xix los médicos franceses elaboraran para las familias agente médico en un agente no subordinado. Podemos decir que a lo largo
burguesas una serie de libros sobre la crianza y la educación de los niños. Se del siglo XVIII los hospitales fueron espacios institucionales del «cuidar» más
elaboraron diccionarios de higiene para uso de las familias, con consejos más que del «curar» (estando a cargo fundamentalmente de personal religioso)
bien imperativos, además de la relación directa del médico de familia con la mientras que en el Novecientos, progresivamente se tornan en lugares donde
mujer burguesa. Esta alianza privilegiada entre el médico y la «madre» tenía es posible la cura, y por tanto el médico, que es el depositario institucional
por función reproducir la distancia entre el hombre de saber y el nivel de eje- de esa función, pasa a ocupar un lugar preponderante y de prestigio.
cución de los preceptos atribuido a la mujer: ella tiene un papel asignado al En ese sentido se refiere Barrán (1993 6:156) a la hospitalización de la
ámbito relativo a la salud en lo doméstico. muerte, fenómeno que aconteció primero en los medios urbanos. «Los po-
A diferencia de lo que sucede con las familias burguesas, Donzelot (1986: bres, sobre todo los de Montevideo, fueron los primeros en vivir la muerte
27) plantea que «la intervención en las familias populares pasa por otros medicalizada en el hospital.» El número de enfermos atendido en los hospi-
canales, que no son los libros y el del establecimiento de una alianza orgá- tales creció considerablemente.
nica familia-medicina». Ello estaría asociado, entre otros factores al analfa- Como observa Barrán (1995: 229) en Uruguay:
betismo predominante en este sector de la población, especialmente en esta
época. En este caso «no se trata más de asegurar protecciones discretas sino [...] el higienismo invadió el parlamento, la escuela, la cárcel, la fábrica, el cuar-
establecer vigilancias directas», a través de estrategias disciplinarias rígidas tel, la ciudad, la casa y el rancho, el tiempo del trabajo y el del descanso; el mé-
dico comenzó a intervenir de oficio —no a pedido del enfermo— en el examen
para las familias pobres, que se tradujeron en la intromisión en ella de la
«mirada» higienista. antropométrico de los presos y la determinación científica de su alimentación;
en el examen preventivo de los trabajadores; en el estudio de las disposiciones
Otros autores (De Martino, 1995, 1996) estudian estos aspectos en pro- lumínicas y de cubaje de aire del espacio fabril; en el diagramado urbano pro-
fundidad en el período considerado. moviendo plazas y parques; en la vivienda, ordenando aperturas y prohibiendo
cerramientos; en el examen de los empleados y obreros determinando o negando
In) La construcción de la legitimidad social del saber/poder médico licencias, rechazando aspirantes o imponiendo ciertas condiciones a otros, según
lo que la ciencia estimaba índole de la ocupación, siendo el caso más notorio, en
Con respecto a la legitimación del saber/poder médico, se trata de un perío- este plano, el de los aspirantes a maestro.
do de afianzamiento del prestigio y poder médicos, sustentado en avances del
conocimiento y en la medicalización de diversos padecimientos y de su cura.
Tres niveles destaca Barrán (1993 b: 163)) en el proceso de medicaliza-
ción de la sociedad uruguaya, siendo uno de ellos el rol creciente que tuvo el 13. Un amplio análisis del proceso de consolidación del saber/poder médico en Ul
ruguay4.,,,
se:,p,4ue5-
médico en el tratamiento de la enfermedad, cuyo abordaje llegó a monopoli- de encontrar en Barránj. P. (1992, 1993, 1995).
..;
o 33 b
44 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIDN CAPÍTULO t. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya t,
T.: 11
t
Asimismo, en ese mismo sentido: no sólo los orígenes de la profesión sino que se continuó en el tiempo, cues-
tión que se estudiará más adelante en este trabajo.
El culto de la salud como valor absoluto condujo y a la vez fue alimentado por
la medicalización de la sociedad. Ese descubrimiento, porque lo fue, implicó un
cambio en la titularidad de los dirigentes y creadores de las conductas morales
El punto de vista de Schiaffino sobre este asunto era el siguiente:
aceptadas, pues el cura fue sustituido por el médico en la dirección de las concien- .-1.
La visitadora representa la tendencia más moderna de la medicina preventiva,
cias individuales. La entronización de la salud como el Bien significó dar muerte a > y es la encargada de la vigilancia de los sanos, la que debe despistar los peligros
Dios y dar vida al cuerpo. Fue, entonces, un hito final en el proceso de seculariza- • • 1--- : que a la salud amenazan, para poder evitarlos; la divulgadora de los conceptos
ción de la cultura uruguaya [...]. Así, la vida larga se tranformó en el objetivo de
higiénicos, a fin de hacer que el organismo resista en mejores condiciones a los
la existencia individual y la salud pública en la suprema ley del Estado. (Barrán, ,
199z: ti) ataques de las infecciones y peligros que lo rodean de continuo, a hacer por su
prédica que el desgaste por la labor a que está condenado el hombre, sea lo menos
dañosa posible; la propulsora de los medios modernos de prevención contra las
El surgimiento de un espacio peculiar: la creación enfermedades y la difusión de los conceptos de la higiene en la alimentación, en el
de la escuela que formó visitadoras sociales de higiene desarrollo, en la habitación, en los métodos de la vida higiénica".
en el Instituto de Higiene Experimental
Las tareas que son asignadas a las visitadoras consisten en la acción de pre-
Fue un médico, el profesor agregado de Higiene de la Facultad de Medicina vención, divulgación, enseñanza y convencimiento, «labor de todos los días
y director del Cuerpo Médico Escolar, doctor Rafael Schiaffino, a quien el y de todas las horas». El espacio donde dicha labor se debería desarrollar era
director del Instituto Interamericano de Protección a la Infancia, Dr Luis descrito como muy amplio y abarcaba la escuela, los hogares, las fábricas
Morquio, encargó la elaboración de un informe para ser presentado ante el y «todas las manifestaciones a que el hombre dedica sus actividades, y que
Congreso Internacional de Protección a la Infancia que tendría lugar en París entrañan todas, en mayor o menor grado, peligros para la salud del hombre
en 1928, sobre las ideas directrices del Servicio Social en la protección a la o de la sociedad». Aclara que la visitadora social debe conocer las tareas de
infancia referente a los países de América Latina. la enfermera pero «debe sobrepasar esos límites de la asistencia con conoci-
En el informe señala que su «larga experiencia en las labores médico es- mientos sólidos en todas las ramas de la higiene». Agrega la necesidad de que
colares nos había convencido [...] de la dificultad de poder abrazar todo el posea «una buena base de conocimientos generales y condiciones de cultura
problema con el concurso único de los médicos inspectores y con los auxilios social más completas» que han de hacer posible su «acción bienhechora».
de las clínicas escolares. Faltaba siempre el nexo entre la familia y el médico, El Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal, en la resolución
faltaba el órgano tenaz y continuo de la propaganda higiénica, para hacer del 27 de diciembre de 1926 resuelve solicitar a la Facultad de Medicina la
que la labor respondiera a los esfuerzos que se le dedicaban».'4 Se aclara que creación del curso de visitadoras escolares. Se incluye en la solicitud como
en 1925 había realizado un viaje por Estados Unidos y Europa que lo «había requisito para el ingreso de los estudiantes que fueran maestras o hubieran
afirmado en su convicción» de la importancia de ese «nexo», terminado sus estudios secundarios, o rendir un examen de suficiencia co-
Con ese fin había solicitado en 1925 la creación de un cuerpo de visitado- rrespondiente a las asignaturas de sexto año y presentar un certificado de
ras escolares y, a partir de dicha iniciativa, la Ley de Presupuesto sancionada , salud expedido por el Cuerpo Médico Escolar. Las asignaturas que se pro-
el z8 de octubre de 1926 otorgó al Consejo Nacional de Enseñanza Primaria pone incluir son: Nociones de anatomía y fisiología, Nociones de patología,
y Normal una partida para la creación de los primeros doce puestos de «vi- especialmente infantil, Higiene social y general, Higiene escolar, Economía
sitadoras escolares».'s Aclara, por su parte, que contó con la incomprensión doméstica.' 7
del público y de las clases dirigentes en su proyecto, ya que «no está hecha en De acuerdo con la investigación de Bralich (1993), el Consejo de la
los espíritus la distinción entre lo que una visitadora y una enfermera signifi- Facultad de Medicina aprobó una resolución mediante la cual se permitía el
can». Dicha «incomprensión» y «ambigüedad» en la distinción atravesaron ingreso de aquellos estudiantes que «hubieran cursado el último año de ense-
. fianza primaria». Por último, la propia Facultad de Medicina encomendó la
14. Información obtenida en el Boletín del Instituto Internacional Americano de Protección a la
Infancia. Tomo 1 No. 3:340. Enero de 1928. 16. Extraído del Boletín del Instituto Internacional Americano de Protección a la Infancia.
15. Véase Bralich, J. «La formación universitaria de asistentes sociales. Más de seis décadas de Tomo 1 No. 3:341. Enero de 5928.
historia». Cuadernos de Trabajo Social No. 2 Universidad de la República. 5993. Pp. 9 -47. 17. Extractado de un registro de Legislación Escolar 1922-1927.P. soz.
46 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya
CAPÍTULO L. 47
implementación de los cursos al Instituto de Higiene Experimental «que por , . En otro de los documentos relevados,'9 se hace referencia a que el Servicio
ley estaba a cargo de la enseñanza superior de la Higiene». Social
A pesar de que se había impulsado la idea de que los cursos duraran dos
años, las fuentes consultadas indican que la urgencia en cuanto a que comen- ' [...] se trata de un servicio otorgado por la sociedad a una parte de los miembros
zara a regir la ley de Presupuesto hizo que se instrumentara un programa que la componen, por eso es social. [...] su finalidad es también la de aumentar el
comprimido en dos semestres, sin vacaciones, con clases todos los días, de bienestar social. [...] trata de reintegrar a la circulación social a aquellos elemen-
mañana y de tarde. Se afirma, también, que se inscribieron 44 alumnas, en r,""-, tos que se han separado, que no se han adaptado a su ambiente, que constituyen
su mayoría maestras diplomadas y estudiantes que habían culminado cuarto piezas más o menos corroídas en la máquina social. Se trata de repararlas, de
,. -
año de enseñanza secundaria. reajustarlas, de colocarlas en condiciones de poder prestar nuevamente buenos
servicios, de hacer de ellas, en lugar de escoria, un material utilizable.
El programa de estudios de esta primera Escuela de Servicio Social
universitaria, que se fundó en 1927 en el ámbito del Instituto de Higiene
Agrega que puede ser considerado, en general, como una aspiración que tiende
Experimental, dependiente de la Facultad de Medicina (según resolución del
a promover el bien social y que su desarrollo se puede apreciar en «el interés
Consejo Directivo del 8 de marzo de 1927) incluía materias de estudio ta-
que él despierta actualmente en todos los países, manifestado por la creación de
les como, en primer año: Anatomía y fisiología; Patología general; Higiene
escuelas de Servicio Social». «(La visitadora social) servirá al médico de precioso
general y enfermedades trasmisibles; en segundo año: Maternología y pueri-
auxiliar para obtener informes sobre los hábitos y antecedentes del enfermo,
cultura; Higiene social, Higiene escolar y tuberculosis; Práctica de hospital
(médica y quirúrgica)." influencia del ambiente sobre la enfermedad y, en general, toda clase de datos de
interés para la etiología, el diagnóstico o el tratamiento». Así, considerada como
De acuerdo a la información recabada de un Informe del Departamento
Jurídico de Salud Pública, de fecha 25 de setiembre de 1959, sobre el petito- un auxiliar del médico, en su tarea diaria, se tendría que encargar de «completar
la obra médica y del cumplimiento exacto de las prescripciones facultativas, así
rio elevado por la Asociación de Visitadoras del Uruguay sobre el reconoci-
como de la presentación regular al consultorio de los niños enfermos».
miento de sus títulos, que realiza una retrospectiva de la «evolución general
A ella correspondería crear entre el médico y la familia del enfermo un
del Servicio Social oficial en el Uruguay», se hace referencia a que «dichos
ambiente de absoluta confianza que facilitara la ejecución del tratamiento
cursos fueron confiados a distinguidos profesionales; eran teórico prácticos
indicado, así como la obtención de informes precisos y verídicos, a través
(las prácticas se efectuaban en dependencias del Consejo de Salud Pública,
de una intervención «cariñosa, diligente y hábil, que le permitirán conseguir
Institutos Normales y fábricas, talleres, frigoríficos, etcétera) de carácter re-
cosas que parecerían imposibles». La coloca así como una carrera «especial-
glamentado y se rendían exámenes materia por materia». A pesar de ello se
destaca la «situación de desamparo legal» de las egresadas de dicha Escuela. mente apropiada para la mujer».
Tal vez fuera por ello que se coloquen como criterios para seleccionar a
Según Bralich (1993: 14) no existía, al parecer, precisión en cuanto a
la denominación de la profesión. La solicitud del Consejo de Enseñanza las aspirantes, que posean una
Primaria se refiere a «Visitadoras Escolares», el Consejo de la Facultad de
[...] mentalidad vigorosa que les permita adquirir preparación científica indispen-
Medicina habla también de «Visitadoras Escolares» al aprobar la colabora - sable, conjuntamente con el golpe de vista y la preparación social [...). Debe po-
ción solicitada, pero luego en los documentos del Instituto de Higiene (fichas
seer cualidades especiales, rápida comprensión de los problemas fundamentales
escolares) se expresa «Visitadoras Sociales» y los títulos otorgados son de de la familia, así como actividad y bondad infinitas, expresadas por el interés en
«Visitadoras Sociales de Higiene». encontrar la solución más favorable.
Las tareas encomendadas a las visitadoras sociales se refieren fundamen-
talmente a cuestiones inspectivas (a desarrollar, en primera instancia en el La cuestión central es que desde su punto de vista «los problemas de orden
ámbito escolar) respecto de los niños, de los salones de clase, brindar ins- social están íntimamente relacionados con los de orden higiénico, sin que se -
trucciones sanitarias tanto a los maestros como a los niños, además de las pueda prescindir de considerarlos paralelamente».
visitas domiciliarias (a las que se brindaba especial importancia), que tenían
como objetivo instruir a la familia acerca de lós beneficios de la higiene. 19. Se hace referencia al Boletín del Instituto Internacional Americano de Protección a la
Infancia. Tomo n No. 2: 147, 148 Octubre de 1928. »El Servicio Social y las Escuelas de
Servicio Social» Trabajo presentado al y Congreso Panamericano del Niño. La Habana,
18. Información extraída del certificado de estudios de «Visitadoras sociales» otorgado por el diciembre de 192.7. Por el Doctor Julio A. Bauzá Director del Servicio de Protección a la
Instituto de Higiene Experimental, Facultad de Medicina. Primera Infancia (Montevideo).
48 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN CAPÍTULO I. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 49
Posteriormente, en la evaluaciónz° que el profesor Schiaffino realiza de .. Las transformaciones que se producen durante el período
la labor de las doce visitadoras que finalmente fueron contratadas (se aclara de Terra en los procesos de medicalización en el Uruguay
que la selección fue realizada por concurso de oposición), se hace referencia
a que cada una tiene a su cargo cuatro escuelas, o sea unos dos mil niños, :
«es decir una tercera parte de las escuelas y poco menos de la mitad de la El proceso socio histórico: Permanencias y cambios
población escolar» y propone, al finalizar, la necesidad de ampliar su núme-
ro, y de mejorar el nivel de su preparación a través de cursos en el exterior. Es en el año 1931 que el doctor Gabriel Terra asume la Presidencia de la
En cuanto a las tareas que las visitadoras realizaban las describe de la si- República, después de un proceso electoral constitucionalmente instituido.
guiente forma: • Un complejo proceso económico político condujo a que el 31 de marzo de
1933, apoyado por sectores del Partido Nacional (particularmente el herre-
Está a su cargo el preparar la ficha individual de cada alumno, llenando los ante- rismo), concretara un golpe de Estado «deseado por los grupos económicos
cedentes sociales, familiares e individuales de él, tomar las medidas antropomé- dominantes (alta clase rural, banqueros, empresas extranjeras) e impulsado
tricas, la visión, audición, aseo y parasitosis de la piel y cuero cabelludo, columna por los sectores políticos que canalizaban dichos intereses» (Nahum et al,
vertebral, estado dentario, permeabilidad nasal, etcétera, sometiendo luego los 1989: 65). Este hecho político, que constituye el primer quiebre constitucio-
examinados a la visita del médico, para rectificar su examen, hacer el diagnós-
nal del siglo xx en el Uruguay, es considerado por Caetano y Rilla (1996:
tico, y realizar los pases a las Clínicas escolares, escuelas al aire libre, Clínicas
de Nutrición, Clases diferenciales, etc. Las visitadoras acompañan semanalmente
157) como un «cambio en la continuidad». Las políticas gubernamentales
esos niños a las clínicas y trasmiten a las familias las indicaciones del tratamiento, implementadas »marcaron —a contramano muchas veces del discurso— la
encargándose de que las prescripciones se cumplan. A ellas les corresponde el continuidad de ciertas pautas batllistas, aunque reorientadas en términos ge-
hacer las visitas domiciliarias en los casos de ausencia de los escolares por enfer- nerales por un nuevo tono tecnocrático y conservador».
medad, y proceder, cuando se trata de enfermedades transmisibles, de vigilar el Desde el punto de vista socio demográfico, tomando los cálculos de Pereira
aislamiento de enfermos y contactos, así como de señalar el plazo de su vuelta a y Trajtenberg, Jacob (198Ia) indica que la población de Uruguay hacia 1930
la escuela, previo el certificado del alta. Semanalmente las visitadoras entregan su alcanzaba 1.800.000 habitantes. La población activa se calculaba en 696.000
parte con el trabajo realizado en la semana.
en 1930 y 815.000 en 1940. Destaca que en un estudio de Martínez Lamas
figura que en 1937 la manufactura ocupaba a 80.000 personas y el comercio
De acuerdo a las fuentes consultadas (Gerpe et al, 1980; Bralich, 1993;
a 30.000, a lo cual debía agregarse 50.000 funcionarios públicos.
Kruse, 1994), los cursos parecen haber sido eliminados en 1933 o 1934, po- Con relación a la inserción de la economía uruguaya en el contexto inter-
siblemente por falta de rubros. No hay acuerdo en las mismas fuentes acerca nacional Caetano y Rilla (1996: 157) apuntan lo siguiente:
del número de egresadas de dicha escuela. Según Bralich (quien toma el dato
de un documento del Departamento Jurídico del msr) las egresadas fueron La crisis capitalista (de 1929) profundizó el ya fuerte deterioro del viejo orden
150, mientras que Gerpe indica que fueron 161. En el registro de títulos hegemonizado por Gran Bretaña, que en la economía uruguaya se vinculó histó-
que figura en el Ministerio de Salud Pública (msr), fuente a la que se logró ricamente, en primer término, con la primacia de los ganaderos y de las exporta-
acceder en el transcurso de la presente investigación, la información acerca ciones agropecuarias. En ese sentido, el estancamiento ganadero iniciado en los
de las egresadas de esta escuela no es expresiva. Ello puede obedecer a que, años treinta y no superado en toda la década, constituía, sin duda, una de las tra-
ducciones más significativas del cambio de hegemonías capitalistas en la economía
posiblemente, no hayan tenido que inscribir sus títulos en dicho organismo.
local. Resultaba imperativo entonces tanto abrir nuevos mercados como sustituir
importaciones, lo que en cierto modo delimitaba los márgenes de maniobra de la
política económica.
Según cifras elaboradas por la Sociedad de las Naciones, entre 192.9 y 1934
el comercio mundial se redujo en 66%. Uruguay recién en 1946 superó las
cifras de importación correspondientes a 192.9 (Jacob, 1981 b: i iz).
zo. Boletín del Instituto Internacional Americano de Protección a la Infancia. Tomo in No.
Julio de 192.9: toz. «Organización Médico escolar en el Uruguay». Por el doctor Rafael En marzo de 1933, coincidentemente, asumía la Presidencia de los Estados
Schiaffmo (profesor agregado de Higiene de la Facultad de Medicina. Director del Cuerpo Unidos, F. D. Roosevelt, quien en «su discurso inaugural se encargaría de enun-
Médico Escolar). Montevideo. ciar su política de "buena vecindad", del vecino que resueltamente se respeta a
50 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN CAPÍTULO I. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 51
jj ,L
sí mismo y, porque hace esto, respeta los derechos de los otros» (Jacob, 1985:
. vicios ya instalados. No obstante, sostiene lo siguiente: «Muchas de las nor-
lir). Sus palabras marcarían una actitud diferente en las relaciones de Estados mas legales aprobadas por el batllismo en su primera etapa se elevan al rango
Unidos con América Latina «resentidas por medidas económicas, intervencio- de disposición constitucional, y se las mezcla con otras inspiradas en las co-
nes militares y agresiones varias». Las ideas panamericanistas tenían como eje rrientes políticas europeas de los años 30, fundamentalmente el fascismo y el
central el librecambio, la rebaja de las tarifas arancelarias, y otras barreras, y falangismo, incrustadas en el cuerpo de normas liberales preexistente».
la negociación de amplios tratados bilaterales de reciprocidad, elementos que De acuerdo con el registro historiográfico de Nahum (1989: 28), la
surgieron claramente en la vil Conferencia Panamericana de 1933. Constitución de 1934 contenía una amplia sección
Paralelamente Uruguay se vio perjudicado por las medidas británicas; en-
tre 193o . y 1932 los índices de las exportaciones uruguayas cayeron, pro- [—] dedicada a definir los derechos, deberes y garantías de los ciudadanos y de los
duciéndose un marcado desequilibrio en la balanza de pagos. Según Jacob _ habitantes en general. [—] se incluyó un conjunto de disposiciones que reconocían
(1981 b), se calculaba en 38.000 el número de desocupados. la obligación del Estado de proteger y garantir ciertos derechos sociales. [—I Entre
Para ese autor (1985: 104) un problema de urgente solución para el tenis- ellos figuraron la familia, la maternidad, la enseñanza (especialmente primaria), el
mo era, justamente, la desocupación. Así «para el oficialismo (ella) se com- trabajo, la vivienda, remuneración justa, agremiación y huelga para los obreros,
batía de dos maneras [...]: creando trabajo o distribuyendo el trabajo dispo- propiedad intelectual, acceso a la administración pública, seguros sociales a través
de jubilaciones y pensiones, etc. Aunque muchas de estas disposiciones tuvieron un
nible en forma más racional y equitativa de manera que los salarios se repar-
evidente propósito proclamatorio y luego fueron reglamentadas —como ocurrió
tieran entre el mayor número posible de personas. El fin último era tonificar con el derecho de huelga, por ejemplo— significaron una evidente continuidad en el
el poder de compra y de consumo de la población trabajadora, ampliando el camino emprendido por la sociedad uruguaya desde comienzos de siglo.
mercado de la industria». A pesar de ello, la libertad salarial favoreció a los
empresarios, siendo así que la política del terrismo no contempló la tonifica- Con relación al período terrista, interesa rescatar su productividad en mate-
ción del mercado de consumo por el aumento del salario real. ria de construcción de un sustrato institucional denso en materia de políti-
El Estado continuó jugando un papel decisivo e insustituible en la regula- cas sociales, generando un terreno propicio para la institucionalización del
ción de la economía y la sociedad, aunque consolidando el viraje del modelo Servicio Social. En ese sentido, Filgueira (1995: 38) afirma que «el terrismo
estatal iniciado en los años veinte. Hubo un ajuste en las políticas públicas fue en un inicio reacción para transformarse luego en conservación. Hijo de
aunque el dirigismo económico continuó estando presente. la matriz batllista, fue en puridad su "razón de Estado" y no constituyó una
Respecto de las políticas sociales en este período, en 1933 se dispuso refundación respecto al mismo. Fue un batllismo para tiempos de crisis. Pero
una suma para atender la alimentación de los desocupados y menesterosos. durante ese tiempo se fundaron muchas de las instituciones que llevaron ade-
Este papel «asistencial» del Estado se completó con un decreto por el que se lante las políticas sociales durante los siguientes cuarenta arios».
decidió habilitar en el departamento de Montevideo, comedores populares En el campo de la legislación social, esa expansión de las políticas socia-
que servirían al público comidas a precios reducidos creándose. en 1937 el les se expresa, entre otras cosas, en la sanción del Código del Niño y en la
Instituto de Alimentación Científica del Pueblo (Jacob, 1985). creación del Ministerio de Salud Pública. Ambos acontecimientos, registra-
También se creó por ley en 1937 el Instituto Nacional de Viviendas
dos en 1934, pueden ser considerados hitos fundamentales desde el punto de
Económicas como un servicio del Ministerio de Obras Públicas con el come- vista del objeto de la presente investigación, motivo por el cual será preciso
tido de construir o adquirir inmuebles para ser arrendados o vendidos a los detenerse en el examen de algunos aspectos relevantes de estos nuevos recur-
asalariados.
sos institucionales.
Ca be mencionar el papel del Estado como generador de empleos, como aglutina- La sanción del Código del Niño
dor, orquestador y manipulador de intereses económicos para los cuales el merca-
do interno era vital. Un Estado que fue empresario, empleador, que debió buscar
Como antecedentes de la sanción del Código del Niño se colocar' la desig-
soluciones para que los conflictos se solucionaran o se diluyeran y que con su
presencia signará todo el siglo xx uruguayo. (Jacob, 1981 a: o) nación en abril de 1933 de una comisión honoraria que debería preparar un
Filgueira (1995: 32) apunta en ese mismo sentido que durante el terrismo zr. Los datos respecto de este tema fueron recogidos del Código del Niño de la República
Oriental del Uruguay. Anotado y concordado por Mercedes Metallo y Beatriz Orihuela.
hubo cierta expansión, y hasta una universalización, de buena parte de los ser- Tercera edición actualizada. Uruguay. Fundación de Cultura Universitaria. 1996.
24. Sdelmsp.como
15.e tMila fuente el texto de la ley 92.02. del t z de enero de 1934. Departamento Jurídico
Esta información fue recabada de los Libros de Acuerdos del msr. Archivo del msr.
56
EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN
CAPÍTULO I. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 57
Entre sus atribuciones en materia de Higiene (artículo z) figuran la de ción científica adecuada, como el de ayudante técnico») se establece que su
policía sanitaria de fronteras, sanidad marítima, terrestre, contralor de las 4:1 ingreso se realizará mediante concurso de oposición, con un tribunal técnico
condiciones higiénicas de los lugares de acceso público, control bromatoló- designado por el MSP.
gico, reglamentación y policía de las profesiones (control de títulos y sanción Se incluye en la denominación de «personal secundario especializa-
del ejercicio ilegal de las profesiones) y actividades relacionadas con la salud do» a todos aquellos «que desempeñan aquellas funciones dentro de la
pública, vacunaciones, educación sanitaria para la salud, reglamentación de Administración Sanitaria, para las que es preciso acreditar condiciones de
la asistencia privada y control de medicamentos. idoneidad en materia hospitalaria o de profilaxis, nurses, enfermeras, visita-
,:
En materia de higiene, sus cometidos se retrotraen a las épocas anterio- dores, y así como todos los cargos que tengan relación con el servicio sanita-
res, incorporándose otros que refieren por ejemplo a las vacunas, policía am- rio y social» (artículo 40). Se accedería a dichos cargos mediante pruebas de
biental, policía de alimentos, y en lo relativo a saneamiento y agua potable. suficiencia además de la «justificación de poseer el peticionante condiciones
En cuanto a las funciones de Asistencia (artículo 3) la ley otorga al MSP 5 1:: de moralidad y buena conducta».
potestades en «la organización, administración y funcionamiento de los ser- Para resolver el problema del acceso a los cargos del mg , de personal cali-
vicios destinados al cuidado y tratamiento de los enfermos y la administra- ... ficado, se dispone en la ley 9202 la creación de la Escuela de Sanidad Pública
ción de los establecimientos destinados a la protección de incapaces y me- y Servicio Social, bajo su propia dependencia. «Los aspirantes a cualquier
nores desamparados que no quedaren sujetos al Ministerio de Protección cargo en la Administración Sanitaria deberán presentar certificados de sufi-
a la Infancia». Asimismo, establece a los profesionales médicos, cirujanos, ciencia, mediante pruebas realizadas en esa escuela». Pero se agrega, paradó-
farmacéutico, odontólogo y obstetra la obligatoriedad de la inscripción de jicamente, en el artículo 41 que «el funcionamiento de la Escuela de Sanidad
sus títulos en el msr.
Pública y Servicio Social no deberá importar aumento de ninguna clase en el
El capítulo y se refiere a la «policía de la prostitución y de vicios socia- presupuesto actual».
les» estableciendo una nueva reglamentación basada en la supresión de los
prostíbulos y «la denuncia y el tratamiento obligatorio de las enfermedades
venéreo-sifilíticas». Y anuncia que extenderá la acción profiláctica que se La escuela de Sanidad y Servicio Social
da a la prostitución a los otros «vicios sociales» como las toxicomanías y el
alcoholismo. En el capítulo vi se crea la Comisión de Salud Pública, de ca- Según Bralich (1993: 18) estos cursos se organizan recién en 1939 «mediante
rácter honorario a la que, entre otras funciones, se le adjudica la de reprimir un decreto del Poder Ejecutivo del z de enero de 1939 que reglamentó las
el ejercicio ilegal de la medicina, así como entender en calidad de tribunal condiciones de ingreso, la duración de los cursos, etcétera». Se exigía haber
disciplinario, frente a las faltas cometidas por los médicos y «profesiones aprobado la enseñanza secundaria, una edad entre 19 y 30 años. El curso
anexas». duraba dos años y las materias que incluía se relacionaban fundamentalmen-
El ingreso a los cargos del MSP se haría por concurso de oposición median- te con el área de la Higiene y la salud."7
te tribunal técnico; a pesar de ello, según Piotti, en ningún período estuvieron Según este investigador, egresaron de dicha escuela 125 visitadoras. Una
ausentes las críticas del Sindicato Médico del Uruguay en cuanto a la provisión de ellas, que inició los cursos en el año 41 o 4 z, fue entrevistada en el trans-
de los cargos técnicos y a los pseudo concursos que se efectuaban."' curso de la presente investigación."' A partir de su testimonio se pudieron
Se define al personal del msr en tres categorías: «personal técnico, per- recoger datos hasta ahora no relevados acerca del funcionamiento de esta
sonal administrativo y personal secundario especializado» (artículo 34). En escuela, cuyo director era el doctor Manuel Gortari.
el caso del personal técnico («aquel para cuyo ejercicio necesite el aspirante
poseer título universitario que lo habilite para desempeñarlo y los cargos que
sin ser desempeñados por profesionales, exigen por naturaleza una prepara- 27. »Las asignaturas que incluía el programa eran, en primer año: Anatomía y fisiología; Patología
general; Patología médica y quirúrgica; Higiene general, Nutrición; Economía doméstica;
Enfermedades transmisibles y Bacteriología. En segundo año: Higiene social, Higiene esco-
z6. La ley orgánica del MSP contó con la oposición del smu por la situación de que se sancionó lar, Higiene industrial; Puericultura; Matemología; Tuberculosis; Enfermedades venéreas;
en el período dictatorial y cuando se pretendía que hubiera surgido del consenso de las par- t Administración sanitaria-estadística; Práctica de laboratorio y de policlínica médica y quirár-
tes involucradas. Hay una oposición clara al ministro Eduardo Blanco Acevedo, a quien se , gica y endocrinológica» (Bralich, J. 1993: 18).
califica de «prepotente, encumbrado y sostenido por el más abyecto y despreciable de todos z8. En realidad la entrevista fue realizada en 1987 por la profesora Blanca Gabin, y posterior-
los puntales: el de la fuerza» (Piotti: 30). Se critica también la hipertrofia de los servicios, las
- mente incluida en el acervo de Historia Oral que se fue construyendo durante el proceso de
dificultades en la implementación de propuestas, y su excesiva burocratización. la investigación.
58 EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN 1. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya
CAPfTULO 59
Un aspecto que expresa la carencia de rubros con que contaba la escuela
(cuestión que surgía de la propia ley orgánica del msr) era su funcionamien- La Escuela de Servicio Social del Uruguay
to en una dependencia del msr llamada «Higiene Industrial»:
Según reseñan las fuentes consultadas (Bralich,I993: 15), en 1937 se crea la
Cuando yo ingresé a los cursos, alijen la calle Vázquez, porque claro, fueron ha- Escuela de Servicio Social del Uruguay (Essu), con el auspicio de la Unión
ciéndose cada vez un poco.., por cuestiones de rubro, los profesores eran honora- Católica Internacional de Servicio Social y de la Escuela de Servicio Social
rios, la cosa se iba achicando un poco. Respecto de las condiciones para el ingreso Elvira Matte de Cruchagra, de la Universidad Católica de Chile respondien-
había que presentar la documentación y había que tener más de un mínimo de do «a una concepción caritativa de la profesión».
calificaciones, era exigente en el ingreso, a mí me obligaron a presentar mi docu-
En un estudio (Gerpe et al, 1980) realizado en Uruguay con el objetivo de
mentación como que tenía el liceo hecho y un mínimo de nota. Si la calificación
estaba por debajo de bueno, no se podía. «visualizar las relaciones complementarias y antagónicas entre el tipo de profe-
sional producido por los centros de formación y el tipo de profesional exigido
Respecto de los programas y del perfil de los cursos, señala: por los centros operativos donde trabaja » se registran en forma pormenoriza-
da los procesos de creación, títulos otorgados, programas de estudio, orienta-
Claro, se ha dicho muchas veces
que tenían una preponderancia de asignaturas mé-
ción general, fundamentalmente de la ESSU, de la Escuela de Servicio Social del
dicas, lo que pasa es que el Servicio Social estaba en reductos muy circunscritos y los msr fundada en 1954 y de la Escuela Universitaria de Servicio Social.
que tomaban la iniciativa (a pesar de ver bastante clarificada la idea de que no era una Una de las tesis que sostiene dicho estudio (Gerpe et al, 1980: zo), plantea
enfermera, sin tener un cuadro muy, muy claro sobre la cosa), eran médicos, sabían que «las peculiaridades del modelo batllista determinaron que el origen de las
que tenían que tener una profesional que no podía ser la enfermera, eso ya estaba dis- ciencias sociales y del trabajo social se vinculara más a las organizaciones pri-
criminado y tú lo vas a poder ver en un artículo que hay del doctor Rafael Schiaffino vadas católicas —marginales prácticamente por concepto al batllismo-- que
del año 27 y 28 donde ya dice que no hay error más grande que confundir una visita-
al propio sector público o a la Universidad». Se trata de una afirmación que
dora social con la enfermera. [...] además nosotros no nos sentíamos enfermeras. A
fue suficientemente discutida por Acosta (1997) de manera centra1.7-9
pesar que después en las planillas presupuestales aparecía cierto confusionismo pero
era evidente que en el año 27 [...] en ese momento no había acá en el Uruguay una
Con respecto a los orígenes de la ESSU, ellos se encuentran vinculados a
idea clara sobre la cosa. Además ya te digo, eran los médicos los que habían tomado
estrategias de acción de la Iglesia Católica a nivel mundial. De acuerdo con
la iniciativa en este asunto. 1..4 El Doctor Rafael Schiaffino, [...] que era profesor de la información aportada por Manrique Castro (1982: 53), en 192.5 se fundó
Higiene de la Facultad de Medicina, era el que daba la cátedra de Higiene. Tal es así en Milán con motivo de la i Conferencia Internacional, la Unión Católica
que a nosotros como estudiantes nos hacían ir a dar la materia Higiene en la Facultad Internacional de Servicio Social (uciss), que tenía dos secciones: el grupo de
de Medicina. Como estudiantes de la escuela del Ministerio de Salud Pública. escuelas de Servicio Social y las asociaciones de Auxiliares Sociales, «que te-
nían como objetivo hacer conocer la concepción católica del Servicio Social
En ese momento histórico los lugares de trabajo
de las visitadoras estaban en el mundo y asegurar el progreso de las mismas». Agrega que la uciss «no
centrados en el área de la salud, y como destaca la entrevistada fue sólo un centro de aplicación y difusión de la doctrina romana, sino un
«es cierto
que nuestro ejercicio de la profesión estaba circunscrito un poco al servicio lugar privilegiado para balances y conclusiones, y por tanto fuente de inspi-
de la institución donde se prestaba». ración y no mero reflejo pasivo de las ratificaciones y cambios relativos que
Por otro lado se apunta que sufrió la doctrina católica al respecto». Se pretendía «añadirle pericia técnica
«en Salud Pública quien ingresaba, ingresaba
por
concurso, porque el reglamento de Salud Pública se cumplía. Podía estar a su espíritu caritativo» a quienes asumían la cuestión social.
en un interinato, un tiempito, pero después venía el llamado a concurso. [...] En ese sentido, dos de las profesionales entrevistadas en el curso de la
El concurso tenía una prueba oral, una escrita y una práctica, supervisada. presente investigación, egresadas de la ESSU, forman parte de un instituto
Las que veníamos de Ministerio de Salud Pública fuimos supervisadas por secular que una de ellas define como una
una de la (escuela) privada».
Posteriormente se estudiará el conflictivo relacionamiento que se esta- [...] sociedad que está fundada para, en el mundo, siendo seglares, siendo secu-
bleció entre las egresadas de esta Escuela de Sanidad y Servicio Social con lares, poder hacer la vida de consagración para darse totalmente a los hermanos,
las egresadas de la Escuela de Servicio Social del Uruguay y con las de la
Escuela del Ministerio de Salud Pública fundada en 1954
fundamentalmente 2.9. «Según nuestra hipótesis el "batllismo" fue la forma ideo-política, el arreglo institucional, que
en cuanto al reconocimiento de los títulos profesionales. particulariza la modernidad de la formación social uruguaya. Él no fue un obstáculo, antes, fue la
condición que posibilitó la emergencia de la profesión de Asistente Social.» (Acosta, L. 1997: /).
6o
EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN
CAPÍTULO I. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 61
a los hombres, al prójimo. Que nada que pase a la gente nos sea indiferente. El perfil de las egresadas de la escuela chilena debía responder a una sólida
Entonces, qué mejor para nosotros que estudiar Servicio Social. Justamente, no .. formación del profesional, estrictos requisitos de ingreso, certificaciones de
teníamos la técnica de servir con amplitud, con eficacia. Nuestro fundador, mon- ' buena conducta, adecuada salud, además del pago por derecho de matrícula.
señor Cavallero, el cura párroco de Trinidad, nos ofreció venir (vinimos nueve) Aparte de pruebas respecto de la fe religiosa de las aspirantes que hacía que
para hacer esta carrera para poder ser eficaces realmente. Yo recién terminaba sólo «damas de sociedad» pudieran ingresar. También se destaca el peso de
magisterio, que era mi vocación auténtica. Y me mandaron para acá [...j La ne- las materias relacionadas con la medicina en el programa de estudios. 3 z
cesidad natural de ese corazón pronto para servir y sabíamos que con el Servicio
'1
1
La influencia que tuvo esta escuela en la inserción de escuelas de Servicio
Social podíamos llegar a ser eficaces con nuestra acción.
1-1.-, • - Social católicas en otros países de América Latina, reside en haber sido esco-
gida como el centro principal de operaciones de la uoss con sede en Bruselas
La información disponible estaría indicando3° la existencia de una amalga- 1. y a la cual se afilió desde sus primeros años de vida.
ma similar entre los componentes técnico y religioso en las resoluciones del El proceso de surgimiento de las dos primeras escuelas de servicio so-
Congreso Internacional de Servicio Social, realizado en Bruselas en agosto de cial en Uruguay posee algunas características en común con el registrado
1946 con los auspicios de la Unión Católica Internacional de Servicio Social. en Chile: la primera escuela chilena, fundada por el médico Alejandro del
En ellas se hace referencia a la concepción de un Servicio Social que «está Río en 192.5, se asocia más bien a la expansión del Estado, y tiene una im-
al servicio del hombre y del orden social». Pero, se aclara qué tipo de orden pronta esencial de formación de profesionales destinados a complementar
es el que se entiende como tal: sería aquel «querido por Dios porque está al la labor del médico (en este aspecto se podría asimilar a la escuela creada en
servicio del hombre total, en vista de su doble finalidad: personal (terrestre, el Instituto de Higiene Experimental en 192.7 en Uruguay). Por otro lado en
supraterrenal) y social». Por tanto, se explicita, debería tener en cuenta, para
1937 fue creada la escuela vinculada a la Iglesia Católica que, en Uruguay,
actuar, el derecho natural y el de la Revelación. tuvo a su vez la influencia decisiva de la Escuela chilena Elvira Matte de
Manrique Castro (1982: 58) hace referencia a que la necesidad de la efi-
Cruchaga, fundada en 19 z9.33
ciencia trajo consigo «una progresiva renovación o ampliación de los pro-
Respecto del proceso de la creación de la ESSU en Uruguay, se destaca
cedimientos y técnicas propuestos para el tratamiento de la cuestión social el viaje a Chile de Hortensia de Salterain quien se familiarizó con el fun-
y que paralelamente a esta búsqueda el Trabajo Social delineara su perfil cionamiento de la escuela chilena y retornó a Montevideo para formar un
profesional propio en aproximación creciente a campos de aplicación es- comité organizador. Posteriormente se invitó a la directora de la escuela chi-
pecíficos, y a dimensiones cada vez más totalizadoras de la realidad social, lena Rebeca Izquierdo quien viajó a Montevideo, en febrero de 1937. Pudo
aunque permaneciera como dominante el enfoque de lo social a partir de su constatarse que la escuela chilena tuvo también influencia en la creación de
individualización o singularización fragmentaria». escuelas de Servicio Social católicas en Colombia, Venezuela, Cuba, Buenos
Según este autor, la Escuela Elvira Matte de Cruchaga ocupó un amplio
Aires, Brasil, Perú.
espacio de la cuestión social, no delimitando su acción al campo médico
Gerpe et al (1980: 37) señalan que en la ESSU uruguaya, fundada en
exclusivamente: «La Escuela concibe el trabajo social más bien como una
1937, prevalecía una perspectiva cristiana tradicional, una percepción de la
vocación que como una simple profesión [...]».3» Pero se destaca la impor- sociedad como integrada, un orden social normal y natural. Citando a la
tancia de integrar elementos de la ciencia y de la técnica con una proyección directora de la escuela, Augusta Schroeder, de origen alemán, los objetivos
continental:
de la profesión se traducían en que «la misión propia del trabajo social de
La Iglesia le dio al Servicio Social una base orgánica continental. [...] este rol di- nuestra época que se llama Servicio Social [...] consiste [...] en reconstruir la
fusor cumplido por la Iglesia le posibilitó el fortalecimiento de una tendencia de sociedad [...] despertando las fuerzas interiores, la capacidad social del indi-
vasto alcance latinoamericano a través de la expansión de una «ideología profe- viduo». Coincidiendo con la perspectiva de una orientación de la profesión
sional» en función de la cual se producían múltiples intercambios. hacia el individuo, el objeto de estudio es «la sociedad misma», y «la perso-
na humana como célula de todo organismo social».
30. Boletín del Instituto Internacional Americano de Protección a la Infancia. Tomo xxi No. r. • 3 2. Véase Manrique Castro, M. (1981) donde aparece la estructura del plan de estudios de esta
Marzo de 1 947. PP. 78-81. escuela, los programas y la organización curricular.
3r. Escuela de Servicio Social Elvira Matte de Cruchaga. Memoria 1930-1940. Editora Zig- 13 33. Una información detallada acerca de la creación de esta escuela de servicio social en Chile
zag. Santiago de Chile s/f. Pp. 7,8. Apud Manrique Castro, M (1982: 69). se puede encontrar en Manrique Castro, M. (1982).
EL SERVICIO SOCIAL Y LOS PROCESOS DE MEDICALIZACIÓN CAPÍTULO I. Los procesos de medicalización en la sociedad uruguaya 65
Sociales, la Escuela de Servicio Social del Uruguay, organismo privado; en el cam-
po higiénico la de Visitadoras de Higiene, en el Ministerio de Salud Pública (or-
ganismo oficial); la de nurses sanitaristas, el Servicio Cooperativo Interamericano
de Salud Pública (organismo oficial)». (Bralich, 1993: 18)