Ud4 Habilidades Pensamiento Memoria

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Máster en Neurociencia y Educación

Habilidades de pensamiento, memoria y atención en el proceso de


aprendizaje

Unidad didáctica 4. Habilidades de atención en el proceso de aprendizaje en


el aula
UD 4. Habilidades de atención en el proceso de aprendizaje en el aula ................................... 3

4.1. Habilidades de atención en el aula ............................................................................ 4

4.1.1. Atención y aprendizaje ...................................................................................... 4

4.1.2. Desarrollo biológico y desarrollo de la atención ..................................................... 6

4.2. La atención durante la etapa preescolar, escolar y la adolescencia ............................... 7

4.2.1. Etapa preescolar ............................................................................................... 7

4.2.2. La atención durante la etapa escolar ................................................................. 10

4.2.3. La atención durante la adolescencia .................................................................. 12

4.3. Factores que modulan la atención en la etapa preescolar, escolar y adolescente .......... 14

4.4. Habilidades de atención como predictores del aprendizaje ......................................... 16

4.4.1. Atención visual y lectura .................................................................................. 16

4.4.2. Atención sostenida y rendimiento cognitivo ........................................................ 18

4.4.3. Atención alternante y competencias ortográficas ................................................. 18

Resumen ...................................................................................................................... 20

Mapa de contenidos ....................................................................................................... 21

Recursos bibliográficos ................................................................................................... 22

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UD 4. Habilidades de atención en el proceso de aprendizaje en
el aula

Las habilidades en el procesamiento de la información están plenamente vinculadas con las


habilidades de aprendizaje. ¿Qué sería del organismo si no se prestase atención de manera
correcta a la información relevante? Sin la atención no se podría discriminar la información que
es relevante para ejecutar tareas, sean cognitivas o no; no se podría tampoco almacenar de
manera adecuada la información percibida y su recuperación también estaría comprometida. Esto
pone de manifiesto el gran valor adaptativo que tienen las habilidades de atención en el aula, por
lo que su importancia es evidente.

Un estudiante que no sea capaz de prestar atención a la información relevante en el aula no podrá
desarrollar habilidades de procesamiento de la información y, probablemente, desarrollará
dificultades en el aprendizaje y en su adaptación al ambiente escolar. Comprender la importancia
de las habilidades de la atención en los procesos de aprendizaje permite discriminar posibles
riesgos y poder actuar con antelación ante ellos, así como adaptar los contenidos impartidos en
el aula a las capacidades atencionales del alumnado.

A lo largo de la presente unidad se va a profundizar en las habilidades de atención en el aula en


las distintas etapas escolares, en los factores moduladores de la atención, así como en las
características de estas habilidades como predictores del aprendizaje.

Figura 1. Atención en el aula.

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4.1. Habilidades de atención en el aula

Luria, en su libro The Working Brain: An Introduction to Neuropsychology (1974), define la


atención como la capacidad para dirigir, seleccionar y retener los elementos necesarios para la
actividad mental. Además, permite monitorear cómo se desarrolla y organiza. En ese sentido, la
atención es una capacidad imprescindible para los procesos mentales (lenguaje, memoria) y, por
lo tanto, para el aprendizaje y la adquisición de habilidades cognitivas.

Llega más lejos

Se puede consultar una revisión del libro de Luria (1973) en el siguiente artículo: «The
Working Brain: An Introduction to Neuropsychology» (Draper, 1974).

Por ello, desde hace algún tiempo las nociones de atención, de concentración y de hiperactividad
han sido temas recurrentes en las escuelas y en los medios de comunicación. Además, se plantea
que se está produciendo un incremento de los trastornos de la atención, particularmente de los
vinculados al TDAH. Este incremento es posible que esté relacionado con el hecho de que padres,
madres, profesorado y la sociedad, en general, son cada vez más conscientes de la importancia
de la atención en la educación y de cómo las dificultades atencionales pueden interferir con el
adecuado desempeño académico.

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En el artículo «El TDAH, el trastorno más diagnosticado en la infancia y adolescencia: qué es


realmente» de Rafael Guerrero (2019), psicólogo y educador, se habla del creciente interés
social por el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

4.1.1. Atención y aprendizaje

La capacidad de utilizar el conocimiento adquirido en el aula implica tres procesos: codificación,


almacenamiento y recuperación.

Tal y como se ha estudiado a lo largo del máster, la codificación es el proceso inicial que conduce
a la creación de una representación mental y, consecuentemente, al aprendizaje de nueva
información. La retención de esta información se verá influida por diversos factores como el nivel
de alerta, la concentración, la motivación que despierta la información, el contexto de codificación
y el estado emocional de la persona.

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Figura 2. Procesos de memoria. Fuente: Una Mente Maravillosa.

Existe un vínculo estrecho entre esos factores, la capacidad de la atención selectiva y el


almacenamiento de la información. Es por ello por lo que hace falta un mínimo de recursos
atencionales disponibles que permitan que los procesos de aprendizaje tengan lugar. Sin
embargo, esta disponibilidad atencional no es suficiente para el proceso de codificación; es decir,
hace falta estar despierto y atento para poder aprender, pero también hace falta que la atención
selectiva funcione de manera adecuada para filtrar la información relevante que se retendrá.

Además, la sensibilidad a la interferencia y la disminución de la velocidad del procesamiento de


la información están asociadas con dificultades de aprendizaje; los trastornos de planificación o
iniciación pueden estar asociados con déficits en el almacenamiento de la información.

Recuerda

Algunos aspectos de la atención y la memoria involucran los mismos procesos. Por ejemplo,
recuperar una determinada información de la memoria implica dirigir procesos de atención
selectiva hacia las representaciones internas (representaciones mentales), es decir, filtrar
aquellas representaciones internas que se quiere recuperar.

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Una planificación deficiente del contenido que aprender puede dar lugar a una codificación
deficiente, mientras que una dificultad para iniciar procesos de recuperación adecuados puede
alterar el recuerdo o el reconocimiento de la información. Así, la atención en sus diferentes
procesos está plenamente vinculada con el aprendizaje, pero también con las habilidades en la
recuperación de la información.

4.1.2. Desarrollo biológico y desarrollo de la atención

Al igual que con otras habilidades cognitivas, el desarrollo de habilidades atencionales depende
de la maduración del cerebro independiente del aprendizaje, pero estas habilidades se verán
también gradualmente estructuradas por la práctica; es decir, si bien no son dependientes del
aprendizaje, sí se verán moduladas por él.

Los estudios del desarrollo del sistema nervioso muestran que el desarrollo de funciones
atencionales implica varios niveles o etapas durante las cuales se desarrollan diferentes
componentes en distintos momentos.

En ese sentido, el desarrollo cognitivo va acompañado de procesos de desarrollo biológico del


cerebro (véanse figura 3 y tabla 1).

Figura 3. Desarrollo del sistema nervioso a lo largo del ciclo vital.

Desarrollo cerebral

Mielinización de las cortezas.


Preescolar Aumento de las conexiones entre hemisferios.
Aumento de la actividad frontal.

Mielinización de las cortezas de asociación.


Aumento de la actividad frontal con respecto a la etapa precedente.
Escolar
Mayor desarrollo del hemisferio derecho.
Aumento de la sustancia gris parietal y frontal.

Aumento de la poda sináptica.


Mayor desarrollo de las funciones de las cortezas de asociación parietal y
Adolescencia
frontal.
Especialización de circuitos y redes neuronales entre intrahemisferios.

Tabla 1. Desarrollo cerebral a lo largo de las etapas preescolar, escolar y adolescencia.

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4.2. La atención durante la etapa preescolar, escolar y la adolescencia

La atención, de igual forma que el sistema nervioso, va cambiando a lo largo del desarrollo. Las
habilidades de la atención son, sobre todo, susceptibles de la madurez de la corteza frontal y
parietal, pero también lo son de procesos de socialización y del lenguaje.

Figura 4. Cerebro.

A continuación, se van a exponer algunos de los aspectos más destacables en los cambios que
ocurren en la atención durante las diferentes etapas educativas que se engloban en la niñez y
adolescencia. Esto es de particular interés e importancia, ya que se identifican cuáles son las
capacidades biológicas y de madurez que nos van a permitir adquirir o no ciertas habilidades.

Disponer de este conocimiento es indispensable para poder adaptar la enseñanza a las


necesidades de cada momento vital y para no contribuir a la frustración y fracaso escolar, al exigir
competencias y proporcionar contenidos que no están adaptados al desarrollo del alumnado.

4.2.1. Etapa preescolar

Los niños y niñas en etapa preescolar se encontrarán en situaciones cotidianas que requieren
estar atento; es decir, estar receptivo a la estimulación, poder dirigir su interés hacia lo relevante
y mantener ese interés focalizado y sostenido.

Figura 5. Actividad.

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La capacidad de ajustar la atención, es decir, de variar su intensidad según la motivación y las
situaciones, se desarrolla gradualmente durante la niñez. La capacidad de alternar la atención
entre varios estímulos o varias tareas necesitaría aún más tiempo. La atención estará modulada
por factores como el tipo de actividad que la requiere (interés que despierta), la complejidad que
entraña y la hora del día a la que se realiza.

1. Atención visual

La exploración visual es uno de los primeros comportamientos de atención observados en la niñez.


Cuando niños y niñas miran su entorno, detectan visualmente objetos de interés; es decir, dirigen
su atención hacia lo que les es relevante. Niños y niñas de 5 años son capaces de realizar tareas
de atención visual por periodos cortos de tiempo (15 minutos).

La calidad de la exploración visual es decisiva para la atención. La exploración visual requiere


varios procesos de percepción y procesamiento de información, que analizan varios componentes
de la escena visual (ubicación de un objeto, forma, color, etcétera).

Si se pide que se encuentre un objeto situado entre objetos muy distintos, la búsqueda es rápida.
En cambio, es más difícil encontrar objetos entre otros objetos que se parecen. A partir de los 2
o 3 años, los niños y niñas serán capaces de realizar estas tareas, pero lo harán de forma más
lenta que un adulto, aunque mejorarán con la práctica.

Por lo tanto, desde edades muy tempranas, una persona es capaz de orientar selectivamente su
atención sobre un aspecto de un estímulo (atención selectiva) que es relevante, aunque se haga
con menos velocidad que en la vida adulta.

Parece ser que el desarrollo de las capacidades de la atención está relacionado con una mejor
organización de la exploración y esta habilidad se va mejorando con la práctica.

Los niños y niñas en edad preescolar tienden a perder mucho tiempo explorando. Miran a la
derecha, a la izquierda; no recuerdan lo que está a la derecha, regresan; hacen un sinfín de idas
y vueltas, perdiendo mucho tiempo en esta estrategia. Pero con la edad, como se verá más
adelante, la organización de la exploración visual mejora y con ello su capacidad para dirigirla y
ejecutarla.

Figura 6. Exploración visual.

2. Atención sostenida

La atención sostenida es una capacidad que aumenta con la edad. Es sinónimo de mantener la
atención/concentración sobre estímulos específicos.
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La atención está influenciada por los objetivos, deseos e intenciones que permiten determinar
qué información procesar o no para establecer acciones intencionales y orientadas a la acción
sobre objetivos específicos. En la etapa preescolar, aún no se es capaz de ignorar distractores.

Los niños y niñas en edad preescolar tienden a prestar una atención desproporcionada hacia
información irrelevante, pero no prestan suficiente atención a la información relevante. Este
comportamiento cambia gradualmente con los años, y va de la mano con la maduración de las
capacidades de inhibición (corteza frontal). De esta manera, hasta que el cerebro no madure, la
atención será menos focalizada y sostenida, lo que puede llevar a explorar un nuevo entorno u
objeto impulsivamente.

Figura 7. Atención sostenida. Fuente: Wikimedia.

3. Atención selectiva

Es evidente que un niño o niña de 5 años está menos atento que un adulto. Esto se debe a que
el control atencional puede movilizarse de dos maneras diferentes. Por un lado, existe un proceso
voluntario y controlado internamente que permite elegir conscientemente un estímulo y atenderlo
sin distraerse con estímulos irrelevantes (atención selectiva).

En este proceso de atención selectiva voluntaria los adultos son mejores que los niños. El
desarrollo de esta habilidad se inicia antes de la escuela (a partir de los 2 años), pero su desarrollo
no se completa hasta la edad de 8 años.

Por otro lado, existe un sistema de orientación de la atención que es automático (atención
exógena). Es un proceso que se activa por la aparición, en el campo perceptual, de una
estimulación inesperada e interesante que captura la atención de la persona. Esta aparición
inesperada del estímulo puede desviar tanto a los niños y niñas como a los adultos del objetivo.

Play

Un ejemplo de tarea de atención selectiva es la diseñada por el psicólogo Daniel Simons: The
monkey business illusion.

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En este tipo de atención, los niños y niñas en edad preescolar tienen una ejecución similar a la
de los adultos (orientación automática de la atención). Incluso un niño o niña con déficit de
atención selectiva (orientación voluntaria) podrá estar atento si el estímulo es atractivo, ya que
la orientación automática es un proceso que madura muy pronto. Las estructuras corticales
involucradas en estos dos procesos de orientación y su ritmo de maduración no son los mismos;
la orientación voluntaria es una función de las regiones anteriores del cerebro y su maduración
es más tardía, mientras que la orientación automática está a cargo de regiones posteriores, cuya
maduración es más temprana.

4. Atención alternante

La capacidad para distribuir la atención entre dos tareas está menos desarrollada durante la etapa
preescolar. En esta etapa, niños y niñas tendrán dificultades para asignar recursos atencionales
a dos tareas simultáneas de manera equitativa. En este sentido, deben desarrollarse habilidades
de preparación activa ante una nueva tarea y de inhibición ante la ejecución de la tarea
precedente. En este tipo de tareas los preescolares suelen puntuar peor que los alumnos,
adolescentes y adultos.

Recuerda

La atención alternante es la habilidad relacionada con la flexibilidad mental que permite que
se cambie el foco de atención entre tareas/estímulos en función de los requerimientos
ambientales. Por ejemplo, que un niño o niña sea capaz de dejar de prestar atención a una
tarea/estímulo cuando se ha cambiado la actividad/estímulo.

4.2.2. La atención durante la etapa escolar

Durante la etapa escolar la madurez del sistema nervioso permite que los procesos atencionales
se complejicen. La información se procesa de manera más rápida, aumenta la capacidad de
focalizar, dividir y atender simultáneamente.

1. Atención visual

A partir de los 8 años la búsqueda visual en niños y niñas cambia. A partir de esta edad
comenzarán a aplicar reglas o estrategias tales como la búsqueda visual en línea o en columnas;
distribuir la atención entre varios compartimentos, o explorar dos partes equivalentes de dos
espacios (por ejemplo, las dos esquinas inferiores izquierdas en dos cajas). Estas estrategias son
similares a las utilizadas por adultos y con la edad se vuelven cada vez más metódicas. En este
sentido, la exploración visual es un indicador de la aparición de una organización, que es producto
de la aparición de métodos de investigación y exploración, entre otras habilidades, que se van
desarrollando con la edad.

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Sabías que:

Los cambios en la atención visual están relacionados con la lectura. En este sentido, parece
que a partir de los 10 años las habilidades de búsqueda entre niños y niñas (comparadas con
las de los adultos) son similares. Se puede profundizar en este tema en el artículo «Reading
and visual search: A developmental study in normal children» (Seassau y Bucci, 2013).

2. Atención sostenida

En esta etapa, el mantenimiento de la atención en una misma tarea puede conseguirse durante
un periodo de tiempo más prolongado que durante la etapa preescolar. Parece ser que existen
puntos evidentes o críticos en la mejora de la atención sostenida, que se sitúan entre los 5-6 años
y los 8-9 años.

Llega más lejos

Otro cambio que sucede sobre los 10 años es en la evolución significativa de las habilidades
para mantener el foco atencional durante periodos prolongados. En el artículo «The
development of sustained attention in children: The effect of age and task load» (Betts et al.,
2006) se proporciona más información sobre estos cambios.

La dificultad de la tarea, el interés intrínseco que ella despierta, el entorno social y otros factores
contextuales, serán elementos que influirán en la capacidad del escolar para sostener la atención
en la tarea. Por ello, la capacidad para elaborar estrategias de autocontrol será decisiva en la
consecución de la atención sostenida.

Así, parece ser que los cambios más evidentes en las capacidades de la atención sostenida se
sitúan entre los 5 a 9 años y que, después, los cambios son menos significativos, aunque
continúan hasta la edad adulta.

3. Atención selectiva

La atención selectiva se vuelve más eficiente, dado que los procesos de control de la atención
(conciencia social, control interno, motivación) mejoran.

Cuando se evalúa una tarea de atención selectiva en escolares versus adultos, las diferencias son
pocas y serán cada vez menores con el progreso de la edad, dado que el grado de desarrollo de
la corteza frontal progresa conforme se evoluciona en edad.

La mejoría en la atención selectiva depende también, en gran medida, de la complejidad y la


similitud de los estímulos con los que hay que tratar; es decir, de la presencia de distractores.
Los distractores tendrán mayor peso en edades previas a los 8 años que en edades posteriores.

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En este sentido, las mejorías más evidentes en tareas de atención selectiva se observan entre los
10 a 12 años, aunque el desarrollo de estas habilidades continúa hasta la edad adulta.

Viaja

La cultura es uno de los factores que puede influir en la información a la que se presta
atención. En el trabajo de Lao et al., (2013) «Culture modulates the temporal dynamics of
global/local processing» se evalúan estas diferencias entre personas caucásicas y asiáticas.

4. Atención alternante

Ante tareas que demandan que se cambie el foco atencional y que se produzca una adaptación a
la nueva tarea, se suelen medir los tiempos de reacción; es decir, habilidades que van de la mano
con la capacidad para procesar la información y mantenerla en línea. Estos procesos van ligados
a procesos de mielinización y desarrollo frontal, por lo que los resultados suelen mostrar tiempos
de reacción, entre tareas, más largos en niños escolares versus adolescentes y adultos.

Sabías que

Las habilidades relacionadas con la atención alternante son indispensables en el


procesamiento e integración de información audiovisual en niños y niñas en edad escolar, lo
cual es un tipo de información muy presente en el aula (Yang et. al., 2016).

4.2.3. La atención durante la adolescencia

Como se ha mencionado antes, durante la adolescencia tienen lugar procesos de desarrollo


importantes. Destaca el de la poda sináptica, que permite una especialización de las funciones
cognitivas. Además, los hemisferios cerebrales habrán alcanzado ya su tamaño adulto y la
mielinización de las cortezas será mayor.

1. Atención visual

Como se ha indicado al inicio de la unidad, la atención visual hacia los elementos o estímulos que
son de interés es una de las habilidades que se desarrollan de manera más temprana, pero ser
capaces de despegarse, es decir, de dejar de prestar atención a los estímulos a los que se está
atendiendo, es una habilidad que se desarrollará más hacia la adolescencia. De hecho, los bebés
son incapaces de dejar de atender a los estímulos que les llaman la atención. La capacidad de
dejar de atender visualmente a estímulos es necesaria para poder interactuar con el medio, y es
una habilidad que se va adquiriendo y mejorando con la edad.

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Nota

El artículo «The disengagement of visual attention in the gap paradigm across adolescence»
(Van der Stigchel et al.,2017) proporciona evidencia empírica acerca de los cambios en la
habilidad para desengancharse de estímulos visuales.

2. Atención sostenida

La atención sostenida continúa mejorando después de los 12 años, es decir, la capacidad para
mantener el nivel adecuado de atención en la resolución de una tarea que es prolongada en el
tiempo y que no es necesariamente atractiva. Su ejecución obedece más a procesos endógenos
que están relacionados con el desarrollo de la corteza frontal y que no terminan de madurar hasta
la edad adulta.

Sabías que

En un estudio en el que se midió la ejecución de adolescentes y adultos durante tareas de


atención sostenida y de predicción, no se encontraron diferencias entre tareas de predicción,
pero sí en tareas de atención sostenida, lo cual apoya la hipótesis de que la ejecución en
tarea de atención sostenida está relacionada con el desarrollo del frontal.

Viaja

Para profundizar en este aspecto se recomienda la lectura de «Sustained attention and


prediction: distinct brain maturation trajectories during adolescence» (Thillay et al., 2015).

3. Atención selectiva

La atención selectiva es crítica para el comportamiento dirigido a objetivos, especialmente cuando


las distracciones pueden impedir centrar la atención. Durante la adolescencia esta habilidad es
cada vez mejor, lo cual va de la mano con la especialización de los circuitos y áreas cerebrales
implicadas, gracias a la poda sináptica. No obstante, esta mejora también puede producirse por
la práctica, ya que, en este momento, los y las adolescentes llevan más tiempo utilizando y
practicando estrategias que les permiten seleccionar los estímulos que deben atender de manera
más eficiente.

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Llega más lejos

Cuando se mide la actividad eléctrica cerebral relacionada con la capacidad en la atención


selectiva, los y las adolescentes lo hacen mejor que los niños y niñas de menor edad.

Viaja

Para profundizar en este aspecto se recomienda la lectura de «Auditory attention in childhood


and adolescence: An event-related potential study of spatial selective attention to one of two
simultaneous stories» (Karns et al., 2015).

4. Atención alternante

Tal y como se ha visto hasta el momento, la capacidad de cambiar el foco de atención según sea
necesario se desarrolla entre los 7 y los 9 años, y continúa mejorando hasta que se vuelve
relativamente madura al comienzo de la adolescencia. Esta habilidad está vinculada con otras
funciones como la flexibilidad cognitiva, la cual permite adaptar el comportamiento ante las
demandas cambiantes del entorno.

De esta manera, es totalmente natural que la capacidad para alternar el foco de la atención esté
vinculada con el desarrollo de la corteza frontal y que, por lo tanto, sea una habilidad que mejora
con la edad.

4.3. Factores que modulan la atención en la etapa preescolar, escolar y


adolescente

Recapitulando todo lo visto a lo largo de esta unidad, durante los primeros años de vida serán las
características extrínsecas de los estímulos las que mayor control de la atención ejerzan. En la
etapa escolar empezará a cobrar importancia el control intrínseco, que progresivamente irá
incrementándose durante la adolescencia. En este sentido, los factores que modulan la atención
tendrán más o menos influencia sobre la atención dependiendo de la etapa de desarrollo.

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Tamaño e intensidad

El tamaño y la intensidad son características extrínsecas del estímulo; los estímulos deben tener
cierto tamaño e intensidad para ser percibidos. Durante la etapa preescolar estas propiedades
serán muy importantes para atraer la atención e implicarán hacer más llamativos los estímulos.
En la etapa escolar se puede aumentar la intensidad del estímulo cambiando el color o la forma
ya no solo de objetos, sino también de materiales de lectoescritura. Sin embargo, durante la
adolescencia estas características comienzan a tener menos valor, ya que las características
intrínsecas son más importantes (por ejemplo, interés del estímulo). Sin embargo, en todas las
etapas del desarrollo escolar, debemos tener cuidado de no aumentar el tamaño e intensidad
de los distractores para que no compitan con los recursos atencionales (atención a los adornos,
decoración, música, etcétera, en el aula).

Movimiento

También es una característica extrínseca de los estímulos. En ese sentido, para mantener el
foco de atención en la clase se puede utilizar como estrategia el hecho de moverse por el aula
en el caso de los mayores. En el caso de los más jóvenes (preescolar) se pueden utilizar
materiales que se manipulen con movimiento, ya que las habilidades de mantenimiento de la
atención no son suficientes para escuchar una lección completa.

Novedad

La novedad (característica intrínseca) hace que los estímulos sean más llamativos; por lo tanto,
utilizar nuevos materiales o actividades que se salgan de lo cotidiano puede ayudar a que la
atención sea mayor.

Motivación

La motivación es un proceso intrínseco que también será parte de los factores que influyan en
la atención. Es inherente al valor que la persona asigna a aquello a lo que está atendiendo. Ese
valor puede estar mediado por factores extrínsecos (en el caso de los estudiantes más jóvenes)
o por factores más intrínsecos (en el caso de los mayores). Los estudiantes escolares y
adolescentes darán más peso a lo que significa el conocimiento que adquieren y, por ello, se
podrán promover más las acciones de reflexión y discusión, que atraigan la atención hacia las
tareas y conocimientos que se van a adquirir en el aula.

Activación fisiológica

La activación fisiológica puede ser un factor que impida procesos y habilidades de atención.
Cuando existe una reactividad fisiológica el cuerpo se está preparando para reaccionar ante
una situación que es percibida como amenazante o incierta. Uno de los sistemas de control de
la atención es el sistema noradrenérgico; la actividad del sistema noradrenérgico es distinta en
procesos atencionales que en la respuesta de estrés. Las neuronas noradrenérgicas del locus
cerúleo activan los receptores adrenérgicos alfa 1 en la corteza prefrontal durante procesos de
atención y los receptores alfa 2 durante la respuesta de estrés, lo cual deteriora la atención.

15
Figura 8. Atención sostenida. Fuente: Wikimedia.

4.4. Habilidades de atención como predictores del aprendizaje

Los factores atencionales implicados en el aprendizaje son distintos, por lo que las estrategias de
atención global (procesamiento de la información, atención selectiva, orientación de la atención
entre diferentes tareas, atención sostenida) serán decisivas en la eficiencia de los procesos de
aprendizaje.

En este apartado se profundizará en el valor predictivo de las habilidades de la atención visual,


sostenida, selectiva y alternante en procesos de aprendizaje.

4.4.1. Atención visual y lectura

Además de las habilidades verbales eficientes, la lectura también requiere un procesamiento


efectivo de la información visual. Aprender a leer requiere que la persona sea capaz de extraer
información visual de un texto escrito para su posterior comprensión. La información sensorial de
un texto está disponible de manera completa e inmediata en cuanto se hace contacto con el
estímulo, cosa que no pasa, por ejemplo, con la información verbal auditiva. Las únicas
restricciones que podrían influir en este proceso de contacto con la estimulación son las
limitaciones del sistema visual. Por lo tanto, sea cual sea el número potencial de símbolos visuales
disponibles simultáneamente, solo se puede identificar un número limitado de estos símbolos al
mismo tiempo.

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Para superar estas limitaciones, se mueven constantemente los ojos. Por lo tanto, una de las
primeras tareas en el aprendizaje de la lectura es desarrollar habilidades de atención visual que
permitan posicionar correctamente la atención en las palabras para extraer la información visual
en la fóvea y desencadenar movimientos sacádicos que permitan continuar con las palabras
subsiguientes.

Figura 9. Movimientos sacádicos durante la lectura. Fuente: Wikimedia.

Además, las capacidades de atención visual permiten un procesamiento preciso de la información


en la fóvea (por ejemplo, para diferenciar entre letras), que da pie a acceder a la representación
léxica asociada, proporcionando también pistas visoespaciales que desencadenan el movimiento
de los ojos durante la lectura.

Nota

La atención visual (selectiva) parece ser un predictor del posterior aprendizaje de la lectura.
El artículo de Facoetti et al. (2010) proporciona evidencia empírica al respecto: «Multisensory
spatial attention deficits are predictive of phonological decoding skills in developmental
dyslexia».

Para superar las limitaciones de nuestro sistema visual, durante el aprendizaje de la lectura se
desarrollan habilidades de atención visual que tienen lugar en diferentes niveles; desde la
orientación hacia los estímulos visuales hasta la guía oculomotora entre estímulos, pasando por
el control en la distribución de la atención entre estímulos.

Sabías que:

Cuando la atención visual se encuentra alterada, la lectoescritura se verá también alterada,


como sucede en el síndrome de Bálint (Clavagnier, 2007).

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A modo de resumen, se puede concluir que las habilidades de atención visual son un predictor de
las futuras habilidades en el aprendizaje de la lectura. Los niños y niñas en etapa preescolar que
desarrollan buenas habilidades de atención visual suelen tener un mejor aprendizaje de lectura y
varios estudios han mostrado cómo peores desempeños en tareas de atención visual
correlacionan con problemas de lectura y dislexia.

4.4.2. Atención sostenida y rendimiento cognitivo

La atención sostenida es vital para la cognición de orden superior (por ejemplo, el razonamiento).
Distintos estudios reportan cómo las habilidades en la atención sostenida correlacionan con el
rendimiento cognitivo. En este sentido, se correlaciona la capacidad en la ejecución de tareas de
atención visual sostenida con el riesgo de desarrollar o presentar problemas de aprendizaje.

Las medidas de atención sostenida también correlacionan con la impulsividad y, entre otros, con
problemas de comportamiento en el aula (menor capacidad para mantener la atención sostenida,
mayores puntajes en impulsividad en la toma de decisiones, etcétera). Por ello, las tareas que
miden la atención sostenida tienen un uso potencial como herramienta para identificar el riesgo
de desarrollar problemas de aprendizaje; por otro lado, abren también la puerta a herramientas
de autocontrol, que implican desarrollar habilidades de atención como la meditación (para mejorar
esa falta de inhibición) y, con ello, mejorar las capacidades en la atención sostenida y, por ende,
en las capacidades cognitivas.

Play

En el siguiente vídeo, el neuropsicólogo Richard Davidson nos habla de la vinculación entre


atención, regulación emocional y aprendizaje.

4.4.3. Atención alternante y competencias ortográficas

Durante la infancia media y la adolescencia temprana, mejores habilidades en la atención


alternante se asocian con mejores estrategias gramaticales y ortográficas. Por ejemplo, entre
estudiantes de 5-6 años, una disminución en las habilidades en la atención alternante correlaciona
con peores habilidades generales de ortografía. En estudiantes entre 8-9 años las habilidades en
la atención alternante correlacionan con una mejor ortografía general y con menos errores en el
uso de estrategias ortográficas.

En el caso de los estudiantes adolescentes, de igual forma que con los de 8-9 años, las habilidades
en la atención alternante correlacionan con una mejor ortografía general y con menos errores
ortográficos. Que las habilidades en cambiar el foco de la atención correlacionen con las
habilidades ortográficas está mediado por el hecho de que las tareas gramaticales y ortográficas
requieren que se ponga atención a distintos procesos.

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Por ejemplo, en el caso de que la tarea en clase sea de dictado, los y las estudiantes deberán
poner atención auditiva al dictado; luego deberán poner atención a la manera en la que escriben
las palabras no solo en la parte de escritura, sino también en la aplicación de las reglas de
ortografía, entre otros procesos que tienen lugar durante la misma tarea y que requerirán que la
persona cambie el foco de atención continuamente.

Llega más lejos

Los adolescentes con procesos más lentos de atención alternante presentan más problemas
de lenguaje. Se puede profundizar en este tema en el siguiente artículo: «The attentional
blink reveals sluggish attentional shifting in adolescents with specific language impairment»
(Lum et al.,2007).

Es por ello por lo que las habilidades ortográficas correlacionan también con las habilidades
lectoras. En este sentido, tener herramientas que puedan predecir posibles problemas en la
comprensión ortográfica ayudarán a mejorar también las competencias en lectoescritura.

I like it

Artículo de El País: «Broca y Wernicke. Abolir la ortografía haría que cada cual escribiese cada
palabra “como le suena” y nos entorpecería a todos la lectura» (Rodríguez, 2019).

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Resumen

En esta unidad didáctica se han revisado conceptos relacionados con el desarrollo del sistema
nervioso a fin de vincularlos con la adquisición y desarrollo de las habilidades atencionales. A
continuación, se ha profundizado en cómo durante los ciclos educativos de preescolar, escolar y
la adolescencia se van modificando o mejorando distintas habilidades atencionales con base en
el desarrollo cognitivo y cerebral. Entre ellas están la atención visual, la atención sostenida, la
atención selectiva y la atención alternante. Su complejización y mejor rendimiento van de la
mano, principalmente, con procesos de mielinización (que permiten mejorar el procesamiento
sensorial) y con la madurez de la corteza frontal.

Por otro lado, se han descrito los factores que pueden influir en la modulación de la atención,
haciendo hincapié en los cambios y en la importancia que tienen en cada ciclo educativo
(preescolar, escolar y adolescencia) los factores intrínsecos (endógenos) y extrínsecos (exógenos)
a lo largo del desarrollo.

Finalmente, se ha analizado cómo el desempeño y la evaluación de las habilidades de la atención


pueden ser buenos indicadores del desarrollo cognitivo y del desempeño escolar presente y
futuro.

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Mapa de contenidos

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Recursos bibliográficos

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