Cuestionario Reflexivo - "El Caballero de La Armadura Oxidada"
Cuestionario Reflexivo - "El Caballero de La Armadura Oxidada"
Cuestionario Reflexivo - "El Caballero de La Armadura Oxidada"
Jorge A. García
Para responder esta pregunta es necesario comprender que es la verdad, pero por
más que quisiéramos comprenderla, no hay una respuesta absoluta que describa
dicha palabra. En nuestro caso y por cuestiones de análisis, podemos ver la
perspectiva que toma dicha palabra cuando el caballero está sujetado a las piedras
afiladas en las últimas páginas del libro. En ese último tramo del sendero de la
verdad, el caballero se percata de que toda su vida la había vivido aferrado a lo que
conocía. Dentro de lo que conocía estaban sus creencias, su identidad y sus juicios,
así como todo aquello a lo que él consideraba verdad o falsedad, y es ahí cuando
descubre que su verdad está limitada por lo que conoce. En otras palabras, nunca
terminaremos de caminar por el sendero de la verdad ya que lo que consideramos
como verdad está reducido únicamente a lo que conocemos, y los seres humanos
entre más conocemos, más nos damos cuenta de lo mucho que no sabemos. Por
ende, a mayor conocimiento, más preguntas nos planteamos y por lo tanto el
sendero de la verdad se vuelve más extenso. Por otra parte, el sendero de la verdad
no es un camino que se deba recorrer una única vez, pues podemos transitar por
este y atravesar sus castillos en diferentes momentos de nuestra vida, dependiendo
de las respuestas que estemos buscando.
La dimensión espiritual del ser humano sale a relucir en el castillo del silencio. En un
principio, el caballero no era capaz de comprender qué hacía o debía de hacer en
ese lugar. Fue entonces cuando, a través de los cuatro principios básicos de la
dimensión espiritual, logró atravesar las habitaciones de dicho castillo; con la
autopreservación el caballero comprendió que debía escuchar y entenderse a sí
mismo para lograr escuchar y entender a los demás (bien individual para un bien
mayor), con la autoadaptación el caballero descifró el misterio de dicho castillo y la
forma de superarlo (acoplamiento al entorno), por medio de la autotrascendencia
recordó que es más que un simple caballero y que existía algo dentro de él (Sam, su
yo verdadero) que lo hacía bueno por naturaleza y diferente de quien era en ese
momento de su vida (salir de uno mismo para reconocer que pertenecemos a algo
mayor) y solo a través de la autodisolución el caballero comprendió que su máximo
no debería de ser la armadura reluciente, ya que todos pertenecemos y
contribuimos a un todo mayor que es ampliamente superior en importancia a
nuestro ser individual. Aprender a escuchar el silencio es una victoria, pues nos da
la oportunidad de escucharnos a nosotros mismos para posteriormente lograr
escuchar a los demás. Además superar el castillo del silencio es una gran logro
porque permite a quien lo atraviesa escucharse, entenderse y cuestionarse.
Nidia Jimenez
Jorge A. García
Generalmente cuando nos cuestionan nos sentimos amenazados, es por eso que
rara vez nos cuestionamos a nosotros mismos. Solo cuando nos cuestionamos,
entendemos y aceptamos nuestros tropiezos es que logramos avanzar en las
habitaciones del castillo del silencio. Atravesar este castillo nos da la oportunidad de
desafiar a nuestra dimensión espiritual, con el fin de consolidarnos como un ser
humano unitario conformado por cuerpo, mente, conciencia y espíritu.
Para poder relacionar la acción del libro y lo que propone V. Frankl tenemos que
analizar por aparte la acción de “Soltarte y Confiar”. La acción al final del libro se
relaciona con la última parte de la frase en la roca de la cima siendo “no puedo
conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido”. Esto habla de cómo el caballero
debe de soltarse y dejarse caer por el vacío, haciendo metáfora a que debe de
confiar en la vida y dejar ir todo aquello que él se había aferrado de su vida, como
su identidad, creencias y juicios. Sin embargo, al principio él se niega por el miedo
que siente, pero al momento que se suelta, el caballero comienza a desprenderse
de todos aquellos juicios que había hecho hacia su familia y amigos. Entonces, al
soltar y confiar logra ver con claridad su vida al no juzgar y excusarse, en esta
última prueba entendió el quién creía que era y que no era, todo aquello que él creía
Nidia Jimenez
Jorge A. García
que era verdad y lo que creía falso y las cosas que tenía por buenas y las que
consideraba falsas. A partir de aquí, aceptó toda la responsabilidad por su vida al
soltar la influencia que las personas tenían sobre ella, por todos los eventos que le
dieron forma a su vida y abrir los ojos para soltar todo ese rencor que se formaban
por sus juicios.
Ahora, V. Frankl propone “La responsabilidad de existir” el cual se relaciona con la
acción de “Soltarte y Confiar” por el hecho que él dice que debes de hacerte
responsable de tu propia vida y dar respuesta a tus acciones. A pesar de que sea
algo difícil de hacer por el miedo que implica, V. Frankl cree que es necesario
hacernos responsables al preguntarnos qué hemos conseguido, qué es lo que
queremos conseguir y a partir de eso comenzar a tomar las acciones y los cambios
necesarios para hacernos cargo de nuestra vida. Esto se refleja con la acción del
libro ya que, el caballero en orden para conseguir quitarse la armadura tuvo que
tomar responsabilidad de su vida y todas las cosas que tenía que superar. El
caballero se hace responsable de su existencia de la misma forma que propone V.
Frankl. Esto es porque al hacerse cargo resuelve la tensión que se genera entre el
presente y el futuro que él quiere.
6.-Menciona cuales son los 3 valores y los 3 vicios más representativos que ustedes
identifican en el Caballero.
Es posible extraer mucho de este libro, pero si lo analizamos por partes se podría
decir que del principio de la lectura aprendimos que no importa quién seas o las
actitudes y vicios que tengas, siempre tendremos la opción de cambiar si estamos
dispuestos a caminar por el sendero de la verdad. Del sendero como tal,
aprendimos que entre más conocemos menos sabemos y que sólo creemos saber
Nidia Jimenez
Jorge A. García
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