Guion Clima
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Tema
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Materia
Fecha de entrega
Sábado 11 de febrero
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INDICE Introducción
La climatología es una ciencia interdisciplinaria que combina la física, la química y la matemática para
entender y predecir el clima en la Tierra.
La matemática es una herramienta crucial en esta ciencia y nos permite crear modelos precisos y
detallados del clima. En muchas situaciones, pensemos por ejemplo en el espectáculo de las olas
rompiendo en las paredes de un acantilado, en la evolución de las nubes en el cielo o en el humo de un
cigarrillo, el movimiento de los fluidos además de fascinante es muy difícil de aprehender. Resulta casi
paradójico que a comienzos del siglo XXI se haya conseguido comprender y modelizar numerosos
fenómenos de la escala de las micropartículas (dominio de la mecánica cuántica) y de la escala del
Universo (dominio de la mecánica relativista), mientras que flujos de los fluidos más corrientes, como el
aire y el agua, que son de la escala humana, que los podemos ver, y que pertenecen a la mecánica clásica,
todavía sean un misterio cuya resolución constituye hoy en día uno de los grandes retos de la ciencia y, en
particular, de las matemáticas. La resolución de este gran desafío científico tiene una enorme importancia,
tanto científica como tecnológica y económica. Fijémonos por ejemplo en la turbulencia.
Los modelos de la dinámica de fluidos están formados por ecuaciones en derivadas parciales no lineales,
que en su forma más general son muy complicadas, tienen una gran dificultad matemática. Uno de los
grandes capítulos de la mecánica de fluidos es el desarrollo y resolución de modelos matemáticos de la
dinámica atmosférica, con el fin de predecir el tiempo, la ocurrencia de fenómenos meteorológicos
adversos y el clima.
MODELIZACIÓN MATEMÁTICA DE LA DINÁMICA ATMOSFÉRICA
En 1904, el científico noruego Vilhelm Bjerknes defendió por primera vez que la predicción del tiempo es
un problema matemático y enunció las siete ecuaciones en derivadas parciales con siete funciones
incógnitas (las tres componentes de la velocidad del viento, la presión, la densidad, la temperatura y la
humedad específica) que gobiernan la dinámica atmosférica. A estas funciones incógnita se las denomina
variables meteorológicas. Como el mismo Bjerknes advirtió, estas ecuaciones son muy difíciles de
resolver y, hasta mediados del siglo XX con la llegada de los ordenadores no ha sido posible obtener
valores de las soluciones, eso sí, valores aproximados.
Ecuaciones de la dinámica atmosférica
Las ecuaciones que modelizan la evolución de la atmósfera son la expresión matemática de principios
generales de la física, de la mecánica de fluidos, aplicados a una muy pequeña parcela de aire que se sigue
en su movimiento. Describiremos a continuación brevemente estos principios y las ecuaciones en
derivadas parciales que generan.
El primero de los principios es una de las leyes más conocidas de la física y de la ciencia: la segunda ley
de Newton, formulada por Isaac Newton en 1687, que dice que “la fuerza es igual a la masa por la
aceleración”. Así, en un sistema de referencia inercial, la aceleración absoluta de una parcela de aire es
igual a la fuerza que se ejerce sobre la parcela dividida por su masa:
dava F
dt = m .
En un sistema de referencia con origen en el centro de la tierra y que gira con ella, la velocidad absoluta
(Va) de la parcela es la suma de la velocidad relativa v de la parcela con respecto al sistema de referencia
y de la velocidad debida al giro de la tierra. Esto hace que en los sistemas rotatorios haya dos fuerzas
aparentes: la fuerza de Coriolis, denominada así en honor del matemático francés Gaspard Gustav de
Coriolis (1792-1843), y la fuerza centrífuga. Las fuerzas reales que actúan sobre la parcela de aire son
tres: el empuje debido a las diferencias de presión, la fuerza gravitatoria y la fuerza de rozamiento de la
parcela del aire con el resto de la atmósfera. Así, vista desde la Tierra, la segunda ley de Newton se
escribe:
donde p es la presión en la parcela de aire, ρ la densidad de la parcela y Ω la velocidad angular de la
rotación terrestre. En esta ecuación, el primer miembro es la aceleración de la parcela respecto al sistema
de referencia que gira con la Tierra y el segundo contiene las fuerzas por unidad de masa: el primer
término es la fuerza gradiente de presión, el segundo la aceleración gravitatoria aparente g, que agrupa la
aceleración gravitatoria real y la centrífuga, − 2Ω × v es la aceleración de Coriolis y la fuerza de
rozamiento de la parcela del aire con el resto de la atmósfera.
Esta es una ecuación vectorial que tiene tres componentes, tres ecuaciones escalares. Fr El segundo
principio general es la ley de conservación de la masa, que afirma que cuando se sigue una parcela de aire
en su movimiento, la masa de la parcela se conserva. Esta ley se traduce en la ecuación de continuidad:
Los científicos Jacques Charles (1746-1823) y Louis Joseph Gay-Lussac (1778-1850) descubrieron
experimentalmente que los gases en los que la densidad es pequeña, el producto de la presión por el
volumen es prácticamente proporcional a su temperatura. De forma más precisa, un gas se dice perfecto si
la presión es directamente proporcional al producto de la densidad por la temperatura. Suponiendo que la
atmósfera se comporta como un gas perfecto se tiene la relación:
donde R es la constante de los gases y T la temperatura de la parcela de aire.
El principio de conservación de la energía aplicado a una parcela de aire afirma que el calor suministrado
a una parcela de aire se utiliza para aumentar su energía interna, su temperatura, o para producir trabajo
de dilatación. La ecuación que recoge este principio es:
Para terminar, la variación del vapor de agua q por unidad de masa contenido en una parcela de aire es
igual a los aportes de vapor de agua debidos a la evaporación (E), menos las perdidas debidas a la
condensación (C):
Estas siete ecuaciones están escritas en un sistema de referencia cartesiano de origen el centro de la Tierra
y que gira con ella. Ahora bien, como la Tierra y la atmósfera que la rodea son aproximadamente una
esfera, es natural utilizar como coordenadas de la posición de una parcela de aire la longitud, la latitud, y
la altitud z sobre la superficie de la tierra. Esto requiere transformar las ecuaciones a estas coordenadas y
se tiene así el modelo básico de la dinámica atmosférica.
Las ecuaciones anteriores son muy complicadas, muy generales, y para muchas situaciones es posible
utilizar modelos más sencillos, lo que da origen a una gran variedad de ecuaciones y modelos de la
mecánica de fluidos. En el caso de la predicción del tiempo, un análisis del orden de magnitud de los
distintos términos de esas primeras ecuaciones permite simplificarlas, según sean las escalas de espacio y
tiempo de los fenómenos meteorológicos que se consideren. Por ejemplo, para fenómenos meteorológicos
de escala sinóptica (de cientos a unos pocos miles de kilómetros y de duración de días a semanas) y de
escala planetaria, la mayor parte de los modelos atmosféricos asumen la aproximación hidrostática, que
consiste en despreciar las aceleraciones verticales y sustituir la ecuación de la componente vertical de la
velocidad por la ecuación
Cuando no se considera toda la atmósfera, sino un dominio limitado lateralmente de dimensiones menores
que el radio de la Tierra, se puede despreciar la curvatura de la Tierra y utilizar coordenadas horizontales
planas x, y. Se tiene así la denominada aproximación tangente. Un modelo muy sencillo con una sola
ecuación y significado meteorológico es el modelo cuasi-geostrófico de la altitud en la atmósfera de la
capa que está a 500 milibares de presión. Este modelo fue introducido en 1950 por Jule Charney, Ragnar
Fjörtoft y John von Neumann para realizar la primera predicción numérica del tiempo. Esta experiencia
práctica, planteada por von Neumann para mostrar el potencial revolucionario de los ordenadores, marca
el comienzo de la predicción numérica del tiempo.
RESOLUCIÓN NUMÉRICA
Una vez construido el modelo matemático hay que resolverlo, hay que diseñar un algoritmo que,
a partir de los valores de las funciones incógnita en un instante inicial, proporcione los valores de esas
variables en instantes posteriores. Las ecuaciones (1)-(5) conforman un sistema con igual número de
ecuaciones que de incógnitas, por lo que en principio se puede intentar resolver. Para ello, además de las
condiciones iniciales será necesario definir las condiciones de contorno, los valores de las variables en la
frontera del dominio espacial de resolución. Ahora bien, debido fundamentalmente al carácter no lineal de
las ecuaciones, el sistema (1)-(5) y sus variantes, con las correspondientes condiciones iniciales y de
contorno, no se puede resolver obteniendo unas expresiones matemáticas explícitas que den los valores de
las variables en instantes posteriores. Su resolución sólo se puede abordar con métodos numéricos,
convirtiendo el problema continuo en uno discreto, para luego resolverlo en un ordenador y obtener así
valores aproximados de las variables meteorológicas. La rama de las matemáticas que estudia este tipo de
resoluciones se denomina Análisis Numérico, que desde la llegada de los ordenadores ha sufrido un
desarrollo espectacular. Veamos las ideas directrices de la resolución numérica de esas ecuaciones.
Discretización del espacio
Se divide la atmósfera en cajas y se considera que en cada una de las cajas las
variablesmeteorológicas son homogéneas, que valen lo mismo. Según los modelos y los plazos de las
predicciones, las dimensiones horizontales de estas cajas pueden ir desde diez a unas pocas centenas de
kilómetros y el número de niveles de altura desde unos veinte hasta sesenta.
Una vez discretizada la atmósfera, se tienen que adaptar las ecuaciones a esta atmósfera con un número
finito de componentes. Para fijar las ideas consideremos la ecuación (5) de la humedad específica de
vapor de agua escrita en forma desarrollada:
q q q q
u v w E C , (6)
t x y z
donde u, v y w son las tres componentes de la velocidad de la parcela de aire. Supongamos conocidos
los valores de las distintas variables en las cajas en que se ha dividido la atmósfera, en el instante t.
Discretizando las derivadas espaciales de q mediante fórmulas del tipo (método de diferencias finitas):
Asimilación de datos
Las estaciones meteorológicas no están igualmente distribuidas por toda la superficie terrestre ni por
toda la atmósfera, de unas zonas geográficas se tienen muchos más datos que de otras y hay pocos datos
en altura.
Condiciones de contorno
Si no se fijan condiciones de contorno, es decir, valores de las variables meteorológicas en la frontera del
dominio de resolución, el problema sigue sin ser resoluble. En los modelos globales para toda la
atmósfera la frontera el dominio de integración está formada por las superficies inferior y superior de la
atmósfera. En esos casos, hay algoritmos que resuelven las distintas ecuaciones de forma sucesiva y las
condiciones de contorno no presentan especiales dificultades. En los modelos regionales, en los que el
dominio de integración está limitado lateralmente, una opción ampliamente utilizada consiste en tomar
como condiciones de contorno los valores obtenidos de la resolución de un modelo global. Se dice
entonces que el modelo regional está anidado en el global.
Parametrizaciones físicas
Toda discretización, sea del tipo que sea y por muy alta que sea su resolución espacial, por muy pequeñas
que sean las cajas atmosféricas, tiene una limitación derivada de la existencia de fenómenos atmosféricos
de “pequeña” escala que no pueden ser resueltos explícitamente por el modelo discreto. Se incluyen aquí
desde movimientos turbulentos con escalas que varían entre unos pocos centímetros y las dimensiones
horizontales de las cajas atmosféricas, hasta procesos que ocurren a escala molecular, como son la
condensación, la evaporación, el rozamiento y la radiación.
La predicción estacional es la que se hace para un horizonte de entre tres y seis meses. En
estos casos, las condiciones iniciales no son el factor más importante en las anomalías de la resolución
del modelo, hay factores más determinantes como la temperatura del agua de los océanos. Aquí
también el ECMWF ha sido pionero en desarrollar un modelo adecuado a esos plazos de predicción.
En estos modelos se utilizan técnicas de predicción por conjuntos y, con la información resultante, se
trata de prever si el tiempo se apartará o no del régimen climático del lugar considerado. Se dirá así,
por ejemplo, que el próximo verano será más caluroso y seco que lo habitual.
El método de los elementos finitos es un método de aproximación de problemas continuos, de tal forma
que:
La solución del sistema completo sigue las reglas de los problemas discretos. El sistema completo se
forma por ensamblaje de los elementos.
Las incógnitas del problema dejan de ser funciones matemáticas y pasan a ser el valor de estas
funciones en los nodos.
El comportamiento en el interior de cada elemento queda definido a partir del comportamiento de
los nodos mediante las adecuadas funciones de interpolación ó funciones de forma.
El MEF, por tanto, se basa en transformar un cuerpo de naturaleza continua en un modelo discreto
aproximado, esta transformación se denomina discretización del modelo. El conocimiento de lo que
sucede en el interior de este modelo del cuerpo aproximado, se obtiene mediante la interpolación de los
valores conocidos en los nodos. Es por tanto una aproximación de los valores de una función a partir del
conocimiento de un número determinado y finito de puntos.