Psicoanálisis de Escuela Francesa
Psicoanálisis de Escuela Francesa
Psicoanálisis de Escuela Francesa
Lacan decía que los hecho clínicos demuestran una relación del sujeto con el falo que se
establece independientemente de la diferencia anatómica de los sexos.
Habla de la noción de “significante” en cuanto se opone a la de “significado” en el análisis
lingüístico moderno.
El significante tiene función activa en la determinación de los efectos en que lo significable
aparece como sufriendo su marca, convirtiéndose por medio de esa pasión en el significado.
Esta pasión del significante se convierte entonces en una dimensión nueva de la condición
humana, en cuanto que no es únicamente el hombre quien habla, sino que en el hombre y
por el hombre “ello” habla, y su naturaleza resulta tejida por efectos donde se encuentra la
estructura del lenguaje del cual él se convierte en la materia, y por eso resuena en él, la
relación de la palabra.
“Ello” habla en el Otro, decimos, designando por el Otro el lugar mismo que ello evoca el
recurso a la palabra en toda relación en la que interviene. Si “ello” habla en el Otro, es que
es allí donde el sujeto encuentra su lugar significante.
Somos hablados por Otro.
Hay una desviación de las necesidades del hombre por el hecho de que habla, en el sentido
de que en la medida que sus necesidades están sujetas a la demanda, retornan a él
enajenadas. Esto es el efecto de que su mensaje es emitido desde el lugar del Otro.
Lo que se encuentra así enajenado en las necesidades constituye una Urverdrängung por no
poder, por hipótesis, articularse en la demanda pero que aparece en un retoño, que es lo que
se presenta en el hombre como el deseo (das Begehren). Lacan diferencia el deseo de la
necesidad atribuyéndole el carácter paradójico, desviado, errático, excentrado, incluso
escandaloso, por el cual se distingue de la necesidad.
La demanda manifiesta la relación primordial con las necesidades. La misma, no se refiere
a las satisfacciones que reclama, sino que, la demanda es demanda de una presencia o de
una ausencia. Cosa que manifiesta la relación primordial con la madre; por estar preñada de
ese Otro que ha de situarse más acá de las necesidades que puede colmar. Lo constituye ya
como provisto del "privilegio" de satisfacer las necesidades, es decir del poder de privarlas
de lo único con que se satisfacen. Ese privilegio del Otro dibuja así la forma radical del don
de lo que no tiene, o sea lo que se llama su amor. Por el sólo hecho de que responde a esa
carencia, algo del amor se pone en juego.
A lo incondicionado de la demanda, el deseo sustituye la condición "absoluta": esa
condición desanuda en efecto lo que la prueba de amor tiene de rebelde a la satisfacción
de una necesidad. Así, el deseo no es ni el apetito de la satisfacción, ni la demanda de
amor, sino la diferencia que resulta de la sustracción del primero a la segunda, el
fenómeno mismo de su escisión (Spaltung).
F (S…S’) S = S (-) S
Con respecto a la palabra plena, decimos que convoca al sujeto a trabajar, a asociar.
Modifica la función creadora. Es la que realiza la verdad del sujeto.
La palabra toca el registro de lo real y encuentra allí un límite, un punto de verdad para el
sujeto, sobre el cual se construyó el saber.
F S = S (+) S
Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”
Clase 2: “El fatuo millonario” (1957)
Lacan toma de Freud el chiste “Famillonario” para explicar el mecanismo del chiste en
tanto que técnica de lenguaje de la quesurge un nuevo sentido, una significación.
Menciona los mecanismos propios del inconsciente, condensación y desplazamiento.
Al hacer referencia al “completamente” de “Famillonario” dice que aquí se produce
el fenómeno la cosa inesperada, el escándalo de la enunciación, a saber ese mensaje inédito,
ese algo del que no sabemos incluso todavía lo que es, que no podemos todavía nombrar, y
que es "Famillonario", algo de lo que no sabemos si es un acto fallido o un acto logrado, un
resbalón o una creación poética. Puede serlo todo a la vez, pero precisamente conviene que
nos detengamos en la formación, sobre el estricto plano del significante del fenómeno.
El chiste nos revela las relaciones del Icc con el significante y sus técnicas (metáfora y
metonimia).
Grafo del deseo-código-mensaje
- FAMILI AR (Tiempo de esbozo de la intencionalidad que parte del Yo)
- MILLI ON AR IO (El “millonario” domina al yo y aparece el ICC)
- FAMILIONARIO (Tiempo de condensación donde se manifiesta el deseo e irrumpe
ICC). En este tiempo se condensan las cadenas del discurso y del significante: mensaje que
resulta de una violación del código)
Se produce el chiste porque hay otro que lo sanciona como tal.
El chiste contiene valor del mensaje.
El famillionario es un lapsus si nadie lo percibe. Hace falta un Otro que lo sancione como
chiste para que adquiera cierto valor.
Función significante: en tanto que significante que escapa al código, hay ahí algo nuevo
que aparece, que puede ser anudado al resorte mismo de lo que se puede llamar el progreso
de la lengua, su cambio.
Las funciones esenciales del significante (metáfora y metonimia), en tanto que son aquellas
por donde, la reja del significante cava en lo real lo que se llama el significado, literalmente
lo evoca, lo hace surgir, lo maneja, lo engendra. Algo opera de manera ajena a nosotros y
va a surgir una verdad.
En todo acto de lenguaje, la dimensión diacrónica es esencial, pero hay
una sincronía implicada, evocada por la posibilidad permanente de sustitución inherente a
cada uno de los términos del significante.
La condensación es una forma particular de lo que puede producirse al nivel de la función
de sustitución. Es en una relación de sustitución donde nosotros debemos ver el resorte
creador, la fuerza creadora, la fuerza de engendramiento de la metáfora. Es por la vía de la
metáfora (sustitución de un significante por otro en cierto lugar), que se crea, no solamente
la posibilidad de desarrollo del significante, sino la posibilidad de surgimiento de sentidos
siempre nuevos, yendo siempre a ratificar, a complicar, y a profundizar, a dar su sentido de
profundidad a lo que es pura opacidad.
Luego da un ejemplo de la palabra “aterrado”:
En el diccionario el sentido de la palabra "aterrado"...contrariamente a lo que una persona
creía, "aterrado" no tiene originalmente y en muchos de sus empleos el sentido de
impresionado de terror, sino el de caído en tierra.
Pero observen que no es para nada porque originariamente es eso que está ahí el interés de
la cosa, que el "ser" que está en el "aterrado" quiera decir terror, que el terror es
introducido; que, en otros términos, la metáfora no es una inyección de sentido, como si eso
fuera posible, como si los sentidos estuvieran en alguna parte aunque sea en un reservorio.
La palabra "aterrado" no aporta el sentido en tanto que tiene una significación, sino en tanto
que significante, es decir que, teniendo el fonema "ter", tiene el mismo fonema que está en
"terror". Es por la vía significante, es por la vía del equivoco, es por la vía de la homonimia,
es decir de la cosa más sin sentido que pueda haber, que viene a engendrar este matiz de
sentido, que va a introducir, que va a inyectar, en el sentido ya metafórico de ''abatido", este
matiz de terror.
La función del significante es la de estar desprovisto de sentido, su característica es ser
pasible de ser sustituido.
Seminario 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”
Clase 2: “El inconsciente Freudiano y el nuestro” (1964)
N P
NP . DM c
x
DM Obj. De deseo
(niño)
La “x” es un enigma. ¿Qué convoca ahora la madre al lugar de su objeto de deseo? El niño
ya no obtura la falta y el circuito del deseo se pone en marcha, se genera así un nuevo
efecto de significación.
NP
DM
Negativo
NO SER
-
Agente: Padre imaginario. Padre terrible
Intervención que opera: Privación. El padre imaginario priva al niño en lo real sobre un
objeto simbólico a nivel significante.
Sobre qué objetos: A la Madre “no reintegrarás tu producto”, al niño lo saca del lugar
del falo (prohibición del incesto).
Relación al deseo: Deseo materno (x) deseo tachado. No puede ser completada por el
niño (padre)
Relación al falo: Pasaje de la dialéctica del señuelo, (cuerpo del niño como falo)
descompleta al niño (-no)
N P
“La intervención del Nombre del Padre inscribe el falo simbólico () en el universo del
significante; será un significante reprimido primordial que como no puede ser accedido, se
lo metaforiza en otros significantes. El universo de los significantes pasa a estar
gobernado por el falo y es a raíz de la Metáfora Paterna, que inscribe el falo, que toda
significación es fálica.”
Es una operatoria del lenguaje. Como falla de la metáfora mencionamos que por un lado
salva al niño de la omnipotencia materna, pero por otro lado lo somete a la ley del padre.
El falo sostiene el vacío que arma la estructura, la inscripción en lo Simbólico de la falta; el
deseo se estructura en la falta, de una manera particular en cada sujeto.
El falo es soporte de la construcción subjetiva y es el también el eje del complejo de
castración. Tanto el deseo del Otro como el falo están marcados por la barra significante y
es por esa vía que tanto el hombre como la mujer se introducen en el complejo de
castración. A partir del descubrimiento de la castración en la madre, el falo se convierte en
la barra misma del algoritmo, en la razón del deseo. El Otro, encarnado por la madre, es el
lugar desde el cual el mensaje es sancionado, pero al ser barrado siempre le falta un
significante. (De esta manera hay goce del lado de la madre. En cambio para Freud, el goce
iba por el lado del hombre. Tenemos como referencia “Tótem y Tabú”).
La barra del algoritmo es lo que rompe la unidad del signo dando como resultado que haya
un resto que escape a la significación.
El falo se define a partir de la falta, por eso es esencialmente de la madre. Denuncia una
falta que anuncia al SER. Va a ser el significante que indica al SER. Va a orientar para el
sujeto aquello que es el Deseo del Otro.
NP (A)
φ
Positivo
TENER
+
De los 3 tiempos se desprende la posición sexuada.
La salida del complejo de Edipo es diferente, como todos saben, para la mujer, pues, para
ella, esta tercera etapa, como dice Freud, para ella, es mucho más simple, ella no tiene que
hacer esta identificación ni que conservar este título para la virilidad; ella, ella sabe dónde
está, ella sabe dónde tiene que ir a tomarlo, es del lado del padre, hacia aquél que lo tiene
Lacan dice que hay identificación al tipo ideal de su sexo, es decir, del sexo que asume.
Introduce la asunción del sexo. No hay proporción entre los sexos, sino que un sujeto en
lugar de viril o femenino. No es propia del acto sexual la posición viril de un hombre o una
mujer, es decir, no es por la cópula que define su posición.
Hay un acto de asunción a través del cual el sujeto va a asumir o no lo real de su cuerpo
biológico. La sexualidad biológica no está asegurada. Esto está articulado a lo simbólico.
Cita el siguiente aforismo “no hay relación sexual”, porque el sujeto busca algo del orden
del falo. La conjunción entre los partenaires se da a partir del falo. En el partenaire va a
buscar el falo, ya sea porque “lo es”, o porque “lo tiene”.
Modos de inscripción:
El Nombre del Padre se inscribe Neurosis
A partir de la inscripción del significante simbólico falo, hay campo metafórico, hay lógica
fálica. Se producen formaciones del Icc (sueño, fallido, etc.).
La metáfora paterna anuda la ley al deseo. Si no hubiera castración no habría falta y por lo
tanto no habría deseo.
El Nombre del Padre no se inscribe Psicosis
El niño no sale del lugar de objeto de deseo de su madre. A esto se lo conoce con el nombre
de Forclusión. El aparato psíquico de un psicótico no tiene falta, ya que no se produjo la
represión. Por ello se habla de un Icc a cielo abierto, ya que no hay veladura posible; no se
acuña lo simbólico.
No hay castración, pues esta es simbólica. El otro totaliza saber y goce, no es un Otro
barrado.
El Nombre del Padre se inscribe con fallas Perversión
Hablamos de Denegación. En este caso, la privación no termina de constituirse.
Lacan analiza la homosexualidad masculina, como caso particular de la perversión. Un
padre demasiado enamorado de su mujer, al punto de no poder privarla del goce de su hijo
(y al hijo del goce de la madre); una madre que reniega de la intervención del padre, la
desconoce, porque es ella la que le hace la ley al padre y no al revés. En estos casos se
produce el quiebre del goce, el desanudamiento que implica la intervención del padre; el
niño “no sabe a qué santo encomendarse”, pero no se produce un nuevo sentido y el
reanudamiento con el falo que ocurre cuando el padre ocupa el lugar del falo de la madre.
El padre no puede darle herramientas porque la madre reniega. ¿Cómo supera el niño esta
circunstancia? Si se identifica con la madre como quien no se dejó privar, no se dejó
castrar; como el lugar donde resguardarse de la intervención del padre no identificará con
los rasgos viriles del padre y luego buscará en su partenaire a quien tenga en lo real el falo
que él no pudo inscribir en lo simbólico.
Freud: varón amenaza de castración.
nena envidia del pene.
Lacan: El sujeto se identifica a un ideal (invistiéndolo de falo o tomando sus emblemas).
Fantasma:
El fantasma es esencialmente simbólico. La realidad en la que vive el sujeto está teñida
fantasmáticamente. En el neurótico hay una necesidad estructural de constituir el fantasma.
“El fantasma es una respuesta al enigma del Deseo del Otro”.
Lo enigmático del Deseo del Otro lo angustia. Entonces el fantasma es una respuesta a ese
engima. Gobierna la vida del sujeto. Es un intento de obturar la falta, de tramitar y alojar lo
traumático. Es un efecto de construcción. El deseo queda enmarcado en el Fantasma.
Para que surja el fantasma, primero tiene que haber una pregunta por el deseo del Otro,
debe existir un espacio de interrogación, sino no se da la respuesta. Tiene que haber Otro en
presencia-ausencia. Esto va a ser el germen de la construcción fantasmática. Es un
constructo esencialmente simbólico e imaginario que intenta velar lo real.
Es desde la frase de donde podemos algo del orden del Deseo.
Seminario 14: El fantasma es una imagen coagulada. Lo podemos construir en una frase, es
un efecto de construcción. En la frase podemos ubicar algo del orden del Deseo. Es fruto de
la articulación del significante. Es una frase con una estructura gramatical que parece
articular esta lógica del fantasma.
Seminario 15: Lacan hace referencia al sujeto como un sujeto que pasa al acto, que
actúa. Se busca romper con la fijeza. Hay que hacer que el fantasma sea mas lábil. No hay
que extraerlo porque lo que construyó es lo que le permite atravesar la realidad.
El sujeto viene marcado por el Otro en tanto hay una construcción activa. Somos
dependientes pero no tan inermes. Hay una necesidad del Otro para la construcción
subjetiva pero con cierta actividad en el recorrido. Hay cierta responsabilidad del sujeto en
su posición (es la cara curable del síntoma).
$◊a
Matema del fantasma:
1) Empuje o Drang:
Es la tendencia constante a la descarga pero no es la descarga en sí misma. Es algo que
fuerza al sujeto a trabajar permanentemente. No procede por ritmos sino que es constante y
ello hace que la pulsión no pueda subordinarse a lo biológico.
2) Objeto:
Nunca el objeto va a estar a la altura de lo esperado. Es necesario pero contingente en la
medida de que puede ser cualquier objeto que puede estar velando el verdadero objeto
perdido en tanto objeto a. Ese objeto está obturando una falta un vacío. La pérdida está en
el encuentro con el Otro. Las respuestas no lo colman, ahí aparece el objeto como pérdida.
Punto de insatisfacción donde se instaló la pérdida.
3) Meta:
La meta o fin es un imposible estructural. La meta conlleva a la satisfacción. Lo que se
encuentra nunca es lo buscado. Los síntomas dependen de la satisfacción, satisfacen algo
que para el sujeto le es ajeno.
La pulsion lo posee al sujeto, hay algo que empuja, que retorna mas allá del sujeto.
¿Cuál es el fin de una pulsión parcial?
La satisfacción. Pero que no es en el objeto sino en el trayecto. Esta es una paradoja que
Lacan explica con dos referencias en ingles: aim y goal.
Aim: es el trayecto de retorno a la fuente. Pedirle a alguien que busque algo indicándole por
donde. El camino que debe recorrerse. Hay algo que se contenta, algo se satisface en el
trayecto.
Goal: es el acierto, no es el fin en sí mismo sino el haber acertado.
Salir del interior de la fuente, rozar la zona erógena, realizar el trayecto, contornear el
objeto a y encontrar el camino de retorno a la fuente que es la zona erógena.
Camino de bucle alrededor del objeto a, que hace retornar a la zona. Cuando se fija en el
sujeto se habla de forma particular de goce.
4) Fuente:
La fuente siempre tiene estructura de borde. Son las demandas del Otro que van a
erogenizar estas zonas (boca, ano, orejas, ojo). Es el Otro quien los significa. La fuente se
activa a partir de las demandas del Otro. Por ejemplo: comé. Es lo que diferencia al deseo
de la pulsión.
Destinos de la pulsión:
Toma los mismos 4 que toma Freud:
- Represión
- Trastorno hacia lo contrario
- Vuelta hacia la persona propia
- Sublimación.
Pero para Lacan queda abierta la pregunta de si la sublimación es o no un destino de
pulsión. En la sublimación la meta está inhibida en su fin.
Sublimación se define como diferente de síntoma.
El síntoma psicoanalizable, ya sea normal o patológico, está sostenido por una estructura
idéntica a la del lenguaje. Algo del orden del Deseo que habita al sujeto puede leerse, va
por la vía del significante, de la palabra.
En el seminario 20 dice que es una formación particular del inconsciente, analizable,
condición constituyente.
El síntoma tiene una función defensiva. Es una forma de ligar la angustia. Es molestia y
solución, vehículo de goce, le aporta cierto camino de situación gozosa. El síntoma como
solución hay que quitarlo, nos confronta con lo incurable. El sujeto va a tener que hacer
algo creativo.
Si el sujeto se identifica con esa modalidad de gozar, puede producir con esa modalidad.
Por ej.: paciente “Miranda” que se dedica a estudiar diseño gráfico. No se puede modificar
su modalidad de goce, pero puede encarrilarse vía sublimación.
Lacan habla de síntoma y sinthome:
Llama sinthome a esta incidencia de goce sobre el cuerpo que tiene el significante. Crea el
concepto de sinthome precisamente porque está más allá del fantasma. Se refiere al cuerpo
en tanto goza intensamente por el hecho del significante.
La pulsión es la cara no interpretable del síntoma, su cara real, cara real del goce, por eso es
tan resistente. Es incurable, nada se puede hacer mas que señalarla, indicar la modalidad de
satisfacción pulsional. Hacer que el sujeto pueda ver cual es su goce singular, que se corra
de la singularidad gozante. Lo pulsional está relacionado a la singularidad del sujeto; allí se
puede captar la partícula de Real que habita al sujeto.
Es una fuerza de empuje. Es un elemento que da peso clínico, la forma en que el paciente
satisface algo del orden del goce (goce como extrañeza de satisfacción). El sujeto se abraza
a cierta modalidad de goce.
“Eso goza en el paciente”, no es que el sujeto goza con la pulsión. El sujeto lo vive como
algo exterior, por eso lo vive como algo ajeno. Es una modalidad extraña de satisfacción.
El inconsciente en algún punto se va a ligar con algo del orden del síntoma, y la pulsión es
precisamente un montaje de diferentes elementos, que lo hacen a través del objeto perdido.
Hay algo que se agrega, no es una totalidad.
La Demanda del Otro impacta en la dimensión de la pulsión, “mirame”.
Características de la pulsión:
- Las pulsiones son parciales, ya que se satisfacen autoeróticamente.
- No hay relación sexual, sino que se toma al otro como instrumento autoerótico, se
satisfacen las pulsiones parciales de cada quien quiere.
- El amor (orden de lo imaginario) viene a velar esto autoerótico, a velar lo real de la
sexualidad. La transferencia es una puesta en acto de la realidad del inconsciente en tanto
que es sexualidad.
- Dimensión activa de la pulsión: nos transita, nos mueve. Hay un contorneo pasando por el
campo del Otro, bordes intervenidos por el Otro.
Matema de la pulsión: $ ◊ D
Sujeto en relación a la Demanda
La pulsión es a partir de la intervención de la Demanda del Otro. Habla de los bordes, de la
función de autoerotismo, de las zonas erógenas y de apertura y cierre. Una delimitación de
una zona erógena, es un corte en el cuerpo y corte también respecto del objeto; un recorte
de un significante en el cuerpo. No hay una cuestión evolutiva ni de maduración en la
pulsión, sino que es por dicha intervención del Otro que se pasa de la oralidad a la analidad.
Hay algo que se satisface mas allá de la función orgánica y a su vez se desprende por entero
de dicha función.
La manifestación de la pulsión es en un sujeto acéfalo, p. e.: “mi cuerpo me domina”. No
hay objeto, se intenta satisfacer en el recorrido. No se establece sin el Otro. Se anuda al
registro del cuerpo. El sujeto identifica la falta del Otro en su demanda “¿Qué quiere el
Otro de mí?”.
Es marca y motor, del orden de lo real.
Diferencia con el Deseo:
El deseo va por otro lado, no va por el organismo. El deseo es objeto metonímico, deseo del
deseo del Otro. No es marca en el cuerpo, sino marca en el inconsciente, pura dimensión
simbólica. Es efecto de la Demanda del Otro y se inscribe, queda sellado.
En resumen:
- Ambos se constituyen a partir del encuentro con el Otro.
- Deseo: proviene del orden de lo simbólico. No participa el cuerpo.
- Pulsión: proviene del orden de lo real. Participa el cuerpo. Aparecen y desaparecen. No
hay correlato biológico, es decir, el paso de una etapa a la otra está determinado por la
Demanda del Otro. Sujeto acéfalo de la pulsión.
Unidad 6: “Causación del sujeto”
Seminario 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis”
Clases 16 y 17: “Alienación y Separación – Afanisis”
Sujeto del inconsciente no se nace, se deviene. Se deviene $ mediante la
operación Causación; operación como las operaciones matemáticas, que pone en relación
un elemento con otro mediante algo.
En la Causación los elementos que se ponen en relación son el $ y Otro barrado; el Ser y el
Sentido; el Ser y el Lenguaje.
Esta operación tiene dos movimientos:
Alienación
Separación
Alienación:
La Alienación es el primer movimiento de la operación Causación y es a su vez una
operación. Del encuentro del Ser con el Sentido,
SER
SENTIDO
$
La falta del Otro es el significante ante el cual todos los demás significantes representan al
$.
El significante que ordena al resto, que organiza la cadena, es el significante Nombre del
Padre, Falo, que es el único que no tiene par opositor y es el significante que nombra a
todos. Es el significante rector del aparato y que permite que todas las cadenas significantes
se generen. El falo se inscribe (en neurosis y en perversión –aunque con fallas en este
último caso-) o no se inscribe (en psicosis); no existe inscripción parcial del Falo.
Separación:
Es en la pérdida, la caída, de la intersección entre en $ y el A/, la caída del objeto a que
aparece la Separación. Separación que es separación de la cadena significante del Otro que
lo aliena, no separación del Otro. Es una operación de retorno a modo circular, pero no es
recíproca, es decir que entre las operaciones de Alienación y de Separación no hay
complementariedad. La Alienación implica una pérdida, pero la Separación no es el
recupero de esa pérdida. Si la Alienación es la captura en la cadena significante la
Separación es un ataque a la cadena significante. Esto se ve en los niños, cuando llaman
guau a un gato; no hay una confusión, sino una intención de equivocar, de cuestionar eso
que viene del campo del Otro, la cadena significante. Lo mismo ocurre con los “¿por qué?”
infantiles, que no buscan un saber sino llevar al Otro al punto donde se muestre en falta. Es
hacer que esté vigente la falta, se vale de esa falta, se apoya en ella.
Hay aquí dos faltas:
La falta por el lado del Otro, que al hacerla aparecer, aparece también la angustia. Se
invierte así el tema de “estar capturado” ¿quién captura a quién? ¿quién es el amo?
El infans responde a la falta del Otro con su propia falta; la pérdida del infans es
igual a aquella que habilita la falta en el Otro, se localiza en esa falta del Otro. El infans
aparece como siendo el que puede faltarle al Otro “¿qué pasa si yo me muero?” buscando
saber qué son ellos en el campo del Otro. Es un cambio de posición en el que, mediante una
torción, el infans se torna amo de la situación. Esta torsión es un cambio de posición, donde
se pasa del adentro al afuera sin que se haya atravesado ninguna superficie
Hay una superposición de faltas, una falta recubre la otra falta; señala, descubre una falta y
la completa; se ubica la localización de la falta en el campo del Otro y al mismo tiempo se
constituye como aquello que hace falta en el campo del Otro. Es la localización más radical
de la pérdida y de la falta; él mismo puede perderse. Será el fantasma lo que dará sentido a
esta situación. La separación se ubica en la hiancia. Es en la separación que empieza a
perfilarse el encuentro con lo enigmático del campo del Otro, “¿Qué me quiere?”.
La Separación no anula la Alienación, la suma de ambas operaciones da cero, pero una no
es la contraria de la otra. La separación es apoyarse en lo que se inscribe en la Alienación
como falta, como pérdida.