Psicoanálisis de Escuela Francesa

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Psicoanálisis de Escuela Francesa

Unidad 1: “El imaginario humano”


 
“Clase sobre Real, Simbólico e Imaginario – Articulaciones Freud y Lacan” (Eduardo
Said):
 
En “Estudios sobre la Histeria”, Freud supone la estructuración del aparato psíquico como
una estructura estratificada, que implica un ordenamiento por estratificaciones con un punto
nuclear llamado “núcleo patógeno”.
Plantea 3 planos:
 
1)  Ordenamiento LINEAL CRONOLÓGICO, “el decir del sujeto”.
2)  Ordenamiento SINCRÓNICO, por ESTRATIFICACIONES.
3)  NUCLEO PATÓGENO.
 
Lacan lo relacionará con 3 niveles o registros; por fuera de ellos no puede pensarse nada de
la vida analítica Están siempre enlazados, anudados en un NUDO BORROMEO. El nudo
muestra la forma de subjetividad, la que anuda una 3ra. dimensión de la falta que habita al
sujeto deseante.
1)  IMAGINARIO – Lineal Cronológico:
 
Implica la imagen de completud y de fragmentación corporal. Tiene que ver con la
dinámica de lo imaginario, con el yo, con la consistencia, con la atribución del sentido. Es
el lugar mas frecuente que habitamos y que nos habita. Es completud de sentido, saturación
de sentido sin resto.
Lo imaginario implica desconocimiento que implica también reconocimiento.
La imagen tiene una doble función: obturar y denunciar un hueco, pero esta función es
descubierta desde el registro simbólico.
La condición central humana tiene que ver con ser parlante. Este nivel se ordena
diacrónicamente (a través del tiempo), porque un significante sucede a otro, única forma en
que las cuestiones pueden adquirir sentido.  Cuando el discurso ordinario falla, transita algo
del deseo, quiebra el mecanismo discursivo regido por la lógica del sentido que implica un
ordenamiento por estratificaciones. Es el registro del narcisismo, el Yo en el cual nos
reconocemos, aquello que nos ofrece una continuidad. Por ej.: “Hace unos años era de tal
forma, ahora soy de otra”. Uno se reconoce.
 
2)  SIMBÓLICO – Sincrónico, por estratificaciones:
 
Nos remite al significante y sus leyes.  Todos los significantes están disponibles. El
significante produce un orden y una pérdida al mismo tiempo. Es el significante el que hace
que algo falte. El inconsciente se manifiesta en acto, en el discurso.
En la medida que uno habla se producen encadenamientos simbólicos, se producen
elecciones.  Freud plantea que el sujeto del deseo ICC se produce en esa sustitución, en esa
articulación entre un Significante y otro. Lo simbólico es el producto de la discontinuidad,
teniendo la falta como eje. Se manifiesta un quiebre en el discurso, una HIANCIA,
aparecen lapsus, fallidos. Allí circula algo del deseo inconsciente del sujeto. Se produce una
apertura a la producción de un saber inconsciente.
La intervención analítica se apunta en esa apertura, el saber ICC revela la posición del
sujeto, su singularidad.
Esta es la dimensión estratificada, de capas sustitutivas a producirse en un análisis, a ser
leídas y transcriptas en un proceso subjetivante.
 
3)  REAL – Núcleo Patógeno o Represión Primaria:
 
Estaría en correspondencia con la insistencia de lo nuclear del trauma fundante que no tiene
representación. El ombligo del sueño. Lugar de habitación del deseo sexual infantil
reprimido.  Este núcleo encuentra formas de soldadura vía fantasías ICC. No cesa de no
inscribirse.
Lacan lo definió como “lo imposible”.  A medida que hay una aproximación a una
revelación de verdad que habita al sujeto, el discurso no avanza con tanta fluidez, la
asociación se detiene.
Si hay intervención analítica, hay posibilidad de producir un saber ICC, que podrá
rearticular esta batería simbólica que habita el sujeto parlante.  Si se postula la batería del
Significante como hipótesis se puede pedir a alguien que asocie libremente.
La caída de la inmediatez es efecto ulterior (que se sucede, que se hace después de otra
cosa) al transito por Edipo y Castración.  Eso queda borrado y lo que queda es el
FANTASMA.  Se hace presente un REAL que tiene que ver con el objeto, con formas de
presencia del objeto que debería estar ausencia.
Simbólico e Imaginario intentan velar lo Real.
Un chico va a tener que sufrir pérdidas y va a tener que encontrar una forma de instalarse
con respecto a esto.
Lacan menciona 3 tipos de pérdida:
         Goce (real) Ej. Va a tener que desprenderse del cuerpo materno, lo que se alucina va
en lugar de esa pérdida
         Amor (imaginario) Ej. No va a ser la única localización fálica de la madre. 
Hermanos.
         Saber (simbólico) Ej. Límite en el campo del saber, creará sus propias conjeturas,
teorías sexuales.
Estas 3 pérdidas, pueden ser leídas como 3 dimensiones de la falta. La subjetividad en
juego es la que anuda este triple agujereamiento.
El NUDO BORROMEO que enlaza una forma muy particular de R-S-I, muestra la forma
de “subjetividad” la que anuda una triple dimensión de la falta que habita el sujeto
deseante.
Lacan ubica la noción de sujeto en psicoanálisis en relación a la articulación significante.
 
 
 
Escritos 1:
“El estadío del Espejo como formador de la función del yo (je) tal como se nos revela en la
experiencia psicoanalítica” (1949)
 
 
La cría de hombre, desde los seis meses aun sin dominio de la marcha y de la postura en
pie, reconoce ya, con un ajetreo jubiloso, su imagen en el espejo. El otro le da una unidad
de sentido. Esto es considerado como un acto de inteligencia.Ese acto rebota en el niño en
una serie de gestos en los que experimenta una relación que va desde los movimientos
asumidos de la imagen, a la realidad que es su propio cuerpo.
Hay un recorte temporo-espacial.
 
La función de la imago en el estadío del espejo es establecer una relación del organismo
con su realidad, la imagen que se refleja en el espejo se da en la alucinación. En el plano
imaginario “yo soy ese que está ahí”.
 
El estadío del Espejo es una identificación, transformación producida en el Sujeto cuando
asume una imagen, en tanto la imagen a la que se identifica es Otro. El Otro a través de la
mirada le otorga una unidad de sentido. El Otro lee desde el lenguaje (eje simbólico  icc)
 
Esta imagen representa la matriz simbólica en la que el Yo (moi) se precipita en una forma
primordial, antes de ingresar en la dialéctica de la identificación con el Otro y antes de que
el lenguaje le otorgue su función de Sujeto (Sujeto del Icc, porque el Icc se estructura como
un lenguaje)
 
Esta forma primordial se designa como Yo ideal, y va a ser el tronco de las identificaciones
secundarias.
 
Esta forma (Yo Ideal) sitúa al Yo en una línea de ficción irreductible para siempre, porque
hablamos de una forma total del cuerpo (Gestalt), la cual simboliza la permanencia mental
del yo. La forma es mas constituyente que constituida, porque el Yo se constituye en el
campo del Otro. El niño nace prematuro, donde necesita aún de un desarrollo biológico
para constituirse. La imagen de sí que logra en el estadío del espejo le va a otorgar por
primera vez la unificación de su cuerpo, lo cual va a ser un avance para su prematuro estado
biológico. Lacan dice que hay una “prematuración específica en el nacimiento del hombre”.
Hay una discordancia primordial, entre lo que ve en el espejo, y su desarrollo biológico.
El Yo ideal es la primera forma en la que el Yo se aliena, que es la unidad del cuerpo en la
imagen. Es el punto de partida del Yo, y permanece como exigencia formal de perfección.
El Ideal del Yo es el lugar desde el cual el sujeto es mirado, es un mecanismo de
introyección a partir de la intervención simbólica del significante.  
 
El estadío del espejo es un drama, porque parte de la insuficiencia (motriz) a la anticipación
del dominio que aún no posee. El sujeto presa de la ilusión de la identificación, maquina
fantasías que se sucederán desde: una imagen fragmentada del cuerpo, hasta una forma
ortopédica de su totalidad (Esta viene de afuera) y a la armadura por fin asumida de una
identidad enajenante (alienado) que marca su desarrollo mental.
 
A partir del Estadio del Espejo se conforma el Yo, a partir de una imagen ilusoria de unidad
enajenante. Aquello que genera una ilusión pertenece al campo de lo imaginario.
Hay un 1er. y 2do. tiempo que son lógicos, pero no cronológicos. En el primer tiempo se
dan la totalidad y la anticipación, anticipa un dominio a nivel de la imagen que todavía no
posee a nivel motriz. Este primer tiempo re-significa la insuficiencia y la fragmentación. A
partir de la totalidad uno da cuenta de la previa fragmentación, es decir, no podemos estar
fragmentados sino conocimos la fragmentación.
 
El Yo se constituye en un lugar externo, para lo cual necesitamos de la función del Otro, ser
algo para alguien, es decir, ocupar un lugar en el deseo del Otro. A partir de la falta se
constituye el aparato psíquico. Es el Otro el que alojará al infans en el hueco de su
castración. Si el niño no tiene para ese Otro lugar de falo, no podrá constituirse como un yo.
Se necesita sistemáticamente reconocimiento en el Otro.
 
En cuanto a las pulsiones hay un antes y un después del estadio del espejo. Antes del
estadio del espejo hay un dinamismo libidinal problemático, o sea, anarquía pulsional,
fragmentación. En el Estadio del Espejo se produce una identificación en donde la imagen
se integra. Esto conlleva  la unificación pulsional, un ordenamiento de las pulsiones, lo que
no quiere decir que haya una sola pulsión, sino que las pulsiones se limitan unas a otras lo
que se denomina intrincación pulsional. Decir unificación de las pulsiones, es la
construcción de un cuerpo, el cual deja de ser soma biológico para constituirse como
cuerpo erógeno, el cual se da en el campo del significado. Llamamos narcisismo primario a
la carga libidinal propia de ese momento.
 
El Estadío del Espejo es un elemento fundante de la estructura psíquica. Le otorga fijeza,
identidad, permanencia, consistencia al Yo. Cualquier cosa que lo saque de esa unidad lo
siente como amenaza. El estadio del espejo concluye con la noción del otro con minúscula,
con el complejo del semejante. La estructura del pensamiento en este momento es
paranoica. Tienen que ver con la amenaza permanente ante aquello que lo conmueva de ese
lugar, de esa totalidad. El otro lo remite a su propia fragmentación.  Dimensión
característica paranoide del yo.
Este momento en que termina el estadío del espejo inaugura, por la identificación con la
imago del semejante (que es reconocer al otro, y que el otro me reconozca) y el drama de
los celos primordiales, la dialéctica que desde entonces liga al Yo con situaciones
socialmente elaboradas (él es uno entre otros, pero no es el único). El estadío del espejo
concluye con la formación del Otro como semejante e implica que el primer objeto para el
infans es el Yo, que viene desde afuera y no de sí mismo. El Yo se constituye y queda
instalada una amenaza permanente a su integridad.  Dimensión de la agresividad: no hay
2 en el lugar del narcisismo.
Transitivismo infantil: soy en el lugar del otro. Intentar ser idéntico a sí mismo.
El saber humano se vuelca a la mediatización del deseo del otro, busca ser elegido, se da la
rivalidad del otro y hace del yo ese aparato para el cual todo impulso de los instintos será
un peligro.
 
El Yo se constituye como producto de una identificación, no se nace con un Yo. Aquí se
produce la base paranoica del conocimiento humano, donde el Yo siempre está amenazado.
El estadio del espejo funda el narcisismo primario.
 
      El movimiento trae:
 
         Identificación: localización de algo externo  yo.
         Discriminación: yo y no-yo.
         Conformación del yo: no podemos hablar de sujeto hasta que no atravesamos el
Complejo de Edipo.
         No-sujeto, sino yo Ideal: lo que se proyecta como ideal.
 
 
 
En resumen: 
El yo se constituye a partir de una imagen ilusoria de unidad, enajenante, imagen que no es,
completud  que no tiene y que tapa el cuerpo fragmentado. (Ficción irreductible).
Antes de vincularse con el otro, se da la identificación con la propia imagen, el niño nace
prematuro, necesita de otro que lo asista a sus necesidades, que interprete lo que necesita en
esta experiencia, ve su imagen en el espejo y se produce júbilo por la fascinación de la
imagen. 
La madre también afirma esta completud con la palabra.  
La imagen capta una integridad que no tiene pues aun no tiene dominio de su cuerpo.  
A partir de un fragmento se anticipa una totalidad que no tiene (función de
desconocimiento: se transforma en ese otro que es su imagen, desconoce el deseo ICC,
desconoce lo real).  El yo se forma a partir de algo ajeno.
El estadío del espejo concluye con la formación del otro como semejante e implica que el
primer objeto para el infans es el yo, que viene desde afuera y no de sí mismo.
El yo se constituye y queda instalada una amenaza permanente a su integridad.
El estadío del espejo tiene permanencia a lo largo de la vida del sujeto. Puede durar de
manera velada, pero es nuestra esencia. No es algo que se supera en determinado momento,
es constitutivo.
El psicoanálisis puede acompañar al paciente hasta el límite extático del “tu eres eso”.
 
 
Seminario 1: “Los escritos técnicos de Freud”
Clase 1: “La tópica de lo imaginario”(1954)
 
Lacan complementa lo que dijo en el Estadío del Espejo, agrega el registro simbólico e
intenta mostrar cuál es la función del otro en la adecuación de lo imaginario sobre lo real.
El estadío del espejo no es simplemente un momento del desarrollo, cumple una función
ejemplar que nos revela la relación del sujeto con la imagen.  Tiene una presentación
óptica.
La imágenes ópticas algunas son virtuales (subjetivas) y otras reales.  Pero podemos
producir imágenes virtuales de objeto que son las imágenes reales. (Objeto virtual).
Para que haya óptica es preciso que a cada punta le corresponda un punto y solo uno en otro
espacio que es el espacio imaginario (sin esto no puede haber ni simbolización).

Hay 3 leyes de la óptica:


         Bipartición del espacio
         Correspondencia biunívoca: correspondencia de cada punto de lo real en lo
imaginario
         Simetría
En la relación del espejo hay una proyección en función de una imagen que produce un
dominio anticipado, imaginario que provoca una enajenación en tanto se es en otra parte.  Y
la introyección es simbólica en tanto se introyecta la palabra del otro.
 
En el estadío del espejo: la sola visión de la forma total del cuerpo humano brinda al
sujeto un dominio imaginario de su cuerpo, prematuro respecto al dominio real (cuando se
integran las funciones motoras y maduración fisiológica)
 
El sujeto anticipa la culminación del dominio psicológico y esta anticipación dará su estilo
ulterior del domino motor efectivo.
Es esta la aventura imaginaria por la cual el hombre por primera vez experimenta que él se
ve, se refleja y se concibe como distinto, otro de lo que él es, que estructura el conjunto de
su vida fantasmática.
Lacan utiliza la metáfora de las flores y el florero para conceptualizar la formación del Yo,
y referirse a la anticipación de lo imaginario sobre lo real, donde el niño se reconoce
unificado pero se experimenta dividido. Aquello que nos representamos no coincide con la
realidad.
El florero imaginario que contiene el ramillete de flores real, es como podemos
representarnos antes del nacimiento del yo y su surgimiento como sujeto.
Significa que en la relación entre lo imaginario y lo real y en la constitución del mundo que
de ella resulta, todo depende de la situación del sujeto. 
La situación del sujeto, está caracterizada por su lugar en el mundo simbólico, en el mundo
de la palabra. 
Espacio real e imaginario se confunden, y para que eso no suceda el resorte simbólico es
esencial. Sirve para dirimir donde está ese sujeto. Uno ve algo allí donde no está, la
subjetividad está comprometida. Tiene la ilusión de que las flores están en el florero. Por
ej.: arcoíris, oasis, agua sobre el asfalto. El florero invertido sirve para introducir lo
simbólico.
La ley de la palabra humaniza al hombre, cuando se produce el llamado se establece la
dependencia. El acto de la palabra es un funcionamiento coordinado en el mundo de lo
simbólico; típico y significativo. Por el simbolismo se ordena el mundo del sujeto.
El Otro desde la voz vehiculiza. La inclinación del espejo dirigida por la voz.
El yo simbólico va a comandar la vida del sujeto.
Mientras que el imaginario recubre lo real, lo simbólico lo ordena.
No hay que quedarse con las explicaciones imaginarias del paciente respecto del
padecimiento. Son válidas, pero hay que ver la matriz simbólica que lo forman. Lo
simbólico opera inconscientemente en el sujeto, son inscripciones, marcas en el icc desde
las cuales vemos como opera el sujeto.
Luego Lacan cita el ejemplo de la paloma, en el cual dice que el animal no reconoce su
imagen en el exterior. La paloma ovula si la enfrentamos a un espejo. En cambio, el ser
humano es una exterioridad, nos reconocemos por fuera de nosotros, el yo está fuera
nuestro.
En el ser humano no coinciden lo imaginario y lo real, hay un terrible desorden que es vital.
Por ej.: “nací en un cuerpo equivocado”.

Se muestra el mundo imaginario y real en el mundo psíquico:


 
Un espejo esférico produce una imagen real, se produce en el mismo lugar y tiene el mismo
tamaño que el objeto).
Ponemos sobre una caja hueca un florero en el centro por debajo se coloca un ramillete de
flores.
El ramillete se refleja en la superficie esférica, para aparecer en el punto luminoso
simétrico, dada la propiedad de la superficie esférica, todos los rayos que emanan de un
punto dado aparecen en el mismo punto simétrico y forma una imagen real.  Se vera el
ramillete imaginario en el cuello del florero
La ilusión reside en ver las flores  que en verdad están ocultas por la caja en el florero.  El
ramo cuando aparece en el florero es una imagen real.
Ramo invertido, se coloca en la caja el florero, entonces las flores serán reales y el florero
una imagen real luego de la ilusión.
Un espejo plano; la imagen real se constituirá como virtual y lo mismo con las flores. Los
objetos e imágenes reales frente a un espejo plano producen imágenes virtuales.
 
El modelo da cuenta de la formación del yo y su función de desconocimiento: la forma total
del cuerpo del infans brinda al sujeto un dominio imaginario de su cuerpo, prematuro
respecto al dominio real.
 
La caja representa a ustedes y el ramillete son los instintos y deseos, y los objetos de deseo
que se fasean.  El ojo no se fasea esta fijado allí.
Si el espejo está inclinado, la matriz simbólica estará en clenque y la ilusión no se
producirá. La inclinación del espejo está dirigida por la voz, la palabra tiene que ver con lo
simbólico. Sin el Otro no soy nada.
Acorde a como el sujeto este posicionado va a ser el armado de su realidad.  La
constitución depende de los 3 anudamientos.
 
Unidad 2: “Necesidad, Demanda y Deseo”
 
Seminario 1: “Los escritos técnicos de Freud”
Clase 13: “La báscula del deseo” (1954)
 
El yo (je) se constituye, en una experiencia de lenguaje, en referencia al tú y que lo hace en
una relación donde el otro le manifiesta... ¿qué? órdenes, deseos, que él debe reconocer;
órdenes y deseos de su padre, su madre, sus maestros, o bien de sus pares y camaradas.
¿Cómo lograría además reconocer sus deseos? Nada sabe de ellos.
El momento en que el estadío del espejo desaparece presenta una analogía con el
movimiento de báscula que se produce en ciertos momentos del desarrollo psíquico. Lo
podemos verificar en esos fenómenos de transitivismo en los cuales la acción del niño
equivale, para él, a la acción del otro. El niño dice: “Francisco me pegó”, cuando en
realidad fue él quien pegó a Francisco. Entre el niño y su semejante existe un espejo
inestable. ¿Cómo explicar estos fenómenos?
Hay un momento en el cual se produce para el niño, a través de la mediación de la imagen
del otro, la asunción jubilatoria de un dominio que aún no ha alcanzado. Sin embargo, el
sujeto se muestra totalmente capaz de asumir este dominio en su interior. Movimiento de
báscula...
La imagen de la forma del otro es asumida por el sujeto. Está situada en su interior, es
gracias a esta superficie que, en la psicología humana, se introduce esa relación del adentro
con el afuera por la cual el sujeto se sabe, se conoce como cuerpo...
El hombre se aprehende como cuerpo, como forma vacía del cuerpo, en un movimiento de
báscula, de intercambio con el otro. Asimismo, aprenderá a reconocer invertido en el otro
todo lo que en él está entonces en estado de puro deseo, deseo originario, inconstituido y
confuso, deseo que se expresa en el quejido del niño. Aprenderá, pues aún no lo ha
aprendido, tan sólo cuando pongamos en juego la comunicación.
Esta anterioridad no es cronológica sino lógica, no hacemos más que deducirla
En el origen, antes del lenguaje, el deseo sólo existe en el plano único de la relación
imaginaria del estadio especular; existe proyectado, alienado en el otro.
En esta relación, el deseo del sujeto sólo puede confirmarse en una competencia, en una
rivalidad absoluta con el otro por el objeto hacia el cual tiende. Cada vez que nos
aproximamos, en un sujeto, a esta alienación primordial, se genera la agresividad más
radical: el deseo de la desaparición del otro, en tanto el otro soporta el deseo del sujeto.
 
Seminario 4: “La relación de objeto”
Clase 11: “El falo y la madre insaciable” (1957)
 
En este seminario surge el tríptico de Necesidad, Demanda y Deseo.
La frustración es inherente por estructura, no es negar un objeto de satisfacción. La
frustración solo es concebible como lanegación de un Don, el cual debe ser entendido
como símbolo de amor. 
“El don principal es el don de la palabra”, porque la respuesta es un acto de palabra. El
lenguaje no lo tenemos pero habitamos en él.
El carácter fundamental de la relación de amor no supone estar frente a un objeto sino a un
Ser.  Esto significa  que el niño de entrada está sumergido en un baño que implica la
existencia del “orden simbólico”.
La frustración no funda ni sostiene el deseo, sino que el circuito del deseo va por el lado de
la falta.

La llamada es fundadora en el orden simbólico, en la medida en que la llamada puede ser


rechazada. El don se manifiesta al llamar.
Cuando está, el objeto se manifiesta esencialmente solo como signo de don, como nada a
título de satisfacción. Don: aquello que se da. El don está más allá de la relación objetal.
La madre puede rehusarse eternamente, lo puede literalmente todo, en ella aparecerá por
primera vez la dimensión de laomnipotencia, del ser real de quien depende, de forma
absoluta y sin recurso posible, el don o el no don.
El llanto debe ser codificado por la madre. Es ella quien arma su código con ese hijo, luego
decodifica cada llanto. Es necesario darle un atributo de que el llanto significa una llamada,
hay que ubicar al llamado del infans y atribuirle una significación. Un atributo del otro es
que el niño esté habitado por el código. Va a elevar el llanto al estatuto de una demanda.
Respecto al deseo, Lacan dice que es icc, reprimido, indestructible, metonímico, e
insatisfecho. Se desplaza a través del significante y no tiene objeto predeterminado que
pueda satisfacerlo o colmarlo. El infans está en puro estado de deseo, al llorar hay un Otro
que interpreta su llanto. El lenguaje como campo del Otro, esta ahí para asistirlo, es el lugar
de donde el infans va a recibir una respuesta a esto que manifiesta como realidad. El deseo
viene del Otro, el Otro provoca el deseo porque viene a raíz de lo que el Otro significa en
demanda.

El deseo es la diferencia entre la demanda y la necesidad.


 
La operación de alimentar pasa a estar atravesada por lo simbólico. Se arma entonces el
territorio de la demanda. Desde el aspecto biológico, la necesidad esta perdida. La
necesidad es el real que se pierde por que se nace al lenguaje. Todo lo que va a recibir el
infans lo va a recibir atravesado por lo simbólico, por el lenguaje. Va a estar simbolizado
por un otro. La demanda es lo que se organiza con la respuesta del otro, haciendo de esa
demanda un llamado. La demanda nunca llega a cubrir la necesidad, siempre queda un resto
permanente, el deseo, lo que no cesa de no inscribirse, el objeto a. En cambio para el
animal el circuito se cierra, no hay resto.
Entre la necesidad y la respuesta del Otro (Tesoro de significantes) hay un desacople
(inevitable), pues la necesidad del infans está en el registro de lo Real y, la respuesta del
Otro, en el plano Simbólico. 
Siempre habrá una diferencia entre la necesidad y la demanda; eso será el DESEO.
El sujeto queda a merced de la lectura del Otro. La respuesta pacifica y localiza al sujeto,
mientras que la “no” respuesta provoca caída subjetiva.
Por definición, el deseo es inconsciente, irreprimible, indestructible e insatisfecho, pues los
objetos que la realidad le brinda, son señuelos.
Somos seres comandados por la falta.
 
La necesidad sí o sí tiene que tramitarse por medio del lenguaje. La madre responde con
significantes.
Lo que Lacan llama “demanda”, está dentro del campo de lo simbólico y es lo que articula
a la necesidad y al Deseo.
La demanda es función de la palabra y el lenguaje.
Entonces, es el Otro quien responde a ese llamado e ingresa al infans al universo de
significantes.
La madre es un semejante que ocupa el lugar del Otro. Quien encarna ese Otro está barrado,
atravesado por una falta, y eso mismo hace que le pueda dar un lugar en su vida. A su vez,
el sujeto, por estar sujetado a la lectura del Otro, es también un sujeto barrado.
El don es solicitado en la demanda, en el llamado. No importa cual es el objeto en sí (teta –
chupete, etc), sino que vale porque responde a su pedido. El Otro vale porque puede dar eso
y a la vez privarlo. El infans queda sometido a la omnipotencia del Otro, depende de que el
Otro acuda a su llamado o no. El sujeto quiere que el Otro lo quiera, quiere ocupar un lugar
en el campo del Otro. Entonces no se trata de otorgar un objeto, sino de la presencia de un
ser.
Entre sujeto y Objeto va a ser necesaria la función de Otro.
En este encuentro con el Otro, la demanda no cubre todo lo que el Yo necesita. Hay un
resto que no puede ser tramitado por la demanda. Este resto retorna más allá de la demanda,
es el deseo, lo que no puede ser dicho, lo que queda entre la necesidad y la demanda. Este
resto es lo que Lacan denomina objeto ¨a¨, condición absoluta de deseo, lo reprimido
primordial. 
La necesidad queda absolutamente trastocada en el hombre.
El deseo está estructurado en la falta, de una manera particular en cada sujeto.
El falo es la razón del deseo, representa la falta en el sujeto. 

Somos hablados por una estructura simbólica que nos antecede. 


La demanda nadifica al objeto, éste pierde esencia y la gana la presencia del gran Otro. En
la dialéctica intersubjetiva la satisfacción pasa a un 2do. lugar, es decir, es mas allá de la
satisfacción pues, donde se enmarca el deseo.
Cuando hay una demanda, no se sabe bien lo que se está pidiendo porque el deseo es icc.
Entonces aparece la multiplicidad de interpretaciones. Siempre va a haber algo del orden de
la falta en el Otro. La respuesta no tiene que ir a la demanda, sino al deseo, y eso siempre
falla.
 
“El neurótico hace condescender su deseo a la demanda del Otro”.
(Condescender  acomodarse a su voluntad).
Eso lo habilita como mandato, hay marcas icc del Deseo del Otro, es como algo ajeno que
lo transita.

“El amor es dar lo que no se tiene (falo) a quien no lo es (falo)”.


 
Diferencias entre Freud y Lacan:

         Según Freud, el niño se encontraba en un estado de indefensión.


Le viene un estímulo endógeno, produce una descarga vía motriz y ante eso necesita de
un auxilio externo o ajeno que produce la acción específica.
Esto constituye la vivencia de satisfacción. Habla de alimento y sexualidad.
         Lacan, toma el auxilio externo y lo introduce como eje de la comunicación. No hay
posibilidad de lo directo entre Sujeto y Objeto, sino que va a ser necesaria la función de
Otro.
El Deseo viene del Otro. El Otro provoca el deseo porque viene a raíz de lo que el Otro
transforma en Demanda. Se interpreta el deseo sólo si hay demanda.
El deseo es interpretado y articulado pero no articulable (no puede ser dicho), cosificable,
deviene de esa significación del significante (no tiene existencia previa). Queda articulado
en los significantes de la demanda, y de ahí se desprende y se puede articular.
 
 
Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”
Clase 20: “El significante, la barra y el falo” (1958)

En el síntoma, el deseo es idéntico a la manifestación somática, que es su derecho como es


su revés. El deseo se muestra disfrazado.  El síntoma es una máscara del deseo. 
El análisis nos muestra el deseo como determinado por un acto de significación. Este acto,
lo que muestra ante de toda interpretación, es que su satisfacción está apreciado y realizado:
este acto indica lo que deja de desear más allá de la satisfacción.
Menciona el deseo como una dialéctica.  
En los animales no hay significante articulado en el mundo animal.
Es por tanto que el sujeto mientras se presentifíca en el interior de un mundo así
estructurado en la posición del otro, es que este algo que se llama identificación, se
produce.  Se va de la demanda a la identificación, al pasar por la oposición del Otro en
relación al deseo.
Una de las dimensiones del significante es poder anularse a sí mismo.  Ej. Barra.  Lo que se
manifiesta en el falo, es lo que de la vida se manifiesta como empuje: pulsión.  Es todo lo
que se presenta como connotación de una ausencia.  El falo se haya recubierto siempre por
la castración, la barra, sobre un lugar en otro como un gran Otro por el cual la castración se
introduce.  La primera persona que es castrada es la madre, y los destinos de la nena y el
nene son distintos.
 
El falo es un significante que sostiene el vacío que arma la estructura que otorga valor de
significante.  Es un significante único y su virtud es otorgar significación al resto del
universo de los significantes.
 
El  falo como significante representa la falta operando en la estructura.  En la asociación
libre: se sostiene que hay algo reprimido primordial, el falo, que sostiene todo el resto,
todo lo que digo está teñido de significación fálica.
 
Escritos 2: “La significación del falo” (1958)

Lacan decía que los hecho clínicos demuestran una relación del sujeto con el falo que se
establece independientemente de la diferencia anatómica de los sexos.
Habla de la noción de “significante” en cuanto se opone a la de “significado” en el análisis
lingüístico moderno.
El significante tiene función activa en la determinación de los efectos en que lo significable
aparece como sufriendo su marca, convirtiéndose por medio de esa pasión en el significado.
Esta pasión del significante se convierte entonces en una dimensión nueva de la condición
humana, en cuanto que no es únicamente el hombre quien habla, sino que en el hombre y
por el hombre “ello” habla, y su naturaleza resulta tejida por efectos donde se encuentra la
estructura del lenguaje del cual él se convierte en la materia, y por eso resuena en él, la
relación de la palabra.
“Ello” habla en el Otro, decimos, designando por el Otro el lugar mismo que ello evoca el
recurso a la palabra en toda relación en la que interviene. Si “ello” habla en el Otro, es que
es allí donde el sujeto encuentra su lugar significante.
Somos hablados por Otro.
Hay una desviación de las necesidades del hombre por el hecho de que habla, en el sentido
de que en la medida que sus necesidades están sujetas a la demanda, retornan a él
enajenadas. Esto es el efecto de que su mensaje es emitido desde el lugar del Otro.
Lo que se encuentra así enajenado en las necesidades constituye una Urverdrängung por no
poder, por hipótesis, articularse en la demanda pero que aparece en un retoño, que es lo que
se presenta en el hombre como el deseo (das Begehren). Lacan diferencia el deseo de la
necesidad atribuyéndole el carácter paradójico, desviado, errático, excentrado, incluso
escandaloso, por el cual se distingue de la necesidad.
La demanda manifiesta la relación primordial con las necesidades. La misma, no se refiere
a las satisfacciones que reclama, sino que, la demanda es demanda de una presencia o de
una ausencia. Cosa que manifiesta la relación primordial con la madre; por estar preñada de
ese Otro que ha de situarse más acá de las necesidades que puede colmar. Lo constituye ya
como provisto del "privilegio" de satisfacer las necesidades, es decir del poder de privarlas
de lo único con que se satisfacen. Ese privilegio del Otro dibuja así la forma radical del don
de lo que no tiene, o sea lo que se llama su amor. Por el sólo hecho de que responde a esa
carencia, algo del amor se pone en juego.
A lo incondicionado de la demanda, el deseo sustituye la condición "absoluta": esa
condición desanuda en efecto lo que la prueba de amor tiene de rebelde a la satisfacción
de una necesidad. Así, el deseo no es ni el apetito de la satisfacción, ni la demanda de
amor, sino la diferencia que resulta de la sustracción del primero a la segunda, el
fenómeno mismo de su escisión (Spaltung).

unidad 3: “El inconsciente estructurado como un lenguaje”


 
Seminario 1: “Los escritos técnicos de Freud”
Clase 19: “Función creadora de la palabra” (1954)
 
El único método correcto, cada vez que en el análisis buscamos la significación de una
palabra, consiste en catalogar la suma de sus empleos. Si quieren conocer la significación
de la palabra mano en lengua francesa, deben hacer el catálogo de sus empleos, y no sólo
cuando representa el órgano de la mano, sino también cuando figura en mano de obra,
mano dura, mano muerta, etc. La significación está dada por la suma de estos empleos.
Cada vez que estamos en el orden de la palabra, todo lo que instaura en la realidad otra
realidad, finalmente sólo adquiere su sentido y su acento en función de este orden mismo...a
partir del cual los otros dos órdenes, imaginario y real, ocupan su puesto y se ordenan.
Una palabra sólo es palabra en la exacta medida en que hay alguien que crea en ella. Debe
haber un Otro que la sanciona como tal. Decimos que el otro en tanto semejante, está
referido a la palabra vacía.
El enunciado es el terreno del dicho; mientras que la enunciación, es donde localizamos al
sujeto (el cómo dice lo que dice).
Lo simbólico cava un surco, agujerea lo real, lo barra. Crea un lugar para el sujeto en el
mundo.
La palabra es esencialmente un medio para ser reconocido. La palabra está ahí, antes que
cualquier cosa pueda estar detrás de ella. Por eso es ambivalente y absolutamente
insondable.
La palabra nunca tiene un único sentido ni el vocablo un único empleo. Toda palabra tiene
siempre un más allá, sostiene varias funciones, envuelve varios sentidos. Tras lo que dice
un discurso está lo que él quiere decir, y tras lo que quiere decir está otro querer decir, y
esto nunca terminará a menos que lleguemos a sostener que la palabra tiene una función
creadora, y que es ella la que hace surgir la cosa misma, que no es más que el concepto.
Aquí Lacan se refiere a la multivocidad de la palabra.
Esto mismo es lo que mata a la cosa, y la cosa queda perdida.
Hegel dice sobre el concepto: el concepto es el tiempo de la cosa. Ciertamente, el concepto
no es la cosa en lo que ella es, por la sencilla razón de que el concepto siempre está allí
donde la cosa no está, llega para reemplazar a la cosa. Es el concepto el que hace que la
cosa esté allí, aun no estando allí.
A partir de la palabra, lo real queda excluido.
La palabra crea la resonancia de todos sus sentidos.
En el análisis de la transferencia, se trata de saber en qué punto de su presencia la palabra
es plena.
“Yo quiero una relación pautada” (vacía)
“Yo quiero una relación pausada” (verdadera)
 
En el sueño, Freud nos muestra cómo la palabra, a saber la transmisión del deseo, puede
hacerse reconocer a través de cualquier cosa, con tal de que esa cualquier cosa esté
organizada como sistema simbólico.
¿A qué llama Freud Ubertragung? Es, dice, el fenómeno constituido por el hecho de que no
existe traducción directa posible para un cierto deseo reprimido por el sujeto. Este deseo del
sujeto está vedado a su modo de discurso, y no puede hacerse reconocer. ¿Por qué? Porque
entre los elementos de la represión hay algo que participa de lo inefable (que no se puede
expresar con palabras). Hay relaciones esenciales que ningún discurso puede expresar
suficientemente, sólo puede hacerlo entre-líneas como decía hace un momento. Lo que está
bajo la represión puede leerse entre líneas.
¿Qué nos dice Freud en su primera definición de Ubertragung? Nos habla de los restos
diurnos, que están descargados, dice, desde el punto de vista del deseo. En el sueño, son
formas errantes que el sujeto considera poco importantes, pues han sido vaciadas de su
sentido. Son un material insignificante.
El material significante fonemático, jeroglífico, etc... está constituido por formas destituidas
de su sentido propio y retomadas en una nueva organización a través de la cual logra
expresarse otro sentido. Freud llama Ubertragung exactamente a este proceso.
El deseo inconsciente, es decir, imposible de expresar, encuentra de todos modos un medio
para expresarse en el alfabeto, en la fonemática de los restos diurnos, descargados ellos
mismos de deseo. Es este pues un verdadero fenómeno del lenguaje como tal.
Lo que dice el sujeto sin saber, se dice sin la intencionalidad de decir eso que se dice.
Con respecto a la palabra vacía, decimos que se extravía en el discurso. Está vinculada a la
sustitución de un significante por otro. Las palabras vacías son necesarias para que pueda
surgir la palabra plena. Cuando hablamos de palabra vacía, nos referimos a la metonimia.
         En la metonimia no hay producción de sentido, se mantiene intacta la barra de la
represión. Es el desplazamientoentre significantes  Deseo. En la metonimia
hay diacronía entre significantes.
Lacan plantea la fórmula de la metonimia de la siguiente manera: 

“La función significante de la conexión del significante con el significante, es congruente


con el mantenimiento de la barra”.

F (S…S’) S = S (-) S
 
Con respecto a la palabra plena, decimos que convoca al sujeto a trabajar, a asociar.
Modifica la función creadora. Es la que realiza la verdad del sujeto.
La palabra toca el registro de lo real y encuentra allí un límite, un punto de verdad para el
sujeto, sobre el cual se construyó el saber.

         En la metáfora hay sustitución de un significante por otro, de modo tal que se crea


un nuevo sentido  Síntoma. En la metáfora hay sincronía entre significantes.
Lacan plantea la fórmula de la metáfora de la siguiente manera:
 
“La función significante de la sustitución de un significante por otro, es congruente con la
trasposición de la barra”.

F       S = S (+) S
 
Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”
Clase 2: “El fatuo millonario” (1957)
 
Lacan toma de Freud el chiste “Famillonario” para explicar el mecanismo del chiste en
tanto que técnica de lenguaje de la quesurge un nuevo sentido, una significación.
Menciona los mecanismos propios del inconsciente, condensación y desplazamiento.
Al hacer referencia al “completamente” de “Famillonario” dice que aquí se produce
el fenómeno la cosa inesperada, el escándalo de la enunciación, a saber ese mensaje inédito,
ese algo del que no sabemos incluso todavía lo que es, que no podemos todavía nombrar, y
que es "Famillonario", algo de lo que no sabemos si es un acto fallido o un acto logrado, un
resbalón o una creación poética. Puede serlo todo a la vez, pero precisamente conviene que
nos detengamos en la formación, sobre el estricto plano del significante del fenómeno.
El chiste nos revela las relaciones del Icc con el significante y sus técnicas (metáfora y
metonimia).
 
Grafo del deseo-código-mensaje
 
- FAMILI      AR (Tiempo de esbozo de la intencionalidad que parte del Yo)
- MILLI  ON AR IO (El “millonario” domina al yo y aparece el ICC)
 - FAMILIONARIO (Tiempo de condensación donde se manifiesta el deseo e irrumpe
ICC). En este tiempo se condensan las cadenas del discurso y del significante: mensaje que
resulta de una violación del código)
 
Se produce el chiste porque hay otro que lo sanciona como tal.
El chiste contiene valor del mensaje.
El famillionario es un lapsus si nadie lo percibe. Hace falta un Otro que lo sancione como
chiste para que adquiera cierto valor.
Función significante: en tanto que significante que escapa al código, hay ahí algo nuevo
que aparece, que puede ser anudado al resorte mismo de lo que se puede llamar el progreso
de la lengua, su cambio.
Las funciones esenciales del significante (metáfora y metonimia), en tanto que son aquellas
por donde, la reja del significante cava en lo real lo que se llama el significado, literalmente
lo evoca, lo hace surgir, lo maneja, lo engendra. Algo opera de manera ajena a nosotros y
va a surgir una verdad.
En todo acto de lenguaje, la dimensión diacrónica es esencial, pero hay
una sincronía implicada, evocada por la posibilidad permanente de sustitución inherente a
cada uno de los términos del significante.
La condensación es una forma particular de lo que puede producirse al nivel de la función
de sustitución. Es en una relación de sustitución donde nosotros debemos ver el resorte
creador, la fuerza creadora, la fuerza de engendramiento de la metáfora. Es por la vía de la
metáfora (sustitución de un significante por otro en cierto lugar), que se crea, no solamente
la posibilidad de desarrollo del significante, sino la posibilidad de surgimiento de sentidos
siempre nuevos, yendo siempre a ratificar, a complicar, y a profundizar, a dar su sentido de
profundidad a lo que es pura opacidad.
Luego da un ejemplo de la palabra “aterrado”:
En el diccionario el sentido de la palabra "aterrado"...contrariamente a lo que una persona
creía, "aterrado" no tiene originalmente y en muchos de sus empleos el sentido de
impresionado de terror, sino el de caído en tierra.
Pero observen que no es para nada porque originariamente es eso que está ahí el interés de
la cosa, que el "ser" que está en el "aterrado" quiera decir terror, que el terror es
introducido; que, en otros términos, la metáfora no es una inyección de sentido, como si eso
fuera posible, como si los sentidos estuvieran en alguna parte aunque sea en un reservorio.
La palabra "aterrado" no aporta el sentido en tanto que tiene una significación, sino en tanto
que significante, es decir que, teniendo el fonema "ter", tiene el mismo fonema que está en
"terror". Es por la vía significante, es por la vía del equivoco, es por la vía de la homonimia,
es decir de la cosa más sin sentido que pueda haber, que viene a engendrar este matiz de
sentido, que va a introducir, que va a inyectar, en el sentido ya metafórico de ''abatido", este
matiz de terror.
La función del significante es la de estar desprovisto de sentido, su característica es ser
pasible de ser sustituido.
 
Seminario 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”
Clase 2: “El inconsciente Freudiano y el nuestro” (1964)

En este seminario, Lacan menciona cuatro conceptos Freudianos importantes: 1) El


inconsciente
2) La repetición
3) La transferencia
4) La pulsión
Se introduce en el concepto de inconsciente y afirma “El inconsciente está estructurado
como un lenguaje”.
La naturaleza proporciona con su palabra, significantes. Estos significantes organizan de un
modo inaugural las relaciones humanas, proporcionan sus estructuras y las modelan.
Lo importante consiste en que vemos aquí el nivel donde, antes de toda formación del
sujeto, eso cuenta, es contado, y en esa cuenta, el que cuenta ya está en ella. Sólo después el
sujeto tiene que reconocerse allí, reconocerse como contante.
Recordemos el ingenuo tropiezo en el que el medidor del nivel mental se regocija al
sorprender al niño que enuncia: “tengo tres hermanos, Pablo, Ernesto y yo”.  Pero ello es
completamente natural, en primer lugar, se cuentan los tres hermanos, Pablo, Ernesto y yo,
y, además, hay yo al nivel en que se emite que tengo que pensar el primer yo, es decir, yo
que cuento.Tiene que haber una separación, un corrimiento del lenguaje como pura
nominación (o clasificación).
Hace referencia a "La etiología de las neurosis" y dice que en el agujero, la hendidura, en
la hiancia característica de la causa, se encuentra algo del orden de lo “no realizado”.
El inconsciente se nos manifiesta como algo que se mantiene a la espera, por emerger. Es
una producción en acto.
Esa hiancia de la que hablamos, es lo que Freud llama “el ombligo de los sueños”, su centro
de lo desconocido. Decía que el inconsciente se manifiesta a modo de sueño, acto fallido,
chiste.
Lacan introduce en el campo de la causa la ley del significante, en el lugar donde se
produce esa hiancia.
El inconsciente es puto agujero, tropiezo, falla, fisura. En una frase pronunciada, escrita,
algo viene a tropezar.
Lacan no lo define por la represión, ni por el mecanismo, sino que piensa en el inconsciente
en acto. Aparece en la falta.
“Palabras que tropiezan son palabras que confiesan”.
Estos fenómenos operan como un imán sobre Freud, y allí va a buscar el inconsciente. Allí,
una cosa distinta exige su realización,una cosa que aparece como intencional, ciertamente,
pero con una extraña temporalidad. Lo que se produce en esta hiancia, en el sentido pleno
del término producirse, se encuentra como el hallazgo.
Hallazgo que es a un tiempo solución incompleta, con ese acento tan particular que es
la sorpresa, es decir, aquello que rebasa al sujeto, aquello por lo que encuentra a la par, más
y menos de lo que esperaba: en todo caso respecto a lo que esperaba, lo que encuentra es
invalorable.
Con todo, este hallazgo, en cuanto se presenta, es re-hallazgo y, además, está siempre
dispuesto a escabullirse de nuevo,doble falta, instaurando así la dimensión de la pérdida.
La discontinuidad es, pues, la forma esencial en que se nos aparece en primer lugar el
inconsciente como fenómeno –la discontinuidad en la que algo se manifiesta
como vacilación. Carácter absoluto e inaugural.
Hay una partición del sujeto, una barra, de la que surge un hallazgo. En ese corte, esa
barradura surge el deseo.
La verdad del sujeto se encuentra entre los significantes. Algo que habla en él, irrumpe.
El “uno” introducido por la experiencia del inconsciente, es el uno de la hendidura, del
rasgo, de la ruptura.
Aquí yace el concepto de carencia.
La ruptura, la hendidura, el corte de la abertura hace surgir la ausencia.
Es al nivel del sujeto de la enunciación donde se debe situar al inconsciente. En tanto que
según las frases, según los modos, se pierde en la medida en que se encuentra, y en tanto
que, en una interjección, en un imperativo, en una invocación, hasta en un fallo, siempre es
él quien les plantea su enigma, y quien habla al nivel donde todo lo que se abre en el
inconsciente se difunde, alrededor de un punto central.
Así, el inconsciente se manifiesta siempre como lo que vacila en un corte del sujeto -del
que resurge un hallazgo, que Freud asimila al deseo- deseo que situaremos
provisionalmente en la metonimia desnuda del discurso en juego en el que el sujeto se
sorprende en algún punto inesperado.
 
 
“Sobre el concepto de lo Inconsciente en Jacques Lacan” – Eduardo Said
 
Lacan parte del “Inconsciente estructurado como lenguaje”.
Lacan toma Levi-Strauss porque este plantea un sistema clasificatorio previo ya impuesto
de antemano.
Dirá Lacan que la naturaleza proporciona significantes y estos organizan las relaciones
humanas.
“Antes de toda formación de sujeto, de sujeto que piensa, algo cuenta...”
La función clasificatoria previa ya cuenta al sujeto antes que este aprenda a contar. Esto
arroja la idea de sujeto sujetado contado ya por esta estructura que lo precede y es anterior a
que el sujeto trate de reconocerse a sí mismo.
Por el contrario, dos discípulos de Lacan sostienen lo inverso: “el lenguaje estructurado
como inconsciente”. Pero esta idea supone un icc anterior y preexistente al lenguaje.
 
Lacan contrapone las nociones de fuerza y dinámica por la CAUSA y la HIANCIA.
Rechaza la noción de fuerza y dinámica para dar cuenta del icc freudiano.
Piensa la hiancia como apertura, como corte en el encadenamiento de significantes. La
hiancia es que falte uno.
El enigma del icc es el enigma de la causa.
Solo “hay causa de lo que cojea” y la cojera es la de la cadena de significantes porque en
cualquier momento puede faltar uno.
Lacan ubica la apertura y cierre del icc como una DOBLE HIANCIA, como una apertura
fugaz, como un relámpago.
 Por un lado causa y por el otro efecto no realizado. En el medio algo se produce.
 
Apertura y cierre del ICC como doble pérdida: HIANCIA
 
Ej.: El olvido del nombre propio “Signorelli”.  Freud, está hablando de viajes con un
desconocido y en su discurso interrumpe la discontinuidad, “frescos en la Catedral de
Orvieto pintado por…….” Se borra el significante y aparecen otros (Boticelli, etc.).
 
- 1er. pérdida: supresión, desaparición del “Signor”, de esa pérdida surgen metáforas y
cadenas asociativas.
En el trayecto del discurso donde el yo que habla domina su enunciado irrumpe
la discontinuidad que presentifica el barramiento del sujeto. Falta el significante.
No es solo que uno se olvide, sino que cuando quiere uno acordarse aparecen otros
significantes  cadenas significantes.
Eso se revela a Freud como el HALLAZGO/SORPRESA (es un re-hallazgo es instaura la
dimensión de la pérdida), que en esas producciones que por ellas se desliza algo de su
deseo, que ese saber es ICC y trabaja solo, pero este deslizamiento encuentra un TOPE
 
- 2°perdida: lugar donde el Significante vuelve a faltar. “Signorelli” lleva a cuestiones
de sexualidad y muerte.  En este tope, Freud ubicará la amenaza de castración y Lacan irá
mas lejos y pondrá al objeto a.
CIERRE. EFECTO NO REALIZADO y exige realización a posteriori.
El tope es el límite de la roca viva, el ombligo del sueño, la dimensión de lo real, en donde
se detiene Freud ante el enigma: de “¿qué quiere una mujer?” Y del padre muerto.
Siempre va a faltar palabras pero no cesa de no inscribirse.
 
Discontinuidad: el ICC interrumpe, se da el quiebre de la continuidad del discurso.
 
Sincrónico: Freud plantea la atemporalidad del ICC. Opera como estructura sin tiempo, su
tiempo es el tiempo actual en tanto se produce en acto.  El recuerdo siempre actual se
resignifica al tiempo de su emergencia.
 
Sujeto: se encontraría entre el cruce entre el enunciado y la enunciación.
 
Extraña temporalidad: tropiezo, falla, así nos habla el ICC y Freud  busca el ICC, que pide
su realización.
 
 
Esquema de la doble hiancia:
La primera falta de un significante, se ubica el INSTANTE DE LA MIRADA, el insigth. 
En el espacio que se abre entre ambas, en el “producirse” de las cadenas asociativas de la
asociación libre de la producción de saber ICC, Lacan ubica el TIEMPO DE
COMPRENDER. El momento del hallazgo, de la sorpresa, de la diacronía, del deseo
metonímico, de querer decir otra cosa que aquello que se está diciendo, que lleva a los
caminos de la sexualidad y muerte, tope, donde se relanza un nuevo curso
deseante, MOMENTO DE CONCLUIR  punto de viraje.
 
Diferencias sobre el inconsciente entre Freud y Lacan:
 
         Freud: el icc es como una máquina que transforma el contenido latente en contenido
manifiesto.
Lacan: el icc se manifiesta en acto, en las formaciones del icc. Opera en 2 sentidos.
         Freud: Algo interno permanece en el sentido.
Lacan: Apunta al puro sin sentido del significante. Metáfora y Metonimia. Combinatoria
del significante.
         Freud: Deseo como causa. Lo rechazado, lo reprimido, esfuerzo de desalojo, fuerza
energética, pulsiones, etc.
Lacan: Efecto de una pérdida. Está en la dimensión de la Ley del Significante (ausencia de
determinación del significante) El deseo no es la causa. Hay algo a la espera, agazapado.
         Freud: Atemporalidad, se infiere.
Lacan: “Temporalidad extraña”, refleja una cuestión de estructura. No es inferencia sino
una producción, un acontecimiento puntiforme.
         Freud: Se presenta como transferencia de cargas libidinales.
Lacan: Producido por el orden simbólico.
         Freud: Saber que habita al sujeto.
Lacan: Sujeto supuesto al saber. Hay a instancias de ese saber, un sujeto. Es decir, no hay
un saber, hay un sujeto. Efectos de verdad sobre el sujeto.
No está tan ligado al pasado.
         Freud: Se refiere a recuerdos.
Lacan: Algo que nos viene, no recuerdos.
Puntos en común entre ambos:
 
         Legalidad:
Sustitución, para Freud  Represión.
Sustitución para Lacan  Estructural. Sustitución propia que caracteriza al significante.
Efecto Sorpresa.
         Deseo.
         Discontinuidad que produce disrupción.
Unidad 4: “Metáfora Paterna - Sexuación”
 
Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”
Clase 9: “La metáfora paterna” (1958)
 
La obra de Freud había mostrado de una manera patente el pensamiento de su autor
haciendo del complejo de Edipo algo universal, es decir que no está solamente en el
neurótico sino también en el normal, y por una buena razón, es que este complejo de Edipo,
es él justamente el que, si peca en la neurosis, peca en función del hecho de que es esencial
en una función de normalización.
Hablar de la carencia del padre en la familia no es hablar de su carencia en el
complejo. Porque, para hablar de su carencia en el complejo, hace falta introducir otra
dimensión que la dimensión realista.
Lo que les aporto hoy y lo que, justamente, permite aportar un poco más de precisión a esta
noción de padre simbólico, es esto:el padre es una metáfora. El padre es un significante
sustituido a otro significante.
La función del padre en el complejo de Edipo es sustituir al significante materno.
 
Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”
Clases 10 y 11: “La metáfora paterna II” (1958) + La significación del Falo
 
“Metáfora Paterna” es propiamente la sustitución del padre en tanto que símbolo, en tanto
que significante en el lugar de la madre. Éste "en el lugar", constituye el punto pivote, el
nervio motor, lo esencial del progreso constituido por el complejo de Edipo.
“Nombre del Padre sustituye” a “Deseo de la Madre” y es metaforizado porque “Nombre
del Padre” sustituye al “Padre real”.
Es importante que la madre le dé un lugar al padre desde lo simbólico.
Lacan introduce en su esquema, el falo al nivel imaginario, como 4to. elemento.
Esta lectura, mediante la cual Lacan piensa la intervención del padre como una función
significante –es decir, dejando de lado a quien cumple la función-, recibe el nombre de
Metáfora Paterna.
Lacan intenta precisar que en la castración, el significante otorga a la función del padre un
lugar en la estructura del Edipo.
El Complejo de Edipo es una estructura legal, es decir, la prohibición efectiva de algo; y
por otro lado, un orden legar que ordena y distribuye lugares e implica la lógica de los 3
tiempos del Edipo.
El complejo de Castración tiene una función de nudo, de núcleo que estructura, es un
complejo pensado a partir del falo.
El Nombre del Padre es el fundamento de la ley  Ley normativizante. Es esta función la
que va a regular la economía libidinal entre el niño y la madre.

Lacan desarrolla la cuestión de la Metáfora Paterna en tres tiempos.


AGENTE INTERVENCIÓN OBJETO
Madre simbólica Frustración (imaginaria) Real
Padre Imaginario Privación Simbólico
Padre Real Castración (simbólica) Imaginario
 
 
  1er. Tiempo - Frustración: 
La primacía del falo está instaurada. El padre no opera todavía en este tiempo. El niño está
en relación a la madre, pero con la intervención del deseo de ésta, que se arbitra en el falo.
Es decir que ya en este primer tiempo, la relación es ternaria, en el registro de lo
imaginario.
                                                                Madre
Imaginario
SER
 
                                                    Niño  objeto fálico               
 
La madre con su deseo caprichoso y omnipotente, asigna al niño el lugar de objeto fálico, lo
cual la hace sentirse imaginariamente completa. El niño se identifica con el deseo de la
madre y se conforma con Ser el falo que la completa, cree que es el falo (etapa Fálica
primaria), queda en el lugar de objeto. Se encuentra en el paraíso del señuelo. Lacan
introduce como novedad la dimensión del SER, SER EL FALO.
En este tiempo, la madre inscribe el significante Deseo de la Madre (DM), que opera sobre
el niño como objeto al cual coagula, deteniendo la metonimia y convocándolo a ocupar el
lugar de falo. Es bueno que este primer tiempo del Edipo se dé de esta manera, pues el niño
tiene un lugar al que es convocado, en relación a lo que a su madre le falta y se da así la
relación simbólica primaria entre el niño y su madre. La madre encarna el lugar del gran
Otro, aparece como no condicionada por ninguna ley. Omnipotencia materna.
 
DM = NP (A)
  X           φ
 
  Positivo
                                      +
                                      SER
 
 
  Agente: Madre simbólica, par presencia-ausencia.
Padre simbólico, que posibilita que lo imaginario se inscriba como significante
simbolizado.
  Intervención que opera: Frustración. El padre simbólico frustra al niño de la madre real,
en una intervención imaginaria.
  Sobre qué objeto: Madre real.
  Relación al deseo: El niño cree poder satisfacer el deseo materno, el deseo del niño es el
deseo de un deseo.
  Relación al falo:  El niño está identificado al falo objeto relativo al deseo de la madre.
  2do. Tiempo - Privación: 
La omnipotencia materna encuentra un límite en el padre real. Interviene el padre como
interdictor del goce; la madre y el niño se pierden como objetos de goce. Esa interrupción
del goce se logra a través de la privación que ocurre en lo Real; priva a la madre (“No
reintegrarás tu producto”, no estarás eternamente en la célula narcisista) y priva al niño
(“No te acostarás con tu madre”). Esta privación es lo que introduce la pérdida en el aparato
psíquico. La intervención del padre se inscribe a través de la convocatoria que la madre
hace a un tribunal de alzada, una instancia al a cual ella también está sujeta, que es su
referente. Esta convocatoria a un tribunal superior es una función simbólica. El deseo del
padre debe estar entramado a la ley, no puede ser puro deseo o pura interdicción; sólo de
esta manera podrá romper con el sentido del falo. Debe ser un padre privador y a la vez un
padre dador/donador.
El padre habilitará la castración al señalarle a la madre que no está completa y que el que la
completa es sólo él. El padre omnipotente hace tambalear la omnipotencia materna. De esta
manera le muestra al niño que NO ES el falo e introduce así la descompletud, la barra; el
Otro se torna un Otro barrado. Este es un estadío nodal y negativo, ya que la madre es
dependiente de un objeto, de un objeto que ya no es simplemente el objeto de su deseo, sino
un objeto que el Otro tiene  o no tiene.
Este segundo tiempo es crítico, porque es un momento de corte, que de no producirse el
niño quedaría como objeto de la madre. El corte es la ruptura del sentido, al igual que en el
chiste; se pierde el sentido por unos instantes hasta que surge algo nuevo. Este es el
momento en donde, como dice Lacan, “el niño no sabe a qué santo encomendarse”.  Lo que
le va a otorgar el nuevo sentido es la inscripción del significante Nombre del Padre (NP),
que le permitirá al niño salir del lugar de objeto. 
En este tiempo, NO SER EL FALO.
Es decir, se inscribe “Nombre del Padre”.
El padre, entonces, metaforiza al falo; le dice que no a la tríada imaginaria (Madre - Niño -
Falo) y se establece entonces una nueva tríada simbólica de Madre, Niño y Padre:
 
 
                                                                  M
Imaginario
Simbólico
1er Tiempo
2do Tiempo
SER
 
 
 
 

                                                    N                P
 
NP  .         DM         c        
x
DM   Obj. De deseo            
             (niño)                  
 
La “x” es un enigma. ¿Qué convoca ahora la madre al lugar de su objeto de deseo? El niño
ya no obtura la falta y el circuito del deseo se pone en marcha, se genera así un nuevo
efecto de significación.
 
 NP
DM
 
  Negativo
  NO SER
                     -
 
  Agente: Padre imaginario. Padre terrible
  Intervención que opera: Privación. El padre imaginario priva al niño en lo real sobre un
objeto simbólico a nivel significante.
  Sobre qué objetos: A la Madre “no reintegrarás tu producto”, al niño lo saca del lugar
del falo (prohibición del incesto).
  Relación al deseo: Deseo materno (x) deseo tachado. No puede ser completada por el
niño (padre)
  Relación al falo: Pasaje de la dialéctica del señuelo, (cuerpo del niño como falo)
descompleta al niño (-no)

  3er. Tiempo - Castración: 


Esta etapa es sumamente importante porque de ella depende la salida del complejo de
Edipo. El padre ha demostrado que daba el falo, pero sólo en la medida en que es portador
de la ley, interdictor. Ahora tiene que dar las pruebas de que tiene el falo. Para ello, es
necesario que se haga preferir por la madre, no apareciendo ya sólo como una figura
negativa, sino convirtiéndose también en padre dador, que tiene y que da:
  Dándole a la madre lo que a esta le falta.
  Dándole al niño los títulos (cediéndole rasgos identificatorios relacionados a su posición
viril) y explicándole a la niña dónde buscar aquello que ella no tiene.
 
Al mismo tiempo que priva al niño, el padre le dice al niño que las demás mujeres sí podrán
ser para él. Si el padre dice todo el tiempo que no y no ofrece nada a cambio, será difícil
que se realice la identificación. El niño se identifica a la virilidad, hará como hace su padre
viril, entonces pasa de SER el falo a TENER el falo.
  Agente: Padre Real. Padre potente que articula la función del don.
  Intervención que opera: Castración. El padre real opera la castración en lo simbólico.
  Sobre qué objetos: Imaginario.
  Relación al deseo: Deseo como deseo del Otro.
  Relación al falo: Tenerlo o no tenerlo. Ya no es todo el cuerpo, si no una parte que
puede perderse.
 
Vemos que las vías de lo que hay que hacer, tanto como hombre o como mujer, pertenecen
enteramente a la trama que se sitúa en el campo del Otro. El Edipo es propiamente eso, el
ser humano tiene que aprender del otro qué hacer, ya sea como hombre o como mujer.
El padre pasa, en este tercer tiempo, a cubrir el lugar de la falta, del falo, en la madre.
 
 
                                                                  M
Imaginario
Simbólico
TENER
SER
 
 
 
 

                                                    N           P 
 
“La intervención del Nombre del Padre inscribe el falo simbólico () en el universo del
significante; será un significante reprimido primordial que como no puede ser accedido, se
lo metaforiza en otros significantes. El universo de los significantes pasa a estar
gobernado por el falo y es a raíz de la Metáfora Paterna, que inscribe el falo, que toda
significación es fálica.”
Es una operatoria del lenguaje. Como falla de la metáfora mencionamos que por un lado
salva al niño de la omnipotencia materna, pero por otro lado lo somete a la ley del padre.
El falo sostiene el vacío que arma la estructura, la inscripción en lo Simbólico de la falta; el
deseo se estructura en la falta, de una manera particular en cada sujeto.
El falo es soporte de la construcción subjetiva y es el también el eje del complejo de
castración. Tanto el deseo del Otro como el falo están marcados por la barra significante y
es por esa vía que tanto el hombre como la mujer se introducen en el complejo de
castración. A partir del descubrimiento de la castración en la madre, el falo se convierte en
la barra misma del algoritmo, en la razón del deseo. El Otro, encarnado por la madre, es el
lugar desde el cual el mensaje es sancionado, pero al ser barrado siempre le falta un
significante. (De esta manera hay goce del lado de la madre. En cambio para Freud, el goce
iba por el lado del hombre. Tenemos como referencia “Tótem y Tabú”).
La barra del algoritmo es lo que rompe la unidad del signo dando como resultado que haya
un resto que escape a la significación.
El falo se define a partir de la falta, por eso es esencialmente de la madre. Denuncia una
falta que anuncia al SER. Va a ser el significante que indica al SER. Va a orientar para el
sujeto aquello que es el Deseo del Otro.
 
NP (A)
                              φ
 
Positivo
TENER
    +
De los 3 tiempos se desprende la posición sexuada.
La salida del complejo de Edipo es diferente, como todos saben, para la mujer, pues, para
ella, esta tercera etapa, como dice Freud,  para ella, es mucho más simple, ella no tiene que
hacer esta identificación ni que conservar este título para la virilidad; ella, ella sabe dónde
está, ella sabe dónde tiene que ir a tomarlo, es del lado del padre, hacia aquél que lo tiene
Lacan dice que hay identificación al tipo ideal de su sexo, es decir, del sexo que asume.
Introduce la asunción del sexo. No hay proporción entre los sexos, sino que un sujeto en
lugar de viril o femenino. No es propia del acto sexual la posición viril de un hombre o una
mujer, es decir, no es por la cópula que define su posición.
Hay un acto de asunción a través del cual el sujeto va a asumir o no lo real de su cuerpo
biológico. La sexualidad biológica no está asegurada. Esto está articulado a lo simbólico.
Cita el siguiente aforismo “no hay relación sexual”, porque el sujeto busca algo del orden
del falo. La conjunción entre los partenaires se da a partir del falo. En el partenaire va a
buscar el falo, ya sea porque “lo es”, o porque “lo tiene”.
Modos de inscripción:
 
El Nombre del Padre se inscribe  Neurosis
 
A partir de la inscripción del significante simbólico falo, hay campo metafórico, hay lógica
fálica. Se producen formaciones del Icc (sueño, fallido, etc.).
La metáfora paterna anuda la ley al deseo. Si no hubiera castración no habría falta y por lo
tanto no habría deseo.
 
El Nombre del Padre no se inscribe  Psicosis
 
El niño no sale del lugar de objeto de deseo de su madre. A esto se lo conoce con el nombre
de Forclusión. El aparato psíquico de un psicótico no tiene falta, ya que no se produjo la
represión. Por ello se habla de un Icc a cielo abierto, ya que no hay veladura posible; no se
acuña lo simbólico.
No hay castración, pues esta es simbólica. El otro totaliza saber y goce, no es un Otro
barrado.
 
El Nombre del Padre se inscribe con fallas  Perversión
 
Hablamos de Denegación. En este caso, la privación no termina de constituirse.
Lacan analiza la homosexualidad masculina, como caso particular de la perversión. Un
padre demasiado enamorado de su mujer, al punto de no poder privarla del goce de su hijo
(y al hijo del goce de la madre); una madre que reniega de la intervención del padre, la
desconoce, porque es ella la que le hace la ley al padre y no al revés. En estos casos se
produce el quiebre del goce, el desanudamiento que implica la intervención del padre; el
niño “no sabe a qué santo encomendarse”, pero no se produce un nuevo sentido y el
reanudamiento con el falo que ocurre cuando el padre ocupa el lugar del falo de la madre.
El padre no puede darle herramientas porque la madre reniega. ¿Cómo supera el niño esta
circunstancia? Si se identifica con la madre como quien no se dejó privar, no se dejó
castrar; como el lugar donde resguardarse de la intervención del padre no identificará con
los rasgos viriles del padre y luego buscará en su partenaire a quien tenga en lo real el falo
que él no pudo inscribir en lo simbólico.

Similitudes y Diferencias entre Freud y Lacan:


 
         Freud: está aferrado mas a lo pragmático, importancia al acontecimiento, lo
empírico.
Lacan: La castración está a un nivel estructural. El sujeto está castrado por la palabra.
Calidad de hijo en tanto deseo de otro, hay una castración que nos antecede. No está ligada
a la dimensión de los genitales.
 
         Freud: “¿Quién tiene el falo?”.
Lacan: 1) “¿Lo soy?”, 2) “¿no lo soy?”, 3) “¿Puedo tenerlo?”.

         Freud: varón  amenaza de castración.
           nena  envidia del pene.
Lacan: El sujeto se identifica a un ideal (invistiéndolo de falo o tomando sus emblemas).

         Freud: entrada al complejo de castración  mujer. Sujeto deseante.


Lacan: entrada al complejo de castración tanto en el hombre como en la mujer se da de la
misma manera. Nos identificamos al falo. Sujeto deseante no.

         Freud: Ternario (Padre – Madre – Niño).


Lacan: Cuaternario (Falo: como imaginario – Madre – Padre – Niño).
 
Unidad 5: “Objeto – Fantasma”
 
Seminario 10: “La angustia” - Clase 1 (1962) + “Retornando sobre Inhibición, Síntoma y
Angustia” (Eduardo Said) + “El fantasma” (varios seminarios)
 
Lacan se propone tomar el concepto de angustia, en primer lugar se hace la pregunta
ontológica: ¿qué es la angustia?
Pero no responde a esta pregunta, sino que la reformula.
Se preguntara ahora: ¿cómo funciona?, ¿qué lugar ocupa en el psicoanálisis y en la
estructuración subjetiva?, ¿qué pone en función la angustia?
Toma los conceptos de Freud: inhibición, síntoma y angustia; y los relaciona con otros
conceptos a partir de dos ejes que son el movimiento y la dificultad del deseo, en tanto
sexual tendiente a recuperar el goce.
De este movimiento y dificultad del deseo nos da cuenta la angustia. Diagonal del deseo se
da por la trayectoria de los tres términos.
La inhibición es algo que se encuentra en la dimensión del movimiento, y además Freud
habla de la locomoción cuando la introduce. Ese movimiento existe en toda función,
aunque no sea locomotriz.
La angustia permite situar la dimensión de lo real. La angustia en tanto real, se presentifica,
se encarna, se siente. Es un afecto que tiene la característica de “lo que no engaña”, tiene
carácter de certeza e incide en el cuerpo.
En el grafo del deseo, que Lacan reproduce en la primera lección del seminario 10, se
detiene a ubicar la angustia en el recorrido del deseo más allá del fantasma.
La angustia aparece cuando vacila el fantasma, cuando su velo no cubre lo real del objeto,
cuando cae el velo imaginario. El fantasma brinda un sentido del cual el sujeto puede
agarrarse. Alivia el encuentro con lo enigmático del deseo del Otro.
Lacan ubica la angustia como relación esencial con el deseo del Otro.  La sitúa en relación
a la caída de mediación simbólica-imaginaria en relación al deseo del Otro.
Se desea en torno a un recupero de goce perdido.  Entonces, el movimiento del deseo en
dirección a ese reencuentro de la pérdida de goce operada en tiempos de constitución
subjetiva, no es sin angustia.
Frente a la angustia, los sujeto neuróticos tienen el atributo de hacer un síntoma como
forma de liberar la angustia, pero no así en la estructura psicótica, sino que en ella opera un
quiebre. 
 
 
En relación a dificultad-frenado, va de inhibición a impedimento y embarazo, en relación al
movimiento, a emoción y turbación.
 
 
                                                Dificultad
 

Inhibición              Impedimento                  Embarazo


Movimiento
                    Emoción                Síntoma                          Pasaje al acto
 
                    Turbación              Acting-Out                      Angustia
 
                                                                                                                Goce
 
 
Inhibición:
Es algo que se encuentra en la dimensión del movimiento y se refiere a la detención del
movimiento.  Es un síntoma puesto en el museo, como que no se mueve y está
detenido.  La inhibición viene planteada por Freud como una restricción a una función del
yo, una limitación funcional del yo en términos de deseo. Ej.: función sexual, la
alimentación, la locomoción y el trabajo profesional.  Acá hay un deseo que no está
circulando. El analista debe provocar el movimiento, debe provocar en lo diacrónico y que
idealmente aparezca un síntoma. La inhibición comúnmente se pone en acto en la dificultad
para hablar, aquí el analista deberá hablar mas. La inhibición puede no ser vivida como un
padecimiento. Es el punto mas lejano de la angustia. Ejemplo: paciente “Todos me dicen
que no puede ser que no me interesen las mujeres”. Está puesto en el otro, no hay pregunta
subjetiva.
 
 
Síntoma:
Lacan lo define como el “Indicio y sustituto descentrado de una satisfacción pulsional”.
Destaca su carácter compulsivo, su condición de resultado del proceso represivo, como
amarre, anudamiento de la angustia. 
Síntoma como formación sustitutiva que liga la angustia como angustia de castración.
Algo empieza a circular, en ese “museo”, cuando el paciente comienza a preguntarse y a
analizarse.
 
Impedimento:
Es una trampa narcisista, se ha dejado tomar por su propia imagen, imagen especular.  No
todo impedimento llega a ser síntoma. Es el primer punto de dificultad, de freno del
deseo. El deseo propio queda entrampado en el sostenimiento de la imagen especular.  Ej.
No decir lo que uno piensa por miedo al error, se detiene el impulso deseante. Se preserva
la barra
El acceso al goce sexual se vera afectada: impotencia sexual, eyaculación precoz, etc.
Hay un mínimo movimiento y la dificultad es un grado menor al de la inhibición.
 
Embarazo:
Se presenta como una forma ligera de angustia.
Es la pérdida del sostén yoico. El sujeto queda expuesto a la relación con un significante
amo, poder, del falo. Cuando no se encuentra tras que parapetarse, es de la experiencia de la
barra que se trata. Aquí se presenta un mayor grado de dificultad.  El sujeto está barrado. 
No hay un parapeto narcisista en la que el sujeto se refugie, queda expuesto a los efectos de
un significante fundante para él, juega su escisión subjetiva.  Ej. Cuando alguien se
ruboriza muestra estar barrado.  El significante se hace presente en la escena.  Significante
en más.
 
Emoción:
Refiere al movimiento. Alude a la reacción catastrófica, crisis histérica o a la cólera que es
como un revuelo. La crisis es como algo temporario, un estado que se da hasta que
determinadas coordenadas se restablecen.
 
Turbación:
Forma ligera de angustia, hasta que se vuelva a ubicar una nueva referencia.
El Otro está demasiado barrado, está como ausente y desfallece.  Cae el analista, se llama al
Otro y éste no responde.
No tiene que ver con la emoción, es la caída de la potencia. Es hacer perder el poder, la
fuerza, agitación, desmayo, descontrol.  Pérdida repentina de la relación con el significante
del poder.  Significante en menos.
Ej.1: agitación en masa ante la pérdida del líder.
Ej. 2: Si actuar en el Teatro Colón por primera vez pone al sujeto ante el riesgo del
embarazo;  que el Teatro Colón no exista mas, para quien tenga jugada su vida en esa
expectativa produce un efecto de desmayo, de caída.
 
Nota:
Inhibición y síntoma resguardan al sujeto de la angustia, lo alejan. Pero igualmente no se
puede hacer nada por la angustia desde la posición de ellos. Pueden igualmente provocarle
displacer.
Turbación y embarazo quedan situados en la vacilación de la posición del sujeto en el
fantasma, como desestabilización del fantasma. No hay forma de correrse de la escena, el
sujeto queda expuesto.
 
Acting-out:
Se da siempre en una escena que se sostiene en el tiempo (no se corta abruptamente). Es
una trasferencia sin análisis, esuna ligazón al Otro sin que medie la palabra.
El Otro no aparece totalizado, sino barrado, desfalleciente para interpretar. El Otro no
entiende. El esfuerzo del sujeto está en sostener la escena para mostrarle al Otro el señuelo
del deseo, lo indica, señala al deseo con actos. Muestra el deseo al Otro pero no es un
mostrar consciente. Es un llamado a la interpretación, un llamado al gran Otro.
Tiene cierto parecido a la compulsión a la repetición, algo que no puede ponerse en
palabras, vuelve en actos aunque el sujeto no lo sepa. Se arma la escena para que el Otro la
capte.
 
Pasaje al acto:
Frente a cierto exceso, puede ser golpeado el sujeto y ser expulsado de la escena.  Queda
por fuera del marco de la significación fálica.  El Otro totaliza el Saber y el Goce. Se
intenta borrar la barradura con una escena, para cortar lazos con el otro gozador.  Ej.
Tirarse de la ventana. O puede incluir también el asesinato.  El Otro no está atravesado por
la falta, el sujeto intenta barrar al otro.
No es una escena que se sostiene en el tiempo, sino que se corta abruptamente, puede ir o
no direccionada al Otro.Hay una eyección del sujeto de la escena. El objeto no tiene lugar
en el Otro, queda como un resto.
 
Angustia:
Aquí se presenta mayor movimiento del deseo y mayor dificultad. (En tanto y en cuanto en
esa realización del deseo va a haber un mayo compromiso subjetivo). 
La angustia convoca al sujeto a preguntarse más.  Está entre el deseo y el goce. Esta bisagra
permite recuperar el goce. 
La angustia está regida a partir de la falta en el Otro y por ella queda constituido el objeto
a. 
La angustia se enlaza a significantes cuando se pierde uno, como en el síntoma, turbación,
etc., aparece la angustia.
 
Goce:
Es el momento mítico en la relación entre el niño y el Otro, ambos estarían sin barrar y hay
un goce absoluto.  Es lo perdido originariamente y se quiere volver a ello.  La función de
este goce es que se desea.  Cuando el Otro está barrado, el deseo tiene lugar en la
estructura.  La falta no le deja espacio al goce porque el goce es lo completo.  Se trata de
recuperar el objeto a (testimonio de la pérdida del goce), es decir, intento de recuperar
aquella instancia mítica. Para recuperar el goce hay que atravesar la angustia.
 
Respecto del sujeto en análisis:
El análisis conduce a confrontarse con la angustia de castración, allí donde se respondía con
el síntoma, el acting-out, o el pasaje al acto, donde caducan los impedimentos narcisistas,
donde el sujeto pierde ataduras con el otro, se trata de arrancar la certeza de la angustia y
producir actos en juntura con el propio deseo, asumir el propio deseo como causa.  Sería
realizar esos deseos, velados que fueron sostenidos en la postergación.  El sujeto pierde su
punto de garantía en el Otro.
Se da el atravesamiento del fantasma, donde “eso estaba, el sujeto ha de advenir”.  Cuando
un analizante empieza a ubicar que es hablado por Otro, mas allá de lo que el está diciendo,
en consecuencia hará algo. Ej. Acto.
El tránsito en un análisis es con angustia, pero permitirá al sujeto una relación distinta con
su propia angustia, angustia como indicador de su propio deseo. 
El análisis conduce a un saber hacer con la angustia. 
Por el embarazo, Turbación o la Angustia de castración se podrán transitar y volver sin
nuevos síntomas o actuaciones.
 
 
El Objeto “a”:
Lacan introduce el objeto a como concepto.
El objeto a viene a ser un resto, algo que excede a la relación entre el gran otro y el sujeto.
Viene a ser un residuo, resto, algo irreducible que no puede seguir dividiéndose. Arroja
como resultado al Otro barrado y al sujeto barrado.
El objeto a en este caso es real, no es imaginario.
El objeto a en tanto perdido, causa el permanente intento de recupero de parte del otro y del
sujeto. Es marca del deseo, lo indecible.
La introducción del objeto a viene a positivizar el lugar y concepto de la falta. Hasta ahora
la falta se definía por lo que no hay. Ahora se la define por el objeto a.
El deseo va en busca del goce perdido. Cuanto mas proximidad alcanza mayor angustia
siente.
La angustia es un punto vital en psicoanálisis. El verdadero psicoanálisis enfrenta al sujeto
a la angustia de castración.
En el concepto de angustia convergen todos los seminarios. La angustia no debe
considerarse solo del lado del paciente sino también del lado del analizante (no sabe que
clase de objeto es frente al otro).
La angustia se presenta como aquello que no engaña, que no miente. No se duda sobre la
angustia sino que se siente con certeza.
Es una consecuencia lógica en la relación analizado y analizante. La angustia se presenta en
toda relación existencial con el Otro, siempre que represente un misterio algo del deseo del
Otro. ¿qué soy para el Otro? Es esta incógnita que produce angustia.
Para el analista la angustia es la hoja de ruta por donde orientarse. Esto difiere de las demás
clínicas que tienden a eliminar la angustia. En la clínica psicoanalítica lejos de ser
eliminable se debe transitarla porque conduce allí donde está el deseo del sujeto. La
angustia nos muestra en qué dirección va el sujeto.
La angustia se presentifica como algo que nos conduce a un vacío existencial: a volver a ser
la nada que fuimos antes de nacer.
Define la angustia como un afecto que se siente en el cuerpo y que no engaña. Un afecto
desarmado de todo significante.
La angustia aparece donde el fantasma no puede dar cuenta del deseo del Otro.
Menciones importantes respecto de la angustia:
La angustia aparece ante el desarme de los significantes. La señal de angustia llama a la
represión y al síntoma. Angustia, represión y síntoma. 
Ante una representación que provoca angustia sobreviene la represión y el afecto se
anudará a otra representación “anodina” que retorna bajo la forma de síntoma.
El síntoma es una forma de ligar la angustia, es una de las formaciones del inconsciente. Es
una formación sustitutiva que liga la angustia y tiene carácter sustitutivo.
Para Lacan el síntoma es una de las formaciones mas hipócritas porque allí hay satisfacción
libidinal. Si se retira el síntoma, esa carga libidinal quedaría libre y lista para adherirse a
cualquier otra formación. Es irreductible. Se puede analizar su mecanismo pero en el
análisis se llega a un punto en que no se puede avanzar. 
Lacan propone dos formas de seguir trabajando con esa irreductibilidad en el análisis:
- Una forma tiene que ver con identificarse al síntoma. Dejan de tener el síntoma y ser uno
mismo el síntoma.
-La otra tiene que ver con que el análisis está ligado a un saber entender, es decir, cómo es
que uno se vió enredado en eso.
 
Si bien es irreductible, el síntoma después del análisis es muy diferente al previo análisis.
Con el análisis se puede aprender a convivir con el síntoma convirtiéndose en un estilo del
sujeto, convirtiéndose en algo que no angustia. Deja de ser aquello que fue como motivo de
consulta.
Es un irreductible comparable al ombligo del sueño, pulsión de muerte, aquello sobre lo
que ya no es posible avanzar. La formación que es sintomática, sí desaparece (P.E.:
Insomnio), pero el enjambre que la sustenta no, se convive con ella.
Para Freud también es una formación de sustituto.

         Fantasma:
 
El fantasma es esencialmente simbólico. La realidad en la que vive el sujeto está teñida
fantasmáticamente. En el neurótico hay una necesidad estructural de constituir el fantasma.
 
“El fantasma es una respuesta al enigma del Deseo del Otro”.

Lo enigmático del Deseo del Otro lo angustia. Entonces el fantasma es una respuesta a ese
engima. Gobierna la vida del sujeto. Es un intento de obturar la falta, de tramitar y alojar lo
traumático. Es un efecto de construcción. El deseo queda enmarcado en el Fantasma.
Para que surja el fantasma, primero tiene que haber una pregunta por el deseo del Otro,
debe existir un espacio de interrogación, sino no se da la respuesta. Tiene que haber Otro en
presencia-ausencia. Esto va a ser el germen de la construcción fantasmática. Es un
constructo esencialmente simbólico e imaginario que intenta velar lo real.
Es desde la frase de donde podemos algo del orden del Deseo.
 
Seminario 14: El fantasma es una imagen coagulada. Lo podemos construir en una frase, es
un efecto de construcción. En la frase podemos ubicar algo del orden del Deseo. Es fruto de
la articulación del significante. Es una frase con una estructura gramatical que parece
articular esta lógica del fantasma.
 
Seminario 15: Lacan hace referencia al sujeto como un sujeto que pasa al acto, que
actúa. Se busca romper con la fijeza. Hay que hacer que el fantasma sea mas lábil. No hay
que extraerlo porque lo que construyó es lo que le permite atravesar la realidad.
El sujeto viene marcado por el Otro en tanto hay una construcción activa. Somos
dependientes pero no tan inermes. Hay una necesidad del Otro para la construcción
subjetiva pero con cierta actividad en el recorrido. Hay cierta responsabilidad del sujeto en
su posición (es la cara curable del síntoma).
 
$◊a
Matema del fantasma:     

“Sujeto en relación al otro en tanto imaginario”


 
Seminario 11, clase 17: A través de la obra de René Magritte “La condición humana”,
Lacan propone que esta es la forma en la que el sujeto piensa y conforma la realidad, la
forma en la que se dibuja al mundo. Construimos una escena del mundo que nos permite
vivir y opera para hacer habitable un lugar. Entonces, el fantasma es la construcción que se
hace en relación a eso del orden de lo real; y para que ello entre en la estructura, el
fantasma hará de filtro.
El sujeto se pregunta qué es lo que le está pidiendo el Otro, qué es lo que desea el Otro. Es
un enigma, la pregunta es aplastante y genera angustia. El fantasma opera como respuesta
posible, inventada por el sujeto.
Esto es lo que termina siendo el motor del deseo, y protege al sujeto de la angustia
poniéndose a distancia de ella.
El fantasma es un procesador de una respuesta que alivia y evita que nos confrontemos con
esa falta en el Otro.
El fantasma se construye con restos y es una construcción tanto simbólica como imaginaria.
En la imagen tiene continuidad con lo real que viene de afuera y el entramado es
simbólico. Vela la castración del Otro y lo completa, da consistencia al sujeto.
El fantasma va a determinar la posición del sujeto en el inconsciente.
El fantasma se sostiene en los significantes que marcan al sujeto.
 
Lacan menciona 3 tiempos en la construcción fantasmática: es un complejo
estructurado, sostén del deseo.
 
1) Lo REAL queda por fuera, expulsado, mandado al exterior, excluido. En el cuadro de
Magritte, lo REAL sería el paisaje real. El vacío.
 
2) Lo SIMBÓLICO hará de marco. Hay un borde hacia lo real que detiene el horror, el
sujeto no queda expuesto a lo real. El sujeto por medio de la palabra transforma en el
presente algo que ha quedado por fuera. El goce debe quedar excluido.
En el cuadro, lo SIMBÓLICO sería el marco del cuadro.
 
3) Lo IMAGINARIO viene a velar lo real. Ese imaginario viene a sustituir lo perdido. El
sujeto puede representarse eso real imaginariamente, puede dar cuenta de que ese real
queda perdido, excluido.
En el cuadro, lo REAL sería el paisaje que se ve en el cuadro, con ese borde difuso, que se
confunde con el paisaje real de la escena.
 
 
Seminario 15: En este seminario trae el texto de Freud “Pegan a un niño” y  menciona la
estructura gramatical de 3 tiempos para dar cuenta de un sujeto que pasa al acto. Fantasma.
1) “Pegar”  activo.
2) “Hacerse pegar”  soy pegado por mi padre.
3) “Ser pegado”  pasivamente (pegan a un niño).
 
 
Seminario 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”
Clase 14: “La pulsión parcial y su circuito” (1964)
 
Lacan dice que la transferencia es lo que manifiesta en la experiencia la puesta en acto de la
realidad del inconsciente en tanto ella es sexualidad.
Respecto a la finalidad biológica de la sexualidad, la reproducción, las pulsiones, tal como
se presenta en el proceso de la realidad psíquica, son pulsiones parciales.
La pulsión justamente, es el montaje a través del cual la sexualidad participa en la vida
psíquica y de una manera que tiene que conformarse con la estructura de hiancia,
característica del ICC.
La pulsión se satisface en el síntoma y por ello el síntoma es tan difícil de erradicar. Del
síntoma coparticipan significantes y pulsión.
Pero algo posee carácter de irreprimible, no todo lo que aparece es material para el
inconsciente. La pulsión no puede reprimirse, lo que se reprime son sus significantes.
Entonces aparece el síntoma.
La pulsión es del orden de lo real. No es decible ni interpretable. El análisis pretende poder
detectar ese modo de goce particular en el sujeto y evitar que retorne sistemáticamente, sino
de otra manera.
Al principio todo es puro ello, las pulsiones se satisfacen parcialmente, no hay un modo de
satisfacción definido. Es el momento en que se erogenizan ciertas partes del cuerpo por eso
obtiene satisfacciones parciales.
 
Lo reprimido es un significante. Entonces decimos que la naturaleza de las pulsiones es ser
parcial ya que responde a objetos particulares (senos, heces). Lacan agrega la voz y la
mirada.
La pulsión está estructurada como montaje ya que en ella se aúnan diferentes estructuras.
 
Elementos de la Pulsión:

1) Empuje o Drang:
Es la tendencia constante a la descarga pero no es la descarga en sí misma. Es algo que
fuerza al sujeto a trabajar permanentemente. No procede por ritmos sino que es constante y
ello hace que la pulsión no pueda subordinarse a lo biológico.
2) Objeto:
Nunca el objeto va a estar a la altura de lo esperado. Es necesario pero contingente en la
medida de que puede ser cualquier objeto que puede estar velando el verdadero objeto
perdido en tanto objeto a. Ese objeto está obturando una falta un vacío. La pérdida está en
el encuentro con el Otro. Las respuestas no lo colman, ahí aparece el objeto como pérdida.
Punto de insatisfacción donde se instaló la pérdida.
3) Meta:
La meta o fin es un imposible estructural. La meta conlleva a la satisfacción. Lo que se
encuentra nunca es lo buscado. Los síntomas dependen de la satisfacción, satisfacen algo
que para el sujeto le es ajeno.
La pulsion lo posee al sujeto, hay algo que empuja, que retorna mas allá del sujeto.
¿Cuál es el fin de una pulsión parcial?
La satisfacción. Pero que no es en el objeto sino en el trayecto. Esta es una paradoja que
Lacan explica con dos referencias en ingles: aim y goal.
Aim: es el trayecto de retorno a la fuente. Pedirle a alguien que busque algo indicándole por
donde. El camino que debe recorrerse. Hay algo que se contenta, algo se satisface en el
trayecto.
Goal: es el acierto, no es el fin en sí mismo sino el haber acertado.
Salir del interior de la fuente, rozar la zona erógena, realizar el trayecto, contornear el
objeto a y encontrar el camino de retorno a la fuente que es la zona erógena.
Camino de bucle alrededor del objeto a, que hace retornar a la zona. Cuando se fija en el
sujeto se habla de forma particular de goce.
 
4) Fuente:
La fuente siempre tiene estructura de borde. Son las demandas del Otro  que van a
erogenizar estas zonas (boca, ano, orejas, ojo). Es el Otro quien los significa. La fuente se
activa a partir de las demandas del Otro. Por ejemplo: comé. Es lo que diferencia al deseo
de la pulsión.
 
 
Destinos de la pulsión:
Toma los mismos 4 que toma Freud:
- Represión
- Trastorno hacia lo contrario
- Vuelta hacia la persona propia
- Sublimación.
Pero para Lacan queda abierta la pregunta de si la sublimación es o no un destino de
pulsión. En la sublimación la meta está inhibida en su fin.
Sublimación se define como diferente de síntoma.
El síntoma psicoanalizable, ya sea normal o patológico, está sostenido por una estructura
idéntica a la del lenguaje. Algo del orden del Deseo que habita al sujeto puede leerse, va
por la vía del significante, de la palabra.
En el seminario 20 dice que es una formación particular del inconsciente, analizable,
condición constituyente.
El síntoma tiene una función defensiva. Es una forma de ligar la angustia. Es molestia y
solución, vehículo de goce, le aporta cierto camino de situación gozosa. El síntoma como
solución hay que quitarlo, nos confronta con lo incurable. El sujeto va a tener que hacer
algo creativo.
Si el sujeto se identifica con esa modalidad de gozar, puede producir con esa modalidad.
Por ej.: paciente “Miranda” que se dedica a estudiar diseño gráfico. No se puede modificar
su modalidad de goce, pero puede encarrilarse vía sublimación.
Lacan habla de síntoma y sinthome: 
Llama sinthome a esta incidencia de goce sobre el cuerpo que tiene el significante. Crea el
concepto de sinthome precisamente porque está más allá del fantasma. Se refiere al cuerpo
en tanto goza intensamente por el hecho del significante.

Detrás de la formación de los síntomas hay:


- Fantasma  descifrable, significantes. Del orden de lo simbólico. Se reduce a la pulsión,
la vela. En la base del síntoma siempre está lo pulsional.
- Pulsión, Goce  inmóvil. Del orden de lo real.

La pulsión es la cara no interpretable del síntoma, su cara real, cara real del goce, por eso es
tan resistente. Es incurable, nada se puede hacer mas que señalarla, indicar la modalidad de
satisfacción pulsional. Hacer que el sujeto pueda ver cual es su goce singular, que se corra
de la singularidad gozante. Lo pulsional está relacionado a la singularidad del sujeto; allí se
puede captar la partícula de Real que habita al sujeto.
Es una fuerza de empuje. Es un elemento que da peso clínico, la forma en que el paciente
satisface algo del orden del goce (goce como extrañeza de satisfacción). El sujeto se abraza
a cierta modalidad de goce.
“Eso goza en el paciente”, no es que el sujeto goza con la pulsión. El sujeto lo vive como
algo exterior, por eso lo vive como algo ajeno. Es una modalidad extraña de satisfacción.
El inconsciente en algún punto se va a ligar con algo del orden del síntoma, y la pulsión es
precisamente un montaje de diferentes elementos, que lo hacen a través del objeto perdido.
Hay algo que se agrega, no es una totalidad.
La Demanda del Otro impacta en la dimensión de la pulsión, “mirame”.
Características de la pulsión:
- Las pulsiones son parciales, ya que se satisfacen autoeróticamente.
- No hay relación sexual, sino que se toma al otro como instrumento autoerótico, se
satisfacen las pulsiones parciales de cada quien quiere.
- El amor (orden de lo imaginario) viene a velar esto autoerótico, a velar lo real de la
sexualidad. La transferencia es una puesta en acto de la realidad del inconsciente en tanto
que es sexualidad.
- Dimensión activa de la pulsión: nos transita, nos mueve. Hay un contorneo pasando por el
campo del Otro, bordes intervenidos por el Otro.
 
Matema de la pulsión:       $ ◊ D
 
Sujeto en relación a la Demanda
La pulsión es a partir de la intervención de la Demanda del Otro. Habla de los bordes, de la
función de autoerotismo, de las zonas erógenas y de apertura y cierre. Una delimitación de
una zona erógena, es un corte en el cuerpo y corte también respecto del objeto; un recorte
de un significante en el cuerpo. No hay una cuestión evolutiva ni de maduración en la
pulsión, sino que es por dicha intervención del Otro que se pasa de la oralidad a la analidad.
Hay algo que se satisface mas allá de la función orgánica y a su vez se desprende por entero
de dicha función.
La manifestación de la pulsión es en un sujeto acéfalo, p. e.: “mi cuerpo me domina”. No
hay objeto, se intenta satisfacer en el recorrido. No se establece sin el Otro. Se anuda al
registro del cuerpo. El sujeto identifica la falta del Otro en su demanda “¿Qué quiere el
Otro de mí?”.
Es marca y motor, del orden de lo real.
Diferencia con el Deseo:
El deseo va por otro lado, no va por el organismo. El deseo es objeto metonímico, deseo del
deseo del Otro. No es marca en el cuerpo, sino marca en el inconsciente, pura dimensión
simbólica. Es efecto de la Demanda del Otro y se inscribe, queda sellado.

En resumen:
- Ambos se constituyen a partir del encuentro con el Otro.
- Deseo: proviene del orden de lo simbólico. No participa el cuerpo.
- Pulsión: proviene del orden de lo real. Participa el cuerpo. Aparecen y desaparecen. No
hay correlato biológico, es decir, el paso de una etapa a la otra está determinado por la
Demanda del Otro. Sujeto acéfalo de la pulsión.
Unidad 6: “Causación del sujeto”
 
Seminario 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis”
Clases 16 y 17: “Alienación y Separación – Afanisis”
 
Sujeto del inconsciente no se nace, se deviene. Se deviene $ mediante la
operación Causación; operación como las operaciones matemáticas, que pone en relación
un elemento con otro mediante algo.
En la Causación los elementos que se ponen en relación son el $ y Otro barrado; el Ser y el
Sentido; el Ser y el Lenguaje.
Esta operación tiene dos movimientos:
 
         Alienación
         Separación
Alienación:
 
La Alienación es el primer movimiento de la operación Causación y es a su vez una
operación. Del encuentro del Ser con el Sentido,
 
SER
SENTIDO

se produce una captura del Ser en el Sentido,


 
Captura del Ser en el Sentido
 
una captura del Ser en lo Significante del A/.
 
 
Captura del Ser en lo Significante del A/
 
La Necesidad se ve alterada por el hecho de que toda respuesta a lo real de la Necesidad,
proviene del campo significante del Otro. El $ es producto de la captura en ese lenguaje;
captura en el campo del sentido, ya que es el Otro el que le da un sentido a la Necesidad
(tenés hambre mi amor… dirá el Otro).
 
        
El $ es el producto de la captura del Ser en el Sentido del Otro.
 
Si en el Estadío del Espejo hablamos de una alienación a la imagen, que permite la
constitución del yo (moi), aquí hablamos de una alienación a la cadena significante. El
sujeto deviene, pero queda capturado por la cadena significante del Otro y por ello necesita
del segundo movimiento –la separación- para completar el proceso. Lacan habla de un Vel
alienante (XOR), que conlleva en sí mismo una elección forzada y una exclusión, una
pérdida. Esta pérdida tiene que ver con la paradoja de la alienación que surge de la reunión
del Ser con el Sentido. 
El $ queda en el campo del Sentido, del A/, a condición de perder parte del Ser (lo marcado
en verde en el gráfico adjunto es lo que se pierde).
Si por otro lado se queda en el campo del Ser, pierde parte del Sentido (lo marcado en rojo
en el gráfico adjunto es lo que se pierde).
Es decir, si el $ queda del lado del SER, pierde parte del SENTIDO. Si queda del lado del
SENTIDO, pierde algo del SER. No hay elección sin pérdida.
  
Lacan ejemplifica esto con la situación de “la bolsa o la vida”. Uno puede elegir una u otra,
pero nunca ambas; si se elige la vida, se perderá la bolsa y se tendrá así una vida sin la
bolsa, una vida cercenada de algo de lo que antes le perteneció; si se elige la bolsa –por el
contrario- se perderá la vida y también la bolsa. También es ejemplo del Vel alienante la
situación planteada por Hegel en la dialéctica del amo y el esclavo “la libertad o la
vida”. La elección forzada implica una pérdida constitutiva de aquello que se ubica en la
intersección; lo que se pierde es el objeto a. Esta falta es la que permitirá la circulación del
propio deseo (en función al deseo del Otro).
En la intersección del Sujeto y el A/, del Ser y el Sentido estará el Sinsentido (lo que se
resta del sentido), el objeto a, el $ y finalmente el Icc. Por ello el $ no tendrá relación plena
ni con el Ser ni con el Sentido. Para Lacan, el $ se localiza en la hiancia, no hay significante
que lo represente plenamente, pues allí opera la falta. En la alienación aún no hay hiancia;
hay una pérdida de un ser viviente que se pone en relación a un Otro primordial, tesoro de
los significantes. No hay alienación a un solo significante, se requieren al menos dos para
que haya $, pues el $ es lo que representa un significante para otro significante (un
significante es lo que representa al sujeto para otro significante):
 
S1             S2
 

$
La falta del Otro es el significante ante el cual todos los demás significantes representan al
$.
El significante que ordena al resto, que organiza la cadena, es el significante Nombre del
Padre, Falo, que es el único que no tiene par opositor y es el significante que nombra a
todos. Es el significante rector del aparato y que permite que todas las cadenas significantes
se generen. El falo se inscribe (en neurosis y en perversión –aunque con fallas en este
último caso-) o no se inscribe (en psicosis); no existe inscripción parcial del Falo.
 
Separación:
 
Es en la pérdida, la caída, de la intersección entre en $ y el A/, la caída del objeto a que
aparece la Separación. Separación que es separación de la cadena significante del Otro que
lo aliena, no separación del Otro. Es una operación de retorno a modo circular, pero no es
recíproca, es decir que entre las operaciones de Alienación y de Separación no hay
complementariedad. La Alienación implica una pérdida, pero la Separación no es el
recupero de esa pérdida. Si la Alienación es la captura en la cadena significante la
Separación es un ataque a la cadena significante. Esto se ve en los niños, cuando llaman
guau a un gato; no hay una confusión, sino una intención de equivocar, de cuestionar eso
que viene del campo del Otro, la cadena significante. Lo mismo ocurre con los “¿por qué?”
infantiles, que no buscan un saber sino llevar al Otro al punto donde se muestre en falta. Es
hacer que esté vigente la falta, se vale de esa falta, se apoya en ella. 
Hay aquí dos faltas:
       La falta por el lado del Otro, que al hacerla aparecer, aparece también la angustia. Se
invierte así el tema de “estar capturado” ¿quién captura a quién? ¿quién es el amo?
       El infans responde a la falta del Otro con su propia falta; la pérdida del infans es
igual a aquella que habilita la falta en el Otro, se localiza en esa falta del Otro. El infans
aparece como siendo el que puede faltarle al Otro “¿qué pasa si yo me muero?” buscando
saber qué son ellos en el campo del Otro. Es un cambio de posición en el que, mediante una
torción, el infans se torna amo de la situación. Esta torsión es un cambio de posición, donde
se pasa del adentro al afuera sin que se haya atravesado ninguna superficie
 
Hay una superposición de faltas, una falta recubre la otra falta; señala, descubre una falta y
la completa; se ubica la localización de la falta en el campo del Otro y al mismo tiempo se
constituye como aquello que hace falta en el campo del Otro. Es la localización más radical
de la pérdida y de la falta; él mismo puede perderse. Será el fantasma lo que dará sentido a
esta situación. La separación se ubica en la hiancia. Es en la separación que empieza a
perfilarse el encuentro con lo enigmático del campo del Otro, “¿Qué me quiere?”.
La Separación no anula la Alienación, la suma de ambas operaciones da cero, pero una no
es la contraria de la otra. La separación es apoyarse en lo que se inscribe en la Alienación
como falta, como pérdida.
 

La Alienación va al sentido del Otro. La operación Separación recae en la lúnula, es decir


que no vuelve al Ser. Toma vigencia sólo la lúnula; se constituye el elemento que es común
entre el Sujeto y el Otro; el objeto a, con causa. El fantasma, la superposición de dos faltas,
habilita la pregunta sobre la causa del deseo del Otro, ¿qué quiere el Otro? que es causa del
objeto a.
La Alienación y Separación son operaciones pendientes para el $, siempre. Son operaciones
de causación que señalan el pasaje por sucesivos caminos en el recorrido del análisis; sobre
lo que trabaja el sujeto es sobre aquello que lo deja alienado en el campo del Otro y el
trabajo es en relación a la Separación. Ahí donde se pone en relación a la falta, forma otra
posición subjetiva.
 
Afanisis:
 
Se refiere a la letalidad del significante. Es una instancia del significante.
El $ es afanísico. Lacan toma el término afánisis (del griego desaparición) de E. Jones que
lo utiliza para denominar la abolición total y permanente de la capacidad de gozar, de
experimentar placer sexual, cuyo temor, se encontraría en la base de todas las neurosis.
Lacan utilizará el término para marcar la desaparición del sujeto mismo, en su relación con
los significantes. Toda vez que el sujeto está identificado con un significante, desaparece en
el inconsciente; su alienación consiste en esa división en la que se pone en juego su pérdida
y en la que no aparece en un lado sino por borrarse en el otro.
 
Con respecto al Deseo del Otro señalará que la mirada y la voz son soportes del deseo del
Otro.
Lacan en la constitución del deseo va a distinguir el registro oral, el anal, el fálico, el
escópico (el que corresponde a la mirada) y el invocante (el que corresponde a la voz). Los
objetos correspondientes serían el seno, el excremento, el falo (el falo en tanto no está, en
tanto ha operado la castración, es decir, como significante de la inexistencia), la mirada y la
voz.
Mirada y voz conciernen a una parte del cuerpo pero no valen por su función biológica.
Cada uno de estos objetos, en su nivel funciona como causa del deseo.

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