800 7 Claves - @nas - Coach
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Las relaciones tóxicas tienen 2 componentes muy peligrosos por los cuales se
camuflan, se hacen invisibles y son difíciles de detectar:
El primero es que, muchas veces, van apareciendo paulatinamente, con el correr
del tiempo, de a poco, y eso lleva a la naturalización de situaciones que podrían
vulnerar nuestra dignidad, socavar la estima, amenazar nuestra felicidad y
sumergirnos en un estado de ánimo negativo que asumimos como normal
cuando definitivamente no lo es.
El segundo componente que dificulta la identificación de una relación tóxica es
que, o bien nos encontramos en un estado de idealización / enamoramiento con
esa persona, o bien es una relación que data de mucho tiempo atrás y que ya
viene dada así.
En el primero de los casos, esa idealización del otro nos hace de distracción, de
pantalla justificatoria a situaciones anormales. Empiezan a suceder cosas que no
queremos ver porque ponemos la atención en otras cosas que queremos
sostener. Nos hacemos los distraídos. La tolerancia al conflicto está puesta al
servicio de algo más fuerte: la proyección con el otro.
El segundo caso podría explicarse con una frase: "si siempre fue así, por qué
vamos a cambiar ahora". La relación tóxica se vuelve invisible simplemente
porque desde que tenemos uso de razón estamos inmersos en ella. Estamos tan
en ella que no la podemos ver. Los conflictos están naturalizados. Es más común
entre padres, hijos, hermanos.
1- DEJASTE DE SER
QUIEN ERAS
Dejaste de cantar, de bailar, de juntarte
con tus amigas, de usar la ropa que te
gusta, dejaste de opinar delante de él.
Dejaste de visitar a tus sobrinos, o de
abrazar a un hermano o a tu padre, por
miedo a sus celos. Dejaste la reunión
semanal con amigas, dejaste de comprar
las cosas que te comprabas. Dejaste de
contarle sobre tu pasado por miedo a
sus reacciones. Sientes que tienes que
hacer todo con mucha cautela, decir las
palabras justas, andar casi en puntas de
pies por la vida para que no se enoje. A
veces llegas a mentir porque es más fácil
eso que dar explicaciones.
Si sientes que dejaste de ser tú, es
probable que estés en una relación
tóxica.
2- DESCONFIANZA
Estás atenta a cada uno de sus
movimientos tanto dentro como fuera de
la casa. Estás atenta a dónde y cómo deja
el celular, su ropa, sus cosas.
Sientes amenazas femeninas en el
trabajo, en el gimnasio, en la calle. Estás
mirando dónde él dirige su mirada en el
café o en el bar. Estás ansiosa y alerta
cuando él está y cuando no está.
Sientes que te responde tarde los mensajes y que cualquier plan tiene prioridad por
sobre estar contigo.
La desconfianza está muy emparentada con la inseguridad. La inseguridad puede ser
propia de una de las personas o generada.
Si vives alguna de estas situaciones con frecuencia es probable que estés en una
relación tóxica de desconfianza.
¿ESTÁS EN UNA RELACIÓN TÓXICA?
7 CLAVES PARA SABERLO
3- AGRESIVIDAD
La agresividad puede darse con una
pareja, con una amiga o también en
la familia. La forma más común es
verbal con insultos cara a cara o por
mensajes. También puede ser con
gritos, ademanes excesivos con las
manos, los gestos de la cara con
miradas intimidantes, empujones
disfrazados de "permiso quiero
pasar", sostener la muñeca,
obstrucción de una puerta por la que
quieres pasar.
La naturalización de la agresividad es muy peligrosa porque llega a hacerse
cotidiana, no nos hacemos la pregunta de por qué hacemos lo que hacemos y
terminamos por adoptarla como LA forma de relacionarnos. Termina dañándonos a
nosotros o a los demás.
Si vives con frecuencia situaciones de agresividad, es probable que te encuentres
en una relación tóxico-agresiva.
4- MANIPULACIÓN
La manipulación suele tener como objetivo a la gente codependiente o llena de
culpa. Lo que buscan las personas manipuladoras es tener el control de la situación
y lograr lo que se proponen aunque a los demás no les convenga.
Las estrategias de manipulación pueden ir desde la victimización del manipulador
simulando un "acting" que genere culpa en el manipulado, hasta la agresión o
amenazas.
Los manipuladores simulan y disimulan para lograr sus objetivos.
El manipulado que reclama determinada situación, cuando escucha las
justificaciones del manipulador suele caer en la confusión y, lo que creía que tenía
para reclamar, ahora se vuelve en su contra.
¿ESTÁS EN UNA RELACIÓN TÓXICA?
7 CLAVES PARA SABERLO
5- INVALIDACIÓN
Uno de los dos invalida al otro, lo
ningunea y lo menosprecia. Le va
quitando protagonismo en un ámbito
determinado pero no con el fin de
ayudarlo sino con el de hacer a su
manera y tener el control de la
situación. Puede venir acompañada de
agresiones como estúpido, inservible,
etc.
Este síntoma se disfraza de ayuda hacia al otro con una cuota de sarcasmo. Requiere
exceso de control con agresividad, de un lado, y pasividad y sumisión, del otro.
La invalidación alcanza su máxima expresión cuando, después de mucho tiempo, una
de las partes se siente sobrecargada y sin ayuda mientras que la otra se siente
maltratada y sin sentido de pertenencia.
Si frecuentemente te sientes invalidada o desplazada por alguien, es probable que te
encuentres en una relación tóxica de invalidación.
6- DESGASTE
La relación desgastada es muy frecuente y traicionera porque se disimula con la
ausencia de discusiones. Es aquella en la que el tiempo y la monotonía erosionaron
los momentos y el disfrute en pareja. Ya no hay ganas de hacer con el otro pero
seguimos juntos. Todo nos da lo mismo, él hace su vida y tú haces la tuya.
El doble filo en este tipo de relaciones es que no hay peleas ni discusiones pero
tampoco hay ganas. La felicidad pasa por otro lado. La indiferencia es la moneda
corriente y son como dos personas solas viviendo bajo el mismo techo.
Si no es detectada puede pasar desapercibida por años enmascarada por excusas
como "el bien de nuestros hijos", "lo que dirán nuestros padres", "el status
socioeconómico".
La relación desgastada no es tan tóxica por lo que se vive en ella sino por lo que está
impidiendo que se pueda vivir. La relación desgastada obstaculiza la plenitud y la
independencia. La sensación de soledad es muy frecuente por más que duermas con
tu pareja. También tu felicidad se ve limitada.
¿ESTÁS EN UNA RELACIÓN TÓXICA?
7 CLAVES PARA SABERLO
La pareja desgastada suele tener muy pocos planes de a dos y es un caldo de cultivo
para la infidelidad.
Muchas personas que se separan, luego de separadas, reconocen que deberían haberlo
hecho varios años antes.
Si te ves reflejada en las situaciones anteriores, es probable que te encuentres en una
relación tóxica-desgastada.