Unidad IX

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

El Contrato de Franquicia.

Unidad IX

CRISTINA ZABALA. M.A.


El Contrato de Franquicia.

El sistema de franquicia es un tipo de colaboración entre empresas que nació en EE.UU.


teniendo una gran repercusión en el resto del mundo. Se configura actualmente como una
forma de expansión empresarial, especialmente en el campo del comercio minorista.

Como ya hemos dicho, la franquicia es un método de colaboración entre empresas


independientes.

La empresa franquiciadora, es la que posee una determinada marca, patente, método o técnica
de fabricación que ya están consolidados en el mercado.

La empresa franquiciada, es la interesada en utilizar estos métodos y marcas.

La cesión es la que se formaliza a través del contrato de franquicia: la empresa franquiciadora


concede a la empresa franquiciada el derecho a explotar el negocio bajo su marca o patente,
siempre limitando su campo de actuación a un lugar y por un tiempo determinado, a cambio
de una contraprestación económica que suele establecerse en un canon inicial y unos
porcentajes en función de las ventas.

El resultado es un método homogéneo de comercialización o de prestación de servicios,


estando la actividad de la empresa franquiciada controlada por el franquiciador, que es quien
realiza el seguimiento y control de toda su red de franquicias.

Y desde luego, desde cierto punto de vista, las franquicias tienen una ventaja indudable para
aquellas personas que tienen pensado acometer un proyecto empresarial, puesto que les
permite penetrar en el mercado con un nombre ya consolidado que les facilita no solo el
comienzo de la actividad sino el comenzar con un elevado volumen de ventas.
Existen diferentes tipos de franquicias:

• La franquicia de distribución: Es aquella franquicia que se constituye con el objeto de


comercializar los productos que fabrica o selecciona el franquiciador, y todo ello con una
apariencia común, puesto que se utilizan los signos distintivos (marcas y rótulos) de la
empresa franquiciadora.

• La franquicia de servicios: es aquella que únicamente utiliza los rótulos o marcas de


la empresa franquiciadora, siguiendo la empresa franquiciada las directrices que le marca la
franquiciadora.

• La franquicia de producción o industrial: en este caso es la empresa franquiciada la


que fabrica los productos de la franquiciadora, siguiendo sus instrucciones y sirviéndose de
los materiales que ésta le proporciona.

De entre todas ellas, las más frecuentes son las franquicias de distribución, ya que son las que
se suelen utilizar en el sector del comercio minorista.

Para formalizar un contrato de franquicia, será necesario atender a los siguientes puntos:

• Personas que intervienen:

En la franquicia, las partes contratantes están claramente diferenciadas:

- Por un lado, el franquiciador (o franquiciante), que es el titular de la marca y quiere


expandirla a través de otras empresas.
- Por otro lado, el franquiciado (o franquiciatario), que es quien desea utilizar la marca
y los conocimientos de explotación del negocio, para desarrollarlo por su cuenta por un
tiempo determinado.

• El objeto del contrato:

El objeto del contrato de franquicia no es más que el “know-how” de la empresa


franquiciadora, definido éste como el conjunto de conocimientos prácticos no patentados,
derivados de la experiencia del franquiciador y verificados por éste.

Este conocimiento práctico debe ser secreto o, de alguna forma, original, en el sentido de que
no sea generalmente accesible, sino en cierta forma secreto o confidencial.

Normalmente esto supone una continua asistencia comercial o técnica del franquiciador al
franquiciado, para que éste pueda aprovecharse de la evolución de esa manera particular de
hacer negocio.

Este “know-how” se suele describir en un documento que se llama “manual operativo”, en


donde las empresas franquiciadoras detallan su forma de hacer para que el franquiciado pueda
no solo identificarse con la operativa concreta sino para poder alcanzar el éxito en su particular
forma de concebir la empresa.

Por ejemplo, en una franquicia de distribución, contendrá detalles de la apertura del local,
decoración, mobiliario, uniformes, forma de atender a los clientes, etc.

En cuanto al precio, ya indicamos que lo componía un canon inicial y, a partir de la puesta en


marcha, unas cantidades periódicas que se ajustarán aceptados por ambas partes.
Obligaciones del franquiciador

Como obligaciones de la empresa franquiciadora, podemos señalar las siguientes:

• Dar información precontractual suficiente al potencial franquiciado:

Deberá ser por escrito y con una antelación mínima de 20 días a la firma del contrato.

Los datos a facilitar, entre otros, deberán incluir las siguientes cuestiones: los datos de
identificación del franquiciador, el título de propiedad de la marca, la experiencia que tiene
como empresa franquiciadora así como la descripción del sector al que se dirige, explicación
de su sistema de negocio y del funcionamiento de su red de franquicias, etc.

• Registro:

Los franquiciadores están obligados a inscribirse en el Registro de Franquiciadores, siempre


que su actividad se extienda por el territorio de más de una Comunidad Autónoma.

• Ceder el uso de los signos distintivos de su empresa:

Esto es consecuencia del concepto de la propia franquicia, ya que una de sus características
es precisamente la utilización de los elementos de identificación de la empresa franquiciadora
(marcas, rótulos y nombres comerciales).

• Transmisión del “know-how”:

También, como elemento constitutivo del contrato de franquicia, la empresa franquiciadora


deberá transmitir a la franquiciada todos sus conocimientos sobre el desarrollo del negocio.
Estos conocimientos se suelen describir operativo”. en el “Manual
• Asistencia técnica o comercial:

Además de la transmisión de su concepto de negocio, la empresa franquiciadora tiene el deber


de prestar un asesoramiento que le permita adaptarse a las diferentes técnicas de explotación
y en general a todos los elementos que intervienen en el negocio. Esta asistencia debe ser
permanente y constante.

• Control de la actividad del franquiciado:

El franquiciado igualmente debe controlar que la actuación de la empresa franquiciada y del


resto de su red de franquicias se ajusta a lo acordado.

• Deber de no competencia:

No podrá competir la empresa franquiciadora con la empresa franquiciada, ni realizar ningún


tipo de actuación que pueda perjudicar a los intereses comerciales de la franquiciada.

• Exclusividad:

La empresa franquiciadora deberá respetar el territorio que pertenece en exclusividad a la


empresa franquiciada. Por tanto, no podrá pactar en su mismo ámbito de actuación otro
contrato de franquicia con una empresa diferente.
Obligaciones del franquiciado:

También el franquiciado debe respetar los deberes que establece este tipo de contratos. Los
más importantes son los siguientes:

• Deber de confidencialidad:

El franquiciado deberá cumplir su deber de no revelar a terceros la información que le haya


sido facilitada en la negociación y trámites preliminares a la firma del contrato de franquicia,
especialmente aquella relacionada con el “know-how” de la empresa franquiciadora.

• Pago de las cantidades pactadas:

Lógicamente, este es el principal deber del franquiciado. Su obligación alcanza al pago del
canon inicial y de las cantidades periódicas. Si no cumpliese con su obligación, la empresa
franquiciadora estará legitimada a exigir el cumplimiento del contrato vía judicial o a solicitar
la resolución del contrato con la indemnización correspondiente por los daños y perjuicios
ocasionados.

• Exclusividad:

El contrato de franquicia establece un deber de exclusividad, siendo desleal la colaboración


con otras empresas que compitan directamente con la franquiciadora.

Asimismo, si dentro del compromiso de la franquiciada está el comprar el material y las


mercancías en exclusiva a la empresa franquiciadora, no podrá romper ese compromiso
debiendo siempre tener los productos o servicios que le facilite la franquiciadora.
El contrato de franquicia puede terminar por diferentes causas. Vamos a ver cada una de ellas.

• Resolución del contrato por incumplimiento o por imposibilidad sobrevenida de


explotar la empresa franquiciada:

Como vimos anteriormente, el incumplimiento de alguno de los deberes de cualquiera de las


partes justifica la posibilidad de que la otra parte “resuelva” el contrato pidiendo a cambio
una indemnización por daños y perjuicios.

Caso aparte es el de la imposibilidad sobrevenida. En este caso, estamos ante situaciones que
hacen imposible seguir con el negocio, siendo la causa más habitual la declaración de quiebra
de cualquiera de las dos partes.

• Finalización del plazo convenido:

Lo más habitual es que el contrato de franquicia se pacte por un tiempo determinado. En


estos casos, es evidente que el contrato finaliza llegado el vencimiento de dicho plazo.
En estos casos, es conveniente realizar el preaviso anunciando a la otra parte la finalización
del contrato, puesto que de lo contrario podría entenderse prorrogado tácitamente la duración
del mismo por no haber denunciado ninguna de las partes su finalización.

• Desistimiento unilateral:

Solo cuando el contrato haya sido pactado por tiempo indeterminado, es decir, sin un plazo
de finalización, se permite que cualquiera de las partes pueda desistir de su cumplimiento,
con el único requisito de tener que preavisar a la otra parte con la antelación necesaria para
que dicho desistimiento le cause los menores perjuicios posibles.

Por último, tan solo queda por ver cuáles son las consecuencias de la finalización de este tipo
de contratos. Dada la especialidad de esta colaboración empresarial, será necesario liquidar
sus obligaciones antes de deshacer por completo la totalidad de vínculos contractuales
existentes entre las partes.
El efecto inmediato de la finalización del contrato será el cese de la actividad y la restitución
de los elementos cedidos para el desarrollo del negocio.

Se deberá retirar la marca y los rótulos utilizados, así como todo el soporte material
de lo que llamábamos “know-how”. En este sentido, se impone alfranquiciado la
obligación de no desvelar toda información que recibió sobre el particular.

Asimismo, habrá que liquidar todas las operaciones que estén en curso, abonando las
retribuciones que estén pendientes de pago. Ante la dificultad que este proceso siempre lleva
consigo, es recomendable pactar en el contrato de franquicia los plazos y modos de operar en
estas circunstancias.

Normalmente en los contratos de franquicia se impone al franquiciado el deber de no


competencia, una vez finalizado el contrato. Esto se pacta a través de las llamadas “cláusulas
de no competencia”, en donde se prohíbe al franquiciado realizar actividades similares a las
que desempeñó a través de la franquicia. Normalmente este compromiso no podrá superar el
período de un año y solo podrá ser exigible en el mismo territorio en donde se encontraba la
franquicia.

También podría gustarte