Criminologia Doc 1er Parcial
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Criminología
Fotografía de año 1875 en donde se muestra un castigo a mujeres en China.
El nombre de esta ciencia fue utilizado por primera vez por el antropólogo francés Paul
Topinard. En 1885, el profesor italiano de derecho Raffaele Garófalo acuñó este término
de manera formal. Muy ligado a la criminología se encuentran los logros y teorías de
Cesare Lombroso, a quien se le considera el padre de la criminología, ya que en sus
estudios acerca de la antropología criminal, cimentó bases y teorías que hasta nuestros
días perduran, ya sea como antecedentes o como directrices mismas de la ciencia.
A pesar de ser una ciencia relativamente reciente y haber sido cuestionada en cuanto a su
vinculación y dependencia del derecho penal, la criminología ha alcanzado un carácter
autónomo, al ser partícipe de la utilización del método científico para la formulación de
las distintas teorías que la componen.
RESUMEN
Todas las ciencias basan sus teorías, leyes y principios, en la investigación, a través de la
historia la calidad de ciencia de la criminología ha sido fuertemente discutida, sin embargo,
en la actualidad como ciencia que estudia al delito pretende dar soluciones factibles que no
solo disminuyan los índices delictivos, sino que permitan prevenirlo mediante predicciones
objetivas, la criminología no adivina, simplemente observa, induce, formula hipótesis,
experimenta y obtiene resultados que le ayudaran a plantearse conclusiones para cada
caso. A partir de la recopilación de información y el análisis de los diversos puntos de vista,
puede deducirse que la criminología cuenta con un método científico empírico e
interdisciplinario. Ningún objeto de estudio de la criminología la limita metodológicamente,
pues en realidad actualmente las ciencias sociales sirven de apoyo para un gran número de
disciplinas consideradas formales o exactas.
I. Introducción
Existen un gran número de ciencias encargadas de estudiar al ser humano, dentro de este
universo se agrupan también las que específicamente se centran en la conducta del
hombre, por mencionar algunas tenemos a la psicología, psicopedagogía, antropología,
sociología, ciencias políticas, etc., realmente hay un gran número de ellas, no obstante, no
todas se enfocan en la conducta antisocial, ese es el deber de la etiología criminal,
criminología, victimología, entre otras, debe aclararse que la criminología gracias a su gran
interdisciplinariedad sigue, en palabras de Rodríguez Manzanera, el método propuesto por
Rene Descartes: “No admitir jamás nada por verdadero que no conociera que
evidentemente era tal; dividir cada una de las dificultades que examinara en tantas partes
como fuera posible y necesario para mejor resolverlas; conducir por orden los
pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer para subir
poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos y aun
suponiendo orden entre aquéllos que no preceden naturalmente unos a otros; y hacer en
todo, enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que tuviese la seguridad de
no omitir nada” (Rodríguez, L., 1981). W
ael Hikal nos recuerda en su obra Criminología psicoanalítica, conductual y del desarrollo
(2005), que la interdisciplinariedad de la criminología le permiten valerse de los métodos
científicos de sus ciencias auxiliares o aquellas a las que auxilia. Destacando así varios
métodos previamente utilizados en la investigación criminológica:
• Método Positivo
“Es el estudio a profundidad del criminal y sus circunstancias, atiende a causas sociológicas,
psicológicas y biológicas que le permiten tener un estudio integral del sujeto antisocial”
(Peláez, M., 1976).
• Método clínico
Útil en estudios multifactoriales, en donde se estudie la historia de vida del individuo hasta
llegar al momento en que cometió un delito o mostro signos notorios de conducta
antisocial.
• Método inductivo
Solis Quiroga nos dice que “este método se basa en la observación de las realidades; dentro
de ellas se identifica y participa el investigador, aprovechando su propia experiencia o
experimentando, y tiende hacia una interpretación explicativo-comprensiva” (1985, p. 17).
Útil para las ciencias empíricas como la criminología y las ciencias sociales en general, se
basa en la observación del objeto, problema o fenómeno, se buscan patrones, se
experimenta con las condiciones que lo propician, y vuelve a observarse si efectivamente
los patrones observados se cumplen, se explican causas y efectos.
• Método científico tradicional
IV. Resultados
Son numerosos los autores que mencionan tanto el carácter empírico como la cualidad
interdisciplinaria de la criminología, a partir de la recopilación de información y el análisis
de los diversos puntos de vista, puede deducirse que la criminología cuenta con un método
científico empírico e interdisciplinario, en el que se incluyen las doce fases de la
investigación.
Encontramos además que ésta ciencia se enfrenta a problemas y fenómenos reales, en
razón de los cuales formula y comprueba hipótesis, así que en realidad el método científico
general puede también ser perfectamente aplicado a las investigaciones criminológicas. La
naturaleza observadora, analítica y experimental de la criminología le permite producir
conocimiento útil para otras ciencias, a pesar de lo que pueda creerse su conocimiento no
se limita a las ciencias sociales, sino que traspasa estas barreras para formar parte auxiliar
incluso de algunas ciencias exactas.
V. Discusión
a) Método científico empírico aplicado en la criminología.
El método científico empírico o experimental es sumamente útil para la criminología puesto
que requiere de una profunda observación, búsqueda de patrones en el fenómeno u objeto
estudiado, pruebas para intentar repetir de forma artificial estos patrones y finalmente
comprobación para saber si efectivamente se logró descubrir una peculiaridad en los
observado, una posible solución o la forma de evitar que esto suceda, solo de esta manera
puede decirse que realmente se conoce lo observado. Esto es precisamente lo hecho por la
criminología, se estudia a un individuo o grupo social, se buscan patrones de conducta, se
intentan explicar las causas y factores determinantes en estos patrones, se intenta repetir
o provocar artificialmente los patrones observados y finalmente se compra si efectivamente
las causas y factores señalados son ciertos, de esta manera no solo se logra explicar la
conducta antisocial, sino también corregirla y prevenirla.
A mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino intentó también sentar las bases de la filosofía
del derecho penal en su obra Escolástica, y en la Edad Media se realizaron algunos
estudios médicos para investigar crímenes aislados.
Escuela clásica
Propone que la proporción de los castigos debe guardar relación directa al perjuicio social
del hecho; esta Escuela estaba en contra de la crueldad de los castigos y, de la
arbitrariedad de la justicia aplicada por los jueces.5
Sus postulados, respecto a las penas y el delito, constituyen las bases para el Derecho
penal moderno, derivando los siguientes principios:
Legalidad: solo las leyes pueden decretar las penas de los delitos, es tarea del legislador
definirlas en representación de la sociedad unida por el pacto social.
Jurisdiccional: un tercero (juez) debe juzgar la verdad de los hechos, sin tener que
interpretar las leyes, por lo cual, la ley debe ser clara y conocida por todos.
Prontitud: para que la pena sea útil, debe imponerse lo más cercana posible al tiempo de
la comisión del delito, por lo que el proceso debe ser breve.
Escuela biológico-positivista
Escuela positivista
Esta escuela parte del determinismo biológico de la conducta humana, considerando que
los hombres son impulsados por características innatas hacia el delito. El centro del
análisis ya no es el delito, es el criminal, y la sociedad se ve compelida a defenderse de
todo acto antisocial ya sea relegándolo o eliminándolo.
Para Cesare Lombroso, el criminal es nato, es un ser atávico, esto es porque tiene una
regresión biológica que se manifiesta en ciertas características físicas tales como la
asimetría del rostro o del cuerpo, polidactilia, orejas grandes, etc. Por su parte Enrico Ferri
considera al delincuente como un hombre anormal, ya sea por sus anormalidades físicas,
psíquicas, hereditarias o bien sean adquiridas. Raffaele Garofalo define al «delito natural»
como la ofensa a la piedad y la probidad, sentimientos que integran el consenso moral
existente.
Criminología moderna
En el siglo XX, los criminólogos se esfuerzan en hacer una síntesis de los descubrimientos
precedentes. En diferentes países comienza a manifestarse una tendencia a ampliar el
campo de la actividad criminológica: unos incluyen en ella la criminalística (Alemania);
otros, la penología; hay otros que preconizan el estudio conjunto de la ciencia del crimen y
de la ciencia de la reacción social suscitada por él (Estados Unidos). En este siglo, la
criminología ha influido notablemente en la evolución del derecho penal.
Es una ciencia empírica e interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del crimen, de la
persona del infractor, la víctima y el control social del comportamiento delictivo, y trata de
suministrar una información válida, contrastada, sobre la génesis, dinámica y variables
principales del crimen —contemplado éste como problema individual y como problema
social— así como sobre los programas de prevención eficaz del mismo, las técnicas de
intervención positiva en el hombre delincuente y los diversos modelos o sistemas de
respuesta al delito.6
Escuela de Chicago
La escuela de Chicago surgió a principios del siglo XX, a través de la obra de Robert E. Park,
Ernest Burgess, y otros sociólogos urbanos en la Universidad de Chicago. En la década de
1920, Park y Burgess identificaron cinco zonas concéntricas que existen a menudo al
crecer las ciudades, incluyendo la «zona en transición», que fue identificada como más
volátil y sujeta al desorden. En la década de 1940, Henry McKay y Clifford R. Shaw se
centraron en los delincuentes juveniles, encontrando que estaban concentrados en la
zona de transición.
Teorías individualistas
Esta filosofía fue sustituida por las Escuelas positivista y la de Chicago. No reaparece hasta
la década de 1970 con los escritos de James Q. Wilson, el artículo de 1965 de Gary Becker
titulado "Crimen y castigo",8 y "La óptima aplicación de leyes" de George Stigler, en
1970.9 La teoría de la elección racional sostiene que los delincuentes, al igual que otras
personas, sopesan los costos/beneficios y riesgos a la hora de decidir si cometer un delito
y piensan en términos económicos.10 Desde esta perspectiva, las medidas de prevención
se piensan al modo de una contra-motivación, es decir, incrementando las consecuencias
de cometer un delito, por ejemplo, a través del endurecimiento de las penas. Las teorías
de la elección racional también sugieren que el aumento de la probabilidad de ser
atrapado, a través del aumento de la vigilancia, la policía o la presencia de guardia de
seguridad, el mayor alumbrado público y otras medidas, son eficaces en la reducción de la
delincuencia.11
Criminología crítica
La clase obrera, en particular, es el grupo social que sufre mayormente esta asimetría de
valores, junto con las mujeres, los niños y las minorías étnicas.13 Más simplemente, la
criminología crítica puede ser definida como un área de la criminología que considera
extensamente los factores contextuales de un delito.
El realismo de izquierda propone la reducción del control penal y extensión a otras áreas,
reinserción del delincuente (en lugar de marginar en la prisión deben buscarse
alternativas a la reclusión), disuasión preventiva (organización de los “grupos de
cooperación ciudadana”), defensa de la prisión (esta debe darse solo para casos en el que
el infractor represente un peligro para la sociedad).
El minimalismo se desarrolló en Europa del Sur y América Latina, busca que se cumplan los
principios del pensamiento penal liberal: en el sentido original del iluminismo, la
transformación radical del sistema penal en un “derecho penal humanitario",15 o como
reducción progresiva del derecho penal con la perspectiva de una reorganización general
de la respuesta institucional a los problemas y conflictos sociales, de manera que se
supere el actual sistema de justicia penal.14
El abolicionismo efectúa una crítica radical a todo el sistema de justicia penal y plantea su
reemplazo. Existe poco consenso entre los autores considerados abolicionistas, ya que
algunos ven al sistema penal como superfluo o innecesario que podría abolirse sin generar
una crisis del sistema,16 otros piensan que el sistema penal es la piedra angular de la
represión y cuya abolición implicaría necesariamente la transformación de la sociedad
como un todo.17
Criminología feminista
Basado en las obras de Marx, Hartsock sugiere que el punto de vista femenino en el
mundo es más neutro que el de los hombres.21 De acuerdo con Marx, aquellos con
menos poder tienen una visión más clara del mundo como subordinados de clase, ven la
riqueza de las clases dominantes, mientras éstas son esencialmente indiferentes a las
condiciones de los menos afortunados. Desde su posición de subordinación, las mujeres
son más capaces de revelar la realidad empírica en comparación con los hombres. Por lo
tanto, hay dos conceptos clave en la escuela feminista: la criminología puede ser
interpretada desde una perspectiva neutral en relación al género, o bien a partir de una
reivindicación positiva por la adopción del punto de vista femenino.21
Tanto las escuelas positivistas y clásicas tienen una visión de consenso de la delincuencia
—que un crimen es un acto que viola los valores y creencias básicas de la sociedad—. Esos
valores y creencias se manifiestan como las leyes que la sociedad acuerde. Sin embargo,
hay dos tipos de leyes:
Por lo tanto, las definiciones de los delitos varían de un lugar a otro, de acuerdo a las
normas culturales y las costumbres, pero pueden ser ampliamente clasificados como
delitos de cuello azul, crimen corporativo, el crimen organizado, el delito político, delito de
orden público, el crimen de estado, delitos societarios y delitos de cuello blanco. Sin
embargo, ha habido movimientos en la teoría criminológica contemporánea para alejarse
del pluralismo liberal, el culturalismo y el posmodernismo, introduciendo el término
universal «daño» en el debate criminológico como un reemplazo para el término legal
«delito».
Conceptos principales
Conducta desviada
Artículo principal: Desviación social
En cuanto al fenómeno de la desviación, la criminología aborda los factores explicativos de
la conducta desviada y la conducta delictiva (robo, homicidio, daño, etc.). Estos factores
pueden ser vistos desde una perspectiva causal como determinantes de orden psicológico,
biológico o social, o bien pueden ser estudiados como categorías de orden cultural
resultantes de procesos de interacción y definición social complejos, en los que
intervienen elementos de tipo histórico, político o cultural.
Entendida la conducta desviada como aquel comportamiento de uno de los miembros de
una sociedad, que se aleja de los estándares habituales de conducta. Aunque debe
distinguirse entre diferentes conductas desviadas. Así, por ejemplo, el travestismo podría
considerarse como una conducta desviada, pero resulta categóricamente distinta a la
conducta desviada de, por ejemplo, robar en un establecimiento.
Control social
Entre los medios de control social están las normas sociales, las instituciones, la religión,
las leyes, las jerarquías, los medios de represión, el adoctrinamiento (los medios de
comunicación y la propaganda),2425 los comportamientos generalmente aceptados, y los
usos y costumbres (sistema informal, que puede incluir prejuicios) y leyes (sistema formal,
que incluye sanciones).23
Delito
Esta sección es un extracto de Delito
El término delito se define como una acción típica, antijurídica, imputable, culpable,
sometida a una sanción penal y a veces a condiciones objetivas de punibilidad. Supone
una infracción del derecho penal. Es decir, una acción u omisión tipificada y penada por la
ley.2
En idioma español, las palabras «delito» y «crimen» son utilizadas con significado
sinónimo, aunque en el campo del derecho predomina el uso de «delito», mientras que en
el campo de la sociología y las disciplinas técnicas de investigación, se emplea «crimen».
En inglés se utiliza la palabra «crime» (crimen). En la legislación de algunos países de habla
hispana, como Argentina y Chile, se usa también la expresión «delito civil» para referirse
al acto civil intencional no contractual que causa un daño a otra persona, y la expresión
«cuasi delito civil», cuando el acto dañino es negligente.
Víctima
Criminología en Iberoamérica
En Iberoamérica son varios los académicos que se han destacado en esta área,
especialmente los pertenecientes a países como Argentina, Chile, Colombia, México y
Venezuela. Entre ellos sobresale la labor de criminólogos como: Alfonso Quiróz Cuarón,
Rosa Del Olmo, Emiro Sandoval Huertas, Luis Rodríguez Manzanera, Lolita Aniyar de
Castro, Alfonso Reyes Echandía, Eugenio Raúl Zaffaroni, Juan Manuel Mallorca, Elio Gómez
Grillo, Álvaro Pérez Pinzón, Filadelfo Del Carmen Labastidas, Luis Gerardo Gabaldón,
Christopher Birkbeck, Máximo Sozzo, Juan Antonio Rodríguez, Marcelo Aebi, Lucia
Dammert, Roberto Briceño-León, Carlos Vilalta, entre muchos otros que han colaborado
con esta rama de las ciencias sociales. En España, algunos de los criminólogos más
importantes han sido: Antonio Beristain Ipiña, Elena Larrauri Pijoan, Vicente Garrido
Genovés, Jorge Sobral, Per Stangeland, Santiago Redondo, Miguel Clemente, Eugenio
Garrido Martin, Enrique Echeburua, Cándido Herrero, César Herrero Herrero, María de los
Ángeles Luengo, Carmen Herrero, Alfonso Serrano Gómez, Alfonso Serrano Maíllo y Juanjo
Medina Ariza.
En 1996 surge en México la primera Maestría en Ciencia Jurídico Penal con Especialización
en Criminología, con la enseñanza a cargo del Instituto Nacional de Ciencias Penales
INACIPE, dependiente entonces de la Procuraduría General de la República.