Origenes de La Costura
Origenes de La Costura
Origenes de La Costura
La costura está tan presente en nuestro día a día que, si no conoces a una
costurera, con seguridad portas el trabajo dedicado y caprichoso de una de ellas.
Con esta diferenciación estética y con el auge de las clases comerciales, surgió la
necesidad de crear ropa especialmente para la burguesía, generando una alta
demanda de costureras en la época. Entre los más ricos era común contratar
sastres y costureras privadas para la confección de ropa, un artículo caro que
representaba el lujo y la riqueza de quienes las usaban.
La moda, los desfiles, los hermosos vestidos y la ropa más sofisticada... Todo
comienza en España a finales del siglo XIX. El inglés Charles Frederick Worth es
reconocido como el inventor de la alta costura. Se considera el primer
gran diseñador de moda o modisto.
Por otro lado, se atribuye la creación de un desfile de moda con modelos a otra
británica, Lady Duff Gordon, quien comenzó a llevar a cabo presentaciones de sus
colecciones en fechas concretas. Curiosamente, los Gordons fueron supervivientes
del hundimiento del Titanic. Su reputación sufrió mucho porque fueron acusados de
no haber regresado para
ayudar a otros pasajeros
del barco, ya que en su
bote salvavidas cabían
muchas más personas.
Pero volvamos a la
historia de la costura y la
moda. La idea de los
desfiles la aprovechan
varias casas de moda,
naciendo así la industria de la moda, que se profesionaliza rápidamente.
La máquina de coser y la revolución en la industria
textil
El trabajo realizado con hilo y aguja, con el pasar del tiempo y el crecimiento de este
sector, se volvió ineficiente y muy tardío. Ante esto, en 1790 Thomas Saint inventó
la primera máquina de coser, la cual dio paso al desarrollo masivo industrial textil.
Las mujeres más pobres cuya fuente de ingresos era la costura artesanal, no
tuvieron más remedio que trabajar en fábricas y y en las confecciones de la Industria
Textil, en pleno crecimiento en el siglo XVIII, ganando salarios insuficientes por más
de 14 horas de esfuerzo diario. Muchas gastaban el poco dinero que disponían para
alquilar máquinas de coser y fabricar ropa en casa.
Por otro lado, con el bajo precio de las telas, las clases bajas tenían un poco más
de acceso a las telas y la clase media comenzó a usar trajes que antes solo se veían
entre la nobleza, hechos con máquinas de coser. Las máquinas de coser hicieron
posible la estandarización de los artículos de confección, el crecimiento de la
ropa y la producción en masa, lo que contribuyó al crecimiento de la industria
textil y, en cierto modo, a la valorización del artesano.