El Principio de Reserva de Ley en Materia Tributaria

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El principio de reserva de ley en materia tributaria

“El principio de reserva de ley tiene su origen histórico en el


surgimiento de los primeros Parlamentos medievales, es decir, cuando el
poder del Monarca se limitaba al atribuirse a las Asambleas electivas
toda decisión que afectara los derechos personales y patrimoniales de
los súbditos” Dietrich Jesch, afirma que históricamente, la reserva penal
y la reserva tributaria son precursoras del principio general de legalidad.
 
Miguel Carbonell, señala que “La reserva de ley puede entenderse
como la remisión que hace normalmente la Constitución y de forma
excepcional la ley, para que sea una ley y no otra norma jurídica la que
regule determinada materia. En otras palabras, se está frente a una
reserva de ley cuando, por voluntad del constituyente o por decisión del
legislador, tiene que ser una ley en sentido formal la que regule un sector
concreto del ordenamiento jurídico.”
 
En este sentido, varios autores concuerdan con que las normas que
contienen reservas de ley son una variante de las llamadas “normas
sobre la producción jurídica”, ya que no se refieren de forma directa a la
regulación de la conducta humana, sino que tienen por objeto otras
normas. Por lo anterior, los destinatarios principales de las reservas de
ley son los órganos que producen el derecho, que lo crean, y no aquellos
encargados de su aplicación; igualmente las reservas son también
normas sobre la competencia en tanto la misma técnica de la reserva de
ley consiste en una distribución –o asignación- de las potestades
normativas: las normas que prevén las reservas de ley autorizan a un
órgano determinado (en este caso el poder legislativo) a dictar normas
en una materia concreta.
 
“En la actualidad, la reserva de ley cumple una doble función: …
a)   La función liberal o garantista consiste en que, a través de la reserva
se tutelan los derechos de los ciudadanos contra las intromisiones del
poder ejecutivo…
b)    La función democrática tiene que ver con que, en virtud de la
reserva, se reconduce la regulación de ciertas materias al dominio del
poder legislativo, el cual es representante de las mayorías –como el
ejecutivo- pero también de las minorías políticas de un Estado…”

DIEFERENCIA CON LA LEGALIDAD ADMINISTRATIVA

Tributariamente, el Principio de Legalidad lo encontramos en el artículo 31,


fracción IV, Constitucional, cuando indica: “de la manera que lo dispongan las
leyes”, esto comprende en sí dos figuras jurídicas: el principio de Legalidad
Administrativa, o también llamado preeminencia de la Ley y la Reserva de Ley.

Mientras el Principio de Legalidad Administrativa presupone que la autoridad


administrativa limite su actuar a lo que se encuentra previsto en la ley, la Reserva
de Ley concibe como función principal el delimitar las materias que deberán ser
producidas exclusivamente por la Ley; con la atenuante de que no todos los
elementos referentes a la materia tributaria deben ser regulados por la ley, sino
únicamente los elementos esenciales, situándonos de esta manera ante una
reserva de ley relativa.

En efecto, la doctrina y el Poder Judicial han distinguido entre Reserva de Ley


absoluta y relativa, si la Reserva de Ley es absoluta se deberán regular todos y
cada uno de los aspectos de materia reservada a través de la Ley o, en su caso,
normas con valor y rango de Ley; si la reserva de Ley es relativa, se exigirá la
presencia de una Ley o disposición con rango legal solamente para determinar los
elementos esenciales o fundamentales de la contribución establecida.

Nuestra primera hipótesis de la que partimos es que la reserva de ley tributaria y la


legalidad tributaria derivan del genérico principio formal ya que se refiere a la
actuación tanto del ejecutivo como del legislativo el primero dentro del marco de la
legalidad (esfera aplicativa) y el segundo en tanto a la producción de las normas
de derecho (esfera normativa).

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