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Inconstitucionalidad
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. San Salvador, a las once horas del día
veintidós de junio de dos mil once.
El presente proceso de inconstitucionalidad ha sido promovido por los ciudadanos José
Arturo Tovar Peel y Eduardo Salvador Escobar Castillo, para que en sentencia definitiva este
Tribunal declare la inconstitucionalidad, por vicio en su contenido, de los arts. 307, 321, 322 y
324 del Código Electoral (CE), emitido mediante el D. L. n° 417, de 14-XII-1992, publicado en
el D. O. n° 16, tomo n° 318, correspondiente al 25-I-1993, por la supuesta vulneración de los arts.
2, 3, 18, 73 ord. 2°, 83 y 85 Cn.
Las disposiciones impugnadas prescriben:
“Art. 307. Contra las resoluciones de los Organismos Electorales se podrán interponer los
siguientes recursos: 1) Revocatoria; 2) Revisión; 3) Apelación; y 4) Nulidad. --- Los recursos
podrán ser interpuestos en su caso, únicamente por los representantes legales de los Partidos
Políticos y Coaliciones contendientes, los Delegados Especiales de los Partidos Políticos en
organización, o por medio de sus respectivos apoderados judiciales, el Fiscal Electoral, el Fiscal
General de la República, el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos y los
Representantes Departamentales de cada Partido Político o Coalición debidamente acreditados
ante los Organismos Electorales. --- Así mismo el ciudadano cuando se vea afectado en sus
derechos por resoluciones o providencias del Registro Electoral, podrá interponer los recursos
en forma personal o por medio de apoderado.”
“Art. 321. Todo Partido Político o Coalición contendiente, puede por medio de su
Representante Legal o Apoderado Judicial, pedir por escrito al Organismo Electoral que esté
conociendo, la declaratoria de nulidad de la inscripción de un candidato. El escrito en que
conste dicha petición, deberá presentarse dentro del plazo de tres días contados a partir del día
siguiente de la notificación respectiva y deberá contener los motivos en que se fundamenta la
solicitud. --- Recibida la solicitud de nulidad, deberá admitirse dentro de las cuarenta y ocho
horas posteriores a su presentación; de la misma se mandarán a oír dentro de tercero día al
Partido Político o Coalición postulante, por medio de su Representante Legal y conteste o no, se
abrirán a prueba las diligencias por el término de cuatro días. Concluido el término probatorio
se pronunciará resolución dentro de los tres días siguientes. --- En el caso de las planillas de
Diputados solo procederá la nulidad, cuando más de una tercera parte de la respectiva planilla
adoleciere de nulidad y no fueren sustituidos. El partido hará la sustitución correspondiente
dentro de las 48 horas siguientes de notificada la resolución de nulidad. Caso que no lo hiciere,
el Tribunal de oficio ascenderá al candidato en su orden de precedencia y así sucesivamente. ---
Contra este fallo, se admitirá Recurso de Revisión, el cual deberá tramitarse según lo prescrito
en este Código. --- El Organismo que conoce podrá recabar de oficio las pruebas que estime
convenientes.”
“Art. 322. El Recurso de Nulidad de una elección, sólo podrá interponerse ante el Tribunal
por los Representantes Legales o los Apoderados Judiciales de los Partidos Políticos o
Coaliciones contendientes, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes de haberse llevado a
cabo la elección. --- En el escrito por medio del cual se interpone el recurso, deberán expresarse
todas las circunstancias, hechos o motivos en que se fundamenta la petición de nulidad,
ofreciendo además presentar las pruebas pertinentes. De dicho escrito se acompañarán tantas
copias como Partidos Políticos o Coaliciones contendientes hubiesen, más una. --- Interpuesto
el recurso, se admitirá inmediatamente y del mismo se mandará oír dentro de las veinticuatro
horas a cada uno de los Representantes Legales de los Partidos Políticos o Coaliciones
contendientes, exceptuando al que ha recurrido, así como al Fiscal Electoral, Fiscal General de
la República, y contesten o no, dentro de las veinticuatro horas siguientes se abrirán a prueba
por el término de tres días las respectivas diligencias. --- Dentro de las veinticuatro horas
siguientes a la conclusión del término probatorio, se pronunciará el fallo correspondiente,
contra el cual no se admitirá ningún Recurso. --- El Partido Político o Coalición que haya
recurrido, podrá aportar al igual que los demás, la prueba que consideren pertinente. En el caso
de la prueba testimonial, podrán presentarse hasta un máximo de tres testigos. La prueba
testimonial por si sola, no será suficiente para declarar la nulidad solicitada. --- El Organismo
podrá recabar de oficio la prueba que estime conveniente.”
“Art. 324.- El Recurso de Nulidad de Escrutinio Definitivo, sólo podrá interponerse ante el
Tribunal, por los Partidos Políticos o Coaliciones contendientes: 1) Por falta de notificación a
los Partidos Políticos o Coaliciones contendientes del lugar, día y hora de dicho escrutinio; 2)
Por no haberse cumplido con el procedimiento previamente establecido en este Código. 3) Por
falsedad de los datos o resultados consignados en las actas y documentos que sirvieron como
base para el escrutinio final y que variaron el resultado de la elección. --- El recurso será
interpuesto por medio de sus Representantes Legales, dentro de los tres días siguientes al de
haberse notificado y se aplicará el procedimiento, términos y demás condiciones establecidas en
el artículo 322 de este Código. --- Cuando se declare improcedente el Recurso de Nulidad, se
aplicará lo dispuesto en los artículos 265 y 266 de este Código”.
2-2006
Inconstitucionalidad
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. San Salvador, a las catorce horas con
cuarenta y un minutos del día veintisiete de junio de dos mil once.
Por recibido el escrito filmado por el Director de la Imprenta Nacional, por medio del
cual comunica a esta Sala que la certificación de la Sentencia de 22-VI-2011, Inc. 2-2006, será
recibida y publicada en el Diario Oficial cuando cumpla con el requisito de los cinco votos, que
exige el art. 14 de la Ley Orgánica Judicial (LOJ), reformado por el D. L. 743/2011.
Al respecto, se hacen las siguientes consideraciones:
I. 1. La Sala de lo Constitucional es el único tribunal habilitado para ejercer un control
jurídico definitivo de constitucionalidad en relación con los actos emitidos por el poder público.
En términos concretos, en El Salvador, la Sala de lo Constitucional es el órgano
constitucional que se erige como la máxima autoridad jurisdiccional, en relación con los
enjuiciamientos constitucionales de los actos provenientes del poder público y privado —
Resolución de Improcedencia de 27-IV-2011, Inc. 16-2011—.
2. Para los efectos de la presente resolución, interesa destacar únicamente dos
características de esta Sala: se trata de una instancia jurisdiccional y, además, de un órgano
constitucional especializado, propiedades que guardan una estrecha relación, en vista de que
dicho poder jurisdiccional se ejerce, precisamente, en los procesos constitucionales que son de su
competencia material, como el de inconstitucionalidad.
Que la Sala sea un órgano jurisdiccional significa, entre otras cosas, que las decisiones
que adopta en los procesos de su competencia —como el proceso de inconstitucionalidad— no
pueden ser desconocidas por ningún otro órgano estatal o persona dentro del Estado
salvadoreño, sobre todo cuando, en ciertas ocasiones, el ordenamiento jurídico les impone la
obligación de colaborar con la jurisdicción constitucional, con el fin de que las resoluciones que
esta pronuncie logren desplegar la eficacia que están llamadas a cumplir.
3. A. En tal orden de argumentos, se advierte que, al expresar el Director de la Imprenta
Nacional que únicamente recibirá y publicará en el Diario Oficial la Sentencia Inc. 2-2006,
cuando esta sea suscrita por los 5 Magistrados de este Tribunal —tal como lo requiere el citado
art. 14 LOJ, disposición que, vale decir, fue inaplicada por esta Sala de acuerdo con la atribución
que el art. 185 Cn. le confiere—, lo que hace en esencia es cuestionar la legitimidad de dicha
decisión, sin atribuciones constitucionales para ello.
Con respecto a tal circunstancia, vale observar que, en el proceso de inconstitucionalidad,
el mencionado funcionario carece de autoridad para desatender la decisión cuya publicación fue
ordenada por esta Sala, sobre todo, porque la misma normativa que rige a la entidad pública que
dirige le ordena abstenerse de retrasar las publicaciones.
En efecto, de acuerdo con lo previsto por el art. 24 inciso 4° del Reglamento y Tarifa del
Diario Oficial, "... [n]ingún documento será devuelto para correcciones, éstas deben hacerse por
medio de [c]orreogramas, si aún no han sido publicados tales documentos. En ningún caso se
retrasarán las publicaciones en espera de correcciones..." [itálicas del Tribunal].
Según lo establecido en la citada disposición reglamentaria, el Director de la imprenta
Nacional tiene la obligación de publicar todos los documentos de carácter oficial que la ley
ordena, de los cuales la Sentencia Inc. 2-2006 es una clase de ellos.
Tal obligación se mantiene, inclusive, cuando en el documento que debe ser publicado
existen "errores", los que únicamente pueden corregirse mediante un correograma, cuando el
documento aun no ha sido publicado. Como quiera que sea, según el enunciado reglamentario en
referencia, en ningún caso se retrasarán las publicaciones en espera de correcciones, si es que
estas existen.
En ese orden de ideas, el Director del Diario Oficial no tiene facultades para emitir juicios
sobre los contenidos de los documentos que recibe, con el fin de decidir si estos deben ser
publicados o no en el Diario Oficial. Por ello, en el presente caso, el citado director tiene la
obligación de recibir la certificación de la sentencia que se le remitió —sin cuestionar su
legitimidad— y ordenar su respectiva publicación.
B. En definitiva, conforme al art. 12 del Código Procesal Civil y Mercantil —de aplicación
supletoria en el proceso de inconstitucionalidad—, el aludido director, en tanto funcionario
administrativo obligado a colaborar con la jurisdicción constitucional, no tiene la capacidad y
competencia para incumplir las resoluciones emitidas por esta Sala, ya que son de acatamiento
obligatorio para todas las autoridades del país.
Por lo tanto, es insostenible la decisión de dicho funcionario de cuestionar la legitimidad
de una sentencia de inconstitucionalidad, bajo el argumento de que tal providencia no cumple con
un requerimiento —5 votos— previsto en una disposición legal, debido a que esta fue inaplicada,
con arreglo a lo previsto en el art. 185 Cn..
Y es que el orden jurídico no faculta a los funcionarios auxiliares para tomar decisiones
mediante las cuales desconozcan las sentencias pronunciadas por esta Sala, cuyos
pronunciamientos deben ser ejecutados. Aceptar esa tesis implicaría establecer el precedente
negativo de legitimar el hecho de que el Director de la Imprenta Nacional pueda seleccionar a
su arbitrio los documentos oficiales que habrán de publicarse, ya que es el mismo ordenamiento
jurídico —art. 11 de la Ley de Procedimientos Constitucionales (en adelante L.Pr.Cn.)— el que
ordena que las sentencias de inconstitucionalidad sean publicadas en el Diario Oficial, para
efectos de publicidad.
II. Así las cosas, y atendiendo a la indebida negativa del Director de la Imprenta Nacional
de publicar la Sentencia de 22-VI-2001, Inc. 2-2006, es necesario aplicar las consecuencias
jurídicas previstas en el art. 11 L.Pr.Cn., que establece que: "... [I]a sentencia definitiva [de
inconstitucionalidad] se publicará en el Diario Oficial dentro de los quince días subsiguientes al de su
pronunciamiento, para lo cual se remitirá copia de la referida sentencia al Director de dicho periódico,
y si este funcionario no cumpliere, la Corte ordenará que se publique en uno de los diarios de mayor
circulación de la capital de la República, sin perjuicio de la responsabilidad en que haya incurrido..."
[itálicas del Tribunal].
1. Según el citado precepto, la "Corte" y no la Sala de lo Constitucional deberá remitir
la copia de la sentencia para su correspondiente publicación.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la Ley de Procedimientos Constitucionales entró
en vigencia desde el año 1960, por lo que dicho cuerpo legal respondía a los contenidos
prescriptivos de la Constitución de 1950, cuyo art. 96 establecía que "... Ella Corte Suprema de
Justicia [era] el único tribunal competente para declarar la inconstitucionalidad de las leyes,
decretos y reglamentos, en su forma y contenido, de un modo general y obligatorio, y podrá
hacerlo a petición de cualquier ciudadano...".
De esta manera, si a la Corte era a quien le correspondía en ese entonces declarar las
mencionadas inconstitucionalidades, tenía sentido que el aun vigente art. 11 L.Pr.Cn. aludiera a
dicho tribunal como el competente para remitir las copias de las sentencias a las que se refiere
dicha disposición.
Sin embargo, en 1983 —año en que entró en vigencia la actual Constitución de la
República—, el constituyente dispuso que "... Ella Corte Suprema de Justicia tendrá una Sala de
lo Constitucional, a la cual corresponderá conocer y resolver las demandas de
inconstitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos..." —art. 174 inciso 1° Cn.—.
De esta manera, de acuerdo con lo establecido en la disposición constitucional citada en
último término, el único Tribunal competente para declarar la inconstitucionalidad de las leyes,
decretos y reglamentos en El Salvador, es la Sala de lo Constitucional, y no la Corte Suprema de
Justicia, la cual, no obstante ser el máximo tribunal de justicia en el país, ya no tiene
competencia en materia de justicia constitucional, según la Constitución de 1983 —art. 174 inc.
1° Cn.—.
2. Es preciso afirmar que la fuerza normativa de la Constitución tiene dos
manifestaciones muy acentuadas. Por una parte, la fuerza activa, que significa la capacidad de las
disposiciones constitucionales para intervenir en el ordenamiento jurídico creando derecho o
modificando el ya existente; y —por otra parte— la fuerza pasiva, que implica la capacidad de
resistirse a las modificaciones prescritas por normas infraconstitucionales —Sentencia de 14-XII-
2004, Inc. 17-2003—.
Según lo expresado, ante la falta de correspondencia entre los arts. 11 L.Pr.Cn. y el 174
inc. 1° Cn., debe prevalecer lo prescrito en la Constitución, al ser la norma fundamental del
ordenamiento jurídico. Esto es así, debido a que la disposición infraconstitucional citada es previa
a la Constitución de 1983, por lo que ha dejado de tener operatividad en cuanto al Tribunal que
ordena la publicación de la sentencia de inconstitucionalidad en uno de los periódicos de
circulación diaria y nacional, en aquellos casos en que el Director del Diario Oficial no cumpliere
con dicha publicación, sin perjuicio de la responsabilidad en que pudiere incurrir.
En virtud de lo expresado, debe entenderse e interpretarse que cuando el art. 11 L.Pr. Cn.
alude a la Corte, en realidad, se refiere a la Sala de lo Constitucional, razón por la cual es este
Tribunal el que debe ordenar la publicación de sus sentencias en uno de los diarios de mayor
circulación de la República, en aquellos supuestos en que el Director del Diario Oficial no
cumpliere con la orden de publicarlas, tal como ha ocurrido en el presente caso.
III. Ahora bien, se aclara que la presente resolución no posee el carácter de una
sentencia interlocutoria o definitiva, sino que se trata de un decreto de sustanciación —
terminología que aun emplea la L.Pr.Cn.— puesto que su finalidad se cifra en impulsar el
presente proceso para que uno de los pronunciamientos adoptados en la Sentencia de 22-VI-2011,
Inc. 2-2006, se haga efectivo.
En ese sentido, a pesar de la relevancia de este tipo de resoluciones judiciales, como la
presente —decreto de sustanciación—, y que contribuyen al normal avance de los procesos de
inconstitucionalidad, lo cierto es que esta providencia no ha sido emitida para resolver ninguna
clase de incidente o trámite que sirva de base para el pronunciamiento de una sentencia; o sea que
este resolución no se encuentra dirigida a resolver aspectos formales o materiales relacionados
directamente con el caso que se ventiló, sino a que el proceso se desarrolle de acuerdo con el
trámite previamente diseñado en la L.Pr.Cn..
Por ello, debido a que la reforma del art. 14 LOJ se encuentra referida únicamente a las
sentencias, ya sean estas interlocutorias o definitivas, y no a los decretos de sustanciación, debe
entenderse que tal disposición legal no incide en la formulación de este proveído.
IV. Por tanto, de acuerdo con los argumentos expuestos y lo establecido en el art. 11
L.Pr.Cn., esta Sala RESUELVE:
1. Publíquese la sentencia emitida por esta Sala de lo Constitucional a las once horas del
día 22-VI-2011, en el proceso de Inc. 2-2006, para lo cual se ordena a la Secretaría de este
Tribunal remitir copia de la misma a los periódicos de mayor circulación diaria y nacional de la
República de El Salvador.
2. Notifíquese.
--------------------J.B. JAIME--------------F MELENDEZ--------- R.E. GONZALEZ--
--------------------E.S. BLANCO R---------------PRONUNCIADO POR LOS
SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.------------ E. SOCORRO C.
SRIA--------- RUBRICADAS.------