Éxodo 27.9-28.35

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 10

Script Ready / / AR

Recorded / / SM
Edited / /
Checked / /
Corrected / /
Mastered / /
PROGRAMA No. 0122

ÉXODO

Capítulos 27:9 - 28:35

Continuamos hoy, amigo oyente, nuestro recorrido por el libro de Éxodo. En nuestro
programa anterior, comenzamos nuestro estudio del capítulo 27 de este segundo libro del
Antiguo Testamento. Y estábamos hablando del Altar de Bronce. Decíamos que este altar es
llamado “el altar del holocausto”. Cristo fue nuestro holocausto; el altar fue hecho por el
hombre, pero el modelo está en el cielo. La cruz fue el altar del sacrificio escogido por Dios. El
Señor Jesucristo fue entregado para morir en la cruz según el plan determinado y el pre-
conocimiento de Dios. Por eso, Cristo es más que simplemente un buen hombre. Claro que Él
era un buen hombre, pero también era el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.
No hay acceso a Dios, sino por medio del altar de bronce. Allí, una víctima debe ser sacrificada
y debe ser aceptada como el substituto.

El Apóstol Juan, en el primer capítulo de su evangelio, versículo 29, nos dice: El siguiente
día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo. El apóstol Juan habló de Cristo como aquel substituto sobre el altar de bronce. La cruz
llegó a ser el altar de bronce en aquellas últimas tres horas cuando hubo tinieblas sobre toda la
tierra, y Cristo pagó con Su vida los pecados del mundo.

En Juan 1:12 leemos: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les
dio potestad de ser hechos hijos de Dios. El hombre no puede adorar, ni orar, ni servir a Dios
sino hasta cuando llega al altar de bronce. Cada sacerdote y todos los levitas tenían que venir a
este altar. Si el sacerdote y los levitas no pasaban por el altar de bronce, no tenían ningún acceso
a Dios. Y si nosotros no acudimos a Dios por medio del Señor Jesucristo, tampoco tenemos
acceso a Él.

TTB 4130-4131 Página 1 de 10 Programa No. 0122


Jesucristo no es tan sólo el Cordero que murió por nosotros, sino también el Cordero
resucitado. El Apóstol Juan nos dice en Apocalipsis 5:6 que vio “un Cordero como inmolado”.
El altar de bronce estaba en la entrada del tabernáculo. La cruz de Cristo viene antes del Cielo.
Fue levantada aquí en la tierra, pero no hay otra entrada al Cielo, sino sólo mediante esta cruz.

El bronce que cubría el altar habla de juicio. La madera de acacia cubierta de bronce habla de
Su fuerza para el sacrificio. Los cuernos en el altar también hablan de la fuerza. El altar es
cuadrangular. Eso quiere decir que era tan largo como ancho. Esto habla del hecho de que era
un lugar donde el acceso a Dios era igual para todos. Hablamos hoy en día en cuanto a que todos
los hombres son iguales. No estamos de acuerdo con esa idea. Todos los hombres no son
creados iguales, pero todos los hombres son iguales cuando llegan a Dios. Deben acudir a Dios
como pecadores y tienen que llegar a la cruz primero.

Note usted que la altura del altar de bronce es igual a la del propiciatorio. La misericordia y
la justicia de Dios son iguales. Dios no es desproporcionado. Cuando le salva a usted, Él no se
derrama en mucho sentimentalismo. La pena ha sido pagada, y la misericordia de Dios se le
extiende a usted y suple su necesidad. Consideremos ahora el atrio del tabernáculo; leamos el
versículo 9 de Éxodo 27:

9
Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio
cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado. (Éx. 27:9)

Y ahora, pasando al versículo 16, leemos:

16
Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y
carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro
basas. (Ex. 27:16)

De nuevo, los colores de las cubiertas cuentan una historia. El azul era un color celestial y
hablaba del hecho de que Cristo viene del Cielo. La púrpura, un matiz de azul y escarlata, habla
de la humanidad de Cristo y de la sangre que Él derramó por el género humano. Esta era la

TTB 4130-4131 Página 2 de 10 Programa No. 0122


cubierta para la puerta del atrio, el lugar por donde entraban los sacerdotes y los levitas. Esta
entrada tenía solamente cinco codos de altura mientras las columnas alrededor del tabernáculo
eran de cien codos por cincuenta codos, y estaban todas cubiertas de lino blanco. Separaba los de
adentro, de aquellos que se encontraban afuera.

Veamos ahora el aceite para las lámparas. La conclusión de este capítulo 27 de Éxodo es
muy interesante. Trata del aceite para las lámparas y es extraño que este asunto aparezca
precisamente aquí en este lugar en particular. Veamos los versículos 20 y 21 de este capítulo 27
de Éxodo:

20
Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas,
para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas. 21En el tabernáculo
de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón
y sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como
estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones. (Ex. 27:20-21)

El aceite, como ya hemos dicho, habla del Espíritu Santo de Dios. Zacarías dio su
interpretación del candelabro de oro en Zacarías, capítulo cuatro, versículo 6, que dice: “. . . No
con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. La luz es lo
que da el Espíritu Santo. El Espíritu Santo no habla de Sí mismo, sino que toma las cosas de
Cristo y nos las revela.

La luz ardiente habla de Cristo. Ahora, todo eso ha cambiado. El Señor Jesucristo ha
regresado al Cielo, y Mateo 5:14 nos dice que ahora usted y yo somos la luz del mundo. Él dice:
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Amigo oyente, usted y yo no producimos mucha luz. Es sólo el Espíritu Santo de Dios quien nos
puede usar. En la primera descripción que tenemos de Cristo en el libro de Apocalipsis, lo
vemos andando en medio de los siete candeleros. Él trata de mantener viva la luz testificadora y
ardiente en la tierra.

TTB 4130-4131 Página 3 de 10 Programa No. 0122


Debemos ahora decir una palabra o dos en cuanto a dos muebles que todavía no se han
mencionado. Uno de ellos es el altar del incienso que se menciona en Éxodo, el capítulo 30. Si
usted fuera para adorar a Dios, tendría que pasar por este altar.

El otro mueble que todavía no se menciona es la fuente de bronce. La fuente lo limpia a uno
para poder adorar a Dios. En el altar de bronce, uno recibe a Jesucristo como su Salvador, y en la
fuente de bronce, uno es lavado y limpiado por el Espíritu Santo de Dios. Entonces, le es
permitido ir para adorar a Dios.

Y así concluimos nuestro estudio del capítulo 27 de este libro de Éxodo. Y entramos ahora
en el capítulo 28. En este capítulo consideraremos los siguientes aspectos. Aarón y sus hijos son
santificados. Luego, el efod, el pectoral, el Urim y Tumim. Y finalmente la diadema y las
vestiduras sacerdotales. Ya hemos visto que cada hilo, color y mueble en el tabernáculo sugiere
la Persona y la obra de Cristo. Llegamos ahora a los que van a servir en el tabernáculo. Los
levitas debían cuidar el tabernáculo, y Aarón y su familia debían servir de sacerdotes. Aarón
debía ser el Sumo Sacerdote. Leamos los primeros dos versículos de este capítulo 28 de Éxodo:

1
Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos
de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar
hijos de Aarón. 2Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y
hermosura. (Ex. 28:1-2)

Para que Aarón sirviese como Sumo Sacerdote, tenía que llevar ciertas vestiduras. Y estas
vestiduras hablan de Cristo. Es verdad que la mayoría de las instrucciones que se dan en Éxodo
no son muy llamativas ni conmovedoras. No se leen como alguna novela policíaca, pero revelan
a Cristo. ¿Jamás se ha preguntado usted por qué Dios nos dio todas estas instrucciones? Los
niñitos aprenden mirando los cuadros. La Biblia es un libro de cuadros, y Dios quiere que
aprendamos las verdades que Él tiene para nosotros mirando los cuadros que nos ha dado.

Estas vestiduras eran sagradas. La palabra hebrea para “sagrado” significa “santificado”.
Cualquier cosa que es santificada o apartada para Dios es sagrada.

TTB 4130-4131 Página 4 de 10 Programa No. 0122


Supóngase usted que tiene unos diez pesos en su billetera, y que quiere ofrendar un peso para
la obra del Señor. Es posible que haya recibido aquellos diez pesos como vuelto en alguna
tienda, y que la tienda los haya recibido de algún tahúr, quien a su vez pudo haberlos recibido de
una prostituta, que pudo haberlos recibido también de un ladrón, etc. El momento en que usted
aparta aquel dinero para Dios, es sagrado. Todo lo que sea santificado para Dios es sagrado.

Estas son las vestiduras sagradas y deben ser usadas en el servicio de Dios. Ahora, note usted
que estas vestiduras son para la honra de Dios y son hermosas. Ahora, esto me agrada
muchísimo. Las cosas no deben ser feas, amigo oyente, simplemente porque se usan en el
servicio de Dios. Nos perturba mucho que el mundo, la carne y el diablo parecen adquirir todo lo
que es bello. ¿Por qué no podemos conceder a Dios algo de aquella belleza? Él es quien creó la
belleza. Y si usted cree que Él no salpica los colores, observe la puesta del sol, o mire los cielos
durante un día despejado para luego mirarlos durante el tiempo de una tempestad. Dios, amigo
oyente, se especializa en los colores y en la belleza, y estas vestiduras para los sacerdotes debían
ser bellas y para la gloria de Dios. Ahora, leamos el versículo 3 de este capítulo 28 de Éxodo:

3
Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de
sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi
sacerdote. (Ex. 28:3)

Aarón debe ser santificado para el ministerio del Gran Sumo Sacerdote. Ahora, la Escritura
nos da una lista de las vestiduras en el versículo 4:

4
Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada,
la mitra y el cinturón. (Ex. 28:4)

Aquí hay seis vestiduras que deben ser usadas en el servicio de Dios. Aarón debía ponérselas
primero, y luego deben pasar a aquellos que le seguirían en el oficio. El versículo 5 dice:

5
Tomarán oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. (Ex. 28:5)

TTB 4130-4131 Página 5 de 10 Programa No. 0122


Estas vestiduras debían ser hechas de la mejor tela. Creemos que Dios debe tener lo mejor,
pero debemos tener mucho cuidado en cuanto a este asunto. Es verdad que debemos tener lo
mejor, el mejor material para el servicio de Dios. Pero debemos tener mucho cuidado cómo
invertimos el dinero para la obra de Dios y hacerlo con sabiduría de manera que no incurramos
en un gasto innecesario.

El Dr. J. Vernon McGee relataba este incidente: Decía él que cuando se trasladaron a la
nueva Oficina Central, tuvieron que decidirse en cuanto al tipo de equipo que iban a comprar
para la producción de los programas en idioma inglés. Y se preguntaron si era suficiente
comprar una grabadora barata. Claro que no, fue la respuesta. Las cintas son muy importantes y
por eso conseguimos la mejor grabadora que podíamos encontrar. Creemos que es esencial tener
el mejor equipo para la obra del Señor. La obra de Dios debe tenerlo. Esperamos, amigo oyente,
que entienda lo que estamos diciendo porque creemos que a Dios le están defraudando y
robando. El profeta Malaquías, en el capítulo 3, versículo 8 de su libro hace esta pregunta:
“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos
robado? En vuestros diezmos y ofrendas”. Dios sabe que el hombre le robará. El hombre era
así en los días de Malaquías, y todavía lo es hoy en día. Consideremos ahora el efod. Leamos
los versículos 6 al 9 de este capítulo 28:

6
Y harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa.
7
Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, y así se juntará. 8Y su cinto
de obra primorosa que estará sobre él, será de la misma obra, parte del mismo; de oro,
azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 9Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en
ellas los nombres de los hijos de Israel. (Ex. 28:6-9)

Es difícil describir el efod. El sacerdote se lo ponía sobre la vestidura de lino. Dos de sus
piezas largas de tela se juntaban y eran abotonadas con una piedra de ónice en cada hombro. La
tela era recogida en la cintura con un cinto. Seis de los nombres de los hijos de Israel estaban
grabados sobre una de las piedras de ónice y seis nombres estaban grabados en la otra piedra.
Cuando el Sumo Sacerdote entraba en la presencia de Dios, llevaba al pueblo israelita sobre sus
hombros. Ahora, eso habla de la fuerza y el poder del Sumo Sacerdote. Hebreos 7:25 nos dice
TTB 4130-4131 Página 6 de 10 Programa No. 0122
en cuanto a nuestro Sumo Sacerdote el Señor Jesucristo: por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.

¿Recuerda usted, amigo oyente, la parábola que Cristo dio acerca de la oveja perdida? El
pastor salió y la encontró y la puso en sus hombros. El evangelio según San Lucas, capítulo 15,
versículos 1 al 7, nos da este relato: Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para
oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con
ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo
cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se
perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar
a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi
oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

El Señor Jesucristo me lleva en Sus hombros, y allí es donde le lleva a usted también, amigo
oyente. De vez en cuando, yo me bajo de Sus hombros, pero Él está allí mismo para ponerme de
nuevo en el lugar de seguridad, y para continuar llevándome. ¡Qué cuadro más bello nos da el
efod! Consideremos ahora, el pectoral. Leamos los versículos 15 y 16 de Éxodo 28:

15
Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa, lo harás conforme a la obra
del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 16Será cuadrado y doble, de un
palmo de largo y un palmo de ancho. (Ex. 28:15-16)

La mejor manera de describir el pectoral, es decir que era como un chaleco que cubría la
vestidura, era un pectoral de juicio. ¿Por qué? Bueno, representa el hecho de que el pecado ha
sido juzgado. Necesitamos el pectoral de justicia hoy en día. El pectoral cubre el corazón vil
que está dentro de nosotros. Es la única manera en que podemos pararnos ante la presencia de
Dios. Significa que nuestros pecados han sido juzgados y que estamos cubiertos por la justicia
de Cristo.

TTB 4130-4131 Página 7 de 10 Programa No. 0122


En cierta manera, el pectoral era una parte del efod. El efod y el pectoral armonizaban el uno
con el otro, y así era algo muy hermoso. Leamos los versículos 17 al 20:

17
y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra
sárdica, un topacio y un carbunclo; 18la segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un
diamante; 19la tercera hilera, un jacinto, una ágata y una amatista; 20la cuarta hilera,
un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de oro. (Ex.
28:17-20)

En el pectoral del Sumo Sacerdote había doce piedras que eran arregladas en cuatro filas, con
tres en cada fila. Ahora, de este capítulo 28 de Éxodo, leamos el versículo 21 que dice:

21
Y las piedras serán según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres;
como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce tribus. (Ex.
28:21)

Estas piedras también se encuentran en el libro de Apocalipsis donde se nos dice que forman
el cimiento de la nueva Jerusalén. Cada piedra era de un color diferente y todas juntas formaban
un espectáculo centelleante y bello. El universo de Dios es realmente muy colorido, y cuando el
pecado por fin sea quitado, brillará a todo color.

Estas doce piedras son muy interesantes. Cuando el Sumo Sacerdote se ponía el pectoral,
describía al Señor Jesucristo quien está sentado a la diestra de Dios intercediendo por nosotros.
El Señor no sólo nos lleva en sus hombros, el lugar de poder y habilidad, sino que también nos
lleva en su corazón. Nos ama, y ¡qué cuadro de Su amor por nosotros es esto! El efod y el
pectoral presentan un cuadro bello de nuestro Salvador. Además, en Apocalipsis 2:17, leemos:
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del
maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el
cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. Creemos que el nombre nuevo es el nombre de
Cristo que significará algo distinto para cada uno de nosotros. Cristo significa algo diferente

TTB 4130-4131 Página 8 de 10 Programa No. 0122


para mí que lo que significa para usted. Suplió mi necesidad de cierta manera y suplió la suya de
cierta manera diferente. Veamos ahora, el Urim y el Tumim; leamos el versículo 30:

30
Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de
Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de
Israel sobre su corazón delante de Jehová. (Ex. 28:30)

Amigo oyente, escuche este secreto, pero no se lo diga a nadie. Nosotros no sabemos lo que
son el Urim y el Tumim. Varios escritores han escrito al respecto y ellos tampoco saben lo que
son. Lo interesante es que tenían algo que ver con la manera de determinar la voluntad de Dios.
¿De qué manera?, no lo sabemos. Hay quienes creen que el Urim y el Tumim eran como una
especie de dados, pero no lo creemos. Fuera lo que fueran, determinaban lo que era la voluntad
de Dios. Dios ha obscurecido su identidad por algún motivo muy bueno, y es que ciertamente
surgiría hoy en día algún charlatán con un Urim y un Tumim. Si se diera sus detalles, ese
charlatán sin duda trataría de darnos todas las respuestas. Hay muchísimas personas hoy en día
que tratan de darnos las respuestas para todo sin tener el Urim y el Tumim. Dios quiere que
vayamos a Él para recibir las respuestas. Veamos ahora, el manto del efod. Leamos para ellos,
los versículos 33 y 34 de Éxodo 28:

33
Y en sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas
campanillas de oro alrededor. 34Una campanilla de oro y una granada, otra campanilla
de oro y otra granada, en toda la orla del manto alrededor. (Ex. 28:33-34)

Amigo oyente, las granadas hablan del fruto y las campanillas hablan del testimonio.
Debemos tener las dos cosas en nuestras vidas. Debe haber un testimonio y también debe haber
fruto en nuestras vidas. Hay muchos que quieren testificar y repartir tratados, pero sin vivir una
vida que confirme su testimonio y traiga gloria al Señor. También hay quienes viven una vida
santa que confirmaría su testimonio, pero lo hacen sin testificar. Debemos, pues, tener una
“campanilla y una granada”, las dos cosas.

TTB 4130-4131 Página 9 de 10 Programa No. 0122


Y aquí, amigo oyente, nos detenemos por esta ocasión. En nuestro próximo programa, Dios
mediante, concluiremos nuestro estudio del capítulo 28 de Éxodo, considerando la diadema y las
vestiduras sacerdotales. Hasta entonces, pues, ¡que el Señor continúe bendiciendo su vida es
nuestra ferviente oración!

TTB 4130-4131 Página 10 de 10 Programa No. 0122

También podría gustarte