Ana Mendieta nació en Cuba pero se mudó a Estados Unidos de niña donde sufrió racismo. Esto la llevó a buscar su identidad a través de su arte, incorporando su cuerpo y la naturaleza. En sus obras más famosas, las Siluetas, ella usó su cuerpo para formar siluetas en la tierra que exploraban temas como el feminismo, la espiritualidad y la diáspora. Su vida trágica terminó cuando murió a los 36 años después de una discusión con su esposo.
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Ana Mendieta nació en Cuba pero se mudó a Estados Unidos de niña donde sufrió racismo. Esto la llevó a buscar su identidad a través de su arte, incorporando su cuerpo y la naturaleza. En sus obras más famosas, las Siluetas, ella usó su cuerpo para formar siluetas en la tierra que exploraban temas como el feminismo, la espiritualidad y la diáspora. Su vida trágica terminó cuando murió a los 36 años después de una discusión con su esposo.
Ana Mendieta nació en Cuba pero se mudó a Estados Unidos de niña donde sufrió racismo. Esto la llevó a buscar su identidad a través de su arte, incorporando su cuerpo y la naturaleza. En sus obras más famosas, las Siluetas, ella usó su cuerpo para formar siluetas en la tierra que exploraban temas como el feminismo, la espiritualidad y la diáspora. Su vida trágica terminó cuando murió a los 36 años después de una discusión con su esposo.
Ana Mendieta nació en Cuba pero se mudó a Estados Unidos de niña donde sufrió racismo. Esto la llevó a buscar su identidad a través de su arte, incorporando su cuerpo y la naturaleza. En sus obras más famosas, las Siluetas, ella usó su cuerpo para formar siluetas en la tierra que exploraban temas como el feminismo, la espiritualidad y la diáspora. Su vida trágica terminó cuando murió a los 36 años después de una discusión con su esposo.
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Ana Mendieta
• Ana Mendieta nació en la Habana, Cuba, en el año
1948. En 1961, Ana y su hermana mayor llegaron a Estados Unidos, sin sus padres, como parte de la Operation Peter Pan, un programa de la Iglesia Católica estadounidense que trasladó a miles de niños cubanos a los Estados Unidos. • En Estados Unidos, Ana Mendieta vivía con una familia adoptiva en Iowa y no volvió a ver a sus padres durante muchos años. • Ana Mendieta tuvo una carrera artística corta (1972- 1985), pero muy productiva e intensa que consiste en performances, body art, videos, fotografías, dibujos, instalaciones y esculturas. Laberintos corporales en la obra de Ana Mendieta [1] María del Mar López-Cabrales www.ucm.es/info/especulo/numero33/laberint.html
• “Las hermanas Mendieta fueron mandadas a Iowa por sus padres
(cuando Ana tenía 12 años) donde vivieron en orfanatos, correccionales para jóvenes y casas de adopción. En Iowa por primera vez Ana Mendieta fue consciente de ser una persona de “color”. Después de haber nacido en Cuba en 1948 y de haber vivido una vida tranquila y económicamente estable en el seno de una familia aristócrata de ascendencia europea, Ana Mendieta llegó a Iowa, tuvo que cambiar la percepción racial de sí misma y aprendió a vivir de la caridad. Las hermanas sufrieron del racismo típico de una sociedad no acostumbrada a tener cerca personas de color, ‘diferentes’. Fueron llamadas “negras”, “putas” y les llegaban anónimos que decían “vuelve a Cuba”. Estas experiencias hicieron que Ana Mendieta siempre se calificara a sí misma como una artista y mujer de color, o como una artista no blanca” Ibid • “En Iowa, Ana Mendieta tuvo una relación muy intensa con su profesor Hans Breder con quien viajó a México y a quien le debió sus años formativos y el amor que desarrolló por su tercera patria, México, un lugar que, según la autora, no era ni Cuba ni Estados Unidos, en donde podía hablar español, sentir la cultura latina donde había crecido y en donde la mayoría de la gente era de su altura y tenía un color de piel parecido al de ella. Mendieta no podía viajar a Cuba por las restricciones de los viajes a la Isla que se dieron durante el gobierno de Kennedy y pudo encontrar en México un espacio donde realizar su arte. Mendieta realizó muchas de sus Siluetas en México porque este país suponía una ubicación perfecta para sus performances, aunque también realizó algunas en Iowa. En esta serie, Mendieta utilizó una silueta como representación de la presencia de su cuerpo ausente la mayoría de las veces. Existen en estas obras un deseo de representar esta fuerza eterna femenina omnipresente y una necesidad de regresar al útero materno, una “sed de ser”, como manifestó la misma autora” Los inicios en performance • Los performances tempranos fueron realizados por la artista en Iowa entre 1972-1974, a los que ella misma no daba mucha importancia. Estas obras, que en su mayorÌa sólo quedaron registradas en diapositivas, presentaban un juego con la identidad personal y unas mutaciones del cuerpo que, aunque obviamente inspiradas en los performances de Bruce Nauman, Vito Acconci y Carolee Schneemann, poseían una rispidez y un carácter propios. Sin ser conocidos en su época, anticiparon el posterior afianzamiento de aquela tendencia con el trabajo de artistas como Cindy Sherman, Lorna Simpson, Kiki Smith y Janine Antoni. Otros de sus performances de entonces usaban sangre y representaban de un modo realista escenas de violencia. La sangre • Su fascinación con la sangre marcó alguna de sus obras principales. Percibió la sangre como algo mágico y poderoso. Algunas de sus obras que incorporan la sangre se refieren a violaciones cometidas contra mujeres. Otras reflejan el poder de la sangre como símbolo en el Catolicismo y en civilizaciones pre-hispanas de México que había estudiado. • En una de sus series, Body Tracks, que fue documentada en video, Ana Mendieta metió las manos en una mezcla de sangre de animales y pintura roja y arrastró las manos en una pared. El cuerpo • Otro elemento significante de la obra de Ana Mendieta es la manera en que incorporó su cuerpo en la naturaleza (land art o earthworks). En varias obras aparece desnuda, uniendo su propio cuerpo con la tierra, invocando imágenes de una diosa y mezclando elementos de rituales africanos, afro-cubanos, mesoamericanos y de antiguas culturas de Asia y Europa. Sangre y cuerpo • La activación polisémica de la sangre (como signo de violencia física pero también como elemento místico y vitalista) y el empleo directo del cuerpo condujeron a su serie de las Siluetas. • Ella usa el cuerpo para construir una espiritualidad exaltada. • Sobre estas bases ella produjo una singular combinación de body art, land art, performance y fotografía. • Al partir siempre de su cuerpo, hay en Ana una modestia que no ha caracterizado a los land artists. Es "una colaboración entre la artista y la naturaleza", según ha observado Judith Wilson. La mayor parte de sus "siluetas" fue hecha en lugares apartados y con carácter efímero. • En Silueta Series (1973), una de sus series más conocidas, Ana Mendieta creó más de cien obras en las que su cuerpo formaba parte de la obra al cubrirse o meterse en la tierra, y usar elementos naturales como piedras o velas. Mary Sabbatino: • “La serie Siluetas de Mendieta está marcada por una utilización original del cuerpo, no como medio pasivo, sino como lugar de resistencia. Su trabajo propone una integración de una identidad cultural marginal en la estructura dominante, y ofrece una nueva perspectiva para la pregunta de qué es lo sagrado. Quizás lo más importante sea que el trabajo celebra la fecundidad y la perspectiva de una fuerza vital regenerativa. Se resiste al papel de mujer como objeto, y marca en su lugar un espacio de autonomía y oposición." Ana Mendieta: • "Este acto obsesivo de reafirmación de mis vínculos con la tierra es realmente la reactivación de creencias primitivas...[en] una fuerza femenina omnipresente, la imagen que permanece tras haber estado rodeada por el vientre materno, es una manifestación de mi sed de ser." Ana Mendieta • "Mis obras son inmersiones en la naturaleza, en los elementos mismos que me produjeron, utilizo la tierra como lienzo y mi alma como instrumento" Obra o proceso • Las obras --en su acepción de resultado visible-- revisten menor importancia que sus procesos, debido a que estos determinan la semiosis y prosiguen después de terminada la "pieza", en su devenir dentro del medio ambiente. De ahí el absurdo de reproducir esta piezas dentro del museo, como se ha hecho en ocasiones. • Las "siluetas" son el testimonio de una liturgia místico-artística, que en ocasiones alude directamente --en los títulos, en el empleo de ciertas técnicas o en algunos detalles-- a ritos afrocubanos. • El papel de la foto parece limitado a ser el vehÌculo para plasmar y comunicar este testimonio. • Pero en realidad la foto posee una importancia crucial, porque, adem·s de ser el fruto exhibible, el trabajo implica la fotografÌa desde la fase de proyecto. • Las ceremonias místicas de Mendieta, hasta cierto punto, fueron posadas para la cámara. Tienen que ver con la mentalidad del snapshot. • Todos estos aspectos indican una mezcla de procedimientos, pero también de poéticas y perspectivas culturales que se vincula con lo que Luis Camnitzer ha llamado arte Spanglish. • Ana se usó a sí misma como una metáfora. Y hasta su muerte trágica pareció completar el ciclo -con una lógica escalofriante- en una útlima obra. Como signo de la utopía e imposibilidad de su proyecto, la silueta final quedó sobre el cemento de Nueva York, volviendo a los primeros performances de Mendieta con la muerte y la sangre. La muerte • Su vida terminó en condiciones trágicas cuando su cuerpo cayó al vacío desde el piso 34 de su apartamento en el Soho de Nueva York a la edad de 36 años después de una acalorada discusión con su marido Carl Andre. Andre fue el único testigo de su muerte y dijo que Mendieta se tiró por la ventana (8 de septiembre de 1985).
• El día del fallecimiento de Mendieta, su marido tenía arañazos frescos
en la zona de la nariz y de la frente y sus declaraciones a la policía contradijeron las que él mismo había dado a la operadora cuando llamó a 911 en el momento del trágico suceso. No hubo otros testigos y sólo una persona en la calle oyó a una mujer gritar “no, no, no, no” y el golpe seco de la caía del cuerpo de Mendieta en el tejado de una charcutería situada debajo del apartamento que compartía la pareja. Huellas sagradas Mi arte se basa en la creencia de una energía universal que corre a través de todas las cosas [...]. Mis obras son las venas de la irrigación de ese fluido universal. A través de ellas asciende la savia ancestral, las creencias originales, la acumulación primordial, los pensamientos inconscientes que animan el mundo. No existe un pasado original que se deba redimir: existe el vacío, la orfandad, la tierra sin bautizo de los inicios, el tiempo que nos observa desde el interior de la tierra. Existe por encima de todo, la búsqueda del origen (Mendieta 216). María del Mar López-Cabrales Op cit • “Una de las cuestiones que más llaman la atención a la hora de analizar la obra y la vida de Ana Mendieta es el gran marcado conflicto identitario de la autora que se expresa en su obra. Debido a sus experiencias, Mendieta vivía una identidad muy particular que se revela en su arte, una identidad fragmentada, descentrada, heterogénea, propia de alguien que no pertenece a ningún lugar. Como exiliada, Mendieta poseía una identidad fronteriza. Su arte se presenta como un instrumento de negociación entre una cultura perdida, ausente-presente cubana-caribeña y otra cultura implantada-adoptada desde su residencia en los EEUU. Esta identidad fragmentada es un punto clave para entender la obra de Mendieta” Ibid • “La idea de formación de una nueva identidad, este ser fronterizo, esta manera de generar una cultura llena de significantes y significados diferentes caracterizan la obra de Mendieta desde sus comienzos hasta el final. Su criatura (su arte) se renueva en cada performance, en cada escultura, en cada obra, y tiene una marca de mujer que es lo que unifica a toda su producción. Se han discutido mucho la ‘nacionalidad’ de la obra de Mendieta (el hecho de que esta autora representa un puente entre culturas y realidades) y la ausencia de madre, la ausencia de patria en sus composiciones. No obstante, creemos que lo que en realidad unifica su obra es su sello de mujer que nos acerca al concepto indisoluble de vida/muerte” Ibid • “El cuerpo que se muestra en la obra de Mendieta es de mujer, desde los performances del comienzo en los que aparece el cuerpo de Mendieta desnudo deformado a través de un cristal (Glass on Body 1972), lleno de sangre después de haber sido supuestamente violado (Rape Scene 1973), o después de haber sacrificado a una gallina (Death of a Chicken 1972), hasta el cuerpo que intenta el travestimo al colocar pelo de la barba de un compañero en su cara (Facial Hair Transplant 1972).” • En Iowa realizó un performance titulado Feathers on a Woman 1972, en el que llenó a una mujer el cuerpo entero de plumas y lo único que dejó sin cubrir fue su sexo, para que se supiera que esta nueva criatura era de sexo femenino . • Toda su obra tiene una marca y una fuerte conciencia de género y esto hace sentir a Mendieta una unión con el resto de las mujeres de la tierra y con las divinidades femeninas taínas que le inspiran y le dan fuerza, las diosas de la creación: Guabancex (Diosa del Viento), Atabey (Madre de las Aguas), Guanaroca (la Primera Mujer), Guacar (Nuestra Menstruación), Maroya (Luna), Iyare (Diosa Madre) y Itiba Cachubaba (La vieja Madre Sangre). La brecha que la mujer tiene de nacimiento, la división que la convierte en un ser poderoso dador de vida, caracteriza muchas de las imágenes de su serie Escutluras Rupestres, excavadas en las paredes de la cueva del Aguila en el Parque Jaruco.