Descolonización de La Educación en Venezuela

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental del Magisterio “Samuel Robinson”


Seminario: Investigación Avanzada. Doctorado en Educación
Facilitadora: María de Abreu Doctorantes: Ana Ortega, Nayarit Martínez, Yolimar García

Descolonización de la Educación en Venezuela y sus implicaciones en la


gestión curricular.

Sin temor a dudas, en Venezuela, persisten los paradigmas ortodoxos y


tradicionalistas dentro de todos los contextos de nuestra sociedad; no en vano, se han
querido gestar infructuosamente cambios políticos, culturales, sociales y educativos. Ahora
bien, lo interesante es preguntarse ¿cómo ejecutar estas planeaciones si seguimos
colonizados? Pues aunque parezca irrisorio, así es, aún seguimos colonizados. Entonces
resulta preponderante antes de elucubrar sobre descolonización, dilucidar a lo que alude la
colonización en la educación, dejando por sentado que infiere al paradigma de la
dominación, que, hasta nuestros días, aún perdura y que se expresa en formas muy
concretas, pero sobre todo en una estructura epistemológica que se filtra a cada instancia de
las ciencias (exactas o físicas y humanas) y la educación y sus procesos, no escapan de esta
estructura.

En esencia, el discurso colonizador se presenta bajo formas de violencia simbólica,


que es menos evidente que la violencia física. Y lo hace a través de lo que ese gran
pensador francés Pierre Bierdau (2009, p. 21) denomina la creación de “habitus” o sistema
de disposiciones adquiridas que sirven para justificar la dominación. Cabe destacar que los
habitus, son transmitidos a través de la familia, la religión, e incluso la misma la educación
y permiten que los sujetos dominados se enajenen sobre su propia explotación y lo vean
como un acto normal, imposible de superar ante lo cual se reproduce el ciclo del control y
la subordinación.

Ahora bien, en este mismo contexto y en el sentido amplio, se entiende por gestión
curricular como a todas aquellas políticas, procedimientos y prácticas que lleva a cabo el
director (o gerente), el equipo técnico‐pedagógico y los docentes de cualquier institución
educativa para coordinar, planificar, monitorear y evaluar el proceso de enseñanza‐
aprendizaje, incluyendo las acciones tendientes a asegurar la cobertura curricular y a
mejorar la efectividad de la labor educativa. Sin embrago, para que esta labor sea eficiente,
efectiva y sobre todo asertiva, es importante un cambio desde todos los contextos
educativos y este, de soslayo, parte del cambio de paradigmas, siendo la descolonización el
punto de partida.

La gran lucha por desaprender los valores coloniales aprendidos, que nos han hecho
creer y sustentar de que forman parte de nuestras originarias realidades sociales, y que
lamentablemente defendemos como nuestro, las formas de pensar que nos han sembrado de
manera contundente y eficaz, en los subconscientes colectivos y definitivamente
mayoritarios a lo largo de las generaciones y para derrotar estas nuevas formas de
dominación, llamadas neo-colonización, y de esta forma se vislumbra en un vital paso en la
gerencia estratégica curricular, para desmontar todos estos complejos y a veces silenciosos
procesos re-colonizadores. Indiscutiblemente la tarea urgente y necesaria, es la
descolonización de la educación, desde una pedagogía crítica, reflexiva y militante, con una
epistemología nuestra y descolonizadora, emancipadora o liberadora que permita una
verdadera gestión curricular y que propicie la aplicabilidad de estrategias gerenciales que
lastren mejoras sustanciales en la educación.

Para Briceño Guerrero y Mario Briceño Iragorry, el proceso de desneocolonización


en América latina y en Venezuela debe construirse desde el quehacer educativo, vivencial y
cotidiano para sensibilizar al otro, mostrarle que el camino no es el del oprimido, el servil,
el del dominado, mucho menos el del transculturizado sino el del ser crítico, analítico, ir
rompiendo paradigmas y consolidar una cultura no que aniquile a la otra, sino una cultura
donde todas las culturas se encuentren y comulguen. Desde esta postura, la descolonización
de la educación se convierte en una tarea prioritaria dentro de la gestión curricular pero no
solo en planeación sino en ejecución, lo cual supone poner en cuestionamiento e
implosionar las cuatro dimensiones sobre las que se asienta la matriz de dominación
neocolonial.
Indiscutiblemente, la descolonización educativa se reconoce en la pedagogía del
oprimido desarrollada por Freire (1970), pero también encuentra ecos en las voces de Martí
(2005), Césaire (2006), Fannon (1963), Bonfil (1987), Fals (1970) y Ferrero (1986), por
mencionar algunas figuras relevantes que se destacan por el reconocimiento de la cultura
propia como base de su propuesta sociopolítica- educativa de desarrollo económico y
social. Por supuesto ello no significa, como bien señala Acosta (2010, p. 71), negar la
posibilidad para propiciar la modernización de la sociedad ni tampoco marginar los
valiosos aportes del pensamiento occidental que contribuyen a un mundo mejor; más bien
apunta metafóricamente, hacia la construcción puentes para poner en diálogo saberes,
creencias, conocimientos, valores y tradiciones ancestrales con las más variadas
expresiones del pensamiento moderno y pluriversal, a un de contribuir con el proceso de
descolonización epistemológica, social, económica y cultural de nuestras sociedades.
Desde esta plataforma, la descolonización de la educación pasa por la recuperación
de una serie de planteamientos, teorías y acciones que han tenido lugar en nuestra América,
muchas de las cuales lograban poner en cuestión el modelo civilizatorio impuesto, otras
advertían sobre la importancia de pensar en lo nuestro, lo autóctono, lo originario,
desembarazándonos de esa falsa identidad impuesta a partir del mal llamado “contacto
cultural” de 1492. Sobre esta perspectiva, es sustentable afirmar que, descolonizar la
educación implica también descolonizar la pedagogía, descolonizar el currículo,
descolonizar la escuela, descolonizar la cultura, descolonizar la mente empezando por los
más pequeños hasta los jóvenes de educación superior y, sin temor a dudas, esto
heurísticamente incita al rompimiento epistemológicamente de la linealidad del
aprendizaje, despedazar la idea de que todos aprendemos igual, al mismo ritmo, con las
mismas capacidades y, de esta manera, desatar la visión mercantilista que vuelve a los
estudiantes en competidores en una carrera hacia el éxito; un éxito determinado por la idea
del consumo de diplomas y bienes ilimitados.
Por consiguiente, la educación descolonizadora se constituye en una herramienta
dentro de la gestión curricular, desde la visión de que la resistencia cultural ayuda a los
miembros de la comunidad y a los discentes a comprender el mundo que les rodea y el tipo
de relaciones económicas y sociales que ha impuesto la mal llamada globalización.
Además, presupone formar ciudadanos críticos, reflexivos y tolerantes, capaces de
insertarse en la sociedad y vivir en solidaridad y reciprocidad, sin competencias; su éxito
depende de la capacidad para abrirse a otras voces, para que entren los padres y madres de
familia, para que los miembros de la comunidad puedan aportar y opinar sobre el currículo
escolar, permitiendo que comience una dialogicidad como señala Freire, franca de saberes,
entre los saberes oficiales y los saberes sub-alternizados y ¿acaso este no es el fin último en
la planeación estratégica del currículo educativo elaborado por los gerentes del proceso?
En conclusión, como resultado de la educación descolonizada planeada dentro de la
gestión curricular, prioriza la existencia de currículos regionales adaptados a las
necesidades y expectativas de los habitantes de diferentes regiones, quienes aprenden en su
lengua, y reconocen que sus hábitos, sus conocimientos y sus costumbres e idiosincrasia,
ontológicamente, brindando la bienvenida de todos sin ningún tipo de discriminación,
basada en equidad y justicia y todos, inmersos en el proceso educativo venezolano,
refrendado el articulado de nuestra carta magna.

Referentes bibliográficos

Autar, Louise (2017). Descolonización en el aula de clase, 20(3), 305-320.


Bauman, Zygmunt (1998). Sobre la globalization. Thesis Eleven, 54, 37-49.
Gurminder K., Gebrial, D., & Nişancıoğlu, K. (2018). Descolonización desde la infancia
hasta la universidad.
Nişancıoğlu K. (2008), Descolonización en la Universidad (p. 1-18). Pluto Press.

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