Pellízquenme, Que Estoy Soñando
Pellízquenme, Que Estoy Soñando
Pellízquenme, Que Estoy Soñando
Por Michael Moore | 06/11/2008 | EE.UU.
Fuentes: michael.moore.com
¿Quién de entre nosotros no se ha quedado sin habla? Brotan lágrimas de alegría, de alivio. ¡Qué
enorme y aplastante avalancha de esperanza en una época de profunda desesperación!
En una nación que fue creada sobre el genocidio y luego creció a expensas de esclavos, éste ha sido un
momento inesperado, espeluznante en su sencillez: Barack Obama, un hombre bueno, un negro, dijo que
traería el cambio a Washington y a la mayoría del país le gustó la idea. Los racistas estuvieron presentes
durante toda la campaña y también en la soledad del voto, pero ya no son la mayoría y nuestra
La pasada noche fue también testigo de otra importante primicia. Nunca antes en nuestra historia
habíamos elegido como presidente a un candidato contrario a la guerra en tiempos de guerra. Espero que
el presidente electo Obama recuerde esto cuando tenga la tentación de intensificar la guerra en
Afganistán. La fe que ahora tenemos se disolverá si olvida el argumento principal con el que derrotó a
sus contrincantes demócratas en las primarias y luego a un héroe de guerra en las elecciones generales:
el pueblo de Usamérica está harto de guerra. Harto y cansado. Y ayer lo gritó fuerte y claro.
Han tenido que pasar 44 años antes de que un candidato demócrata obtenga el 51% del voto. Eso ha sido
así porque a la mayoría de los usamericanos no les han gustado los demócratas. Saben que rara vez
tienen agallas para hacer lo que deben o para defender a esos mismos trabajadores a quienes dicen
apoyar. Pues bien, he aquí su oportunidad. Se la han ofrecido en bandeja al votar a un hombre que no es
un político de poca monta ni el eterno burócrata provinciano. ¿Se convertirá ahora en uno de ellos o los
obligará a ser como él? Crucemos los dedos para que opte por la segunda opción.
Hoy celebramos este triunfo de la honradez contra el ataque personal, de la paz contra la guerra, de la
inteligencia contra la fe del carbonero que vive convencido de que Adán y Eva se paseaban sobre
dinosaurios hace sólo 6.000 años. ¿Cómo será eso de tener un presidente con cerebro? La ciencia,
desterrada durante ocho años, regresará. Imaginen lo que puede suceder si respaldamos a las mentes más
preclaras de nuestro país cuando traten de curar la enfermedad, de descubrir nuevas formas de energía y
También podríamos ser testigos de un tiempo refrescante, de ilustración y creatividad. Las artes y los
artistas no serán considerados como el enemigo. Quizá se explore el arte para descubrir las verdades más
trascendentales. Cuando el presidente Franklin Delano Roosevelt fue elegido por abrumadora mayoría
en 1932, lo que siguió fue Frank Capra y Preston Sturgis, Woody Guthrie y John Steinbeck, Dorothea
Lange y Orson Welles. Durante toda la semana los medios me han estado haciendo la siguiente
pregunta: «Oye, Mike, ¿qué vas a hacer ahora que ya no está Bush?» ¿Están bromeando? ¿Cómo será
eso de trabajar y crear en un ambiente que alienta y apoya el cine y las artes, la ciencia y la invención y
la libertad para que cada uno sea lo que quiera ser? ¡Que mil flores florezcan! Hemos iniciado una nueva
era y, si se me permite que resuma nuestro pensamiento colectivo de esta nueva era, helo aquí: todo es
posible.
¡Un usamericano de origen africano ha sido elegido Presidente de este país! ¡Todo es posible! Podremos
arrancar nuestra economía de las manos de los ricos irresponsables y devolvérsela a la gente. ¡Todo es
posible! Cualquier ciudadano podrá tener atención sanitaria asegurada. ¡Todo es posible! Podremos
impedir que se derrita el hielo polar. ¡Todo es posible! Quienes han cometido crímenes de guerra serán
No nos queda mucho tiempo. Hay tanto trabajo por hacer. Pero ésta es la semana que se nos ha
concedido a todos nosotros para deleitarnos con este gran momento. Seamos humildes. No tratemos a los
republicanos de nuestro entorno como ellos nos han estado tratando los ocho años pasados.
Mostrémosles la gracia y la bondad que Barack Obama ha transmitido durante toda la campaña. Incluso
si recibió todos los insultos habidos y por haber, se negó a bajar a las cloacas y a responder con cieno.
posible. Ha sido un largo camino y el daño que se le ha hecho a este gran país es enorme, por no
mencionar a los muchos que han perdido su trabajo, que han dado en bancarrota a causa de los gastos
médicos o que han sufrido al ver cómo a un ser querido lo enviaban a Iraq. Ahora, trabajaremos para
¡Pero qué magnífica manera de empezar! Barack Hussein Obama, el presidente número 44 de
Fuente: http://www.michaelmoore.com/words/message/index.php?id=240
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Michael Moore es un autor muy querido en estas páginas. Básteme decir que sus diatribas contra las
canalladas de todo tipo que comete su país alcanzan aquí cifras espectaculares de lectura. A mí,
escritor, pero siempre me deja con la sensación de no llegar al fondo en sus análisis políticos, pues por
muy a contracorriente que parezca su obra y por muy a la izquierda que se lo sitúe en la farándula
usamericana, creo que fuera del ámbito imperial no pasaría de ser un lúcido socialdemócrata.
La izquierda del rock o del celuloide yanqui tiene eso, que le faltan dientes para morder de verdad y, en
el fondo, cree a pies juntillas que el sistema en que vive es la democracia. Y así, de campaña electoral en
campaña electoral, vemos a los Neil Young, Michael Moore, Tom Hanks o Bruce Springteen apoyando
a candidatos del Partido Demócrata como si fueran el non plus ultra. ¿Son ingenuos o ciegos o
simplemente se conforman con lo que hay? No lo sé, pero una y otra vez parecen olvidar que sus
políticos favoritos, cuando ganan las elecciones, son tan guerreristas y genocidas como el que más. Lo
cual no quiere decir que Neil Young, Michael Moore, Tom Hanks o Bruce Springteen, por citar sólo a
estos cuatro, no me parezcan grandes artistas, dignos de elogio. Una cosa no quita la otra.
Pero sigamos con Michael Moore. La carta suya que hoy presento me parece de una ingenuidad rayana
en el misticismo y si la he traducido es porque quiero que quede constancia de que en esta casa somos
fieles a nuestros autores incluso si no estamos de acuerdo con algunos de sus planteamientos.
Desde la periferia del imperio me ha alegrado, por supuesto, que el próximo presidente usamericano sea
Obama y no McCain, de la misma manera que me alegré cuando ganó Zapatero y no Rajoy. Quienes no
somos masoquistas preferimos siempre el mal menor. Pero de ahí a creer, como parece hacerlo Moore,
que las cosas van a cambiar en su país (y en el mundo) por el simple hecho de que hayan elegido a un
hombre negro y honrado va un abismo. Quisiera equivocarme, pero estoy dispuesto a apostarle (y a
ganarle) una Budweiser a que George W. Bush no será nunca juzgado por crímenes de guerra. Y si no, al
tiempo.
de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala.