Cuidado Con La Codicia
Cuidado Con La Codicia
Cuidado Con La Codicia
Satanás quiso hacer creer que este conocimiento del bien mezclado
con el mal sería una bendición y que, al prohibirles tomar del fruto
del árbol, Dios les estaba negando un gran bien. Insistió en que Dios
les había prohibido probarlo debido a sus maravillosas propiedades
para impartir sabiduría y poder, y que de este modo trataba de
impedirles alcanzar un desarrollo más noble y encontrar una mayor
felicidad. Declaró que él mismo había comido del fruto prohibido y,
como resultado, había adquirido el poder del habla;
y que si ellos también comían de ella, alcanzarían una esfera de
existencia más elevada y entrarían en un campo de conocimiento
más amplio.
Aunque Satanás afirmaba haber recibido un gran bien al comer
del árbol prohibido, no dejaba traslucir que por la transgresión se
había convertido en un proscrito del cielo. Aquí estaba la falsedad,
tan oculta bajo una cubierta de verdad aparente que Eva,
encaprichada, halagada, seducida, no discernió el engaño. Codició
lo que Dios había prohibido; desconfió de Su sabiduría. Desechó la
fe, la llave de
conocimientos.6
Ellen White hace una seria aplicación de esta historia a los que
viven en nuestros días.