Rincón de La Calma

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Rincón de la calma

Se trata de un lugar muy versátil pues a su vez puede usarse como "mesa de paz
Montessori" o como rincón de lectura. Nos servirá para potenciar en los niños una
de las competencias emocionales básicas de toda persona con inteligencia
emocional: la regulación de las emociones (también denominada autogestión o
autocontrol emocional).

Muchas veces les decimos que se tranquilicen, pero ¿les hemos enseñado a
hacerlo?

Las VENTAJAS de tener un RINCÓN DE LA CALMA en casa o en el colegio


son:

• Es una herramienta estupenda de convivencia, pues sirve tanto para


resolver conflictos (si se le da un uso colectivo) como para reponernos
cuando algo nos agobia, supera, (uso individual)

• Los niños tienen un lugar específico donde acudir cuando se ven


superados por las emociones del momento, de modo que a menudo se
evitan explosiones emotivas poco convenientes, como gritar, pegar, ...

• Con nuestro adecuado acompañamiento servirá para que vayan


identificando sus emociones y las sensaciones corporales asociadas
(consciencia emocional), a la vez que descubren como pueden influir en
ellas para sobrellevarlas mejor (regulación emocional).

• Una vez ahí los niños disponen de ciertas herramientas que les
ayudan a recuperar la serenidad y el equilibrio interior.

• De ese modo, pueden pensar antes de actuar. Porque una vez se


han tranquilizado es más fácil encontrar soluciones acertadas para resolver
sus problemas o conflictos.

• Ayuda a los niños a aceptar sus emociones y tomarse el tiempo


necesario para manejarlas correctamente.
• En él pueden aprender a ser amables con ellos mismos, a no
juzgarse y a quererse tal como son.

CÓMO CREAMOS EL RINCÓN DE LA CALMA:

Lo ideal es disponer de un lugar apartado donde poder poner algo cómodo


donde sentarse (alfombra, colchoneta,), así como unos cojines y una caja. Pero
siempre podemos simplemente poner una caja cerca de la cama o del sofá. O
aprovechar si ya tenemos armado un rincón de lectura.

Es importante implicar a los niños en la creación de dicho espacio. También


podemos añadir al rincón de la calma alguno de sus peluches preferidos, si ellos
así lo quieren, además de decorarlo con algunas fotografías
relajantes (preferiblemente donde salgan ellos) o dibujos que ellos mismos hayan
hecho. Lo primordial es que sea un lugar acogedor y apacible y que lo diseñemos
juntos.

En la CAJA podemos poner, por ejemplo:


1.Un reloj de arena, una bola de nieve, un reloj líquido o cualquier otro
elemento que el niño pueda coger y le anime a sentarse y observarlo
detenidamente mientras hace unas respiraciones profundas para tranquilizarse y
recuperar la calma. Son muy efectivos y atrayentes

La bola de nieve es perfecta para usarla como metáfora y explicar al niño, de


manera muy visual, el efecto de las alteraciones emocionales y las ventajas de
regular las emociones: al agitarla, la nieve (que simboliza la emoción) se pone
en suspensión en el agua de manera que no nos deja ver bien la figurita que hay
dentro (al igual que cuando una emoción nos domina sentimos confusión y falta de
claridad). Si dejamos de agitar, la nieve se va asentando (la emoción
se va apaciguado al regularla), hasta que el agua vuelve a ser totalmente
transparente (volvemos a estar serenos y vemos con más claridad el problema y
por tanto la solución al mismo).

2. Algunos cuentos relajantes. Libros con muchos dibujos

3. Una bolsa aromática o un spray "relajante" que podemos crear juntos Sólo
necesitas un mortero, agua, algunas hierbas aromáticas y un colador. Puedes
añadir al final una o dos gotas de esencias aromáticas con propiedades relajantes
(como lavanda o mandarina).
4. Un instrumento musical tipo Energy Chime: se golpea el instrumento y se
cierran los ojos, se centra la atención en el sonido (que es muy prolongado y se va
desvaneciendo muy despacio) y no se pueden abrir los ojos hasta que ya no
oímos en absoluto su sonido. Es muy relajante, sobre todo si a la vez
intentamos hacer respiraciones profundas.

5. Unos cuantos laberintos de meditación, son muy fáciles de usar: partiendo de


la flecha roja se va resiguiendo el camino con el dedo hasta llegar al corazón
situado en medio del laberinto. Este proceso resulta bastante relajante.

6. Unas piedras (que los niños pueden pintar previamente) y unos pictogramas
de respiración: para usarlo simplemente es coger una piedra con una mano e
inspirar profundamente por la nariz, pasar la piedra a la otra mano mientras
expulsamos el aire por la boca. Terminar dejando la piedra encima del primer
pictograma. Repetimos el proceso con las otras piedras. Es tremendamente útil
para obligarlos a centrar la atención en la respiración y el movimiento y así alejar
su mente de lo que les agitaba.

Otras cosas que podemos incluir en la caja: mándalas para pintar, una cajita de
música como estas de Elmer, bolas anti estrés, un bote de la calma, un espejo
para visualizar nuestras emociones, cuaderno y colores para expresar nuestras
emociones pintando, pulsera o collar de cuentas hecho por ellos, un árbol musical
Waldorf, etc.

CÓMO USAMOS EL RINCÓN DE LA CALMA:

Lo primero será explicarles cómo funciona (con antelación claro) y que es un


lugar seguro donde puede ir siempre que estén enfadado, tristes, preocupados,
nerviosos,... o simplemente cuando quieran estar solos y tranquilos.

Sobre todo remarcar que el rincón no es un castigo, sino una herramienta que
pueden usar o no, son libres para elegir. Además pueden ir solos o, si lo
prefieren, acompañados. De hecho te aconsejo que las primeras veces intentes
estar presente para guiarles y acompañarles, siempre desde el respeto y sin
juzgar nunca sus emociones.

Remarcar que es un lugar que hay que respetar y que no podemos molestar o
interrumpir si alguien lo está usando.
Explicarles bien cómo usar los diferentes elementos y haced algunos
ensayos juntos. Evidentemente no van a usar siempre todo, pero es importante la
variedad para que en cada momento decidan que les puede ir mejor.

Enséñales también cómo se hacen las respiraciones para poder calmarse. Un


ejercicio fácil y muy ilustrativo es proponerles que se tumben boca arriba y
ponerles un juguete en la barriga. Luego guiarles para que inspiren profundamente
por la nariz y expiren por la boca notando como el juguete sube y baja en cada
respiración. Al principio puede costarles, pero recuerda que la práctica hace al
maestro ;)

Y cuando se produzca alguna situación que les haga enfadar, perder el control,
etc. que sepan que pueden acudir ahí para recuperar el equilibrio y, una vez
calmados, volver para hablar de ello y buscar soluciones.

Al principio seguramente deberemos acompañarlos, pero al poco acudirán ellos


solitos. Al hacerlo aprovecha para validar sus emociones, ayudarles a
identificarlas, que se den cuenta de las señales que le manda su cuerpo, que
observen sus sensaciones físicas y sus pensamientos, etc. Y recuerda, nunca les
juzgues, ni intentes aplacar ni reprimir sus emociones, porque deben fluir,
son extremadamente útiles y de todas podemos aprender algo.

El rincón de la calma también puede usarse como "mesa de la paz" Montessori.


En este caso, si dos niños tienen una disputa o conflicto pueden acudir al rincón
para resolverla. Primero pueden coger alguno de los objetos para relajarse
y a continuación hablar de lo sucedido y proponer soluciones hasta encontrar una
aceptable para todos. Pueden usar una piedra o el reloj de arena para hacer
turnos de palabra y recuérdales que deben hablar desde el "yo" y no el "tú", es
decir, "yo me he sentido mal cuando..." en lugar de "tú me has molestado".

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