Lección #4 - Las Ofrendas para Jesús
Lección #4 - Las Ofrendas para Jesús
Lección #4 - Las Ofrendas para Jesús
DOMINGO 22 DE ENERO
(2 Corintios 9:7). Entregar una ofrenda a Dios es un acto voluntario, no una obligación (Sal. 54:6). No
obstante, no entregar ninguna ofrenda es considerado, por parte de Dios, como un robo (Mal. 3:8). 2
Corintios 9:7 nos está diciendo que 1°) Debemos dar según nuestros recursos 2°) Según la medida de
nuestra fe. LEER (Romanos 8:10-12). Aquí se define el don espiritual de la solicitud (disposición). El
verdadero espíritu de una ofrenda se mide por el espíritu con que se da y no por el monto dado.
¿cuál debe ser nuestra motivación a la hora de ofrendar? 1) Agradecer el sacrificio de Jesús y sus
bendiciones. 2) Expresar nuestra entrega completa a Dios. 3) Manifestar nuestra confianza en Él. 4)
Revelar nuestro amor a Dios y al prójimo. 5) Renunciar al amor al dinero.
Sería mejor no dar nada que dar a regañadientes, pues si damos de nuestros recursos cuando no
tenemos el espíritu de dar liberalmente, nos mofamos de Dios. Tengamos en cuenta que estamos
tratando con Aquel de quien dependemos para cada bendición; con Aquel que lee cada pensamiento
del corazón, cada propósito de la mente (RH 15-5-1900).
LUNES 23 DE ENERO
Al ofrendar, manifestamos nuestro agradecimiento por las bendiciones recibidas. Es lógico, pues, que las
ofrendas sean proporcionales a las bendiciones. ¿Significa esto que le estamos pagando al Señor por sus
bendiciones (Salmo 116:12-14)? El salmista es claro. No podemos pagarle a Dios por lo que hace por
nosotros. Tan solo podemos darle una respuesta de agradecimiento. Y esto lo manifestamos al ser generosos
con la causa de Dios, y con nuestros semejantes. CITAR: (Marcos 12:41-44). A la vista del cielo no es la
magnitud de la dádiva lo que cuenta, sino el motivo que la impulsa. El cielo sólo está interesado en la
cantidad de amor y consagración que representa la dádiva, no en su valor monetario. Esta es la única base
que Dios emplea para recompensar a los hombres. La alabanza que Jesús concedió a esta viuda estaba
basada en el espíritu que impulsó su ofrenda, y no en su valor intrínseco.
No es posible que esperes todas las bendiciones de Dios y no retribuyas con nada. Por medio de
Cristo poseemos todas las cosas. Sin Cristo no tendríamos más que pobreza, miseria y desesperanza.
¿Responderemos a este amor que Dios ha derramado sobre nosotros? El ser hijos de Dios es poseer
todas las cosas. ¿Qué más puedes desear? Si el cristiano no está contento con una herencia tal, nada
puede darle contentamiento. Estamos obligados al Señor por todo lo que poseemos. Por lo tanto,
devolvamos al Dador todo lo que reclama como suyo. No cometamos un robo contra Dios... (En los
lugares celestiales, p. 307).
MARTES 24 DE ENERO
(Salmo 96:8). Nadie que realmente aprecie la maravillosa bondad de Dios deseará presentarse ante él con
las manos vacías. Lo que una persona ofrece a Dios -dentro de los alcances de sus facultades- es un índice
del grado de su aprecio por las bendiciones del cielo. En Israel, nadie debía presentarse a adorar ante Dios
"con las manos vacías"
“Dios ama al dador alegre”, y los que le aman darán con liberalidad y alegría cuando al hacerlo
pueden adelantar su causa y aumentar su gloria. El Señor nunca requiere que su pueblo dé más de lo
que puede, pero se complace en aceptar y bendecir sus ofrendas de gratitud dadas conforme a sus
posibilidades. Que la obediencia voluntaria y el amor puro enlacen sobre el altar cada ofrenda dada al
Señor porque con tales sacrificios se complace, mientras que aquellos que son ofrecidos de mala
gana, le ofenden. (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 250).
MIÉRCOLES 25 DE ENERO
El acto de la viuda que puso dos blancas —todo lo que tenía— en la tesorería, fue registrado para
animar a los que, aunque luchan con/la pobreza, desean sin embargo ayudar a la causa de Dios
mediante sus dones. Cristo llamó la atención de los discípulos a esa mujer, que había dado “todo su
alimento”. Consideró su dádiva de más valor que las grandes ofrendas de aquellos cuyas limosnas no
exigían abnegación… Así enseñó que el valor de la dádiva no se estima por el monto, sino por la
proporción que se da y por el motivo que impulsa al dador (Los hechos de los apóstoles, p. 275).
JUEVES 26 DE ENERO
La ofrenda de María fue especial en dos aspectos (Mr. 14:3-5): no fue una ofrenda en dinero; y su costo fue
elevado (10 meses de trabajo). Esto nos enseña que Dios no acepta solo dinero como ofrenda. Podemos
ofrendarle objetos necesarios para una obra concreta; o nuestro trabajo y esfuerzo.
Hay dádivas que distribuimos correctamente según el carácter y las necesidades de aquellos a
quienes las damos. No muchos de los pobres habrían apreciado la ofrenda de María o el sacrificio de
sí mismo que hizo nuestro Señor, que fue el más grande que podía haberse dado [hecho]. Aquel
ungimiento fue un símbolo del rebosante corazón de la dadora; fue una demostración externa de un
amor alimentado por corrientes celestiales, hasta que desbordó. Y ese ungimiento de María -que los
discípulos llamaron derroche-, se repite mil veces en los sensitivos corazones de otros. (MS 28, 1897).
En su misericordia, Jesús había perdonado sus pecados, había llamado de la tumba a su amado
hermano, y el corazón de María estaba lleno de gratitud... A costa de gran sacrificio personal, había
adquirido un vaso de alabastro de “nardo líquido de mucho precio” para ungir su cuerpo... Quebrando
el vaso de ungüento, derramó su contenido sobre la cabeza y los pies de Jesús, y llorando postrada le
humedecía los pies con sus lágrimas y se los secaba con su larga y flotante cabellera... (El Deseado
de todas las gentes, pp. 512-514).
MARTES 24 DE ENERO
La Biblia establece principios de cómo debemos presentarnos en adoración ante Dios.
(Deuteronomio 16:16). No debemos presentarnos con las manos vacías.
(1 Crónicas 16:29; Salmo 96:8-9) Debemos acordarnos de llevar nuestras ofrendas.
(Hechos 2.42-46) Debemos cuidar y ayudar a los necesitados.
MIÉRCOLES 25 DE ENERO
Los relatos de la ofrenda de la viuda pobre y del centurión Cornelio; nos presentan un punto de vista curioso e
importante de cómo Dios ve nuestras ofrendas.
LA OFRENDA DE LA VIUDA: Fue valiosa por la intención, no tanto por su valor. (Marcos 12:42, 44).
Fue apreciada por su fe y no por su mérito. (Marcos 12:44).
LAS LIMOSNAS DE CORNELIO: Dios las aceptaba cuando oyó sus oraciones, (Hechos 10:4).
Evidenciaban que creía en Dios (Hechos 10:2).
La oración y la limosna están unidas, demuestran nuestro amor a Dios y a nuestros semejantes; los dos
grandes principios de la Ley de Dios (Le 10:27). Por lo tanto, las ofrendas sinceras y verdaderas; glorifican a
Dios y edifican la Iglesia (2 Ct 9:1O’1S)
JUEVES 26 DE ENERO
Nuestro patrimonio se parte en dos: (1) En dinero y (2) lo que se tasa en dinero, pero son bienes en especie.
Casi todos donamos de la primera partida, pero ha habido quienes han sido impelidos a ofrendar de la
segunda; tal como lo hicieron*.
MARÍA: Ofrendó un perfume que valía un año de salario. (Juan 12:3-5). Dio mucho más que el valor
por el que Judas vendió a Jesús (Juan 12.5; Mateo 26:15). Ofrendó por gratitud, no enfocándose
solamente en el valor. (Juan 12:3-5).
BERNABÉ: Ofrendó el monto resultante de la venta de su patrimonio. (Hechos 4:36, 37). Lo dió para
apoyar a los hermanos según su necesidad. (Hh 4:34, 35). Confió en los apóstoles encargados de la
iglesia (Hechos 4:37)