Boletin 058

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lNST!TIITO DE lNVEST!

OACIONES HISTÓRICAS, UNAM

"
Guedea
Directora

Amaya Garritz
Secretaria académica
Carlos Rea
Secretario administrativo

Esther Arnaiz Amigo


Coordinadora de biblioteca
Rosalba Cruz Soto
Coordinadora de publicaciones

Ramón Luna Soto


Asesor editorial
HISTORICAS 58
BOLETÍN DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS, UNAM. MAYO-AGOSTO, 2000. ISSN OIB7-182X

CONTENIDO

PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 Iglesia y economía, siglos XVI al XIX


Gisela von Wobeser y Maria del Pilar
ENSAYOS Martfnez l..ópez-Cano . . . . . . . . . . . . . 56
Investigadores
HISTÓRICAS Estrategias para el desarrollo económico:
Mercados regionales en México, siglos XVTII-XIX
Jorge Silva Ríquer .•............••. 57
Claudia Agostoni, Felipe Ávila f_,pinosa, Johanna Broda, la experiencia histórica de México
Rosa de Lourdes Camelo, Víctor M. Castillo Farreras, Guedea en el periodo 1867-1940 Proyectos indivíduales realizados dentro del Ins-
José E. Covarrubias, María José García Quintana, Directora Fernando Rosern:weig .. . . . .. .. .. • .. • 3 tituto de Investigaciones Históricas
Virginia Guedea, Patrick Johansson K., Miguel La aplicación del ideal utilitarista en la recons-
Victoria Lerner Siga!, Janet Long Towell, Martha Loyo, BALANCES HISTORIOGRÁFICOS trucción del Estado posrevolucionario
Teresa Lozano, Leonor Ludlow, Pilar Martínez López-Cano, Elisa Speckman
Situación y perspectivas de la historia en México y España, 1808-1833
Carlos Martínez Marín, Álvaro Matute, Alicia Mayer, Editora
económica en México ]osé Enrique Cavarrubias ........... 58
Ivonne Mijares Ramírez, José Luis Mirafuentes, Josefina Las relaciones diplomáticas y financieras
Federico Navarrete, Laura O'Dogherty Madraza, Sergio Enrique Florescano .. .. .. . . .. .. .. .. • 7
Avances de la historia económica de México entre México y Gran Bretaña, 1850-1884
Noriega, Guilhem 0\ivier, Patricia Osante, Enrique Plcw•nrio Comité editorial
Broda Carlos Marichal . • • . . • . . . . . . . . . . . . 32 Silvestre Villel!'as Revueltas . .......•.. 59
Ignacio del Río, J. Rubén Romero Galván, Javier
Elísa Marcela Terrazas, Ernesto de la Torre Villar, Rosa de Lo urdes Camelo
SEMBLANZAS NOTAS DEL IIH
Evelia Treja, Carmen Vázquez M., Silvcsttc Víllegas Revueltas, Longlowell
Gisela von Wobeser, Carmen Yuste Martha Loyo Fernando Rosenzweig Hernández. . . . . . . 40 Reconocimientos .. . .. .. . .. . .. .. . .. .. . 60
Teresa Lozano
En recuerdo de Juan Carlos Grosso
Carlos Martínez Marín Pu!lLICACIONES
Matilde Souto Mantecón . . . . . . . . . . . . 41
Técnicos académicos Álvaro Matute
Luis Mirafuentes Reseñas
ENTREVISTAS Lecturas de Historia Económica Mexicana
Rosalba Alcaraz Cienfi.Jegos, Esther Arnaiz Amigo, Fernando Ernesto de la 'Iorre Villar
Betancourt M., Guadalupe Borgonio Gaspar, Cristina Carbó, Rosalba Entrevista a Leonor Ludlow Leonor Ludlow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Cruz, Carmen Alonso González Cano, Roselia López Soria, Alicia Salmerón y Elisa Speckman • • . . 44
Presentación de libros
Manríquez, María Teresa Mondragón, María Luisa Reyes Pozos,
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN José Enrique Covarrubias, Visión extranjera
Ricardo Sánchez Flores, Juan Domingo Vidareas del Moral
de México, 1840-1867. 1. El estudio de las
Asociaciones y seminarios
costumbres y de la situación social
Asociación Mexicana de Historia Económica
Leonor Ludlow . . . . . • . • . . • . . . . . • . • 51 Antonia Pi-Suñer Lloreru . . . . . . . . . . 70
Seminario de Historia de las Finanzas María Vargas-Lobsinger, La Comarca Lagunera.
Portada e ilustraciones: Philippe Wolff y Frédéric Mauro, Historia general del trabajo. La época del artesanado (siglos V·XVlll),
y el Crédito en México De la revolución a la expropiación
4 v., dirigida por Louís-Henri Parias, Barcelona, Grijalbo, 1965, v. 11, proporcionadas por Fernando Betancourt. Para
cualquier asunto relacionado con Históricas, favor de dirigirse a: Dra. Virginia Guedca/Dra. Elisa Speckman, Instituto de
Leonor Ludlow . . . . . . . . . . . . • . . • . . . 52 de las haciendas, 1910-1940
Investigaciones Históricas, Circuito Maestro Mario de la Cueva, Ciudad Universitaria, 04510, México, D. F. Teléfono y Grupos y circuitos mercantiles en la región
Gisela von Wobeser .. .............. 74
fax: 56-65-00-70. Correo electrónico http://serpiente.dgsca.unam.mx/üh!. Composición electrónica: Sigma Servicios central de Veracruz, siglo XVIII
Editoriales, en tipo Goudy OlSt BT de 11, 10 y 9. )mpresi6n: Hemes Impresores. Tiraje: 1 000 ejemplares. Edición al Carmen Yuste . . . . • . • • . • • . • . . • . . . . 54 Novedades editoriales . . . • • . . . . . . • . . . . . 76
cuidado de Rosalba Alcaraz.
HISTÓRICAS 57

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lNST!TIITO DE lNVEST!OACIONES HISTÓRICAS, UNAM

"
Guedea
Directora

Amaya Garritz
Secretaria académica
Carlos Rea
Secretario administrativo

Esther Arnaiz Amigo


Coordinadora de biblioteca
Rosalba Cruz Soto
Coordinadora de publicaciones

Ramón Luna Soto


Asesor editorial
HISTORICAS 58
BOLETÍN DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS, UNAM. MAYO-AGOSTO, 2000. ISSN OIB7-182X

CONTENIDO

PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 Iglesia y economía, siglos XVI al XIX


Gisela von Wobeser y Maria del Pilar
ENSAYOS Martfnez l..ópez-Cano . . . . . . . . . . . . . 56
Investigadores
HISTÓRICAS Estrategias para el desarrollo económico:
Mercados regionales en México, siglos XVTII-XIX
Jorge Silva Ríquer .•............••. 57
Claudia Agostoni, Felipe Ávila f_,pinosa, Johanna Broda, la experiencia histórica de México
Rosa de Lourdes Camelo, Víctor M. Castillo Farreras, Guedea en el periodo 1867-1940 Proyectos indivíduales realizados dentro del Ins-
José E. Covarrubias, María José García Quintana, Directora Fernando Rosern:weig .. . . . .. .. .. • .. • 3 tituto de Investigaciones Históricas
Virginia Guedea, Patrick Johansson K., Miguel La aplicación del ideal utilitarista en la recons-
Victoria Lerner Siga!, Janet Long Towell, Martha Loyo, BALANCES HISTORIOGRÁFICOS trucción del Estado posrevolucionario
Teresa Lozano, Leonor Ludlow, Pilar Martínez López-Cano, Elisa Speckman
Situación y perspectivas de la historia en México y España, 1808-1833
Carlos Martínez Marín, Álvaro Matute, Alicia Mayer, Editora
económica en México ]osé Enrique Cavarrubias ........... 58
Ivonne Mijares Ramírez, José Luis Mirafuentes, Josefina Las relaciones diplomáticas y financieras
Federico Navarrete, Laura O'Dogherty Madraza, Sergio Enrique Florescano .. .. .. . . .. .. .. .. • 7
Avances de la historia económica de México entre México y Gran Bretaña, 1850-1884
Noriega, Guilhem 0\ivier, Patricia Osante, Enrique Plcw•nrio Comité editorial
Broda Carlos Marichal . • • . . • . . . . . . . . . . . . 32 Silvestre Villel!'as Revueltas . .......•.. 59
Ignacio del Río, J. Rubén Romero Galván, Javier
Elísa Marcela Terrazas, Ernesto de la Torre Villar, Rosa de Lo urdes Camelo
SEMBLANZAS NOTAS DEL IIH
Evelia Treja, Carmen Vázquez M., Silvcsttc Víllegas Revueltas, Longlowell
Gisela von Wobeser, Carmen Yuste Martha Loyo Fernando Rosenzweig Hernández. . . . . . . 40 Reconocimientos .. . .. .. . .. . .. .. . .. .. . 60
Teresa Lozano
En recuerdo de Juan Carlos Grosso
Carlos Martínez Marín Pu!lLICACIONES
Matilde Souto Mantecón . . . . . . . . . . . . 41
Técnicos académicos Álvaro Matute
Luis Mirafuentes Reseñas
ENTREVISTAS Lecturas de Historia Económica Mexicana
Rosalba Alcaraz Cienfi.Jegos, Esther Arnaiz Amigo, Fernando Ernesto de la 'Iorre Villar
Betancourt M., Guadalupe Borgonio Gaspar, Cristina Carbó, Rosalba Entrevista a Leonor Ludlow Leonor Ludlow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Cruz, Carmen Alonso González Cano, Roselia López Soria, Alicia Salmerón y Elisa Speckman • • . . 44
Presentación de libros
Manríquez, María Teresa Mondragón, María Luisa Reyes Pozos,
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN José Enrique Covarrubias, Visión extranjera
Ricardo Sánchez Flores, Juan Domingo Vidareas del Moral
de México, 1840-1867. 1. El estudio de las
Asociaciones y seminarios
costumbres y de la situación social
Asociación Mexicana de Historia Económica
Leonor Ludlow . . . . . • . • . . • . . . . . • . • 51 Antonia Pi-Suñer Lloreru . . . . . . . . . . 70
Seminario de Historia de las Finanzas María Vargas-Lobsinger, La Comarca Lagunera.
Portada e ilustraciones: Philippe Wolff y Frédéric Mauro, Historia general del trabajo. La época del artesanado (siglos V·XVlll),
y el Crédito en México De la revolución a la expropiación
4 v., dirigida por Louís-Henri Parias, Barcelona, Grijalbo, 1965, v. 11, proporcionadas por Fernando Betancourt. Para
cualquier asunto relacionado con Históricas, favor de dirigirse a: Dra. Virginia Guedca/Dra. Elisa Speckman, Instituto de
Leonor Ludlow . . . . . . . . . . . . • . . • . . . 52 de las haciendas, 1910-1940
Investigaciones Históricas, Circuito Maestro Mario de la Cueva, Ciudad Universitaria, 04510, México, D. F. Teléfono y Grupos y circuitos mercantiles en la región
Gisela von Wobeser .. .............. 74
fax: 56-65-00-70. Correo electrónico http://serpiente.dgsca.unam.mx/üh!. Composición electrónica: Sigma Servicios central de Veracruz, siglo XVIII
Editoriales, en tipo Goudy OlSt BT de 11, 10 y 9. )mpresi6n: Hemes Impresores. Tiraje: 1 000 ejemplares. Edición al Carmen Yuste . . . . • . • • . • • . • . . • . . . . 54 Novedades editoriales . . . • • . . . . . . • . . . . . 76
cuidado de Rosalba Alcaraz.
HISTÓRICAS 57

"úZ" '-'-"'C"f,~-0~"-r~;--~t~~~~8iWi?P6é@QQMQj
0 ENSAYOS
Estrategias para el desarrollo económico: la experiencia histórica
PRESENTACIÓN de México en el periodo 1867-1940•

El presente número, coordinado por Leonor Ludlow, María del Pilar Martínez
López-Cano y Carmen Yuste, está dedicado a la historia económica en México: Fernando Rosenzweig
reúne trabajos y semblanzas de los autores más reconocidos en este campo; ofre-
ce balances historiográficos y recomendaciones bibliográficas, y da noticia de los
proyectos individuales, grupos de trabajo o seminarios dedicados a este tema y Se puede afirmar que la etapa de crecimiento económico estaC!e que comenzó en
que se realizan dentro del Instituto de Investigaciones Históricas o que cuentan México hacia mediados de la década de los años treinta -antes del estallido de la
con la participación de sus investigadores. segunda guerra mundial- estuvo determinada, en buena medida, por los profun-
Así, entre otras cosas, el boletín brinda homenaje y reconocimiento a la dos ajustes políticos y sociales que ocurrieron en el país como resultado de los once
labor de dos distinguidos académicos y profesores: Fernando Rosenzweig y Juan años de lucha revolucionaria que lo sacudieron desde finales de 1910. Dichos ajus-
Carlos Grosso. Por ello se incluye una semblanza y un artículo inédito de Fernan- tes significaron, en esencia, la consolidación de dos logros interrelacionados:
do Rosenzweig, en el cual el autor examina las estrategias de desarrollo económi-
co adoptadas en México entre 1867 y 1940. Asimismo, se ofrece una semblanza l. El establecimiento de un Estado nacional fuerte, como expresión de la exis-
de Juan Carlos Grosso, quien fuera maestro y guía de la generación que actual- tencia de México como república independiente, capaz de ejercer auto-
mente trabaja la historia económica en México y quien estuvo vinculado con ridad real dentro de sus fronteras y regir sus relaciones internacionales; y
varios de los proyectos a los que el número hace referencia. 2. La consecución de cierto grado de movilidad social, así como de un mar-
Por otro lado, también en reconocimiento a la trayectoria de sus autores, se co institucional propicio para mejorar la suerte de las masas rurales y
rescatan dos balances historiográficos, uno a cargo de Enrique Florescano y otro urbanas en el reparto de las cargas y beneficios del sistema económico.
de Carlos Marichal. Además, con ello, se cumple el afán de ofrecer a los lectores
un panorama del estado que guarda la historiografía económica mexicana. Desde La interacción de estos dos factores condujo al fortalecimiento del mercado
el Departamento de Investigaciones Históricas del Instituto Nacional de Antropo- interno y tendió a favorecer el aprovechamiento de la capacidad productiva del
logía e Historia, Enrique Florescano promovió una primera oleada de investigacio- país tanto para satisfacer la demanda interna como para competir en los merca-
nes en torno a la historia económica. Además realizó la primera valoración de la dos extranjeros. El camino que era factible seguir desde el punto de vista históri-
historiografía relativa a este campo. El ensayo -que se publicó en 1972 dentro de co implicaba el desarrollo del sector primario de la economía con el fin de alentar
la Colección SepSetentas y que se reproduce en este número-- presenta un un proceso de crecimiento industrial sostenido.
recuento de las obras existentes y propone los rumbos que podrían seguir futuras Siendo el propósito de este trabajo examinar los principales cambios de estrate-
investigaciones. Veinticinco años después, en la sesión inaugural de la Asocia-. gia para el desarrollo económico que se pueden distinguir en México antes de 1940,
ción Mexicana de Historia Económica, Carlos Marichal pronunció una confe- y de esta forma proporcionar un marco de referencia para el estudio del desarrollo
rencia que más tarde se publicó en América Latina en la Historia Económica. Bole- económico de México a partir de ese año, trataré de sintetizar las diversas tenden-
tín de Fuentes y que también se incluye aquí, pues permite valorar la evolución y cias que se pueden observar desde la época de la independencia, en 1821.
los retos de la historia económica en años recientes. México destinó sus primeros cincuenta años de vida independiente a tratar de
La entrevista realizada a Leonor Ludlow, quien ha realizado sobresalientes crear un Estado nacional fuerte. El éxito se alcanzó, finalmente, en 1867 después
estudios sobre la banca en México, resulta también muy sugerente en lo relativo de años de guerra civil crónica y de cuando menos dos invasiones extranjeras y la
a las tendencias que se observan dentro de la historia económica en México y en pérdida de la mitad del territorio. Tras el triunfo de la reforma liberal en 1867, el
el extranjero, a las obras clásicas sobre el tema y a los trabajos recientes. país dejó atrás las condiciones de inestabilidad política aguda y estancamiento eco-
Al objetivo principal que persigue este número, a saber, acercar al lector al nómico. Había habido una situación de parálisis: las viejas elites coloniales, o sus
campo de la historia económica mexicana y darle noticia de los avances realiza-
dos en el Instituto de Investigaciones Históricas y en otras instituciones afines,
responden también el informe de los proyectos, los seminarios, las actividades y ' Traducción de la ponencia titulada "Strategies for economic development: the historical e:~perience of
las recientes publicaciones de historiadores de tema económico. O Mexico in the period 1867-1940".

2 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 3
0 ENSAYOS
Estrategias para el desarrollo económico: la experiencia histórica
PRESENTACIÓN de México en el periodo 1867-1940•

El presente número, coordinado por Leonor Ludlow, María del Pilar Martínez
López-Cano y Carmen Yuste, está dedicado a la historia económica en México: Fernando Rosenzweig
reúne trabajos y semblanzas de los autores más reconocidos en este campo; ofre-
ce balances historiográficos y recomendaciones bibliográficas, y da noticia de los
proyectos individuales, grupos de trabajo o seminarios dedicados a este tema y Se puede afirmar que la etapa de crecimiento económico estaC!e que comenzó en
que se realizan dentro del Instituto de Investigaciones Históricas o que cuentan México hacia mediados de la década de los años treinta -antes del estallido de la
con la participación de sus investigadores. segunda guerra mundial- estuvo determinada, en buena medida, por los profun-
Así, entre otras cosas, el boletín brinda homenaje y reconocimiento a la dos ajustes políticos y sociales que ocurrieron en el país como resultado de los once
labor de dos distinguidos académicos y profesores: Fernando Rosenzweig y Juan años de lucha revolucionaria que lo sacudieron desde finales de 1910. Dichos ajus-
Carlos Grosso. Por ello se incluye una semblanza y un artículo inédito de Fernan- tes significaron, en esencia, la consolidación de dos logros interrelacionados:
do Rosenzweig, en el cual el autor examina las estrategias de desarrollo económi-
co adoptadas en México entre 1867 y 1940. Asimismo, se ofrece una semblanza l. El establecimiento de un Estado nacional fuerte, como expresión de la exis-
de Juan Carlos Grosso, quien fuera maestro y guía de la generación que actual- tencia de México como república independiente, capaz de ejercer auto-
mente trabaja la historia económica en México y quien estuvo vinculado con ridad real dentro de sus fronteras y regir sus relaciones internacionales; y
varios de los proyectos a los que el número hace referencia. 2. La consecución de cierto grado de movilidad social, así como de un mar-
Por otro lado, también en reconocimiento a la trayectoria de sus autores, se co institucional propicio para mejorar la suerte de las masas rurales y
rescatan dos balances historiográficos, uno a cargo de Enrique Florescano y otro urbanas en el reparto de las cargas y beneficios del sistema económico.
de Carlos Marichal. Además, con ello, se cumple el afán de ofrecer a los lectores
un panorama del estado que guarda la historiografía económica mexicana. Desde La interacción de estos dos factores condujo al fortalecimiento del mercado
el Departamento de Investigaciones Históricas del Instituto Nacional de Antropo- interno y tendió a favorecer el aprovechamiento de la capacidad productiva del
logía e Historia, Enrique Florescano promovió una primera oleada de investigacio- país tanto para satisfacer la demanda interna como para competir en los merca-
nes en torno a la historia económica. Además realizó la primera valoración de la dos extranjeros. El camino que era factible seguir desde el punto de vista históri-
historiografía relativa a este campo. El ensayo -que se publicó en 1972 dentro de co implicaba el desarrollo del sector primario de la economía con el fin de alentar
la Colección SepSetentas y que se reproduce en este número-- presenta un un proceso de crecimiento industrial sostenido.
recuento de las obras existentes y propone los rumbos que podrían seguir futuras Siendo el propósito de este trabajo examinar los principales cambios de estrate-
investigaciones. Veinticinco años después, en la sesión inaugural de la Asocia-. gia para el desarrollo económico que se pueden distinguir en México antes de 1940,
ción Mexicana de Historia Económica, Carlos Marichal pronunció una confe- y de esta forma proporcionar un marco de referencia para el estudio del desarrollo
rencia que más tarde se publicó en América Latina en la Historia Económica. Bole- económico de México a partir de ese año, trataré de sintetizar las diversas tenden-
tín de Fuentes y que también se incluye aquí, pues permite valorar la evolución y cias que se pueden observar desde la época de la independencia, en 1821.
los retos de la historia económica en años recientes. México destinó sus primeros cincuenta años de vida independiente a tratar de
La entrevista realizada a Leonor Ludlow, quien ha realizado sobresalientes crear un Estado nacional fuerte. El éxito se alcanzó, finalmente, en 1867 después
estudios sobre la banca en México, resulta también muy sugerente en lo relativo de años de guerra civil crónica y de cuando menos dos invasiones extranjeras y la
a las tendencias que se observan dentro de la historia económica en México y en pérdida de la mitad del territorio. Tras el triunfo de la reforma liberal en 1867, el
el extranjero, a las obras clásicas sobre el tema y a los trabajos recientes. país dejó atrás las condiciones de inestabilidad política aguda y estancamiento eco-
Al objetivo principal que persigue este número, a saber, acercar al lector al nómico. Había habido una situación de parálisis: las viejas elites coloniales, o sus
campo de la historia económica mexicana y darle noticia de los avances realiza-
dos en el Instituto de Investigaciones Históricas y en otras instituciones afines,
responden también el informe de los proyectos, los seminarios, las actividades y ' Traducción de la ponencia titulada "Strategies for economic development: the historical e:~perience of
las recientes publicaciones de historiadores de tema económico. O Mexico in the period 1867-1940".

2 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 3
población rural como una fuente de mano de obra barata para los trabajos agríco-
herederos, retuvieron el control de las principales fuentes de riqueza y no fueron las y evitar la formación de sindicatos en los centros industriales.
capaces de expandir o modernizar su explotación; al mismo tiempo, sin haber La estructura social del país experimentó profundos cambios durante los años
podido consolidar algún sistema de gobierno, resistían con firmeza cualquier in- de supremacía liberal. Los principales parecen ser los siguientes:
tento de otros sectores sociales tendiente a conseguir dicho propósito.
El triunfo de la reforma liberal puso al frente de la nación a un grupo de a) las clases gobernantes incorporaron en su seno a la vieja aristocracia, la
intelectuales, profesionistas y hombres de negocios, de clase media, que se ha- nueva burguesía y los inversionistas extranjeros, así como también a un
bían forjado durante las interminables vicisitudes de los conflictos internos y reducido grupo de exponentes civiles y militares del estado liberal;
externos que asolaron al país. La Constitución de 1857 organizó al Estado nado- b) el fortalecimiento de las clases medias, apoyado en el crecimiento del
como una república federal, democrática y representativa, y garantizó la pro- sector servicios y las pequeñas y medianas empresas urbanas y rurales,
tección de los derechos individuales. Se consideraba que la clave del progreso y así como también por las actividades intelectuales y profesionales, que
el bienestar social radicaba en la salvaguarda de la iniciativa individual y en las se expandieron de manera notable con el crecimiento de la economía;
instituciones dellaissez [aire. Una condición necesaria, aunque a todas luces in- e) la transformación de una amplia proporción de las masas rurales en peo-
suficiente, para lograr la estabilidad social y el crecimiento económico era la nes endeudados con los terratenientes, una vez que fueron despojadas
existencia de un poder político respetado en todo el territorio, capaz de proteger de sus tierras mediante procedimientos legales e ilegales;
y fomentar la inversión extranjera, apoyar a los empresarios locales y favorecer la por último, la transformación de una proporción significativa de artesa-
expansión y el funcionamiento del mercado interno. nos en asalariados y, en general, el crecimiento del proletariado urbano.
Los años del cataclismo liberal en México correspondieron a una etapa muy Durante la primera década del siglo XX la estrategia para alcanzar el desarro-
próspera de la economía internacional. Hubo un rápido crecimiento en los países llo económico comenzó a mostrar sus limitaciones y fracasos. El empobrecimien-
industriales (Europa Occidental y América del Norte) con la consiguiente deman- to de las masas resultó ser fatal para el crecimiento del mercado interno, así
da de materias primas y una expansión sólida del comercio y las finanzas mundia- como para la estabilidad social y política del país. El sistema político se había
les. Las puertas del país se abrieron de manera decidida a la inversión extranjera; vuelto incapaz de responder a las necesidades del país·.
en un par de décadas se desarrolló una infraestructura moderna de transporte (puer- Entre 1911 y 1920 el país cayó de nuevo en un periodo de inestabilidad que,
tos y ferrocarriles); la minería se convirtió en el sector de mayor crecimiento, segui- aparentemente, había sido superado en 1867. La lucha contra el viejo régimen
da del cultivo de algunos productos tropicales y de la ganadería. Estos sucesos fue encabezada por las clases medias y profesionales, que habían sido excluidas
contribuyeron a promover el crecimiento del mercado interno, así como de algunos de la vida pública, y por algunos miembros de la burguesía que estaban insatisfe-
centros urbanos. La muy modesta industria manufacturera del país encontró oportu- chos con las malas condiciones de la economía y se oponían a los grandes privi-
nidades atractivas para la sustitución de importaciones de bienes de consumo. legios que se habían otorgado a los inversionistas extranjeros. Las masas popula-
En un principio, entre 1867 y 1877, el liberalismo económico de la nueva admi- res formaron los ejércitos insurreccionales contra la dictadura.
nistración también implicó el liberalismo político: ideales del mejoramiento del bien- Una vez que el viejo régimen fue derribado, el nuevo Estado se vio obligado
estar de las mayorías, respeto de las garantías individuales y observancia de la demo- a buscar el bienestar de las mayorías. Por esta razón y también para orientar la
cracia en su espíritu más genuino. El liberalismo de aquellos años conllevaba un explotación de los recursos naturales y desarrollar los servicios públicos -en un
sentido profundo de justicia social, que se habría de perder en el periodo posterior. mundo que había dejado de estar gobernado por ellaissezfaire- el Estado mexi-
Ciertamente, durante los años que transcurrieron entre 1877 y 1911 el des- cano asumió un papel activo dentro de un sistema de una economía mixta.
empeño general del comercio y las finanzas mundiales continuó siendo favorable La Constitución de 1917 adicionó el reconocimiento de garantías sociales
a la expansión de la economía, aunque no sin perturbaciones cíclicas, en espe- (reforma agraria y legislación laboral) a las garantías individuales y sentó las ba-
cial, durante la primera década del siglo xx. El crecimiento del mercado interno ses de un sistema de una economía mixta. Las estrategias de desarrollo que sur-
y el proceso de formación de capital nacional registraron nuevos avances. Se gieron del movimiento revolucionario tendieron a alentar el crecimiento econó-
adoptó un liberalismo económico rígido con el fin de propiciar la acumulación de mico a través de la acción de inversionistas y empresarios privados, apoyados y
capital en el sector privado. Ahora bien, no se desalentaron prácticas antiliberales, complementados por la participación activa del Estado en la economía, e intenta-
como la protección arancelaria, si contribuían a lograr el propósito antes mencio- ron ser consistentes con el incremento del bienestar de la mayoría de la población.
nado. En forma gradual las políticas del Estado liberal perdieron su proyección El crecimiento se logró de nuevo entre 1921 y 1940. Durante ese periodo la
social, hasta llegar al extremo de que el sistema político se volvió marcadamente demanda interna mostró más dinamismo que el comercio exterior debido al res-
autoritario para mantener bajo control a las oligarquías locales, mantener a la
HISTÓRICAS 57 5
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población rural como una fuente de mano de obra barata para los trabajos agríco-
herederos, retuvieron el control de las principales fuentes de riqueza y no fueron las y evitar la formación de sindicatos en los centros industriales.
capaces de expandir o modernizar su explotación; al mismo tiempo, sin haber La estructura social del país experimentó profundos cambios durante los años
podido consolidar algún sistema de gobierno, resistían con firmeza cualquier in- de supremacía liberal. Los principales parecen ser los siguientes:
tento de otros sectores sociales tendiente a conseguir dicho propósito.
El triunfo de la reforma liberal puso al frente de la nación a un grupo de a) las clases gobernantes incorporaron en su seno a la vieja aristocracia, la
intelectuales, profesionistas y hombres de negocios, de clase media, que se ha- nueva burguesía y los inversionistas extranjeros, así como también a un
bían forjado durante las interminables vicisitudes de los conflictos internos y reducido grupo de exponentes civiles y militares del estado liberal;
externos que asolaron al país. La Constitución de 1857 organizó al Estado nado- b) el fortalecimiento de las clases medias, apoyado en el crecimiento del
como una república federal, democrática y representativa, y garantizó la pro- sector servicios y las pequeñas y medianas empresas urbanas y rurales,
tección de los derechos individuales. Se consideraba que la clave del progreso y así como también por las actividades intelectuales y profesionales, que
el bienestar social radicaba en la salvaguarda de la iniciativa individual y en las se expandieron de manera notable con el crecimiento de la economía;
instituciones dellaissez [aire. Una condición necesaria, aunque a todas luces in- e) la transformación de una amplia proporción de las masas rurales en peo-
suficiente, para lograr la estabilidad social y el crecimiento económico era la nes endeudados con los terratenientes, una vez que fueron despojadas
existencia de un poder político respetado en todo el territorio, capaz de proteger de sus tierras mediante procedimientos legales e ilegales;
y fomentar la inversión extranjera, apoyar a los empresarios locales y favorecer la por último, la transformación de una proporción significativa de artesa-
expansión y el funcionamiento del mercado interno. nos en asalariados y, en general, el crecimiento del proletariado urbano.
Los años del cataclismo liberal en México correspondieron a una etapa muy Durante la primera década del siglo XX la estrategia para alcanzar el desarro-
próspera de la economía internacional. Hubo un rápido crecimiento en los países llo económico comenzó a mostrar sus limitaciones y fracasos. El empobrecimien-
industriales (Europa Occidental y América del Norte) con la consiguiente deman- to de las masas resultó ser fatal para el crecimiento del mercado interno, así
da de materias primas y una expansión sólida del comercio y las finanzas mundia- como para la estabilidad social y política del país. El sistema político se había
les. Las puertas del país se abrieron de manera decidida a la inversión extranjera; vuelto incapaz de responder a las necesidades del país·.
en un par de décadas se desarrolló una infraestructura moderna de transporte (puer- Entre 1911 y 1920 el país cayó de nuevo en un periodo de inestabilidad que,
tos y ferrocarriles); la minería se convirtió en el sector de mayor crecimiento, segui- aparentemente, había sido superado en 1867. La lucha contra el viejo régimen
da del cultivo de algunos productos tropicales y de la ganadería. Estos sucesos fue encabezada por las clases medias y profesionales, que habían sido excluidas
contribuyeron a promover el crecimiento del mercado interno, así como de algunos de la vida pública, y por algunos miembros de la burguesía que estaban insatisfe-
centros urbanos. La muy modesta industria manufacturera del país encontró oportu- chos con las malas condiciones de la economía y se oponían a los grandes privi-
nidades atractivas para la sustitución de importaciones de bienes de consumo. legios que se habían otorgado a los inversionistas extranjeros. Las masas popula-
En un principio, entre 1867 y 1877, el liberalismo económico de la nueva admi- res formaron los ejércitos insurreccionales contra la dictadura.
nistración también implicó el liberalismo político: ideales del mejoramiento del bien- Una vez que el viejo régimen fue derribado, el nuevo Estado se vio obligado
estar de las mayorías, respeto de las garantías individuales y observancia de la demo- a buscar el bienestar de las mayorías. Por esta razón y también para orientar la
cracia en su espíritu más genuino. El liberalismo de aquellos años conllevaba un explotación de los recursos naturales y desarrollar los servicios públicos -en un
sentido profundo de justicia social, que se habría de perder en el periodo posterior. mundo que había dejado de estar gobernado por ellaissezfaire- el Estado mexi-
Ciertamente, durante los años que transcurrieron entre 1877 y 1911 el des- cano asumió un papel activo dentro de un sistema de una economía mixta.
empeño general del comercio y las finanzas mundiales continuó siendo favorable La Constitución de 1917 adicionó el reconocimiento de garantías sociales
a la expansión de la economía, aunque no sin perturbaciones cíclicas, en espe- (reforma agraria y legislación laboral) a las garantías individuales y sentó las ba-
cial, durante la primera década del siglo xx. El crecimiento del mercado interno ses de un sistema de una economía mixta. Las estrategias de desarrollo que sur-
y el proceso de formación de capital nacional registraron nuevos avances. Se gieron del movimiento revolucionario tendieron a alentar el crecimiento econó-
adoptó un liberalismo económico rígido con el fin de propiciar la acumulación de mico a través de la acción de inversionistas y empresarios privados, apoyados y
capital en el sector privado. Ahora bien, no se desalentaron prácticas antiliberales, complementados por la participación activa del Estado en la economía, e intenta-
como la protección arancelaria, si contribuían a lograr el propósito antes mencio- ron ser consistentes con el incremento del bienestar de la mayoría de la población.
nado. En forma gradual las políticas del Estado liberal perdieron su proyección El crecimiento se logró de nuevo entre 1921 y 1940. Durante ese periodo la
social, hasta llegar al extremo de que el sistema político se volvió marcadamente demanda interna mostró más dinamismo que el comercio exterior debido al res-
autoritario para mantener bajo control a las oligarquías locales, mantener a la
HISTÓRICAS 57 5
HISTÓRICAS 57
4

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tablecimiento de la paz y a los efectos de programas de mejoramiento social, así 0 BALANCES HISTORIOGRÁFICOS
como de la realización de las grandes obras públicas que llevó a cabo el gobierno.
Para lograr una mejor comprensión de esta etapa es útil distinguir tres subperiodos:
Situación y perspectivas de la historia económica en México*
l. De 1921 a 1929 algunos productos de exportación reaccionaron de ma-
nera favorable (metales y alimentos); otros, como el petróleo, registra-
ron una contracción. La inversión extranjera prácticamente dejó de au- Enrique Florescano
mentar debido a la falta de confianza en el nuevo régimen. La industria Coordinación Nacional de Proyectos Históricos, Conaculta
manufacturera recuperó y rebasó los niveles prerrevolucionarios de pro-
ducción. Las políticas económicas enfatizaron el nacionalismo y, al mis-
La historia económica, como disciplina sistemática, tiene un origen reciente y un
mo tiempo, fomentaron la iniciativa privada.
desarrollo irregular en México. En cambio, el interés por los problemas económi-
2. De 1930 a 1935la economía resintió los efectos de la crisis mundial, en
cos puede decirse que ha sido una constante en el país, especialmente dentro del
particular, la contracción del comercio exterior. En especial, los trabaja-
sector público. Precisamente por la importancia que estos aspectos tuvieron para
dores en la agricultura de exportación sufrieron la pérdida de empleos.
el Estado y la administración española primero, y para diversas agencias del go-
Surgieron presiones políticas en el sentido que la reforma agraria y la
bierno mexicano en los siglos XIX y XX, México cuenta con un acervo riquísimo
nueva legislación laboral se pusieran en práctica. El presidente Cárde-
de documentos acerca de su evolución económica que contrasta notablemente
nas llegó al poder y derrotó las tendencias conservadoras que habían
con los escasos estudios que los investigadores han dedicado a estos aspectos. El
ganado terreno dentro del gobierno.
objeto de este ensayo es mostrar cómo se inició en México el interés por el estu-
3. De 1935 a 1940 se aplicaron las principales transformaciones estructura-
dio de la historia económica, y señalar, por otro lado, algunas de las perspectivas
les que se originaron en el movimiento revolucionario y condujeron a la
de desarrollo de esta disciplina.
reforma agraria, la creación de sindicatos fuertes, la realización de grandes
obras públicas (principalmente carreteras y sistemas de irrigación) y la ex-
propiación de la industria petrolera. La sustitución de importaciones co-
ÜRIGEN Y DESARROLLO DE LA HISTORIA ECONÓMICA
bró una fuerza renovada. A pesar del clima de reforma social, los
inversionistas extranjeros incursionaron de manera decidida en nuevos EN MÉXICO
campos de actividad, especialmente en el sector manufacturero. Cuando
estalló la segunda guerra mundial, en 1939, la economía mexicana había La colonia
entrado en una fase de crecimiento estable de largo plazo.
Durante la época colonial hubo un gran interés por colectar la documentación
En pocas palabras, durante el periodo que se examina en este trabajo las relativa a los procesos económicos, debido al propósito que tenía la metrópoli de
estrategias para el desarrollo económico que se aplicaron en México parecen conocer los recursos humanos y naturales disponibles en el país. Esta preocupa-
haber tenido como objetivo persistente el crecimiento en el contexto del sistema ción se acentuó en la segunda mitad del siglo xvm, época en que, con el fin de
capitalista. En algunas fases la acumulación privada estuvo por encima del bien- recaudar mayores impuestos, se perfeccionaron las técnicas para recoger la infor-
estar de las mayorías. El sistema político fue entonces desviado hacia métod.os mación económica.
autoritarios. Sin embargo, el crecimiento sostenido parece requerir una asocia- Sin embargo, .esta preocupación para colectar los documentos donde se expre-
ción estrecha con el mejoramiento de las condiciones sociales y la democracia. saba el desarrollo económico de la colonia no fructificó, en obras que analizaran o
Los peligros para el futuro ,-que ya se vislumbran con nitidez en el horizon- reseñaran ese proceso. Sólo algunos "ilustrados" de la segunda mitad del siglo XVIII,
te- están asociados de nueva cuenta al debilitamiento de las instituciones polí- como José Antonio Alzare o los editores de la Gazeta de México y del Diario de
ticas, la pérdida de eficiencia de la administración, la disminución de la autori- México, reflejaron ocasionalmente en sus publicaciones cierto interés por algu-
dad del Estado mexicano y su alejamiento de las masas (en el contexto de una
situación internacional desalentadora). Ahora bien, todo ello cae fuera del ám- * Este trabajo fue publicado en La historia económica en América Latina. l. Sit~U~Cíón ':J métodos. XXXIX
bito de este trabajo. Q Congreso Internacional de Americanista.s (Lima, Perú, agosto, 1970), Comisión de Historia Econ6mica del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), 2 t., México, Secretaría de Educación Pública, 1972 (SepSetentas,
37), t. 1, p. 22S-2S8. [Nota del editor.)

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tablecimiento de la paz y a los efectos de programas de mejoramiento social, así 0 BALANCES HISTORIOGRÁFICOS
como de la realización de las grandes obras públicas que llevó a cabo el gobierno.
Para lograr una mejor comprensión de esta etapa es útil distinguir tres subperiodos:
Situación y perspectivas de la historia económica en México*
l. De 1921 a 1929 algunos productos de exportación reaccionaron de ma-
nera favorable (metales y alimentos); otros, como el petróleo, registra-
ron una contracción. La inversión extranjera prácticamente dejó de au- Enrique Florescano
mentar debido a la falta de confianza en el nuevo régimen. La industria Coordinación Nacional de Proyectos Históricos, Conaculta
manufacturera recuperó y rebasó los niveles prerrevolucionarios de pro-
ducción. Las políticas económicas enfatizaron el nacionalismo y, al mis-
La historia económica, como disciplina sistemática, tiene un origen reciente y un
mo tiempo, fomentaron la iniciativa privada.
desarrollo irregular en México. En cambio, el interés por los problemas económi-
2. De 1930 a 1935la economía resintió los efectos de la crisis mundial, en
cos puede decirse que ha sido una constante en el país, especialmente dentro del
particular, la contracción del comercio exterior. En especial, los trabaja-
sector público. Precisamente por la importancia que estos aspectos tuvieron para
dores en la agricultura de exportación sufrieron la pérdida de empleos.
el Estado y la administración española primero, y para diversas agencias del go-
Surgieron presiones políticas en el sentido que la reforma agraria y la
bierno mexicano en los siglos XIX y XX, México cuenta con un acervo riquísimo
nueva legislación laboral se pusieran en práctica. El presidente Cárde-
de documentos acerca de su evolución económica que contrasta notablemente
nas llegó al poder y derrotó las tendencias conservadoras que habían
con los escasos estudios que los investigadores han dedicado a estos aspectos. El
ganado terreno dentro del gobierno.
objeto de este ensayo es mostrar cómo se inició en México el interés por el estu-
3. De 1935 a 1940 se aplicaron las principales transformaciones estructura-
dio de la historia económica, y señalar, por otro lado, algunas de las perspectivas
les que se originaron en el movimiento revolucionario y condujeron a la
de desarrollo de esta disciplina.
reforma agraria, la creación de sindicatos fuertes, la realización de grandes
obras públicas (principalmente carreteras y sistemas de irrigación) y la ex-
propiación de la industria petrolera. La sustitución de importaciones co-
ÜRIGEN Y DESARROLLO DE LA HISTORIA ECONÓMICA
bró una fuerza renovada. A pesar del clima de reforma social, los
inversionistas extranjeros incursionaron de manera decidida en nuevos EN MÉXICO
campos de actividad, especialmente en el sector manufacturero. Cuando
estalló la segunda guerra mundial, en 1939, la economía mexicana había La colonia
entrado en una fase de crecimiento estable de largo plazo.
Durante la época colonial hubo un gran interés por colectar la documentación
En pocas palabras, durante el periodo que se examina en este trabajo las relativa a los procesos económicos, debido al propósito que tenía la metrópoli de
estrategias para el desarrollo económico que se aplicaron en México parecen conocer los recursos humanos y naturales disponibles en el país. Esta preocupa-
haber tenido como objetivo persistente el crecimiento en el contexto del sistema ción se acentuó en la segunda mitad del siglo xvm, época en que, con el fin de
capitalista. En algunas fases la acumulación privada estuvo por encima del bien- recaudar mayores impuestos, se perfeccionaron las técnicas para recoger la infor-
estar de las mayorías. El sistema político fue entonces desviado hacia métod.os mación económica.
autoritarios. Sin embargo, el crecimiento sostenido parece requerir una asocia- Sin embargo, .esta preocupación para colectar los documentos donde se expre-
ción estrecha con el mejoramiento de las condiciones sociales y la democracia. saba el desarrollo económico de la colonia no fructificó, en obras que analizaran o
Los peligros para el futuro ,-que ya se vislumbran con nitidez en el horizon- reseñaran ese proceso. Sólo algunos "ilustrados" de la segunda mitad del siglo XVIII,
te- están asociados de nueva cuenta al debilitamiento de las instituciones polí- como José Antonio Alzare o los editores de la Gazeta de México y del Diario de
ticas, la pérdida de eficiencia de la administración, la disminución de la autori- México, reflejaron ocasionalmente en sus publicaciones cierto interés por algu-
dad del Estado mexicano y su alejamiento de las masas (en el contexto de una
situación internacional desalentadora). Ahora bien, todo ello cae fuera del ám- * Este trabajo fue publicado en La historia económica en América Latina. l. Sit~U~Cíón ':J métodos. XXXIX
bito de este trabajo. Q Congreso Internacional de Americanista.s (Lima, Perú, agosto, 1970), Comisión de Historia Econ6mica del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), 2 t., México, Secretaría de Educación Pública, 1972 (SepSetentas,
37), t. 1, p. 22S-2S8. [Nota del editor.)

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nas cuestiones económicas. También deben citarse dos casos excepcionales: el El siglo XIX
del obispo electo de Michoacán, Manuel Abad y Queipo, quien en sus escritos
penetró más profundamente que ningún otro novohispano en los problemas Al iniciar el país su vida independiente todo parecía indicar que el ejemplo de
económicos de su época; 1 y el del secretario del Consulado de Comerciantes de Humboldt haría escuela entre los escritores mexicanos. En 1822, siguiendo la
Veracruz, José María Quirós, quien en 1817 publicó una obra donde intentó obra del sabio alemán y adoptando "pensamientos enteros" de ella, Tadeo Ortiz
establecer lo que ahora se denominaría un cómputo del ingreso nacional de Nueva de Ayala publicó un Resumen de la estadística del imperio mexicano, en el que insis-
España. 2 tía en las inmensas posibilidades que se le abrirían al país si se explotaban ade-
Salvo estas excepciones, que se dan a fines de la colonia, puede decirse que cuadamente sus recursos, que en esa época se pensaban infinitos. En 1828, tam-
los novohispanos escribieron mucho sobre aspectos religiosos, históricos, litera, bién bajo la influencia evidente de Humboldt, José María Luís Mora, el teórico
rios y científicos, pero nada o muy poco acerca de problemas económicos. No era del liberalismo y fundador de la primera cátedra de Economía Política en Méxi-
la época. Además, escribir o meditar sobre la economía del país equivalía en este co, comenzó a preparar una extensa obra en cuatro tomos, de los cuales el prime-
tiempo a señalar el carácter colonial y dependiente de la Nueva España, como ro debería contener una estadística económica, social y política de la república, y
ocurrió precisamente con los escritos de Abad y Queipo, quien no por azar fue el segundo una estadística similar de cada una de las provincias. El tercero habría
acusado de subversivo. En esta situación tenía que ser un extranjero, un hombre de albergar una narración de las conspiraciones y movimientos separatistas ocu-
con formación y mentalidad diferentes, quien primero escribiera una historia rridos en la colonia, y el cuarto, una historia de las revoluciones desde la inde-
económica de la Nueva España. Ese hombre se llamó Alejandro de Humboldt y pendencia hasta 1835. La obra se publicó en París, en 1836, bajo el título de
su obra fue universalmente conocida bajo el título de Ensayo político sobre el reino México y sus revoluciones, sin incluir el segundo tomo y sin considerar los aconte-
de Nueva España. Antes de la publicación del Ensayo (1808-1811), Humboldt cimientos del periodo 1815-1835. Sin embargo, a pesar de los evidentes deseos
había elaborado durante su breve estancia en el país unas Tablas geográficas polí- de Mora por incorporar los hechos económicos al rango que ya gozaban los polí-
ticas que entregó manuscritas al virrey en enero de 1804. En ellas presentaba un ticos, su libro fue considerado esencialmente político, por el que hablaba un
compendio estadístico de la extensión del reino, de su población, agricultura, representante eminente del partido liberal.
fábricas, comercio, minas, rentas y fuerza militar. En esta obra, y sobre todo en el Lo mismo ocurrió con las obras de otros actores destacados de la época trági-
Ensayo, Humboldt utilizó los materiales acumulados en el archivo de la Secreta- ca y convulsa que siguió a la independencia. Y es que la lucha que desde 1821
ría del Virreinato en los últimos veinte años, las relaciones estadísticas prepara- escindió al país descalificó todo intento de analizar su historia o sus problemas en
das por los intendentes y funcionarios de provincia, los documentos económicos términos económicos. Por lo que contendían los mexicanos de entonces era por
elaborados por el Consulado de Comerciantes y el Real Tribunal de Minería, las edificar un Estado y una Nación, que los liberales imaginaban y querían de una
estadísticas vitales confeccionadas por la Iglesia, el censo de 1790 y una gran manera, y los conservadores de otra, y por ello los aspectos políticos dominaron
cantidad de datos e informes suministrados con generosidad por autoridades completamente los campos de batalla y la literatura histórica de la época.
y hombres de ciencia novohispanos. El resultado fue esa gran obra, aún no Poco más tarde, la incapacidad de restablecer el orden político y la pérdida
superada en su conjunto, cuya estructura y tratamiento (l. Aspecto físico y ex- de más de la mitad del territorio. nacional no hicieron más que confirmar en los
tensión territorial; Il. Demografía; Ill. Agricultura, minería, manufacturas y co- mexicanos la idea de que lo que necesitaban era una solución institucional y
mercio; IV. Rentas, ingresos y gastos del reino) es todavía un modelo para los política a sus problemas. De ahí que, a semejanza del libro de Mora, las principa-
estudios macroeconómicos. les obras que se escribieron en este tiempo llevaran títulos como éstos: Ensayo
histórico sobre las revoluciones de México, Cuadro histórico de la revolución, o se
concentraran en el análisis exclusivo de los acontecimientos políticos.
Naturalmente, hubo algunas excepciones. Entre las más notables están las
obras de Mariano Otero: Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y
política que se agita en la República Mexicana (1842) ; y Constderaciones sobre la
1 Véase Colección de los escritos mtis importantes que en diferentes épocas dirigió al gobierno don Manuel Abad situación política y social de la República Mexicana en el año 1847 (1848). En am-
y Queipo, obispo electo de Míchoacdll... , México, Oficina de Mariano Ontiveros, 1813. Varios de estos estudios bas, pero sobre todo en el Ensayo, Otero analiza la historia de México acudiendo
fueron publicados por José María Luis Mora, Obras sueltas, México, Porrúa, 1963. '
2 Véase su Memoria de Estatuto. Idea de la riqueza que daban a la masa circulame en la Nue1:1a España sus a conceptos económicos y sociales, con los cuales busca descifrar las "relaciones
naturales producciones en los años de tranquilidad y su abatimiento en las presentes conmociones, Veracruz, 1817; y materiales de la sociedad", describir su composición y las interpelaciones de los
el estudio de Fernando Rosenzweig, "La economía novohispana al comenzar el siglo XIX", Ciencias Polítícas y diversos elementos que la integran. Sus análisis, y el método que aplica en ellos,
Sociales, año IX, julio-septiembre, 1963, p. 455-494.

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nas cuestiones económicas. También deben citarse dos casos excepcionales: el El siglo XIX
del obispo electo de Michoacán, Manuel Abad y Queipo, quien en sus escritos
penetró más profundamente que ningún otro novohispano en los problemas Al iniciar el país su vida independiente todo parecía indicar que el ejemplo de
económicos de su época; 1 y el del secretario del Consulado de Comerciantes de Humboldt haría escuela entre los escritores mexicanos. En 1822, siguiendo la
Veracruz, José María Quirós, quien en 1817 publicó una obra donde intentó obra del sabio alemán y adoptando "pensamientos enteros" de ella, Tadeo Ortiz
establecer lo que ahora se denominaría un cómputo del ingreso nacional de Nueva de Ayala publicó un Resumen de la estadística del imperio mexicano, en el que insis-
España. 2 tía en las inmensas posibilidades que se le abrirían al país si se explotaban ade-
Salvo estas excepciones, que se dan a fines de la colonia, puede decirse que cuadamente sus recursos, que en esa época se pensaban infinitos. En 1828, tam-
los novohispanos escribieron mucho sobre aspectos religiosos, históricos, litera, bién bajo la influencia evidente de Humboldt, José María Luís Mora, el teórico
rios y científicos, pero nada o muy poco acerca de problemas económicos. No era del liberalismo y fundador de la primera cátedra de Economía Política en Méxi-
la época. Además, escribir o meditar sobre la economía del país equivalía en este co, comenzó a preparar una extensa obra en cuatro tomos, de los cuales el prime-
tiempo a señalar el carácter colonial y dependiente de la Nueva España, como ro debería contener una estadística económica, social y política de la república, y
ocurrió precisamente con los escritos de Abad y Queipo, quien no por azar fue el segundo una estadística similar de cada una de las provincias. El tercero habría
acusado de subversivo. En esta situación tenía que ser un extranjero, un hombre de albergar una narración de las conspiraciones y movimientos separatistas ocu-
con formación y mentalidad diferentes, quien primero escribiera una historia rridos en la colonia, y el cuarto, una historia de las revoluciones desde la inde-
económica de la Nueva España. Ese hombre se llamó Alejandro de Humboldt y pendencia hasta 1835. La obra se publicó en París, en 1836, bajo el título de
su obra fue universalmente conocida bajo el título de Ensayo político sobre el reino México y sus revoluciones, sin incluir el segundo tomo y sin considerar los aconte-
de Nueva España. Antes de la publicación del Ensayo (1808-1811), Humboldt cimientos del periodo 1815-1835. Sin embargo, a pesar de los evidentes deseos
había elaborado durante su breve estancia en el país unas Tablas geográficas polí- de Mora por incorporar los hechos económicos al rango que ya gozaban los polí-
ticas que entregó manuscritas al virrey en enero de 1804. En ellas presentaba un ticos, su libro fue considerado esencialmente político, por el que hablaba un
compendio estadístico de la extensión del reino, de su población, agricultura, representante eminente del partido liberal.
fábricas, comercio, minas, rentas y fuerza militar. En esta obra, y sobre todo en el Lo mismo ocurrió con las obras de otros actores destacados de la época trági-
Ensayo, Humboldt utilizó los materiales acumulados en el archivo de la Secreta- ca y convulsa que siguió a la independencia. Y es que la lucha que desde 1821
ría del Virreinato en los últimos veinte años, las relaciones estadísticas prepara- escindió al país descalificó todo intento de analizar su historia o sus problemas en
das por los intendentes y funcionarios de provincia, los documentos económicos términos económicos. Por lo que contendían los mexicanos de entonces era por
elaborados por el Consulado de Comerciantes y el Real Tribunal de Minería, las edificar un Estado y una Nación, que los liberales imaginaban y querían de una
estadísticas vitales confeccionadas por la Iglesia, el censo de 1790 y una gran manera, y los conservadores de otra, y por ello los aspectos políticos dominaron
cantidad de datos e informes suministrados con generosidad por autoridades completamente los campos de batalla y la literatura histórica de la época.
y hombres de ciencia novohispanos. El resultado fue esa gran obra, aún no Poco más tarde, la incapacidad de restablecer el orden político y la pérdida
superada en su conjunto, cuya estructura y tratamiento (l. Aspecto físico y ex- de más de la mitad del territorio. nacional no hicieron más que confirmar en los
tensión territorial; Il. Demografía; Ill. Agricultura, minería, manufacturas y co- mexicanos la idea de que lo que necesitaban era una solución institucional y
mercio; IV. Rentas, ingresos y gastos del reino) es todavía un modelo para los política a sus problemas. De ahí que, a semejanza del libro de Mora, las principa-
estudios macroeconómicos. les obras que se escribieron en este tiempo llevaran títulos como éstos: Ensayo
histórico sobre las revoluciones de México, Cuadro histórico de la revolución, o se
concentraran en el análisis exclusivo de los acontecimientos políticos.
Naturalmente, hubo algunas excepciones. Entre las más notables están las
obras de Mariano Otero: Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y
política que se agita en la República Mexicana (1842) ; y Constderaciones sobre la
1 Véase Colección de los escritos mtis importantes que en diferentes épocas dirigió al gobierno don Manuel Abad situación política y social de la República Mexicana en el año 1847 (1848). En am-
y Queipo, obispo electo de Míchoacdll... , México, Oficina de Mariano Ontiveros, 1813. Varios de estos estudios bas, pero sobre todo en el Ensayo, Otero analiza la historia de México acudiendo
fueron publicados por José María Luis Mora, Obras sueltas, México, Porrúa, 1963. '
2 Véase su Memoria de Estatuto. Idea de la riqueza que daban a la masa circulame en la Nue1:1a España sus a conceptos económicos y sociales, con los cuales busca descifrar las "relaciones
naturales producciones en los años de tranquilidad y su abatimiento en las presentes conmociones, Veracruz, 1817; y materiales de la sociedad", describir su composición y las interpelaciones de los
el estudio de Fernando Rosenzweig, "La economía novohispana al comenzar el siglo XIX", Ciencias Polítícas y diversos elementos que la integran. Sus análisis, y el método que aplica en ellos,
Sociales, año IX, julio-septiembre, 1963, p. 455-494.

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representan un primer intento de explicar la historia y los fenómenos políticos Matías Romero. En esta obra notable don Matías hizo una reseña de las dificul-
del país a través de conceptos sociales y económicos. Sin embargo, como ha tades que enfrentaron los gobiernos anteriores para presentar anualmer'Lte la cuen-
dicho Jesús Reyes Heroles, editor de sus obras y redescubridor de sus proyeccio- ta fiscal (cuenta del año anterior y presupuesto del próximo). Su reseña es una
nes, el Ensayo fue "un libro (publicado) con mucha anticipación a la época en historia de las dificultades administrativas, políticas y técnicas que entorpecie-
que podría ser comprendido". 3 Por otra parte, tampoco se dejaron de publicar ron el desarrollo de la contabilidad fiscal. Pero el lugar distinguido que ocupa
obras que hoy se incluirían sin reparo en la especialidad de historia económica, esta obra en la historia de la estadística mexicana se debe a su segunda parte, que
como lo prueba el excelente estudio y compilación de datos que hizo Miguel traza en mil páginas claras y eruditas la historia cargada de infortunios de la
Lerdo de Tejada sobre El comercio exterior de México (1853). Pero estas obras, hacienda pública del país, desde la época colonial hasta 1870. En esas mil pági-
como algunas otras que podrían mencionarse, fueron excepciones notables que nas Romero indaga y explica los problemas hacendarías de cada año económico,
no hicieron escuela, y cuyas aportaciones en cuanto al enfoque y método pasa- analiza la composición de los ingresos y egresos, transcribe y comenta toda la
ron inadvertidas para sus contemporáneos. El tema dominante y obsesivo en los legislación hacendaría que afectó a esos ramos, investiga el origen de los frecuen-
escritos de la época siguió siendo el político, salvo en los periódicos, donde con tes déficit y hace la historia de los empréstitos que contrajeron los gobiernos para
frecuencia se publicaron debates sobre los principales problemas económicos que conjurar ese gran mal, considerado "como la gangrena que deberá acabar por
asediaban al país. carcomer y destruir la nacionalidad mexicana". 5 Se trata, pues, de una obra ejem-
En la segunda mitad del siglo XIX, especialmente a partir de la restauración plar, sobria y monumental, donde además se insertan cientos de documentos y
de la república (1867) y sobre todo durante el largo gobierno de Porfirio Díaz datos estadísticos sobre la hacienda pública. En la literatura histórica del siglo
(1876-1910), el interés por los problemas económicos comenzó a destacarse como XIX, es una de las obras más importantes, y sin duda una pieza esencial de la
una preocupación importante entre los escritores de la época. En este tiempo se historia económica de México.
sistematizó la publicación de las estadísticas económicas oficiales, que se había Pero el interés que en esta época se observa por la estadística y los aspectos
iniciado de tiempo atrás (Memorias de Hacienda); se publicaron con regularida~ económicos no se redujo a las esferas oficiales ni se limitó a la pura acumulación
boletines y anuarios estadísticos, y se creó, en 1883, la Dirección General de y publicación de datos económicos. A semejanza de lo que se hizo en el campo de
Estadística, organismo al que se le encargó el levantamiento y publicación de la estadística oficial, un particular, F. Navarro, publicó tres importantes memo-
estadísticas permanentes y periódicas (las censales principalmente).4 Además, rias estadísticas entre 1889 y 1891.6 Otro hecho importante fue la aparición de
los particulares y la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística publícaron obras que intentaron analizar y cuantificar el crecimiento económico de la épo-
numerosas monografías estadísticas de los estados, que sirvieron de base a estu- ca, o que, más ambiciosas, se propusieron historiar todo el desarrollo económico
dios más generales que trataron de sintetizar la estadística económica de la repú- anterior a 1900. Entre las primeras hubo algunas cuyo propósito evidente al con-
blica entera. Como ejemplo de este tipo de síntesis pueden citarse las obras si- centrarse en el periodo 1876-1910 fue exaltar y justificar con cifras la dictadura
guientes: José María Pérez Hernández, Diccionario geográfico, estadístico, histórico, porfirista, como es el caso de las obras de Rafael Zayas Enríquez. 7 También con el
biográfico, de industria y comercio de la República Mexicana (1874, 3 v.); Emiliano deseo de "concretar en algunas páginas el progreso material del país [alcanzado]
Busto, Estadística de la República Mexicana (1880, 3 v.); Antonio García Cubas, en el periodo de paz que disfrutamos", el propietario del periódico El Siglo XIX,
Cuadro geográfica, estadística, descriptiva e histórico de los Estados Unidos Mexicanos Luis Pombo, le encargó a Carlos Díaz Dufoo un estudio económico del lapso
( 1884); y Diccionario geográfico, histórica y biográfico de los Estadas Unidos Mexica- comprendido entre 1876 y 1892. Pero aunque Luis Pombo dedicó el libro a don
nos (1889-1891, 5 v.); Alfonso Luis Velasen, Geografía y estadística de la República Porfirio, Díaz Dufoo se concretó a hacer un estudio sobrio y documentado de los
Mexicana (1889-1898, 20 v.); y Antonio Peñafiel, Estadística general de la Repúbli- recursos naturales, colonización, ferrocarriles, hacienda, bancos, comercio y mi-
ca Mexicana (1892). nería del país. 8 Con todo, en este y en otros libros menos ecuánimes, las cifras
Entre las muchas obras publicadas en este tiempo por el sector público, una
destaca sobre todas las demás: la Memoria de Hacienda que publicó en 1870 don
1
Memoria de Hacienda y Crédito Público ... presentada por el secretario de Hacienda al Congreso de la Unión
3Mariano Otero, Obras, 2 v., recopilación, selección, comentarios y estudio preliminar de Jesús Reyes el16 de septiembre de 1870, México, Imprenta del Gobierno, en Palacio, 1870, p. 60.
6
Heroles, México, Porrúa, 1967, t. 1, p. 5. Véase E Navarro y Cía., Memoria estadística de los meses de enero a diciembre, 2 v., México, Eduardo
4 Para más detalles sobre la Dirección General de Estadística y la colección de estadísticas véase "Resu- Dublán, 1889; Primer directorio estadistico de la República Mexicana, México, Dublán, 1890, y Memoria estadísti-
men histórico de la estadística en México", Estadistú::a Nacional, año 111, n. 55, mayo 1927; Francisco Barrera ca, México, Imp. La Europea, 1891.
1
Lavalle, "Apuntes para la historia de la estadística en México", Estadistica Nacional, año 111, n. 47. enero 1927; Los Estados Unidos Mexú::anos, sw condiciones naturales y sw elementos de prosperidad, México, 1893; Los
y Rodolfo Flores Talavera, "Historia de la estadística Nacional", Memoria de la Cuarta Reunión de Estadística, Estados Unidos Mexicanos, sus progresos en veinte años de paz, 1877-1897, Nueva York, 1899.
8
México, Dirección General de Estadística, 1958, p. 210-238. México: 1876-1892, México, Imprenta de El Siglo Diez y Nueve, 1893.

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representan un primer intento de explicar la historia y los fenómenos políticos Matías Romero. En esta obra notable don Matías hizo una reseña de las dificul-
del país a través de conceptos sociales y económicos. Sin embargo, como ha tades que enfrentaron los gobiernos anteriores para presentar anualmer'Lte la cuen-
dicho Jesús Reyes Heroles, editor de sus obras y redescubridor de sus proyeccio- ta fiscal (cuenta del año anterior y presupuesto del próximo). Su reseña es una
nes, el Ensayo fue "un libro (publicado) con mucha anticipación a la época en historia de las dificultades administrativas, políticas y técnicas que entorpecie-
que podría ser comprendido". 3 Por otra parte, tampoco se dejaron de publicar ron el desarrollo de la contabilidad fiscal. Pero el lugar distinguido que ocupa
obras que hoy se incluirían sin reparo en la especialidad de historia económica, esta obra en la historia de la estadística mexicana se debe a su segunda parte, que
como lo prueba el excelente estudio y compilación de datos que hizo Miguel traza en mil páginas claras y eruditas la historia cargada de infortunios de la
Lerdo de Tejada sobre El comercio exterior de México (1853). Pero estas obras, hacienda pública del país, desde la época colonial hasta 1870. En esas mil pági-
como algunas otras que podrían mencionarse, fueron excepciones notables que nas Romero indaga y explica los problemas hacendarías de cada año económico,
no hicieron escuela, y cuyas aportaciones en cuanto al enfoque y método pasa- analiza la composición de los ingresos y egresos, transcribe y comenta toda la
ron inadvertidas para sus contemporáneos. El tema dominante y obsesivo en los legislación hacendaría que afectó a esos ramos, investiga el origen de los frecuen-
escritos de la época siguió siendo el político, salvo en los periódicos, donde con tes déficit y hace la historia de los empréstitos que contrajeron los gobiernos para
frecuencia se publicaron debates sobre los principales problemas económicos que conjurar ese gran mal, considerado "como la gangrena que deberá acabar por
asediaban al país. carcomer y destruir la nacionalidad mexicana". 5 Se trata, pues, de una obra ejem-
En la segunda mitad del siglo XIX, especialmente a partir de la restauración plar, sobria y monumental, donde además se insertan cientos de documentos y
de la república (1867) y sobre todo durante el largo gobierno de Porfirio Díaz datos estadísticos sobre la hacienda pública. En la literatura histórica del siglo
(1876-1910), el interés por los problemas económicos comenzó a destacarse como XIX, es una de las obras más importantes, y sin duda una pieza esencial de la
una preocupación importante entre los escritores de la época. En este tiempo se historia económica de México.
sistematizó la publicación de las estadísticas económicas oficiales, que se había Pero el interés que en esta época se observa por la estadística y los aspectos
iniciado de tiempo atrás (Memorias de Hacienda); se publicaron con regularida~ económicos no se redujo a las esferas oficiales ni se limitó a la pura acumulación
boletines y anuarios estadísticos, y se creó, en 1883, la Dirección General de y publicación de datos económicos. A semejanza de lo que se hizo en el campo de
Estadística, organismo al que se le encargó el levantamiento y publicación de la estadística oficial, un particular, F. Navarro, publicó tres importantes memo-
estadísticas permanentes y periódicas (las censales principalmente).4 Además, rias estadísticas entre 1889 y 1891.6 Otro hecho importante fue la aparición de
los particulares y la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística publícaron obras que intentaron analizar y cuantificar el crecimiento económico de la épo-
numerosas monografías estadísticas de los estados, que sirvieron de base a estu- ca, o que, más ambiciosas, se propusieron historiar todo el desarrollo económico
dios más generales que trataron de sintetizar la estadística económica de la repú- anterior a 1900. Entre las primeras hubo algunas cuyo propósito evidente al con-
blica entera. Como ejemplo de este tipo de síntesis pueden citarse las obras si- centrarse en el periodo 1876-1910 fue exaltar y justificar con cifras la dictadura
guientes: José María Pérez Hernández, Diccionario geográfico, estadístico, histórico, porfirista, como es el caso de las obras de Rafael Zayas Enríquez. 7 También con el
biográfico, de industria y comercio de la República Mexicana (1874, 3 v.); Emiliano deseo de "concretar en algunas páginas el progreso material del país [alcanzado]
Busto, Estadística de la República Mexicana (1880, 3 v.); Antonio García Cubas, en el periodo de paz que disfrutamos", el propietario del periódico El Siglo XIX,
Cuadro geográfica, estadística, descriptiva e histórico de los Estados Unidos Mexicanos Luis Pombo, le encargó a Carlos Díaz Dufoo un estudio económico del lapso
( 1884); y Diccionario geográfico, histórica y biográfico de los Estadas Unidos Mexica- comprendido entre 1876 y 1892. Pero aunque Luis Pombo dedicó el libro a don
nos (1889-1891, 5 v.); Alfonso Luis Velasen, Geografía y estadística de la República Porfirio, Díaz Dufoo se concretó a hacer un estudio sobrio y documentado de los
Mexicana (1889-1898, 20 v.); y Antonio Peñafiel, Estadística general de la Repúbli- recursos naturales, colonización, ferrocarriles, hacienda, bancos, comercio y mi-
ca Mexicana (1892). nería del país. 8 Con todo, en este y en otros libros menos ecuánimes, las cifras
Entre las muchas obras publicadas en este tiempo por el sector público, una
destaca sobre todas las demás: la Memoria de Hacienda que publicó en 1870 don
1
Memoria de Hacienda y Crédito Público ... presentada por el secretario de Hacienda al Congreso de la Unión
3Mariano Otero, Obras, 2 v., recopilación, selección, comentarios y estudio preliminar de Jesús Reyes el16 de septiembre de 1870, México, Imprenta del Gobierno, en Palacio, 1870, p. 60.
6
Heroles, México, Porrúa, 1967, t. 1, p. 5. Véase E Navarro y Cía., Memoria estadística de los meses de enero a diciembre, 2 v., México, Eduardo
4 Para más detalles sobre la Dirección General de Estadística y la colección de estadísticas véase "Resu- Dublán, 1889; Primer directorio estadistico de la República Mexicana, México, Dublán, 1890, y Memoria estadísti-
men histórico de la estadística en México", Estadistú::a Nacional, año 111, n. 55, mayo 1927; Francisco Barrera ca, México, Imp. La Europea, 1891.
1
Lavalle, "Apuntes para la historia de la estadística en México", Estadistica Nacional, año 111, n. 47. enero 1927; Los Estados Unidos Mexú::anos, sw condiciones naturales y sw elementos de prosperidad, México, 1893; Los
y Rodolfo Flores Talavera, "Historia de la estadística Nacional", Memoria de la Cuarta Reunión de Estadística, Estados Unidos Mexicanos, sus progresos en veinte años de paz, 1877-1897, Nueva York, 1899.
8
México, Dirección General de Estadística, 1958, p. 210-238. México: 1876-1892, México, Imprenta de El Siglo Diez y Nueve, 1893.

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tenían el evidente propósito de destacar el "progreso material, social e intelec- económicas, no en las históricas. En suma, México: su evolución social es la obra
tual" alcanzado en los años de "paz porfiriana". de historia económica más importante de su época, y también un exponente del
Precisamente bajo el marco de la "paz porfiriana" y en la época de mayor auge conocimiento técnico y científico alcanzado por los profesionistas de ese tiempo.
económico se produjo la obra de historia económica más importante y ambiciosa Por otro lado, además de esta gran obra, se publicaron numerosos estudios
de ese periodo. Su título fue: México: su evolución social. En ella colaboraron, bajo la sobre aspectos económicos de gran actualidad en la época. La mayoría, aunque a
dirección de Justo Sierra, algunos intelectuales y científicos prominentes de la épo- veces han sido utilizados por los investigadores contemporáneos como fuentes y
ca, pues la obra fue concebida como "un inventario monumental" que habría de obras de consulta, no han recibido la atención que merecen como obras repre-
resumir, en una serie de "trabajos magistrales", los "grandes progresos de la nación sentativas del pensamiento económico de su tiempo. Entre estas obras pueden
en el siglo XIX". citarse, sólo como ejemplo, los estudios que produjo la cuestión de la deuda
El primer tomo, que se dividió en dos volúmenes, dio cabida al famosísimo pública, un tema que desde la segunda década del siglo XIX fue intensamente
ensayo de Justo Sierra Evolución política del pueblo mexicarw y a otros estudios discutido en los periódicos, en las Memorias de Hacienda, en los informes presi-
sobre el progreso social y cultural. denciales y en libros importantes, como los de Manuel Payno, La deuda interior de
En el segundo tomo se publicaron seis ensayos dedicados a analizar los as- México (1865) y México y sus cuestiones financieras con la Inglaterra, la España y la
pectos esenciales del desarrollo económico: Genaro Reygosa abordó la "evolu- Francia ... (1868); o Juan Castillo, Colección de Leyes ... referentes al crédito públi-
ción agrícola"; Gilberto Crespo, la minería; Carlos Díaz Dufoo, la industria, y co ... (1903), etcétera.
Pablo Macedo, el autor más prolífico, el comercio, las comunicaciones y obras Otro tema objeto de gran debate durante el siglo XIX fue el del proteccionismo
públicas, y la hacienda pública. Es decir, sólo faltó un estudio dedicado a la po- y libre cambio, que se concentró alrededor de las fábricas y manufacturas de texti-
blación. les de algodón y lana. Junto a este tema central debe colocarse la serie de folletos,
Por otro lado una de las características que distinguen a esta obra es su deci- estudios e iniciativas que a lo largo del XIX se produjeron en favor del desarrollo
dido enfoque histórico. México: su evolución social, como lo indica su título, fue industrial. Estevan de Antuñano y Lucas Alamán son las figuras más representati-
concebida como una obra destinada a trazar el proceso social y económico que vas y conocidas de este movimiento en la primera mitad del siglo. Pero hay una
había recorrido el país desde sus más remotos orígenes hasta el presente porfiriano. serie de panfletistas que abogan por la industrialización, y un grupo importante
Al analizar ese pasado secular los autores concluyeron que en ese decurso, y de empresarios (los Escandón por ejemplo), cuyas ideas y actividades quedaron
especialmente en los últimos años, se observaba "un movimiento creciente que recogidas en la literatura de la época, o en la vida misma del país. Estas ideas y
resultaba del impulso interior conjugado con otros externos; ese movimiento estos hombres de empresa todavía aguardan al historiador que se ocupe de ellos.
-concluían- es la evolución social mexicana". 9 En la segunda mitad del XIX, y especialmente durante el porfiriato, se sigue
En otras palabras, la interpretación histórica que está en la base de esta obra discutiendo en la prensa y en los informes y memorias ofiC'iales el problema del
corresponde a una reflexión optimista y esperanzada. Es la interpretación de una libre cambio o proteccionismo, pero en un tono menor. El fomento de la indus-
generación de intelectuales en el poder, que, alejados de los años turbulentos tria dejó de ser motivo de controversias en la prensa para convertirse en una
que produjeron las visiones trágicas y negativas de los escritores anteriores, ven política consciente y continuada del gobierno. Para éste, como para los nego-
su presente como la etapa que terminó con la anarquía, y el futuro como el ciantes, empresarios, industriales y escritores de la época, los problemas econó-
periodo en que la nación mexicana habría de consolidar su unidad y afirmar su micos más importantes eran entonces los internacionales, los derivados de la
desarrollo económico y social. Esta visión optimista se expresa en toda la obra en situación que ligaba al país con la economía mundial. Entre éstos destaca el
el lenguaje organicista y evolucionista que los intelectuales positivistas tomaron problema de la depreciación de la plata, como lo muestran los importantes estu-
de Spencer y Comte. dios de Matías Romero, The Silver Standard in Mexico (1898), y de Jaime Gurza,
También debe decirse que la mayoría de los ensayos que componen esta obra Apuntes sobre la cuestión de la plata en México (1902). El estudio de Romero, sobre
se fundaron en la información económica más sólida y accesible de su tiempo, de todo, contiene observaciones y análisis de gran interés, que explican la postura
manera que todavía hoy su consulta es imprescindible para el interesado en la que adoptó el gobierno mexicano ante este problema. Los estudios que por este
historia económica. Por otro lado, todos los ensayos se acompañaron de tablas y tiempo aparecen sobre la situación de las minas y las inversiones extranjeras
gráficas que muestran la evolución de las actividades económicas, una innova- también revelan la liga del país con la economía mundial.
ción que no se generalizó sino hasta muchos años más tarde, y sólo en las obras Sin embargo, en esta época, como más tarde, se escribe poco sobre los aspec-
tos de la estructura interna del país. Sólo en las memorias de las secretarías, y en
algunos informes de gobierno y panfletos escritos en forma anónima, se encuen-
9 México, su evolución social, t. 11, p. 415-416.

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tenían el evidente propósito de destacar el "progreso material, social e intelec- económicas, no en las históricas. En suma, México: su evolución social es la obra
tual" alcanzado en los años de "paz porfiriana". de historia económica más importante de su época, y también un exponente del
Precisamente bajo el marco de la "paz porfiriana" y en la época de mayor auge conocimiento técnico y científico alcanzado por los profesionistas de ese tiempo.
económico se produjo la obra de historia económica más importante y ambiciosa Por otro lado, además de esta gran obra, se publicaron numerosos estudios
de ese periodo. Su título fue: México: su evolución social. En ella colaboraron, bajo la sobre aspectos económicos de gran actualidad en la época. La mayoría, aunque a
dirección de Justo Sierra, algunos intelectuales y científicos prominentes de la épo- veces han sido utilizados por los investigadores contemporáneos como fuentes y
ca, pues la obra fue concebida como "un inventario monumental" que habría de obras de consulta, no han recibido la atención que merecen como obras repre-
resumir, en una serie de "trabajos magistrales", los "grandes progresos de la nación sentativas del pensamiento económico de su tiempo. Entre estas obras pueden
en el siglo XIX". citarse, sólo como ejemplo, los estudios que produjo la cuestión de la deuda
El primer tomo, que se dividió en dos volúmenes, dio cabida al famosísimo pública, un tema que desde la segunda década del siglo XIX fue intensamente
ensayo de Justo Sierra Evolución política del pueblo mexicarw y a otros estudios discutido en los periódicos, en las Memorias de Hacienda, en los informes presi-
sobre el progreso social y cultural. denciales y en libros importantes, como los de Manuel Payno, La deuda interior de
En el segundo tomo se publicaron seis ensayos dedicados a analizar los as- México (1865) y México y sus cuestiones financieras con la Inglaterra, la España y la
pectos esenciales del desarrollo económico: Genaro Reygosa abordó la "evolu- Francia ... (1868); o Juan Castillo, Colección de Leyes ... referentes al crédito públi-
ción agrícola"; Gilberto Crespo, la minería; Carlos Díaz Dufoo, la industria, y co ... (1903), etcétera.
Pablo Macedo, el autor más prolífico, el comercio, las comunicaciones y obras Otro tema objeto de gran debate durante el siglo XIX fue el del proteccionismo
públicas, y la hacienda pública. Es decir, sólo faltó un estudio dedicado a la po- y libre cambio, que se concentró alrededor de las fábricas y manufacturas de texti-
blación. les de algodón y lana. Junto a este tema central debe colocarse la serie de folletos,
Por otro lado una de las características que distinguen a esta obra es su deci- estudios e iniciativas que a lo largo del XIX se produjeron en favor del desarrollo
dido enfoque histórico. México: su evolución social, como lo indica su título, fue industrial. Estevan de Antuñano y Lucas Alamán son las figuras más representati-
concebida como una obra destinada a trazar el proceso social y económico que vas y conocidas de este movimiento en la primera mitad del siglo. Pero hay una
había recorrido el país desde sus más remotos orígenes hasta el presente porfiriano. serie de panfletistas que abogan por la industrialización, y un grupo importante
Al analizar ese pasado secular los autores concluyeron que en ese decurso, y de empresarios (los Escandón por ejemplo), cuyas ideas y actividades quedaron
especialmente en los últimos años, se observaba "un movimiento creciente que recogidas en la literatura de la época, o en la vida misma del país. Estas ideas y
resultaba del impulso interior conjugado con otros externos; ese movimiento estos hombres de empresa todavía aguardan al historiador que se ocupe de ellos.
-concluían- es la evolución social mexicana". 9 En la segunda mitad del XIX, y especialmente durante el porfiriato, se sigue
En otras palabras, la interpretación histórica que está en la base de esta obra discutiendo en la prensa y en los informes y memorias ofiC'iales el problema del
corresponde a una reflexión optimista y esperanzada. Es la interpretación de una libre cambio o proteccionismo, pero en un tono menor. El fomento de la indus-
generación de intelectuales en el poder, que, alejados de los años turbulentos tria dejó de ser motivo de controversias en la prensa para convertirse en una
que produjeron las visiones trágicas y negativas de los escritores anteriores, ven política consciente y continuada del gobierno. Para éste, como para los nego-
su presente como la etapa que terminó con la anarquía, y el futuro como el ciantes, empresarios, industriales y escritores de la época, los problemas econó-
periodo en que la nación mexicana habría de consolidar su unidad y afirmar su micos más importantes eran entonces los internacionales, los derivados de la
desarrollo económico y social. Esta visión optimista se expresa en toda la obra en situación que ligaba al país con la economía mundial. Entre éstos destaca el
el lenguaje organicista y evolucionista que los intelectuales positivistas tomaron problema de la depreciación de la plata, como lo muestran los importantes estu-
de Spencer y Comte. dios de Matías Romero, The Silver Standard in Mexico (1898), y de Jaime Gurza,
También debe decirse que la mayoría de los ensayos que componen esta obra Apuntes sobre la cuestión de la plata en México (1902). El estudio de Romero, sobre
se fundaron en la información económica más sólida y accesible de su tiempo, de todo, contiene observaciones y análisis de gran interés, que explican la postura
manera que todavía hoy su consulta es imprescindible para el interesado en la que adoptó el gobierno mexicano ante este problema. Los estudios que por este
historia económica. Por otro lado, todos los ensayos se acompañaron de tablas y tiempo aparecen sobre la situación de las minas y las inversiones extranjeras
gráficas que muestran la evolución de las actividades económicas, una innova- también revelan la liga del país con la economía mundial.
ción que no se generalizó sino hasta muchos años más tarde, y sólo en las obras Sin embargo, en esta época, como más tarde, se escribe poco sobre los aspec-
tos de la estructura interna del país. Sólo en las memorias de las secretarías, y en
algunos informes de gobierno y panfletos escritos en forma anónima, se encuen-
9 México, su evolución social, t. 11, p. 415-416.

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···.=' :-.}ié&i 1iiltt.·~~~~:~}':~-~:: _. -/' .... -,,~'?'<""~*%~4·.-":Nf)ij$2Jl &.


tran análisis de la situación agrícola, o más frecuentemente, de los problemas que desde 1867 hasta la caída de Porfirio Díaz {México, ¿, 1928, 4 v.). Con todo, puede
entorpecen el desarrollo de ésta. El comercio, la industria y la minería atraen, como decirse que el interés decidido por la historia y los problemas económicos no se
ya se dijo, la atención de los escritores, pero sobre todo en aquellos aspectos que presentó hasta la década de 1930.
ligan a estas actividades con el comercio y la economía mundiales. En cambio, en Los años de 1930 señalan en efecto un renacimiento del interés por los as-
la literatura socialista y anarcosindicalista que comienza a publicarse (folletos, pan- pectos económicos y un empeño cada vez más acentuado por estudiar la historia
fletos, proclamas y periódicos) desde 1850 en adelante, sí aparecen críticas y aná- del país en términos económicos. Varios hechos contribuyeron en estos años a
sobre la situación interna de la industria y la agricultura. Con todo, como lo ha crear un ambiente favorable al desarrollo de los estudios históricos y económi-
mostrado el libro reciente de Gastón García Can tú, 10 esta literatura se ocupa prin- cos. Por una parte, el país entró en una etapa de reorganización y estabilidad que
cipalmente de la situación económica y social que padecen los artesanos, los traba- favoreció la manifestación de varias corrientes históricas y no sólo de la historia
jadores fabriles en menor medida, y los campesinos sobre todo. política. Al amparo de la estabilidad, los intelectuales y escritores de la época
A fines del porfiriato esta literatura de crítica social está presente aun en auto- comenzaron a diseñar instituciones donde desarrollar y difundir sus actividades.
res que, como Francisco Bulnes, nada tienen que ver con el anarquismo o el Por otro lado, los reclamos sociales que el país hada a sus intelectuales fueron
socialismo. Precisamente fue un libro que cargó el acento en las contradicciones menos compulsivos que en los años anteriores, y esto permitió no sólo que éstos
y problemas sociales que había engendrado el desarrollo económico de los últimos dedicaran más tiempo a sus propias actividades, sino que las pudieran desarrollar
treinta años, el que anunció el estallido de la lucha social que comenzó en 1910. 11 con mayor independencia. Así, frente al dominio arrollador en los años anteriores
de la historia política, en este periodo surgen intentos serios y muy definidos por
estudiar los procesos sociales e institucionales de la historia mexicana; aparecen
1910-1930 ensayos innovadores sobre la historia cultural y espiritual; y al cambiar los temas y
objetos de investigación se recurre también a nuevas fuentes y técnicasY
Naturalmente, los años de lucha armada reclamaron la atención de los escritores En más de un sentido puede decirse que este cambio y reorientación de las
hacia temas distintos al análisis de los problemas económicos. En efecto, entre tareas históricas fue más claro en el campo de la historia económica y de la histo-
1910 y 1921 los aspectos más usualmente considerados en los libros fueron los ria social. En estos sectores, además del interés de una nueva generación de
políticos y sociales; los económicos, aunque no dejaron de citarse, fueron tra- historiadores por tratar de comprender la historia como algo más rico y complejo
tados en forma subordinada a aquéllos, que eran problemas mayores y casi que la mera sucesión de acontecimientos políticos, influyeron otros aspectos que
compulsivos en la época. Sin embargo, hubo algunos autores que entre el to· impulsaron su desarrollo. El proceso ideológico y real de la revolución, por ejem-
rrente de planes, proclamas, folletos y libros dedicados a la cuestión política y plo, le otorgó un papel especial a los hechos sociales y económicos a partir de
social, orientaron su atención hacia los aspectos económicos. Carlos Díaz Dufoo 1920. Por otra parte, la crisis económica de 1929-1930y- la consolidación del
es un ejemplo de autor que, entre 1916 y 1921, no dejó de publicar interesantes Estado socialista en Rusia incrementaron el interés interno por las cuestiones
artículos sobre problemas económicos, los cuales recogió más tarde en forma de económicas y sociales. Finalmente, el ascenso al poder de Lázaro Cárdenas y la
libro (La vida económica, hechos y doctrinas: 1916-1934, México, 1935). Fernando implantación de su línea política izquierdista acabaron por situar los problemas
González Roa fue otw escritor que con frecuencia se vio atraído por uno de los sociales y económicos en un lugar preferente en la atención de los investigado-
grandes problemas de ese tiempo: el problema rural; lo interesante es que al abor- res. La conjugación de estas diferentes tendencias está detrás de la gran atención
darlo consideró también los aspectos económicos y produjo páginas esenciales que recibieron en estos años los problemas sociales conectados con el indígena, y
sobre este tema. (Véase el trabajo que publicó junto con José Covarrubias, El el desarrollo de una escuela mexicana de antropología social encabezada por
problema rural de México, 1917; y El aspecto agrario de la revolución mexícana, Manuel Gamio, Moisés Sáenz, Miguel Othón de Mendizábal y otros.
reeditado en 1953.) Así, al mismo tiempo que se empezó a considerar el indigenismo y los proble-
Conviene destacar que aun entre los historiadores que podríamos llamar mas étnicos, sociales y agrarios, se otorgó nueva atención a la historia económi-
profesionales tampoco se perdió de vista el aspecto económico. Un ejemplo es el ca. En 1933 el profesor Luis. Chávez Orozco inició la publicación de la primera de
caso de Ricardo García Granados, quien aliado de otros temas siempre le dedicó sus importantes colecciones de Documentos para la historia económica de México
atención especial a estos problemas, como puede verse en su Historia de México {Secretaría de la Economía Nacional, 1933-1939, 12 v.). Esta colección, como

10 El 12
socialismo en México en el siglo XJX, México, Era, 1969. Para mayores detalles véase Enrique Florescano, "Las investigaciones históricas en México", Cahiers
11 Andrés Malina Enríquez, Los grandes problemas nacionales, México, A. Carranza e Hijos, 1909. des Amériques Latines, n. 1, 1968, p. 190-207.

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tran análisis de la situación agrícola, o más frecuentemente, de los problemas que desde 1867 hasta la caída de Porfirio Díaz {México, ¿, 1928, 4 v.). Con todo, puede
entorpecen el desarrollo de ésta. El comercio, la industria y la minería atraen, como decirse que el interés decidido por la historia y los problemas económicos no se
ya se dijo, la atención de los escritores, pero sobre todo en aquellos aspectos que presentó hasta la década de 1930.
ligan a estas actividades con el comercio y la economía mundiales. En cambio, en Los años de 1930 señalan en efecto un renacimiento del interés por los as-
la literatura socialista y anarcosindicalista que comienza a publicarse (folletos, pan- pectos económicos y un empeño cada vez más acentuado por estudiar la historia
fletos, proclamas y periódicos) desde 1850 en adelante, sí aparecen críticas y aná- del país en términos económicos. Varios hechos contribuyeron en estos años a
sobre la situación interna de la industria y la agricultura. Con todo, como lo ha crear un ambiente favorable al desarrollo de los estudios históricos y económi-
mostrado el libro reciente de Gastón García Can tú, 10 esta literatura se ocupa prin- cos. Por una parte, el país entró en una etapa de reorganización y estabilidad que
cipalmente de la situación económica y social que padecen los artesanos, los traba- favoreció la manifestación de varias corrientes históricas y no sólo de la historia
jadores fabriles en menor medida, y los campesinos sobre todo. política. Al amparo de la estabilidad, los intelectuales y escritores de la época
A fines del porfiriato esta literatura de crítica social está presente aun en auto- comenzaron a diseñar instituciones donde desarrollar y difundir sus actividades.
res que, como Francisco Bulnes, nada tienen que ver con el anarquismo o el Por otro lado, los reclamos sociales que el país hada a sus intelectuales fueron
socialismo. Precisamente fue un libro que cargó el acento en las contradicciones menos compulsivos que en los años anteriores, y esto permitió no sólo que éstos
y problemas sociales que había engendrado el desarrollo económico de los últimos dedicaran más tiempo a sus propias actividades, sino que las pudieran desarrollar
treinta años, el que anunció el estallido de la lucha social que comenzó en 1910. 11 con mayor independencia. Así, frente al dominio arrollador en los años anteriores
de la historia política, en este periodo surgen intentos serios y muy definidos por
estudiar los procesos sociales e institucionales de la historia mexicana; aparecen
1910-1930 ensayos innovadores sobre la historia cultural y espiritual; y al cambiar los temas y
objetos de investigación se recurre también a nuevas fuentes y técnicasY
Naturalmente, los años de lucha armada reclamaron la atención de los escritores En más de un sentido puede decirse que este cambio y reorientación de las
hacia temas distintos al análisis de los problemas económicos. En efecto, entre tareas históricas fue más claro en el campo de la historia económica y de la histo-
1910 y 1921 los aspectos más usualmente considerados en los libros fueron los ria social. En estos sectores, además del interés de una nueva generación de
políticos y sociales; los económicos, aunque no dejaron de citarse, fueron tra- historiadores por tratar de comprender la historia como algo más rico y complejo
tados en forma subordinada a aquéllos, que eran problemas mayores y casi que la mera sucesión de acontecimientos políticos, influyeron otros aspectos que
compulsivos en la época. Sin embargo, hubo algunos autores que entre el to· impulsaron su desarrollo. El proceso ideológico y real de la revolución, por ejem-
rrente de planes, proclamas, folletos y libros dedicados a la cuestión política y plo, le otorgó un papel especial a los hechos sociales y económicos a partir de
social, orientaron su atención hacia los aspectos económicos. Carlos Díaz Dufoo 1920. Por otra parte, la crisis económica de 1929-1930y- la consolidación del
es un ejemplo de autor que, entre 1916 y 1921, no dejó de publicar interesantes Estado socialista en Rusia incrementaron el interés interno por las cuestiones
artículos sobre problemas económicos, los cuales recogió más tarde en forma de económicas y sociales. Finalmente, el ascenso al poder de Lázaro Cárdenas y la
libro (La vida económica, hechos y doctrinas: 1916-1934, México, 1935). Fernando implantación de su línea política izquierdista acabaron por situar los problemas
González Roa fue otw escritor que con frecuencia se vio atraído por uno de los sociales y económicos en un lugar preferente en la atención de los investigado-
grandes problemas de ese tiempo: el problema rural; lo interesante es que al abor- res. La conjugación de estas diferentes tendencias está detrás de la gran atención
darlo consideró también los aspectos económicos y produjo páginas esenciales que recibieron en estos años los problemas sociales conectados con el indígena, y
sobre este tema. (Véase el trabajo que publicó junto con José Covarrubias, El el desarrollo de una escuela mexicana de antropología social encabezada por
problema rural de México, 1917; y El aspecto agrario de la revolución mexícana, Manuel Gamio, Moisés Sáenz, Miguel Othón de Mendizábal y otros.
reeditado en 1953.) Así, al mismo tiempo que se empezó a considerar el indigenismo y los proble-
Conviene destacar que aun entre los historiadores que podríamos llamar mas étnicos, sociales y agrarios, se otorgó nueva atención a la historia económi-
profesionales tampoco se perdió de vista el aspecto económico. Un ejemplo es el ca. En 1933 el profesor Luis. Chávez Orozco inició la publicación de la primera de
caso de Ricardo García Granados, quien aliado de otros temas siempre le dedicó sus importantes colecciones de Documentos para la historia económica de México
atención especial a estos problemas, como puede verse en su Historia de México {Secretaría de la Economía Nacional, 1933-1939, 12 v.). Esta colección, como

10 El 12
socialismo en México en el siglo XJX, México, Era, 1969. Para mayores detalles véase Enrique Florescano, "Las investigaciones históricas en México", Cahiers
11 Andrés Malina Enríquez, Los grandes problemas nacionales, México, A. Carranza e Hijos, 1909. des Amériques Latines, n. 1, 1968, p. 190-207.

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otras igualmente importantes que publicó posteriormente, se concentró en cultura y la organización social, económica y política de los pueblos prehispánicos;
aspectos económicos y agrarios de la época colonial y de la primera mitad del uno al proceso de conquista del México central; y los cuatro restantes al proceso
siglo XIX. En todas ellas puede observarse, por el'número y la variedad temática de conquista y colonización del occidente y del norte de México. En cada uno de
de los documentos publicados, el deseo del editor de llamar la atención de los esos capítulos, junto al enfoque histórico-antropológico, Mendizábal destaca los
investigadores hacia estas fuentes y temas olvidados por la historiografía mexica- aspectos económicos particulares de los grupos indígenas, y se esfuerza por escla-
na. Cinco años más tarde el mismo Chávez Orozco publicó una Historia económi- recer sus características y antagonismos con la economía española. De ahí que,
ca y social d~ México (1938) que, junto a la que dio a conocer por esos años aun cuando Mendizábal no pueda llamarse, como Luis Chávez Orozco, historia-
Miguel Othón de Mendizábal en forma de conferencias, parece ser [una de] las dor económico, se mantenga firmemente como historiador agudo y moderno de
primeras que ostentan ese título en México. Siguiendo esa corriente, en 1935 los problemas de historia económica y social de las épocas prehíspánica y colo-
Alfonso Teja Zabre publicó una Historia de México, cuyo subtítulo, "una moderna nial. Los numerosos estudios publicados en sus Obras marcaron nuevos rumbos
interpretación", sugería la aplicación de los métodos marxistas y un programa de a la investigación histórica y mostraron la conveniencia de aplicar el análisis
historia económica. interdisciplinario a la historia mexicana.
La Historia económica y social de Chávez Orozco no es propiamente una his- Las obras de Luis Chávez Orozco, Mendizábal y Teja Zabre, así como las
toria, sino una colección de ensayos que tratan diversos temas: "servidumbre y otros historiadores y antropólogos que publicaron en este tiempo, deben consi-
peonaje", problemas agrarios, la relación entre los obrajes, los gremios y las pri- derarse como el primer y más importante esfuerzo posrevolucionario por situar
meras fábricas, etcétera. Tanto esta obra como las numerosas publicaciones de los problemas del proceso económico en el contexto general de la historia mexi-
documentos que editó son importantes porque llamaron la atención sobre una cana. A estos historiadores que reflejan en sus obras las corrientes indigenistas y
veta muy poco explorada y fue la base en que se inspiraron autores posteriores nacionalistas de la revolución de 1910, y que por otro lado se "propusieron expli-
que escribieron obras semejantes. 13 car el pasado de México por los conceptos de lucha de clases y los modos cam-
Las conferencias que Miguel Othón de Mendizábal agrupó bajo el título de biantes de producción", se debe, como dice Robert. A. Potash, "el primer intento
Historia económica y social de México se publicaron más tarde en sus Obras com- de dar a los temas sociales y económicos la importancia que antes estaba reserva-
pletas (1946-194 7, 6 v., tomo VI, p. 7-138) y cubren el periodo que va desde los da a los políticos" .15
tiempos prehispánicos hasta la expulsión de los jesuitas en 1767. Tienen también Sin embargo, las perspectivas que señalaron estos pioneros, aunque en oca-
el carácter de ensayo y manifiestan preferencia por la organización social y eco- siones fueron recogidas por algunos historiadores, no produjeron una corriente
nómica de los indígenas. Mendizábal, como Chávez Orozco, exhibe en el trata- generalizada en favor de la historia económica ni investigaciones importantes a
miento de sus temas la influencia de las ideas marxistas, pero a este enfoque corto plazo. Si en ese tiempo el clima social y político parecía alentar estos estudios,
agregó el del antropólogo. De ahí su interés por los problemas económicos de la y había el interés entre algunos historiadores por desarrollarlos, faltaban en cambio
comunidad y de los grupos indígenas, por los procesos de aculturación y cambio las bases institucionales para encauzar sistemáticamente la investigación histórica.
motivados por el contacto entre la economía indígena y la española. Esta combi- Éstas no aparecieron sino hasta después de 1940, época en que se crean y consoli-
nación de antropó 1ogo e investigador interesado en los procesos económicos dan las instituciones dedicadas a investigar, enseñar y difundir la historia.
explica también su interés por temas tales como "La influencia de la sal en la
distribución geográfica de los pueblos", "Las artes textiles indígenas y la industria
textil mexicana", "La minería y metalurgia mexicanas (1520-1943) ",así como su De 1940 a nuestros días: la época de las ínstituciones
predilección por estudiar los procesos de desarrollo regional: "Evolución econó-
mica y social del Valle del Mezquital", "La evolución del noroeste de México", 14 De 1940 en adelante, o sea en los mismos años en que la revolución entra en su
etcétera. Estas características de la formación de Mendizábal explican finalmen- etapa institucional, la investigación y la producción históricas se desarrollan bajo
te por qué su Historia, más que una historia económica, sea una historia social el marco de las instituciones que se crean y consolidan en esta época: 1939:
apoyada en datos y enfoques económicos. En efecto, de los siete capítulos en que Instituto Nacional de Antropología e Historia; 1940: Centro de Estudios Histó-
divide su historia, Mendizábal consagra los dos primeros al estudio del origen, la ricos de El Colegio de México; 1945: Instituto de Historia de la Universidad
Nacional Autónoma de México, etcétera. Bajo este marco institucional, la histo-
13 Bastaría citar las obras de Agustín Cue Cánovas, Historia social y económica de México (1810-1854),
México, América, 1947; La industria en México (1521-1845); o los estudios de Diego López Rosado, Ensayos 15
sobre historia económica de México, México, UNAM, 1957. Robert A. Potash, ''Historiografía del México independiente", Historia Mexicana, v. x, enero-marzo de
1961, p. 361-412.
14 Todos estos ensayos se encuentran publicados en sus Obras camplecru, ya citadas.

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otras igualmente importantes que publicó posteriormente, se concentró en cultura y la organización social, económica y política de los pueblos prehispánicos;
aspectos económicos y agrarios de la época colonial y de la primera mitad del uno al proceso de conquista del México central; y los cuatro restantes al proceso
siglo XIX. En todas ellas puede observarse, por el'número y la variedad temática de conquista y colonización del occidente y del norte de México. En cada uno de
de los documentos publicados, el deseo del editor de llamar la atención de los esos capítulos, junto al enfoque histórico-antropológico, Mendizábal destaca los
investigadores hacia estas fuentes y temas olvidados por la historiografía mexica- aspectos económicos particulares de los grupos indígenas, y se esfuerza por escla-
na. Cinco años más tarde el mismo Chávez Orozco publicó una Historia económi- recer sus características y antagonismos con la economía española. De ahí que,
ca y social d~ México (1938) que, junto a la que dio a conocer por esos años aun cuando Mendizábal no pueda llamarse, como Luis Chávez Orozco, historia-
Miguel Othón de Mendizábal en forma de conferencias, parece ser [una de] las dor económico, se mantenga firmemente como historiador agudo y moderno de
primeras que ostentan ese título en México. Siguiendo esa corriente, en 1935 los problemas de historia económica y social de las épocas prehíspánica y colo-
Alfonso Teja Zabre publicó una Historia de México, cuyo subtítulo, "una moderna nial. Los numerosos estudios publicados en sus Obras marcaron nuevos rumbos
interpretación", sugería la aplicación de los métodos marxistas y un programa de a la investigación histórica y mostraron la conveniencia de aplicar el análisis
historia económica. interdisciplinario a la historia mexicana.
La Historia económica y social de Chávez Orozco no es propiamente una his- Las obras de Luis Chávez Orozco, Mendizábal y Teja Zabre, así como las
toria, sino una colección de ensayos que tratan diversos temas: "servidumbre y otros historiadores y antropólogos que publicaron en este tiempo, deben consi-
peonaje", problemas agrarios, la relación entre los obrajes, los gremios y las pri- derarse como el primer y más importante esfuerzo posrevolucionario por situar
meras fábricas, etcétera. Tanto esta obra como las numerosas publicaciones de los problemas del proceso económico en el contexto general de la historia mexi-
documentos que editó son importantes porque llamaron la atención sobre una cana. A estos historiadores que reflejan en sus obras las corrientes indigenistas y
veta muy poco explorada y fue la base en que se inspiraron autores posteriores nacionalistas de la revolución de 1910, y que por otro lado se "propusieron expli-
que escribieron obras semejantes. 13 car el pasado de México por los conceptos de lucha de clases y los modos cam-
Las conferencias que Miguel Othón de Mendizábal agrupó bajo el título de biantes de producción", se debe, como dice Robert. A. Potash, "el primer intento
Historia económica y social de México se publicaron más tarde en sus Obras com- de dar a los temas sociales y económicos la importancia que antes estaba reserva-
pletas (1946-194 7, 6 v., tomo VI, p. 7-138) y cubren el periodo que va desde los da a los políticos" .15
tiempos prehispánicos hasta la expulsión de los jesuitas en 1767. Tienen también Sin embargo, las perspectivas que señalaron estos pioneros, aunque en oca-
el carácter de ensayo y manifiestan preferencia por la organización social y eco- siones fueron recogidas por algunos historiadores, no produjeron una corriente
nómica de los indígenas. Mendizábal, como Chávez Orozco, exhibe en el trata- generalizada en favor de la historia económica ni investigaciones importantes a
miento de sus temas la influencia de las ideas marxistas, pero a este enfoque corto plazo. Si en ese tiempo el clima social y político parecía alentar estos estudios,
agregó el del antropólogo. De ahí su interés por los problemas económicos de la y había el interés entre algunos historiadores por desarrollarlos, faltaban en cambio
comunidad y de los grupos indígenas, por los procesos de aculturación y cambio las bases institucionales para encauzar sistemáticamente la investigación histórica.
motivados por el contacto entre la economía indígena y la española. Esta combi- Éstas no aparecieron sino hasta después de 1940, época en que se crean y consoli-
nación de antropó 1ogo e investigador interesado en los procesos económicos dan las instituciones dedicadas a investigar, enseñar y difundir la historia.
explica también su interés por temas tales como "La influencia de la sal en la
distribución geográfica de los pueblos", "Las artes textiles indígenas y la industria
textil mexicana", "La minería y metalurgia mexicanas (1520-1943) ",así como su De 1940 a nuestros días: la época de las ínstituciones
predilección por estudiar los procesos de desarrollo regional: "Evolución econó-
mica y social del Valle del Mezquital", "La evolución del noroeste de México", 14 De 1940 en adelante, o sea en los mismos años en que la revolución entra en su
etcétera. Estas características de la formación de Mendizábal explican finalmen- etapa institucional, la investigación y la producción históricas se desarrollan bajo
te por qué su Historia, más que una historia económica, sea una historia social el marco de las instituciones que se crean y consolidan en esta época: 1939:
apoyada en datos y enfoques económicos. En efecto, de los siete capítulos en que Instituto Nacional de Antropología e Historia; 1940: Centro de Estudios Histó-
divide su historia, Mendizábal consagra los dos primeros al estudio del origen, la ricos de El Colegio de México; 1945: Instituto de Historia de la Universidad
Nacional Autónoma de México, etcétera. Bajo este marco institucional, la histo-
13 Bastaría citar las obras de Agustín Cue Cánovas, Historia social y económica de México (1810-1854),
México, América, 1947; La industria en México (1521-1845); o los estudios de Diego López Rosado, Ensayos 15
sobre historia económica de México, México, UNAM, 1957. Robert A. Potash, ''Historiografía del México independiente", Historia Mexicana, v. x, enero-marzo de
1961, p. 361-412.
14 Todos estos ensayos se encuentran publicados en sus Obras camplecru, ya citadas.

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ria económica, sin ocupar todavía un lugar de preferencia, se define como una conjunto de la obra, se apoyó en un vastísimo material estadístico y documental,
preocupación importante entre los historiadores mexicanos. A partir del año extraído de numerosas fuentes, muchas de las cuales fueron puestas por primera
1940 la producción de historia económica registra el mayor aumento cuantitati- vez al servicio de la investigación histórica. Obra de rescate y de sistematización,
los tres tomos sobre la vida económica de la Historia moderna de México vienen a
vo y además se diversifica.
Entre 1940 y 1970, en efecto, se produce más historia económica que en ser uno de los raros experimentos contemporáneos de trabajo interdisciplinario y
ninguna otra época. Y sobre todo, el interés de los historiadores se reparte, aun- el intento más serio hecho hasta la fecha por otorgarle a la historia económica la
que no proporcionalmente, entre todos los periodos de la historia mexicana. importancia que merece dentro de la investigación histórica.
Así, como puede observarse en la bibliografía [cf. t. n], • los tributos, el co- Como resultado subsidiario, el equipo de investigadores que trabajó en los
mercio y la agricultura fueron temas que, desde 194 7, atrajeron el interés de los aspectos económicos de la Historia moderna de México produjo un trabajo de gran
historiadores de la época prehispánica. No sólo eso: Friedrich Katz produjo una importancia: la colección, ordenamiento y publicación de las estadísticas socia-
historia económica y social de los pueblos del centro de México. Por otra parte, la les y económicas del porfiriato. 16
época colonial, que tradicionalmente ha acaparado la atención de notables his- Por lo que toca a la historia económica del México posrevolucionario y con-
toriadores, fue explorada en casi todos sus aspectos económicos. Diversos secto- temporáneo, puede decirse que con excepción de algunos trabajos de economis-
res de la estructura agraria, la industria, los obrajes, el trabajo, la minería, el tas y agrónomos, hasta 1960 no se había hecho prácticamente nada importante
comercio y las ferias fueron objeto de abundantes y valiosos estudios que aporta- sobre este periodo. Sin embargo, a partir de esa fecha algunos marxistas preocu-
ron conocimientos nuevos. Pero quizá la aportación más importante de estos pados por caracterizar las etapas históricas del desarrollo comenzaron a retroce-
estudios (y en buena medida de los estudios hechos por extranjeros) fue haber der en el pasado en busca de una explicación histórica de la situación económica
mostrado que la estructura económica de la sociedad colonial era algo más com- contemporánea. Los estudios de André Gunder Frank, Enrique Serna y, más
pleja como para merecer el cómodo adjetivo de feudal que la mayoría de los recientemente, de Alonso Aguilar, Fernando Carmona, José Luis Ceceña y Ma-
nuel López Gallo son un ejemplo de esta tendencia.
investigadores anteriores le adjudicaban.
Sin embargo, la sorpresa mayor que aportaron los estudios de historia econó- También es significativo que los economistas, quienes se habían concentra-
mica fue el descubrimiento del siglo XIX. Hasta 1950, y especialmente en los años do en el estudio del desarrollo económico de 1940 en adelante, se preocupen hoy
que siguieron al fin de la lucha armada, el siglo XIX fue una época casi prohibida por examinar las raíces históricas de ese desarrollo, como lo prueba la obra re-
para los historiadores; sobre todo el porfiriato, que como consecuencia del triun- ciente de Leopoldo Salís: La realidad económica mexicana: retrovisión y perspectivas
fo de la revolución y de sus prolongaciones ideológicas, pasó a formar parte de las (México, Siglo XXI Editores, 1970).
épocas negras de la historia oficial. De ahí la sorpresa que produjo la aparición de En este sentido, es alentador señalar que al interés creciente de economis-
un bien documentado libro de Espinosa de los Reyes sobre las relaciones econó- tas, sociólogos e historiadores mexicanos por abordar la historia reciente del país,
micas entre México y Estados Unidos, y los estudios sucesivos de Quintana so- se ha unido en los últimos años el interés de economistas e historiadores extran-
bre el industrial Estevan de Antuñano, y de Rosenzweig, Bazant, Sierra, López jeros, quienes han intentado explicar el desarrollo económico latinoamericano
Cámara y otros sobre las principales actividades económicas del periodo 1850- en su conjunto. Como un ejemplo de esta tendencia pueden citarse las obras de
1910. Con todo, el acontecimiento mayor fue la publicación de los tres tomos de William P. Glade, The Latín American economics (Nueva York, 1969); Celso
la Historia moderna de México (dirigida por Daniel Cosía Villegas), sobre la vida Furtado, La economía latinoamericana desde la conquista ibérica hasta la revolución
económica del periodo de la república restaurada y del porfiriato. En tres gruesos cubana (México, Siglo XXI Editores, 1970); Osvaldo Sunkel y Pedro Paz, El sub-
volúmenes, un grupo de investigadores (Francisco R. Calderón, Fernando desarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo (México, Siglo XXI Editores,
Rosenzweig, Luis Cossío, Luis Nicolau d'Olwer, Guadalupe Nava, Gloria Peralta 1970); Stanley y Barbara Stein, La herencia colonial de América Latina (México,
y Ermilo Coello) trazó la primera historia completa, después del gran esfuerzo Siglo XXI Editores, 1970).
hecho por los autores de México: su evolución social, de la agricultura, ganadería, Estas obras, además de su importancia intrínseca como primeros estudios de
minería, industria, ferrocarriles, comercio exterior e interior, moneda, bancos, ha- conjunto del desarrollo económico latinoamericano, tienen el atractivo de mos-
cienda pública e inversiones extranjeras. Cada uno de estos estudios, así como el trar nuevos enfoques y planteamientos, de aproximar el análisis económico al
análisis histórico, y de intentar, como en el caso de las obras de Furtado y de
• Se refiere a La historia económica en América Latina. 11. Desarrollo, perspectivas y bibliografía. 'X'X'Xl'X 16
Congreso Internacional de Americanistas (Lima, Perú, agosto, 1970) 1 Comisión de Historia Económica del Consejo Véase Estadísticas sociales del porfiriato, 1867-1910, México, Secretaría de Economía, 1956; Fuerza de
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), México, Secretaría de Educación Pública, 1972 (SepSetentas, trabajo y actividad económica por sectores, México, El Colegio de México; Comercio exterior de México, 1877-
1911, México, El Colegio de México, 1960.
47), t. 11, p. 225-258. [Nota del editor.)

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ria económica, sin ocupar todavía un lugar de preferencia, se define como una conjunto de la obra, se apoyó en un vastísimo material estadístico y documental,
preocupación importante entre los historiadores mexicanos. A partir del año extraído de numerosas fuentes, muchas de las cuales fueron puestas por primera
1940 la producción de historia económica registra el mayor aumento cuantitati- vez al servicio de la investigación histórica. Obra de rescate y de sistematización,
los tres tomos sobre la vida económica de la Historia moderna de México vienen a
vo y además se diversifica.
Entre 1940 y 1970, en efecto, se produce más historia económica que en ser uno de los raros experimentos contemporáneos de trabajo interdisciplinario y
ninguna otra época. Y sobre todo, el interés de los historiadores se reparte, aun- el intento más serio hecho hasta la fecha por otorgarle a la historia económica la
que no proporcionalmente, entre todos los periodos de la historia mexicana. importancia que merece dentro de la investigación histórica.
Así, como puede observarse en la bibliografía [cf. t. n], • los tributos, el co- Como resultado subsidiario, el equipo de investigadores que trabajó en los
mercio y la agricultura fueron temas que, desde 194 7, atrajeron el interés de los aspectos económicos de la Historia moderna de México produjo un trabajo de gran
historiadores de la época prehispánica. No sólo eso: Friedrich Katz produjo una importancia: la colección, ordenamiento y publicación de las estadísticas socia-
historia económica y social de los pueblos del centro de México. Por otra parte, la les y económicas del porfiriato. 16
época colonial, que tradicionalmente ha acaparado la atención de notables his- Por lo que toca a la historia económica del México posrevolucionario y con-
toriadores, fue explorada en casi todos sus aspectos económicos. Diversos secto- temporáneo, puede decirse que con excepción de algunos trabajos de economis-
res de la estructura agraria, la industria, los obrajes, el trabajo, la minería, el tas y agrónomos, hasta 1960 no se había hecho prácticamente nada importante
comercio y las ferias fueron objeto de abundantes y valiosos estudios que aporta- sobre este periodo. Sin embargo, a partir de esa fecha algunos marxistas preocu-
ron conocimientos nuevos. Pero quizá la aportación más importante de estos pados por caracterizar las etapas históricas del desarrollo comenzaron a retroce-
estudios (y en buena medida de los estudios hechos por extranjeros) fue haber der en el pasado en busca de una explicación histórica de la situación económica
mostrado que la estructura económica de la sociedad colonial era algo más com- contemporánea. Los estudios de André Gunder Frank, Enrique Serna y, más
pleja como para merecer el cómodo adjetivo de feudal que la mayoría de los recientemente, de Alonso Aguilar, Fernando Carmona, José Luis Ceceña y Ma-
nuel López Gallo son un ejemplo de esta tendencia.
investigadores anteriores le adjudicaban.
Sin embargo, la sorpresa mayor que aportaron los estudios de historia econó- También es significativo que los economistas, quienes se habían concentra-
mica fue el descubrimiento del siglo XIX. Hasta 1950, y especialmente en los años do en el estudio del desarrollo económico de 1940 en adelante, se preocupen hoy
que siguieron al fin de la lucha armada, el siglo XIX fue una época casi prohibida por examinar las raíces históricas de ese desarrollo, como lo prueba la obra re-
para los historiadores; sobre todo el porfiriato, que como consecuencia del triun- ciente de Leopoldo Salís: La realidad económica mexicana: retrovisión y perspectivas
fo de la revolución y de sus prolongaciones ideológicas, pasó a formar parte de las (México, Siglo XXI Editores, 1970).
épocas negras de la historia oficial. De ahí la sorpresa que produjo la aparición de En este sentido, es alentador señalar que al interés creciente de economis-
un bien documentado libro de Espinosa de los Reyes sobre las relaciones econó- tas, sociólogos e historiadores mexicanos por abordar la historia reciente del país,
micas entre México y Estados Unidos, y los estudios sucesivos de Quintana so- se ha unido en los últimos años el interés de economistas e historiadores extran-
bre el industrial Estevan de Antuñano, y de Rosenzweig, Bazant, Sierra, López jeros, quienes han intentado explicar el desarrollo económico latinoamericano
Cámara y otros sobre las principales actividades económicas del periodo 1850- en su conjunto. Como un ejemplo de esta tendencia pueden citarse las obras de
1910. Con todo, el acontecimiento mayor fue la publicación de los tres tomos de William P. Glade, The Latín American economics (Nueva York, 1969); Celso
la Historia moderna de México (dirigida por Daniel Cosía Villegas), sobre la vida Furtado, La economía latinoamericana desde la conquista ibérica hasta la revolución
económica del periodo de la república restaurada y del porfiriato. En tres gruesos cubana (México, Siglo XXI Editores, 1970); Osvaldo Sunkel y Pedro Paz, El sub-
volúmenes, un grupo de investigadores (Francisco R. Calderón, Fernando desarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo (México, Siglo XXI Editores,
Rosenzweig, Luis Cossío, Luis Nicolau d'Olwer, Guadalupe Nava, Gloria Peralta 1970); Stanley y Barbara Stein, La herencia colonial de América Latina (México,
y Ermilo Coello) trazó la primera historia completa, después del gran esfuerzo Siglo XXI Editores, 1970).
hecho por los autores de México: su evolución social, de la agricultura, ganadería, Estas obras, además de su importancia intrínseca como primeros estudios de
minería, industria, ferrocarriles, comercio exterior e interior, moneda, bancos, ha- conjunto del desarrollo económico latinoamericano, tienen el atractivo de mos-
cienda pública e inversiones extranjeras. Cada uno de estos estudios, así como el trar nuevos enfoques y planteamientos, de aproximar el análisis económico al
análisis histórico, y de intentar, como en el caso de las obras de Furtado y de
• Se refiere a La historia económica en América Latina. 11. Desarrollo, perspectivas y bibliografía. 'X'X'Xl'X 16
Congreso Internacional de Americanistas (Lima, Perú, agosto, 1970) 1 Comisión de Historia Económica del Consejo Véase Estadísticas sociales del porfiriato, 1867-1910, México, Secretaría de Economía, 1956; Fuerza de
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), México, Secretaría de Educación Pública, 1972 (SepSetentas, trabajo y actividad económica por sectores, México, El Colegio de México; Comercio exterior de México, 1877-
1911, México, El Colegio de México, 1960.
47), t. 11, p. 225-258. [Nota del editor.)

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Sunkel-Paz una teoría económica de ciertas etapas del proceso económico lati- la posibilidad de que el análisis económico enriquezca el análisis histórico, se
noamericano. Esta confluencia de economistas e historiadores, de teoría y análi- frustra también el intento de crear contactos fecundos con los métodos y proble-
sis de procesos históricos concretos, es quizá una de las líneas más prometedoras mas de otras especialidades.
que ha desarrollado el estudio de la historia económica latinoamericana. Nadie puede negar que esta tendencia al monografismo cerrado y erudito
sirvió en un momento para frenar la "historia impresionista" que se venía hacien-
do con un mínimo de daros y un máximo de "imaginación". Pero hoy, sin duda
PERSPECTIVAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA DE MÉXICO para confirmar nue~tra vocación a los extremos, estamos exactamente en el lado
opuesto. Mientras se publican cientos de pequeños estudios valiosos o sin hori-
La bibliografía que acompaña a esta ponencia, 17 aunque bastante incompleta, zonte, carecemos de síntesis, de obras de imaginación que restituyan el todo e
revela el enorme interés que en los últimos años han despertado estos temas. Lo interpreten esa producción cada vez más ingobernable. Y para la historia econó-
comparten historiadores nacionales y extranjeros, pero puede decirse que las mica, disciplina todavía sin arraigo en nuestro medio, esta situación no es nada
aportaciones de estos últimos, además de introducir novedades temáticas y favorable. lCómo se puede pedir a los investigadores de otras áreas que fortalez-
metodológicas, mantienen un promedio de calidad más uniforme y son más nu- can sus interpretaciones con los datos de la realidad económica si no podemos
merosas en todas las épocas. Naturalmente, el predominio de la producción ex- ofrecerles ni siquiera un esquema de los principales procesos económicos que les
tranjera se debe a las aportaciones de los historiadores norteamericanos, aunque sirva de apoyo? Teóricamente hasta el investigador más reacio a desprenderse de
también son importantes los estudios de españoles, franceses, alemanes, sudame- sus hábitos mentales podría aceptar, por ejemplo, que no se puede hacer historia
ricanos e ingleses. Por último, el desequilibrio mayor se localiza en las preferencias social sin acudir a los hechos económicos que expliquen el origen de las diferen-
que manifiestan los investigadores por determinadas épocas. El periodo colonial se cias y antagonismos sociales. Y lo mismo se podría decir acerca de la necesidad
lleva la parte del león, tanto en cantidad como en calidad. Le sigue la época teórica de integrar el análisis económico al estudio de la historia política. Pero
prehispánica y en último lugar queda el periodo independiente, pues en propor- entre la teoría y la práctica, además del grueso colchón de tradiciones que difi-
ción a la gran riqueza de sus fuentes y las múltiples oportunidades que ofrece culta el intercambio efectivo, hay un vacío: no existe ni una historia económica
·"para hacer un nombre en la historia" continúa siendo "un siglo olvidado". general, ni historias particulares sobre procesos capitales de la historia económi-
No cabe hacer aquí el análisis detenido de esa inmensa producción. Pero sí ca (geografía económica, historia demográfica, historia agraria, desarrollo indus-
es necesario, para los fines de esta ponencia, destacar algunas características trial, comercio interior y exterior, política económica, clases sociales, poder eco-
generales de ella que tienen relación con el desarrollo y perspectivas de la histo- nómico e influencia política, etcétera). Y no veo ninguna posibilidad de que
ria económica de México. pueda establecerse un comercio activo entre historia económica y las demás es-
Con las inevitables, valiosas excepciones que confirman la regla, la mayoría pecialidades mientras persistan estas grandes lagunas. Creo que todo proceso de
de esos estudios exaltan al extremo las virtudes del trabajo monográfico. Elegido intercambio opera sobre la base real de préstamos, enriquecimientos e influen-
el tema, se va a los archivos a buscar exclusivamente lo que a él concierne, y, si cias mutuas. Y mientras no exista esa base, mientras la historia económica no se
algo surge en la investigación que amenace con rebasar los límites previamente constituya como algo indispensable y necesario dentro de la práctica de las otras espe-
fijados, se le extirpa sin contemplaciones. Al menos ésa es la impresión que deja la. cialidades, no habrá posibilidad de intercambio ni de transformación recíprocos.
lectura de esos estudios laboriosos donde no hay relación con los temas vecinos y En otras palabras, el asunto de integrar los métodos, las ideas, los problemas
menos con los aspectos generales de la historia. Resultado: la mayoría de esas con- y resultados de la historia económica a la práctica corriente de nuestra
tribuciones requieren un esfuerzo posterior que las integre al todo de que son historiografía es en primer lugar un problema nuestro, como lo es también para
parte y permita entonces comprender su significado. Se confunde así la necesi- los demás investigadores de especialidades nuevas que aspiran al mismo fin. Pero
dad metodológica de aislar un fenómeno para estudiarlo mejor, con una manera no se trabaja en favor de esa investigación siguiendo los hábitos de la historiografía
de entender la historia, con la mala costumbre de dividirla en estancos y parcelitas tradicionaL No es por el camino de la monografía encerrada en sí misma como
sin conexión entre sí. De esa práctica se derivan dos males que afectan tanto a la podremos hacer de la historia económica una disciplina viva, en estrecha comu-
historia económica como a la historia sin adjetivos: al mismo tiempo que se anula nión con los problemas de la historia. Y por otro lado, hay problemas todavía más
prácticos y serios que nos indican que debemos intentar otro camino: carecemos
17 Véase la bibliografía anexa [d. tomo n]. Actualmente preparo, con la ayuda del Social Science Research del tiempo, del material humano y de los recursos económicos para esperar a que
Council, una bibliografía del siglo XIX destinada a recoger fuentes estadísticas y documentos cuantitativos. por un proceso acumulativo que duraría largos años se llenen esas lagunas y
Pienso reunir este material bibliográfico en un solo libro que sirva a todos los interesados en la historia econó· comience entonces el proceso de integración.
mica de México.

20 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
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Sunkel-Paz una teoría económica de ciertas etapas del proceso económico lati- la posibilidad de que el análisis económico enriquezca el análisis histórico, se
noamericano. Esta confluencia de economistas e historiadores, de teoría y análi- frustra también el intento de crear contactos fecundos con los métodos y proble-
sis de procesos históricos concretos, es quizá una de las líneas más prometedoras mas de otras especialidades.
que ha desarrollado el estudio de la historia económica latinoamericana. Nadie puede negar que esta tendencia al monografismo cerrado y erudito
sirvió en un momento para frenar la "historia impresionista" que se venía hacien-
do con un mínimo de daros y un máximo de "imaginación". Pero hoy, sin duda
PERSPECTIVAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA DE MÉXICO para confirmar nue~tra vocación a los extremos, estamos exactamente en el lado
opuesto. Mientras se publican cientos de pequeños estudios valiosos o sin hori-
La bibliografía que acompaña a esta ponencia, 17 aunque bastante incompleta, zonte, carecemos de síntesis, de obras de imaginación que restituyan el todo e
revela el enorme interés que en los últimos años han despertado estos temas. Lo interpreten esa producción cada vez más ingobernable. Y para la historia econó-
comparten historiadores nacionales y extranjeros, pero puede decirse que las mica, disciplina todavía sin arraigo en nuestro medio, esta situación no es nada
aportaciones de estos últimos, además de introducir novedades temáticas y favorable. lCómo se puede pedir a los investigadores de otras áreas que fortalez-
metodológicas, mantienen un promedio de calidad más uniforme y son más nu- can sus interpretaciones con los datos de la realidad económica si no podemos
merosas en todas las épocas. Naturalmente, el predominio de la producción ex- ofrecerles ni siquiera un esquema de los principales procesos económicos que les
tranjera se debe a las aportaciones de los historiadores norteamericanos, aunque sirva de apoyo? Teóricamente hasta el investigador más reacio a desprenderse de
también son importantes los estudios de españoles, franceses, alemanes, sudame- sus hábitos mentales podría aceptar, por ejemplo, que no se puede hacer historia
ricanos e ingleses. Por último, el desequilibrio mayor se localiza en las preferencias social sin acudir a los hechos económicos que expliquen el origen de las diferen-
que manifiestan los investigadores por determinadas épocas. El periodo colonial se cias y antagonismos sociales. Y lo mismo se podría decir acerca de la necesidad
lleva la parte del león, tanto en cantidad como en calidad. Le sigue la época teórica de integrar el análisis económico al estudio de la historia política. Pero
prehispánica y en último lugar queda el periodo independiente, pues en propor- entre la teoría y la práctica, además del grueso colchón de tradiciones que difi-
ción a la gran riqueza de sus fuentes y las múltiples oportunidades que ofrece culta el intercambio efectivo, hay un vacío: no existe ni una historia económica
·"para hacer un nombre en la historia" continúa siendo "un siglo olvidado". general, ni historias particulares sobre procesos capitales de la historia económi-
No cabe hacer aquí el análisis detenido de esa inmensa producción. Pero sí ca (geografía económica, historia demográfica, historia agraria, desarrollo indus-
es necesario, para los fines de esta ponencia, destacar algunas características trial, comercio interior y exterior, política económica, clases sociales, poder eco-
generales de ella que tienen relación con el desarrollo y perspectivas de la histo- nómico e influencia política, etcétera). Y no veo ninguna posibilidad de que
ria económica de México. pueda establecerse un comercio activo entre historia económica y las demás es-
Con las inevitables, valiosas excepciones que confirman la regla, la mayoría pecialidades mientras persistan estas grandes lagunas. Creo que todo proceso de
de esos estudios exaltan al extremo las virtudes del trabajo monográfico. Elegido intercambio opera sobre la base real de préstamos, enriquecimientos e influen-
el tema, se va a los archivos a buscar exclusivamente lo que a él concierne, y, si cias mutuas. Y mientras no exista esa base, mientras la historia económica no se
algo surge en la investigación que amenace con rebasar los límites previamente constituya como algo indispensable y necesario dentro de la práctica de las otras espe-
fijados, se le extirpa sin contemplaciones. Al menos ésa es la impresión que deja la. cialidades, no habrá posibilidad de intercambio ni de transformación recíprocos.
lectura de esos estudios laboriosos donde no hay relación con los temas vecinos y En otras palabras, el asunto de integrar los métodos, las ideas, los problemas
menos con los aspectos generales de la historia. Resultado: la mayoría de esas con- y resultados de la historia económica a la práctica corriente de nuestra
tribuciones requieren un esfuerzo posterior que las integre al todo de que son historiografía es en primer lugar un problema nuestro, como lo es también para
parte y permita entonces comprender su significado. Se confunde así la necesi- los demás investigadores de especialidades nuevas que aspiran al mismo fin. Pero
dad metodológica de aislar un fenómeno para estudiarlo mejor, con una manera no se trabaja en favor de esa investigación siguiendo los hábitos de la historiografía
de entender la historia, con la mala costumbre de dividirla en estancos y parcelitas tradicionaL No es por el camino de la monografía encerrada en sí misma como
sin conexión entre sí. De esa práctica se derivan dos males que afectan tanto a la podremos hacer de la historia económica una disciplina viva, en estrecha comu-
historia económica como a la historia sin adjetivos: al mismo tiempo que se anula nión con los problemas de la historia. Y por otro lado, hay problemas todavía más
prácticos y serios que nos indican que debemos intentar otro camino: carecemos
17 Véase la bibliografía anexa [d. tomo n]. Actualmente preparo, con la ayuda del Social Science Research del tiempo, del material humano y de los recursos económicos para esperar a que
Council, una bibliografía del siglo XIX destinada a recoger fuentes estadísticas y documentos cuantitativos. por un proceso acumulativo que duraría largos años se llenen esas lagunas y
Pienso reunir este material bibliográfico en un solo libro que sirva a todos los interesados en la historia econó· comience entonces el proceso de integración.
mica de México.

20 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
21

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Creo que todos los caminos para llegar a esa deseada integración quedarán
,
abiertos si partimos de la idea de que la historia económica no es una parcela, ni
un género ni un agregado de la historia, sino una parte consustancial del desarro­
llo histórico, en relación viva y permanente con los otros procesos que lo deter­
minan. Los historiadores, aun los más especializados, no pueden dejar de pensar
que su tarea comienza y acaba en ese punto central donde converge todo lo que es
historia: el hombre. Un universo que no admite la especialización más que como
un paso metodológico para acceder a una comprensión más amplia y profunda de
él. y en el caso que nos concierne, la historia económica, ésta ha probado, en los
países donde es vanguardia, que puede penetrar profundamente en una de las
partes de ese universo sin olvidar el todo. Creo que si esta idea se incorpora a
nuestros estudios de historia económica, a la investigación más especializada y
erudita o al intento de síntesis e interpretación más general, podremos llegar a
esa integración portadora de cambio en un tiempo mínimo y aprovechando al
máximo los recursos disponibles.
Las líneas que siguen pretenden mostrar, a través de ejemplos concretos,
algunas de las muchas posibilidades que tiene la historia económica de llegar a
esa meta utilizando los más variados caminos: desde la síntesis hasta el estudio
monográfico.

El análisis general: las síntesis como interpretación de lo hecho


y apertura de nuevos horizontes

La síntesis, el análisis general y todo esfuerzo con pretensiones totalizadoras son


vistos a menudo como la última etapa de un camino previamente pavimentado
por numerosas monografías. Tal vez esw sea cierto para quienes conciben la síntesis
como mera ordenación de conocimientos dispersos. No lo es para quienes ven en
ella la oportunidad de reflexionar sobre lo que es esencial en el desarrollo histó­
rico. En esta última categoría se inscriben las síntesis creativas, aquellas que
aparecen no al final de un proceso historiográfico, sino cuando las ideas tienen
que señalarle metas a la investigación. Recuerdo dos tipos ejemplares de esta
clase de síntesis. Una es la obra de Marc Bloch: Les caractéres originaux de I'histoire
rurale fran~ise; la otra es el libro del historiador belga Henri Pirenne: Historia
económica y social de la Edad Media. Las dos fueron producto, más que de otra
cosa, de la reflexión inteligente, puesto que en el caso de la obra de Bloch casi no
había nada detrás, y en el de Pirenne quizá se había hecho demasiado. Ambas
propusieron nuevos enfoques, plantearon otros problemas, señalaron nuevas
perspectivas y finalmente fueron superadas. Ambas siguen siendo obras clásicas.
De obras de esta especie requiere nuestra historiografía, tanto para otorgarle un
sentido al conjunto de lo hecho, como para despejar el horizonte y mostrar otras
perspectivas. En historia económica, campo virgen, el análisis general puede
practicarse provechosamente en todas las escalas.

22 HISTÓRICAS 57
Creo que todos los caminos para llegar a esa deseada integración quedarán SíntesL~ de épocas: Entre los análisis de tipo general el más difícil quizá es el
abiertos si partimos la idea de que la historia económica no es una parcela, ni que intenta abrazar toda una época, el que penetra en todos los hechos para
un género ni un agregado de la historia, sino una parte consustancial del desarro- seleccionar y explicar sólo aquellos que fueron esenciales en el periodo. Dos épo-
histórico, en relación viva y permanente con los otros procesos que lo deter- cas de nuestra historia, la prehispánica y la colonial, parecen dignas de un exa-
minan. Los historiadores, aun los más especializados, no pueden dejar de pensar men semejante. Las dos cuentan con suficient~s estudios de carácter económico.
que su tarea comienza y acaba en ese punto central donde converge todo lo que es Las dos han sido estudiadas con rigor en casi todos sus aspectos. Nadie ha inten-
historia: el hombre. Un universo que no admite la especialización más que como tado analizar su historia a través del cristal de lo económico.
un paso metodológico para acceder a una comprensión más amplia y profunda de Examinar la época prehispánica a través del maíz y la agricultura no sólo es
él. Y en el caso que nos concierne, la historia económica, ésta ha probado, en los apasionante, es fundamental. Es estudiar también el origen de la estructura fami-
países donde es vanguardia, que puede penetrar profundamente en una de las liar y social de esos pueblos; es un camino necesario para comprender tipos de
partes de ese universo sin olvidar el todo. Creo que si esta idea se incorpora a poblamiento y de organización política; es la vía natural para penetrar profunda-
nuestros estudios de historia económica, a la investigación más especializada y mente en la cultura, la religión, los mitos y la visión del mundo del hombre
erudita o al intento de síntesis e interpretación más general, podremos llegar a prehispánico; en una palabra, el maíz está presente en todas las manifestaciones
esa integración portadora de cambio en un tiempo mínimo y aprovechando al de esas culturas. 18
máximo los recursos disponibles. Los libros sagrados de esos pueblos cuentan que el primer hombre fue hecho
Las líneas que siguen pretenden mostrar, a través de ejemplos concretos, de maíz. Sus descendientes, todavía numerosos, no han podido romper ese
algunas de las muchas posibilidades que tiene la historia económica de llegar a chizo original y, junto con el cultivo del cereal sagrado, han prolongado hasta
esa meta utilizando los más variados caminos: desde la síntesis hasta el estudio estos días estructuras económicas, sociales y mentales de origen milenario. He ahí
monográfico. otra investigación, complementaria de la anterior, que aclararía mucho del pasado
y del presente. lQué sobrevivió de la cultura indígena, mediante qué adaptaciones
y cómo y por qué fue aceptado en la economía y la vida de los vencedores? Es la
El análisis general: la.~ síntesis como interpretación de lo hecho historia presentida pero no escrita de nuestras comunidades indígenas a través de
y apertura de nuevos horizontes pruebas de fuego sucesivas: colonia, independencia, reforma, porfiriato, revolu-
ción ... hasta los "hijos de Sánchez". Un tema apasionante que ofrece la ventaja
La síntesis, el análisis general y todo esfuerzo con pretensiones totalizadoras son para el historiador de entrar en contacto con antropólogos, sociólogos y econo-
vistos a menudo como la última etapa de un camino previamente pavimentado mistas, y desde luego con los restos vivos y muertos del mundo indígena.
por numerosas monografías. Tal vez esto sea cierto para quienes conciben la síntesis La época colonial es una época más compleja: conviven en ella dos econo-
como mera ordenación de conocimientos dispersos. No lo es para quienes ven en mías, y una de ellas está ligada a una metrópoli en crisis permanente que partici-
ella la oportunidad de reflexionar sobre lo que es esencial en el desarrollo histó- pa de la economía mundiaL Puede decirse que casi todos los aspectos de la eco-
rico. En esta última categoría se inscriben las síntesis creativas, aquellas que nomía colonial, incluidas sus relaciones con el exterior, han sido tocados por la
aparecen no al final de un proceso historiográfico, sino cuando las ideas tienen investigación reciente. Sin embargo, todavía no se llega a definir con claridad de
que señalarle metas a la investigación. Recuerdo dos tipos ejemplares de esta qué economía se trata, ni cuáles son sus principales características. Comparando
clase de síntesis. Una es la obra de Marc Bloch: Les caractéres origínaux de l'histoíre la economía de los centros de población blanca e indígena, algunos han hablado
rurale fran~aíse; la otra es el libro del historiador belga Henri Pirenne: Historia de "economía dual" y de "colonialismo interno". Otros, al examinar la minería y
económica y social de la Edad Medía. Las dos fueron producto, más que de otra la industria textil, han dicho que se trata de capitalismo. Quien ha estudiado la
cosa, de la reflexión inteligente, puesto que en el caso de la obra de Bloch casi no agricultura señala que estamos ante una economía "eminentemente agrícola" y
había nada detrás, y en el de Pirenne quizá se había hecho demasiado. Ambas sugiere que los principales fenómenos económicos de la época tienen ese carác-
propusieron nuevos enfoques, plantearon otros problemas, señalaron nuevas ter. ¿y qué decir acerca de aspectos menos estudiados pero tan conocidos como
perspectivas y finalmente fueron superadas. Ambas siguen siendo obras clásicas.
De obras de esta especie requiere nuestra historiografía, tanto para otorgarle un
sentido al conjunto de lo hecho, como para despejar el horizonte y mostrar otras 18
Para una bibliografía muy amplia sobre el maíz en esta época, véase Enrique Florescano y Alejandra
perspectivas. En historia económica, campo virgen, el análisis general puede Moreno Toscano: Bibliogmfía del maíz en México, Jalapa, Universidad Veracruzana, 1966. [Véase rambién:
Florescano, Estructuras y problemas agrarios de México (1500./821), México, Sep/Setentas, 1971. Nota del
practícarse provechosamente en todas las escalas. editor.]

HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 23
22

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las diferentes economías que coexisten en una misma región, la pequeñez de los Un
mercados, los problemas de transporte, la escasez de circulante o la tendencia a futt
la inversión suntuaria de los ricos de la época! Todo ello habla en favor de un
análisis que pondere esos elementos y les asigne su jerarquía e influencia en el ver~
desarrollo de la sociedad coloniaL zaci
Por otra parte, también esta época pide un análisis semejante al señalado
para el periodo prehispánico: un enfoque montado entre dos épocas que distinga
las esencias que el periodo colonial hereda al independiente. 19 Se verá entonces, aná:
como ya lo han mostrado algunos historiadores, que la división política que sepa­
inte
ra esas épocas es arbitraria, que muchas de las principales estructuras coloniales estu
se prolongan sin modificación hasta muy avanzado el siglo XIX. Y sobre todo, un obr:
análisis de este tipo proporcionaría una base sólida para comenzar el estudio en des;
profundidad de nuestro gran siglo olvidado. Pero para iluminar mejor este siglo, cap
quizá convenga también ensayar otros métodos. sob
riel
Análisis general cuantitativo: El siglo XIX, en efecto, no cuenta ni con suficien­ de
tes estudios económicos ni con esa cantidad impresionante de valiosas aporta­ ñal
ciones sobre la historia política, social. institucional o cultural que facilítan la
tarea en otras épocas. Pero si es pobre en obras, es en cambio un siglo extraordi­ del
nariamente rico en fuentes, sobre todo para la historia económica (estadísticas dü
regionales, generales, sectoriales, diccionarios geográfico-económicos, memorias, la
censos, etcétera). Esta circunstancia, además de ofrecer la posibilidad de una
interpretación nueva y bien fundada del periodo, agrega el atractivo de probar de
un método ya generalizado en los estudios de historia económica. Los historiado­ mJ
res 10 llaman análisis cuantitativo. Su rasgo distintivo es el uso de datos seriados rÍ!
y su mecanismo es el siguiente. Primero: seleccionar algunas "variables" o secto­ M
res económicos significativos. Segundo: acumular la mayor cantidad posible de d(
datos seriados y continuos sobre cada una de esas series completas y dilatadas en fó
el tiempo. Tercero: registrar las tendencias y movimientos de cada variable, esta­ d.
blecer sus relaciones y determinar el sentido de la tendencia general. Cuarto: el
integrar el resultado de la investigación en el cuadro económico de la época y a,
proceder a su interpretación. p
Un enfoque como éste se antoja útil, necesario y oportuno para el siglo XIX. e
La selección y estudio de algunas "variables" representativas de su desarrollo'de­ e
mográfico, de la historia agraria, del desarrollo industrial del comercio interior y r
exterior, de la hacienda pública y de la política económica, proporcionaría en corto
tiempo un cuadro sólido de las principales tendencias económicas del periodo. 20

19 Un modelo de este tipo de estudios lo ofrece el excelente libro de W P. Glade, The Latin American
economíes. A stud;/ of rheir institucional evolution, Nueva York, American Book, 1969; y el también excelente
ensayo de Stanley y Barbara Stdn, The colonia! herítage of Latín America. Essays on economic dependence in
perspecrive, próximo a publicarse en la Oxford University Press.
10 En relación con este tipo de análisis véanse los modelos que ofrecen los economistas: Douglas C.
Norrh, Growth and welfare in ¡he American pase A new economíc hinDry, New Jersey, Prentice-Hall, 1966; ).
Marczewski, lntroduction al'rustoire quantita¡ive, Ginebra, Droz, 1965, y los que proponen y aplican los hisroria­

24 HISTÓRICAS 57
Un cuadro que propondría, además, problemas concretos para la ir:vestigación
las diferentes economías que coexisten en una misma región, la pequeñez de los
mercados, los problemas de transporte, la escasez de circulante o la tendencia a futura.
Pero tales empresas son generalmente colectivas y requieren de grandes in-
la inversión suntuaria de los ricos de la época? Todo ello habla en favor de un
versiones. De manera que, más que de la voluntad de los historiadores, su reali-
análisis que pondere esos elementos y les asigne su jerarquía e influencia en el
zación depende de una "política institucional" que las estimule.
desarrollo de la sociedad colonial.
Por otra parte, también esta época pide un análisis semejante al señalado Análisis regional y local: Quien no tiene oportunidad de hacer la síntesis o el
para el periodo prehispánico: un enfoque montado entre dos épocas que distinga análisis general de toda una época le queda como última perspectiva de conjunto
' 19
las esencias que el periodo colonial hereda al independiente. Se verá entonces, intentar la historja económica regional o local. La importancia de este tipo de
como ya lo han mostrado algunos historiadores, que la división política que sepa- estudios para la historia general de México la señaló hace poco, de palabra y con
ra esas épocas es arbitraria, que muchas de las principales estructuras coloniales obra, Luis GonzálezY Y bastaría mencionar la variedad geográfica del país y el
se prolongan sin modificación hasta muy avanzado el siglo XIX. Y sobre todo, un desarrollo desigual de sus regiones para admitir que estos estudios son también
análisis de este tipo proporcionaría una base sólida para comenzar el estudio en capitales para la historia económica. A pesar de ello no hay estudios históricos
profundidad de nuestro gran siglo olvidado. Pero para iluminar mejor este siglo, sobre el desarrollo económico del norte del país, ni sobre el centro, las zonas de
quizá convenga también ensayar otros métodos. tierra caliente o las regiones marginales. Aquí, como en otros casos, la magnitud
de nuestra negligencia sólo es comparable a la importancia de lo que nos empe-
Análisis general cuantitativo: El siglo XIX, en efecto, no cuenta ni con suficien-
tes estudios económicos ni con esa cantidad impresionante de valiosas aporta- ñamos en ignorar.
He ahí, pues, una meta más para la investigación futura: el estudio histórico
ciones sobre la historia política, social, institucional o cultural que facilitan la
del desarrollo regional. Un largo camino que se puede acortar si se establece
tarea en otras épocas. Pero si es pobre en obras, es en cambio un siglo extraordi-
diálogo con geógrafos, antropólogos, economistas, sociólogos e historiadores de
nariamente rico en fuentes, sobre todo para la historia económica (estadísticas
la vida parroquial. 22
regionales, generales, sectoriales, diccionarios geográfico-económicos, memorias,
Naturalmente que junto al estudio regional debe estimularse el estudio del
censos, etcétera). Esta circunstancia, además de ofrecer la posibilidad de una
desarrollo económico de pueblos y ciudades, pues así como el análisis regio-
interpretación nueva y bien fundada del periodo, agrega el atractivo de probar
nal corrige, apoya y vuelve profundo el análisis general, así también la histo-
un método ya generalizado en los estudios de historia económica. Los historiado-
ria del pueblo más pequeño enriquece y complementa el análisis regional.
res lo llaman análisis cuantitativo. Su rasgo distintivo es el uso de datos seriados
Metodológicamente el análisis de la unidad más pequeña debería preceder a los
y su mecanismo es el siguiente. Primero: seleccionar algunas "variables" o secto-
! demás, pero eso está tan alejado de nuestras posibilidades que deben buscarse
1
res económicos significativos. Segundo: acumular la mayor cantidad posible de
fórmulas mixtas que combinen la profundidad en el estudio con el conocimiento
datos seriados y continuos sobre cada una de esas series completas y dilatadas en
de espacios cada vez mayores. Pueblo, región, país, he ahí las metas de este triple
el tiempo. Tercero: registrar las tendencias y movimientos de cada variable, esta-
enfoque. 23 El carácter alternativo o simultáneo que tienen todos estos enfoques,
blecer sus relaciones y determinar el sentido de la tendencia general. Cuarto:
'1 ,, además de permitir intercambios siempre valiosos de métodos y experiencias,
integrar el resultado de la investigación en el cuadro económico de la época y
jll ' puede ayudar también a delinear una política de investigaciones, tan necesaria
proceder a su interpretación. en un país donde los recursos humanos y materiales son escasos. Así, en algunos
Un enfoque como éste se antoja útil, necesario y oportuno para el siglo XIX.
estados puede pensarse en la posibilidad de que mientras una institución coordi-
La selección y estudio de algunas "variables" representativas de su desarrollo-de-
na el análisis económico regional interdisciplinario, otros investigadores estu-.
,,¡ mográfico, de la historia agraria, del desarrollo industrial del comercio interior y
exterior, de la hacienda pública y de la política económica, proporcionaría en corto 20
tiempo un cuadro sólido de las principales tendencias económicas del periodo. dores Pierre Yilar, Crecimiento y desarrollo. Economía e historia, Barcelona, Ariel, 1964; P. Goubert, Beau\!ais et
le Beau\!aisis de 1600 a 1730, París, Sevpen, 1960; R. Baehrel, Une croissance: la Basse-Pro\!ence rurale (fin du
XY!e siecle-1789), París, Sevpen, 1961; y P. Vilar, La Catalogne dans l'Espagne moderne. Recherches sur les fondements
économiques des structures nationales, París, Sevpen, 1962.
19 Un modelo de este tipo de estudios lo ofrece el excelente libro de W P. Glade, The l.atin American 21 Véase su libro Pueblo en dio, México, El Colegio de México, 1968.
economies. A study of their institutional e\Jolution, Nueva York, American Book, 1969; y el también excelente 22 A un antropólogo, Miguel Othón de Mendizábal, se debe el único estudio histórico sobre desarrollo
ensayo de Stanley y Barbara Stein, The colonial heritage of Latin America. Essays on economic dependence in económico regional que recuerdo: "Evolución del noroeste de México", Obras completas, México, 1946, t. lll,
perspecti\!e, próximo a publicarse en la Oxford University Press. p. 7-86.
20 En relación con este tipo de análisis véanse los modelos que ofrecen los economistas: Douglas C. 23
Como modelo de análisis económico cuantitativo aplicado a regiones y pueblos, véanse las obras de
North, Growth and welfare in the American past. A new economic history, New Jersey, Prentice-Hall, 1966; J. P. Goubert, R. Baehrel y P. Yilar, citadas en la nota 20.
Marczewski, lntroduction a l'histoire quantitati\Je, Ginebra, Droz, 1965, y los que proponen y aplican los historia-

HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 25
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dien individualmente el desarrollo de pueblos y ciudades representativos de cier­
tas condiciones económicas de la región. Sólo a través de la jerarquización de
nuestras necesidades y de la cooperación con otros investigadores podremos lle­
gar a conocer, en un plazo corto, lo que por tanto tiempo hemos ignorado.

El análisis sectorial

Señalemos, por último, la conveniencia de estimular un tipo de análisis econó­


mico que además de venir en apoyo de los anteriores, combina las cualidades del
análisis monográfico con las del análisis general: el análisis por sectores o ramas de
la actividad económica. El objeto de este análisis es sólo una porción del todo
económico -agricultura, desarrollo industrial, comercio, etcétera-; pero se trata
de partes complejas cuya comprensión exige un análisis total de sus diversos ele­
mentos. Así, cuando el tema es demasiado vasto, es posible encerrarlo en límites
geográficos o temporales y obtener entonces mayor profundidad. Otras veces, si
hay ambición y recursos, puede intentarse una empresa más audaz, por ejemplo la
historia agraria del periodo independiente, combinando el estudio de las estructu­
ras (propiedad, cultivos, técnicas, trabajo, mercados, etcétera), con el análisis de
los movimientos de la coyuntura económica (producción, precios, salarios, ventati,
etcétera). En ambos casos, sea que se limite a una época y lugar o que se extienda
a varios espacios y tiempos, este análisis permite la aplicación de los métodos cuanti­
tativos más recientes alIado de las técnicas tradicionales. Es decir, es un enfoque
que como los anteriores puede adecuarse a las necesidades de cada investigador.
y que por otro lado ofrece un sólido apoyo al análisis general. En los países donde
más se practica se le concibe como un análisis en profundidad de una parte del
hecho económico que entiquece la comprensión de hechos no económicos. Aquí,
como en otros casos, el problema de pasar de lo económico a lo social y de ahí a
otras realidades no es, nunca ha sido, un problema de método: depende de la
concepción que cada investigador tiene del mundo y de su oficio.
Veamos, pues, muy rápidamente, algunos sectores de nuestra historia econó­
mica que podrían beneficiarse con este enfoque.
Geografía económica: Se ha dicho que la historia de México no se entiende
sin el estudio de su geografía; que el destino de sus habitantes lo ha dictado una
geografía complicada y hostil. Pero la geografía que por costumbre hemos estu­
diado no es la que se mueve con el hombre y le impone desafíos y servidumbres
históricas: es una geografía detenida en el espacio, sin horizontes temporales. Y lo
que necesitamos es justamente una geografía dinámica; una geografía que regis­
tre tanto los cambios naturales como los procesos que se inician cuando el hom­
bre traba contacto con su medio natural.
Un ejemplo puede aclarar lo que quiero decir. Los geógrafos nos dicen que
en este país hay tres grandes regiones naturales: 1) la región de las tierras secas
extratropicales (el norte); 2) la región de las altas tierras tropicales (el altiplano);

26 HISTÓRICAS 57
y 3) la región de las tierras tropicales bajas y calientes. Sobre las tres }lay valiosos
dien individualmente el desarrollo de pueblos y ciudades representativos de cier~ estudios que explican su composición, desarrollo, flora, fauna, variaciones, ca~
ras condiciones económicas de la región. Sólo a través de la jerarquización de racterísticas, etcétera. Todo, menos la historia de ese mundo en su relación con
nuestras necesidades y de la cooperación con otros investigadores podremos lle~ el hombre. Por su lado, los historíadores saben que de esas regiones sólo el alti~
gar a conocer, en un plazo corto, lo que por tanto tiempo hemos ignorado. plano ha sido centro de poblamiento estable desde hace miles de años; lugar de
equilibrio entre el medio natural y las necesidades humanas, aunque en repetí~
das ocasiones ese equilibrio haya peligrado. En el norte no hubo esa adecuación
El análisis sectorial y sólo cuando llegaron otros hombres con instrumentos y mentalidad diferente a
la de los primitivos pobladores pudo romperse el límite natural que impedía pe-
Señalemos, por último, la conveniencia de estimular un tipo de análisis econó- netrar la región. Por último, las tierras bajas y calientes, aunque pobladas inter-
mico que además de venir en apoyo de los anteríores, combina las cualidades del mitentemente desde la época prehispánica, son una conquista de nuestro tiem~
análisis monográfico con las del análisis general: el análisis por sectores o ramas de po, de la nueva tecnología y de un Estado con capacidad económica para hacer
la actividad económica. El objeto de este análisis es sólo una porción del todo grandes inversiones en obras de infraestructura.
económico -agricultura, desarrollo industrial, comercio, etcétera-; pero se trata Es decir, en cada una de esas tres regiones ha habido una relación diferente
de partes complejas cuya comprensión exige un análisis total de sus diversos ele- entre el hombre y su ambiente, una historia cuyos avances, estancamientos y
mentos. Así, cuando el tema es demasiado vasto, es posible encerrarlo en límites retrocesos no conocemos. Las huellas de esa relación entre el hombre y la natu~
geográficos o temporales y obtener entonces mayor profundidad. Otras veces, si
raleza esperan al historiador que las reconstruya y exprese su dinámica: están en
hay ambición y recursos, puede intentarse una empresa más audaz, por ejemplo la
el paisaje mismo, en el nombre dado a la tierra y a los pueblos, en archivos y
historía agraria del periodo independiente, combinando el estudio de las estructu-
bibliotecas. Su estudio requiere el contacto con otros especialistas y la experi-
ras (propiedad, cultivos, técnicas, trabajo, mercados, etcétera), con el análisis de
mentación de nuevos métodos y técnicas.
los movimientos de la coyuntura económica (producción, precios, salarios, ventas,
etcétera). En ambos casos, sea que se limite a una época y lugar o que se extienda Demografía histórica: Por razones diversas -apego a las fuentes tradiciona-
a varios espacios y tiempos, este análisis permite la aplicación de los métodos cuanti- les, ignorancia de los métodos cuantitativos, etcétera-, la demografía histórica
tativos más recientes aliado de las técnicas tradicionales. Es decir, es un enfoque que se practicaba en nuestro medio se había reducido a indagar el número total
que como los anteriores puede adecuarse a las necesidades de cada investigador, de habitantes que tuvo el país en diversas épocas, acudiendo en todos los casos a
y que por otro lado ofrece un sólido apoyo al análisis general. En los países donde fuentes y cifras aisladas que no daban idea del movimiento de la población. Esta
más se practica se le concibe como un análisis en profundidad de una parte del predilección por la imagen fotográfica cambió un poco cuando comenzaron a
hecho económico que enriquece la comprensión de hechos no económicos. Aquí, publicarse los estudios de la llamada "escuela de Berkeley". Se dieron a conocer
como en otros casos, el problema de pasar de lo económico a lo social y de ahí a entonces nuevas cifras sobre la población indígena, nuevas fuentes y métodos,
otras realidades no es, nunca ha sido, un problema de método: depende de la nuevas explícaciones de las causas que provocaron la catástrofe que abatió al
concepción que cada investigador tiene del mundo y de su oficio. mundo indígena. Con todo, persistió una constante que había obsesionado a los
Veamos, pues, muy rápidamente, algunos sectores de nuestra historia econó~ viejos investigadores: el interés por determinar el número de pobladores que
mica que podrían beneficiarse con este enfoque. había inmediatamente antes y después de la llegada de los españoles. O sea que,
si exceptuamos unos pocos trabajos, la mayoría de las nuevas aportaciones si~
Geografía económica: Se ha dicho que la historia de México no se entiende guen dominadas por la maldición del padre Las Casas: su problema es dilucidar si.
sin el estudio de su geografía; que el destino de sus habitantes lo ha dictado una fue mayor o menor el derrumbe demográfico después de la conquista. Esa obse~
geografía complicada y hostil. Pero la geografía que por costumbre hemos estu· sión explica la abundancia de estos trabajos en el siglo xvr, y su pobreza exaspe~
diado no es la que se mueve con el hombre y le impone desafíos y servidumbres
rante en el resto de la colonia y en todo el periodo independiente.
históricas: es una geografía detenida en el espacio, sin horizontes temporales. Y lo Sin embargo, desde hace poco se gesta una revolución que conviene precipi-
que necesitamos es justamente una geografía dinámica; una geografía que regís~
tar: el estudio cuantitativo del movimiento y las estructuras demográficas basado
tre tanto los cambios naturales como los procesos que se inician cuando el hom-
en la explotación de los archivos o registros parroquiales. En Europa, este análisis
bre traba contacto con su medio natural. ha revolucionado los estudios demográficos porque a través del recuento y exa-
Un ejemplo puede aclarar lo que quiero decir. Los geógrafos nos dicen que
men secular de bautismos, defunciones y casamientos reconstruye el movimiento
en este país hay tres grandes regiones naturales: 1) la región de las tierras secas
y las principales tendencias demográficas de una época; y porque a través dellla-
extra tropicales (el norte); 2) la región de las altas tierras tropicales (el altiplano);

HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 27
26

~''""'""'--------------------------------------------------------------------
mado método de "reconstrucción de familias" penetra también en la estructura
demográfica de las sociedades antiguas: fecundidad, mortalidad (infantil y juve­
nil), crisís demográficas, pirámide de edades, proporción entre los sexos, población
activa, etcétera. 24 Apoyado en estos datos y métodos, el análisis demográfico se ha
convertido en un instrumento esencial de la historia económica. Como resultado
de otros factores --clima, epidemias, crisis agrícolas- o como factor de crecimien­
to o de parálisis económica, la "variable demográfica" es hoy imprescindible en
todo estudio de historia económica, social o política.
Aplicar a la historia de México esos métodos y técnicas es sólo cuestión de
tiempo y, mejor dicho, de apoyo institucional. Los archivos mejor conservados,
los parroquiales, esperan a los investigadores. Algunos guardan libros de bautis­
mos, defunciones y casamientos fechados desde 1550. La mayoría se prolongan
hasta fines del siglo pasado, y en algunos pueblos apartados llegan hasta 1960. Esa
magnitud obliga a pensar en la selección de pueblos representativos de ciertas re­
giones, para obtener pronto un "muestreo" de diversos desarrollos demográficos. 25
Historia agraria: Quien recuerde algunos estudios clásicos sobre este tema,
como el de Chevalier por ejemplo, pensará que este sector es de los más conocidos
de nuestra historia. Grave error: ignoramos quizá demasiado de él. iY se trata del
sector que por más tiempo ha señoreado la historia económica y social de este país!
País de grandes haciendas y de latifundistas, de indios sin tierra y peones en­
deudados, de tierra avara y cosechas "aventuradas a la voluntad del cielo"; país
sacudido por interminables luchas agrarias ... Y bien, todavía no hemos hecho la
historia de esas haciendas dominadoras del campo y la ciudad: cerealeras, gana­
deras, pulque ras , azucareras. Conocemos algunos de sus rasgos generales, no su
historia interna: ¿Qué producían y para qué mercados? ¿Qué técnicas y sistemas
agrícolas aplicaban? ¿Cuál era su organización interna? ¿Cuáles eran sus ganan­
cias y su destino? ¿Cuál fue su función social en la historia rural? ¿Qué cambios
experimentó desde su nacimiento en la época colonial hasta su muerte con la
reforma agraria? ¿Qué importancia económica tuvo en el siglo XIX? ¿Cuál fue su
influencia en la vida social y política de ese periodo? Todo eso y más desconoce­
mos de la hacienda. ¿y qué se puede decir acerca de la historia agraria de las
comunidades indígenas, de las luchas y explosiones campesinas?
La historia de nuestro campo está todavía por hacerse. Cada nuevo estudio
ofrece una sorpresa.
Industrias y artesanías: Una sola monografía, la de R. C. West sobre el real de
minas de Parral, aunque excelente, no basta para formarse una idea de la princi­

24 Sobre los métodos y aportaciones de este análisis véase el libro de P. Ooubert. Beauvais ee le Beauvaísís.
ya citado; también D. V. Olass y D. E. C. Eversley, Popu/acion in history, Londres, 1965, M. Fleury y L Henry,
Nouveau manue! de dépouillemene ee d'exploítacion de l'écae civil anden, París, 1965; L Henry, Ancíennes ¡ami/les
genevoises, París, 1956.
15 Se han hecho estudios, sin publicarse aún los resultados, en Acatzingo y Cholula (Puebla), sobre los
registros de la época colonial.

28 HISTÓRICAS 57
pal industria de la época colonial. Tampoco es reconfortante señalar que las pági-
mado método de "reconstrucción de familias" penetra también en la estructura
nas que Humboldt dedicó a la minería hace más de siglo y medio se mantienen
demográfica de las sociedades antiguas: fecundidad, mortalidad (infantil y juve-
como la mejor visión de conjunto sobre el tem~. Es pues imprescindible investi-
nil), crisis demográficas, pirámide de edades, proporción entre los sexos, población
gar los principales centros mineros (Zacatecas, Alamos, Chihuahua, Guanajuato,
activa, etcétera. 24 Apoyado en estos datos y métodos, el análisis demográfico se ha
San Luis Potosí, Taxco, etcétera), para precisar las alzas y bajas de la producción
convertido en un instrumento esencial de la historia económica. Como resultado
minera y evaluar la importancia de esa actividad en el desarrollo económico y
de otros factores -clima, epidemias, crisis agrícolas- o como factor de crecimien-
social de la colonia. Por otro lado, las aportaciones recientes de D. A. Brading
to o de parálisis económica, la "variable demográfica" es hoy imprescindible en
sobre la minería del siglo XVIII muestran la conveniencia de combinar el estudio
todo estudio de historia económica, social o política. cuantitativo de la producción con el estudio de los hombres que desarrollaron
Aplicar a la historia de México esos métodos y técnicas es sólo cuestión de
esa actividad. Por ese camino la historia económica pasa a ser lo que siempre
tiempo y, mejor dicho, de apoyo institucional. Los archivos mejor conservados,
debe ser: historia social. Y hasta la fecha sabemos poco de los mineros, de los
los parroquiales, esperan a los investigadores. Algunos guardan libros de bautis-
propietarios y de los trabajadores, de la vida de las minas y de su importancia
mos, defunciones y casamientos fechados desde 1550. La mayoría se prolongan
social y política en el norte donde prosperaron.
hasta fines del siglo pasado, y en algunos pueblos apartados llegan hasta 1960. Esa
En el siglo XIX, mientras la mayoría de las minas se encontraban anegadas y
magnitud obliga a pensar en la selección de pueblos representativos de ciertas re-25 destruidas, la minería atrajo los primeros capitales extranjeros y fue tema de gra-
giones, para obtener pronto un "muestreo" de diversos desarrollos demográficos.
ves reflexiones para hombres de Estado que vacilaban entre revigorizarla o im-
Historia agraria: Quien recuerde algunos estudios clásicos sobre este tema, pulsar otras actividades. Pero ni los capitales extranjeros ni el interés de algunos
como el de Chevalier por ejemplo, pensará que este sector es de los más conocidos mexicanos pudieron reanimarla. Su postración produjo la ruina y el despoblamiento
de nuestra historia. Grave error: ignoramos quizá demasiado de él. iY se trata del vertiginoso de ciudades antes prósperas, la desaparición de numerosos pueblos y
sector que por más tiempo ha señoreado la historia económica y social de este país! un futuro oscuro para muchas regiones del país ... Pero de esta historia triste
País de grandes haciendas y de latifundistas, de indios sin tierra y peones en- sabemos poco.
deudados, de tierra avara y cosechas "aventuradas a la voluntad del cielo"; país El estudio de las industrias y artesanías textiles ha tenido mejor suerte, pero
sacudido por interminables luchas agrarias ... Y bien, todavía no hemos hecho la hacen falta monografías que nos aproximen a su funcionamiento y vida interna,
historia de esas haciendas dominadoras del campo y la ciudad: cerealeras, gana- a la historia de su producción. Por otra parte, los grandes centros fabriles e indus-
deras, pulgueras, azucareras. Conocemos algunos de sus rasgos generales, no su triales del siglo XIX (Orizaba-Río Blanco, Puebla, Monterrey, Jalapa, etcétera)
historia interna: lQué producían y para qué mercados? lQué técnicas y sistemas todavía esperan su historiador. Algunos, como Orizaba-Río Blanco, son repre-
agrícolas aplicaban? ¿Cuál era su organización interna? lCuáles eran sus ganan- sentativos de las grandes transformaciones que sacuden ese siglo: su historia es la
cias y su destino? lCuál fue su función social en la historia rural? lQué cambios historia de los primeros centros fabriles, de la introducción de la tecnología más
experimentó desde su nacimiento en la época colonial hasta su muerte con la moderna, de la formación de un proletariado, de las primeras huelgas con reivin-
reforma agraria? lQué importancia económica tuvo en el siglo XIX? lCuál fue su dicaciones sociales y políticas ...
influencia en la vida social y política de ese periodo? Todo eso y más desconoce-
mos de la hacienda. ¿y qué se puede decir acerca de la historia agraria de las Comercio interior y exterior: El comercio interno ha sido un tema francamen-
te menospreciado por los historiadores de la época colonial y apenas estudiado
comunidades indígenas, de las luchas y explosiones campesinas?
La historia de nuestro campo está todavía por hacerse. Cada nuevo estudio por los que se ocupan del siglo XIX. Sin embargo, detrás del estudio de ese comer-
cio, de las alcabalas, aduanas, ferias, caminos y transportes está la clave para
ofrece una sorpresa. comprender una característica fundamental de la estructura de esas sociedades:
Industrias y artesanías: Una sola monografía, la de R. C. West sobre el real de la reducida extensión de sus mercados. Influyeron en la formación de esa estruc-
minas de Parral, aunque excelente, no basta para formarse una idea de la princí- tura, todavía no sabemos exactamente cómo ni en qué proporción, los acciden-
tes de la geografía, el autoconsumo y el casi nulo poder de compra de la gran
masa indígena, la política proteccionista y elitista del imperio español, la situa-
Sobre los métodos y aportaciones de este análisis véase el libro de P. Goubert, Beauvais er le Beauvaisis,
24
ya citado; también D. V. Glass y D. E. C. Eversley, Population in history, Londres, 1965, M. Fleury y L. Henry,
ción colonial, el desarrollo de intereses monopólicos locales ... Todo ello limitó el
Nouveau manuel de dépouillemenr et d'exploitation de l'état civil ancien. Par!s, 1965; L. Henry, Anciennes fami!les desarrollo posterior del país: opuso un freno al crecimiento del periodo porfirísta
genevoi.ses, París, 1956. y sigue siendo hoy uno de los grandes problemas nacionales. Los archivos de las
2' Se han hecho estudios, sin publicarse aún los resultados, en Acatzingo y Cholula (Puebla), sobre los
oficinas que forjaron esas limitaciones (aduanas, peajes, alcabalas) contienen
registros de la época colonial.

HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 29
28
una impresionante documentación que puede manejarse cuantitativamente para sus esperanzas y sus ideas, sus intereses y sus pasiones, entonces estaremos ha-
fijar el volumen de la circulación comercial a escala citadina, provincial y nacio- ciendo historia a secas, historia del hombre entero. Esa aspiración, para muchos
nal. Es un material virgen. 26 una utopía, puede satisfacerla el historiador que por preferencias metodológicas
En cambio, el comercio exterior ha sido un tema bastante frecuentado por se especializa o parte de los hechos económicos.
los historiadores, especialmente por los extranjeros. Sin embargo, todavía hay Hay muchos estudios y materiales que apoyan ese enfoque que va de lo eco-
que completar la larga serie reconstruida por Huguette y Pierre Chaunu, sobre nómico a lo sociopolítico. Sólo hace falta la concepción que guíe el proceso de
todo en la parte relativa al siglo XVIII, para unirla a las series de minería y precios integración. Las alzas y bajas de la actividad económica, sus crisis y contraccio-
agrícolas y comprender mejor el crecimiento de fines de la colonia. Por otro lado, nes, no son fenómenos que ocurren en el aire: afectan a empresarios, comercian-
todavía no se responde una pregunta fundamental tanto para la colonia como tes, mineros, agricultores y compradores, a hombres concretos. lPor qué no ob-
para el siglo XIX: lCuál fue la influencia real del sector externo en la economía del servamos entonces las reacciones que cada uno de esos grupos adopta ante los
país? lQué actividades y qué regiones fueron estimuladas o vieron limitarse su hechos económicos? Como todos sabemos, esas reacciones sobrepasan siempre
desarrollo como consecuencia de la demanda externa? lCómo afectó al desarro- la esfera de la actividad económica.
llo general del país? lQué estructuras internas determinaron que las relaciones Los hombres que forman grupos económicos poderosos son fáciles de cono-
con el exterior se establecieran de una manera y no de otra? cer. Un historiador interesado, por ejemplo, en el crecimiento económico de
fines del periodo colonial podría integrar rápidamente una lista de los principales
Hacienda pública y política económica: Una constante de los estudios de historia mineros, comerciantes y agricultores que se beneficiaron con el auge. Podría tam-
económica ha sido su interés en el desarrollo y los problemas del sector privado. En bién hacer un cuadro de sus intereses económicos y ver en qué sector de la
cambio, se ha ignorado la organización económica y administrativa del Estado y su actividad económica se reparten. Finalmente podría hacer un cuadro de sus rela-
participación como promotor o regulador del crecimiento económico. Un tema del ciones familiares y sociales, y así poder establecer las relaciones entre intereses
que se habla mucho hoy día pero del que se desconoce su historia. económicos, familiares y grupos sociales. Los acontecimientos políticos que se
No fue hasta hace poco cuando un pequeño y excelente estudio de Andrés inician en 1808 y concluyen en 1821 le darían por último la oportunidad de
Lira vino a revelarnos la estructura de la Real Hacienda a fines del periodo colo- estudiar la conducta y las decisiones políticas de esos grupos ante el proceso
nial. En un apéndice, el autor mostró también la posibilidad de cuantificar el revolucionario. El resultado sería un estudio de historia social y política asentada
ingreso y el gasto público utilizando fuentes impresas. Los archivos españoles en datos económicos.
1

contienen el material suficiente para convertir esa posibilidad en realidad. ¿y Un estudio que combinara estos enfoques parece útil para el siglo XIX. Segu-
1
qué decir del riquísimo material existente para el siglo XIX? Las fuentes de la ramente podría dirimir muchas interrogantes sobre las luchas políticas y sociales
época son tan abundantes que la investigación se puede hacer a escala estatal y entre conservadores y liberales.
nacional. Y quizá por este camino se aclaren, además de otras cosas, muchas de
1

En fin, el estudio económico, familiar, genealógico y social de los poderosos


las interrogantes que rodean la disputa entre centralistas y federalistas. es siempre posible. Aparecen en todos lados y su relieve o su exhibicionismo los
Queda además abierta la posibilidad de estudiar la intervención del Estado hacen presa fácil del historiador. Más difícil es precisar la situación económica,
en la actividad económica a través de fuentes cualitativas: decretos, leyes, reales social o política de ese todo indiferenciado que llamamos pueblo, plebe, masa,
cédulas, códigos, etcétera, lo cual llevaría, finalmente, a comparar la legislación campesinos, proletariado ... Y sin embargo es indispensable que el historiador
o las intenciones con la realidad. procure diferenciar hasta donde es posible los diversos contenidos y estructuras
Grupos económicos, clases sociales y participación política: Dejé para el final la de un movimiento popular. Decir "rebeliones campesinas" sin precisar si se trata
consideración de esta trilogía no porque deba tratarse como un sector o una de indígenas desposeídos de sus tierras o de pequeños propietarios es confundir,
parcela más de la historia, sino porque creo que debe estar presente en todo no hacer historia. Es ignorar que una determinada situación económica produce
estudio de historia económica. Nada impide transitar de los hechos económicos un tipo de reivindicaciones sociales y cierta praxis o conducta política. Parece a
bien establecidos a los hombres que padecen y promueven la actividad económi- veces que son diferencias de matiz, pero son esenciales para comprender el sen-
ca; y si desde esta ventana observamos lo que impulsa y anima a esos hombres, tido profundo de un movimiento popular. La revolución zapatista no se explica
como movimiento campesino así a secas, sino como un movimiento de comuni-
26 Para el tratamiento de este material y la posibilidad de aplicarle métodos cuantitativos véase Óscar
dades indígenas campesinas, según lo percibió Chevalier y lo demostró Womack.
Altimir, Ezequiel Gallo, Nicolás Sánchez Albornoz y Horacio Santamaría, "Las relaciones económicas
Aquí, como en muchos de los ejemplos anteriores, la relación entre historia eco-
interregionales. Metodología para su estudio en el virreinato de Río de la Plata", Moneda y Crédito, n. 99, nómica y social se revela indispensable, necesaria. O
Madrid, diciembre de 1966, p. 67-89.

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una impresionante documentación que puede manejarse cuantitativamente para sus esperanzas y sus ideas, sus intereses y sus pasiones, entonces estaremos ha-
fijar el volumen de la circulación comercial a escala citadina, provincial y nacio- ciendo historia a secas, historia del hombre entero. Esa aspiración, para muchos
nal. Es un material virgen. 26 una utopía, puede satisfacerla el historiador que por preferencias metodológicas
En cambio, el comercio exterior ha sido un tema bastante frecuentado por se especializa o parte de los hechos económicos.
los historiadores, especialmente por los extranjeros. Sin embargo, todavía hay Hay muchos estudios y materiales que apoyan ese enfoque que va de lo eco-
que completar la larga serie reconstruida por Huguette y Pierre Chaunu, sobre nómico a lo sociopolítico. Sólo hace falta la concepción que guíe el proceso de
todo en la parte relativa al siglo XVIII, para unirla a las series de minería y precios integración. Las alzas y bajas de la actividad económica, sus crisis y contraccio-
agrícolas y comprender mejor el crecimiento de fines de la colonia. Por otro lado, nes, no son fenómenos que ocurren en el aire: afectan a empresarios, comercian-
todavía no se responde una pregunta fundamental tanto para la colonia como tes, mineros, agricultores y compradores, a hombres concretos. lPor qué no ob-
para el siglo XIX: lCuál fue la influencia real del sector externo en la economía del servamos entonces las reacciones que cada uno de esos grupos adopta ante los
país? lQué actividades y qué regiones fueron estimuladas o vieron limitarse su hechos económicos? Como todos sabemos, esas reacciones sobrepasan siempre
desarrollo como consecuencia de la demanda externa? lCómo afectó al desarro- la esfera de la actividad económica.
llo general del país? lQué estructuras internas determinaron que las relaciones Los hombres que forman grupos económicos poderosos son fáciles de cono-
con el exterior se establecieran de una manera y no de otra? cer. Un historiador interesado, por ejemplo, en el crecimiento económico de
fines del periodo colonial podría integrar rápidamente una lista de los principales
Hacienda pública y política económica: Una constante de los estudios de historia mineros, comerciantes y agricultores que se beneficiaron con el auge. Podría tam-
económica ha sido su interés en el desarrollo y los problemas del sector privado. En bién hacer un cuadro de sus intereses económicos y ver en qué sector de la
cambio, se ha ignorado la organización económica y administrativa del Estado y su actividad económica se reparten. Finalmente podría hacer un cuadro de sus rela-
participación como promotor o regulador del crecimiento económico. Un tema del ciones familiares y sociales, y así poder establecer las relaciones entre intereses
que se habla mucho hoy día pero del que se desconoce su historia. económicos, familiares y grupos sociales. Los acontecimientos políticos que se
No fue hasta hace poco cuando un pequeño y excelente estudio de Andrés inician en 1808 y concluyen en 1821 le darían por último la oportunidad de
Lira vino a revelarnos la estructura de la Real Hacienda a fines del periodo colo- estudiar la conducta y las decisiones políticas de esos grupos ante el proceso
nial. En un apéndice, el autor mostró también la posibilidad de cuantificar el revolucionario. El resultado sería un estudio de historia social y política asentada
ingreso y el gasto público utilizando fuentes impresas. Los archivos españoles en datos económicos.
1

contienen el material suficiente para convertir esa posibilidad en realidad. ¿y Un estudio que combinara estos enfoques parece útil para el siglo XIX. Segu-
1
qué decir del riquísimo material existente para el siglo XIX? Las fuentes de la ramente podría dirimir muchas interrogantes sobre las luchas políticas y sociales
época son tan abundantes que la investigación se puede hacer a escala estatal y entre conservadores y liberales.
nacional. Y quizá por este camino se aclaren, además de otras cosas, muchas de
1

En fin, el estudio económico, familiar, genealógico y social de los poderosos


las interrogantes que rodean la disputa entre centralistas y federalistas. es siempre posible. Aparecen en todos lados y su relieve o su exhibicionismo los
Queda además abierta la posibilidad de estudiar la intervención del Estado hacen presa fácil del historiador. Más difícil es precisar la situación económica,
en la actividad económica a través de fuentes cualitativas: decretos, leyes, reales social o política de ese todo indiferenciado que llamamos pueblo, plebe, masa,
cédulas, códigos, etcétera, lo cual llevaría, finalmente, a comparar la legislación campesinos, proletariado ... Y sin embargo es indispensable que el historiador
o las intenciones con la realidad. procure diferenciar hasta donde es posible los diversos contenidos y estructuras
Grupos económicos, clases sociales y participación política: Dejé para el final la de un movimiento popular. Decir "rebeliones campesinas" sin precisar si se trata
consideración de esta trilogía no porque deba tratarse como un sector o una de indígenas desposeídos de sus tierras o de pequeños propietarios es confundir,
parcela más de la historia, sino porque creo que debe estar presente en todo no hacer historia. Es ignorar que una determinada situación económica produce
estudio de historia económica. Nada impide transitar de los hechos económicos un tipo de reivindicaciones sociales y cierta praxis o conducta política. Parece a
bien establecidos a los hombres que padecen y promueven la actividad económi- veces que son diferencias de matiz, pero son esenciales para comprender el sen-
ca; y si desde esta ventana observamos lo que impulsa y anima a esos hombres, tido profundo de un movimiento popular. La revolución zapatista no se explica
como movimiento campesino así a secas, sino como un movimiento de comuni-
26 Para el tratamiento de este material y la posibilidad de aplicarle métodos cuantitativos véase Óscar
dades indígenas campesinas, según lo percibió Chevalier y lo demostró Womack.
Altimir, Ezequiel Gallo, Nicolás Sánchez Albornoz y Horacio Santamaría, "Las relaciones económicas
Aquí, como en muchos de los ejemplos anteriores, la relación entre historia eco-
interregionales. Metodología para su estudio en el virreinato de Río de la Plata", Moneda y Crédito, n. 99, nómica y social se revela indispensable, necesaria. O
Madrid, diciembre de 1966, p. 67-89.

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La historia económica tuvo una larga aunque desigual trayectoria en México
antes de que se convirtiera en una disciplina formal y profesional de carácter
Avances de la historia económica de México* universitario; Desde principios del siglo XIX reconocidas e inquietas figuras con-
i'
1
tribuyeron al conocimiento de la evolución económica del país, entre quienes
pueden citarse, para fines de la época colonial y a título de ejemplo, a Manuel
Carlos Marichal Abad y Queipo, quizá el mejor conocedor de la economía novohispana, y a
El Colegio de México José María Quiroz, secretario del Consulado de Comercio de Veracruz, autor
de las famosas Balanzas de comercio así como de otras obras de gran importan-
En ocasión de constituirse la Asociación Mexicana de Historia Económica, los cia para la reconstrucción cuantitativa de la economía del México de princi-
diversos promotores consideramos que valía la pena comentar algunos de los avan- pios de ese siglo.
ces de la historia económica en México realizados a lo largo de los últimos treinta Ya entrada' la república, políticos e intelectuales destaca:dos, como Lucas
años, con referencia particular a las contribuciones de los miembros del Consejo Alamán, Manuel Payno, Guillermo Prieto, Miguel Lerdo de Tejada y Matías Ro-
de Honor con que se inaugura esta Asociación. Entre los distinguidos historia- mero, redactaron obras fundamentales y recopilaron una gran cantidad de docu-
dores que deseamos honrar hoy por haber sido pioneros en esta disciplina dentro mentos y una considerable cantidad de series estadísticas económicas que siguen
del país se cuentan Jan Bazant, Ricardo Torres Gaytán, Francisco Calderón, En- siendo de consulta fundamental hoy en día entre los historiadores económicos.
rique Serna, Enrique Florescano, Carlos Sempat Assadourian, Leopoldo Salís, Durante el porfiriato, el número de figuras que se dedicaron a temas de econo-
Enrique Cárdenas, Mario Cerutti, Guadalupe Nava y el recientemente fallecido mía e historia económica se multiplicaron, incluyendo a funcionarios como Ma-
Sergio de la Peña. nuel Dublán y José Yves Limantour; a abogados e intelectuales como Pablo
Aun cuando haremos hincapié especial en las múltiples colaboraciones de Macedo, Francisco Bulnes, Carlos Díaz Dufoo y otros más, así como a los pione-
estos investigadores, no queremos dejar pasar la oportunidad sin hacer una men- ros en la recopilación, ordenación y publicación de estadísticas económicas como
ción especial a la memoria de Fernando Rosenzweig, con el que todos los que Emiliano Busto y Antonio García Cubas, entre otras figuras demasiado numero-
trabajamos en el viñedo de la historia económica tenemos una fuerte deuda, sas para mencionar.
tanto por su impulso innovador, especialmente en el campo de la historia cuan- Para aquellos a quienes les interesa profundizar en esta revisión historiográfica
titativa, como por su generosa y grata personalidad. Efectuamos un especial re- de largo alcance, debe recordarse que hace un cuarto de siglo Enrique Florescano
conocimiento, y desearíamos que Fernando hubiera vivido para poder acompa- publicó dos ensayos magistrales que ofrecen respectivamente un recorrido de la
ñarnos el día de hoy. historiografía económica en México a nivel general y otro más específico sobre el
Dentro de las ciencias históricas, la historia económica es uno de los campos periodo colonial, productos de una reunión pionera de CLACSO destinada a im-
de investigación que ha avanzado con mayor rapidez en los últimos cuarenta pulsar el despegue moderno de la historia económica en América Latina. Ambos
años a nivel internacional. En México este proceso ha sido algo más lento que en ensayos, publicados en dos volúmenes de la famosa colección de SepSetentas,
algunos países, pero en los últimos decenios la historia económica ha comenzado debieran ser objeto de reedición y propongo que la Asociación realice un esfuezo
a perfilarse como un campo de investigación ya definido en el país, despertando para coadyuvar a ello. 1
el interés de un número creciente de jóvenes investigadores y de alumnos. De Volviendo al tema, debemos observar que a partir de la revolución de 191 O, y
!'
allí que sea apropiado que en estos momentos se proponga la constitución de una durante casi treinta años, fueron muy escasos los trabajos de historia económica-
instancia que agrupe al ya amplio universo de especialistas en esta disciplina, como tales- realizados en el país. Ello no tenía nada de extraño dada la situa-
organismo que se titulará Asociación Mexicana de Historia Económica y cuyo ción política y la difícil situación de los centros académicos del país. No obstante,
nacimiento celebramos hoy. Los objetivos de dicha Asociación consisten en fo- también es cierto que desde fines de los años de 1920 puede comprobarse el
mentar los estudios de historia económica, promover su difusión a través de pu- nacimiento de la moderna disciplina de la historia económica en dichos centros
blicaciones y eventos académicos y en vincular a los grupos que trabajan sobre y en algunos ámbitos del gobierno, como lo atestiguan el impulso a bibliotecas y
dicha disciplina. la publicación de series editoriales, revistas y series estadísticas dedicadas
específicamente al estudio de la economía que comenzaron a cultivar diferentes
• Conferencia pronunciada el 27 de julio de 1998 en el Instituto Mora al constituirse formalmente la
Asociación Mexicana de Historia Económica; fue publicada en América Latina en la Historia Económica. Bole- 1
tín de Fuentes, n. 9, enero-junio, 1998, p. 77-84. [Nota del editor.] 37y47).
Heraclio Bonilla, Enrique Florescano et al., w historia económica en América wtina, México (SepSetentas,

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La historia económica tuvo una larga aunque desigual trayectoria en México
antes de que se convirtiera en una discipHna formal y profesional de carácter
Avances de la historia económica de México* universitario; Desde principios del siglo XIX reconocidas e inquietas figuras con­
tribuyeron al conocimiento de la evolución económica del país, entre quienes
pueden citarse, para fines de la época colonial y a título de ejemplo, a Manuel
Carlos Marichal Abad y Queipo, quizá el mejor conocedor de la economía novohispana, y a
El Colegio de México José María Quiroz, secretario del Consulado de Comercio de Veracruz, autor
de las famosas Balanzas de comercio así como de otras obras de gran importan­
En ocasión de constituirse la Asociación Mexicana de Historia Económica, los cia para la reconstrucción cuantitativa de la economía del México de princi­
diversos promotores consideramos que valía la pena comentar algunos de los avan­ pios de ese siglo.
\
ces de la historia económica en México realizados a lo largo de los últimos treinta Ya entrada la república, políticos e intelectuales destacados, como Lucas
años, con referencia particular a las contribuciones de los miembros del Consejo Alamán, Manuel Payno, Guillermo Prieto, Miguel Lerdo de Tejada y Matías Ro­
de Honor con que se inaugura esta Asociación. Entre los distinguidos historia­ mero, redactaron obras fundamentales y recopilaron una gran cantidad de docu­
dores que deseamos honrar hoy por haber sido pioneros en esta disciplina dentro .' mentos y una considerable cantidad de series estadísticas económicas que siguen
del país se cuentan Jan Bazant, Ricardo Torres Gaytán, Francisco Calderón, En­ siendo de consulta fundamental hoy en día entre los historiadores económicos.
rique Semo, Enrique Florescano, Carlos Sempat Assadourian, Leopoldo Solís, Durante el porfiriato, el número de figuras que se dedicaron a temas de econo­
Enrique Cárdenas, Mario Cerutti, Guadalupe Nava y el recientemente fallecido mía e historia económica se multiplicaron, incluyendo a funcionarios como Ma­
Sergio de la Peña. nuel Dublán y José Yves Limantour; a abogados e intelectuales como Pablo
Aun cuando haremos hincapié especial en las múltiples colaboraciones de Macedo, Francisco Bulnes, Carlos Díaz Dufoo y otros más, así como a los pione­
estos investigadores, no queremos dejar pasar la oportunidad sin hacer una men­ ros en la recopilación, ordenación y publicación de estadísticas económicas como
ción especial a la memoria de Fernando Rosenzweig, con el que todos los que EmiHano Busto y Antonio García Cubas, entre otras figuras demasiado numero­
trabajamos en el viñedo de la historia económica tenemos una fuerte deuda, sas para mencionar.
tanto por su impulso innovador, especialmente en el campo de la historia cuan­ Para aquellos a quienes les interesa profundizar en esta revisión historiográfica
titativa, como por su generosa y grata personalidad. Efectuamos un especial re­ de largo alcance, debe recordarse que hace un cuarto de siglo Enrique Florescano
conocimiento, y desearíamos que Fernando hubiera vivido para poder acompa­ publicó dos ensayos magistrales que ofrecen respectivamente un recorrido de la
ñarnos el día de hoy. historiografía económica en México a nivel general y otro más específico sobre el
Dentro de las ciencias históricas, la historia económica es uno de los campos periodo colonial, productos de una reunión pionera de CLACSO destinada a im­
de investigación que ha avanzado con mayor rapidez en los últimos cuarenta pulsar el despegue moderno de la historia económica en América Latina. Ambos
años a nivel internacional. En México este proceso ha sido algo más lento que en ensayos, publicados en dos volúmenes de la famosa colección de SepSetentas,
algunos países, pero en los últimos decenios la historia económica ha comenzado debieran ser objeto de reedición y propongo que la Asociaci6n realice un esfuezo
a perfilarse como un campo de investigación ya definido en el país, despertando para coadyuvar a ello. 1
el interés de un número creciente de jóvenes investigadores y de alumnos. De Volviendo al tema, debemos observar que a partir de la revolución de 1910, y
allí que sea apropiado que en estos momentos se proponga la constitución de una durante casi treinta años, fueron muy escasos los trabajos de historia económica _
instancia que agrupe al ya amplio universo de especialistas en esta disciplina, como tales- realizados en el país. Ello no tenía nada de extraño dada la situa­
organismo que se titulará Asociación Mexicana de Historia Económica y cuyo ción política y la difícil situación de los centros académicos del país. No obstante,
nacimiento celebramos hoy. Los objetivos de dicha Asociación consisten en fo­ también es cierto que desde fines de los años de 1920 puede comprobarse el
mentar los estudios de historia económica, promover su difusión a través de pu­ nacimiento de la moderna diSciplina de la historia económica en dichos centros
blicaciones y eventos académicos y en vincular a los grupos que trabajan sobre yen algunos ámbitos del gobierno, como lo atestiguan el impulso a bibliotecas y
dicha disciplina. la publicación de series editoriales, revistas y series estadísticas dedicadas
específicamente al estudio de la economía que comenzaron a cultivar diferentes
• Conferencia pronunciada el 27 de julio de 1998 en el Instituto Mora al constituirse formalmente la
Asociación Mexicana de Historia Económica; fue publicada en América Latina en la Hisroria Económica. Bole­
tín de Fuentes. n. 9, enero-junio, 1998, p. 77-84. [Nota del editor.] I Heradio Bonilla, Enrique FIorescano et al., La hisroria económica en América Latina, Méxíco (SepSetentas,
37 y 47).

32 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
3J
dependencias de la Secretaría de Hacienda, varios bancos paraestatales, el Ban- se na dedicado posteriormente a una reconstrucción más minuciosa de la histo-
co de México y, de manera relevante, el Fondo de Cultura Económica. De allí ria monetaria de la república a pesar de la urgente necesidad de contar con ella.
que hacia el decenio de 1940 comenzaba a existir una cultura económica más Desde mediados del decenio de 1960, tanto en México como en el resto de
y actualizada en el país, lo cual habría de contribuir a despertar un reno- América Latina, nuevos vientos comenzaron a soplar en las diversas disciplinas
interés en los temas propios de la historia económica mexicana. de las ciencias sociales y la historia económica. Nos referimos al impacto del
Entre los pioneros en el nuevo campo de la historia económica destacaba sin materialismo histórico y, luego, de la escuela de los llamados dependentístas en
Luis Chávez Orozco, quien ya desde los años de 1930 había comenzado a estos campos académicos. ¿Cuán importantes fueron estas corrientes?
publicar series documentales de la economía mexicana en los siglos XVIII y XIX, En un muy reciente ensayo titulado "Los nuevos caminos de la historia eco-
editados por la entonces Secretaría de Economía NacionaL Prosiguió esta impor- nómica", Gabriel Tortella, presidente de la Asociación Internacional de Historia
tante labor en los años de 1950 con nuevas series, consultadas una y otra vez por Económica, ha afirmado de manera metafórica que: "En un principio fue Adam
los especialistas. Sin embargo, para lograr un mayor impulso en este campo se Smith; después fue Karl Marx. Ambos pueden ser considerados fundadores de la
requería un esfuerzo de tipo colectivo, y aquí fue fundamental el empeño de historia económica desde puntos de vista diametralmente opuestos." 4 Tortella
Daniel Cosío Villegas, quien -como promotor de tantas y tan útiles obras colec- sugiere que en tiempos recientes se percibe el claro triunfo de Adam Smith en el
tivas- lanzó el proyecto de la Historia moderna de México. En los volúmenes campo de la historia económica, aunque tampoco descarta la influencia perdura-
dedicados a la historia económica de la segunda mitad del siglo XIX participaron ble de Marx en multitud de investigaciones de primer orden.
con brillantez Fernando Rosenzweig, Francisco Calderón, Guadalupe Nava, Gloria En el caso latinoamericano, y el mexicano en particular, hay que subrayar
Peralta y Nicolás d'Olwer, entre otros. Ellos sentaron las bases de una nueva que durante los decenios de 1960 y 1970 en la mayoría de las instituciones de
interpretación de la evolución moderna en la economía mexicana y su despegue enseñanza superior la influencia del materialismo histórico entre los científicos
hacia el capitalismo, interpretación que todavía es de indispensable consulta, sociales fue notoria, aun cuando el estructuralismo y el keynesianismo contaban
aun cuando sea para criticarla o matizarla. Recuerdo en particular la magnífica con numerosos adeptos. En el caso de la historia económica, ello se vio alentado
contribución de Francisco Calderón a la reconstrucción de la hacienda pública por la influencia de los grandes trabajos de la escuela marxista inglesa encabe-
durante la república restaurada y el largo ensayo de la maestra Nava sobre la zada por figuras como Hobsbawm, Thompson y Rudé, al tiempo que muchos
historia minera de esa segunda mitad de siglo. jóvenes historiadores mexicanos se alimentaban del materialismo histórico más
Al tiempo que se preparaba la Historia moderna, Jan Bazant comenzó a publi- diluido de la escuela francesa de los Anales, la cual ofrecía un ejemplo de la
car una serie de trabajos sobre la historia económica del siglo XIX, que comenzó posibilidad de combinar una minuciosa y matizada reconstrucción de la reali-
con la industria textil y continuó con estudios sobre la deuda externa, la des- dad histórica económica, geográfica, social y política con una serie de interpre-
amortización y las haciendas de la época. 2 En cada caso abrió un campo de estu- taciones de cierto vuelo teórico.
dio importante como lo atestiguan numerosas investigaciones posteriores. Bazant En México una obra importante que dejó huella y marcó escuela en esta
no proponía ofrecer interpretaciones teóricas sofisticadas sino más bien explorar época fue el polémico volumen de Enrique Semo, Historia del capitalismo en Méxi-
una amplia gama de fuentes primarías y secundarías para sacar a la luz problemas co: los orígenes, 1521-1763, publicado por Ediciones Era en 1973, que alcanzó
fundamentales en el desarrollo económico de la república, a la que no se le había. numerosas reimpresiones. 5 La claridad de la es.crítura, lo sugerente de las hipóte-
prestado suficiente atención. sis (por ejemplo acerca de la combinación de modos de producción en la socie-
Otra figura intelectual que hizo una contribución importante desde esa época dad colonial) y la capacidad de síntesis hicieron de este libro un ÍllStrumento de
fue Ricardo Torres Gaytán, quien, al analizar la evolución monetaria a lo largo de consulta obligatoria en innumerables cursos universitarios. Otra interpretación
algo más de un siglo, documentó esa larga secuencia de devaluaciones de la mane- fuertemente influenciada por el materialísmo histórico fue la obra de Sergio de la
mexicana que ha sido una característica importante y recurrente de la historia Peña, La formación del capitalismo en México, publícada en 1975 por la editorial
financiera del país.3 Su trabajo sigue siendo obra consulta fundamental, ya que Siglo XXI (en su momento de oro); dicha obra ha alcanzado una amplia popula-
(por motivos difíciles de entender) ningún econorpista o historiador económico ridad cop diecisiete ediciones hasta la fecha.

1 Entre las múltiples obras de Bazant, se destacan Historia de la deuda exterior de México, 1823-1946,
México, El Colegio de México, 1968; Los bienes de la Iglesia en México, 1856-1875, México, El Colegio de 4
Gabriel Tortella, "Los nuevos caminos de la historia económica", Claves, n. 84, Madrid, junio de 1998,
México, 1971, y Cinco haciendas mexicana.s, tres siglos de vida rural en San Luis Potosi, 1600-1910, México, El p. 2-7.
Colegio de México, 1975. 5
Hasta la fecha se han realizado doce reimpresiones de este popular volumen y se ha traducido al inglés,
3 Ricardo Torres Gaytán, Un siglo de devaluaciones en México, México, Siglo XX!, 1970. siendo editado por la University of Texas Press en 1993.

34 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 35
dependencias de la Secretaría de Hacienda, varios bancos paraestatales, el Ban- se na dedicado posteriormente a una reconstrucción más minuciosa de la histo-
co de México y, de manera relevante, el Fondo de Cultura Económica. De allí ria monetaria de la república a pesar de la urgente necesidad de contar con ella.
que hacia el decenio de 1940 comenzaba a existir una cultura económica más Desde mediados del decenio de 1960, tanto en México como en el resto de
y actualizada en el país, lo cual habría de contribuir a despertar un reno- América Latina, nuevos vientos comenzaron a soplar en las diversas disciplinas
interés en los temas propios de la historia económica mexicana. de las ciencias sociales y la historia económica. Nos referimos al impacto del
Entre los pioneros en el nuevo campo de la historia económica destacaba sin materialismo histórico y, luego, de la escuela de los llamados dependentístas en
Luis Chávez Orozco, quien ya desde los años de 1930 había comenzado a estos campos académicos. ¿Cuán importantes fueron estas corrientes?
publicar series documentales de la economía mexicana en los siglos XVIII y XIX, En un muy reciente ensayo titulado "Los nuevos caminos de la historia eco-
editados por la entonces Secretaría de Economía NacionaL Prosiguió esta impor- nómica", Gabriel Tortella, presidente de la Asociación Internacional de Historia
tante labor en los años de 1950 con nuevas series, consultadas una y otra vez por Económica, ha afirmado de manera metafórica que: "En un principio fue Adam
los especialistas. Sin embargo, para lograr un mayor impulso en este campo se Smith; después fue Karl Marx. Ambos pueden ser considerados fundadores de la
requería un esfuerzo de tipo colectivo, y aquí fue fundamental el empeño de historia económica desde puntos de vista diametralmente opuestos." 4 Tortella
Daniel Cosío Villegas, quien -como promotor de tantas y tan útiles obras colec- sugiere que en tiempos recientes se percibe el claro triunfo de Adam Smith en el
tivas- lanzó el proyecto de la Historia moderna de México. En los volúmenes campo de la historia económica, aunque tampoco descarta la influencia perdura-
dedicados a la historia económica de la segunda mitad del siglo XIX participaron ble de Marx en multitud de investigaciones de primer orden.
con brillantez Fernando Rosenzweig, Francisco Calderón, Guadalupe Nava, Gloria En el caso latinoamericano, y el mexicano en particular, hay que subrayar
Peralta y Nicolás d'Olwer, entre otros. Ellos sentaron las bases de una nueva que durante los decenios de 1960 y 1970 en la mayoría de las instituciones de
interpretación de la evolución moderna en la economía mexicana y su despegue enseñanza superior la influencia del materialismo histórico entre los científicos
hacia el capitalismo, interpretación que todavía es de indispensable consulta, sociales fue notoria, aun cuando el estructuralismo y el keynesianismo contaban
aun cuando sea para criticarla o matizarla. Recuerdo en particular la magnífica con numerosos adeptos. En el caso de la historia económica, ello se vio alentado
contribución de Francisco Calderón a la reconstrucción de la hacienda pública por la influencia de los grandes trabajos de la escuela marxista inglesa encabe-
durante la república restaurada y el largo ensayo de la maestra Nava sobre la zada por figuras como Hobsbawm, Thompson y Rudé, al tiempo que muchos
historia minera de esa segunda mitad de siglo. jóvenes historiadores mexicanos se alimentaban del materialismo histórico más
Al tiempo que se preparaba la Historia moderna, Jan Bazant comenzó a publi- diluido de la escuela francesa de los Anales, la cual ofrecía un ejemplo de la
car una serie de trabajos sobre la historia económica del siglo XIX, que comenzó posibilidad de combinar una minuciosa y matizada reconstrucción de la reali-
con la industria textil y continuó con estudios sobre la deuda externa, la des- dad histórica económica, geográfica, social y política con una serie de interpre-
amortización y las haciendas de la época. 2 En cada caso abrió un campo de estu- taciones de cierto vuelo teórico.
dio importante como lo atestiguan numerosas investigaciones posteriores. Bazant En México una obra importante que dejó huella y marcó escuela en esta
no proponía ofrecer interpretaciones teóricas sofisticadas sino más bien explorar época fue el polémico volumen de Enrique Semo, Historia del capitalismo en Méxi-
una amplia gama de fuentes primarías y secundarías para sacar a la luz problemas co: los orígenes, 1521-1763, publicado por Ediciones Era en 1973, que alcanzó
fundamentales en el desarrollo económico de la república, a la que no se le había. numerosas reimpresiones. 5 La claridad de la es.crítura, lo sugerente de las hipóte-
prestado suficiente atención. sis (por ejemplo acerca de la combinación de modos de producción en la socie-
Otra figura intelectual que hizo una contribución importante desde esa época dad colonial) y la capacidad de síntesis hicieron de este libro un ÍllStrumento de
fue Ricardo Torres Gaytán, quien, al analizar la evolución monetaria a lo largo de consulta obligatoria en innumerables cursos universitarios. Otra interpretación
algo más de un siglo, documentó esa larga secuencia de devaluaciones de la mane- fuertemente influenciada por el materialísmo histórico fue la obra de Sergio de la
mexicana que ha sido una característica importante y recurrente de la historia Peña, La formación del capitalismo en México, publícada en 1975 por la editorial
financiera del país.3 Su trabajo sigue siendo obra consulta fundamental, ya que Siglo XXI (en su momento de oro); dicha obra ha alcanzado una amplia popula-
(por motivos difíciles de entender) ningún econorpista o historiador económico ridad cop diecisiete ediciones hasta la fecha.

1 Entre las múltiples obras de Bazant, se destacan Historia de la deuda exterior de México, 1823-1946,
México, El Colegio de México, 1968; Los bienes de la Iglesia en México, 1856-1875, México, El Colegio de 4
Gabriel Tortella, "Los nuevos caminos de la historia económica", Claves, n. 84, Madrid, junio de 1998,
México, 1971, y Cinco haciendas mexicana.s, tres siglos de vida rural en San Luis Potosi, 1600-1910, México, El p. 2-7.
Colegio de México, 1975. 5
Hasta la fecha se han realizado doce reimpresiones de este popular volumen y se ha traducido al inglés,
3 Ricardo Torres Gaytán, Un siglo de devaluaciones en México, México, Siglo XX!, 1970. siendo editado por la University of Texas Press en 1993.

34 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 35
Simultáneamente, comenzaba la labor docente y de investigación en Méxko bablemente ningún otro historiador ha publicado o ·editado tantas obras de his~
de Carlos Sempat Assadourian, quien ya --desde años atrás- venía ofreciendo· toria económica sobre el norte de México como Cerutti. 8 Impulsor de la revista
una nueva versión teórica y empírica de la evolución de las economías coloniales Siglo XIX y de los Cuaderrws de Siglo XIX, promotor de las reuniones anuales de
de Latinoamérica en las universidades de Chile y Argentina. Los aportes de Sempat COMECSO sobre el desarrollo económico y social de México y sobre historia
en México en múltiples campos de investigación, y muy particularmente en los empresarial, su labor ha sido clave en el despegue de la historia regional en Méxi-
estudios históricos sobre el papel del mercado interno en la colonia y sobre el sector co. Y a ello hay que agregar su labor como fundador de la Asociación de Historia
minero, despertaron el interés de docenas de jóvenes investigadores que luego Económica del Norte de México.
seguirían y siguen sus huellas. 6 En el decenio de 1970 no sería erróneo sugerir que Pero más allá de la labor realizada por historiadores para el impulso de esta
el mayor impulso a la historia económica en México provino de la Dirección de di.sciplina en cierto sentido híbrida de la histori~ económica, también hay que
Estudios Históricos deliNAH merced a la labor realizada y encauzada por Enri- tener en cuenta las colaboraciones de los economistas. Entre ellos evidentemen-
que Florescano. Después de concluir y publicar una tesis pionera sobre los ciclos te destaca Leopoldo Solís, quien año tras año ha venido publicando ensayos y
de los precios del maíz en el México borbónico, seguida por ensayos sobre la conferencias en las cuales ofrece interpretaciones del desempeño de la economía
evolución agraria en la época colonial,7 Florescano se orientó durante un buen mexicana y de las distintas políticas económicas adoptadas. 9 Su influencia, como
tiempo a impulsar a los investigadores del INAH en la reconstrucción de series es bien sabido, ha sido inmensa, aunque mucho más notoria en el campo político
históricas de estadísticas económicas y, simultáneamente, en la fabricación de y bancario que en el estrictamente académico.
una monumental biblíografía del desarrollo económico en México, publicada en Una generación más joven de economistas, encabezada por Enrique Cárde-
tres volúmenes. Entre las obras publicadas pueden recordarse las series de diez-- nas, actual rector de la Universidad de las Américas en Puebla, siguió el derrote-
mos coloniales y las de la real hacienda colonial, recopiladas por Herbert Klein y ro abierto por Solís y por investigadores estadounidenses como Clark Reynolds y
John TePaske. En efecto, ha sido eiiNAH la institución que ha editado mayor John Coatsworth, entre otros. Cárdenas nos ha regalado no sólo una interpreta~
número de tomos de materiales estadísticos en el campo de la historia económi- ción heterodoxa pero empíricamente muy sólida de la evolución de la economía
ca, aunque debe sugerirse que bien merecería la pena que estas series pudieran mexicana en los años de 1930, sino que además ha editado numerosas antologías
digitalizarse y ponerse en un cd-rom para uso de los investigadores contemporá- de historia económica y redactado dos importantes estudios de las políticas eco-
neos ya que por el momento sólo se pueden consultar en papel. nómicas mexicanas en el último medio siglo. 10
Si el decepio de 1970 estuvo signado por las interpretaciones generales que Hasta aquí se han mencionado solamente las contribuciones de historiadores
ofrecieron Enrique Florescano, Carlos Sempat Assadourian, Sergio de la Peña y económicos que trabajan en México, pero hay que resaltar que de importancia
otros, la década de 1980 estuvo marcada por la eclosión de la historia regional, similar han sido los aportes de historiadores en el extranjero que se han interesado
cobrando especial intensidad aquellos volcados a la historia económica regional. vivamente por la evolución de la economía en la época colonial y los siglos XIX y xx.
Esta tendencia tomó vuelo en la Universidad Autónoma de Puebla desde fines Son tantas y tan diversas las contribuciones de historiadores ingleses, franceses,
de los años de 1970 impulsada por el malogrado y brillante historiador haitiano italianos, españoles, alemanes y estadounidenses en la reconstrucción de la histo~
Joaquín Benoit, acompañado por proyectos editoriales y de investigación en los ria económica mexicana que ello sugiere que estamos trabajando en un terreno de
que participaron Enrique Semo y Guadal u pe Nava. También debe señalarse, muy estudio importante y atractivo. Si no: lcómo se explica que decenas de investiga-
especialmente, la larga y constante labor docente y de promoción de investiga- dores de tantos países centren su atención año por año en la historia mexicana?
ciones sobre temas coloniales y del siglo XIX realizada por Juan Carlos Grosso, Finalmente, cabe sugerir que en los últimos quince años tiende a observarse
maestro de maestros en Puebla. una tendencia marcada hacia la especialización y hacia el desarrollo de subdisciplinas
Al mismo tiempo, en el norte oriental de México, en Monterrey, un compa- dentro del campo más general de la historia económica. Así, en el caso de México
triota de Grosso, Mario Cerutti, comenzaba desde 1975 a impulsar la historia
económica y empresarial regional. Su empe~o fue asombroslJ, tanto así que pro- 8
Entre las múltiples obras de Cerutti puede señalarse a título de ejemplo: Burguesía, capitales e industria
en el norte de México, 1850-1910, México, Alianza Mexicana, 1992.
9
6
Entre las múltiples obras de Carlos Sempat Assadourian quizá las más citadas son El sistema de la La obra más citada de Salís es, sin duda, La realidml económica mexicana: retroo1si6n y perspecrivas,
economía colonial: mercado interno, regíones -y espacio económico, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1982; México, Siglo XX!, 1985, con más de quince reimpresiones; pero además en los últimos tiempos viene
Minería -y espacio económico en los Andes, siglos XV!- :XX, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1980, y Modos de cando numerosas conferencias que se refieren a la historia económica, como es el caso de Medio siglo en la vida
producción en América Latina, Córdoba, Argentina, 1975 (Cuadernos de Pasado y Presente). económica de México, 1943-1993, México, El Colegio Nacional, 1994.
10
1 Me refiero a las obras clásicas de florescano: Precios del mal~ y crisis agrícolas en México, 1708-1810, Enrique Cárdenas, La industrialización mexicana durante la gran depresión, México, El Colegio de Méxi-
México, El Colegio de México, 1969 (posteriormente edimdo por Ediciones Era en 1986), y Origen -y desarrollo co, 1987; La política económica en México, 1950-1994, México, Fondo de Cultura Económica, 1996; y La
de los problemas agrarios de México, 1500-1821, México, Era, 1976. hacienda pública y la política económica, 1929-1958, México, Fondo de Cultura Económica, 1994.

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Simultáneamente, comenzaba la labor docente y de investigación en Méxko bablemente ningún otro historiador ha publicado o ·editado tantas obras de his~
de Carlos Sempat Assadourian, quien ya --desde años atrás- venía ofreciendo· toria económica sobre el norte de México como Cerutti. 8 Impulsor de la revista
una nueva versión teórica y empírica de la evolución de las economías coloniales Siglo XIX y de los Cuaderrws de Siglo XIX, promotor de las reuniones anuales de
de Latinoamérica en las universidades de Chile y Argentina. Los aportes de Sempat COMECSO sobre el desarrollo económico y social de México y sobre historia
en México en múltiples campos de investigación, y muy particularmente en los empresarial, su labor ha sido clave en el despegue de la historia regional en Méxi-
estudios históricos sobre el papel del mercado interno en la colonia y sobre el sector co. Y a ello hay que agregar su labor como fundador de la Asociación de Historia
minero, despertaron el interés de docenas de jóvenes investigadores que luego Económica del Norte de México.
seguirían y siguen sus huellas. 6 En el decenio de 1970 no sería erróneo sugerir que Pero más allá de la labor realizada por historiadores para el impulso de esta
el mayor impulso a la historia económica en México provino de la Dirección de di.sciplina en cierto sentido híbrida de la histori~ económica, también hay que
Estudios Históricos deliNAH merced a la labor realizada y encauzada por Enri- tener en cuenta las colaboraciones de los economistas. Entre ellos evidentemen-
que Florescano. Después de concluir y publicar una tesis pionera sobre los ciclos te destaca Leopoldo Solís, quien año tras año ha venido publicando ensayos y
de los precios del maíz en el México borbónico, seguida por ensayos sobre la conferencias en las cuales ofrece interpretaciones del desempeño de la economía
evolución agraria en la época colonial,7 Florescano se orientó durante un buen mexicana y de las distintas políticas económicas adoptadas. 9 Su influencia, como
tiempo a impulsar a los investigadores del INAH en la reconstrucción de series es bien sabido, ha sido inmensa, aunque mucho más notoria en el campo político
históricas de estadísticas económicas y, simultáneamente, en la fabricación de y bancario que en el estrictamente académico.
una monumental biblíografía del desarrollo económico en México, publicada en Una generación más joven de economistas, encabezada por Enrique Cárde-
tres volúmenes. Entre las obras publicadas pueden recordarse las series de diez-- nas, actual rector de la Universidad de las Américas en Puebla, siguió el derrote-
mos coloniales y las de la real hacienda colonial, recopiladas por Herbert Klein y ro abierto por Solís y por investigadores estadounidenses como Clark Reynolds y
John TePaske. En efecto, ha sido eiiNAH la institución que ha editado mayor John Coatsworth, entre otros. Cárdenas nos ha regalado no sólo una interpreta~
número de tomos de materiales estadísticos en el campo de la historia económi- ción heterodoxa pero empíricamente muy sólida de la evolución de la economía
ca, aunque debe sugerirse que bien merecería la pena que estas series pudieran mexicana en los años de 1930, sino que además ha editado numerosas antologías
digitalizarse y ponerse en un cd-rom para uso de los investigadores contemporá- de historia económica y redactado dos importantes estudios de las políticas eco-
neos ya que por el momento sólo se pueden consultar en papel. nómicas mexicanas en el último medio siglo. 10
Si el decepio de 1970 estuvo signado por las interpretaciones generales que Hasta aquí se han mencionado solamente las contribuciones de historiadores
ofrecieron Enrique Florescano, Carlos Sempat Assadourian, Sergio de la Peña y económicos que trabajan en México, pero hay que resaltar que de importancia
otros, la década de 1980 estuvo marcada por la eclosión de la historia regional, similar han sido los aportes de historiadores en el extranjero que se han interesado
cobrando especial intensidad aquellos volcados a la historia económica regional. vivamente por la evolución de la economía en la época colonial y los siglos XIX y xx.
Esta tendencia tomó vuelo en la Universidad Autónoma de Puebla desde fines Son tantas y tan diversas las contribuciones de historiadores ingleses, franceses,
de los años de 1970 impulsada por el malogrado y brillante historiador haitiano italianos, españoles, alemanes y estadounidenses en la reconstrucción de la histo~
Joaquín Benoit, acompañado por proyectos editoriales y de investigación en los ria económica mexicana que ello sugiere que estamos trabajando en un terreno de
que participaron Enrique Semo y Guadal u pe Nava. También debe señalarse, muy estudio importante y atractivo. Si no: lcómo se explica que decenas de investiga-
especialmente, la larga y constante labor docente y de promoción de investiga- dores de tantos países centren su atención año por año en la historia mexicana?
ciones sobre temas coloniales y del siglo XIX realizada por Juan Carlos Grosso, Finalmente, cabe sugerir que en los últimos quince años tiende a observarse
maestro de maestros en Puebla. una tendencia marcada hacia la especialización y hacia el desarrollo de subdisciplinas
Al mismo tiempo, en el norte oriental de México, en Monterrey, un compa- dentro del campo más general de la historia económica. Así, en el caso de México
triota de Grosso, Mario Cerutti, comenzaba desde 1975 a impulsar la historia
económica y empresarial regional. Su empe~o fue asombroslJ, tanto así que pro- 8
Entre las múltiples obras de Cerutti puede señalarse a título de ejemplo: Burguesía, capitales e industria
en el norte de México, 1850-1910, México, Alianza Mexicana, 1992.
9
6
Entre las múltiples obras de Carlos Sempat Assadourian quizá las más citadas son El sistema de la La obra más citada de Salís es, sin duda, La realidml económica mexicana: retroo1si6n y perspecrivas,
economía colonial: mercado interno, regíones -y espacio económico, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1982; México, Siglo XX!, 1985, con más de quince reimpresiones; pero además en los últimos tiempos viene
Minería -y espacio económico en los Andes, siglos XV!- :XX, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1980, y Modos de cando numerosas conferencias que se refieren a la historia económica, como es el caso de Medio siglo en la vida
producción en América Latina, Córdoba, Argentina, 1975 (Cuadernos de Pasado y Presente). económica de México, 1943-1993, México, El Colegio Nacional, 1994.
10
1 Me refiero a las obras clásicas de florescano: Precios del mal~ y crisis agrícolas en México, 1708-1810, Enrique Cárdenas, La industrialización mexicana durante la gran depresión, México, El Colegio de Méxi-
México, El Colegio de México, 1969 (posteriormente edimdo por Ediciones Era en 1986), y Origen -y desarrollo co, 1987; La política económica en México, 1950-1994, México, Fondo de Cultura Económica, 1996; y La
de los problemas agrarios de México, 1500-1821, México, Era, 1976. hacienda pública y la política económica, 1929-1958, México, Fondo de Cultura Económica, 1994.

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·~
se cuenta hoy en día con un amplio número de investigadores que se especializan Las perspectivas hacia el futuro para la disciplina son alentadoras, pero los
en la historia agraria, la ganadería, el estudio histórico de haciendas y plantaciones retos para el futuro son también formidables. En particular existe el desafío de
y la tecnología agrícola. Asimismo existe un nutrido grupo de especialistas en his- lograr despertar un mayor interés en la historia económica mexicana no sólo
toria minera, los cuales han, inclusive, creado una muy activa Asociación de His- de parte de jóvenes historiadores, sino tam!:lién de los alumnos y profesores de
toria Minera Latinoamericana, que viene celebrando congresos sumamente pro- economía y especialmente de administración pública y de empresas. Es cierto
ductivos desde hace ya bastantes años. Otro grupo importante de estudiosos se que en la mayoría de las facultades de economía se incluyen materias de histo-
dedica a la historia industrial, con particular énfasis en el sector textil, contándose ria económica en e.l currículum, pero en cambio en las carreras de administra-
ya más de dos docenas de especialistas en esta subdisciplina. ción se observa aún una sorprendente falta de interés en los trabajos de tipo
Existen asimismo numerosos investigadores que han protagonizado una pe- histórico, a pesar de que ya existe una literatura nueva y sugerente sobre la evo-
queña revolución en el estudio de los mercados regionales en México; la canti- lución de numerosas empresas del país y en diferentes sectores económicos. 12 El
dad de publicaciones en este terreno, especialmente para el siglo XV!ll, es realmen- momento es, por tanto, propicio para nuevas aventuras intelectuales como
te notable. No menos importantes han sido los avances en el análisis histórico de que lanzaron los pioneros en este campo de investigación, los cuales constituyen
los transportes y las obras públicas: recientes libros sobre la historia de los ferrocarri- el Consejo de Honor de ésta, nuestra novísima Asociación Mexicana de Historia
les desde fines del siglo XIX hasta los años de 1950 y trabajos sobre las obras Económica. O
públicas en la época del porfiriato son testimonio de los esfuerzos realizados.
Tampoco debe olvidarse que un nutrido grupo de investigadores ha trabajado
en temas de la historia de las finanzas, del crédito colonial y de la banca y de la.
hacienda pública desde hace más de un decenio, produciendo cerca de una decena
de tesis doctorales en este campo, y ha realizado numerosos coloquios sobre esta
rica y diversa temática. Y, por último, cabe resaltar que la historia empresarial y la
historia de empresas constituyen un campo que también está dando frutos cada
vez más abundantes y ricos: una docena de tesis doctorales recientes (y varios
libros) son testimonio de los avances alcanzados en éste, uno de los más nuevos y
prometedores espacios de investigación de historia económica en el país.
No obstante los avances, no todo es color de rosa en la historia económica
mexicana. Hay importantes lagunas no cubiertas. Por ejemplo, la historia del
pensamiento económico ha quedado seriamente rezagada, y son pocos los prac-
ticantes de esta subdisciplina esencial en el país. Asimismo puede argumentarse
que la labor de reconstrucción cuantitativa de la hiscoria económica, especial-
mente para los siglos XIX y XX, deja mucho que desear a pesar de algunos avances
importantes. Por último, debe agregarse que el talón de Aquiles de la disciplina
probablemente reside en el siglo XX, ya que, sorprendentemente, ahora sabemos
menos sobre lo que ha pasado con la economía mexicana en el transcurso del
presente siglo de lo que conocemos acerca de su desempeño en otros periodos
como el borbónico o el porfiriato. ·
En suma, la historia económica en México ha alcanzado sustanciales avan-
ces en los últimos decenios: existe actualmente una nutrida bibliografía, diversas
revistas que dan acogida especial a su producción y se produce un gran interés y
un loable esfuerzo en la recuperación de múltiples fuentes y archivos de carácter
histórico para su estudio. 11
11
Para un estudio sectorial magistral véase Horacío Crespo (comp.), Historia del azúcar en México, 2 v.,
11 Entre los archivos privados más importantes se cuentan el Archivo Histórico de Banamex fundado en México, Fondo de Cultura Económica, 1988. Para una muestra de los diversos trabajos realizados sobre la
1990, el Archivo de la Compañía Minera de Real del Monte (acaso el archivo minero privado más imporranre historia de empresas véase Mario Cerutti y Carlos Marichal, Historia de las grandes empresas en México, 1850-
de Latinoamérica), y el Archivo de Fundidora de Monterrey, para citar solamente unos cuantos. 1930, México, Fondo de Cultura Económica, 1998.

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se cuenta hoy en día con un amplio número de investigadores que se especializan Las perspectivas hacia el futuro para la disciplina son alentadoras, pero los
en la historia agraria, la ganadería, el estudio histórico de haciendas y plantaciones retos para el futuro son también formidables. En particular existe el desafío de
y la tecnología agrícola. Asimismo existe un nutrido grupo de especialistas en his- lograr despertar un mayor interés en la historia económica mexicana no sólo
toria minera, los cuales han, inclusive, creado una muy activa Asociación de His- de parte de jóvenes historiadores, sino tam!:lién de los alumnos y profesores de
toria Minera Latinoamericana, que viene celebrando congresos sumamente pro- economía y especialmente de administración pública y de empresas. Es cierto
ductivos desde hace ya bastantes años. Otro grupo importante de estudiosos se que en la mayoría de las facultades de economía se incluyen materias de histo-
dedica a la historia industrial, con particular énfasis en el sector textil, contándose ria económica en e.l currículum, pero en cambio en las carreras de administra-
ya más de dos docenas de especialistas en esta subdisciplina. ción se observa aún una sorprendente falta de interés en los trabajos de tipo
Existen asimismo numerosos investigadores que han protagonizado una pe- histórico, a pesar de que ya existe una literatura nueva y sugerente sobre la evo-
queña revolución en el estudio de los mercados regionales en México; la canti- lución de numerosas empresas del país y en diferentes sectores económicos. 12 El
dad de publicaciones en este terreno, especialmente para el siglo XV!ll, es realmen- momento es, por tanto, propicio para nuevas aventuras intelectuales como
te notable. No menos importantes han sido los avances en el análisis histórico de que lanzaron los pioneros en este campo de investigación, los cuales constituyen
los transportes y las obras públicas: recientes libros sobre la historia de los ferrocarri- el Consejo de Honor de ésta, nuestra novísima Asociación Mexicana de Historia
les desde fines del siglo XIX hasta los años de 1950 y trabajos sobre las obras Económica. O
públicas en la época del porfiriato son testimonio de los esfuerzos realizados.
Tampoco debe olvidarse que un nutrido grupo de investigadores ha trabajado
en temas de la historia de las finanzas, del crédito colonial y de la banca y de la.
hacienda pública desde hace más de un decenio, produciendo cerca de una decena
de tesis doctorales en este campo, y ha realizado numerosos coloquios sobre esta
rica y diversa temática. Y, por último, cabe resaltar que la historia empresarial y la
historia de empresas constituyen un campo que también está dando frutos cada
vez más abundantes y ricos: una docena de tesis doctorales recientes (y varios
libros) son testimonio de los avances alcanzados en éste, uno de los más nuevos y
prometedores espacios de investigación de historia económica en el país.
No obstante los avances, no todo es color de rosa en la historia económica
mexicana. Hay importantes lagunas no cubiertas. Por ejemplo, la historia del
pensamiento económico ha quedado seriamente rezagada, y son pocos los prac-
ticantes de esta subdisciplina esencial en el país. Asimismo puede argumentarse
que la labor de reconstrucción cuantitativa de la hiscoria económica, especial-
mente para los siglos XIX y XX, deja mucho que desear a pesar de algunos avances
importantes. Por último, debe agregarse que el talón de Aquiles de la disciplina
probablemente reside en el siglo XX, ya que, sorprendentemente, ahora sabemos
menos sobre lo que ha pasado con la economía mexicana en el transcurso del
presente siglo de lo que conocemos acerca de su desempeño en otros periodos
como el borbónico o el porfiriato. ·
En suma, la historia económica en México ha alcanzado sustanciales avan-
ces en los últimos decenios: existe actualmente una nutrida bibliografía, diversas
revistas que dan acogida especial a su producción y se produce un gran interés y
un loable esfuerzo en la recuperación de múltiples fuentes y archivos de carácter
histórico para su estudio. 11
11
Para un estudio sectorial magistral véase Horacío Crespo (comp.), Historia del azúcar en México, 2 v.,
11 Entre los archivos privados más importantes se cuentan el Archivo Histórico de Banamex fundado en México, Fondo de Cultura Económica, 1988. Para una muestra de los diversos trabajos realizados sobre la
1990, el Archivo de la Compañía Minera de Real del Monte (acaso el archivo minero privado más imporranre historia de empresas véase Mario Cerutti y Carlos Marichal, Historia de las grandes empresas en México, 1850-
de Latinoamérica), y el Archivo de Fundidora de Monterrey, para citar solamente unos cuantos. 1930, México, Fondo de Cultura Económica, 1998.

38 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 39
0 SEMBLANZAS de México (1971-1972), director general de Política de Ingresos de la Secreta-
ría de Hacienda y Crédito Público (1977 -1978), coordinador general del Pro-
Fernando Rosenzweig Hernández, 1922-1988 1 grama de Puertos Industriales (1978-1982) y director general del Instituto
Nacional para la Educación de los Adultos (1983-1985).
La expropiación petrolera y las grandes concentraciones populares que tuvieron Convencido de que trabajar en un organismo internacional contribuiría a
lugar en los días posteriores marcaron la trayectoria vital de Fernando Rosenzweig redondear su formación y enriquecería su vida personal y familiar, ingresó a la
Hernández. Como él mismo lo consigna en un breve texto autobiográfico, a par- Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
tir de aquellas jornadas nació en él "el propósito de no seguir una carrera de lucro Primero se desempeñó como economista agrícola en Perú (1966-1969); a conti-
personal, de no orientarme hacia 'ganar dinero', sino de participar en la cosa nuación, como asesor del Ministerio de Agricultura de Ecuador (1970-1971); y,
pública de mi patria". bien durante toda su existencia se mantuvo fiel a esta por último, como jefe del Grupo Asesor de la FAO para la Integración de
determinación, transitó por muchos y muy variados caminos. Ello porque conci- Cenrroamérica (1972-1974).
bió la vida como una disposición permanente a asumir nuevos retos. Finalmente, también incursionó en la vida académica. Es ahí, quizá, donde
cursar estudios de derecho y economía en la Universidad Nacional Au- dej6 una huella más perdurable. Invitado por Daniel Cosía Villegas, entre 1958 y
tónoma de México, inició sus actividades laborales en el periodismo. Entre 1943 1962 participó en la preparación de la Historia moderna de México. En concreto,
y 1952 fue, primero, redactor de asuntos económicos y, después, jefe de redac- fue el responsable de redactar los capítulos correspondientes a industria, moneda
ción del semanario Tiempo, y entre 19 53 y 1954 trabajó en la revista Problemas y banca, así como a comercio exterior, del volumen El porfiriato. La vida económi-
Agrícolas e Industriales de México. Regresaría al periodismo, que le había atraído ca. En esa misma época escribió el artículo "El desarrollo económico de México
desde que era estudiante de secundaria, en dos ocasiones: en la primera mitad de de 1877 a 1911 ", que se publicó originalmente en El Trimestre Económico y que
los años sesenta, cuando fue editorialista de El Día y colaborador del suplemento ocupa un lugar distinguido en la bibliografía sobre la historia económica de México.
El Gallo Ilustrado, y en 1981-1982, cuando escribió en la revista Razones. También dio clases en El Colegio de México, no obstante que carecía de títulos
A finales de los años cuarenta sus ideas de izquierda y su deseo de "alimentar académicos, y preparó algunas traducciones del inglés para el Fondo de Cultura
una fuerza capaz de influir orgánicamente sobre las acciones de los gobernantes" Económica. Su segunda incursión en la academia se produjo entre 197 4 y 1976
lo llevaron a participar en la fundación del Partido Popular (PP). Durante sus casi cuando, junto con Trinidad Martínez Tarragó, recibió el encargo de echar a an-
cuatro años de militancia tuvo a su cargo el órgano de difusión del partido y dar el Centro de Investigación y Docencia Económicas. La tercera y última coin-
promovió activamente la candidatura de Vicente Lombardo Toledano a la presi- cidió con el final de su vida. Entre 1986 y 1988 dio algunos cursos y seminarios
dencia de la república. Desilusionado por la falta de independencia de los diri- en el Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora, el Centro de
gentes del PP, presentó su renuncia, pero su nombre quedó en la lista negra del Estudios Históricos de El Colegio de México y el Instituto Tecnológico Autóno-
macartismo y por más de quince años se le negó visa para viajar a Estados Unidos. mo de México. Asimismo colaboró en el arranque de El Colegio Mexiquense.
Fernando Rosenzweig volvería a realizar labores partidistas en 1976. En ese año Fernando Rosenzweig nunca dejó de pedalear. Cuando murió estaba prepa-
se sumó a la campaña presidencial de su antiguo compañero universitario, José rando un libro de texto de historia económica de México para estudiantes de
López Portillo, y prestó sus servicios en el Instituto de Estudios Políticos, Econó- licenciatura. O
micos y Sociales del Partido Revolucionario Institucional.
Rosenzweig comenzó su carrera en la administración pública en 1954, como
encargado del área económica de la Comisión del Papaloapan. A partir de enton- En recuerdo de Juan Carlos Grosso
ces y hasta 1985, con algunos paréntesis, desempeñó muy diversos cargos, lo que
pone de manifiesto una vocación de servicio inquebrantable, una gran capacidad
de adaptación y una firme voluntad para aprender y cumplir con las responsabili- Matilde Souto Mantecón
dades que le fueron encomendadas. Baste mencionar que fungió como jefe del Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora
Departamento de Proyecciones Agrícolas del Banco de México (1962-1965),
responsable de los programas de desarrollo agropecuario del gobierno del Estado La noche del miércoles 7 de febrero de 1996 me enteré de que Juan Carlos Grosso
había muerto el domingo anterior. Recuerdo bien las fechas, demasiado bien,
1 Agradecemos a Gabriel Rosenzweig el habernos proporcionado los datos para la realización de esta pues entonces estaba inmersa en el dolor que me producía la agonía de mi madre
semblanza. y tuve que comprobar cuánto más dolor se puede llegar a sentir.

40 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
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7-
0 SEMBLANZAS de México (1971-1972), director general de Política de Ingresos de la Secreta-
ría de Hacienda y Crédito Público (1977 -1978), coordinador general del Pro-
Fernando Rosenzweig Hernández, 1922-1988 1 grama de Puertos Industriales (1978-1982) y director general del Instituto
Nacional para la Educación de los Adultos (1983-1985).
La expropiación petrolera y las grandes concentraciones populares que tuvieron Convencido de que trabajar en un organismo internacional contribuiría a
lugar en los días posteriores marcaron la trayectoria vital de Fernando Rosenzweig redondear su formación y enriquecería su vida personal y familiar, ingresó a la
Hernández. Como él mismo lo consigna en un breve texto autobiográfico, a par- Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
tir de aquellas jornadas nació en él "el propósito de no seguir una carrera de lucro Primero se desempeñó como economista agrícola en Perú (1966-1969); a conti-
personal, de no orientarme hacia 'ganar dinero', sino de participar en la cosa nuación, como asesor del Ministerio de Agricultura de Ecuador (1970-1971); y,
pública de mi patria". bien durante toda su existencia se mantuvo fiel a esta por último, como jefe del Grupo Asesor de la FAO para la Integración de
determinación, transitó por muchos y muy variados caminos. Ello porque conci- Cenrroamérica (1972-1974).
bió la vida como una disposición permanente a asumir nuevos retos. Finalmente, también incursionó en la vida académica. Es ahí, quizá, donde
cursar estudios de derecho y economía en la Universidad Nacional Au- dej6 una huella más perdurable. Invitado por Daniel Cosía Villegas, entre 1958 y
tónoma de México, inició sus actividades laborales en el periodismo. Entre 1943 1962 participó en la preparación de la Historia moderna de México. En concreto,
y 1952 fue, primero, redactor de asuntos económicos y, después, jefe de redac- fue el responsable de redactar los capítulos correspondientes a industria, moneda
ción del semanario Tiempo, y entre 19 53 y 1954 trabajó en la revista Problemas y banca, así como a comercio exterior, del volumen El porfiriato. La vida económi-
Agrícolas e Industriales de México. Regresaría al periodismo, que le había atraído ca. En esa misma época escribió el artículo "El desarrollo económico de México
desde que era estudiante de secundaria, en dos ocasiones: en la primera mitad de de 1877 a 1911 ", que se publicó originalmente en El Trimestre Económico y que
los años sesenta, cuando fue editorialista de El Día y colaborador del suplemento ocupa un lugar distinguido en la bibliografía sobre la historia económica de México.
El Gallo Ilustrado, y en 1981-1982, cuando escribió en la revista Razones. También dio clases en El Colegio de México, no obstante que carecía de títulos
A finales de los años cuarenta sus ideas de izquierda y su deseo de "alimentar académicos, y preparó algunas traducciones del inglés para el Fondo de Cultura
una fuerza capaz de influir orgánicamente sobre las acciones de los gobernantes" Económica. Su segunda incursión en la academia se produjo entre 197 4 y 1976
lo llevaron a participar en la fundación del Partido Popular (PP). Durante sus casi cuando, junto con Trinidad Martínez Tarragó, recibió el encargo de echar a an-
cuatro años de militancia tuvo a su cargo el órgano de difusión del partido y dar el Centro de Investigación y Docencia Económicas. La tercera y última coin-
promovió activamente la candidatura de Vicente Lombardo Toledano a la presi- cidió con el final de su vida. Entre 1986 y 1988 dio algunos cursos y seminarios
dencia de la república. Desilusionado por la falta de independencia de los diri- en el Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora, el Centro de
gentes del PP, presentó su renuncia, pero su nombre quedó en la lista negra del Estudios Históricos de El Colegio de México y el Instituto Tecnológico Autóno-
macartismo y por más de quince años se le negó visa para viajar a Estados Unidos. mo de México. Asimismo colaboró en el arranque de El Colegio Mexiquense.
Fernando Rosenzweig volvería a realizar labores partidistas en 1976. En ese año Fernando Rosenzweig nunca dejó de pedalear. Cuando murió estaba prepa-
se sumó a la campaña presidencial de su antiguo compañero universitario, José rando un libro de texto de historia económica de México para estudiantes de
López Portillo, y prestó sus servicios en el Instituto de Estudios Políticos, Econó- licenciatura. O
micos y Sociales del Partido Revolucionario Institucional.
Rosenzweig comenzó su carrera en la administración pública en 1954, como
encargado del área económica de la Comisión del Papaloapan. A partir de enton- En recuerdo de Juan Carlos Grosso
ces y hasta 1985, con algunos paréntesis, desempeñó muy diversos cargos, lo que
pone de manifiesto una vocación de servicio inquebrantable, una gran capacidad
de adaptación y una firme voluntad para aprender y cumplir con las responsabili- Matilde Souto Mantecón
dades que le fueron encomendadas. Baste mencionar que fungió como jefe del Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora
Departamento de Proyecciones Agrícolas del Banco de México (1962-1965),
responsable de los programas de desarrollo agropecuario del gobierno del Estado La noche del miércoles 7 de febrero de 1996 me enteré de que Juan Carlos Grosso
había muerto el domingo anterior. Recuerdo bien las fechas, demasiado bien,
1 Agradecemos a Gabriel Rosenzweig el habernos proporcionado los datos para la realización de esta pues entonces estaba inmersa en el dolor que me producía la agonía de mi madre
semblanza. y tuve que comprobar cuánto más dolor se puede llegar a sentir.

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41

7-
Había conocido a Juan Carlos apenas cinco años antes; poco tiempo en rea- rando encontrarlo en cualquier instante, escucho su voz comentándome las últi-
lidad (pero Lcuánto más habría sido suficiente?; todo el tiempo no habría bastado mas peripecias alrededor de la edición de la· revista Siglo XIX, cuya dirección
y sin embargo me hubiera conformado con una sola tarde conversando, tomando estuvo a su cargo en el Instituto Mora, y lo veo frente a la computadora revisan-
café y fumando un cigarrillo, pues así era él, llenaba con una sencillez mágica do las bases de datos que contenían las alcabalas poblanas. Sé que no volverá,
cualquier instante a su lado), poco tiempo sí, pero atesoro esos años como uno de pero también sé que es porque no se ha marchado y espero que nunca lo dejemos
mis recuerdos académicos más entrañables. Podría escribir sobre Juan Carlos partir del todo. O
repitiendo lo que otros que lo conocieron mejor y durante más tiempo ya escri-
bieron; escribir por ejemplo de sus años en la Universidad qe Buenos Aires, de su
formación aliado de José Luis Romero, de Tulio Halperin, de Ruggiero Romano,
de su exilio de Argentina a México, de su fructífero quehacer docente en la
Universidad Autónoma de Puebla, de la enorme y pionera labor en el estudio de
las alcabalas novohispanas realizada junto con Juan Carlos Garavaglia -compa-
ñeros inseparables-, pero pienso que es mejor escribir sobre el Juan Carlos Grosso
que yo conocí.
A partir de 1992 tuve el enorme privilegio de trabajar a su lado en el Institu-
to Mora; en realidad bajo su tutela, ya que fue mi mentor precisamente en el
estudio de las alcabalas y de su utilización para el análisis del devenir económico.
de una región. En un principio el tema, debo ahora confesarlo, estaba lejos de
parecerme fascinante; más bien al contrario, ya que las primeras series
alcabalatorias a las que me enfrenté me causaron cierto resquemor. Sin embargo,
Juan Carlos Grosso tenía una habilidad prodigiosa para enseñar, un talento ma-
ravilloso para conducir a sus discípulos con un rigor extraordinario y a la vez con
una gran elegancia, tanto que consiguió que el tema me cautivara. Juan Carlos
era de esos sabios profesores que sabían enseñar sobre la humanidad a partir de
unas cuantas cifras fiscales en apariencia frías e insignificantes. Juan Carlos, ade-
más, era de una generosidad ilimitada; siempre estaba dispuesto a ofrecerlo todo,
no sólo un dato, la referencia de un buen documento o de un buen libro, sino
ideas, hipótesis de trabajo, conclusiones que todavía no había puesto por escrito.
Recuerdo otro rasgo de Juan Carlos que siempre me maravilló: el respeto que
invariablemente mostraba hacia las ideas de los demás y su disposición perma-
nente a defender --quizá aquí debiera decir a rescatar-las ideas de sus alumnos
y discípulos. Creo que esto era parte de su gran generosidad, de la nobleza de su
espíritu, el considerar que todos podíamos aportar algo, aunque pareciera (a ve-
ces fuera) insignificante, pues él tenía el don de convertirlo en algo importante al
situarlo en un contexto más amplio. Antes empleé las palabras rigor y elegancia
juntas, y no fue una casualidad, pues siempre que recuerdo a Juan Carlos éstas
son las palabras que me vienen a la mente. Con nosotros, sus alumnos, sus discí-
pulos, sus compañeros de seminario, él siempre empleó un gran rigor académico:
no dejaba pasar ningún error u omisión, pero invariablemente los señalaba con
una gran elegancia, jamás, nunca, con el ánimo de demostrar cuánto sabía él, ni
mucho menos con el afán de hacer ver a su interlocutor el equívoco en el que
estaba. Era, en suma, un verdadero maestro y, como tal, un magnífico y entraña-
ble amigo. Han pasado cuatro años y todavía miro los pasillos del Instituto espe-

42 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
43
Había conocido a Juan Carlos apenas cinco años antes; poco tiempo en rea- rando encontrarlo en cualquier instante, escucho su voz comentándome las últi-
lidad (pero Lcuánto más habría sido suficiente?; todo el tiempo no habría bastado mas peripecias alrededor de la edición de la· revista Siglo XIX, cuya dirección
y sin embargo me hubiera conformado con una sola tarde conversando, tomando estuvo a su cargo en el Instituto Mora, y lo veo frente a la computadora revisan-
café y fumando un cigarrillo, pues así era él, llenaba con una sencillez mágica do las bases de datos que contenían las alcabalas poblanas. Sé que no volverá,
cualquier instante a su lado), poco tiempo sí, pero atesoro esos años como uno de pero también sé que es porque no se ha marchado y espero que nunca lo dejemos
mis recuerdos académicos más entrañables. Podría escribir sobre Juan Carlos partir del todo. O
repitiendo lo que otros que lo conocieron mejor y durante más tiempo ya escri-
bieron; escribir por ejemplo de sus años en la Universidad qe Buenos Aires, de su
formación aliado de José Luis Romero, de Tulio Halperin, de Ruggiero Romano,
de su exilio de Argentina a México, de su fructífero quehacer docente en la
Universidad Autónoma de Puebla, de la enorme y pionera labor en el estudio de
las alcabalas novohispanas realizada junto con Juan Carlos Garavaglia -compa-
ñeros inseparables-, pero pienso que es mejor escribir sobre el Juan Carlos Grosso
que yo conocí.
A partir de 1992 tuve el enorme privilegio de trabajar a su lado en el Institu-
to Mora; en realidad bajo su tutela, ya que fue mi mentor precisamente en el
estudio de las alcabalas y de su utilización para el análisis del devenir económico.
de una región. En un principio el tema, debo ahora confesarlo, estaba lejos de
parecerme fascinante; más bien al contrario, ya que las primeras series
alcabalatorias a las que me enfrenté me causaron cierto resquemor. Sin embargo,
Juan Carlos Grosso tenía una habilidad prodigiosa para enseñar, un talento ma-
ravilloso para conducir a sus discípulos con un rigor extraordinario y a la vez con
una gran elegancia, tanto que consiguió que el tema me cautivara. Juan Carlos
era de esos sabios profesores que sabían enseñar sobre la humanidad a partir de
unas cuantas cifras fiscales en apariencia frías e insignificantes. Juan Carlos, ade-
más, era de una generosidad ilimitada; siempre estaba dispuesto a ofrecerlo todo,
no sólo un dato, la referencia de un buen documento o de un buen libro, sino
ideas, hipótesis de trabajo, conclusiones que todavía no había puesto por escrito.
Recuerdo otro rasgo de Juan Carlos que siempre me maravilló: el respeto que
invariablemente mostraba hacia las ideas de los demás y su disposición perma-
nente a defender --quizá aquí debiera decir a rescatar-las ideas de sus alumnos
y discípulos. Creo que esto era parte de su gran generosidad, de la nobleza de su
espíritu, el considerar que todos podíamos aportar algo, aunque pareciera (a ve-
ces fuera) insignificante, pues él tenía el don de convertirlo en algo importante al
situarlo en un contexto más amplio. Antes empleé las palabras rigor y elegancia
juntas, y no fue una casualidad, pues siempre que recuerdo a Juan Carlos éstas
son las palabras que me vienen a la mente. Con nosotros, sus alumnos, sus discí-
pulos, sus compañeros de seminario, él siempre empleó un gran rigor académico:
no dejaba pasar ningún error u omisión, pero invariablemente los señalaba con
una gran elegancia, jamás, nunca, con el ánimo de demostrar cuánto sabía él, ni
mucho menos con el afán de hacer ver a su interlocutor el equívoco en el que
estaba. Era, en suma, un verdadero maestro y, como tal, un magnífico y entraña-
ble amigo. Han pasado cuatro años y todavía miro los pasillos del Instituto espe-

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~
p
o ENTREVISTAS

Entrevista a Leonor Ludlow

Alicia Salmerón
Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora

Elisa Speckman
Instituto de Investigaciones Históricas. UNAM

Desde hace muchos años la doctora Leonor Ludlow forma parte del cuerpo académico
de la Universidad Nacional Autónoma de México, primero de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales y más tarde del Instituto de Investigaciones Históricas. A lo largo
de este tiempo se ha distinguido comO profesora y como investigadora. Pionera en el
tema de la historia de la banca, ha promovido y coordinado diversos coloquios, semina­ ,
rios y grupos de trabajo, de los cuales han emergido relevantes publicaciones colec­
tivas. Además, es una de las fundadoras y principales impulsoras de la Asociación
Mexicana de Historia Económica ,
Queremos comenzar esta entrevista preguntán­ estudiar numerosos trabajos de autores mexi­
dole ¿cómo surgió su interés por la historia eco­ canos y extranjeros, muchos de ellos publi­
nómica y, en particular, por el estudio de los cados durante el auge historiográfico que se
bancos! presentó entre 1960 y 1980. En el periodo
de 1977 a 1990 -años en que impartí, una o
Tal vez deba precisar primero que mi interés dos veces por semestre, las materias del ciclo
por los bancos se centra en sus aspectos po­ Formación Social Mexicana-, no sólo apren­
lfticos y sociales, es decir. en su relación con dí historia de México sino que llegué a en­
el régimen político y los grupos de poder. Esta tender de forma clara diversos procesos his­
inquietud surgió a lo largo de mis estudios tóricos; tuve que hacerlo, pues tenía que
de licenciatura, que cursé en la Facultad de explicarlos a jóvenes que no eran historia­
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. dores y que cursaban los primeros semestres
Después de muchos ires y venires, ese inte­ de todas las carreras que se impartían en esa
rés se definió más claramente durante mi Facultad. También aprendí algo de historia
primer intento por realizar el doctorado en de otros países, pues me parecía importante
París, bajo la tutoría del doctor Ruggiero hacer referencias al extranjero, sobre todo
Romano. En esa época comencé a pregun­ en las materias que frecuentaban los alum­
tarme acerca de las relaciones entre la clase nos de Relaciones Internacionales.
política y la clase económica en el México Asimismo, a principios de la década de
de finales del siglo XIX, pregunta que desde los ochenta tuve también la oportunidad
la teoría política me fue imposible responder. de acercarme al grupo de profesores del pro­
Al regresar a México empecé a impartir grama de historia de la Universidad Autó­
cursos de historia en la Facultad de Ciencias noma Metropolitana-Iztapalapa, y asistí a
Políticas. Esos cursos me permitieron leer y conferencias y reuniones de trabajo que

,--- 44 HISTÓRICAS 5
impulsaron algunos de ellos. Por ejemplo, Antonio Bátiz, quien ya llevaba camino an-
0 ENTREVISTAS el doctor Carlos Marichal-que acababa de dado en la recuperación del archivo de esa
a México- invitó a un par de confe- institución y quien, amable y gentilmente,
rencistas muy buenos: el español Gabriel nos facilitó esos fondos. Gracias a su apoyo
Entrevista a Leonor Ludlow Tortella y el francés Jean Bouvíer, ambos pude elaborar mis primeros escritos sobre la
especialistas en temas bancarios, que nos formación del Banco Nacional de México.
presentaron un panorama de temas y pro- En fin, éste es el recorrido que me ha
Alicia Salmerón blemas de la historia financiera en sus res- permitido avanzar con fortuna en el campo
Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora pectivos países. Ese ciclo sobre temas ban- de la historia de la banca.
carios, en particular, duró un poco más de
Elisa Speckman una semana y fue muy interesante; de he-
cho, fue el que más entusiasmó a un buen i Podría decimos sí en su condición de
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
número de los asistentes, a mí entre ellos. historiadora ha encontrado dificultades para
Nos gustó tanto que nos animó a organizar abrirse paso en el medio académico?
Desde hace muchos años la doctora Leonor Ludlow forma parte del cuerpo académico un seminario sobre historia financiera. Y en
de la Universidad Nacional Autónoma de México, primero de la f-acultad de Ciencias 1984, junto con Carlos Marichal y con el Los encontré y los sigo encontrando, por-
Políticas y Sociales y más tarde del Instituto de Investigaciones Histórica~. A lo largo apoyo de la Coordinación de Humanida- que nunca faltan los sentimientos misóginos
de este tiempo se ha distinguido como profesora y como investigadora. Pionera en el des de la UNAM -que entonces dirigía Julio mezclados con celos y recelos, no sólo en-
tema de la historia de la banca, ha promovido y coordinado diversos coloquios, semina- Labastida-, organicé el Seminario de His- tre los hombres sino también entre algunas
rios y grupos de trabajo, de los cuales han emergido relevantes publicaciones colec- toria de las Finanzas y del Crédito. Un año colegas. Sin embargo, tampoco he enfren-
tivas. Además, es una de las fundadoras y principales impulsoras de la Asociación más tarde se celebró un coloquio, y las po- nunca conflictos insalvables ... De he-
Mexicana de Historia Económica nencias ahí presentadas se agruparon en el cho creo que, a pesar de todo, pertenezco a
libro de Banca y poder en México, que publi- una generación afortunada en ese sentido.
estudiar numerosos trabajos de autores mexi- có la editorial Grijalbo. En las reuniones del Como profesionista, yo formo parte de
Queremos comenzar esta entrevista preguntán-
canos y extranjeros, muchos de ellos seminario participaron especialistas recono- la generación de los sesenta, años en que se
dole lcómo surgió su interés por la historia eco-
cados durante el auge historiográfico que se cidos, como Jan Bazant, Moisés González redobló la presencia de las mujeres en la
nómica y, en particular, por el estudio de los
presentó entre 1960 y 1980. En el periodo Navarro, Mario Ceruttí y Barbara Tenen- UNAM; en esa época era común en el país, y
bancos! de 1977 a 1990 -años en que impartí, una o baum, además de jóvenes investigadores, va- más aún en los medios académicos, que las
dos veces por semestre, las materias del ciclo rios de ellos pertenecientes a la Dirección mujeres se incorporaran al mercado de tra-
Tal vez deba precisar primero que mí interés
Formación Social Mexicana-, no sólo apren- de Estudios Históricos del INAH y candida- bajo. Las mujeres entramos a trabajar a la
por los bancos se centra en sus aspectos po-
dí historia de México sino que llegué a en- tos al grado de maestro en Historia por la Universidad en situación igualitaria a la de
líticos y sociales, es decir, en su relación con
tender de forma clara diversos procesos his- UAM y por la Universidad Autónoma de Pue- nuestros colegas hombres, que no resintie-
el régimen político y los grupos de poder. Esta
tóricos; tuve que hacerlo, pues tenía que bla. Me gustaría hacer mención especial de ron ni obstaculizaron nuestro arribo, al me-
inquietud surgió a lo largo de mis estudios
explicarlos a jóvenes que no eran historia- una de estas jóvenes: Araceli lb arra, a quien nos no abiertamente. Además, en la Facul-
de licenciatura, que cursé en la Facultad de
dores y que cursaban los primeros semestres recuerdo con mucho afecto. Ella participó tad de Ciencias Políticas tuvimos siempre la
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
de todas las carreras que se impartían en esa con nosotros en la primera parte del semi- misma oportunidad para dar clases, publi-
Después de muchos íres y veníres, ese inte-
Facultad. También aprendí algo de historia nario, pero desgraciadamente falleció. car, o asistir a reuniones académicas. Esta
rés se definió más claramente durante mi
de otros países, pues me parecía importante De forma paralela a esta iniciativa, Car- situación no cambió cuando me incorporé
primer intento por realizar el doctorado en
hacer referencias al extranjero, sobre todo los Maríchal y yo empezamos a tocar puer- al Instituto de Investigaciones Históricas,
París, bajo la tutoría del doctor Ruggiero
en las materias que frecuentaban los alum- tas para tener acceso a los archivos de los en 1990; y continúa siendo igual hoy en día.
Romano. En esa época comencé a pregun-
nos de Relaciones Internacionales. bancos, que entonces estaban administra- En este punto cabe reconocer la gene-
tarme acerca de las relaciones entre la clase
Asimismo, a principios de la década de dos por representantes del gobierno. Tuvi· rosidad de la UNAM con las mujeres de mi
política y la clase económica en el México
los ochenta tuve también la oportunidad mos la suerte de recibir el apoyo del maes- generación: la Universidad facilitó nuestro
de finales del siglo XIX, pregunta que desde
de acercarme al grupo de profesores del pro· tro Fernando Solana, director de Banamex, desempeño como académicas, sin impedir
la teoría política me fue imposible responder.
grama de historia de la Universidad Autó- así como de Pablo Aveleyra, que. era su di- nuestro desarrollo, al mismo tiempo, como
Al regresar a México empecé a impartir
noma Metropolitana-Iztapalapa, y asistí a rector de Estudios Económicos y Sociales. madres y esposas. Claro que nunca faltaron
cursos de historia en la Facultad de Ciencias
conferencias y reuniones de trabajo que nos remitieron con el licenciado los reclamos o apuros de uno y otro lado: en
Políticas. Esos cursos me permitieron leer y

HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 45
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la casa paredamos ser demasiado universi- de los ingleses y, de forma más reciente, tam- Me parece que, en buena parte, esto se pue- En términos generales creo que la histo-
tarias -en mi caso, mis hijas Na taHa y Jime- bién de los españoles. de explicar a partir del origen mismo de la riografía mexicana, incluyendo la de temas
na exigían mi atención-; y en el ámbito pro- Entre los especialistas franceses más des- preocupación por las instituciones de cré- económicos, sigue siendo eminentemente
fesional, en el que tampoco podíamos estar tacados en el estudio de la banca habría que dito. Inglaterra y Francia tienen toda una empírica, documentalista y bastante cerra-
de lleno, se nos demandaba la asistencia a mencionar primero a Hubert Luthy -intere- tradición de estudios sobre la industria y, da a la literatura extranjera. Afortunadamen-
reuniones y a otros compromisos ... Con todo, sado en especial por la banca protestante-, de alguna manera, el interés por la banca te, creo que los autores más jóvenes están
insisto, la UNAM ha sido muy generosa con Jean Bouvier, Maurice Lévy-Leboyer y ha venido respondiendo a las exigencias preocupados ya por situar sus temas en dis-
las mujeres de mi generación. Tanto que va- Bertrand Gille, todos ellos con importantes propias de esos estudios: los investigadores cusiones más amplias que rebasan los límites
rias de nosotras hemos contado con el tiem- obras, publicadas ya· hace años, que revisan el han tenido que acercarse a los bancos al estrechos de las experiencias nacionales.
po y todo tipo de apoyo para concluir nues- papel del capital financiero de Francia en ·interesarse en el financiamiento de las em-
En cuanto a la historia económica, en par-
tros estudios de posgrado en años recientes, el siglo XIX, su importancia internacional y sus presas, pero también al tratar de explicar la ticular, me parece difícil ubicar corrientes.
ya con los hijos adolescentes. Así lo prueban relaciones con la industria. De manera más fuerza con que las economías de esos países De entrada, habría que decir que el número
las estadísticas: hay un importante número reciente, han aparecido además trabajos de se proyectaron a nivel internacional. Recuer- de historiadores económicos es bastante re-
de mujeres de mi edad que obtuvimos el gra- Hubert Bonin, Alain Plessis y Louis Bergeron do uno de los libros de Cameron acerca de ducido. Y es claro que aquí, como en otras
do más tarde que las jóvenes de hoy en día. sobre los grupos financieros en Francia y el la expansión francesa en una amplia región
partes, podemos observar que los autores tie-
desarrollo de las empresas en largos periodos. del Mediterráneo: los empresarios franceses nen formaciones distintas y trabajan con
Ahora, de entre los trabajos de los histo- dirigieron sus inversiones hacia muy diver- métodos diferentes. Por ejemplo, el grupo
Entrando al tema de la historia de la banca en riadores ingleses sobre el tema, me parece . sos sectores -exportaciones de bienes e im-
más pequeño de historiadores interesados en
el siglo XIX, icuáles considera que son las obras que los estudios de Ron don Ca me ron y Char- portación de materias primas, expansión
la economía es el de los propios economis-
o los autores fundamentales para acercarse a les P. Kindleberger siguen siendo ejemplo y de las líneas de ferrocarríles, apertura de
tas: en forma general, los egresados de esos
este campo! guía de numerosas investigaciones, pues empresas manufactureras- y todo esto lo estudios tienen poco interés por el pasado,
aportan elementos e hipótesis para conocer hicieron con el apoyo de los capitales lo- lo que es una desgracia, y creo que por ahora
Para estudiar la banca en el siglo XIX, así como el desenvolvimiento bancario a través de di- caliudos en París. El acercamiento a las ins- sólo tenemos como a cinco de ellos, com-
la moneda y el crédito, es muy útil conocer versos tipos y esquemas institucionales. Ade- tituciones de crédito resultó indispensable
prometidos con nuestros temas, desarrollan-
tanto los escritos y las discusiones de la época más de ellos, también destacan autores más para entender ese proceso de la expansión do estudios cliométricos.
como las aportaciones historiográficas recien- jóvenes, como Youssef Cassis, con su estu- francesa en la región.
A veces se habla de la influencia en Mé-
tes. La lectura de los textos clásicos es funda- dio sobre el comportamiento y composición En el caso mexicano, en cambio, creo xico de algunas corrientes de la historia eco-
mental, pues sólo así resulta posible ubicar los del universo bancario en Londres, metrópo- que el interés por la banca arranca más bien
nómica en boga en otro países. Se citan mu-
puntos de discusión, las alternativas de insti- li financiera del mundo durante el siglo XIX. a raíz de un esfuerzo por entender una cri- cho, por ejemplo, las tesis del premio Nobel
tuciones o de prácticas, las propuestas, etcé- Por último, en relación con la historio- sis económica reciente: la crisis de los años de economía, el historiador Douglas North.
tera. Me parece también que cada uno de los grafía española, habría que mencionar las setenta. Creo que en nuestro país ha pre-
Sus propuestas son referidas en coloquios,
temas o elementos que componen la mecáni- muy reconocidas y apreciadas investigacio- dOminado, y predomina todavía, el interés
tamo en ponencias como en intervenciones,
ca de las operaciones bancarias es producto nes de Pedro Tedde y, en especial, su historia por el poder político. Por eso los estudios pero todavía no conozco ningún historiador
de un proceso histórico muy prolongado, el del Banco de San Carlos, que tuvo particu- i!Obre temas como la banca fueron relega-
que haya aplicado su marco analítico para
cual es necesario co~ocer aunque sea lar importancia para las finanzas novohis- dos durante años y todavía conocemos muy
explicar algún proceso de la historia econó-
someramente -aunque, desde luego, hay que panas de finales del siglo XVIII. También hay poco de su comportamiento económico y mica de nuestro país.
evitar el "vicio por los antecedentes". que destacar las tesis y otros trabajos de his- social, así como de la trayectoria de sus
Bueno, y ya en relación con la historio- toriadores como Rafael Anes, Gabriel banqueros. Esta falta de interés coincidió
grafía contemporánea que nos permite acer- Tortella, Pablo Martín Aceña y José Ramón también con el largo periodo de estabilidad La historia económica no es un campo tan re-
carnos al tema, creo que las obras más im- García López, por mencionar sólo a algunos. financiera, durante el cual los bancos fun- ciente en México, icuál es la herencia de nues-
portantes se pueden inscribir en un par de cionaron bien¡ pero la situación cambió hace tros historiadores económicos?
corrientes. Por una parte, la que correspon- algo más de dos décadas y, desde luego, esto
de a la historia empresarial, desarrollada lCómo explicaría usted el hecho de que en In- ha llamado la atención de los estudiosos. Efectivamente, aunque con sus altibajos, el
principalmente por los anglosajones. Por glaterra y Francia se hayan realizado estudios interés por la historia de la economía en Méxi-
otra, lo que sería ya propiamente la historia sobre la banca desde las décadas de 1950 y co siempre ha estado presente. Y en primer
bancaria, con aportaciones fundamentales 1960, mientras que este tema sólo se ha comen- iQué escuelas de historia económica están en término es importante reconocer la herencia
tanto de los historiadores franceses como zado a atender en años recientes en México? bttga hoy en día en México? y la tradición sobre temas económicos que
recibimos de los autores clásicos del siglo xrx.

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la casa paredamos ser demasiado universi- de los ingleses y, de forma más reciente, tam- Me parece que, en buena parte, esto se pue- En términos generales creo que la histo-
tarias -en mi caso, mis hijas Na taHa y Jime- bién de los españoles. de explicar a partir del origen mismo de la riografía mexicana, incluyendo la de temas
na exigían mi atención-; y en el ámbito pro- Entre los especialistas franceses más des- preocupación por las instituciones de cré- económicos, sigue siendo eminentemente
fesional, en el que tampoco podíamos estar tacados en el estudio de la banca habría que dito. Inglaterra y Francia tienen toda una empírica, documentalista y bastante cerra-
de lleno, se nos demandaba la asistencia a mencionar primero a Hubert Luthy -intere- tradición de estudios sobre la industria y, da a la literatura extranjera. Afortunadamen-
reuniones y a otros compromisos ... Con todo, sado en especial por la banca protestante-, de alguna manera, el interés por la banca te, creo que los autores más jóvenes están
insisto, la UNAM ha sido muy generosa con Jean Bouvier, Maurice Lévy-Leboyer y ha venido respondiendo a las exigencias preocupados ya por situar sus temas en dis-
las mujeres de mi generación. Tanto que va- Bertrand Gille, todos ellos con importantes propias de esos estudios: los investigadores cusiones más amplias que rebasan los límites
rias de nosotras hemos contado con el tiem- obras, publicadas ya· hace años, que revisan el han tenido que acercarse a los bancos al estrechos de las experiencias nacionales.
po y todo tipo de apoyo para concluir nues- papel del capital financiero de Francia en ·interesarse en el financiamiento de las em-
En cuanto a la historia económica, en par-
tros estudios de posgrado en años recientes, el siglo XIX, su importancia internacional y sus presas, pero también al tratar de explicar la ticular, me parece difícil ubicar corrientes.
ya con los hijos adolescentes. Así lo prueban relaciones con la industria. De manera más fuerza con que las economías de esos países De entrada, habría que decir que el número
las estadísticas: hay un importante número reciente, han aparecido además trabajos de se proyectaron a nivel internacional. Recuer- de historiadores económicos es bastante re-
de mujeres de mi edad que obtuvimos el gra- Hubert Bonin, Alain Plessis y Louis Bergeron do uno de los libros de Cameron acerca de ducido. Y es claro que aquí, como en otras
do más tarde que las jóvenes de hoy en día. sobre los grupos financieros en Francia y el la expansión francesa en una amplia región
partes, podemos observar que los autores tie-
desarrollo de las empresas en largos periodos. del Mediterráneo: los empresarios franceses nen formaciones distintas y trabajan con
Ahora, de entre los trabajos de los histo- dirigieron sus inversiones hacia muy diver- métodos diferentes. Por ejemplo, el grupo
Entrando al tema de la historia de la banca en riadores ingleses sobre el tema, me parece . sos sectores -exportaciones de bienes e im-
más pequeño de historiadores interesados en
el siglo XIX, icuáles considera que son las obras que los estudios de Ron don Ca me ron y Char- portación de materias primas, expansión
la economía es el de los propios economis-
o los autores fundamentales para acercarse a les P. Kindleberger siguen siendo ejemplo y de las líneas de ferrocarríles, apertura de
tas: en forma general, los egresados de esos
este campo! guía de numerosas investigaciones, pues empresas manufactureras- y todo esto lo estudios tienen poco interés por el pasado,
aportan elementos e hipótesis para conocer hicieron con el apoyo de los capitales lo- lo que es una desgracia, y creo que por ahora
Para estudiar la banca en el siglo XIX, así como el desenvolvimiento bancario a través de di- caliudos en París. El acercamiento a las ins- sólo tenemos como a cinco de ellos, com-
la moneda y el crédito, es muy útil conocer versos tipos y esquemas institucionales. Ade- tituciones de crédito resultó indispensable
prometidos con nuestros temas, desarrollan-
tanto los escritos y las discusiones de la época más de ellos, también destacan autores más para entender ese proceso de la expansión do estudios cliométricos.
como las aportaciones historiográficas recien- jóvenes, como Youssef Cassis, con su estu- francesa en la región.
A veces se habla de la influencia en Mé-
tes. La lectura de los textos clásicos es funda- dio sobre el comportamiento y composición En el caso mexicano, en cambio, creo xico de algunas corrientes de la historia eco-
mental, pues sólo así resulta posible ubicar los del universo bancario en Londres, metrópo- que el interés por la banca arranca más bien
nómica en boga en otro países. Se citan mu-
puntos de discusión, las alternativas de insti- li financiera del mundo durante el siglo XIX. a raíz de un esfuerzo por entender una cri- cho, por ejemplo, las tesis del premio Nobel
tuciones o de prácticas, las propuestas, etcé- Por último, en relación con la historio- sis económica reciente: la crisis de los años de economía, el historiador Douglas North.
tera. Me parece también que cada uno de los grafía española, habría que mencionar las setenta. Creo que en nuestro país ha pre-
Sus propuestas son referidas en coloquios,
temas o elementos que componen la mecáni- muy reconocidas y apreciadas investigacio- dOminado, y predomina todavía, el interés
tamo en ponencias como en intervenciones,
ca de las operaciones bancarias es producto nes de Pedro Tedde y, en especial, su historia por el poder político. Por eso los estudios pero todavía no conozco ningún historiador
de un proceso histórico muy prolongado, el del Banco de San Carlos, que tuvo particu- i!Obre temas como la banca fueron relega-
que haya aplicado su marco analítico para
cual es necesario co~ocer aunque sea lar importancia para las finanzas novohis- dos durante años y todavía conocemos muy
explicar algún proceso de la historia econó-
someramente -aunque, desde luego, hay que panas de finales del siglo XVIII. También hay poco de su comportamiento económico y mica de nuestro país.
evitar el "vicio por los antecedentes". que destacar las tesis y otros trabajos de his- social, así como de la trayectoria de sus
Bueno, y ya en relación con la historio- toriadores como Rafael Anes, Gabriel banqueros. Esta falta de interés coincidió
grafía contemporánea que nos permite acer- Tortella, Pablo Martín Aceña y José Ramón también con el largo periodo de estabilidad La historia económica no es un campo tan re-
carnos al tema, creo que las obras más im- García López, por mencionar sólo a algunos. financiera, durante el cual los bancos fun- ciente en México, icuál es la herencia de nues-
portantes se pueden inscribir en un par de cionaron bien¡ pero la situación cambió hace tros historiadores económicos?
corrientes. Por una parte, la que correspon- algo más de dos décadas y, desde luego, esto
de a la historia empresarial, desarrollada lCómo explicaría usted el hecho de que en In- ha llamado la atención de los estudiosos. Efectivamente, aunque con sus altibajos, el
principalmente por los anglosajones. Por glaterra y Francia se hayan realizado estudios interés por la historia de la economía en Méxi-
otra, lo que sería ya propiamente la historia sobre la banca desde las décadas de 1950 y co siempre ha estado presente. Y en primer
bancaria, con aportaciones fundamentales 1960, mientras que este tema sólo se ha comen- iQué escuelas de historia económica están en término es importante reconocer la herencia
tanto de los historiadores franceses como zado a atender en años recientes en México? bttga hoy en día en México? y la tradición sobre temas económicos que
recibimos de los autores clásicos del siglo xrx.

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·"·"' ,.,~·.,.,,
Ya situándonos en el siglo XX, yo diría que romper la sobreespecialización en la que ha ceder a poco más de dos décadas de la vida
este campo fue animado hasta hace poco por caído la historia económica en México en mercantil y productiva del país, en un pe- en 1984 y ha tenido un trabajo constante,
dos corrientes: la clásica y la marxista. La los últimos años. Actualmente se están ha- aunque sus actividades e integrantes han
riodo clave como fueron los años finales del
segunda está representada por historiadores ciendo investigaciones muy interesantes variado a lo largo de estos años. Lo mismo
porfiriato y el periodo de la lucha armada.
tan importantes como lo fue Luis Chávez sobre mercados, circulación y procesos La perspectiva política es también muy ha sucedido con los apoyos institucionales,
Orozco y por algunos de nuestros maestros, económicos en marcos regionales -con pues comenzamos recibiéndolos de la Coor-
impo rtante y, en particular, el estudio de la
como Enrique Serna y Sergio de la Peña. nuevos recursos metodológicos y nuevos dinación de Humanidades de la UNAM, lue-
relación entre el crédito privado y el crédito
También aprendimos mucho de las enseñan- archivos-, pero creo que faltan interpreta- go del Archivo General de la N ación y, de
público. No hay que olvidar que la banca ha
zas y escritos de Fernando Rosenzweig. Ade- ciones desde perspectivas más amplias. Ne- tenido a lo largo de la historia un papel im- 1990 a la fecha, es el Instituto de Investiga-
más, habría que reconocer el entusiasmo de cesitamos fomentar ejercicios de reflexión ciones Históricas el que ha respaldado nues-
portante en la suerte de las tesorerías . Así
algunos profesores por impulsar entre sus conjunta que nos permitan apreciar la con- tros trabajos. Con ese respaldo, por ejemplo,
sucedió con los primeros bancos mexicanos
alumnos el estudio de los temas económicos catenación de los fenómenos. hemos podido presentar varias solicitudes de
que, a pesar de su carácter provincial, tuvie-
y por ir creando una escuela de historia eco- financiamiento al Conacyt. En los últimos
ron funciones que posteriormente serían
nómica en México. Me refiero en especial a años también hemos contado con el apoyo
exclusivas de la banca central: esos estable-
Enrique Florescano y a dos destacados his- Volviendo al estudio de los bancos, en su opi- del Instituto Mora, en donde trabajamos de
cimientos fungieron como bancos de gobier-
toriadores argentinos: Juan Carlos Grosso nión, icuáles son los principales obstáculos que no, además de ser casas comerciales de cré- manera conjunta con el grupo de investiga-
y Carlos Sempat Assadourian, maestros de hay que vencer para que nuevos historiadores dito. Aquellos bancos le prestaron dine ro al ción sobre mercados regionales que coordi-
varios miembros de la actual generación se interesen por esta línea de investigación? naba el doctor Jorge Silva. Con ese grupo de
gobierno, negociaron la deuda internacional
de historiadores económicos. trabajo, participé en la organización del co-
y permitieron poner fin a las demandas de
Yo diría que primero hay que vencer el te- loquio Los Negocios y las Ganancias en
los acreedores de la deuda pública, además
mor a la contabilidad. Existe un gran temor México y de él luego se derivó la publica-
de que tuvieron mucho peso en el canje de
iCuáles consideras que son la.s épocas que han entre los jóvenes y futuros historiadores a viejas monedas por nuevas. ción de un libro que lleva el mismo título.
llamado más la atención de los historiadores estudiar la historia de los bancos, porque se En este tiempo hemos logrado organizar
El otro gran obstáculo que hay que ven-
de la economía en México? piensa que ese trabajo se basa exclusivamente cer para avanzar en la historia de la banca un buen grupo de trabajo, con una buena
en series y se resuelve sólo con estudios con- relación de camaradería y, en algunos ca-
en México es el del prejuicio. Se rechaza el
Sin duda alguna el periodo colonial ha sido tables, sólo accesibles a los especialistas. Des- sos, de amistad. Yo diría que el grupo logró
estudio de los bancos porque se les ha
el que más ha llamado la atención. Pero hay de luego hay una parte de esa historia que esa integración a partir de numerosas horas
condenado de antemano: "para qué estu-
que aclarar que no todo el periodo colonial, requiere de las series, pero el estudio de los diar a los banqueros -he oído decir mu- de discusión dedicadas principalmente al se-
sino más bien el siglo XVIII; aún sabemos poco bancos es mucho más rico: constituye un guimiento de las tesis de doctorado de mu-
chas veces- si son los villanos del régimen,
del comportamiento de la economía en los punto de confluencia de la historia econó- los vampiros de la sociedad". Si lo son o chos de nosotros. Discutimos tesis de cole-
siglos anteriores. Por otro lado, hay que se- mica, social y política. gas del Instituto Mora, como las de Luis
no, primero hay que descubrirlo. Habría
ñalar que en las últimas dos décadas ha teni- La historia de los bancos desde una pers- Jáuregui, Guillermina del Valle y Matilde
que ser capaces de valorar, por ejemplo, la
do un gran impulso el estudio de la econo- pectiva social, por ejemplo, comprende el importancia que pueden haber tenido para Souto; también las de compañeros del Ins-
mía del siglo XIX, sobre todo de sus últimos estudio de las elites financieras, de los gru- tituto de Investigaciones Históricas, como
captar el ahorro social. Es necesario aca-
años. Creo que esto refleja· el enorme interés pos que ejercen poder económico como los las de José Enrique Covarrubias, Carmen
bar con los mitos, y más aun si su carácter
de los historiadores económicos por estudiar accionistas o los miembros de los consejos de "vampiros" de los bolsillos de los ciuda- Yuste y María del Pilar Martínez López-
los momentos de desarrollo y expansión, directivos de los bancos. Y no se limita a esas danos es sólo parcialmente cierto. Cano; y las de colegas de otras institucio-
con el consecuente olvido de momentos de elites, también se pueden estudiar redes de nes, como la de Francisco Cervantes de la
cierta estabilidad o de crisis. Y, por supues- intereses económicos más amplias. Las redes Universidad de Puebla, la de Mario Trujillo
Para terminar, nos gustaría que nos hablara del CIESAS y, más recientemente, la de Au-
to, el gran vacío es el siglo XX. Es urgente se pueden reconstruir a partir de los registros
un poco sobre la gestación y el proyecto del rora Gómez del CIDE, así como la tesis de
impulsar su estudio, y no sólo en el campo de ahorradores y solicitantes de crédito, y con
Seminario de Historia de las Finanzas y el licenciatura de Aldo Mussachio deiiTAM.
de la historia económica. ellas definir a los grupos económicos de una
Crédito, así como sobre su relación con la Aso- Espero no olvidar nombres.
Una de las tareas de las nuevas genera- provincia . Esto lo he podido apreciar con la
ciación de Historia Económica. Los resultados del seminario han sido
ciones de historiadores será llenar esos vacíos, doctora Carmen Blázquez, al revisar algunos
preguntarse más acerca de esos periodos ... de los volúmenes sobre los antiguos ban- variados. Nos hemos reunido cada mes du-
Como mencioné al inicio de la entrevista,
Pero creo que, además de abrirse al estudio cos de emisión que resguarda el Archivo el Seminario de Historia de las Finanzas y rante varios años para discutir nuestros bo-
de décadas olvidadas, tendrán que tratar de General de la Nación y que nos permite ac- rradores de tesis o de artículos. También
del Crédito en México comenzó a reunirse
hemos preparado varios coloquios y reunio-

48 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
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':ff0'J~-~r-·.
Ya situándonos en el siglo xx, yo diría que romper la sobreespecialización en la que ha ceder a poco más de dos décadas de la vida en 1984 y ha tenido un trabajo constante,
este campo fue animado hasta hace poco por caído la historia económica en México en mercantil y productiva del país, en un pe­ aunque sus actividades e integrantes han
dos corrientes: la clásica y la marxista. La los últimos años. Actualmente se están ha­ riodo clave como fueron los años finales del variado a lo largo de estos años. Lo mismo
segunda está representada por historiadores ciendo investigaciones muy interesantes porfiriato y el periodo de la lucha armada. ha sucedido con los apoyos institucionales,
tan importantes como lo fue Luis Chávez sobre mercados, circulación y procesos La perspectiva política es también muy pues comenzamos recibiéndolos de la Coor­
Ormco y por algunos de nuestros maestros, económicos en marcos regionales -con importante y, en particular, el estudio de la dinación de Humanidades de la UNAM, lue­
como Enrique Semo y de la Peña. nuevos recursos merodológicos y nuevos relación entre el crédito privado y el crédito go del Archivo General de la Nación y, de
También aprendimos mucho las enseñan­ archivos-, pero creo que faltan interpreta­ No hay que olvidar que la banca ha 1990 a la fecha, es el Instituto de Investiga­
zas y escritos de Fernando Rosenzweig. Ade­ ciones desde perspectivas más amplias. Ne­ renido a lo largo de la un papel im­ ciones Históricas el que ha respaldado nues­
que reconocer el entusiasmo de cesitamos fomentar ejercicios de reflexión portante en la suerte de las tesorerías. Así tros trabajos. Con ese respaldo, por ejemplo,
algunos profesores por impulsar entre sus conjunta que nos permitan apreciar la con­ sucedió con los primeros bancos mexicanos hemos podido presentar varias solicitudes de
alumnos el estudio de los temas económicos catenación de los fenómenos. que, a pesar de su carácter provincial, tuvie­ financiamiento al Conacyt. En los últimos
y por ir creando una escuela de historia eco­ ron funciones que posteriormente serían años también hemos contado con el apoyo
nómica en México. Me refiero en especial a exclusivas de la banca central: esos estable­ del Instituto Mora, en donde trabajamos de
Enrique Florescano ya dos destacados his­ Volviendo al estudio de los bancos, en su opi­ cimientos fungieron como bancos de gobier­ manera conjunta con el grupo de investiga­
toriadores argentinos: Juan Carlos Grosso nión, ¿cuáles son los principales obstáculos que no, además de ser casas comerciales de cré­ ción sobre mercados regionales que coordi­
y Carlos Sempat Assadourian, maestros de hay que vencer para que nuevos historiadores dito . Aquellos bancos le prestaron dinero al naba el doctor Jorge Silva. Con ese grupo de
varios miembros de la actual generación se interesen por esta línea de investigación? gobierno, negociaron la deuda internacional trabajo, participé en la organización del co-
de historiadores económicos. y permitieron poner fin a las demandas de Los Negocios y las Ganancias en
que vencer el te­ los acreedores de la deuda pública, además y de él luego se derivó la publica­
laOllluau. Existe un gran temor de que tuvieron mucho peso en el canie de ción de un libro que lleva el mismo título.
que son las épocas que entre los jóvenes y futuros historiadores a monedas por nueva En este tiempo hemos logrado organizar
más la atención de los historiadores estudiar la historia de los bancos, porque se otro gran obstáculo que hay que ven­ un buen grupo de trabajo, con una buena
la economia en México? piensa que ese trabajo se basa exclusivamente cer para avanzar en la historia de la banca relación de camaradería y, en algunos ca­
en series y se resuelve sólo con estudios con­ en México es el del prejuicio. Se rechaza el sos, de amistad. Yo diría que el grupo logró
Sin duda alguna el periodo colonial ha sido tables, sólo accesibles a los especialistas. Des­ estudio de los bancos porque se les ha esa integración a partir de numerosas horas
el que más ha llamado la atención. Pero hay de luego hay una parte de esa historia que condenado de antemano: "para qué estu­ de discusión dedicadas principalmente al se­
que aclarar que no todo el periodo colonial, requiere de las series, pero el estudio de los diar a los banqueros -he oído decir mu­ guimiento de las tesis de doctorado de mu­
sino más bien el siglo XVIII; aún sabemos poco bancos es mucho más rico: constituye un chas veces- si son los villanos del régimen, chos de nosotros. Discutimos tesis de cole­
del comportamiento de la economía en los punto de confluencia de la historia econó­ los vampiros de la sociedad". Si lo son o gas del Instituto Mora, como las de Luis
siglos anteriores. Por otro lado, hay que se­ mica, social y política. no, primero hay que descubrirlo. Habría Jáuregui, Guillermina del Valle y Matilde
ñalar que en las últimas dos décadas ha teni­ La historia de los bancos desde una pers­ que ser capaces de valorar, por ejemplo, la Souto; también las de compañeros del Ins­
do un gran impulso el estudio de la econo­ pectiva social, por ejemplo, comprende el que pueden haber tenido para tituto de Investigaciones Históricas, como
mía del siglo XIX, sobre todo de sus estudio de las elites financieras, de captar el ahorro social. Es necesario aca­ las de José Enrique Covarrubias, Carmen
años. Creo que esto refleja' el enorme interés pos que ejercen poder económico como con los mitos, y más aun si su carácter Yuste y María del Pilar Martínez López­
de los historiadores económicos por estudiar accionistas o los miembros de los consejos de "vampiros" de los bolsillos de los ciuda­ Cano; y las de colegas de otras institucio­
los momentos de desarrollo y expansión, directivos de los bancos. Y no se limita a esas danos es sólo parcialmente cierto. nes, como la de Francisco Cervantes de la
con el consecuente olvido de momentos de elites, también se pueden estudiar redes de Universidad de Puebla, la de Mario Truj i110
cierta estabilidad o de crisis. Y, por supues­ intereses económicos más amplías. Las redes Para terminar, nos gustaría que nos hablara del CIESAS y, más recientemente, la de Au­
to, el gran vacío es el siglo XX. Es urgente se pueden reconstruir a partir de los registros un poco sobre la gestación y el proyecto del rora Gómez del CIDE, así como la tesis de
impulsar su estudio, y no sólo en el campo de ahorradores y solicitantes de crédito, y con Seminario de Historia de las Finanzas y el licenciatura de Aldo Mussachio del ITAM.
de la historia económica. ellas definir a los grupos económicos de una Crédito, así como sobre su relación con la Aso­ Espero no olvidar nombres.
Una de las tareas de las nuevas genera­ provincia. Esto lo he podido apreciar con la ciación de Historia Económica. Los resultados del seminario han sido
ciones de historiadores será llenar esos vacíos, doctora Carmen Blázquez, al revisar algunos variados. Nos hemos reunido cada mes du­
preguntarse más acerca de esos periodos ... de los volúmenes sobre los antiguos ban­ Como mencioné al inicio de la entrevista, rante varios años para discutir nuestros bo­
Pero creo que, además de abrirse al estudio cos de emisión que resguarda el Archivo el Seminario de Historia de las y rradores de tesis o artículos. También
de olvidadas, tendrán que tratar de General de la Nación y que nos oermite ac- Crédito en México comenzó a reunirse hemos preparado varios coloquios y reunio­

48 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 49
.,..

nes, de las cuales han salido varios libros


colectivos. Actualmente el grupo sigue tra­
En cuanto a la relación entre el semina­
rio y la Asociación Mexicana de Historia
o
bajando y tenemos dos proyectos. En pri­ Económica, se podría decir que la idea de
mer lugar, como hemos hecho hasta ahora, crear la Asociacíón surgió, de alguna ma­
queremos continuar con la presentación y nera, de nuestro seminario. Pero la Asocia­ As
discusión de nuestros avances de investiga­ dón es fundamentalmente una iniciativa a
ción. En segundo, queremos trabajar en futuro, que busca agrupar y establecer rela­ As
actividades de actualización -a través de ciones con estudiosos de diversos orígenes
reuniones internas o bajo la forma de un y formaciones tanto en México como en el
diplomado. En estas últimas nos gustaría extranjero. y sobre todo, la Asociación es
incluir no sólo a los miembros del semina­ un proyecto que busca promover el interés
rio, sino ampliar la invitación a otros histo­ por desarrollar esta especialidad entre las
nadores interesados en el tema. nuevas generaciones. O
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50 HISTÓRICAS 57
En cuanto a la relación entre el semina-
nes, de las cuales han salido varios libros rio y la Asociación Mexicana de Historia
0 PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN
colectivos. Actualmente el grupo sigue tra- Económica, se podría decir que la idea de
bajando y tenemos dos proyectos. En pri- crear la Asociación surgió, de alguna ma-
mer lugar, como hemos hecho hasta ahora, nera, de nuestro seminario. Pero la Asocia- AsociACIONEs v sEMINARios
queremos continuar con la presentación y ción es fundamentalmente una iniciativa a
discusión de nuestros avances de investiga· futuro, que busca agrupar y establecer rela- Asociación Mexicana de Historia Económica
ción. En segundo, queremos trabajar en ciones con estudiosos de diversos orígenes
actividades de actualización -a través de y formaciones tanto en México como en el
reuniones internas o bajo la forma de un extranjero. Y sobre todo, la Asociación es Leonor Ludlow
diplomado. En estas últimas nos gustaría un proyecto que busca promover el interés Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
incluir no sólo a los miembros del semina- por desarrollar esta especialidad entre las
rio, sino ampliar la invitación a otros histo-
nuevas generaciones. O Un grupo de investigadores adscritos a di- Meses más tarde se hizo una invitación a
riadores interesados en el tema.
versos centros de investigación del país fun- los especialistas en el tema para asistir al acto
daron la Asociación Mexicana de Historia inaugural de la asociación, el cual se llevó a
Económica, con el fin de promover la docen- cabo el28 de julio de 1998 en el auditorio del
cia, la investigación y la difusión de la histo- Instituto Mora y a la cual asistieron más de
ria económica de México y otros países. cincuenta colegas interesados en integrarse.
Durante seis meses funcionó una primera En el evento se dieron a conocer los objetivos
comisión organizadora que se propuso defi- de la asociación, sus estatutos y el primer plan
nir los objetivos y alcances de dicha asocia- de la comisión promotora que, según se acor-
ción, además de los estatutos de la misma. dó, duraría solamente un año. El acto con-
En ella participaron profesores e investi- cluyó con una conferencia dictada por el doc-
gadores adscritos a diversas dependencias tor Carlos Marichal, que llevó como titulo
de la UNAM, de las tres unidades de la Uni- "Avances de la historia económica en Méxi-
versidad Autónoma Metropolitana y de co", y que se incluye en este número.
varias instituciones pertenecientes al siste- La primera mesa directiva estuvo presi-
ma SEP-Conacyt, tales como el Instituto de dida por Leonor Ludlow, y formaron parte
Investigaciones Doctor José María Luis de ella Aurora Gómez-Galvarriato, como
Mora, El Colegio de México, El Colegio de secretaria; Inés Herrera, como tesorera, y
Michoacán, el Centro de Investigación y Guillermina del Valle y Carmen Blázquez,
Docencia Económicas (CIDE) y el Centro como vocales. En febrero de este año se eli-
de Investigaciones y Estudios Superiores en gió una nueva mesa, compuesta por Carlos
Antropología Social (CIESAS). En el proyec- Marichal, como presidente; Aurora Gómez-
to participaron también miembros del Ins- Galvarriato, como secretaria; Guillermina
tituto Tecnológico Autónomo de México del Valle, como tesorera, y Leonor Ludlow,
(ITAM) y de la Dirección de Estudios His- Inés Herrera, Carmen Blázquez y Leticia
tóricos del INAH, además de investigadores Gamboa, como vocales.
de la Universidad Autónoma de Puebla Durante su primer año de vida la asocia-
(UAP), de la Universidad Veracruzana (UY) ción buscó aumentar el número de miem-
y del Tecnológico de Tulancigo. 1 bros y afiliarse a la Asociación Internacional

1
En orden alfabético se trata de las doctoras y los doctores Carmen Blázquez, Francisco Cervantes,
Aurora Gómez-Galvarriato, Guillermo Guajardo, Inés Herrera, Luis Jáuregui, Leonor Ludlow, Margarita
Menegus, Carlos Marichal, Francisco Rodríguez, Rocío Ruiz de la Barreda, José Antonio Serrano, Jorge Silva
Riquer, Matilde Souto Mantecón, Alejandro Tortolero, Mario Trujillo Bolio y Guillermina del Valle-Pavón.

HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 51
50

·,;;s I!IID!!lmll!llilll
de Historia Económica y a la Federación Ibe- de las asociaciones federadas de América (1800-1926), que fue editada en 1986 por nial-impuisada por Carmen Yuste y María
roamericana de Historia Económica que se Latina y de la Península Ibérica. la editorial Grijalbo. del Pilar Martínez López-Cano del I!H,
fundó en agosto de 1998, y a la cual perte· Con el fin de organizar el primer Congre- Más tarde, en 1988, reiniciamos las se- Matilde Souto y Guillermina del Valle del
necen las asociaciones de Argentina, Era- so Nacional de Historia Económica, que se siones de trabajo del seminario en el Ar- Instituto Mora e Isabel Sánchez Maldonado
Uruguay, España, Portugal y México. contempla celebrar durante el segundo se- chivo General de la Nación. Asimismo, en del INAH de Morelia-, banca y crédito pú-
Más tarde se establecieron relaciones con mestre de 2001, la mesa directiva designó al el marco de la problemática de la deuda la- blico -en la que participo, junto con Carlos
la Asociación de Historia Económica del doctor Luis Jáuregui, quien será responsable tinoamericana, organizamos un simposio en Marichal de El Colegio de México, Fran-
Norte de México, la cual fue fundada por de preparar las mesas de trabajo, en las que el Instituto Mora. A ·esta reunión asistie- cisco Cervantes Bello de la UAP, Luz María
d doctor Mario Cerutti de la Universidad se espera que participen los especialistas y ron diversos especialistas en la materia, Uhtoff y Cecilia Zuleta de la UAM-Iztapala-
Autónoma de Nuevo León hace más de cua- estudiantes de posgrado interesados en te- quienes revisaron los rasgos de las crisis en pa, Margarita Guevara y José Enrique
tro años. Con la iniciativa y el apoyo de Au- mas de la historia de la minería, agricultura, diversos momentos de la historia pasada y Covarrubias del Instituto de Investigacio-
rora Gómez-Galvarriato, se abrió un sitio de comercio, industria, banca y fiscalidad, ideas reciente. Los resultados de esa reunión fue- nes Históricas- y hacienda pública -en la
internet para la AMHE, cide.mx/-amhe/, con económicas y patrimonio industrial, así como ron compílados por Fernando Rosenzweig que participan José Antonio Serrano de El
el fin de ofrecer un espacio conveniente para a los responsables de la conservación de ar- y publicados, un aüo más tarde, por la edi- Colegio de Michoacán, Luís Jáuregui de la
difundir y recibir información sobre las pu- chivos de importancia para la historia eco- torial El Día con el título Pasado y presente Facultad de Economía de la UNAM, Fran-
blicaciones, conferencias y eventos en his- nómica de la nación. El evento, que busca de la deuda externa de México. En marzo de cisco Téllez de la UAP y Carlos Rodríguez,
toria económica que se realizan en el país; crear un foro amplio de discusión, será orga- 1989 se organizó un coloquio en El Colegio entonces becario del IIH. Cabe ser'\alar que
además se cuenta con un espacio destina- nizado a través de mesas y talleres en los cua- de México con el tema Un Siglo y Medio este último grupo organizó en octubre de
do para los foros de discusión. Asimismo se les se presentarán avances de investigación de Finanzas y Política en México, 1780- 1996 un coloquio con el tema la Fiscalidad
planea incorporar bases de datos cuantita- realizados por los miembros de la AMHE. 1930; varios de los trabajos ahí presentados de la Primera República, 1824-1835,
tivos, pero por el momento se cuenta ya con También se abrirá un espacio especial para fueron publicados en el número 156 de la ciado por El Colegio de Michoacán, el Ins-
los links (vínculos directos) de otros sitios las tesis recientes de maestría y doctorado revista Historia Mexicana (v. XXXIX, n. 4, tituto Mora y el Conacyt, y cuyos resulta-
de internet que son de especial interés para en historia económica, y las mejores serán abril-junio de 1990).
dos fueron publicados en un volumen que
los historiadores económicos mexicanos. Pa- premiadas por un jurado académico. Para A partir de 1992 el seminario quedó ads- se titula Hacienda y política. Las finanzas
ralelamente la doctora Gómez-Galvarriato, participar los invitamos a ponerse en con- crito al Instituto de Investigaciones Históri- públicas y los grupos de poder en la primera
en su calidad de presidente de la Federa- tacto antes de febrero del 2001 con el doc- cas, y con ello iniciaron de fom1a periódica república federal.
ciún Iberoamericana de Historia Económi- tor Luis Jáuregui, Instituto de Investigacio- sesiones mensuales, dedicadas fundamental-
En años recientes el seminario ha con-
ca (FIADHE), apoy6la apertura de otro sitio nes Doctor José María Luis Mora; el doctor mente a las presentaciones de avances de tado con nuevos participantes como Gladys
de internet para intercambiar información Carlos Marichal, Centro de Estudios Histó- investigación por parte de sus miembros. Los
Lizama de la Universidad Autónoma de
con esta organización y sus miembros. Así, ricos de El Colegio de México, o la doctora trabajos y responsabilidades fueron compar- Guadalajara, Francisco Rodríguez de la
a través de la dirección http://cide.ms/amhe/ Aurora Gómez-Galvarriato, Centro de In- tidos con Jorge Silva Riquer, responsable del
UAM-Azcapotzalco, Aurora Gómez-Galva-
f!adhe.html, se puede acceder a las páginas vestigación y Docencia Económicas. O <ln;a de Historia Económica del Instituto rriato del CJDE, Érika Pani y Cecilia Noríega
Mora y del proyecto colectivo Mercados del Instituto Mora y Mario Trujillo Bolio del
regionales en México, siglos XVII-XIX. En for-
CIESAS. También, en diversas ocasiones,
ma conjunta organizamos un coloquio, en
recibimos la visita de conferencistas extran-
Seminario de Historia de las Finanzas y el Crédito en México febrero de 1992, al que asistieron especia- jeros, entre quienes estuvieron Ruggiero
listas nacionales y extranjeros, y los resul- Romano, Jordi Maluquer y Reinhard Liehr.
tados fueron editados por ambas institucio- Con el fin de promover el desarrollo de
nes con el título Los negocios y las ganan- los estudios de historia económica, fue fun·
Leonor Ludlow cias. De la colonia al México moderno.
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM dada la Asociación Mexicana de Historia
A partir de 1995 el seminario recibió el Económica. En cuanto a las tareas del se-
apoyo financiero de Conacyt, que fue re- minario, se emprendió la catalogación de
A mediados de 1984, en colaboración con el Coordinación de Humanidades de la UNAM. novado en noviembre de 1998 por tres años los fondos documentales denominados An-
doctor Carlos Marichal, participé en la orga- Esta instancia también apoyó la realización más. Por otro lado, al grupo se incorporó tiguos Bancos de Emisión, que se resguardan
nización de las primeras sesiones del Semina- de un primer coloquio en San lldefonso, y un grupo de resistas. A partir de entonces en la galería dos del Archivo General de la
rio de Historia de las Finanzas y el Crédito en las ponencias presentadas se reunieron en el seminario se organizó en torno a las si-
Nación y que contienen documentación de
México. Contamos con el patrocinio de la la obra titulada Banca y poder en México guientes temáticas: crédito mercantil colo- 1898 a 1931, aproximadamente. Continuó

52 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
53
de Historia Económica y a la Federación Ibe- de las asociaciones federadas de América (1800-1926), que fue editada en 1986 por nial-impuisada por Carmen Yuste y María
roamericana de Historia Económica que se Latina y de la Península Ibérica. la editorial Grijalbo. del Pilar Martínez López-Cano del I!H,
fundó en agosto de 1998, y a la cual perte· Con el fin de organizar el primer Congre- Más tarde, en 1988, reiniciamos las se- Matilde Souto y Guillermina del Valle del
necen las asociaciones de Argentina, Era- so Nacional de Historia Económica, que se siones de trabajo del seminario en el Ar- Instituto Mora e Isabel Sánchez Maldonado
Uruguay, España, Portugal y México. contempla celebrar durante el segundo se- chivo General de la Nación. Asimismo, en del INAH de Morelia-, banca y crédito pú-
Más tarde se establecieron relaciones con mestre de 2001, la mesa directiva designó al el marco de la problemática de la deuda la- blico -en la que participo, junto con Carlos
la Asociación de Historia Económica del doctor Luis Jáuregui, quien será responsable tinoamericana, organizamos un simposio en Marichal de El Colegio de México, Fran-
Norte de México, la cual fue fundada por de preparar las mesas de trabajo, en las que el Instituto Mora. A ·esta reunión asistie- cisco Cervantes Bello de la UAP, Luz María
d doctor Mario Cerutti de la Universidad se espera que participen los especialistas y ron diversos especialistas en la materia, Uhtoff y Cecilia Zuleta de la UAM-Iztapala-
Autónoma de Nuevo León hace más de cua- estudiantes de posgrado interesados en te- quienes revisaron los rasgos de las crisis en pa, Margarita Guevara y José Enrique
tro años. Con la iniciativa y el apoyo de Au- mas de la historia de la minería, agricultura, diversos momentos de la historia pasada y Covarrubias del Instituto de Investigacio-
rora Gómez-Galvarriato, se abrió un sitio de comercio, industria, banca y fiscalidad, ideas reciente. Los resultados de esa reunión fue- nes Históricas- y hacienda pública -en la
internet para la AMHE, cide.mx/-amhe/, con económicas y patrimonio industrial, así como ron compílados por Fernando Rosenzweig que participan José Antonio Serrano de El
el fin de ofrecer un espacio conveniente para a los responsables de la conservación de ar- y publicados, un aüo más tarde, por la edi- Colegio de Michoacán, Luís Jáuregui de la
difundir y recibir información sobre las pu- chivos de importancia para la historia eco- torial El Día con el título Pasado y presente Facultad de Economía de la UNAM, Fran-
blicaciones, conferencias y eventos en his- nómica de la nación. El evento, que busca de la deuda externa de México. En marzo de cisco Téllez de la UAP y Carlos Rodríguez,
toria económica que se realizan en el país; crear un foro amplio de discusión, será orga- 1989 se organizó un coloquio en El Colegio entonces becario del IIH. Cabe ser'\alar que
además se cuenta con un espacio destina- nizado a través de mesas y talleres en los cua- de México con el tema Un Siglo y Medio este último grupo organizó en octubre de
do para los foros de discusión. Asimismo se les se presentarán avances de investigación de Finanzas y Política en México, 1780- 1996 un coloquio con el tema la Fiscalidad
planea incorporar bases de datos cuantita- realizados por los miembros de la AMHE. 1930; varios de los trabajos ahí presentados de la Primera República, 1824-1835,
tivos, pero por el momento se cuenta ya con También se abrirá un espacio especial para fueron publicados en el número 156 de la ciado por El Colegio de Michoacán, el Ins-
los links (vínculos directos) de otros sitios las tesis recientes de maestría y doctorado revista Historia Mexicana (v. XXXIX, n. 4, tituto Mora y el Conacyt, y cuyos resulta-
de internet que son de especial interés para en historia económica, y las mejores serán abril-junio de 1990).
dos fueron publicados en un volumen que
los historiadores económicos mexicanos. Pa- premiadas por un jurado académico. Para A partir de 1992 el seminario quedó ads- se titula Hacienda y política. Las finanzas
ralelamente la doctora Gómez-Galvarriato, participar los invitamos a ponerse en con- crito al Instituto de Investigaciones Históri- públicas y los grupos de poder en la primera
en su calidad de presidente de la Federa- tacto antes de febrero del 2001 con el doc- cas, y con ello iniciaron de fom1a periódica república federal.
ciún Iberoamericana de Historia Económi- tor Luis Jáuregui, Instituto de Investigacio- sesiones mensuales, dedicadas fundamental-
En años recientes el seminario ha con-
ca (FIADHE), apoy6la apertura de otro sitio nes Doctor José María Luis Mora; el doctor mente a las presentaciones de avances de tado con nuevos participantes como Gladys
de internet para intercambiar información Carlos Marichal, Centro de Estudios Histó- investigación por parte de sus miembros. Los
Lizama de la Universidad Autónoma de
con esta organización y sus miembros. Así, ricos de El Colegio de México, o la doctora trabajos y responsabilidades fueron compar- Guadalajara, Francisco Rodríguez de la
a través de la dirección http://cide.ms/amhe/ Aurora Gómez-Galvarriato, Centro de In- tidos con Jorge Silva Riquer, responsable del
UAM-Azcapotzalco, Aurora Gómez-Galva-
f!adhe.html, se puede acceder a las páginas vestigación y Docencia Económicas. O <ln;a de Historia Económica del Instituto rriato del CJDE, Érika Pani y Cecilia Noríega
Mora y del proyecto colectivo Mercados del Instituto Mora y Mario Trujillo Bolio del
regionales en México, siglos XVII-XIX. En for-
CIESAS. También, en diversas ocasiones,
ma conjunta organizamos un coloquio, en
recibimos la visita de conferencistas extran-
Seminario de Historia de las Finanzas y el Crédito en México febrero de 1992, al que asistieron especia- jeros, entre quienes estuvieron Ruggiero
listas nacionales y extranjeros, y los resul- Romano, Jordi Maluquer y Reinhard Liehr.
tados fueron editados por ambas institucio- Con el fin de promover el desarrollo de
nes con el título Los negocios y las ganan- los estudios de historia económica, fue fun·
Leonor Ludlow cias. De la colonia al México moderno.
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM dada la Asociación Mexicana de Historia
A partir de 1995 el seminario recibió el Económica. En cuanto a las tareas del se-
apoyo financiero de Conacyt, que fue re- minario, se emprendió la catalogación de
A mediados de 1984, en colaboración con el Coordinación de Humanidades de la UNAM. novado en noviembre de 1998 por tres años los fondos documentales denominados An-
doctor Carlos Marichal, participé en la orga- Esta instancia también apoyó la realización más. Por otro lado, al grupo se incorporó tiguos Bancos de Emisión, que se resguardan
nización de las primeras sesiones del Semina- de un primer coloquio en San lldefonso, y un grupo de resistas. A partir de entonces en la galería dos del Archivo General de la
rio de Historia de las Finanzas y el Crédito en las ponencias presentadas se reunieron en el seminario se organizó en torno a las si-
Nación y que contienen documentación de
México. Contamos con el patrocinio de la la obra titulada Banca y poder en México guientes temáticas: crédito mercantil colo- 1898 a 1931, aproximadamente. Continuó

52 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
53
el trabaja de rescate y catalogación de fuen­ esperamos que en breve sean publicados los
tes documentales en el fondo denominado dos volúmenes de este seminario.
La Gran Deuda Nacional. que cubre el pe­ Los trabajos del grupo han dado como
riodo de la república liberal. Asimismo. dado resultado diversas publicaciones. Se promo­
que se formalizaron diversos grupos de tra­ vió la preparación de diez volúmenes de la
bajo autónomos. se destinaron las sesiones colección Lecturas de Historia Económica
del seminario a una nueva temática de es­ dedicada a los estudiantes de los programas
tudio, los ministros de Hacienda y sus pro­ de historia y de economía. Asimismo, en
yectos (1821-1924), para lo cual se invitó a colaboración con Carmen Blázquez de la
veinticinco especialistas en ese largo perio­ Universidad Veracruzana, hemos publica­
do para preparar una monografía sobre al­ do el catálogo del Banco Mercantil de
gunos de los más relevantes e influyentes Veracruzj está en prensa el del Banco Orien­
secretarios de Hacienda. Participé en la or­ tal de México (Puebla), y en preparación el
ganización del seminario en colaboración de Guanajuato, Querétaro y Aguascalien­
con Nicole Giron del Instituto Mora que, tes. Además, bajo la supervisión del doctor
junto con el Instituto de Investigaciones Carlos Marichal y, con el apoyo de Carlos
Históricas, patrocinó la investigación y los Rodríguez, ha sido concluida la Gula de
eventos, a lo cual se sumó el financiamiento fuentes de historia económica, que en breve
que nos otorgó la Dirección General de será entregada para su publicación.
Personal Académico de la UNAM. Los tra­ Los avances de este esfuerzo colectivo se
bajos terminados fueron presentados en un reflejan también en los resultados de todos y
coloquio celebraQo en el mes de abril de cada uno de sus participantes. como se pue­
1998 en las instalaciones del Instituto Mora de apreciar tanto por sus publicaciones como
y más tarde en la Biblioteca Lerdo de Tejada. por la conclusión de las tesis de doctorado
El trabajo de edición está en su fase final, y que. en su mayoría. serán publicadas. Ü

Grupos y circuitos mercantiles en la región central de Veracruz,


siglo XVIII

Carmen Yuste
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM

En julio de 1997, y como parte de los pro­ nario de discusión y análisis bajo la temática
yectos del Seminario de Historia de las Fi­ general de grupos y circuitos mercantiles en
nanzas y el Crédito en México, se realizó en el ámbito del Atlántico en el siglo XVIII.
Xalapa. Veracruz. el Coloquio Comercio Este seminario de carácter interinstitu­
Exterior de México entre 1750-1850. Balan­ cional inició sus trabajos en enero de 1998,
ce y Perspectivas. Como resultado de esa re­ con la participación de Carmen Blázquez,
unión académica se encuentra en prensa el del Instituto de Investigaciones Histórico­
libro El comercio exterior de México, entre la Sociales de la Universidad Veracruzana;
quiebra del sistema imperial y el suTgimiento de Matilde SOlitO Mantecón, Guillermina del
una nación (1717-1850) , coordinado por Ma­ Valle y Johanna van Grafenstein, del Insti­
tilde Souto y Carmen Yuste. Asimismo, se tuto de Investigaciones Doctor José María
planteó la necesidad de convocar a un semi­ Luis Mora, y María del Pilar Martínez

54 HISTÓRICAS 57
el trabajo de rescate y catalogación de fu en· esperamos que en breve sean publicados los López-Cano y Carmen Yuste, del Instituto bre este proceso y, por otra, nos obligan a
tes documentales en el fondo denominado dos volúmenes de este seminario. de Investigaciones Históricas de la UNAM. recobrar la atención sobre la importancia
La Gran Deuda Nacional, que cubre el pe· Los trabajos del grupo han dado como Desde esa fecha, el seminario viene traba- del ámbito veracruzano en los circuitos co-
riodo de la república liberal. Asimismo, dado resultado diversas publicaciones. Se promo- jando con reuniones mensuales que se ce- merciales y los negocios mercantiles
que se formalizaron diversos grupos de tra· vió la preparación de diez volúmenes de la lebran de forma alterna en las instalaciones novohispanos. De esta suerte, el objetivo
bajo autónomos, se destinaron las sesiones colección Lecturas de Historia Económica del Instituto Mora y las del Instituto de In- primordial del seminario es lograr un cono-
del seminario a una nueva temática de es- dedicada a los estudiantes de los programas vestigaciones Históric~s de la UNAM. cimiento mayor y más profundo de los gru-
tudio, los ministros de Hacienda y sus pro· de historia y de economía. Asimismo, en Tomando como punto de partida la re· pos mercantiles de la ciudad de México, la
yectos (1821-1924 ), para lo cual se invitó a colaboración con Carmen Blázquez de la levancia del sector externo en el conjunto región central de Veracruz y el Caribe,
veinticinco especialistas en ese largo perio- Universidad Veracruzana, hemos publica- de la economía novo hispana en el siglo XVIII involucrados en el tráfico ultramarino en-
do para preparar una monografía sobre al- do el catálogo del Banco Mercantil de y el importante papel que los comerciantes tre España y Nueva España, y de esta últi·
gunos de los más relevantes e influyentes Veracruz; está en prensa el del Banco Orien- mayoristas desempeñaron tanto en el ma· ma con los territorios insulares. Lo anterior
secretarios de Hacienda. Participé en la or· tal de México (Puebla), y en preparación el nejo de los circuitos mercantiles provincia- permitirá resolver cuestionamientos tales
ganización del seminario en colaboración de Guanajuato, Querétaro y Aguascalien- les como en el financiamiento de transac· como las formas de integración mercantil y
con Nicole Giron del Instituto Mora que, tes. Además, bajo la supervisión del doctor ciones comerciales y productivas en el la formación de sociedades comerciales, más
junto con el Instituto de Investigaciones Carlos Marichal y, con el apoyo de Carlos México colonial, el propósito de este semi- allá de los límites en estricto territoriales,
Históricas, patrocinó la investigación y los Rodríguez, ha sido concluida la Guía de nario es ahondar en aspectos, esbozados los mecanismos de asociación a los grupos
eventos, a lo cual se sumó el financiamiento fuentes de historia económica, que en breve hasta ahora a grandes rasgos, acerca de los económicos y políticos novohispanos y la
que nos otorgó la Dirección General de será entregada para su publicación. · modos y prácticas mercantiles que de cara respectiva revisión de sus pugnas y friccio-
Personal Académico de la UNAM. Los tra- Los avances de este esfuerzo colectivo se al Atlántico se desarrollaron en la Nueva nes, así como la constitución de intereses
bajos terminados fueron presentados en un reflejan también en los resultados de todos y España, que en resumen proponen un grupo mercantiles regionales encontrados, o ¡;¡o,
coloquio celebrado en el mes de abril de cada uno de sus participantes, como se pue- almacenero monopolista consolidado, en y con los de los grandes mercaderes y alma-
1998 en las instalaciones del Instituto Mora de apreciar tanto por sus publicaciones como desde la ciudad de México, aglutinado en el ceneros de la ciudad de México, y atender a
y más tarde en la Biblioteca Lerdo de Tejada. por la conclusión de las tesis de doctorado Consulado de México, sin mayor competen- la continuidad o ruptura entre los grupos
El trabajo de edición está en su fase final, y que, en su mayoría, serán publicadas. O cia hasta la implantación de las reformas comerciales novo hispanos a raíz de la implan-
borbónicas, y el surgimiento, con los decre- tación de las reformas borbónicas del libre
tos de comercio libre, de grupos mercanti· comercio y, en todo caso, conocer cómo dis-
les regionales en abierta oposición a los pusieron sus negocios, los almaceneros de
Grupos y circuitos mercantiles en la región central de Veracruz, almaceneros, que encontraron en la fun· México y los comerciantes veracruzanos ante
dacíón de nuevos consulados su mayor res- estos sucesos.
siglo XVIII
paldo institucional. Desde esta perspectiva, el proyecto del
Carmen Yuste En los años recientes, desde diversas seminario se propone recuperar la visión
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM perspectivas geográficas y temáticas, han novohispana del comercio Atlántico, ha-
aparecido distintos trabajos, sugerentes en ciendo énfasis en la función que desempe-
el enfoque metodológico y en el tratamien- ñó tanto la villa de Xalapa en la época de
En julio de 1997, y como parte de los pro· nario de discusión y análisis bajo la temática to de temas mercantiles, que han enrique- las ferias de flotas y el corto periodo de los
yectos del Seminario de Historia de las Fi- general de grupos y circuitos mercantiles en cido esta problemática y han permitido, a navíos sueltos como la de Veracruz al surgir
nanzas y el Crédito en México, se realizó en el ámbito del Atlántico en el siglo XVIII. su vez, identificar dentro de Nueva España nuevas formas de operar las transacciones
Xalapa, Veracruz, el Coloquio Comercio Este seminario de carácter interinstitu· comportamientos comerciales y redes de de mercado externo, a causa de la apertura
Exterior de México entre 1750-1850. Balan· dona! inició sus trabajos en enero de 1998, intercambio que conllevan, por una parte, de nuevos puertos, el tráfico de navíos de
ce y Perspectivas. Como resultado de esa re· con la participación de Carmen Blázquez, a cuesüonar la concepción tradicional so- registro y el llamado comercio neutral. O
unión académica se encuentra en prensa el del Instituto de Investigaciones Histórico·
libro El comercio exterior de Mé.rico, entre la Sociales de la Universidad Veracruzana;
quiebra del sistema imperial y el surgimiento de Matilde Souto Mantecón, Guillermina del
una nación (1717-1850), coordinado por Ma- Valle y Johanna von Grafenstein, del Insti·
tilde Souto y Carmen Yuste. Asimismo, se tuto de Investigaciones Doctor José María
planteó la necesidad de convocar a un semi· Luis Mora, y María del Pilar Martínez

HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 55
54
Iglesia y economía, siglos XVI al XIX de América Latina. Asimismo, en este ta con el apoyo de la DOAPA, tiene la finali-
proyecto se realizaron investigaciones indi- dad de estudiar la naturaleza el monto de y
viduales. Gisela von Wobeser estudió las los bienes eclesiásticos en distintas regiones
Gisela van Wobeser capellanías en Nueva España; 5 Cyntia Mon- del país, así como la problemática que produ-
y María del Pilar Martínez López-Cano tero Recoder, la mentalidad religiosa de los jo el hecho de que la Iglesia llegara a acaparar
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM fundadores de capellanías;6 Marcela García gran parte de la riqueza existente. Asimismo
avanzó en su proyecto sobre las capellanías este proyecto de investigación contempla,
en la orden del Carmen, siglos XVII y XVIII, y como los anteriores, el trabajo en seminario,
El tema de los bienes eclesiásticos ha sido la importancia que tuvo la Iglesia en la eco- María del Pilar Mar~ínez y Laura O'Dogherty la formación de alumnos y la discusión con
polémico a lo largo de la historia de nuestro nomía colonial y el apoyo que ofreció a las desarrollaron la parte de sus investigaciones colegas de otros países. Esto último tiene como
país y hoy dfa vuelve a cobrar interés, a raíz finanzas estatales. Fruto del trabajo fue el li- relacionada con este proyecto. 7 finalidad establecer comparaciones entre lo
del reconocimiento oficial de las iglesias por bro colectivo Iglesia, Estado y economía, Recientemente, se creó un nuevo proyec- ocurrido en España y en los demás reinos del
parte del Estado mexicano. Un grupo de in- XVI al XIX, 1 en el que se reunieron diecisiete to, enfocado al estudio de "Los bienes ecle- imperio español, particularmente en Venezue-
vestigadores del Instituto de Investigaciones ensayos que analizan en el ámbito del impe- siásticos y su función social y económica en la, Chile y Perú. Los resultados finales se pu-
Históricas, bajo la coordinación de Gisela rio español el papel de la Iglesia en la regula· México, 1600-1850". Este proyecto, que cuen- blicarán en forma de artículos y de libros. O
von Wobeser, María del Pilar Martinez López- ción del crédito, la actividad crediticia de las
Cano y Laura O'Dogherty, ha desarrollado instituciones eclesiásticas, sus inversiones en
durante los últimos años varios proyectos inmuebles en las zonas urbanas, así como ~1 Mercados regionales en México, siglos XVIII~XIX
colectivos de investigación enfocados al es- respaldo y la relación que establecieron con
tudio de dicha problemática en la época co- el Estado a través del crédito. Asimismo se
lonial y en las primeras décadas del siglo XIX. desarrollaron otras investigaciones individua·
Desde principios de la década de los no- les. Gisela von Wobeser estudió el crédito Jorge Silva Riquer
venta, y como parte de las investigaciones que eclesiástico en Nueva Espaüa en el siglo XVIII, 2 Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora
se venían desarrollando en el seno del se- y María del Pilar Martínez, el crédito a largo
minario interinstitucional de la Historia del plazo en el siglo XVI en la ciudad de México. 1 El proyecto de investigación sobre los mer-
Se organizó un seminario que trabajó en
Crédito y las Finanzas en México se fue con- El segundo de los proyectos, "Las cape- cados regionales en México se propuso reali- coordinación con el grupo de las Finanzas y
solidando una línea de investigación enca- llanías y sus implicaciones sociales, econó- zar la identificación, organización y clasifica-
el Crédito en México. A partir de estas re-
minada a analizar la importancia de la Igle- micas y religiosas", se centró en la época co- ción de los registros de alcabalas de México
uniones se organizó el Coloquio Interna-
sia en la economía colonial. Dentro de esta lonial. A diferencia del anterior, al análisis en el siglo XIX, la elaboración de una investi-
cional Circuitos Mercantiles, Mercados y
línea hay que destacar dos proyectos colec- económico se sumaron las preocupaciones gación sobre el abasto y mercado regional de
Regiones en América Latina, Siglos XVIII
tivos de investigación que reunieron a espe- de la historia social y de las mentalidades y la ciudad de México en la primera mitad del
y XIX, celebrado en 1993 y que dio como
cialistas de instituciones nacionales y extran- se abordaron las capellanías junto a otras ma- siglo XIX y la elaboración de series de datos
fruto la obra Circuitos mercantiles y merca-
jeras y contaron, en diversas etapas, con el nifestaciones religiosas, como las cofradías y temporales. Contó con el apoyo económico
dos en América Latina, siglos XVIII y XIX. Es·
financiamiento del Conacyt, de la Dirección las obras pías. Resultado de este proyecto fue del Conacyt y con la participación de in-
tas tareas fueron coordinadas por Jorge Sil-
General de Asuntos del Personal Académi- un libro colectivo que llevó por título Cofra- vestigadores como Juan Carlos Grosso,
va, Juan Carlos Grosso y Carmen Yuste. En
co (DOAPA) de la UNAM y del Instituto días, capellanías y obras pías en la América colo· Matilde Souto y Guillermina del Valle del
el número 14 de la revista Siglo XIX, Juan
Panamericano de Geografía e Historia. nial4 y congregó en torno a estos tres grandes Instituto Mora; Carmen Yuste, Margarita
Carlos Grosso editó el resto de los traba-
El primer proyecto "El crédito en los si- temas a especialistas de México, Espaüa, Es- Menegus y Antonio Ibarra de la UNAM, y
jos de dicha reunión que, junto con otros·
glos xvm y XIX" tuvo como objetivo estudiar tados Unidos de América, así como de otros Francisco Cervantes y Francisco T éllez de
artículos, da una idea completa de la pro-
la Universidad Autónoma de Puebla.
blemática en el ámbito latinoamericano. O
1 María del Pilar Martínez López·Cano (coord.), Iglesia, Estado y economía, siglos X\'1 al XIX. México,

UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora, ; Vida eterna y preocupaciones terrenales. l.a.s capellanías de misas en Nueva España, 1700-1821, México,
1995. UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, 1999.
2 El crédito eclesiástico en Nueva España en el siglo XVIII, México, UNAM, 1994. 6
3 El crédito a largo pla~o en el siglo XVI, México, UNAM, Instituto de lnvestigactones Históricas, 1995. La religiosidad de los fundadores de capellanías en la Nueva España, siglo XVIII, México, Escuela Nacional de
Antropología
1
e Historia, tesis de licenciatura, febrero de 2000.
4 María del Pilar Martínez López-Cano, Oisela von Wobeser y Juan Guillermo Muñoz (coords.). Cofra-
María del Pilar Martínez López-Cano, El crédito en la ciudad de México en el siglo XVJ, México, UNAM,
días, capellanías y obras pías en la América colonial, México, UNAM, Instituto de Investigaciones H"róncas/ Facultad de Fílosofía y Letras, tesis de doctorado, 1998. Laura O'Dogherty, De urnas y sotanas. El Partido
Facultad de Filosofía y Letras, 1998. Católico Nactonal en Jalisco, México, El Colegio de México, tesis de doctorado, 1999.

56 HISTÓRlCAS 57 HlSTÓRICAS 57
57

''&!-
Iglesia y economía, siglos XVI al XIX de América Latina. Asimismo, en este ta con el apoyo de la DOAPA, tiene la finali-
proyecto se realizaron investigaciones indi- dad de estudiar la naturaleza el monto de y
viduales. Gisela von Wobeser estudió las los bienes eclesiásticos en distintas regiones
Gisela van Wobeser capellanías en Nueva España; 5 Cyntia Mon- del país, así como la problemática que produ-
y María del Pilar Martínez López-Cano tero Recoder, la mentalidad religiosa de los jo el hecho de que la Iglesia llegara a acaparar
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM fundadores de capellanías;6 Marcela García gran parte de la riqueza existente. Asimismo
avanzó en su proyecto sobre las capellanías este proyecto de investigación contempla,
en la orden del Carmen, siglos XVII y XVIII, y como los anteriores, el trabajo en seminario,
El tema de los bienes eclesiásticos ha sido la importancia que tuvo la Iglesia en la eco- María del Pilar Mar~ínez y Laura O'Dogherty la formación de alumnos y la discusión con
polémico a lo largo de la historia de nuestro nomía colonial y el apoyo que ofreció a las desarrollaron la parte de sus investigaciones colegas de otros países. Esto último tiene como
país y hoy dfa vuelve a cobrar interés, a raíz finanzas estatales. Fruto del trabajo fue el li- relacionada con este proyecto. 7 finalidad establecer comparaciones entre lo
del reconocimiento oficial de las iglesias por bro colectivo Iglesia, Estado y economía, Recientemente, se creó un nuevo proyec- ocurrido en España y en los demás reinos del
parte del Estado mexicano. Un grupo de in- XVI al XIX, 1 en el que se reunieron diecisiete to, enfocado al estudio de "Los bienes ecle- imperio español, particularmente en Venezue-
vestigadores del Instituto de Investigaciones ensayos que analizan en el ámbito del impe- siásticos y su función social y económica en la, Chile y Perú. Los resultados finales se pu-
Históricas, bajo la coordinación de Gisela rio español el papel de la Iglesia en la regula· México, 1600-1850". Este proyecto, que cuen- blicarán en forma de artículos y de libros. O
von Wobeser, María del Pilar Martinez López- ción del crédito, la actividad crediticia de las
Cano y Laura O'Dogherty, ha desarrollado instituciones eclesiásticas, sus inversiones en
durante los últimos años varios proyectos inmuebles en las zonas urbanas, así como ~1 Mercados regionales en México, siglos XVIII~XIX
colectivos de investigación enfocados al es- respaldo y la relación que establecieron con
tudio de dicha problemática en la época co- el Estado a través del crédito. Asimismo se
lonial y en las primeras décadas del siglo XIX. desarrollaron otras investigaciones individua·
Desde principios de la década de los no- les. Gisela von Wobeser estudió el crédito Jorge Silva Riquer
venta, y como parte de las investigaciones que eclesiástico en Nueva Espaüa en el siglo XVIII, 2 Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora
se venían desarrollando en el seno del se- y María del Pilar Martínez, el crédito a largo
minario interinstitucional de la Historia del plazo en el siglo XVI en la ciudad de México. 1 El proyecto de investigación sobre los mer-
Se organizó un seminario que trabajó en
Crédito y las Finanzas en México se fue con- El segundo de los proyectos, "Las cape- cados regionales en México se propuso reali- coordinación con el grupo de las Finanzas y
solidando una línea de investigación enca- llanías y sus implicaciones sociales, econó- zar la identificación, organización y clasifica-
el Crédito en México. A partir de estas re-
minada a analizar la importancia de la Igle- micas y religiosas", se centró en la época co- ción de los registros de alcabalas de México
uniones se organizó el Coloquio Interna-
sia en la economía colonial. Dentro de esta lonial. A diferencia del anterior, al análisis en el siglo XIX, la elaboración de una investi-
cional Circuitos Mercantiles, Mercados y
línea hay que destacar dos proyectos colec- económico se sumaron las preocupaciones gación sobre el abasto y mercado regional de
Regiones en América Latina, Siglos XVIII
tivos de investigación que reunieron a espe- de la historia social y de las mentalidades y la ciudad de México en la primera mitad del
y XIX, celebrado en 1993 y que dio como
cialistas de instituciones nacionales y extran- se abordaron las capellanías junto a otras ma- siglo XIX y la elaboración de series de datos
fruto la obra Circuitos mercantiles y merca-
jeras y contaron, en diversas etapas, con el nifestaciones religiosas, como las cofradías y temporales. Contó con el apoyo económico
dos en América Latina, siglos XVIII y XIX. Es·
financiamiento del Conacyt, de la Dirección las obras pías. Resultado de este proyecto fue del Conacyt y con la participación de in-
tas tareas fueron coordinadas por Jorge Sil-
General de Asuntos del Personal Académi- un libro colectivo que llevó por título Cofra- vestigadores como Juan Carlos Grosso,
va, Juan Carlos Grosso y Carmen Yuste. En
co (DOAPA) de la UNAM y del Instituto días, capellanías y obras pías en la América colo· Matilde Souto y Guillermina del Valle del
el número 14 de la revista Siglo XIX, Juan
Panamericano de Geografía e Historia. nial4 y congregó en torno a estos tres grandes Instituto Mora; Carmen Yuste, Margarita
Carlos Grosso editó el resto de los traba-
El primer proyecto "El crédito en los si- temas a especialistas de México, Espaüa, Es- Menegus y Antonio Ibarra de la UNAM, y
jos de dicha reunión que, junto con otros·
glos xvm y XIX" tuvo como objetivo estudiar tados Unidos de América, así como de otros Francisco Cervantes y Francisco T éllez de
artículos, da una idea completa de la pro-
la Universidad Autónoma de Puebla.
blemática en el ámbito latinoamericano. O
1 María del Pilar Martínez López·Cano (coord.), Iglesia, Estado y economía, siglos X\'1 al XIX. México,

UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora, ; Vida eterna y preocupaciones terrenales. l.a.s capellanías de misas en Nueva España, 1700-1821, México,
1995. UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, 1999.
2 El crédito eclesiástico en Nueva España en el siglo XVIII, México, UNAM, 1994. 6
3 El crédito a largo pla~o en el siglo XVI, México, UNAM, Instituto de lnvestigactones Históricas, 1995. La religiosidad de los fundadores de capellanías en la Nueva España, siglo XVIII, México, Escuela Nacional de
Antropología
1
e Historia, tesis de licenciatura, febrero de 2000.
4 María del Pilar Martínez López-Cano, Oisela von Wobeser y Juan Guillermo Muñoz (coords.). Cofra-
María del Pilar Martínez López-Cano, El crédito en la ciudad de México en el siglo XVJ, México, UNAM,
días, capellanías y obras pías en la América colonial, México, UNAM, Instituto de Investigaciones H"róncas/ Facultad de Fílosofía y Letras, tesis de doctorado, 1998. Laura O'Dogherty, De urnas y sotanas. El Partido
Facultad de Filosofía y Letras, 1998. Católico Nactonal en Jalisco, México, El Colegio de México, tesis de doctorado, 1999.

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JI""!"'

PROYECTOS INDIVIDUALES REALIZADOS DENTRO DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES Las relaciones diplomáticas y financieras entre México y Gran Bretaña,
HISTÓRICAS 1850-1884

La aplicación del ideal utilitarista en la reconstrucción del Estado


posrevolucionario en México y España, 1808-1833
Silvestre Villegas Revueltas
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM

]osé Enrique Covarrubias


Sin lugar a dudas, él problema de las rela- asuntos de la deuda y la diplomacia, esto
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
ciones diplomáticas y el proceso de la deu- es, que la tesis hace hincapié en el enfren-
da mexicana con los acreedores ingleses son tamiento entre los intereses económicos y
En esta investigación se intenta precisar el bresalientes del liberalismo hispánico de esa temas que hacen más comprensible el estu- de poder locales y su oposición a la norma-
impacto de la corriente utilitarista -enten- época. El método comparativo se extiende a dio del México decimonónico.
tividad emanada desde el gobierno estable-
dida como un cuerpo de postulados de tipo la caracterización de las problemáticas ad- La investigación tiene por fecha límite cido en la ciudad de México. El segundo
moral y económico- en la reorganización ministrativas específicas en cada ramo estu- 1850 cuando, promovido por el ministro asunto es la preocupación de México y del
administrativa del México recién indepen- diado de los dos países, sin perder nunca de inglés Percy Doyle, la administración del Reino Unido por fundamentar jurídicamen-
dizado. Desde el punto de vista temático, vista la matriz de cultura política que es'co- presidente Herrera llegó a un acuerdo con te las convenciones, los principios sobera-
cinco son los ramos administrativos que se mún a ambos casos. los tenedores de bonos de la Deuda de Lon- nos de política exterior y en el caso particu-
analizan en esta investigación: acuñación El objeto de esta investigación es con- dres estableciendo el monto de la misma y lar de la república, enfatizar la legitimidad
de moneda, crédito público, beneficencia tribuir a una mejor conceptualización de la una reducción significativa por concepto de de los gobiernos mexicanos. La llamada
pública, difusión de conocimientos útiles y historia administrativa de esos años, tan intereses. Tal ajuste respondía a la promesa Doctrina]uárez, que enfrentó a México con
colonización. olvidada hasta ahora y subsumida en consi- del gobierno mexicano de establecer pagos aquellos gobiernos que reconocieron la exis-
La comparación con el caso españolad- deraciones de índole político-económica. puntuales. Por otro lado 1884 marca el res- tencia del imperio de Maximiliano, tuvo
quiere importancia decisiva. El método También se confía en poder establecer al- tablecimiento de las relaciones diplomáti- como base jurídica el asunto de considerar
comparativo comienza desde que se delinean gunas de las principales causas de la tardía cas entre México y la Gran Bretaña, después el origen legítimo de la administración
ciertas características básicas del utilitaris- consolidación de la autoridad del Estado de un impasse que se prolongó a lo largo de juarista.
mo español frente a las variantes británica y nacional en México. Finalmente, una apro- dieciocho años. De la misma forma, en ese El trabajo, dividido en cinco capítulos, ha
francesa, cuya influencia, innegable en los ximación como ésta enriquecerá la com- año y bajo la administración de Manuel sido concebido de la siguiente forma. El pri-
políticos y pensadores hispánicos de esos prensión de las ideas políticas, sociológicas González, se llegó a un acuerdo para reanu- mer capítulo analiza las bases diplomáticas y
años, no puede ser asumida como omní- y económicas de los primeros liberales mexi- dar el pago de la deuda, mismo que aunque financieras que determinaron la relación
moda o exclusiva. Así, aunque no se empren- canos mediante un estudio de los retos ad- se formalízó dos años después, en pleno decimonónica entre Gran Bretaña y Méxi-
de un estudio de pensadores específicos, se ministrativos afrontados por ellos tanto en porfiriato, marcaba el deseo de terminar con co. Discurre sobre aquellos problemas fisca-
toma muy en cuenta el ideario de figuras un intento por suscitar un orden civil de la suspensión de pagos. les y de control político que preocuparon
representativas de España y México (Álvaro inspiración ilustrada como por asegurar a Cabe señalar que la investigación que se tanto a los agentes ingleses como a distintas
Flórez Estrada, José Canga Argüelles, José México la prosperidad y la integridad sufi- está realizando no es de historia económi- administraciones mexicanas que determina-
María Luis Mora, Lucas Atamán, etcétera) cientes para garantizarle un alto rango en ca, sino más bien se interesa en entender ron los acuerdos bilaterales de 1850-185 l.
y con ello se identifican algunos rasgos so- el ámbito internacional. O cómo las deudas que la república tenía con El segundo analiza el proceso de convencio-
súbditos británicos determinaron en buena nes diplomáticas relativas a las deudas ingle-
medida la agenda diplomática bilateral. Por sas que se formalizó durante la guerra de re-
otro lado ha sido un propósito expreso el forma. Por otro lado pondera el cruce de
no explícar en detalle asuntos del aconte- información diplomática entre la Foreign
cer político mexicano del siglo XIX, que han Office de Londres y sus diversos represen-
sido abordados a profundidad por los espe- tantes en cortes europeas y en Washington
cialistas. Sin embargo, y esto es una nota respecto de la posibilidad de establecer un
común a lo largo de la investigación, se plan- sistema de gobierno distinto en México, le-
tean dos problemas que determinan los gítimo, responsable y capaz de cumplir sus

58 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
59
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PROYECTOS INDIVIDUALES REALIZADOS DENTRO DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES Las relaciones diplomáticas y financieras entre México y Gran Bretaña,
HISTÓRICAS 1850-1884

La aplicación del ideal utilitarista en la reconstrucción del Estado


posrevolucionario en México y España, 1808-1833
Silvestre Villegas Revueltas
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM

]osé Enrique Covarrubias


Sin lugar a dudas, él problema de las rela- asuntos de la deuda y la diplomacia, esto
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
ciones diplomáticas y el proceso de la deu- es, que la tesis hace hincapié en el enfren-
da mexicana con los acreedores ingleses son tamiento entre los intereses económicos y
En esta investigación se intenta precisar el bresalientes del liberalismo hispánico de esa temas que hacen más comprensible el estu- de poder locales y su oposición a la norma-
impacto de la corriente utilitarista -enten- época. El método comparativo se extiende a dio del México decimonónico.
tividad emanada desde el gobierno estable-
dida como un cuerpo de postulados de tipo la caracterización de las problemáticas ad- La investigación tiene por fecha límite cido en la ciudad de México. El segundo
moral y económico- en la reorganización ministrativas específicas en cada ramo estu- 1850 cuando, promovido por el ministro asunto es la preocupación de México y del
administrativa del México recién indepen- diado de los dos países, sin perder nunca de inglés Percy Doyle, la administración del Reino Unido por fundamentar jurídicamen-
dizado. Desde el punto de vista temático, vista la matriz de cultura política que es'co- presidente Herrera llegó a un acuerdo con te las convenciones, los principios sobera-
cinco son los ramos administrativos que se mún a ambos casos. los tenedores de bonos de la Deuda de Lon- nos de política exterior y en el caso particu-
analizan en esta investigación: acuñación El objeto de esta investigación es con- dres estableciendo el monto de la misma y lar de la república, enfatizar la legitimidad
de moneda, crédito público, beneficencia tribuir a una mejor conceptualización de la una reducción significativa por concepto de de los gobiernos mexicanos. La llamada
pública, difusión de conocimientos útiles y historia administrativa de esos años, tan intereses. Tal ajuste respondía a la promesa Doctrina]uárez, que enfrentó a México con
colonización. olvidada hasta ahora y subsumida en consi- del gobierno mexicano de establecer pagos aquellos gobiernos que reconocieron la exis-
La comparación con el caso españolad- deraciones de índole político-económica. puntuales. Por otro lado 1884 marca el res- tencia del imperio de Maximiliano, tuvo
quiere importancia decisiva. El método También se confía en poder establecer al- tablecimiento de las relaciones diplomáti- como base jurídica el asunto de considerar
comparativo comienza desde que se delinean gunas de las principales causas de la tardía cas entre México y la Gran Bretaña, después el origen legítimo de la administración
ciertas características básicas del utilitaris- consolidación de la autoridad del Estado de un impasse que se prolongó a lo largo de juarista.
mo español frente a las variantes británica y nacional en México. Finalmente, una apro- dieciocho años. De la misma forma, en ese El trabajo, dividido en cinco capítulos, ha
francesa, cuya influencia, innegable en los ximación como ésta enriquecerá la com- año y bajo la administración de Manuel sido concebido de la siguiente forma. El pri-
políticos y pensadores hispánicos de esos prensión de las ideas políticas, sociológicas González, se llegó a un acuerdo para reanu- mer capítulo analiza las bases diplomáticas y
años, no puede ser asumida como omní- y económicas de los primeros liberales mexi- dar el pago de la deuda, mismo que aunque financieras que determinaron la relación
moda o exclusiva. Así, aunque no se empren- canos mediante un estudio de los retos ad- se formalízó dos años después, en pleno decimonónica entre Gran Bretaña y Méxi-
de un estudio de pensadores específicos, se ministrativos afrontados por ellos tanto en porfiriato, marcaba el deseo de terminar con co. Discurre sobre aquellos problemas fisca-
toma muy en cuenta el ideario de figuras un intento por suscitar un orden civil de la suspensión de pagos. les y de control político que preocuparon
representativas de España y México (Álvaro inspiración ilustrada como por asegurar a Cabe señalar que la investigación que se tanto a los agentes ingleses como a distintas
Flórez Estrada, José Canga Argüelles, José México la prosperidad y la integridad sufi- está realizando no es de historia económi- administraciones mexicanas que determina-
María Luis Mora, Lucas Atamán, etcétera) cientes para garantizarle un alto rango en ca, sino más bien se interesa en entender ron los acuerdos bilaterales de 1850-185 l.
y con ello se identifican algunos rasgos so- el ámbito internacional. O cómo las deudas que la república tenía con El segundo analiza el proceso de convencio-
súbditos británicos determinaron en buena nes diplomáticas relativas a las deudas ingle-
medida la agenda diplomática bilateral. Por sas que se formalizó durante la guerra de re-
otro lado ha sido un propósito expreso el forma. Por otro lado pondera el cruce de
no explícar en detalle asuntos del aconte- información diplomática entre la Foreign
cer político mexicano del siglo XIX, que han Office de Londres y sus diversos represen-
sido abordados a profundidad por los espe- tantes en cortes europeas y en Washington
cialistas. Sin embargo, y esto es una nota respecto de la posibilidad de establecer un
común a lo largo de la investigación, se plan- sistema de gobierno distinto en México, le-
tean dos problemas que determinan los gítimo, responsable y capaz de cumplir sus

58 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
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compromisos y controlar a las facciones que
dominaban en el país. El tercer capítulo ana-
con el restablecimiento de las relaciones di-
plomáticas entre ambos países. El aspecto fi-
0 PUBLICACIONES
liza la participación de banqueros ingleses en nanciero y comercial que complementa esta
el financiamiento que hizo posible la insta- última sección resulta muy importante, no RESEÑAS
lación del imperio de Maximiliano. Desarro- solamente por su íntima conexión con el
lla una serie de hipótesis en torno al proceso establecimiento de la banca en México, Lecturas de Historia Económica Mexicana
de endeudamiento que aceptó el régimen tema estudiado por Ludlow, Bátiz, Mari chal
imperial, y finalmente discurre en detalle los y otros especialistas, sino por la identifica-
argumentos jurídicos del gabinete juarista ción de intereses norteamericanos, alema-
que culminaron en una política soberana que nes y franceses en un pronto arreglo que
suspendió las relaciones diplomáticas con las
Leonor Ludlow
beneficiara el desarrollo del comercio. Es

-----
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
naciones que reconocieron a Maximiliano. necesario señalar que en este último apar-
Asimismo, basado en tales principios, el go- tado, a diferencia de los anteriores, la tesis Cuatro instituciones de educación superior
bierno sostuvo que a partir de 1867ladeuda señalará diversos aspectos importantes de mente ha sido reconocido el avance en
participaron en la coedición de los diez vo-
mexicana que había sido objeto de negocia- la administración del "manco González" nuestro saber sobre el comportamiento del
lúmenes de Lecturas de Historia Económica
ciones diplomáticas volvía a ser un asunto indispensables para entender el porqué de universo de las finanzas públicas y privadas
Mexicana; se trata del Instituto de Investi-
nacional y de carácter privado respecto de su interés en terminar con el problema in- y del desarrollo del sistema monetario. Cabe
gaciones Históricas de la UNAM, el Instituto
los acreedores. El cuarto, que transcurre glés y en llegar a un acuerdo definitivo con señalar que en la mayoría de los casos se
de Investigaciones Doctor José María Luis
durante el periodo conocido como repúbli- los tenedores de bonos. · trata de investigaciones que han renovado
Mora, El Colegio de México y El Colegio
ca restaurada, muestra el conflicto, cada vez Las fuentes que se han utilizado en el pre- nuestro conocimiento del pasado. Ello ha
de Michoacán. Además se contó con el
más acucioso, entre los tenedores de bonos sente estudio provienen sobre todo de ar- sido posible, en buena medida, gracias a la
apoyo del Conacyt, que financió el trabajo
y los nuevos inversionistas ingleses. En este chivos ingleses y en menor medida del Ar- utilización de datos novedosos obtenidos de
de los investigadores que realizaron la selec-
sentido, el estudio hace hincapié en cómo chivo Histórico de la Secretaría de Relacio- fuentes y documentos hasta entonces des-
ción y compilación de los textos, las intro-
para estos últimos, lo mismo que para los nes Exteriores. Por otro lado, la bibliografía conocidos, como es el caso de los fondos
ducciones, apéndices, bibliografías y notas.
gobiernos mexicanos, especialmente el de -que igualmente en su mayoría está integra- públicos resguardados en archivos naciona-
Entre las numerosas páginas que componen
Lerdo y la primera administración de Díaz, da por obras en idioma inglés- recorre te- les y extranjeros, así como del acceso a fon-
esta colección, se cuentan textos de difícil
el aumento del comercio bilateral ocupó un mas que van desde teoría sobre las deudas, dos privados, de individuos, empresas o fir-
consulta, ya sea porque fueron publicados
lugar primordial en sus respectivas agendas. carácter de la banca imperial inglesa y natu- mas. Pero sobre todo, la importancia de gran
en revistas especializadas, porque fueron
Finalmente, el capítulo cinco desarrolla un raleza de organizaciones como el Consejo de número de estos estudios radica en el mé-
presentados en congresos o porque consti-
análisis de cómo la administración de Ma- Tenedores de los Bonos Extranjeros hasta in- todo y análisis de los procesos, que además
tuyen capítulos de tesis de posgrado. Por
nuel González y el gobierno de Lord terpretaciones sobre el derecho internacio- se han apoyado en el instrumental técnico
otro lado, también hay reediciones de estu-
Gladstone se vieron obligados a flexibilizar nal, mecanismos de la diplomacia británica dios pioneros en su campo. y estadístico para corroborar sus hipótesis y
sus principios de Estado, para poder llegar a y características del imperialismo de esa na- argumentos.
Con este esfuerzo conjunto se busca im-
un protocolo que culminara tiempo después ción en América Latina. O La colección de Lecturas de Historia Eco-
pulsar, entre las nuevas generaciones de his-
nómica Mexicana pretende, además, corre-
toriadores y economistas, el interés por co-
gir la lamentable separación que existe entre
nocer y comprender los procesos económi-
la investigación y la docencia en gran parte
cos y sociales de nuestro país durante los
0 NOTAS DEL IIH siglos XVIII y XIX. El desarrollo de la his-
de nuestras instituciones de educación supe-
rior, limitando así el apoyo y colaboración que
toriografía económica mexicana se ha tra-
tales tareas requieren para su mutuo enrique-
RECONOCIMIENTOS ducido en importantes frutos en las últimas cimiento.
dos décadas. Se han logrado adelantos en el
En tercer término, esta obra conjunta
Miguel León-Portilla recibió el premio honoris causa de la Universidad Carolina de conocimiento de las principales ramas de la
viene a llenar un enorme vacío, ya que los
Alfonso Reyes, otorgado por el Conaculta a Praga, República Checa. Por su parte, Er· producción, como es el caso de la agricultu-
manuales o ensayos sobre la sociedad y la
ra, la minería y la industria, o en la esfera
través del Instituto Nacional de Bellas Ar- nesto de la Torre recibió la medalla Alonso economía mexicanas de otras épocas fue-
de los intercambios a través de los estudios
tes y de la Sociedad Alfonsina Internacio- de León, otorgada por la Sociedad de His· ron publicados hace varios años y, a pesar
sobre la expansión de las comunicaciones o
naL Asimismo le fue otorgado el doctorado toriadores de Monterrey, Nuevo León. O de que varios de ellos han sido reeditados,
el desenvolvimiento de los mercados. Igual-
no han sido incorporadas las aportaciones

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compromisos y controlar a las facciones que
dominaban en el país. El tercer capítulo ana-
con el restablecimiento de las relaciones di-
plomáticas entre ambos países. El aspecto fi-
0 PUBLICACIONES
liza la participación de banqueros ingleses en nanciero y comercial que complementa esta
el financiamiento que hizo posible la insta- última sección resulta muy importante, no RESEÑAS
lación del imperio de Maximiliano. Desarro- solamente por su íntima conexión con el
lla una serie de hipótesis en torno al proceso establecimiento de la banca en México, Lecturas de Historia Económica Mexicana
de endeudamiento que aceptó el régimen tema estudiado por Ludlow, Bátiz, Mari chal
imperial, y finalmente discurre en detalle los y otros especialistas, sino por la identifica-
argumentos jurídicos del gabinete juarista ción de intereses norteamericanos, alema-
que culminaron en una política soberana que nes y franceses en un pronto arreglo que
suspendió las relaciones diplomáticas con las
Leonor Ludlow
beneficiara el desarrollo del comercio. Es

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Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
naciones que reconocieron a Maximiliano. necesario señalar que en este último apar-
Asimismo, basado en tales principios, el go- tado, a diferencia de los anteriores, la tesis Cuatro instituciones de educación superior
bierno sostuvo que a partir de 1867ladeuda señalará diversos aspectos importantes de mente ha sido reconocido el avance en
participaron en la coedición de los diez vo-
mexicana que había sido objeto de negocia- la administración del "manco González" nuestro saber sobre el comportamiento del
lúmenes de Lecturas de Historia Económica
ciones diplomáticas volvía a ser un asunto indispensables para entender el porqué de universo de las finanzas públicas y privadas
Mexicana; se trata del Instituto de Investi-
nacional y de carácter privado respecto de su interés en terminar con el problema in- y del desarrollo del sistema monetario. Cabe
gaciones Históricas de la UNAM, el Instituto
los acreedores. El cuarto, que transcurre glés y en llegar a un acuerdo definitivo con señalar que en la mayoría de los casos se
de Investigaciones Doctor José María Luis
durante el periodo conocido como repúbli- los tenedores de bonos. · trata de investigaciones que han renovado
Mora, El Colegio de México y El Colegio
ca restaurada, muestra el conflicto, cada vez Las fuentes que se han utilizado en el pre- nuestro conocimiento del pasado. Ello ha
de Michoacán. Además se contó con el
más acucioso, entre los tenedores de bonos sente estudio provienen sobre todo de ar- sido posible, en buena medida, gracias a la
apoyo del Conacyt, que financió el trabajo
y los nuevos inversionistas ingleses. En este chivos ingleses y en menor medida del Ar- utilización de datos novedosos obtenidos de
de los investigadores que realizaron la selec-
sentido, el estudio hace hincapié en cómo chivo Histórico de la Secretaría de Relacio- fuentes y documentos hasta entonces des-
ción y compilación de los textos, las intro-
para estos últimos, lo mismo que para los nes Exteriores. Por otro lado, la bibliografía conocidos, como es el caso de los fondos
ducciones, apéndices, bibliografías y notas.
gobiernos mexicanos, especialmente el de -que igualmente en su mayoría está integra- públicos resguardados en archivos naciona-
Entre las numerosas páginas que componen
Lerdo y la primera administración de Díaz, da por obras en idioma inglés- recorre te- les y extranjeros, así como del acceso a fon-
esta colección, se cuentan textos de difícil
el aumento del comercio bilateral ocupó un mas que van desde teoría sobre las deudas, dos privados, de individuos, empresas o fir-
consulta, ya sea porque fueron publicados
lugar primordial en sus respectivas agendas. carácter de la banca imperial inglesa y natu- mas. Pero sobre todo, la importancia de gran
en revistas especializadas, porque fueron
Finalmente, el capítulo cinco desarrolla un raleza de organizaciones como el Consejo de número de estos estudios radica en el mé-
presentados en congresos o porque consti-
análisis de cómo la administración de Ma- Tenedores de los Bonos Extranjeros hasta in- todo y análisis de los procesos, que además
tuyen capítulos de tesis de posgrado. Por
nuel González y el gobierno de Lord terpretaciones sobre el derecho internacio- se han apoyado en el instrumental técnico
otro lado, también hay reediciones de estu-
Gladstone se vieron obligados a flexibilizar nal, mecanismos de la diplomacia británica dios pioneros en su campo. y estadístico para corroborar sus hipótesis y
sus principios de Estado, para poder llegar a y características del imperialismo de esa na- argumentos.
Con este esfuerzo conjunto se busca im-
un protocolo que culminara tiempo después ción en América Latina. O La colección de Lecturas de Historia Eco-
pulsar, entre las nuevas generaciones de his-
nómica Mexicana pretende, además, corre-
toriadores y economistas, el interés por co-
gir la lamentable separación que existe entre
nocer y comprender los procesos económi-
la investigación y la docencia en gran parte
cos y sociales de nuestro país durante los
0 NOTAS DEL IIH siglos XVIII y XIX. El desarrollo de la his-
de nuestras instituciones de educación supe-
rior, limitando así el apoyo y colaboración que
toriografía económica mexicana se ha tra-
tales tareas requieren para su mutuo enrique-
RECONOCIMIENTOS ducido en importantes frutos en las últimas cimiento.
dos décadas. Se han logrado adelantos en el
En tercer término, esta obra conjunta
Miguel León-Portilla recibió el premio honoris causa de la Universidad Carolina de conocimiento de las principales ramas de la
viene a llenar un enorme vacío, ya que los
Alfonso Reyes, otorgado por el Conaculta a Praga, República Checa. Por su parte, Er· producción, como es el caso de la agricultu-
manuales o ensayos sobre la sociedad y la
ra, la minería y la industria, o en la esfera
través del Instituto Nacional de Bellas Ar- nesto de la Torre recibió la medalla Alonso economía mexicanas de otras épocas fue-
de los intercambios a través de los estudios
tes y de la Sociedad Alfonsina Internacio- de León, otorgada por la Sociedad de His· ron publicados hace varios años y, a pesar
sobre la expansión de las comunicaciones o
naL Asimismo le fue otorgado el doctorado toriadores de Monterrey, Nuevo León. O de que varios de ellos han sido reeditados,
el desenvolvimiento de los mercados. Igual-
no han sido incorporadas las aportaciones

60 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57
61
recientes en este campo de conocimiento, bién reflejo de la especialidad de los coor- por dos jóvenes investigadoras, María del Pi-
con excepción de las compilaciones publi- dinadores: la doctora Menegus ha realiza- periodo. A este último le sigue un estudio
lar Martínez López-Cano, del Instituto de
cadas hace algunos años por El Trimestre do importantes aportes al conocimiento de sobre el peso en el control del crédito y el
Investigaciones Históricas de la UNAM, y
Económico, bajo la dirección del doctor la transformación agraria en la sociedad comercio de plata que se consolidó en el si-
Guillermína del Valle Pavón, del Instituto de
Enrique Cárdenas. indígena y el doctor Tortolero es un reco- glo XVII, el cual fue realizado por Louisa
Investigaciones Doctor José María Luis Hoberman.
Tras precisar los rasgos y objetivos gene- nocido estudioso de los procesos de trans- Mora.
rales de esta colección, pasemos a revisar la formación agraria de finales del siglo XIX, Para el siglo XVIII, periodo de extensión
La selección que se presenta consta de
característica de cada uno de los volúme- especialmente en la región de Chalco tras de las operaciones crediticias, fueron inclui-
ocho artículos, cuatro de ellos realizados por
nes que componen esta obra. la introducción de innovaciones técnicas en dos los trabajos de Pedro Pérez Herrero y
extranjeros y otro tanto por investigadores
materia de maquinaria y cultivos. Carmen Yuste. El primero trata acerca del
que han destacado en el estudio de esta
En la primera parte, referente a los pro- uso de las libranzas y letras de cambio en el
problemática. Cabe resaltar que se trata de
Agricultura mexicana: crecimiento cesos agrarios ocurridos en el siglo xvm, fue- comercio; el segundo es sobre el caso parti-
versiones actualizadas y revisadas, a peti-
e innovaciones ron incluidos tres estudios clave. Uno de cular de las operaciones crediticias que rea-
ción expresa de las coordinadoras del volu-
ellos, considerado clásico, es el de Carlos lizaban los miembros del consulado con el
men, por los autores, todos ellos reconoci-
Este volumen fue preparado por dos reco- Sempat Assadourian para estudiar el caso comercio asiático, y en él se revisa el caso de
dos especialistas en el tema. A lo anterior
nocidos especialistas en los temas de la his- de Tlaxcala, así corno el trabajo de Claude un reconocido miembro. Este último fue rea-
se suma más de una decena de páginas que
toria agraria mexicana: Margarita Menegus, Morin para la zona central y occidental del lizado con fuentes de un archivo privado.
compone la bibliografía de este libro que da
del Centro de Estudios de la Universidad país, el cual fue publicado a finales de los A estos trabajos, les siguen los estudios
prueba del desarrollo de la reciente
de la UNAM, y Alejandro Tortolero, profe- años setenta, así corno el trabajo que escri- de Guillermina del Valle, quien en esta oca-
historiografía sobre el crédito colonial.
sor-investigador de la UAM-Iztapalapa. bió Margarita Menegus para este volumen, sión revisa uno de los aspectos de interme-
En la introducción del libro se presenta
En la introducción los coordinadores ex- en el que se revisa el impacto que los pue- diación financiera que realizaban los miem-
el sentido y alcance del mismo, destacando
plican los procesos que en el siglo xvm die- blos de indios de la zona de Toluca y de las bros del consulado entre los rentistas y di-
en primer lugar el extendido uso del crédito
ron pie a la consolidación de una estructura regiones central y occidental del país resin- versas esferas de la administración colonial.
en el periodo colonial que sustituyó el pro-
dual en la agricultura mexicana, resultado tieron por los cambios en el régimen de ca- Para terminar esta parte del crédito comer-
longado problema de escasez de numerario en
en parte del crecimiento de algunas zonas y jas de comunidad. cial se incluye el estudio del repartimiento
metálico y que fue clave para el desenvolvi-
del incremento de la población en otras En contraste, para el estudio del desen- de mercancías en las comunidades indíge-
miento de la producción en ese periodo.
latidudes, además del impacto en el univer- volvimiento agrícola durante el siglo XIX, se nas visto como operación mercantil y cre-
La obra inicia con la elaboración de un
so rural de las políticas introducidas por los presentan los trabajos de Simon Miller acer- diticia por la historiadora Daniele Dehouve.
rico y fundado análisis historiográfico so-
monarcas españoles en diversas materias. ca de los factores internos y de las innova- En la segunda parte de la obra, dedicada
bre el tema, realizado por las coordinado-
Señalan, asimismo, que tal tendencia se ciones que transformaron la organización de al estudio del comportamiento del crédito
ras, en el cual se diferencian los temas,
acentúa a lo largo del siglo XIX, por lo que la hacienda mexicana a lo largo de esa cen- eclesiástico, fueroh incluidos -por el carác-
periodos, instituciones y enfoques que son
se diferencian claramente las unidades turia. El tema anterior se complementa con ter pionero de su obra- los trabajos de dos
más comunes entre los estudiosos del cré-
agrícolas modernas en relación con las zo- el estudio de caso de la agricultura de la re- reconocidos autores, Gisela von Wobeser y
dito comercial y del crédito eclesiástico.
nas que quedaron rezagadas del mercado y gión de Chalco durante los años 1890 a 1925, Francisco Cervantes: el primero se refiere a
Esta revisión concluye con la propuesta de
de la renovación técnic~ y productiva. las instituciones eclesiásticas de la ciudad
realizado por Tortolero. Una porción impor- estudio de diversos aspectos poco o mal
La relación entre crecimiento demográ- tante de esta segunda parte son los anexos de México y el otro, al impacto que una
conocidos hasta ahora, como serían el pro-
fico y transformación agraria ha sido tam- incluidos al final, que contienen documen- medida reformista como la consolidación
blema del financiamiento del sistema de flo-
bién una de las preocupaciones centrales tos que fueron publicados a principios del de vales reales tuvo sobre la economía
tas o las relaciones crediticias y mercantiles
de los coordinadores del volumen, para lo siglo XX acerca de la situación del campo poblana en particular y sobre esta práctica,
que establecían entre sí los miembros del
cual retoman aspectos importantes, tales mexicano, además de los mapas y cuadros la del crédito eclesiástico, cuya crisis se re-
consulado, además del desconocimiento del
monta a esta época.
como el sistema de cultivo y el problema de que forman parte de los diversos artículos. funcionamiento de diversas instituciones.
los rendimientos agrfcolas, temas clave en Se incluyen artículos diversos sobre el
los estudios históricos sobre la llamada "re- llamado crédito comercial; algunos son vi- Ferrocarriles y obras públicas
volución agraria". El crédito en Nueva España Siones panorámicas de conjunto, como la
El libro se compone de dos partes con el elaborada por John Kicza, en la cual se re-
Con la coordinación de Sandra Kuntz, de la
fin de destacar el carácter dual de la estruc- Importantes y destacadas aportaciones en el Visan también los tipos de operaciones más
UAM-Xochimilco, y Priscilla Connolly, de
tura agrícola de nuestro país. Éste es tam- tema del crédito colonial han sido logradas comunes que se realizaron a lo largo de ese
la UAM-Azcapotzalco, el libro se estructura

62 HISTÓRICAS 57 HISTóRICAS 57
63

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recientes en este campo de conocimiento, bién reflejo de la especialidad de los coor- por dos jóvenes investigadoras, María del Pi-
con excepción de las compilaciones publi- dinadores: la doctora Menegus ha realiza- periodo. A este último le sigue un estudio
lar Martínez López-Cano, del Instituto de
cadas hace algunos años por El Trimestre do importantes aportes al conocimiento de sobre el peso en el control del crédito y el
Investigaciones Históricas de la UNAM, y
Económico, bajo la dirección del doctor la transformación agraria en la sociedad comercio de plata que se consolidó en el si-
Guillermína del Valle Pavón, del Instituto de
Enrique Cárdenas. indígena y el doctor Tortolero es un reco- glo XVII, el cual fue realizado por Louisa
Investigaciones Doctor José María Luis Hoberman.
Tras precisar los rasgos y objetivos gene- nocido estudioso de los procesos de trans- Mora.
rales de esta colección, pasemos a revisar la formación agraria de finales del siglo XIX, Para el siglo XVIII, periodo de extensión
La selección que se presenta consta de
característica de cada uno de los volúme- especialmente en la región de Chalco tras de las operaciones crediticias, fueron inclui-
ocho artículos, cuatro de ellos realizados por
nes que componen esta obra. la introducción de innovaciones técnicas en dos los trabajos de Pedro Pérez Herrero y
extranjeros y otro tanto por investigadores
materia de maquinaria y cultivos. Carmen Yuste. El primero trata acerca del
que han destacado en el estudio de esta
En la primera parte, referente a los pro- uso de las libranzas y letras de cambio en el
problemática. Cabe resaltar que se trata de
Agricultura mexicana: crecimiento cesos agrarios ocurridos en el siglo xvm, fue- comercio; el segundo es sobre el caso parti-
versiones actualizadas y revisadas, a peti-
e innovaciones ron incluidos tres estudios clave. Uno de cular de las operaciones crediticias que rea-
ción expresa de las coordinadoras del volu-
ellos, considerado clásico, es el de Carlos lizaban los miembros del consulado con el
men, por los autores, todos ellos reconoci-
Este volumen fue preparado por dos reco- Sempat Assadourian para estudiar el caso comercio asiático, y en él se revisa el caso de
dos especialistas en el tema. A lo anterior
nocidos especialistas en los temas de la his- de Tlaxcala, así corno el trabajo de Claude un reconocido miembro. Este último fue rea-
se suma más de una decena de páginas que
toria agraria mexicana: Margarita Menegus, Morin para la zona central y occidental del lizado con fuentes de un archivo privado.
compone la bibliografía de este libro que da
del Centro de Estudios de la Universidad país, el cual fue publicado a finales de los A estos trabajos, les siguen los estudios
prueba del desarrollo de la reciente
de la UNAM, y Alejandro Tortolero, profe- años setenta, así corno el trabajo que escri- de Guillermina del Valle, quien en esta oca-
historiografía sobre el crédito colonial.
sor-investigador de la UAM-Iztapalapa. bió Margarita Menegus para este volumen, sión revisa uno de los aspectos de interme-
En la introducción del libro se presenta
En la introducción los coordinadores ex- en el que se revisa el impacto que los pue- diación financiera que realizaban los miem-
el sentido y alcance del mismo, destacando
plican los procesos que en el siglo xvm die- blos de indios de la zona de Toluca y de las bros del consulado entre los rentistas y di-
en primer lugar el extendido uso del crédito
ron pie a la consolidación de una estructura regiones central y occidental del país resin- versas esferas de la administración colonial.
en el periodo colonial que sustituyó el pro-
dual en la agricultura mexicana, resultado tieron por los cambios en el régimen de ca- Para terminar esta parte del crédito comer-
longado problema de escasez de numerario en
en parte del crecimiento de algunas zonas y jas de comunidad. cial se incluye el estudio del repartimiento
metálico y que fue clave para el desenvolvi-
del incremento de la población en otras En contraste, para el estudio del desen- de mercancías en las comunidades indíge-
miento de la producción en ese periodo.
latidudes, además del impacto en el univer- volvimiento agrícola durante el siglo XIX, se nas visto como operación mercantil y cre-
La obra inicia con la elaboración de un
so rural de las políticas introducidas por los presentan los trabajos de Simon Miller acer- diticia por la historiadora Daniele Dehouve.
rico y fundado análisis historiográfico so-
monarcas españoles en diversas materias. ca de los factores internos y de las innova- En la segunda parte de la obra, dedicada
bre el tema, realizado por las coordinado-
Señalan, asimismo, que tal tendencia se ciones que transformaron la organización de al estudio del comportamiento del crédito
ras, en el cual se diferencian los temas,
acentúa a lo largo del siglo XIX, por lo que la hacienda mexicana a lo largo de esa cen- eclesiástico, fueroh incluidos -por el carác-
periodos, instituciones y enfoques que son
se diferencian claramente las unidades turia. El tema anterior se complementa con ter pionero de su obra- los trabajos de dos
más comunes entre los estudiosos del cré-
agrícolas modernas en relación con las zo- el estudio de caso de la agricultura de la re- reconocidos autores, Gisela von Wobeser y
dito comercial y del crédito eclesiástico.
nas que quedaron rezagadas del mercado y gión de Chalco durante los años 1890 a 1925, Francisco Cervantes: el primero se refiere a
Esta revisión concluye con la propuesta de
de la renovación técnic~ y productiva. las instituciones eclesiásticas de la ciudad
realizado por Tortolero. Una porción impor- estudio de diversos aspectos poco o mal
La relación entre crecimiento demográ- tante de esta segunda parte son los anexos de México y el otro, al impacto que una
conocidos hasta ahora, como serían el pro-
fico y transformación agraria ha sido tam- incluidos al final, que contienen documen- medida reformista como la consolidación
blema del financiamiento del sistema de flo-
bién una de las preocupaciones centrales tos que fueron publicados a principios del de vales reales tuvo sobre la economía
tas o las relaciones crediticias y mercantiles
de los coordinadores del volumen, para lo siglo XX acerca de la situación del campo poblana en particular y sobre esta práctica,
que establecían entre sí los miembros del
cual retoman aspectos importantes, tales mexicano, además de los mapas y cuadros la del crédito eclesiástico, cuya crisis se re-
consulado, además del desconocimiento del
monta a esta época.
como el sistema de cultivo y el problema de que forman parte de los diversos artículos. funcionamiento de diversas instituciones.
los rendimientos agrfcolas, temas clave en Se incluyen artículos diversos sobre el
los estudios históricos sobre la llamada "re- llamado crédito comercial; algunos son vi- Ferrocarriles y obras públicas
volución agraria". El crédito en Nueva España Siones panorámicas de conjunto, como la
El libro se compone de dos partes con el elaborada por John Kicza, en la cual se re-
Con la coordinación de Sandra Kuntz, de la
fin de destacar el carácter dual de la estruc- Importantes y destacadas aportaciones en el Visan también los tipos de operaciones más
UAM-Xochimilco, y Priscilla Connolly, de
tura agrícola de nuestro país. Éste es tam- tema del crédito colonial han sido logradas comunes que se realizaron a lo largo de ese
la UAM-Azcapotzalco, el libro se estructura

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en dos partes claramente diferenciadas. El través de los contratos realizados con los cual concluye que las debilidades de este plia de la historiografía sobre el tema de la
tema de los ferrocarriles fue desarrollado por prestadores de servicios de alumbrado Y proceso industrial temprano se debieron a minería a lo largo de cincuenta años, que al
Sandra Kuntz, estudiosa de una importan- agua potable. Esa experiencia sirvió de ejem- factores tan diversos como fueron la tecno- final acompaña de una amplia bibliografía.
te empresa ferroviaria (Central Mexicano), plo a otras autoridades locales en el país. El logía utilizada, la insuficiente formación de Más de una decena de textos componen
presenta en la introducción diversos segundo trabajo es una síntesis de la tesis una fuerza laboral o el peso del capital co- el volumen. Cuatro son los artículos que
argumentos acerca de la importancia que realizada por Connolly y presentada hace mercial en este ramo. conforman la revisión de la minería en el
ha tenido el estudio de este sistema en la tres años, en el que la autora destaca los En este último tema·profundiza el capí- periodo colonial, a lo largo de la cual se to-
historia economica en diversos países. Este términos de los contratos y las condiciones tulo del historiador alemán Walter L. can aspectos tan diversos como fue la for-
último es un tema nodal a través del cual es de una obra pública de vital importancia para Bernecker al destacar las razones geográfi- mación de la mano de obra, los mecanismos
posible revisar aspectos tan diversos como la capital como fue la del desagüe del valle cas, humanas y económicas que favorecie- de comercialización del metal y las formas
el peso de la técnica, su vinculación, o su de México en el último decenio del siglo XIX. ron la formación de una economía mer- de explotación y aprovechamiento del co-
repercusión en el desenvolvimiento de la Finalmente, Carlos Lira escribe una expe- cantil y no de una economía a favor de la bre, así como el proceso de crisis y quiebra
llamada industria pesada, además de los as- riencia concreta, la del ayuntamiento de industrialización. Esa temática es también de uno de los yacimientos mineros más ricos
pectos de financiamiento y de su impacto Oaxaca a finales del siglo pasado, con con- revisada desde otros ángulos en los textos de finales del siglo XVIII localizado en Real
en la sociedad y la economía en otros tratistas privados, en su mayoría extranjeros, de Aurora Gómez-Galvarriato acerca de los del Monte. Se trata de textos realizados por
ses y en el nuestro. en la que resalta la expansión de la red urba- factores de orden institucional (fiscal, la Brígida von Mentz, quien revisa la situación
El capítulo ferroviario se complementa na de transporte. ausencia de una política gubernamental en la zona central del país en particular a
con los estudios realizados hace cuatros años consecuente, etcétera) que limitaron este través de los levantamientos campesinos en
por Paolo Riguzzi y Arturo Grunstein; se desenvolvimiento. Por su parte, el historia- contra de la contratación de la mano de obra
trata de dos investigaciones de historia de Industria en México dor norteamericano Stephen Haber consi- en las minas, y José Alfredo Uribe Salas,
las empresas. En la primera, Riguzzi revisa dera que la transformación del mercado de quien analiza el caso de Míchoacán, depósi-
el impacto que tuvo la inmersión de podero- En este libro, coordinado por Aurora Gómez- capitales a finales del siglo pasado fue un to importante de yacimientos cupríferos.
sas compañías estadounidenses poseedoras Galvarriato del CIDE, se presenta un amplio elemento fundamental para el desarrollo El renacimiento de la producción mine-
de cuantiosos capitales en las concesiones y panorama del recorrido que ha tenido la in- industrial del periodo, conclusión a la que ra en la segunda mitad del siglo XIX es revi-
proyectos de los empresarios mexicanos pre- dustria textil en el país. En la introducción, llega en un estudio comparativo con Brasil. sado en dos artículos: el primero, de Juan
ocupados por promover la mercantilización Gómez-Galvarriato ubica el tema de la indus- Por último Leticía Gamboa, conocedo- Manuel Romero Gil, es la reconstrucción
en los marcos regionales o interregionales, tria dentro de los estudios del crecimiento ra del proceso industrial poblano, destaca de las principales características de la mi-
mientras que en la segunda Grunstein revi- económico, sea dentro del llamado proceso numerosos indicadores que caracterizan las nería en Sonora, Baja California y
sa el proceso de formación de la primera com- de "despegue económico" o dentro de las tesis diversas fases de su desenvolvimiento du- el otro es un trabajo conjunto de especialis-
pañía gubernamental, la de Ferrocarriles desarrollistas para el caso latinoamericano. rante los años que van desde el periodo tas del tema. Se incluye también un análisis
Nacionales de México, labor que realiza des- Esta tesis contradice el caso mexicano que porfirista hasta 1920, vistos éstos como una de un grupo de especialistas de la Dirección
pués de destacar diversos aspectos de la vigi- presentó un temprano proceso de formación etapa clave en la formación de la industria de Estudios Históricos del INAH (Cuauh-
lancia e intervención del gobierno porfiriano industrial en el período independiente, lo textil en el ámbito nacional. témoc Velasco, Eduardo Flores Clair, Alma
en este sector. cual, según la autora, es la problemática cen- Parra y Edgar O. Gutiérrez) en el cual se
En relación con las obras públicas, la tral de este libro. presentan los elementos internos y exter-
socióloga Priscilla Connolly destaca en la La experiencia mexicana se remonta La minería mexicana. De la colonia al sí11lo xx nos que confluyeron en el renacimiento de
introducción diversos aspectos de su histo- al periodo colonial; ahí que el tema esta actividad durante el régimen porfirista.
ria en el país, iniciativa que se remonta al del primer trabajo sea el cuestionamiento Inés Herrera, coordinadora de este volumen María Teresa Sánchez s~lazar y Atlán-
régimen colonial y que retomara con fuer- sobre los rasgos de la formación industrial e investigadora del Departamento de Inves- tida Coll revisan uno de los elementos más
za el gobierno porfíriano, lo que se apoya én el periodo colonial, la llamada protoin- tigaciones Históricas del INAH, es una des- importantes de esa modernización: la intro-
en una amplia bibliografía sobre el tema. La dustrialización, temática estudiada por tacada especialista en el tema, además de ducción de la electricidad en este campo.
problemática se complementa con la intro- Manuel Miño (1989). promotora y fundadora de la Asociación Tal modernidad abarcó igualmente las re-
ducción de estudios de caso, uno de ellos Largo estudio merece la revisión de un Latinoamericana de la Minería, lo que la laciones laborales y se expresó a través de
realizado por Ariel Rodríguez Kuri acerca proceso tan amplío y complejo como es el identifica como una de las más importan- diversas huelgas, entre las que destaca la del
de la ciudad de México, en el que se estu- de la preservación y transformación de la tes impulsoras de este campo de estudio. Estado de México y las de Sonora, situación
dia la función del ayuntamiento en la re- manufactura mexicana entre 1800 y 1870, El trabajo de compilación lo inicia la que anima la intervención gubernamental
novación de la infraestructura urbana, a realizada por Guy P. C. Thompson, sobre lo doctora Inés Herrera con una revisión am- en este ramo laboral.

64 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 65
en dos partes claramente diferenciadas. El través de los contratos realizados con los cual concluye que las debilidades de este plia de la historiografía sobre el tema de la
tema de los ferrocarriles fue desarrollado por prestadores de servicios de alumbrado Y proceso industrial temprano se debieron a minería a lo largo de cincuenta años, que al
Sandra Kuntz, estudiosa de una importan- agua potable. Esa experiencia sirvió de ejem- factores tan diversos como fueron la tecno- final acompaña de una amplia bibliografía.
te empresa ferroviaria (Central Mexicano), plo a otras autoridades locales en el país. El logía utilizada, la insuficiente formación de Más de una decena de textos componen
presenta en la introducción diversos segundo trabajo es una síntesis de la tesis una fuerza laboral o el peso del capital co- el volumen. Cuatro son los artículos que
argumentos acerca de la importancia que realizada por Connolly y presentada hace mercial en este ramo. conforman la revisión de la minería en el
ha tenido el estudio de este sistema en la tres años, en el que la autora destaca los En este último tema·profundiza el capí- periodo colonial, a lo largo de la cual se to-
historia economica en diversos países. Este términos de los contratos y las condiciones tulo del historiador alemán Walter L. can aspectos tan diversos como fue la for-
último es un tema nodal a través del cual es de una obra pública de vital importancia para Bernecker al destacar las razones geográfi- mación de la mano de obra, los mecanismos
posible revisar aspectos tan diversos como la capital como fue la del desagüe del valle cas, humanas y económicas que favorecie- de comercialización del metal y las formas
el peso de la técnica, su vinculación, o su de México en el último decenio del siglo XIX. ron la formación de una economía mer- de explotación y aprovechamiento del co-
repercusión en el desenvolvimiento de la Finalmente, Carlos Lira escribe una expe- cantil y no de una economía a favor de la bre, así como el proceso de crisis y quiebra
llamada industria pesada, además de los as- riencia concreta, la del ayuntamiento de industrialización. Esa temática es también de uno de los yacimientos mineros más ricos
pectos de financiamiento y de su impacto Oaxaca a finales del siglo pasado, con con- revisada desde otros ángulos en los textos de finales del siglo XVIII localizado en Real
en la sociedad y la economía en otros tratistas privados, en su mayoría extranjeros, de Aurora Gómez-Galvarriato acerca de los del Monte. Se trata de textos realizados por
ses y en el nuestro. en la que resalta la expansión de la red urba- factores de orden institucional (fiscal, la Brígida von Mentz, quien revisa la situación
El capítulo ferroviario se complementa na de transporte. ausencia de una política gubernamental en la zona central del país en particular a
con los estudios realizados hace cuatros años consecuente, etcétera) que limitaron este través de los levantamientos campesinos en
por Paolo Riguzzi y Arturo Grunstein; se desenvolvimiento. Por su parte, el historia- contra de la contratación de la mano de obra
trata de dos investigaciones de historia de Industria en México dor norteamericano Stephen Haber consi- en las minas, y José Alfredo Uribe Salas,
las empresas. En la primera, Riguzzi revisa dera que la transformación del mercado de quien analiza el caso de Míchoacán, depósi-
el impacto que tuvo la inmersión de podero- En este libro, coordinado por Aurora Gómez- capitales a finales del siglo pasado fue un to importante de yacimientos cupríferos.
sas compañías estadounidenses poseedoras Galvarriato del CIDE, se presenta un amplio elemento fundamental para el desarrollo El renacimiento de la producción mine-
de cuantiosos capitales en las concesiones y panorama del recorrido que ha tenido la in- industrial del periodo, conclusión a la que ra en la segunda mitad del siglo XIX es revi-
proyectos de los empresarios mexicanos pre- dustria textil en el país. En la introducción, llega en un estudio comparativo con Brasil. sado en dos artículos: el primero, de Juan
ocupados por promover la mercantilización Gómez-Galvarriato ubica el tema de la indus- Por último Leticía Gamboa, conocedo- Manuel Romero Gil, es la reconstrucción
en los marcos regionales o interregionales, tria dentro de los estudios del crecimiento ra del proceso industrial poblano, destaca de las principales características de la mi-
mientras que en la segunda Grunstein revi- económico, sea dentro del llamado proceso numerosos indicadores que caracterizan las nería en Sonora, Baja California y
sa el proceso de formación de la primera com- de "despegue económico" o dentro de las tesis diversas fases de su desenvolvimiento du- el otro es un trabajo conjunto de especialis-
pañía gubernamental, la de Ferrocarriles desarrollistas para el caso latinoamericano. rante los años que van desde el periodo tas del tema. Se incluye también un análisis
Nacionales de México, labor que realiza des- Esta tesis contradice el caso mexicano que porfirista hasta 1920, vistos éstos como una de un grupo de especialistas de la Dirección
pués de destacar diversos aspectos de la vigi- presentó un temprano proceso de formación etapa clave en la formación de la industria de Estudios Históricos del INAH (Cuauh-
lancia e intervención del gobierno porfiriano industrial en el período independiente, lo textil en el ámbito nacional. témoc Velasco, Eduardo Flores Clair, Alma
en este sector. cual, según la autora, es la problemática cen- Parra y Edgar O. Gutiérrez) en el cual se
En relación con las obras públicas, la tral de este libro. presentan los elementos internos y exter-
socióloga Priscilla Connolly destaca en la La experiencia mexicana se remonta La minería mexicana. De la colonia al sí11lo xx nos que confluyeron en el renacimiento de
introducción diversos aspectos de su histo- al periodo colonial; ahí que el tema esta actividad durante el régimen porfirista.
ria en el país, iniciativa que se remonta al del primer trabajo sea el cuestionamiento Inés Herrera, coordinadora de este volumen María Teresa Sánchez s~lazar y Atlán-
régimen colonial y que retomara con fuer- sobre los rasgos de la formación industrial e investigadora del Departamento de Inves- tida Coll revisan uno de los elementos más
za el gobierno porfíriano, lo que se apoya én el periodo colonial, la llamada protoin- tigaciones Históricas del INAH, es una des- importantes de esa modernización: la intro-
en una amplia bibliografía sobre el tema. La dustrialización, temática estudiada por tacada especialista en el tema, además de ducción de la electricidad en este campo.
problemática se complementa con la intro- Manuel Miño (1989). promotora y fundadora de la Asociación Tal modernidad abarcó igualmente las re-
ducción de estudios de caso, uno de ellos Largo estudio merece la revisión de un Latinoamericana de la Minería, lo que la laciones laborales y se expresó a través de
realizado por Ariel Rodríguez Kuri acerca proceso tan amplío y complejo como es el identifica como una de las más importan- diversas huelgas, entre las que destaca la del
de la ciudad de México, en el que se estu- de la preservación y transformación de la tes impulsoras de este campo de estudio. Estado de México y las de Sonora, situación
dia la función del ayuntamiento en la re- manufactura mexicana entre 1800 y 1870, El trabajo de compilación lo inicia la que anima la intervención gubernamental
novación de la infraestructura urbana, a realizada por Guy P. C. Thompson, sobre lo doctora Inés Herrera con una revisión am- en este ramo laboral.

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Luís Sariego revisa los cambios que instituciones de crédito en los últimos años vés de las instituciones que respaldaron esta de los contemporáneos, representa un im-
trae consigo el nuevo siglo, el XX, en la mi- del siglo XlX. actividad. portante campo de investigación para el
nería de Chihuahua, en donde los cambios Hace algunos años, José Enrique Cova- Pero el uso extendido del cobre en la futuro, como lo demuestra el auge de los
tecnológicos fueron acompañados de apo- rrubias concluyó su trabajo de tesis sobre una moneda menuda acentúa la inestabilidad estudios fiscales en diversos ámbitos regio-
yos financieros. de las instituciones bancarias del periodo monetaria del gobierno central, ya que el nales. Esas explicaciones y argumentos se
independiente responsable de la regulación poco control en la acuñación de estas pie- complementan con la presentación biblio-
de la moneda de cobre y del tabaco, texto zas derivó en una quiebra generalizada de gráfica de los textos más relevantes sobre el
La banca en Méxíco, 1820-1920 que ahora es incluido en este volumen. estas monedas en el periodo del presidente tema de las finanzas públicas.
Para cerrar, este libro incluye las propues- Anastasia Bustamante, tema que revisa Ja- La preocupación por las finanzas
En este volumen comparto la coormnaciOI tas de Antonio Manero para llevar a cabo vier Torres cas ha sido constante a lo largo
con Carlos Marichal, de El Colegio de Méxi- una reforma del sistema bancario, un cua- Por otro lado, se revisan las implicaciones entre los políticos y los estudiosos; sin em-
co, con la idea de recuperar varios trabajos dro comparativo de las diversas leyes en la de la desintegración monetaria que padeció bargo, es un campo de estudio poco desa-
que habían sido publicados con anteriori- materia que se dictaron en ese periodo, una el sistema en el siglo XIX, rasgos que fueron rrollado, dado que se trata de un tema que
dad en el libro Banca y poder, lo que no sig- cronología y sugerencias bibliográficas. revisados en distintos trabajos por Rina Ortiz ha permanecido en el olvido por largo tiem-
nifica que no haya habido avance en la y Alma Parra y Juan Fernando Matamala al po. Esta preocupación la expresan los coor-
materia: nos pareció necesario reeditar es- analizar las principales casas de moneda pro- dinadores en un minucioso balance his-
tos trabajos porque fueron pioneros en su La moneda en Méxíco, 1750-1820 vinciales y las de Guanajuato y Zacatecas. toriográfico que realizan en la introducción
momento, y hoy en día continúan siendo Finalmente José Antonio Bátiz introdu- a este volumen.
y utilizados por investigadores Este tema ha sido poco estudiado: aunque ce el tema del uso y expansión que tuvo el Cuatro artículos componen la mitad del
y alumnos, como es el caso de los textos de abarca diversos aspectos, aún no se ha tra- billete bancario en el país, para concluir con volumen destinado a revisar diversos aspec-
Mario Cerutti sobre el noreste de México; ducido en una visión de conjunto que rela- el reconocido estudio de Francisco tos de la
de Carlos Marichal, quien realiza un análi- cione los diversos elementos que caracteri- acerca del impacto de la reforma moneta- virreina!. El primero de ellos es el que
sis comparativo de la formación bancaria zaron el circulante metálico en el periodo ria de 1905, primer paso en la historia de zó hace varios años Andrés Lira, actualiza-
latinoamericana, y de Abdiel Oñate, sobre estudiado. De ahí la variedad de temas y las devaluaciones mexicanas. do para esta publicación, en el cual se revi-
la crisis de 1907-1908. enfoques que se presentan en este libro co- sa la compleja estructura de recaudación del
En esta tarea también incluimos varios ordinado por José Enrique Covarrubias, del periodo colonial. Por su parte Carlos
proyectos bancarios presentados por diver- Instituto de Investigaciones de la UNAM, y Las finanzas públicas en los siglos XVIII-XIX Marichal, John Jay TePaske y Margarita
sos grupos de interés en el siglo pasado, en- José Antonio Bátiz, del Archivo Histórico Me negus destacan aspectos diversos, como
tre los que destacan las nrrtf'\11P<t<:~< nrP<PI"\t<l de Banamex, ambos reconocidos estudio- Los coordinadores, Luis Jáuregui del Insti- el de la relación entre la Real Hacienda y el
por Manuel sos de la historia de la moneda. tuto Mora y José Antonio Serrano Ortega sistema de recaudación de la institución
Davidson y la Casa de Cardeña, esto con el El volumen se inicia con un texto de de El Colegio de Michoacán, destacan en eclesiástica, el comportamiento del régimen
objeto de resaltar la importancia de la de- Horst Pietschmann sobre el papel del dine- término el cómo y el porqué el tema y tributario que sobre el
manda de instituciones de crédito que había ro y del crédito a finales de la época colo- la historia de la hacienda pública consti- mundo indígena, así como el momento de
antes de que aparecieran estas instituciones. nial, que se sustenta en una revisión biblio- tuye un punto de confluencia entre las his- quiebra de ese intrincado aparato fiscal a
Los textos que aquí presentamos Rosa gráfica del problema. torias de la economía y de la política, y en- finales del régimen colonial.
María Meyer y yo son una nueva versión Por su parte Barbara Tenenbaum, estu- tre: éstas y la historia social. Enseguida ex- El tema del siglo XIX ha sido abordado
de los estudios que publicamos en la obra diosa del agio en el periodo independiente, plican el problema de las fuentes para reali- desde diversos ámbitos y ópticas; de estos
ya citada; en aquélla y en ésta, respectiva- revisa la relación entre el mercado mone- zar este tipo de análísis; pero destacan la esfuerzos se retomaron los destacados traba-
mente, revisamos la actuación de los tario y la deuda interna en ese periodo con dificultad con que se topan los interesados jos elaborados por Marcelo Carmagnani y
agiotistas en el periodo independiente y la el obieto de establecer la causa de la inesta- en estos temas, ante la falta o poca con- Barbara M. Corbett, quienes analizaron esta
formación del Banco Nacional de México. y la incertidumbre del crédito y la fiabilidad de los datos estadísticos pasados y esfera a partir de visiones amplias de con-
Con el fin de situar estos procesos, en la inversión en el siglo XIX. presentes. No obstante, según los coordina- sobre el periodo postindependiente o
introducción se presenta un panorama so- José Enrique Covarrubias ha destacado dores, ha habido un avance importante en espacios localizados en tiempos cor-
bre el desenvolvimiento de esta actividad por sus importantes aportaciones al régimen este campo de estudio especialmente para tos, en las que des[aca la relación entre el
que transitó en el siglo XIX de la existencia de la moneda de cobre en la última etapa el periodo borbónico, frente a los pocos fisco y la formación de la elite local potosina.
de la convivencia (o competencia) de va- del virreinato y en los primeros años de la avances respecto del siglo XIX pero, aunque Asimismo se incluyeron los textos de Barbara
rías casas bancarias a la expansión de las independencia, revisión que realiza a tra- prevalece en gran medida la interpretación A. Tenenbaum, quien estudia la relación

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Luís Sariego revisa los cambios que instituciones de crédito en los últimos años vés de las instituciones que respaldaron esta de los contemporáneos, representa un im-
trae consigo el nuevo siglo, el XX, en la mi- del siglo XlX. actividad. portante campo de investigación para el
nería de Chihuahua, en donde los cambios Hace algunos años, José Enrique Cova- Pero el uso extendido del cobre en la futuro, como lo demuestra el auge de los
tecnológicos fueron acompañados de apo- rrubias concluyó su trabajo de tesis sobre una moneda menuda acentúa la inestabilidad estudios fiscales en diversos ámbitos regio-
yos financieros. de las instituciones bancarias del periodo monetaria del gobierno central, ya que el nales. Esas explicaciones y argumentos se
independiente responsable de la regulación poco control en la acuñación de estas pie- complementan con la presentación biblio-
de la moneda de cobre y del tabaco, texto zas derivó en una quiebra generalizada de gráfica de los textos más relevantes sobre el
La banca en Méxíco, 1820-1920 que ahora es incluido en este volumen. estas monedas en el periodo del presidente tema de las finanzas públicas.
Para cerrar, este libro incluye las propues- Anastasia Bustamante, tema que revisa Ja- La preocupación por las finanzas
En este volumen comparto la coormnaciOI tas de Antonio Manero para llevar a cabo vier Torres cas ha sido constante a lo largo
con Carlos Marichal, de El Colegio de Méxi- una reforma del sistema bancario, un cua- Por otro lado, se revisan las implicaciones entre los políticos y los estudiosos; sin em-
co, con la idea de recuperar varios trabajos dro comparativo de las diversas leyes en la de la desintegración monetaria que padeció bargo, es un campo de estudio poco desa-
que habían sido publicados con anteriori- materia que se dictaron en ese periodo, una el sistema en el siglo XIX, rasgos que fueron rrollado, dado que se trata de un tema que
dad en el libro Banca y poder, lo que no sig- cronología y sugerencias bibliográficas. revisados en distintos trabajos por Rina Ortiz ha permanecido en el olvido por largo tiem-
nifica que no haya habido avance en la y Alma Parra y Juan Fernando Matamala al po. Esta preocupación la expresan los coor-
materia: nos pareció necesario reeditar es- analizar las principales casas de moneda pro- dinadores en un minucioso balance his-
tos trabajos porque fueron pioneros en su La moneda en Méxíco, 1750-1820 vinciales y las de Guanajuato y Zacatecas. toriográfico que realizan en la introducción
momento, y hoy en día continúan siendo Finalmente José Antonio Bátiz introdu- a este volumen.
y utilizados por investigadores Este tema ha sido poco estudiado: aunque ce el tema del uso y expansión que tuvo el Cuatro artículos componen la mitad del
y alumnos, como es el caso de los textos de abarca diversos aspectos, aún no se ha tra- billete bancario en el país, para concluir con volumen destinado a revisar diversos aspec-
Mario Cerutti sobre el noreste de México; ducido en una visión de conjunto que rela- el reconocido estudio de Francisco tos de la
de Carlos Marichal, quien realiza un análi- cione los diversos elementos que caracteri- acerca del impacto de la reforma moneta- virreina!. El primero de ellos es el que
sis comparativo de la formación bancaria zaron el circulante metálico en el periodo ria de 1905, primer paso en la historia de zó hace varios años Andrés Lira, actualiza-
latinoamericana, y de Abdiel Oñate, sobre estudiado. De ahí la variedad de temas y las devaluaciones mexicanas. do para esta publicación, en el cual se revi-
la crisis de 1907-1908. enfoques que se presentan en este libro co- sa la compleja estructura de recaudación del
En esta tarea también incluimos varios ordinado por José Enrique Covarrubias, del periodo colonial. Por su parte Carlos
proyectos bancarios presentados por diver- Instituto de Investigaciones de la UNAM, y Las finanzas públicas en los siglos XVIII-XIX Marichal, John Jay TePaske y Margarita
sos grupos de interés en el siglo pasado, en- José Antonio Bátiz, del Archivo Histórico Me negus destacan aspectos diversos, como
tre los que destacan las nrrtf'\11P<t<:~< nrP<PI"\t<l de Banamex, ambos reconocidos estudio- Los coordinadores, Luis Jáuregui del Insti- el de la relación entre la Real Hacienda y el
por Manuel sos de la historia de la moneda. tuto Mora y José Antonio Serrano Ortega sistema de recaudación de la institución
Davidson y la Casa de Cardeña, esto con el El volumen se inicia con un texto de de El Colegio de Michoacán, destacan en eclesiástica, el comportamiento del régimen
objeto de resaltar la importancia de la de- Horst Pietschmann sobre el papel del dine- término el cómo y el porqué el tema y tributario que sobre el
manda de instituciones de crédito que había ro y del crédito a finales de la época colo- la historia de la hacienda pública consti- mundo indígena, así como el momento de
antes de que aparecieran estas instituciones. nial, que se sustenta en una revisión biblio- tuye un punto de confluencia entre las his- quiebra de ese intrincado aparato fiscal a
Los textos que aquí presentamos Rosa gráfica del problema. torias de la economía y de la política, y en- finales del régimen colonial.
María Meyer y yo son una nueva versión Por su parte Barbara Tenenbaum, estu- tre: éstas y la historia social. Enseguida ex- El tema del siglo XIX ha sido abordado
de los estudios que publicamos en la obra diosa del agio en el periodo independiente, plican el problema de las fuentes para reali- desde diversos ámbitos y ópticas; de estos
ya citada; en aquélla y en ésta, respectiva- revisa la relación entre el mercado mone- zar este tipo de análísis; pero destacan la esfuerzos se retomaron los destacados traba-
mente, revisamos la actuación de los tario y la deuda interna en ese periodo con dificultad con que se topan los interesados jos elaborados por Marcelo Carmagnani y
agiotistas en el periodo independiente y la el obieto de establecer la causa de la inesta- en estos temas, ante la falta o poca con- Barbara M. Corbett, quienes analizaron esta
formación del Banco Nacional de México. y la incertidumbre del crédito y la fiabilidad de los datos estadísticos pasados y esfera a partir de visiones amplias de con-
Con el fin de situar estos procesos, en la inversión en el siglo XIX. presentes. No obstante, según los coordina- sobre el periodo postindependiente o
introducción se presenta un panorama so- José Enrique Covarrubias ha destacado dores, ha habido un avance importante en espacios localizados en tiempos cor-
bre el desenvolvimiento de esta actividad por sus importantes aportaciones al régimen este campo de estudio especialmente para tos, en las que des[aca la relación entre el
que transitó en el siglo XIX de la existencia de la moneda de cobre en la última etapa el periodo borbónico, frente a los pocos fisco y la formación de la elite local potosina.
de la convivencia (o competencia) de va- del virreinato y en los primeros años de la avances respecto del siglo XIX pero, aunque Asimismo se incluyeron los textos de Barbara
rías casas bancarias a la expansión de las independencia, revisión que realiza a tra- prevalece en gran medida la interpretación A. Tenenbaum, quien estudia la relación

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entre los regímenes fiscal y político durante de Alejandra Moreno Toscano, de quien se notable que el juego y la combinación de comportamiento de los acreedores que, al
el periodo iturbidista, así como el comporta- incluye un estudio sobre la producción y los ambos grupos fueron definitorios en la quie- momento de los reclamos, se sumaron a las
miento fiscal de una localidad, a través del intercambios que se establecieron entre di- bra y bancarrota que padecieron la mayor fuerzas internas y externas.
análisis del caso del Ayuntamiento de Pue- versas ciudades con el objeto de reconocer parte de los gobiernos mexicanos de ese En la segunda parte del volumen, se pre-
bla a lo largo de ese siglo. el funcionamiento de esas urbes dentro del periodo. sentan los estudios de Jaime Zabludovsky y
mercado regional, reconociéndose el com- Con el objeto de corroborar esta visión, Carlos Marichal acerca de las complejas y pro-
plejo mercantil que se generó en la región Carlos Marichal y yo seleccionamos los pri- longadas negociaciones que las administra-
Mercado interno en México, siglos XVIII-XIX del Bajío conformado por diversas pobla- meros cuatro textos que componen este ciones hacendarías del periodo porfirista
ciones menores y ciudades medianas. volumen y que, a nuestro juicio, han per- hubieron de llevar a cabo para alcanzar una
Este tema de estudio recibió un fuerte im- En los procesos de formación de merca- mitido elaborar esta interpretación: fueron solución al crédito público, lo que permitió
en las últimas décadas por parte de dos durante el siglo XIX, el factor externo escritos por Reinhard Liehr, Jaime E. el restablecimiento de los préstamos interna-
estudiosos mexicanos y latinoamericanos ha sido reconocido como elemento clave. Rodríguez, Guadalupe Nava y Genevieve cionales y posibilitó la inmersión del gobierno
que destacaron en diferentes escritos que Así lo comprueban los tres escritos que for- Gille. Se trata de trabajos pioneros que es- de Díaz en la esfera de las obras públicas.
es erróneo pensar que puede hablarse de man parte de este volumen: en el primero clarecieron el estado del crédito público en El volumen concluye con la presenta-
modo uniforme y unilineal de la formación de ellos, Rubén Salmerón estudia el Estado momentos críticos como los que se padecie- ción de una amplia cronología acerca de las
del llamado "mercado nacional", ya que por de Occidente (Sínaloa y Sonora) a princi- ron en los primeros años de la vida indepen- operaciones y conversiones en esta mate-
el contrarío debe reconocerse la existencia de pios del siglo; el segundo es de Mario Ceruttí, diente y posteriormente durante la crisis de ria, y de sus ordenamientos legales, además
mercados diferenciados que surgen y se de- destacado estudioso de la formación del es- la primera república y de la intervención, de una lista de sugerencias bibliográficas
finen por factores diversos, los cuales escla- pacio regional del noreste en relación con su además de referirse en todos los casos al sobre el tema. O
recen el grado de integración económica contraparte en los Estados Unidos, y por úl-
que existe entre ellos. timo está el texto de Carstensen y Roazen
Entre los especialistas mexicanos de esta sobre el caso de Yucatán, productor
temática ha destacado Jorge Silva Riquer, henequenero por excelencia.
investigador del Instituto Mora y autor de
numerosos artículos y ponencias, quien se-
leccionó y presentó los cinco trabajos que Un sü:do de deuda pública en México
componen este volumen, labor que realizó
en colaboración con su alumno Jesús López La deuda pública mexicana es un asunto
Martínez. Además de presentar un estudio histórico. Los publicistas del porfiriato así
introductorio, los coordinadores incluyen en lo reconocieron al señalar que el nacimien-
este libro una lista de recomendaciones bi- to como nación independiente se acompa-
bliográficas. ñó de la bancarrota del erario nacional. Esto
La formación de los mercados en el pe- explica la importancia del tema, además de
riodo colonial ha sido tema de análisis di- su vigencia y actualidad en los años recien-
versos, entre los que destacan aquellos que tes dominados por las crisis de las deuqas
han reconocido a la minería como factor públicas nacionales, especialmente de las
de mercantilización económica, y entre és- latinoamericanas.
tos ha sido considerado como clásico el es- Con la finalidad de reconocer el desen-
tudio que Carlos Sempat Assadourian rea- volvimiento de este largo y espinoso proce-
lizó en 1982. En él analiza los componentes so de quiebra de la Tesorería, se presenta
de ese "ciclo de circulación" que unió a di- en la introducción una revisión global so-
versas esferas de la vida económica en los bre los ritmos de tensión y crisis de estos cré-
ámbitos interno y externo. Otro de los te- ditos, en la que se diferencian los momentos
mas de estudio del periodo colonial que ha de presión de los acreedores internos, llama-
tenido particular relevancia es el que se re- dos agiotistas durante el siglo XIX, de ague-
fiere a la formación de ciudades, problemá- otros dominados por la coacción de los
tica en la que sobresalen las aportaciones acreedores extranjeros e internacionales. Es

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entre los regímenes fiscal y político durante de Alejandra Moreno Toscano, de quien se notable que el juego y la combinación de comportamiento de los acreedores que, al
el periodo iturbidista, así como el comporta- incluye un estudio sobre la producción y los ambos grupos fueron definitorios en la quie- momento de los reclamos, se sumaron a las
miento fiscal de una localidad, a través del intercambios que se establecieron entre di- bra y bancarrota que padecieron la mayor fuerzas internas y externas.
análisis del caso del Ayuntamiento de Pue- versas ciudades con el objeto de reconocer parte de los gobiernos mexicanos de ese En la segunda parte del volumen, se pre-
bla a lo largo de ese siglo. el funcionamiento de esas urbes dentro del periodo. sentan los estudios de Jaime Zabludovsky y
mercado regional, reconociéndose el com- Con el objeto de corroborar esta visión, Carlos Marichal acerca de las complejas y pro-
plejo mercantil que se generó en la región Carlos Marichal y yo seleccionamos los pri- longadas negociaciones que las administra-
Mercado interno en México, siglos XVIII-XIX del Bajío conformado por diversas pobla- meros cuatro textos que componen este ciones hacendarías del periodo porfirista
ciones menores y ciudades medianas. volumen y que, a nuestro juicio, han per- hubieron de llevar a cabo para alcanzar una
Este tema de estudio recibió un fuerte im- En los procesos de formación de merca- mitido elaborar esta interpretación: fueron solución al crédito público, lo que permitió
en las últimas décadas por parte de dos durante el siglo XIX, el factor externo escritos por Reinhard Liehr, Jaime E. el restablecimiento de los préstamos interna-
estudiosos mexicanos y latinoamericanos ha sido reconocido como elemento clave. Rodríguez, Guadalupe Nava y Genevieve cionales y posibilitó la inmersión del gobierno
que destacaron en diferentes escritos que Así lo comprueban los tres escritos que for- Gille. Se trata de trabajos pioneros que es- de Díaz en la esfera de las obras públicas.
es erróneo pensar que puede hablarse de man parte de este volumen: en el primero clarecieron el estado del crédito público en El volumen concluye con la presenta-
modo uniforme y unilineal de la formación de ellos, Rubén Salmerón estudia el Estado momentos críticos como los que se padecie- ción de una amplia cronología acerca de las
del llamado "mercado nacional", ya que por de Occidente (Sínaloa y Sonora) a princi- ron en los primeros años de la vida indepen- operaciones y conversiones en esta mate-
el contrarío debe reconocerse la existencia de pios del siglo; el segundo es de Mario Ceruttí, diente y posteriormente durante la crisis de ria, y de sus ordenamientos legales, además
mercados diferenciados que surgen y se de- destacado estudioso de la formación del es- la primera república y de la intervención, de una lista de sugerencias bibliográficas
finen por factores diversos, los cuales escla- pacio regional del noreste en relación con su además de referirse en todos los casos al sobre el tema. O
recen el grado de integración económica contraparte en los Estados Unidos, y por úl-
que existe entre ellos. timo está el texto de Carstensen y Roazen
Entre los especialistas mexicanos de esta sobre el caso de Yucatán, productor
temática ha destacado Jorge Silva Riquer, henequenero por excelencia.
investigador del Instituto Mora y autor de
numerosos artículos y ponencias, quien se-
leccionó y presentó los cinco trabajos que Un sü:do de deuda pública en México
componen este volumen, labor que realizó
en colaboración con su alumno Jesús López La deuda pública mexicana es un asunto
Martínez. Además de presentar un estudio histórico. Los publicistas del porfiriato así
introductorio, los coordinadores incluyen en lo reconocieron al señalar que el nacimien-
este libro una lista de recomendaciones bi- to como nación independiente se acompa-
bliográficas. ñó de la bancarrota del erario nacional. Esto
La formación de los mercados en el pe- explica la importancia del tema, además de
riodo colonial ha sido tema de análisis di- su vigencia y actualidad en los años recien-
versos, entre los que destacan aquellos que tes dominados por las crisis de las deuqas
han reconocido a la minería como factor públicas nacionales, especialmente de las
de mercantilización económica, y entre és- latinoamericanas.
tos ha sido considerado como clásico el es- Con la finalidad de reconocer el desen-
tudio que Carlos Sempat Assadourian rea- volvimiento de este largo y espinoso proce-
lizó en 1982. En él analiza los componentes so de quiebra de la Tesorería, se presenta
de ese "ciclo de circulación" que unió a di- en la introducción una revisión global so-
versas esferas de la vida económica en los bre los ritmos de tensión y crisis de estos cré-
ámbitos interno y externo. Otro de los te- ditos, en la que se diferencian los momentos
mas de estudio del periodo colonial que ha de presión de los acreedores internos, llama-
tenido particular relevancia es el que se re- dos agiotistas durante el siglo XIX, de ague-
fiere a la formación de ciudades, problemá- otros dominados por la coacción de los
tica en la que sobresalen las aportaciones acreedores extranjeros e internacionales. Es

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ya que, para alcanzarla, los países debían sociedad"; de allí su propósito de "resaltar la
PRESENTACIÓN DE LIBROS tener una situación moral muy adelantada organicidad física y moral del país, con toda
y, en el caso de la Nueva España, aquélla le su variedad paisajista y humana, no por su-
José Enrique Covarrubias, Visión extranjera de México, 1840-1867. l. El estudio de parecía todavía muy precaria. puestas motivaciones económicas" tal y
las costumbres y de la situación social, México, Universidad Nacional Autóno- José Enrique Covarrubias dedica un ca- como lo han sostenido otros investigadores.
ma de México, Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto de Investi- pítulo a cada uno de sus seis inmigrantes y Los franceses De Fossey y Domenech, a
gaciones Doctor José María Luis Mora, 1998, 250 p. (Serie Historia Moder- nos expone cómo consideraron a la socie- su vez influidos por Montesquieu, si bien
na y Contemporánea, 31). dad mexicana en general y en la que se coincidieron con los alemanes en la impor-
movieron en particular. El análisis que nos tancia de la naturaleza y en cómo ésta mar-
presenta de cada uno de ellos no se queda caba el carácter de los pueblos, resaltaron,
Antonia Pi-Suñer Llorens aislado sino que, a medida que avanza, com- sin embargo, la capacidad del hombre de
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM para lo dicho por el uno y por el otro, indi- dominarla. Pensaban que, a base de esfuer-
cando sus similitudes y sus diferencias, tra- zo y de un perfeccionamiento moral, las
tando de entender la diversidad de posturas sociedades podían lograr un mejoramiento
Dado que presentar un libro tiene por ob- avisa que al presente volumen seguirá otro ya que le interesa resaltar la personalidad e material, o sea que el carácter de un pueblo
jeto invitar al público a leerlo, empezaré por que girará en torno a lo político y a lo ad- influencias particulares de cada uno de ellos. podía ser modificado y así llegar a la civili-
decirles que e! que hoy nos ocupa está es- ministrativo. zación. Sostenían que este mejoramiento
Así nos explica que los dos alemanes,
crito con excelente pluma y que, a pesar de Covarrubias inserta su análisis, funda- podría ser encauzado por los industriales y
influidos por Humboldt, dieron gran impor-
lo analítico que es, su lectura resulta muy mentado en cuatro conceptos sociológicos: tancia al medio físico y, sin ser totalmente los sabios, teoría que, como sabemos, había
amena. En él, José Enrique Covarrubias la clase social, principios de sociabilidad, sido formulada por los también franceses
deterministas, pensaron que el hombre está
expone, con gran detalle, aquellos aspectos tendencias sociales y carácter nacional, en Saint-Simon y su alumno Augusto Comte.
sustentado en y por la naturaleza, dato bási-
sociales que llamaron la atención a seis ex- el marco teórico de dos obras que considera Respecto de las clases sociales, tanto De
co para entender sus posibilidades materiales
tranjeros que residieron en nuestro país al básicas para adentrarse en lo apuntado por Fossey como Domenech consideraron que
y su consecuente esfuerzo de organización
mediar el siglo XIX: los alemanes Eduard sus extranjeros. Así, retoma a Montesquieu eran tres: la baja, la media y la alta, y el últi-
social. Por ello el conocimiento del entorno
Mühlenpfordt y Carl Sartorius; los france- y su Espíritu de las leyes, libro en el cual el mo aun apuntó que había una cuarta, redu-
natural les pareció decisivo para el avance cul-
ses Mathieu de Fossey, Emanuel Domenech ilustrado francés, convencido de la gran di- cidísima, que era la de la aristocracia. De
tural que en buena parte consistía en la toma
y Luden Biart, y el español Niceto de versidad de comportamientos humanos, ins- Fossey vio al mexicano en general como un
de conciencia de la "personalidad geográfi-
Zamacois. Sus obras, nos dice Covarrubias, tó a profundizar en el estudio de las colecti- ser muy tradicional a quien le gustaba más
ca" del país en cuestión. Siguiendo esta ma-
no pueden considerarse como "literatura vidades. José Enrique subraya la importan- conservar sus costumbres que aceptar las
nera de ver a la sociedad, Mühlenpfordt dejó
viajera" ya que, a su modo de ver, el térmi- cia que Montesquieu dio a lo físico -o sea al innovaciones y exaltó la índole tolerante y
plasmado un cuadro muy ilustrativo de la
no "viajero" corresponde a un itinerante, a medio geográfico- y a lo moral, y sostiene pacífica del catolicismo mexicano, religión
vida cotidiana de una clase media mestiza
un turista, cuyas impresiones sobre el país que las obras escritas por sus inmigrantes, en que, pensaba, era el factor decisivo de la
de cuño provinciano, puesto que, como in-
que recorre no pueden ser más que anec- que muestran su ·interés fundamental en las unión social del país. Por su parte, Domenech
geniero de caminos, residió básicamente en
dóticas. Lo que a él le importa rastrear es lo costumbres, la mentalidad y el comporta- sostuvo que el espíritu general de la nación
Oaxaca. Sartorius, en cambio, fue un hacen-
dicho por aquellos extranjeros que radica- miento de los mexicanos, no pueden sino mexicana era su orgullo y su inclinación ge-
dado de Veracruz, por lo que su descripción
ron en México una larga temporada -a los "demostrar los alcances de esa revolución neralizada al vicio, pero matizó su aprecia-
más sustantiva fue la de los jarochos. Tanto
que considera inmigrantes- sobre las cos- intelectual montesquiana que deslinda 'la ción al decir que "estos defectos o vicios, si
él como Mühlenpfordt vieron una división
tumbres de sus habitantes, costumbres que, perspectiva sociológica de la de la vieja filo- se quiere, dismi_nuyen enormemente su im-
racial en la sociedad mexicana y sostuvie-
como expresiones esenciales de la vida co- sofía política". Nuestro autor retoma asimis- portancia cuando se comparan los tipos
ron que en México había una aristocracia
lectiva, lo son del carácter de un pueblo. El mo el Ensayo político de Humboldt, del cual de cada una de las clases de la sociedad me-
del color "del mismo modo que en las repú-
interés del autor, sin embargo, nr1 se queda le interesa resaltar la relevancia que el cien- xicana con sus similares de nuestra vieja
blicas o monarquías de Europa existe una
allí, ya que para él "exponer la percepción tífico alemán dio a lo social como único Europa". Para él, México se constituiría en
aristocracia de nacimiento". Conocedor de
extranjera de las costumbres y la sociabi- medio de comprender las causas del bienes- una nación feliz y civilizada si no fuera por la
la teoría sociológica, José Enrique sostiene
lidad mexicanas sin completarla con las tar humano. Contrariamente a lo que se ha inestabilidad de los poderes. Eran los buró-
que de los seis autores analizados, Sartorius
consideraciones políticas y administrati- repetido respecto de que Humboldt auguró cratas, los mili~ares y los políticos, siempre
es, sin duda, el más puramente sociólogo,
vas correspondientes implicaría mutilar la que a nuestro país le esperaba un futuro muy clispuestos a hacerse del poder y de la ri-
"si por tal tomamos a quien ante todo se
aportación de estos autores y presentar próspero, nuestro autor señala que el ger- queza, quienes transmitían la inmoralidad
propone mostrar el carácter orgánico de una
sólo una cara de la moneda", por lo que nos mano no estaba seguro de tal prosperidad

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ya que, para alcanzarla, los países debían sociedad"; de allí su propósito de "resaltar la
PRESENTACIÓN DE LIBROS tener una situación moral muy adelantada organicidad física y moral del país, con toda
y, en el caso de la Nueva España, aquélla le su variedad paisajista y humana, no por su-
José Enrique Covarrubias, Visión extranjera de México, 1840-1867. l. El estudio de parecía todavía muy precaria. puestas motivaciones económicas" tal y
las costumbres y de la situación social, México, Universidad Nacional Autóno- José Enrique Covarrubias dedica un ca- como lo han sostenido otros investigadores.
ma de México, Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto de Investi- pítulo a cada uno de sus seis inmigrantes y Los franceses De Fossey y Domenech, a
gaciones Doctor José María Luis Mora, 1998, 250 p. (Serie Historia Moder- nos expone cómo consideraron a la socie- su vez influidos por Montesquieu, si bien
na y Contemporánea, 31). dad mexicana en general y en la que se coincidieron con los alemanes en la impor-
movieron en particular. El análisis que nos tancia de la naturaleza y en cómo ésta mar-
presenta de cada uno de ellos no se queda caba el carácter de los pueblos, resaltaron,
Antonia Pi-Suñer Llorens aislado sino que, a medida que avanza, com- sin embargo, la capacidad del hombre de
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM para lo dicho por el uno y por el otro, indi- dominarla. Pensaban que, a base de esfuer-
cando sus similitudes y sus diferencias, tra- zo y de un perfeccionamiento moral, las
tando de entender la diversidad de posturas sociedades podían lograr un mejoramiento
Dado que presentar un libro tiene por ob- avisa que al presente volumen seguirá otro ya que le interesa resaltar la personalidad e material, o sea que el carácter de un pueblo
jeto invitar al público a leerlo, empezaré por que girará en torno a lo político y a lo ad- influencias particulares de cada uno de ellos. podía ser modificado y así llegar a la civili-
decirles que e! que hoy nos ocupa está es- ministrativo. zación. Sostenían que este mejoramiento
Así nos explica que los dos alemanes,
crito con excelente pluma y que, a pesar de Covarrubias inserta su análisis, funda- podría ser encauzado por los industriales y
influidos por Humboldt, dieron gran impor-
lo analítico que es, su lectura resulta muy mentado en cuatro conceptos sociológicos: tancia al medio físico y, sin ser totalmente los sabios, teoría que, como sabemos, había
amena. En él, José Enrique Covarrubias la clase social, principios de sociabilidad, sido formulada por los también franceses
deterministas, pensaron que el hombre está
expone, con gran detalle, aquellos aspectos tendencias sociales y carácter nacional, en Saint-Simon y su alumno Augusto Comte.
sustentado en y por la naturaleza, dato bási-
sociales que llamaron la atención a seis ex- el marco teórico de dos obras que considera Respecto de las clases sociales, tanto De
co para entender sus posibilidades materiales
tranjeros que residieron en nuestro país al básicas para adentrarse en lo apuntado por Fossey como Domenech consideraron que
y su consecuente esfuerzo de organización
mediar el siglo XIX: los alemanes Eduard sus extranjeros. Así, retoma a Montesquieu eran tres: la baja, la media y la alta, y el últi-
social. Por ello el conocimiento del entorno
Mühlenpfordt y Carl Sartorius; los france- y su Espíritu de las leyes, libro en el cual el mo aun apuntó que había una cuarta, redu-
natural les pareció decisivo para el avance cul-
ses Mathieu de Fossey, Emanuel Domenech ilustrado francés, convencido de la gran di- cidísima, que era la de la aristocracia. De
tural que en buena parte consistía en la toma
y Luden Biart, y el español Niceto de versidad de comportamientos humanos, ins- Fossey vio al mexicano en general como un
de conciencia de la "personalidad geográfi-
Zamacois. Sus obras, nos dice Covarrubias, tó a profundizar en el estudio de las colecti- ser muy tradicional a quien le gustaba más
ca" del país en cuestión. Siguiendo esta ma-
no pueden considerarse como "literatura vidades. José Enrique subraya la importan- conservar sus costumbres que aceptar las
nera de ver a la sociedad, Mühlenpfordt dejó
viajera" ya que, a su modo de ver, el térmi- cia que Montesquieu dio a lo físico -o sea al innovaciones y exaltó la índole tolerante y
plasmado un cuadro muy ilustrativo de la
no "viajero" corresponde a un itinerante, a medio geográfico- y a lo moral, y sostiene pacífica del catolicismo mexicano, religión
vida cotidiana de una clase media mestiza
un turista, cuyas impresiones sobre el país que las obras escritas por sus inmigrantes, en que, pensaba, era el factor decisivo de la
de cuño provinciano, puesto que, como in-
que recorre no pueden ser más que anec- que muestran su ·interés fundamental en las unión social del país. Por su parte, Domenech
geniero de caminos, residió básicamente en
dóticas. Lo que a él le importa rastrear es lo costumbres, la mentalidad y el comporta- sostuvo que el espíritu general de la nación
Oaxaca. Sartorius, en cambio, fue un hacen-
dicho por aquellos extranjeros que radica- miento de los mexicanos, no pueden sino mexicana era su orgullo y su inclinación ge-
dado de Veracruz, por lo que su descripción
ron en México una larga temporada -a los "demostrar los alcances de esa revolución neralizada al vicio, pero matizó su aprecia-
más sustantiva fue la de los jarochos. Tanto
que considera inmigrantes- sobre las cos- intelectual montesquiana que deslinda 'la ción al decir que "estos defectos o vicios, si
él como Mühlenpfordt vieron una división
tumbres de sus habitantes, costumbres que, perspectiva sociológica de la de la vieja filo- se quiere, dismi_nuyen enormemente su im-
racial en la sociedad mexicana y sostuvie-
como expresiones esenciales de la vida co- sofía política". Nuestro autor retoma asimis- portancia cuando se comparan los tipos
ron que en México había una aristocracia
lectiva, lo son del carácter de un pueblo. El mo el Ensayo político de Humboldt, del cual de cada una de las clases de la sociedad me-
del color "del mismo modo que en las repú-
interés del autor, sin embargo, nr1 se queda le interesa resaltar la relevancia que el cien- xicana con sus similares de nuestra vieja
blicas o monarquías de Europa existe una
allí, ya que para él "exponer la percepción tífico alemán dio a lo social como único Europa". Para él, México se constituiría en
aristocracia de nacimiento". Conocedor de
extranjera de las costumbres y la sociabi- medio de comprender las causas del bienes- una nación feliz y civilizada si no fuera por la
la teoría sociológica, José Enrique sostiene
lidad mexicanas sin completarla con las tar humano. Contrariamente a lo que se ha inestabilidad de los poderes. Eran los buró-
que de los seis autores analizados, Sartorius
consideraciones políticas y administrati- repetido respecto de que Humboldt auguró cratas, los mili~ares y los políticos, siempre
es, sin duda, el más puramente sociólogo,
vas correspondientes implicaría mutilar la que a nuestro país le esperaba un futuro muy clispuestos a hacerse del poder y de la ri-
"si por tal tomamos a quien ante todo se
aportación de estos autores y presentar próspero, nuestro autor señala que el ger- queza, quienes transmitían la inmoralidad
propone mostrar el carácter orgánico de una
sólo una cara de la moneda", por lo que nos mano no estaba seguro de tal prosperidad

HISTÓRICAS 57 71
70 HISTÓRICAS 57
a una entidad social provista originalmente rousseauniana de la teoría del buen salvaje. magisterio eclesiástico. Para él, la sociedad Ya para terminar, tengo que confesar que,
de elementos sanos y muy constructivos. Biart llamó a los habitantes de las zonas cáli- mexicana debía buscar su mejoramiento de- a la vez que disfrutaba el libro, su lectura
El autor señala, además, la importancia das "hombres del desierto", en el sentido de finitivo en su propia historia y sus virtudes; me inquietaba pues me hada ver que un
que dieron ambos franceses a la psicología aislamiento, escenario de la expresiones más por ello no se atrevió a predecir las tenden- buen número de los defectos señalados por
como punto de partida para comprender lo sencillas pero también más profundas de la cias sociales de México hacia el futuro, pues aquellos extranjeros siguen estando presen-
sociaL Así, De Fossey sostuvo que los mexi- realidad humana. no percibía la forma en que tendrían lugar la tes en nuestra sociedad al cabo de ciento
canos estaban a merced de fuerzas telúricas En cuanto a Zamacois, nos dice Cova- reconciliación social y la reivindicación del cincuenta años, lo cual no deja de ser per-
incontrolables y de allí la falta de seguridad rrubias que, como buen hispano, aplicó los propio valer nacional. turbador. Sin embargo, como no quiero de-
en sí mismos, y Domenech percibió en ellos principios del derecho natural para com- Una vez hecho este apretado resumen del jarlos con mal sabor de boca, voy a men-
un complejo de inferioridad que les hacía prender las conductas humanas, por lo que análisis que nos presenta Covarrubias del en- cionar algunos puntos más amenos y que
querer pare.cer más de lo que eran y resis- su interpretación histórica fue de tipo sociológico de sus seis extranjeros, qui- están relacionados con los distintos carac-
tirse a aceptar ayuda del extranjero. jusnaturalista. Para el vizcaíno la sociedad siera hacer dos o tres reflexiones que me ha teres nacionales de aquellos inmigrantes.
Luden Biart y Niceto de Zamacois son mexicana se movía por principios de socia- suscitado la lectura del libro. Es evidente que Así, De Fossey, como buen francés, dejó
los últimos extranjeros revisados. Covarru- bilidad tan honorables como los de cualquier el estudio es novedoso pues, por lo general, apuntado que lo mejor de la sociedad mexi-
bias señala que ambos estaban de acuerdo otro país, si no es que más en ciertos aspec- los que nos dedicamos al análisis historio- cana eran las mujeres y que "en general,
en que la dignidad y el honor eran caracte- tos. El veía una contradicción aparentemen- gráfico nos concentramos más en el desme- uno tiene mucho más que preciarse con su
rísticas esenciales del hombre. Pensaban que te insalvable entre el carácter de los mexi- nuzamiento del discurso, en la heurística y la trato que con el de los varones". Los ale-
las costumbres y la observancia de la respe- canos y las tendencias prevalecientes en su hermenéutica del mismo y dejamos de lado manes se entusiasmaron por lo exótico y por
tabilidad infinita del otro tenían sentido esfera política. Pensaba que la promulgación aspectos como éste, en el que se centra José lo festivo de los mexicanos y Zamacois, más
como formas de moderación de todo impul- de una legislación atentatoria del stacus pro- Enrique. Su interés en La sociología lo lleva a cercano a nosotros, se dejó llevar por su
so que atentara contra estos atributos bási- pietario eclesiástico y de la exclusividad ca- rescatar una información que resulta valiosí- sentido del honor y por su amor a nuestro
cos de la humanidad. Covarrubias sostiene tólica era lo peor que podía suceder en una sima para aprehender nuestro proceso histó- país. Por ello insistió en que le molestaban
que ambos, indudablemente influidos por su sociedad como la mexicana, cohesionada, rico decimonónico al tomar en cuenta lo que sobremanera aquellos extranjeros que, ha-
vocación literaria, tuvieron una percepción más que nada, por la religión. dijeron aquellos seis extranjeros sobre "la biendo labrado sus fortunas en México,
trágica de la condición humana, siempre ex- En cuanto a la estructura social, el viz- otredad" mexicana. Así, nos presenta una se- hablaban mal del país, dando con ello prue-
puesta a la violencia y la indignidad. Para caíno dividió a la sociedad mexicana siguien- rie de aspectos en que repararon aquellos ba de incivilidad, pues se expresaban así
ellos, la majestuosidad y la belleza de la na- do la actividad laboral, la. instrucción y las inmigrantes y que sólo más tardíamente fue- delante de personas que les habían recibi-
turaleza, de orden divino, representaban una maneras, y no incorporó en dicha clasifica- ron objeto de estudio de los propios mexica- do con la afabilidad que caracteriza al mexi-
especie de contrapunto al imperfecto orden ción conceptos de índole racial. Para él, nos. Por ejemplo, al rescatar el enfoque cano. Finalmente, creo que lo dicho por
humano, por lo que la actuac1ón social del aquella sociedad estaba compuesta por la psicosocial de De Fossey y Domenech, nos Mathieu de Fos\ey sobre el impacto que
hombre debía ser la compasión gratuita y clase media, la artesana, la de los rancheros muestra cómo el análisis de estos extranjeros tuvo su residencia en México es el mejor
reparadora. Así, Biart creía que ésa era la o labradores, la alta o fina, dejando de lado se adelantó al ensayo escrito por Samuel homenaje que pudo hacerle:
misión de la intervención francesa en Méxi- a los indios y a los léperos. Zamacois consi- Ramos sobre el perfil del mexicano. También
co, mientras que Zamacois, católico fervien- deraba que la mexicana era una sociedad es relevante ver cómo la indagación soda! Tras de diez años de estancia en México, no
te, la encontraba en la labor caritativa del amenazada de perder el viejo espíritu de llevada a cabo por aquellos inmigrantes toca, cabe duda de que todo europeo es mejor que
clero mexicano. caridad católica para dejarse llevar por otro, como bien lo dice Covarrubias, "cuestiones lo que sería si hubiera permanecido en su
El francés, más bien inclinado a dar pre- marcado por la irreligiosidad y la disgrega- básicas de la reflexión moderna en tomo a la país. Los sentimientos del hombre se purifi-
eminencia al factor físico, dejó apuntado que ción moral. Estaba renuente a cifrar la cla- condición humana y a la proyección de ésta can [con la fortuna]. Cuando uno se haga-
en México había dos medios geográficos fun- ve del orden social en la disciplina indus- en fenómenos colectivos", reflexión que le per- nado liberalmente la vida, de suerte que no
hay lugar para el miedo al hambre, uno se
damentales: la tierra caliente y la tierra tem- trial y, aunque no estaba en contra de los mite al autor hacer gala de una gran erudi- siente más dispuesto a compartir los males
plada y que la sociedad de cada una de ellas principios liberales como tales (lo cual me ción y profundo conocimiento de las tenden- de otro, a ayudar a un amigo y a socorrer a
era totalmente distinta. Él era un enamora- parece interesante que José Enrique cias actuales tanto en el área de la sociología un desgraciado.
do de la tierra caliente en donde, dejó di- Covarrubias señale, pues no se deja llevar como de la teoría de la historia. Finalmente,
cho, vivir significaba una especie de retomo por esta idea tan socorrida de que Zamacois otra de las bondades del libro es que rompe Estamos todos a la espera del segundo
a los estados primitivos de la humanidad o era prácticamente un ultramontano), sí se con esquemas y contraría ideas que se han volumen que, estamos seguros, será tan rico
sea a la inocencia, en lo que José Enrique rebelaba contra su implantación forzada a ido repitiendo sin bases sólidas, lo cual con- e ilustrativo como el que hoy nos ha re-
percibe, muy atinadamente, la influencia costa del sentimiento religioso popular y sidero muy saludable. unido. a
72 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 73

···.~
a una entidad social provista originalmente rousseauniana de la teoría del buen salvaje. magisterio eclesiástico. Para él, la sociedad Ya para terminar, tengo que confesar que,
de elementos sanos y muy constructivos. Biart llamó a los habitantes de las zonas cáli- mexicana debía buscar su mejoramiento de- a la vez que disfrutaba el libro, su lectura
El autor señala, además, la importancia das "hombres del desierto", en el sentido de finitivo en su propia historia y sus virtudes; me inquietaba pues me hada ver que un
que dieron ambos franceses a la psicología aislamiento, escenario de la expresiones más por ello no se atrevió a predecir las tenden- buen número de los defectos señalados por
como punto de partida para comprender lo sencillas pero también más profundas de la cias sociales de México hacia el futuro, pues aquellos extranjeros siguen estando presen-
sociaL Así, De Fossey sostuvo que los mexi- realidad humana. no percibía la forma en que tendrían lugar la tes en nuestra sociedad al cabo de ciento
canos estaban a merced de fuerzas telúricas En cuanto a Zamacois, nos dice Cova- reconciliación social y la reivindicación del cincuenta años, lo cual no deja de ser per-
incontrolables y de allí la falta de seguridad rrubias que, como buen hispano, aplicó los propio valer nacional. turbador. Sin embargo, como no quiero de-
en sí mismos, y Domenech percibió en ellos principios del derecho natural para com- Una vez hecho este apretado resumen del jarlos con mal sabor de boca, voy a men-
un complejo de inferioridad que les hacía prender las conductas humanas, por lo que análisis que nos presenta Covarrubias del en- cionar algunos puntos más amenos y que
querer pare.cer más de lo que eran y resis- su interpretación histórica fue de tipo sociológico de sus seis extranjeros, qui- están relacionados con los distintos carac-
tirse a aceptar ayuda del extranjero. jusnaturalista. Para el vizcaíno la sociedad siera hacer dos o tres reflexiones que me ha teres nacionales de aquellos inmigrantes.
Luden Biart y Niceto de Zamacois son mexicana se movía por principios de socia- suscitado la lectura del libro. Es evidente que Así, De Fossey, como buen francés, dejó
los últimos extranjeros revisados. Covarru- bilidad tan honorables como los de cualquier el estudio es novedoso pues, por lo general, apuntado que lo mejor de la sociedad mexi-
bias señala que ambos estaban de acuerdo otro país, si no es que más en ciertos aspec- los que nos dedicamos al análisis historio- cana eran las mujeres y que "en general,
en que la dignidad y el honor eran caracte- tos. El veía una contradicción aparentemen- gráfico nos concentramos más en el desme- uno tiene mucho más que preciarse con su
rísticas esenciales del hombre. Pensaban que te insalvable entre el carácter de los mexi- nuzamiento del discurso, en la heurística y la trato que con el de los varones". Los ale-
las costumbres y la observancia de la respe- canos y las tendencias prevalecientes en su hermenéutica del mismo y dejamos de lado manes se entusiasmaron por lo exótico y por
tabilidad infinita del otro tenían sentido esfera política. Pensaba que la promulgación aspectos como éste, en el que se centra José lo festivo de los mexicanos y Zamacois, más
como formas de moderación de todo impul- de una legislación atentatoria del stacus pro- Enrique. Su interés en La sociología lo lleva a cercano a nosotros, se dejó llevar por su
so que atentara contra estos atributos bási- pietario eclesiástico y de la exclusividad ca- rescatar una información que resulta valiosí- sentido del honor y por su amor a nuestro
cos de la humanidad. Covarrubias sostiene tólica era lo peor que podía suceder en una sima para aprehender nuestro proceso histó- país. Por ello insistió en que le molestaban
que ambos, indudablemente influidos por su sociedad como la mexicana, cohesionada, rico decimonónico al tomar en cuenta lo que sobremanera aquellos extranjeros que, ha-
vocación literaria, tuvieron una percepción más que nada, por la religión. dijeron aquellos seis extranjeros sobre "la biendo labrado sus fortunas en México,
trágica de la condición humana, siempre ex- En cuanto a la estructura social, el viz- otredad" mexicana. Así, nos presenta una se- hablaban mal del país, dando con ello prue-
puesta a la violencia y la indignidad. Para caíno dividió a la sociedad mexicana siguien- rie de aspectos en que repararon aquellos ba de incivilidad, pues se expresaban así
ellos, la majestuosidad y la belleza de la na- do la actividad laboral, la. instrucción y las inmigrantes y que sólo más tardíamente fue- delante de personas que les habían recibi-
turaleza, de orden divino, representaban una maneras, y no incorporó en dicha clasifica- ron objeto de estudio de los propios mexica- do con la afabilidad que caracteriza al mexi-
especie de contrapunto al imperfecto orden ción conceptos de índole racial. Para él, nos. Por ejemplo, al rescatar el enfoque cano. Finalmente, creo que lo dicho por
humano, por lo que la actuac1ón social del aquella sociedad estaba compuesta por la psicosocial de De Fossey y Domenech, nos Mathieu de Fos\ey sobre el impacto que
hombre debía ser la compasión gratuita y clase media, la artesana, la de los rancheros muestra cómo el análisis de estos extranjeros tuvo su residencia en México es el mejor
reparadora. Así, Biart creía que ésa era la o labradores, la alta o fina, dejando de lado se adelantó al ensayo escrito por Samuel homenaje que pudo hacerle:
misión de la intervención francesa en Méxi- a los indios y a los léperos. Zamacois consi- Ramos sobre el perfil del mexicano. También
co, mientras que Zamacois, católico fervien- deraba que la mexicana era una sociedad es relevante ver cómo la indagación soda! Tras de diez años de estancia en México, no
te, la encontraba en la labor caritativa del amenazada de perder el viejo espíritu de llevada a cabo por aquellos inmigrantes toca, cabe duda de que todo europeo es mejor que
clero mexicano. caridad católica para dejarse llevar por otro, como bien lo dice Covarrubias, "cuestiones lo que sería si hubiera permanecido en su
El francés, más bien inclinado a dar pre- marcado por la irreligiosidad y la disgrega- básicas de la reflexión moderna en tomo a la país. Los sentimientos del hombre se purifi-
eminencia al factor físico, dejó apuntado que ción moral. Estaba renuente a cifrar la cla- condición humana y a la proyección de ésta can [con la fortuna]. Cuando uno se haga-
en México había dos medios geográficos fun- ve del orden social en la disciplina indus- en fenómenos colectivos", reflexión que le per- nado liberalmente la vida, de suerte que no
hay lugar para el miedo al hambre, uno se
damentales: la tierra caliente y la tierra tem- trial y, aunque no estaba en contra de los mite al autor hacer gala de una gran erudi- siente más dispuesto a compartir los males
plada y que la sociedad de cada una de ellas principios liberales como tales (lo cual me ción y profundo conocimiento de las tenden- de otro, a ayudar a un amigo y a socorrer a
era totalmente distinta. Él era un enamora- parece interesante que José Enrique cias actuales tanto en el área de la sociología un desgraciado.
do de la tierra caliente en donde, dejó di- Covarrubias señale, pues no se deja llevar como de la teoría de la historia. Finalmente,
cho, vivir significaba una especie de retomo por esta idea tan socorrida de que Zamacois otra de las bondades del libro es que rompe Estamos todos a la espera del segundo
a los estados primitivos de la humanidad o era prácticamente un ultramontano), sí se con esquemas y contraría ideas que se han volumen que, estamos seguros, será tan rico
sea a la inocencia, en lo que José Enrique rebelaba contra su implantación forzada a ido repitiendo sin bases sólidas, lo cual con- e ilustrativo como el que hoy nos ha re-
percibe, muy atinadamente, la influencia costa del sentimiento religioso popular y sidero muy saludable. unido. a
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María Vargas-Lobsinger, La Comarca Lagunera. De la revolución a la expropiación de las haciendas, 1910-1940. En este trabaio El que María Vargas-Lobsinger haya in-
de las hacíendas, 1910-1940, México, Universidad Nacional Autónoma de retomó el tema las haciendas algodone- vestigado dentro de un ámbito temporal tan
México, Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto Nacional de Estu- ras de La Laguna, ahora para estudiar su amplio y haya abordado histo-
dios sobre la Revolución Mexicana, 2000, 358 p. (Serie Historia Moderna y desarrollo durante la revelución y la etapa riográficos tan distintos me parece un gran
de la reforma agraria. Relata la suerte que mérito, que no es común entre los historia-
Contemporánea, 33).
corrieron las haciendas durante la lucha dores. Trabajar distintos períodos implica un
armada y se refiere a las confiscaciones que gran esfuerzo para adquirir los conocimien-
·Gisela van Wobeser hicieron Villa y Carranza para financiar los tos necesarios sobre el nuevo tema, así como
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
movimientos revolu'cionarios. Asimismo, sobre el contexto histórico en el que se desa-
describe la creciente inestabilidad política rrolla. Abordar diferentes géneros historio-
de la región, la inconformidad de los traba- gráficos presupone el manejo de distintas
María Vargas-Lobsinger ha dedicado los úl- bajo, la producción agrícola, el financia- jadores agrícolas y el avance de las ideas metodologías. Debido a lo anterior, la auto-
timos veinticinco años de su vida a escribir miento y la comercialización del algodón. agraristas. Finalmente, se refiere a la expro- ra tuvo que afrontar muchas dificultades,
la historia de La Laguna, su región natal, ubi- En el segundo libro, rormación y deca- piación de las haciendas durante el carde- pero nunca claudicó porque la motivación
cada en la confluencia de los estados dencia de u!Ul fortu!Ul. Los mayorazgas de San nismo y a la desaparición de la producción interna de llevar a cabo lo que consideraba
Coahuila y Durango. Fruto de este trabajo Miguel de Aguayo y de San Pedro del Álamo, de algodón en la zona. una de las tareas principales de su vida
han sido tres libros, editados entre 1984 y 1583-1823, editado en 1992, la autora re- María Vargas-Lobsinger trata en cada -contribuir a la reconstrucción de la histo-
1999, que abarcan desde la colonización de trocede en el tiempo y se remonta a la épo- uno de sus libros un género historiográfico ria de su región natal- fue más fuerte que
la región en la segunda mitad del siglo XVI ca colonial. Describe la conquista y coloni- distinto, a pesar de que todos versen sobre los obstáculos.
hasta la década de los cuarenta del presente zación de la región del sur del Bolsón de aspectos relacionados con la tierra, como A los anteriores méritos se suma el he-
siglo. Aun cuando los libros tratan temáti- Mapimí por Francisco de Urdiñola y el apro-. ya se había señalado. La obra sobre la ha- cho de que los trabajos de María Vargas-
cas distintas, su leitmotiv es la tierra y, por lo vechamiento de sus tierras semiáridas para cienda La Concha es una monografía y bá- Lobsinger, quien fue discípula de Edmundo
tanto, se inscriben en la historia rural. la formación de estancias de ganado, que sicamente tiene un enfoque económico; la O'Gorman, tienen gran calidad y rigor aca-
El primero se editó en 1984 y llevó por abastecían de carne y pieles a gran parte de de la Formación y decadencia de U!Ul fortu11ll démico, además de que significan una impor-
título La hacienda de "La Concha". U!Ul em- la Nueva España. Durante los siglos xvn y es una historia familiar, de duración, y tante aportación al campo de la historiografía
presa algodonera de La Lagu11ll. En él relata XVIII los marqueses de San Miguel de se inscribe principalmente dentro de la his- regional porque tratan temas no abordados
cómo, durante la segunda mitad del siglo Aguayo, herederos de Urdiñola, fortalecie- toria social, y el libro La Comarca Lagunera. con anterioridad. Asimismo, incluyen un
XIX, las corrientes torrenciales de los ríos ron su posición en la región, al crear uno de De la revolución a la expropiación de las ha- gran cúmulo de información de primera
Aguanaval y Nazas fueron reguladas y apro- los latifundios ganaderos más grandes de la ciendas es una historia regional que tiene mano, que será de mucha utilidad para fu-
vechadas para la agricultura mediante la Nueva España. Este latifundio se incremen- un enfoque fundamentalmente político. turas investigaciones. O
construcción de obras de infraestructura tó en 1735 a través de la unión matrimonial
hidráulica. Esto permitió la paulatina trans- de la marquesa de San Miguel de Aguayo,
formación de la.> tierras desérticas, que se María Josefa de Echevers, con Francisco de
utilizaban para la ganadería, en una zona Valdivielso, un español que había
agrícola que se conoció con el nombre de pobre a la Nueva España y en pocos años se
La Laguna y propició el surgimiento, du- había convertido en uno de los hombres más
rante el porfiriato, de un emporio algodo- ricos del virreinato. En las primeras décadas
nero que producía cincuenta por ciento del del siglo X!X la mala administración de las
algodón del país. La Concha fue una de las haciendas, aunada a una inadecuada políti-
haciendas de la región. Formada por su due- ca matrimonial, tuvo como consecuencia
ño Carlos González Montes de Oca, quien que se perdiera la mayor parte de la fortuna
fue un empresario con gran iniciativa y vi- familiar y que los hijos de María de
sión para los negocios, logró producir alre- Echevers y de Francisco de Valdivielso aca-
dedor de cínco por ciento del total del al- baran en la ruina económica.
godón de la zona. María Vargas-Lobsinger El tercer libro de la autora, aparecido
describe las actividades de la hacienda, los recientemente, lleva por título La Comarca
problemas relacionados con la fuerza de tra- Lagunera. De la revolución a la expropiación

74 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 75

'Di AXJJL.
María Vargas-Lobsinger, La Comarca Lagunera. De la revolución a la expropiación de las haciendas, 1910-1940. En este trabaio El que María Vargas-Lobsinger haya in-
de las hacíendas, 1910-1940, México, Universidad Nacional Autónoma de retomó el tema las haciendas algodone- vestigado dentro de un ámbito temporal tan
México, Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto Nacional de Estu- ras de La Laguna, ahora para estudiar su amplio y haya abordado histo-
dios sobre la Revolución Mexicana, 2000, 358 p. (Serie Historia Moderna y desarrollo durante la revelución y la etapa riográficos tan distintos me parece un gran
de la reforma agraria. Relata la suerte que mérito, que no es común entre los historia-
Contemporánea, 33).
corrieron las haciendas durante la lucha dores. Trabajar distintos períodos implica un
armada y se refiere a las confiscaciones que gran esfuerzo para adquirir los conocimien-
·Gisela van Wobeser hicieron Villa y Carranza para financiar los tos necesarios sobre el nuevo tema, así como
Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
movimientos revolu'cionarios. Asimismo, sobre el contexto histórico en el que se desa-
describe la creciente inestabilidad política rrolla. Abordar diferentes géneros historio-
de la región, la inconformidad de los traba- gráficos presupone el manejo de distintas
María Vargas-Lobsinger ha dedicado los úl- bajo, la producción agrícola, el financia- jadores agrícolas y el avance de las ideas metodologías. Debido a lo anterior, la auto-
timos veinticinco años de su vida a escribir miento y la comercialización del algodón. agraristas. Finalmente, se refiere a la expro- ra tuvo que afrontar muchas dificultades,
la historia de La Laguna, su región natal, ubi- En el segundo libro, rormación y deca- piación de las haciendas durante el carde- pero nunca claudicó porque la motivación
cada en la confluencia de los estados dencia de u!Ul fortu!Ul. Los mayorazgas de San nismo y a la desaparición de la producción interna de llevar a cabo lo que consideraba
Coahuila y Durango. Fruto de este trabajo Miguel de Aguayo y de San Pedro del Álamo, de algodón en la zona. una de las tareas principales de su vida
han sido tres libros, editados entre 1984 y 1583-1823, editado en 1992, la autora re- María Vargas-Lobsinger trata en cada -contribuir a la reconstrucción de la histo-
1999, que abarcan desde la colonización de trocede en el tiempo y se remonta a la épo- uno de sus libros un género historiográfico ria de su región natal- fue más fuerte que
la región en la segunda mitad del siglo XVI ca colonial. Describe la conquista y coloni- distinto, a pesar de que todos versen sobre los obstáculos.
hasta la década de los cuarenta del presente zación de la región del sur del Bolsón de aspectos relacionados con la tierra, como A los anteriores méritos se suma el he-
siglo. Aun cuando los libros tratan temáti- Mapimí por Francisco de Urdiñola y el apro-. ya se había señalado. La obra sobre la ha- cho de que los trabajos de María Vargas-
cas distintas, su leitmotiv es la tierra y, por lo vechamiento de sus tierras semiáridas para cienda La Concha es una monografía y bá- Lobsinger, quien fue discípula de Edmundo
tanto, se inscriben en la historia rural. la formación de estancias de ganado, que sicamente tiene un enfoque económico; la O'Gorman, tienen gran calidad y rigor aca-
El primero se editó en 1984 y llevó por abastecían de carne y pieles a gran parte de de la Formación y decadencia de U!Ul fortu11ll démico, además de que significan una impor-
título La hacienda de "La Concha". U!Ul em- la Nueva España. Durante los siglos xvn y es una historia familiar, de duración, y tante aportación al campo de la historiografía
presa algodonera de La Lagu11ll. En él relata XVIII los marqueses de San Miguel de se inscribe principalmente dentro de la his- regional porque tratan temas no abordados
cómo, durante la segunda mitad del siglo Aguayo, herederos de Urdiñola, fortalecie- toria social, y el libro La Comarca Lagunera. con anterioridad. Asimismo, incluyen un
XIX, las corrientes torrenciales de los ríos ron su posición en la región, al crear uno de De la revolución a la expropiación de las ha- gran cúmulo de información de primera
Aguanaval y Nazas fueron reguladas y apro- los latifundios ganaderos más grandes de la ciendas es una historia regional que tiene mano, que será de mucha utilidad para fu-
vechadas para la agricultura mediante la Nueva España. Este latifundio se incremen- un enfoque fundamentalmente político. turas investigaciones. O
construcción de obras de infraestructura tó en 1735 a través de la unión matrimonial
hidráulica. Esto permitió la paulatina trans- de la marquesa de San Miguel de Aguayo,
formación de la.> tierras desérticas, que se María Josefa de Echevers, con Francisco de
utilizaban para la ganadería, en una zona Valdivielso, un español que había
agrícola que se conoció con el nombre de pobre a la Nueva España y en pocos años se
La Laguna y propició el surgimiento, du- había convertido en uno de los hombres más
rante el porfiriato, de un emporio algodo- ricos del virreinato. En las primeras décadas
nero que producía cincuenta por ciento del del siglo X!X la mala administración de las
algodón del país. La Concha fue una de las haciendas, aunada a una inadecuada políti-
haciendas de la región. Formada por su due- ca matrimonial, tuvo como consecuencia
ño Carlos González Montes de Oca, quien que se perdiera la mayor parte de la fortuna
fue un empresario con gran iniciativa y vi- familiar y que los hijos de María de
sión para los negocios, logró producir alre- Echevers y de Francisco de Valdivielso aca-
dedor de cínco por ciento del total del al- baran en la ruina económica.
godón de la zona. María Vargas-Lobsinger El tercer libro de la autora, aparecido
describe las actividades de la hacienda, los recientemente, lleva por título La Comarca
problemas relacionados con la fuerza de tra- Lagunera. De la revolución a la expropiación

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'Di AXJJL.
NOVEDADES EDITORIALES Marcela Terrazas y Basante, Inversiones, especulación y di-
plomacia. Las relaciones entre México y los Estados Unidos
durante la dictadura santannista, México, Universidad Na-
LIBROS
cional Autónoma de México, Instituto de Investigacio-
nes Históricas, 2000, 294 p. (Serie Historia Moderna y
José Enrique Covarrubias, La moneda de cobre en México ,
Contemporánea, 35).
1760-1842. Un problema administrativo, México, Univer-
sidad Nacional Autónoma de México, Instituto de In-
iCómo, dónde y quiénes elaboraron la política de la Casa
vestigaciones Históricas/Instituto de Investigaciones
Blanca hacia Méxicó a mediados del siglo XIX, precisamen-
Doctor José María Luis Mora, 2000, 298 p. (Serie Histo-
te en los años que siguieron a la sangrienta guerra del cua-
ria Moderna y Contemporánea, 34)
renta y siete! iQué factores la determinaron; los impuestos
por el equilibrio de poder internacional o aquéllos relacio-
Desde comienzos de la época colonial se resintió en Nueva
nados con las condiciones internas mexicanas y norteame-
España la ausencia de una moneda fraccionaria que permi-
ricanas! iCuál fue el papel desempeñado por los intereses
tiera efectuar transacciones menudas. Tras una fallida ex-
privados en el diseño de la diplomacia de Washington ha-
periencia en el siglo XVI, sólo en la segunda mitad del siglo
cia su vecino del sur!
XVIII la burocracia gobernante reconsideró seriamente lapo-
Inversiones, especulación y diplomacia. Las relaciones entre México y los Estados Unidos
sibilidad de que la Casa de Moneda de México acuñara una
durante la dictadura santannista estudia esta relación bilateral, considerando el complejo
moneda de cobre o vellón oficial para asistir las necesidades
equilibrio que se estableció entre los fenómenos mundiales, los problemas políticos inter-
de los consumidores más modestos. Hasta entonces éstos se
nos de los dos países y, de manera principal, el peso de los financieros y especuladores de
habían visto forzados a emplear los granos de cacao y las monedillas informales de los
ambos lados de la frontera. También explica la forma en que funcionarios públicos y
tenderos al realizar sus compras. Aunque en 1814 se inició la esperada emisión para la
empresarios actuaron al margen de los conflictos domésticos de sus naciones, de las dife-
circulación general, la medida no logró eliminar las serias irregularidades prevalecientes
rencias ideológicas y de los sentimientos nacionalistas para concretar lucrativos acuerdos.
desde tiempo atrás en el comercio menudo, en detrimento del patrimonio de los parro-
quianos. Así, los gobernantes del México independiente heredaron un agudo reto que
pondría a prueba su capacidad para encontrar las soluciones administrativas más acordes Nómadas y sedentarios en el norte de México. Homenaje a Bea-
con las necesidades de un sector consumidor mayoritario. Por desgracia, lejos de atinar en triz Branniff, edi~ión a cargo de Marie Areti -Hers, José
sus esfuerzos, la propia autoridad contribuyó a aumentar la conflictividad social, econó- Luis Mirafuentes Galván, María de los Dolores Soto y
mica e incluso política de la moneda de cobre, lo que alcanzó un verdadero clímax en Miguel Valle bueno, México, Universidad Nacional Au-
1841 . tónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéti-
A diferencia de otros estudios referentes a este tema, o a cuestiones afines, en el pre- cas/Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto de
sente libro no se proponen explicaciones económicas mecanicistas, pues el autor parte de Investigaciones Antropológicas, 2000, 724 p.
la importancia que cabe atribuir a las ideas que inspiran las decisiones de los gobernantes,
y muy especialmente al proyectismo utilitarista de la época tratada. Ya en una perspectiva Pionera de los estudios sobre el norte de México y parte de
más amplia, el lector identificará la cuestión monetaria como uno de los factores que la generación de antropólogos mexicanos de los años se-
determinaron la lentitÚd y complejidad del proceso de consolidación del Estado nacional senta -acaso la primera con una formación realmente aca-
en México durante el siglo XIX. démica-, Beatriz Braniff ha sido una de las principales
impulsoras de esta visión no conformista y no simplista del
pasado de nuestro país. Ha sido sensible a la necesidad de
multiplicar las visiones disciplinarias para comprender ca-
balmente las realidades sociales del septentrión y, al mismo tiempo, ha estado consciente
de la urgencia de redefinir, en términos "norteños", muchas de las categorías y los con-
ceptos empleados por las ciencias sociales para su conocimiento.
No es casual, entonces, que en el homenaje que en 1995 le rindió el Instituto de
Investigaciones Históricas de la Universidad Juárez del Estado de Durango, conjunta-
mente con los institutos de investigaciones Antropológicas, Estéticas e Históricas de la
UNAM -multitudinario coloquio donde fue presentada la mayor parte de los trabajos que

76 HISTÓRICAS 57 HISTÓRICAS 57 77

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NOVEDADES EDITORIALES Marcela Terrazas y Basante, Inversiones, especulación y di-
plomacia. Las relaciones entre México y los Estados Unidos
durante la dictadura santannista, México, Universidad Na-
LIBROS
cional Autónoma de México, Instituto de Investigacio-
nes Históricas, 2000, 294 p. (Serie Historia Moderna y
José Enrique Covarrubias, La moneda de cobre en México ,
Contemporánea, 35).
1760-1842. Un problema administrativo, México, Univer-
sidad Nacional Autónoma de México, Instituto de In-
iCómo, dónde y quiénes elaboraron la política de la Casa
vestigaciones Históricas/Instituto de Investigaciones
Blanca hacia Méxicó a mediados del siglo XIX, precisamen-
Doctor José María Luis Mora, 2000, 298 p. (Serie Histo-
te en los años que siguieron a la sangrienta guerra del cua-
ria Moderna y Contemporánea, 34)
renta y siete! iQué factores la determinaron; los impuestos
por el equilibrio de poder internacional o aquéllos relacio-
Desde comienzos de la época colonial se resintió en Nueva
nados con las condiciones internas mexicanas y norteame-
España la ausencia de una moneda fraccionaria que permi-
ricanas! iCuál fue el papel desempeñado por los intereses
tiera efectuar transacciones menudas. Tras una fallida ex-
privados en el diseño de la diplomacia de Washington ha-
periencia en el siglo XVI, sólo en la segunda mitad del siglo
cia su vecino del sur!
XVIII la burocracia gobernante reconsideró seriamente lapo-
Inversiones, especulación y diplomacia. Las relaciones entre México y los Estados Unidos
sibilidad de que la Casa de Moneda de México acuñara una
durante la dictadura santannista estudia esta relación bilateral, considerando el complejo
moneda de cobre o vellón oficial para asistir las necesidades
equilibrio que se estableció entre los fenómenos mundiales, los problemas políticos inter-
de los consumidores más modestos. Hasta entonces éstos se
nos de los dos países y, de manera principal, el peso de los financieros y especuladores de
habían visto forzados a emplear los granos de cacao y las monedillas informales de los
ambos lados de la frontera. También explica la forma en que funcionarios públicos y
tenderos al realizar sus compras. Aunque en 1814 se inició la esperada emisión para la
empresarios actuaron al margen de los conflictos domésticos de sus naciones, de las dife-
circulación general, la medida no logró eliminar las serias irregularidades prevalecientes
rencias ideológicas y de los sentimientos nacionalistas para concretar lucrativos acuerdos.
desde tiempo atrás en el comercio menudo, en detrimento del patrimonio de los parro-
quianos. Así, los gobernantes del México independiente heredaron un agudo reto que
pondría a prueba su capacidad para encontrar las soluciones administrativas más acordes Nómadas y sedentarios en el norte de México. Homenaje a Bea-
con las necesidades de un sector consumidor mayoritario. Por desgracia, lejos de atinar en triz Branniff, edi~ión a cargo de Marie Areti -Hers, José
sus esfuerzos, la propia autoridad contribuyó a aumentar la conflictividad social, econó- Luis Mirafuentes Galván, María de los Dolores Soto y
mica e incluso política de la moneda de cobre, lo que alcanzó un verdadero clímax en Miguel Valle bueno, México, Universidad Nacional Au-
1841 . tónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéti-
A diferencia de otros estudios referentes a este tema, o a cuestiones afines, en el pre- cas/Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto de
sente libro no se proponen explicaciones económicas mecanicistas, pues el autor parte de Investigaciones Antropológicas, 2000, 724 p.
la importancia que cabe atribuir a las ideas que inspiran las decisiones de los gobernantes,
y muy especialmente al proyectismo utilitarista de la época tratada. Ya en una perspectiva Pionera de los estudios sobre el norte de México y parte de
más amplia, el lector identificará la cuestión monetaria como uno de los factores que la generación de antropólogos mexicanos de los años se-
determinaron la lentitÚd y complejidad del proceso de consolidación del Estado nacional senta -acaso la primera con una formación realmente aca-
en México durante el siglo XIX. démica-, Beatriz Braniff ha sido una de las principales
impulsoras de esta visión no conformista y no simplista del
pasado de nuestro país. Ha sido sensible a la necesidad de
multiplicar las visiones disciplinarias para comprender ca-
balmente las realidades sociales del septentrión y, al mismo tiempo, ha estado consciente
de la urgencia de redefinir, en términos "norteños", muchas de las categorías y los con-
ceptos empleados por las ciencias sociales para su conocimiento.
No es casual, entonces, que en el homenaje que en 1995 le rindió el Instituto de
Investigaciones Históricas de la Universidad Juárez del Estado de Durango, conjunta-
mente con los institutos de investigaciones Antropológicas, Estéticas e Históricas de la
UNAM -multitudinario coloquio donde fue presentada la mayor parte de los trabajos que

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integran este volumen- hayan predominado trabajos con una clara vocacwn Estudios de Historia Novohispana, 22
interdisciplinaria y al mismo tiempo interesados en la innovación metodológica. Tan va-
riados como la realidad que estudian, estos artículos muestran palmariamente, sin nece- Sumario
sidad de acudir a la retórica, la influencia decisiva de la obra de Beatriz Braniff en el Artículos
conocimiento científico del norte mexicano.
El repartimiento de géneros y la sociedad indígena en
Yucatán en el siglo XVII, Gabriela Salís Robleda
PUBLICACIO~ES PERIÓDICAS La escritura desde un mundo oculto: espiritualidad y
anonimidad en el convento de San Juan de la Peniten-
cia, Asunción Lavrin
Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, 19 El ascenso de los clérigos de Nueva España durante el go-
bierno del arzobispo José Lanciego y Egui!az, Rodolfo
Sumario
Aguirre Salvador
Artículos Autoritarismo y locura en el noroeste novohispano. Im-
plicaciones políticas del enloquecimiento del visitador
Médicos científicos y médicos ilícitos en la ciudad de Méxi- general José de Gálvez, Ignacio del Río
co durante el porfiriato, Claudia Agostoni
Frank Tannenbaum y la revolución mexicana, Alan Knight
Documentaría
Los magonistas en La Protesta. Lecturas rioplatenses del
anarquismo en México, 1906-1929, Pablo Yankelevich Sermones manuscritos en honor de la Virgen de Guadalupe, Jorge E. Traslosheros H.
Estados Unidos frente a las conspiraciones fraguadas en su
territorio por exiliados de la época de la revolución. El Bibliografía de historia novohispana
caso huertista frente al villista (1914-1915), VictoriaLerner
Reseñas
Luis Jáuregui, La Real Hacíenda de Nueva España, su administración en la época de los
Rese11as b1bl1L)gráfícas intendentes, 1768-1821 (Antonio !barra)
Jaime Labastida, Humboldt, ciudadano universal. Con una antología de textos de Alejandro de
Clara Guadalupe García, Las mujeres de Ruiz, 1863-1867 Qosefina Muriel)
Humboldt Qosé Enrique Covarrubias)
David S. Landes, The wealth and poverty of nations. Why sorne are so rich and sorne so poor?
Carlos Marichal (en colaboración con Carlos Rodríguez Venegas), La bancarrota del
(María Cristina González Ortiz)
virreinato. Nueva España y las finanzas del imperio español, 1780-181 O (Leonor Ludlow)
Virginia Guedea, En busca de un gobierno alterno: los Guadalupes de México (Víctor Gayo!)
Peter L. Reich, Mexico's hidden revolution. The catholic Church in law and politics since 1929
y
Antonio Rubial García, La santidad controvertida. Hagiografía conciencia criolla alrededor
de los venerables no canonizados de Nueva España (Rosa Camelo)
(Ana Lía Herrera-Lasso)
Daniela Spenser, El triángulo imposible: México, Rusia soviética y Estados Unidos en los años
veinte (Hildebrando J aimes Acuña)

78 HISTÓRICAS 57

·1JL ¡¡¿ct·
integran este volumen- hayan predominado trabajos con una clara vocacwn Estudios de Historia Novohispana, 22
interdisciplinaria y al mismo tiempo interesados en la innovación metodológica. Tan va-
riados como la realidad que estudian, estos artículos muestran palmariamente, sin nece- Sumario
sidad de acudir a la retórica, la influencia decisiva de la obra de Beatriz Braniff en el Artículos
conocimiento científico del norte mexicano.
El repartimiento de géneros y la sociedad indígena en
Yucatán en el siglo XVII, Gabriela Salís Robleda
PUBLICACIO~ES PERIÓDICAS La escritura desde un mundo oculto: espiritualidad y
anonimidad en el convento de San Juan de la Peniten-
cia, Asunción Lavrin
Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, 19 El ascenso de los clérigos de Nueva España durante el go-
bierno del arzobispo José Lanciego y Egui!az, Rodolfo
Sumario
Aguirre Salvador
Artículos Autoritarismo y locura en el noroeste novohispano. Im-
plicaciones políticas del enloquecimiento del visitador
Médicos científicos y médicos ilícitos en la ciudad de Méxi- general José de Gálvez, Ignacio del Río
co durante el porfiriato, Claudia Agostoni
Frank Tannenbaum y la revolución mexicana, Alan Knight
Documentaría
Los magonistas en La Protesta. Lecturas rioplatenses del
anarquismo en México, 1906-1929, Pablo Yankelevich Sermones manuscritos en honor de la Virgen de Guadalupe, Jorge E. Traslosheros H.
Estados Unidos frente a las conspiraciones fraguadas en su
territorio por exiliados de la época de la revolución. El Bibliografía de historia novohispana
caso huertista frente al villista (1914-1915), VictoriaLerner
Reseñas
Luis Jáuregui, La Real Hacíenda de Nueva España, su administración en la época de los
Rese11as b1bl1L)gráfícas intendentes, 1768-1821 (Antonio !barra)
Jaime Labastida, Humboldt, ciudadano universal. Con una antología de textos de Alejandro de
Clara Guadalupe García, Las mujeres de Ruiz, 1863-1867 Qosefina Muriel)
Humboldt Qosé Enrique Covarrubias)
David S. Landes, The wealth and poverty of nations. Why sorne are so rich and sorne so poor?
Carlos Marichal (en colaboración con Carlos Rodríguez Venegas), La bancarrota del
(María Cristina González Ortiz)
virreinato. Nueva España y las finanzas del imperio español, 1780-181 O (Leonor Ludlow)
Virginia Guedea, En busca de un gobierno alterno: los Guadalupes de México (Víctor Gayo!)
Peter L. Reich, Mexico's hidden revolution. The catholic Church in law and politics since 1929
y
Antonio Rubial García, La santidad controvertida. Hagiografía conciencia criolla alrededor
de los venerables no canonizados de Nueva España (Rosa Camelo)
(Ana Lía Herrera-Lasso)
Daniela Spenser, El triángulo imposible: México, Rusia soviética y Estados Unidos en los años
veinte (Hildebrando J aimes Acuña)

78 HISTÓRICAS 57

·1JL ¡¡¿ct·
Al que recuerde lo viejo que le saquen un ojo;
y al que lo olvide, que le saquen los dos.

Proverbio ruso

De venta en las mejores librerías


Suscripciones al 5634-8204

~···
Al que recuerde lo viejo que le saquen un ojo;
y al que lo olvide, que le saquen los dos.

Proverbio ruso

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