Metabolismo de La Bilirrubina

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ENFOQUE DEL PACIENTE CON ICTERICIA

La ictericia conocida también como hiperbilirrubinemia es una coloración


amarillenta de la piel y mucosas resultante de un exceso de bilirrubina en sangre.

El rango normal de bilirrubina total es de 0.0 mg/dL a 1.0 mg/dL y la ictericia se


vuelve aparente cuando sus niveles alcanzan al menos 2.5mg/dl

Metabolismo de la bilirrubina:

Los glóbulos Rojo cuando cumpla de 120 días de vida comenzará un proceso de
señalizaciones para que sea reconocido por el sistema monocítico-macrofágico

Este macrófago lo fagocita liberando hemoglobina, la cual se rompe en globina y


hemo (La globina al ser una proteína se disgrega en aminoácidos)

El grupo hemo: es un anillo de tretrapirrólico con un átomo de hierro ferroso en el


centro, este va a seguir un camino metabólico mediado por procesos de oxidación
y reducción hasta formar bilirrubina. Al comienzo de la vía un grupo de oxigenasas
convierten el hierro ferroso en férrico, luego las hemoxigenasas rompen el carbono
del puente metino alfa y como consecuencia se abre el anillo, el hierro se separa y
se deposita como ferritina mientras que el anillo queda como biliverdina.
Posteriormente la enzima bilirrubina reductasa cataliza la conversión a bilirrubina.

En resumen la molécula cambia de forma, pasamos de tener un anillo a una


molécula lineal y hay cambios pigmentarios observables en el pasaje por el color
verde y finalmente amarillo. El resultado es una molécula pigmentaria altamente
liposoluble. Pero necesita unirse a proteínas como la albúmina para transportarse.

Al llegar al hígado Se separa de la albúmina e ingresa al hepatocito por difusión


facilitada acá la enzima glucoronil transferrasa conjuga la bilirrubina con ácido
glucoronico, este proceso la torna hidrofila, fácilmente excretable. Y la llamamos
bilirrubina conjugada o directa.

Así la bilirrubina conjugada sale por el conducto excretor del hepatocito


ingresando los canalículos biliares para llegar a la segunda porción del duodeno
por medio del colédoco, en el intestino se encuentra con bacterias anaeróbicas
que la reducen y la transforman en estercobilinogeno, este producto es
considerado un cromógeno porque tiene la capacidad de interactuar con otras
sustancia y pigmentarla por ejemplo al tomar contacto con el oxígeno forma
estercobilina qué es la encargada de darle la coloración a las heces.

Una parte del estercobilinogeno se puede eliminar por las heces, pero otra parte
se reabsorbe por vía portal y retorna al hepatocito una vez que llega puede formar
nuevamente bilirrubina y volver al intestino cerrando así lo que llamamos circuito
entero hepático.

Una fracción menor puede volver a la circulación general llegar al riñón y


eliminarse como urobilina que le da la coloración normal a la orina

Ya sabiendo el catabolismo normal del hemo podemos ver que es bastante


complejo y que puede ser afectado en varios estadios de su metabolismo, dando
como resultado, una presentación clínica y un laboratorio distinto en cada caso.
Así dividimos el estudio de la ictericia si la afección se da: Prehepatica-Hepatica-
Posthepatica

PREHEPATICA:
Si vamos analizando el camino de la bilirrubina hasta el hígado, con la ruptura de
glóbulos rojos aumentamos la producción de bilirrubina que al no estar conjugada
es muy liposoluble y condiciona dos cosas: Que atraviese rápidamente las
membranas pero que debe ser trasportadas en sangre unida proteínas

Finalmente llega al hepatocito unida a la albúmina que la introduce por medio de


difusión facilitada por una proteína de transmembrana.

Teniendo en cuenta esto:

 Aumentos en la producción de bilirrubina


 disminución de la concentración de albúmina
 defectos en las proteínas de la membrana hepatocitaria

Condicionan un aumento de bilirrubina en sangre por patología prehepática, esta


al ser liposoluble atraviesa libremente las membranas celulares y se acumula
dándose color amarillento característico a la piel y a las mucosas. Dentro de esta
los casos más frecuentes son por hemólisis. En estos cuadros la destrucción de
hematíes aumenta el catabolismo del hemo y por ende la concentración de
bilirrubina.

Razonemos juntos: Llega más bilirrubina al hígado que trata de conjugarla para
eliminarla, se saturan las enzimas y se acumula bilirrubina indirecta, pero también
se conjuga y elimina más de lo normal. Por tanto, el paciente puede presentar
heces hiperpigmentadas lo que llamamos hipercolia, en el laboratorio hay aumento
de la bilirrubina indirecta o no conjugada y las enzimas hepáticas no se
encuentran alteradas. Además, clínicamente se suman las características propias
de la enfermedad de base: Las hemólisis suelen presentarse con anemia; quiere
decir decaimiento y malestar general, así como disminución del hematocrito por la
destrucción de eritrocitos y disminución de la concentración de hemoglobina.

Hay varios ejemplos a tener en cuenta, la hemólisis es frecuente en enfermedades


autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico, pero también en patologías que
cursan con hiperesplenismo como leucemias, el aumento del tamaño y de la
función del vaso incrementa la destrucción de glóbulos rojos por macrófagos esto
se pone en evidencia con esplenomegalia que es el aumento del tamaño del vaso.
Varios agentes infecciosos tienen tropismo por células sanguíneas causando
hemólisis, por ejemplo, el parásito plasmodium que causa la malaria.

La disminución de albúmina disponible para el transporte de bilirrubina causa un


aumento de su forma no conjugada: Pensemos entonces en posibles causas de
disminución de albumina. La malnutrición, falta de síntesis en la insuficiencia
hepática y aumento de excreción en el síndrome nefrótico o desplazamiento por
fármacos que ocupan el sitio de Unión a la bilirrubina como la Warfarina o la
sulfonamidas.

LA ICTERICIA HEPÁTICA
Cuando la afección se da en el parénquima hepático, generalmente nos
encontramos en un contexto de un proceso inflamatorio, que independientemente
si es agudo o crónico daña los hepatocitos y produce necrosis. Además, el propio
proceso inflamatorio obtura algunos canalículos biliares; en definitiva, hay menor
conjugación de bilirrubina por necrosis del parénquima y menor excreción de
bilirrubina por el compromiso canalicular. Por eso hay tanto aumento de ambas
bilirrubinas y hay menor llegada de bilirrubina a las heces generando
hipopigmentación.

Desde un punto de vista clínico el paciente se encuentra ictérico, hipocólico y


acompañado de la sintomatología propia de la inflamación hepática. En los
procesos agudos como hepatitis virales el paciente presenta un cuadro
caracterizado por coloración amarillenta de piel y mucosas, decaimiento, febrícula
y malestar localizado en el hipocondrio derecho. A la percusión y palpación de
esta región el hígado se encuentra francamente doloroso y aumentado de tamaño

Siempre tengamos presente las infecciones por virus hepatótrofos sobre todo el
virus de la hepatitis A y B y los virus que cursan con tocamiento hepático como el
virus EB, citomegalovirus, el dengue, el virus de la fiebre amarilla. Además,
pensemos siempre en la posibilidad de hepatopatía por fármacos como
paracetamol, tuberculoestáticos y ciertos antibióticos. Los procesos de
compromiso hepático crónico van a variar de acuerdo a la etiología, pero a
grandes rasgos podemos decir que se le suman los signos y síntomas propios del
deterioro de la función hepática.

En un hígado cirrótico Veríamos áreas con procesos activos de inflamación junto


con áreas donde se regenera el tejido hepático sin embargo el parénquima se
restituye junto con el estroma perdiendo la arquitectura normal de los lobulillos;
hay fibrosis y tabiques dispuestos desordenadamente sin patrón, por esto mismo
el flujo sanguíneo y biliar no puede seguir su vía normal lo que condiciona la
funcionabilidad de estos sitios regenerados. básicamente estos focos de
regeneración no tienen la función normal de un hígado sano. Las patologías más
frecuentes que llevan a un estadio cirrótico son el etilismo crónico, hepatopatías
virales tipo c y tipo b y el consumo crónico de fármacos hepatotóxicos, sin
embargo, hoy en día EHNA asociada a dislipidemia es una causa cada vez más
frecuentes de cirrosis.

Hay aumento de ambas bilirrubinas, aumento de las transaminasas hepáticas


tanto la glutamato oxalaceto transaminasa como la glutamato piruvato
transaminasas que ambas denotan la ruptura de células y puede dar un
pequeñísimo aumento de marcadores de colestasis hepática como la fosfatosa
alcalina, la gama glutamil traspeptidasa y la 5alfa nucleótidasa

Nos vamos a encontrar con un paciente con déficit de proteínas totales por
disminución de sus síntesis, disminución de la colinesterasa y prolongación de los
tiempos de coagulación justamente por menor síntesis hepática de los factores de
coagulación

Algunos ejemplos de causas congénitas de ictericia hepática se mencionan los


síndromes de Crigler Najjar, Gilbert´s, Rotor´s, Dubin Johnson, entre otros.

LA ICTERICIA EXTRA HEPÁTICA O ICTERICIA OBSTRUCTIVA


esta última es la más común en la práctica quirúrgica, causada por interferencia en
la salida del flujo del sistema biliar, por la obstrucción del lumen del árbol biliar.
Usualmente es secundaria a coledocolitiasis, pero también se presentan
malignidades de la propia vía o de órganos a su alrededor, causando así
compresión

Si la bilirrubina Consiguió efectivamente conjugarse y excretarse hacia los


canaliculos luego del paso por el hígado las ictericias posthepáticas se subdividen
en intra o extrancanaliculares según la afección esté dentro o fuera del canalículo.
Pero la lógica es la misma, hay una obstrucción al flujo de la bilis, está obstrucción
genera un flujo retrógrado, es decir, que asciende y regresa al hígado y a la
sangre.

La bilirrubina no puede llegar al intestino por esto mismo las heces se encuentran
hipopólicas o totalmente blancas. Sin embargo, la bilirrubina ya se conjugó y
puede viajar libremente por sangre, filtrarse a nivel renal y eliminarse lo que
genera orinas muy oscuras: coluria

Si la concentración de bilirrubina se incrementa demasiado en cuestión de horas la


persona se torna ictérica a expensas de bilirrubina directa, pero, además, el reflujo
de sales biliares que se acumula en los tejidos causa prurito y por si fuera poco la
colestasis daña las células hepáticas produciendo también pequeños aumentos de
la bilirrubina indirecta ya que algunos hepatocitos se dañaron o están injuriados.

En el laboratorio nos vamos a encontrar con un gran aumento de bilirrubina directa


y puede haber un discreto aumento de la indirecta además hay incremento de
marcadores de excreción hepática como Fal, ggt, 5a-n

Hay otros cuadros más lentos que progresivamente comprimen u obstaculizan la


vía como pueden ser tumores pericanaliculares, tumores de la pared de la vía,
tumores hepáticos o quistes hidatídicos

Hay tres pilares en el diagnóstico la anamnesis y el examen físico el laboratorio de


bilirrubina y función hepática y la ecografía abdominal
REFERENCIAS:

 Montero Rojas, M. A., Peña Montenegro, A., Loaiza Sáenz, L. F. ., Oviedo


Pérez, K. J., & Baltodano Torres, B. (2021). Enfoque práctico del paciente
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 Dávila-Ruiz EO, García-Manzano RA, Barker-Antonio A, Martínez-Santiago
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 Fargo, MV, Grogan, SP y Saguil, A. (2017). Evaluación de la ictericia en
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