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CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
SALA DISCIPLINARIA
PRESIDENTA:
Dra. Cristina Mamani Aguilar
CONSEJERO:
Dr. Roger Gonzalo Triveño Herbas
Decano
Que, sin ingresar a resolver el fondo del asunto, a más de haber detectado el error in
procedendo, esta instancia de cierre considera que la autoridad de primera instancia,
indebidamente relegó la determinación respecto a la denuncia por faltas leves y
graves, cuando por normativa reglamentaria una vez concluida la fase investigativa,
debió emitirse la Resolución Disciplinaria respectiva, conforme al art. 79 del
Reglamento para Procesos Disciplinarios aprobado por Acuerdo Nº 075/2013, en
virtud al principio de economía y concentración procesal que debe regir en trámites
de esta naturaleza para que el mismo sea sustanciado en el menor plazo posible
dada su característica eminentemente sumaria.
(…) Con dicho preámbulo, es menester manifestar que le art. 196 parág. II de
la Ley Nº 025, en su parte final textualmente señala: “…La investigación no podrá
exceder de cinco días; este plazo puede ser prorrogado antes de su vencimiento en
casos graves y complejos”, ahora bien en el caso de autos se tiene que ante la
presentación de la denuncia y subsanación de la misma, la jueza a quo emitió el auto
de admisión el 22 de septiembre de 2014 y dispuso la ampliación de plazo de la
etapa investigativa por decretos de 31 de octubre y 10 de noviembre de 2014
respectivamente, tal cual se advierte a fs.73 y 238 de obrados, los cuales fueron
notificados en Secretaria del Juzgado Disciplinario el 04 y 11 de noviembre del
mismo año, así se advierte por la documental cursante a fs. 97 y 262 del legajo
procesal disciplinario; al respecto corresponde señalar que estas notificaciones
practicadas vulneran el debido proceso en su vertiente defensa y el principio de
igualdad establecidos en el art. 180 parág. I de la Constitución Política del Estado,
por cuanto las mismas no fueron realizadas de manera personal al co denunciado,
quien no tuvo la oportunidad de conocer de este actuado procesal que tenía como
objetivo recabar mayor prueba documental a efectos de contar con elementos de
convicción que coadyuven a la averiguación de la verdad histórica de los hechos,
medida procesal que esta correcta y no merece mayor objeción; sin embargo la falta
de notificación personal al disciplinado, le resto la posibilidad de tener la oportunidad
de presentar prueba que pueda enervar o desvirtuar los elementos recabados,
situación que de igual forma se convierte en vulneración del principio de igualdad de
partes que debe primar en todo proceso, tan evidente es este extremo que posterior
a la ampliación de dicho plazo probatorio, el procesado ahora recurrente no presento
ningún medio de prueba, considerando que desconocía de esta medida dispuesta
por la jueza de primer grado.
(….) es pertinente recurrir al contenido del art. 187 num. 9) de la Ley del
Órgano Judicial que a letra reza: “Incurra en demora dolosa y negligente en la
admisión y tramitación de los procesos, o por incumplir los plazos procesales en
providencias de mero trámite;” del análisis de este artículo, se puede evidenciar que
como falta disciplinaria está compuesto por dos componentes independientemente el
uno del otro: el primer componente es; Incurra en demora dolosa y negligente en la
admisión y tramitación de los procesos, en este componente la demora del
denunciado debe de ser doloso y negligente, es decir que estos dos elementos debe
ir juntas para ser considerada como falta disciplinaria, y el segundo componente es;
incumplir los plazos procesales en providencias de mero trámite, el cual no necesita
interpretación o aclaración alguna, que en el caso de autos, de la lectura de la
sentencia de primer grado, esta instancia procesal ha podido evidenciar que la a-quo
fundamenta su resolución sobre el segundo componente de la falta disciplinaria
prevista en el art. 187 num. 9) y no así en el primer componente como pretende
hacer creer el recurrente, por lo que no es evidente lo manifestado por el recurrente
con relación a este punto.
Como se mencionó en el segundo agravio que para subsumir la conducta de la
autoridad judicial denunciada a la falta disciplinaria prevista en el art. 187 num.9) de
la Ley del Órgano Judicial, se debe acreditar fehacientemente la existencia de los
elementos constitutivos que hacen al tipo disciplinario, en éste caso dolo y
negligencia, los cuales son indivisibles entre sí; como también se debe de acreditar el
elemento de incumplir los plazos procesales en providencias de mero trámite, sin
embargo en el caso de marras, la jueza a-quo en la sentencia disciplinaria no ha
realizado una correcta valoración de la prueba aportada en la tramitación de la causa
disciplinaria, en especial el documento cursante a fs. 26 de obrados, actuado
procesal que a letra dice: (A, 9 de marzo de 2015. Que por radicada la presente
causa en este despacho judicial a efecto de dar estricto cumplimiento a la norma
establecida en la Ley Nº 586 “ley de descongestionamiento y efectivización del
sistema procesal penal” notifíquese al representante del Ministerio Público).
(…).al respecto es del caso recordar que la denuncia que consta a fs. 30 a 31
del cuaderno de investigaciones hace conocer la actuación sin competencia de los
Vocales denunciados para la emisión del A.S.P. N° 024-B/2013 del 29 de mayo del
2013, que dispuso la cesación de funciones de los recurrentes, asimismo la
designación de nuevos funcionarios, hechos que prescribieron según el presente
análisis; sin embargo como segundo hecho generador también se ha denunciado la
retardación en el cumplimiento de la S.C. N° 653/2014 que en su parte resolutiva
dispone la nulidad del mencionado Acuerdo y la reincorporación de los funcionarios a
sus fuentes laborales, de lo referido es menester establecer que el régimen
CONGRUENCIA MATERIAL
(…) Con referencia al agravio referido a que la denuncia motivo del presente
proceso disciplinario carece de objetividad y realidad, declarando probados aspectos
legales que no se hallan inmersos en la denuncia tales como las faltas disciplinarias
establecidas en el art. 187 num. 14 de la Ley Nº 025; a este respecto se debe aclarar
al disciplinado que el Acuerdo 75/2013 del Consejo de la Magistratura ha establecido
como la definición de la denuncia a aquella “Acción expresa del denunciante que
puede ser verbal o escrita, a través de la cual se deberá identificar los datos del
denunciante, debiendo individualizar una dirección donde pudiera ser habido; datos
del denunciado, los hechos o actos que se consideren como faltas disciplinarias, los
medios probatorios que acrediten tal situación, que deberán acompañarse a la
denuncia o anunciar donde se ubican”, asimismo la ley Nº 025 del Órgano Judicial en
su art. 196 parág. II a la letra reza “La denuncia será presentada ante la Jueza o el
Juez Disciplinario, de forma escrita o verbal, debiendo contener: los datos de
identificación del o los denunciados, los actos o hechos que se le atribuyen, los
medios de prueba o en el lugar que estos pueden ser habidos” de las normas citadas
se puede concluir que el proceso administrativo se basa en la “Congruencia material”
mediante la cual “(…) la denuncia es el medio a través del cual en principio la
COSA JUZGADA
(….) Con referencia al agravio referido por el apelante, cabe aclarar que el
presente proceso disciplinario se ha iniciado a denuncia de la existencia de 25
memorándums de llamadas de atención en contra de la funcionaria de apoyo Rosario
Beatriz Orozco García, hechos que la juzgadora disciplinaria en inicio del proceso ha
subsumido de manera provisiona a los arts. 186 num. 8) y 187 num. 10) de la Ley Nº
025 del Órgano Judicial mediante el Auto de fs. 99 a 100 del cuaderno procesal;
trascurrida la substanciación del proceso disciplinario, se habría llegado a demostrar
que los memorándums de llamadas de atención merecieron los procesos
disciplinarios, Nrs.090/2013, 091/2013 y 015/2014, motivo por el cual en primera
instancia se declara la existencia de cosa juzgada y la aplicación de “non bis in
ídem”.
Esto en atención a que Cosa Juzgada es el efecto impeditivo, que en un proceso
judicial o administrativo, ocasiona la preexistencia de una sentencia judicial firme
dictada sobre el mismo objeto. Este efecto impeditivo se traduce en el respeto y
subordinación a lo decidido sobre lo mismo en un juicio anterior. Por ello también se
lo define como la fuerza que atribuye el derecho a los resultados del proceso.
Habitualmente se utiliza como un medio de defensa frente a una nueva demanda
planteada sobre idéntico objeto de otra controversia ya plenamente este aspecto en
el caso que nos acontece puesto que como generador se tiene los 25 memorándums
de llamada de atención y el resultado lógico fueron los procesos disciplinarios nums.
(…) De una detenida mirada del Acuerdo 75/2013 vemos que el art. 61 tiene como
subtítulo (AUTO DE ADMISION DE LA DENUNCIA E INICIO DE
INVESTIGACIONES) el que nos muestra que este articulo versa sobre: 1) auto de
admisión y 2) inicio de la investigación; en cuyo mérito es elemental determinar la
importancia de la resolución de admisión de denuncia disciplinaria, ya que se
constituye en el actuado procesal disciplinario más importante, porque determina el
tema del proceso y fundamentalmente ABRE LA COMPETENCIA DEL JUEZ
DISCIPLINARIO…)” es por ello que este actuado debe respetar el principio de
independencia judicial y la naturaleza jurídica del Régimen Disciplinario aspectos que
no se observan en el Auto N° 05/2014 del 7 abril del 2014.
(…) la falta disciplinaria establecida en el art. 187 num. 14) de la Ley Nº 025,
consta de dos elementos constitutivos que hacen al tipo disciplinario, independiente
uno del otro a efectos de establecer responsabilidad disciplinaria, tal cual se
desarrolla a continuación: “1.- Omitir, negar o retardar indebidamente la tramitación
de los asuntos a su cargo; y/o 2.- La prestación del servicio a que están obligados”;
tipo disciplinario al cual subsumió su conducta el disciplinado en su primer
componente, puesto que retardó indebidamente el mandamiento de
desapoderamiento, al pretender que la Policía Nacional sea la encargada de ejecutar
dicho mandamiento, pese a que en más de una ocasión el Asesor Legal de la
indicada institución del orden observó la decisión del juez denunciado; más aún
cuando este tipo de mandamientos debía ser ejecutado por el Oficial de Diligencias
del Juzgado Agroambiental con el auxilio de la fuerza pública, tal cual lo dispone el
art. 105 num. 2) de la Ley Nº 025; a ello se debe agregar la conducta recurrente y
hasta caprichosa del disciplinado quién pese a éstas observaciones del asesor legal
(fs. 106, 107 y 112) y devoluciones repetidas de los indicados mandamientos por el
Comandante Departamental de la Policía (fs. 110, 113 y 117), siguió con esa
conducta que dilató el cumplimiento del tantas veces señalado mandamiento y para
colmo de males a tanta insistencia del denunciante Franz Fernández Padilla, el juez
ERROR PROCEDIMENTAL
FUNDAMENTACION PROBATORIA
(….) Respecto a la errónea aplicación e interpretación del art. 188 parág. I inc.
11 de la Ley Nº 025, en el entendido que si bien se estableció la existencia de tres
faltas disciplinarias graves cometidas por el recurrente, las mismas que merecieron
de forma individual las sanciones respectivas y revisten calidad de cosa juzgada, no
pudiendo constituirse en conjunto una falta gravísima, porque implicaría doble
sanción, por hechos que ya fueron objeto de proceso y sancionados como faltas
graves, vulnerando el principio NON BIS IN IDEM como elemento del debido
proceso, consagrado en el art. 117 parág. II de la Constitución Política del Estado. Es
menester puntualizar que del análisis e interpretación de la norma cuestionada, se
colige que no existe la dualidad de sanción, tomando en cuenta que lo que se
sancionó en primera instancia es la reincidencia o reiteración de las inconductas del
servidor judicial denunciado en el ejercicio de sus funciones -ahora recurrente- en
ese entendido los hechos y los fundamentos por los cuales se instauró procesos
disciplinarios y se impuso las correspondientes sanciones, son totalmente diferentes
a la falta disciplinaria gravísima, objeto del presente proceso. Asimismo, se debe
tomar en cuenta que el régimen disciplinario del Consejo de la Magistratura, por
mandato constitucional, se constituye en una instancia procesal que tiene la finalidad
de sancionar a los servidores y ex servidores judiciales, cuando su conducta
traducida en una acción u omisión contravenga el ordenamiento jurídico disciplinario
y las normas que regulan la conducta funcionaria; por consiguiente, no se evidencia
vulneración ni contradicción entre la falta disciplinaria instituida en el art. 188 parág. I
num. 11 de la Ley Nº 025, en relación a las garantías constitucionales del debido
proceso, ni el non bis in ídem, invocados por el recurrente.
(….) con relación a los Vocales O.F.A. y J.C.C.S. es evidente que mediante
Auto de 19 de septiembre de 2013 rechazan la acción por incumplimiento a lo
observado, aclarando que la misma acción se podría volver a interponerla una vez
subsanadas la mismas, sin embargo esta misma Sala compuesta por los mismos
Vocales, mediante Resolución de 10 de octubre de 2013 se declararon
incompetentes por razón de territorio y ya no se pronunciaron sobre lo anteriormente
cuestionado, esta actitud de los Vocales es una muestra clara de omisión,
retardación indebida en la tramitación de los procesos, bajo estos hechos la
sentencia declaró probada la denuncia por haberse subsumido la conducta de los
disciplinados en la falta disciplinaria prevista en el art. 187 num. 14 de la Ley Nº 025.
INTERRUPCION DE LA PRESCRIPCION
MOTIVACIÓN Y FUNDAMENTACIÓN
(….) Como también es pertinente manifestar que los arts. 182 numerales 3, 4
y 5), 183 parág. I, 184, 185, 186, 187, 188, 189, 190, 191, 192, 193, 194, 195, 196,
197, 198, 199, 200, 201, 202, 203, 204, 205, 206, 207, 208, 209, 210, 211 y 212 de la
Ley Nº 025, se constituyen en la parte sustantiva en cuanto al régimen disciplinario
para la jurisdicción ordinaria y agroambiental y la parte adjetiva o procedimental está
conformada por el Reglamento de Procesos Disciplinarios aprobado mediante
Acuerdo Nº 75/2013.
(…) se ha podido evidenciar con claridad que los informes presentados por la
denunciante habría generado un escándalo en el juzgado antes mencionado
existiendo una clara contradicción entre lo denunciado y lo informado. En nuestra
Constitución Política del estado en su TITULO IV, CAPITULO PRIMERO (Garantías
(….) bajo los argumentos expuestos, esta instancia de revisión considera que
la jueza a quo hizo una incorrecta lectura, así como una mala valoración de la prueba
cursante en el legajo procesal disciplinario, al haber sancionado en primera instancia
al denunciado, puesto que no se puede pretender sancionar a ultranza a un servidor
o servidora judicial cuando no existen los elementos y presupuestos necesarios para
ello, lo que implica que esta instancia deba revocar la sanción impuesta contra
H.R.M.CH., puesto que pese a no existir prueba que acredite que éste haya
entregado copias a M.M. y obviado registrar este aspecto en el expediente, se lo
sancionó sin tener prueba contundente y solo con simples supuestos, más aún
cuando la propia Constitución Política del Estado en su art. 116 señala textualmente:
“Se garantiza la presunción de inocencia. Durante el proceso, en caso de duda sobre
la norma aplicable, regirá la más favorable al imputado o procesado”, ello significa
que el derecho a la presunción de inocencia es la seguridad jurídica, es la necesidad
de garantizar a todo procesado, que no será sancionado sin que existan pruebas
suficientes que destruyan tal presunción y demuestren su culpabilidad; en el caso
Que, cabe aclarar que la presunción de inocencia opera en todo proceso, sea éste
jurisdiccional o administrativo y adquiere su eficacia cuando hay insuficiencia o falta
de pruebas o cuando las practicadas no reúnen las garantías procesales,
considerándose para estos casos inocente al procesado; ahora, si al momento de
valorar la eficacia de las pruebas, se advierte que éstas son limitadas y existe duda
racional o razonable sobre la concurrencia de los elementos objetivos y subjetivos
que integran el tipo disciplinario, como ocurre en el caso presente, estamos frente al
“in dubio pro disciplinado”, debiendo en este tipo de situaciones ineludiblemente
absolver al inculpado.
PRINCIPIO DE ACCESIBILIDAD
PRINCIPIO DE CELERIDAD
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
(…) los recursos de apelación coinciden en alegar la vulneración del art. 117
de la Constitución Política del Estado, afirmando que se les impuso doble sanción, es
decir el descuento por atrasos y amonestación escrita. Al respecto, el mencionado
artículo, señala: II. Nadie será procesado o condenado más de una vez por el mismo
hecho…” en ese contexto hay que considerar el art. 24 del Reglamento de
Administración de Personal del Órgano judicial, Acuerdo 121/2012, que señala: “I. el
PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
(…) debe tomarse en cuenta que el art. 189 de la Ley Nº 025… que establece
de forma clara que los jueces disciplinarios son competentes para conocer faltas
disciplinarias leves, graves establecidas en los arts. 186 y 187 de la referida ley y
recabar pruebas para las faltas gravísimas establecidas en el art. 188 de la misma
Ley. Asimismo se colige del art. 95 del reglamento aprobado por Acuerdo Nº75/2013
que la jurisdicción disciplinaria no tiene competencia para determinar si la disposición
de una autoridad de la jurisdicción ordinaria fue emitida sin hacer una correcta
valoración de la prueba o interpretación de la norma adjetiva, aspectos que deben
ser determinados previamente en la jurisdicción ordinaria, por medio de los recursos
legales que franquee la ley…el proceso disciplinario no constituye un instrumento de
revisión de vulneraciones en el ámbito jurisdiccional, mismo que pueden ser
tutelados por autoridad llamada por ley, ya sea en la vía jurisdiccional y/o
(…) En el caso de autos si bien el recurrente fue sancionado con una multa de
100 Bs. la misma fue impuesta por el superior en grado al momento de declarar ilegal
VALORACION DE LA PRUEBA
(…) se advierte que tampoco es evidente que el juez a quo no haya emitido
una sentencia debidamente fundamentada y que a causa de este aspecto se le
habría vulnerado el debido proceso en su vertiente defensa; en todo caso se advierte
todo lo contrario puesto que hay una correcta valoración objetiva de la prueba
cursante en el cuaderno procesal disciplinario y efectuando un análisis integral de la
misma, además de hacer uso de la sana critica, en primera instancia se ha emitido
una sentencia motivada, fundamentada, congruente, coherente clara y precisa,
determinando con exactitud cuáles son los argumentos por los que ha llegado a la
conclusión de que los hechos denunciados se subsumen al tipo disciplinario previsto
en el art. 187 num.14) de la Ley Nº 025, cuyo razonamiento se ha cumplido con lo
dispuesto en el art. 25 parág. I del Reglamento de Procesos Disciplinarios para la
Jurisdicción Ordinaria y Agroambiental aprobado mediante Acuerdo Nº
75/2013,…aclarando además que debe entenderse por motivación y fundamentación
a los hechos que se detallan con precisión y que son la base y fundamento del fallo y
no a un relato ampuloso de hechos y utilización de términos jurídicos que no lleven a
nada concreto.
(…) bajo dicho preámbulo es menester señalar que dentro del ámbito del
derecho se ha desarrollado el principio de congruencia, principio procesal que hace a
la garantía del debido proceso y que dentro de uno de sus componentes se
encuentra el principio de congruencia interna, lo que implica que el fallo debe guardar
relación y coherencia en todas sus partes, tanto en la mención de los hechos,
pertinencia en el señalamiento de los medios probatorios, valoración de los mismos,
fundamentación y argumentación del fallo (ratio decidendi), así como la parte
resolutiva o decisum, aspecto que en el caso de autos no ocurre, puesto que es más
que evidente que el auto de la denuncia, el auto de admisión y la fundamentación del
fallo de primer grado (Resolución Nº 134) son incongruentes con la parte resolutiva
del mismo.