Anatomía Patológica
Anatomía Patológica
Anatomía Patológica
Programa: medicina
Anatomía Patológica.
Profesor: Integrantes:
4to año
Los labios
El suelo de la boca
Las zonas blancas, rojas o rosadas que no desaparecen y persisten durante más de 2
semanas y no se pueden incluir dentro de otro tipo de afecciones pueden ser lesiones
premalignas. Tanto las lesiones precancerosas como los tumores malignos comparten los
mismos factores de riesgo. Las lesiones precancerosas pueden malignizarse si no se
extirpan.
La leucoplasia es una mancha blanca y plana que puede aparecer cuando se produce
una irritación durante un tiempo prolongado en el revestimiento húmedo de la boca
(mucosa bucal). La zona irritada aparece blanca porque tiene una capa engrosada de
queratina, el mismo material que tapiza la piel y que normalmente es menos abundante
en el revestimiento de la boca.
Las áreas de color rojo mezclado con blanco contienen tanto leucoplasia como
eritroplasia y también pueden acabar convirtiéndose en cáncer con el tiempo.
Cáncer de boca
Las personas que consumen tabaco, alcohol, o ambos tienen un riesgo mucho mayor
(hasta 15 veces superior) de cáncer oral. Para aquellos que utilizan tabaco de mascar y
rapé, el interior de las mejillas y de los labios son localizaciones frecuentes del cáncer
de boca. En otras personas, la localización más común del cáncer de boca incluye los
lados de la lengua, el suelo de la boca, y la garganta. Los cánceres causados por la
infección oral por el virus del papiloma humano (VPH), en especial el tipo 16, suelen
localizarse en la parte posterior de la garganta, la base de la lengua y las amígdalas. La
infección por VPH es actualmente una causa más frecuente de cáncer en estos lugares
que el tabaco. Solo en raras ocasiones un tumor maligno de la boca procede de una
diseminación de un cáncer desde otras partes del organismo, como el pulmón, la mama
o la próstata.
El cáncer oral puede tener diversas apariencias, pero por lo general se parece a las
lesiones precancerosas. Por ejemplo, áreas de color blanco, rojo, o rojo y blanco
mezclados que no se pueden eliminar con facilidad.
Sialoadenitis
Etiología de la sialoadenitis
La sialoadenitis suele deberse a una hiposecreción o una obstrucción del conducto, pero
también puede aparecer sin una causa evidente. Las principales glándulas salivales son
las parótidas, las submandibulares y las sublinguales.
Signos y síntomas:
Diagnostico
TC, ecografía, o RM
tratamiento
Antibióticos antiestafilocócicos
Casi todos los tumores de las glándulas salivales son benignos y aparecen en las
glándulas parótidas.
Tumores benignos
Hay muchos tipos de tumores benignos de las glándulas salivales. Los adenomas
pleomorfos (también conocidos como tumores mixtos) son los tumores benignos más
comunes de las glándulas salivales. Otros tumores benignos son el cistoadenoma
linfomatoso papilar (también conocido como tumor de Warthin), los oncocitomas y los
adenomas.
Los tumores malignos son menos frecuentes y se pueden caracterizar por un crecimiento
rápido o brusco. Son firmes, nodulares y pueden estar adheridos a los tejidos adyacentes,
a menudo con límites mal definidos. Por último, pueden ulcerar la piel o la mucosa que las
recubre o pueden invadir los tejidos adyacentes.
Signos y síntomas
Diagnostico
Tratamiento
Para los tumores malignos de las glándulas salivales, la cirugía, seguida por radioterapia,
es el tratamiento de elección para la enfermedad resecable. En la actualidad, no hay
quimioterapia eficaz para el cáncer salival.
Atresia Esofágica:
Epidemiologia:
Clasificación:
Los tipos anatomopatológicos descritos por Vogt son los más frecuentes. Si bien el tipo
Cuadroclínico:
salivación excesiva
tos
cianosis
dificultad respiratoria (ocasionados por el paso de saliva y jugo gástrico hacia las
vías aéreas).
distensión abdominal.
Puede existir un problema pulmonar grave por la presencia de una infección pulmonar
agregada, lo cual se favorece por el paso de las secreciones gástricas ácidas hacia la vía
aérea a través de la fístula.
Diagnóstico:
a) Diagnóstico prenatal
b) Diagnóstico postnatal
Tratamiento:
El manejo inicial se debe enfocar hacia la evaluación integral del recién nacido,
determinar la presencia de malformaciones asociadas, así como evaluar el posible
compromiso infeccioso, en especial el de origen pulmonar.
Manejo quirúrgico
El recién nacido regresará de quirófano intubado, según las modalidades del servicio y la
técnica quirúrgica, con un drenaje extrapleural bajo agua y con una sonda
transanastomótica de silastic. Durante las primeras 24 a 48 horas el recién nacido estará
ventilado con ARM con el objetivo de mejorar la recuperación anestésica y brindar un
adecuado manejo del dolor. La sonda transanastomótica tiene por función actuar como
tutor de la sutura esofágica, y drenar las secreciones gástricas evitando la distensión
abdominal en los primeros días. Se utiliza para la alimentación en los días posteriores si el
recién nacido no tuviera coordinación entre succión-deglución-respiración, y permite la
alimentación enteral precoz si existieran complicaciones anastomóticas esofágicas. Es de
fundamental importancia su cuidado, ya que si la sonda se sale accidentalmente no se
puede recolocar, por el riesgo de lesionar la anastomosis reciente durante la recolocación.
Mantener la permeabilidad.
Emisión continúa de saliva.
Mantener la integridad de la piel.
Realizar curaciones de la región de la esofagostomía
Complicaciones:
Inmediatas:
Estenosis de la anastomosis.
Neumopatía por reflujo gastroesofágico.
Traqueolaringomalacia.
Problemas nutricionales
Pronóstico
La supervivencia por lo general es buena, en la actualidad es superior a 90%. La mejoría
en la supervivencia no solo se debe al tratamiento quirúrgico, sino a los avances en los
cuidados intensivos neonatales, particularmente el apoyo ventilatorio y nutricional que
requieren estos pacientes. Los niños con mayor riesgo de muerte son aquéllos con peso
al nacimiento menor de 1500 g, con malformaciones cardiacas o anomalías
cromosómicas. Las muertes tempranas son resultado de malformaciones cardiacas o
cromosómicas, y las tardías por lo general son secundarias a complicaciones
respiratorias.
Acalasia Esofágica
Epidemiologia:
Etiopatogenia:
Se han propuesto tres tipos de factores como posibles causas de esta alteración:
infecciosos, genéticos y autoinmunitarios. Se ha señalado que el factor inicial sería de
origen ambiental (¿infeccioso?)que, actuando en individuos con mayor susceptibilidad por
predisposición genética, activaría una respuesta autoinmunitariacausante de la pérdida de
las neuronas inhibidoras. la pérdida de estas neuronas produciría una disminución en la
disponibilidad de neurotransmisores inhibidores como el óxido nítrico y el polipéptido
intestinal vasoactivo.
Clasificación:
- Tipo I clásica
Manifestaciones clínicas:
La mediana de duración de los síntomas fue 3 años, con varios casos con evolución de
más de 10 años. la disfagia suele ser el primer síntoma, con presentación intermitente al
inicio para hacerse más frecuente con el paso del tiempo.
Diagnostico:
En algunos casos, se observa hipertonía del EEI, incremento de la presión basal del
cuerpo esofágico y aumento de la amplitud y duración de las ondas de contracción, que
pueden ser repetitivas; pero estos hallazgos no son necesarios para el diagnóstico.
la información aportada por esta técnica permite subclasiicar la acalasia en tres tipos, en
función de la respuesta del cuerpo esofágico a la deglución.
Tipo I (acalasia clásica), al menos el 80% de las ondas tienen una amplitud < 30 mmHg.
Tipo II (acalasia con compresión), más de un 20% de las ondas presentan presurización
panesofágica desde el esfínter superior al inferior> 30 mmHg.
Tipo III (acalasia espástica), al menos el 20% de las ondas son espásticas, con una
velocidad del frente contráctil > 8 cm/s. Se ha señalado que esta clasificación tendría valor
pronóstico, de tal forma que los pacientes del tipo II responderían mejor a cualquier forma
de tratamiento que los del tipo I y III. Se requiere más información procedente de otros
centros para poder confirmar estos hallazgos.
Diagnóstico diferencial:
Si hay sospecha clínica, debe realizarse biopsia del cardias, tomografía computarizada
toracoabdominal y/o ultrasonografía endoscópica. en pacientes con disfagia poco
frecuente, pirosis y dolor torácico, como puede ocurrir en la fase inicial de la enfermedad,
es necesario realizar un diagnóstico diferencial con la enfermedad por relujo
gastroesofágico, para lo que suele ser suficiente una manometría esofágica.
Tratamiento:
Tratamiento farmacológico
Diversas sustancias, como los nitratos y los antagonistas del calcio, pueden relajar el
músculo liso y disminuir la presión de reposo del EEI. Dinitrato de Isosorbida (5-20 mg)
vía SL o Nifedipina (10-30 mg) 15 a 30 minutos antes de los alimentos, acatan
disminuyendo el tono del EEI. Tienen solo respuestas transitorias, por lo que se prefieren
en pacientes mayores o que tienen alto riesgo quirurgicovarios estudios han señalado que
estos fármacos alivian la sintomatología en pacientes con acalasia. Su utilidad real en la
práctica clínica es escasa, ya que su eficacia es limitada y con frecuencia producen
efectos secundarios, especialmente cefalea, rubor facial y edemas.
Produce una disminución de la presión del EEI y, como consecuencia, un alivio parcial de
los síntomas en las tres cuartas partes de los pacientes un mes después del tratamiento.
Su principal problema es la transitoriedad de su efecto, ya que menos de la mitad de los
pacientes refieren mejoría transcurrido 1 año, incluso tras varias sesiones de tratamiento.
en comparación con la dilatación neumática, su eficacia es significativamente menor a los
6 y 12 meses tras el tratamiento. los efectos secundarios son escasos y leves; aparece
relujo gastroesofágico en menos del 5% de los pacientes.
Procedimientos
Dilatación forzada del cardias: El dilatador más empleado en la actualidad es el tipo
rigilex, que consiste en un balón de polietileno de 10 cm de longitud y 3, 3,5 o 4 cm de
diámetro. Se monta sobre un catéter flexible y su correcta situación en el EEI se controla
con Fluoroscopio. la primera sesión de dilatación neumática obtiene resultados excelentes
o buenos en el 65-85% a corto plazo y en el 40-50% a largo plazo; las siguientes sesiones
son menos eficaces. en general, este tratamiento consigue buenos resultados a largo
plazo en dos terceras partes de los pacientes; es más eficaz para el alivio de la disfagia
que del dolor. los factores más útiles para predecir su eficacia son la edad del paciente
(menos eficaz en jóvenes) y la presión del EEI tras la dilatación (más eficaz si es < 10
mmHg).
Se ha observado una disminución en la eficacia con el paso del tiempo, que llega al 65%
a los 20 años de la intervención. Su eficacia es superior a la de la dilatación neumática,
pero también lo es su coste. el tipo de acceso (torácico o abdominal) y la forma de acceso
(abierto o endoscópico) no parecen condicionar diferencias en la eficacia. la realización
previa de una dilatación neumática no modifica su eficacia y seguridad. la mortalidad es
muy baja, nula en las series que han empleado cirugía endoscópica. la complicación más
frecuente y significativa es el relujo gastroesofágico, que con frecuencia produce
esofagitis e incluso estenosis péptica. Su incidencia es menor si se ha realizado técnica
antirreflujo.
Hernia Hiatal:
Hernia tipo I, por deslizamiento, tránsito baritado: Encima del diafragma pudiendo
generar una incompetencia del esfínter esofágico inferior y favorecer el reflujo
gastroesofágico. Son las más frecuentes, ocurren en 90-95% de los casos.
Hernia tipo 2, o paraesofágicas:La herniación del estómago a través del hiato esofágico
se produce lateralmente al esófago, con estiramiento y deslizamiento antero lateral de
lamembrana frenoesofágica, pero la unión esofagogástrica se mantiene por debajo del
diafragma. Típicamente crecen entre los cuadrantes de la hora 12 y 16 (visualizadas
desde el abdomen). La hernia tipo 2 pura es muy poco frecuente y ocurre en 3 a 5 % de
los casos. La presentación clínica más frecuente es la disfagia por compresión del
esófago. Dado que la unión gastroesofágica permanece en el abdomen, son raros los
síntomas de reflujo gastroesofágico.
Hernia tipo 3 o mixtas:Combinan los dos tipos anteriores; se desarrolla por la progresión
de una hernia paraesofágica a la que se agrega un deslizamiento del fondo gástrico,
situando el cardias por encima del diafragma. Se asocian a un gran defecto diafragmático
y un saco herniario grande y generalmente un tercio o más del estómago está en el tórax,
lo que permite definirla como gigante. Cuando las hernias tipo 1 adquieren este tamaño
pueden ser clasificadas dentro de este grupo.
Etiopatogenia:
Dentro del grupo de factores primarios que predisponen al desarrollo de este tipo de
hernias encontramos; la hiperlaxitud ligamentaria, anomalías de la elastina, colágeno y
metaloproteinasas, además se conoce sobre el compromiso de los ligamentos
gastrofrénico, gastroesplénico y el ligamento gastrocólico en esta patología.
Al mismo tiempo se han documentado cambios moleculares en los genes que codifican
estas proteínas de la matriz extracelular, beneficiando la hiperlaxitud de los tejidos, como
lo es en el caso del síndrome de Marfan. Por otro lado se han descrito otros factores
como la obesidad, el envejecimiento, escoliosis, trauma cerrado o penetrante a nivel
torácico o abdominal en donde se ve involucrado el compromiso diafragmático. Otros
autores han concluido que la Hernia Hiatal es una patología adquirida, en donde
intervienen distintas causas como; la atrofia y/o debilidad de la membrana frénico-
esofágica y de los pilares diafragmáticos, además se hace referencia a una de las
principales etiologías al aumento de la presión intraabdominal, ocasionada por distintos
factores internos y externos.
Fisiopatología
Esta enfermedad está dada por tres mecanismos los cuales esta relacionados entre sí:
Aumento de la presión intraabdominal (la cual colabora con el desplazamiento de
estructuras hacia el tórax), la dilatación del hiato esofágico, y un encogimiento del esófago
por un proceso de sobre estimulación vagal o anomalías congénitas.
Manifestaciones Clínicas:
Clínica Una gran parte de las hernias hiatales (HH) son diagnosticadas como hallazgos
incidentales en estudios de imagen solicitados por otras causas, muchas veces sin
presentar síntomas importantes, convirtiéndose en un verdadero desafío diagnóstico, en
la mayoría de los casos los pacientes remedan una enfermedad respiratoria (disnea, tos,
expectoración, ronquera, bronquitis, asma o abscesos pulmonares), cardíaca (dolor
precordial), pancreática (dolor en hemi-cinturón), gástrica (disfagia, odinofagia,
epigastralgia, hematemesis ,melena) o duodenal (dispepsia)
Las hernias hiatales causan dolor a nivel de epigastrio cuando se encarcelan siendo este
su síntoma más frecuente. La hernia hiatal se ha asociado con acidez por reflujo
gastroesofágico que produce erosiones y ulceras con un componente inflamatorio, que
puede con llevar al desarrollo de fibrosis (estenosis), así como a una remodelación del
epitelio con la presencia de esófago de Barrett y posterior presencia de displasias con alto
riesgo de desarrollar un adenocarcinoma de esófago.
Diagnostico:
Tratamiento:
Para los pacientes que no logran una mejoría con el manejo expectante y el tratamiento
farmacológico, la opción de resolución es quirúrgica, a razón de que el tratamiento clínico
de la enfermedad por reflujo gastroesofágico no puede corregir los mecanismos causales,
como la hipotonía del esfínter esofágico inferior, acalasia, la falta de válvula
gastroesofágica o el mal vaciado de la hernia de hiato en dirección distal.
Tratamiento Quirúrgico
El defecto crural se repara usando una sutura primaria o sutura de refuerzo con malla
asociada, el uso de la segunda técnica aún es un tema de controversia, ya que si bien el
uso de una malla no absorbible después de una sutura primaria se ha asociado a una
reducción de la tasa de recurrencia post laparoscopia, sin embargo se han reportado
mayor número de efectos adversos como infecciones, migración de la malla, contracción y
erosión del esófago o del estómago, estenosis del hiato diafragmático, obstrucción
esofágica y reacción fibrótica, pudiendo dificultar una reintervención esofágica.
Aunque Albers informó por primera vez sobre la ulceración del esófago inferior en 1833,
Kenneth Mallory y Soma Weiss en 1929 describieron con mayor precisión esta afección
como laceraciones del esófago inferior (no ulceraciones) que les sucedían a pacientes
con arcadas y vómitos fuertes repetitivos después de una ingesta excesiva de alcohol.
El diagnóstico de MWS generalmente se confirma con una endoscopia. Solo hay una
división de la mucosa cerca de la unión GE. El desgarro promedio mide entre 2 y 4 cm de
largo y la mayoría de los pacientes tienen solo un desgarro. el desgarro está justo debajo
de la unión GE en la curvatura menor.
Epidemiologia:
El MWS representa del 1% al 15% de las causas de hemorragia digestiva alta en adultos
y menos del 5% en niños en los Estados Unidos. La edad de mayor incidencia es entre
los 40 y 60 años. Los hombres tienen de 2 a 4 veces más probabilidades de desarrollar el
síndrome de Mallory-Weiss que las mujeres por razones poco claras. Dado que la
hiperémesis es una etiología frecuente del síndrome de Mallory-Weiss en mujeres
jóvenes, se debe considerar la realización de pruebas de embarazo en dichas pacientes.
Etiología:
La relación entre una hernia de hiato (protrusión de un órgano, por lo general la parte
superior del estómago hacia la cavidad torácica a través de la abertura esofágica del
diafragma) y el síndrome de Mallory-Weiss sigue siendo motivo de debate. Se encontró
una hernia de hiato en un número considerable de casos con síndrome de Mallory-Weiss,
mientras que un estudio de casos y controles realizado en la Clínica Mayo en Florida no
encontró diferencias en la incidencia de una hernia de hiato entre pacientes con síndrome
de Mallory-Weiss y el control. grupo.
Fisiopatología:
Aún se desconoce el mecanismo exacto por el cual se producen los desgarros de Mallory-
Weiss. La teoría sugerida es que cuando la presión intraabdominal aumenta repentina y
severamente (como en los casos de arcadas y vómitos fuertes), el contenido gástrico se
precipita proximalmente bajo presión hacia el esófago. Este exceso de presión del
contenido gástrico da como resultado desgarros longitudinales de la mucosa que pueden
penetrar profundamente en las arterias y venas submucosas, lo que da como resultado
una hemorragia digestiva alta. Estos desgarros tienden a ser longitudinales y no
circunferenciales, posiblemente debido a la forma cilíndrica del esófago y el estómago.
Manifestaciones clínicas:
La condición puede ser asintomática en casos leves. En el 85% de los casos, el síntoma
de presentación es la hematemesis. La cantidad de sangre es variable; que van desde
mucosidad con vetas de sangre hasta sangrado masivo de color rojo brillante.
En caso de sangrado severo, se pueden manifestar otros síntomas como melena, mareos
o síncope. El dolor epigástrico suele estar presente y denota la presencia de un factor
predisponente como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
No hay signos físicos específicos del síndrome de Mallory-Weiss, y los signos son
similares a cualquier otra condición hemorrágica o shock. Durante un examen físico, los
médicos deben verificar los signos de hemorragia grave y shock, incluidos, entre otros,
taquicardia, pulso filiforme, hipotensión, deshidratación, reducción de la turgencia de la
piel y tiempo de llenado capilar, e intervenir de inmediato si están presentes. El tacto
rectal puedemostrarsignos de melena.
Diagnostico:
Después de obtener una anamnesis y realizar el examen físico, deben ser clasificados
según la gravedad del sangrado. Algunos pacientes pueden tener una hemorragia interna
significativa y, por lo tanto,
son vitales la anamnesis y el examen adecuados para detectar signos de shock. Las
pruebas de laboratorio incluyen:
Los estudios con bario deben evitarse por su bajo valor diagnóstico y su interferencia con
el diagnóstico endoscópico.
Tratamiento:
Tratamiento farmacológico:
Tratamiento endoscópico:
Terapia de inyección endoscópica de epinefrina: Las ventajas que ofrece este tratamiento
es su bajo costo, fácil aplicación, y la disminución de los días de estancia intrahospitalaria.
Como efecto adverso la epinefrina puede provocar taquicardia ventricular (porque se
absorbe en la circulación sistémica). Por ello, se debe evitar el uso en pacientes con
antecedentes de enfermedad arterial coronaria. Los mecanismos hemostáticos de la
epinefrina local son la contracción vascular, compresión mecánica contra los vasos y
agregación plaquetaria. La terapia con epinefrina puede ser insuficiente en algunos
pacientes, por lo que autores como Kim y cols., recomiendan utilizarla como terapia
combinada.
Electrocoagulación endoscópica: Es importante recordar que la coagulación repetitiva
conlleva el riesgo de lesión y perforación transmural, debido a la pared esofágica
relativamente delgada.
DiagnosticoDiferencial:
Síndrome de Boerhaave: una afección grave que comparte los mismos factores
predisponentes con el síndrome de Mallory-Weiss, pero la patología es la
perforación del esófago.
Úlcera péptica: una úlcera péptica es la causa más frecuente de hemorragia
digestiva alta. Tiene su cuadro clínico característico y se diagnostica
definitivamente por endoscopia.
Neoplasia esofágica o gástrica
Várices esofágicas: vasos tortuosos dilatados alrededor del esófago inferior,
principalmente como una complicación de la hipertensión portal. Las várices
esofágicas también pueden coexistir con el síndrome de Mallory Weiss.
Malformacionesarteriovenosas.
Pronóstico
Para la mayoría de los pacientes, los resultados son buenos. El sangrado por lo general
se detiene espontáneamente en la mayoría de los pacientes y el desgarro suele sanar en
72 horas. El grado de pérdida de sangre varía, pero la transfusión de sangre no es
común.
Complicaciones
Las complicaciones están relacionadas con el grado de pérdida de sangre, como shock
hipovolémico, alteraciones metabólicas e infarto de miocardio. La muerte ocurre si no se
controla el sangrado. La perforación esofágica y la recurrencia en el síndrome de Mallory
Weiss son complicaciones raras.
Epidemiologia:
Aumento de peso
Alimentos grasos
Bebidas carbonatadas y con cafeína
Alcohol
Tabaquismo
Ciertos fármacos
Entre los fármacos que alteran la funcionalidad del esfínter esofágico inferior se
encuentran los que tienen efectos anticolinérgicos (como muchos antihistamínicos y
algunos antidepresivos), los bloqueantes de los canales del calcio, la progesterona y los
nitratos. El reflujo también puede empeorar si existe un vaciamiento gástrico retardado
(por ejemplo, debido a diabetes o al uso de opiáceos).
Fisiopatología:
Clasificación:
Manifestaciones clínicas:
Pirosis:La pirosis (sensación de ardor o quemazón que surge del estómago y puede
irradiarse por el área retroesternal hacia el cuello) se considera el síntoma más común de
la ERGE. No obstante, la ausencia de un patrón oro para el diagnóstico de la enfermedad,
como se ha comentado con anterioridad, no permite conocer con certeza la capacidad
predictiva de este síntoma14. La pirosis aparece unos 30-60 minutos después de la
ingesta y suele aliviarse con la toma de antiácidos, aunque sea sólo de forma transitoria.
Cuando es muy intensa el paciente puede percibirla como dolor en epigastrio o bien a
nivel retroesternal.
Complicaciones:
Esófago de Barrett
Estenosis
Hemorragia
La hemorragia digestiva es una complicación rara del ERGE. Puede tratarse de una
hemorragia macroscópica o de un sangrado crónico microscópico, manifestado por la
aparición de anemia ferropénica.
Diagnostico:
Cuando se necesitan pruebas diagnósticas, la primera prueba suele ser la exploración del
esófago con una sonda flexible de visualización (endoscopia). La endoscopia es la mejor
prueba para diagnosticar esofagitis, esofagitis erosiva, úlcera esofágica, estenosis
esofágica, cáncer esofágico y esófago de Barrett. Durante la endoscopia, los médicos a
veces extirpan un fragmento de tejido para examinarlo al microscopio (biopsia).
La rotura traumática del esófago, es una complicación que se puede presentar después
de una intubación endotraqueal, de una nasogástrica, después de dilataciones esofágicas
y en aquellos casos que han permanecido con sonda más de 10 días. La presencia de
cuerpos extraños en el esófago también puede ocasionar la rotura del esófago por presión
y necrosis de la mucosa esofágica.
El esófago comienza a nivel del borde inferior del cartílago cricoides (a la altura de C4) y
finaliza en el cardias. En el adulto la boca del esófago se encuentra a unos 15 cms. de la
arcada dentaria y tiene una longitud de 23 a 28 cms.
Etiopatogenia
Manifestaciones clínicas:
El diagnóstico puede sospecharse, con frecuencia, con una radiografía de tórax y del
cuello que puede mostrar el enfisema subcutáneo y mediastínico, un mediastino
agrandado, con tejido hinchado y blando, estrechando las vías aéreas y neumotórax
ocasional.
Diagnostico diferencial:
Anginas
perforación de úlcera péptica
Neumotórax espontáneo.
Otros diagnósticos posibles incluyen:
Pancreatitis
Colangitis
Disección aórtica
Tromboembolismo pulmonar
Precordalgias.
Mortalidad:
Tratamiento: Para el tratamiento existen cuatro principios, Ribert y col., que consisten en:
lucha contra la infección; abordaje y tratamiento de la rotura; drenaje de las colecciones y
reposo esofágico.
Tratamientomedico:
Habitualmente se utiliza el término tratamiento no quirúrgico para referirse al empleo de
hidratación y nutrición parenteral, supresión de la ingesta oral y administración de
antibióticos de amplio espectro por un período de 7 a 14 días. En este caso no se intenta
reparar quirúrgicamente la lesión esofágica.
Tratamientoquirúrgico:
La cirugía, incluyendo la reparación primaria, exclusión y diversión, o resección
(esofaguectomía) constituye la base del tratamiento de la perforación esofagica. La
preparación preoperatoria incluye la intubación nasogástrica para la descompresión
gástrica, el empleo de antibióticos de amplio espectro y la resucitación con fluidos
intravenosos.
Esofagitis caustica
Se denominan así a las lesiones del esófago producidas por sustancias cáusticas de
naturaleza sólida, semisólida o líquida. La gravedad de estas lesiones puede ser
inmediata con perforación por necrosis o mediata con estenosis severas por fibrosis, y
alejada con secuelas funcionales o desarrollo de carcinoma de esófago.
CAUSTICOS
EPIDEMIOLOGÍA. Más del 80% de las lesiones cáusticas ocurren por ingesta accidental
en niños menores de cinco años y los agentes más comunes son los productos de
limpieza para uso doméstico. Se calcula que cada año, en Estados Unidos, alrededor de
5000 niños ingieren accidentalmente cáusticos20. En 1910 Chevalier Jackson hizo un
histórico alegato sobre la necesidad de rotular correctamente las etiquetas de estos
productos para prevenir accidentes. Hoy en día si bien se modificó en parte esta situación,
el etiquetamiento de los productos que pueden ser nocivos, especialmente para los niños
que ven muy atractivo el envase y se lo llevan a la boca, deja mucho que desear. A ello se
agrega la imprudente utilización domestica de recipientes de uso diario (envases de
bebidas gaseosas, etc.) para guardar o almacenar inapropiadamente elementos
corrosivos. Menos del 20% de las lesiones por ingesta de sustancias corrosivas ocurren
en adultos y la gran mayoría de ellas corresponden a intentos de suicidio. Es más
frecuente en las mujeres. Este tipo de intentos de suicidio, poco frecuente en Argentina,
es común en países de Europa central. Las lesiones provocadas por ingesta voluntaria de
sustancias corrosivas son más graves que las provocadas por accidente.
PATOGENIA
Las lesiones provocadas por la ingesta de cáusticos pasan generalmente por varias
etapas, aguda, subaguda, crónica y la etapa de la fibrosis con estenosis esofágica
digestiva, emocional o séptico producto de una mediastinitis por perforación esofágica o
peritonitis por perforación gástrica. Es importante interrogar a familiares o al paciente
acerca del tipo y cantidad desustancia ingerida y en lo posible conseguir el envase
correspondiente. El paciente suele referir dolor en la boca, cuello, retroesternal o en
abdomen. Presentar odinofagia y disfagia con sialorrea y nauseas y/o vómitos. Estos
síntomas son reflejo de lesiones e inflamación de la orofaringe y/o el esófago. Cuando
además existen lesiones de la vía aérea se agregan tos, estridor, ronquera y otros
síntomas respiratorios. Esto último es más frecuente en los pacientes que vomitaron o
que ingirieron sustancias volátiles. Estos síntomas van acompañados de un estado de
gran ansiedad. Al examen físico se pueden observar lesiones en los labios, lengua, boca
y faringe que consisten en sectores de la mucosa reemplazados por seudo membranas
blanquecinas o grises oscuras. En ausencia de estas lesiones es raro que el compromiso
del esófago sea severo. El estado general del paciente también refleja la gravedad de la
injuria. Enfisema en cuello, hipertermia, mal estado general, disnea o taquipnea y
taquicardia alertan sobre la posibilidad de perforación o necrosis. La presencia de una
marcada respuesta inflamatoria sistémica es característica de la necrosis extensa.
Fisiopatologia
Los cáusticos más frecuentemente ingeridos que producen lesión esofágica son los
alcalinos (pH > 12).Luego de la ingestión pueden producirse diferentes grados de lesión
en la mucosa esofágica por mecanismo de liquefacción, necrosis, trombosis, invasión
bacteriana y edema severo que se extiende hasta el plano muscular. La complicación más
grave en agudo es la perforación esofágica con la consiguiente mediastinitis. La
complicación tardía de mayor gravedad es la estenosis esofágica (EE). Algunos autores
describen, además, trastornos motores permanentes que pueden afectar la amplitud y
duración de las ondas peristálticas de todo el esófago. El grado de la lesión está
directamente relacionado al tipo y concentración de la sustancia ingerida así como el
tiempo de contacto con la mucosa. Los grados de esofagitis cáustica (EC) se clasifican
según su intensidad: grado 0: sin lesiones; grado 1: lesiones eritematosas superficiales,
con edema sin pérdida de sustrato. Este grado de esofagitis no se acompaña de
complicaciones. Grado IIa: lesiones ulceradas lineales, no confluyentes con o sin
hemorragia superficial. Grado IIb: lesiones circunferenciales con o sin hemorragia y
depósitos de fibrina. Grado IIIa: lesiones profundas, ulceradas con áreas de necrosis
localizadas. Grado IIIb: áreas de necrosis extensas. Las esofagitis grado II y III son las
que más frecuentemente van a la estenosis. El tratamiento habitual de la EC en el período
agudo se basa en la administración de corticoesteriodes y antibióticos por un período de
14 a 21 días. Si evolucionan a la EE se realiza tratamiento conservador con dilataciones
por vía endoscópica. La mayoría de los centros publican que se obtiene dilatación exitosa
en 60% a 80% utilizando balones neumáticos. Sin embargo, existe un bajo porcentaje que
requiere tratamiento quirúrgico.
SINTOMAS
Sialorrea.
Disfagia.
Epigastralgia.
Vómitos.
Onicofagia.
DIAGNÓSTICO
RADIOGRAFÍA
La radiografía simple de tórax y de cuello frente y perfil son muy útiles para detectar la
presencia de liquido pleural o de neumotórax o neumomediastino o la visualización de aire
retroesofagico cervical o de enfisema en cuello y/o mediastinal que alertan sobre una
perforación17. Si el paciente puede tragar, el tránsito esofágico es de utilidad para
descartar perforaciones o micro perforaciones; sin embargo, puede ser peligroso en
pacientes con lesiones orofaríngeas, ya que la incoordinación motora orofaríngea
provocada por las quemaduras puede provocar aspiraciones bronquiales.
ENDOSCOPÍA
La endoscopía temprana, aunque discutida, permite estadificar la gravedad de las
lesiones de acuerdo al tipo de lesión de la mucosa22 . Puede ser indicada después de la
reanimación inicial. Permite evaluar el aspecto de la mucosa, la extensión de la lesión y la
gravedad de la misma. Debe ser hecha por un endoscopista experimentado, bajo
anestesia general, con un endoscopio preferentemente pediátrico y con mínima
insuflación24 . De no contar con estos elementos y personal capacitado es preferible
omitir este método de evaluación de las lesiones por el riesgo de perforación. En el
cuadro 2 se detalla una clasificación en grados que relaciona el hallazgo endoscópico y el
tipo de lesión subyacente.
TRATAMIENTO
Los pacientes que ingieren cáusticos deben ser hospitalizados para su control evolutivo y
su tratamiento. En caso de lesiones graves o lesiones de las vías áreas, el paciente debe
ser internado en una sala de cuidados intensivos para la prevención y el tratamiento de
las posibles fallas orgánicas y para asegurar una buena ventilación. Está contraindicado
provocar vómitos, ya que son más perjudiciales que beneficiosos y no se debe colocar
inmediatamente una sonda naso gástrica. En cambio, se halla indicado administrar sueros
y antibióticos para prevenir la infección secundaria. Los sedantes y analgésicos son
aconsejables y la interconsulta especializada para tratamiento y contención psicológica
son recomendadas. La utilidad de los corticoides es controvertida, aunque actualmente se
prefiere no administrarlos en agudo debido a que favorecen la perforación y entorpecen la
cicatrización. El tratamiento inmediato, en general, y de acuerdo al tipo de lesiones y al
estado general del paciente, consiste en asegurar que el paciente tenga sun los pacientes
con lesiones de grado I, por lo general el tratamiento sólo consiste en un período inicial de
alimentación parenteral, después del cual se puede utilizar nuevamente la vía oral. Estas
lesiones rara vez dejan secuelas. En los pacientes con lesiones grado II puede estar
indicado realizar una yeyunostomía de alimentación debido a la prolongada imposibilidad
para emplear la vía oral. En general pasado el periodo agudo sobrevienela cicatrización
con estenosis, por lo cual, algunos autores aconsejan colocar un tutor intraesofagico
("stent") de silastic en el esófago durante tres semanas para prevenir su desarrollo3 . La
colocación de una sonda nasogástrica como tutor, también ha sido aconsejada5 . El
empleo de corticoides en esta etapa es aun utilizado en algunos centros 26 . De todos
modos hay consenso en afirmar que si la mucosa esofágica fue destruida varios
centímetros o la lesión es profunda la estenosis es inevitable y la administración de
corticoesteroides no la previene. A partir de la tercera semana de evolución el aumento de
la fibrosis cicatrizar establece la estenosis. En los pacientes con lesiones de grado III,
cuando no existe perforación, el tratamiento es el mismo que para el grado II. En cambio,
el único tratamiento posible en la perforación es la cirugía de urgencia. Esta puede
consistir en una esofagectomía, o en una esófagogastrectomía cuando las quemaduras
involucran también al estómago. En países de Europa central las lesiones por cáusticos
son la causa más frecuente de esofagectomía de urgencia. Estos pacientes deben ser
abordados por laparotomía para explorar las vísceras abdominales y realizar la
esofagectomía por vía transdiafragmatica. Debe descartarse previamente el compromiso
traqueal. La reconstrucción de la continuidad intestinal mediante coloplastia o
gastroplastia debe diferirse para un segundo tiempo, una vez superado el periodo agudo.
Si el paciente supera el periodo agudo, en las lesiones tipo I se recuperara sin secuelas.
En las lesiones tipo II o III si las lesiones no evolucionan con necrosis y perforación,
evolucionaran hacia la estenosisen un alto porcentaje delos casos dependiendo de la
profundidad de la lesión. Estas estenosis deben serevaluadas radiológicamente, para
determinar, tipo y longitud de las mismas, ubicación, y número, ya que este tipo de
lesiones suelen ser múltiples. La radiografía contrastada muestra en estos casos
estrechamientos esofágicos irregulares, de bordes festoneados con deposito de sustancia
de contrasteen las ulceras (Fig. 3). Es muy importante además, evaluar en este estudio el
estado y vaciamiento del estómago. De acuerdo a ello se deberá implementar un plan de
dilataciones progresivas y eventualmente una yeyunostomía de alimentación. Para
disminuir el riesgo de perforación, es aconsejable esperar por lo menos cuatro a seis
semanas para iniciar las dilataciones. Para estas dilataciones son útiles la vía aérea.
Esófago de Barrett
DEFINICIÓN
El Esófago de Barrett (EB) es una condición adquirida en la cual el epitelio escamoso
estratificado que normalmente recubre el esófago es reemplazado por un epitelio
columnar con células caliciformes o metaplasia intestinal especializada. Este tipo
específico de metaplasia intestinal tiene potencial oncogénico que predispone al
desarrollo de adenocarcinoma de esófago. El EB se desarrolla como consecuencia de la
Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE).
Esófago de Barrett de segmento largo: Esófago de Barrett con una extensión mayor de 3
cm.
EPIDEMIOLOGIA
SINTOMAS
Pirosis
Regurgitacion de los acidos estomacales
Disfagia
PATOGENIA
La secuencia precisa de eventos que llevan al desarrollo de metaplasia intestinal
esofágica no está clara. Al igual que otras condiciones premalignas el EB requiere de una
predisposición genética asociada a una exposición ambiental. En el EB los cambios
metaplásicos son una respuesta protectora del epitelio frente a la inflamación crónica o
injuria tisular, provocada por el reflujo hacia el esófago de ácido o bilis ya que las células
columnares productoras de mucus parecen ser más capaces de resistir la lesión
producida por el RGE que las células epiteliales escamosas nativas.
Factores de riesgo
Sobrepeso. La grasa corporal alrededor del abdomen aumenta aún más el riesgo.
FISIOPATOLOGIA
Actualmente no se conoce con certeza por qué se produce el EB. Sin embargo, existe
acuerdo en que se trata de un proceso patológico adquirido relacionado con el reflujo
gastroesofágico crónico. Muchos son los datos aportados por la literatura, con ejemplos
experimentales y clínicos, apoyando que el desarrollo de MIE se debe al reflujo crónico
hacia el esófago de jugo gástrico ácido y/o contenido intestinal rico en bilis. La implicancia
de la posible participación del reflujo alcalino en el desarrollo de EB viene dada por la
aparición de metaplasia intestinal en pacientes con anemia perniciosa, así como en
portadores de una gastrectomía total, situaciones ambas que cursan con aclorhidria.12
Esta idea es apoyada por el hallazgo de que la cantidad de bilis refluida (reflujo
duodenogastro-esofágico) que presentan algunos pacientes con EB es significativamente
mayor que en sujetos normales e incluso que en pacientes con esofagitis por reflujo, pero
sin metaplasia. Se plantea que algunos componentes del reflujo duodeno-pancreático
(sales biliares, enzimas pancreáticas) tienen un efecto lesivo sobre el epitelio esofágico.
Es muy probable que éstos actúen de manera sinérgica con la actividad ácido-péptica del
reflujo gastroesofágico y que la combinación de ambos sea más lesiva y propicie el
desarrollo de metaplasia intestinal.
DIAGNÓSTICO
Los pacientes con EB no poseen una clínica propia, siendo los síntomas que presentan
los mismos de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (pirosis, regurgitaciones) o los de
sus complicaciones (disfagia). Además, se estima que hasta un tercio de los pacientes
con EB no han presentado síntomas al momento del diagnóstico.Para realizar el
diagnóstico deben cumplirse dos criterios, endoscópico e histológico, de acuerdo a lo
establecidos por la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA). El primero de ellos
es la observación endoscópica del desplazamiento de la unión escamo-columnar en
sentido proximal en el esófago distal. Endoscópicamente el epitelio columnar es de color
rojizo y posee un aspecto aterciopelado en contraste con el epitelio.
La cromoendoscopía es una técnica que utiliza la aplicación de tinciones para valorar los
cambios epiteliales y las características del tejido, y mejorar el diagnóstico de lesiones del
tracto gastrointestinal durante la endoscopía. Aunque existe desde hace muchos años,
recientemente ha adquirido más protagonismo, fundamentalmente en dos áreas de
estudio: el EB y la neoplasia colorrectal. Es una técnica relativamente sencilla, de bajo
costo y que no precisa obligatoriamente de equipo especial. Las tinciones empleadas se
clasifican según su interacción con la mucosa en métodos de contraste, absorción o
reacción. De los diferentes tipos de tinciones disponibles, las más empleadas ante la
sospecha de EB son el azul de metileno, el lugol, el índigo carmín y el ácido acético.
TRATAMIENTO
Los leiomiomas eran los tumores benignos más frecuentes del esófago 60-70 % , y su
incidencia es del 1 al 2% dentro de los tumores del esófago . Se atribuía su origen en la
capa muscular del esófago y menos frecuentemente en la muscular de la mucosa. Estos
tumores no siempre dan las reacciones inmunofenotipo propia del músculo liso y en la
notificación moderna de GIST (Tumores del estroma gastrointestinal) involucra todos los
tumores de origen mesenquimático con cKit (C117) positivo. Estos tumores se originarían
en las células de Cajal y responden al tratamiento quimioterápico con mesilato de imitinib
(Glivec). La mayor parte de los tumores antes considerados leiomiomas son GIST,
diagnosticándose por reacciones especiales de inmunohistoquímica, ya que clínica y
macroscópicamente resulta difícil diferenciarlos de los verdaderos leiomiomas e incluso
de otros como los schwanomas que serán considerados más adelante. Son generalmente
únicos, a veces varios, siendo las formas múltiples el 2,4% dentro de los leiomiomas del
esófago36 . Una forma muy infrecuente es la conocida como leiomiomatosis e involucra a
casi todo el esófago17-36 . El sector más afectado es el tercio inferior y medio del
esófago36-20 . La leiomiomatosis puede ser múltiple o difusa. La leiomiomatosis múltiple
es rara y fue descripta originariamente por Lotard-Jacob20 que describe varios casos en
donde el esófago a la inspección parece normal pero agrandado pero al palparlo se
observa engrosamiento de la pared y numerosos nódulos pequeños (Leiomiomas). En la
leiomiomatosis difusa los nódulos fibromatosis son confluentes y hay fibras miomatosis
que no permiten la enucleación. El crecimiento de estos tumores se mantiene mucho
tiempo en la pared sin afectar la luz del esófago. La mucosa es desplazada hacia la luz
pero esta se afectada tardíamente y es muy importante su preservación. El crecimiento es
lento y llama la atención que los pacientes concurren a la consulta cuando tienen un
tumor bien desarrollado. En caso de leiomiomatosis llama tambien la atención que la
disfagia se establece cuando la afectación del órgano es importante. En general estos
tumores son benignos pero es muy difícil establecer cuales son malignos. Se han
establecidos algunos parámetros. Se consideran potencialmente malignos los que tienen
más de 5 mitosis X campo. Los tumores mayores de 5 cm. tienen una alta frecuencia de
recidiva. La malignidad es poco frecuente pero en los casos limites entre benignidad y
malignidad sólo la evolución alejada establece el verdadero diagnostico.
HEMANGIOMA
POLIPOS FIBROVASCULARES
LIPOMAS
En la literatura médica no hay más de 20 casos resecados (Wang46 2005). Los lipomas
pueden estar ubicados en la submucosa y en la capa muscular. Los ubicados en la
submucosa pueden ser procidentes a la luz y también ser pedículos. El diagnóstico se
sospecha con la radiografía común al ver una formación clara generalmente delimitada o
en la toI-180 7 mografía que muestra una formación con la densidad del tejido adiposo, lo
que lo diferencia de otros tipos de tumores. Los lipomas pequeños no provocan molestias
y deben ser controlados. Los que tienen cierto tamaño se tratan quirúrgicamente. Estos
lipomas generalmente son delimitados y pueden ser extirpados por toracoscopía evitando
efectuar una toracotomía.
TUMORES MALIGNOS
.Las dos formas más comunes de cáncer de esófago se nombran según el tipo
de células que se vuelven malignas (cancerosas):