Psicoanalisis 1

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Psicología: Psicoanálisis.

Alumna: Falcón Erika.

Profesor: Roberto Barrios.

Curso: 1 GH B, Instituto 83.

Preguntas:
1) Concepto de sexualidad para el Psicoanálisis.

2) Primer y segundo modelo de aparato psíquico.

3) Concepto de pulsiones de autoconservación y sexuales.

4) fases del desarrollo psicosexual.

1. Según Freud, nombrado como padre del psicoanálisis. La sexualidad no


se basa únicamente en lo genital, él menciona que lo sexual está
asociado al placer, y que los genitales no son las únicas partes donde se
puede encontrarlo. Además, afirma que existe una actividad sexual
infantil, que es autoerótica refiriéndose a la satisfacción de sus propios
cuerpos y lo divide en tres etapas:
Etapa oral: Esta etapa comienza según Freud en el chupeteo, en la
succión del pecho materno que al principio es simplemente para saciar
su hambre, pero luego busca repetir esta sensación placentera,
quedando constituido los labios como zona erógena.
Etapa anal: En esta etapa los niños encuentran sensaciones placenteras
en la acción de defecar y la micción, producidas por la retención y
expulsión de las mismas.
Etapa fálica: El niñe descubre que llevando sus manos a la zona genital
es igual a placer, aquí comienza un periodo de curiosidad, angustia y
confusión generada por la diferencia anatómica. Además, transitan por
el llamado síndrome de Edipo que incidirán en su carácter y demás.
2. El primer modelo del aparato psíquico está propuesto por 3 instancias
psíquicas según Freud y son:

Sistema Consciente: Está asociada a la percepción y cumple una


función selectiva, recibiendo y filtrando los estímulos provenientes tanto
del mundo exterior como del interior.

Sistema Preconsciente: Trata de contenidos que no se encuentran en la


conciencia, pero son susceptibles de acceder a ella.

Sistema Inconsciente: Son los contenidos que no tienen entrada a la


conciencia, al menos no fácilmente ya que han sido reprimidos. Por lo
que el psicoanálisis intenta traer el inconsciente, este espacio “virtual” y
no anatómico al consciente a través de la palabra (Asociación libre). “tópica” = “Lugares virtuales”.

El segundo modelo del aparato psíquico está propuesto en tres


instancias:

El Ello: Es totalmente inconsciente y constituye el polo pulsional de la


personalidad.

El Súper-Yo: Está formado por la interiorización de las exigencias y


prohibiciones parentales, siendo esta una vara entre lo que está “bien y
mal”. Por lo que es una instancia netamente cultural y puede tener
partes conscientes, preconscientes, o inconscientes.

El Yo: Su núcleo se asocia al sistema de percepción-consciencia, pero


no se limita únicamente a eso, sino que tiene la “tarea” defensiva de la
represión por lo que es inconsciente. Además, se encuentra en una
relación de dependencia, tanto respecto a las reivindicaciones del Ello
como a los imperativos del Súper-Yo y a las exigencias de la realidad,
Freud la describe la autonomía de la misma como ficticia.

3. Freud designa que las pulsiones de autoconservación están vinculadas


a las funciones necesarias para la conservación de la vida del sujeto.
Específicamente a las necesidades fisiológicas que refieren a
necesidades psíquicas del yo. Dentro de su primera teoría de las
pulsiones, Freud contrapone las pulsiones de autoconservación a las
pulsiones sexuales.
La pulsión sexual es una expresión del Eros (es una parte del instinto de
conservación del yo). Es la representación psíquica de una fuerza
libidinal que nace de las zonas erógenas y del encuentro con el “Otro”.
En un principio, la pulsión se complace de forma autoerótica, es decir,
en el propio cuerpo (promovida por la autoconservación).
Posteriormente, conforme a nuestro desarrollo y organización libidinal,
las pulsiones se integran a un fin genital en la adolescencia. Se puede
decir que la pulsión sexual es una fuerza constante que activa al
psiquismo a la búsqueda de placer, descargando tensiones a través de
diversos objetos. Pero su satisfacción no está en el objeto, sino en el
recorrido de su actividad para alcanzarlo; bordeando a su vez lo
imposible: La satisfacción absoluta.

4. Las fases del desarrollo psicosexual son:

Fase oral (0-2 años): la libido es puesta en la zona bucal, el niño tiene
satisfacción en la succión. El objeto parcial hegemónico es el pecho
materno, el cuál a medida que el niño va creciendo tiene que renunciar.
Fase sádico anal (2-3 años): el placer se obtiene en la expulsión y
retención de las heces; éstas son percibidas como una creación propia e
inconscientemente son interpretadas como un regalo.
Fase Fálico-castrado (3- 5 años): el máximo placer libidinal se centra en
los tocamientos del pene y el clítoris. Aquí se articula el complejo de
Edipo y la amenaza de castración, que tendrá una resolución diferente
en el varón y la hembra, renunciando a los objetos de amor incestuoso.
Fase de latencia (6-11 años): en esta etapa, la libido y los impulsos
sexuales son sublimados en actividades que permiten al niño integrarse
al plano cultural. Gran parte de las representaciones sexuales son
reprimidas y retornarán en la adolescencia y adultez.
Fase genital (adolescencia y adultez): en esta fase, las pulsiones
sexuales que han sido parciales y sujetas a las zonas antes
mencionadas, logran una unificación regida por la función genital.
En conclusión, a medida que de niños van renunciando a los objetos de
placer, las pulsiones funcionan a partir de la restitución de aquellos
objetos perdidos a lo largo del desarrollo libidinal, sustituyéndolos
mediante objetos idealizados en la adultez que prometen el acceso al
goce total que los sustraerá de la angustia.

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