Yn 5 Upu 6 Hzypr 5 PFM 6 XZG

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

Segundo Grado - Secundaria

SEMANA SANTA

Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo
estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que
ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí.

Gálatas 2:19-20

La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año.


Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido solo en una
ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta
semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios
de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que
esto nos trae.
Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y
participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.
A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o
Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y
termina con el Domingo de Pascua.
Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de
nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia
en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo
el día de Pascua.
Lo importante de este tiempo no es el recordar con
tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué
murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la
muerte por amor a nosotros y el poder de su

Semana Santa Página 1


Resurrección, que es primicia de la nuestra.
La Semana Santa fue la última semana de Cristo en
la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los
hombres fuimos creados para vivir eternamente
junto a Dios.
Domingo de Ramos
Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos
y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y
participamos en la misa.

Jueves Santo
Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un
ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó
su cuerpo y su sangre. Es el Jueves Santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la
Última Cena, Jesús se fue a orar al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de mucho
tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.

Viernes Santo
Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la
flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Vía Crucis solemne y
con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.

Sábado Santo o Sábado de Gloria


Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no
tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se
lleva a cabo una Vigilia Pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “la tarde y
noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas
en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los católicos.

Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua


Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte
y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y
vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.

Semana Santa Página 2


Ya desde antiguo, la entrada de Jesús en Jerusalén, se conmemora con
una procesión, en la cual los cristianos celebramos el acontecimiento,
imitando las aclamaciones y gestos que hicieron los niños hebreos
cuando salieron al encuentro del Señor, cantando el fervoroso
“Hosanna”.

Durante la Semana Santa, la iglesia católica celebra los misterios de la


salvación que Cristo con su vida, muerte y resurrección dio -como
regalo- a la humanidad. La preparación para esta época comienza desde el Miércoles de Ceniza. Son 40
días de reflexión, arrepentimiento y propósito de enmienda previos a la Semana Mayor.

Un sinnúmero personas reciben la Semana Mayor, con la única idea de tener un descanso laboral, efectuar
un viaje de placer o simplemente no hacer algo. Valga la oportunidad para compartir un extracto tomado
del libro: “Un Curso de Milagros”, acerca del verdadero significado de la Semana Santa: “…Domingo de
Ramos, la celebración de la victoria, y de la aceptación de la Verdad. No nos pasemos esta Semana Santa
lamentando la crucifixión del Hijo de Dios, sino celebrando jubilosamente su liberación. Pues la Pascua
de Resurrección es el signo de la paz, no del dolor. Un Cristo asesinado no tiene sentido. Pero un Cristo
resucitado se convierte en el símbolo de que el Hijo de Dios se ha perdonado a sí mismo, en la señal de
que se considera a sí mismo sano e íntegro”.
Del texto mencionado anteriormente se extrae el siguiente párrafo: “Esta Semana Mayor empieza con
ramos y termina con azucenas, el signo puro y santo de que el Hijo de Dios es inocente.

Esta semana celebramos LA VIDA, no la muerte. Y honramos la perfecta pureza del Hijo de Dios, no sus
pecados. Hazle a tu hermano la ofrenda de las azucenas, no la de una corona de espinas; el regalo del
AMOR, no el „regalo‟ del miedo.

La Liturgia dedica especial atención a esta semana, a la que también se le ha denominado “Semana
Mayor” o “Semana Grande”, por la importancia que tiene para los cristianos el celebrar el misterio de la
Redención de Cristo, quien, por su infinita misericordia y amor al hombre, decide libremente tomar su
lugar y recibir el castigo merecido por sus pecados.

Para esta celebración, la iglesia invita a todos los fieles al


recogimiento interior, haciendo un alto en las labores
cotidianas para contemplar detenidamente el misterio
pascual, no con una actitud pasiva, sino con el corazón
dispuesto a volver a Dios, con el ánimo de lograr un

Semana Santa Página 3


verdadero dolor de los pecados y un sincero propósito de enmienda
para corresponder a todas las gracias obtenidas por Jesucristo.

Para los cristianos, la Semana Santa no es el recuerdo de un hecho


histórico cualquiera, es la contemplación del amor de Dios que
permite el sacrificio de su Hijo, el dolor de ver a Jesús crucificado,
la esperanza de ver a Cristo que vuelve a la vida y el júbilo de su
Resurrección.

La Resurrección del Señor abre las puertas a la vida eterna, su triunfo sobre la muerte es la victoria
definitiva sobre el pecado. Este hecho hace del Domingo de Resurrección la celebración más importante
de todo el año litúrgico.

Semana Santa Página 4

También podría gustarte