Divina Misericordia
Divina Misericordia
Divina Misericordia
La Divina Misericordia es una forma de compasión por parte de Dios, un acto de gracia basado
en la confianza o el perdón. En el catolicismo se refiere específicamente a una devoción que
tuvo su origen en las apariciones de Jesús recibidas por Santa Faustina Kowalska, a principios
del siglo XX, en Polonia.
Etimología
Doctrina
Antiguo Testamento
El Buen samaritano por Rembrandt, 1633.
Nuevo Testamento
Catolicismo
Más que una mera devoción es un género de la vida cristiana. Se expresa mediante actos
interiores (actitudes del alma respecto a la Misericordia del Salvador y de la confianza en Dios)
como exteriores: la veneración de la imagen, la hora de la misericordia, el rezo de
determinadas oraciones (la llamada Coronilla), la fiesta de la Divina Misericordia y los actos de
misericordia con el prójimo.
La devoción como hoy es conocida, fue esparcida por medio del diario de la monja polaca,
Santa Faustina Kowalska, conocida como "Apóstol de la Misericordia", donde narra las
conversaciones místicas que tuvo con Jesucristo, puestas en forma de diario a petición de su
confesor, el beato Michał Sopoćko, y de Jesucristo mismo. La devoción se propagó después de
los desplazamientos de polacos por la Segunda guerra mundial.
Las almas que veneran Mi misericordia, brillarán con un resplandor especial en la vida
futura. Ninguna de ellas irá al fuego del Infierno. Defenderé, de modo especial, a cada
una, en la hora de la muerte.
A las almas que propagan la devoción a mi Misericordia, las protejo durante toda su
vida, como una madre cariñosa a su hijo recién nacido. A la hora de la muerte, no seré
para ellos Juez, sino su Salvador Misericordioso.
Que no tema acercarse a Mí el alma débil, pecadora. Aunque tuviera más pecados que
granos de arena hay en la tierra, todo desaparecerá en el abismo de Mi Misericordia.
No puedo castigar, aún al pecador más grande, si él suplica Mi Compasión; sino que lo
justifico en Mi insondable e impenetrable Misericordia.
Quien no quiera pasar por la puerta de Mi Misericordia, tendrá que pasar por la puerta
de Mi Justicia.
Cuando una persona (un alma) exalta Mi Bondad, Satanás tiembla y huye, lleno de
rabia, al fondo del Infierno.
Santa María Faustina Kowalska, la monja polaca a quien Jesucristo reveló la devoción de la
Divina Misericordia.
La hora de la Misericordia[editar]
En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión. [...] Cuantas
veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmente en Mi Misericordia, adorándola y
glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los
pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada alma. [...] En esa
hora se estableció la gracia para el mundo entero: la Misericordia triunfó sobre la justicia.
Oh que enorme caudal de Gracias derramaré sobre las almas que recen esta coronilla: las
entrañas de mi Misericordia se enternecen por aquellos que rezan la coronilla. Anota estas
palabras, hija mía, habla al mundo de mi Misericordia. Que toda la humanidad conozca mi
insondable Misericordia. Es la señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la
justicia. Cuando todavía queda tiempo, recurran al manantial de mi Misericordia; que
aprovechen de la Sangre y el Agua que brotó para ellos.
Mi Misericordia es más grande que tus miserias y de aquellas del mundo entero. ¿Quién ha
medido mi bondad? Por ti he bajado del cielo a la tierra, por ti me he dejado poner en la Cruz,
por ti he permitido que fuera abierto con una lanza mi Sagrado Corazón y he abierto para ti
una fuente de Misericordia. Ven y toma de las Gracias de esta fuente con el recipiente de la
confianza. No rechazaré jamás un corazón que se humilla, tu miseria será hundida en el abismo
de mi Misericordia.