La Civilización Islámica 10-05-2018
La Civilización Islámica 10-05-2018
La Civilización Islámica 10-05-2018
La península Arábiga, habitada en los primeros siglos de la era cristiana por beduinos nómades o semisedentarios,
fue el contexto geográfico y humano del que brotaron la cultura y la civilización islámicas
Se dice que en La Meca, centro de peregrinación, ciudad de caravanas y núcleo mercantil del mundo medieval
nació Mahoma. Allí la verdad le fue revelada y comenzó su prédica del Islam hasta que en el 622 -inicio de la
Hégira-, fue a refugiarse bajo peligro de muerte a la ciudad de Medina, en la cual encontró protección y creó los
fundamentos espirituales e institucionales de la comunidad musulmana. Los diez años de su vida en Medina y los
treinta que siguieron a la muerte de Mahoma, en que gobernaron los cuatro califas ortodoxos que le acompañaron
en vida (632-661), son reputados por el sentimiento musulmán como "la edad de oro" del Islam.
Sostenida por la íntima convicción de su mensaje y por la fuerza arrolladora de los ejércitos árabes, la expansión
islámica derrotó a los imperios sasánida y bizantino así como al Occidente del desmembrado imperio romano e
hizo del mundo musulmán un imperio que encabezó el comercio mundial y edificó una red de grandes ciudades.
La ciudad islámica es la comunidad de personas que profesan el Islam. Constituye la umma o nación, en la cual
cada musulmán se reconoce, independientemente de que viva solo o en grupo y sea ciudadano o campesino,
nómade o sedentario. Una interpretación más acotada la define como Dar al-Islam, "morada del Islam" y la limita
a los países o grupos urbanos en que rige la ley canónica islámica y se practican sus formas tradicionales de vida.
El Islam, que significa "sumisión a Dios", comprende tres instituciones religiosas fundamentales: el Corán, la
Tradición del Profeta (sunna) y las enseñanzas escritas y orales de los juristas. A través del doble testimonio de la
fe -"No hay más Dios que el Uno y Único" (Allah); "Mahoma es el mensajero de Dios"-, cuya declaración
confiere la condición de musulmán a todo hombre de buena voluntad, el Corán proclama su mensaje esencial, al-
tawhid o "Unidad Divina", la cual declara los derechos del Creador por encima de todas las relatividades de
nuestra existencia terrena y se realiza en la existencia individual de todo aquel que aproxime lo más posible a
Dios sus pensamientos y acciones. Con ese fin se incita a la lectura del Corán, a la invocación de los nombres de
Dios y a las prácticas obligatorias de la oración, el ayuno, la limosna y la peregrinación a La Meca, al menos una
vez en la vida.
El Profeta, el "elegido" providencialmente para trasmitir a los hombres la ley musulmana (la sari'a), encarnó el
modelo de hombre del mundo islámico. La colección de sus dichos y consejos y hasta de sus actos y gestos fue
recogida, durante el tercer siglo de la Hégira, en los hadits o "tradiciones", con el fin de facilitar su reproducción
y conocimiento por parte de la comunidad de fieles. Ni el Corán ni la Sunna, sin embargo, están elaborados como
cuerpos de leyes. Fue labor posterior de los eruditos del Islam la formulación de un sistema jurídico que rige y
divide los actos de los creyentes en obligatorios, recomendados, permitidos, condenables y prohibidos, y supone
una divergencia entre la jurisprudencia "sunní", que desaprueba la reflexión personal y la evolución o
adaptabilidad de la ley, y la "si'i", que las pondera. Una sabiduría que como la musulmana tiende a introducir la
dimensión religiosa en todos los aspectos de la vida, toma esta divergencia por diferencias de interpretación que
derivan, en última instancia, de la bondad divina. "Los desacuerdos de los sabios -declara uno de sus proverbios-
son una merced".
Sociedad, comunidad e individuo
Lo esencial de la ciudad islámica es la "combinación perdurable del esfuerzo desplegado por cada hombre para
someterse a la voluntad del legislador divino y del marco comunal que le sirve de ayuda y soporte en ese
esfuerzo" (J. L. Michon, 1976). El vínculo entre el individuo y el todo social en el Islam es tan fuerte que la tarea
de la redención individual "engloba ipso facto la sacralización de lo social" dentro de sus marcos. La salvación de
cada cual depende de los que le rodean tanto como de que las circunstancias le sean más o menos propicias.
La tradición supone que el propio Mahoma formuló el principio de la iyma o consenso de los creyentes, el cual se
concreta en la ley musulmana bajo la forma de un estatuto colectivo llamado "deber de suficiencia". Por él se
eximía a un musulmán de cualquier deber legal obligatorio si un número suficiente de fieles acuerda suprimírselo.
El individuo, sin embargo, no se disuelve en la comunidad. La ley del Islam supone que con su conducta un
hombre sólo se compromete a sí mismo y que, en su día, sólo él comparecerá ante el Juez Supremo para
responder por sus acciones. No obstante, la índole de hombres iguales ante Dios e idénticamente dependientes y
sometidos a las obligaciones que su ley engendra, ha dado lugar a la definición de la comunidad musulmana
como una "teocracia igualitaria" (L. Gardet, 1961).
El fuerte sentido de cohesión social que acompañó el alto grado de integración de las sociedades musulmanas
tradicionales se debe en mucho a los valores socio-religiosos que orientaron la vida de sus individuos y de sus
comunidades.
Gobierno y política: la comunidad islámica
La comunidad establecida en Medina en el siglo I de la Hégira (s.VII n.e.), fue el prototipo de organización
institucional -derivada de fines religiosos- que rigió en todas las sociedades tradicionales musulmanas. Llamada
inicialmente Yatrib, su nuevo nombre, al-Madina ("la ciudad por excelencia"), designa su condición de centro de
la umma y sede de la autoridad y la justicia.
El califa o imán, sucesor del Profeta, unía en su persona la autoridad espiritual y secular y era el jefe supremo de
la ciudad. Encargado de crear las condiciones para la aplicación de la ley coránica, de encabezar la Guerra Santa
(yihad), organizar el ejército y garantizar la administración y la seguridad de los países bajo su dominio, el califa
designaba también, en cada ciudad, a los ministros o visires, a los gobernadores, los comandantes en jefe, los
recaudadores de impuestos y hasta al cuerpo de policía (surta) que velaba por el orden y protegía la ciudad de sus
enemigos.
La justicia en la sociedad islámica tradicional se derivaba del mandato divino. Hay referencia a un pacto original
por medio del cual Dios designó vicarios suyos a los que ejercen la autoridad. A éstos les cabe el deber de
proteger a los fieles como a los últimos el deber de obedecer la autoridad. Son afines el ideal de justicia platónico
y el del Islam: el orden decretado por Dios sólo prevalecerá allí donde dirijan hombres virtuosos, que unan a su
profundo conocimiento de la divinidad una elevada cualidad moral y en cuyas manos está "hacer que los
hombres, en esta vida y en este medio disfruten al máximo la felicidad y las delicias de la vida futura por medio
de instituciones comunitarias fundadas en la justicia y la confraternidad" (Al-Farabi, s.IV de la Hégira).
Pese a que el ordenamiento jurídico de las ciudades islámicas tradicionales careció de la autonomía local y
municipal de que gozaron las ciudades europeas medievales, sus instituciones, orientadas por valores que
rechazaban la discriminación por motivos de raza, religión o condición social, propiciaron el elevado grado de
integración que fue común en todas las ciudades del mundo musulmán, desde Al-Andalus hasta la India.
Muestra la flexibilidad y la propensión democrática de la jurisprudencia islámica el hecho de que sus juristas
aceptaron como fuente de legislación, durante siglos, los hábitos locales de las diversas ciudades.
La economía en la sociedad medieval
La economía en las ciudades tradicionales musulmanas se regía por un sistema corporativo que integraba a los
hombres dedicados a la producción, la distribución y los servicios, ya se desempeñasen como propietarios u
obreros, trabajadores a domicilio, por cuenta propia o empleados del gobierno, ya fueran "gentes de alta o baja
condición, musulmanes, cristianos y judíos, nativos o extranjeros naturalizados, todos pertenecían al sistema
corporativo" (Yusuf Ibish, 1976). En las corporaciones se agrupaba la población urbana según sus oficios, así que
las había de artesanos, de mercaderes, de subastadores, prestamistas, músicos, cantantes, narradores transportistas
y marineros.
Los miembros de cada corporación se consideraban a la vez como miembros de la comunidad de creyentes a cuyo
servicio se acreditaba especialmente la eficiencia en la profesión u oficio, que se adquiría por medio de un arduo
trabajo supervisado por un maestro (sayj) conectado a su vez a la cadena de maestros de la corporación, que se
enlazaba sucesivamente a las de otras, a los Santos Patronos y aún hasta al Profeta.
Las corporaciones se estructuraban según un sistema conceptual y ritual trasmitido oralmente de generación en
generación y estrechamente vinculado a las órdenes sufíes (logias islámicas). A la aceptación de un joven como
aprendiz de un taller seguía la recitación de la primera azora (capítulo) del Corán ante los maestros de la
corporación y un período de años de trabajo cuya nula o baja remuneración se compensaba con la idea de que era
ese el medio de aprender y de integrarse socialmente a la comunidad.
Una ramita de albahaca entregada por orden del maestro al joven aprendiz indicaba llegada la hora de su
iniciación. La ceremonia, celebrada en casa de un maestro o en algún jardín de la ciudad, contaba con una nutrida
y noble concurrencia que ejecutaba ritos religiosos y ceremoniales a cuyo término se convertía al joven en
miembro de la hermandad, bajo las notas de una exclamación ritual de alegría en la que convergían diversas
tradiciones: "Lluevan las bendiciones sobre Jesús, Moisés y los que se embellecen los ojos con antimonio (*),
pues quién nos podrá perjudicar!" (Yusuf Ibish, p.152). La iniciación terminaba con un comida sencilla
denominada tamliha (ensalada) que recordaba el doble valor de la sal, nexo entre los que la comparten y símbolo
de artesanos (conocidos como "la sal de los bazares" por su condición de núcleo principal entre los que se ganan
la vida con sudor y paciencia).
El iniciado se integraba a su corporación y, por medio de ella, a la umma. Con los años, la elaboración de una
obra maestra como muestra refinada de su arte podía elevar al artesano al cargo de maestro. Mencionemos de
paso que en el islamismo sufí la artesanía era sinónimo de arte y a la vez, un medio de realización espiritual que
modelaba "una imagen del trabajo que un hombre que aspira a la contemplación de las realidades divinas debe
realizar consigo mismo y sobre su alma, que entonces representa el papel de un tosco material, desordenado y
amorfo, pero potencialmente noble". (T. Burckhardt, 1976).
Educación e instrucción religiosa
La educación musulmana, iniciada en los tiempos del Profeta en La Meca, fue irradiada en lo fundamental desde
la institución de la mezquita y tuvo como contenido la sari'a o ley islámica, cuyo aprendizaje era un "deber de
suficiencia" para la comunidad islámica. La más alta distinción en el Islam era alcanzar el "saber" -al-'ilm- o
conocimiento de la ley revelada. La memoria era una cualidad tan ponderada en esta enseñanza que su ideal, el
título de hafiz, se concedía a quien aprendiese el Corán de memoria.
La instrucción religiosa fue uno de los elementos que garantizaron la supervivencia de la civilización islámica.
Un ciudadano de cultura media podía ejercer una función consultiva en el interior de la comunidad, dirigir las
oraciones y practicar el mandato coránico. Con el tiempo, la instrucción religiosa se fue diferenciando de la
educación propiamente dicha.
El primer siglo de la Hégira, dedicado a la conquista militar y al establecimiento de la autoridad política del
Islam, no produjo un desarrollo significativo de la educación islámica. Pero a partir del siglo II -en que se
extendió la mezquita como institución de enseñanza en los territorios ocupados- y sobre todo del III -en que una
generación de juristas, teólogos y lingüistas se afanaban por preservar la lengua y las tradiciones de una
civilización que se había extendido por muy diversos espacios culturales-, la educación pasó a primer plano.
Durante los siglos III y IV, en los que la mezquita fungía como una virtual universidad pública, centro de culto y
reunión social, aparecieron la institución del colegio o escuela elemental (kultab) y las "casas de sabiduría" o "de
ciencia", dedicadas exclusivamente a actividades académicas. En el siglo V aparece la escuela superior o
madrasa, patrocinada por el estado, que fue desde entonces el rector de la enseñanza en el mundo musulmán.
Hacia el siglo IX era indispensable egresar de una madrasa para ocupar un puesto gubernamental.
No sólo la adquisición del saber -que es el modo de discernimiento entre lo prohibido y lo loable-, sino su
transmisión, deviene en el Islam una obligación religiosa que lo convierte en antecedente histórico del esfuerzo
por la democratización de la enseñanza. "La sociedad islámica repudia al álim (sabio) que evita trasmitir su
sabiduría a los demás".
El Islam ha defendido la libertad de pensamiento, y reconocido los límites de la razón. Ella no puede cuestionar
ni la unidad divina ni la veracidad del mensaje de Mahoma. Desde su punto de vista la razón puede ser innata -
cuando es un don divino- y adquirida -cuando es resultado del esfuerzo individual y la experiencia-. De lo más
valioso en el Islam es su reconocimiento de la naturaleza práctica del pensamiento y la educación, evidenciada en
una tradición atribuida al Profeta: "Adquirid toda la sabiduría que podáis! Pero Dios no os compensará (todo lo
que hayáis aprendido) hasta que traduzcáis vuestro saber en obras!".
Moral y familia en la cultura islámica
La moral que regulaba la conducta de la comunidad islámica tradicional se derivaba de la eticidad contenida en el
Corán y en la tradición del Profeta. Según éstas, ordenar el bien y prohibir el mal son un mandato divino. Todo
musulmán tiene, en consecuencia, la obligación de denunciar los actos contrarios al mismo. La tradición
establecía las normas de cortesía, los gestos y palabras del saludo, las felicitaciones para los buenos momentos y
los consuelos para las pruebas de la vida. Establecía también los preceptos de todo comportamiento, entre ellos, el
uso de atuendos tradicionales y del turbante como símbolo de la dignidad del creyente y de su alianza con el
cielo.
El cumplimiento de la moral musulmana fue una función jurídicamente establecida en la comunidad islámica, y
conferida en la jerarquía ciudadana al almotacen o zabazoque, responsable de la aplicación de los valores éticos a
la práctica de la vida cotidiana. Inspeccionaba los pesos y medidas del mercado, la equidad en las transacciones
comerciales, la calificación de las profesiones y era árbitro de las disputas habidas entre patronos y empleados.
La comunidad islámica tradicional estableció por derecho divino la naturaleza patriarcal de la familia musulmana.
Significa la autoridad del padre o del abuelo sobre el colectivo familiar y la del marido sobre la esposa, que se
deriva de la ley coránica según la cual "los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia
que Dios ha dado a unos más que a otros y de los bienes que gastan".
El status atribuido por la tradición islámica a las mujeres de su comunidad ha afectado su posición frente al
matrimonio, al divorcio, al derecho de herencia y al de prestación de testimonio, aunque se ha afirmado que ese
status se deriva menos de la ley coránica propiamente dicha que de sus interpretaciones.
El Imperio Musulmán
Medio Geográfico:
Contexto Histórico:
La religión musulmana tiene más de catorce siglos y es una de las más grandes religiones mundiales. La Filosofía
Musulmana Temprana es ampliamente acreditada como el puente vital entre la civilización greco-romana clásica y los
europeos del Renacimiento. Lo que los europeos llaman la "Época Oscura" fue de hecho la época dorada para los
musulmanes y el mismo Islam, que se extendió rápidamente a través de Asia hasta China en sus primeras décadas de
existencia, y luego más lentamente a África e Indonesia.
Durante ese tiempo el principal idioma de la religión y la ciencia para todos los musulmanes fue el árabe y para muchos fue
también el idioma de la vida diaria. Una lista de términos islámicos en árabe, proporciona definiciones simples de los
conceptos más importantes por los que la sociedad, la religión y la ley son regidas.
Pagina Web "http://es.wikipedia.org/wiki/Musulm%C3%A1n"
Musulmán es la persona cuyo credo religioso es el Islam. La palabra árabe muslim ()مسلم, femenino muslima ( )مسلمةsignifica
que se somete e implica la completa sumisión a la voluntad de Dios.
Así, un musulmán se esfuerza por rendir a las órdenes de Dios cada paso del camino. No hay distinción hecha entre la vida
diaria y la religión o la política.
Creencias básicas
Las creencias básicas de los musulmanes son: creencia en Dios, sus ángeles, sus libros revelados, sus mensajeros y el Día
del Juicio, y afirmación del destino y del Decreto Divino, para lo bueno y lo malo.
Los cinco pilares del islam en los cuales se fundan la vida de un musulmán son:
El Testimonio de que no hay quien merezca culto salvo Alá y que Mahoma es su mensajero.
Establecimiento de las cinco oraciones diarias (Salaah).
El pago del azaque, que es generalmente el 2,5% de los ahorros anuales para un hombre rico que trabaje en el
comercio o la industria y el 10% o el 20% de la producción para los agricultores. Este dinero o productos es
distribuido entre los pobres.
Abstención de comer y beber, desde el amanecer al anochecer en el mes de Ramadán (Sawm).
La peregrinación (Hajj) a la Meca durante el mes de dhu l-hiyya, que es obligatoria una vez en la vida para quien
tenga la capacidad de hacerla.
Terminología
La terminología de llamar a los musulmanes "mahometanos", significando "seguidores de Mahoma (Muhammad)", es
considerada por éstos como incorrecta porque sugiere un culto al profeta Mahoma, contrariamente a los principios del mismo
Islam. Por el contrario, el término "cristiano" implica de hecho correctamente el culto a Jesucristo y la creencia en sus
propias ideas como divinas. Los musulmanes consideran a Muhammad y Jesús ("Isa") como profetas de Dios.
Contexto
La religión musulmana tiene más de catorce siglos y es una de las más grandes religiones mundiales. La Filosofía
Musulmana Temprana es ampliamente acreditada como el puente vital entre la civilización greco-romana clásica y los
europeos del Renacimiento. Lo que los europeos llaman la "Época Oscura" fue de hecho la época dorada para los
musulmanes y el mismo Islam, que se extendió rápidamente a través de Asia hasta China en sus primeras décadas de
existencia, y luego más lentamente a África e Indonesia.
Durante ese tiempo el principal idioma de la religión y la ciencia para todos los musulmanes fue el árabe y para muchos fue
también el idioma de la vida diaria. Una lista de términos islámicos en árabe, proporciona definiciones simples de los
conceptos más importantes por los que la sociedad, la religión y la ley son regidas.
Pagina Web- "http://es.wikipedia.org/wiki/Musulm%C3%A1n"
Vida religiosa Musulmana:
La vida de los creyentes musulmanes está marcada por las oraciones, desde el nacimiento hasta el instante de la muerte. Es
costumbre susurrar al oído de los recién nacidos frases del Corán, y también a los moribundos.
La práctica religiosa
Es llamativa la homogeneidad de la vida religiosa a pesar de que el Islam no dispone de intermediarios notables entre Alá y
los fieles, ya que los rituales como las abluciones o la oración diaria son personales y las jerarquías desaparecen frente a la
práctica religiosa. En el Islam no hay sacerdotes y la relación del fiel con Alá es directa y sin intermediarios
Los musulmanes creen que el hombre existe como exponente supremo de la creación de Alá y que debe construir su
destino. El hombre es Libre en su voluntad y sus acciones y puede decidir seguir o no el camino que Alá le ha mostrado a
través de su profeta Mahoma, pero, silo hace, forma parte de una comunidad extensa e identificada. Los cientos de millones
de musulmanes que escuchan la llamada del almuédano se sienten hermanos y se reconocen mutuamente por su devoción
a Alá.
Los pilares de la fe musulmana
La práctica religiosa musulmana gira en tomo a la oración, el ayuno, la limosna y la peregrinación. Se denominan «los cinco
pilares de la fe» y tienen las siguientes características:
La chahada o «profesión de fe» es el primer pilar. Consiste en rezar la oración que resume la fe islámica: «No hay más
divinidad que Alá y Mahoma es su profeta».
La ozalà u «oración» es el segundo pilar. Los musulmanes deben orar cada día cinco veces. Lo hacen al alba, al mediodía, a
media tarde, al ocaso y por la noche, con la particularidad de tener que realizar cuatro posturas principales al tiempo que
recitan la chahada y otras oraciones: de pie, inclinado, prosternado y sentado sobre los talones. Los almuédanos entonan el
verso «Alá es grande» desde los alminares de las mezquitas y, al oírlo, todo musulmán sabe que es el tiempo de rezar y
deja por unos momentos cualquier actividad que esté realizando.
Previamente antes de orar, los musulmanes tienen que purificarse por medio de la limpieza del cuerpo, como se expone en
la aleya número 7 de la azora 5 del Corán:
Creyentes!, cuando os dispongáis a hacer la azalá, lavaos el rostro y los brazos hasta el codo, pasad los manos por la
cabeza y lavaos los pies hasta el tobillo.»
Los viernes, que es el día santo de los musulmanes, el rezo se hace de forma colectiva y obligatoria.
El sawn o «ayuno» es el tercer pilar. El cumplimiento del ayuno durante el ramadán, mes noveno del año, es una de las
celebraciones islámicas más conocidas. Se trata del mes de ayuno y de reflexión religiosa a través de las lecturas del Corán
y de los ritos establecidos.
El ayuno es obligatorio para todo musulmán adulto y está Prohibido comer, beber o fumar, desde que sale el sol hasta que
se oculta. La elección de este mes se corresponde con el tiempo en el que Mahoma recibió la Primera revelación.
En la puesta del sol, que marca el final del ayuno diario, los musulmanes se reúnen para recitar el Corán y para comer.
Sistemas de préstamo islámicos
En la azora 2, aleya 275 del Corán se dice: «Alá ha autorizado el comercio y prohibido la usura».
Siguiendo este precepto, de una manera ingeniosa se han ideado sistemas para prestar de un modo que no pueda
equipararse a la usura. Así el sistema bancario islámico ha ideado las siguientes modalidades de préstamo:
Al mudaraba. El banco pone el capital y el cliente el esfuerzo para realizar un negocio o el desarrollo de una empresa.
Ambos, banco y cliente, comparten beneficios y pérdidas, en caso de haberlos.
Al murabaha. El banco compra el producto que solícita el cliente y acuerda con él un precio. Se compromete a vendérselo a
otro precio acordado, ganando el banco la diferencia.
Al musharaka. El banco y el cliente se hacen socios, aportan el mismo capital y asumen ¡os mismos riesgos y beneficios
según la siguiente proporción: un tercio para el banco, otro para el cliente y el tercero para amortizar el préstamo.
El día que acaba el ramadán, se realiza una fiesta con un menú especialmente cuidado. Como el calendario musulmán es
lunar, el mes de ramadán puede coincidir con cualquier momento de nuestro calendario.
El hajj o «peregrinación mayor» es el cuarto pilar de la fe. Todo musulmán que tenga salud y recursos para afrontar un viaje
a La Meca tiene el deber de realizar al menos una peregrinación en su vida a la ciudad sagrada. El azaque o «limosna» es el
quinto pilar. Es un deber para todo musulmán ayudar a quienes lo necesiten por medio de la solidaridad. En las
comunidades sunitas se tiene que dar el 2,5 % de la riqueza acumulada cada año. Muchos fieles entregan el azaque a ONG
musulmanas para ayudar a los desfavorecidos o a quien lo necesite.
La vida religiosa islámica y la plegaria marcan el ritmo del día, del año y de la existencia. Estas oraciones y rituales son los
puentes de unión entre los musulmanes y Alá.
Fin del imperio Musulmán:
Tras la revolución abasí, en el 750, se crean tres califatos y múltiples reinos de taifas. En 1258 la invasión mongola de
Gengis-Jan sacude el Imperio en el oriente. El imperio musulmán se ha desintegrado.
Allí donde se instaló el islam la religión perdura, o al menos estuvo asentada durante muchos años. El espíritu del Imperio
musulmán pasará a los turcos otomanos.
El Islam
El Islam en el mundo:
El islam constituye, junto con el cristianismo y el judaísmo, una de las tres grandes religiones monoteístas del mundo. Se
calcula que en la actualidad profesan el Islam unos 1.200 millones de personas repartidas por los cinco continentes. Esto
significa que una de cada cinco personas en el mundo profesa la religión del Islam en cualquiera de sus interpretaciones. No
hay que confundir el término musulmán con el de árabe. El pueblo árabe existía mucho antes del Islam, formado por tribus
que habitaban la Península Arábiga. La conversión progresiva de estas tribus al Islam contribuyó al fortalecimiento de su
organización política y a la expansión del pueblo árabe por la región del Magreb y Oriente Medio, pero coexistiendo en
aquellos momentos (y todavía hoy) con árabes de otras religiones (cristianos y judíos, fundamentalmente) y con otros
pueblos (imazighen -bereberes-, persas, kurdos, culturas d! e la África Negra y otros pueblos). El musulmán es aquella
persona que profesa voluntariamente la fe del Islam, y entre los musulmanes sólo el 15 % son árabes. Los musulmanes
están presentes en todos los pueblos de la tierra, desde el norte de África y el África subsahariana, a Europa (especialmente
Alemana, Bosnia y Francia), India, Brasil, etc. Son de destacar los más de 50 millones de musulmanes de China y los más
de 150 millones de Indonesia. En España, se calcula que la población musulmana supera el medio millón de personas, sin
contar las personas inmigradas no reconocidas legalmente. Este dato convierte el Islam en la segunda religión con mayor
número de creyentes dentro del Estado, tras el cristianismo católico. Entre estos se encuentran ciudadanos/as de Ceuta y
Melilla, musulmanes españoles conversos y, en número creciente, personas inmigradas
Orígenes del Islam:
De las tres grandes religiones monoteístas del mundo, el Islam es la que apareció más tarde, concretamente en el siglo VII.
Para su profeta, Muhammad (frecuentemente traducido como Mahoma), no se trataba de una nueva religión sino de la
continuación y perfección de la única religión revelada desde los inicios de los tiempos, la palabra del único Allah (en árabe),
el Yahvé judío (en hebreo) o el Dios cristiano (palabra de origen latino). Muhammad se considera el último profeta enviado
por Dios, tras otros entre los que destacan Noé, Abraham, Moisés y Jesús. A diferencia del cristianismo, todos son profetas
de esencia humana, es decir, son mensajeros de Dios, escogidos por Dios por haber logrado la perfección como seres
humanos, pero no tienen ninguna condición divina. Así, muchos musulmanes consideran erróneo y ofensivo el apelativo
"mahometanos", puesto que su adoración es hacia Dios y no hacia su! profeta Muhammad, que siempre mantiene la
condición humana.Muhammad nace en La Meca (península arábiga), hacia el año 570. Conoce la pobreza del huérfano y es
criado por su tío Abu Talib, que lo incorporó a sus empresas caravaneras. Con 25 años mejorará su posición material como
resultado de su matrimonio con Khadiya, viuda de un rico comerciante, para quien había trabajado. Se cree que en alguna
de sus expediciones comerciales a Siria y a La Meca, Muhammad tuvo contacto directo con cristianos y judíos, puesto que le
gustaba reflexionar sobre temas religiosos. A partir de los 40 años, empezó a retirarse periódicamente a meditar a las
montañas y fue allá dónde, según la tradición, una noche la palabra de Dios le fue revelada mediante el arcàngel Gabriel.
Las revelaciones se repetirían y hacia el 613 Muhammad empezó a predicar. Estas revelaciones de Dios serian recogidas
tras su muerte y agrupadas en suras ! o capítols. La totalidad de éstas forman el Corán, libro sagrado de los musulmanes
dividido en 114 suras, cada una de las cuales incluye multitud de versículos denominados aleyas (más de 6.000).En un
principio, las predicaciones de Muhammad fueron rechazadas en La Meca, ciudad de peregrinaje dónde en aquel momento
predominaba el politeísmo.
Finalmente, la persecución provocó su emigración (Hégira) hacia la ciudad de Jathrib en el año 622, primera ciudad que
había aceptado el Islam y que desde entonces recibe el nombre de Medina (Medinaten Neby: "Ciudad del Profeta"). Ésta,
junto con La Meca entre otras, es considerada ciudad sagrada del Islam. La emigración marca el inicio del calendario
islámico, también llamado calendario de la Hégira. Muhammad murió en Medina, en el año 632 de la era cristiana, año 11 de
la Hégira, habiendo logrado la conversión de muchas tribus árabes al Islam, incluida la ciudad de La Meca
Historia del Islam
La historia del Islam comienza en la Arabia en el siglo VII con la predicación del profeta Muhammad.
Un siglo después de su muerte, el estado islámico se extendía desde el océano Atlántico hasta el oeste del Asia Central. En
la historia del Islam existen diversas dinastías que se disputaron los califatos o el liderazgo del Islam y muchos estados
islámicos que ofrecían una mínima o ninguna obediencia al califa.
No obstante, el imperio de los califas abbasíes y el de los turcos selyuquíes se contaban entre los más poderosos de su
época. Después de la desastrosa derrota de los Bizantinos en la batalla de Manzikert en 1071, la Europa cristiana llevó a
cabo diversas Cruzadas. Tras la Primera Cruzada, los occidentales, por algún tiempo, lograron capturar y gobernar
Jerusalén. Saladino, sin embargo, restableció la unidad islámica y derrotó a los chiíes Fatimíes.
Entre el siglo XIV y el XVII, uno de los más poderosos imperios fue el Imperio de Malí cuya capital era Tombuctú . Sin
embargo, esta cultura estuvo profundamente pautada por la árabe (incluso en el idioma), no siendo realmente original.
En el sigo XVIII, hubo tres grandes imperios musulmanes: El otomano en Turquía, el Medio Oriente y el Mediterráneo; el
safaví en Irán y el mogol en Asia Central y parte de India. En el siglo XIX, estos imperios habían caído bajo la dominación del
poder político y económico de Europa. Después de la Primera Guerra mundial, el remanente del imperio otomano fue
dividido en protectorados o esferas de influencia europeas. El Islam y el poder político del Islam han revivido en el siglo XX.
Sin embargo, las relaciones entre Occidente y cierto número de Estados de mayoría musulmana permanecen precarias.
Pilares del Islam:
Dijo el Mensajero de Dios (PYB):
"El Islam se fundamenta en cinco pilares: Atestiguar que no hay otra divinidad con derecho de ser adorada,
sino Dios, y que Muhammad es el Mensajero de Dios, observar las oraciones, pagar el zakat, ayunar en
Ramadán y peregrinar a la Casa (Ka'aba) si se cuenta con los medios".
El primer pilar: la shahada o testimonio de fe, es expresar con total convicción y en forma voluntaria: No
hay otra divinidad con derecho de ser adorado sino Dios, y que Muhammad, es el Mensajero de Dios (Ash -
hadu an la ilaha illa Allah, wa ash-hadu anna Muhammadan rasulullah).
Esto significa, la afirmación de la unidad absoluta de Dios la que ha sido predicada por todos los Profetas y Mensajeros,
desde Adán hasta el último de ellos, Muhammad (PYB).
Esta declaración contiene en sí misma, los dos conceptos básicos:
a) Tawhid (Monoteísmo: Creer en que todo cuanto hay en los cielos y en la tierra pertenece solo al
Creador), y
b) al Risala (El Mensaje: Es el canal de comunicación, a través de los Profetas, entre Dios y la humanidad)
El segundo: el Salat (la oración), es el vínculo entre el musulmán y su Señor, cinco veces al día, en forma
individual o conjunta. En ella se recita el Sagrado Corán y se efectúan determinados movimientos que
simbolizan el espíritu de sumisión. El Salat redime los pecados, fortifica la conciencia y el espíritu; aparta del
mal y de lo reprochable, dice El Altísimo: "Observa la oración, porque ella preserva de lo ilícito y de la
obscenidad".
El tercero: el zakat o contribución social, consiste en la purificación de los bienes de los pudientes,
mediante la destinación de un porcentaje excedente de esos mismos, para los pobres y necesitados.
Entre sus beneficios cabe destacar el afianzamiento de lazos entre los pobres y ricos, puesto que el ser
humano tiende por naturaleza a amar a su benefactor, como así también erradica del alma la avaricia y la
mezquindad, como reza en el Sagrado Corán, al dirigirse al Mensajero: "Toma de sus riquezas una caridad
para purificarles y enriquecer sus almas con ella".
El cuarto pilar: el ayuno del mes de Ramadán, (noveno del calendario lunar). El musulmán debe
abstenerse de comer, beber, fumar y de tener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol.
En este mes, comenzó la revelación del Sagrado Corán en una noche llamada "Laitatul Qadr "(la noche del
decreto), dice El Altísimo; "El mes de Ramadán, en que fue revelado el Corán, guía para la humanidad".
Dijo el Mensajero de Dios (PYB) "Quién ayune en el mes de Ramadán con fe y esperanza en la
recompensa de Dios, le serán perdonados sus pecados".
El fin no es solamente abstenerse de comidas, bebidas y otros elementos que anulan el ayuno, puesto que
el Profeta (PYB) dijo: "El ayuno es una protección".
Está exento de ayunar el enfermo, el viajero, el anciano y la mujer en el período menstrual , post-parto,
embarazada o que amamanta a su hijo.
El quinto pilar: el Hayy (la peregrinación). Es deber de todo musulmán con recursos para hacerlo, una vez
en su vida, viajar a Makka y realizar la peregrinación. La misma se lleva a cabo solamente en el mes de
Dhul Hiyya (décimo segundo del calendario lunar).
Dice Dios: "La peregrinación se efectúa en los meses consabidos. Quién la emprenda deberá abstenerse de
la copula, de cometer actos impíos y de discutir".
Dijo el Mensajero de Dios (PYB) "Quién peregrine correctamente, es como si hubiera nacido nuevamente".
Organización:
Autoridades religiosas:
La autoridad politico religiosa máxima en el islam es el Califa, elegido entre los creyentes. En segundo lugar se sitúan los
Emires o príncipes y a continuación le siguen el Jeque, el Alcalde y el imam.El Islam está abierto a todos sin importar la raza,
edad, creencias previas o sexo. Es suficiente ser creyente en los principios fundamentales del Islam. Esto se realiza
atestiguando la unicidad de Dios y la aceptación de Muhammad como profeta de Dios, recitando la shahada (Testificación),
lo cual debe hacerse sin coacción y sinceramente estando presentes otros musulmanes.
La ley Islámica
La Sharia es la ley islámica, tal como fue elaborada por los eruditos musulmanes. El Corán es la fuente principal de la
jurisprudencia islámica. La segunda fuente es la Sunna: las prácticas de Muhammad y las primeras comunidades islámicas.
La Sunna no es en sí un texto como el Corán, sino la suma de los "hadices"; es decir, las tradiciones originalmente orales
que refieren las palabras y actos de Muhammad.
La ley islámica cubre todos los aspectos de la vida del musulmán. Aquellas leyes islámicas que están expresamente
descritas en el Corán se denominan hudud. Incluyen la prohibición del homicidio, relaciones sexuales extramaritales,
consumo de alcohol y juegos de azar. El Corán también detalla leyes relacionadas con la herencia, el matrimonio, la
compensación en los casos de homicidio o daños físicos; así como reglas para el ayuno, el azaque y la oración. Los
preceptos y prohibiciones son interpretados en la práctica por los eruditos en religión o ulemas.
Otros aspectos legales son dirimidos por los takzir o jueces. Se les da el poder de dictar sentencia siempre ateniéndose a los
principios del Corán y la Sunnah. La ley islámica es directamente aplicable cuando la constitución del país involucrado así lo
establece, como es el caso de Arabia Saudita o Irán. De otro modo, se aplica la legislación sancionada por el estado; que,
según el caso, puede coincidir en mayor o menor medida con la Shariah.
Calendario islámico
El calendario islámico comienza con la Hégira, es decir, la emigración de Muhammad de La Meca a Medina. Ese año
equivale al 622 del calendario gregoriano. Los años del calendario lunisolar pueden tener 354 ó 355 días. Por eso, para
establecer un año islámico, no basta con añadir 622 años al calendario gregoriano.
Los días feriados islámicos, basados en el calendario lunisolar, se celebrarían en distintas fechas cada año, si los lleváramos
al calendario gregoriano.
Otras ramas del Islam
Wahhabismo :
Los wahhabíes son un grupo menor y más reciente. Pertenecen a la rama de los sunníes. El wahabismo es un movimiento
fundado por Muhammad ibn Abd al Wahhab en el siglo XVIII en el Nechd (Arabia central). Su doctrina se basa en la
eliminación de las escuelas de pensamiento o de interpretación del Corán, en favor de seguir literalmente lo expresado por el
libro sagrado. De hecho, consideran que algunos Sunnís son herejes. El wahhabismo está ligado desde sus orígenes a la
historia de la Casa de Saud y es reconocido como la religión oficial de la Arabia Saudita y, por tanto, tienen una gran
influencia en el mundo islámico. En este país se encuentran las dos principales ciudades sagradas de La Meca y Medina y la
enorme capacidad económica de la Arabia para financiar escuelas y mezquitas alrededor del mundo.
Los sunníes y los chiíes han luchado frecuentemente. Algunos sunníes consideran que los chiíes son herejes; si bien, otros
los reconocen como hermanos musulmanes. El Shaikh Mahmood Shaltoot, decano de la Universidad Islámica de al-Azhar
en el Cairo, afirmó que la escuela de pensamiento denominada Ja'fari (otra de las denominaciones de la vertiente chií
duodecimana) es una escuela religiosamente correcta, al igual que las escuelas de pensamiento sunníes.
Jariyitas
Otra secta que data del principio del Islam es la de los jariyitas. Los únicos sobrevivientes de esta secta son los musulmanes
ibadíes, quienes enfatizan el raciocinio y la tolerancia. La mayoría de los miembros de esta secta viven en Omán.
Otro movimiento dentro del Islam se ha denominado progresista. Sus seguidores pueden ser conocidos como Ijtihadistas.
Pueden ser sunníes o chiíes y están a favor de una interpretación liberal y personal del Corán.
Sufismo
El sufismo es una práctica que tiene seguidores entre los sunníes y los chiíes. Según la mayoría de los autores sunníes es el
camino de la práctica del tercer aspecto del Islam, el ihsan o perfección espiritual; por otro lado puede decirse que su
objetivo es el esfuerzo por la adquisición de las características del siervo o ser humano perfecto (insan al-kamil o abd al-
kulli). Enfatizan varios aspectos espirituales como el perfeccionamineto de la fe, el estado de rememoración divina continuo
(dhikr), la purificación del ego (nafs) a través de determinadas prácticas espirituales. La mayoría de sus seguidores se
organizan en cofradías (tariqa en árabe) sufíes. No obstante, hay algunas de ellas que no pueden incluirse dentro de esas
dos ramas, como es la bektashi u otras, como las de aparición en Europa y América, que pertencen a movimient! os new
age.
El sufismo está presente en el mundo islámico desde su Occidente, en países como Senegal, hasta su Oriente, como por
ejemplo Indonesia, como en países europeos o americanos.
Ahmadiyyat
La Comunidad Ahmadía (es una secta) que fue establecida por Hazrat Mirza Ghulam Ahmad en el año 1889 en Qadian
(India). Niegan que Muhammad sea el último profeta, siendo este relevado por el fundador de la secta. Promueve un cierto
sincretismo entre el cristianismo y el islam.
YIHAD
"Yihad" es una palabra de género masculino en su lengua de origen, el árabe; en las lenguas occidentales que han tomado
esta voz suelen emplearla como correlato islámico del concepto de guerra santa, y por esta razón en español, yihad suele
interpretarse como sustantivo femenino, en función de su traducción como 'guerra santa', y como tal lo recogerá el
Diccionario académico en su próxima edición. Algunos arabistas suelen considerar, por el contrario, que debería usarse en
masculino no sólo porque sea éste su género en lengua árabe sino porque lo es el de su traducción literal, "esfuerzo".
Lexicógrafos como Martínez de Sousa coinciden con el criterio académico y sostienen, sin embargo, que los préstamos no
tienen por qué mantener la moción de género de la lengua de la cual proceden, por lo que recomiendan su uso en femenino.
El significado real del término es ampliamente debatido, pues connota un amplio rango de significados que van desde su
interpretación como "lucha espiritual" hasta la lucha física, política o militar. 1 Los islamistas implicados en las formas políticas
o militares de la yihad suelen ser etiquetados en Occidente con el neologismo yihadista, que implica una interpretación
restringida del término yihad.2
El término suele aparecer en el Corán en la fórmula "esfuerzo en el camino de Dios", en el sentido de esfuerzo para hacer
reinar los derechos de Dios, es decir, para defender el Islam. Es importante entender que el Islam, al contrario que otras
religiones, no predica la pasividad ni la mansedumbre sino la lucha individual y colectiva como vía para lograr los valores a
los que aspira. Por eso la yihad es considerado por muchos como el sexto pilar del Islam.
La defensa del Islam, de los musulmanes o de sus países frente al enemigo externo puede, efectivamente, adquirir el
carácter de lucha militar o "guerra santa", y así se halla presente en el Corán, donde se anima a combatir contra los infieles
si el islam resulta atacado:
Combatid en el camino de Dios a quienes os combaten, pero no seáis los agresores. Dios no ama a los agresores.
Matadlos donde los encontréis, expulsadlos de donde os expulsaron. la persecución de los creyentes es peor que el
homicidio: no los combatáis junto a la mezquita sagrada hasta que os hayan combatido en ella. Si os combaten, matadlos:
ésa es la recompensa de los infieles.
Si dejan de atacaros, Dios será indulgente, misericordioso.
[Corán, 2, 186-188]
Se os prescribe el combate, aunque os sea odioso.
Es posible que abominéis de algo que os sea un bien, y es posible que estiméis algo que os sea un mal. Dios sabe, mientras
que vosotros no sabéis.
[Corán, 2, 212-213]
Aunque, en otros pasajes, se anima claramente no a defenderse sino a combatir por la expansión del Islam:
Pero aquellos que creen y que dejan su tierra para ir a combatir por la causa de Dios pueden esperar la misericordia divina.
Y Dios es clemente y misericordioso.[Corán, 2, 256]
La guerra es obligación del creyente. Rehuir la batalla contra los no creyentes es un gravísimo pecado para un musulmán:
quienes lo hagan arderán en el infierno:
Creyentes, cuando os encontréis con no creyentes, preparaos para la batalla y no les volváis la espalda. [Quien esto haga]
incurrirá en la ira de Dios y el infierno será su morada, en verdad una horrenda morada.[Corán, 8, 15-16]
Si no lucháis, Él os castigará severamente y pondrá a otros en vuestro lugar.[Corán, 9, 39]
La yihad entendida como combate tiene su origen, como muchos otros aspectos doctrinales del islam, en el judaísmo,
concretamente en el concepto de «guerra obligatoria» en defensa de la propia comunidad o miljemet mitzvá4 :
Perseguiréis a vuestros enemigos, que caerán ante vosotros al filo de la espada.
El sentido de combate en defensa propia contra el enemigo exterior es el que explica que se haya dado en época
contemporánea el nombre de muyahid (plural, muyahidín), que literalmente significa «el que hace la yihad» a combatientes
en contiendas en principio no religiosas como la que enfrentó al FLN argelino contra el poder colonial francés, la de la
resistencia afgana a la ocupación soviética o, más recientemente, a los milicianos de Hizbullah contra Israel.
Aunque el sentido primero que le da el Corán al combate "en el camino de Dios" sea el de la defensa del islam frente a sus
enemigos, dicha defensa es susceptible de ser entendida como acción ofensiva, y en este sentido se entendió ya desde un
primer momento, en Medina, como afirma por ejemplo el escritor egipcio Saíd Al-Ashmawy: «El término supera el simple
sentido moral para incluir la lucha individual y colectiva contra los paganos de La Meca.»5 Modernamente el término se utiliza
para justificar, por ejemplo, las acciones terroristas dentro o fuera de un territorio musulmán; muchos ven el paradigma
actual de este modo de entender la yihad en los atentados del 11-S contra el World Trade Center, y algunos afirman que
forma parte de un plan musulmán para «conquistar el mundo». 6 Para los líderes islamistas de la órbita de Al-Qaeda y otros
sectores radicales del wah! habismo,7 se trata de universalizar la yihad, a través de un proyecto ideológico y político de
conquista e islamización forzada o destrucción del mundo moderno y no musulmán. 8 Sin embargo, este modo de interpretar
la yihad ha sido rechazado tajantemente por otros líderes islamistas 9 como el sudanés Hasan al-Turabi, jefe del antiguo
Frente Nacional Islámico de Sudán (hoy Congreso Nacional del Pueblo) o como Muhammad Husayn Fadlallah, uno de los
fundadores de Hizbullah. Ambos condenaron los atentados del 11-S por injustos para los estadounidenses y rechazaron la
pretensión de Bin Laden de obtener una sanción religiosa que los justificara. Otro líder islamista y mufti conservador de gran
predicamento, Yusuf al-Qardaui, hizo otro tanto y emitió una fatwa denunciando el «yihad ilegal» de Al-Qaeda. 10 La
influyente universidad de Al-Azhar, también conocida por su conservadurismo, ha rechazado por parecidas razones el
discurso de Al-Qaeda y su entorno. Sin embargo, a juicio de la arabista Anne-Marie Delcambre, incluso la prestigiosa
universidad citada sigue teniendo un inequívoco discurso de guerra 11 y pone como ejemplo una fatwa de esta institución
islámica manifestando la necesidad para la nación musulmana de poseer armas nucleares. 12
Los juristas clásicos reglamentaron profusamente los medios y los límites de la yihad militar (respeto a ancianos, mujeres,
niños, prisioneros, sacerdotes y templos, etc.) No obstante, en la práctica, las reglas de la yihad violenta son tan flexibles
como laxo es el término. Por ejemplo, en rigor, según esa reglamentación clásica, no podría haber combate militar entre
musulmanes, y en la práctica se han dado enfrentamientos armados que han sido calificados de yihad por uno y otro bando.
Según Majid Khadduri, pese a tales reglamentaciones, todo es posible en nombre de la yihad: se permite desde la esclavitud
de los prisioneros hasta su eliminación en masa. Fuera de la "casa del Islam" se considera legitima la guerra para el
sometimiento del infiel: incluso un deber, de acuerdo con la frase que el historiador alemán Egon Flaig, en su artículo «El
islam quiere conquistar el mundo» atribuye al famo! so historiador Ibn Jaldún (siglo XIV): "En el Islam la Yihad está prescrita
por la ley, porque éste tiene un mensaje universal que atañe a toda la humanidad que libremente o por la fuerza deberá
convertirse a la religión del Islam".13
Aparte del aspecto violento, el más conocido entre no musulmanes, la yihad es también la predicación pacífica, la defensa
dialéctica del Islam, la explicación de la doctrina islámica a los no musulmanes, etc. La teoría clásica, especialmente entre
moralistas y místicos, entiende que lo anterior, es decir, la lucha exterior, por medios pacíficos o violentos, es el "pequeño
yihad", mientras que el "gran yihad" sería la defensa del Islam en uno mismo, es decir, el combate espiritual, o dentro de la
propia comunidad. En la actualidad muchos regímenes musulmanes usan el término (gran) yihad para referirse a la lucha
contra el subdesarrollo, el hambre, el analfabetismo, al tiempo que la oposición añade la lucha por las libertades, la justicia
social, etc. Es decir, que siendo el concepto de yihad tan amplio, a menudo es una bandera que puede enarbolarse para dar
legitimidad a todo tipo de políticas y disputas. Autores como Anto! ine Moussali (sacerdote de origen libanés y buen
conocedor del árabe literario y del Islam) señala que «es el sentido de guerra santa el que prima, en el Corán, sobre la de
yihad interior. La diferencia entre gran yihad (esfuerzo sobre sí mismo) y pequeña yihad se remonta al siglo IX, con el final
de la primera oleada de las conquistas islámicas».
El Islam tolera a judíos y cristianos, pues les está permitido vivir y practicar su religión en territorios musulmanes aunque
tienen que pagar un impuesto especial, la "Yizia", sustitutiva del zakat. El uso de la fuerza para convertir al incrédulo al Islam
está prohibido.
El Islam contemporáneo
Si bien el más famoso movimiento del Islam en tiempos recientes ha sido el fundamentalismo islámico, existen diversas
corrientes liberales que ven como alternativa el alinear al Islam con los tiempos contemporáneos.
Este movimiento no está dirigido a cuestionar los fundamentos del Islam; sino que trata de aclarar malas interpretaciones o
abrir paso a la renovación del Islam como un centro moderno de pensamiento y libertad.
La filosofía de Avicenna era una combinación de Aristotelismo y Neoplatonismo y contrario al ortodoxo pensamiento
islámico. Negó la inmortalidad personal, el interés de Dios en los individuales y la creación del mundo en poco tiempo.
Se convirtió en la meta principal de un ataque de filosofía, comenzada por el filósofo islámico Al-Ghazali; sin embargo la
filosofía de Avicenna continuó influenciando a través de la Edad Media. Murió en el año 1037.
Al-Ghazali: Su nombre completo es Abu Hamid Muhammad ibn Muhammad at-Tus al-Ghazali. Filósofo y teólogo islámico
cuyo nombre latino es Algazel.
Nació en Tus, cerca de Percia en el año 1058, teniendo ganada una excelente reputación escolar, en 1091 fue designado
por Nizarn al-Mulk, para enseñar en la universidad Nizamiya en Bagdad. En 1095 siguiendo una crisis de pelea personal
renunció a su posición, dejó a su familia y se convirtió en un ascético (dominio de uno mismo mediante la ejercitación del
espíritu).
Después de diez años de meditación, aceptó otra posición como profesor en Nishapur pero la dejó pronto y se retiró a Tus.
Al-Ghazali reportó su lucha interna y la solución religiosa, finalmente logró en "La liberación del Error", un trabajo que ha sido
comparado con "Las Confesiones" de San Agustín. En "El resurgimiento de las ciencias religiosas" presentó su unificado
punto de vista de la religión incorporando elementos de tres fuentes formalmente consideradas contradictorias: tradición,
intelectualismo y misticismo.
El trabajo ha sido considerado el mejor libro de religión escrito por un musulmán.
Después de dominar los métodos de filosofía se limitó a refutar las teorías neoplatónicas de otros filósofos, particularmente
aquellas de Avicenna, las cuales eran opuestas a la doctrina religiosa ortodoxa.
Muere en el año 1111.
Averroës: Su nombre completo en Árabe es Abu al-Walid Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushd.
Árabe español filósofo, jurista y físico islámico, nació en Córdoba, España en el año 1126. Su padre, un juez en Córdoba lo
instruyó en jurisprudencia musulmana, en su ciudad nativa estudió teología, filosofía y matemática bajo la enseñanza del
filósofo Ibn Tufayl y medicina bajo la enseñanza del físico Avenzoar.
Fue asignado juez en Sevilla en 1169 y en Córdoba en 1171; en 1182 se convirtió en el jefe físico de Abu Yasqub Yusef,
califa de Morroco y muslmán de España.
Averroës sostiene que la razón tiene prioridad sobre la religión y que las verdades metafísicas pueden ser expresadas en
dos caminos: a través de la filosofía, como la representación de Aristóteles o a través de la religión la cual es verdad
presentada en una forma que la persona ordinaria pueda entender.
Aunque no propuso actualmente la existencia de los dos tipos de verdades, sus puntos de vista fueron estudiados por los
pensadores cristianos, quienes lo llamaron "La teoría de la doble verdad".
Rechazó el concepto de una creación del mundo en la historia del tiempo, mantuvo que el mundo no ha comenzado. Dios es
el "primer motor", la fuerza del movimiento propio que simula todo movimiento, quien transforma el potencial en el actual. El
alma individual humana emana de un alma universal. Los comentarios extensivos de Averroës sobre los trabajos de
Aristóteles fueron traducidos al Latín y al Hebreo e influenciaron la escuela escolástica de filosofía en europa medieval. Su
principal trabajo independiente fue Tahafut al-Tahafut(La incoherencia de la incoherencia), una refutación del ataque sobre la
filosofía neoplatónica y aristoteliana por el teólogo islámico Al- Ghazali. Murió en el año 1198.
¿Cuál es la condición femenina en el Islam?
La condición de la mujer en los países islámicos está cambiando rápidamente. Los hombres pueden tener hasta cuatro
mujeres, esto es algo raro en la actualidad y la mayoría tiene solo una. Ésto se debe que para tener cuatro mujeres debe
tener suficiente dinero para mantenerlas y hoy en día es difícil mantener una y mucho más mantener cuatro.
La tradición dice que un hombre puede divorciarse de su mujer declarando tres veces oralmente que tiene la intención de
divorciarse (el repudio), pero la mujer no puede hacer lo mismo. Sin embargo, las reformas en algunos países han permitido
desde hace poco que la mujer pueda divorciarse bajo ciertas circunstancias, por ejemplo si el marido se casa con una
segunda mujer después de haberse comprometido en el contrato de matrimonio a tener una sola.
Muchas mujeres visten según la tradición islámica, cubriéndose todo el cuerpo incluyendo manos, cara y pelo. Actualmente
se permiten mostrar el rostro y las manos, y algunas incluso visten un discreto estilo occidental, aunque conservan su
vestimenta islámica para acudir a la Mezquita y para oraciones en casa.
Hoy muchas mujeres jóvenes trabajan, algunas ocupan altos cargos en el gobierno o tienen sus propias empresas. No
existen restricciones para el acceso de la mujer a la vida laboral y profesional, salvo para desempeñar la función de Cadí
(Juez).
Pero hace unos años ésto no era tan así, la mujer musulmana se pasaba su vida en el aislamiento total del harem, en el que
se ocupaban de cuestiones domésticas, de vigilar el trabajo de las criadas, de cuidar a los niños o de bordar. Su vida social
estaba limitada a las reuniones de familia.
Lady Montague, mujer de un embajador inglés dice: "las ocupaciones principales de la mujer consisten en visitar a las
vecinas, ir a los baños turcos, gastar con prodigalidad e inventar nuevos modelos de vestidos."
Las mujeres usan distinto tipo de ropa para estar en su casa y para salir. Para salir utilizan un velo que les cubre la cara y
además llevaban una especie de chalvolante llamado charchaf. Había una variante de esa vestimenta que era una
combinación del feradje y del yachmak; el primero era una especie de manto de formas imprecisas y el segundo un velo que
dejaba los ojos al descubierto.
Por otra parte les está prohibido a las damas musulmanas ir en coche o pasearse a pie por los barrios, así como entrar al
gran bazar y sentarse en las tiendas. Se les prohibe también reunirse en grupos públicamente, si la policía las ve es su
deber invitar a las interesadas en dispersarse, se le dirá a la dama mayor de todas o a sus sirvientes, esto es a juicio del
policía.
Otra regla es que los hombres que dirijan la palabra a una mujer o le hagan señas en la calle, serán castigados de acuerdo a
determinados reglamentos ya establecidos.
Pero éstas disposiciones no fueron siempre aplicadas al pie de la letra, hubo una época llamada "de los tulipanes", en la
segunda mitad del siglo XVIII, en que la mujer tuvo cierta libertad, vestida con un feradje asistían a fiestas y espectáculos al
aire libre.
Poco a poco se introdujo la vida en el Harem en Persia y Bizancio, pero en el siglo XV se dividió éste en una sección de
mujeres o Harem y una de hombres o Selamlik, en poco tiempo se convirtió en una costumbre de la población en las casas
particulares.
Hasta que finalizó la primera Guerra Mundial hombres y mujeres viajaban separados en los vehículos de transporte público.
Entre 1918 y 1923 fueron varios los cambios que sufrió la situación de la mujer.
Primeramente el éxito profesional correspondía únicamente al hombre; sin embargo aquellas mujeres que no carecían de
habilidad ni de inteligencia, llegaron a realizar numerosos intentos para abolir la discriminación e imponer sus derechos en la
sociedad.
A partir del momento que las mujeres musulmanas pudieron estudiar en liceos y universidades un gran número de ellas se
orientó a las carreras más diversas pero solo se les permitía inscribirse en la facultad de Derecho o de Letras. Aquellas que
aspiraron a estudias medicina no pudieron hacerlo, posteriormente aparecieron artículos en la prensa en que se informaba
que era poco probable que las mujeres pudieran seguir esa carrera con éxito. Pero en Turquía fueron aprobadas las
aspiraciones de éstas estudiantes y siete chicas se pudieron inscribir en setiembre de 1922 en la facultad de Medicina de la
universidad de Estambul. Pero todavía estaban sometidas a las viejas costumbres de sus vestimentas, debían llevar velo en
los anfiteatros y no lograron sacárselo hasta 1925.
Las alumnas terminaron sus estudios en 1927 y recibieron después de un año de práctica el diploma, primeramente
trabajaron como médico general pero no pasó mucho tiempo en que quisieran perfeccionarse y continuar mejorando cada
día más y pretendieron especializarse, por supuesto la mayoría de sus colegas masculinos se negaron diciendo que pese a
los excelentes estudios que hicieron, en la práctica no resultaría. Con el tiempo las mujeres rompieron las barreras y se
especializaron, demostrando su excelente capacidad también en éstas ramas.
Hoy en día encontramos mujeres musulmanas en todas las profesiones, desde diplomas universitarios hasta el teatro.
Desde el punto de vista familiar, la familia está sometida a la autoridad del padre. Éste posee numerosos derechos sobre la
esposa. El tipo de familia más característico es la llamada familia extensa patriarcal (usra). Está compuesta por las familias
monógamas constituidas por los hijos del mismo padre que viven bajo el mismo techo, todos juntos pueden sumar desde
unos 20 a 50 miembros que permanecen unidos mientras viva el patriarca.
El matrimonio es endogámico, es decir se casan entre familiares. La mujer se casa muy pronto, apenas núbil, entre los 8 y
18 años, el varón entre los 14 y 18 años.
Primeramente se acuerda el casamiento entre los padres sin tener en cuenta a los jóvenes, por ello el repudio es tan
generalizado. Es la madre del novio quien tiene que encontrar una esposa para su hijo; visita las familias y negocia el mahr
(la dote) y el shart (los gastos de nupcias y el ajuar). No se permite el adulterio, y para las mujeres es difícil repudiar, ya que
tiene que dar sus explicaciones de porqué, en cambio el hombre puede repudiar sin deshonrar a su familia.
Finalmente tenemos dos puntos de vista de la vida de la mujer en el mundo islámico, uno es el negativo donde culpa a la
mujer de muchos delitos religiosos en los cuales también está involucrado el hombre. Y el otro es el positivo donde los iguala
ante el Corán.
Comenzaremos el primero estableciendo la opinión del Dr. Yusuf al-Qaradawi. Éste musulmán dice que muchos han
adoptado la ética de Judeo-Cristiana que ve a las mujeres como la fuente de la tragedia humana debido a su alegado papel
bíblico, como las tentadoras que sedujeron a Adam en desobediencia a su Señor. Tentando a su marido a comer la fruta
prohibida, ella no solamente desafió a Allah, sino que causó la expulsión de la humanidad del paraíso, instigando así todo el
sufrimiento humano temporal.
Todas las personas que sostienen este mito bíblico y están contra las mujeres han hecho archivos Pseudo islámicos tales
como hadices (hadith) falsos y débiles. Esto lleva a la creencia errónea de la inferioridad de la mujer y trae aparejado su
discriminación.
Pero sin embargo no hay nada en la doctrina islámica o en el Corán que sostenga que las mujeres son responsables de la
expulsión de Adam del paraíso o de la consiguiente miseria de la humanidad.
Aunque el Islam ha honrado y ha autorizado a la mujer en todas las esferas de la vida, hay sociedades enteras que han
maltratado a sus miembros femeninos como resultado de la interpretación de hadices y de la negatividad general.
Un ejemplo de Pseudo hadith es: "consulta mujeres y haz lo contrario", esto podemos escucharlo hoy en día en nuestra
civilización como un dicho "machista" pero no como en el mundo Árabe donde está escrito, no es lo mismo una opinión
verbal que muchas veces no es tal como se piensa a una idea fija y escrita donde se toma con más respeto. Otro es: "la
mujer es todo mal, y el mal más grande sobre ella es el que el hombre no puede hacer sin ella", esto es como decir
que la mujer es un mal necesario y que el hombre tiene parte de culpa porque no puede vivir sin ella. Finalmente
escribiremos otro para demostrar el peso que cae sobre las mujeres: "No he dejado un mayor daño a los hombres que
mujeres", esto asume que el daño implica que las mujeres son una maldición que se soportará como se debe aguantar
pobreza, hambre, enfermedad, muerte y miedo.
Pensar que esto parece muy vago pero realmente está escrito como un hadith que es parte del Corán pero no es un Corán
verdadero sino falso e inventado por los hombres resentidos.
La mujer no ha tenido mucha suerte entre la mayoría de los pueblos de la antigüedad, en algunos diálogos de Platón éste
nos recuerda como Sócrates la considera "Parte de los demás bienes, así el arado, la burra y la mujer".
Por otro lado, visto desde otro punto de vista, la economía islámica interesa a la mujer como musulmana, como productora y
como consumidora. Es obvio que las mujeres "son semejantes a los hombres" ya que la vida religiosa y su destino dependen
de las acciones de los musulmanes y de las musulmanas por igual, así está asentado en el verdadero Corán.
El problema fundamental es que es difuso el límite donde debe terminar lo material y comenzar lo moral para que la mujer
musulmana pudiese cumplir con sus responsabilidades en una vida sana y feliz. Porque por ejemplo si un hombre musulmán
paga a una mujer para hacer los quehaceres de la casa, ésta recibe lo material pero de be haber una armonía con respecto
a su propio hogar, comenzaría aquí la moral.
Pero la mujer debe cumplir con todos los deberes que se les ha otorgado dando todo lo que puedan, en el Corán está escrito
de la siguiente manera:
"Dios no pide nada a nadie, más allá de sus posibilidades".
Esto significa que no se exige a los seres humanos sino en la medida de su capacidad y como la mujer está frente al Corán
igualada al hombre, por lo tanto ella tampoco debe ser exigida más allá de sus posibilidades.
Además un segundo planteamiento es que todo musulmán pueda superar su egoísmo permitiendo a su fiel hermana ejercer
todos los derechos que la ley religiosa le ha concedido.
En la época de la Ignorancia, la mujer Árabe sufrió una situación de desastrosa humillación. Fue considerada como simple
objeto entre las demás propiedades del hombre.
La mujer que trabaja se encuentra así confrontada a dos tipos de argumentos: una tesis tradicionalista que predica el ideal
de mujer como madre y como espesa y un segundo argumento modernista que le concede el derecho al trabajo, a la
formación, a la promoción profesional y que la considera como uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico y
social de su nación, éstos dos argumentos proponen su liberación.
A pesar de todo ésto la mujer musulmana debe tomar conciencia de su papel de esposa y madre en el hogar, sin recelos
hacia la posibilidad de aprender una profesión y ejercerla, e iniciarse en la vida económica de su país. Solo que el riesgo es
grande si se produce su emancipación "fuera de un marco moral."
¿Habrá sitio para ésta organización social urbana donde la mujer se encuentre en la vida social y económica y que también
tenga la posibilidad de asumir los problemas contemporáneos sin contradecir los principios islámicos?
Para que esto suceda se necesitará de un conocimiento de las teorías de la evolución histórica junto a un conocimiento de
las doctrinas y de lo hechos sociales y económicos del mundo, gracias a Dios éstos conocimientos hasta el día de hoy se
han dado.
Concluyendo podemos decir que no se pueden unir las mujeres occidentales con las orientales, ya que como hemos visto
hay muchas diferencias de necesidades y religiones.
Cuando la novela o el cine occidentales han querido mostrarnos el misterio y la sensualidad no han tenido reparos en
llevarnos de viaje al oriente, tierra remota donde siempre halló su fecundo contraste la agotada clase intelectual europea.
Esto nos lleva a ver de forma falsa la posición de la mujer en el oriente, ya que no podemos interferir en sus vidas distintas a
las nuestras porque podríamos producir un "crack" social, un desconformismo de la mujer hacia su estado y éste ya está
dispuesto por el Corán.
Por ejemplo a un lector que nunca ha leído nada o ha sido mal informado sobre ésta civilización puede parecerle repugnante
la situación de la mujer, estando en toda su razón.
Actualmente se ha aprobado una ley de protección de la mujer en el oriente. Pero ésta protección es para protegerla de la
influencia occidental. Ya que ésta a través de los medios de comunicación llega con sus adelantos hasta el oriente.
En realidad no es a favor de la mujer viéndolo desde nuestro punto de vista ya que ellos lo consideran "ilegal y poco
religioso", porque el Corán tiene como igual a la mujer y al hombre y si ella se maquillara habría una diferencia que va más
allá del sexo
¿Qué significa ser musulmán?
¿Cómo puede uno saber quién es y quién no es musulmán? ¿Cómo actúa el musulmán?
El musulmán actúa de acuerdo a lo que dice y lo que piensa. Si vemos a alguien diciendo una cosa y
haciendo lo contrario, seguramente él no es un musulmán.
El Corán dice:
“¡Creyentes! ¿Por qué decís lo que no hacéis? Dios aborrece mucho que digáis lo que no hacéis. Dios
ama a los que luchan en fila por Su causa, como si fueran un sólido edificio.” (Corán 61; 2-4).
El musulmán no solamente debe serlo interiormente, sino que debe creer con su corazón, declarar su fe
con su lengua y confirmarla con sus acciones. Y uno no es creyente sino hasta que pone en práctica la
religión. Sólo con la práctica puede uno llegar a ser creyente.
El musulmán es el que cree en Allah (SWT), los Profetas y el Día del Juicio y el que actúa de acuerdo
con el Corán y la Sunnah del Profeta(SAW) y cree en el Más Allá. No es musulmán solo por llamarse
Mohamed, Ali, Omar; ni tampoco por hablar bien el árabe.
El musulmán es aquel que tiene un comportamiento bueno consigo mismo y con los demás.
El musulmán es un ser humano con un carácter superior al de los demás hombres, ya que él controla
sus impulsos y no daña a nadie, ni insulta a los otros.
El musulmán es aquel que no engaña a sus parientes ni a sus conocidos.
El musulmán tiene un comportamiento, modales y cortesía ejemplares, tomando como ejemplo al
Profeta (SAW).
El Profeta (SAW) dijo:
“Nadie de vosotros es creyente sino hasta que sus inclinaciones estén de acuerdo con las verdades que
yo he traído”.
También dijo:
“Aquel que se va a acostar con el estómago lleno mientras que sus vecinos no tienen qué comer, no es
musulmán”.
El musulmán debe preocuparse por el bienestar de los demás, incluso antes que por el propio bienestar.
Allah dice en el Corán:
“ ¿Qué te parece el que desmiente el Juicio? Es el mismo que recjaza violentamente al huérfano y no
anima a dar de comer al pobre.” (Corán 107,1-3).
El musulmán sigue el Islam, el cual es el someterse a la voluntad de Allah. El Islam está sostenido por
cinco pilares y si falta un pilar, el Islam de esa persona se desploma y se acaba. Todos los pilares son
parte de la fe y de la piedad.
El musulmán debe estar consciente en todo momento de su lugar en el universo y de su finalidad en la
vida.
El Corán dice:
“No he creado a los genios y a los hombres sino para que Me adoren.” (Corán 51;56).
Como musulmán el hombre debe confiar en la voluntad de Allah (SWT), en que Él sabe más.
Y como dice en el Corán:
“Que los que confían, confíen en Allah”.
Y, “Puede que los infieles deseen haber sido musulmanes…” (Corán 15; 2)
MAHOMA
* Mahoma fue el creador de esta religión.
* A los 40 años se sintió profeta y empezó a predicar en forma no muy clara, por lo que no logró muchos adeptos.
* Era viudo pero había heredado mucho dinero.
* Sus primeros discípulos fueron algunos de sus parientes
* Mientras meditaba se le había aparecido el ángel San Gabriel y le instigó a conseguir por las fuerzas la difusión de
la palabra de Alá.