Función Supervisora
Función Supervisora
Función Supervisora
supervisora
CURSO PARA SUPERVISORESY DIRECTORES
DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS
La función
supervisora
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ISBN: 950-00-0229-9
Está permitida la reproducción total o parcial del presente material, colocando el texto entre comillas y citando
la fuente.
Tirada de esta edición 3.000 ejemplares. Distribución gratuita.
Este libro se terminó de imprimir en el mes de enero de 1999, en los talleres de IPESA.
Buenos Aires, República Argentina.
Ministra de Cultura y Educación de la Nación
Lic. Susana Beatriz Decibe
Los equipos de conducción tienen aquí un papel central como líderes e impulsores del
cambio y la innovación en las escuelas. Para ello se necesitan nuevas competencias; es-
cuchar a cada integrante sin perder de vista a la totalidad de la institución, hacer del
trabajo individual un producto colectivo, potenciar las capacidades individuales de cada
uno de los miembros de la institución, facilitar la articulación abriendo nuevos caminos
de participación y acción.
Coordinación académica:
Mariana Vera Rossi
Serafín Antúnez
Antonio Zabala
Gregario Casamayor
Francisco lmbernón
Redacción:
María Teresa Lugo, Mariana Vera Rossi, Serafín Antúnez, Carlos Alberto Ruiz, Gregario
Casamayor, Resana Edith Sampedro,José Escaño, Joaquín Gairin, María Gil, Nuria Giné,
Francisco lmbernón,Antonio Latorre,José Luis Medina, Carlos Mendieta,Arturo Par-
cerisa, Silvia Mariela Grinberg,Jesús Rul, Neus Sanmartí,Antonio Zabala, Gabriela Ana
Saslavsky, María CristinaAIIevato, Lidia Marta Castiñeiras, Clara Viviana lngrassia, María
Cristina Catan o, María Inés Lucca, Beatriz Cohen, Francisca Fischbach, Adriana Mabel
Serulnikov, Estela Soriano, Teresa Socolovsky, Ariel Ritterbush, Cristina Victoria Orce,
Mirta Isabel Mayorga, Cecilia Flood, Oiga Mercedes Espósito, Graciela Crespí, Grade-
la Feijoó, María Luz Chechile,Verónica Tomas, Susana Mamanis, Celia Haydeé Méndez,
Elisa Lemas.
Equipo de Colaboradores:
Viviana Inés Dedovich, Marcela Edreira, Mariana Patricia Salas Moyana, Indiana M. Corna.
Los manuales de la obra son de carácter autoformativo, por lo que la estructura
presenta, además del texto que desarrolla los contenidos, algunos elementos
para guiar y orientar la lectura.
Resumen Glosario
@] Disquete
,
lndice
Presentación... .................................................................................................................... . 11
Bibliografía........................................................................................................................... 91
Glosario................................................................................................................................. 95
Presentación
Muchos son los cambios que se han ido introducido en el sistema educativo a partir
de la sanción e implementación de la Ley Federal de Educación. Cambios en la estruc-
tura curricular, en la organización y gestión institucional, en la estructura del sistema,
en los sistemas de evaluación de la calidad de la educación y la capacitación docente.
En este contexto de transformación quienes ocupan cargos de conducción t ienen an-
te sí un gran desafío. No sólo acompañar estos procesos sino ser promotores y facili-
tadores de la innovación en las instituciones educativas.
Asimismo, dado que toda nueva estructura se asienta, al decir de Castoriadis sobre las
bases del edificio que le dio origen, entonces la reflexión sobre la historia de esta fun-
ción cobra particular importancia.
Desde esta perspectiva, a lo largo del libro se analizan las distintas formas que fue asu-
miendo la supervisión. Estas modalidades se fueron perfilando a lo largo de la histo-
ria de l sistema educativo. A partir de estas aproximaciones se reflexiona en torno a
las nuevas funciones que deberían asumir en el presente contexto. Las tareas de ase-
soramiento, el uso de la información como insumo para la toma de decisiones, la eva-
luación de las acciones para orientar y guiar los procesos de transformación e inno-
vación, son entre otras cosas las funciones que pueden pensarse como centrales en la
actualidad.
A partir de estas reflexiones, este libro pretende ofrecer herramientas que faciliten la
construcción de una gestión supervisora que promueve la participación, la innovación.
Para que esto s~a posible es importante que los supervisores como equipo de traba-
jo generen espacios de planificación conjunta a los efectos de mejorar la calidad de la
enseñanza en las instituciones educativas. El Proyecto Educativo de Supervisión es, en-
tonces la herramienta que permite la planificación en conjunto.
La función supervisora 11
De esta manera,se posibilitará el tránsito hacia una nueva forma de concebir la función
supervisora como práctica planificada que distribuya esfuerzos, tiempos y recursos en
función de las necesidades concretas, previamente priorizadas, en el marco del Proyec-
to Educativo de Supervisión.
En este libro encontrará estrategias y herramientas que puedan facilitar los procesos
de recolección y uso de la información como insumo para la toma de decisiones. Se
entiende a la información formando parte de un proceso más amplio vinculado con la
planificación y diseño de estrategias de intervención en las instituciones. Las herramien-
tas, técnicas y procedimientos que se presentan pueden servir de ayuda para el desa-
rrollo y planificación de las tareas que a diario realiza.
LA FUNCION SUPERVISORA
EL CAMPO DE LA LA FUNCIÓN
SUPERVISIÓN SUPERVISORA
LA INFORMACIÓN PARA LA
TOMA DE DECISIONES
PROYECTO EDUCATIVO DE
SUPERVISIÓN
Introducción
La reflexión en torno al campo de la supervisión, sus ámbitos de actuación y desem-
peño se encuentra íntimamente ligada con la revisión de algunas de las coordenadas
que dieron origen a la función supevisora.
Intentar dar respuesta a preguntas como éstas permitirá comprender algunas de las
improntas que configuraron esta función y que de una manera u otra se encuentran
presentes en la actualidad. En otras palabras, la constitución histórica de la función
ocupa un lugar central en la formación de la identidad del ro l, ya que conformó un
cuerpo de actitudes y saberes que se transmiten generación tras generación, tanto a
lo largo de la historia escolar de cada supervisor, como, a través de la socialización e
inserción laboral posterior.
Ideas clave
• El campo de la supervisión a lo largo de la historia se consti-
tuyó como un espacio de articulación entre e l nivel central y
las instituciones educativas.
• El desafío en la actualidad es configurar esta función vinculada
con e l asesoramiento, dinamización del cambio y la innovación
en las instituciones educativas.
Es en este contexto cuando aparece la función del "inspector". Tal como describe
Dussell ( 1995). En la Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires de 1875 se
señala la necesidad de "vigílar la conducta de los maestros y cuidar que practiquen
los sistemas de enseñanza y se cumplan los reglamentos y disposiciones del Conse-
jo General". Esta misma Ley, en su art. 34 prescribe para los inspectores la obligación
de visitár al menos una vez al año las escuelas de su jurisdicción y remitir informes
a la administración.
Los inspectores escolares llevaban el "espíritu" del Estado Argentino de la época, creían
que todo estaba por hacerse, creían ante todo en el desarrollo de la instrucción públi-
ca y en el avance de la civilización.
La particularidad del sistema educativo en ese momento (fines del siglo XIX y princi-
pios del XX) con escuelas distribuidas por todo el país y en algunos casos muy distan-
tes de los centros neurálgicos, hacía necesario contar con personas que pudieran no
sólo conocer lo que sucedía en las instituciones sino también que pudieran oficiar co-
mo articuladores_entre los niveles políticos-administrativos y las instituciones. Es decir,
ser el eslabón, el canal de circulación de la información.
De aquí que la figura del supervisor haya surgido como cuadro intermedio de una
cadena. Esta es quizá la huella más importante que esta función ha asumido y "por-
tado" hasta el presente: ser la bisagra, el puente por el que circula informa-
ción, normas, demandas, necesidades, etc., entre los diferentes actores del
sistema.
Gráfico N° 2: "El supervisor como articulador e ntre el nivel central y las instituciones"
Ahora bien, ¿por qué las ideas de control y vigi lancia han quedado emparentadas a la
supervisión?; ¿por qué la supervisión se ha ligado fuertemente con la idea de control y
vigilancia?
Todos los actores del sistema, incluso los alumnos, pue den recordar la confusión que se
crea en las instituciones cuando un llamado telefónico anuncia la llegada del supervisor.
Revisar algunos supuestos vinculados con el modelo de gestión en e l que fue creada esta
figura permitirá comprender estos supuestos para asf poder redefinir esta función hacia
tareas más vinculadas con el asesoramiento, orientación y promoción de la innovación.
Generalmente se hace alusión a la noción de gestión burocrática. Pero, ¿en qué con-
siste y cómo impacta esto en la supervisión?<1>
1
(Dado que excede los limites de este líbro, sólo se hará mención a aquellos aspectos que pueden ayudar a com-
prender mejor la función que aquf se está analizando).
La función supervisora 11
Esta tarea de articulación en el marco de una pirámide deviene en control cuando una
de las tareas centrales de quien supervisa y articula las extremos, es observar el cumpli-
miento de las normas y procedimientos que se fijan en la cúspide. En este sentido, la "nor-
ma se hizo para ser cumplida" y debe haber alguien que pueda vigilar su cumplimiento.
La idea de funcionario remite a la imagen de una persona que realiza una tarea de mo-
do eficiente y que no permite que sus intereses impregnen su accionar. De esta manera
dentro de la pirámide hay quienes definen los cursos de acción, quienes lo llevan a cabo
y quiénes garantizan que las acciones respondan a aquello que se había planificado.
En definitiva este modelo de gestión, como puede observarse, escinde la decisión de la
ejecución en dos polos y construye un nivel intermedio que cumple las tareas de arti-
culación y control.
.....
1
DECISIÓN
Articulación y control
i
1
~
EJECUCIÓN
Es así como se estaba creando un sistema y había que darle forma a las es-
cuelas que se encontraban distribuidas por todo el país.
Con estas primeras características, un funcionario que cumple esa tarea de trans-
misión, de circulación e incluso de contacto, configura la función supervisora.
Los aspectos mencionados -ser bisagra, trabajo individual, solitario y ais lado, etc.- son
algunos de los rasgos que fundan a la supervisión; sin embargo en diferentes contextos
sociales y organizacionales esta función asumió características muy diversas.
En algunos períodos las tareas estuvieron más vinculadas con el control y la vigilancia
del cumplimiento de las normas, lo cual llevó a que en muchos casos las palabras su-
pervisor e inspector se usaran como sinónimos. El supervisor/inspector era quien
fiscalizaba la vida institucional con la finalidad de sancionar las deficiencias para, entre
otros aspectos, mantener pautas de acción comunes y corregir las desviaciones.
Otras formas de concebir a la supervisión, se vincu laron con el desarro llo del plan de
estudios, de la tarea doce nte, e l asesoramiento a los diferentes niveles del sistema, des-
de las instituciones hasta los niveles políticos.
Interesa preguntarse entonces, por el lugar que ocupa el supervisor en el marco de los
actuales procesos de transformación y cambio del sistema educativo. La creciente au~
La idea del supervisor como articulador de las demandas surgidas en los diferentes ám-
bitos quizás puede ser pensada como la mayor fortaleza de la función; pero podría
transformarse en una debilidad si solamente da respuesta a la demanda sin capacidad
para prever, anticipar y organizar su accionar. Esto puede suceder, básicamente, si su es-
pacio de decisión no se delimita correctamente.
2
El carácter provincial y nacional de cada una de estas normativas responde a que recién a fines del siglo XX con
la promulgación de la Ley Federal de Educación se sancionó una ley con alcance nacional.
La función supervisora ~~
1.3. Hacia la redefinición del campo
Delimitar el campo específico de la supervisión de~anda identificar aquellas funcio-
nes que no pueden ser delegadas en otros actores de la gestión del sistema educativo
y, que si no son efectivamente desempeñadas dejan un espacio vado de decisiones que
repercuten en los resultados.
Sólo será posible dilucidar esta especificidad si se clarifican los ámbitos de competen-
cia y responsabilidad que tienen los directores (o equipos directivos) y aquellos que
corresponden a los supervisores.
Como no puede ser de otra manera, la supervisión atraviesa las mismas vicisitudes que
la educación y los sistemas educativos. De manera tal que lo que sucede en el ámbito
del aula refleja o se corresponde, con lo que ocurre en los niveles más amplios de or-
ganización y gestión y viceversa. Puede señalarse, entonces, que el desarrollo de la su-
pervisión no es ajeno a este hecho.
Los ámbitos o niveles antes considerados (nivel central y de las inst. ed.} definen el
campo de trabajo del supervisor. Una mirada más amplia resalta la importancia de los
otros dos ámbitos generalmente poco considerados: el equipo de supervisores y la
zona de supervisión en donde trabaja con todos los directores de las escuelas de su
zona. En estos dos casos ya no se trata de un supervisor trabajando aisladamente sino
de supervisores trabajando en equipo, elaborando proyectos, etc.
El nivel central
El equipo de supervisores
EQUIPO DE SUPERVISORES
A partir de esta instancia de articulación, se hace posible el trabajo en equipo entre los
supervisores que desarrollan sus acciones en zonas cercanas para planificar la tarea, no
ya desde la soledad del cargo sino en conjunto.
3
En las provincias existen diferentes formas de organizar las zonas de supervisión. Las hay por niveles de ense-
ñanza (cada nivel organiza la supervisió n por zonas que pueden o no coincidir con los o tros niveles o tipos de
enseñanza). Existen otras provincias donde se dividen las zonas por regiones y en cada una de e llas se integran los
diferentes niveles de supervisión.
Cada uno de estos ámbitos de trabajo (el aula, la institución, la zona, etc.) tiene una es-
pecificidad propia, y a la vez se implican mutuamente en la estructura y funcionamien-
to del sistema educativo. Lo específico debe ser tenido en cuenta, pero esto no puede
hacer perder la visión de la totalidad. Así, por ejemplo, no se puede considerar al aula
fuera del contexto de la institución y a las instituciones aisladas del conjunto o medio
en el que interaccionan.
La función supervisora 11
sión consiste (o debe consistir) en una atenta mirada del entramado institucional más
amplio, en el que debe intervenir, cuando las instituciones se encuentran en situaciones
conflictivas. Entre estos dos polos existe una amplia gama de posibilidades que, sin du-
da, enriquecen el papel del supervisor, complejizan el ejercicio de su tarea y le otorgan
especificidad.
El siguiente cuadro pone de manifiesto los principales desafíos y las funciones específi-
cas que se esperan de un supervisor que actúa, efectivamente, como motor en la pro-
moción de los procesos de transformación e innovación en las escuelas:
(continúa)
La función supervisora
cada uno d.e los miembros del grupo que se ha constituido sino, también, la ne-
cesidad de construir colectivamente dispositivos de análisis y de evaluación, hi-
pótesis de trabajo conjunto, estrategias de acción que permitan abordar situa-
ciones complejas individuales e institucionales, etc.
En el marco de un proceso de transformación e innovación, estos espacios de
acción y reflexión conjunta se presentan como un territorio de contención por
excelencia, tanto de las personas como de las relaciones institucionales que se
ponen en práctica, lo que redunda en un claro beneficio a la hora de alcanzar los
resultados deseados en las instituciones y, por lo tanto, en el sistema educativo.
De lo que se trata es, en definitiva, de poder realizar con éxito el tránsito de
la función supervisora tradicional hacia una gestión racionalmente planificada,
que permita distribuir esfuerzos, tiempos y recursos en función de las necesi-
dades concretas previamente priorizadas.
Introducción
Los cambios que se introducen en el sistema a partir de la Transformación Educativa lle-
van a un replanteo de las funciones de cada uno de los actores del sistema. En este con-
texto de transformación y cambio se vuelve necesario analizar y reflexionar acerca de la
función supervisora para enmarcarla en un campo que le otorga sentido y direccionalidad.
El estudio y análisis de las función permitirá definir con acierto el campo de la super-
visión y enmarcar las tareas dentro del contexto en el que se desarrollan.
Asimismo, se vuelve necesario construir una mirada que permita describir, compren-
der e interpretar el marco de actuación del supervisor y los resultados de su acción
en el actual contexto de cambio ya que las notas distintivas del campo se han ido trans-
formando. Las demandas de las Secretarías o Ministerios que promueven lineamientos
políticos para las instituciones, las características particulares de cada una de las escue-
las, la diversidad de situaciones que se presentan en el contexto de la zona de super-
visión delimitan un marco de actuación supervisora diferentes.
El desafío entonces será pasar de una función administrativa, orientada al control y fis-
calización de las actividades escolares a otra que moviliza, orienta, e interviene e n los
procesos institucionales.
Ideas clave
• La función supervisora consiste en la dinamización de procesos
de cambio y transformación en las instituciones educativas te-
niendo en cuenta sus características y necesidades particulares.
• La recolección y análisis de información, evaluación y asesora-
miento son prácticas interconectadas que permiten al super-
visor llevar a cabo su tarea.
Ahora cabe preguntarse por los contenidos que debería asumir la función supervi-
sora. En otras palabras qué perfil debería asumir la supervisión en un contexto que
promueve:
la autonomía institucional
el mejoramiento de la calidad educativa
la participación de la comunidad educativa en la vida institucional
el acercamiento progresivo de las escuelas a su entorno
un proceso de desarrollo curricular que se asienta en la riqueza de la diversidad.
El desafío, entonces, consiste en configurar esta función más vinculada con el lideraz-
go y el asesoramiento de los procesos de transformación e innovación institucional.
Así, la acción supervisora se podría centrar en tareas tales como:
Es importante recordar que todo proceso de cambio supone resistencias en tanto de-
manda modificar rutinas e incluso tradiciones y ritos que las personas aprehendieron
a lo largo de su vida escolar y laboral.
Las formas en que se concibe el rol, la imagen que éste proyecta en uno mismo como
en los demás, así como las expectativas que los otros depositan generan modos de ac-
tuar. Por tanto, transformar e innovar las formas en que habitualmente se vive y ejer-
ce una función, implica cambiar esas imágenes; los supuestos que históricamente la han
ido configurando.
Un supervisor - o un director- actúa en una estructura que delimita las acciones que
realiza cotidianamente. Las personas no actúan en el vacío. Por lo tanto cambiar a la
supervisión demanda refundar este rol así como la estructura que la sustenta.
La búsqueda de nuevos modos de hacer y vivir en las escuelas debe estar acom-
pañada por nuevas formas de hacer y vivir la supervisión.
Frente a este cúmulo de tareas que seguramente siempre puede ser más extenso, se
hace necesario construir nuevas lógicas de gestión que se pregunten por la importan-
cia de cada una de ellas y por tanto permitan priorizar acciones recordando que no
siempre lo urgente es más importante y que tampoco siempre la lista de lo urgente se
corresponde con aquello que es verdaderamente importante.
La función supervisora 11
FUNCIÓN SUPERVISORA
~"~
• Uso y mane jo de Orientación y
información dinamización de la
,___- innovación y
• Evaluación
transformación
• Asesoramiento institucional
A los efectos del análisis se profundizará en las tareas de uso y manejo de infor mación,
evaluación y asesoramiento, teniendo en cuenta: los diferentes campos de actuación a
los que ellas suponen dar respuesta, los distintos actores involucrados en ellas, así co-
mo a aquellos actores que podrían participar en su concreción.
Si bien la información por sí misma no garantiza una buena gestión, sin información se
hace muy difícil pensar en una buena gestió n. Todas y cada una de las decisiones que se
toman es muy dudoso que se hagan efectivas si no se e ncuentran respaldadas por una
buena y relevante información.
La supervisión al igual que las escuelas, suelen manejar una gran cantidad de datos. Al
respecto cabe preguntarse en qué medida estos datos más que estar al servicio de la
toma de decisiones, se producen a los efectos de cumplimentar trámites de carácter
burocrático. En muchos casos se llenan formularios sólo a los fines de cumplimentar
solicitudes de otros y no se reflexiona acerca de la uti lidad que pueden tener los da-
tos vertidos para la toma de decisiones al nivel de la supervisión; en otras ocasiones
esos datos ún icamente tienen por finalidad controlar las acciones de otros.
En una organización que centraliza la toma de decisiones en los vértices del poder, el
sistema comunicacional se constituye con una fuerte intermediación que garantiza la
transmisión rigurosa de la información hacia las bases para que ellos las ejecuten. En
este esquema, el flujo de información va desde los niveles centrales a las escuelas y de
las escuelas a los niveles políticos.
De modo que, más que recolectar nueva información se deberían buscar estrategias
que permitan utilizar la información que ya se tiene y que por estar emparentada con
tareas de carácter burocrático no se usa. Para esto se deberfan rediseñar los circuitos
por los que la información circula y la forma en que es utilizada.
Si se desea que la información forme parte del circuito más amplio de toma de deci-
siones, entonces se hace necesario "sacarle el polvo a los archivos". Utilizar la informa-
ción supone, entonces analizar y deducir líneas de acción a partir de ese análisis.
En el siguiente cuadro se presentan diferentes formas en que puede ser usada la infor-
mación según los distintos campos de actuación de la supervisión.
La función supervisora 11
2.2.2. La función supervisora y la evaluación
Históricamente la evaluación se emparentó al control burocrático como identificación
del error y la desviación para luego sancionarla y corregirla.
Los criterios básicos de evaluación se vinculan a la mirada específica del saber super-
visor, una visión que debe ser capaz de analizar convenientemente los pro y los contra
de las actividades concretas que se realizan en las escuelas, y en la sede de supervi-
sión. Esto significa afirmar, claramente, que los criterios de evaluación exageradamente
comparativos y de control burocrático, dejan paso a una función evaluativa con una mi-
rada abarcadora e integral de proceso.
De esta manera, llevar adelante con acierto una práctica de evaluación, supone dar un
salto cualitativo, de significado complejo: sólo partiendo de lo que, efectivamente se de-
sea para el futuro, puede perfeccionarse el momento presente y por tanto evaluarlo.
EVALUACIÓN
1
J
DIÁLOGO EVALUATIVO
1
l • Interpretación de información
• Conunicación entre las personas implicadas
+
Tomar decisiones en el presente que tiendan al logro de los obje-
tivos que se persiguen para el futuro.
La evaluación es una práctica compleja y requiere del supervisor lo mejor de sí. Para
que pueda ser desarrollada acertadamente conviene siempre tener en cuenta los as-
pectos que se detallan a continuación:
Sin embargo, los enfoques característicos han sido fundamental mente cuatro:
La función supervisora 11
3) Asesoramiento en estrategias, técnicas curriculares y pedagógicas concretas.
4) Apoyo sistemático a docentes y personal directivo ante las transformaciones e
innovaciones educativas.
Las características principales sobre las que se debe basar una práctica supervisiva de
asesoramiento, podrían resumirse en los siguientes puntos:
En estas páginas interesa, sobre todo, destacar aquellos modelos de gestión que basan sus
principios en la promoción de las transformaciones, situados en el marco de un sistema
educativo que privilegie los valores democráticos de calidad e igualdad de oportunidades.
El primero de ellos, promueve las acciones tendientes a controlar eficazmente los as-
pectos más formales del sistema educativo, prestando especial atención a que se cum-
plan las normativas vigentes, y evitando todo lo que se refiera a la innovación y al cam-
bio. Es éste, un estilo que entiende todo e l complejo entramado de relaciones genera-
das en y por el sistema educativo conc reto, como relaciones de poder vertical, en e l
que las decisiones se toman, siempre desde los estratos superiores de gestión.
La función supervisora 11
analítica y autoevaluativa de los miembros de la institución sobre su propia práctica
profesional, capacidad que el supervisor debe alimentar y estimular convenientemente.
Como puede observarse, de todos modos las diferencias existentes entre el estilo de
supervisión formativo y el de apoyo son menores, y se remiten a particularidades que
cada cuerpo de supe rvisores puede definir a partir de sus prácticas concretas y de sus
conocimientos específicos.
Por lo tanto, habría que intentar evitar, entre otras cosas, que la su pervisión sea:
En este proceso de reconversión del rol profesional del supervisor, la constante capa-
citación y el perfeccionamiento adquieren importancia en tanto se muestran como ins-
tancias que permiten la apropiación adecuada de contenidos específicos para e l desem-
peño profesional que se requiere.
No se trata de descartar las tareas que históricamente han definido e l rol del
supervisor, sino de redefin irlas con el objetivo central de dar respuestas ade-
cuadas a las nuevas demandas que en la actualidad se plantean en el sistema
educativo argentino.
(continúa)
Introducción
La gestión de la tarea supervisora y por tanto la previsión de las acciones y estrategias
que se van a implementar encuentra en la elaboración del Proyecto Educativo de Su-
pervisón (PES) una herramienta de trabajo fundamental.
La construcción del PES permitirá a la supervisión brindar unidad y coherencia a las ac-
ciones que el cuerpo de supervisión, y cada supervisor por separado, pone en marcha.
As mismo, en e l proceso de construcción del PES el eq uipo contará con una herramien-
ta para priorizar acciones, definir las líneas de acción a seguir y distribuir los recursos
de acuerdo con las prioridades establecidas.
Desde esta perspectiva, a través de la elaboración del PES, los supervisores podrán
contar con una image n global acerca de su propia práctica, en los diferentes niveles e n
los que actúa, y por lo tanto planificar su accionar teniendo como eje los objetivos y
acuerdos alcanzados fruto del debate realizado en conjunto. Seguidamente, son esos
objetivos los que servirán de guía para generar procesos de autoevaluación en equipo
de la práctica sup ervisora.
Ideas clave
• El PES permite construir una mirada integradora de las pro-
blemáticas institucionales de las escuelas de la zona y planifi-
car acciones orientadas al mejoramiento de los procesos de
enseñanza y de aprendizaje.
(continúa)
En este sentido, cabe preguntarse por la idea de planificación y por la forma que ella
asume. En un contexto en donde cada supervisor trabaja individualmente con cada es-
cuela de manera aislada, la planificación tiene alcances limitados. Sin embargo, si se pien-
sa en la supervisión como un equipo de trabajo; y a la función supervisora vinculada
con la zona y el trabajo con el colectivo de directores, entonces, la misma idea de pla-
nificación debe ser resignificada.
En este contexto, planificar supone: trabajar con otros, detectar problemas, tomar de-
cisiones, identificar y elaborar cursos de acción, definir prioridades de actuación, pre-
ver conflictos y proponer alternativas de solución, etc.
Este tipo de planificación otorga sentido y dirección a las prácticas en tanto se basa en
el supuesto que las acciones que se desarrollan tienen como telón de fondo los obje-
tivos que se esperan conseguir. Dado que se trata de intentos deliberados por cons-
truir algo, interrogar el conjunto de actividades que en un momento dado están en
marcha en función de esos objetivos se vuelve una necesidad de la gestión. Así, por
ejemplo, frente a la sensación que lo "urgente tapa la importante" se hace necesario
preguntarse en qué medida aquello a lo que se le está destinando tanto tiempo permi-
te alcanzar los objetivos que se persiguen. En otras palabras en qué medida se desa-
provecha un recurso tan escaso como lo es el tiempo en actividades que no revisten
importancia para la gestión. Consecuentemente, es posible redistribuir las tareas, dele-
gar responsabilidades para poder hacer un uso más eficiente de los recursos de modo
tal de poder alcanzar los objetivos que se han fijado en el Proyecto.
Los proyectos que se implementan al igual que la acciones que se realizan seguramen-
te deben guardar coherencia con el momento que vive la institución. Por ejemplo, cuan-
do el ciclo escolar está concluyendo, dada la gran cantidad de actividades que se acu-
mulan en las instituciones seguramente no sería oportuno organizar reuniones de tra-
bajo muy largas con los docentes ya que sólo se lograría sobrecargarlos. Pero también
si una institución se encuentra evaluando a los alumnos para decidir la promoción al
curso siguiente, se podrían implementar acciones que permitan definir los criterios y
métodos de evaluación que se van a utilizar con los alumnos de la institución.
Así, del mismo modo que las instituciones, la supervisión debería procurar para sí un
proyecto que direccione y brinde coherencia a sus prácticas. Este proyecto será fruto,
entre otros elementos, de:
La función supervisora
Las reflexiones que los supervisores realicen como equipo de trabajo.
La detección de necesidades de las instituciones de su zona de influencia.
Al igual que la construcción del PEI que supone la reflexión y definición de la institu-
ción que se desea construir, la supervisión debe poder realizar este mismo recorrido
pero esta vez sobre sí misma. Si entre otras la función supervisora se vincula con la
orientación y liderazgo de procesos de innovación institucional, se hace necesario que
los supervisores reflexionen acerca del ejercicio de su función, para poder instrumen-
tar las transformaciones necesarias que acompañen y promuevan los cambios del nivel
institucional. La innovación por tanto no puede quedar reducida a las paredes de las
escuelas y mucho menos de las aulas.
La función supervisora 11
El PES es una construcción colectiva, que planifica su accionar a partir de la identi-
dad de su campo de trabajo y se encamina a orientar racional y sistemáticamente la vi~
sión global, las aspiraciones y los propósitos que los supervisores comparten.
En la definición del PES intervienen varios sujetos que interactúan en una si-
tuación dada desde posiciones distintas, y en ocasiones, divergentes. No es un
único sujeto el encargado de definir los lineamientos del Proyecto Educativo
de Supervisión.
Los actores que elaboran el PES no se encuentran fuera de la situación en la
que se desarrollan los procesos de acción sino que están inmersos en ella. Es-
to facilita su capacidad de operar sobre las diversas situaciones, ya sea analizan-
do, comprendiendo e interpretando los factores que intervienen como los de-
sarrollos y posteriores efectos y por tanto pudiendo intervenir a partir de allí
para favorecer su evolución y progreso.
El PES como herramienta básica de la gestión se orienta hacia la búsqueda de los si-
guientes resultados:
Impulsar y acompañar a las instituciones para el diseño y puesta en práctica de
los Proyectos Educativos Institucionales (PEI).
Constituir la tarea evaluativa de la supervisión a partir de equipos de trabajo,
lo que supone generar un consenso previo en relación con los procedimientos
metodológicos, las variables y los indicadores a través de los que ha de reali-
zarse el seguimiento y monitoreo de los Proyectos institucionales.
Consolidar los espacios de interacción entre instituciones para conformar, de
esta forma, un lugar de contención y resguardo entre las autonomías institu-
cionales que preserve los lineamientos comunes de la política educativa.
La promoción de la innovación institucional y el mejoramiento de la calidad
educativa.
El siguiente cuadro resume un conjunto de reflexiones que vinculan los diferentes nive-
les de participación del supervisor y los resultados que pueden perseguirse a través de
la implementación del PES.
Cuadro No 4: "Relación entre los niveles de actuación de la supervisión y los objetivos de la supervisión"
Si bien es deseable que cada equipo de supervisón construya sus propios objetivos de
gestión es posible considerar algunos aspectos de caracter estrátegico que la su-
pervisión a través de su accionar, debería promover.
a) Innovación y transformación
La función supervisora 11
los de gestión adquiere particular importancia. Por tanto desde el campo de la super-
visón dos objetivos se vuelven prioritarios:
b) Autonomía
Procurar mayores niveles de autonomía institucional en el marco de un sistema educa-
tivo supone por un lado, la posibilidad de que cada institución tome decisiones y las im-
plemente atendiendo a sus caracterísiticas y particularidades y paralelamente, la nece-
saria garantía de coherencia y unidad entre las diferentes instituciones que conforman
el sistema educativo provincial y nacional. De esta manera, la promoción de la autono-
mía institucional no debería confundirse con la idea de que cada institución trabaja en
soledad y según su propio parecer.
e) Participación
La idea de proyecto lleva a pensar en la participación de diferentes actores. La partici-
pación constituye un objetivo estratégico primordial en tanto pilar sobre el que se
asientan, organizan y consolidan los demás objetivos.
Las decisiones que se tomen a partir de la creación efectiva de estos espacios comu-
nes deberían tener en cuenta por lo menos dos áreas de competencia:
d) Igualdad y calidad
Al identificar los puntos de partida y las particularidades de cada una de las institucio-
nes educativas, el objetivo estratégico de la supervisión debe orientarse a ejercer una
clara y eficaz acción de apoyo, para que cada institución reciba una atención acorde con
sus necesidades y requerimientos.
Los vínculos de coordinación e integración son necesarios para consolidar una pro-
puesta educativa integrada.
El PES como planificación conjunta es una oportunidad para iniciar procesos de trabajo
colectivo y colaborativo entre los supervisores de una misma región<4>. El trabajo en equi-
po y con cada uno de los niveles que componen el campo de supervisión permitirá:
A nivel político
Detectar necesidades y problemas comunes para planificar acciones junto al ni-
vel político.
Derivar demandas a los niveles centrales.
Elaborar y construir informes sobre las escuelas de la región.
4
Se utiliza el término región para nombrar al conjunto de Instituciones con los que trabaja el cuerpo de super-
visión. En algunas provincias la región puede constituirse con las escuelas de un mismo nivel educativo y en otras
se puede corresponder con una región-geográfica con escue las de distintos niveles educativos.
El trabajo coordinado en y con cada uno de estos niveles permitirá implementar estra-
tegias que garanticen la unidad y coherencia entre los distintos niveles de decisión e
implementación del sistema educativo.
La función supervisora ~~
Las normas explícitas suelen formar parte de una conjunto de leyes, resoluciones,
decretos, etc. que regulan el funcionamiento y la actuación de las instituciones y de las
personas que allí se desempeñan. Estas normas tienen diferentes niveles de alcance y
pueden ser dictadas a nivel nacional, provincial y/o municipal. Constituyen el marco de
actuación que orientan las acciones de los supervisores. Estas lfneas constituyen el en-
cuadre de trabajo y el marco de referencia en el que desempeñan su rol. Sirven de mar-
co para regular el tipo de relación que el supervisor establece con las distintas institu-
ciones de la zona y con el nivel central. Por otro lado, existe un conjunto de normas
implícitas que si bien no están definidas por ningún órgano de la administración del
Estado, funcionan. Son reglas que se han ido construyendo por los usos y costumbres.
En muchas ocasiones es posible que se modifiquen las normas explícitas pero no las
prácticas, dada la fuerza que tienen esas normas y costumbres. El carácter no manifies-
to de estas normas genera que su aprendizaje se produzca de modo implícito y por
tanto se hace más difícil cambiarlas. Se trata de la puja que se genera entre lo institui-
do (aquello que forma parte de la vida cotidiana de las instituciones, está establecido
y no suele ser cuestionado} y lo instituyente (aquello que se desea crear o instalar).
Esta Resolución así como otras que pudieran sancionar las provincias constituyen el
marco de actuación a partir del cual el equipo de supervisores puede elaborar el PES
y definir los cursos de acción a seguir.
Dado que el PES considera al conjunto de escuelas con las que trabaja el equi-
po de supervisión es importante no perder de vista en el trabajo cotidiano la
idiosincrasia de cada institución y planificar acciones de acuerdo con las carac-
terfsticas y necesidades cambiantes que surgen en cada escuela.
La construcción del PES debe atender a los diferentes niveles de trabajo que
dan forma al campo de actuación del supervisor. Considerar las características
particulares que asume la tarea del supervisor en cada uno de los niveles que
componen el campo permitirá identificar el conjunto de tareas y responsabili-
dades, así como definir los cursos de acción a seguir.
La función supervisora 11
Los componentes del PES
1ntroducción
El PES al igual que todo proyecto se organiza a partir de una serie de componentes que
es preciso detallar. No hay una única forma de organizar un proyecto. Lo importante es
que en su elaboración se contemplen todos los aspectos que luego facilitarán la gestión.
Al igual que el PEI, es posible proponer que el PES debe dar respuesta a algunos inte-
rrogantes clave: ¡Quiénes somos?, ¡Qué queremos?, ¡Cómo nos organizamos? Al con-
testar estas preguntas se estarán definiendo las notas de identidad, los objetivos y la
estrucutura organizativa.
Si bien, pueden reconocerse otros modelos de planificación y diseño de proyectos en
este capítulo, los aspectos que se consideran tienen como eje estos tres componentes.
Por otro lado, es importante recordar que la definición de estos componentes no su-
pone necesariamente que debe realizarse de manera sucesiva: primero las notas de
identidad, luego los obejtivos y posteriormente la estrucutra organizativa. Se puede co-
menzar definiendo cualquiera de ellos. Así, por ejemplo se puede comenzar dando res-
puesta a la pregunta ¡cómo nos organizamos? para luego a partir de allí continuar con
los otros componentes.
Ideas clave
• Los componentes del PES son las notas de identidad, los obje-
tivos y la estructura organizativa.
• Del PES se derivan las líneas de acción que el supervisor im-
plementa en los diferentes niveles que conforman el campo de
acción de la supervisión.
La función supervisora 11
4.1. El PES y sus componentes
El PES es una instancia de trabajo en conjunto que le permite al cuerpo de superviso-
res construir una mirada global y totalizadora de las principales características y proble-
máticas de una determinada región. Asimismo, le permite a cada supervisor partir de los
acuerdos construidos en el marco del PES (región) y planificar acciones concretas que
lleven al mejoramiento de la calidad de la enseñanza en las escuelas. De esta manera, a
partir del PES se expresan colectivamente las intensiones qu e el cuerpo de superviso-
res tiene respecto de las escuelas a cargo en un marco más amplio como es la región.
Este conjunto de aspectos pueden ser definidos y organizados en torno a los siguien-
tes componentes:
Las notas de identidad expresan los principales rasgos y principios que asu-
me el cuerpo de supe rvisión.
Los objetivos generales expresan los propósitos y finalidades que persigue
el cuerpo de supervisores.
La estructura organizativa define los criterios de organización del equipo
para desarrollar e implementar los objetivos que se ha propuesto.
Dado que el PES es un tipo planificación que se realiza para el mediano y largo plazo
es necesario especificar las líneas de acción que el equipo de supervisión implementa-
rá en el corto plazo para el logro de los objetivos que se prefijaron.
PES
• NOTAS DE
IDENTIDAD LINEAS DE ACCIÓN
Marco de actuación
Gráfico N ° 8: "Marco de actuación del PES" .
detectar necesidades,
priorizar acciones,
ajustar las planificaciones a las necesidades del momento,
planificar estrategias de intervención acordes a las características de la región
y del equipo.
Dado que ninguna escuela es igual a otra, es preciso conocer y comprender su idiosin-
cracia con e l objeto de construir estrategias que permitan orientar, asesorar y definir
los cursos de acción teniendo en cuenta sus particularidades.
Para esto cada supervisor debería aportar la información que ya posee o recolecta so-
bre su zona para poder así trabajar con los datos de la región.
La función supervisora 11
a) La caracterización del equipo
El PES constituye una instancia de trabajo colectivo y colaborativo que favorece la
construcción de acuerdos.
El PES convoca a una grupo de supervisores que deciden iniciar acciones en conjun-
to y que dadas las características históricas que ha asumido la tarea supervisora, se-
guramente han desarrollado su tarea de modo individual. Por tal motivo, es impor-
tante asignar tiempo para construir ese equipo de trabajo, para reflexionar sobre su
práctica y definir los ejes que serán rectores de su accionar. Esta es una tarea com-
pleja ya que demanda paulatinamente abandonar el trabajo solitario y aislado de los
supervisores.
Para caracterizar al equipo de supervisón se podrían considerar algunos datos que po-
drían ayudar en este proceso, entre otros:
Los principios que asume el cuerpo; por ejemplo, respeto por el trabajo del
otro, colaboración, solidaridad etc.
Los criterios que orientarán las intervenciones en las escuelas
La modalidad de gestión por la que el opta el equipo en relación con la plani-
ficación de las acciones al interior del equipo y con las escuelas.
e) Características de la región
Para elaborar las notas de identidad también es necesario contar con un análisis pre-
ciso de la región con la que se trabaja, es decir, las zonas de supervisión que la con-
forman,las características del contexto, la cantidad de escuelas y la cantidad de alum-
nos, etc.
El cuadro que se presenta a continuación puede resultar de utilidad para organizar los
datos que releven.
Dado que se trata de caracterizar a la región, se podría organizar esta información te-
niendo como punto de partida cada una de las zonas de supervisión que la componen,
para luego poder analizar los datos teniendo como unidad a la región. Así, este cuadro
trabaja con tres niveles sucesivos de análisis: las escuelas, la zonas de supervisión y la
región como totalidad. Al respecto, es importante tener en cuenta que no se trata de
una su materia de datos que se yuxtaponen entre sí, sino de trabajar con los mismos
para poder así sí caracterizar y analizar la región y elaborar estrategias acordes a esa
realidad. Por tal motivo, es necesario recordar que no se trata de recopilar una exce-
siva cantidad de datos sino de recabar aquella información que reviste especial interés
para la gestión.
A partir del análisis de estos datos se podría construir una Ficha de la región en don-
de se sintetizan sus principales características.
La función supervisor·a
Ficha de la región
Espacio geográfico
Características sociales del contexto
Zonas y escuelas en las que se registran experiencias innovadoras (síntesis
de la experiencias)
Ubicación de la EGB3
Experiencias de capacitación docente, etc.
lndices de repitencia,
[ deserción, abandono, etc. ( Fo,tolem de '' cog16o
Rotación, antigüedad,
formación, etc. de los
docentes G P''" problem•:--
(
De,.,.on[ J
mnovac1ones G yeoto• en m'""' J
LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
Los objetivos cumplen el papel de norte orientador de las acciones que el equipo de
supervisión se propone en los diferentes niveles de participación con los que trabaja.
Los objetivos deben guardar coherencia con lo definido en las notas de identidad. Es
decir deben tener en cuenta las características de la región, del equipo y los principios
que se asumieron. Asimismo, de los objetivos deben desprenderse las líneas de acción
que el equipo va a implementar. Por tal motivo, deberían formularse de modo claro,
preciso; así por ejemplo debería evitarse la construcción de enunciados muy generales
o abarcativos que pueden aplicarse a cualquier región, escuela o sistema educativo.
De manera que definir los objetivos del PES, implica llevar adelante un proceso de de-
bate interno para acordar las líneas que orientarán las acciones del equipo.
En la definición de los objetivos es importante que el equipo tenga en cuenta las dife-
rentes instancias en los que e l supervisor interviene:
La función supervisora 11
A nivel del cuerpo de supervisores. El trabajo en el equipo, la planificación
de estrategias y coordinación de acciones que permitan potenciar e l trabajo de
los supervisores.
A nivel de la zona de supervisión. La planificación y desarrollo de los pro-
yectos de supervisión zonal, la evaluación de los logros y resultados de los pro-
yectos, la coordinación de los equipos directivos, etc.
A nivel de las instituciones. La orientación y asesoramiento en la elabora-
ción de proyectos instit ucionales, la detección de necesidades y problemas, la
evaluación de las instituciones.
~entidad J
L ~es somos? _j Objetivos
¿qué pretendemos?
• a nivel central
• equipo de supervisores
Líneas de acción
• zona de supervisión
¿qué acciones se van a
• instituciones educativas
implementar para alcanzar
los objetivos?
Flexible y abierta.
Tenga en cuenta las características del contexto.
Fomente la participación.
A continuación se ofrece un equema a partir del cuál se pueden analizar las caracterís-
ticas de la organización y detectar aquellas aspectos que podrían afectar el funciona-
miento interno del equipo:
En este sentido, las líneas de acción del PES se pueden especificar a través de la elabo-
ración de proyectos específicos. No sólo se trata de registrar las buenas intenciones
que los supervisores tienen respecto de su gestión sino que se trata de planificar ac-
ciones concretas y viables.
y se dirige hacia:
PES
ori nta
Promover la innovación
institucional y el
mejoramiento de la
calidad educativa
J 1
para
l La elaboración de los
L proyectos específicos
Los proyectos específicos son las acciones y estrategias que la superivisión implemen-
ta para acercarse al logro de los objetivos que se persiguen.
Para diseñar e implementar los proyectos específicos es preciso que el supervisor cuen-
te con un diagnóstico de la zona de supervisión. La información recolectada y analizada
¿Qué datos será necesario relevar y analizar para construir este diagnóstico?
A continuación se ofrecen algunos instrumentos que lo orientarán en esta tarea.
Existe una tendencia general en las prácticas de diagnóstico, a centrar la mirada en los
problemas y dificultades. Sin embargo, si bien esto es importante en la elaboración del
diagnóstico es de interés no sólo analizar los problemas y dificultades de la zona sino
también y especialmente los logros y los aspectos que los han facilitado. Analizar este
conjunto de factores facilitadores servirá de guía para planificar estrategias viables y
acordes a las realidad de las instituciones.
. . ........................... ........................... . -
PARA
La función supervisora m
Por otro lado, dado que es probable que fruto de los resultados del diagnóstico el lis-
tado de problemas pueda resultar muy extenso y que por otra parte sería muy preten-
cioso pretender a través de un proyecto dar respuesta a todos, se hace necesario je~
rarquízar y seleccionar aquellos problemas que se consideren más prioritarios. Habrá
que acordar, entonces, criterios para priorizar las acciones que se van a implementar.
El diagnóstico de la zona y la priorización de las acciones son los primeros pasos en la
elaboración de los Proyectos Específicos para luego continuar con la definición de las
acciones que se van a implementar.
(continúa)
Para ello es necesario definir y acordar los alcances e interpretaciones de las variables
e indicadores con los que la supervisión hab rá de apreciar las acciones que se desarro-
llan en la escuela.
Asimismo, como plantean O ldroyd y Hall ( 1988) es importante considerar una serie de
cuestiones en relación con el proceso de evaluación:
La función supervisora 11
La evaluación en el marco del PES le permite al cuerpo de supervisores por un lado,
apreciar el estado de situación en la que se encuentran las escuelas de la zona y así
construir un diagnóstico inicial de los principales problemas, dificultades y logros que
se registran en las instituciones. Por otro lado, una evaluación que acompañe el proce-
so de elaboración e implementación del PES posibilitará rectificar aquellas acciones que
en un primer momento fueron valoradas como oportunas pero que en este momen-
to no resultan viables.Y por último, evaluar los resultados posibilita establecer en qué
medida las acciones implementadas han conseguido acercarse a los objetivos propues-
tos por el cuerpo de supervisores. De no ser así los datos que se releven permitirán
trazar el curso de las próximas acciones.
El PES puede ser diseñado en torno a tres componentes: las notas de identidad,
los objetivos y la estructura organizativa.
Introducción
Uno de los aspectos más importantes y complejos impl icados en la gestión es el pro-
ceso de toma de decisiones, y la implementación de las acciones que de ese proceso
se derivan.
Ahora bien, para actuar y tomar decisiones es preciso contar con información suficien-
te y relevante. Asimimo, no sólo es necesario contar con información sino también
procurar instancias de circulación de dicha información.
En los niveles de conducción política, la información permite por un lado tomar deci-
siones que involucran a otros niveles dentro del sistema y por el otro coordinar y or-
ganizar el sistema en su totalidad.
La función supervisora 11
procedimientos permitirá acercarse a la realidad y relevar aquella información útil pa-
ra los fines que orientan el proceso de análisis. De lo contrario puede suceder que el
procedimiento esté bien implementado pero que resulte inadecuado para el contexto
en el que se aplica o bien que a través del mismo sea imposible relevar la información
que se busca. Por ello resulta importante conocer no sólo las estrategias sino el tipo
de información que arroja, los contextos en los que se pueden implementar y la opor-
tunidad de una u otra en cada caso concreto.
Ideas clave D
• La tarea de recolección, producción, selección, organización,
procesamiento y circulación de la información es clave para la
toma de decisiones.
• La información reviste una importancia sustanc_ial para la
comprensión y análisis de los procesos institucionales.
• El relevamiento, análisis y comprensión de los datos que pro-
porciona la realidad educativa constituyen una parte impor-
tante del trabajo que realiza el supervisor.
• Diversas son las estrategias, técnicas y procedimientos de uti-
lidad para el desarrollo de la función supervisora.
En síntesis, no sólo importa tener información sino contar con "buena" informa-
ción; es decir con aquellos datos que permitirán tomar mejores decisiones. Por
tal motivo más que recolectar grandes cúmulos de datos que por otra parte in-
sumen gran cantidad de tiempo es necesario organizar y utilizar aquella que ya
se cuenta así como seleccionar aquella que reviste importancia para la gestión.
a) Fue ntes personales. Son aquellas fuentes directas, en las que la información
es transmitida al supervisor por las personas que la poseen, como pueden ser
sus propios colegas supervisores, directivos, docentes, alumnos, padres, etc.
Compete al supervisor jerarqu izarla de la manera más adecuada posible te-
niendo en cuenta el grado o nivel de responsabilidad que el informante posee
en el contexto en que la acción se desarrolla.
b) Fuentes documentales. Pertenecen a esta clase de fuentes, los documen-
tos escritos con los que cuenta e l supervisor para desempeñar sus tareas. Pue-
den ser documentos elaborados por la propia institución educativa, como, por
ejemplo, actas disciplinarias de los alumnos, informes de la asesoría pedagógica
sobre el desenvolvimiento docente, etc. También pueden ser los documentos
e laborados por la Red Federal de Información Educativa del Ministerio de Cul-
tura y Educación de la Nación, las conclusiones de los Operativos de Evalua-
ción de la Calidad Educativa o de publicaciones provenientes de ámbitos no
educativos de nivel nacional y provincial.
La función supervisora 11
considerar aquella clasificación que toma como criterio los objetivos y propó-
sitos de una entrevista:
Entrevista para obtener información. El objetivo de este tipo de entre-
vista es obtener tanta información como se pueda en el menor tiempo po-
sible y cuidando el vínculo con el entrevistado. Por supuesto que el tiempo
dependerá del entrevistado, pero lo cierto es que el entrevistador puede
estimular a aquel que cae en rodeos y anécdotas.
Es importante que el entrevistador pueda ir chequeando mediante repre-
guntas o bien haciendo síntesis de lo comentado.
Entrevistas para resolver problemas. En este caso la entrevista tiene co-
mo propósito recabar información acerca de un problema que se ha sus-
citado. El punto de partida es obtener información para conocer la magni-
tud e incidencia que tiene el problema en el desarrollo de las actividades
cotidianas. Asimismo la entrevista permite averiguar cuál es el sentimiento
del entrevistado y cuáles son las posibilidades de que opere para lograr
una solución.
La conversación y recorrido que se va haciendo de la situación, permite que
se vayan aclarando algunas cuestiones poco claras y que el entrevistado
pueda ir viendo dónde radica el problema y cómo puede intervenir y en-
contrar así soluciones. La entrevista entonces, podría asumirse como una
primera instancia en el camino de solución del problema.
Entrevistas para dar cursa a una queja o demanda. A menudo los su-
pervisores deben proceder ante las quejas de padres, docentes, etc. Lo pri-
mero que debería hacer es averiguar por qué se queja y lo que sucede en
la institución o en el aula que molesta a aquél que consulta. Luego se pue-
de realizar un sondeo con la directora respecto de la situación que se le ha
planteado, reunir la mayor cantidad de datos que permitan ir comprendien-
do los motivos que dieron lugar a la queja.
e) Análisis de documentos. A través de esta técnica el supervisor puede ana-
lizar distintos tipos de materiales elaborados por las instituciones educativas,
o por los niveles centrales o bien por el cuerpo de supervisores. El análisis de
documentos le permite al supervisor y al cuerpo de supervisores organizar las
tareas, ordenar y jerarquizar las prioridades y los criterios de acción. En mu-
chas ocasiones la lectura y análisis de documentos puede permitir una primer
lectura de una situación problemática, que luego a través de la entrevista y la
observación puede ser enriquecida. Por ejemplo, el supervisor puede leer lo
que se ha formulado como Proyecto Educativo Institucional, si bien este docu-
mento no puede reflejar lo que efectivamente se realiza, puede ser una prime-
ra forma para conocerlo e incluso proponer sugerencias. De este modo, el su-
pervisor puede tener contacto con las escuelas, estar informado de lo que allí
acontece aún cuando no puede acercarse de manera personal.
La visita es una estrategia que posibilita una adecuada observación de los hechos y la
vida institucional así como puede ser una instancia para generar espacios de comuni-
cación y asesoramiento con los docentes.
Pero la visita de supervisión también colabora con la mejora del sistema educativo, ya
que garantiza, con su participación, el intercambio de información y experiencias.
De esta manera y no de otra, las visitas se consolidan como un med io directo a través
del cual el supervisor puede llevar a cabo los cometidos específicos de su función.
La función supervisora 11
La visita como procedimiento de supervisión presenta un conjunto específico de com-
ponentes y de valores entre los que es posible destacar:
Para desempeñar su tarea es necesario que el supervisor siga ciertas pautas de super-
visión, entre las que cabe destacar:
La función supervisora 11
problemas que se le presenta al equipo docente. Puede resultar valioso realizar
un seguimiento del trabajo en un área en particular y observar así el desarrollo
del proceso de construcción e implementación de la Programación Curricular. Es-
ta instancia es muy útil para conocer las formas en que trabaja la escuela.
f) Clima institucional. Al entrar a una escuela pueden percibirse inmediatamente in-
dicadores del clima escolar. Las manifestaciones, producciones, e improntas que
los alumnos van dejando en la institución y que son una muestra de la partici-
pación en la vida institucional. También puede observarse aspectos relaciona-
dos con el mantenimiento del edificio, así como con el cuidado su seguridad.
g) Detalles de la estructura organizativa. La manera en que está organizada una es-
cuela expresa los principios que orientan su accionar. La forma particular co-
mo cada escuela tiene para administrar: su tiempo; el trabajo grupal de alum-
nos, docentes y directivos; las posibilidades de participación activa de sus
miembros; los salones comunes; la distribución de las aulas; etc., son todos in-
dicadores de la relación que existe entre los propósitos y lo que efectivamen-
te ocurre.
b) Desarrollo. La visita de supervisión cuenta con las etapas o fases que se señalan a
continuación:
Durante las visitas se pueden desarrollar distintas estrategias con el fin de conocer la
dinámica institucional y de recabar información pertinente:
El PES se constituye, en este caso, en una unidad para la planificación, toma de deci-
siones y dirección de las diversas tareas que desarrolla el supervisor. En este marco, la
elaboración y puesta en marcha del PES permite prevenir y anticipar las dificultades que
se pueden presentar en la implementación de las decisiones tomadas en los diferentes
ámbitos de intervención supervisora.
El siguiente cuadro permite organizar esta información de acuerdo a los diferentes ám-
bitos de actuación de la supervisión:
La función supervisora 11
Seguimiento de las decisiones
Ámbitos de Acciones y estrategias Resultados alcanzados
intervención implementadas
Nivel político
Equipo de supervisión
Zona de supervisión
Institución escolar
Debido al trabajo con la información, una de las dificultades con las que suele encon-
trarse refiere a la organización y sistematización de los datos de modo tal que éstos
se encuentren a su alcance cuando son necesarios.
Una de las maneras tradicionales de archivar la información son las planillas que se ma-
nejan a diario. Allí se suelen volcar datos tales como: matrícula inicial/censal/final, altas
y bajas docentes y situación de revista del personal docente. Sin embargo, en la actua-
lidad y gracias a las herramientas informáticas, el almacenamiento de información en
bases de datos puede ser de gran ayuda en tanto hacen más sencillo el acceso y orga-
nización de los datos generalmente volcados en papeles y guardados en biblioratos de
muy dificil manipulación.
Dado que el supervisor debe trabajar con información que atañe tanto a la zona en su
totalidad como a cada escuela de manera particular, la organización de la información
en cuadros como el siguiente puede facilitar su análisis. Este tipo de cuadros constitu-
yen, a la vez, una forma de mapear la zona.
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Como puede observarse este tipo de cuadro permite trabajar combinando infor-
mación de tipo cuantitativa y cualitativa lo que favorece el enriquecimiento de
los análisis y por tanto alcanzar comprensiones más profundas sobre las diferentes rea-
lidades institucionales. De esta manera, se pueden establecer relaciones entre indica-
dores de rendimiento y aspectos vinculados con la gestión de la escuela. Por ejemplo
se podría determinar:
Por otro lado, los datos que se vuelcan en la columna "zona de supervisión" per-
mite el seguimiento de las acciones que implementa el supe,rvisor y por tanto facilta su
evaluación y revisión así como la confección de informes de las acciones realizadas.
Dado que la información forma parte del circuito más am plio de toma de decisiones,
las formas que asume la comunicación entre los diversos actores expresa el tipo de
gestión que se fomenta. Por ejemplo, si la información se concentra en un actor, enton-
ces es posible que las posibilidades de participación de otros actores sean pocas ya que
no podrá emitir opiniones sobre algo que no conoce. Seguidamente , si por ejemplo e l
supervisor sólo solicita información a las escuelas y no comparte con ellas lo que ha
recolectado es probable que se genere un compromiso formal que se produce sola-
mente a efectos de responder a las demandas de la supervisión. Este tipo de canales
De esta manera, el vínculo que puede establecerse entre los supervisores así como con
las instituciones se encuentra determinado por las características de la relación que se
establece entre ellos, y el tipo de interacciones que se generan y promueven.
A continuación se detallan estos diferentes tipos de relaciones:
Varios son los puntos de vista que definen la forma específica en que la información
circula entre los actores.A continuación se enumeran, brevemente, los sistemas estruc-
turales de circuitos, canales o redes de información más relevantes:
a) Canal centralizado de estructura circular: se trata de un esquema o mode-
lo de circulación de información centralizado en el que una unidad de acción o un
individuo determinado, por su función estratégica dentro de la institución, acumu~
la la información y luego la redistribuye a las demás unidades. Es éste un modelo
que puede provocar, ciertamente, insatisfacción en muchas de las partes implica~
das en el proceso debido a que la información circula a través de él de manera
lenta y burocrática, quitando autonomía de acción y decisión a los receptores.
la función supervisora
b) Canal descentralizado de estructura cuadrangular: Este es un sistema
de información completamente descentralizado, en el que todas las unidades
pueden ser, a la vez, emisoras y receptoras, lo que garantiza y estimula la par-
ticipación efectiva de todos los actores comprometidos en el proceso. Suele
decirse que este modelo cuenta con la desventaja de permitir el resentimien-
to de la coordinación general informativa del sistema.
e) Canal versátil: este modelo intenta mejorar los defectos de los dos esque-
mas anteriores, a la vez que potencia sus aciertos, facilitando la coordinación y
estimulando la participación mediante la interconexión de subunidades dentro
de la institución educativa.
Si se realiza un recorrido por los diferentes momentos de la historia del sistema edu-
cativo y dentro de é l se recortan las funciones del supervisor, se puede advertir que
las relaciones mantenidas entre e l supervisor y las instituciones han ido tomando dife-
rentes matices.
De esta manera, en una organización que concentra las decisiones en el vértice de la pirá-
mide de poder y que centra la ejecución en la base, se priorizará un tipo de relación cen-
tralizado, de estructura circular formal y unidireccional. Por el contrario, en una organiza-
ción en donde cada miembro es parte de las decisiones que dirigen los procesos, se propi-
ciarán relaciones que se enriquecen en un ida y vuelta entre los actores. Serán relaciones
que permitan a las instituciones organizar las condiciones favorables de enseñanza aprendi-
zaje de acuerdo con sus necesidades, y en el marco de las líneas de la política educativa.
+
Concentración del poder, +
Gestión participativa,
gestión vertical y normativa flexible y abierta
Los supervisores, a través de su propia práctica y del intercambio con sus pa-
res tienen la posibilidad de relevar y sistematizar una importante cantidad de
información que si está bien procesada y es útil, permite tomar decisiones ade-
cuadas y acordes que promuevan el mejoramiento de la calidad educativa.
Las formas de acercarse a la realidad y recoger datos son variadas. Ahora bien,
lo fundamental una vez que los datos se han relevado es organizar dicha infor-
mación para lograr una visión holística de la zona de supervisión que permita
detectar sus problemáticas y proponer acciones de solución.
La función supervisora 11
El trabajo del supervisor en
la zona de supervisión
Introducción
La progresiva implementación de la Ley Federal de Educación supone el desarrollo de
transformaciones en las instituciones educativas teniendo en cuenta sus características
particulares. Por tanto, se trata que las escuelas encuentren su propio estilo.
En este contexto, el supervisor es un profesional que puede ayudar a los equipos di-
rectivos en los procesos de transformación y mejoramiento de las formas que asume
la gestión institucional.
De esta manera, adquieren particular importancia las tareas que realiza el supervisor
con las escuela de su zona. Detectar necesidades y demandas de capacitación, planifi-
car junto con los directivos acciones innovadoras en las instituciones, coordinar instan-
cias de capacitación, orientar el desarrollo e implementación del PEI, promover el de-
sarrollo profesional de los docentes, son, entre otras, las tareas que a diario realiza un
supervisor en su zona.
Ideas clave
• El asesoramiento es una de las tareas clave que desarrolla el
supervisor con las instituciones educativas.
• Asesorar es construir un espacio de interacción y de trabajo
compartido que permite la búsqueda de alternativas de ac-
ción y de resolución de problemas.
• El asesoramiento que el supervisor brinda a los docentes de-
bería procurar su desarrollo profesional.
La función supervisora 11
no plazo, evaluar los procesos y los resultados. Es decir, que pueda definir estrategias
de acción que conduzcan a la institución al logro de los objetivos que se persiguen.
Se trata de una gestión que "genera aprendizaje" que entiende que la escuela como or-
ganización aprende de sus propios procesos, de los aciertos y errores, de los éxitos y
los fracasos.
Dado que el asesoramiento ocupa un lugar de especial importancia resu lta oportu-
no reflexionar y analizar las funciones más propias de la labor asesora y el perfil pro-
fesional del asesor así como de los posibles problemas que se pueden presentar en
la práctica.
Ahora bien, el asesoramiento que realiza el supervisor sucede en el marco del sistema
educativo, y se dirige a las instituciones educativas. La interacción puede darse tanto
entre el supervisor y los docentes de una escuela como en el marco de un canal co~
munkativo e interactivo más amplio que involucre a los directivos de las distintas es-
cuelas de su zona.
La función supervisora
5. Apoyo a las escuelas en los procesos de planificación del PEI.
6. Ayudar a las escuelas en el desarrollo de la transformación curricular.
7. Ayudar a los equipos directivos y docentes a valorar las necesidades como pa-
so previo a la resolución de problemas o bien como un entrenamiento que
permite ir determinando conjuntamente qué trabajar y cómo.
8. Recopi lar, sistematizar, transformar y transmitir información a los docentes.
9. Facilitar recursos, localizarl os, diseñar y construi r, seleccionar y adaptar mate-
riales y programas.
Como se puede apreciar la labor asesora es una tarea compleja en la que se ponen en
juego las competencias del asesor y los espacios que éste genera.
m
Material de apoyo para la capacitación
9. Facilitar recursos, localizarlos, diseñar y construir, seleccionar y adaptar materiales y
programas, servir de enlace y apoyo externo entre escuelas de intereses comunes.
1O. Apoyar el desarrollo curicular, en el tercer nivel de especificación curricular le co-
rresponde a las instituc iones educativas armar su propia Programación C urri-
cular; seleccionando, organizando y secuenciando objetivos y contenidos de los
Diseños Curricu lares Provinciales (DCP). Es un desafío para el supervisor mo-
tivar, favorecer e incentivar procesos de reflexión y construcción de acuerdos
sobre selección y secuenciación de contenidos, seleccionar las metodologías
de enseñanza y de aprendizaje adecuadas a los principios y objetivos que sos-
tiene la escuela.
Ahora bien, ¿cuáles deberían ser las competencias de un supervisor asesor cuyo obje-
tivo es lograr una mayor profesionalización de los docentes?
En primer lugar, debe intentar construir su rol vinculado con el conocimiento que se ge-
nera en la práctica y que promueve la reflexión y análisis de los procesos institucionales.
El asesor, también debe mostrar e n todo momento respeto por los otros, por las pro-
ducciones grupales y por todo lo que surja en las instancias de asesoramiento. Debe-
rá desarrollar una actitud de escucha y comprensión del comportamiento institucional.
De alguna manera asesorar consiste en situarse como un colega sin distinción de sta-
tus de modo tal de procurar la credibilidad y confianza suficiente como para interve-
nir en los procesos institucionales.
Dado que no hay una única forma de hacer las cosas, asesorar no deber ía confundirse
con la "transm isión de recetas" sino más bien como una práctica que procura que los
-
otros encuentren el camino y la metodología más acorde a sus particularidades.
La función supervisora -
Por tanto generar credibilidad y confianza es una tarea esencial para e l asesor ya que
se trata de establecer relaciones e interacciones que permitan el intercambio, la refle-
xión y el análisis de los problemas, los logros en las prácticas educativas.
No existe una única forma de asesorar, por lo cual cada supervisor tendrá que
construir su propio estilo teniendo en cuenta sus caracterísitcas personales y
las de quienes serán objeto de la asesoría.
Si bien las escuelas son las principales destinatarias del asesoramiento, la posi-
ción estratégica del supervisor en e l sistema ed ucativo permite pensar que pue-
de constituirse en asesor de los niveles centrales de conducción política.
La función supervisora 11
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La función supervisora
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Campo de actuación: es el espacio o contexto donde el supervisor de-
sarrolla su función. Remite a un territorio en el que se definen diferentes re-
laciones (con los niveles centrales de la administración política, con las ins-
tituciones, etc.) y en donde el supervisor actúa, toma decisiones y asume
responsabilidades.
Niveles y ámbitos de intervención: Son los espacios que dan forma al tra-
bajo de la supervisión. Es posible identificar cuatro ámbitos: el nivel central, el
equipo de supervisores, la zona de supervisión y las instituciones educativas.
Marco de actuación del supervisor: está formado por una serie de normas
explícitas e implkitas que sientan las bases de las prácticas. Constituyen el en-
cuadre de trabajo y de referencia en el que se desempeña el rol. Regulan el ti-
po de relación que el supervisor establece con las distintas instituciones de la
zona, con sus colegas y con el nivel central.
La función supervisora 11
Zona de supervisión: está formada por el conjunto de instituciones que el su-
pervisor tiene a su cargo. Estas zonas (según las provincias) están organizadas
teniendo en cuenta distintos criterios, por niveles de enseñanza, por regiones
con escuelas de distintos niveles, etc.