Comprensión Escrita

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

DIRECCIÓN ACADÉMICA, DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN EN LENGUAS

INSTITUTO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

«DR. RAÚL PEÑA»

Licenciatura en Educación de Lengua y Literatura Castellana

La Comprensión Escrita

Trabajo práctico

Procesador de Texto

Presentado por:

María Azucena Cubilla Giménez

Nicole Araceli Toledo Ruiz

Asunción, Paraguay

Abril del 2023


Índice

Contenido
Introducción...............................................................................................................................1

Comprensión lectora. Definición...............................................................................................2

Tipos de lectura......................................................................................................................3

Principios que proponen F. Grellet (1981) y R. Williams (1986) para el desarrollo de la


comprensión lectora en el aula:..............................................................................................3

El rol del vocabulario en la comprensión...............................................................................4

Cómo trabajar la comprensión lectora....................................................................................5

Seleccionar una lectura adecuada...........................................................................................5

Contestar a preguntas..............................................................................................................5

Hacer un resumen...................................................................................................................5

Mapeo del texto......................................................................................................................6

Bibliografía................................................................................................................................1
Azucena Cubilla, Nicole Toledo

Introducción
La comprensión del texto forma parte de la rutina diaria de la mayoría de las personas,
que leen por varios motivos, ya sea para informarse del estado actual del mundo, para
aprender nuevos conocimientos, o para escaparse a la ficción literaria. En este sentido,
la habilidad que implica comprender un texto es transversal a la mayoría de las
actividades cotidianas, y es requerida en todos los ámbitos académicos y profesionales.

Para comprender una oración, uno debe procesar visualmente cada una de las palabras
por separado, identificarlas y acceder a sus representaciones fonológicas, ortográficas y
semánticas, y conectar estas representaciones para comprender el significado
subyacente de la oración. En el mismo sentido, para comprender un texto, el lector debe
procesar y conectar las ideas que aparecen en las oraciones, lo que resulta (si todo va
bien) en la construcción de una representación mental coherente acerca del contenido
del texto.

1
Azucena Cubilla, Nicole Toledo

Comprensión lectora. Definición


La comprensión lectora es una de las denominadas destrezas
lingüísticas, la que se refiere a la interpretación del discurso
escrito En ella intervienen, además del componente
estrictamente lingüístico, factores cognitivos, perceptivos, de
actitud y sociológicos. En consecuencia, se entiende como
una capacidad comunicativa que rebasa el plano
estrictamente lingüístico y abarca el proceso completo de interpretación del texto, desde
la mera descodificación y comprensión lingüística hasta la interpretación y la valoración
personal. En la lectura el lector no sólo extrae información, opinión, deleite, etc. del
texto, sino que, para su interpretación, también aporta su propia actitud, experiencia,
conocimientos previos, etc. Es, ciertamente, una destreza tan activa como la expresión
escrita. Tal como elucida Grellet (1981), «la lectura es un proceso de adivinación
constante y lo que el lector aporta al texto es, a menudo, más importante que lo que
encuentra en él».

El Marco europeo de referencia incluye la comprensión lectora entre las actividades


comunicativas de la lengua. El documento trata las actividades y estrategias de
comprensión lectora y ofrece pautas para la fijación de objetivos y evaluación de esta
destreza.

Tradicionalmente, en didáctica de la LE (igual que en la lingüística teórica) se emplea


un enfoque sintético (bottom up), lo que en la actividad de la lectura implica comenzar
el proceso de comprensión por las palabras —su pronunciación, valor semántico,
morfología, etc.—, para después ir accediendo a unidades más extensas —sintagmas,
oraciones, frases, párrafos— y finalmente llegar a interpretar el texto; luego, el mensaje
global del texto se considera la suma de la información contenida en cada párrafo; la
interpretación de éste viene determinada por la interpretación previa de cada frase; y así
sucesivamente. Como alternativa diametralmente opuesta a este modelo, se plantea un
enfoque analítico (top down) que sostiene la conveniencia de comenzar el proceso de
comprensión, precisamente, por los aspectos más generales del texto —el título, la idea
básica de cada párrafo, etc.— y sólo posteriormente (incluso en una segunda lectura)
adentrarse en los pormenores y matices de las unidades lingüísticas menores. Por
último, cabe mencionar un tercer modelo, el
modelo interactivo, que reconcilia los dos
modelos lineales anteriores, al considerar que
uno y otro no son mutuamente excluyentes, sino
perfectamente compatibles, y que actúan de
forma coordinada y simultánea.

Como punto de partida para la didáctica de la


comprensión lectora se plantean estas tres cuestiones: ¿qué leemos?, ¿para qué leemos?
y ¿cómo leemos? Existe una clara interrelación entre las tres preguntas: lo que leemos
viene determinado por el para qué de la lectura, y ambos condicionan también el cómo.

2
Azucena Cubilla, Nicole Toledo

Veámoslo con un par de ejemplos. Leemos literatura para cultivarnos y deleitar el


intelecto; empezamos por la primera página y vamos leyendo página por página, la
lectura de una obra completa suele durar horas; si, p. ej., se trata de una novela, a
medida que leemos, vamos reflexionando sobre la posible evolución de los personajes.

En realidad, antes de empezar a leer, el lector ya ha empezado a formarse una idea sobre
el texto, sirviéndose, por una parte, de las características del mismo (tipografía, formato,
lugar en que se halla el texto, etc.) y, por otra, de sus conocimientos del mundo, muy en
especial, del tema que aborda el texto. Así, por una parte, los esquemas mentales de
conocimiento condicionan la percepción y procesamiento de la información contenida
en el texto (conceptos, actitudes, valores éticos, etc.) y, por otra, el contenido del texto
va remodelando y actualizando dichos esquemas.

Tipos de lectura.
1. Lectura globalizada (skimming): pasar la vista por un texto, conformándose con
captar la esencia; generalmente, es así como
uno lee el diario.
2. Lectura focalizada (scanning): buscar uno o
varios datos incluidos en un texto, sin
atender a la totalidad de la información, p.
ej., cuando alguien busca en su agenda el
teléfono de un amigo.
3. Lectura extensiva: leer textos largos, buscando una comprensión global, p. ej.,
cuando se lee una novela en la L1. Este tipo se suele emplear en la LM para
desarrollar la fluidez.
4. Lectura intensiva: leer textos para extraer información específica, p. ej., cuando
se lee el libro de texto. Este tipo se suele emplear en la LM para aumentar la
corrección.
5. Lectura crítica: leer con el propósito de evaluar el texto, analizando la calidad
literaria, la actitud del autor, etc. Un ejemplo sería cuando el profesor lee un
ejercicio escrito por los alumnos.

Principios que proponen F. Grellet (1981) y R. Williams (1986) para el desarrollo


de la comprensión lectora en el aula:
1. Tomar el párrafo o el texto (no la frase) como
unidad de trabajo.
2. Usar textos auténticos, en la medida de lo
posible.
3. El texto debe ser interesante para el aprendiente
y, a ser posible, también para el profesor, ya que
así se aumenta la motivación.
4. Partir de la comprensión global e ir avanzando
hacia los pormenores, lo que ayuda a desarrollar

3
Azucena Cubilla, Nicole Toledo

la comprensión de la organización del texto así como la capacidad de anticipar,


inferir, etc.
5. La labor en el aula debe ser un reflejo de la naturaleza de la lectura real: con un
propósito determinado e interactivo, es decir, reconstruyendo el mensaje del
autor.
6. En la clase de lectura la actividad fundamental debe ser la lectura de unos textos
determinados, no escuchar al profesor, ni hablar sobre el texto.
7. Las actividades deben ser flexibles y variadas; la variedad fomenta la
motivación.
8. La lectura intensiva debe compaginarse con la lectura extensiva, adaptada al
nivel del aprendiente.
9. La función del profesor no es tanto explicar el texto y dar información, como
organizar y asesorar.
10. Explicarles a unos alumnos el significado de un texto no equivale a desarrollar
su comprensión lectora; para esto es preciso ayudarles a desarrollar las
estrategias cognitivas que les permitan reconstruir el mensaje original del autor,
interpretarlo y valorarlo. Por ejemplo, antes de leer una factura, un lector
competente identifica el tipo de texto y activa unos esquemas de conocimiento
relativos a la organización e información que caracteriza el texto en cuestión:
NIF de la empresa y del cliente, lista de artículos, precios, importe total, fecha,
sello de la empresa, etc.
11. Integrar la comprensión lectora con las demás destrezas.

El rol del vocabulario en la comprensión


Sin lugar a duda, la comprensión del texto no podría ocurrir sin el conocimiento de los
significados de las palabras individuales. Algunas estimaciones indican que deben
conocerse alrededor del 90 % de las palabras de un texto para tener la posibilidad de
entenderlo (Nagy y Scott, 2000), por esa razón el vocabulario se muestra estrechamente
relacionado con medidas de lectura (Cain y
Oakhill, 2011; Sesma et al., 2009) y de
comprensión (Strasser y Río, 2014). El
vocabulario también se correlaciona
significativamente con las medidas de inferencia
en niños (Lynch et al., 2008) y adultos (Calvo,
2004; Monzó y Calvo, 2002).
En psicolingüística, el vocabulario es definido en
muchas oportunidades como “léxico mental”,
una especie de diccionario mental que almacena las palabras en diversos formatos,
como fonológicos, morfológicos, ortográficos, sintácticos y semánticos, del que
disponemos de manera automática para la producción y comprensión del lenguaje
(Emmorey y Fromkin, 1992). La buena calidad de este (alta precisión y flexibilidad
dentro de la representación de palabras) ayuda a la recuperación de significados y a la
resolución de ambigüedades, reduce la carga cognitiva y facilita la integración de

4
Azucena Cubilla, Nicole Toledo

palabras individuales en la representación global del texto (Strasser y Río, 2014). La


calidad de estas representaciones mentales se determina no solo por el conocimiento
lingüístico, sino también por su estabilidad (recuerdo consistente y confiable), su
sincronicidad de activación (integración con el resto de las representaciones de
conocimiento previo) y su velocidad de acceso (Gomes-Koban, Simpson, Valle y
Defior, 2017).
De acuerdo con Perfetti (Perfetti y Hart, 2002; Perfetti y Stafura, 2014), la calidad de la
representación del vocabulario que construye un individuo es vital para la comprensión
del texto. Perfetti (Perfetti y Hart, 2002) indica que cada palabra contiene tres
constituyentes –el ortográfico, el fonológico y el semántico– y que la falta de calidad en
alguno de estos daría como resultado los posibles errores en la comprensión o en el uso
del lenguaje. Se distinguen así diferentes dimensiones del vocabulario (ver figura 3):
por un lado, la amplitud del vocabulario, y por otro, la profundidad. La amplitud refiere
a la cantidad o al número de palabras conocidas por un individuo, mientras que la
profundidad refiere al conocimiento que se tenga de estas en términos de su significado,
posibles usos y relaciones conceptuales (Oakhill, Cain y McCarthy, 2015).
Cómo trabajar la comprensión lectora
Ya que la comprensión lectora es una de las tareas más
importantes de toda la escolaridad, vamos a ver algunos
consejos sobre cómo mejorar la comprensión lectora de los
niños. Para trabajar en este sentido se pueden proporcionar
diferentes ejercicios.

Seleccionar una lectura adecuada


Dado que el primer paso será siempre leer atentamente un texto, es importante
seleccionar la lectura teniendo en cuenta la edad y las habilidades lectoras.

Contestar a preguntas
Terminada la lectura podemos pedir al pequeño lector que conteste algunas preguntas
inferenciales sobre el contenido del texto. Así provocamos una reflexión sobre el texto
leído y una elaboración de la información memorizada.

Hacer un resumen
Otro ejercicio muy útil es pedirle que sintetice el texto con palabras propias, escribiendo
un resumen. Si le resulta complicado, podemos ayudar proporcionando una serie de
frases de síntesis, algunas correctas y otras incorrectas. Tendrá que identificar las que
resuman correctamente el texto leído.

Mapeo del texto


Los mapas conceptuales son una herramienta de aprendizaje para
fomentar la compresión lectora de los niños. Con los mapas
mentales se puede organizar la información de lo leído, estructurar

5
Azucena Cubilla, Nicole Toledo

las ideas principales, aprender de manera comprensiva y elaborar esquemas visuales


significativos.

6
Azucena Cubilla, Nicole Toledo

Bibliografía

Burin, D. I. (2020, 13 febrero). La comprensión del texto escrito. La competencia

lectora a principios del siglo XXI.

https://www.teseopress.com/competencialectora/chapter/la-comprension-del-texto-

escrito/

Cervantes, C. C. V. (s. f.). CVC. Diccionario de términos clave de ELE. Comprensión

lectora.https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/

comprensionlectora.htm

Costa, H. (2022, 9 diciembre). Comprensión lectora: qué es, técnicas y ejercicios |

Smartick. Smartick. https://www.smartick.es/blog/lectura/comprension-lectora/

También podría gustarte