Mireille Cifali: Comprometerse para Acompañar. Valores de Los Oficios
Mireille Cifali: Comprometerse para Acompañar. Valores de Los Oficios
Mireille Cifali: Comprometerse para Acompañar. Valores de Los Oficios
Otro tema en relación con una situación reciente: en una primera aproximación, la
palabra “acompañamiento” me resultó un término eminentemente positivo y coherente
con el programa que les envíe previamente para presentar mi conferencia. Esto es lo que
yo escribí y les propuse sintéticamente en dicho programa:
“Acompañar: mínimamente, se trata de “ir junto con”. Estamos en el registro de la
intersubjetividad. El otro, cuenta. Hay una relación “en acto”, uno se desplaza sobre un
camino que es, en principio, el suyo. Aquel que acompaña ocupa una posición particular
en los problemas de la alteridad que se presentan inevitables de toda relación.
1
Este capítulo se basa en una primera versión que la autora escribió en 1999 en el marco de una
conferencia que fue dictada en Marbella a profesores, formadores y docentes. En esta conferencia, ella
comenta que envió previamente una suerte de programa con los temas que iba a abordar en su
exposición.
1
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
Cada vez que alguien se confronta con una experiencia o con un proyecto que exige
desarrollar un compromiso personal y que nadie puede reemplazarlo u ocupar su lugar,
un acompañamiento puede resultar una postura adecuada. Sin embargo, hay escollos y
situaciones extremas a evitar. Entre la dependencia y la soledad ¿dónde se sitúa el
acompañamiento? ¿Cuál es esa posición? ¿Ayuda, sostén, guía, proveedor de recursos o
de recomendaciones? Uno navega muchas veces entre la imposición y la autorización.
Cualquiera sea el grado de la dificultad, el acompañante tiene necesidad de: estar
adentro pero también afuera, comprometerse sin perderse, desarrollar un trabajo
psíquico a fin de mantener una buena distancia. Ciertas cualidades de ser y de saber son
importantes: fiabilidad, autenticidad, sinceridad, discernimiento, fidelidad, capacidad de
salir de sí mismo, inteligencia intuitiva. ¿Cómo uno adquiere esa capacidad de
2
“acompañar”?
El acompañamiento comprende una saber y una ética particular, una relación con el
saber específica y una utilización particular de la teoría. ¿En qué medida el enfoque
clínico ayuda a contextualizar este término de acompañamiento?
Uno escribe “acompañamiento” en primera persona y uno agrega un “tú” o un “usted”.
El autor es, por cierto, invariablemente un “nosotros”.
1. Compromisos sensibles
2
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
¿Qué necesitamos cuando estamos en una relación profesional singular donde hay un
otro en juego?
¿Qué es “ser clínico”? ¿Puede trazarse un retrato del profesional clínico? ¿Cómo se
diferencia de un otro profesional? Entre los médicos, no es raro escuchar decir “fulano
es un buen clínico”. ¿Qué cualidades reúne? Si retomo las palabras de Michel Foucault
(1993), son las características propias de una inteligencia del “instante”: instinto,
sagacidad, sensibilidad. Yo quisiera también agregar: presencia, autenticidad, capacidad
de atención. Diría que ser un “buen clínico” no es una cualidad que nosotros adquirimos
y permanece para siempre. A veces, lo somos; a veces, no. Es siempre una posibilidad a
alcanzar en cada nueva situación. El término de “clínico” molesta, a veces, a los
profesionales de las ciencias humanas porque le encuentran un matiz o un “tinte
médico” que este término sugiere. Es por eso que, sería preferible hablar de una
“actitud clínica” más apropiada para toda situación humana.
El término de “clínico” es, sin embargo, más manejable y seguiré usándolo. Voy a
intentar exponer, en los párrafos siguientes, algunas constantes o rasgos de esta postura
particular.
3
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
-Interés: Este modo de estar presente en una situación viene, en gran parte, del interés
que nosotros sintamos por ella. Un profesional clínico considera toda la situación como
importante y digna de interés. Aunque sea la más pequeña e insignificante, su interés lo
convoca. Dicho de otro modo, él valora la situación: un alumno, un enfermo, un
estudiante en su singularidad. No la vive como algo aburrido, rutinario o molesto.
El interés no está ligado a un “buen” caso sino, a todos los casos. No hay una jerarquía.
Cada situación interpela su interés.
De este modo, “estamos presentes” cuando nos interesamos por eso que vivimos, si el
otro de la relación nos importa, si no lo consideramos como un objeto, sino, por el
contrario, como un sujeto vivo capaz de tomar la palabra. Estaremos presentes cuando,
cual sea la dificultad o la complejidad de la situación, tengamos ganas de estar “ahí”
aunque el otro esté fuera de la norma. Nuestra curiosidad y nuestra capacidad de
interesarnos por la situación juegan un rol muy importante. ¿Es una banalidad subrayar
esto? Tal vez, pero uno suele ver muchos profesionales que apenas tienen ganas de estar
allí donde ellos se encuentran.
El “sentirse interesado” es una capacidad muy simple que deriva de nuestra conciencia:
toda situación es portadora de conocimiento, de desarrollo, no solo para aquel que está
enfrente sino también, para uno mismo. El hecho de que un otro nos confronte a
problemas inexplicables nos da la ocasión de tratar de entender, buscar comprender, de
ser interpelados por un enigma, de volvernos astutos, sentir y convocar a nuestra
inteligencia. La alegría que experimentamos al pensar, como dice Mishari (1987), nos
recompensa en relación con la dificultad de la situación.
Lo más difícil es mantener ese interés a pesar de la repetición y de que, el hecho ya lo
conocemos. Ya sabemos “eso que le pasa a un otro” porque profesionalmente tenemos
frente a nosotros, muchos de casos. Para cada uno, el profesional clínico tiene que sentir
que es “la primera vez”. ¿Cuál es el interés de alcanzar un vaso de agua a una persona
mayor durante nuestra jornada, mientras que, uno lo hace muchas y repetidas veces?
Podemos estar legítimamente cansados por ese nuevo pedido y no ver nada interesante
en la repetición de nuestro gesto. Sin embargo, si nosotros consideramos la singularidad
de una demanda, guardamos ese interés que da un rasgo humano precioso a nuestra
presencia. La repetición de gestos corre el riesgo de empobrecerse, ya que va quedando
nada más que el esqueleto de nuestra relación con el otro.
En nuestros oficios, ¿qué nos provoca interés al frecuentar lo humano?
A veces, la dificultad de un alumno o de un estudiante no despierta interés, sino que, al
contrario, molesta. Uno lo reta o lo sanciona por no saber resolver dicha dificultad. Uno
se enoja o hace comentarios despectivos, sobre eso que nos cansa porque nada pasa
como estaba previsto. No soportamos la dificultad porque esa torpeza es contagiosa y
4
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
ella se “nos pega” como una mala imagen de nosotros mismos; como si nosotros
dependiéramos del logro del otro para dar valor a nuestra propia existencia.
La dificultad del otro nos convoca, nos confronta tanto a la impotencia de nuestro
pensamiento cuanto al interés por comprender y actuar en consecuencia. Lo vivo de la
relación se sitúa en esa conjunción, en esa singularidad, en ese proceso vivido, en ese
sufrimiento sentido, aunque ese sufrimiento no sea el nuestro.
Encontrar interés a la situación nos interpela para que podamos ser inteligentes. Aún
falta que, una institución nos de espacio: que ella no reduzca nuestros gestos a la
prescripción, negando nuestra capacidad inventiva, como sostiene Cristophe Dejours
(2008).
5
-Confianza: ¿Se trata de un esfuerzo que está por detrás de dicha presencia? No, no me
parece. Esta presencia se da por sí misma, sin que nosotros sepamos qué va a
producirse. Hay una confianza que se despliega. No me gusta el término “confianza en
sí mismo” aunque sea necesario una cierta tranquilidad en uno. Cuando uno comienza y
es principiante, no se tiene dicha confianza desde el inicio. Nos preside la angustia, el
miedo a lo que va a suceder, el temor al fracaso. Y después... no sé cómo, algo sucede,
algo del orden de la evidencia. No se trata de volverse “apto” y superado. No se trata de
una creencia por la cual uno suponga que no va a equivocarse más. No, al contrario. Se
trata de la certeza de que podemos fracasar y eso, ya no nos angustia; solo debemos
estar atentos.
La confianza nace también al tener en cuenta al tiempo. Sabemos que la dificultad de
hoy es transitoria, que el tiempo permite, a menudo, un pasaje, y que, es necesario
resituar a aquel que está “desbordado” por el presente. Esta es, justamente, una de las
cualidades ligadas a nuestra competencia relacional: saber trabajar con el tiempo.
El tiempo nos libera de la catástrofe del presente. Esto nos revela nuestra capacidad de
considerar al sujeto de otra manera que lo que el instante presente nos muestra. De
algún modo, “tener confianza” supone considerar las fuerzas de la vida por encima de
las fuerzas destructivas. Y, cuando el tiempo empuje hacia la degradación de sí y de la
situación, es importante aceptar que el futuro de la muerte es nuestro destino y que una
vez más, la confianza en las fuerzas humanas debe ser convocada.
Confianza en la situación, confianza en el otro paciente o en el otro alumno, confianza
en el otro profesional; en fin, con todo aquello con lo que trabajamos.
La psicopatología del trabajo no cesa de repetirnos que: aquello que nos hace sufrir más
en las relaciones profesionales es la falta de confianza en el otro colega o en la
jerarquía. En estos casos, es muy difícil “ser inteligente” ya que, en esa situación es el
miedo que domina.
2. Precauciones sensibles
5
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
6
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
Toda situación es singular, ella no se repite jamás. Más allá que sea una patología que
nosotros conozcamos, el enfermo que se encuentra ahí, no es simplemente un enfermo
con una enfermedad. Se trata de un sujeto que habla en una unidad de cuidados con
problemas institucionales y con problemas psicosociológicos. Se trata de tal estudiante,
en tal contexto, con tal dificultad en relación con nosotros, que vuelve esa situación a la
vez diferente y parecida a muchas otras que nosotros ya hemos atravesado. Tendremos
que tomar en cuenta todos esos elementos. Nosotros somos especialistas, sin olvidar por
todo ello, el contexto.
A menudo, cuando uno está centrado sobre un solo elemento, no considera el resto. Así,
uno toma una “buena” decisión sobre un elemento, pero si no ha considerado el
conjunto, esa decisión es portadora de malestar, aunque sea pertinente el ángulo sobre el
7
cual se ha fundamentado. Es necesario ser especialistas con competencias puntuales,
pero también, tener una mirada de conjunto. Pertenecemos a los oficios donde no faltan
las tensiones entre los contrarios, donde se vincula lo técnico y las relaciones, los
especialistas y los generalistas. Actualmente, lo que me parece más doloroso es la
multiplicación de miradas especialistas analizando solamente “una parte” de la
situación. En consecuencia, uno toma “buenas” decisiones pero que se vuelven
inoperantes, difíciles y más aún, destructivas porque el conjunto no ha sido percibido.
Los profesionales “de terreno” no pueden ser solamente cognitivistas, psicólogos del
comportamiento, sociólogos o psicoanalistas. Las ciencias han segmentado la realidad
para comprenderla. Cuando uno está en la acción, no hay un recorte que sostener. Y es
ahí, donde reside la dificultad. François Dagognet (1996) define a la medicina como “un
arte que utiliza varias ciencias”. Yo creo que podemos tomar por nuestra cuenta a esta
definición para pensar nuestros oficios. Un psicoanalista en lo social, que se identifica
solo con eso que él ha construido en el espacio de la cura, puede volverse destructivo.
Un sociólogo que actúa solamente refiriéndose a sus conceptos, puede también
equivocarse en la acción. Es importante, como lo dice Morin (1990), tejer lazos y
entramar nuestros saberes. Es necesario trabajar la cuestión de la acción y de la
movilización a través de ella, de los conocimientos. Cuando nosotros actuamos, no
aplicamos una teoría, pero movilizamos conocimientos siendo “permeables al
conjunto”. Tendemos a conquistar una lucidez de sí en relación al otro, una lucidez
institucional. Esta preocupación del conjunto es una postura de la cual, no siempre uno
toma conciencia. Hay una apertura y no, un cierre. También, uno sabe que nuestras
decisiones no son solo racionales y esto es mejor. Existe lo arbitrario en nuestras
decisiones y nosotros debemos asumirlo.
La inteligencia, la sabiduría práctica, llaman a ciertas capacidades como los griegos las
había descripto: la metis. La sagacidad y la intuición. Cuando nosotros somos hombres
o mujeres “de terreno”, movilizamos, a la vez, nuestros conocimientos y esa capacidad
de “ser en situación”. Así, tomamos al otro como un sujeto y no, como un objeto. En
determinados momentos, para mantener nuestra intersubjetividad, tomamos al otro
como objeto del cual uno habla. Cuanto más el otro está en dificultad, más tendemos a
hablar en su lugar, a apropiarnos de su palabra en nombre de un saber.
3. Recepciones sensibles
7
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
8
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
practicante nos hace vivir; es decir, de qué está hecha nuestra participación justamente
en esa relación.
Felizmente, ninguna relación de ayuda, ningún oficio de lo humano, ninguna técnica
nos protege de esta relación: el otro nos toca y nosotros estamos implicados, afectados.
La relación con el otro es un acelerador del inconsciente: ponemos en juego una parte
de nosotros mismos, de nuestra historia. Sin embargo, profesional y éticamente, no
estamos autorizados a informar a los otros eso que nos pasa, que nos concierne. A
veces, experimentamos también sadismo, el deseo de castigar a un paciente, a un
alumno, a un equipo, a un practicante porque no actúa como esperamos. Esto nos exige
todo un trabajo de construcción de la buena distancia. ¿Qué es lo que está en juego en
todo esto? Una parte de nosotros mismos.
9
En nuestra profesión, no podemos actualizar nuestra crueldad. Tenemos obligación de
trabajar esos sentimientos ambivalentes. Esto es importante, porque estamos
inevitablemente confrontando situaciones que nos ponen fuera de nosotros mismos.
Tenemos nuestros dispositivos técnicos, pero somos seres humanos. Los pacientes, los
alumnos, los practicantes tienen necesidad de seres humanos que los miren y que estén
implicados. Esto no quiere decir: estar implicado al punto de vivir la muerte, el dolor, la
dificultad del otro.
La inteligencia clínica viene a la vez de: poder “estar implicados y desimplicados”, estar
tocados sin estar invadidos. Jamás estamos en la buena distancia. Esto es un trabajo
constante que tiene que construirse. Dicho trabajo permite al profesional como al otro,
no sentir que uno paga un precio muy alto por todo ello.
9
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
Existe una perversión de saber cuando éste se reduce solo a una racionalidad
desconectada del afecto que no se compromete con una reflexión ética; cuando el saber,
aliado al tecnicismo, rima con la frialdad, la ausencia de sentimientos, el funcionalismo.
Sin embargo, existe otra situación cuando el acceso a los conocimientos toca, a la vez,
la razón y el corazón.
Cuanto más aprendemos, más desarrollamos nuestras cualidades del ser y de saber. Esto
sería mi ideal. A través del acceso a los conocimientos, construimos cualidades
humanas. Estas cualidades ¿están forjadas por la educación, por el ejemplo dado por los
adultos? La moral y la religión no son suficientes. Se trata más bien de la influencia de
la educación y sobre todo de una construcción psíquica que es habilitada por aquellos
que la transmiten, esa sabiduría del saber considerada como sublimación “lograda” y no,
10
como una construcción defensiva (Eugène Enriquez, 1997). Cuando el saber es
búsqueda de comprensión, al ser considerado fundamentalmente en las exigencias de
una comunidad, permite al ser humano crecer en su humanidad. Sería más simple
agrupar todas estas ideas, bajo el término “cualidades personales” pero no alcanza.
¿Qué educación ofrecer para que esas cualidades sean auténticamente construidas?
¿Qué formación, qué recorrido, qué presencia en el mundo y consigo mismo? ¿Cómo
construir esas cualidades? Una reflexión sobre nuestros propios actos, sobre lo que
nosotros hacemos; la capacidad de cuestionarnos, de aceptar que no tenemos siempre
razón y de confrontarnos a los otros: estos serían algunos de los elementos de base.
De una profesión a la otra me parece encontrar algunas constantes: un alto grado de
conocimiento de los elementos en juego en una situación determinada, un interés
preciso sobre ella, una conciencia de la responsabilidad ejercida, una cierta manera de
no sentirse omnipotente o capaz de hacer todo solo, la necesidad de medir sus
posibilidades y sus límites en cada nueva situación.
Retomemos. Frente a una situación profesional, ponemos en movimiento todos nuestros
conocimientos para tomar decisiones adaptadas a la particularidad de cada caso.
Movilizamos nuestros saberes en una relación viva con el otro para permitir que la
situación dada (enfermedad, dificultad escolar o profesional) progrese. Somos, a la vez,
racionales e intuitivos. Estamos presentes frente al problema encontrado y buscamos un
camino que, a veces, resulta valioso après-coup, después de haber tenido los efectos de
dicha progresión.
Allí donde había sufrimiento, dificultad, repetición, incomprensión, puesta en peligro,
allí donde un ser humano no parecería poder resolver por sí solo el enigma en el cual se
encontraba atravesando, un profesional junto con él, ha construido los medios para que
no quede adherido a eso que lo llevaba al peligro. Un profesional y un paciente están en
relación con un mismo sufrimiento y uno no puede resolverlo sin el otro. Esto convoca
a nuestra capacidad de tener en cuenta al conjunto de los factores, de poder discriminar
los elementos, de darles un sentido, de estimar la importancia o no, de tal o tal factor, en
relación con la situación dada. En ese instante, emerge una decisión, una palabra, una
pregunta que “hace sentido” para uno y para el otro y a partir del cual, nos damos cuenta
que dicho sentido es efectivamente estructurante.
Esta movilización del sentido clínico recupera algunas posturas filosóficas que
encontramos en la hermenéutica o en aquellas que desarrolla Nathalie Sarthou-Lajus en
su obra “L’ éthique de la dette” (1996) cuando sostiene que, nuestra intersubjetividad,
se funda sobre una deuda. Esta última se inscribe en la dependencia con el otro como
fundamento de nuestra intersubjetividad. el reconocimiento de nuestra falibilidad es
necesario. Reencontramos así aquello que Morin (1990) desarrolla alrededor de nuestra
aceptación de la incertidumbre, de nuestra capacidad de saber jugar con lo imprevisto.
Esto nos conduce a cuestionar nuestra concepción de la racionalidad o de la relación
10
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
(…)
11
MATERIAL INTERNO DE LA CATEDRA: Cifali: Comprometerse para acompañar. Valores de los oficios de la
formación. PUF. Paris. 2018. Traducción y selección de párrafos: Viviana Mancovsky y Ángela Gallero.
12