Modelos Salud Publica Internacional y Global
Modelos Salud Publica Internacional y Global
Modelos Salud Publica Internacional y Global
Bajo el enfoque de salud internacional se han tratado de manera preferencial los temas
relacionados con las enfermedades que traspasan las fronteras entre países. Sin
embargo, en este momento debería interesar no solo la transferencia de agentes,
factores de riesgo y enfermedades entre diversas regiones y naciones del mundo, sino
también otros retos impuestos a la salud por la suma de determinantes de orden
supranacional, en especial los derivados de las fuerzas del comercio y la integración
económica.
Hoy irrumpen otros temas con fuerza en el escenario internacional: la respuesta social
en salud desde una perspectiva desnacionalizada, la incapacidad de los países para
definir con autonomía sus propios modelos de sistemas de salud, la renovación
institucional en el espacio supranacional y el papel de las organizaciones de la sociedad
civil internacional (3).
Desde sus inicios, la salud pública internacional ha estado condicionada por los
intereses económicos de los países, que le ha trasladado grandes inequidades en el
sector de la salud y la ha hecho contemporizar con desigualdades sociales
injustificadas. Este desequilibrio internacional, producto de una inaceptable distribución
de la riqueza, se ha agravado en las últimas décadas debido a la globalización
económica, lo que plantea nuevos y graves desafíos a la salud mundial.
En este contexto no puede desconocerse, hoy, el papel que cumplen nuevas fuerzas
internacionales enmarcadas en el juego del poder mundial -sustentadas en complejas
relaciones económicas, políticas y sociales-, el papel que desempeñan los nuevos
bloques económicos, políticos y militares en la liberalización del comercio internacional
y en la transnacionalización del trabajo y la producción. Tampoco se pueden
desconocer las consecuencias de los más recientes conflictos bélicos internacionales
que están influyendo, sin ninguna duda, en la salud mundial.
La salud pública global es, pues, un bien público global, basado en un nuevo valor
público propio de la época reciente, centrado en los derechos humanos, en una
filosofía altruista, política y ética. Se define (6) como un nuevo enfoque en un nuevo
contexto, una nueva conciencia sobre la salud, es decir, un nuevo enfoque estratégico
en el marco de la globalización, pero nunca puesto al servicio de los intereses
globalizadores de la economía.
No obstante, ahora más que antes se deben enfrentar los desafíos que trascienden las
fronteras nacionales y los complejos arreglos de las fuerzas locales y globales que
afectan a la salud pública internacional, como la urbanización, la migración, las
poblaciones sin arraigo territorial, la explosión de la tecnología de la información, la
expansión global de los mercados, las llamadas sociedades mundializadas, aún en
ámbitos locales, y la pérdida de influencia de los Estados y las naciones.
Algunos estudios han demostrado que las modernas fuerzas transnacionales están
cambiando y exacerbando la susceptibilidad global a las enfermedades infecciosas y no
infecciosas (8). Una de las primeras áreas de la salud pública internacional y la
cooperación entre los Estados ha sido precisamente el control de las enfermedades
infecciosas.
Se ha afirmado que "los modelos sociopolíticos, junto al afán de poder y las políticas
exteriores, se han convertido en referentes para las relaciones internacionales; por su
parte, los modelos de salud se convierten en referentes para las relaciones
internacionales" (10). Como ejemplos que respaldan esta afirmación se pueden citar la
institucionalización de las medidas de cuarentena en los puertos ante las epidemias de
peste, la celebración de la Primera Conferencia Internacional en París en 1851 para
buscar acuerdos sobre una reglamentación sanitaria que se ocupase de la navegación
por el Mediterráneo y la creación de la Oficina Sanitaria Panamericana en 1902, entre
otros. Al igual que la creación de la Oficina Sanitaria Panamericana se debió en gran
parte a la epidemia de fiebre amarilla que afectaba a América Latina y los Estados
Unidos de América, los problemas de salud, la violencia y el comercio han sido la base
de la mayoría de los acuerdos internacionales modernos.
Modelo clásico. Su objeto de estudio e intervención son los países en desarrollo y las
minorías marginadas que viven en los países desarrollados. Se basa en el modelo
"médico-biologista", enfocado en el asistencialismo y la colaboración internacional para
controlar las epidemias y las enfermedades infectocontagiosas (10).
Algunos autores han propuesto otras visiones de la salud pública internacional a partir
de modelos críticos, basados en las diferencias sociopolíticas entre los países
industrializados y en desarrollo -la visión Norte-Sur y la concepción particularmente
latinoamericanista (12)-, que defienden otros valores, como la equidad y el beneficio
mutuo.
Muchas de las críticas que podrían hacerse a los diferentes enfoques de salud
internacional están relacionadas con sus limitaciones (11, 12), entre ellas, el
reduccionismo biologista de las "enfermedades tropicales", según el cual se ha llegado
a pensar que los trópicos están enfermos; su concentración excesiva en el derecho, los
códigos internacionales y el Reglamento Sanitario Internacional; algunos supuestos de
que el enfoque de salud internacional es cuestión de países subdesarrollados y
poblaciones pobres y marginadas, consideradas "fatalmente enfermas" y que impiden
visualizar la influencia de las relaciones sociales internacionales de producción y el
comercio; la percepción de los problemas de salud como resultado de la confrontación
Norte-Sur, algo que ha sido rebasado por el actual orden internacional de la
globalización; y la dependencia excesiva de los círculos de poder, los intereses
económicos y las alianzas comerciales.
Lo cierto es que resulta imprescindible desarrollar una base conceptual nueva en esta
área del conocimiento, que responda a los intereses de todos los países y evite teorías
parciales que solo sirven a un determinado núcleo de poder.
SALUD PÚBLICA GLOBAL
A pesar de los valores que nos dejaron la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948, la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la
Declaración de Alma Ata de 1978 (18) sobre la atención primaria de salud, en la última
década del siglo XX se observó un retroceso en la salud mundial, se globalizaron los
riesgos y se disminuyeron las acciones globales en favor de la salud (19).
Paralelamente y ligado a esto se cedió un mayor espacio a los intereses económicos y
comerciales de algunos países.
A la luz del contexto descrito, en las últimas décadas del siglo XX surgió una nueva
vertiente de interpretación de los problemas de la salud internacional, basada en la
globalización (29): la salud global. Esta vertiente emergió simultáneamente con el
proceso de globalización, mucho después del surgimiento del concepto de salud
internacional, acuñado en 1913 (30). Ahora el enfoque de salud pública global tiene el
objetivo de superar las limitaciones de la salud pública internacional.
En consecuencia, los temas de la salud pública global serán diferentes a los de la salud
pública en las dimensiones local y nacional, aunque la salud pública global subsume e
incluye estos espacios. Según varias fuentes (8, 12, 36), las áreas de actuación de la
salud pública global son: el comercio internacional de bienes y servicios (la relación
entre las políticas comerciales y sanitarias y la calidad de vida de los ciudadanos), los
convenios mundiales y la legislación sanitaria internacional (intervenciones y
compromisos a escala mundial), el papel de las agencias y organismos multilaterales
(el juego de poder de la salud en el mundo y los equilibrios que se deben lograr) y la
situación relativa de la salud en diferentes países y regiones (migraciones, movilidad
en las fronteras, importación y exportación de bienes y servicios de salud, y sus
efectos en la salud mundial y local).
Para otros autores (30) "salud global" emerge de una política amplia y de procesos
históricos en los que la OMS ha desempeñado un papel dominante, ha desafiado el
nuevo contexto y se ha reposicionado mediante la configuración de un gran poder
basado en las alianzas. Después de la crisis de la OMS de 1988-1998, la organización
comenzó a abrazar y liderar las iniciativas de la salud pública global y a finales del
decenio de 1990, "la OMS, aprovechando un nuevo liderazgo derivado de su
preocupación por 'la salud mundial', desarrolla una estrategia organizativa que
propugna la supervivencia y la renovación" (30). Pero eso no quiere decir que la OMS
se haya inventado "la salud pública global"; esta se debió a otras fuerzas más
poderosas, aunque la OMS ayudó y ayuda a promover el interés en la salud mundial y
a difundir este enfoque, lo que le permitiría restaurar la coordinación internacional y
retomar el liderazgo.
No se puede desconocer, por ende, que lo político atraviesa el enfoque de salud global,
de ahí que países como los Estados Unidos lo vean como una oportunidad para
fundamentar su seguridad nacional o darle otro sentido a la defensa de sus intereses
económicos con el fin de fortalecer su autoridad global (37). Así mismo, otras
amenazas se pueden cernir sobre la salud.
Nuevos desafíos se abren a la salud pública internacional bajo esta perspectiva global,
retos que pueden integrarse en tres frentes de actuación: desarrollar una base teórica,
mejorar la salud mundial y lograr un nuevo sistema de salud internacional (28).
La base teórica
La definición de una base teórica renovada para la salud pública (salud global y lo
público) debe ser parte de los cambios cognitivos de la globalización. Tener una
perspectiva más integral y global del mundo es mucho mejor para la salud que la visón
segmentada de la salud internacional. Renovar el discurso de la salud pública global se
traduce en la práctica en nuevos liderazgos, soluciones y mecanismos de coordinación.
El nuevo paradigma de la salud global muestra un estado de transición que debe tener
muy en cuenta los propios contextos de la salud en las regiones, sus antecedentes,
teorías, políticas, tecnologías e identidades (4).
Trabajar hacia una globalización real de la salud para mejorar la salud mundial (la
salud global, como situación y condición de vida) debe ser el único objetivo ético
aceptable (3, 19). El objeto de estudio de la salud pública global es colectivo y se basa
en la población de naciones y en la comunidad global (5). La salud tiene que ver con
"la transferencia internacional de riesgos", derivados de la globalización y las
condiciones de interdependencia mundial, lo que obliga a probar nuevas estrategias
mas allá de considerar lo global como resultante de una sumatoria de lo internacional.
Aún no se cuenta con una política pública global de salud. Esto hace pensar que la
acción que se necesita debe ser realmente mundial, preferiblemente supranacional, lo
que supone más que el esfuerzo nacional o internacional, la construcción de un espacio
global de responsabilidad y rendimiento de cuentas por encima de la injerencia de los
Estados y las naciones. Dado que los riesgos en el nuevo siglo son supranacionales -
con efectos locales y sobre los hechos cotidianos de la vida de todos- deberán
igualmente ser afrontados mediante una acción global sistemática. La crisis actual de
la salud mundial (47) no es una crisis por enfermedad (o epidemiológica), sino una
crisis de gobernanza, originada por la debilidad en el ejercicio de las políticas públicas
y los mecanismos interestatales.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
3. Murray CJL, Frenk J, Evans T. The global campaign for the health MDGs: challenges,
opportunities, and the imperative of shared learning [comment]. Lancet.
2007;370(9592):1018-20. Hallado
enhttp://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140673607614585/fulltext.
Acceso el 4 de mayo de 2009. [ Links ]