Currículo Y La Pedagogía Del Texto Guillermo León Gomez Zuluaga Maestro

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CURRÍCULO Y LA PEDAGOGÍA DEL TEXTO

Guillermo León Gomez Zuluaga


Maestro
Para el alcance de sus objetivos y cumplimiento de sus principios, toda acción
educativa se debe contextualizar y afirmar en una lógica de vínculos sociales,
culturales, políticos, económicos y tecnológicos, así como reconocer el papel de
humanización del ser humano, lo cual debe ser motivo de reflexión permanente con las
dimensiones de éste: corporal, lúdica, ética, cognitiva, comunicativa, estética y
espiritual, con un crucial papel atribuido a los símbolos y a las prácticas culturales, pues
penetrar en el origen de los signos es penetrar en el origen del hombre mismo y de la
cultura.
La afirmación anterior nos lleva a pensar que uno de los debates de mayor importancia
académica es el que tenga por objeto el Currículo. Esto para tomar posiciones que
permitan reflexionar sobre cuestiones tales como ¿cuál es el concepto de Currículo?,
¿cuáles son sus elementos constitutivos?, ¿cómo diseñar, ejecutar y evaluar el
Currículo?, ¿cuáles son sus fundamentos? En fin, un sinnúmero de preguntas que no
se pueden responder en forma aislada sino formando el entramado y complejidad del
mismo concepto.
En virtud de lo anterior, es imperativo abordar esta pregunta inicialmente desde los
conceptos básicos y desde una reflexión en torno del Currículo que exige,
precisamente, la conceptualización del término y una aproximación a su definición
enmarcándolo en el contexto de un enfoque pedagógico cuya base teórica está
constituida por las ideas más convincentes de la lingüística textual, el socio-
interaccionismo, la pedagogía y la didáctica, cuyo objetivo fundamentalmente es
proponer una enseñanza–aprendizaje eficaz que permita a los participantes de los
procesos educativos apropiarse cualitativamente de los conocimientos necesarios para
comprender y, si es posible, transformar la realidad natural y sociohistórica, para
realizarse históricamente en cuanto seres humanos, es decir proponemos un enfoque
pedagógico critico social , una educación liberadora conducente a la emancipación del
sujeto.
Teniendo presente el planteamiento anterior, se presenta a continuación una serie de
conceptualizaciones que tradicionalmente tienden a identificarse con el concepto de
Currículo, buscando además su relación con el enfoque pedagógico en mención.
La Ley General de Educación de 1994, en su artículo 76, afirma: “Currículo es el
conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías y procesos que
contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural, nacional,
regional y local, incluyendo también los talentos humanos académicos y los recursos
físicos para poner en práctica las políticas y principios del Proyecto Educativo
Institucional”.
Esta definición de Currículo se puede resignificar desde el enfoque crítico, expresado
en la Pedagogía del Texto, considerando que “el Currículo es un proceso de
investigación y desarrollo permanente y, por lo tanto, una acción intencional, esto es,
constituyente y constitutiva de sentido. Es lo que hace inteligible los procesos
educativos. Es un acontecer, algo dinámico, participativo, crítico y creativo que se
materializa cuando el estudiante confronta sus vivencias en el ambiente escolar para
desarrollar un universo significativo para él, en relación con sus aspiraciones, con la de
los diferentes grupos sociales y con la sociedad en su conjunto, toda vez que propicia
situaciones de equilibrio y transformación entre unos y otros”( INSTITUTO PARA EL
DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN DE ADULTOS – IDEA. Op. Cit. No. 12.).El
currículo debe ser generador, y poner el énfasis en la formación al crear actitudes
abiertas frente a las ciencias de base como Lengua, Matemáticas, Sociales y
Naturales, para que el individuo en formación acuda a informaciones y conocimientos,
de tal manera que se le dé forma gracias a su propia lectura crítica, creativa y capaz de
comprender y transformar, de interrogar y de aprender transformando.
Desde el socio interaccionismo, enfoque psicológico que sustenta la Pedagogía del
Texto, el currículo tiene la pretensión de construir un proyecto educativo que, además
de desarrollar las habilidades del pensamiento (en términos de Vygotsky serían las
capacidades psicológicas superiores), proporcione los conocimientos necesarios para
que los educandos/as ––como sujetos mediados semióticamente–– conozcan y
comprendan su realidad para transformarla. Es una concepción curricular, donde el
hacer de la escuela se centra en los procesos de enseñanza/aprendizaje que se vierten
en la transformación de la sociedad para el mejoramiento de las condiciones de vida de
la comunidad. ( CORREA, Santiago. 1998. p. 88.)
Aquí se considera el currículo como algo no homogéneo, porque cada institución, ––
cada grupo–– es un mundo diverso donde intervienen múltiples variables. Se llega así
a un currículo que se construye en un proceso de investigación al interior de la misma
institución educativa, donde interactúan educandos/as, educadores/as, directivas y
comunidad.
Currículos que se edifican sobre problemas específicos de la realidad educativa. Así, el
currículo se construye desde la problemática cotidiana, los valores sociales y las
posiciones políticas, económicas e ideológicas, para convertirse en agente de cambio
social. En un currículo así concebido, el docente no es tan sólo transmisor de
conocimientos; es un agente que pone en cuestión su práctica, la confronta con teorías
y la modifica; además, es un acompañante del proceso de autoformación de los
educandos/as, quienes trabajan en el desarrollo de sus capacidades psíquicas
superiores para resolver problemas, para comunicarse, para leer comprensivamente,
para acceder a otros conocimientos en una visión interdisciplinaria de las ciencias. Para
ello, el currículo tiene, entonces, que plantear temáticas/problemáticas/núcleos
integradores, transversales e interdisciplinarios.
Desde la Pedagogía del Texto el currículo se considera en sentido amplio, pues incluye
los objetivos, los principios pedagógicos, el plan de estudios y las prácticas; se
diferencia claramente del plan de estudios que es sólo el plan de contenidos.
( FAUNDEZ, A. El concepto de currículo. 2003) Currículo se refiere así al conjunto, es
decir, a la organización del centro educativo, el procesamiento de su autonomía, las
relaciones pedagógicas y culturales que se establecen en su ámbito, los objetivos, los
contenidos, la metodología, las modalidades de asumir las historias, las palabras, las
culturas de los sujetos del proceso educativo.( SÁNCHEZ MATEUS, Antonio.
Características del adulto/a educando/a y pertinencia del currículo. 1997.)
En cualquiera de los casos, el concepto que se asuma llevará implícito las
concepciones que se tienen de sociedad, de conocimiento, de enseñanza y de
aprendizaje y del papel de la enseñanza y de la escuela en la sociedad y con respecto
a los mismos sujetos. El currículo, quiérase o no, refleja la forma de organizar el
contenido de la práctica educativa, método que responde a decisiones e intereses que
son coherentes con la función social, política y económica que se le dé a la escuela.
De todas maneras, frente al currículo existen algunas constataciones que no es posible
olvidar en el momento de optar por una u otra conceptualización: el currículo es un
instrumento social (controlado por diferentes sectores-agentes); es un elemento técnico
(vehicula una concepción de educación y la opera) y representa una determinada
concepción del proceso de enseñanza/aprendizaje.
Por ello, algunos autores/as no hablan de currículo sino de proyecto curricular para
enfatizar la necesidad de construirlo y precisarlo para cada proceso educativo, más allá
de las definiciones teóricas. Además, es muy difícil presentar y asumir una sola
concepción de currículo que sea aceptada universalmente; en cualquier caso, se
tendrían que especificar las intencionalidades educativas y las del plan o los planes de
acción para conseguirlas.
Con todo esto, sin embargo, en los últimos tiempos sí hay una mirada más o menos
consensual y es que es necesario crear y organizar un currículo democrático que
propugne por una sociedad democrática, teniendo como base para una educación de
calidad los siguientes principios de orden epistemológico:
- La educación debe permitir la apropiación teórica y práctica de los conocimientos.
- Los conocimientos enseñados deben estar vinculados con las realidades sociales y
biografías de los sujetos.
- La apropiación de conocimientos debe servir para resolver problemas de la vida diaria
o para la adquisición de conocimientos. Tener un carácter pragmático.
- La apropiación del conocimiento debe conducir a una autonomía intelectual que
permita el desarrollo de lo autotélico en los sujetos.
- La apropiación del conocimiento debe reconocer que estos son productos históricos y
deben ser comprendidos en sus procesos históricos.
El Currículo, por lo tanto, es la vía que tiene que transitar la escuela como
establecimiento que implica cierta estructuración del tiempo y del espacio basada en un
sistema de relaciones sociales (entre alumnos y docentes, entre los alumnos, entre el
establecimiento de enseñanza y el medio ambiente). Los efectos de la escolarización
se deben, en gran parte, a estos aspectos del medio escolar que debe enseñar
sistemas de conocimientos que, con frecuencia, presenten a los alumnos hechos reales
con significado y con sentido; los contenidos escolares llevan en sí mismo los
instrumentos y las técnicas intelectuales y, muy a menudo, le deben procurar
interacciones sociales capaces de construir los distintos saberes, de modo que le
permitan a los alumnos apropiarse de conocimientos teóricos y prácticos necesarios
para su formación como hombres y mujeres de una sociedad determinada.
Al hacer referencia a los espacios y tiempos, se entiende ––entre otros–– la
elaboración de programas que contengan objetivos determinados y actividades
múltiples para lograrlos, pero también se hace referencia a las evaluaciones críticas
permanentes, con el fin de verificar si los participantes se apropian de los
conocimientos indispensables para su formación. El objetivo es que se dé cuenta del
dominio de estos saberes, lo que implica el dominio de ciertos conocimientos que se
expresan por medio de ciertas disciplinas (con los textos y géneros textuales que ellas
mismas privilegian para su abordaje), teniendo presente también los elementos
constitutivos del Proyecto Educativo para cumplir su encargo histórico y social de
humanizar la humanidad (como construcción social e histórica), resultado de un debate
que expresa la correlación de fuerzas sociales en un momento dado.
Esta vía es un “proceso” en tanto investigación, desarrollo y contextualización, así
también como metodología y estrategia de enseñanza de las ciencias de base, ––como
elementos fundamentales del currículo–– tendientes a formar un hombre y una mujer
determinados, por lo que requiere de las siguientes características:
- PERTINENCIA. Consiste en aproximar la enseñanza a la vida; al entorno natural y
humano; al mundo del trabajo, de la familia y de la comunidad, desde lo cotidiano y
vivencial de los sujetos educativos, para atender las exigencias del conocimiento y de
la ciencia. En una palabra, la pertinencia logra establecer el puente entre necesidades
e intereses de aprendizaje y objetos de saber. Debe, por tanto, responder el Currículo a
las necesidades académicas, científicas, tecnológicas, económico-laborales,
ideológicas y culturales de los sujetos y de la comunidad educativa
- PARTICIPACIÓN. Esta característica del currículo es entendida como la vinculación
real, activa y organizada de los miembros de un grupo social (comunidad educativa),
que se reconoce como voluntad común para enfrentar colectivamente las condiciones
de su comunidad, y en la cual la mayoría de los miembros de dicho grupo toman parte
en las decisiones y tienen poder para llevar a cabo cambios que afecten sus
condiciones de vida, a partir de la identificación, análisis, aprehensión y transformación
de la realidad (con sentido crítico, reflexivo), y hacia un adecuado desarrollo humano
integral, tanto individual como colectivo.
- FLEXIBILIDAD. El desarrollo científico, el avance tecnológico creciente y la aplicación
de nuevos métodos y sistemas generan como necesidad correlativa permanentes
procesos de transformación en la educación y, por ende, en los Currículos,
considerando el conocimiento como un interrogante permanente, que no da lugar a
paradigmas fijos (la ciencia es aparadigmática, esto es, debe estar abierta siempre a la
realidad y a la crítica). Esto significa que el Currículo no es estático, sino que está
permanentemente abierto al cambio, pues con ello el resultado del proceso no se
encontrará descontextualizado; por lo tanto, se puede desarrollar en situaciones
diversas que permitan la adaptación a diferentes realidades y necesidades.
- ENFOQUE INVESTIGATIVO. Esta dimensión del Currículo llama la atención de los
educadores para que despierten la capacidad de descubrir relaciones causales, de
establecer categorías y prioridades, de determinar correlaciones, y de posibilitar que el
estudiante desarrolle una actitud investigativa. No debemos olvidar que una pedagogía
es eficaz cuando es útil para la solución de situaciones problemáticas. Esa debe ser la
estrategia.
En este sentido, el enfoque pedagógico de la Pedagogía del Texto, el aprender a leer y
a escribir, es sólo una táctica, es sólo un medio para entrar a apropiarse de:
- Otros conocimientos que están en los escritos.
- De las formas de apropiación de esos conocimientos, es decir, de la crítica.
- De las formas de aplicación de los conocimientos.
El respeto por el conocimiento intuitivo no puede implicar el que no se someta a la
crítica; al contrario, el someterlo a la crítica es su máximo respeto para construir
saberes eficaces; si no, sería “populismo conservador”.( CLEBA, citando a GRAMSCI.
Sicolingüística y Educación. 2000)
En el enfoque pedagógico de la Pedagogía del Texto se asume que el dominio del
lenguaje es esencial para el dominio del conocimiento, de ahí lo importante de trabajar
los conocimientos específicos de las ciencias desde sus propios textos. Esto exige a la
escuela abordar el trabajo de los textos, primero de manera general en los géneros y
formas discursivas, y luego identificar los propios de las ciencias generales
(Matemáticas, Sociales, Lengua Castellana, Ciencias Naturales…) para descubrir los
objetos de saber y los métodos de estudio de los mismos, aclarando que cada ciencia
tiene su propio modo de relacionar el sujeto con el objeto y esa relación está mediada
por el lenguaje. En este mismo orden de ideas, los textos son los insumos para que el
educando sea crítico de sus propios textos y de los textos de otros, pues la Pedagogía
del Texto se diferencia de las otras pedagogías por ser crítica y por exigir crítica
permanente.
- PRACTICIDAD. El Currículo debe propiciar el principio de vinculación de la teoría y la
práctica, al proporcionar al sujeto educativo conocimientos teóricos vinculados en la
práctica. Lo anterior significa que el proceso de aprendizaje tiene que estar fuertemente
integrado a la práctica cotidiana de los educandos. En este sentido, no se trata de crear
experiencias artificiales, sino de tomar en cuenta que los educandos pueden extraer
conocimientos a partir de la reflexión de su experiencia y del enriquecimiento teórico, o
bien para cualificar técnicamente su hacer. Como se sabe, conocimiento que no vincula
lo teórico con lo práctico es un conocimiento vacío; por tanto, el proceso educativo
tiene como finalidad construir conceptos ––no aprenderlos de memoria, lo que
convierte el aprendizaje en algo meramente instrumental––. De hecho, la apropiación,
el análisis, la síntesis, la relación, la deducción, la comparación, la argumentación y la
reconstrucción de los textos hace del proceso de conocimiento un acto creativo de
sumo valor para el desarrollo del sujeto educativo y de sus comunidades, sin olvidar
que la educación ––si bien es cierto debe ser pragmática–– también debe ser
conceptual.
- INTERDISCIPLINARIEDAD. Se puede definir el conocimiento interdisciplinar como
aquel que sobrepasa el pensamiento disciplinado, tal como se afirma en el contexto de
las disciplinas particulares. Un conocimiento no puede considerarse como
interdisciplinar mientras permanezca cerrado dentro de una perspectiva epistemológica
particular y se contente con ampliarla mediante una tentativa de visión marginal.
Sobrepasar esta limitante tiene como condición el dominio del lenguaje para mejorar la
producción de textos y provocar un intercambio social y solidario de los mismos, de
manera que se procure el desarrollo de capacidades superiores de pensamiento en las
personas y, a su vez, encaminar el acto educativo hacia la democratización del
aprendizaje de distintos tipos de textos, de acuerdo con los contextos en los que se
desarrollan.
- INTEGRALIDAD. Los Currículos operacionalizados inicialmente en un plan de
estudios no son más que una sumatoria de cursos agregados que dificultan el
establecimiento de una síntesis ordenadora de la realidad. Esto significa que el saber
no se puede seguir construyendo en forma parcelada. Por el contrario, se apropia
desde la interdisciplinariedad y desde la integralidad epistemológica. Es aquí donde la
Pedagogía del Texto se convierte en un desafío para la educación tradicional, que
sigue considerando el proceso educativo como un proceso técnico. Para la Pedagogía
del Texto el lenguaje es un proceso de conceptualización, de comprensión y de
dominio; lo técnico es secundario. La intención es formar sujetos integrales: sujetos
sociales, éticos, políticos, económicos...
PARA LA PEDAGOGÍA DEL TEXTO LA EDUCACIÓN ES UN PROCESO
CONCEPTUAL; por eso, su trabajo es crítico, de comprensión. En la Pedagogía del
Texto uno de los objetivos principales es que el participante domine unos textos que le
posibiliten ser sujeto integral y, de esta manera, responder a las necesidades del ser
humano en todas sus dimensiones y a la apropiación teórico-práctica de los
conocimientos con los géneros textuales como conductores para la apropiación teórico-
práctica del conocimiento.
En el campo específico de la enseñanza de las ciencias básicas presentes en el
currículo, la Pedagogía del Texto propone unas premisas y unos principios enunciados
al iniciar este apartado. En el desarrollo del currículo, el maestro es clave para
contribuir a la formación de seres humanos integrales; en este enfoque de la
Pedagogía del Texto, la autoridad del maestro está representada en su dominio
epistemológico de la ciencia y en la capacidad de servir como mediador en la
construcción de conocimientos por parte de los sujetos educativos, desde la
producción, análisis, síntesis y reconstrucción de los textos de acuerdo con las
necesidades y las condiciones del contexto. La identificación de textos que privilegian
las disciplinas desde su contenido y sus formas lingüísticas son esenciales, así como el
lugar social donde se producen estos textos y su incidencia en el mejoramiento de las
condiciones del mundo físico y social de las personas.
En la construcción de conocimiento, tanto alumno como maestro deben tener un papel
activo, pero el mismo este rol se ve limitado por el proceso educativo que es dirigido y
controlado desde el exterior por el poder político. Para la Pedagogía del Texto en la
operacionalización del currículo el cambio en el rol del docente debe darse en la
práctica en la relación pedagógica maestro-alumno, teniendo en cuenta que todo
proceso educativo tiene que ser programado con objetivos, actividades, evaluaciones, y
resultados a partir de una realidad concreta de los sujetos educativos (los maestros, la
escuela y la comunidad), para que los conocimientos que allí circulen sean lo
suficientemente válidos y pertinentes para transformar la realidad, a partir del contacto
del alumno con el conocimiento nuevo, y con el maestro como mediador que propone
nuevos conocimientos y necesidades.
Hallamos aquí una estrecha relación entre currículo y Pedagogía del Texto. El maestro
en la Pedagogía del Texto se convierte en un facilitador del aprendizaje que, con su
creatividad e innovación permanente, recrea el acto educativo, desligándose de formas
y procedimientos preestablecidos, pasando a una actividad más productiva como lo es
ser un analítico de las condiciones y características del contexto (social, cultural,
político y económico), y de los mismos alumnos (sus necesidades de autorrealización,
de socialización, de libertad, de autonomía, de crítica y de creatividad); al tiempo que
se establece, para la apropiación y reconstrucción de conocimiento, un proceso
dialógico que logre una traducción directa de la organización social en la interacción
verbal al utilizar diferentes tipos de discurso ––siempre ligados a la cultura–– con las
formas particulares para iniciar y mantener el diálogo en función de lo útil y lo ético. El
maestro, situado de manera crítica frente a su práctica pedagógica, encuentra la
posibilidad de repensar y transformar el currículo de acuerdo con las necesidades y
potencialidades de la comunidad, al mismo tiempo que adquiere un nuevo
posicionamiento frente a su propia práctica.
Dados los planteamientos anteriores, se puede proponer que la validez de un sistema
educativo ––en este caso, sustentado en el enfoque de la Pedagogía del Texto para el
desarrollo del currículo–– esté ligada a la posibilidad que éste les dé a los sujetos
educativos de plantear y resolver situaciones problemáticas tendientes a la
reconstrucción social, de manera tal que transforme positivamente la vida de los seres
humanos, al tener presente que:
- La experiencia humana está delineada por factores culturales.
- La educación es función de la sociedad y debe ser interpretada en los contextos
mundo–físico y mundo–social específicos en que se desenvuelve.
- La crítica es un proceso de reflexión y de construcción social.
- La experiencia de interacción humana hace posible el proceso de humanización.
-La contextualización de los contenidos temáticos posibilita organizar y dar sentido al
proceso enseñanza aprendizaje.
Para el desarrollo de procesos curriculares, el enfoque de la Pedagogía del Texto
requiere de principios pedagógicos tales como:
- La proactividad
- La autodirección y el ínter-aprendizaje
- La calidad de los aprendizajes
- El diálogo de saberes
- El aprendizaje dialógico
- El reconocimiento de saberes previos
- La ciudadanía, la convivencia y la democracia como ejes de formación
Este desarrollo curricular, así concebido, está enfocado hacia la formación de un ser
humano integral, con un gran sentido de la vida, con capacidades para el desarrollo de
sus habilidades, con responsabilidad frente a sus posesiones, con un alto valor social
en tanto sabe convivir y está siempre dispuesto a aprender y a desaprender, pues
aprovecha adecuadamente las informaciones, los conocimientos, las habilidades, las
actitudes y los valores para la construcción de una sociedad justa, plural, democrática y
ética; en síntesis, una sociedad para vivir. Por lo tanto, se plantea un currículo para
vivir, entendido como el eslabón entre lo que la comunidad es y quiere ser, pero
siempre teniendo presente sus aspectos históricos, sociales, culturales y políticos, con
sus múltiples variantes ––las cuales inciden particularmente en el descubrimiento del
constructo necesario–– y para hacer de la Educación un proceso relevante para todos
los sujetos y agentes educativos que en él intervienen.
La construcción del Currículo, para encontrar su verdadero sentido, requiere del mayor
entendimiento entre todos los actores ––tanto de la escuela como de la comunidad––
para hacer realidad la materialización de ese imaginario soñado por los seres
humanos:
vivir una vida útil y feliz, en armonía con otros, con el entorno y consigo mismo, como
fundamento de todo valor para la existencia.
Esto requiere un alto grado de participación de todos, para que la comunidad sienta el
Currículo como propio, y todo porque lo ayudó a construir desde su reconocimiento
cultural, desde sus anhelos, desde su sentir y, fundamentalmente, desde su querer.
Queda claro que el Currículo en su diseño y construcción no es un evento más, aislado
y sin sentido ni histórico ni social. Es un anhelo, es un ideal, es un sueño que debe ser
direccionado por expertos, formulado por líderes, escrito por poetas y ejecutado por las
comunidades educativas locales, en beneficio de la construcción de la sociedad que
ellas mismas han deseado.
Una sociedad no podría exigir a su población el dominio del conjunto de conocimiento
desarrollado en un determinado momento de la historia, acopiando los cambios
continuos propios del devenir de una sociedad de mutaciones predecibles e
impredecibles ––en el que las tensiones entre lo local y lo global, lo material y lo
espiritual, lo urbano y lo rural, el pasado y el presente y lo colectivo y lo individual
propician la incertidumbre a un Currículo––, lo que le da su carácter de provisorio:
siempre en permanente construcción.
Por eso, la sociedad tiende a propiciar una formación de base, que comprende un
conjunto de disciplinas como Lenguaje, Matemática, Ciencias Naturales y Ciencias
Sociales y, además, una especialización correspondiente a disciplinas que permitan al
ciudadano adquirir una formación pertinente.
A todas estas surge la pregunta por el papel de la Escuela, por ese ambiente educativo
que forma a los individuos ––hombres y mujeres–– en diferentes espacios para la vida
social, para la vida pública, es decir, para la convivencia y la relación con otros. Por
ello, la Escuela establece sus planes de estudio, sus programas, sus asignaturas y la
administración, pero también da la posibilidad de ese otro componente espontáneo e
inesperado de las relaciones intersubjetivas entre los actores, sujetos y agentes en
medio de relaciones dialógicas por medio de la conversación, el juego, la expresión del
arte y la estética, el deporte, el ocio mismo
como espacio de relación y de formación. Todas estas manifestaciones permiten
liberarse de esquemas, órdenes y costumbres para abocarse a otros espacios y
manifestaciones educativas, en las que el aprendizaje dialógico y el diálogo de saberes
surgen como estrategias educativas de formación para la libertad y la democracia.
Estos desarrollos educativos ––por su flexibilidad y desarrollo consensual–– llevan al
hombre y a la mujer a la participación, la organización y la proyección de la vida
académica, política, cultural, social y humana. Tal es el caso de los saberes empíricos
previos y populares que pueden compartir la escuela con su entorno, con las
comunidades y con todos los actores que intervienen en el escenario educativo como
protagonistas del desarrollo humano integral, no sólo personal, sino también individual
y social. En consonancia con lo anterior, se deben desarrollar proyectos que vinculen la
vida con la escuela, es decir, valorar lo cotidiano, las formas y los modos de vida
diferentes ––con sus múltiples y variadas maneras de hacer cultura––; por ello, “el
nuevo desarrollo” busca que se impartan conocimientos válidos tanto científica como
prácticamente para aprovechar el medio como fuente inagotable de hechos y de
recursos para enfrentar la tarea de educarnos unos a otros, por la posibilidad que
brinda la relación intersubjetiva de las personas con la educación como mediadora,
para la formación crítica en clave de transformación para la emancipación.
Actividad:
1. Escriba 5 citas del texto y justifique su elección.
 “El hacer de la escuela se centra en los procesos de enseñanza/aprendizaje que se
vierten en la transformación de la sociedad para el mejoramiento de las condiciones
de vida de la comunidad. ( CORREA, Santiago. 1998. p. 88.)”
La enseñanza es la base de formación y moldeado, que permite transformar las
personas, orientando y formando a través de valores éticos y sociales que se adquieren
durante el paso por la escuela.

 ““el nuevo desarrollo” busca que se impartan conocimientos válidos tanto científica
como prácticamente para aprovechar el medio como fuente inagotable de hechos y
de recursos para enfrentar la tarea de educarnos unos a otros”
Una buena forma de aprender es por medio practico y esto se logra tambien con la
interacción con otras personas, pues, la educación es reciproca, el que enseña también
aprende del educando.

 “Currículos que se edifican sobre problemas específicos de la realidad educativa.


Así, el currículo se construye desde la problemática cotidiana, los valores sociales y
las posiciones políticas, económicas e ideológicas, para convertirse en agente de
cambio social.”
El currículo debe ser una herramienta que ayuda a solventar las diferentes necesidades
y problemáticas que se presenten normalmente en la sociedad, que permita una
mejoría en los aspectos fundamentales de la vida de las personas.

 “El Currículo, por lo tanto, es la vía que tiene que transitar la escuela como
establecimiento que implica cierta estructuración del tiempo y del espacio basada
en un sistema de relaciones sociales (entre alumnos y docentes, entre los alumnos,
entre el establecimiento de enseñanza y el medio ambiente).”
Por medio de este se permite afianza una guía que permite orientar a los docentes para
formar a los alumnos, estableciendo vínculos de confianza y de relaciones sociales que
le permitan crear un grado de conciencia tanto con la escuela como con el medio
ambiente, sentido de pertenencia.

 “el maestro es clave para contribuir a la formación de seres humanos integrales; en


este enfoque de la Pedagogía del Texto, la autoridad del maestro está representada
en su dominio epistemológico de la ciencia y en la capacidad de servir como
mediador en la construcción de conocimientos por parte de los sujetos educativos.”
El maestro es quien orienta, es el camino hacia la iluminación de los nuevos
educandos, pues este es quien tiene el conocimiento científico y es su deber
proporcionar el conocimiento para las nuevas generaciones.
2. ¿A qué conclusiones llega el texto?
El currículo es la base de formación y de construcción de la sociedad, con unas
características definidas que le permiten adaptarse a las problemáticas que se
presentan en el entorno.
A la vez está ligado a la posibilidad que éste les dé a los sujetos educativos la
capacidad de plantear y resolver situaciones problemáticas tendientes a la
reconstrucción social, de manera tal que transforme positivamente la vida de los seres
humanos.
El docente es el puente entre el conocimiento científico y el saber practico, permitiendo
desarrollar habilidades y valores que oriente a los educandos.
La educación es función de la sociedad y debe ser interpretada en los contextos
mundo–físico y mundo–social específicos en que se desenvuelve.

3. Formule 5 preguntas que le genera el texto.


- ¿Cómo puede ayudar el currículo a cambio ideológico?
- ¿Es posible que sea la manera más efectiva de cambio social?
- ¿Qué tanto se adapta el currículo a las necesidades sociales, sabiendo que no
siempre se logra solventar los problemas que se presentan?
- ¿Qué tan acertiva puede ser la pedagogía del texto al enfocarse en aprender a leer y
escribir?
- ¿Realmente las problemáticas sociales son solucionadas por medio del diseño de un
currículo flexible?

4. Escriba 5 cosas que no entendió del texto.


- “la conceptualización del término y una aproximación a su definición enmarcándolo en
el contexto de un enfoque pedagógico cuya base teórica está constituida por las ideas
más convincentes de la lingüística textual.”
-el currículo tiene la pretensión de construir un proyecto educativo que, además de
desarrollar las habilidades del pensamiento (en términos de Vygotsky serían las
capacidades psicológicas superiores), proporcione los conocimientos necesarios para
que los educandos/as ––como sujetos mediados semióticamente.
- frente al currículo existen algunas constataciones que no es posible olvidar en el
momento de optar por una u otra conceptualización: el currículo es un instrumento
social.
-en los últimos tiempos sí hay una mirada más o menos consensual y es que es
necesario crear y organizar un currículo democrático que propugne por una sociedad
democrática…La apropiación del conocimiento debe conducir a una autonomía
intelectual que permita el desarrollo de lo autotélico en los sujetos.
- Un conocimiento no puede considerarse como interdisciplinar mientras permanezca
cerrado dentro de una perspectiva epistemológica particular y se contente con
ampliarla mediante una tentativa de visión marginal.

5. Represente el texto en un mapa conceptual.

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