Este documento presenta el caso de Mariela, una adolescente de 17 años que pasó gran parte de su vida en instituciones luego de ser abandonada por su madre. Mariela comenzó a consumir drogas a los 14 años y fue víctima de explotación sexual hasta los 16 cuando quedó embarazada. A pesar de no planificar el embarazo, Mariela se alegró de tener a su hija Mía. Sin embargo, luego del nacimiento de Mía con problemas de salud, el servicio social y el juzgado separaron a Mariela de su hija deb
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Este documento presenta el caso de Mariela, una adolescente de 17 años que pasó gran parte de su vida en instituciones luego de ser abandonada por su madre. Mariela comenzó a consumir drogas a los 14 años y fue víctima de explotación sexual hasta los 16 cuando quedó embarazada. A pesar de no planificar el embarazo, Mariela se alegró de tener a su hija Mía. Sin embargo, luego del nacimiento de Mía con problemas de salud, el servicio social y el juzgado separaron a Mariela de su hija deb
Este documento presenta el caso de Mariela, una adolescente de 17 años que pasó gran parte de su vida en instituciones luego de ser abandonada por su madre. Mariela comenzó a consumir drogas a los 14 años y fue víctima de explotación sexual hasta los 16 cuando quedó embarazada. A pesar de no planificar el embarazo, Mariela se alegró de tener a su hija Mía. Sin embargo, luego del nacimiento de Mía con problemas de salud, el servicio social y el juzgado separaron a Mariela de su hija deb
Este documento presenta el caso de Mariela, una adolescente de 17 años que pasó gran parte de su vida en instituciones luego de ser abandonada por su madre. Mariela comenzó a consumir drogas a los 14 años y fue víctima de explotación sexual hasta los 16 cuando quedó embarazada. A pesar de no planificar el embarazo, Mariela se alegró de tener a su hija Mía. Sin embargo, luego del nacimiento de Mía con problemas de salud, el servicio social y el juzgado separaron a Mariela de su hija deb
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CASO MARIELA
EMBARAZO, ADOLESCENCIA Y CONSUMOS
PROBLEMATICOS Y LOS TIEMPOS INSTITUCIONALES.
En este artículo, pretenderemos abrir ciertos interrogantes,
sobre cuestiones que se presentan cada vez en forma más frecuente, en instituciones cuyo objetivo es ofrecer espacios terapéuticos, para personas que presentan problemáticas de consumo. Recortando el segmento de la población, compuesto por mujeres, adolescentes o jóvenes y su encuentro con una temprana maternidad. Intentando pensar sobre la oferta actual de espacios que se ocupen de dichas problemáticas y la necesariedad de construir redes de contención integral que trabajen interdisciplinariamente, para brindar herramientas de alojamiento que no oficien como productoras de obstáculos, que solo causen una iatrogenia a través de sus prácticas, transformándose en expulsivas, imprimiendo sus propios tiempos discursivos, por sobre los tiempos de construcción intrapsiquica del sujeto, para poder instaurarse como mujeres dadoras, deseantes que alojen a hijos, que los subjetiven, teniendo en cuenta que la mayoría de las veces su embarazo no fue planificado, que todavía son adolescentes y que no han contado con familias continentes, en sus cortos trayectos de vida. Una breve síntesis de algún caso trabajado, para repensar estas problemáticas donde confluyen las temáticas a analizar: Mujeres adolescentes, que han sido madres, transitando sus embarazos con consumos de tóxicos y concurren a la consulta, por intervención de la justicia, cuyo único objetivo es evaluar rápidamente a través de informes psicológicos, algo que ilusoriamente denominan “Capacidades maternales,” donde se juega para esas madres y sus bebes la posibilidad de construir un vinculo o perpetuarse en un interminable trayecto de pretensiones tutelares. Advertimos a disgusto que muchas veces, pretenden endilgar esa tarea como si se tratase de un mero trámite, en la admistracion de justicia, en manos de los psicólogos tratantes, quienes de esa manera terminarían aplicando un discurso de poder. Viendo así desvirtuando su labor. La cual debiera consistir, en contener, y alojar a personas cuya identidad como sujetos y como madres aun se encuentra en un proceso de tiempos inciertos, con vaivenes y dificultades y no como una sumatoria precisa de objetivos cumplidos. y resultados obtenidos.
Uno de los casos:
Mariela, de 18 años, es traída, en el estricto sentido, de
llevar algo y no de acompañar a alguien, por dos jóvenes trabajadoras sociales de un programa que trabajaba con trata de personas, que, con buena voluntad, intentaban encontrar patrocinio jurídico para la joven. La misma había sido objeto de una serie de atropellos legales cometidos contra ella, y su bebe. Pocas semanas después, al conseguirse la partida de nacimiento nos enteramos que su edad en realidad era 17 años, facilitándose algunas cosas ya que ella también era menor, y se podía apelar a la ley de Protección integral de Derechos de niños, niñas y adolescentes. Mariela, paso gran parte, de su corta su vida en instituciones cerradas, de régimen semi abierto y en situación de calle, con una referencia vincular de algunas hermanas dispersas también en los dispositivos jurídicos, para personas en situación de semi- abandono de sus progenitores, ya que, si bien sobre su padre no tiene datos, sobre su madre refiere, que conformo una nueva familia y que la visitaba de manera eventual en alguna de los lugares, donde ella permaneció institucionalizada. Se inicia en el consumo de alcohol. marihuana y pasta base a la edad de catorce años, con sus hermanos de la calle. En algún momento es sometida a explotación sexual, hasta los dieciséis años, momento en que quedo embarazada, dándose cuenta de dicho estado cuando estaba en el cuarto mes. En relación a ese momento de su vida afirma, que si bien no se cuidaba al tener relaciones, ni imaginaba ser madre, se alegró mucho cuando se entero de su embarazo, ya que sentía que era la primera vez en su vida, que iba a tener “ALGO PROPIO”, una hija, que eso la haría feliz y le daría lo que ella no tuvo, un hogar. La llamo Mía. Al nacer su hija, con algunos problemas respiratorios, y bajo peso, permanece internada junto a la beba en el hospital donde fue atendida, durante un mes. Con la intervención del Servicio social, con un informe, moralista, signado de prejuicios y lapidario sobre lo que consideraban la imposibilidad de ejercer la función materna, de alguien que consumió en el embarazo. La beba es enviada a un hogar, por orden de un Juzgado que interviene sin avisarle a su madre de la decisión que iban a tomar, interrumpiendo el vinculo que podría empezar a construirse, sin permitir la visita, y negando patrocinio jurídico a la madre, y de subjetivando tanto a la madre como a la beba, con estas acciones profilácticas. A partir de los hechos descriptos, se sucede una maraña de intervenciones institucionales. La defensoría que representaba a la beba, el hogar con sus reglas donde se encontraba la misma, el hogar para madres con hijos, donde luego fueron alojadas ambas, el centro donde realizaba su tratamiento para abandonar el consumo de drogas. Con superposición de acciones desprolijas, con discursos y objetivos divergentes, Es difícil poder pensar, en que dichas practicas que no sean iatrogénicas, que no impongan sus tiempos, sus discursos, sus saberes. Tan distantes de la posibilidad de hilvanar sobre la realidad psíquica y sus tiempos. Lo que se pierde, se dispersa, se desintegra, es el sujeto, su singularidad, sus tiempos propios, en la construcción de una función, la materna, que no es instintiva, no es biológica, no es jurídica, ni institucional, ante los imperativos de discursos amos, como no quedar aplastada la apuesta de estos sujetos, con estas dificultades, sino intentamos desanudar dichos imperativos, mientras apostamos a la singularidad de ese tiempo, diferente para cada sujeto, en la construcción del intrincado “proceso de maternaje.” . Como agentes de salud mental el desafío, siempre es propiciar el despliegue del caleidoscopio del deseo, con la singularidad de los tiempos del psiquismo, respetando a todos los sujetos que intervengan en el entramado vincular, desde una perspectiva ética. Un equilibrio nada fácil de constituir.