ANTOLOGIA
ANTOLOGIA
ANTOLOGIA
6- 2 HISTORIETAS
EL BUENO Y EL VIEJO
CUIDA TU MEDIO AMBIENTE
7- CHISTES
8- REFRANES
9- CANCIONES
MI CREDO
AMOR DE CINE
EL MALO
10- ADIVINANZAS
LOS TRES CERDITOS En un pueblito no muy lejano, vivía una mamá cerdita junto con sus tres
cerditos
Todos eran muy felices hasta que un día la mamá cerdita les dijo:
—Hijitos, ustedes ya han crecido, es tiempo de que sean cerditos adultos y vivan por sí mismos.
Antes de dejarlos ir, les dijo:
—En el mundo nada llega fácil, por lo tanto, deben aprender a trabajar para lograr sus sueños.
Mamá cerdita se despidió con un besito en la mejilla y los tres cerditos se fueron a vivir en el mundo.
El cerdito menor, que era muy, pero muy perezoso, no prestó atención a las palabras de mamá
cerdita y decidió construir una casita de paja para terminar temprano y acostarse a descansar.
El cerdito del medio, que era medio perezoso, medio prestó atención a las palabras de mamá cerdita
y construyó una casita de palos. La casita le quedó chueca porque como era medio perezoso no
quiso leer las instrucciones para construirla.
La cerdita mayor, que era la más aplicada de todos, prestó mucha atención a las palabras de mamá
cerdita y quiso construir una casita de ladrillos. La construcción de su casita le tomaría mucho más
tiempo. Pero esto no le importó; su nuevo hogar la albergaría del frío y también del temible lobo
feroz...
Y hablando del temible lobo feroz, este se encontraba merodeando por el bosque cuando vio al
cerdito menor durmiendo tranquilamente a través de su ventana. Al lobo le entró un enorme apetito y
pensó que el cerdito sería un muy delicioso bocadillo, así que tocó a la puerta y dijo:
—Cerdito, cerdito, déjame entrar.
El cerdito menor se despertó asustado y respondió:
—¡No, no y no!, nunca te dejaré entrar.
El lobo feroz se enfureció y dijo:
Soplaré y resoplaré y tu casa derribaré.
El lobo sopló y resopló con todas sus fuerzas y la casita de paja se vino al piso. Afortunadamente, el
cerdito menor había escapado hacia la casa del cerdito del medio mientras el lobo seguía soplando.
El lobo feroz sintiéndose engañado, se dirigió a la casa del cerdito del medio y al tocar la puerta dijo:
—Cerdito, cerdito, déjame entrar.
El cerdito del medio respondió:
— ¡No, no y no!, nunca te dejaré entrar.
El lobo hambriento se enfureció y dijo:
—Soplaré y resoplaré y tu casa derribaré.
El lobo sopló y resopló con todas sus fuerzas y la casita de palo se vino abajo. Por suerte, los dos
cerditos habían corrido hacia la casa de la cerdita mayor mientras que el lobo feroz seguía soplando
y resoplando. Los dos hermanos, casi sin respiración le contaron toda la historia.
—Hermanitos, hace mucho frío y ustedes la han pasado muy mal, así que disfrutemos la noche al
calor de la fogata —dijo la cerdita mayor y encendió la chimenea. Justo en ese momento, los tres
cerditos escucharon que tocaban la puerta.
—Cerdita, cerdita, déjame entrar —dijo el lobo feroz.
La cerdita respondió:
— ¡No, no y no!, nunca te dejaré entrar.
El lobo hambriento se enfureció y dijo:
—Soplaré y soplaré y tu casa derribaré.
El lobo sopló y resopló con todas sus fuerzas, pero la casita de ladrillos resistía sus soplidos y
resoplidos. Más enfurecido y hambriento que nunca decidió trepar el techo para meterse por la
chimenea. Al bajar la chimenea, el lobo se quemó la cola con la fogata.
—¡AY! —gritó el lobo.
Y salió corriendo por el bosque para nunca más ser visto.
Un día cualquiera, mamá cerdita fue a visitar a sus queridos cerditos y descubrió que todos tres
habían construido casitas de ladrillos. Los tres cerditos habían aprendido la lección:
“En el mundo nada llega fácil, por lo tanto, debemos trabajar para lograr nuestros sueños”.
EL PATITO FEO
En la granja había un gran alboroto: los polluelos de Mamá Pata estaban rompiendo el
cascarón.
Uno a uno, comenzaron a salir. Mamá Pata estaba tan emocionada con sus adorables
patitos que no notó que uno de sus huevos, el más grande de todos, permanecía intacto.
A las pocas horas, el último huevo comenzó a romperse. Mamá Pata, todos los polluelos y
los animales de la granja, se encontraban a la expectativa de conocer al pequeño que
tardaba en nacer. De repente, del cascarón salió un patito muy alegre. Cuando todos lo
vieron se quedaron sorprendidos, este patito no era pequeño ni amarillo y tampoco estaba
cubierto de suaves plumas. Este patito era grande, gris y en vez del esperado graznido,
cada vez que hablaba sonaba como una corneta vieja.
Aunque nadie dijo nada, todos pensaron lo mismo: “Este patito es demasiado feo”.
Pasaron los días y todos los animales de la granja se burlaban de él. El patito feo se sintió
muy triste y una noche escapó de la granja para buscar un nuevo hogar.
El patito feo recorrió la profundidad del bosque y cuando estaba a punto de darse por
vencido, encontró el hogar de una humilde anciana que vivía con una gata y una gallina. El
patito se quedó con ellos durante un tiempo, pero como no estaba contento, pronto se fue.
Al llegar el invierno, el pobre patito feo casi se congela. Afortunadamente, un campesino lo
llevó a su casa a vivir con su esposa e hijos. Pero el patito estaba aterrado de los niños,
quienes gritaban y brincaban todo el tiempo y nuevamente escapó, pasando el invierno en
un estanque pantanoso.
Finalmente, llegó la primavera. El patito feo vio a una familia de cisnes nadando en el
estanque y quiso acercárseles. Pero recordó cómo todos se burlaban de él y agachó la
cabeza avergonzado. Cuando miró su reflejo en el agua se quedó asombrado. Él no era un
patito feo, sino un apuesto y joven cisne. Ahora sabía por qué se veía tan diferente a sus
hermanos y hermanas. ¡Ellos eran patitos, pero él era un cisne! Feliz, nadó hacia su
familia.
PINOCHO
Érase una vez un anciano carpintero llamado Gepeto que era muy feliz haciendo juguetes de madera
para los niños de su pueblo.
Un día, hizo una marioneta de una madera de pino muy especial y decidió llamarla Pinocho. En la
noche, un hada azul llegó al taller del anciano carpintero:
—Buen Gepeto —dijo mientras el anciano dormía—, has hecho a los demás tan felices, que mereces
que tu deseo de ser padre se haga realidad. Sonriendo, el hada azul tocó la marioneta con su varita
mágica:
—¡Despierta, pequeña marioneta hecha de pino… despierta! ¡El regalo de la vida es tuyo!
Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con
clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás
de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días
posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre
que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal
temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase
su carácter, sacase un clavo de la cerca. Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su
padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos
Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter,
dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La
herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.
Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que
valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y
Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron que el niño
LA LECHERA
Los antiguos dioses habían intentado tiempo atrás separar estas altas montañas
utilizando su fuerza, pero no lo consiguieron, así que los aztecas pidieron ayuda al
dios Quetzalcóatl.
LA LEYENDA DE LA LLORONA
Cierto día llamó a la puerta un extraño hombre. La mujer atendió y se sorprendió al verlo. ¿Qué
desea?, preguntó. Vengo a ofrecerle una infusión mágica, que sirve para unir a la gente. Basta
con poner agua calentar, y logrará colmar de gente su hogar.
A la mujer le dio curiosidad y decidió hacer la prueba. Hizo pasar al hombre, y puso una gran
pava de agua al fuego. El hombre sacó de su bolso unas hojas y las coloco dentro de una
calabaza hueca, junto con una cañita.
Cuando el agua comenzó a hervir, exaltado el hombre exclamó ¡Mujer que no hierva el agua,
que de esa forma no podrá suceder la magia! La mujer sonrojada apagó el fuego e
inmediatamente pasó la pava al hombre, quien con una sonrisa grande entre sus dientes le dijo
– La magia será instantánea no se asuste- y ante la expectativa de la mujer dio una probada
de la infusión.
¡Delicioso!, comentó, «Si tuviera algo dulce para acompañar sería perfecto».
Repentinamente alguien llamó a la puerta. La mujer que no salía de su asombro, corrió a abrir
la puerta. Era una mujer de edad, que con una sonrisa exclamó:
dulces que hice para la merienda? La mujer no podía creer, el entusiasmo y la alegría eran tan
grandes que no dudo en hacerla pasar rápidamente.
El hombre continuó cebando la infusión y susurro -Tal vez un poco de música ayudaría- agregó
el hombre y bebió un poco más.
En la puerta se escuchó un gran barullo, la sorpresa de la mujer fue aún más grande, un grupo
de música se encontraba afuera y muy amablemente se dirigieron a ella:
– Buen día Señora ¿Sería tan amable de convidarnos un poco de agua y dejarnos descansar
aquí? La mujer desbordada de felicidad, no pudo responder. ¡Claro si no es mucha molestia, a
cambio podríamos regalarle unas dulces coplas!
La mujer exaltada exclamó ¡Adelante! con mucho gusto pasen, pasen.
Los habitantes del pueblo, atraídos por la música se acercaban trayendo algo para compartir. Todos
reunidos alrededor de una fogata, cantaban mientras compartían aquella infusión que los había reunido.
Cuenta la leyenda que cuando la tierra estaba en la oscuridad, era siempre de noche.
Los más poderosos, que vivían en el cielo, se reunieron para crear el Sol y que hubiera
luz en la Tierra. Se citaron en Teotihuacán, una ciudad que había en el cielo. Bajo ella,
como un reflejo, estaba la ciudad mexicana del mismo nombre.
Se dice que en esa ciudad celeste de Teotihuacán, encendieron una enorme hoguera.
Aquel poderoso que quisiera convertirse en el Sol, debía saltar esta hoguera para
resurgir como el Sol.
Se presentaron dos candidatos para ser el Sol: el Primero era grande, fuerte, hermoso
y rico y además, estaba vestido con ropas de lujo y adornado con piedras preciosas.
Este ofrecía a sus compañeros oro y joyas como muestra de su orgullo.
Por otro lado, el Segundo era pequeño, débil, feo y pobre; su piel estaba cubierta de
llagas, y estaba vestido con su ropa de trabajo. Como el Segundo era un ser muy
pobre, sólo podía ofrecer la sangre de su corazón, sus buenos
y humildes sentimientos. Cuando llegó la hora de saltar la enorme hoguera, el grande
y rico no se atrevió, tuvo miedo y salió corriendo, sin embargo, el Segundo, que era
muy valiente, dio un salto enorme sobre la hoguera y salió convertido en el Sol.
El Primer candidato al verlo convertido en sol, sintió vergüenza y sin pensarlo mucho
tomó carrerilla y saltó la hoguera. Y en el cielo apareció un segundo Sol. Los demás
Poderosos estuvieron de acuerdo de que no podían existir dos soles en el firmamento,
así que decidieron apagar al Segundo, para eso, tomaron un Conejo por las patas y con
mucha fuerza lo lanzaron contra el segundo Sol. El brillo de este disminuyó
rápidamente y tras poco tiempo, se convirtió en la Luna.
Si te fijas bien, durante los días de luna llena, puedes ver la figura de un conejo, que
es el que acabó con el segundo solo dio vida a la luna.
¿Venían del Norte? ¿Venían del Sur? La tradición indígena sólo dice que las cinco
águilas blancas vinieron del cielo estrellado en una época muy remota.
Eran aquellos los días de Caribay, el genio de los bosques aromáticos, primera mujer
entre los indios Mirripuyes, habitantes de los Andes empinados.
Era la hija del ardiente Zuhé y la pálida Chía; remedaba el canto de los pájaros, corría
ligera sobre el césped como el agua cristalina, y jugaba como el viento con las flores
y los árboles.
Caribay vio volar por el cielo las enormes águilas blancas, cuyas plumas brillaban a
la luz del sol como láminas de plata, y quiso adornar su coraza con tan raro y
espléndido plumaje. Corrió sin descanso tras las sombras errantes que las aves
dibujaban en el suelo; salvó los profundos valles; subió a un monte y otro monte;
llegó, al fin, fatigada a la cumbre solitaria de las montañas andinas. Las pampas,
lejanas e inmensas, se divisaban por un lado; y por el otro, una escala ciclópea,
jaspeaba de gris y esmeralda, la escala que formaban los montes, iba por la onda azul
del Coquivacoa.
Entonces Caribay pasó de un risco a otro por las escarpadas sierras, regando el suelo
con sus lágrimas. Invocó a Zuhé, el astro rey, y el viento se llevó sus voces. Las águilas
se habían perdido de vista, y el sol se hundía ya en el Ocaso.
Aterida de frío, volvió sus ojos al Oriente, e invocó a Chía, la pálida luna; y al punto
detúvose el viento para hacer silencio. Brillaron las estrellas, y un vago resplandor en
forma de semicírculo se dibujó en el horizonte.
MITO LA CAJA DE PANDORA
Según los mitos cortos griegos, fue Zeus quien le ordenó a Hefesto crear a la primera
mujer mortal del mundo, una joven llamada Pandora, que recibió distintos dones otorgados
por los dioses.
Pero Zeus tenía un propósito distinto, quería castigar al titán Prometeo por robar el fuego
de Hefesto para dárselo a los hombres y, al mismo tiempo, reprender a estos últimos por
recibirlo.
Así que envío a Pandora a casarse con Epimeteo, el hermano de Prometeo, pero además
le dio a la joven una caja como segundo obsequio para el titán, bajo la orden de no abrirla
jamás.
Sin embargo, un día Pandora se dejó llevar por la curiosidad y abrió la caja, liberando así,
todos los males que existen en este mundo: enfermedades, guerras, ira, hambre,
sufrimiento y muchas calamidades más, dejando adentro solo la esperanza, lo único que
alcanzó a contener cuando cerró la tapa.
Por ello, el relato indica que los hombres solo cuentan con la esperanza para poder hacerle
frente a todos esos males liberados de la caja de Pandora.
Se dice que las partes cercenadas flotaron bastante tiempo sobre las olas agitadas, pero
un día, de ellas brotó una blanca espuma de la cual surgió Afrodita.
Fue así como se transformó en uno de los monstruos más terroríficos del
inframundo, con enormes colmillos y un cuerpo con características similares a las
de una serpiente. Murió decapitada a manos del héroe Perseo.
Con su astucia logró engañar a los dioses y causar su ira. Primero, le dijo a
Asopo, el Dios de los ríos, que fue Zeus quien raptó a su hija, claro está, a cambió
de un favor, crear una fuente de agua dulce en Corinto.
Cuando el rey del Olimpo se enteró, mandó al Dios de la muerte, Tánatos, para
acabar con él, pero Sísifo lo engañó y lo encerró en una celda.
Gracias a eso, nadie murió por un tiempo y Hades, Dios del inframundo, también
se molestó. Así que Zeus envío a Ares, el Dios de la guerra, para asesinarlo.
Sin embargo, una vez en el inframundo, Sísifo se las arregló para volver al mundo
mortal, engañando al mismísimo Hades. De allí que este último, junto a Zeus, le
impusieron el castigo de empujar una enorme piedra hasta lo más alto de
una montaña, solo para que cayera nuevamente y la volviera a empujar una y
otra vez, durante la eternidad.
EL MITO DE LA CAVERNA
en realidad se trata de una de las alegorías escritas por el filósofo
griego, Platón, sin embargo, la popularidad de este escrito le hace merecedor de
estar en esta lista.
A través de esta obra, el autor describe una caverna dentro de la cual se halla
un muro y, del lado interno del mismo está un grupo de prisioneros, cautivos
desde su infancia, donde solo veían las sombras producidas por una fogata detrás
de la pared.
Un día, uno de ellos escapó, conoció el mundo y luego volvió a liberar a sus
compañeros, pero éstos creyeron que había enloquecido, considerando como
única realidad, las figuras creadas con el resplandor de la hoguera, por ello, no lo
escucharon ni lo siguieron.
De hecho, Platón afirma que podrían llegar a matar al personaje del relato, si
intentara liberarlos. Se trata de una metáfora acerca del camino hacia el
conocimiento y la comodidad de la ignorancia.
1-¿Qué se necesita para encender una vela?
Que esté apagada.
2-¿Qué le dice un jaguar a otro jaguar?
Jaguar you
3-¿Qué le dijo un mosquito a un grupo de niños?
...
• 'Más vale prevenir que
curar' ...
• 'No es oro todo lo que
reluce' ...
• 'No hay mal que por bien
no venga' ...
• 'Al mal tiempo buena cara'
...
• 'Quien tiene un amigo tiene
un tesoro' ...
• 'No dejes para mañana lo
Oye mija
Por donde quiera que vayas iré
Con una venda en los ojos
Porque te amo
Te amo
Te amo
K-Paz de la Sierra
Oye
Escucha las palabras
De Romeo
So nasty
Yes, sir Tú serás la Cinderella, él, el tonto que da pena
Y aunque yo no sea un príncipe azul
Soy tu amor y tu dilema
Y al igual que en la novelas, soy el malo con una virtud
1. Tengo agujas pero no sé coser, tengo números pero no sé leer,
las horas te doy, ¿Sabes quién soy?
Respuesta: El reloj.
2. Blanca por dentro, verde por fuera. Si no sabes, espera. ¿Qué es?
Respuesta: La pera.
3. Antes huevecito, después capullito y más tarde volaré como
un pajarito. ¿Sabes quién soy?
Respuesta: La mariposa
4. Soy bonito por delante y algo feo por detrás, me transformo a
cada instante ya que imito a los demás. ¿Sabes quién soy?
Respuesta: El espejo.
5. Oro parece, plata no es. Abran las cortinas y verán lo que es.
Respuesta: El plátano.
6. Sal al campo por las noches si me quieres conocer, soy señor de
grandes ojos, cara seria y gran saber. ¿Quién soy?
Respuesta: El búho.
7. Cabeza de hierro, cuerpo de madera, si te piso un dedo, ¡menudo
grito pegas! ¿Qué es?
Respuesta: El martillo.
8. Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado y tampoco
cigarra.
Respuesta: La rana.
9. Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no
mancho el papel. ¿Qué es?
Respuesta: El buzón.
10. En tus manos limpio, en tus ventanas sucio. Si sucio, me ponen
limpio, y si limpio, me ponen sucio. ¿Qué es?
Respuesta: El pañuelo.
NOVELA: GITANAS
La telenovela cuenta la historia de María Salomé (Ana de la Reguera), una
joven y bella gitana, quien se enamora de un hombre no gitano, Sebastián
(Manolo Cardona). Desde el momento en que se encuentran en el pueblo
pesquero de malarribo Topolobampo en Sinaloa es amor a primera vista.
Sin embargo, su amor es prohibido por la condición de gitana de ella y
juzgado por el racismo que existe contra la cultura de María Salomé.
Otros personajes importantes son el abuelo de Salomé, el Patriarca Vanya
(Marco Antonio Treviño) y su madre, Jovanka (Dolores Heredia), Rafael
Domínguez (Carlos Torres Torija), antiguo amor de Jovanka, y la madre de
éste, Doña Victoria Lambert (Saby Kamalich), Mamá Pasca, hermana de
Vanya (Luisa Huertas), Jonás (Erick Elías) y su padre Drago (Arturo Ríos),
el padre Juan Domínguez (Saúl Lisazo) que a pesar de ser sacerdote se
enamora de Jovanka, y las hermanas de María Salomé, María Sashenka
(Mariana Gajá) y María Magdalena (Karina Mora), así como la imagen
icónica de la patrona de los gitanos, Santa Sara. Salomé, una bella gitana,
se enamora de Sebastián, un joven gayó o no gitano. Los dos luchan contra
el racismo y el odio, mientras sus padres, Jovanka y Rafael, reviven su
pasado en medio de heridas abiertas y rivalidades, intolerancia y rechazo.