ActasFXIII PDF
ActasFXIII PDF
ActasFXIII PDF
ISBN 978-950-9262-39-3
Apoyo académico
al Programa Filosofía Argentina e Iberoamericana
Escuela de Filosofía - Universidad del Salvador
Coordinación
Celina A. Lértora Mendoza
Comité Científico
Mauricio Langón
Carlos Pérez Zavala
Ana Zagari
Ediciones F.E.P.A.I.
4 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 5
PRESENTACIÓN
UN HOMENAJE A CARLOS ALEMIÁN
1.
2.
Tal vez el emprendimiento que más le satisfizo y sin duda el de mayor envergadura
es el Postgrado en Filosofía Argentina e Iberoamericana organizado en conjunto con la
Escuela de Filosofía de la Universidad del Salvador, a partir de 2003, puesto que en él
pudo concretar la conjunción de los dos aspectos de la reflexión sobre nuestra filosofía:
el investigativo y el docente. Para este año estaba trabajando en un proyecto de
investigación cuyos resultados se volcarían en un Seminario. Un aspecto de la misma
iba a ser adelantado en la comunicación a estas Jornadas, que quedó inconclusa, y otra,
en su participación en el Congreso Internacional Extraordinario de Filosofía de San
Juan, en el Taller ‘‘Proyecto humano y pensamiento situado’’ para el cual ya había
preparado el texto base. Por esa razón, tanto esta publicación como el Taller, tienen un
profundo sentido de recordación y homenaje
3.
ese carácter organizó numerosos cursos y talleres para docentes. Además fue miembro
de la Comisión Asesora Honoraria Curricular en Filosofía del Ministerio de Cultura y
Educación (1992) y autor de un anteproyecto de reforma de la enseñanza de la filosofía
en el nivel medio. Para el Instituto Joaquín V. González redactó diversos proyectos:
proyecto de Unidad Interdepartamental de Investigación (UIDI), con cuya aprobación
se instituyó la investigación en esa casa de estudios (1996); coautor del Proyecto
Alternativo, de transformación de los estudios de Profesorado, aprobado en general
por el Consejo Directivo (1996).
Durante gran parte de su vida (treinta y cinco años) alternó su vocación filosófica
con el trabajo periodístico. Fue periodista y Secretario General de Redacción de El
Cronista Comercial (hasta 1969); redactor de la Agencia de Noticias Reuter (1975);
editor de la sección Educación y Cultura del diario La Nación, hasta 1994, Colaborador
de la revista Confirmado (1980) y notas en publicaciones diversas. De 1994 a 1996,
editor de El Llano, periódico zonal del sur del Gran Buenos Aires. En la Sección de
Educación y Cultura de la Nación, por su conocimiento, cubrió temas universitarios y
congresos de filosofía de entidades tales como la Sociedad Argentina de Análisis
Filosófico, la Fundación Origen, la Universidad Nacional de La Plata. Para el Suplemento
Literario de este diario redactó varias críticas de libros de filosofía.
Su obra escrita es extensa. Escribió los libros Para un análisis ideológico del
periodismo. Enfoque epistemológico (Editorial Precursora, Buenos Aires, 1983), Práctica
del conocimiento. (idem, 1989), El imperio de la Razón y el silencio de la Diferencia
(idem, 1995) y Nuestra situación latinoamericana (idem, 2003). En ellos el tema central
es su preocupación por el pensamiento situado en nuestra región latinoamericana.
Sobre esta temática escribió además numerosos artículos en diversas revistas nacionales
y extranjeras y participó en muchos congresos, jornadas y encuentros.
4.
‘‘Carlos Alemián fue para muchos de nosotros una presencia permanente, que no
se hacía notar, pero segura, en la constancia de su amistad, su fina y pensada filosofía,
su respeto por las particularidades de cada uno, su humor un tanto irónico y su actitud
sostenida de estímulo y ayuda. Transformar el dolor enorme que nos provoca su muerte
en recuerdo activo de lo que significó entre nosotros durante su existencia es el homenaje
que le debemos’’. Alcira Bonilla (UBA- Conicet)
‘‘Todo mi pesar por esta pérdida que se siente profundamente por la calidad de
persona de Carlos, por tantos recuerdos compartidos y por su talla intelectual. Una
10 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Mauricio Langón
Celina A. Lértora Mendoza
Carlos Pérez Zavala
Ana Zagari
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 11
Panorama retrospectivo
12 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 13
“LOS TIEMPOS MODERNOS” DE NUESTRA FILOSOFÍA
Una advertencia aún. Aunque, como dije, se trata de un pasado reciente, ha corrido
bastante agua desde 1980 hasta hoy. Y quienes acudimos a la convocatoria de repensar
este pasado lo hacemos desde un inexorable hoy, que incluye ese mismo re-pensar
desde la óptica del cada-día que nos trae exigencias de revisión. No es posible
proporcionar una visión especular del pasado, y sería una impertinencia pretender que
mi visión sea la única o la mejor.
I. La situación
Los más destacados aportes del pensamiento filosófico en las tres últimas décadas
pueden ser detectados sin mayores dificultades ni disensos. Lo que sí puede provocar
perplejidades o discusiones es la índole de su recepción y asimilación local.
14 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
1. La Filosofía Postmoderna
Entre nosotros hubo un temprano interés por este tema, y hay que recordar al grupo
de Luis Jalfen y la Escuela de Filosofía de Buenos Aires, así como una serie de
publicaciones de índole crítica y programática1. Coincidía con la amplia gama de adeptos
al “pensamiento situado” en la superación del universalismo abstracto2, pero cada
miembro siguió su camino (algunos, como Sergio Cecchetto, por las vías de la bioética,
aunque conservando el talante).
1
Para dar una idea de la visión del grupo, podemos tomar el libro de Jorge Luis Jalfen, Occidente
y la crisis de los signos. Diálogo con pensadores de nuestro tiempo, Bs. As. Galerna, 1982. Los
pensadores (y los temas) “de nuestro tiempo” seleccionados son: Fernando Savater (El inconsciente
y el resentimiento), Eugenio Trías (La estética como óptica del mundo), Xavier Rubert de Ventós
(Las modas culturales), Emile Cioran (Un apasionado escepticismo), Kostas Axelos (La verdad
y la violencia), Jean-Paul Dolle (La muerte de Dios y las ideologías), Jean D’Ormesson (La
política del presente), Jean-Marie Benoist (El valor de la disidencia), Octavio Paz (Aprender a
ver), Jorge Luis Borges (La inteligencia de la metáfora), Roberto Juarroz (El dolor de lo finito). No
es casual que la mayoría no sean “filósofos stricto sensu”.
2
He señalado repetidamente que el Segundo Congreso Nacional de Filosofía (Córdoba, 1971)
puede considerarse como el momento de aparición pública de las posturas “contestatarias” de la
“normalidad filosófica”, y que claramente se advertían dos corrientes que he denominado: filosofía
comprometida y filosofía crítica.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 15
2. El fin de los”grandes relatos”
La idea del fin de los grandes relatos es concurrente con la filosofía y el pensamiento
postmodernos, y articula una denuncia que presagia el final de las cosmovisiones
universales o “grandes relatos”, los cuales dejan de ser significativos para la
comprensión de la humanidad postmoderna.
Sin embargo, no ha sido tanto la filosofía de la periferia cuanto la realidad y -en todo
caso- el pensamiento de la cultura hegemónica sobre esa realidad, lo que hizo colapsar
la idea del fin de los grandes relatos. Porque los grandes relatos que forjaron la cultura
occidental desde los griegos hasta hace tres décadas han cumplido una función
aglutinante, dadora de sentido, unificadora y prospectiva. Tal vez la sociedad moderna
del primer mundo se esté disolviendo y no sea posible atisbar su futuro más remoto, y
por eso ésta es para los pensadores europeos una real preocupación.
Pero para nosotros vale preguntarnos si los grandes relatos que están disolviéndose
son aquellos que hemos interiorizado en forma alienante o no. Una respuesta a esta
cuestión me parece que es decisiva para pensar nuestra identidad y nuestro futuro.
3. El pensamiento débil
Las ideologías políticas instauradas en la década del noventa han elaborado sus
propios productos filosóficos, en torno al globalismo, al multiculturalismo, a la tolerancia,
etc. Algunas de estas nuevas teorías se relacionan a su vez con otras problemáticas
como la ecología o el feminismo. No resulta descabellado pensar que en los próximos
años integrarán temas del currículo, así como ahora, en muchas partes, incluyendo
algunos casos argentinos, integran cursos y seminarios de postgrado. Tal vez la
comunidad filosófica en su conjunto no está preparada para la avalancha de
“pensamiento nuevo” que está saturando otros mercados, cuyo carácter “filosófico”
también habría que establecer, ya que se percibe una notable ampliación del concepto.
Han aparecido en los últimos lustros nuevas áreas filosóficas de creciente interés.
Aunque todas las áreas que mencionaré son anteriores a los últimos años (en cuanto a
su surgimiento y resultados pioneros), lo que es propio de los últimos lustros es la
creciente importancia de estos temas que van desalojando sensiblemente a otros de
venerable tradición, pero que ya no parecen interesar, no sólo a “la gente culta” sino ni
siquiera a los propios filósofos.
5. 1. La ecofilosofía
La ecofilosofía sin duda será una de las ramas de la filosofía que abrirá horizontes
teóricos relevantes en los próximos años. La interfase con el feminismo, con los derechos
humanos, con la bioética y con diversas concepciones religiosas no occidentales (que
hoy gozan de mucho consenso y adhesión) está creando un conjunto problemático
inédito, para el cual la filosofía que hemos aprendido no parece tener, no digo respuestas,
sino tampoco recursos teóricos para un planteamiento adecuado.
Hay que decir que esta corriente todavía no ha cuajado entre nuestros filósofos de
manera significativa3. El interés por el tema ambiental proviene más bien de otras áreas
3
En la veintena de páginas de apretada bibliografía que trae la obra de Elías Capriles, Individuo,
sociedad, ecosistema, Mérida, Univ. de los Andes, 1994 (p. 457-477) en la cual las obras en
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 17
y entra en la filosofía de la mano de la interdisciplinaridad. Tal vez por eso no se ha
llegado entre nosotros a trabajar en profundidad algunas teorías filosóficas (como la
deep ecology) que ofrecen interesantes puntos de contacto con ciertas tradiciones de
pensamiento arraigadas entre nosotros de mucho antes (la filosofía natural de raigambre
escolástica, por ejemplo).
5. 2. El feminismo filosófico
El feminismo es una de las teorías filosóficas de más resonancia en los últimos años;
ha trascendido los marcos de la filosofía para instalarse en otras áreas de las ciencias
sociales e incluso de las “ciencias duras”, así como en otros aspectos de la cultura y las
profesiones, añadiendo a la teoría un discurso programático específico que ha convertido
a los conceptos teóricos (patriarcalismo, sesgo genérico, techo de cristal, etc.) en
operativos y hasta perfománticos. Esta es una realidad a la que no podemos sustraernos.
Debemos decir que el feminismo ha sido uno de los temas nuevos que nuestra filosofía
académica acogió temprana y decididamente4. Luego de varios años de crecimiento
productivo teórico, también parece haberse llegado a una meseta y a una cierta detención
en la incorporación de nuevos temas, por ejemplo no se perciben ecos de las últimas
tendencias feministas situadas (como el mujerismo) o de interfase, como el ecofeminismo.
5. 3. La bioética
castellano son cómoda mayoría (claro que incluyendo muchas traducciones) no hay un solo título
de temas ecológicos o de ecofilosofía publicados en Argentina. Figuran, en cambio, textos clásicos
de Kant, Hegel, Heidegger, Sartre, algunos científicos y autores de espiritualidad.
4
Desde los primeros años ochenta, en muchas facultades de Filosofía, y especialmente en la de
UBA, se realizaron periódicamente encuentros de mayor o menor amplitud y al poco tiempo los
grupos se consolidaron en Centros o Institutos integrados en la estructura académica. Se formaron
sociedades y aparecieron revistas (es significativa entre nosotros la Asociación de Mujeres en
Filosofía).
18 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
largo etc. Es otro de los núcleos temáticos que tuvo rápida acogida entre nosotros, y
sin duda sigue creciendo y produciendo gracias al esfuerzo de filósofos que se
encuentran trabajando en grupos interdisciplinarios.
Tal vez esta designación es excesiva o inapropiada, pero lo que quiero significar es
claro. Hay enfoques que han surgido desde las prácticas científicas mismas y que están
pensándose en sede epistemológica, en un procedo de elaboración más que de
resultados.
5
Una temprana experiencia fue la Maestría en Ética Aplicada de la Facultad de Filosofía y Letras
de USA, organizada por los Dres. Alcira Bonilla, Carlos Cullen y Ricardo Maliandi. Su amplia
resonancia inicial no condice con el irrelevante número de graduados. El grupo liderado por el Dr.
Mainetti en La Plata ha tenido más visibilidad real en los ámbitos de la salud. El grupo que trabaja
en la Facultad de Medicina de la UBA, integrado a un heterogéneo equipo dedicado a las
Humanidades Médicas, lucha por sobrevivir en un medio bastante adverso.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 19
5. 4. 2. El pensamiento complejo. Iniciado y propiciado, como teoría específica, por
Edgard Morin, se ha convertido en una de las estrellas de la teoría de la cultura y de la
antropología cultural contemporáneas. No puede negarse su interés y su pertinencia
como una apoyatura valiosa y en cierto modo más sistemática y precisa que el holismo.
Entre nosotros, la primera propuesta de trabajo no prosperó significativamente en el
área filosófica. En cambio, ha sido adoptada -con mayor o menor rigor- por investigadores
de otras áreas de las ciencias sociales, e incluso cuenta actualmente con un equipo de
investigadores en ciencias jurídicas y políticas del Conicet, que lleva adelante su
proyecto investigativo con esta metodología.
6
Me parece decisivo señalar en esto la tarea de la Asociación Argentina de Ética y la del grupo de
trabajo orientado por el Dr. Maliandi, tanto en Buenos Aires como en Mar del Plata.
20 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
El intento de pensar una nueva filosofía política y social situada es otra de las
respuestas significativas a los desafíos de la filosofía “global”. Hay una realidad
instaurada en el mundo y en nuestra región que hoy nos urge pensar y que debe estar
colocada en lugar privilegiado de nuestra agenda porque nos afecta tanto en el orden
de la vida individual y comunitaria como en el ámbito del pensar mismo.
7
Un trabajo de excepcional interés para nosotros, latinoamericanos, es la investigación de Eugeniusz
Górski, del Instituto de Filosofía y Sociología de la Academia de Ciencias de Polonia, quien
investiga comparativamente algunos temas comunes a la filosofía de Iberoamérica y de Europa
Centro-Oriental (la zona del antiguo bloque socialista). El eje central común a ambas problemáticas
es dependencia vs- originalidad, pero no sólo en sentido teórico, sino incluyendo todas las
implicaciones ideológicas, políticas y opcionales frente a los modelos en pugna. Luego de haber
publicado varios artículos en inglés y polaco, se ofrece al público hispanoparlante una síntesis en
la obra Dependencia y originalidad de la filosofía en Latinoamérica y en la Europa del Este,
México, UNAM, 1994.
8
Al respecto, es interesante el parecer de Domenico Jervolino, quien escribe en un órgano
destinado a esclarecer las relaciones entre las tradiciones filosóficas, que es la revista Concordia.
Opina este autor que la filosofía de la liberación podría llegar a tener un nivel planetario (lo que -
añado- no significa “universal” en el sentido que sus creadores hubieran rechazado). A su juicio,
la filosofía de las periferias europeas deberían repensar a Marx más allá del fracaso del marxismo
histórico y de los socialismos reales, entendiendo como “sujetos de la liberación” a sujetos
plurales tal como se dan en el “mundo de la vida” husserliano (cf. “Por una filosofía de la
liberación desde el punto de vista cosmopolita, Concordia 24, 1993: 75-82).
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 21
Desde 1980 en el mundo se ha producido: la caída del muro de Berlín, el fin de la
Guerra Fría y de la bipolaridad; el auge y declinación del neoliberalismo político (el
estado débil), del liberalismo económico (la teoría del mercado) y del liberalismo filosófico;
la globalización como fenómeno de fondo de todo acontecer; el pensamiento
hegemónico, el pensamiento único, el imperio; la aparición terrorista del “otro”, el
trasgresor y la nueva bipolaridad (“buenos” y “malos”). En América Latina y Argentina
se ha producido: esperanza y frustraciones del retorno a la democracia; los intentos de
unión y sus tensiones; las nuevas alianzas en un mundo cambiante; pluri-etnia,
pluriculturalidad, democracia.
He presentado un cúmulo de problemas que nos convoca pero de los cuales todavía
no nos estamos haciendo cargo como problemas auténticos de la filosofía. Seguramente
hay otros que no he mencionado, entre los cuales no descarto ni mucho menos la
continuidad de las tradiciones filosóficas en las que nos hemos formado, y que no
deberían considersarse “superadas” sin un intento serio de ser repensadas desde
nuestro aquí-ahora. Todos los grandes maestros, de los cuales no tenemos por qué
renegar, han sido escuchas atentos de su tiempo. Es cierto que la escucha parece
tornarse cada vez más difícil, hay cada vez más “ruidos de fondo” que obstaculizan
nuestra comunicación con la realidad. Por eso precisamente, me parece una tarea
fascinante.
22 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Biografía
Etapas de su pensamiento
1
Ismael Quiles, Autorretrato, Buenos Aires, Ediciones Depalma, 1992, p. 21.
2
Ibidem.
3
Quiles, La persona humana, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1992.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 23
Cabe destacar en este punto la influencia de la filosofía de Ortega y Gasset: “Mi
primer encuentro intelectual con Ortega y Gasset fue en una de sus conferencias, que
escuché en Buenos Aires, en octubre de 1939”, recuerda Quiles en un artículo titulado
“Un encuentro fecundo” “El tema de la conferencia era precisamente –señala Quiles-
“Ensimismamiento y Alteración”, que coincidía con la búsqueda de la esencia del hombre,
mi interrogante central en ese momento” 4.
En la línea de Max Scheler, pero con raíces en el pensamiento de San Agustín, y del
mismo Ortega, Quiles reconoce en el “ensimismamiento” y en la interioridad la base de
la noción de “persona”.
Hay que destacar que ya en La persona Humana Quiles otorga una importancia
vital a la experiencia del yo, revalorizando a tal punto la experiencia concreta, que afirma
que a través de ella es posible alcanzar la trascendencia, ya que para él “la tendencia a
la trascendencia brota de la inmanencia” 5.
Para Quiles la primera acepción -estar firmemente en- expresa la naturaleza propia
del hombre, el auténtico yo. Por eso dice: “Estar–en–él (in-sistere) será la verdad y la
substancia o suficiencia definitiva del hombre… Para estar el hombre en la verdad del
ser no ha de salir de sí mismo (ex-sistere), sino entrar dentro de sí mismo lo más posible
(in-sistere), y cuando entra tanto dentro de sí mismo que por esa vía de la interiorización
(insistente) llega a salir de sí mismo, entonces encuentra la verdadera salida de su ser y
para su ser,… la verdadera ec-sistencia, a la que ha llegado no por un salto “hacia
fuera”, sino por un salto “hacia dentro”8.
8
Ibid., p. 30-31.
9
Ibid., p. 9-10.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 25
mundo en se halla “siendo”, con los demás hombres entre los cuales necesariamente
convive, y con Dios, a quien se encuentra ligado con una relación muy característica”10.
In-sistencia y Mundo
In-sistencia y Prójimo
No sólo nos encontramos con el mundo, también nos encontramos con otros-yo. Es
también un dato originario de nuestra experiencia, anterior a toda reflexión. En ese
vínculo primario se da una comunicación espontánea, material y espiritual, que Quiles
denomina “inter-in-sistencia”: “Es una estructura ontológica común a las diversas
subjetividades humanas”13, es la base y fundamento de la esencia social del hombre
cuya culminación es el amor: el hombre está en sí y sólo desde el estar en-sí es hombre,
pero además está en relación intersubjetiva. Esta in-sistencia se funda, a su vez, en la in-
Sistencia, que brota de nuestra experiencia de la contingencia. Así para Quiles, la
experiencia del yo incluye también a la del mundo y la de los otros-yo, cuyo fundamento
es la in-Sistencia.
10
Ibid., p. 45.
11
Ibid., p. 70.
12
Ibid., p. 71.
13
Ibid., p. 111.
26 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
dicha obra con la idea fundamental de esta etapa de su pensamiento que podemos
caracterizar como la más original y que le servirá de base para la próxima.
Pero cuando Quiles, allá por los años ‘60 comienza su tarea de integración entre
ambas culturas, todavía este encuentro intercultural estaba muy en sus comienzos.
Podemos citar por ejemplo a Juan Adolfo Vázquez quien en su obra Metafísica y cultura,
de 1954, propone para salir de la crisis de la cultura occidental, un diálogo con la cultura
oriental, “donde hay verdadera cultura, es decir, cultura viva, y no los restos huecos de
una civilización seca”…14 Vázquez considera que la cultura de Oriente ha permanecido
viva porque ha sido fiel a sus principios metafísicos, por eso “El remedio de la crisis de
occidente es el retorno a los principios universales que el mundo moderno abandonó»15.
Más allá de algunos antecedentes aislados, como Vicente Fatone, además del citado
Juan Adolfo Vázquez, es sin duda Quiles el gran ejecutor de este diálogo intercultural.
Así lo recuerda él mismo: “A mediados de 1960 inicié un viaje de estudio por diversas
universidades de Asia con el apoyo de la UNESCO. Mi objetivo era conocer más de
cerca la cultura de aquellos pueblos, no sólo la teoría en los libros sino la encarnación
de ella, tal como actualmente la viven, a fin de captar la idea oriental acerca de la esencia
del hombre”16. Y él mismo reconoce que su filosofía “in-sistencial”, “basada en la
interioridad como método y metafísica del hombre”17 le permitió una “coincidencia de
ambiente”: “La esencia del hombre se descubre mirando en el interior de sí mismo”18.
Pero, mientras que para la filosofía oriental, especialmente de Japón e India, hay que
liberarse del yo individual y concreto para llegar al verdadero ser que se identifica con
el Absoluto, única Realidad, de donde resulta que “la esencia real del hombre es el
14
Juan Adolfo Vázquez, Metafísica y cultura, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, p. 67.
15
Vázquez, op. cit., p. 78.
16
Quiles, Autorretrato, cit., p. 29
17
Ibid., p. 29
18
Ibid., p. 30.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 27
Absoluto mismo, el Primer y Único Ser”, (Autorretrato p. 30), quedando reducida la
realidad de los seres individuales a una sola Realidad Absoluta, de la cual los individuos
son meras manifestaciones…, para Quiles, en cambio, según su concepción personalista
in-sistencial, la individualidad no se diluye, sino que se diferencia frente al Absoluto.
Significado de su pensamiento
Esta visión del hombre tiene una gran importancia para la educación: la filosofía in-
sistencial representa una sólida base para los estudios pedagógicos, otorgando una
concepción humanista, fundada en una idea del hombre de corte personalista.También
con respecto a la ciencia, la técnica y las comunicaciones la filosofía de Quiles tiene
una respuesta: todas ellas son necesarias y sirven para el progreso del hombre cuando
están acompañadas de la “reflexión”, resultado del “estar en sí”, “ensimismado”.
Pero también hay otro factor a tener en cuenta, según Quiles: nuestro ser
iberoamericano es mezcla de indigenismo e hispanismo. Y “en el indigenismo hay un
gran factor oriental, en primer lugar racial, pero también en la parte cultural, porque hay
elementos de las culturas pre-colombinas que parecen exactamente copiados de culturas
orientales”22. Así, concluye: “Esto hace que los pueblos de Iberoamérica sean un puente,
una conjunción de Oriente y Occidente”23.
Quiles ha sido, sin lugar a dudas, un visionario con respecto al porvenir de nuestra
cultura. Por eso es justo recordarlo cuando nos referimos a nuestros pensadores de los
últimos decenios.
19
Quiles, “Necesidad para Argentina e Hispanoamérica de entender a Oriente”, Signos
Universitarios. Año XVII, Nº 33, enero-junio 1998, p. 46.
20
Ibid.
21
Quiles, “Necesidad …” cit., p. 48.
22
Ibid., pp. 49-50.
23
Ibid.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 29
HACIAUNAREINTERPRETACIÓN DELPENSAMIENTO LATINOAMERICANO
Gregor Sauerwald
Universidad Católica del Uruguay, Montevideo
Como objetivo general que otorga sentido incluso político a su obra, Devés quiere
apuntar con su trabajo a una identidad intelectual latinoamericana, que ve en contraste
con la metodología de la actividad intelectual europea. Roig, a cuya compresión de lo
que es o debería ser el Pensamiento latinoamericano, vamos a recurrir, había llamado y
estimado este resultado como la mirada americana de Devés, una mirada distante,
como de vidrio, lo que sería nuestra interpretación.
Roig nos da una prueba de su método crítico al hacer una crítica al pensamiento
dialéctico de Zea de los años 70 del siglo pasado. La Filosofía de la historia de América,
según Roig, citando a Zea, se forja a partir de la conciencia de la dependencia, no de la
dependencia, sino de su conciencia, conciencia de una conciencia dependiente. Para
Zea un correspondiente pensamiento en la historia de las ideas latinoamericanas ha
sido imitativo y rapsódico, por eso fragmentario y defectivo, debido a una “extraña y
absurda” dialéctica, la falsa dialéctica de negar borrando, con la idea de poder compensar
1
Arturo Andrés Roig: El pensamiento latinoamericano y su aventura, Tomos I y II, Buenos
Aires 1994.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 31
lo borrado por algo extraño, lo no-propio. Aquí surge Hegel, con una dialéctica, que
Zea quiere rescatar al interpretar las célebres y muy discutidas Vorlesungen über die
Philosophie der Geschichte, ahora no para “invertirlas” a la Marx, más al gusto de Roig,
sino para reapropiárselas. Al diferenciar entre borrar y olvidar de un lado y del otro
asumir, entre aquella extraña y absurda dialéctica con una serie descoyuntada de
“yuxtaposiciones” y la dialéctica hegeliana apropiada, es decir prolongando su “relato”
(Lyotard) al reemplazar el Espíritu por la conciencia y al cambiar el centro desde Europa
o talidad no- dialéctica, que marca el proceso de occidentalización y de modernización
en el que fuimos embarcados a partir de 1492, a una conciencia dialéctica de verdad, le
resulta a Roig difícil de explicar. Se niega el filósofo argentino a sostener estas
afirmaciones de modo tan terminante, pero sin negar a Zea su vocación americanista
que, por lo contrario, afirma decididamente.
2
“Por eso es distintivo de este su libro – escribía (Gaos)- el dominio a que ha llegado en la
composición, incluyendo su rico material en cuadros a la vez tan ordenados y dinámicos que
permiten apresar el vasto y diversificado proceso histórico que es su tema como una marcha
dotada de un sentido unitario, que es decir también de una significación instructiva” (p. 8).
3
“En vez de deshacerse del pasado, practicar una Aufhebung, palabra empleada por usted mismo
en coyuntura de este sentido, en la aceptación de Hegel (…) y en vez de rehacerse según un
presente extraño, rehacerse según el pasado y presente más propios con vistas al más propio
futuro” (p. 8).
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 33
La filosofía que Zea preconiza, es conciencia de las yuxtaposiciones impuestas a
esta realidad latinoamericana, como tal una filosofía de la liberación que destruya formas
de dominación propias de las filosofías hasta ayer importadas. Así esta tercera etapa es
llamada, según la dialéctica hegeliana, adaptada a la historiografía latinoamericana, la
antitesis del pensamiento filosófico del siglo XIX. Las tres etapas, ya un análisis muy
grosso modo, comparado con la abundante y mucho más diferenciada explicación que
hace Devés, se reducen bajo el yugo de la dialéctica en dos movimientos de tesis y
antitesis, una dualidad que parece haber inspirado al historiador chileno, sus polos
modernización e identidad, cuya síntesis conocemos bajo conceptos formales como
alternancia, espirales e intelectualidad latinoamericana. La síntesis que ahora hace Zea,
síntesis material a partir de una dialéctica, se deja entrever en lo que él llama búsqueda
de la identidad del hombre de esta América.
Con la definición de esa identidad Zea nos parece salir de la para él fuertemente
atractiva órbita epistemológica de la Filosofía de la Historia de Hegel y acercarse a una
antropología y ética o política, no extraña al pensamiento hegeliano que hoy en día
tiene tanta actualidad en la Teoría del Reconocimiento de Axel Honneth. Esa búsqueda
de la identidad del hombre latinoamericano se deletrea como poder exigir el
reconocimiento de la humanidad y el de su participación en el hacer de una historia que
debe ser de todos los hombres (negrita de G. S.). La igualdad que se refleja en ese deber
ser de estos todos los hombres, y con esta generalización Zea va más allá de un
universalismo igualitarista que le parece excluir lo que no le es conquistable o asimilable,
lo diferente de verdad, un ejemplo negativo dan aquellas celebrísimas Vorlesungen de
Hegel, consiste en que todos somos iguales en nuestro ser distinto o diferente, en el
sentido de que todos, como sujetos personales o colectivos culturales, somos distintos
y que como todos estos seres distintos tenemos los mismos derechos en los que
queremos ser reconocidos como hombres, el derecho de todos los hombres diferentes.
4
Tzvetan Todorov, La conquête de l´Amérique. La question de l´autre, edición alemana: Frankfurt/
M 1985: “Ce n´est pas un hasard, si Rousseau. Adam Smith et Hegel ont mis en valeur, parmi
tous les processus élémentaires, la reconnaissance” (p. 105).
34 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
5
Tzvetan Todorov, La vie commune. Essai d´anthropologie générale, Paris 1995. Véanse
también la última gran obra de Paul Ricoeur, Parcours de la reconnaissance, Paris 2004, y mi
reseña en Relaciones. Revista al tema del hombre, Montevideo 2007, donde va a publicarse en
junio o julio bajo el título El reconocimiento y el don: Parcours de la reconnaissance. Paul
Ricoeur en diálogo con Axel Honneth.
6
Véase Gregor Sauerwald: “Liberación y reconocimiento…”, en Pensares y Quehaceres, México,
N. 2 2005-6: 25-42.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 35
ético político, superando de esa manera lo formal de lo explicativo. Roig, por su lado, al
poner en tela de juicio la filosofía de la historia del filósofo mexicano marcando así
distancia y al apreciar la mirada americana de Devés, su comprensión vasta e intensa en
el análisis del Pensamiento Latinoamericano, supera, sin embargo, al historiador chileno,
cuando insiste en el legado liberacionista y emancipatorio de ese pensamiento,
acentuándolo de esta manera, lo que lo une a Zea.
7
Arturo Andrés Roig: Ética del poder y moralidad de la protesta. Respuestas a la crisis moral de
nuestro tiempo, Mendoza 2002, con especial interés su disertación sobre ‘‘La ‘dignidad humana’
y ‘la moral de la emergencia’ en América Latina’’, pp. 107-125.
36 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Esteban Vergalito
UBA / Conicet
Sin embargo, se deja sentir asimismo en estos textos la segunda influencia marxista
que, algunos años más tarde, se volvería decisiva en la producción del autor: Gramsci.
Si bien el concepto de hegemonía no presenta todavía aquí el desarrollo que comenzará
a cobrar desde Hegemonía y estrategia socialista, se perfila ya como una categoría
central, que se entrecruza con el aparato teórico heredado del althusserismo4. En este
contexto se plantea la reflexión en torno a la temática gramsciana de lo “nacional-
popular”, la cual es abordada en esta primera incursión a partir de ese doble enfoque.
Así, el populismo es entendido por el Laclau de 1977 como “la presentación de las
interpelaciones popular-democráticas como conjunto sintético-antagónico respecto a
la ideología dominante”5, o, dicho de otro modo, como la actualización del potencial
antagonismo político pueblo/bloque de poder contenido en dichas interpelaciones
ideológicas. Con esta definición, el autor buscaba resolver el enigma teórico de la
constitución del fenómeno populista no tanto por la vía de los contenidos, ya
extensamente recorrida por la bibliografía relativa al tema con escaso éxito, sino más
bien por la forma en la que éstos se articulaban discursivamente. A juicio de Laclau,
esta aproximación predominantemente formalista otorgada, en primer lugar, la ventaja
de evitar el error de inferir la constitución de un pueblo de la mera presencia de la
interpelación popular-democrática en un discurso ideológico6. Pero, por otra parte,
permitía dar cuenta de uno de los aspectos paradójicos del fenómeno, a saber, la existencia
de populismos de diverso signo ideológico. La matriz althusseriano-gramsciana dejaba
sentada de este modo su utilidad: el antagonismo pueblo/bloque de poder, entendido
como la contradicción dominante a nivel de la formación social, al depender de la
ideología... cit., pp. 53-164; para otras referencias, véase E. Laclau, “Teorías marxistas del
estado: debates y perspectivas”. Norbert Lechner, Norbert (comp.) Estado y política en América
Latina México: Siglo XXI, pp. 47-52. y E. Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonía y estrategia
socialista. Hacia una radicalización de la democracia, Bs. As., FCE, 2004 (1985), p. 184)
4
Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización
de la democracia, Bs. As. F.C.E. 2004 (1985).
5
Política e ideología... cit., p. 201.
6
Como es fácil de ver, esta referencia es condición necesaria, pero no suficiente, puesto que
existen numerosos discursos que, aun aludiendo al “pueblo”, no son catalogados como “populistas”
por la sociología política.
38 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Entre los cambios más significativos para nuestro tema implicados en este viraje
teórico se encuentran:
1. La adhesión a una perspectiva lingüística por la que todos los fenómenos sociales
(palabras, acciones, prácticas, ideologías, etc.) son entendidos como producciones de
sentido estructuradas en totalidades articuladas discursivamente.
7
Acerca de este pasaje, véase S. Zizek, “Más allá del análisis del discurso”, en E. Laclau, Nuevas
reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo, Bs. As. Nueva Visión, 2000 (1993) 2000: 257-
267. Para una reconstrucción del devenir del concepto de sujeto en Laclau, véase G. Aboy Carlés,
Lsa dos fronteras de la democracia argentina. La reformulación de las identidades políticas de
Alfonsín a Menem; Rosario, Homosapiens, 2001: 58-64.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 39
En este nuevo marco, la interpelación popular-democrática de la cual Laclau se
servía para dar cuenta del fenómeno populista es desdoblada y transformada en dos
posiciones de sujeto conceptualmente bien diferenciadas, una popular y otra
democrática. Mientras que la primera “se constituye sobre la base de dividir al espacio
político en dos campos antagónicos”, la última se caracteriza por ser “sede de un
antagonismo localizado, que no divide a la sociedad en la forma indicada”8. Esta
discriminación da lugar, respectivamente, a dos clases de luchas: las populares, que
tienden a la dicotomización del espacio político, y las democráticas, que conllevan una
pluralización de ámbitos9. Aún cuando la primera implica a la última –puesto que la
lucha popular consiste en la agregación equivalencial de luchas democráticas a partir
de un espacio antagónico común a ellas–, los autores conceden aquí mayor preeminencia
a la segunda, y establecen entre ambas un nexo contingente10. Vale decir, entonces, que
para que exista democratización no necesariamente debe haber reagrupación dicotómica
de antagonismos, sino proliferación y hegemonización de los mismos. “Populismo” no
significa aquí, pues, más que una posibilidad dentro de una amplia gama de formas de
hegemonizar los diversos espacios creados por la “revolución democrática”11.
Desde esta matriz, el populismo será comprendido como imaginario, y definido, una
vez más, por su efecto dicotomizante. En palabras de Laclau: “llamamos populista a
8
Laclau y Mouffe, ob. cit., p. 175.
9
Ibid. p. 181.
10
“(...) está claro que el concepto fundamental es el de ‘lucha democrática’, y que las luchas
populares sólo constituyen coyunturas específicas, resultantes de una multiplicación de efectos
de equivalencia entre las luchas democráticas” (Laclau y Mouffe, ob. cit. p. 181).
11
Ibid. pp. 202-216.
12
“Populismo y transformación del imaginario político en América Latina, Boletín de Estudios
Latinoamericanos y del Caribe, N. 42, junio de 1987: 25-38.
40 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Finalmente, en el año 2005 la teoría alcanzará su más reciente y cabal despliegue (al
menos hasta el momento)14, que se asienta en las premisas generales adoptadas en
Hegemonía... y profundiza el doble enfoque postestructuralista y pragmatista con la
incorporación de algunos nuevos lineamientos. A ellos nos referiremos a continuación.
En tercer lugar, siguiendo la relectura que hace Copjec de Lacan, el último Laclau ve
en el acto de nominación el investimiento radical de un objeto, y, por lo tanto, una
dimensión afectiva inherente a él. Ésta ocupa un papel central en la constitución de un
pueblo, en tanto energética imprescindible para dotar de una función de representación
universal a un elemento particular de una serie heterogénea de demandas. En otras
palabras, sin afecto no hay performatividad de la nominación, ni significante vacío, ni
hegemonía posibles.
16
Emancipación y diferencia, cit., p. 70.
17
Con todo, Laclau advierte que “en la práctica (...) la distancia entre ambas no es tan grande. Las
dos son operaciones hegemónicas y, lo más importante, los referentes en gran medida se
superponen. Una situación en la cual sólo la categoría de significante vacío fuera relevante, con
exclusión total del momento flotante, sería una situación en la cual habría una frontera
completamente inmóvil, algo difícil de imaginar. Inversamente, un universo puramente psicótico
en el que tuviéramos un flotamiento puro sin ninguna fijación parcial, es también impensable. Por
lo tanto, significantes vacíos y flotantes deben ser concebidos como dimensiones parciales –y por
lo tanto analíticamente delimitables– en cualquier proceso de construcción hegemónica del ‘pueblo’
” (Laclau, La razón populista cit., 167-168).
42 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
2. Continuidades y rupturas
18
Aboy Carlés, “La democratización beligerante del populismo”, ponencia al VII Congreso
Nacional de la SAAP, Córdoba, 2005, p. 3. y S. Barros, “Inclusión radical y conflicto en la
constitución del pueblo populista”, Confines, N 2/3, enero- mayo 2006, p. 68
19
La razón populista p. 213.
20
Ibid. p. 215.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 43
3. Noción de sujeto: progresivamente, del sujeto como interpelación/constitución
(Althusser), al sujeto como posición estructural (postestructuralismo), como falta (Lacan)
y como decisión (Derrida)21.
4. Noción de política: de sinónimo de hegemonía a doble sinonimia con hegemonía y
populismo.
5. Vínculo populismo-democracia: de contingente a necesario.
3. Consideraciones críticas
En primer lugar, cabe preguntarse, como evaluación general, cuáles son las ventajas
y desventajas de la apelación al postestructuralismo y al pragmatismo para pensar lo
social y lo político. Entre las primeras se cuentan, sin duda, una clara aprehensión de su
carácter inherentemente contingente, incompleto y abierto. Sin embargo, en la obra de
Laclau este reconocimiento es efectuado al precio de una escasa teorización de la
dimensión de objetividad y permanencia de lo social. Si bien a partir de Nuevas reflexiones
sobre la revolución de nuestro tiempo se introduce la distinción husserliana entre
sedimentación y reactivación23, el primero de esos aspectos queda eclipsado como
objeto de investigación por la relevancia asignada al papel instituyente de lo político.
Dicho en términos postestructuralistas, si Laclau piensa las posibilidades que se siguen
de la falla inscripta en la estructura, soslaya la indagación de las condiciones que hacen
posible que esa misma estructura persista en el tiempo, y las consecuencias que esto
acarrea a nivel político. En este sentido, su teoría tiende a subestimar lo que podríamos
llamar el “peso” de lo cultural, es decir, los límites que los entramados previos de
significación imponen a la innovación política. Aun cuando el autor argentino ha visto
recientemente esa función restrictiva en la singularidad inerradicable de toda demanda,
21
Véase nota 7.
22
Aboy Carlés “La democratización beligerante del populismo”, cit, pp. 19-22 y Barros, art. cit.
p. 68.
23
Laclau, Nuevas reflexiones... cit., pp. 50-52.
44 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
que a veces impide el ingreso de algunas de ellas a una cierta cadena equivalencial24 tal
señalamiento continúa sin ahondar en la relación entre lo cultural y lo político. Ahora
bien: ¿se puede comprender cabalmente este último ámbito –y con él, la hegemonía, el
populismo, y todos los fenómenos que le son atinentes– prescindiendo de una
consideración específica del primero, así como del vínculo que media entre ambos? Si,
como creemos que es necesario, respondemos negativamente a esta pregunta, otros
interrogantes de orden teórico se plantean: ¿prestan el postestructuralismo y el
pragmatismo herramientas conceptuales suficientes para captar todo lo que está
implicado en esta dimensión cultural de lo político? ¿En qué medida una aproximación
predominantemente estructural como la adoptada por Laclau permite aprehender la
permanencia del sentido en el tiempo? Más aún: ¿hasta qué punto no subyace a esta
perspectiva estructural una reducción de la diacronía a la sincronía, siendo la
temporalidad misma concebida a partir de categorías espaciales?
24
Ibid. p. 175.
25
Laclau, Política e ideología... cit,, pp 194-195.
26
En una reflexión acerca de la palabra filosófica, Jean-François Lyotard expresa con total claridad
el meollo de nuestra crítica: “La palabra cambia lo que pronuncia, lo cual nos permite comprender
este co-nacimiento, aparentemente enigmático, de los signos y del sentido. Porque es cierto que
la situación amorosa o la revolución no preexisten en cuanto tales a las palabras que las designan
como amorosa o como revolucionaria, y en ambos casos quien toma la palabra para decir ‘esto es
lo que ocurre’ parece crear lo que dice, ser su autor, y es lógico que sea éste quien, ante el tribunal
del amor o frente a la represión contrarrevolucionaria asuma la situación como si él la hubiera
creado, con las palabras que pronunció: es que esas palabras son algo más que palabras. Pero
también es cierto que su palabra no pudo lograr un cierto eco más que en la medida en que captó
con ella lo que ya existía allí antes de que fuese pronunciada: de otra forma hubiera caído en
terreno baldío.” (“Sobre la palabra filosófica”, en ¿Por qué filosofar? Cuatro conferencias,
Barcelona, Paidos/ICE-UAB, 1989: 127; cursivas nuestras).
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 45
de lo cultural, esta vez ya no negativa, de restricción, sino positiva, que puede ser
entendida como recurso. En este sentido, sugerimos: ¿no conviene recuperar aquella
primigenia intuición laclauiana de fines de los años setentas, dar estatuto teórico a la
noción de tradición y explorar su vínculo con la política? ¿Y no conllevaría una indagación
de este tipo un progreso para la teoría de la hegemonía y del populismo?
Bibliografía
Ana Zagari
USAL- Buenos Aires
Las hegemonías pasan... hemos recuperado el famoso y viejo árbol de Porfirio y hoy
ya no nos avergüenza dedicarnos a la filosofía práctica, a la filosofía de la edad media,
a la antropología filosófica, etc.
Vale la pena destacar que se ha realizado un gran esfuerzo por reunir el pensamiento
filosófico con la escritura de ensayo que, como propuse en otro lugar, y sigo sosteniendo,
es la forma de nuestro pensar.
Enfoques prospectivos
52 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 53
DESDE UNA ECONOMÍA DE LA CODICIA
HACIA UNA ECONOMÍA DE LA GENEROSIDAD
Rosa Coll
Buenos Aires
Quien hace esta propuesta es el filósofo alemán Peter Sloterdijk, basándose en los
fragmentos que son el “de esto no se habla” de los textos de Federico Nietzsche. Se
trata, sobre todo, de los capítulos titulados “Por qué soy tan sabio”, “Por qué soy tan
inteligente, “Por qué escribo tan buenos libros” del Ecce homo. De tanto que se ha
escrito sobre Nietzsche, quizá no haya habido otro autor con el coraje para decir:
veamos ¿qué tenemos aquí? A primera vista su autor se zambulle en la más absoluta y
escandalosa autoalabanza, también a lo largo de toda su obra y de su correspondencia.
¿Dónde se ha visto en nuestra cultura que alguien ose asumir el riesgo de elogiarse a sí
mismo de manera directa y sin tapujos? Sloterdijk no se amilanó ante esto.
El autor que tratamos considera “el acontecimiento Nietzsche como una especie de
catástrofe dentro de la historia del lenguaje”4. Su “quinto” Evangelio –tal es una de las
maneras en que su autor denomina su libro Así habló Zaratustra- marca un punto y
aparte en las condiciones de comunicación de la vieja Europa. En una carta a su amigo
Franz Overbeck Nietzsche escribe que con ese libro (Así habló Zaratustra) ha supera-
do todo lo que había sido dicho hasta ese momento con palabras. “Ahora soy proba-
blemente el hombre más independiente de toda Europa”5 dice de sí mismo. En todo lo
que hasta la fecha, comenta Sloterdijk6 siguiendo a Nietzsche, ha recibido el nombre de
“Cultura” o “Religión” ha dominado la forma resentida de interpretar el mundo, todo lo
que ha pretendido realizar una contribución a la mejora del mundo ha bebido este
veneno. Todas las enseñanzas clásicas de la sabiduría, así como las teorías modernas
que se relacionan con ellas, no son, en el fondo, sino sistemas de calumnias sobre el
ente en general; son sistemas que permiten a los que han perdido demasiado en el
negocio de la vida la posibilidad de denigrar el mundo, el poder y al ser humano, cuando
no tienen como objetivo último humillar toda posición ligada a la autoalabanza.
4
Ibid. p. 46.
5
Friederich Nietzsche, Sämtliche Briefe, Kritische Studienausgabe, Munich, de Gruyter, 1986,
vol. VI, p. 497.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 55
¿Qué nos han hecho que nos sentimos completamente impedidos de alabar la propia
obra? ¿No nos hemos encontrado, acaso, muchas veces en la situación de estar muy
satisfechos de un trabajo realizado que implicaba alguna creatividad personal, y al
exponerlo ante la mirada de los otros callamos nuestro sentimiento de legítimo orgullo,
a la espera, sin embargo, de la ponderación del otro, tan sólo para responder que no
merecemos tal ponderación a pesar de nuestra íntima convicción de que sí, es merecida.
La crítica nietzscheana a la metafísica y a la moral pone de manifiesto toda la organiza-
ción de mentiras en las que se funda el elogio indirecto, como la recomendación cristia-
na acerca de que todo lo que se denigra ha de ser ensalzado.
Hace pocos días mi nieta, de cinco años, me regaló un dibujo hecho por ella. Antes
de dármelo lo dobló, lo retuvo un instante y mirándome con una sonrisa franca me dice:
“te vas a desmayar”. Ella pudo manifestar su orgullo por haber hecho algo que conside-
ró valioso, es decir, expresó la función elogiosa del lenguaje con respecto a sí misma
porque aún vive en la inocencia previa a la veda de la autoalabanza: previa al “esto no
se dice”.
Nietzsche quiere renovar desde sus propios fundamentos las fuerzas elogiosas del
lenguaje y liberarlas de todas aquellas trabas que le fueron impuestas por una actitud
de resentimiento, formulando así el primer eslabón de una cadena alternativa de mensa-
jes sin tinte metafísico. Nietzsche se siente “un acontecimiento de la historia universal”
destinado a desacoplar, expresa Sloterdijk7, las futuras y desbordantes corrientes
lingüísticas del resentimiento que tiñó el lenguaje metafísico, y a canalizar de nuevo las
energías ligadas al elogio. Nietzsche sabe que sobre él ha recaído la tarea de interrumpir
el continuum milenario de toda la propaganda que denigra al hombre, el mundo y la
vida, destruyendo –es dinamita y filosofa con el martillo- con su evangelio de la afirma-
ción de la vida el mensaje de los envenenados. Según Sloterdijk el precio de este
desacople es casi imposible de pagar, porque significa la ruptura de los lazos de solida-
ridad con toda la humanidad presente y pasada y la exigencia de la abstinencia radical
en relación a las fórmulas tradicionales de ilusión al servicio de los alivios burgueses,
con su consecuente e insoportable aislamiento. El quinto evangelio se sustenta en un
trabajo de destrucción de ilusiones, llevando el desencantamiento hasta abismos casi
suicidas, afirma Sloterdijk8 agregando que la verdad tiene la forma de una enfermedad
6
P. Sloterdijk, ob. cit. p. 48.
7
Ibid. p. 50.
8
Ibid. p. 57.
56 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
mortal, y quien quiera resistir la quiebra de una economía de la ilusión está obligado a
ser algo diferente de un hombre tal como hasta ahora se ha entendido: una especie de
sobreviviente vacunado con la locura de la verdad. Nietzsche vinculó su larga enferme-
dad con su máxima lucidez.
Sloterdijk nos invita a sacarnos lentamente los anteojos oscuros –usarlos fue lo que
hicimos siempre ante el encandilamiento producido por la manera en que Nietzsche se
expresa con respecto a sí mismo; los usamos para esfumar lo que para nosotros es un
obsceno desbordamiento de autoalabanza-. Sloterdinjk nos invita, pues a sacarnos los
anteojos oscuros para detenernos ante estos párrafos insoportables. Para dar este
paso Sloterdijk9 propone partir de la hipótesis de que lo que está en juego no es una
actitud de desinhibición subjetiva, como lo interpretaron Thomas Mann y Karl Jaspers,
sino que es posible aventurar la suposición de que en este caso individual se rompen
los diques que hasta ese momento habían contenido las energías discursivas ligadas al
autoelogio en las culturas más evolucionadas. El narcisismo nietzscheano, continúa el
autor que tratamos, no es un fenómeno que concierna al aspecto psicológico indivi-
dual, sino más bien una cesura en la historia lingüística europea. El acontecimiento
discursivo que lleva el nombre de Nietzsche viola el tabú erigido contra la autoalabanza.
13
Edición Bs. As. Andrés Bello, 2003, p. 97.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 59
FENOMENOLOGÍA DE LA VIDA
Ricardo O. Díez
Conicet, Bs. As.
Para mostrar la riqueza de los años propuestos me limitaré a exponer algunas ideas
de Michel Henry que salieron a la palestra en ese tiempo.
La perspectiva filosófica
Desde sus inicios la mayor parte de los pensadores ha mostrado interés por las
cosas que habitan el mundo.
La cuestión central distingue lo que aparece de aquello que hace posible aparecer lo
que se muestra. Este cuestionamiento atraviesa toda la filosofía y pone al pensador
60 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
frente a un último problema: cómo los fenómenos se dan, qué es lo que los hace aparecer,
cuál es la fenomenalidad de los fenómenos, lo que hace que se donen, su puro aparecer,
su donación.
El primero se enuncia con esta frase de Husserl: “Hay tanto aparecer como ser”. Con
ella se indica aquello que hace posible que algo aparecer. No lo que aparece como
objeto que es abordado por una ciencia determinada, sino el hecho mismo de aparecer
lo que se muestra siendo. El enunciado husserliano antepone el aparecer al ser
subordinando la ontología a la fenomenología. Por eso, el ser se limita al modo en que
algo aparece según la recepción que de tal o cual cosa hace la visibilidad.
Toda conciencia es conciencia de una cosa que por ser intencional se arroja fuera
buscando su correlato noemático. Es por la exterioridad del mundo que la conciencia
está lanzada, arrojada hacia lo que aparece porque solo por esta tensión adviene el
saber. La objetividad parece ser la única posibilidad de las ciencias y de la filosofía.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 61
Finalmente, debe reconocerse que lo que se muestra es un objeto que nos hace
frente porque es visible. El mundo es la totalidad de los entes que pueden verse porque
están incluidos en un horizonte de visibilidad. La visión permite a la conciencia la
intencionalidad porque esta “hace ver” lo que aparece. Lo que deviene visible es lo
dado en el fuera primitivo y primordial que llamamos mundo. Desde esa exterioridad,
convertida en primer presupuesto, advienen las cosas que la visión recibe. Recepción
de lo que se dona cubriendo una distancia impuesta por el horizonte de visibilidad.
En lo mundano hay diversos estamentos que tocan el suelo del pensar cuando se
habla del “mundo de la vida”. Tres aspectos sintetizan su fenomenalidad:
2. Lo diferente del mundo que se revela hace que toda manifestación le sea al
hombre indiferente. Ninguna cosa que se muestra en el mundo lo ama, lo desea, lo
protege o tiene afinidad con él.
Lo que aparece mantiene una terrible objetividad que no es otra cosa que una
insoportable neutralidad. En lo que se da hay víctimas, actos de caridad, violencias,
compasiones, asesinatos y todo está ahí, solo para ser mirado. Está frente a nosotros de
la misma manera, en el neutro pasar de lo que se ve sin ninguna afección, como una
película en la que no estamos involucrados.
62 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
3. Esta forma crea relaciones que eluden la del padre e hijo, la del hermano, la del
amigo1. Todo lo que se presenta de este modo queda enmascarado en la indigencia más
radical porque lo que acontece no toca la vida y es incapaz de conferir existencia. Su
donación puede aportar saber pero nada responde a las preocupaciones humanas.
Lo expresado por el pensamiento vidente queda enmarcado por estos tres aspectos
cuando la palabra dice algo.
Acompaña a esta distinción el hecho de que lo narrado refiere siempre a una realidad
indiferente para quien habla. Lo que ocurre, ocurre, y es independiente de que sea
contado y desfigurado. La expresión por ser universal y abstracta difiere de aquello que
1
John D. Caputo, en el libro Heidegger y la Mística señala esta indigencia diciendo: “Heideggeutiliza
muchas metáforas para explicar la relación entre el Ser y el Dasein –dar, destinar, agradecer, jugar,
decir, etc- pero nunca ‘dar nacimiento’ en el sentido en que un ‘padre’ engendra a su ‘hijo’. La
razón de esto no es la de que la relación padre e hijo sea una relación óptica entre cosas, porque
eso es también verdad del dar, del jugar y del resto. El caso es que algunas relaciones ópticas son
susceptibles de ser reelaboradas y transformadas tanto como sean posibles las formas de hablar
–de un modo ‘no objetivo’- acerca del Ser y del Dasein, pero algunas otras no. La relación de padre
e hijo no es susceptible de tal reelaboración debido a que es una relación radicalmente personal y
como tal implica disposiciones tales como el amor y la confianza.” Ed. Librería Paideia, Córdoba,
1995, p. 150.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 63
se muestra particular y concreto. Ningún condicionamiento ni causalidad puede
establecerse entre lo que acontece y su narración, salvo la subjetiva veracidad o
verosimilitud del narrador. Frente a esa subjetividad las ciencias buscan fundar sus
verdades en formulaciones válidas para todos, pero siempre cabe la posibilidad de que
lo que dice el lenguaje científico sea solo una gran burla del hombre para el hombre.
La palabra humana no crea nada entre las cosas del mundo. Puede tal vez provocar
pero de ningún modo crear. Su impotencia es absoluta, nada es cambiado, nada se inicia
por el habla aunque se quiera remarcar su poder iniciativo. La iniciación debe buscarse
en otros ámbitos. La fórmula hablada del culto requiere siempre un acontecer más raigal
que le otorga a lo dicho un poder que no proviene de la expresión humana.
Auto-revelación de la Vida
Para iniciar su escucha no hay que mirar hacia sino sentir lo que acontece en la
propia carne, la que llevamos sin nuestro consentimiento pero que se nos ha donado y
por la que somos nosotros mismos.
La carne difiere del cuerpo objetivo porque se padece. A veces se sufre, se duele, se
quiebra, otras, se alegra, se goza, se unifica. Se siente y resiente según la forma que
adquieren sus tonalidades afectivas. El hombre es primeramente un viviente. Vive no
por los procesos que expone la biología sino porque en él se da la vida y tiene en sí
mismo la experiencia, la prueba de esa donación en singular pertenencia. La Vida es
fenomenológica porque se experimenta en la realidad del viviente.
Vida y viviente se implican mutuamente porque no hay viviente sin vida ni vida que
no se actúe en un viviente. Ambos son uno, en mutua implicancia y recrean
constantemente al ser vivo.
64 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
El hombre quiere escapar de la Vida mediante un mundo imaginario que lo haga feliz,
pero esas construcciones no son vida sino su contrario, muerte. En ella el hombre
simula vivir pero muere, simula aumentar su saber pero ignora, simula grandes verdades
pero habita la mentira más radical: la autosuficiencia del yo puedo.
Para escuchar la Palabra de la Vida es necesario un giro, una vuelta hacia la primera
donación, don por el que cada uno es viviente. Responder al donador significa cuidar
y cultivar lo que se dona para que como los dones puedan entregarse porque la vida
humana no puede darse a sí misma. La entrega del vivir al Donador es la respuesta
acabada del viviente porque devuelve lo recibido a quien lo da. Movilidad vital que
parte y reparte como un único Verbo que rítmicamente crea nombrando lo que acontece.
2
Henry Michel, Auto-donation Entretiens et conférences, Beauchesne, Paris, 2004, p. 145.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 65
Conclusión
La vida no es una cosa, no puede ser objetivada como las cosas del mundo. La
palabra de la Vida es una auto-revelación donde lo que se revela y lo revelado son lo
mismo. La vida habla de sí misma sin ninguna distancia con lo que aparece, el viviente.
La palabra donde se experimenta el vivir es irrecusable. Quien padece algo lo experimenta
y aprende lo que significa. No se trata de hablar acerca de lo que no se padece como
puede hacer el lenguaje humano, sino de la identificación entre el decir y lo dicho que se
actúan cuando el sufrimiento habla al sufriente. Hablar que se padece en las tonalidades
afectivas de la vida que son su sustancia, afecciones de las que nadie puede liberarse
porque constituyen el poder con que se experimenta la auto-revelación de la Vida.
a) Revelación que es una palabra más original y fundadora que la humana, Verbo de
Dios que engendra desde la intimidad. Sus notas decisivas son:
La verdad del mundo es la ley de aparición de las cosas, ley que se da fuera de ellas
mismas y, por eso, las despoja y vacía. Verdad que no toca la realidad de lo que es, sino
su anonadamiento, su irrealidad. En ella la aparición no es diferente de la desaparición,
es donde cada cosa resbala hacia el no-ser y resbalar hacia la nada es dirigirse hacia la
muerte. La verdad del mundo coloca a la cosa fuera de sí misma y en la exterioridad del
fuera hace ver qué es la fenomenalidad y su diferencia con lo que se dona.
Sin embargo, la palabra de la Vida sigue sonando. Llama a vivir, a compartir los
dones con la confianza del hijo. Dones que al redonarse dance entre los hombres. Re-
don-danza gratuita porque de ese modo el don ha sido recibido.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 67
LA TRADICIÓN FILOSÓFICAY LA CULTURA DE LA MUTABILIDAD
Introducción
Si bien la Filosofía fue entendida desde sus orígenes como “camino de vida” y en
este sentido siempre ligada a la experiencia, sin embargo sabemos de su andar por el
mundo sistemático, comprometida con verdades inmutables, al resguardo de una razón
que no se sintió obligada en ciertas épocas de la historia, a dar razones de lo que
pensaba.
Sin embargo el presente histórico, al menos éste que hoy señalamos entre 1980 al
2005- muestra que el “continuum” racional ha padecido “rupturas” de diversa naturaleza.
La contemporaneidad no piensa en los mismos términos en que muchos de nosotros
hemos sido formados. Más aún, la mayoría vive la actual situación como una crisis que
se caracteriza por su orfandad. Huérfanos de un sentido que a lo largo de la historia ha
estado siempre presente allí donde está el hombre.
Una causante de esta orfandad es el fracaso real de la idea de progreso como hilo
conductor de nuestra cultura1. Sin embargo Ernst Jünger afirmaba “Como somos los
auténticos, verdaderos e implacables, enemigos del burgués, nos divierte su
descomposición. Pero nosotros no somos burgueses, somos hijos de guerras y de
enfrentamientos civiles”2. Hoy más que nunca occidente sabe del carácter sacrificial de
esta historia y por ende de la vida humana3.
1
En la idea de fracaso del optimismo cultural que animó a la modernidad, coinciden casi todos los
pensadores contemporáneos. Y otros fueron verdaderos profetas de esta decadencia, como por
ejemplo: S. Kierkegaard, Fíodor Dostoyevski y Friedrich Nietzsche.
2
La cita está tomada de Jacobo Muñoz, Figuras del desasosiego moderno. Encrucijadas filosóficas
de nuestro tiempo, Madrid, Ed. Mínimo Tránsito, 2002, p. 67.
3
Cf. María Zambrano Persona y Democracia. La historia Sacrificial (1958) Barcelona, ed.
Anthropos, 1988. Las ideas fundamentales que se siguen en esta ponencia están inspiradas en el
texto citado.
68 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Hemos aprendido con las experiencias del siglo pasado que la realidad no es algo
que va de suyo, que se necesita padecerla casi a fondo para que el ser humano tome
conciencia de lo que sucede. Pero el desarrollo de esta conciencia y de la responsabilidad
del hombre con el misterio de la vida depende fundamentalmente de una Ética que
acompañe a su acción histórica. Como en la figura de la Esfinge en la tragedia, hay
escondido un pasado y los que en él han padecido, pero hay también un desconocido
que clama por salir, el porvenir, que solo por la perplejidad y el aprendizaje de los
errores, puede nacer.
Sin embargo nuestro estar en el mundo en esta actualidad epocal no está definido
solo por esta tensión temporal, sino también por un “estilo” histórico de permanente
movilidad planetaria y la consabida información que acompaña a los nuevos tiempos4.
Antes se sabía solo una escasa parte de lo que sucedía en el planeta, y lo que se podía
llegar a saber raras veces nos afectaba directamente. Hoy es un destino móvil lo que
pasa a ser historia en la medida en que tomamos conciencia de lo que sucede y despierta
la comprensión de los acontecimientos. Sabemos que coincidimos con todos lo que acá
viven y que el planeta es nuestra casa. “Con-vivir” significa sentir y saber que nuestra
vida, aún en su trayectoria personal está abierta y ex-puesta a la acción de los demás5.
Esta es nuestra experiencia y un señalamiento de camino por donde la Filosofía tendrá
que desarrollar su nuevo estilo de reflexión pensante.
Es cierto que el pasado y el futuro luchan entre sí. La tarea humana es no volvernos
incapaces para descubrir la belleza de la vida, que aunque envuelta muchas veces en
complejas e injustas problemáticas, no dispensa al ser humano de abrazar su tiempo
histórico.
Sin duda en toda situación de cambio algo muere, por ejemplo modos de vivir que se
creían inconmovibles. Muchos de nosotros alcanzamos a educarnos sobre bases
4
No en vano han alcanzado popularidad los libros de Zygmunt Bauman, los cuales hacen un
acertado análisis de esta situación de movilidad permanente. Por ejemplo cf. Vida Líquida. Bs.
As. Ed. Paidós, 2006. (Título original Liquid Life).
5
Cf del mismo autor Amor Líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, Bs. As., Ed.
Fondo de Cultura Económica, 2005 (Título original Liquid love: on the frailty of human bonds).
6
Un libro iluminador para lo que significa un tiempo de crisis, aún cuando no se corresponde con
el período fijado para estas jornadas, es el de María Zambrano La Agonía de Europa, Bs. As., Ed.
Sudamericana, 1945.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 69
estables, en un tiempo ancho y espacioso, en que los días se sucedían con ritmos
acompasados y creíamos poder disponer de ellos. En cambio el tiempo presente no
ofrece seguros caminos, o al menos no se los ve. Se ha empañado el horizonte. Ningún
suceso puede ser situado. No hay punto de mira, que sea a la vez punto de referencia.
Pareciera que la experiencia del desierto es lo que predomina7.
Sin embargo que algo muera no significa que todo muere. Sin duda el amanecer es
de mayor monta en la historia humana, es la condición que se anuncia una y otra vez y
vuelve aparecer tras de toda derrota. La historia se diría es una especie de aurora
reiterada pero no lograda, queda librada al futuro. Y el más importante de los
descubrimientos se da en este amanecer en el que el hombre se anuncia y es anunciado.
Abre camino y su acción despeja el horizonte, el horizonte creador del espacio-tiempo.
Contrariamente, al hombre actual se le hace más difícil descubrir esa especie de foco
viviente que por su lejanía y su inaccesibilidad atrae y hace una especie de vacío al
tiempo que crea incertidumbre8.
Pero el tiempo que nos toca vivir muestra que no es posible instalarse en lugar
alguno; que toda posición que parece definitiva, inmediatamente algo comienza a
socavarla. Nada en la historia ni en la vida permanece simplemente durando, sino
transformándose en maneras que a veces, parecen significar la extinción, es decir la
muerte. Todo lo cual muestra el laberinto de la esperanza humana, que no es un simple
alentar, sino que tiene sus eclipses, sus caídas, sus exaltaciones, su momentáneo
anegamiento, su resurrección.
7
Entre nuestros poetas, Hugo Mujica es uno de los que más ha señalado esta experiencia de
desierto tan acentuada en estas últimas décadas: “En el desierto de cada día el viento borra las
huellas de todas las caravanas, barre los pasos de dios en los pasos de cada hombre, borra las
huellas de todos ellos en el desierto de cada mundo. En el desierto de cada vida hay una huella que
nada borra: la del desierto de cada vida, la huella que el viento traza”. Cf. Hugo Mujica, Poesía
completa 1983-2004, Bs. As., Seix Barral. 3ª edición 2006, p. 254.
8
Si el análisis estuviera hecho desde una “Filosofía de la Religión”, el texto que a nuestro entender
abre nuevas perspectivas de pensamiento es el de Michel de Certeau La debilidad de creer, Bs.
As. Ed. Katz, 2006 (Título del original La faiblesse de croire. Paris 1987).
70 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
herencia que nos deja sea una “nueva infancia” para la cultura occidental bajo la forma
de un nuevo lenguaje9.
2. 2. El lugar de la verdad
Los nuevos tiempos nos enseñan a leer la tradición de otro modo. Ésta sólo puede
estar muerta si permanece intacta, si una invención no la compromete devolviéndole la
vida, si no es cambiada por un acto que le recree. Todo cuanto inyecta en una tradición
la fuerza de un tiempo nuevo es también lo que la salva de la inercia; la ruptura, el coraje
de existir, se expresa en una doble relación: no solamente en el seno de una misma
época, sino en la relación que mantiene con las precedentes. La diferencia no deja de ser
el elemento de renovación para la creación de formas imprevisibles y recíprocas.
formulamos como una ruptura. La decisión de vivir hoy implica para nosotros, frente al
pasado, una herejía del presente. La diferencia no es solamente de forma. Leemos
nuestro pasado como nuestra cultura lee todas las cosas: una solidaridad presente nos
separa de lo que ocurría ayer; la extensión de las comunicaciones actuales torna
problemática la relación con la tradición. Sin que ni siquiera lo sepamos, nuestros
pensamientos y reflejos suenan al unísono con un medio que se amplía y comunica
cada vez más con los otros. Únicamente un comienzo que se confiese y se pretenda
como tal sabrá captar en sí la fuerza y los límites de un nuevo comienzo. Una nueva
audacia sigue siendo el momento decisivo de la fidelidad; entonces el pasado puede
suscitar verificaciones. Quererla es ocuparse de los medios, pasar por la disciplina de
compromisos inéditos y pagar el precio de una participación en la tarea presente; como
lo afirma Michel de Certeau: “tras siglos de historia, es ir nuevamente a la escuela”11.
3. La posibilidad de un sentido
Por otra parte, y desde Wittgenstein en adelante, las convicciones, los juicios y
pensamientos de cada uno de nosotros individualmente considerados, también tienen
sus raíces en “juegos lingüísticos”, en comunidades de certezas, en formas de vida
socialmente operantes, que están ahí y son asumidos sin ser puestos previamente en
cuestión. La verdad tan debatida y conceptualmente acosada estaría sometida al orden
de los hechos. Son los juegos del lenguaje los que definen y delimitan las condiciones
de acertabilidad de nuestras expresiones. Más allá de un imposible realismo transteórico,
11
Michel de Certeau La debilidad de creer, op. cit. p. 90.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 73
vástago final de arcaicas metáforas objetuales vigentes durante siglos, se trataría de
redefinir el realismo efectivamente funcionante más allá del realismo. Dos teorías distintas
pero con idéntica apoyatura evidencial, serían ambas verdaderas si por verdadero se
entiende un lenguaje inclusivo y teóricamente neutro, pero que a la vez incluiría variables
que hacen que ambas teorías sean diferentes, lo cual mostraría la diversidad de sus
compromisos ontológicos12.
Quisiera terminar estas reflexiones con una cita de G. Agamben que dice así: “En la
única conferencia que dio en público, frente a los miembros de un Club que se llamaban
a sí mismos ‘los heréticos’, Wittgenstein propone a su modo el experimentum linguae:
‘Y ahora describiré la experiencia de maravillarse por la existencia del mundo, diciendo:
es la experiencia de ver el mundo como un milagro. Me veo tentado a decir que la
expresión justa de la lengua para el milagro de la existencia del mundo, aunque no sea
una proposición “de la” lengua, es la existencia del lenguaje mismo’. Procuremos
continuar el experimento wittgensteiniano preguntándonos: ‘Si la expresión más
adecuada para la maravilla de la existencia del mundo es la existencia del lenguaje, ¿cuál
es entonces la expresión justa para la existencia del lenguaje?’ La única respuesta
posible a esta pregunta sería: la vida humana en cuanto ‘ethos’, en cuanto vida ética.
Buscar una ‘polis’ y una ‘oikía’ que estén a la altura de esa comunidad vacía e imposible
de presuponer es el deber infantil de la humanidad que viene”13.
12
Cf Jacobo Muñoz Figuras del desasosiego moderno. op. cit. Especialmente el punto IV. Del
otro lado el lenguaje, p. 419 y ss.
13
Cf. Giorgio Agamben Infancia e historia. Destrucción de la experiencia y origen de la historia.
Bs. As. Adriana Hidalgo, 2004, p. 222 (Título original Infanzia e storia).
74 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Alejandra A. González
USAL- Bs. As.
Esos espacios de enunciación son habitados por los hablantes, que se debaten
entre las posibilidades concretas del decir, la tradición de lo ya dicho y la urgencia de lo
por decir que palpita en los límites de lo censurado y lo reprimido. Así puede analizarse
la posibilidad discursiva, en términos de las condiciones estructurales que un campo
histórico y político determinado permite instituirse en ciertas circunstancias: nociones,
discursos, epistemes. El acontecimiento histórico del enunciado se arraiga así en un
tiempo y un espacio en el que se suscitan posibilidades de emergencia a partir de
políticas de la significación, del silencio, de la represión, que van más allá de la expresión
de un sujeto empírico y dan cuenta de las posibilidades del decir y del no decir en el
campo polifónico de las relaciones de poder.
la relación con el exterior, y esas diversas maneras en que lo configura son propias de la
semántica. El tratamiento del enunciado desde una perspectiva semántica y a la vez
histórica tiene la ventaja de que no necesita dejar el afuera del lenguaje entre paréntesis
(con la amenaza latente de su retorno en un renovado positivismo) sino que ve a las
propias formas del lenguaje instituyendo las fronteras y los límites. Una topología de la
lengua, una tópica de la razón, un cuerpo de la lengua que al simbolizar no se constituye
como reflejo del pensamiento sino como instauración de la frontera misma entre
exterioridad e interioridad. Por lo que en el propio enunciado se puede leer la génesis de
su emergencia, la materialidad de su existencia.
Introducción
Parafraseando a Badiou podemos decir que desde Platón, la filosofía viene teniendo
diferentes modos de asumir lo que es: produce verdades sobre lo objetivo (ciencia) o
sobre las apariencias sensibles fabricando otras apariencias (arte); crea nuevas ideas
sobre la sociedad (política) y nuevas figuras sobre la relación íntima con los demás
(amor). La filosofía es, desde siempre, la pregunta por el cambio y la permanencia, por la
unidad y la multiplicidad, por el devenir y lo que persiste en ese devenir, esto se conformó
en los comienzos de la modernidad y a lo largo de toda ella por una elección en que,
gracias a la ciencia, salió ganando la permanencia, el uno, la totalidad. El modo de hacer
filosofía de nuestro tiempo tiene cada vez más que ver con la política que no puede
negarse a la diversidad, que es dinámica en cuanto debe siempre volver a empezar para
ordenar los desórdenes, resolver los conflictos, constituir una vida social a pesar de la
violencia: pero que debe alcanzar esto proponiendo una unidad, alcanzando algún tipo
de integración para que las sociedades puedan mantenerse y conformar una historia.
“Crear una política requiere de una idea que unifique el conjunto”1. Esposito, que es un
hombre de nuestro tiempo, lee en términos de política, o mejor aún de biopolítica las
relaciones actuales de los humanos y lo hace usando dos categorías: la de comunitas y
la de inmunitas. Así como podríamos referirnos al origen de las relaciones, a lo que hoy
se denomina su genealogía desde el punto de vista religioso o secular por ejemplo,
Esposito elige pensar la forma de relacionarse que comienza a darse desde la modernidad
como inmunitaria; concepto tributario de una forma biológica de pensar la vida. En este
juego filosófico de pensar lo múltiple y lo uno como política, la biopolítica caracteriza
las sociedades como cuerpos que actúan según las leyes de la biología, de modo que
resuelven los conflictos asimilando al que los provoca o destruyéndolo.
Pero hay algo que hace perentorio hallar una alternativa a esta forma espuria de la
democracia que deja al individuo sin la protección y proyección social que le había
prometido: la globalización, por la cual la democracia intenta imponerse como forma de
vida en todo el planeta. Es la trampa de la soberanía en manos de los iguales, lo que
legitima esta globalización con el objeto de asegurar el dominio total a los que dominan
de facto. Vemos entonces cómo la globalización va generando la desaparición de todas
las leyes, tanto las de control político como económico. Dentro de este último rubro lo
más notorio es la incapacidad de controlar el índice de acrecentamiento de ganancias
2
Es Esposito el que construye esta referencia “arqueológica” a la biopolítica en su libro Bios
.Biopolitia e filosofia, Milan, Einaudi, 2002.
80 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Esposito parte del supuesto de la oposición entre lo que sucede en este momento
histórico y el ideal cosmopolita predicado por los fundadores de un estilo de vida
asentado sobre la hospitalidad sin condiciones. Y lo hace para mostrar la contradicción
en que solemos caer cuando pensamos la resolución de los conflictos desde el punto
de vista político según las categorías modernas.
Comunidad e Inmunidad
“Luego del fracaso epocal de todos los comunismos y de la miseria de todos los
individualismos, afirma, no hay nada más necesario que un pensamiento de la
comunidad” (communitas). Un dato que podríamos agregar a la reflexión de Esposito
sobre la comunidad, es que el pensamiento moderno se caracteriza por su no
corporalidad, y que ese bios que pregona desde la biología es una idea, tal cual lo
exigiera la ciencia desde Descartes. De modo que cuando la biopolítica hace referencia
a la sociedad como a un cuerpo, está usando una metáfora que permite comprender la
unidad de la diversidad de la misma manera que al ser humano: como una máquina
organizada. Esto significa una identidad de los iguales. El organismo, desde el punto de
vista biológico, unifica el funcionamiento de las células, aparatos, órganos que le
pertenecen, es decir realiza un juego identitario de las partes con el todo que permite la
organización en un sí mismo, identificable por un mismo ADN.
Es así, según indica Esposito, que el bios queda reducido a vida “biológica” (maquinal)
exclusivamente. Así, cuando la política se plantea como objetivo defender el bios, nos
encontramos con que está limitando su acción a la defensa de la supervivencia. El modo
de sobrevivir de los individuos, como partes de un todo mayor, sería su inclusión
“orgánica” u organizada, en una comunidad. En ese marco la tarea política se reduce a
mantener el orden de las partes: individuos con el fin de conformar una comunidad. La
política cumple así su vocación comunitaria conformando comunidades que no son
otra cosa que la unión de los iguales. Pero esta comunidad es atacada desde fuera y
desde dentro, dice Esposito, por lo cual la tarea política debe complementarse con una
acción inmunitaria, que es la de expulsión de los diferentes y lo diferente, al modo que
lo hace la “vida biológica” para subsistir. Éste es un movimiento de autodefensa, de
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 81
cuidado de sí frente al diferente, es el ejercicio biológico de los organismos que aíslan,
enquistan, destruyen, eliminan, todo elemento que no reconocen como propio.
Los estados son cuerpos separados, lo que los separa son sus fronteras, que son
como su piel. Cuando ésta es traspasada se viola la integridad de los estados, todo lo
extraño, lo diferente será por lo menos sospechoso, raro, y como tal patológico, indeseado.
Si bien el ejercicio inmunitario queda reservado a los gobiernos que ejercen el poder
legítimamente instituido, termina imbuyendo con su modo de ser a todo el cuerpo social, se
convierte en cultura nutriente de la vida y fácilmente puede ser proclamado como ideología.
Communitas - Inmunitas
Pero Esposito pretende dar un paso en otra dirección respecto de esas dos praxis
sociales tal cual se vienen aceptando y proclamando. El modo será reconstruir los
conceptos de comunidad e inmunidad y volver a construirlos. Avanza sobre la idea de
comunidad buscando la significación originaria de la palabra en relación con el origen
semántico del concepto munus que puede significar onus (obligación), officium (oficio,
función) y donum (don). Es necesario tener presente que munus se dice tanto de lo
público como de lo privado; por eso la oposición común/propio y público/privado
queda afuera de su esfera semántica. Las dos primeras acepciones son formas del
deber, pero Esposito subraya que también lo es el don. El munus es una forma particular
del don: el don obligatorio, aunque suene contradictorio. Un don que se da porque se
debe dar y no puede no darse. Esposito ya no hablará de comunidad sino de communitas,
la con-munus, que es entendida desde aquí como lo que nos obliga, nos une en la
deuda de lo que debemos dar, deuda que debemos estar dispuestos a pagar. Esto
establece un marco diferente desde donde pensar la comunidad, ésta deja de ser
concebida como grupo de pertenencia para comenzar a serlo como apertura a la alteridad.
La idea filosófica de comunidad ya no hará referencia a las pequeñas patrias a las que
dirigen la mirada nostálgicamente los viejos y nuevos comunitarismos, no es una
propiedad, una plenitud, un territorio que se debe defender y separar de los que no son
parte suya, sino un vacío, una deuda, un don en relación con los otros. Vivir en com-
munitas nos remite a nuestra constitutiva alteridad, a ser parte del conjunto de personas
unidas por un deber (en el sentido de deuda), por una “obligación de donar”. La
comunidad se vincula así además con la sustracción y el sacrificio. “Por ello, la comunidad
no puede ser pensada como un cuerpo, una corporación, donde los individuos se
fundan en un individuo más grande. Pero tampoco puede ser entendida como un
recíproco ‘reconocimiento’ intersubjetivo en el que ellos se reflejan confirmando su
identidad inicial”3. Esta comunidad sería la posibilidad del desarrollo de la vida ya no en
su sentido biológico sino en el de bios, vida humana tal cual fue definida originariamente.
3
Comunitas. Origen y destino de la comunidad, Bs. As. Amorrortu, 2003, p. 65.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 83
Esposito dejará claro que este concepto de comunidad no concuerda con el de una
defensa inmunitaria, que se inclina necesariamente a la negación de la vida. Alentados
por una concepción de la vida de tipo biologista, aceptamos a la inmunidad como algo
positivo. En efecto, la falta de inmunidad genera la enfermedad que se convertido en el
azote del siglo XX. Practicamos voluntariamente la inmunidad en nuestra vida cotidiana
limitando ésta cada vez más: no tocar, no tomar contacto, no oler, determinadas cosas o
personas que consideramos sucias, malolientes, enfermas, contaminantes4, generando
así una creciente conciencia de los riesgos a que somos sometidos por la naturaleza
pero sobre todo por nosotros mismos. Ese exceso conduce a la muerte, a morir y matar
buscando la seguridad. Hoy no podemos aceptar la existencia del mal, la vida inmune
sería una vida a la que el mal no la toca, es destruido antes: el concepto de guerra
preventiva tiene aquí su origen. Pero, ¿se puede vivir rodeado de mal? O la contraria: ¿se
puede pensar una vida sin mal? ¿Se pueden aceptar los diferentes, los que piensan y
sienten diferente y por consiguiente viven diferente como por ejemplo los que mantienen
sometida a la mujer al poder masculino y exigen que salga a la calle con velo o le
practican la ablación del clítoris? ¿y el marginal que considera que debe acceder a todos
los bienes de cualquier manera: mintiendo, estafando, robando, incluso matando? ¿No
son estos diferentes una amenaza? ¿y qué diferente no lo es? ¿Es que el que piensa
diferente, es diferente, vive diferente, es el mal? ¿Dónde poner la línea entre lo diferente
y lo malo? Está clara y explícita la necesidad de protección que reclama nuestra sociedad,
para ello plantamos rejas y nos quedamos dentro y dejamos todo lo ajeno afuera. Esto
nos asegura, el encerrarnos nos asegura, el levantar muros nos asegura (existen hoy en
el mundo 13 muros del tipo del que cayó en 1989, que separan 27 países)5. ¿Cómo poner
en práctica entonces la conmunitas que exige la exposición que es lo contrario al encierro?
¿Cómo vivir con las fronteras abiertas cuando lo que creemos necesitar son muros?
4
Esto lo llevamos incluso al extremo de no mirar.
5
Un muro de 1.300 km que separa EEUU de México, otros separan a Chipre y Turquía, Corea
del Norte y Corea del Sur, India y Paquistán, India y Bangladesh, Bostwana y Zimbabwe, Arabia
y Yemen, Kirguistán y Uzbelkistán, Tailandi y Malasia, Irak y Kuwait, Gaza y Cisjordania.
Además Holanda construyó un muro en el puerto de Rotterdam y Marruecos otro contra el
Frente Polisario de 2.500 km.
84 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Conclusión
María J. Regnasco
Universidad Abierta Interamericana
La competitividad del mercado exige al empresario capitalista producir cada vez más
en menos tiempo. La división del trabajo, la línea de montaje, la producción masiva, a su
vez, requieren romper con los antiguos marcos temporales, espaciales, y con las formas
clásicas de explicar los fenómenos. Los tiempos naturales no pueden introducirse en la
fábrica: la organización de grandes cantidades de trabajadores y la automatización de la
producción requiere la sincronización, ordenación y división del trabajo a través de un
tiempo lineal, calculable, divisible y cronometrable. Desde ahora, no es el trabajador el
que establece el ritmo de su actividad. La máquina impone el tempo.
Sin sospechar hasta qué punto las formas del espacio y del tiempo, y las categorías
de universalidad, causalidad, etc., están impregnadas por circunstancias
históricosociales, Kant concibió estas formas y categorías como formas a priori,
incondicionadas y a-históricas, y pertenecientes a la estructura de una racionalidad
universal, a-temporal y no contaminada por condicionamientos socio-culturales.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 87
Un espacio-tiempo lineal, abstracto, infinito, matemáticamente divisible, calculable.
Un espacio-tiempo que ya estaba funcionando en las fábricas, en la división del trabajo,
en la producción en serie, que permitirá más adelante la cronometrabilidad de los movi-
mientos de los obreros para adecuarlos a los ritmos mecánicos de la producción auto-
matizada: el espacio-tiempo de Galileo y de Kant es el espacio-tiempo de la sociedad
industrial, pero proyectado como universal, racional, a-histórico.
La aceleración temporal
1
F. Marinetti, Manuscritos y textos futuristas, Barcelona, Ediciones del COTAL, 1978, p. 125.
88 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
pudo elevarse la velocidad de los medios de transporte a treinta kilómetros por hora. Ni
siquiera la primera locomotora a vapor, fabricada en 1825, superó esa marca. Su velocidad
era de sólo veinte kilómetros por hora. Recién en 1880 una nueva locomotora alcanza 150
kilómetros por hora.
Sin embargo, bastaron sólo cincuenta y ocho años para cuadruplicar ese límite. En
1938 los aviones superaron los seiscientos kilómetros por hora. Y en la década del 60,
aviones cohete alcanzaron casi seis mil kilómetros por hora, y los satélites, 35 mil kilómetros
por hora.
La causa de esta aceleración está vinculada con la lógica del capital y con la dinámica
tecnológica. Por supuesto, la tecnología no es la única fuente de cambio. Pero una
poderosa razón de esta velocidad de los cambios es que la tecnología se alimenta a sí
misma.
Antes de 1500, Europa producía libros al ritmo de 1.000 títulos por año. Ya en 1950
producía más de 120.000 títulos al año. Pero sólo diez años más tarde, en 1960, la producción
de libros a escala mundial se acercó a la cifra de unos 1.000 títulos diarios. La producción
tecnocientífica crece a nivel mundial en una proporción de unas sesenta millones de
páginas al año2.
Cabe destacar también la diferencia entre estos ritmos acelerados y los ritmos requeridos
por la reflexión. La reflexión es un proceso lento, trabajoso, adecuado al viejo mundo
temporal donde la memoria era importante. Implica avances y retrocesos, comparaciones
y rectificaciones. Por el contrario, en el mundo de la computadora, la reflexión es muy
similar al ruido de un golpe de tecla3.
Pero esta aceleración temporal no es un simple ritmo más rápido: tiene efectos sobre
el mismo sistema, afectando profundamente cada aspecto de nuestra cultura.
En primer lugar, afecta a la toma de decisiones. Esto vale para los individuos, las
empresas o los gobiernos. En la sociedad de la información, que vive a ritmo ultrasónico,
no hay tiempo para la reflexión, ni para el análisis a fondo de las decisiones que se deben
tomar. Si no puedes moverte a la velocidad de la web, estás fuera del negocio - se aconseja
a quienes deben tomar decisiones - Si empiezas a pensarlo todo ... es tarde4. Es así como
las decisiones se toman con criterios coyunturales, perdiendo de vista la programación
de una estrategia, de un proyecto.
Y este es el problema. No hay ninguna dirección, ningún objetivo que dirija el proceso.
Su único fin es su propia expansión.
Es por eso que el impulso acelerador está fuera de control. Las decisiones de los
políticos, de los ejecutivos de las transnacionales, se acomodan a la lógica del
tecnocapitalismo, a la aceleración de los procesos, a la unidad temporal de las
computadoras. Aún entre aquellos individuos que ocupan puestos políticos o gerenciales
no oímos más que declaraciones acerca del poder de coacción de los ritmos del mercado.
3
Rifkin, Las guerras del tiempo, cap. 1, p. 36
4
Pilar Jericó, Gestión del talento, Prentice Hall, Ed. Financial Times, 2002.
5
Entrevista a Alvin Toffler, en La Nación, sec. Enfoques, 1/10/2000.
90 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
El impulso acelerador conduce a una lucha por el control del tiempo. La idea de ahorrar
y comprimir el tiempo se imprimió fuertemente en la civilización occidental y se difundió
por el mundo.
Luego se aceleraron los ritmos del trabajo humano, cronometrizando hasta la décima
de segundo los movimientos musculares de los obreros para adecuarlos al ritmo de las
máquinas, bajo el taylorismo.
El marco temporal que hemos creado nos vincula con la dimensión temporal
cuantitativa y acelerada de los artefactos mecánicos y los impulsos eléctricos. El tiempo
vivido se transforma en utilidad pura. El reloj fue su instrumento supremo.
Jonathan Swift ironiza la nueva cosmología del reloj en Los viajes de Gulliver:
“[Gulliver] colocó su artefacto cerca de nuestros oídos; hacía un ruido incesante, como
el de un molino de agua. Y conjeturamos que era o un animal desconocido o el Dios que
él veneraba... Pero nos sentimos más inclinados hacia la segunda opción, porque nos
aseguró que raras veces hacía algo sin consultarlo. Lo llamó su Oráculo y dijo que
marcaba el tiempo de todas las acciones de su vida”6.
El reloj no sólo permitió medir el tiempo sino también comprarlo y venderlo por
unidades. Observamos entonces que la proyección temporal, lejos de ser una forma
objetiva y neutral de medir el devenir, está traspasada por relaciones de poder.
6
J. Swift, Los viajes de Gulliver, Madrid, Club Internacional del libro, 1998, p. 33.
7
J. Rifkin, J., op. cit., Buenos Aires, Sudamericana, 1989, cap. 1.
92 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Pero el nuevo marco temporal de nuestra era también se aleja de la conciencia histórica.
La aceleración disuelve la historicidad e instaura la instantaneidad. La temporalidad deja
de ser un transcurrir que conserva un sentido para disgregarse en una serie de datos cuyo
interés no perdura más allá del tiempo de su emisión. No se puede organizar la memoria en
una continuidad significativa, y por lo tanto no puede estructurarse una identidad, ni
personal ni cultural.
Al carecer de proyecto, al no producir más que decisiones sin reflexión y sin marco
conceptual, la globalización informatizada navega a la deriva.
8
Cfr. N. Negroponte, Ser digital, Buenos Aires, Ed. Atlántida, 1995.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 93
En efecto, este universo virtual induce formas de sujeción sumamente sutiles, no a
través de la coacción o la violencia, sino a través del placer y la elección individual. La
producción incesante de nuevos deseos por medio de la publicidad y el marketing crea
instantes de breve satisfacción, para ser inmediatamente convertidos en la tensión
hacia un nuevo deseo.
El movimiento slow
Sin embargo, el movimiento slow no es todavía más que una reacción aislada, de
gente que, en forma individual o grupal, hace un paréntesis en sus vidas. Falta mucho
para que una profunda toma de conciencia se proyecte en una nueva forma de producir,
de divertirse, de comunicarse, en suma, de vivir.
Es necesario cambiar la dirección de nuestra mirada, para percibir que el planeta no
soportará durante mucho tiempo los frenéticos ritmos de producción y consumo de la
cultura del nanosegundo. El calentamiento global, el aumento de la contaminación, la
pérdida de la biodiversidad, son también efectos de nuestra frenética forma de producir
y consumir, con un enorme gasto de energía.
9
Cfr. C. Honoré, Elogio de la lentitud, Barcelona, Ed. Del Nuevo Extremo, 2004. Confrontar
también: de M. J. Regnasco, La lucha por el control del tiempo, en Revista Cultural Ñ de Clarín,
8 de enero de 2005; El imperio sin centro – La dinámica del capitalismo global, Buenos Aires,
Biblos, 2000; El poder de las ideas – El carácter subversivo de la pregunta filosófica, Bs. Aires,
2004; y M. J. Regnasco (compiladora) Para comprender la dinámica del mundo actual, Bs. As.,
Imago Mundi, 2006.
94 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 95
Pensamiento Liberador
Coordinador
Carlos Pérez Zavala
96 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 97
LA ESCISIÓN DE LOS SABERES Y LA RESISTENCIA EN LATINOAMÉRICA
Carlos Alemián
in memoriam
Estamos reponiéndonos del estupor que nos produjo la noticia del viaje de Carlos
sin retorno. Poco a poco comprendimos que había que seguir, pisando sus huellas, sus
huellas frescas. Trabajé con él coordinando la Mesa sobre Pensamiento Liberador,
dentro de las XIII Jornadas de Pensamiento argentino y latinoamericano, del FEPAI,
2007. El desde Buenos Aires, yo desde Río Cuarto. Mensaje va, mensaje viene, fácil
comunicación. En los últimos años, gracias a diversos encuentros, pude asomarme un
poco más al espíritu de Carlos. Creo que Alcira Bonilla ha expresado finamente lo que
muchos pensamos y sentimos: “Carlos Alemián fue para muchos de nosotros una
presencia permanente, que no se hacía notar, pero segura, en la constancia de su
amistad, su fina y pensada filosofía, su respeto por las particularidades de cada uno,
su humor un tanto irónico y su actitud sostenida de estímulo y ayuda”.
Tal vez las palabras que siguen, y que deseo comentar, hayan sido las últimas que
escribió. Son el resumen de la ponencia que preparaba para la Mesa que coordinábamos
conjuntamente.
La doble vía de saber productivo y pensamiento ético constituye una escisión que
marca a la modernidad y deja sin resolver los problemas suscitados por una ciencia y
técnica atadas a los poderes estratégicos que dominan en la historia. Una praxis
liberadora, como la preconizada por la doctrina marxiana, supone en cambio liberar
saber productivo sobre carriles ético políticos. La necesidad de asentar la razón
productiva sobre un temple solidario fue señalada también por la Iglesia católica a
partir del Concilio Vaticano II.
Dice Marx: “¿A quién debo creerle más, a la economía política o a la moral? La moral
de la economía política es la adquisición, el trabajo y el ahorro, la sobriedad…La economía
política de la moral es la riqueza de la buena conciencia, de virtud, etc – pero, ¿cómo
puedo ser virtuoso si no existo?; cómo puedo tener una buena conciencia si no sé
nada? Está fundado en la esencia de la alienación el hecho de que cada esfera deposite
en mí una medida diferente y contrapuesta; una medida deposita la moral, otra la economía
política…1
Continúa Carlos:
1
Karl Marx Manuscritos erconómico-filosóficos de 1844, Ed. Colihue, Buenos Aires, 2004, XVI,
p. 162.
2
Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual, 07/12/1965, B.A.C, Madrid, 1966.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 99
Escribe finalmente Carlos:
Las distintas fases del desenvolvimiento de la vida terrestre descansan sobre una
plataforma inamovible en su movilidad, cambios a partir de una sólida base de estructura
molecular común a todas las especies, a los cuales tampoco fuera ajena la que hollara la
Tierra con mayor éxito, la humana. Con una diferencia fundamental en la repetición de
ambos movimientos, circular el primero, espiralado el segundo, hecho que le permite a
este último mostrar, frente al otro, una riqueza de ángulos y caras infinitamente mayor
no obstante su sujeción al mismo centro gravitacional del planeta.
Obviamente esta configuración alude a prototipos ideales, lo cual no quita que, sin
embargo, la mayor parte de la producción filosófica ingrese en el tercero, hecho que
afecta, mayoritariamente, a los pensadores provenientes de países no incluidos en el
círculo privilegiado europeo-americano del Norte de los cuales emanan las posturas
filosóficas originarias, posteriormente comentadas, hasta el hartazgo, aquí2.
indiscernible, a los que se asocian el problema del origen de cuanto existe y del destino
individual, las incógnitas de la historia, de la especie y de la vida, la amenaza siempre
latente de la nada cerniendo su vuelo implacable sobre la totalidad existente y, ubicado
en una situación privilegiada, el yo propio, el quién soy que me ha tocado en suerte ser
a mí y desde el cual enuncia mi palabra cuanto aquí viene expresándose.
La verdad. Nunca la hube entendido como “punto de partida”, geografía segura desde
la cual comprender (“com-primir”) la realidad que me rodea y definirla. La realidad existe,
no resulta de un mero sueño como pretendieran algunos, tiempo ha (y reiteraran otros,
después, de manera iterativa) y los sentidos de nuestro organismo dan cuenta de ella
de acuerdo a su peculiar estructura (que, evidentemente, diferirá de la misma percepción
que, del mismo entorno real, posean un gato o un batracio), una realidad de base
material pero de fuerte y definitiva contextura socio-cultural, conflictiva y difícil de
aprehender, aunque realidad al fin.
Tampoco la comprendo como “punto de llegada”, esta pretensión ocultaría algo así
como afirmar lo mismo que lo anterior con la diferencia temporal siguiente: entiendo todo
desde los inicios (y no acepto, por lo tanto, ninguna advertencia a mis seguridades
cognitivas, desde el vamos), versus: entiendo todo desde mi arribo a ella (y no acepto,
por lo tanto, ninguna otra advertencia a mis seguridades adquiridas recientemente,
que me impulsan, añadiría, a entender la íntegra totalidad de mi pasado desde esta
nueva aureola).
Hasta tanto una igualdad realmente absoluta no se haga presente entre los hombres
de las distintas clases sociales, sus prácticas particulares, ideas y costumbres en cuanto
medio exista y lo mismo acontezca entre las naciones, la justicia no sobrepasará los
límites de una simple idea que, al implementarse como una entelequia vacua, entre los
débiles, sonará a flagrante hipocresía.
La razón. Agobiada por tantas definiciones luce, no obstante las utilidades que brinda
al desarrollo humano, casi inaccesible en su significado último. Cualquier recorrida
desinteresada de la historia de la filosofía nos muestra tantos ángulos de la razón
cuantas filosofías la hubieran pensado con el fin de dar constancia del camino recorrido
para el logro de sus conclusiones.
106 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Para nosotros3, la razón se caracteriza por su permanente apertura, en el, por igual,
constante batallar contra su propia vitrificación expuesta en la racionalidad que hasta
llega a tomar visos instintivos, allí colapsa su esfuerzo por el hallazgo y la construcción
del conocimiento al absolutizarse, negando, así, su propia esencialidad (lo mismo ocurre
con las cuatro principales alternativas del espíritu expuestas previamente, cuando
desprenden de sí mismos, como la cola de un cometa, valores absolutos que se niegan
a sí mismos al convertirse en absolutizadores y pasan a descartar, por ende, otros
diferentes accesos a su propio valor absoluto en tanto que valores los cuales deberán
respetarse en cuanto algún momento histórico o comunidad los concretice de acuerdo
a su peculiar manera de entenderlos y efectivizarlos).
De los ocho vértices que posee el Mandala, el quinto, además de vertebrarlo, así lo
apreciamos, ocupa, indistintamente, uno de los mismos, la razón, la cual, además de
aparecer multiplicada por las innumeras definiciones en busca de sus características,
es ubicua, (también los otros componentes de la figura son ubicuos, aunque los primeros
poseen una ubicuidad solamente temporal, en el sentido de que aparecen alternados y
alternativamente en los distintos momentos históricos, por el contrario, la ubicuidad de
la razón resulta necesariamente espacio-temporal, pues, aparecen configuradas mediante
sus argumentaciones).
3
En Razón, persistencia, racionalidad, Buenos Aires, Biblos, 2005.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 107
El sexto de los vértices se halla constituido por Dios, no en su aspecto teológico
sino como huidizo sostén existente-inexistente de otra existencia, la nuestra y de cuanto
la rodea, emanante de Él o de sí misma, dicotomía insidiosa que refleja la angustia
provocada por la incerteza de los momentos en los cuales enfrentamos su afirmación o
negación... Una divinidad que, en Occidente y el Oriente musulmán posee un viso
rigurosamente monoteísta con características similares a las propias del inalterable ser
parmenídeo, el cual, aunque en la primera de las zonas haya asistido a una muerte
parcial decretado por algunas filosofías, aún constituye su fantasmagórico pilar.
4
En algo se diferencian, sin embargo, la “muerte de Dios” no parecería de ribetes tan definitivos
para la humanidad como el colapso que amenaza al Universo y que la arrastraría, aunque el futuro
en el que se sitúe el mismo lo convierta en una amenaza fantasiosa.
108 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
LIBERAR EL PORVENIR
Mauricio Langón
Univ. de la República- Montevideo
1. Quiero retomar aquí algunos elementos de mi artículo (en prensa) “Sur... paredón y
después...” para pensar el porvenir en perspectiva de pensamiento liberador. El problema
podría plantearse de la siguiente manera:
2. Por liberación pudo entenderse, por parte de algunos, pasar de una situación
esencialmente “mala” a otra sustantivamente “buena”. En esta línea, se trabajó en dos
aspectos básicos:
3. Ambos aspectos son necesarios a un pensamiento liberador y, sin duda, han resultado
fecundos... Pero también pueden ser no liberadores y esterilizantes. Porque imaginar la
liberación como un momento de pasaje (no importa de qué duración o con qué “etapas
de transición”) que implica la idea ilusoria de quiebre radical, de pasar de una situación
“mala” a una “buena”, supone dos puntos de debilidad, vinculados a la organización
del espacio y del tiempo:
a. La instalación del sujeto que critica fuera de la situación. El sujeto crítico queda
abstraído de su ubicación en el sujeto histórico en estado de opresión, en su identidad
oprimida, arrollada. Esto conlleva al menos la escisión entre liberador y liberado, siendo
el primero agente y el segundo paciente, lo cual consolida y reproduce estructuras
autoritarias, dominadoras, desiguales, anti-democráticas (en el sentido profundo de
poder del pueblo y de odio a todo privilegio), tanto en los presentes de lucha como en
los eventuales futuros liberados. Y conlleva también la no atención a la identidad de los
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 109
sujetos oprimidos (vistos a veces como meramente alienados). Este primer punto es,
digamos, el desarraigo del sujeto crítico de su identidad popular. Que implica, ver a los
sujetos populares como acríticos, al mismo tiempo que no preocuparse por el desarrollo
de su capacidad crítica. Parecería más adecuada una perspectiva ubicada desde la
identidad de los oprimidos que, sin renunciar a ella, desarrollara su capacidad crítica.
4. Con esta última preocupación, propongo reflexionar sobre las expectativas, proyectos
e ilusiones con que hemos sido forjados, que nos aherrojan y nos inducen a encadenar
futuros. Si queremos seguir siendo (o mejor, llegar a ser) pensadores y actores en la
liberación, deberemos liberarnos de nuestras ansias de dominar lo por venir; y liberar al
porvenir de nuestras ansias.
a. Por ejemplo leer la profecía o visión de Don Bosco de una ciudad que suele
identificarse con Brasilia y estudiar la planificación ‘‘en el vacío’’ de esa ciudad, pensa-
da hasta en sus detalles cuando era selva, y compararla con la realidad actual de esa
ciudad: desde la estatua de Kubischek en forma de hoz y martillo hasta los espacios que
reducen cualquier manifestación vacía a algo nimio; desde la frialdad de su urbanismo
hasta la potencia energética que se le atribuye y se concentra en la arquitectura de su
catedral; desde la organización presuntamente igualitaria a la sectorización en barrios
que profundizan las fracturas sociales; desde su población proyectada y su realidad ya
más de cuatro veces mayor... Y hacerlo sin minimizar estas y otras contradicciones,
110 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
‘‘Pero si el futuro misterioso vive y avanza en esa humanidad toda contento y amor
¿adónde están, dentro de ella, los que en su día han de señalar a los demás el rumbo (...)
... adónde están, para levantarlos sobre nuestras cabezas, y honrar, unánimes, la elección
de los dioses, antes que se le crucen al paso contradicción, recelo y envidia?”1.
Así aprendimos a no esperar de los niños del futuro de hoy, nuestra propia
continuidad y superación sino, por un lado, la realización de su vida propia en su
máxima potencia (que seguramente incluirá fracasos y contramarchas); y, por otro lado.
Y aprendimos a no ver en los niños meras promesas a ser cumplidas o incumplidas en el
futuro, sino a valorarlos por sí mismos en su realidad actual. Es decir, valorar lo presente
como distinto de nosotros (lo que incluye lo positivo y lo negativo) y liberar lo porvenir
(que, de todos modos, es libre...)
8. Mirar mal las utopías -mirarlas no como faros que puedan iluminar, sino como lugares
soñados a donde llegar, tras los cuales correr enceguecidos sin ver otra cosa que la
2
“¿Qué te parece desto, Sancho? -dijo Don Quijote- ¿Hay encantos que valgan contra la verdadera
valentía? Bien podrán los encantadores quitarme la ventura; pero el esfuerzo y el ánimo, será
imposible”. Miguel de Cervantes Saavedra, El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha,
Segunda Parte, cap. XVII, Madrid, Magisterio Español (EMESA), 1971, T. II, p. 104-105.
112 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
zanahoria- puede hacernos perder también la referencia a las “topías” eutópicas, ésas
que hemos llamado absurdamente “utópicas”, y que felizmente han tenido y tienen
lugar, fueron y son parte (escondida, sin duda) de nuestros presentes. Y son “buenas”:
no exentas de conflicto, ni impecables, ni perfectas, ni imperecederas.
Veámoslo de otro modo. Somos los futuros de Reina Reyes. Nuestro hoy, nuestra
educación actual, nuestras ideas, son el futuro que ella contribuyó a hacer; que se
parece y difiere de lo que hubiera querido lograr. Pero, de hecho, es para este futuro que
ella educó.
Entonces, ¿Para qué futuro educamos? Educamos -nos guste o no- ‘‘para’’ todos los
futuros que lleguen a ser reales, aun los que no podemos ni imaginar; aun los contrarios
a nuestros deseos y sueños. Educamos para los futuros que, a su vez, serán presentes
y luego pasados, y... tendrán a su vez futuros.
10. Reina Reyes dice también que, si entendemos por revolucionario “no al rebelde en
el campo político sino al que es capaz de independizarse de las formas de vida que le
ofrece el medio en que nació para poder juzgarlas, creemos que la educación puede ser
revolucionaria antes de toda revolución política”3. Sí, si en vez de educar para un futuro
determinado, educa para que sea posible “independizarse” desde, en y de cualquier
“medio”, en cualquier futuro contingente.
3
Reina Reyes, op. cit., p.13.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 113
Liberar es generar las condiciones para que siga habiendo después... para que siga
habiendo futuros, para que siga habiendo seres humanos en su conflictiva historia.
Hay que transformar nuestro modo de plantarnos ante lo porvenir.
12. En un “Cuento para niños futuros” del joven Vaz Ferreira, un discípulo dice que el
tiempo es producto del diablo. Ahora, sigue pareciendo que el después imprevisible, la
novedad histórica, la continuación de la película después del “final feliz”, sigue siendo
invención diabólica. El maestro del cuento, dice, sin embargo que el discípulo ha sido
“injusto con el tiempo” pues pudiera ser “que el tiempo estuviera en distintos momentos
para las distintas personas”.4 Pero Vaz Ferreira, unos 25 años después, comenta que esa
idea “no es mía; (...) que no la siento, que no le presto adhesión”. Y dice que ha
“inhibido” este tipo de “cuentos intelectuales” para “prevenir contra parecidas
tentaciones”5.
13. Una educación que genere, libere y ayude a desarrollar el poder de todos y cada uno
en el presente; que posibilite la acción libre y responsable personal y colectiva en la
actualidad y en cada porvenir que se haga presente. Una educación que no se preocupe
tanto de dar recetas para el futuro, sino de poner a cada uno ante sus responsabilidades
concretas en cada momento.
Por otro lado, se trata de seguir contando (es decir, de re-producir) Maestros como
Sócrates o como don Arturo Ardao, que se negó a contestar la pregunta de Fornet7:
“¿Qué tareas indicaría como prioritarias para la reflexión filosófica en el comienzo del
siglo XXI?”, porque ¿cómo podría él señalar a sus futuros tareas y prioridades? Ésa
será responsabilidad de ellos.
Esto podría dar base a un modo general de prevenir el porvenir incontrolable, abierto
y novedoso, como una construcción conflictiva y azarosa, parcialmente humana,
individual y colectiva, ante la cual vale procurar la formación de espacios que habiliten
al máximo la mejor participación de todos y cada uno.
Hegel, dicta que “el filósofo no hace profecías”; y rompiendo varias que acababa de
esbozar, nos insta a construir espacios y tiempos propios de un Nuevo Mundo8. Dejar
de una buena vez de profetizar parece ser condición para poder pensar acciones en la
tardanza de porvenires indeterminados.
5
Carlos Vaz Ferreira, “Sobre la sinceridad literaria” (1920), Obras de Carlos Vaz Ferreira,
Montevideo, Homenaje de la Cámara de Representantes, 1963, Tomo XX, pp. 377-437.
6
Platón, Fedón, 115 c.
7
Raúl Fornet-Betancourt (Hrsg.) Quo vadis, Philosophie? Antworten der Philosophen,
Dokumentation einer Weltumfrage, Aachen, Concordia, 1999, p. 17.
8
Hegel, Lecciones sobre Filosofía de la Historia Universal, “Introducción general, 2. El Nuevo
Mundo”.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 115
FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN Y PENSAMIENTO LIBERADOR
1. La situación histórica
Entre los días 5 y 7 de noviembre de 2003, se realizaron en Río Cuarto las VIII
Jornadas Interdisciplinarias Internacionales del ICALA (Intercambio Cultural Alemán-
Latinoamericano). A tres décadas de la configuración del grupo de filósofos que dio a
conocer su actividad bajo el nombre de Filosofía de la liberación, se congregaron
estos pensadores en aquellas Jornadas para mirar juntos el camino recorrido. La Revista
Erasmus, Año V- Nº 1-2- 2003, reproduce las Actas de aquel evento.
Los pensadores presentes en Río Cuarto a los 30 años del surgimiento de la filosofía
de la liberación recuerdan la situación de aquellos años, marcada por las tremendas
desigualdades sociales y en la cual hay emergencias como la de las luchas estudiantiles
en el mundo, especialmente en Francia, y el “cordobazo” en Argentina. Surge una
izquierda nueva, adaptada, que deja atrás el marxismo dogmático, surgen los
cuestionamientos a la modernidad, cuya hibridez se hace manifiesta en la periferia. Es
época de movilizaciones, comunidades de base, tercermundismo, brote de la filosofía y
la teología de la liberación, la vigencia de la teoría de la dependencia, etc Esta emergencia
es abruptamente cancelada a mediados de los 70 y no resurgió con el alumbrar de la
democracia en la década del 80. El miedo instalado por el terrorismo de Estado no se
supera fácilmente. Ocurren hechos relevantes, como la caída del socialismo real al
terminar esa década, la ausencia de contrapoder, la globalización, y fenómenos culturales,
como la difusión del pensamiento débil.
1
Horacio Cerutti Guldberg, “Urgencia de un filosofar vigente para la liberación”, Erasmus 2003,
pp- 15-16.
116 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Pero hay aspectos positivos: después de padecer las dictaduras, y sufrir hoy la
asfixia del neoliberalismo, rescatamos el valor de un tipo de liberalismo, el que defiende
la libertad de todos. También es positiva la recuperación de la democracia, aunque sea
deficiente3. Hay otros “signos positivos ”, como son el Mercosur y la emergencia de
nuevos agentes públicos de la sociedad civil , las redes de solidaridad, etc4.
2. ¿Filosofar o pensar?
Cerutti dice que “pensar” es el nombre que adopta entre nosotros el filosofar6.
2
Juan Carlos Scannone, “Actualidad y futuro de la filosofía de la liberación” Erasmus 2003, p.
175.
3
Julio De Zan, “La filosofía de la liberación de los años 70 y la Argentina de comienzos del siglo
XXI”, Erasmus 2003, p. 37.
4
Scannone, art. cit. p. 175.
5
De Zan, art. cit. p. 38.
6
Ibid. p. 19.
7
Enrique Dussel, “Transmodernidad e interculturalidad (interpretación desde la Filosofía de la
liberación”, Erasmus 2003, p. 99.
8
Carlos Pérez Zavala, Arturo A. Roig. La filosofía latinoamericana como compromiso, Río
Cuarto, ediciones del Icala, 2005, p. 146.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 117
nunca fue simplemente pensamiento latinoamericano, ni historiografía de tal
pensamiento. Fue filosofía crítica y localizada autocráticamente en la periferia, en los
grupos subalternos”.
De Zan dice, hablando de los años 70, que todos los del grupo estaban convencidos
de que la filosofía debía jugar un rol significativo en los procesos que se daban, para
que ellos no perdieran profundidad. Se buscaba una filosofía históricamente situada
que ayudara a esclarecer el sentido y las presuposiciones metapolíticas9.
Dussel recuerda no solamente la corriente que viene de Gaos y Zea sino que rescata
la obra de Francisco Romero vinculando filósofos y pensadores del Continente10. Fornet-
Betancourt habla de “jalones” en la marcha hacia la Filosofía de la liberación. Cita a
Ingenieros y su “socialismo positivo”, a Mariátegui y su “marxismo indoamericano” y
destaca un perfil propio de la Filosofía latinoamericana en el siglo XX y el mérito
especial de Zea, Ardao, Miró Quesada, Roig, Salazar Bondy, Villoro para llegar en 1971
a la Filosofía de la liberación11.
3. Nuevos horizontes
9
Ibid. p. 29-30.
10
Enrique Dussel, “La filosofía de la liberación ante el debate de la postmodernidad y los estudios
latinoamericanos”, Erasmus 2003, p. 45.
11
Fornet-Betancourt, Raúl, “Interculturalidad: asignatura pendiente de la Filosofía
Latinoamericana”, Erasmus 2003, p. 180.
12
E. Dussel, “La filosofía de la liberación...” cit. pp. 54-55.
13
Ibid. pp. 62-63.
118 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
cambiado los marcos teóricos para el estudio de lo latinoamericano. “A tal punto han
cambiado las perspectivas, las categorías, las planos de profundidad de la localización
de los sujetos del discurso, que ya no es fácil iniciarse en el estudio, y mucho menos,
continuar el debate”14.
Dussel recuerda que El filósofo crítico latinoamericano lucha por el otro, la víctima,
la mujer oprimida del patriarcalismo, la preservación de la tierra, en vista a las generaciones
futuras.
5. Postmodernos
Para De Zan, la Filosofía de la Liberación en la década del 70 nada tenía que ver con
el pensamiento débil, ni con los comunitaristas, ni con el universalismo de Rawls. Roig
ve en la postura de los postmodernos un freno a los impulsos revolucionarios y un
camino hacia el escepticismo. Sin embargo está de acuerdo con Foucault en la
18
Ibid. p. 58.
19
Ibid. p. 61.
20
Cerutti, art. cit. pp. 17-18.
21
Art. cit. p. 175.
22
“Transmodernidad e interculturalidad...” cit. p. 72.
120 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
descentración del sujeto europeo y advierte que en él no hay una simple negación del
sujeto23.
Dussel dice al respecto, que Foucault critica ciertas formas de sujeto, en tanto que
valoriza otras, critica el sujeto para reconstruir una visión más profunda del mismo.
Aunque afirma que “la postmodernidad también absolutiza”, la posición de Dussel es
subsuntiva con respecto a la misma. Sus categorías, que siguen siendo centroeuropeas,
por tanto regionales, deben abrirse y ser reconstruidas desde un horizonte mundial24.
6. Diálogo Intercultural
Intercultural no indica una posición teórica ni un simple diálogo entre culturas, sino
que es una postura, una capacitación para vivir la relación con los otros y con los otros
de otras culturas. “Nuestras prácticas culturales deben ser también prácticas de
traducción”26.
23
Pérez Zavala, ob. cit. p. 243.
24
“La filosofía de la liberación...” cit., p. 52
25
Ibid. p. 56.
26
Fornet Betancourt, art. cit. p. 178.
27
Ibid. p. 182.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 121
Razones de las deficiencias de esta Filosofía: 1) uso colonizado de la inteligencia; 2)
visión tributaria de la modernidad europea; 3) opción por la escritura en desmedro de la
tradición oral28; 4) reducir la realidad cultural de A. L. al mundo de la cultura mestiza29.
La crítica de Fornet a Roig se basa en que éste reconoce una “historia compartida”,
en que hay “herramientas culturales comunes” a conquistadores y conquistados. En él
28
Ibid. p. 183.
29
Ibid. pp. 183-185.
30
Ibid. pp. 186-187.
31
Ibid. pp. 189-191
32
A. A. Roig, El pensamiento latinoamericano y su aventura, Bs. As.. Centro Editor, 1994, vol.
1, p. 22.
122 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
se toma como “eje central la América Latina mestiza y criolla”. Roig no plantea la
revisión crítica de la génesis de la propia identidad. Se nivelan las culturas33. El autor
mendocino concibe la Filosofía Intercultural como una especie de “etnofilosofía”
(relaciones entre culturas y etnias) como una forma particular de Filosofía. Fornet, en
cambio, propone modos de pensar contextuales, no solamente étnicos, una
“configuración intercultural de formas contextuales de filosofía” Los textos clásicos
para Roig son los de autores “criollos”, tiene reparos en reconocer como “filosofía” las
formas indígenas34.
8. ¿Giro intercultural?
Conclusión
Referencias bibliográficas
36
Pérez Zavala, ob. cit. p. 146.
124 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Mónica Virasoro
IUNA- Buenos Aires
En primer lugar quiero señalar que con esta comunicación no intento responder a la
pregunta por un destino hoy de lo que en los 70 se llamara Filosofía de la liberación,
consagrada a pensar las realidades de las sociedades periféricas, dependientes o en
vías de desarrollo como por entonces se las calificaba. Ya desde el título ese modo de
pensamiento apuntaba a subrayar la necesidad de una liberación específica de un tipo
específico de sociedad. Así como avanzando espiritualmente sobre el marxismo la escuela
de Frankfurt se detiene en el concepto de alienación para mostrar que no es sólo un
estigma del obrero que ve extrañarse el producto de su trabajo sino que afecta a todos
y a cada uno de los habitantes de este mundo moderno; y que la cosificación no es una
alteración de las relaciones sociales nacida del capitalismo que morirá tras él, sino el
carácter constitutivo de una civilización que más que tratar con el mundo y los hombres
quiere poseerlo y subyugarlos, se trata aquí de desplazar el foco desde el terreno de las
sociedades dichas donde “liberación” significa a grosso modo cortar lazos de
dependencia, hacia un terreno más vasto, el de este mundo moderno-posmoderno, en
suma burgués todavía.
La pregunta que nos guía es de qué nos puede liberar hoy el pensamiento si
entendemos el pensar como un andar con oídos alertas y ojos nuevos. Y en el filo de la
pregunta surge la primera respuesta. Del pre-juicio sedimentado antes de la expansión
de la experiencia, lo mismo valdría decir de las categorías o los esquemas sobre los
cuales como en andaderas suele moverse el pensamiento no liberado ni liberador. El
filósofo como vagabundo curioso y en acecho debe dejarse interpelar por la realidad
hasta que la densidad de la misma y la fuerza serena del pensar, restituya algo más que
los conceptos y teorías con que su tiempo lo tiene programado. El lugar del encuentro
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 125
con cada diferencia forja la experiencia que alimenta el cauce del pensamiento. Sólo así
puede eludirse tanto el eurocentrismo, como todo tipo de regionalismo.
Este modo del liberarse supone, para no abandonar el rancho con todos los utensilios
adentro, tanto un despojamiento como una resignificación. Conceptos como alienación,
progreso, historia, la oposición derecha-izquierda o civilización y barbarie, merecen
una revaluación para no correr el peligro de transformarse en fórmulas vacías o
expresiones obsoletas.
Empezamos con la idea de progreso, idea que más allá de constituir la columna
vertebral de la modernidad constituye el pilar sobre el que se sostiene el proceso
civilizatorio de Occidente. Supone una concepción del ser como movimiento, una
concepción de la historia como sucesión de momentos ordenados según un telos y la
idea de que al final se da el climax, el punto de mayor desarrollo, por eso se asocia con
las ideas de fin de la historia como punto donde ya no hay más nada que desenvolver.
Esto sobre todo con Hegel y sus nuevas versiones. Por entremedio vendrá la versión
materialista de Marx: no el espíritu sino la materia y las condiciones sociales de existencia
son las que se desarrollan-desenvuelven hasta alcanzar la sociedad ideal. Esta
concepción del ser supone también una concepción del tiempo como tiempo lineal y la
idea de que en el futuro reside la verdad, futuro que ya es presente en los países del
centro, y para los nuestros añade el calificativo de por siempre incierto.
1
Manifiesto comunista, Moscú, Prometeo, 1975, p. 28.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 127
Con Nietzsche pese al aparente “decir lo mismo” hay una ambivalencia que resuelve
en diferencia radical. La superación de sí mismo y el siempre más tiene un sentido
claramente cualitativo y no se realiza en el marco de la modernidad cuya lógica subyacente
es la del nihilismo. Si nos atenemos al joven Nietzsche también afecto a las expresiones
decimonónicas de “erupción volcánica” o aquella otra de “absoluta novedad” hay que
recordar cuan lejos se hallaba de una concepción lineal de la historia a la crítica de la
cual en una versión que tanto puede ser hegeliana como marxista dedica precisamente
la más sustancial de sus Consideraciones Intempestivas. En ella la novedad o la erupción
volcánica no son emergentes de un movimiento evolutivo ni de una incesante movilidad
sino irrupciones o estallidos que interrumpen el continuum del tiempo. Si enfocamos
en el Nietzsche maduro hallamos que la superación de sí mismo y la transvaloración
deben ser siempre posnihilismo que tiene necesariamente que ser nihilismo ya asumido
y activo, la figura del nihilismo trunco, de aquel que todavía no se da cuenta del estado
de desertificación, de aquel que no ha tocado fondo, refiere por el contrario a todas esas
cosas pensadas como paliativos frente a la pérdida de los valores tradicionales, soluciones
terrenales de todo tipo, autoridades sustitutas, sea la de la conciencia moral o la de la
razón, o la fe en el progreso o el entusiasmo con la civilización todo eso que hay que
dejar atrás para no dar una vuelta más a la manivela y tener más de lo mismo, Sólo el
nihilismo asumido que es conciencia de la disolución que afecta tanto al más allá como
al más acá, puede con fuerzas renovadas, desatar la sed de aventura y nuevos horizontes
necesarios para la transvaloración.
Pero con Nietzsche tenemos todavía el ego que quiere y que quiere siempre más
poder. Porque a 100 años de Nietzsche, ahora que recién lo comprendemos, como él
mismo vaticinaba, podemos acaso aggiornar el concepto de nihilismo. Sabemos que
sabemos, esto no nos lo descubre Nietzsche, el hombre moderno siempre supo y en eso
basó el orgullo de sí mismo, que somos nosotros los que creamos los valores, ese es el
sentido de la primacía de la subjetividad, el sentido de la revolución copernicana, por
cierto invertida de Kant; sabemos que el mundo es una concepción de mundo, imagen
de mundo, dirá Heidegger, y que el nihilismo no es otra cosa que advertir la autodisolución
de la autocreación. Por eso es que se vinculan hasta la equivalencia los procesos de
movilidad incesante y secularización progresiva y porque no también de nihilismo.
Acaso la tarea que nos debe ocupar es la de reflexionar sobre esta equivalencia.
mundo que creamos. Ya no son los hombres que hacen la historia sino la historia la que
nos modela, no es el sujeto el que crea la modernidad sino la modernidad la que crea al
hombre moderno, como diría Foucault, el lenguaje nos habla, dirá Lacan. El límite de
nuestro conocimiento que Kant había llevado al umbral de la razón práctica es colocado
más acá, escepticismo gnoseológico. Podría pensarse que esa actitud significa un retorno
a las coordenadas de la antigüedad cuando era el hombre el que giraba alrededor de los
objetos esperando captarlos por medio de su entendimiento, pero no es así, ya no es
posible la adecuación porque se descree de la objetividad. Ya Heidegger llamaba la
atención sobre el hecho de que cuanto más objeto más sujeto, hecho cuyo corolario es
que a la muerte del sujeto se diluye también la objetividad.
Pensemos las alternativas, si el hombre puede salvarse, si hay algo más para hacer
que contemplar la propia disolución. Acaso habría que considerar el detenerse y activar
el pensamiento; en su aspecto más superficial esto supone revisar las categorías a que
la modernidad nos tiene acostumbrados. Si la palabra con su prefijo nos lo permite,
contemplar la posibilidad de una marcha que no sea siempre para adelante, prestar ojos
y oídos a la posibilidad de un avance lateral, un avance hacia atrás, un avance en la
quietud, o un apearse del proceso de aceleración por el cual todo lo sólido se desvanece
en el aire, aún cuando debamos forzar los hábitos del lenguaje. Esto supone también
una crítica de la crítica una revisión de todos los ataques que la tradición socialista de
izquierda dirigió a los diversos movimientos tildados de contrarrevolucionarios
conservadores, reaccionarios, o retardatarios. Quizás no que haya que cambiarles el
nombre sino el signo negativo con que se los califica porque es posible que hoy día lo
retardatario o conservador sea lo verdaderamente revolucionario.
Por cierto que esta crítica de la modernidad y esta revisión de sus categorías debe
forjarse desde lo interno. No es posible salir de la modernidad sin haber estado en ella
y haber visto hundirse el barco, esta deducción es otra versión del ya clásico “es
necesario hundirse para salvarse, es necesario tocar fondo. Es preciso haber atravesado
y asumido el nihilismo desenfadado y extremo. Por eso la crítica acaso debe comenzar
por el centro. Por eso acaso no lo pueda comprender un país periférico cuando las
empresas del centro vengan a ofrecerle contaminación y devastación a cambio de
empleo. También esto es la explicación de porque ahora la reacción puede ser lo bueno,
y proceder por tanto a la alabanza del ser reaccionario, del ser conservador.
Pero no se trata de inacción, acaso haya que comenzar a concebir otro tipo de
acción que no se desplome como un alud ciego y sin freno. Pensar, entonces, la
diferencia entre acción expansiva y acción concentrada, una fuerza que actúa sin
moverse, algo similar al dios aristotélico pero que actúa más que por atracción por
concentración, acción sosegada impulsada por el pensar no de la parte sino del todo.
No se trata tampoco de pasividad sino de aceptación en simpatía con la naturaleza que
ya no debería ser lo enfrentado que buscamos dominar sino el escenario en el que se
juega el teatro del mundo y el drama de nuestras vidas. La idea de juego tan cara a la
generación romántica tendría la ventaja de asegurar el equilibrio entre el principio activo
y el principio receptor-piadoso, el impulso formal y el impulso material, equilibrio sin el
cual nos perdemos a nosotros mismos o perdemos al mundo. Se trata del ensayo de un
modo diferente de estar en el mundo, un estar en armonía con el concierto cósmico que
requiere paciencia y laboriosidad.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 131
Derechos Humanos
Coordinadora
Luisa F. Ripa Alsina
132 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 133
RELACIÓN ENTRE DERECHOS HUMANOS Y JUSTICIA*
Alberto Buela
Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos
Buenos Aires - alberto.buela@gmail.com
Lo justo, to dikaion, lo concebían los griegos como el dar a cada uno lo que
corresponde y los romanos de la época clásica lo tradujeron por jus concebido también
como el arte de suun cuique tribuere, atribuir a cada uno lo suyo.
Lo justo, sea dikaion, sea jus se expresa en indicativo, lo justo, como nomos o como
lex se expresa en imperativo. Un autor tan reconocido como Michel Villey, el mal
denominado “filósofo del derecho”, afirmó taxativamente al respecto: “La intención de
la Iglesia no era cristianizar el derecho romano, se trató mas bien de reemplazar el
régimen del dikaion por el régimen de la Torah cristiana”2.
Así el derecho objetivo es concebido como el conjunto de las leyes que como reglas
de conducta nos prohíben o permiten ciertos comportamientos. Y el derecho subjetivo
moderno, producto de estas leyes, es un atributo del sujeto individual como poder o
permiso para actuar, sin obstáculos a su conducta, por parte de los otros.
Llegados a este punto, a este ocultamiento del ser en el ente diría Heidegger, del jus
en la lex y del dikaion en el nomos estamos obligados a extraer algunas consecuencias
o, al menos, realizar algunos comentarios contemporáneos.
Lo primero que nos llama la atención es, la poca atención valga la redundancia, que
los juristas de hoy han puesto en el tema. Casi no existe bibliografía sobre esta mezcolanza
indigesta entre pensamiento bíblico y vocabulario romano.
2
Critique de la pensée juridique moderne, Paris, Dalloz, 1976, p. 29. El filósofo lo es sin más. Es
aquel que ve el todo y el que no, no lo es, según Platón. De ahí que la denominación filósofo del
derecho sea anfibológica.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 135
Suárez el gran disidente al régimen de la monarquía absoluta de su tiempo, motivo por
el cual sus obras se quemaban a diario en París y Londres. Claro, de esto no se habla
porque son dos pensadores católicos stricto sensu y hoy el anticatolicismo parece ser
hoy lo “políticamente correcto”, o incluso que el anticatolicismo reemplazó al
antisemitismo, como ha sostenido acertadamente Vitorio Messori en un famoso artículo,
de título homónimo, publicado en Italia en abril del 2003 y reproducido en diarios de
todo el mundo.
Los tan mentados derechos modernos del hombre aparecen entonces como una
ideología de carácter jurídico fundada en el derecho subjetivo, el que a su vez no tiene
ningún fundamento. Es por ello que un pensador del derecho y la política como Julien
Freund ha podido afirmar: “Toda reflexión coherente sobre los derechos del hombre no
ha sido establecida científicamente sino dogmáticamente”3.
Las culpas, si las hay, en las sociedades políticas son de los representantes, aquellos
que dirigen dichas sociedades, que las orientan a sus fines y que arbitran los medios.
3
Politique et Impolitique, Paris, Sirey, 1987, p. 189.
4
Norman Filkenstein, La industria del holocausto- Reflexiones sobre la explotación del sufrimiento
judío, Siglo XXI, Madrid, 2002.
136 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Los altos funcionarios de las Naciones Unidas persiguen a toda costa el logro del
consenso, pues ello adquiere fuerza de ley en los Estados que, como el argentino con la
constitución de 1994 reconocen otra fuente de derecho, más allá de ellos mismos. O
Estados vicarios o dependientes de los diferentes lobbies internacionales que en forma
inconsulta o imprudente ratifican las medidas tomadas.
De modo tal que, siguiendo esta lógica perversa, los Estados como el nuestro
tienden a obedecer leyes que surgen de la voluntad de aquellos que crean el consenso
como manifestación de su propia voluntad y no en orden a la mayor justicia respecto de
un acontecimiento o situación dada en nuestro país.
como persona”. Esta es la forma de romper la idea de simulacro, del “como sí” kantiano,
que es la que gobierna nuestras relaciones sociales y políticas en esta totalitaria y cruel
dictadura del “se dice o se piensa” de los policías del pensamiento único bajo el que
vivimos.
Hace poco murió Jean Baudrillard quien a través de toda su obra denunció de mil
maneras la sociedad del simulacro en que vivimos. Hace unos años murió otro filósofo
francés Guy Debord quien fustigó a nuestra sociedad como “del espectáculo”. Hoy
Massimo Cacciari no se cansa de describir la pax apparens en que vivimos. ¿Es necesario
insistir más sobre este tema tantas y tan bien denunciado y descrito? Creemos que no,
que es suficiente.
Conclusión
Así como los derechos del hombre y del ciudadano consagrados por la Revolución
Francesa 1789 reposaban sobre un acto de fe en el mejoramiento del porvenir y el destino
del hombre, estaban apoyados en la idea de progreso indefinido de la humanidad según el
ideario del abad de Saint Pierre formulado en su Proyecto de paz continua de 1712.
Así como los Derechos Humanos consagrados por las Naciones Unidas en 1948 se
fundaban en el carácter de inherentes al ser humano, poseían un cierto fundamento
filosófico. Por el contrario, en nuestros días se pretende cambiar la fuente de estos
derechos y radicarla en el consenso de los países o lobbies poderosos. Esto es,
dejaron de ser establecidos filosóficamente para ser fundados ideológicamente.
Es por ello que la política debe de ser entendida como el arte de hacer posible lo
necesario. Observemos como la categoría de lo necesario, esto es, aquello que no
puede ser de otra manera, agregada a la de posible, libera a la política de su carácter
idealista o ilustrado para trasladarla hacia un realismo político, encarnando sus acciones
en los problemas y en las cosas mismas.
El mejor Alberdi -es sabido que hubo dos- lo afirma en su Fragmento que si queremos
pensar genuinamente desde América debemos hacerlo a partir de nuestras necesidades.
Es que la política como el arte de hacer posible lo necesario para una comunidad nos
está obligando a realizar las acciones conducentes y no simplemente declamativas o
ilusorias.
6
Alessandro Campi, El realismo político ante la crisis de estatalidad, en revista Empresas
Políticas (Murcia) N. 2, 2003, p. 19.
7
Ed. Madrid, Tecnos, 2006.
140 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Así, a los derechos humanos tenemos que buscarle un anclaje en las necesidades
de los pueblos y de los hombres que los integran que es muy diferente al basamento
que hoy se les otorga, como es el consenso de los poderosos, de los lobbies, que
cuanto más fuerte son más derechos poseen o logran.
Esto que venimos a sostener hoy lo sostuvo hace ya más de medio siglo una joven
mujer que no era filósofa sino una mujer del pueblo, Evita, cuando afirmó lacónicamente
(en La razón de mi vida) : “Allí donde hay una necesidad hay un derecho”. Aclaremos
que este concepto de necesidad abarca las “necesidades reales” y rechaza las
“necesidades falsas o simuladas” que nos crea a diario esta sociedad de consumo que
transformó a través del dios monoteísta del libre mercado, a los pueblos en gente y a los
hombres en público consumidor.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 141
PENSAR LO QUE PASA Y LO QUE NOS PASA
O EL CASO DE LA FILOSOFÍA ALLENDE LA FILOSOFÍA
La mayoría de los que hoy somos docentes de filosofía nos formamos en la tradición
de una filosofía “necesariamente inactual”. En una especie de aristocrático consuelo
respecto de sí misma, explicaba su incapacidad de “resonancia inmediata” en un oficio
que o se adelanta a su tiempo, pensando las tesis y categorías que modificarán
mediatamente la realidad histórica y humana o vuelve sobre lo acontecido, morosamente,
para pensarlo y ofrecer una comprensión a posteriori que ilumina y da sentido.
Como todas las teorías, ésta no fue, me parece, una teoría inocente de las ideologías
en pugna: “casualmente” aprendí estas tesis en la década del sesenta, en que cursara la
carrera y la del setenta, en que me iniciara como ayudante en la docencia. De esta
manera ayudaba a mantenerse al margen de la intensa lucha política. Por supuesto, esta
realidad distaba de ser unánime: en otros foros los filósofos acompañaban a intelectuales
y militantes a hacer una lectura de su tiempo desde esas perspectivas de la filosofía de
la historia y forjaban convicciones teóricas por las que estuvieron dispuestos, muchos
de ellos, a dar la vida.
La continuidad del objeto filosófico con el común objeto del pensar ordinario es la
que produce esta experiencia de falta de objeto, de falta de especificidad que, para
algunos docentes se nos reitera en muchas clases.
En esta trama1 elaboré una convicción personal que me acompaña hasta hoy: la
filosofía no puede –en el sentido fuerte y moral del término- ser inactual
“programáticamente”. Su tarea es siempre y en todo lugar la de pensar lo que pasa y lo
que nos pasa. Su entrega al acontecimiento de todos y de la historia y al repercutir
subjetivo de ese acontecer es su único programa. Esta práctica puede distanciarla de
su tiempo, para elaborar tesis de futuras concreciones o para interpretar mucho después
acontecimientos ya vividos: pero tal distancia sólo puede ser el eventual resultado de
su entrega a pensar lo que pasa y lo que nos pasa; nunca el programa y la definición
inicial de su oficio.
1
Considero inaceptable, sin embargo, la conocida interpelación de “¿dónde estabas?” cuando la
guerra y la represión. Los que estuvimos, los que permanecimos y sostuvimos la vida de tener
hijos, llevarlos a la escuela y comprar en el mercado, sabemos que un doble vínculo social enfermó
a muchos sectores de la sociedad que no tuvieron la suerte de toparse con un obispo Novak, como
en mi caso, que clarificara los datos de la realidad y la obligación de la praxis. Estábamos cómo
podíamos donde estábamos: entre la complicidad y la inocencia ignorante se dibujaron muchos
matices personales y grupales que hoy se clarifican pero que entonces era difícil discernir y
acompañar. La demonización de los demonios no nos ayuda a pensar con total honestidad lo que
pasó y lo que nos pasó. Pero esto es materia de otro trabajo.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 143
Creo que esto es lo que hicieron aquellos maestros de la filosofía: Aristóteles y su
preocupación por la polis, Tomás y su preocupación por la inteligibilidad de la fe, Kant
y su preocupación por la guerra. Todo lo demás –metafísica, suma del saber, crítica
estricta- “viene por añadidura” pero a condición de ser fiel a su objeto inicial. Estos
intereses y su constancia, creo, pueden descubrirse en los itinerarios filosóficos de la
mayoría de los pensadores2.
Pero tiene la peculiaridad exigida de ser “por sí mismo”, por la propia fuerza y
decisión: no estamos forzados a pensar filosóficamente, no significa obediencia a ningún
2
Recuerdo un docente, de infeliz memoria, que se dedicaba a “pescar” estos intereses prácticos
bajo las propuestas teórica de la Crítica de la Razón Pura ¡cómo si esto fuera una descalificación
de Kant! Cf. L. Ripa: “Derechos y pactos entre el deseo y la desilusión. Una lectura de la
propuesta kantiana a la luz de la ética de Paul Ricoeur”. X Congreso Kant Internacional, 2005. En
prensa en su versión en francés.
3
B. Welte Filosofía de la religión, Barcelona, Herder, 1982, 13-23. Citaré FR.
144 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
objeto que se nos “imponga”: significa “ponerse” desde la propia libertad y riesgo de
pensar por sí: “desde su propia facultad, desde su propia fuerza intelectual, desde su
origen”4 . Welte utiliza la fórmula “desde su origen”, en el sentido de aquello que surge
de la propia subjetividad como fuente: “filosofar es una forma eminente de desarrollar el
pensamiento humano originario” y “el pensamiento filosófico es una forma singular de
la libertad humana” y resulta por eso “un asunto eminentemente humano”.
¿De qué es preciso liberarse? Según Welte de “tesis y opiniones meramente externas”.
No porque no escuche otros discursos sino porque frente a ellos dice “déjame ver por
mí mismo, déjame pensar qué hay en tales tesis”. Este hiato entre la escucha y el propio
pensar es el gesto, a veces imperceptible, de la liberación. La consecuencia es dura: “no
se da ya filosofía allí donde se representan o saben tesis de alguna manera establecidas.
Semejante ciencia sería un saber sobre una filosofía dada en otra parte pero no sería ella
misma filosofía”6.
2. 3. Someterse a su objeto
Nuestros pudores posmodernos encomillarían las palabras que usa Welte, sin
rubores: “pensamiento es pensar una cosa a la luz de la verdad y del ser que se revelan”
o “el pensamiento ha de corresponder a esta llamada de la verdad y del ser”8. Quizá
prefiriendo la expresión de Dussel “pretensión de verdad”9, pero haciéndonos cargo
del común decir de la gente cuando pide “la verdad de la milanesa” o de nuestras
históricas reivindicaciones en los “juicios de la verdad”, en los que se impugna cierto
diletantismo relativista, que no responde a algunas urgencias de la vida –y de la muerte-
Supera la mera constatación fáctica distinguiendo “el ser auténtico” de los hechos10
y lo esencial de lo accidental. La pregunta común inflexiona hacia el “en esencia” o “en
definitiva” que la caracteriza.
7
FR 15.
8
FR 15.
9
E. Dussel en su ponencia presentada en el XV Congreso Interamericano de Filosofía realizado
en Lima, Perú, el viernes 16 de enero de 2004. Publicado en el capítulo “Deconstrucción del
Concepto de ‘Tolerancia’ (De la Intolerancia a la Solidaridad)”, en Materiales para una política de
la liberación transmoderna, Bernal-Buenos Aires, UNQ-Herramienta, 2005 (en prensa)
10
FR 17-20.
146 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Creo que si su objeto fuera siempre y en todo lugar pensar lo que pasa y lo que nos
pasa, hoy las ideas filosóficas se han independizado de los filósofos, en gran medida, y
se desarrollan saludable y vigorosamente en otras disciplinas: la antropología, con su
profundización acerca de la diversidad; la psicología, con sus estudios acerca de la
subjetividad; las ciencias sociales en general, con sus discusiones en torno a lo colectivo;
la ciencia política en especial con su pensar en torno al poder y sus argucias, etc.
3. 1. Liberaciones
11
FR 20.
12
FR 21.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 147
3.1.1. Liberarnos de la reducción comentarista
La seguridad que nos ofrecen los textos –los “sagrados” porque consagrados y los
interesantes, como hice en este trabajo con los de Welte- debe ser abandonada, en
algún momento de nuestras exposiciones y clases para ofrecer un pensar auténtico,
garantía de que la filosofía, aún, “palpita”.
La filosofía hoy olvida dos verdades rotundas: que las palabras dicen lo que dicen
en el lenguaje y no lo que deberían decir según los eruditos13 y que la traducción es un
fenómeno que no deberíamos considerar secundario, según Ricoeur14.
Aceptar que las palabras dicen lo que dicen y no torcerlas exclusivamente hacia su
origen, por interesante y curioso que a veces resulte, significa aceptar la tesis de que el
lenguaje vive y recoge, pero vive e innova y su decir debe liberarse de la necesidad de
arqueología excluyente.
Aceptar que la traducción es una práctica tan universal como es universal la falta de
un lenguaje común significa liberarse del corsé de la “lengua original”: que pueda
leerse, entenderse y pensarse a partir de traducciones tan bien o, al menos, casi tan bien
como quienes leen “en la lengua original”. La explosión por la que hoy nos enteramos
13
Permítaseme una anécdota. Esta convicción la logré en un seminario, hace siglos, en el que
Mandrioni leía un texto de un quejoso autor que hablaba de la reducción a mera cifra del “viernes”:
porque ya nadie recordaba a Venus y sus liturgias. Esta oposición logró indignarme y percibí la
trampa de la disyuntiva: “o etimología erudita o mera cifra”. Defendía entonces que podíamos
olvidar y para siempre que “viernes” hablaba de Venus y, sin embargo, tener sentidos profundos
¡y liturgias propias! ligadas a la vida profunda de los días y sus ritmos de trabajo y de fiesta…
14
P. Ricoeur: Lo universal y lo histórico. Publicación fragmentaria de la conferencia dada en el
colegio Universitario Francés de Moscú el 1º de abril de 1996, en Magazine littéraire, nº 390,
París, septiembre de 2000.
148 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
3. 2. Compromisos
El/la filósofo/a tendría que ser quien no puede pasar sin más las palabras y las tesis
que abren puertas sino quien “para la pelota” en el partido discursivo para animarse a
pensar por sí mismo.
Y con la crítica, es decir, con la sospecha. Con la iconoclastia: no hay dioses que no
puedan derrumbarse si honestamente no los vemos como tales. Incluso, con la crítica a
la propia crítica. El compromiso filosófico es quizá el único capaz de distinguir entre lo
que ve y la lucha que se dirime. Sin confundir causa con tesis, fiel a la causa pero
criticando la tesis16. Compromiso que si es constante y de estilo comunicador resulta
revolucionario.
15
Adrede dejo resonar con las viejas connotaciones químicas de la pureza las actuales movilizaciones
en la moral de la sexualidad.
16
Hay un ejemplo precioso de lo que quiero decir y es lo que se produce en la lucha de las Abuelas
de Plaza de Mayo para recuperar sus nietos. En esa lucha es clave el análisis del ADN, pero esta
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 149
3.2.2. Compromiso con el lenguaje común
Pensar lo que pasa y lo que nos pasa tiene que ver con estar verdaderamente
atent@s a los “signos de los tiempos” a lo que “de veras” pasa superando fijaciones
icónicas en las que se encuadran buena parte de las reflexiones presentes. No en
sentido solipsista sino haciéndonos cargo con toda decisión del plural de la primera
persona. Al fin y al cabo, la mezcla y la pasión tienen que ver con los otros. Con cada
uno de los rostros y sus historias, con la incómoda realidad de que están allí, solicitando
y, pese a nuestros pre-juicios, pensando desde sí, decidiendo, queriendo cosas y vidas.
Sistema novedoso de nombres –como los llama Rita Segato20, una antropóloga muy
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 151
filosófica- que corre y debilita otros discursos imperantes en la modernidad y que
desde ese lugar mencionado de diferenciación entre lucha y tesis estamos llamados a
pensar filosóficamente.
4. Concluyendo
Hoy la filosofía puede aportar capacidad reflexiva e iconoclasta para pensar con
libertad lo que fuere: en medio de y comprometida con las luchas, pero renunciando a
confusiones cómodas y afrontando la incomodidad de lo que aparece como cierto. Pero
renunciando a escolasticismos y aristocraticismos diversos y forjando alianzas con los
discursos de la diversidad y multiplicidad –de las ciencias sociales y de las humanidades-
y con los discursos de la urgencia, de los derechos humanos.
152 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
1
Nos referimos a la propuesta detallada en Edgardo Lander, La colonialidad del saber.
Eurocentrismo y Ciencias Sociales, Clacso-Unesco, Bs. As. 2002; Walter Mignolo, Capitalismo
y Geopolítica del Conocimiento, Duke Univ. Ed. del Signo, Bs. As., 2002; Pedro Luis Sotolongo
Codina y Carlos Jesús Delgado Díaz, La revolución contemporánea del saber y la complejidad
social. Hacia unas Ciencias Sociales de nuevo tipo, Capítulo V , Ed. Clacso, Buenos Aires, 2006.
2
Ramón Tamanes, La polémica sobre los límites al crecimiento, Ed. Alianza, Madrid, 1974., p. 31.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 153
Desde la cuestión de los “límites del crecimiento”, entre otros muchos, Robert
Heilbroner3 planteaba que la ecuación que vincula cantidad de población, dotación de
recursos naturales y modo de producción vigente tendría resultados inaceptables sobre
el comienzo del tercer milenio a menos que se disminuyera la polarización social. Paul
Ehrlich4 puso particular énfasis en “la necesidad de limitar la población, que es exigible
desde hace ya tiempo en los países menos desarrollados, es asimismo un imperativo en
las naciones industriales y concretamente en los Estados Unidos”5.
Paralelamente, sobre mediados de los años 70, se comienza a desarrollar la parte más
importante del “mainstream” de la Teoría de las Relaciones Internacionales como
disciplina científica. Se concentra en lo estratégico y político ignorando absolutamente
que desde este ámbito pudiera estarse debatiendo algo central para la estructura de
poder del sistema internacional. Respecto a los recursos naturales y al medioambiente
hay solo aportaciones marginales8 ya que es ubicado como variable dependiente de los
problemas del desarrollo económico o la seguridad nacional. Lo más cercano es lo
referido a la “ecopolítica” que plantea la necesidad de regulaciones comunes sobre los
bienes comunes basadas en valores compartidos como el conservacionismo, el control
de la producción y la equidad9.
respuesta positiva” del calor. Este nivel de gravedad le hace ser crítico no solo con el
“laissez faire” ambiental sino también con las políticas que conocemos como de
“desarrollo sostenible”. Esto hará inevitables los desastres territoriales y humanos en
las costas del mundo ya que “un cambio climático irreversible puede estar tan próximo
que no es prudente confiar en que los acuerdos internacionales salven a nuestra
civilización del calentamiento global”. Ve a los actores internacionales relevantes en
cuanto a emisiones (EEUU, China e India) como impedidos de tomar medidas útiles al
punto de que ve al Reino Unido como en 1939, solo frente a Hitler. Así manifiesta que
deben “tomar decisiones basadas en nuestro interés nacional” y propone un dramático
plan para afrontar los desastres e inundaciones que se avecinan11.
Cataclismos en puerta. Guerras en puerta. Pronósticos que van del cambio gradual
a la destrucción masiva. Problemas todos referidos al poder y a la supervivencia en el
ámbito internacional12. ¿Qué perspectiva adoptar? ¿Cómo discernir? Según se ha
desarrollado en trabajos anteriores13, las percepciones forman la parte central de la
ecuación para el cálculo del margen de maniobra en la toma de decisiones
internacionales. Dicho cálculo surge de considerar los datos estructurales, la coyuntura
u oportunidad y las percepciones vigentes en esas circunstancias. Resulta claro que
una percepción equivocada puede hacernos perder la poca oportunidad que tuviéramos
en el tema de que se trate. Por eso la respuesta que nos demos es extremadamente
importante.
Siendo esto así, en primer término debemos vincular tanto la cuestión de la población
como la de la producción y distribución del ingreso con la cuestión ecológica. Nos
ubicamos en una concepción integral de los recursos naturales y del ecosistema. En
segundo término, como conocimiento “situado”, estimamos necesario comprender el
significado, el valor y el sentido de la cuestión ecológica y debemos hacerlo tanto
desde los valores universales cuanto desde la experiencia encarnada en Argentina,
MERCOSUR y América Latina como lugar. Luego debemos de poner todo en perspectiva
temporal, desde la memoria histórica hasta la consideración de las proyecciones futuras.
11
Lovelock, ob. cit., p. 33.
12
Ver editorial diarioClarín, 28-04-07 y el informe del Intergovernmental Panel on Climate
Change, WMO/UNEP.
13
Ana Mirka Seitz, ¿Realismo Penitencial o Margen de Maniobra?, Ed. GEL, Bs. As., 1993.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 155
En medio de ello está el núcleo duro ambiental que, de no ser resuelto adecuadamente
dentro del MERCOSUR, contribuirá a la falta de vigencia de la democracia, total o
parcialmente. Tener democracia formal no equivale a tener construida calidad democrática.
Hace 30 años la puja ambiental entre Brasil y la Argentina contribuyó a destruir el
medioambiente y a instalar golpes de estado e hipótesis de guerra. En el historial
ecológico-político de la región (que aún tiene el tema de la consulta previa en el uso de
los ríos compartidos sin solucionar) tenemos antecedentes variados que van desde la
extraordinaria experiencia cooperativa del Tratado Antártico pasando por la
autodestructiva puja por las represas del Alto Paraná e incluyendo la crisis de fines de
los 80’ en la que desde el sistema internacional hubo presiones para declarar como
“bien común de la humanidad” tanto a la Antártica cuanto a la Amazonia. El proceso
MERCOSUR reencausó y neutralizó toda esta conflictividad sin darle una eficiente
solución definitiva.
El Río Uruguay es un río no apto para las papeleras por su baja capacidad de
depuración de altas magnitudes de contaminación y toda la Cuenca del Plata tiene este
potencial de crisis. La bandera correcta es una bandera ambiental integral dentro de la
cual este sea un caso. Cualquier recurrencia a eufemismos jurídicos, a la indiferencia o
a la violencia seguiría construyendo nuevos capítulos de esta tragedia-error
imperdonable.
Todo esto lo percibimos desde el mundo de nuestros valores y desde los cruces
varios entre nuestros entrenamientos disciplinarios, nuestras opciones políticas y la
red de intereses que se cruzan con todo esto. La calidad de estas percepciones se
vuelve crucial en términos del cálculo del margen de maniobra toda vez que se ha
generado una crisis política, económica y social de gravísimas consecuencias y con un
gran impacto tanto en la idea de ciudadanía cuanto en la idea de integración.
Yendo más allá de estas disciplinas sabemos que, desde los años 60’, hay un reclamo
desde estos criterios que se ha ido globalizando y tiene a la ecología como eje y es un
problema global y regional cruzado con las actividades sociales y económicas.
En este contexto surge la teoría de GAIA19 que, surgida en los 70’, evolucionó hasta
sintetizarse hoy en un diagnóstico que adquiere particular gravedad porque “hoy
sabemos que la tierra, en efecto, se autorregula, pero debido al tiempo que llevó recopilar
los datos necesarios para demostrarlo, hemos descubierto demasiado tarde que esa
regulación está fallando y que el sistema de la tierra avanza rápidamente hacia un
estado crítico que pondrá en peligro la vida que alberga.”20
17
Falk, ob. cit., p. 3.
18
David Held, La Democracia y el orden global, Ed. Paidós, Barcelona, 1997, p. 298.
19
Lovelock, ob. cit.
20
Lovelock, ob. cit., p. 23.
158 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Bibliografía
26
Definida como “aquella en la que las soluciones institucionales (democráticas o autocráticas)
establecidas quedan en estado de insuficiencia respecto de sí mismas y fuerzas (al reclamo por y
a la toma efectiva de) medidas que ponen dicha institucionalidad al límite para satisfacer las
demandas tanto sectoriales como sociales crónicamente insatisfechas”, cf. Seitz, trabajos citados.
160 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
“La única obra y el único acto de la libertad universal es, por tanto, la
muerte, y además una muerte que no tiene ningún ámbito interno ni
cumplimiento, pues lo que se niega es el punto incumplido del sí mismo
absolutamente libre; es, por tanto, la muerte más fría y más insulsa, sin
otra significación que la de cortar una cabeza de col o la de beber un
sorbo de agua” (G. W. F. Hegel Fenomenología del espíritu)
I. Las ideas que expondré no son mías –y, no obstante, no me son ajenas; aun más, en
cierto modo, para nada metafórico, me pertenecen. Supondré que las he leído hace un
tiempo –formuladas, en otro país y en otra lengua, por alguien que ya no habita en el
reino de los vivos. Supondré que esa persona era mi amigo –un amigo entrañable que
me ha encomendado la difícil y a menudo ingrata tarea de representarlo in absentia, de
hacer de su muerte no una instancia de desaparición y olvido sino un pasaje de lo real
a lo simbólico. Él, el pensador del desafío simbólico a la uniformidad imperialista de
Occidente, vuelto ya un símbolo de resistencia, más que como un “filósofo de la vida”
en la vida inclaudicable de su filosofar. Hablo –va a hablar a través de mí, espero- de un
filósofo francés que en gran medida ha sido argentino, que amaba de nuestro país, ante
todo y fundamentalmente, esa Patagonia desafiante que se yergue en las afueras de la
civilización o que constituye su límite mismo. No voy a hablar, entiéndase, de un
“extranjero”, sino de alguien que, Extranjero, habitante del desierto de las apariencias,
nos ayuda a pensar, como tantos Otros, esta actualidad en que lo Mismo y lo Otro –en
términos geopolíticos: lo Nacional y lo Internacional- constituyen acaso la cuestión
filosófica por excelencia. El fenómeno del terrorismo nos abre, de esta manera, una
pequeña puerta a la provocativa trama de su pensamiento. El fantasma de Jean
Baudrillard ha de rondar, unos minutos, entre nosotros…
Hasta el 11 de Septiembre de 2001. Día en que algo ocurrió. Día en que, efectivamente,
se desató –tras esa III Guerra Mundial que fue la Guerra Fría- la IV Guerra Mundial –sólo
que no se trata de esa war on terrorism respecto de la que los mass-media tratan de
concienciarnos y que, por un lado, se inscribe en la burda ideología del enfrentamiento
del Bien contra el Mal, y, por otro, procura llevar el conflicto a la esfera de lo real –es
decir, en términos de una “guerra convencional”. Más bien, la “inmoralidad” del
terrorismo se ha manifestado como respuesta a la “inmoralidad” de un sistema que, más
que haber sido agredido “desde el exterior”, hasta parecería haberse atacado a sí mismo
“desde el interior”, exactamente como si se suicidara. Y la guerra –que nada tiene ver
con esa otra guerra desesperada que tuvo a las “armas ocultas” como excusa- está en
otra parte.
Es una guerra simbólica, una guerra que se libra en el interior de las conciencias.
Y eso es lo que verdaderamente aterra.
Para poder interpretar este evento se requiere, por lo pronto, de paciencia –acaso de
una paciencia muy próxima a aquella que, según Nietzsche, era menester en el ejercicio
de la filología. Y de la adopción de un punto de vista que nos permita “atravesar” la
maleza del discurso moral y las categorías ideológicas occidentales. Lo que no significa,
en modo alguno –por muy obvia que resulte esta aclaración-, pronunciarse “a favor de
la muerte” o “a favor del sufrimiento” y, menos aun, “en contra de la civilización”. Sí tal
vez, en todo caso, que –aunque de un modo muy diferente del que concibiera Marx,
vale decir, un modo no-dialéctico- el desarrollo del sistema capitalista ha sido al mismo
tiempo el desarrollo del germen de su destrucción. Buscar una causa “concreta”, sitiar
al culpable de turno, territorializar el peligro, realizar ejecuciones ejemplares –nada de
eso puede dar resultado.
Lo importante es que esta IV Guerra Mundial que se está librando –la única
propiamente mundial, la única que se lleva a cabo en torno de la mundialización y en la
que, en todos los sentidos posibles, el destino del mundo se encuentra en juego- dista
mucho de reducirse a un choque de “culturas” o de “civilizaciones”. EE. UU. y el Islam
pueden, a lo sumo, ser considerados como los epicentros circunstanciales del conflicto.
Pues lo que, en definitiva, tiene lugar, es un antagonismo fundamental que, irreductible
a toda dialéctica, puede concebirse, desde cierto punto de vista, como una suerte de
suicidio del propio sistema.
Esta consideración va más allá de las miles de víctimas que han perecido o que han
sufrido, de una u otra manera, el atentado del 11/9. No es “esa” muerte la que preocupa
a aquellos que negocian a diario con ella, a aquellos que siempre encuentran el modo de
cuantificarla, de conjurarla mediante un pase abstracto de magia, de espectacularizarla
y reducirla a la lógica aséptica de la diversión hollywoodense. Lo que aterra, lo que hace
a la esencia misma de este terror que se disemina casi subliminalmente hasta alcanzar el
fundamento mismo de la sociedad global en que vivimos, es el carácter netamente
simbólico de esta (voluntad de) muerte que no hay forma de neutralizar ya que escapa
por completo a la lógica sobre la que el sistema ha sido construido.
164 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
¿Qué es, en suma, este “nuevo terrorismo”? Una suerte de retorno de lo reprimido
–el resurgimiento de la muerte, de aquello que, aun saturando los mass-media, trata de
ser una y otra vez “dismulado” por la información y excluido del paraíso de la realidad-
imagen. La muerte irrumpe atravesando las imágenes –o, incluso, reconfiriéndoles su
estatus de imágenes en tanto que tales. Y es por eso que su poder excede en mucho el
de la “muerte real” –siempre susceptible de ser reducida a número o a imagen, siempre
pasible de ser “informada”. La “muerte sacrificial”adquiere una dimensión simbólica
que hace de ella el evento por excelencia. Como si se tratara de un don macabro: los
suicidas (se) dan la muerte.
Y este dar la muerte plantea la lucha a otro nivel –a nivel de un desafío que elude el
enfrentamiento “real” de las fuerzas. La “violencia real” de la potencia hegemónica se
ve doblegada por la “violencia simbólica” de una dación inesperada, que muy
probablemente sea capaz de generar un caos mucho más aterrador que el de la catástrofe
producida “en realidad”. El derrumbe de las Torres Gemelas lo simboliza en la plenitud
de sus alcances. Las cosas han ocurrido como si las mismas se hubiesen desplomado
por sí mismas más que por una articulación real de causas y efectos. Como si no
hubiesen resistido el impacto –a nivel simbólico.
Tal es, en suma, la inspiración secreta del “nuevo terrorismo”: que la ofrenda suicida
desencadene –más allá de la destrucción “real” que genere- el desmoronamiento espiritual
de Occidente y, en última instancia, su auto-supresión. Inspiración que, probablemente,
haya operado “por detrás” de los motivos conscientes de los que la encarnan de una u
otra manera. Inspiración que, en definitiva –y de ahí la posibilidad del surgimiento de
una culpa intolerable que desemboque en el suicidio- se halla más arraigada en la
voluntad expansionista de Occidente que en la pasión fanática de Oriente. Inspiración
166 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
III. Por una cruel paradoja, este “volverse contra sí” de la Modernidad se torna patente
en el hecho de que quienes aspiran a destruirla han asimilado la cultura moderna y se
han tornado indiferenciables de aquellos que la afirman. Los terroristas ya no responden
a ese estándar del enemigo como un otro claramente reconocible como tal –a partir de
ciertos rasgos “reales” inconfundibles- y, consiguientemente, neutralizable. El enemigo
se ha instalado y se ha adaptado de manera tal que dispone de todos aquellos medios
que, se supone, deberían erradicarlo o combatirlo –dispone, en pocas palabras, de los
instrumentos racionales mismos que en principio habrían de dar testimonio del progreso
del Bien y al mismo tiempo potenciarlo. Se ha llegado a un punto en el que el obrar del
Mal, viralmente diseminado, se ha inscripto de manera acaso definitiva en el proceso
mismo de expansión –o globalización- del Bien.
Pero no se trata tan sólo de la utilización de las armas del sistema, así como tampoco
se trata tan sólo del valor simbólico del dar(se) la muerte. Lo que caracteriza al evento
más bien es su singular articulación de la esfera de lo real con la esfera de lo simbólico.
El “hecho” adquiere un aura simbólica y al mismo tiempo el “símbolo”cobra una realidad
inesperada. Aunque siempre, en uno y otro caso, nos encontramos con la muerte. Con
una voluntad de muerte que se manifiesta como la contracara ineliminable de la voluntad
de vida, con un Mal tanto más terrorífico cuanto mas universal es el Bien que aspira a
erradicarlo, con una globalización que redescubre en Tánatos ese principio oscuro que
ninguna “política de las Luces” ha de extirpar jamás sin acabar con el mundo mismo.
Pues la cuestión del terrorismo nos afecta no por la mera circunstancia de que
eventualmente –como ya lo hemos sufrido en carne propia- un atentado X se produjese
en nuestro territorio. “Lo nacional” y “lo internacional” ven en este punto sumamente
desdibujado su límite. Si el terrorismo, hoy, no tiene barreras, si el virus del Terror se ha
expandido vertiginosamente por todas las conciencias, ello constituye el resultado
fatal de una globalización que no ha aparecido de la nada sino que se halla presente
desde el vamos en la naturaleza misma del sistema capitalista. No es a través del
perfeccionamiento de la maquinaria global, del entretejido cada vez más firme y apretado
de una Mismidad agobiante, de la exhibición apabullante de un poder universal, como
hallaremos la respuesta al macabro intríngulis del Terror.
DERECHOS HUMANOS:
DEMOCRACIA Y CONTRADEMOCRACIA
1. Introducción
En uno de los últimos textos Hannah Arendt analiza la premisa individual entre los
derechos privados y los derechos públicos ubicando las obligaciones dentro del derecho
público. A fin de defender su posición la autora retoma su interés entre lo público y lo
privado tal como fuera expresado en The Human Condition (1958) y en Public Right
and Private Interests, publicación póstuma, en donde considera al derecho de
asociación, clave fundamental del ejercicio del derecho público que confiere a todos los
ciudadanos la legítima participación y respeto de la voluntad de la mayoría democrática.
Para Arendt el derecho de asociación ligado con los intereses que tenemos con
todos los conciudadanos -establecido en el artículo 22 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (Naciones Unidas) adoptado en 1966- le permite destacar
la importancia de las asociaciones voluntarias. Privilegia esta situación entre los derechos
humanos de primera generación, entendiéndose por “primera generación” aquellos
derechos que son vistos como inherentes al individuo y considerados como naturales
al preceder todo contrato social1.
Para Arendt el aislamiento que destruye la vida pública y la desolación que impide
la vida privada caracteriza a los movimientos totalitarios como nuevas formas de
gobierno. Aclara que este hecho no debe confundirse con la soledad que genera la vida
contemplativa acorde con la expresión socrática ‘el diálogo silencioso consigo mismo’,
frase que trata en su libro The Life of the Mind como presupuesto para el desarrollo de
1
Celso Lafer, La reconstrucción de los derechos humanos. Un diálogo con el pensamiento de
Hannah Arendt, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1994, pp. 144-147.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 169
una verdadera vita activa. Recuerda que la pluralidad y la diversidad es la peculiaridad
por excelencia del derecho público que se plantea igualmente en la perspectiva ex parte
populi2 del derecho a la intimidad.
2. 1. Lo público y lo privado
Lo público y lo privado constituye una de las grandes dicotomías del Derecho8. Los
conceptos de derecho público y derecho privado son categorías a priori del pensamiento
jurídico ya que siempre cabe indagar, respecto a cualquier precepto jurídico, a qué
dominio pertenece.
2. 2. La concepción de lo público
8
Cf. C. Lafer, op. cit., p. 273.
9
Norberto Bobbio, Estado, governo, sociedade: para una teoría geral da política, trad. De
Marco Aurelio Nogueira, Río de Janeiro, Paz e Terra, 1987, pp.13-15, 27-31
10
Al respecto, véase especialmente en “La Ruptura: ocaso y reconstrucción”, C. Lafer, op. cit.
pp. 144 a 146, en donde especifica la distinción entre ex parte populi: la de los que están
sometidos al poder, se preocupan de las libertades y de los derechos naturales- y ex parte
principis: la de los que tienen el poder y buscan conservarlo. Se orienta por la gobernabilidad de
un conjunto de hombres y cosas en un territorio determinado.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 171
durabilidad a fin de trascender la consiguiente existencia individual de los hombres. Ese
algo inmortal del mundo humano, que nada tiene que ver con la eternidad, significa la
posibilidad de duración en el tiempo de trabajos hechos y palabras que resultan de la
vita activa. Bajo esta concepción, el hábitat humano en el que entramos cuando nacemos
y que dejamos al morir, estaría formado por objetos que son colectivos y por lo tanto
públicos. Así pues, un mundo común sólo puede sobrevivir al fluir del ir y venir de las
generaciones en la medida en que aparezca en público. Sólo a través de la publicidad de
la esfera pública, la política puede tener continuidad en el tiempo.
Para esta realización Arendt procura establecer las razones ontológicas que llevan
a una identificación entre lo público como lo común y lo público como lo visible en el
ámbito de la vida activa. Ese esfuerzo de identificación tiene sus raíces hermenéuticas
en el análisis de la dominación totalitaria. En un Estado totalitario el verdadero poder
comienza con la ocultación y el secreto. Desde el punto de vista de la aceptación de lo
público en su dimensión de visibilidad o invisibilidad, la gestión totalitaria lleva a sus
últimas consecuencias el Panópticon de Bentham, tal como lo analiza Foucault. Se
trata de una inmensa máquina de dominación que es tanto más capaz de mandar cuanto
más escondido esté. De ahí la desolación alienante del totalitarismo11.
3. Democracia – contrademocracia12
11
Cf. C. Lafer, op. cit., p. 276.
12
Pierre Roanvallon nació en 1949. Es catedrático de Historia Moderna y Contemporánea en el
College de France desde 2001 y Director de estudios en la École de Hautes Études en Sciences
Sociales de Paris desde 1988. El profesor Rosanvallon en el CEPC el 28 de septiembre de 2006,
recoge en lo esencial las líneas generales de su último libro recientemente aparecido en Francia: La
contre-démocratie. Le politiquer à l´age de la défiance, Seul, Paris, 2006. Al respecto puede
verse el artículo publicado por este autor titulado “Democracia y Desconfianza”, en Revista de
Estudios Políticos, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 2006, N. 134, pp. 219-237.
172 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Ahora bien, en las últimas décadas, para entender al ciudadano contemporáneo que
parece tener en democracia la doble cara de Jano de la mitología griega, se debe considerar
el fenómeno de la desconfianza como dos esferas diferentes en la historia de las
instituciones políticas13. La cuestión estructural que presenta la desconfianza en la
democracia ofrece una introducción al mundo de las contrademocracias.
Este quiebre permite vislumbrar el advenimiento de una nueva elite cada vez más
distante y disociada de la ciudadanía, que da lugar a un fenómeno que podemos
caracterizar como el “declive de lo político”15, producto del espíritu de relajamiento y de
apatía por parte de los gobernados y espíritu de renuncia por parte de los gobernantes.
El distanciamiento a un modelo original –democrático- de igualdad y autonomía, acentúa
una ideología que en nuestros días, guarda similitud con el pronóstico que Hannah
Arendt venía planteando en los años sesenta y que se dio en llamarse la “decadencia
de lo político”.
Conclusión
Si bien uno de los puntos significativos del pensamiento arendtiano reside en que
lo público y lo privado es el espacio común a través del cual el individuo expresa su
decisión libre y comunicativa, el espacio público sigue siendo el lugar por excelencia de
la visibilidad y de la legitimidad de las acciones humanas. Arendt destaca el derecho de
asociación como medio de resistencia a la opresión y le otorga al derecho de intimidad
la importancia de la conciencia de lo público como lo común y visible, a fin de limitar el
efecto deletéreo de la mentira a través de la tutela del derecho de información20.
20
Cf. C. Lafer, op. cit, pp. 345-346.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 175
Desde una perspectiva más contemporánea observamos que entre Hannah Arendt
y Pierre Rosanvallon se dan puntos de contacto, si bien no de continuidad aparente. Al
abordar el tema de las democracias, los poderes indirectos que deslegitiman el ejercicio
de la esfera política, el proceso de despolitización acarrea el riesgo de la reaparición de
formas autoritarias. De ser así, pondríamos en riesgo la estabilidad y continuidad de los
Derechos Fundamentales que como autoridad legítimamente constituida vuelve a estar
en tela de juicio. La erosión proveniente de la desconfianza, el aumento de manifestaciones
públicas y el incremento de movilizaciones cada vez más activas destaca la visibilidad
de un “pueblo centinela” que podría acabar desestabilizando y enmascarando una
democracia civil fragmentada.
Bibliografía
- Arendt, Hanna, Entre el pasado y el futuro. Ocho lecciones sobre la reflexión política
(Between Past and Future, 1954), trad. Ana Poljak, Barcelona, Península, 1996.
- Arandt, Hannah, La Condición Humana, (The Human Condition, 1958), trad. Ramón
Gil Novales, Barcelona, Paidós,1993.
- Arendt, Hannah, La vida del espíritu, (The Life of the Mind, 1971), trad. De Carmen
Corral y Fina Birulés, Bs. As., Paidós, 2002.
- Bobbio, Norberto, Estado, governo, sociedade: para uma teoria peral da politica,
trad. De Marco Aurelio Nogueira, Río de Janeiro, Paz e Terra, 1987.
- Callon, Michael, Pierre Lascoumes, Yannick Barthe, Agir dans un monde incertain
Essai sur la democratie technique, Paris, Le Senil, 2001.
- Lafer, Celso, La reconstrucción de los derechos humanos. Un diálogo con el
pensamiento de Hannah Arendt, (A reconstrução dos directos humanos. Um diálogo
com o pensamento de Hannah Arendt, 1991) México, F.C.E., 1994.
- Renotti Carbonell, La Corte Interamericana de Derechos Humanos –estructura,
financiamiento y jurisprudencia-. Perú, Ed. IDEOSA, 2004.
- Roanvallon, Pierre, Democracia y Desconfianza, en Revista de Estudios Políticos,
Centro de Estudios constitucionales, Madrid, 2006, N. 134.
176 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 177
Filosofía y Migraciones
Coordinadora
Alcira Bonilla
178 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 179
CIUDADANÍA, RAZA Y RELIGIÓN.
CATEGORÍAS QUE INFLUENCIARON LAPOLÍTICAMIGRATORIA
HACIA LOS MIGRANTES PROVOCADOS
POR LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
4
AMREC, DP, Alemania, Exp. 19, 1941.
5
Catedrática de antropología social en la Universidad Autónoma de Barcelona. Doctora por la
Universidad de Oxford. AIBR, Revista de Antropología Iberoamericana, Nª 35, Mayo-Junio 2004.
6
Ley de Ciudadanía del Reich y Ley para la Defensa de la Sangre y el Honor Alemanes.
7
Plan de exterminio que incluía ejecuciones masivas y en serie de todos los judíos prisioneros en
los Campos de Concentración. Se basó en el gaseado de grupos con un gas letal, Ziklon B, en
cámaras diseñadas al efecto. Luego de rescatar el material utilizable (dientes de oro, grasa, piel) los
restos de cadáveres eran incinerados. Cuando no tenían gas procedían a arrojar vivos los prisioneros
a las llamas. Relato de F. Müller, en Trois ans dans une chambre à gaz d’Auschwitz (Pygmalion/
Gérard Watelet, 1980). Filip Müller fue un caso muy raro de supervivencia de un miembro del
Sonderkommando (prisioneros que se encargaban de las ejecuciones y que luego de un tiempo
eran gaseados, a modo de ‘debut’ en su trabajo, por el grupo que debía reemplazarlo).
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 181
Frente al conflicto europeo, Argentina se pronunció neutral y buscó mantener
buenas relaciones diplomáticas con las partes involucradas. El 26 de enero de 1944 la
Argentina rompió con el Eje. Entre febrero y marzo de 1945 Argentina suscribió el Acta
de Chapultepec, Esto implicaba declarar la guerra a Alemania y Japón. A los pocos
meses finalizó la Segunda Guerra Mundial con la victoria aliada y la derrota del Eje.
Al finalizar el conflicto bélico, hubo diferentes grupos de migrantes entre los que
podemos establecer el de sobrevivientes de las prácticas genocidas, el de personas
vinculadas políticamente al Eje y otros grupos que deseaban migrar a causa del hambre,
la desocupación, la división del área de influencia entre los países aliados que se
produjo en la Europa de posguerra, entre otras razones. Argentina fue uno de los países
elegidos por los migrantes, pero la respuesta dada por el Estado argentino no fue la
misma para los diferentes grupos de personas y es posible establecer criterios étnicos,
políticos, discriminatorios y limitantes entrecruzados y superpuestos en los distintos
dictámenes8.
Argumentos
8
Galante, Jmelnizky, “Selección de documentos sobre las respuestas del Estado Argentino ante
las solicitudes de ingreso al país durante la segunda posguerra”, Indice 20, Revista de Ciencias
Sociales, Discriminación. En torno de los unos y los otros. Buenos Aires, DAIA, CES, Año 34,
N. 20, 2000. Los autores documentan este hecho en el artículo citado.
9
AMREC, D.P. Varios, 1943, Exp. 7.
10
Ibid 9.
11
Ibid 9.
182 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Cabe traer en este punto la noción de “estereotipo” o forma de clasificar las personas,
de agruparlas, de encasillarlas que invierte causa y efecto. Esta inversión cambia la
responsabilidad y encuentra un chivo expiatorio que carga con la culpa de los otros.
Esto podemos encontrarlo fácilmente en el informe citado de Brebbia.
12
Avni Haim (1983) op. cit., pg. 305.
13
Hijo de José y hermano de Manasés. Con sus nombres se bendice a los hijos varones.
14
Presencia en una raza de un carácter o función.
15
Senkman, Argentina, la Segunda Guerra Mundial y los refugiados indeseables, Bs. As.,
Grupo Editor Latinoamericano, 1991.
16
Ibid. 9.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 183
nuestras playas.”17 Sus afirmaciones muestran que compartía algunos de los argumentos
de los que el nazismo se sirvió para justificar la discriminación hacia los judíos. Podemos
establecer que Brebbia utilizó criterios raciales, étnico-culturales y estereotipos, todos
ellos de uso común en el discurso nazi.
Dentro del grupo de funcionarios que compartían los argumentos nazis18 podemos
incluir al Cónsul en Munich, Ernesto Sarmiento, quien realizó una justificación explícita
de prácticas propuestas por el nazismo para solucionar dos temas conexos: la “cuestión
judía” y la “pureza racial”. Sarmiento envió19 un trabajo de Gerhard Wagner, teórico del
nazismo y utilizando argumentos discriminatorios que hacen pie en un racismo biológico
sugirió “un estudio futuro de Ley de Inmigración, en la que se contemplarían las nuevas
situaciones derivadas de problemas nuevos y en la que el cuerpo médico argentino
pudiera (y ¿por qué no?) estudiar (¿quién sabe?) el tipo de raza más interesante y que
más necesite la humanidad futura”20. La recomendación de Sarmiento adscribe en forma
clara y explícita a estas ideas y del tono de su informe se desprende que comparte los
argumentos nazis.
diplomático a un empleado del consulado, alguien con el que trabajó durante años, a
quien conocía personalmente. La razón que invocó fue que el ingeniero Simón Margel,
el empleado en cuestión era “polaco de raza semita”. Cullen, por los informes que
recibió de sus colegas, no ignoraba que la deportación terminaba en los campos de
exterminio y es claro de su parte, en sus prácticas concretas (secuestro de documentación
y denegación de protección), la condena a tal suerte para la población judía afectada
por la persecución.
Otro argumento de fuerte tinte ideológico, utilizado para negar el amparo diplomático
era la identificación entre judío y comunista. La idea de que todo judío era portador
natural del “germen” comunista ya fue planteada en 1910 y en la encuesta que el Museo
Social Argentino realizó en 1918 los judíos y los rusos figuraban entre los
revolucionarios. El Cónsul en Berlín, en 1933, Jorge Amuchástegui sostuvo que las
instituciones israelitas en Alemania realizaban actividades comunistas.
Para Luis Luti, Encargado de Negocios a cargo de la Legación en Berlín entre 1942
y 1944 los judíos eran “una minoría desarmada e indefensa que ya ha sido totalmente
eliminada del territorio del Reich mediante métodos que nada tienen que envidiar a los
empleados por los enemigos del Este”22.
22
AMREC, GE, Exp. Nª 161, 1942/1943, tomo IX.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 185
contra todos los hebreos”23. En ese dictamen las banderas y las fronteras desaparecen.
Caballero insiste en la necesidad de otorgar protección diplomática a ciudadanos ar-
gentinos de religión judía residentes en Bulgaria”24.
Conclusión
En el caso que consideramos, lo denegado fue algo más que refugio o amparo, se
negó no sólo un derecho adquirido por la pertenencia nacional, sino también un dere-
cho público de la humanidad.
25
En la mayoría de los dictámenes se los menciona así.
26
Diccionario de Ética y Filosofía moral, Canto-Sperber.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 187
Referencias Bibliográficas
Webgrafía
- http://www.argentina-rree.com/portal/ archivos/racismo/informes03.htm
- http://www.argentina-rree.com/portal/archivos/racismo/informes04.htm
- http://www.argentina-rree.com/portal/archivos/racismo/informes11.htm
- http://www.argentina-rree.com/portal/archivos/racismo/informes08.htm
- http://www.argentina-rree.com/portal/archivos/racismo/informes07.htm
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 189
ESBOZOS PARA UN CAMPO INTERDISCIPLINARIO:
FILOSOFÍA INTERCULTURALY ESTUDIOS MIGRATORIOS
Alcira B. Bonilla
UBA- Conicet
alcirabeatriz.bonilla@gmail.com
1
G. Marcel, Homo viator, Paris, 1944.
190 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
En segundo lugar hay que tomar en cuenta el impacto que sobre la teoría, las
políticas y las legislaciones migratorias ha tenido el ataque a las Torres Gemelas del 11
de septiembre de 2001, aún en aquellas sociedades que no se vieron afectadas de modo
inmediato por esto. A partir de ese acontecimiento, como constata, entre otros
investigadores, la canadiense Yazmeen Abou-Laban7 las y los migrantes que difieren
en fenotipo, lengua, religión y cultura del tipo humano normal estandartizado de las
sociedades de acogida son vistos como un peligro potencial, un factor disgregante,
para estas sociedades. En un trabajo que está en prensa, analizo como ejemplo
paradigmático de lo afirmado la Immigration and Refugee Protection Act (IRPA) (2002),
3
Ibid. p. 245.
4
Ibid. p. 249.
5
É. Balibar, Violencias, identidades y civilidad. Para una cultura política global, Barcelona,
Gedisa, 2005.
6
A. Bonilla, “Discusión de algunas categorías filosóficas para el enfoque intercultural de las
cuestiones migratorias en América Latina”, en C. Lértora Mendoza (Ed.), Las ideas del Siglo XXI
– XII Jornadas de Pensamiento Filosófico (Actas), FEPAI, Buenos Aires, 2006, pp. 225-237.
7
J. Abou-Laban - Yasmenn Abu-Laban, “Liberalism, Multiculturalism and the Problem of
Essentialism”, Citizenship Studies, Vol 6, Nº 4, 2002: pp. 459-452.
192 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Antes de continuar quiero ponerme al resguardo de una crítica que formuló Stephen
Castles8 en contra algunos investigadores que, formados en disciplinas que jamás se
habían ocupado del fenómeno migratorio, comenzaban a tratarlo como terra nullius sin
8
S. Castles, Ethnicity and Globalization. From Migrant Worker to Transnacional Citizen, London/
Thousand Oaks/New Delhi, SAGE, 2001.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 193
tener en cuenta los extensos y ricos cuerpos de conocimiento preexistentes. Entre
estos autores cita algunos filósofos como los canadienses que a comienzos de los ’90
se ocuparon del multiculturalismo, Charles Taylor y Will Kymlicka, en primer término, y
a los teóricos de los estudios culturales que impusieron las modas del “nomadismo”, la
“diáspora” y la “hibridez” como categorías explicativas de los fenómenos migratorios,
entre ellos nuestro Néstor García Canclini9.
En suma, se trata de construir una nueva síntesis que acabe con los compartimentos
metodológicos, regionales e ideológicos, pero una síntesis no forzosamente ecléctica y,
por esto, no meramente pluridisciplinaria. Un ejemplo para analizar es la propuesta
análoga de la teoría sistémica de la migración (migration systems theory) de M.M. Kritz,
L.L. Lin y H. Zlotnik11 o el análisis conjunto de estudios migratorios con los vinculados
a la ciudadanía en sociedades multiculturales12. Efectivamente, habrá que tender a la
difícil elaboración de discursos interdisciplinarios complejos, que evalúen las formas
de colaboración entre diversas líneas disciplinarias y en los que la filosofía puede tener
un papel relevante.
11
M. M. Kritz- L. L. Lin- H. Zlotnik (eds.) International Migration Systems: a Global Approach,
Oxford, Clarendon Press, 1992.
12
S. Castles - A. Davidson, Citizenship and Migration: Globalisation and the Politics of Belonging,
London, Macmillan, 2000.
13
E. Said, Orientalismo, Barcelona, Debolsillo, 2004.
14
P. Ricoeur, Le Juste 2, Paris, Esprit, 2001.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 195
Respecto del valor de los discursos y de la agencia de los migrantes, resulta sugerente
un párrafo del “Postcript” del libro de Castles citado:
Los aportes que la filosofía y algunas de sus denominadas disciplinas han realizado
y pueden hacer en la construcción de un programa interdisciplinario de investigaciones
sobre las migraciones o como contribuciones a diversos proyectos no es desdeñable.
Ante todo, por su formación lógica y epistemológica los filósofos están en posesión de
herramientas de diseño y control de las investigaciones, imprescindibles en las instancias
de formulación, seguimiento y evaluación de proyectos de índole interdisciplinaria. Por
otra parte, los estudios sobre la historia de la filosofía proporcionan instancias de
consulta para indagar nuevos abordajes para temas permanentes tales como la cuestión
del otro, el reconocimiento, la identidad cultural, la ciudadanía.
Es sobre todo desde la filosofía, aunque sin desdeñar los aportes de otras ciencias,
desde donde puede emprenderse de modo eficaz el discurso crítico que cuestione los
mitos que perturban el acceso al otro, tales como el de la homogeneidad cultural nacional
o de la multiculturalidad entendida como “mosaico”, en ambos casos subyacente una
idea de las culturas como entidades esenciales y ahistóricas. La investigación de las
identidades culturales desde concepciones dinámicas e históricas, que den cabida a la
multiplicidad de procesos de entrecruzamiento, fragmentación, negación, ocultamiento,
solapamiento y cambio que se han dado y constantemente se producen, se torna un
imperativo de los estudios migratorios. Este esclarecimiento resulta también indispensable
para poder discernir conflictos, actitudes y políticas frente a los grupos de migrantes
que provienen de pueblos originarios y que reivindican por igual derechos de minorías
correspondientes a su condición migratoria así como reivindicaciones por su condición
15
S. Castles, ob. cit. p. 207.
196 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Castles señala que la pregunta más importante que debemos hacernos los que
estamos vinculados a los estudios migratorios es si podremos construir marcos
democráticos para la negociación pacífica de los intereses económicos, la diferencia
social y la identidad cultural o si, por el contrario, tales procesos tomarán formas que
produzcan división o, incluso, violencia. Tal vez los filósofos tengamos mucho para
reflexionar, argumentar y decir, si optamos por la primera alternativa.
Referencias bibliográficas
1
Este trabajo fue realizado dentro del marco del Proyecto UBACYT S 121 “¿Retorna la sociedad
civil o declina la ciudadanía? El debate sobre capital social en la Argentina”, Directora: Dr. María
Cristina Reigadas, Instituto de Investigaciones “Gino Germani”, Facultad de Ciencias Sociales,
UBA.
2
Stephen Castles, “La política internacional de la migración forzada” en Migración y Desarrollo,
Nº 1, octubre 2003, p. 89.
200 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Joaquín Arango, sociólogo y politólogo, observa que en nuestra época los factores
políticos pesan más que los económicos en materia migratoria y reclama entonces un
enfoque que atienda seriamente a la dimensión política de la cuestión3. Si tradicionalmente
se indagó acerca de las causas de la movilidad forzada sobre el patrón atraer-expulsar,
él propone investigar sobre el patrón retener-rechazar que explique también la inmovilidad
forzada de las poblaciones: costes de adaptación cultural, papel de los Estados, políticas
de admisión, títulos jurídicamente habilitantes (entitlements) para el ingreso. Es decir,
las barreras que dificultan, estratifican o impiden la movilidad económica o de cualquier
otro tipo.
El modo más claro de comprender la esencia de la lógica democrática, tal como la han
entendido las sociedades modernas y secularizadas, es deconstruirla como lucha contra
su pasado inmediato: la jerarquía estamental feudal. Frente al oprobio de la jerarquía, se
afirma la igualdad natural entre los hombres. Frente a la tiranía del estamento, se exalta
3
Joaquín Arango, “La explicación teórica de las migraciones: luz y sombra” en Migración y
Desarrollo, Nº 1, octubre 2003, pp. 4-22.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 201
la libertad y la autonomía individuales. Frente al vasallaje feudal, se proclama la soberanía
de la unidad ciudadana. Esta difícil relación entre universalidad y singularidad, clausura
y apertura, voluntad y razón, hacen de la democracia sea un complejo mandato moral y
no sólo un sistema pragmático de gestión de conflictos. Esto también explica su dinámica
autocrítica y su necesidad de perfeccionamiento histórico. Siempre por delante de sí
misma, se sostiene en la desconfianza de sí misma. El ethos democrático es un continuo
alerta contra los resabios feudales que amenazan la dinámica estabilizadora del sistema.
Una de sus tareas más difíciles es construir la compatibilidad entre el derecho universal
de la autonomía individual y la construcción empírica de soberanía nacional. En la
medida en que un hombre sufre en su vida cotidiana el efecto de las decisiones políticas
de una sociedad soberana, el principio de autonomía y autodeterminación que sustenta
el criterio moderno de soberanía fuerza a reconocer el derecho de participación en las
decisiones a todos los afectados. La moderna soberanía popular, a la luz de sus mandatos
morales, debió ampliar progresivamente el círculo de la membresía política de los
afectados: ni religión, ni clase, ni género fueron ya justificativo aceptable para excluir a
nadie del ejercicio de la autonomía como soberanía política. Tampoco puede serlo hoy
la etnia o el origen cultural. Esta convicción puso en entredicho el cuasi feudal criterio
del jus sanguinis en favor del jus soli para fundamentar la relación Democracia-
Ciudadanía. Pero en épocas de interdependencia global, el círculo de afectados por una
decisión autónoma de la comunidad política se amplía y rebasa las fronteras físicas de
su Estado. Los movimientos migratorios actuales son el síntoma de esta situación. Y
este es un claro desafío para el ethos democrático en estado de alerta. Las políticas
migratorias limitativas son el nuevo resabio feudal de las democracias occidentales.
Las fronteras nacionales aparecen hoy como un límite artificioso y arbitrario. Por
esto, la autodeterminación de los afectados debiera extenderse al derecho de movilidad,
básicamente contrario al “derecho de admisión” por parte de aquellos Estados que
suelen ser, en general, la fuente de las decisiones globales más trascendentes para la
ciudadanía del mundo. Reforzar las fronteras implica entonces la creación de un nuevo
apartheid de dimensión planetaria que discrimina entre hombres con autonomía y
hombres con nautonomía4. Joseph Carens ha denunciado los “resabios feudales” que
hoy en día subsisten dentro de las democracias en estas políticas del control de fronteras
y en el nuevo estatus de “no-ciudadano permanente” al que son condenados los pocos
4
David Held, en La democracia y el orden global, Barcelona, Paidós, 1997, define este término
como “la producción y distribución asimétricas de perspectivas de vida, que limitan y erosionan
las posibilidades de participación política” (p. 208).
202 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
admitidos5. Esto lo lleva a postular que la justificación del reclamo de ciudadanía de los
migrantes se basa en la noción misma de sistema democrático y desarrolla, a partir de
esto, una teoría de la membresía política que podríamos considerar fundada en el jus
domicilii como nuevo modo de legitimación. El ciudadano (político) es el que cursa su
vida en una comunidad política. Por lo tanto, la ciudadanía política se arraiga en la
membresía efectiva, dada por el tiempo de vida física, real, en una sociedad civil
determinada6. Resultan entonces injustificables las limitaciones de derechos políticos a
los inmigrantes, cuyo único requisito debiera ser el límite lábil y transitorio de un
determinado tiempo de residencia. La residencia implica el “derecho a tener derechos”,
y éste se funda legítimamente en la socialización, en el tiempo real vivido en una
determinada sociedad civil. Se afianza así la exigencia de una ciudadanía de los residentes,
es decir, de los admitidos.
5
Joseph H. Carens, “Migration and Morality: A Liberal Egalitarian Perspective” in B. Barry and
R. Goodin (eds.), Free Movement: Ethical Issues in Transnational Migration of People and
Money, Pennsylvania: Pennsylvania State University Press, 1992, pp. 25-47.
6
Joseph H. Carens, “Immigration, Democracy, and Citizenship” (2005), texto inédito disponible
en http://ptw.uchicago.edu/carens01.pdf
7
Ricard Zapata-Barrero, “Fundamentalismo estatal de la UE en torno a la inmigración”, en
Revista CIDOB d´Afers Internacionals, Barcelona, Nº 53, mayo-junio 2001, pp. 149-176.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 203
simple empadronamiento de residentes antes que en el status de ciudadano nativo o
naturalizado de los Estados miembros. En términos normativos, esta estrategia implicaría
fundar las instituciones según el principio de la justicia antes que en principio utilitario
de la estabilidad y del fundamentalismo estatal a nivel de la Comunidad Europea. El
núcleo argumentativo del trabajo recurre a conceptos sumamente ricos y de gran potencial
crítico respecto del perfil conservador que asume la ortodoxia estatal europea:
Si bien este enfoque logra en muchos puntos superar la miopía paranoica del
fundamentalismo estatal frente al fenómeno migratorio, sus limitaciones teóricas impiden
204 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
un ejercicio crítico realmente profundo. Marcaré sólo uno: la restricción del principio de
Justicia a favor de un “equilibrio reflexivo”.
Hemos visto que el síntoma migratorio como proceso permanente sólo puede ser
controlado con medidas contrarias a la democracia y culmina en medidas policiales y
restrictivas que atentan contra los derechos humanos. No se puede hacer efectivo el
derecho de salida sin considerar obligatorio el derecho de entrada o de admisión. Ésta
es la verdadera hipocresía que convierte al Primer Mundo en “un club excluyente”8.
Cuando el sueño de la razón produce monstruos, desaparece el ethos democrático.
Habermas denuncia al “chauvinismo de la sociedad europea del bienestar” armado
contra los pobres del Sur y el Oriente, y acusa al Primer Mundo de olvidar sus
“obligaciones especiales” frente a esa pobreza. Falta en Europa este sentido moral de
obligación que permitiría una solución política no defensiva9. Como en un Mundo del
Revés, resurge la pertenencia y la identidad como garantía previa de lealtad cívica,
xenotemor y xenofobia son justificados ante la radicalidad de las diferencias y el principio
de la tolerancia es invocado en función de los límites que impone. Ejemplo de este viraje
insólito, Giovanni Sartori previene que hay extraños por religión y etnia que son
8
Ibid. p.16.
9
Jürgen Habermas, “Luchas por el reconocimiento en el Estado Democrático de Derecho”,
Revista del IRIPAZ, Año 5, Nº 9, Guatemala, enero-junio de 1994, p. 22.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 205
inintegrables y producen desintegración. Su visión apocalíptica es la de una “Europa
asediada” que ya no sabe cómo frenar a los inmigrantes. En su análisis, las causas del
asedio remiten a falencias propias del Tercer Mundo: los nacidos en exceso, los
campesinos urbanizados que se mueren de hambre en las ciudades, catástrofes exóticas
que no tienen remedio con la inmigración, sino que reproducen inmigrantes al infinito.
Estas causas que parecen extrañas a Europa no exigen de ella ninguna “obligación
especial”. Esta tendencia le hace prever que, una vez alcanzada su masa crítica, estas
redes tercermundistas reivindicará su propia identidad y pasarán “al asalto de sus
presuntos opresores (los nativos)”10.
10
Giovanni Sartori, La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros, Madrid,
Taurus, 2001, p. 117.
11
Sandro Mezzadra, Derecho de fuga. Migraciones, ciudadanía y globalización, Madrid, Tinta
Limón, 2005.
206 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Bibliografía
- Arango, Joaquín, “La explicación teórica de las migraciones: luz y sombra”, Migración
y Desarrollo, Nº 1, octubre 2003: 4-22.
- Bauman, Zygmunt, La globalización. Consecuencias Humanas, Buenos Aires, FCE.
1999.
- Benhabib, Seyla, Los derechos de los otros. Extranjeros, residentes y ciudadanos,
Barcelona, Gedisa, 2005.
- Carens, Joseph H., “Immigration, Democracy, and Citizenship”, 2005, texto inédito
disponible en http://ptw.uchicago.edu/carens01.pdf
- Carens, Joseph H., “Migration and Morality: A Liberal Egalitarian Perspective” in B.
Barry and R. Goodin (eds.), Free Movement: Ethical Issues in Transnational Migration
of People and Money, Pennsylvania: Pennsylvania State University Press, 1992, pp. 25-
47.
- Castles, Stephen, “La era inmigratoria”, Leviatán Revista de Hechos e Ideas, Nº 53/54,
Época II, otoño-invierno 1993: 113-124.
- Castles, Stephen, “La política internacional de la migración forzada”, Migración y
Desarrollo, Nº 1, octubre 2003: 74-90.
12
Seyla Benhabib, Los derechos de los otros. Extranjeros, residentes y ciudadanos, Barcelona,
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 207
Gedisa, 2005.
- Habermas, Jürgen, “Luchas por el reconocimiento en el Estado Democrático de
Derecho”, Revista del IRIPAZ, Año 5, Nº 9, Guatemala, enero-junio de 1994: 5-25.
- Held, David, La democracia y el orden global, Barcelona, Paidós, 1997.
- Mezzadra, Sandro, Derecho de fuga. Migraciones, ciudadanía y globalización,
Madrid, Tinta Limón, 2005.
- Sartori, Giovanni, “Los fundamentos del pluralismo”, Leviatán Revista de Hechos e
Ideas, Nº 61, Época II, otoño 1995: 111-125.
- Sartori, Giovanni, La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y
extranjeros, Madrid, Taurus, 2001.
- Zapata-Barrero, Ricard, “Fundamentalismo estatal de la UE en torno a la inmigración”,
Revista CIDOB d´Afers Internacionals, Barcelona, Nº 53, mayo-junio de 2001: 149-176.
208 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
I. A modo de introducción
“En el camino encontramos ropa y zapatos. Al principio creíamos que era basura,
pero no, son fragmentos de historias de hombres y mujeres que perecen en el desierto”1.
[...] “los narcos, la migra y el border patrol, te agarran, y luego te dan su “bendición’”2.
1
Víctor Ballinas, “Activistas de EU narran los ultrajes de la migra”, publicado el día 10 de
Octubre de 2006, en el periódico La Jornada (México DF), sección migración (puede consultarse
la versión digital en www.jornada.unam.mx).
2
Canción de Lila Downs, “Sale Sobrando”, en La Línea (Border), 2001.
3
Benedict Anderson, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo, FCE, México DF, 2006.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 209
nación no sólo es imaginada en la conciencia popular de quien la habita, sino que, a su
vez, es un proyecto creado desde las esferas de poder que forjaron determinada forma
de concebir al territorio nacional. Los ejemplos son variables y atraviesan todo el globo
y todas las épocas4. En los estados modernos surgidos a finales del siglo XVIII y
principios del XIX en América, el proyecto de nación fue configurado con mucha más
fuerza que en las grandes potencias europeas, debido a que en estas últimas, aún las
fuerzas dinásticas no habían sido neutralizadas. En este sentido, los países
independientes de América forjaron una idea nacional con pretensiones de igualdad y
democracia, que difería claramente de los todavía estados reales europeos, e imaginaron
con ello un proyecto particular de ciudadano.
4
Aunque la idea de estado-nación sea necesariamente moderna, Anderson nos muestra la genealogía
del concepto de comunidad imaginada, y se centra, principalmente, en el papel del lenguaje en
las comunidades sagradas antiguas y medievales.
5
Homi Bhabha, “Diseminación”, en El lugar de la cultura, Bs. As. Manantial, 2002. p. 199.
210 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
A fines del siglo XX, principios del XXI, las poblaciones devastadas por el
neoliberalismo hallaron como decisión más promisoria la emigración de sus países
natales. La característica de este nuevo tipo de migración es que no sólo abarcó a los
estratos más pobres de la sociedad, sino también a los sectores profesionales. Esto fue
funcionalizado por los Estados Unidos, permitiendo y fomentando el ingreso de
inmigrantes altamente calificados, y controlando –como con un cuentagotas- la migración
de mano de obra no profesionalizada. En esta diferenciación entre diversos tipos de
migraciones el factor lingüístico se torna decisivo en la inserción -o no- del migrante.
¿Qué sucede, en este contexto, con el inmigrante latino? Su lengua lo delata como
diferente. Sin ella se llega al estereotipo, se desvela la alteridad. Para controlar la diferencia
surgen, así, diversas estrategias, como por ejemplo el censo.
Son los censos una de las instancias de control y contabilidad más eficaces de los
estados-nación. El censo es la maniobra que permite visualizar la alteridad para generar
políticas de normalización. Pero a su vez, es también un momento de desvelamiento de
las identidades comprendidas por la “comunidad imaginada”. En los países con fuertes
aluviones inmigratorios, como lo es Estados Unidos, los censos también se encargan
de contabilizar las diferentes culturas que conviven dentro de su territorio. De esta
manera, al momento de censar se le pregunta al encuestado por su “raza”7 y su “etnia”.
“En los censos federales, los latinos [...] tienen la opción de identificarse como blanco,
6
Benedict Anderson, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo, FCE, México DF, 2006, p. 115.
7
Concepto anacrónico si los hay...
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 211
negro, asiático, indígena, multirracial —una nueva categoría— u “otro”. Según algunos
estudios acerca de quienes se identificaron, en términos étnicos, como latinos en el
censo de 2000, la mitad rechazó este menú de opciones y se identificó en términos
raciales como ‘otro’, lo cual convierte, de facto, al ‘otro’ en una categoría latina”8. El
latino asume que es depositario de alteridad, que no está contemplado en su diversidad
en la narrativa hegemónica.
“Yo quería cruzar la línea de la Unión Americana, yo quería ganar dinero porque esa
era mi pirada. Como no traía dinero, mucho menos pasaporte, me aventé cruzando
cerros yo solito y sin coyote”9.
A partir de fines de los años ´80 y durante toda la década del ´9010, América Latina
atravesó un proceso de fuerte adherencia al postulado político-económico del
Neoliberalismo 11. Esto se vio fuertemente reflejado en las políticas de estado
privatizadoras, la apertura de los mercados nacionales a las industrias transnacionales,
la pérdida de empleos por el debilitamiento de las industrias locales, la pauperización de
los trabajadores y, en muchos casos, la dolarización o semi-dolarización de la economía.
Estos factores y la cada vez más marcada globalización de los mercados hizo que
muchas de las economías de países latinoamericanos cayeran, y en su caída afectaran
al resto de los mercados de esta parte del continente12. A su vez, los habitantes del
campo también vieron saqueados sus territorios por los nuevos asentamientos
multinacionales, que, por un lado ocupaban gran parte del terreno y afectaban la
biodiversidad local, y por otro no les dejaban margen de competencia en el mercado
debido a la producción en masa que generaban. Por otra parte, las economías locales se
comenzaban a aliar para permitir el libre tránsito de mercancías y recursos, en función de
defender sus mercados frente a las grandes industrias.
8
Jonathan Fox, “La sociedad civil migrante”, Migración y desarrollo Nº5, segundo semestre de
2005. p. 38. (El subrayado es mío).
9
“El bracero fracasado”, Canción de Ernesto Pesquera, interpretada por Lila Downs en La Línea
(Border), 2001.
10
Aún persisten políticas y gobiernos que dan cabida a estas propuestas.
11
Estos postulados se hicieron explícitos en el Consenso de Washington.
12
Para más información –que, por supuesto, supera los límites de este trabajo-, interiorizarse
sobre “Efecto Tequila”, “Efecto Tango”, caída de la bolsa de valores brasilera.
212 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
¿Quiénes pueden trasladarse legalmente? A partir de los atentados del 11-S -como
se ha explicado con anterioridad- la frontera de los Estados Unidos se ha vuelto más
controlada. La migración más pobre, la no calificada, tiene que buscar nuevas formas de
ingreso.
Los migrantes que no hallan otra posibilidad siguen este camino. En estos casos el
cuerpo es el mecanismo de transporte fundamental, es el que sufre la deshidratación,
las espinas, el calor, el peso cargado. Esto deja marcas que se entrevén y afectan la
recepción social del migrante. El cuerpo mutilado del migrante no sólo evidencia las
imágenes del sufrimiento físico. Da cuenta, por otro lado, de la grieta que se abre en la
medida en que se cruza una frontera: el cuerpo normalizado por la narrativa dominante
de su estado de origen se quiebra y penetra en un lugar desconocido –que no deja de
estar pensado, de alguna forma, por la imaginería del lugar de procedencia- en donde el
discurso del poder es otro, y el cuerpo es concebido de otra manera. En tanto cruza los
espacios border, el migrante deja de lado su “cuerpo habitual”, su sentimiento general
del espacio que lo rodea, y penetra nuevas realidades regidas por otras narrativas.
A lo largo de la historia de este tipo de migración surgida en los finales del siglo XX,
la comunidad latina fue reacia a organizarse como fuerza política activa en tanto eso
implicaba ponerse en el escenario público, y suscitar, por ende, comentarios y críticas
xenófobas. El racismo fue el impulso que retrasó la formación de las organizaciones
migrantes. Sin embargo, “El 10 de febrero de 2004 se celebró un encuentro de líderes de
organizaciones de inmigrantes [...]”15. Este sería el nacimiento de una fuerza cívica de
choque que representaría a las comunidades migrantes, y que negociaría con el estado
desde un espacio democrático y organizado “desde abajo”. De esta manera se forjó
NALACC16, una instancia cívica de participación que no se centra sólo en los Estados
Unidos como entidad receptora, sino que intenta forjar proyectos trasnacionales para
evitar la migración forzada en los países de origen. En este escenario es que surgen las
multitudinarias marchas de finales de 2005 y comienzos de 2006.
17
Homi Bhabha, “Signos tomados por prodigios”, en El lugar de la cultura, Manantial, Buenos
Aires, 2002, p. 143.
18
Edward Said, Orientalismo, De Bolsillo, Barcelona, 2004, p. 59.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 215
En la actualidad, en los Estados Unidos, la comunidad latina es definida como la
“primer minoría”, superando a la que fuese otrora dueña de dicha etiqueta: la comunidad
afrodescendiente. La mera palabra “minoría” nos devela de manera explícita la forma en
que la narrativa hegemónica estadounidense funciona: lo latino es lo “otro”, el objeto
no deseado que, a fuerza de filtrarse por las fronteras, debe transformarse en conocido
y conmensurable. Pero la realidad es que el discurso del poder no logra acceder
completamente a esa alteridad porque ella se niega a ser homogénea y conceptualizable,
y, por ende, en la narrativa dominante quedan espacios indefinidos. En la medida en que
lo diferente se filtra por esos sectores vacíos que deja el discurso dominante, escapa a
toda definición y deja de ser controlado por el ojo vigilante del poder19: comienza a
erguirse como entidad insurgente de choque y negociación, burlando a la hegemonía y
a sus estrategias.
En este sentido, las formas de organización política mostradas a partir de las marchas
de finales de 2005 y principios de 2006 nos revelan la imposibilidad de englobar en una
categoría simple y estática la multiplicidad subjetiva que representa la comunidad latina.
Y de esta forma se hace patente la imposibilidad de fijar en una categoría paralizada la
diferencia cultural que separa a lo latino de lo estadounidense y establecerla como lo
distinto, lo peligroso, lo ignoto.
Una de las realidades más fuertes que dejan entrever estas marchas es la
transnacionalidad de los sujetos y las múltiples maneras en que estos participan en la
producción, que, además de marcar la imposibilidad y el quiebre de las narrativas
dominantes, nos muestran que el espacio de la diferencia es una instancia insurgente
de choque y negociación.
19
Homi Bhabha realiza un juego fonético entre las palabras inglesas eye y I, intentando establecer
un paralelismo entre el yo y el ojo controlador en el discurso del poder. En este sentido, lo que se
configura como “sí mismo” es también lo que vigila, lo que controla. La alteridad es observada
continuamente por el ojo del poder, y, de esa manera, definida y normalizada. Pero hay espacios
a los que ese ojo no llega: esas son las grietas en donde la alteridad se conforma como entidad
híbrida, y resurge burlando la narrativa hegemónica (Homi Baba, “Interrogar la identidad”, en El
lugar de la cultura, Bs. As. Manantial, 2002).
216 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Eduardo J. Vior
UBA- Bs. As.
A pesar de los retrocesos de los últimos cinco años el discurso de, sobre y a partir de
los Derechos Humanos se ha impuesto en el mundo 1. La hegemonía de la visión
universalista de los Derechos Humanos se presenta hoy como incuestionable. En sus
variantes iusnaturalista, utilitarista y jurídico-positivista se postula la existencia de un
único cuerpo de derechos independiente de las diferencias culturales que caracterizan
al mundo 2. Las tres variantes coinciden en partir de y fundarse en una visión unívoca
del desarrollo histórico-cultural de la humanidad que parte de la tradición grecorromana
y judeocristiana 3. Para ellos los Derechos Humanos se plasman en una sola versión, la
consagrada jurídicamente en los pactos y tratados internacionales, y el único problema
que se plantea es la aplicación de los mismos en realidades diversas. Si las mismas
aparecen como reacias a adoptar la solución propuesta, se trata de modificarlas para
ajustarlas a la fórmula de aplicación general.
1
La diferenciación entre discursos de, sobre y a partir de los derechos humanos es una sugerencia
de K.-P. Fritzsche, Menschenrechte, Padeborn et al., Ferdinand-Schöningh-Verlag, 2004. Un
discurso de enuncia derechos humanos; uno sobre los convierte en su tema y uno a partir de
formula enunciados sobre distintos temas políticos y sociales desde una perspectiva basada en
y orientada por los derechos humanos.
2
En el reducido marco de este trabajo es imposible desarrollar la discusión sobre estas
aproximaciones a la problemática de los derechos humanos. Para una discusión más extensa de
estas posiciones v. Entre otros H. Bielefeldt, Philosophie der Menschenrechte, Darmstadt,
Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 1998 y R. Fornet-Betancourt (Hrsg.), Menschenrechte im
Streit zwischen Kulturpluralismus und Universalität, Frankfurt a.M. / London, IKO-Verlag für
Interkulturelle Kommunikation, 2000.
3
Para la crítica de las visiones unívocas o monistas de la Historia véase I. Wallerstein, El
capitalismo histórico, México D.F. / Buenos Aires, Siglo XXI Ed., 2003 (1998) e id., Impensar
las ciencias sociales, México D.F., Siglo XXI Eds., 2004 (1998).
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 217
son una creación de la filosofía empirista británica hacia 1700 a partir de la exitosa
«Revolución Gloriosa» de 1688 que afirmó los derechos de la burguesía, representada
en la Cámara de los Comunes, ante la Corona. Pero si el desarrollo de los derechos
humanos hubiera sido tan unilateral, no podríamos hablar con seriedad de derechos de
los seres humanos en tanto tales, sino de derechos de los europeos que en el devenir
posterior fueron reconocidos a los demás pueblos del mundo. Si así fuera, dejarían de
ser inherentes a la persona humana.
4
Para la relación que el autor establece entre derechos humanos y migraciones v. también
E.J. Vior, „Migración y Derechos Humanos desde una perspectiva intercultural», en: R.
Fornet-Betancourt (ed.), Migración e interculturalidad. Desafíos teológicos y filosóficos,
Aquisgrán, Wissenschaftsverlag Mainz in Aachen, 2004, pp. 109-117, e id. «Migración,
Derechos Humanos y orden político desde una perspectiva intercultural», en: C. Lértora
(ed.), Las ideas del siglo XXI – XIIª Jornadas de Pensamiento Filosófico, Buenos Aires, Ed.
FEPAI, 2006, pp. 209-223.
218 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Para los habitantes de los paisajes que el caminante atraviesa, su mirada tiene algo no
habitual. Se sienten observados a través de una ventana invisible e imaginan que cada
gesto cotidiano suyo es cuidadosamente examinado. De un modo furtivo e imperceptible
se apodera del lugareño un sentimiento indefinido de extrañeza. La mirada del otro
intranquiliza. De forma compulsiva se le impone la necesidad de transformar lo
inquietante en algo familiar para restablecer la pretendida «normalidad» del tiempo
anterior a la llegada del migrante-caminante.
En algunos casos los viejos vecinos logran ocultar al exótico, desterrarlo o destruirlo,
pero con esto no retorna la seguridad que atribuían a un pasado idealizado en el que se
sentían cobijados en su encapsulamiento. Tan pronto como aparecen nuevos
inmigrantes en el horizonte, vuelven a despertarse los viejos temores. La necesidad de
rechazar la mirada percibida como extraña conduce a su supresión, represión, negación
y/o desplazamiento 5. Para terminar con el malestar buscamos una pantalla donde
proyectarlo. Así logramos convencernos que no son nuestros miedos los que
determinan nuestro comportamiento, sino la invasión de aquellos considerados
«extraños» que nos amenazan.
¿Hubo alguna vez una época en la que pudimos vivir sin inmigrantes? Hace cuatro
millones de años que comenzamos nuestra marcha como caminantes en África Oriental.
Todos los reinos e imperios de la historia debieron ocuparse de los incontenibles
movimientos de las personas dentro de las fronteras y a través de ellas. Emigración e
inmigración caracterizan la historia de la humanidad. Jamás se dio época alguna en la
que no haya habido migraciones. La migración es la corporización, la materialización
del intercambio entre las culturas. En esta «zona de contacto» se puede medir la
capacidad de cada sociedad para tratar con otras culturas. Este intercambio define a la
humanidad como tal desde su origen. Un intercambio que significa también que ninguna
cultura puede estar segura de sí misma, porque el intercambio pone en duda las certezas,
elabora un producto nuevo.
5
Estos son los cuatro mecanismos de la proyección en la teoría psicoanalítica de S. Freud.
Siguiendo a K. Lenk (El concepto de ideología, Amorrortu eds., Buenos Aires, 1974) se los
aplica aquí como reglas para la formación de la ideología.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 219
Precisamente en el contexto de la Tercera Revolución Industrial 6 y del establecimiento
de un orden político mundial dominado por una megapotencia con fuertes tendencias
imperiales, decenas de millones de personas fueron expulsadas de sus asentamientos
y obligadas a emigrar. La UNESCO calcula que actualmente unos 190 millones de
personas en el mundo se están desplazando de un país a otro (y la mayoría de ellos
entre los países del Sur). Tanto mayor fuerza cobra, por lo tanto, la preocupación por
las relaciones entre las culturas. La importancia de esta dedicación aumenta también
porque la dominante ideología de la «globalización» sugiere la existencia de un mundo
homogéneo, desprovisto de historia y espacio, que el sentido de realidad contradice
en cada momento. La práctica de la migración y el sentido de realidad de los seres
humanos se constituyen así en impulsores de la reflexión sobre las influencias
recíprocas entre las imágenes de la realidad determinadas por las distintas formaciones
culturales que se entrecruzan al compás de la migración.
A esta altura de las presentes reflexiones es de esperar que haya quedado en claro que la
humanidad siempre ha estado determinada por relaciones inter- e intraculturales 7. No
hubo época en la que una cultura particular pudiera vivir por sí sola o sin estar signada
por las distintas percepciones que sus miembros tienen del significado de sus códigos.
Si se mencionan de una sola vez las relaciones inter- e intraculturales, es porque son una
misma cosa. No podemos encasillar las culturas en compartimentos estancos desde los
cuales sólo se relacionarían recíprocamente como buenos vecinos que se saludan en la
puerta de calle. Son más bien el resultado continuamente en desarrollo de procesos de
aprendizaje necesarios para poder adaptarse a las cambiantes condiciones circundantes.
6
El autor ha desarrollado el concepto de «Tercera Revolución Industrial» en sus clases de
Procesos Sociohistóricos Mundiales en la Universidad Nacional de La Matanza entre 2005 y
2006. V. E. J. Vior, «Clase del 16-9-05», en: id. (titular), Procesos Sociohistóricos Mundiales,
San Justo, Universidad Nacional de La Matanza, Departamento de Derecho y Ciencia Política,
Carrera de Ciencia Política, fotocopiado, 2005. La idea es que el actual proceso de
transformaciones socioeconómicas, políticas y culturales a nivel mundial registra importantes
similitudes con las revoluciones industriales de los siglos XVIII/XIX y XIX/XX. El término
«globalización» se reserva para caracterizar la ideología dominante.
7
Sobre la idea de interculturalidad utilizada en esta contribución v. M. Becka, Interkulturalität im
Denken Raúl Fornet-Betancourts, Nordhausen, Interkulturelle Bibliothek, Traugott Bautz, 2007;
R. Fornet-Betancourt (Hrsg.), Menschenrechte im Streit zwischen Kulturpluralismus und Universalität,
Frankfurt a.M. / London, IKO-Verlag für Interkulturelle Kommunikation, 2000 e id. / H.-J. Sandkühler,
(Hrsg.) Begründungen und Wirkungen von Menschenrechten im Kontext der Globalisierung, Frankfurt
a.M. / London, IKO-Verlag für Interkulturelle Kommunikation, 2001.
220 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
La experiencia cotidiana nos enseña que son pocas las personas que están en
condiciones de ponerse de acuerdo con otras sobre reglas de cooperación inter- e
intracultural de un modo autónomo, consciente, equilibrado y con objetivos claros.
Para conducir dicho proceso por caminos seguros, hemos establecido en los últimos
cuatro millones de años algunos principios que organizaron el acuerdo a través de las
culturas y para cuya transgresión prevemos sanciones. La tarea de los mismos es
aportar a los constantemente renovados procesos de acuerdo civilizatorio sistemas
simbólicos, valores y normas capaces de asegurar la supervivencia en común. Hoy en
día llamamos a esos principios los Derechos Humanos.
Vistos de este modo los derechos humanos no representan nada nuevo en la historia
de la humanidad. Cada cultura humana tiene que haber tenido alguna idea de los
derechos humanos –especialmente de los dos centrales: el derecho a una vida digna y
el derecho de resistencia a la opresión-, si no quería perder su carácter humano. Pero
esa idea sólo podía cobrar forma en la lengua, las costumbres, los símbolos y las
cosmovisiones de cada cultura particular. Los derechos humanos son universales e
indivisibles, pero sólo pueden ser concebidos en la forma concreta de una determinada
cultura y deben ser reinterpretados constantemente en su contexto histórico-cultural.
Además ninguna cultura es sólo una cultura de los derechos humanos. En toda cultura
y grupo social conviven fuerzas y tendencias antinómicas. No existen pulsiones
emancipadoras sin su contraparte dominadora. Así a la cuestión de la traducción y la
comunicación entre las culturas se suma la de la lucha por la vigencia de los derechos
humanos en cada cultura, o sea por la afirmación de la vida digna y la resistencia ante
la opresión, y la tendencia a someter y explotar a los subordinados. La universalidad
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 221
de los derechos humanos no está por lo tanto dada, sino que resulta de sucesivos
esfuerzos de traducción e interpretación que saquen a la luz las luchas emancipadoras
y las conviertan en material de la memoria colectiva.
Por otra parte, los derechos humanos, tal como los concebimos, son de aparición
contemporánea. Que cada cultura tuviera desde los orígenes una concepción sobre la
dignidad humana, el derecho a la vida, a la seguridad, al trabajo, a la participación en la
creación cultural común, etc., no contradice en lo más mínimo el hecho de que los
mismos hoy en día adquieren su efectividad social por medio de la sistemática
reciprocidad que les dieron las formulaciones y codificaciones en las diferentes
declaraciones, los pactos y las convenciones de Derechos Humanos desde 1948 hasta
hoy 8.
A partir de la modernidad europea que ha hecho surgir al sujeto individual los derechos
humanos fueron formulados como derechos subjetivos y judiciables. Esta interpretación
logró imponerse mediante una dura lucha que duró dos siglos y medio hasta la
aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948 y dejó en el
producto final las marcas de sus momentos decisivos:
2. Las ideas europeas sobre los Derechos Humanos se desarrollaron entre los siglos
XVI y XX tanto en confrontaciones continuas con las imágenes del mundo y del
hombre que tenían otros ámbitos culturales como en intercambio con los mismos.
8
Sobre la unidad e interrelación de los derechos humanos v. entre muchos otros: R. Künnemann,
The Unity of Human Rights, 1993, www.fian.org, 12-10-2002.
222 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Así pues, los derechos humanos son a la vez antiguos y modernos. Tienen un efecto
tan fuerte por el hecho de que en los últimos sesenta años fueron formalizados
jurídicamente en el marco del sistema de las Naciones Unidas. Pero sólo pueden ser
efectivos porque su inspiración surge de la necesidad de una cooperación regulada
que los seres humanos tuvieron desde siempre y que a lo largo de la Historia ha
tomado diferentes formas. Los derechos humanos, tal como los conocemos, son sólo
una, aunque quizá la más exitosa, de las formas posibles de regulación.
9
Para la crítica de las prácticas de encubrimiento de las concepciones predominantes de los
derechos humanos v. entre otros R. Fornet-Betancourt, Modelle befreiender Theorie in der
europäischen Philosophiegeschichte, Frankfurt a.M., IKO-Verlag für Interkulturelle
Kommunikation, 2002.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 223
una circunstancia histórico especial que ha surgido y se ha desarrollado en un concreto
intercambio entre las culturas. Consecuentemente, su posterior desarrollo está en
estrecha interrelación con la reorganización de la convivencia entre las mismas. Son
los migrantes entre las culturas quienes están impulsando esta reorganización como
corresponsables en la primera línea de este proceso. Los Derechos Humanos empiezan
a «funcionar» en el momento mismo en que cada uno de nosotros entra en la historia,
entrando así también en la de los otros que hasta hace un instante no conocíamos.
Las elites occidentales sucumbieron ya en 1990 ante el temor a quedarse sin enemigos.
Para no perder al control sobre las propias sociedades y sus esferas de influencia en el
sur, así como por el rechazo a un mundo multipolar, optaron por la erección de un
nuevo sistema hegemónico. La historia de los años ’90 es la de un nuevo
posicionamiento de los EE.UU. y de las potencias europeas y asiáticas entre sí y en
relación a las periferias, a las que agruparon a su alrededor y repartieron bajo su
dominio. Los vacíos dejados por el liberalismo en sus argumentaciones fueron llenados
por el neoliberalismo reaccionario y su hermano gemelo, el neoconservadurismo. Su
discurso liberal sólo en apariencia conquistó primero el pensamiento y luego la opinión
de las elites inglesas y norteamericanas. El nuevo contexto argumentativo se desliga
cada vez más de los derechos humanos. Ambas corrientes obtienen su lógica
argumentativa de los hechos que ellas mismas provocan. Entonces los especialistas
en derechos humanos se mueven detrás de los criminales e intentan corregir sus
hechos o disminuir las consecuencias de los mismos.
10
V. E. J. Vior, «Clase del 9-9-05», en: id. (titular), Procesos Sociohistóricos Mundiales, San
Justo, Universidad Nacional de La Matanza, Departamento de Derecho y Ciencia Política,
Carrera de Ciencia Política, fotocopiado, 2005.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 225
Pero los derechos humanos no serían la expresión de la voluntad de todas las culturas
desde los orígenes de la historia de ordenar su vida en común en un diálogo de unos
con los otros, si no fundamentaran también la resistencia contra su utilización por
medio del liberalismo totalitario. Así pues, las sucesivas resistencias contra el dominio
de la ideología de la «globalización» generan nuevas fórmulas para la reorganización
del orden mundial sobre los principios de los derechos humanos.
Es urgente una nueva construcción de los derechos humanos que los ponga como
base del orden político mundial. La protección necesaria del individuo en adelante
debe ser complementada añadiendo su responsabilidad para con los demás en el
orden político. Un nuevo sentido comunitario de cuño republicano debe imponer la
reimplantación de la justicia como equilibrio entre individuos y grupos cooperantes.
La democracia debe organizar la participación moralmente vinculante de todos en las
decisiones políticas. Esa construcción puede darse sólo en diálogo inter e intracultural
entre los muchos caminantes.
El autor es consciente de cuánto hay de utopía en este empeño, pero sólo quien tiene
utopías puede iluminar el presente. El pensamiento utópico dibuja en el horizonte de
nuestros sueños un paisaje al que aspiramos a llegar, perfectamente conscientes del
hecho de que el horizonte se aleja a cada paso que damos. Esa aspiración de alcanzar
el horizonte nos da, sin embargo, una dirección en la cual caminar. Una vez que nos
encontramos de camino, podemos contemplar el presente y la realidad circundante
desde una perspectiva cierta. Obtenemos un poco de distancia y vemos el aquí y ahora
en el despliegue de sus posibilidades históricas.
Esta es la función más importante de los derechos humanos: muestran el camino para
desarrollar un mundo más humano. Desde la perspectiva de ese camino podemos
estimar el grado de humanidad o inhumanidad que hay en la realidad que nos rodea;
podemos evaluar la corrección de los caminos propuestos y calcular las dificultades
del camino a seguir.
Enseñanza de la Filosofía
Coordinador
Coriolano Fernández
228 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 229
LA FORMACIÓN DOCENTE DESDE LA RELACIÓN ENTRE ANTROPOLOGÍA,
POLÍTICA Y EDUCACIÓN
a. Introducción
Poner en común una cierta práctica de trabajo supone una apuesta de trabajo a
compartir, al tiempo que implica un recorte deliberado, ya que supone elegir ciertos
ámbitos que serán problematizados y otros que no aparecerán en el orden del discurso.
1
Se trata del desplazamiento que Michel Foucault analiza en Las redes del poder, abordando el
desplazamiento de una visión negativa del poder a una positiva de las tecnologías de políticas,
proceso que denomina “gran mutación tecnológica del poder en Occidente”.
230 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Antropología, educación y política son pues los tres enclaves a transitar, a partir de
sus recíprocas solidaridades.
A partir del marco precedente, debemos abordar por qué la acción docente, enmarcada
en una praxis liberadora, no puede prescindir de una reflexión político-antropológica,
que implica, asimismo instalar el planteo en el marco ético de tal ejercicio, en tanto
consolidación de una manera de vivir, actitud de vida (ethos).
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 231
El enfoque que sostenemos supone la transversalidad de campos que no pueden
verse como compartimientos estancos, ya que la filosofía es esencialmente un saber en
diálogo con la política, la ética, la antropología y todo aquello que conciba al hombre de
manera integral.
Para que la tarea aparezca como necesaria, debemos efectuar lecturas críticas de
nuestro propio compromiso ético-antropológico como educadores. En este terreno no
puede haber una lectura aséptica de contenidos a desarrollar, sino un tipo de vinculación
epistémica con el objeto de reflexión que transita por otros andariveles.
Conviene que nos detengamos en ciertos elementos que nos aporta el discurso
antropológico para tomar el campo de la Antropología como suelo de reflexión y ver
cómo la educación no puede no tomar contacto con esos territorios, porque sólo ella
posibilita su desenvolvimiento.
Vuelve a ser la Antropología la que nos sirve como plataforma de reflexión, a partir
de sus objetos propios de análisis. Pensemos la tríada hombre, naturaleza y cultura y
pensemos en el concepto mismo de cultura. El hombre es el único que puede trascender
la naturaleza, ir más allá del determinismo natural y humanizarla, en tanto se instala en
ella como creador de cultura. El hombre humaniza la naturaleza, imprimiéndole su huella,
un gesto humano que lo ubica más allá del resto de los seres.
Retorna entonces la problemática del puesto del hombre en el cosmos para distinguir
soporte biológico, instinto y libertad, como notas constitutivas de lo humano; las dos
primeras en intersección con lo animal y la tercera estrictamente antropológica y, como
tal, merecedora de una reflexión-acción privilegiada. La educación intersecta
necesariamente con la libertad como bien humano, porque sólo desde su presupuesto
se construye un sujeto hacedor de cultura, esto es de valores, capaces de fundar un
topos humano.
234 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
La educación parte del sujeto como ser cultural y de la cultura como creación del
pueblo. Así entendida, la cultura se despliega como la trama antropológica que sostiene
la experiencia humana. La escuela es un trozo nodular en el marco de esa urdimbre, ya
que es el topos de una primera experiencia éto-poiética, como hemos referido en párrafos
anteriores. Consolida u obtura, según sea su complicidad con el modelo dominante, el
tejido social y, en ese sentido, ocupa un papel determinante en el modelo de instalación
subjetiva. Desde allí, la dimensión semántica del ethos, manera de ser, actitud de vida,
modo de comportarse. La segunda dimensión semántica, vinculada al verbo poieo,
hacer, obrar, impacta sobre el campo de la praxis. La educación se erige entonces como
propiciadora o no de acción tendiente a consolidar un determinado ethos.
Bibliografía
1
Cfr. Litwin, E. “Nuevos temas en torno a la didáctica”, Revista Aula Hoy, Buenos Aires, 1998,
en Stuart Mc Lure y Peter Davies (compiladores), Aprender a pensar, pensar en aprender, Parte
III: La Filosofía en el nivel superior: formación de profesores y didáctica, Barcelona, Gedisa,
1994, p. 156.
238 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
A partir de la segunda mitad del siglo XX en el mundo, aunque mucho mas tarde en
nuestras latitudes, comienzan a aparecer nuevas ideas toda vez que el positivismo
mostró su fracaso al extinguirse la idea del progreso indefinido de la humanidad. El
existencialismo comenzó a propagarse y, con él, la situación del hombre como único
existente arrojado al mundo y enfrentado a la angustia, con o sin la dimensión
interpersonal de la existencia humana (la antinomia desatada entre Jean-Paul Sartre y
Karl Jaspers) y su posicionamiento frente al mundo y a la muerte ( el Dasein de Heidegger)
anticipan el regreso a la metafísica desde el ámbito de la subjetividad humana. En las
ciencias de la educación esta tendencia alimenta el desarrollo de la Escuela Nueva y
reconoce en el sujeto que aprende una función personal mediadora entre la cultura y su
espíritu.
Hoy nos situamos en la faceta intersubjetiva del fenómeno didáctico que vincula
tres realidades insoslayables: el sujeto que aprende, el que enseña y el saber integrados
en la dimensión comunicativa generando la situación didáctica por antonomasia.
En cuanto al sujeto que aprende y al que enseña, debemos considerar al hombre
como persona con toda su disposición antropológica orientada al crecimiento, a la
expansión de su elan vital para lo cual fue fundamental el aporte de las filosofías de
Henri Bergson, Maurice Blondel y Dilthey, entre otros, concomitantemente con el auge
de la educación personalizada, estilo surgido de la escuela de Víctor García Hoz y sus
seguidores cuyo común denominador estriba en el descubrimiento, la planificación y la
ejecución del proyecto personal de vida en relación con la Obra Bien Hecha. Por último,
y ya mucho mas cercano a nuestros tiempos, el Informe Delors sobre educación,
convivencialidad y conocimiento que propone los ya clásicos cuatro pilares de la
educación fundados en el aprender a ser, aprender a hacer, aprender a conocer y aprender
a convivir.
Siempre desde una perspectiva realista podríamos repetir con Santo Tomás que
conocer es “hacerse otro en cuanto otro” ya que entendemos que el conocimiento
consiste en una sobreexistencia activa inmaterial que se adquiere al generar un concepto
coherente con el objeto. A partir del análisis de la relación gnoseológica inferimos la
relación didáctica en estos términos: El sujeto que enseña (docente), es quien ha de
portar y saber mostrar de manera idónea el objeto de conocimiento, de modo tal que el
alumno pueda apropiarse de él y asimilarlo conforme a las leyes de su entendimiento.
Es, por tanto, el conocimiento el elemento determinante del vínculo didáctico y
fundamento de la comunicación que reúne a los dos y que está presente en todo
momento del encuentro educativo cual superficie tapizada de un triángulo existencial y
trascendente.
2
Renzo Titone. Metodología didáctica, Madrid, Rialp, 1966. Cap. 1, p. 22.
240 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Muchas son, en este punto, las reflexiones que podemos hacer sobre didáctica de la
filosofía. Por cierto que ninguna de ellas alcanzaría para agotar la cuestión; y esto
debido a varias cosas: En primer lugar porque la naturaleza misma de la filosofía,
caracterizada por ese saber especulativo transfenoménico requiere de formas específicas
de presentación de sus contenidos a fin de que los alumnos puedan reestructurar sus
saberes y, de este modo, llegar a una comprensión adecuada de los mismos. En segundo
lugar, desde la propia filosofía, se discute si su enseñanza se reduce a una perspectiva
histórica o a un tratamiento temático de las áreas de conocimiento aplicadas a cuestiones
emergentes de las necesidades de las ciencias y de los objetos implicados (filosofía de
la historia, filosofía de la educación, filosofía del arte, etc.) En tercer lugar es necesario
plantear el problema de la verdad en la enseñanza, que más allá de los vicios positivistas
o escépticos, hoy por hoy, cobra protagonismo a través de los encuadres del realismo
y de la fenomenología.
8
Elena Teresa José. “Educación y pensamiento crítico” en Obiols, G. y Rabossi, E. op. cit. Parte
I, p. 45.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 243
de modelos para comprender el análisis del discurso y una serie de recomendaciones
para la transmisión del conocimiento”9.
Por último esta exposición pretende poner una vez más de manifiesto el lugar que
ocupa la verdad en la enseñanza de la filosofía desde una perspectiva realista salvado
las clásicas posturas del idealismo que consideraba a la verdad como contenida en la
dimensión mental del hombre y las de la fenomenología que optaban por encerrar la
verdad en el noúmeno del objeto haciéndola impenetrable a la inteligencia humana.
Levinas se ha detenido a demostrar, una vez más (ya que previamente lo han hecho
Santo Tomás de Aquino10 y Renzo Titone11), las falencias del razonamiento idealista,
tanto desde una perspectiva gnoseológica como didáctica al afirmar lo siguiente: “Sin
embargo, presumir la existencia de este mecanismo introspectivo, que al individuo le
demuestra qué es lo verdadero y qué es lo real, sugiere una suerte de paradoja. Porque
suponer que pueda existir un verdadero autodidacta es suponer que es posible aprender
de alguien que previamente era ignorante. Este supuesto autodidacta no existe. Y es
que las verdades se vinculan a las relaciones que el sujeto establece con su exterioridad
en las que se incluyen otros sujetos que ya han conocido. Desde esa exterioridad es de
donde se promueve cierto tipo de conocimiento y no otro”12.
9
Campirán Salazar, A.: “El razonamiento crítico ¿Cómo alcanzarlo? Una propuesta” en Revista
Ergo N° 6, México. Universidad Veracruzana. Xalapa, 1988, en Stuart Mc Lure y Peter Davies
(compiladores), Aprender a pensar, pensar en aprender, Parte I: La enseñanza de la filosofía:
presupuestos y consideraciones, Barcelona, Gedisa, 1994, p. 46.
10
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica. Q 117, art. 1, Bs. As. Club de Lectores, Buenos
Aires, 1983.
11
Renzo Titone, Metodología didáctica, Madrid, Rialp. Madrid, 1966, Cap. 2.
12
Levinas, M. Los conflictos del conocimiento y dilemas en la educación, Bs. As. Aique, 1998,
Parte I, p. 41.
244 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Desarrollados los puntos centrales que, a nuestro criterio, debiera contener una
reflexión sobre didáctica de la filosofía, conviene aclarar un aspecto que, aunque en
último lugar, no deja de ser fundamental y que, de ser descuidado, podría generar una
confusión que terminara por desvirtuar la cuestión y reducir a la filosofía a un mero
saber instrumental que lacerara la identidad de estos saberes; y nos referimos al carácter
de inutilidad del conocimiento filosófico.
Coriolano Fernández
Buenos Aires
Narraban los antiguos la leyenda de una ciudad donde las palabras se congelan a
causa del frío y luego, con el calor, se descongelan, de modo que los habitantes escuchan
durante el verano todo lo que han hablado en invierno. Alude a la filosofía, un saber
que necesita tiempo, como dice Platón en un pasaje de la Carta Séptima1.
Los historiófilos
El primer enfoque dice así: entre las calamidades de nuestra época figura la
abundancia de buenas palabras y la carencia de buenos ejemplos. Abundan las filosofías,
pero no los buenos ejemplos de filosofar; entonces, en vez de aumentar el número de
las primeras, llevemos al alumno hacia los segundos, elijamos modelos de filosofar. Es
el enfoque histórico y a sus defensores los llamaría los historiófilos y no hace falta decir
que tal perspectiva tiene un sabor hegeliano.
Cómo seguir después de Kant o de Hegel, queda a criterio del leal saber y entender
del profesor. ¿Y si no hay tiempo de agregar nada más? Respondo: si un alumno,
predispuesto, dispuesto o antipredispuesto, llega a comprender el desarrollo hasta
Kant o Hegel inclusive, yo diría que tiene la vivencia de en qué consiste filosofar.
El enfoque histórico podría asumir una variante extrema que consiste en centrar el
curso solamente en un gran pensador. El libro de Manuel García Morente sobre Kant
lleva como subtítulo Una introducción a la filosofía y dice Morente en el prólogo que
al detenerse en una figura tan importante como Kant van surgiendo los problemas
filosóficos contemporáneos 3.
Pero este único modelo sería elegido por el profesor, ya que en el inicio del curso el
alumno no está en condiciones de elegir.
Para José Ferrater Mora, en su libro La filosofía actual, el criterio histórico conlleva
aceptar dos supuestos. Uno, que la filosofía es a la postre una Weltanschauung, una
concepción del mundo, y cita la obra de Karl Joel Transformaciones de la concepción
del mundo, cuyo subtítulo es La Historia de la filosofía como filosofía de la historia.
Y el otro supuesto es ver en el ser humano una criatura filosófica, un animal metafísico
para decirlo con Schopenhauer y entonces filosofar es como respirar y comer. Pero,
apunta no sin ironía Ferrater, si algunos seres humanos no filosofan habría que concluir
que no son humanos.
Los problematófilos
Otra perspectiva es trabajar sobre cuestiones o asuntos. En lugar del desfile de los
grandes pensadores, acá el filosofar hace suyos los grandes problemas: el ser, el
conocimiento, la acción moral, la belleza… Para sus defensores tal enfoque tiene
mayor plasticidad, pues los asuntos, desasidos de su génesis inicial de autor y época,
recuperan una especie de problematicidad en estado puro e incitan a ir más allá obligando
3
Manuel García Morente: La filosofía de Kant. Madrid, Librería General V. Suárez, 1961, p. 15.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 247
a pensar por cuenta propia, hasta el punto de descubrir que algunos problemas son
más que problemas y se llaman misterios y otros son menos que problemas y se
disuelven.
No cabe formular una lista conclusa de problemas que serían los exclusivamente
filosóficos; y otra vez aparece Ferrater Mora: la filosofía no es un conjunto de cosas
sustantivas que aguardan ser pensadas sino que es el modo sustantivo de pensar
sobre las cosas.
Cabe incluir entre los problematófilos a Karl Popper. Instalado en Londres, poco
después de la Segunda Guerra Mundial, va como profesor visitante a Cambrigde y,
titula su disertación “¿Existen los problemas filosóficos?”. Si yo no creyera en tales
problemas, argumenta en su conferencia, no me habría dedicado a la filosofía, y además,
el solo hecho de que no pocas personas proponen para esos problemas soluciones a
mi juicio insostenibles, justifica estar filosofando. De pronto uno de los asistentes
interrumpe al conferenciante, habla sobre lo que llama “rompecabezas filosóficos” y
concluye diciendo que a su juicio los problemas filosóficos no existen. Quien así habla
es Ludwig Wittgenstein, nacido en Viena, como Popper, y por esas fechas profesor en
Cambridge. En el salón hay una estufa de leña y Wittgenstein, mientras habla, juguetea
con el atizador como si fuera la batuta de un director de orquesta. Popper toma un papel
y lee: ¿conocemos las cosas a través de los sentidos? ¿obtenemos el conocimiento por
inducción? Wittgenstein aduce que son problemas más bien lógicos que filosóficos y
entonces Popper menciona el problema del infinito actual y el infinito potencial y el
problema de las reglas morales. ¡Déme el ejemplo de una regla moral!, pide desafiante
Wittgenstein. Y Popper: No amenazar con atizadores a los profesores visitantes5.
¿Y cuáles son las objeciones que acechan al enfoque por problemas? Ante todo,
fragmenta el pensamiento del filósofo. La abstracción aristotélica, por ejemplo se
4
Bertrand Russell: Retratos de memoria. Buenos Aires, Aguilar, 1960, p. 30
5
Karl R.Popper: Búsqueda sin término. Madrid, Editorial Tecnos, 1977, pp. 162-165.
248 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
analiza en el tema del conocimiento o de la ciencia, pero hay que esperar hasta el tema
de la vida moral para entrar en la ética del Estagirita.
Aparece el contexto
Tres personas tienen en su mano un trozo de madera, abren la mano y sucede esto:
en la primera la madera va hacia abajo, en la segunda la madera sale hacia arriba y en el
tercer caso la madera permanece donde estaba. ¿Qué ha pasado? La primera persona
está sobre la superficie de la Tierra, por eso la madera cae; la segunda está haciendo
buceo, por eso la madera sube y la tercera es tripulante de una nave espacial, por eso la
madera flota ingrávida.
Conclusión
Y bien, ¿es factible optar por una línea de acción? Adhiero a la perspectiva histórica,
pero a través de dos o tres problemas, el metafísico y el gnoseológico ya han sido
mencionados y agregaría el ético. Es el enfoque histórico-problemático, que adoptaba
en sus ejemplares clases el filósofo argentino Adolfo Carpio.
Sugerencia bibliográfica
Introducción: planteo
Cartografía de la exclusión
1
Foucault, M. Vigilar y castigar, Bs. As., 1989, p. 142.
2
Foucault, M. Genealogía del racismo, La Plata, 1996, p. 41 y ss.
3
Arendt, H. La condición humana, Barcelona, 1998, p. 203
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 253
politikon. Al monstruo marginal se lo trata como un objeto que viene desde afuera,
desde una Otredad que ningún derecho tiene. A los excluidos los derechos se les dan,
como se les da protección a alguna especie en extinción. Este discurso se construye,
por resumirlo esquemáticamente, mediante dos grandes estrategias: en primer lugar, el
discurso hegemónico post-Muro de Berlín, que afirma que las ideologías han muerto y
que sólo sobrevive esa concepción neutra del ciudadano. Los excluidos y marginales
de todo tipo sólo tienen un referente desde el cual plantearse su salida del Afuera:
ingresar a la ciudadanía. Se trata de la victoria más sutil del capitalismo tardío: convertirse
en buen ciudadano es a lo que debe un marginal aspirar. Todo otro discurso sobre la
identidad, o todo discurso político propio, quedan en los trastos de la Modernidad
perecida. La social-democracia europea, y el mito de la democracia norteamericana,
parecen ser los únicos discursos y las únicas vías de acción posibles. Como si el único
mundo humano posible, en donde el hombre puede desplegar sus posibilidades, fuera
el de la democracia liberal.
Podríamos pensar, pues, que el capitalismo tardío opera mediante paradojas que
nadie sabe resolver. El propio estatus paradojal del capitalismo permite que la resolución
de los problemas quede cesante: nadie pude hacer nada frente a una lógica paradojal y
antinómica. Cuando ya no hay un enemigo claro a quien atribuir todos los males de la
sociedad porque las ideologías han muerto, los conflictos se vuelven paradojas. Hay
una enorme diferencia entre plantear la cuestión como conflicto o como paradoja. En el
conflicto, dos fuerzas opuestas se enfrentan, la propia sociedad se polariza y todos los
males de una sociedad se deben a ese otro enemigo. Pero cuando ese Otro político ha
desaparecido, los conflictos sociales se internalizan bajo la apariencia de la paradoja. Ya
no hay a quién culpar de los males, de la pobreza, del crimen, etc., por lo tanto, si no hay
afuera, deben venir del interior mismo de la Mismidad. Para conjurar este peligro mortal,
este cáncer interno, el capitalismo posmoderno ha construido el discurso de la paradoja
que naturaliza a la Otredad, la despolitiza. Se trata del mismo procedimiento que Jameson
describe 4, que hace posible que la posmodernidad se presente como algo que
constantemente está cambiando pero que, en el fondo, se mantiene estática. Los
simulacros, condenados a la inmanencia de la sociedad (recordemos, ya no hay afuera
porque no hay enemigo), generan la ilusión de cambio en un medio que nunca cambia.
4
Jameson, F. El giro cultural, Bs. As., 1999, Cap.: “Las antinomias de la posmodernidad”, pp.
77-104.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 255
Lo que ocurre es que en este momento del capitalismo, las formas se desprenden de los
contenidos y una única forma, abstracta, el Capital, se mantiene bajo la diversidad de
contenidos (culturales, políticos, etc.). El Capital se presenta como un flujo
desterritorializante que se mantiene por detrás de todos los simulacros posmodernos.
Educación y política
Detrás de toda intencionalidad, de toda buena voluntad, como diría Kant, se esconde
todavía el discurso dominante. El problema es que se empieza por arriba, como en el
Sofista o en el Político de Platón, en vez de empezar por abajo. Se parte del Ideal de
buen ciudadano y progresivamente se trata de acercar a esos sujetos todavía-no-
constituidos a dicho Ideal. En los primeros niveles, más cercanos a la plenitud de la
Idea, con menos faltas y carencias, el trabajo parece casi ideal: el sujeto ya contiene una
socialización que lo único que no lo hace ciudadano (recordemos, en sentido político)
es la mayoría de edad. Cuando nos alejamos de esa proximidad ontológica, porque,
256 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
recordemos que se trata de una concepción antropológica que hace de los excluidos
monstruos no-humanos y, por lo tanto, inferiores ontológicamente, el trabajo es más arduo
y los resultados no son tan perfectos. Nadie podría objetar nada, la participación en la Idea
es más costosa y escapa a las posibilidades reales de la función educativa. Se trata de una
paradoja o antinomia: los excluidos son lo que son y no alcanza ninguna vida, hoy deberíamos
tal vez decir, ninguna generación, para alcanzar la plenitud ontológica de la Idea.
La democracia nos encanta y nos mantiene cautivos como Calipso a Odiseo. Pero si
no damos el salto hacia el afuera que, a pesar de todo existe, y comenzamos por otro
lado, la prisión será perpetua. Deleuze dice, en la entrevista televisiva llamada
“Abecedario”, que la izquierda tiene que ver con el modo en que hacemos una tarjeta
postal: podemos empezar escribiendo nuestro nombre, nuestra dirección, de algún
departamento de nuestras ciudades, luego el país, luego la región, etc., etc. Una cosa
muy distinta es empezar desde el exterior, desde lo más general. Entonces, el punto de
partida es el Tercer Mundo, son todos aquello que de tan poco no tienen dirección
postal. Comenzar por los excluidos es pensar inversamente, es invertir el platonismo. Ya
no desde la Idea hacia la falta absoluta (el excluido), sino de ese excluido pensado en su
positividad hacia los modelos que esa propia positividad reclame.
La inversión política
Que la educación no hable del trabajo como derecho, sino que inserte en el trabajo
a los alumnos. Que la educación no hable de la cultura sino que haga cultura con los
alumnos. Que la educación no explique qué es, por ejemplo, economía sino que la
produzca. Enseñamos a los alumnos cosas que nunca comprenderán realmente porque
no forman parte de sus medios de vida. Si partimos de la positividad de todos los
excluidos o marginales la educación debe poder escuchar antes que hablar, construir
antes que imponer, participar con los otros antes que hacer participar a los otros, hablar
con los otros antes que hablar en nombre de los otros.
Bibliografía
6
Ibid. p. 185.
258 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Blanca H. Parfait
UBA- Bs. As.
Cultura es, pensamos, aquello que, de alguna manera se es y que, además, se tiene.
Recordemos que el lenguaje nos puede guiar y, si consideramos la noción de cultivo,
apreciaremos que a un árbol frutal lo podemos cultivar porque ya posee en sí aquello
que llamamos su fin o su producto pero, además, cultivar significa darle las substancias
que hagan recorrer la savia por los caminos que la naturaleza le ha señalado. Se cultiva
un rosal para que la rosa florezca, pero no hay en ella nada que sea extraño a la misma.
¿Qué sucede si pensamos la cultura humana en esos términos? ¿Es cultura lo que,
de alguna manera el hombre posee por sí y que sólo resta desarrollarlo? ¿O aquello que
lo hace hombre es ajeno a su naturaleza y significa un aditamento especial que deba
poseer?
Podríamos decir que la cultura es atinente al hombre como tal y que es, además, todo
aquello que lo lleva a intensificar su propia esencia, hacerlo más hombre, más inquieto,
más crítico, más indagador y más digno. Según Ortega1, la cultura tiende a la perfección
del hombre ya que es el sistema de ideas vivas desde las cuales el hombre ajusta su
existencia. A estas ideas vivas, que el hombre toma como soportes de su existir, las
llamamos convicciones acerca del mundo y de los otros, y son las que le ayudan a
tomar posición frente a las distintas circunstancias por las que cada hombre atraviesa.
Son sus puntos de vista, las atalayas sobre las cuales su propia vida toma sentido. Son
1
Cfr. José Ortega y Gasset, “Misión de la universidad”, “Cultura y ciencia”, en Obras completas,
T. IV, Madrid, Revista de Occidente, 1947.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 259
ellas una efectiva interpretación de lo que las cosas significan para cada hombre. Al
constituir el arraigo de los hombres en la vida, los forjan, pues hacen que cada uno
aspire a ellas como meta de perfección. Proporcionan, además, los ejes desde los cuales
se construye la ciudadela vital que se expresa en sentires y acciones.
Al buscar las ideas vivas de nuestra época dudaríamos en asignarle este valor a la
ciencia porque ella, como formadora de mundo, lo viene siendo desde hace ya más de
tres siglos. Es, más bien, una idea que va envejeciendo pero conserva su valor como
convicción férreamente adherida en muchos hombres. Aclaremos, antes de seguir ade-
lante, que estas líneas no deben ser vistas como negación del quehacer científico sino
solamente como examen acerca de la preeminencia que esta idea ha adquirido en el
mundo actual. Lo que intentamos hacer es indagar el porqué.
Es la ciencia una idea de la cultura que, afianzada por su predominio durante centu-
rias, hace valer sus logros. Pero, insistimos, esta concepción de la vida, aunque no ha
perdido su vigor totalmente, está enmohecida. Expliquemos nuestra idea: la vida es
siempre desarrollo, cambio, urgencias, la ciencia no. Ésta sigue su propio camino de
perfección, especializándose, fragmentándose; pero la vida no puede fragmentarse
porque pierde su unidad propia, el hombre no puede vivir en partes porque la vida es
totalidad, pero sí puede obnubilarse y tomar esa parte por el todo. Suplanta, así, la
variedad de la vida por el asfixiante monocromismo de una de sus partes.
¿Qué sucede, por otra parte, con la filosofía? La filosofia, bajo el influjo de la con-
cepción moderna del mundo, se ha especializado y hoy sufrimos “la barbarie del espe-
cialista”, al decir de Ortega, puesto que es especialista quien acumula datos y datos, tal
como lo hace la ciencia. Al trabajar de este modo, la filosofía intenta asimilarse a la
ciencia, copiar sus métodos y obtener sus resultados y se convierte, así, en “esclava de
las ciencias”.
260 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Pero tal vez sea hora de intentar volver al viejo precepto platónico que entendía a la
filosofía como saber sinóptico, en tanto es la única disciplina que nos permite una
visión unitaria y universal del saber.
¿Nos extraña, acaso, que la vida actual sea sólo vorágine y superficialidad? No
deberíamos sorprendernos porque, si hemos meditado sobre el particular, se nos reve-
lará que esa falta de sentido es consecuencia necesaria de la falta de pensar. Mientras
no se intente un giro profundo de orientación, los epifenómenos tales como pérdida de
valoraciones y vaciamiento de horizonte vital serán monedas de todos los días y nues-
tras vidas serán solamente máscaras, reflejos de otras vidas y, como consecuencia,
nuestras sociedades oscilarán de acuerdo con inciertos vaivenes.
Mas no es así el suelo de la ciencia, pues poco le interesa a ella buscar el sentido de
la vida, sus metas son otras. ¿Qué significa el mundo científico sino un enorme aparato
superpuesto a la vida y al pensar cotidiano? ¿Cómo y por qué nos hemos dejado
dominar por él de tal modo que nos hemos hecho dependientes de sus procesos?
Averiguar por qué ha sucedido es, tal vez, la tarea que la filosofía deba emprender
antes de que el hombre quede totalmente atrapado o desaparezca en el vértigo de lo
cuantitativo.
Ese olvido de sí ha entrado en su faz más aguda y paradójica porque si bien la época
moderna comienza buscando la verdad exterior o lo interior entendido como razón
verdadera, el hombre actual, hastiado de esa búsqueda sobrehumana, se ha sumergido
en “los otros” y se ha vuelto netamente impersonal. Por lo cual la edad que comenzó
con una afirmación rotunda de la razón termina con la hoy proclamada “muerte de la
razón”. El cogito cartesiano se topa con su antípoda.
Los hilos del saber están cortados porque el hombre no ha sabido guardar y conser-
var la vieja concepción filosófica del saber y confundió el querer saber filosófico –
propio del hombre en tanto eterna aspiración a lo mejor pero también indicador de sus
límites- con el saber científico y le pidió a éste las respuestas finales. Así, envuelto en
su propia confusión no puede volver a tejer lo que cortó en dos.
¿Qué papel han desempeñado las universidades en este proceso? ¿No debería la
Universidad formar al hombre culto? ¿Dónde, si no, se podría establecer el nexo entre la
cultura de distintas épocas? ¿No son las universidades el lugar natural de enseñanza
cultural?
Debería ser tarea de la universidad formar al hombre culto de todas las épocas,
entendiendo como tal el estudio de los principios y del desarrollo histórico de cada una
de las profesiones y de la búsqueda de los fundamentos, en fin, de las ideas que son la
razón de nuestro vivir. Su misión debería consistir en proporcionar las líneas
esclarecedoras, las ideas sobre las cuales reposa la vida de los hombres, pero debería
mostrárselas como unidad. En cambio, la universidad ha seguido otras rutas.
Las que debieron ser instituciones dedicadas al pensar meditativo se han parcializado
y alejado, así, de la sociedad. Han quedado como islas de las que no se sabe muy bien
qué sentido tienen ni para qué están. No encontramos en la actualidad ningún signo de
vida del espíritu, lo que ha traído el aislamiento de los que sienten vocación por la
filosofía. Al haber confundido los campos de la profesión y de la cultura, al establecer
sendas erradas o, mas bien, por no tener en claro el verdadero sentido de la filosofía,
vaga ésta, ahora, entre la desidia y la desaparición.
¿Podremos volver a unir la trama entre las distintas ramas de la cultura de tal modo
que ofrezcan una verdadera base que permita servir de fundamento a las sociedades?
Hace cerca de cincuenta años que se escribieron estas líneas sosteniendo que la
universidad ... “está hoy dominada por el espíritu de facción, por el sectarismo y por las
ideologías. En esa Universidad se cumplen fariseicamente todos los ritos académicos
pero falta lo único que puede salvar a la Universidad que es el espíritu de la Verdad”3.
Podríamos decir que el panorama no ha hecho más que empeorar.
Ahora, aquí estamos, en la tierra yerma o, tal vez, solamente fatigada de da tantos
frutos inmaduros y ajenos. Estamos aun esperando la eterna ocasión que nunca llega
de ofrecer lo mejor para nuestras comunidades, pero los vientos soplan arremolinados
y no es posible ver con claridad el panorama, tantas son las presiones que se reciben de
un lado y del otro e innumerables son las experimentaciones y cambios que no llevan
a nada, mejor dicho, que nos dirigen por senderos ya caducos.
El nudo del problema esté tal vez en que los que están en los lugares de decisión
sean, al decir platónico, sólo filodoxos, amantes de la opinión, y que los verdaderos
filósofos, aquellos que mantienen siempre sus ojos con la vista mas allá, se encuentran
apartados y escondidos del mundo porque, tal vez, no sea su hora.
3
Juan Adolfo Vázquez, Temas de pedagogía universitaria, Santa Fe, 1959, p. 34.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 265
EL LUGAR DE LA FILOSOFÍA, MARCHAS Y CONTRAMARCHAS EN EL
CONTEXTO DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS CONTEMPORÁNEAS
Pablo M. Vicari
ISP/UBA- Bs.As.
Las escenas de esta mascarada trágica son múltiples y la filosofía –en tanto conte-
nido educativo- ha estado ambigua y confusamente invitada en este proceso. Invitada
porque no ha podido ganarse aún un lugar claramente propio, pero invitada también
porque no ha dejado de estar presente. Tal vez la primera escena de este recorrido sea
la sanción de la Ley Federal de Educación (1993/1995) y a partir de ella la redacción de
los Contenidos Básicos para el Nivel Polimodal que estuvo a cargo del Consejo Federal
de Educación en 1997. Este Consejo, que reúne a todos los ministros de educación de
las provincias y está presidido por el ministro de educación de la nación, redactó una
serie de documentos conocidos como la “serie A” de los cuales el A-Nº 10 se ocupa
particularmente de fijar las funciones de la Educación Polimodal para nuestro país. Allí
se sostiene que “la Educación Polimodal deberá cumplir en forma integrada y equiva-
lente las siguientes funciones: función ética y ciudadana, función propedéutica1 y
función de preparación para la vida productiva”2 Es interesante notar que a diferencia
de la posterior declaración de la Provincia de Buenos Aires a fines de 2003, el Consejo
Federal piensa los fines como equivalentes entre sí y explicita como parte de los mismos
la necesidad de ofrecer “a los estudiantes una orientación hacia amplios campos del
mundo del trabajo, fortaleciendo las competencias que les permitan adaptarse
flexiblemente a sus cambios y aprovechar sus posibilidades”3. La necesidad de una
adaptación flexible por parte de los sujetos sociales ha sido desde los comienzos una de
las jaculatorias favoritas del neoliberalismo.
1
Función propedéutica: formación para incorporarse a los estudios superiores.
2
Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. Consejo Federal de Cultura y Educación.
Contenidos Básicos para la Educación Polimodal, Bs. As. 1997, p.19.
3
Ibid. p. 20.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 267
Flexibilización, adaptación y buena convivencia son explícitos ideales de la reforma
educativa argentina. Aparecen entonces múltiples y obligatorios contenidos de “For-
mación ética y ciudadana” que no son concebidos desde una perspectiva crítico-filo-
sófica sino que son abordados desde una poco clara interdisciplina entre Ciencias
Jurídicas, Sociales y Humanidades. La Ética se vuelve omnipresente en el sistema edu-
cativo pero sin embargo la filosofía está ausente en la formación docente de los magis-
terios porteños y subordinada a los planteos pedagógicos en los magisterios provin-
ciales. Es así que comenzamos a vislumbrar un peligro novedoso para la filosofía, un
peligro mucho más sutil que una explícita omisión y que radica en su absorción, en su
disolución en el campo de las reflexiones sociales sobre la buena convivencia. Aparece
entonces una “filosofía diluida” en donde creer su efectiva presencia puede ser, tal vez,
sólo ilusorio.
El Consejo Federal redacta algunos contenidos para el Nivel Polimodal que sí son
específica y propiamente filosóficos (cuestiones de lógica y epistemología, antropolo-
gía filosófica, estética, historia de la filosofía, etc.) pero de acuerdo a la estructura
federal acentuada por la Ley educativa cada jurisdicción es la que decide cómo y en qué
espacio curricular se implementan tales contenidos. Esto nos conduce a la próxima
escena, escena que trascurre en el marco de la Provincia de Buenos Aires, la cual desde
la Dirección General de Escuelas maneja una de las jurisdicciones educativas más
populosas de Sudamérica.
En esta nueva etapa que comenzó a concretarse a partir del 2004 y que hasta la fecha
está vigente también se evidenciaron dificultades para la inserción de la filosofía y sus
especialistas. Ya desde la primera implementación del 99 los profesores en filosofía
estábamos excluidos del nomenclador de títulos para dictar la materia llamada “Culturas
y estéticas contemporáneas”, ahora, tras la separación de “Filosofía, ética y formación
5
Esta modificación no afectaba a los diseños curriculares del Polimodal de bienes y servicios pero
sí a las otras cuatro modalidades: humanidades y ciencias sociales; arte, diseño y comunicación;
ciencias naturales; economía y gestión de las instituciones.
6
Dirección Gral. de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, Programa de Definición curricular
para el Nivel Polimodal, La Plata, 2003.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 271
ciudadana” no estamos habilitados, según el nomenclador, para tomar cátedras de
“DDHH y ciudadanía” ni siquiera con menor puntaje. El elemento cómico de nuestra
tragedia radica en que los mismos profesores de Filosofía con especialización en ética
y ciudadanía formados por la Provincia para cubrir los cargos de la original materia
bifronte tampoco se ven habilitados para dictar el espacio hoy presente en primero
polimodal. Al respecto la Sociedad Argentina de Profesores de Filosofía (SAPFI) ha
presentado reclamos pero ellos no han salido favorables.
La última escena nos lleva, por suerte, a un intervalo. La nueva Ley Nacional de
Educación sancionada en el 2006 propone una revisión integral de las trasformaciones
previas, abre nuevas posibilidades. No sabemos que rol le tocará a la filosofía en este
segundo acto pero existe la posibilidad de buscar para ella un papel menos errante del
que ha tenido tras la reforma de los ´90. Los estudios pedagógicos que identifican a una
buena educación como aquella esencialmente filosófica son cada vez más numerosos y
sólidos; pero aun no incorporados por la burocracia curricular. Los roles de esta nueva
etapa aún no han sido escritos, pero el debate ya ha comenzado. Que la academia
filosófica no deje nuevamente huérfano al proletariado docente que defiende el lugar de
la filosofía en la escuela y que el Estado concrete mecanismos democráticos de reforma
tal vez sean algunos de los primeros pasos para lograr definir el deseado rol y sentido
del filosofar en la escuela.
Bibliografía
Mesa Redonda
Tetimonios de vida filosófica
Coordinadora
Celina A. Lértora Mendoza
Panelistas
Carmen Balzer
Marcelo Abadi
Jorge Bolívar
Hermes Puyau
Francisco García Bazán
274 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 275
MESA REDONDA
TESTIMONIOS DE VIDA FILOSÓFICA
1. Qué considera lo más importante que ha sucedido en filosofía en los últimos años.
Carmen Balzer
Creo que lo más importante que se dio en estos años es la confrontación entre
modernidad y postmodernidad; es un hecho que interesó y comprometió a todos los
filósofos contemporáneos. Se podría decir que Habermas representó a la modernidad,
mientras que Vattimo encabezaría a la postmodernidad y en relación con él a otros
filósofos francesas (como Lyotard) que son aglutinantes. Entre modernidad y
postmodernidad podríamos situar una postura filosófica que basándose en la
fenomenología, culmina en la hermenéutica o interpretación. Si la fenomenología consiste
en la descripción de los fenómenos o datos inmediatos de la conciencia y
simultáneamente en la captación de su esencia, la hermenéutica, como complemento de
la actitud fenomenológica, se aboca a la interpretación de dichos fenómenos, es decir,
intenta hacernos accesible lo que ellos quieren decir.
Marcelo Abadi
Jorge Bolívar
Hermes Puyau
García Bazán
Desde que publiqué mi primer escrito de Filosofía en 1967 hasta hoy, mi preocupación
central ha sido la Filosofía e Historia de las Religiones, ambas inseparables, por lo tanto,
la reflexión y la investigación sobre el fenómeno religioso, que entiendo universalmente
como la veneración y el respeto por lo sagrado. En este círculo el hecho filosófico más
importante de los últimos tiempos ha sido la afirmación del “retorno de la religión”
lanzada por un grupo de pensadores postmodernos reunidos en Capri en febrero de1994,
como contrarréplica al anterior lema filosófico de “la muerte de Dios”. La formulación de
los autores reunidos en el hotel de Capri con su ambigüedad y su desviada respuesta
de “pensar la religión” como consecuencia de dicha ambigüedad, encerraba pese a ello
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 277
la afirmación de la situación religiosa de nuestro tiempo, tanto práctica como teórica y
es el eje que convoca a una consideración a fondo, pues sobre ella giran las múltiples
proyecciones que han despertado los descubrimientos de la biblioteca de Nag Hammadi
(1945) y de los textos de Qumrán (1947), la celebración del Concilio Vaticano II (1965ss.)
y la exaltación del diálogo religioso, la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica
(1991), la destrucción de las Torres Gemelas de N.Y. el 11 de Septiembre del 2001, la
posterior publicación y éxito de ventas de El Código Da Vinci de Dan Brown y la
cadena de escándalos religiosos que a partir de ese momento se suceden en torno a las
expectativas que despierta la industria de lo sagrado (La pasión de Jesús de Mel Gibson,
las caricaturas de Mahoma, el tumulto publicitario de El evangelio de Judas y el hallazgo
de la falsa tumba de Jesús y su familia). Finalmente, la difusión en estos días de las
encuestas sobre el analfabetismo masivo de los creyentes que, sin embargo, participan
mayoritariamente en los bautismos, matrimonios y honras fúnebres –o sea, los rituales
de iniciación y cambio individuales- ignorando totalmente la doctrina, confirman la
misma contradictoria situación actual que hace estallar la confusa unión de lo sagrado
y lo profano.
Carmen Balzer
tenemos esa base ética de la comprensión de uno con el otro, si no hemos establecido
un diálogo entre todos, no va a ser nunca posible la paz universal. Esto lo dice el famoso
teólogo Hans Kung, que precisamente trabajó muchísimo en Alemania sobre el problema
de las religiones.
Marcelo Abadi
Quisiera responder que yo a la filosofía no le aporté nada, pero sí que ella me aportó.
Y gracias al aporte que me hizo pude considerar bastante su historia. El saber histórico
fue un saber acusado hasta hace poco, de estar centrado en el hombre blanco,
heterosexual, varón y judeo cristiano. En esta historia busqué antecedentes y los encontré
en los mitos. De los mitos mucho quedó en las religiones, y después ciertas ideas
pasaron a la historia como fuerza insospechada, con la idea de progreso. Entonces se
sustituye al dios de las religiones por la historia como diosa. Y se ve, como en los mitos,
un pasado de felicidad y un futuro de gloria, de resurrección, como se quiera llamar a
esta evolución. En este contexto, en el año 1989 se produjo el fracaso de esta diosa que
es la historia y a partir de ahí se piensa ahora, ante una nueva realidad, que ya veremos
cómo la califican los colegas.
Jorge Bolívar
Se dice que cada pensador piensa un tema y solo un tema, y en mi caso ese tema es
el poder. Siempre me interesó saber qué es el poder. Mi vida fue muy gracioso, porque
yo soy un filósofo que estudió economía e hizo política (ocupé cargos políticos, tuve
vida política). Escribí una especie de trilogía, tres libros sobre el poder (estoy terminando
el tercero). No sé si se puede hablar de aporte, pero me di cuenta, buscando definiciones
sobre el poder, que los que creían saber mucho sobre el poder, en realidad no sabían
nada, o sabían muy poco. El primer libro se llama La sociedad del poder, aunque yo
quería llamarla la sociedad de poder, porque encuentro un juego entre la voluntad de
poder nietzscheana y la sociedad de poder, que está sugerida por la idea de Nietzsche
de los centros de fuerza: toda sociedad de poder crece en centros de fuerza, y hay aquí
una base de mis ideas. Así como Marx descubre un origen social en la propiedad, que
después es apropiada por los individuos, así yo también descubro un origen social del
poder. El poder siempre es social, el poder individual del hombre es escasísimo o nulo y
esto se agudiza más con las técnicas modernas. Por eso asumo la contradicción marxista
de que un enorme poder social puede ser controlado por un solo individuo o por pocos
individuos. El mejor ejemplo de ello fue Hitler: el mayor poder tecnológico, económico
y social de ese momento fue llevado a la catástrofe humanitaria más brutal por la violencia
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 279
del poder de un individuo o de un pequeño número de individuos. El segundo libro
está destacado al culto del poder; derivado de esta noción de que hay una contradicción
tan importante como la marxista en el seno de la sociedad, está dedicado al estudio del
poder en la sociedad global. Heidegger a dice que cada época tiene una totalidad de
significaciones, es decir, está centralizada por ciertas verdades y creencias en esas
verdades. Axelos los visualiza como los “absolutos”: en la naturaleza o physis de los
antiguos filósofos griegos (no la entendían como nosotros, era para ellos una naturaleza
animada; Platón no decía “el océano” sino “Océano”, era un “señor”), el dios creador
del medioevo, el hombre creador y organizador de la historia de la religiosidad occidental.
Para mí en cada una de esas épocas siempre se pensó en el absoluto y siempre se ejerció
el poder desde ese absoluto. Ahora el hombre no está enfrentado a la naturaleza, ni al
dios creador, ni al hombre, sino que está frente al poder desnudo. Hay un culto idolátrico
por el poder tan espectacular que lleva al hombre por el camino de la autodestrucción,
que sería como el cierre del círculo. El tercer libro (se titulará El saber del poder) estudia
el problema de la relación entre el saber y el poder y las instancias de esta relación, cómo
se da en la sociedad, cómo se fragmentan esos saberes, esas culturas, esas pedagogías,
sin dar realización al proyecto de hominización del hombre. No sé si mi obra es un aporte
a la filosofía, es muy difícil saber, pero sí que está obsesionada por este tema.
Hermes Puyau
Respecto a un aporte personal, es muy difícil juzgarse, pero el aporte que yo considero
es la disposición con que encaré el estudio de la filosofía. Me centré en las
preocupaciones epistemológicas, que no lo fueron desde el comienzo, pero
paulatinamente me incliné a ellas, y como dije, sin olvidar la raíz metafísica del problema.
Aunque eso parezca anticuado y fuera de lugar, coincido con lo que dijo Aristóteles
“siempre nos preguntaremos qué es el ente”. Considero que desde la antigüedad griega
hasta el presente, la preocupación metafísica sigue siendo vigente y que influye en el
modo de encarar la filosofía. Pensemos en lo que decía Hegel cuando comentaba el
argumento para probar la existencia de Dios que Kant llamó ontológico. Hegel recuerda
las palabras de San Anselmo: es una negligencia, si una vez que estamos confirmados
en la fe no procuramos entender lo que creemos. La fe no tiene por qué adoptar un
punto de vista incompatible con la racionalidad de la ciencia. El s. XIX y el s. XX
abordaron importantes problemas de física, son grandes problemas que a los filósofos
nos deben interesar. El hecho de que se pueda hoy hablar de cosmología y del origen
del mundo, lo que era el tema de la antinomia kantiana, nos indica cómo ese tema incluye
la actitud y la preocupación del hombre, hay una búsqueda de trascendencia a través
del conocimiento natural. Esa es mi preocupación más importante: estudiar las ciencias,
280 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
a través de las cuales se ve un motivo religioso (por eso es tan discutido el tema del big
bang). Ese cambio en la perspectiva del universo, cambió también de alguna manera las
creencias del hombre; un universo que no cambia podría ser un mal ejemplo para el
hombre
Carmen Balzer
La historia de la filosofía es vista de una manera peyorativa, sobre todo por los
pensadores de la postmodernidad, porque tienen un sentido distinto de la tradición.
Yo insisto mucho en la tradición, pero basándose en Gadamer, que es un autor un poco
ambiguo, pero para él la tradición es algo fundamental. Pero desde su punto de vista,
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 281
que comparto, tradición significa que todo aporte lingüístico o escriturario que se
trasmite a través de las épocas, debe ser reinterpretado de nuevo cada momento; no es
una trasmisión pétrea de un determinado contenido sino que ahí está “el trabajo de la
historia”. No es simplemente un progreso más o menos pasivo de las cosas, sino que la
historia está calando en cada una de las ideas de los filósofos. Si hoy en día decimos
que la tragedia Edipo Rey es muy actual, es porque la vemos modificada con respecto
a lo que fue la tragedia en Grecia, porque tenemos todo el aporte de Freud. Precisamente
ese sentido del inconsciente, que se da a través del trabajo de la historia y que Freud
puso de relieve, es algo que también aceptan los postmodernos. No podemos negar
que al lado de las cosas que son perfectamente claras y conscientes, hay oculto un
pensamiento o un deseo que se esconde debajo de esas envolturas, pero si
hermenéuticamente lo podemos traer a la luz (por psicoanálisis o por cualquier otro
método) nos pone frente a verdades muy profundas que hay en esa realidad de la cual
se reniega tanto.
Marcelo Abadi
Entiendo que se pide más bien recuerdos. Quiero traer un recuerdo del Colegio
Nacional Buenos Aires, donde tuve a dos maestros de la filosofía argentina, que son
Astrada y Fatone, tuve la suerte de tenerlos como profesores. Astrada estaba inmerso
en la lucha política, se decía amigo de Nietzsche, era un apasionado, un excesivo; le dijo
una vez a Perón: “yo no soy peronista porque Ud. no es lo suficientemente peronista”.
Fatone, en cambio, era una persona con algo de actor, sabía mucho de filosofía hindú,
filosofía de las religiones, existencialismo y lógica y era un gran profesor porque era
también un actor. Quiero mencionar aademás a Dujovne, especialista en Spinoza y en
filosofía de la historia. También a Bunge, que era un filósofo de la ciencia un poco
obsesionado por la epistemología, un antipsicoanalítico furioso y a Klimovsky que
habiéndose iniciado en filosofía de las ciencias, terminó entre los redactores del Nunca
más. Tengo que recordar también que era una época de pensamiento argentino muy
obsesionada y comprometida con lo social. De Hegel se tomaba la dialéctica del amo y
el esclavo, de Marx la lucha de clases. Todo eso, con el paso del tiempo, ha sido
silenciado por un método más radical. Posiblemente un día se revisite a Marx, también
se revisitarán a las religiones porque hay signos de esto. Sartre, antes de morir, tuvo
una entrevista, que se publicó en forma de libro, con Levy, un judío y allí se vio que
conocía bastante de mesianismo judío, que se había interiorizado en eso en sus últimos
tiempos. Y pensemos en Levinas que dejó el existencialismo para dedicarse a estudiar
el Talmud.
282 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI
Jorge Bolívar
Noto una tremenda diferencia entre lo que era la influencia de la filosofía antes y lo
que ese fenómeno es ahora. Hay dos líneas de esto. Una es una esencial diferencia,
pública y política, sobre la dignidad e importancia de la filosofía, y la otra es recuerdos.
El encuentro en el cual Perón leyó su trabajo La comunidad organizada, fue el Congreso
de Filosofía de Mendoza, en 1949. Si uno lee la lista de expositores de ese congreso,
resulta notable: Nincola Abagnano, Maurice Blondel, Benedetto Crocce, Hans Georg
Gadamer, Réginald Garrigou Lagrange, Nicolai Hartmann, Louis Lavelle, Gabriel Marcel,
Julián Marías, Rodolfo Mondolfo, Michele Federico Sciacca, José Vasconcelos y la
nota de Martín Heidegger, que no concurrió; lo mismo la lista de argentino, Nimio de
Anquín, Carlos Aatrada, Fatone, Pichon Rivière, Diego Pró, Pucciarelli, Vassallo, Virasoro
y tantos otros. La diferencia es en primer lugar que a ningún gobierno actual se le
ocurriría hacer un encuentro así en la Argentina; y en Latinoamérica, quizá salvo a
México, no sé a qué otros gobiernos se les ocurriría. Por otro lado, he ejercido el
periodismo y me he ocupado de los congresos de filosofía porque se siguen realizando.
Cuando manejaba el Suplemento Cultural de La Prensa, dediqué una página a lo que
Ricardo Maliandi contaba del Congreso Internacional de Filosofía en Rusia, porque era
muy interesante.Antes había sacado otras notas en Clarín. Resultó que fui el único
que reproducía periodísticamente el evento, parece que ese suceso no tenía importancia.
Pensemos la importancia que tuvo para el nacimiento del peronismo el congreso del 49.
Fue fundamental el apoyo que en alguna medida Perón creyó tener de la inteligencia
mundial como para presentar ahí un proyecto de tercera posición; proyecto que luego
destruye por errores propios, pero la expectativa que creaba era muy grande como para
que asistieran todos esos filósofos a un país que era conflictivo porque anti-yanqui y
anti-ruso, estaba en contra de las dos potencias dominantes. Recuerdo también como
dato que en la época en que comencé la facultad, el rector era Risieri Frondizi, un
filósofo del campo de la axiología; no sé qué piensa hoy el rector sobre la filosofía. Esta
dignidad e importancia que se le asignaba a la filosofía hoy está totalmente disminuida.
Eso no quiere decir que no exista el pensamiento filosófico, pero pasa como con los ríos
que desaparecen y siguen bajo la tierra y afloran mucho después. Es un suceso difícil
de pensar hacia el futuro.
El otro tema tiene que ver con la forma con que nos relacionamos no sólo con la
tradición filosófica sino con nuestra forma de pensar. Creo que -Heidegger lo vio- salvo
en la materia de historia de las ideas filosóficas, en que hay un esfuerzo por pensar la
tradición, en general noto, inclusive en los mejores pensadores actuales, un escaso
interés en la relación de su pensamiento con un filósofo en su totalidad, con un sistema
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 283
de ideas, inclusive ligado a la metafísica. Más bien actualmente -nietzscheanamente
también- hay un interés por el aforismo, con frases aisladas de pensadores, que resulten
transformadoras. Esa es la diferencia que creo se nota entre un pensamiento filosófico
concebido como una necesidad racional de coherencia global y los aforismos; son
pensamientos, como decía Nietzsche, que con piel de paloma transforman el mundo.
Porque los pensamientos siguen transformando el mundo, pero en otro estatuto de
poder y de juego cultural.
Hermes Puyau
Carmen Balzer
En la actualidad los cambios son tan rápidos que es difícil hacer pronósticos. El
cultivo de la filosofía, sin embargo, es de profunda vocación humana y esto fortalece la
permanencia e impide su desaparición y las de sus diversas disciplinas. En la Argentina,
en donde quienes nos dedicamos a la filosofía, cualquiera sea nuestra posición doctrinal
o política, “sobrevivimos” más que tener la posibilidad de “vivir filosóficamente”,
tenemos una confirmación de lo dicho.
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 285
ÍNDICE
Presentación 5
Panorama retrospectivo 11
Celina A. Lértora Mendoza: “Los ‘tiempos modernos’ de nuestra filosofía” 13
Dulce M. Santiago: “Ismael Quiles y su filosofía in-sistencial” 22
Gregor Sauerwald: “Hacia una reinterpretación del pensamiento latinoamericano” 29
Esteban Vergalito: “Devenires de la teoría del populismo: marxismo,
postestructuralismo y pragmatismo en Ernesto Laclau” 36
Ana Zagari: “De los 80 a la actualidad. Una vuelta a Rodolfo Kusch” 47
Enfoques prospectivos 51
Rosa Coll: “¿De una economía de la codicia hacia una economía de la generosidad?” 53
Ricardo O. Díez: “Fenomenología de la vida” 59
María Raquel Fischer: “La tradición filosófica y la cultura de la mutabilidad” 67
Alejandra A. González: “Pensar una política de la significación” 74
María Luisa Pfeiffer: “La filosofía política de Esposito. La ‘superación’ de la inmunitas” 78
María Josefina Regnasco: “La cultura del nanosegundo” 85
Pensamiento Liberador 95
Carlos Alemián: “La escisión de los saberes y la resistencia en Latinoamérica” 97
Carlos Enrique Berbeglia: “Las ideas filosóficas basales, sustento de las
realizaciones filosóficas históricas” 100
Mauricio Langón: “Liberar el porvenir” 108
Carlos Pérez Zavala: “Filosofía de la Liberación y Pensamiento Liberador” 115
Mónica Virasoro: “Pensamiento liberador hoy” 124
Mesa Redonda
Testimonios de vida filosófica 273
EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS 1980 - 2005 287
288 XIII JORNADAS DE PENSAMIENTO FILOSÓFICO - FEPAI