6 Cosas Que La Biblia Dice Sobre La Guerra Espiritual
6 Cosas Que La Biblia Dice Sobre La Guerra Espiritual
6 Cosas Que La Biblia Dice Sobre La Guerra Espiritual
espiritual
La Biblia dice que hay una guerra espiritual entre las fuerzas del maligno y el ejército de
Dios. No es una batalla que sucede únicamente en las altas esferas, sino que afecta la
vida de todas las personas: unos sirven a Dios y otros están bajo el yugo del diablo. Los
hijos de Dios necesitan entender la importancia de estar preparados para combatir pues
la guerra es real.
El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la
luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
(2 Corintios 4:4)
Dios capacita a sus hijos para vencer y llevar su reino dondequiera que van. La
batalla pertenece al Señor (2 Crónicas 20:15). Para obtener la victoria es necesario estar
lleno del Espíritu Santo y usar las armas espirituales que Dios mismo ha provisto.
Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas
del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes,
contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra
fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.
(Efesios 6:11-12)
1. El enemigo es el diablo
Ten siempre en mente que el enemigo final es el diablo. Aunque las personas te
ataquen, ellas no son tu verdadero enemigo. Tampoco lo son las circunstancias o tu
mente. Todo eso es utilizado por el diablo y sus huestes para tentarte, desanimarte o
agobiarte.
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan
vida, y la tengan en abundancia.
(Juan 10:10)
Llénate del Espíritu Santo cada día y lograrás vencer los deseos de la carne y los
pensamientos que no vienen del Señor. ¡Vive por el Espíritu y experimenta la victoria en
Cristo en todo momento!
Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza
pecaminosa. Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo
que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden
hacer lo que quieren.
(Gálatas 5:16-17)
Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día
malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el
cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la
disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el
escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno.
Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
(Efesios 6:13-17)
La noche está muy avanzada y ya se acerca el día. Por eso, dejemos a un lado las
obras de la oscuridad y pongámonos la armadura de la luz. Vivamos decentemente,
como a la luz del día, no en orgías y borracheras, ni en inmoralidad sexual y
libertinaje, ni en disensiones y envidias. Más bien, revístanse ustedes del Señor
Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa.
(Romanos 13:12-14)
Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence
al mundo: nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es
el Hijo de Dios?
(1 Juan 5:4-5)
Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por
la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos.
(1 Timoteo 6:12)
Pídele a Dios que te proteja del maligno y de sus trampas. Jesús mismo nos mostró en la
oración del Padre nuestro lo importante que es pedir la intervención del Padre ante los
ataques del diablo. «Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno» (Mateo
6:13).
Les aseguro que, si tienen fe y no dudan (...), podrán decirle a este monte: “¡Quítate
de ahí y tírate al mar!”, y así se hará. Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan
en oración.
(Mateo 21:21-22)
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo
y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles
a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con
ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
(Mateo 28:18-20)
Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—. Sí, les he dado
autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder
del enemigo; nada les podrá hacer daño. Sin embargo, no se alegren de que puedan
someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.
(Lucas 10:18-20)
Debes librar cada batalla y luchar contra toda adversidad con la autoridad que Jesús
te da. En su fuerza y con su autoridad ganarás almas. No temas ni seas tímido, lleva el
mensaje de salvación en su nombre y verás que sucederán grandes cosas para la gloria
del Señor.
«... porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo»
(1 Juan 4:4b).
¡Dios es el único Todopoderoso! De hecho, el diablo solo puede hacer lo que Dios le
permite hacer como podemos observar, por ejemplo, al leer el libro de Job. Sí, es cierto
que tiene poder. No obstante, es un poder limitado.
Sobre todas las cosas y en medio de cualquier adversidad debes recordar que el final ya
está escrito: ¡Dios es el vencedor! El diablo ya sabe dónde pasará la eternidad: en el
fuego eterno (Mateo 25:41).