Fortalecimiento Muscular
Fortalecimiento Muscular
Fortalecimiento Muscular
¿CÓMO SE REALIZA?
Para realizar fortalecimiento muscular existen varias técnicas que nos permiten aumentar la fuerza
muscular como son ejercicios isométricos, isotónicos excéntricos y concéntricos resistidos mismos
que se realizan con resistencias manuales, resistencias elásticas, resistencias gravitatorias o
máquinas de entrenamiento de fuerza y resistencia.
INDICACIONES
La elección de los programas dependerá de las cualidades musculares que se deseen desarrollar,
de las deficiencias objetivadas, del modo de funcionamiento habitual de los músculos que se han de
fortalecer y de las actividades específicas del paciente.
CONTRAINDICACIONES
Son relativas. Ante todo, se trata de adaptar bien los ejercicios para evitar que el fortalecimiento
muscular sea nocivo. Las adaptaciones dependen de la capacidad del músculo, tendón, estructuras
óseas o articulares para resistir a la tensión inducida por el fortalecimiento muscular; la capacidad del
paciente para efectuar los esfuerzos necesarios, como por ejemplo en caso de enfermedades
cardiovasculares o por su edad.
Fortalecimiento óseo
La razón de fortalecer los huesos no es otra que la prevención de la
osteoporosis. Y esto es algo que hay que empezar a hacer desde la
misma infancia. La mejor manera de lograr este objetivo es mediante la
práctica de ejercicio físico y una dieta equilibrada con un alto contenido
en calcio.
Los de fuerza ayudan porque hacen trabajar al músculo y por tanto al hueso. Ejercicios como
planchas, flexiones, push-ups, sentadillas, zancadas o burpees.
Además, la alimentación equilibrada y saludable es fundamental, tomar el sol durante veinte minutos
para la absorción de la vitamina D, y más si lo hacemos caminando porque aunamos un ejercicio
físico suave a las bondades de la luz solar.
Debemos seguir una dieta nutritiva y completa, es decir, una dieta equilibrada y rica en calcio y
vitamina D, importante porque ayuda al aparato digestivo a absorber el calcio obtenido en la dieta y a
la mineralización ósea. Las frutas y verduras en general contribuyen con otros nutrientes que son
importantes para la salud de los huesos.
Equilibrio y flexibilidad
Estirar después del ejercicio previene el endurecimiento muscular y es
agradable. Pero si lo incorporamos a nuestra rutina diaria, mejoraremos
la coordinación de movimiento y el conocimiento de nuestro cuerpo.
Los estiramientos nos ayudan a reducir la tensión muscular y a relajar el
cuerpo como paso previo a realizar ejercicio. Posteriormente nos ayudan
a agilizar la circulación, la oxigenación del músculo y por lo tanto su
recuperación.
Los ejercicios de flexibilidad y estiramientos deben combinarse con las actividades de resistencia.
Algunos de estos estiramientos pueden concentrarse en estirar antebrazos y fascias y flexionar el
tronco hacia adelante acercando la cabeza a las piernas, que favorece el estiramiento de la
musculatura pectoral.
Además, muchas de las posturas de yoga favorecen mantener la flexibilidad, no requiere apenas
espacio ni una infraestructura compleja más allá de la esterilla.
También debemos hacer ejercicios de equilibrio. Basta con coger una silla, o algo más bajo como un
sofá, y sentarse y levantarse en varias ocasiones seguidas sin apoyar los antebrazos. Esto
contribuye a fortalecer la musculatura de los cuádriceps. Otro ejercicio, este para la circulación,
consiste en ponerse detrás del sofá o de la silla, apoyar las manos en el respaldo y subir primero una
pierna doblando la rodilla y luego la otra, repitiendo el ejercicio varias veces.