Plan Nacional de Desarrollo
Plan Nacional de Desarrollo
Plan Nacional de Desarrollo
NOMBRE:
MAYERLY MILENA MENDOZA SÁNCHEZ
PROFESOR:
Ab. Elvis Fuentes
GUAYAQUIL-ECUADOR
2022
La Constitución de Montecristi de 2008 es el fundamento de la sociedad que queremos
alcanzar. Una sociedad orientada hacia un nuevo régimen de desarrollo que sea inclusivo,
equitativo y solidario. Un nuevo modelo que permita el desarrollo sostenible del país a largo
plazo, en una relación armónica entre el ser humano y la naturaleza. Queremos una
sociedad en la que las personas puedan satisfacer sus necesidades y alcanzar una vida
plena y una muerte digna. Una sociedad en la que verdaderamente se garanticen los
derechos de todas y todos, libre de todo tipo de violencia y discriminación. Queremos un
país en el que se garanticen plenamente los derechos de las personas durante toda su vida.
Buscamos un Ecuador de equidad y justicia social, con igualdad de oportunidades. Que el
futuro de un niño o una niña no esté definido por el lugar o las condiciones materiales donde
nació; sino que pueda, con libertad real, usar todo su potencial para alcanzar la vida que
desea en armonía individual, social y con la naturaleza. Queremos avanzar hacia una
economía social y solidaria, ecologista, basada en el conocimiento y el talento humano, para
salir del extractivismo, lograr pleno empleo, alcanzar mayor productividad, y democratizar los
medios de producción y la riqueza. Entendemos al Estado como garante de derechos, al
servicio del bien común. Proponemos un Estado cercano a la gente, con servicios de calidad
y calidez, eficiente y transparente. Creemos en la democracia radical, en el poder popular,
con participación y consulta permanente a la ciudadanía. Nuestra alternativa será siempre la
vía del diálogo y la implementación de distintos espacios y mecanismos para llegar a
consensos colectivos. Desde esta perspectiva, el centro del desarrollo es el ser humano, y
no el mercado ni el capital; por eso frente al individualismo planteamos la solidaridad. Este
es el rumbo con el que presentamos el cuarto Plan Nacional de Desarrollo 2017- 2021, para
todo el Ecuador, para toda una vida.
El primer Plan, en el año 2007, planificó para la Revolución Ciudadana. Este sirvió para dar
un vuelco a los ejercicios de planificación previos, limitados a un reporte periódico de
instrumentos de planificación institucional sin mayor visión estratégica nacional. Con el Plan
de 2007, se recuperó el rol del Estado para que responda a los intereses colectivos y
comunes de toda la población, no de ciertos grupos económicos que corporativamente
imponían sus agendas particulares en la institucionalidad pública. Luego de la aprobación
vía referéndum de la Constitución de Montecristi, que otorgó obligatoriedad al cumplimiento
del Plan Nacional de Desarrollo, entró en vigencia un nuevo Plan para el período 2009-2013.
En dicho instrumento, se propusieron alternativas al desarrollo que superaron las visiones
hegemónicas ceñidas al crecimiento económico y al neoliberalismo, que tanto daño
causaron a la sociedad ecuatoriana en las décadas de 1980 y 1990. A su vez, la redefinición
del Estado como constitucional de derechos y justicia, plurinacional e intercultural, se tradujo
en una planificación integral que puso como rumbo el nuevo régimen de desarrollo
establecido en la Constitución. El tercer Plan Nacional 2013-2017, tuvo como lema “todo el
mundo mejor”. Fue un Plan para la consolidación de capacidades en la población. Sirvió
para reducir brechas sociales y territoriales, consolidar el Estado democrático, potenciar el
talento humano a través de procesos integrales de educación, y para generar capacidades
productivas a través de grandes inversiones en diversas áreas de la infraestructura y los
sectores estratégicos para el desarrollo. En diez años se ha recuperado la planificación para
lograr mayor equidad y justicia social, ampliar las capacidades productivas y fortalecer el
talento humano. Ahora es el momento de profundizar, innovar, mejorar e incluir, para que
todas y todos aprovechemos lo logrado, y garantizar la realización plena de nuestros
proyectos de vida, en condiciones de igualdad de oportunidades, de equidad y justicia social,
celebrando nuestras diversidades en un Estado Plurinacional e Intercultural.