Ensayo Comparativo

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ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

Asignatura: Métodos y técnicas de investigación jurídica

Tema: Ensayo comparativo

Carrera: Derecho

Año: III

Modalidad: Regular

Elaborado por:

José Ramón Ortiz Zelaya

Creylin Massiel Arauz Dolmuz

Carlos Fernando Ponce Moreno

Jenny Jocksary Báez López

Docente:

M.sc. Brenda Martínez

Estelí, Nicaragua, 25 de abril del 2023


“PENSIÓN ALIMENTICIA EN NICARAGUA Y HONDURAS”

Si bien el derecho de alimentos tiene una indiscutible posición dentro del derecho civil, sus

implicancias están por sobre éste y cubren todo el espectro jurídico, desde su ubicación

dentro del Código Civil y la ley, hasta los más esenciales principios de derechos humanos

cristalizados largamente en una serie de tratados internacionales y convenciones que han

crecido con fuerza desde la segunda mitad del siglo XX.

El derecho de alimentos comprende una serie variable de prestaciones que por lo general los

padres deben a los hijos, dentro de las cuales se consideran de primera importancia la

alimentación propiamente tal, las prestaciones necesarias en el área de la salud y cierto grado

de instrucción, el vestuario y la vivienda.

El uso jurídico del derecho de alimentos tiene, entre nosotros, un sentido amplio y no tan bien

definido, sin embargo, se ha construido hasta cierto punto una definición operacional que

sirve para darle contenido a dicho concepto: “La ley otorga a una persona la facultad de

demandar a otra, que cuenta con los medios necesarios para subsistir de un modo

correspondiente a su posición social cubriendo a lo menos la habitación, salud, movilización,

enseñanza básica y media, y aprendizaje de alguna profesión u oficio de su hijo o hija”. Esta

construcción, encuentra su sustento legal en la relación entre los artículos de ambos Código

de Nicaragua y Honduras.

El abono de la pensión de alimentos es una de las principales obligaciones tras el divorcio o

separación con hijos, incapacitados o económicamente dependientes.

Como se trata de un derecho de los hijos menores, está especialmente protegido por nuestro

ordenamiento jurídico.

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PALABRAS CLAVE

Ensayo comparativo: consiste en dar la opinión escrita acerca de dos posturas, las cuales se

comparan entre ellas para llegar a una conclusión final.

Pensión alimenticia: es la paga que el cónyuge no custodio debe ingresar mensualmente al

cónyuge custodio que vive con los hijos e hijas.

Irrenunciabilidad: condición de aquello, normalmente un derecho, a lo que no puede

renunciarse por no permitirlo el ordenamiento.

Protección infantil: es la responsabilidad que tienen las organizaciones de garantizar que su

personal, operaciones y programas no causan ningún daño a los niños.

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I. INTRODUCCIÓN

Este presente trabajo se realizó bajo indagación y análisis de ciertos documentos como son

Constitución Política de Nicaragua, código de familia, ley 870, Nicaragua, Constitución

Política de Honduras, código de familia decreto 76-84 – Honduras El objetivo principal es

dar a conocer el tema de manera amplia, nos proponemos a exponer con claridad la definición

de él.

Este trabajo investigativo tiene un enfoque cualitativo y en materia de las obligaciones de

alimentos y protección a la familia desde el marco legal de la Ley. Este documento contiene

la investigación realizada titulada “Estudio comparativo de la prestación de alimentos entre lo

establecido en la ley 870 Código de Familia Nicaragua y la ley código de familia decreto 76-

84 Honduras.

Los primeros indicios en el ámbito de la obligación de alimentos se localiza en la sociedad

romana prehistórica con la figura del páter familie que tenía un poder total y absoluto sobre

todo los miembros que convivían en su hogar fuera de sus parientes consanguíneos o no, la

civilización romana entendía la prestación de alimentos entre parientes como una obligación

natural relacionada con el deber moral , podemos comprender que la pensión alimenticia se

funda primero en razones morales y éticas con el paso del tiempo y la situación acontecida

por la sociedad (repetición de un mismo evento), se transformó en norma jurídica la pensión

de alimentos como bien sabemos los alimentos son todos los bienes necesarios que se

proporcionan para la vida de una persona, y se dan entre una persona que está obligada a

darlos y otra que tiene la necesidad de recibirlos, de acuerdo con el Título I del Libro Cuarto

«Los Alimentos del código de Familia.

El derecho de alimentos pertenece a esa rama del conocimiento jurídico que, por estar

expuesta a una cotidianeidad tan abrumadora, no se le observa con detención, esto es, se le

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conoce pero no se le reconoce en términos que puede ser hasta cierto punto eficaz y tratársele

como algo fijo, usándosele mecánicamente por el operador jurídico sin cuestionar los

principios que le inspiran ni la pertinencia de esos principios, más aún cuando las necesidades

sociales se van renovando a una velocidad acelerada.

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II. DESARROLLO

La pensión de alimento ha sido un problema dentro del núcleo de la familia desde hace

tiempo y en la actualidad. El código de familia fortalece la responsabilidad de padres e hijos,

la Constitución Política nos define el concepto de familia los deberes y derecho de los y las

ciudadanas, así como los deberes del Estado para los ciudadanos. Se trata de un derecho que

tienen las niñas, niños y adolescentes hasta que cumplen la mayoría de edad, o hasta los 21

años si tienen estudios provechosos y no se han emancipado, esto según en el país en que

ellos vivan.

Tomando en cuenta nuestro aprendizaje sobre La Pensión Alimenticia en Nicaragua,

trataremos de entender lo que sucede con esta, en un país como Honduras.

En el caso de Nicaragua y la protección integral desde la constitución.

El Estado nicaragüense reconoce a la persona, la familia y la comunidad como el origen y el

fin de su actividad, y está organizado para asegurar el bien común, asumiendo la tarea de

promover el desarrollo humano de todos y cada uno de los nicaragüenses, el estado respecto a

la niñez goza de protección especial y de todos los derechos que su condición requiere, por lo

cual tiene plena vigencia la Convención internacional de los derechos del niño y la niña, se ve

reflejado en materia de familia se consagra no solo un marco de protección en lo respectivo a

la garantía de nutrición y salud, sino que lo extiende y configura de gozar de protección

especial y de todos los derechos que su condición requiere.

En el caso de Honduras y la protección integral desde la constitución.

El Estado tiene la obligación de proteger a la infancia, los niños gozan de la protección

prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos, las leyes de protección a

la infancia son de orden público y los establecimientos oficiales destinados a dicho fin tiene

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carácter de centros de asistencia social, los padres están obligados a alimentar, asistir y

educar a sus hijos durante la minoría de edad, y en los demás casos en que legalmente

proceda. El Estado brindara especial protección a los menores cuyos padres o tutores estén

imposibilitados económicamente para proveer a su crianza y educación.

El Código de Familia en Nicaragua, establece el régimen jurídico de la familia y sus

integrantes. Comprende las relaciones jurídicas intrafamiliares, las de ésta con terceros y las

entidades del sector público y privado vinculadas a ella. Las instituciones que regula son las

derivadas de las relaciones familiares y los efectos jurídicos que de ellas surjan.

El derecho de alimentos es personalísimo, imprescriptible, irrenunciable, e intransferible. Los

alimentos son inembargables, no son compensables con ningún tipo de deuda. Tendrán, sin

excepción, derecho privilegiado y prioridad sobre cualquier otra obligación del alimentante y

no podrán ser perseguidos por los acreedores del alimentario.

El pago de prestaciones alimentarias podrá reclamarse retroactivamente hasta por doce

meses, correspondiendo la carga de la prueba al alimentante.

Se deben alimentos en el siguiente orden:

a) A los hijos e hijas que no han alcanzado la mayoría de edad, a los mayores de edad, hasta

que cumplan los veintiún años de edad, cuando estén realizando estudios, siempre que no

hayan contraído matrimonio, ni se hayan declarado en unión de hecho estable y no estén

laborando, y a las personas con discapacidad. Los concebidos y no nacidos, se consideran

personas menores de edad;

b) El o la cónyuge o conviviente mientras no tenga para su congrua sustentación;

c) A los hermanos y hermanas, a los ascendientes y descendiente hasta el segundo grado de

consanguinidad, cuando se encuentren en estado de necesidad o desamparo. Si la persona

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llamada en grado anterior a la prestación no estuviera en condiciones de soportar la carga en

todo o en parte, dicha obligación será puesta en todo o en parte a cargo de las personas

llamadas en grado posterior. Cuando recaiga sobre dos o más personas la obligación de dar

alimentos, se repartirá entre ellas el pago de la pensión en cantidad proporcional a sus

ingresos y capital. En caso de que la demanda recayera sobre uno de los obligados, este podrá

solicitar se amplíe la demanda en contra de los otros.

Se podrá reclamar pensiones alimenticias atrasadas, hasta por un período de doce meses, las

que podrán ser exigibles por la vía de apremio corporal obligados.

Se podrán reclamar alimentos en la vía administrativa o judicial, conforme lo establecido en

el Libro Sexto de este Código.

El monto mínimo de una pensión alimenticia para un mismo beneficiario, en caso que el

alimentista no tenga trabajo estable no podrá ser inferior al veinticinco por ciento del salario

mínimo del sector económico a que pertenezca su profesión u oficio. En caso de que el

alimentante tenga un trabajo estable se debe tasar los alimentos de la siguiente forma y orden:

a) Veinticinco por ciento de los ingresos netos si hay solo un hijo;

b) Treinta y cinco por ciento de los ingresos netos si hay dos hijos;

c) Cincuenta por ciento de los ingresos netos si hay tres o más hijos y se distribuirán de

manera equitativa;

d) Si él o la alimentista tiene más hijos o hijas de los que están demandando alimento, este

debe probar que está proveyendo a los demás con alimento, los que deberán ser incluidos en

el máximo del cincuenta por ciento.

El monto de la prestación alimentaría a favor de quien tenga derecho, deberá pagarse y la

periodicidad: mensual, quincenal o semanalmente.

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En Nicaragua, el porcentaje de cuánto es lo que se debe entregar en concepto de pensión

alimenticia se determina según la cantidad de hijos, es decir, si la persona tiene un hijo se le

quitará el 25% de sus ingresos totales, cuando son dos es el 35%, y si son tres el 50% de su

salario.

El Código de familia de Honduras, determina las relaciones jurídicas entre personas unidas

por vínculos de parentesco y las instituciones relacionadas con la familia Es deber del Estado

proteger la familia y las instituciones vinculadas a ella, así como el de garantizar la igualdad

jurídica de los cónyuges y de los hijos entre sí, las disposiciones contenidas en el presente

Código son de orden público y se aplicarán preferentemente a cualesquiera otras

disposiciones legales sobre la materia.

Los alimentos han de ser proporcionales a los recursos del que los debe y a las circunstancias

del que los recibe, y se pagarán por cuotas semanales, quincenales o mensuales, anticipadas.

Los alimentos comprenden la obligación de proporcionar a la madre los gastos ocasionados

por el embarazo, el parto o sus consecuencias inmediatas. La Demanda de Alimentos y la

contestación podrán presentarse verbalmente o por escrito ante el Juzgado competente en el

juicio de alimentos no podrán proponerse excepciones dilatorias.

Para los efectos de fijar pensión de alimentos en el proceso, el (la) Juez (a), a petición de

parte interesada o de oficio, podrá ordenar al respectivo patrono extienda certificación de los

ingresos del demandado (a), quedando obligados a remitirla a estas autoridades en el plazo de

dos días hábiles, so pena de incurrir en la responsabilidad penal correspondiente. Esta

circunstancia será insertada en el oficio para dar conocimiento a quien lo reciba.

Mientras el (la) deudor (a) no cumpla o se allane a cumplir la obligación alimentaria que

tenga respecto de un (a) niño (a), no será escuchado en la reclamación sobre su custodia y

cuidado personal ni en el derecho de su ejercicio de sus derechos sobre aquel o aquella.

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No existirá la obligación de dar alimentos:

1) Cuando el deudor se pone en estado de no poder darlos sin desatender sus necesidades

alimenticias o sin faltar a la misma obligación de alimentos para con otras personas que,

respecto a él, tenga título preferente;

2) Cuando quien lo recibe deja de necesitarlos;

3) En caso de injuria, falta o daños graves del alimentario contra el alimentante;

4) Cuando el cónyuge que los recibe hubiere incurrido en abandono voluntario y malicioso

del hogar;

5) Cuando el alimentario observare mala conducta, fuere un vago declarado o hiciere vida

disoluta, o no emplee con ese fin los provechos que reciba, o cuando adolezca de embriaguez

habitual escandalosa; y,

6) Cuando los alimentarios menores de edad alcanzaren su mayoría de edad, salvo que no

hubieren terminado sus estudios superiores iniciados durante la minoridad, y obtengan

buenos rendimientos en ellos, o que sean inválidos.

El Juez competente dispondrá la cuantía y forma en que se deberán pagar los alimentos.

La obligación de dar alimentos cesa:

a) Cuando los hijos e hijas alcancen la mayoría de edad.

Los mayores de edad podrán seguir recibiendo alimentos hasta que cumplan los veintiún años

de edad, cuando estén realizando estudios, siempre y cuando no hayan contraído matrimonio

ni se hayan declarado en unión de hecho estable y no estén laborando;

b) Cuando los hijos e hijas menores hayan sido emancipados, salvo en casos de enfermedad o

discapacidad que le impida obtener por sí mismo los medios de subsistencia;

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c) En caso de falta o daños graves del alimentario contra el deudor o deudora de alimentos

d) Cuando la necesidad de los alimentos resulta de la conducta reprensible del que los solicita

o recibe.

En cuestión del porcentaje a pagar por esta pensión, en Honduras, al demandado se le solicita

no más del 50% del salario al momento del embargo, pero es el juez quien determina el

porcentaje exacto que no exceda del ya establecido por la ley. Si hay más hijos, el embargo se

hace proporcional, siempre partiendo del 50% del salario.

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III. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

En todo proceso de separación o divorcio es de gran importancia velar por el cuidado de los

hijos, jugando un papel trascendental la pensión de alimentos. Partiendo del principio, ambos

progenitores, sin importar su nación o país, están obligados a prestar alimentos a los hijos

menores de edad y también a los mayores de edad o emancipados que convivan en el

domicilio familiar y carezcan de ingresos propios por causas no imputables a ellos, mas allá

de cuestiones jurídicas o morales.

Luego de nuestra investigación y comparativa sobre nuestro tema llegamos a la conclusión

que en la pensión alimenticia en Nicaragua y Honduras existe una legislación y políticas

públicas que buscan garantizar el derecho de los niños y niñas a recibir una alimentación

adecuada y, en consecuencia, a recibir una pensión alimenticia en caso de separación o

divorcio de los padres. Sin embargo, las medidas pueden variar en ambos países según los

factores y las circunstancias individuales de cada caso.

La cantidad de la pensión alimenticia depende de los ingresos del padre y las necesidades del

hijo, y ambas leyes consideran este apoyo como un derecho básico del niño. En ambos países

también existen procesos legales para solicitar la pensión alimenticia y asegurarse de que se

cumple. Si un padre incumple en el pago de la pensión alimenticia tanto en Honduras como

en Nicaragua, la madre o tutor legal del niño puede presentar una demanda ante un juez para

hacer cumplir el pago de la pensión alimenticia. En ambos países cuando se presenta el

incumplimiento se le hace un llamado al padre para, en primera instancia, mediar sobre la

responsabilidad que él debe de cumplir. Si el padre sigue incumpliendo con el pago después

de que se haya dictado una orden judicial, el juez puede tomar medidas para hacer cumplir la

orden, incluyendo la confiscación de propiedades, el salario o la cuenta bancaria del padre

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incumplido, o incluso la prisión. En ambos países, la obligación de pagar la pensión

alimenticia es una responsabilidad prioritaria y está establecida legalmente.

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IV. BLIBLIOGRAFÍA

Ley No. 870. Código de Familia de Nicaragua

Decreto No. 76-84. Código de Familia de Honduras

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