Analisis Conversacional

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ANALISIS CONVERSACIONAL

Rainer Enrique Hamel


CELE UNAM

El análisis conversacional, proveniente de la sociología


norteamericana representa una corriente relativamente
joven en la sociolingüística, pragmática y lingüística
aplicada qua adquiere cada vez mayor importancia en di­
versos campos de la investigación, incluyendo la enseñanza
de segundas lenguas. Este artículo informa brevemente
sobre su desarrollo histórico, da a conocer sus campos de
aplicación y analiza criticamente sus alcances y limita­
ciones. Motivado sobre todo por las limitaciones del aná-
lisis conversacional, se sugiere ampliar su metodología e
incluir otras corrientes, tomando en cuenta el reciente
desarrollo en este campo, para llegar a un modelo de aná­
lisis adecuado de la interacción verbal. Finalmente, se
proponen algunas áreas en las cuales el análisis conver­
sacional, en su versión ampliada, podrá contribuir a un
mayor conocimiento de los fenómenos de comunicación social
en México.

Estudios de Lingüística Aplicada, Año 2, Num. 3,


enero 1964, México: CELE, UNAM.
10. Rainer.Enrique.Hamel

Conversational analysis, which had its origin in North


American sociology, represents a relatively new trend in
sociolinguistics, pragmatics and applied linguistics, and
its importance is continually increasing in various fields
of research, including second language teaching. This
article gives a brief idea of its historical development,
mentions its areas of application, and discusses critical-
ly its achievements and limitations. Motivated above all
by the limitations of convesational analysis, it is sug­
gested that its methodology be extended to include other
currents, taking into account recent developments in this
area, in order to arrive at an adequate model for the ana­
lysis of verbal interaction. In conclusion, a number of
areas are suggested in which convesational analysis, in
the amplified version proposed, could contribute to a bet­
ter understanding of the phenomena of social communication
in Mexico.

L'analyse conversationnelle, qui provient de la sociologie


nord-américaine, représente un courant relativement récent
dans les sociolinguistique, pragmatique et linguistique ap­
pliquée qui acquiert de plus en plus d'importance dans di­
vers secteurs de recherche, y compris l'enseignement de se­
condes langues. Cet article informe brièvement sur son dé­
veloppement historique, présente ses champs d'application
et fait une analyse critique de ses afforts et de ses limi­
tes. De par ses limites, on est amené a suggérer un élar­
gissement de la méthodologie et l'inclusion d'autres cou­
rants en tenant compte des développements récents dans ce
domaine pour obtenir un modèle d'analyse adéquat de l’inter-
ANALISIS.CONVERSACIONAL.. 11

action verbale. En conclusion, on propose quelques domai-


nes où O
anaOyVe conveUVDWLRQQHOOHV pouUUaLt, danV Va veU-
sion amplifiée, contribuer à une meilleure connaissance des
phénomènes de communication sociale au Mexique.

Die Konversationsanalyse, die der nordamerikanischen


Soziologie entspringt, stellt eine relativ neue Strömung
in der Soziolinguistik, Pragmatik und Angewandten
Linguistik dar, die für veraschiedene forsckungsbereiche,
einschliesslich der fremdsprachenlehrforschung, immer
grössere Bedeutung gewinnt. Dieser Artikel geht kurz auf
die historische Entwicklung dieser Ricktung ein, stellt
ihre Anwendungsgebiete dar und untersucht schiesslich
kritisch ihre Leistungen und Schwachen. Vor allem
ihre offensichtlichen Beschrankungen fuhren zu dem
Vorschlag, die Konverstionsanalyse zu erweitern und
andere Ansatze zu integriere, um zu einer angemessenen
Analyse der sprachlichen InteUaktLon zu kommen. Hierbei
werden die jungsten Entwicklungen in der forschung
berucksichtigt.
Zum Schluss werden einige Forschungsbereiche vorgestellt,
in denen ein erweiterter Modell der Konversationsanalyse
zur Untersuchung von Kommunikationspanomenen in Mexico
beitragen kann.
12 Rainer Enrique Hamel

1. Introducción.

En los últimos diez años, la corriente conocida con


el nombre de análisis convarsacional ha llegado a ocu­
par un lugar central en la investigación empírica de la
interacción verbal; ha atraído el interés e integrado
en torno a un mismo objeto disciplinas tan diversas co­
mo la sociología, la sociolingüística, la pragmática y
la lingüística misma. Parte de la hipótesis central de
que en toda comunicación, aun en la conversación cotidia-
na menos preestructurada, los participantes observan
reglas que ordenan el discurso; en otras palabras, que -
no existe un "caos" en la conversación, como lo afirma­
ban tanto la sociología tradicional como la lingüística
estructuralista 1 y transformacional que por esta razón des-
cartaban; el habla o la actuación verbal de sus investiga­
ciones. Surgió entonces un nuevo objeto de estudio que abar­
có inicialmente las conversaciones cotidianas y que am­
plió paulatinamente su campo a casi todos los ámbitos de
la comunicación: como veremos más adelante, el análisis
conversacional contribuye a dilucidar problemas de co­
municación entre diferentes grupos sociales y profesio­
nales, en contextos muítilingües, en la interacción
verbal que se produce al interior de diversas institu­
ciones del Estado (el sistema jurídico, la administra­
ción, los medios de comunicación de masas, etc.) y sobre
todo en las instituciones de enseñanza: si aceptamos que
la adquisición de conocimientos y habilidades constituye
un proceso activo de apropiación por parte del alumno y
que especialmente en el sistema educativo, las signifi­
caciones sociales se elaboran y se reproducen en forma

Esta afirmación es válida tanto para el estructura-


lismo europeo que reduce su objeto de estudio a la
"langue", como también para el estructuralismo norte-
americano. Si bien este ultimo prioriza el lenguaje
hablado por sobre el escrito, no trasciende, salvo en
pocas excepciones (cf. las proposiciones de Harris,
1952 y Pike, 1954-60), el nivel de la oración.
ANALISIS CONVERSACIONAL 13

interactiva, parece evidente que un mayor conocimiento


del funcionamiento de la interacción maestro-alumno pue­
de contribuir a mejorar el proceso mismo de la enseñan-
za-aprendizaje.

El análisis conversacional no se limita, sin embargo,


atacar problemas en sus propios campos de aplicación; tie­
ne también cierta relevancia para las disciplinas en cuyo
terreno irrumpe. Su metodología permite precisar algunas
de las limitaciones en el análisis lingüístico tradicio­
nal y proponer nuevas vías de interpretación: existen es­
pecíficos fenómenos sintácticos, como, por ejemplo, la
inserción de partículas y adverbios modales (cf. los tra-
bajos en Tschauder / Weigand, 1980) o las estructuras
determinadas por la oposición entre tema y rema que la
Escuela de Praga ya intentaba explicar con el concepto
de dinamismo comunicativo; el hecho de que el análisis
conversacional parte de la organización interactiva del
discurso, permite incorporar las investigaciones de la
Escuela de Praga y reinterpretar la estructura sintáctica
de los enunciados con los conceptos de "turn-taking" y
focalización (cf. Kallmeyer, 1978), desde un punto de
vista internacional. Asimismo, el funcionamiento de actos
verbales indirectos 2 (cf. Searle, 1975) y la estructu-
ra sintáctica de pares adyacentes (como: pregunta-respues-
ta) pueden explicarse en términos de la organización con­
versacional.
También la sociología del conocimiento puede apoyar­
se en el análisis conversacional, puesto que las estruc­
turas de representaciones y creencias en una cultura de­
terminada se exteriorizan típicamente en las formas coti­
dianas de interacción verbal que incluyen mecanismos para
asegurar la comprensión mutua y la congruencia de los

2
Se trata de actos verbales como "¿Puedes cerrar la
puerta "? que consisten en una disociación entre fun-
ción comunicativa y forma gramatical. Para un análi-
sis de actos verbales indirectos en su contexto so-
cial, cf. Zimmermann (1979).
14 Rainer Enrique Hamel

sistemas de relevancia vigentes entre los participantes.


El funcionamiento de estos mecanismos es justamente un
objeto central del análisis conversacional (cf. Kallmeyer,
1979) en su version ampliada.

Por esta misma razón, su metodología se presta para


detectar las formas concretas en que se manifiestan las
relaciones sociales en el discurso, como también el uso
de presuposiciones, implícitos y sobre-entendidos (cf.
Ducrot, 1972, I 98 O) que contribuyen a la reproducción de
las relaciones simbólicas de dominación. 3

Con esta breve lista de posibles aplicaciones no


quiero insinuar que el análisis conversacional pueda re­
solver por si solo los problemas planteados. En la mayo­
ría de los campos interdisciplinarios se vislumbran ape­
nas los posibles caminos de investigación; hasta la fe­
cha contamos con más desiderata que con resultados afian­
zados. Aquí se trata solamente de señalar la importancia
del análisis conversacional para una serie de campos de
estudio y disciplinas en la investigación social.

A continuación expongo, en una primera parte, los


principales aportes del análisis conversacional; me con­
centro en una revisión crítica de sus antecedentes histó­
ricos, sus bases teóricas y sus alcances, sin detallar
los aspectos más técnicos de transcripción e interpreta­

La relación entre discurso de ideología es el objeto


de diversas corrientes, sobre todo francesas, denomi-
nadas "analyse du discours" (cf. Pechéux, 1975,Veron,
1976, Maingueneau, 1970). Cabe señalar que en la
actualidad existe, especialmente en Francia, un fuer-
te debate sobre los métodos de análisis y las caracte-
rísticas del objeto de estudio ("discours” construido
o práctica discursiva oral). Esta relación entre dis-
curso e ideología no fue tomado en cuenta, hasta aho-
ra, por la corriente del análisis conversacional (ver
punto 5.2.).
ANALISIS CONVERSACIONAL 15

ción que se utilizan. La segunda parte consiste en un


esbozo de ampliación de esta corriente y sugiere su in-
tegración en un modelo diferenciado de la interacción
verbal. Asimismo especificaré algunas de las limitacio­
nes teóricas del análisis conversacional desde una pers­
pectiva sociológica, para señalar finalmente algunos cam­
pos en el que el análisis conversacional, en su concep­
ción ampliada, podrá contribuir al conocimiento de pro­
blemas de la comunicación en México, sin desarrollar es­
tas preposiciones en detalle.

2. Los antecedentes históricos

El análisis conversacional tiene su origen en una


corriente iniciada por el sociólogo americano Harold
Garfinkel en los años sesenta, ta etnometodotogía,
que a su vez se remonta a la etnociencia proveniente
de la antropología cultural norteamericana. 4

La etnociencia se proponía encontrar esquemas de o-


rientación que representaran el universo de la experien­
cia de una cultura determinada, en otras palabras, recons-
truir el."orden de las cosas en las cabezas de la gente".
En la etnomedicina, por ejemplo, se intentaba descubrir,
a través de procedimientos semánticos de análisis compo-
nencial, cuál era el sistema de conocimientos e interpre-
taciones de las enfermedades, sus causas y curaciones
en una cultura o comunidad de habla específica.

Los trabajos de Garfinkel (1967 etc.) y -con dife-


rencias importantes-los de Goffman (1967, 1971, etc.)
se basan en las concepciones del sociólogo y filósofo
alemán Alfred Schütz, quien desarrolló, en los años cua-
renta en Estados Unidos, los principios metodológicos para
una sociología interpretativa, fenomenológica, que diera
cuenta de las estructuras invariables y universales del
mundo conceptual de una cultura.

4
Sobre el origen del término Etnometodología, consulte
se Garfinkel (1974) y Bergmann (1981).
16 ....Rainer Enrique Hamel

En lo que se refiere a la comunicación, Scnütz(1934)


propuso un catálogo de reglas básicas, de carácter -
a priori, que orientan la interpretación en la comuni­
cación cotidiana (cf. también Cicourel, 1975: 89-95). -
Estas reglas, que permiten a los interactantes conjugar
la inconmensurabilidad fundamental entre sus biografías -
y sistemas de relevancia, explican las imputaciones prác-
ticas e idealizadas que son necesarias para la constitu­
ción y mantención de los procesos de interacción e inter-
pretación.

Las imputaciones o atribuciones de significación, -


comparables con las "inferencias prácticas" que Wunder-
lich (1976), en otro contexto metodológico, propone pa-
ra explicar la relación lógica y secuencial entre dos ac-
tos verbales, son prácticas en el sentido que se reali-
zan ad hoc y en forma endógena y local, inconscientemen-
te en la mayoría de los casos. Son idealizadas puesto -
que los interactantes tienen que postular, por la breve
é inestable duración de la conversación, que los siste­
mas de relevancia son congruentes y que permanecen vi -
gentes las reglas básicas hasta que en la interacción -
verbal misma se compruebe lo contrario. Es decir, los -
participantes en una conversación deben suponer la exis­
tencia de un marco referencial común que englobe sus ex­
periencias biográficas y sistemas de relevancia, a tal -
grado que puedan contar con una interpretación de sus -
enunciados en forma indexical y mantener una vaguedad -
relativa en su discurso.

La regla básica sustentada en el supuesto de la re-


ciprocidad de las perspectivas consiste, por ejemplo, -
en que los interactantes establecen una idealización, es
decir, una suerte de acuerdo tácito según el cual duran­
te la conversación, sus puntos de vista son intercambia­
bles:

"Nosotros, tú y yo, acordamos (...) que, si estuvié-


semos en el lugar del otro, tendríamos la misma expe-
riencia del contexto extralingüístico (...) Acorda-
mos, para efectos prácticos, que interpretamos en
ANALISIS CONVERSACIONAL 17

forma aproximadamente idéntica el contexto al que nos


referimos. Yo supongo que tú esperas que yo produzca
enunciados reconocibles y comprensibles, etc. (...)”
(Cicourel, 1973:32, traducción R,E.H.)

Cuando la reciprocidad de perspectivas corre el pe­


ligro de disgregarse, es decir, si los interactantes
perciben una discrepancia en la interpretación o en el -
marco de referencia, tratarán de reconstituir la recipro-
cidad, reduciendo las incongruencias a "formas normales"
de estructuras discursivas conocidas y comúnmente compar­
tidas. Esto puede lograrse con mecanismos de "reparación
conversacional" (Schegloff/ Jefferson/ Sacks, 1977) re­
lativamente simples, de preferencia a través de la auto-
corrección y sin cuestionar las "exigencias de validez"
(Habermas, 1971) del interlocutor, o mediante el resta-
blecimiento explícito, en última instancia conflictivo,-
del marco referencial. Una de las formas más simples y
frecuentes de "reparación" consiste en que, cuando se pro-
duce un traslape, uno de los interactantes cese de hablar
para "reparar" rápidamente el "daño" causado en la comu­
nicación.

El interés de Garfinkel apuntaba a descubrir la me­


todología que permitiera a los miembros de una cultura -
"constituir la realidad social a través de la acción so­
cial" (cf. Luckmann, 1971:18, Bergmann, 1981:10), puesto
que aquí encontramos la hipótesis básica de la etnome-
todología: lo que percibimos en la acción cotidiana como
hechos sociales dados, como "états d'affairs" objetivos,
independientes de nuestra intervención, sólo se constitu­
ye a través de nuestra acción y percepción misma. Por lo
tanto, la etnometodología se define como la metodología -
practicada por los miembros de una sociedad, con la cual
ellos producen e interpretan, en la ejecución de sus ac­
ciones, la realidad social que a ellos se presenta como -
dada.

Según Garfinkel (1967, 1976), la realidad social se


produce en la acción en forma local (en.el.lugar, duran-
te el transcurso de la acción), endógena .(es.decir,.a
18 Rainer Enrique Hamel

partir de la situación misma) y audiovisual (escuchar,


hablar, percibir y actuar). En el tipo de discurso "con­
ferencia", por ejemplo, el conferencista constituye el
tipo de discurso específico en la acción misma a través
de determinados marcadores pragmáticos y de entonación,
como también con el registro de habla que escoge. Los
oyentes contribuyen a esta constitución y aceptan las
"reglas del juego", conformando el papel de oyentes y
participantes en la discusión posterior. Para la etnome-
todología, existe una identidad entre realizaciones y des-
cripciones prácticas de las acciones, lo que da cuenta
de un rasgo fundamental de la comunicación humana; la
reflexividad. Los hablantes no sólo constituyen la rea­
lidad social a través de la interacción, son además ca­
paces de explicar y dar cuenta de este proceso cuando se
producen por ejemplo, divergencias o conflictos respec-
to a las imputaciones mutuas. A esto mismo se refiere
Habermas (1971), cuando -en un nivel teórico distinto
divide la comunicación cotidiana (umgangssprachli che
Kommunikation) en acción comunicativa (kommunikatives
Handeln) y discurso (Diskurs). Define esto último como
instancia reflexiva que permite cuestionar y aclarar de­
terminadas pretensiones de validez (Geltungsansprüche)
que sustentan la acción comunicativa.5

De acuerdo e Garfinkel, el funcionamiento de la in­


teracción verbal se explica por el conocimiento cotidia­
no compartido por los hablantes al que recurren en la in­
teracción, la que es por definición vaga y no explícita.
Encontramos aquí la relación con las relglas básicas de
Schlltz y Cicourel cuyo funcionamiento fue demostrado
por los conocidos "experimentos de crisis": en ellos,
Garfinkel (1973) pedía a sus alumnos que exigieran, en
contextos de interacción cotidiana, definiciones cada vez
más exactas de los significados utilizados por sus inter­

5
Una de las pocas investigaciones pragmáticas en
México que se basa en estos conceptos, es el estudio
de Saettele (1980—1982) sobre el discurso psicoanalí-
tico.
ANALISIS CONVERSACIONAL 19

locutores (de tipo: ¿que.es...? ¿qué entiendes por...?),


lo que llevaba regularmente al colapso de la interacción,
dado el carácter necesariamente vago de las significacio­
nes discursivas y la imposibilidad de suspender su indexi-
calidad (cf. también Kallmeyer / Schütze, 1976:22-23).

Encontramos, en este breve resumen, algunas prime-


ras nociones para delimitar el contexto metodológico del
análisis conversacional norteamericano y sus divergen-
cias conceptuales con los enfoques positivistas e histó-
rico-materialistas, lo que permitirá formular mas adelan-
te algunos elementos de crítica.

3. La corriente norteamericana clásica del análisis


conversacional.

En realidad, hablar de la corriente clásica del aná­


lisis conversacional constituye una simplificación. Exis-
ten varias escuelas en los Estados Unidos que, con dife­
rentes enfoques y metodologías, anal izan conversaciones
en contextos de interacción social.

Los trabajos de Cicourel, por ejemplo, que menciono


más adelante, no se pueden incluir en la corriente prin­
cipal asociada con los nombres de Sacks, Schegloff y Je­
fferson, puesto que se distinguen de ella en varios as­
pectos: el más importante es el enfoque interpretativo-
cognoscitivo de Cicourel quien establece, con el concep­
to de reglas básicas prestado de Schütz, una categoría
ausente en la corriente principal..Cicourel concibe el
análisis conversacional como una reconstrucción de los
procesos interactivos de comprensión.

Sin poder completar la lista, habría que mencionar -


por lo menos a Gumperz, relacionado con la etnografía -
de la comunicación, quien ha tenido una influencia pri­
mordial no sólo en el análisis conversacional, sino en
toda la sociolingüística de orientación etnográfica. . y.en
los estudios pragmáticos de la interacción verbal. Sus
aportes se caracterizan por el énfasis que ponen en el
aspecto cultural de la comunicación y en los sistemas
de valores y de interpretación que determinan el funció-
20 ....Rainer Enrique Hamel

namiento de la interacción verbal. A partir de amplios


estudios sobre el multilingüismo, llega a una conceptua-
lización del cambio de códigos (code-switching) en tér­
minos de su función social (Gumperz, 1975, 1976b)y define
la comunidad de habla con base en la idea de redes socia­
les que se establecen entre los interactantes (1972,
1976 a). Con su enfoque interpretativo, Gumperz ofrece
una interesante alternativa a la concepción más formal
del análisis conversacional que caracteriza la corriente
principal (Sacks, Schegloff, Jefferson, etc.) y se cons­
tituye en uno de los principales críticos de la dialecto
logia social (Labov) en cuanto al enfoque cuantitativo
y la limitada concepción de significación social de esta
última corriente.

En este artículo, llamaré "corriente clásica o etno-


metodológica" a la escuela californiana de Sacks, Sche­
gloff, Jefferson y otros, cuyo aporte más importante fue,
a mi modo de ver, el haber descubierto y sistematizado
los mecanismos de la organización formal de la conversa­
ción. El grupo de sociólogos que se formó en torno a
Harvey Sacks y Emmanuel Schegloff en los años sesenta,
inició el estudio de conversaciones cotidianas, enten-
diendo éstas como formas específicas de la interacción
social. Todos ellos habían sido discípulos de Garfinkel
y Goffman, lo que explica las raíces etnometodológicas
de sus trabajos.

3.1. La construcción del objeto.

Sus minuciosas investigaciones de la estructura for­


mal de conversaciones no se guiaban por un interés espe­
cífico en el lenguaje; se enmarcaban más bien en la lar­
ga tradición sociológica de analizar las interacciones
sociales en el contexto de una teoría de la acción, con
el objetivo de desarrollar una metodología naturalista
de observación que diera cuenta de las acciones socia­
les de manera empírica, rigurosa y formal.

En sus investigaciones sobre la interacción verbal,


la corriente etnometodológica del análisis conversacional
se vio enfrentada a la paradoja de que, por un lado, el
ANALISIS CONVERSACIONAL 21

significado de palabras y enunciados es indexical y por


lo tanto necesariamente vago y ambiguo, pero que, por
otro lado, las conversaciones son producidas y percibidas
como fenómenos ordenados. Por esta dificultad, la corrien-
te conversacional, al igual que Wittgenstein (1953), aban-
donó la idea de encontrar y definir significados fijos de
palabras y enunciados, independientes de su contexto,
lo que le parecía imposible, para concentrarse en explicar
los métodos que permiten a los hablantes producir y enten-
der conversaciones como fenómenos ordenados (cf. Wootton,
1975:59). Los investigadores se dedicaron entonces a
estudiar la significación en términos de ejecuciones ver­
bales ordenadas y a explicar su naturaleza y funcionamien-
to. En otras palabras, se proponían descubrir la organi­
zación discursiva del discurso.

El objeto del estudio de dicha corriente se puede


explicar con el concepto de "interacción centrada, cara
a cara" (centered face-to-face interaction) (cf. Goffman,
1973:7), que define la conversación como:

"aquel caso especial de interacción centrada, en el


cual por lo menos dos participantes se comunican en
forma verbal (...) de tal manera que:
1. no hablan solamente acompañando otra actividad,
sino sobre un tema que se encuentra en el 'foco de
su atención cognoscitiva', y
2. ejercitan por lo menos una vez un cambio de turno.
(Dittmann, 1979 a 3-7, traducción R.E.H.).

La mayoría de los estudios sobre conversaciones coti-


dianas se caracteriza por su empiricismo, su apego muy
estrecho al material, lo que les confiere sin lugar a du­
da muchas ventajas: gracias a estos trabajos, contamos
hoy con un gran número de análisis minuciosos, de gran
precisión descriptiva y con sofisticados métodos de trans-
cripción. No existen casi investigaciones, sin embargo,
que expongan su metodología en forma explícita, que for­
mulen reglas generales sobre la interacción verbal o
que establezcan relaciones sistemáticas entre la conver­
sación y el contexto más amplio de papeles, clases socia­
les y formas simbólicas de dominación y de reproducción
22 Rainer Enrique Hamel

del poder. Este hecho no es casual, puesto que al menos


los representantes de la corriente clásica se opusieron
siempre a formular reglas generales o modelos teóricos,
fieles al principio etnometodológico, según el cual, el
investigador en el fondo no hace otra cosa que reconstru­
ir la labor productiva e interpretativa de los interac-
tantes mismos que participan en una conversación; y como,
según los etnonjetodólogos, el discurso se constituye
siempre en forma local, endógena y en el contacto inme­
diato de los interlocutores, el analista no puede ni de­
be ir mas allá de los elementos observables que consti­
tuyen la interacción verbal. 6

Existe una importante excepción: me refiero al es­


crito programático, ya clásico: "A simplest systematic
for the organization of turn-taking for conversation" que
Sacks, Schegloff y Jefferson publicaron en 1974. Por la
influencia que ha tenido este artículo en todo el desarro-
llo posterior del análisis conversacional, citaré aquí -
algunos de sus postulados básicos. Según los autores,
existe una serie de mecanismos recurrentes que se pueden
observar en toda conversación cotidiana: 7

"1. El cambio de hablante es recurrente, o por lo


menos, sucede (...)

2. En la mayoría de los casos, sólo un participan­


te habla a la vez (...)

3. Son frecuentes, pero breves los momentos en que


habla más de un participante a la vez (...)

6 Encontramos aquí una de las limitaciones teórico-meto-


dológicas más importantes del análisis conversacional
que criticaré más adelante.
7
Los autores evitan cuidadosamente hablar de reglas en
el catálogo. Afirman que se trata de una lista de
puntos que deben entenderse como "a set of empirical
constraints on the model" (1974: 700 ).
ANALISIS CONVERSACIONAL 23

4. Son frecuentes las transiciones (de un turno


al siguiente) sin intervalo y sin traslape.
Junto con las transiciones caracterizadas por
un breve intervalo o traslape, conforman la
gran mayoría de las transiciones (...)

5. El orden de los turnos no es fijo, sino varia­


ble (...)

6. La extensión de los turnos no es fija, sino va­


riable (...)

7. La extensión de las conversaciones no es fija,


ni predeterminada de antemano (...)

9. La distribución relativa de los turnos no está


fijada, especificada de antemano (...)

10. El número de participantes puede variar (...)

11. La conversación puede ser continua o disconti­


nua (...)

12. Obviamente se usan técnicas para atribuir tur­


nos. El hablante de turno puede escoger al si­
guiente (cuando, por ejemplo, el hablante de
turno dirige una pregunta a otro participante);
los participantes pueden escogerse a sí mismos,
con el simple hecho de empezar a hablar (...)

13. Se usan varias 'unidades de construcción de


turnos'. Los turnos pueden proyectarse por la
duración de una palabra o, por ejemplo, exten-
derse a una oración (...)

14. Es evidente que se dispone de mecanismos para


tratar errores y violaciones en la toma de tur­
nos. Si dos participantes, por ejemplo, per­
ciben que están hablando al mismo tiempo, uno
de ellos se detendrá prematuramente, reparan­
do así la perturbación (...)" (Sacks / Scheglo
ff/ Jefferson, 1974:700-701, traducción R.E.H.).
24 Rainer Enrique.Hamel

Encontramos aquí los fundamentos básicos que guia­


ron las investigaciones del análisis conversacional clá-
sico. Las observaciones se basan en amplios estudios em­
píricos de los autores. A primera vista, la mención ex­
plícita de estos mecanismos parece banal, puesto que for­
man parte de las rutinas que cualquier hablante nativo
domina perfectamente. Pero fueron justamente estas obser-
vaciones generales las que abrieron el camino a que, tan-
to en la sociología como en la lingüística, la estructu­
ra formal de la conversación cotidiana se considerará
como un objeto digno de estudio.

Este fue precisamente el objetivo de los fundadores


de la corriente: para establecer el análisis de conver­
saciones cotidianas como nueva disciplina de investiga­
ción en la sociología del lenguaje, se vieron obligados
a sostener y demostrar que su objeto de estudio era ana­
lizable; en otras palabras, que no reinaba el "caos" en
las conversaciones cotidianas, el azar del libre juego
entre los participantes. Por el contrario, según ellos
se puede detectar una estructura formal en la conversa­
ción : los interlocutores observan reglas estructuran­
tes y participan activamente en la organización de la
conversación, como se ha visto en los mecanismos detec­
tados por Sacks, Schegloff y Jefferson.
El catálogo de mecanismos conversacionales se basa
en el supuesto de que en la conversación -comprendida
como interacción simbólica- existen, por un lado, tareas
estructurales para organizaría y, por el otro, medios pa-
ra resolver estas tareas. Las tareas se pueden dividir
en tres áreas globales que contribuyen a mantener la con-
versación:

1. El aseguramiento mínimo de la cooperación.


.2. El aseguramiento suficiente de la comprensión de
enunciados del otro participante y la comprensi­
bilidad de los enunciados propios para él.
.3. La organización de los transcursos en el tiempo,
con un comienzo, una parte central y una clausu­
ra (cf. Kallmeyer/Schütze, 1976:9).
ANALISIS CONVERSACIONAL 25

Estas conversaciones se analizan en términos de su


estructuración formal y de las actividades elementales
rutinarias que las sustentan, como la iniciación, manten-
ción y clausura ordenada a través de las cuales se mani­
fiesta la estructura formal.

Antes de dar a conocer, a modo de ejemplo, uno de


los problemas clásicos en el análisis conversacional del
grupo Sacks/ Schegloff/ Jefferson, insistiré un momento
en los procedimientos de análisis que han llegado a confi-
gurar la “mentalidad analítica" (Schenkein, 1979, cf. tam-
bién Bergmann, 1981:17) de la corriente en discusión.

El programa etnometodológico del análisis conversa­


cional se propone determinar, en forma empírica, los pro­
cedimientos que le permiten a los interactantes estable­
cer un orden en la comunicación mediante la realización
de sus acciones verbales, analizar los enunciados de sus
interlocutores con base en la sistematici dad que en ellos
se expresa, y comunicar los resultados de dicho análisis
en sus enunciados posteriores (cf. Bergmann, 1981:15).

En este sentido, el objeto de describir las condi­


ciones interactivas bajo las cuales se constituye y desa-
rrollan las conversaciones, es determinar cuáles son las
orientaciones de acción y los patrones interpretativos
que utilizan los miembros de una sociedad en sus interac­
ciones verbales. Esto es posible porque, según los analis-
tas, los interactantes tienen que aclararse mutuamente la
interpretación y validez de sus contribuciones en cada
turno (cf. Nothdurft, 1981:1).

El analista, como miembro competente de la comunidad


de habla cuyas conversaciones estudia, no hace otra cosa
que reconstruir estos procedimientos y descubrir su es­
tructura inherente. En su interpretación tiene que basar­
se primordialmente en aquellas manifestaciones de inter­
pretación y aclaración que los mismos participantes pro­
ducen en sus conversaciones.

Este programa explica la hostilidad de la corriente


clásica frente a todo intento de formular teorías, catá­
26 .....Rainer Enrique Hamel

logos preestablecidos de reglas, categorías y la inexis­


tencia de una metodología rígida.

3.2. Los principios analíticos

Existe, según los autores, una serie de principios analíti-


ecos que deberán observarse:

1. El material de análisis se compone de unidades de


interacción verbal y no verbal que se desarrollan en for­
ma natural, sin la intervención ni manipulación por parte
del investigador. Es decir, el analista no construye su
objeto de la misma manera que en algunas corrientes del
análisis del discurso (cf. Pécheux, 1975, Maingueneau,
1976, etc.), extrayendo con relativa arbitrariedad cier­
tos enunciados de un discurso (de la cadena de interac­
ción verbal, de un texto escrito) para elaborar su cor-
pus, sino que toma como objeto la interacción verbal en
su conjunto. En esta fase se limita a determinar, a lo
sumo, los confines de una conversación, pero aún aquí to­
ma en cuenta la estructuración de comienzo y fin que rea­
lizan los propios interactantes. La intervención inter­
pretativa del investigador empieza después de la fase de
elicitación, según los representantes de esta corriente,
cuando inicia la transcripción y con ella el análisis.

En un primer instante, Sacks (1966) y Schegloff


(1967-1972) se concentraron en el estudio de conversacio­
nes telefónicas que constituyen un tipo muy especial de
interacción, puesto que eliminan el contacto visual y se
limitan, en la mayoría de los casos, a dos personas.

Posteriormente se amplió el campo a casi todos los


tipos de discursos, incluyendo la comunicación escrita.

2. Los materiales observados se "almacenan" con me­


dios técnicos (grabadora, filmadora, video), con el fin
de poder reproducirlos cuantas veces sea necesario para
su análisis minucioso. Este procedimiento es indispensa­
ble para el análisis conversacional, ya que se trata de
descubrir cómo se producen y reproducen las estructuras
sociales en la interacción. Nos enfrentamos aquí a un pro-
ANALISIS CONVERSACIONAL 27

blema común en toda investigación social que tiene como


objeto la interacción, porque se produce casi inevitable­
mente la paradoja laboviana: el objetivo de la investiga­
ción es el registro de interacciones en su forma "natu -
ral", pero la presencia del investigador como observador
participante o de la grabadora o filmadora alteran casi
siempre esta interacción natural.

3. Después, los materiales grabados o filmados se


transcriben, como primer paso del análisis. En sus prime-
ras investigaciones, Sacks y Schegloff se limitaron a u-
na transcripción ortográfica con algunos símbolos diacrí-
ticos (pausas, traslapes, etc.), pero en la medida en
que se amplió el alcance de las investigaciones, se desa-
rrollaron múltiples formas de transcripción. Es importan­

8 En un proyecto de investigación que estudia problemas


de bilingüismo en una zona indígena de México, trata-
mos de disminuir estas interferencias mediante diver-
sas técnicas: Muñoz (l98la,b) utiliza como punto de
partida de sus entrevistas un estímulo grabado que
contiene proposiciones hechas por un hablante de la
misma cultura que el entrevistado, para elicitar acti-
tudes y juicios metacomunicativos acerca del lenguaje
que forman parte de la conciencia lingüística,. Esta
técnica surte el siguiente efecto: el entrevistado se
concentra, no tanto en el entrevistador, sino más
bien en los enunciados que escucha en la grabación,
de modo que establece una suerte de diálogo con un
miembro de su propia cultura. En las observaciones y
grabaciones en la escuela bilingüe, tratamos de redu-
cir la interferencia que causa la presencia del inves-
tigador, permaneciendo durante mañanas completas en
el salón de clase, lo que permite que las actividades
de maestros y alumnos se normalicen paulatinamente
(cf. López, 1981 y Hamel, 198lb,c,f,). En el estudio
de diversas situaciones comunicativas como reuniones
de trabajo, asambleas, etc., son en muchos casos par-
ticipantes de las reuniones mismas los que efectúan
las grabaciones.
28 .....Rainer Enrique Hamel

te señalar que la exactitud y complejidad de la transcrip­


ción depende en última instancia de los objetivos del aná­
lisis: si se trata por ejemplo, de identificar solamente
unidades relativamente grandes como los patrones de inte­
racción verbal (cf. Hamel, 1982), la transcripción puede
ser bastante simple. Cuando, por otra parte, se intenta
identificar momentos de conflictos de conciencia lingüís­
tica en el discurso de un hablante (cf. Schlieben-Lange,
1979,Hamel/Muñoz, 1981,.1982), factores como la estructu­
ra de pausas, los patrones de entonación y las variaciones
dinámicas (rápido-lento, forte-piano) revisten espe­
cial importancia 9 .

Hay que recordar que la transcripción misma, labor


bastante tediosa, 10 no puede concebirse de ninguna ma­
nera como un trabajo meramente técnico: constituye, al
contrario, una parte decisiva del proceso de descubrimien-
to y análisis; la transcripción es siempre parcialmente
interpretativa, ya que requiere de decisiones en cuanto a
los elementos y aspectos que se incluyen en ella. La
transcripción, que significa de hecho una fijación en el
tiempo y el espacio, tampoco debe opacar el carácter
transcursivo de proceso inherente a toda conversación,
cuyas estructuras se producen y reproducen en el momento
mismo de su ejecución. El analista nunca debe perder de
vista la perspectiva del interactante, en el sentido que
descubre y explícita las interpretaciones y estructura-
ciones de éste. 11

9
Ver el anexo 1.

10 Para una primera transcripción conversacional, hay


que calcular un tiempo aproximado de 15 a 20 minutos
de transcripción por un minuto de grabación.
11
Es evidente que la transcripción nunca podra captar
todos los elementos complejos de una situación de in-
teracción. Por esta razón, el investigador debe uti-
lizar en su análisis la transcripción junto con la
grabación . Ademas, tiene que anotar sus observaciones
en el momento de la grabación (cambios de lugar de los
ANALISIS CONVERSACIONAL 29

No es posible, en este breve resumen, exponer las


diversas técnicas de transcripción con sus ventajas y
desventajas relativas. Presentaré, a modo de ejemplo, un
esquema de transcripción semi-interpretativa que, con va-
riantes menores, se utiliza en diversas investigaciones.
Se trata de un modelo basado en notaciones parecidas a
la partitura musical, pero en orden horizontal, que cuen­
ta con 7 columnas (cf. Henne/Rehbock, 2 1982:72-88):

1. medición de tiempo en segundos


2. siglas para los hablantes
3. paréntesis rectos para la enumeración de palabras
y las líneas de la partición
4. partitura (texto)
5. comentarios acústicos
6. comentarios visuales
7- comentarios semánticos y pragmáticos. 12
A. En un segundo paso del análisis, el investigador
buscará los marcadores de organización en que se mani­
fiestan las regularidades de la interacción que, como se
sabe, no son producto del azar, sino resultados sistemá­
ticos con que los interactantes resuelven los problemas
estructurales de la organización discursiva. El analista
pretende descubrir no sólo los principios de la génesis
estructural de cada caso analizado, sino también los me­
canismos de la "máquina conversacional" que obliga a los
interactantes a proceder dentro de ciertos marcos esta­
blecidos, como son, por ejemplo, los diversos mecanismos
de distribución de turnos.

interactantes, mímica, gestos, contacto visual, etc.)


que en la cinta no se registran. Por la importancia
de estos factores extralingüísticos, se usa cada vez
mas la videograbación en el análisis conversaciónal.

En el anexo se encuentran algunos ejemplos de trans-


cripción que utilizo en mis investigaciones. Se trata
de esquemas reducidos que contienen 6 ó 7 columnas,
según el interés específico de cada transcripción.
30 Rainer Enrique Hamel

En una conversación, el participante no está sujeto


en forma total al determinismo de la "máquina conversa­
cional" que él mismo pone en marcha. Jefferson (1972:315)
distingue entre "structural provisions" y "participants'
work", es decir, entre aquellas frases en que existe una
obligación "fuerte" para el hablante, y los segmentos
que ofrecen alternativas de acción (cf. Bergmann, 1981:
23). Schegloff (1972:78) analiza la expansión de la se­
cuencia de inserción de tipo:

1. A: ¿Vienes hoy a la casa?


2. B: ¿Puedo llevar a un amigo?
3. C: Por supuesto.
4. B: Bueno, nos vemos entonces a las nueve.

En este ejemplo, las líneas 2.y.3.se insertan en la


secuencia "pregunta-respuesta" de las líneas 1.y.4, para
aclarar una condición específica que determina la respues-
ta en la línea 4. Si bien el mecanismo de esta expansión
seguramente tiene carácter universal y libre de contexto,
su aplicación dependerá de la aceptabilidad socio-cultu-
ral en un contexto determinado.

El orden y los métodos con que el investigador pro­


cede no son independientes de los objetivos e intereses
de la investigación. Aún la versión extremadamente empi-
ricista que acabo de describir, obedece a intereses cien-
tíficos, sociocultural es y hasta políticos que determi­
nan los procedimientos del análisis. Toda investigación
que niegue esta relación permanece en un círculo ideoló­
gico que no quiere o no puede revelar sus objetivos glo­
bales. Por lo tanto, me parecen más interesantes aque­
llas investigaciones que se fijan un objetivo más allá
del análisis inmanente y que definen explícitamente los
métodos que aplicarán para alcanzar dicho objetivo.

En sus investigaciones más recientes, el sociolin-


güista alemán W. Kallmeyer y su equipo analizan conver-
saciones en instituciones sociales con el objetivo de
dilucidar en qué forma la institución y sus representan­
tes imponen sus objetivos institucionales en las inter­
acciones con los clientes. Los pasos analíticos de este
ANALISIS CONVERSACIONAL .....31

equipo incluyen un análisis global, un análisis deta­


llado, un análisis de los patrones y un análisis de la
ejecución (cf. Projektgruppe Beratungsgespräche, 1981).

3.3. Temas del análisis conversacional

3.3.1. La construcción interactiva de cada turno

El turno, como unidad básica del análisis conversa­


cional, no tiene una existencia independiente de la inte-
racción; es decir, la conversación no se constituye en
base del intercambio de unidades monológicas independien-
tes. Se trata más bien de un proceso de construcción in­
teractiva, en el que participa también el oyente (cf.
Bergmann, 1981:25). En este campo se estudia en qué forma
el hablante altera su intervención (el plan) en su trans-
curso mismo, de acuerdo con las reacciones de afirmación,
desacuerdo, incomprensión, etc. del interlocutor.

3.3.2. La estructura secuencial de la interacción


verbal
Aquí se trata de identificar unidades secuenciales
como "pregunta-respuesta", "saludo-contestación", etc.,
al interior de una conversación. Este problema ya fue
tratado en el contexto de una pragmática empírica basada
en el concepto del acto verbal, sin que exista, por el
momento, una proposición convincente que explique cómo se
estructuran e integran diversas unidades del discurso al
interior de una conversación (cf. Sinclair/Coulthard, 19
75, Schlieben-Lange, 2 1979). Por el contrario, la iden­
tificación de unidades distintivas en conversaciones cons-
tituye uno de los problemas importantes en la teoría prag-
mática que rebasa el marco del análisis conversacional.

3.3.3. La organización estructural global

Este problema está íntimamente ligado al anterior


puesto que al parecer, existen mecanismos que regulan la
conversación más a l l á del paso de un turno a otro. La or­
ganización de la distribución de turnos (ver punto 3.3.6.)
funciona solamente de un turno al otro, mientras que
32 .....Rainer Enrique Hamel

los mecanismos más globales tienen la tarea de organizar


fases más amplias que no se pueden analizar sin tomar en
cuenta el tipo de conversación bajo análisis y el tema de
la conversación 13 . Es sobre todo este último aspecto que
ha causado una serie de problemas, ya que requiere de de­
finiciones semánticas que no pueden limitarse a una des­
cripción formal y estructural, Kallmeyer/Schütze (1976:4)
señalan con toda razón que el análisis conversacional es
indisociable de los presupuestos y las adscrip­
ciones de significación que realizan los hablan
tes. Este aspecto, es decir, el hecho de que
la organización discursiva se desarrolle siem­
pre bajo el punto de vista de la constitución
de acción y significación y no es explicable sin
ella, quedó excluido del análisis empírico en
Sacks/Sehegloff/Jefferson (1974) y fue reintro-
ducido posteriormente por Kallmeyer/Schtütze y
otros autores.

3.3.4. La relación entre la interacción verbal y su


contexto.

Sacks/Schegloff/Jefferson se habían propuesto desarrollar


un aparato formal para describir el funcionamiento de la
distribución de turnos que fuera libre de su contexto, es
decir, del lugar, tiempo y de la identidad de los
participantes, para llegar a un sistema de máxima sensi­
tividad a los contextos posibles (1974:699). Recordemos,

13
Hay casos en que la organización global es explícita y
existe previa a la conversación, como en las reuniones
formales que se rigen por un orden del día (cf. Hamel,
1901a)o Pero la conversación cotidiana, no preestruc-
turada, obedece también a mecanismos de organización
global que son más difíciles de detectar. Cabe seña-
lar que aquí intervienen también las funciones y posi-
ciones sociales de los sujetos, lo que no toma en cuen-
ta la corriente clásica del análisis conversacional,
(ver el punto 5.1.).
ANALISIS CONVERSACIONAL 33

por otra parte, el postulado de Garfinkel, que toda con­


versación debe analizarse en su contexto situacional del
que da cuenta la estructura indexical. Los autores tratan
de disolver esta contradicción aparente y postulan que
gran parte del mecanismo regulador se desarrolla en forma
independiente del contexto y que es justamente este hecho
el que permite determinar en qué forma y cuándo se des-
pliega la sensitividad al contexto. Se trataría, por lo
tanto, de analizar concretamente cómo los interactantes
mismos evalúan el contexto e integran las conclusiones
de su análisis a.la conversación.

Este postulado se podría entender en forma similar a


la afirmación de Grice (1 968 ) que no hay alteración de u-
na estructura que pertenece a la norma sin cambio de sig­
nificado. Es decir, si se pueda establecer una estructura
formal y libre de contexto para la organización de los
cambios de turno, toda alteración tendrá que explicarse
por medio de elementos del contexto específico. La inves­
tigación no ha esclarecido todavía cuáles podrían ser las
estructuras libres de contexto y si su carácter es univer
sal o específico en cada cultura. 14

3.3.5. La sobreposición e interrelación de diversas


estructuras de organización

Este problema se puede abarcar de dos maneras:.o


bien se considera que en un enunciado se manifiestan di­
versas estructuras del mismo nivel que se sobreponen y en-
tran, a veces, a competir (cf. Bergmann 1981:31), o bien
se llega a la conclusión que existen estructuras de dis­
tinto nivel en la organización y, por lo tanto, en el aná-
lisis discursivo. La última posición nos lleva necesaria­
mente a la conclusión de que el alcance del análisis con­
versacional en su versión clásica es insuficiente para

14
Cazden et al. (1980) mencionan un caso en la Poline-
sia, donde parece existir una forma colectiva de narra-
ción ritual que aparentemente permite traslapes mucho
más extendidos que los habituales en las culturas oc-
cidentales.
34 .....Rainer Enrique Hamel

dar cuenta de la complejidad del discurso y que es nece­


sario elaborar modelos que integren otros niveles de aná­
lisis. 1 5

3.3.6. La organización de la distribución de turnos

Por último volveré al punto de partida del análisis


conversacional que constituye el tema clásico de esta co-
rriente.
Desde sus primeros trabajos, Sacks, Schegloff, Je­
fferson y otros postulan la existencia de un mecanismo
formal que regula, en un proceso reflexivo, la distribu­
ción de los turnos en una conversación.

El carácter dialógico de la conversación cotidiana


se basa en la alternancia sistemática en las contribucio­
nes de los interactantes. Si no existe un moderador como
distribuidor oficial de los turnos, los participantes
tienen que regular la distribución de sus turnos mediante
sus propios enunciados.

Sacks/ Schegloff/ Jefferson (1974 etc.) postulan la


existencia de dos componentes y un juego de mecanismos
para descubrir la estructura de los cambios: el componen-
te de construcción de turnos (turn constructional compo-
nent) explica la construcción interna de un turno que le
permite a los oyentes prever su clausura y el componente
de asignación de turnos (turn allocation component) que
sugiere puntos relevantes para el cambio de turno (transi-
tion-relevance-place). La transición organizada con el se-
gundo componente se define con un conjunto de mecanismos:

1. El hablante de turno termina su intervención, se­


leccionando y determinando al hablante que sigue. Esto se
efectúa, por ejemplo, con una pregunta directa.

15 Esto es el objetivo de diversas proposiciones que


mencionaré en el punto 4 y que desarrollo en otro
trabajo. (Hamel, 1980).
ANALISIS CONVERSACIONAL 35

Ejemplo: Reunión de trabajo

A: ...con todo lo que he dicho, quería nada más re­


calcar la importancia de organizar más conferen­
cias; Julio, ¿qué posibilidades hay de organizar
un evento de este tipo en tu instituto?

B: ... bueno,
puedo cónsultarlo con ei director, pero no creo
que habrá problemas...

2. El hablante de turno no determina quién hablará


a continuación y se produce una situación de autoselec-
ción: Cualquiera de los otros participantes puede tomar
el turno; el que habla primero, gana el derecho de enun­
ciar su turno (floor). Si varios comienzan un turno simul-
táneamente (traslape), se impondrá uno, puesto que los
traslapes dificultan la comunicación y no pueden perdurar
por mucho tiempo, en un caso normal.

A: ... ahora bien, si ya tenemos el lugar para la


conferencia, falta nada más fijar una fecha...
¿qué proponen los demás?

B: bueno, ahora que...

C: pienso que ...

B: ahora que se están acer-


cando las vacaciones,
me parece...

lo mejor
C:

3. Si ninguno de los otros participantes empieza a


hablar, el primer hablante puede retomar la palabra e ini-
ciar un segundo turno. Esto se produce, por ejemplo, cuan-
do enuncia una pregunta ambigua o retórica. Nadie quiere-
exponerse a una equivocación y dar una respuesta inapro-
piada.
36 Rainer Enrique Hamel

A: ... y ¿qué pasa si el ponente no llega y nos deja


plantados?

B:..............

C:..............

A: no quiero imaginarme esta situación...

Sin poder entrar aquí en los detalles del sistema,


cabe señalar que son precisamente las violaciones de las
reglas que revelan su existencia en el sentido de que la
conversación se guía por determinadas reglas básicas (cf.
Cicourel, 1973, 1975) que establecen normas conocidas y
observadas.

Las reglas de distribución no explican la estructu­


ración de comienzo y clausura en una conversación que obe-
decen a un conjunto de reglas propias. El concepto de con-
ditional relevance define cada turno en relación con su
complemento, es decir, cada actividad verbal forma parte
de un par adyacente (adjacency pair) como son la pregun­
ta y la respuesta. Goffman (1976:257 - 263) propone los
términos más generales de statement y reply, Estas secuen-
cias forman parte de los inicios y las clausuras de con­
versaciones.

Schegloff (1972) analizó el funcionamiento de ini­


cios y calusuras en conversaciones telefónicas. El ini­
cio se organiza en dos pasos, apelación y contestación
(summons y answer), que pueden consistir en varios tur­
nos. Existen diferencias culturales importantes en cuan­
to a las formas específicas que toman estos turnos: nor­
malmente, el que conteste la llamada habla primero, con
una simple señal de recepción o identificándose con su nom-
bre o numero de teléfono. El rasgo común de esta fase con-
siste en la tarea de identificación mutua de los interac-
tantes. La fase puede incluir el intercambio de una se­
rie de turnos estereotipados (¿qué tal?). Si bien ellos
no contienen mucha información semántica, su función es
muy importante para la constitución de las identidades y
la reproducción de las relaciones sociales. Los partici-
ANALISIS CONVERSACIONAL 37

pantes expresan mutuamente su interés y buena predisposi­


ción para poner en marcha los mecanismos de interpreta-
ción colectiva y esclarecimiento de validez necesarios
para el funcionamiento de la parte temática que sigue a
la introducción. Al terminar esta fase, la persona que
inició la llamada tiene que entrar al tema, dando a co­
nocer la razón de su llamada, y así comienza la "máquina
de la toma de turnos".

La clausura, a su vez, se estructura en dos fases:


la última consiste en un par de enunciados convenciona­
les de despedida; esta fase no se puede iniciar, sin em­
bargo, sin haber agotado una primera fase preparatoria
(opening up closings). El participante que inició la lla­
mada tiene que señalar que para él se agotó el tema, o su
interlocutor puede dar a entender que ya no tiene tiempo.
La fase de apertura de la clausura contiene un punto que
le permite a cada uno de los interlocutores iniciar un se­
gundo tema; se trata de un recurso de ofrecimiento mutuo
de tomar la palabra (floor-ofering-device). Una vez pasa-
do este punto e iniciada la fase final, es muy difícil
introducir un tema nuevo, puesto que significaría violar
una regla conversacional. Se observa también el caso con­
trario: ninguno de los interactantes quiere cerrar la fa­
se final, y se producen las despedidas interminables.
A estas estructuras se refieren Kallmeyer/Schütze
(1376:2), cuando hablan de actividades básicas rutinarias
que contribuyen a iniciar, mantener y concluir "ordenada­
mente" una conversación: los participantes tienen que ob­
servar una serie de reglas, aun cuando los enunciados co­
rrespondientes tengan una función meramente fática o ruti
naria, si no quieren arriesgar una crisis en la conversa­
ción . 1 6

16 Se puede observar en este ejemplo que el análisis con


versacional no dispone de una concepción dialéctica
que explique la relación entre la utilización de re-
glas preestablecidas y su reproducción en el contex-
to de la interacción.
38 .....Rainer Enrique Hamel

3.4. Áreas de investigación

La investigación en este campo se inició con conver­


saciones relativamente simples, como las llamadas telefó-
nicas, para extenderse posteriormente a casi todos los
ámbitos de la interacción verbal. 17

Podemos distinguir, por un lado, entre investigacio­


nes que analizan tipos de enunciados o de secuencias, como
son: la queja, la enumeración, la evaluación y la descrip-
ción; o esquemas de comunicación,.tal es como: la argumen-
tación y la narración (cf. Bergmann, 1981: 28-29).

Por otro lado, se puede partir de una tipología de


situaciones comunicativas desde una delimitación externa
(cf. Muñoz/Hamel et al., 1980, Henne/Rehbock,2 1982:
232-233). La tipología de Henne/Rehbock incluye:

- Conversaciones terapéuticas (psicoanálisis, con-


sulta médica).

- Conversaciones de asesoría (en instituciones edu­


cativas, públicas y privadas).

- Conversaciones de negociación (sesiones de juzga­


dos, interrogatorios, pláticas de negocios y po-
líticas).

- Conversaciones y entrevistas en los medios de co­


municación.

- Conversaciones docentes (en la escuela y otras


instituciones educativas).

- Adquisición del lenguaje e interacción en la fa­


milia.

- Conversaciones literarias (incluyendo el teatro).

17 Henne/Rehbock ( 2 1982) y Bergmann (1981) informan


ampliamente sobre los campos de aplicación del análi-
sis conversacional.
ANALISIS CONVERSACIONAL 39

Resumiendo, el aporte principal del análisis conver-


sacional de orientación etnometodológica consiste, por
un lado, en el instrumentarlo minucioso de transcripción
y análisis que propone y por el otro, en que concibe la
acción simbólica como hecho social que se elabora en la
interacción. Contribuye además a investigar en qué forma
se establece la relación entre la interacción verbal y
la significación social en el análisis de discursos o
textos que entiende como esquemas cognoscitivos.

Abandono aquí la exposición sobre el análisis conver-


sacional clásico, para referirme a las proposiciones de
ampliación del modelo en el punto siguiente.

4. La ampliación del análisis conversacional

En este punto resumiré algunos de los aportes más


recientes en la investigación de la interacción verbal
que provienen sobre todo de la discusión en Alemania Fe­
deral. A diferencia de los países anglosajones, en que
fueron esencialmente los sociólogos quienes se dedicaron
al análisis conversacional, la recepción de esta corrien-
te se produjo en Alemania sobre todo entre los lingüís-
tas que por su orientación tenían un interés mayor en
los aspectos lingüísticos que en los interaccionales.
Confluyó con la recepción de otras corrientes, especial­
mente la teoría de los actos verbales (Austin, Searle) y
la sociolingüística bernsteiniana y laboviana. Su desa­
rrollo en el contexto alemán, además, no podría entender-
se sin tomar en cuenta la tradición lingüística alemana
y, en los años sesenta y setenta, la disputa del positi­
vismo en las ciencias sociales iniciada por la Escuela
de Frankfurt. Este contexto de discusión científica ex-
plica en parte por qué el enfoque etnometodológico y em-
piricista del análisis conversacional nunca se concibió
como proposición única que pudiera explicar los fenóme-
nos analizados de manera aislada.

A partir de la mitad de los años setenta, después


de una intensa fase de discusión teórica, se propusieron
varios modelos de integración para la investigación em­
pírica, incluyendo, sobre todo, la lingl/ística del texto
y la teoría de los actos verbales.
40 .....Rainer Enrique Hamel

En un primer instante, Kallmeyer/Schütze (1976) am-


pliaron el concepto de conversación proveniente de
Sacks/ Schegloff/ Jefferson (1974) a todos los ámbitos
de la.comunicación verbal de alta relevancia social, co­
mo son las instituciones. 18 En segundo lugar, extendie­
ron el concepto mismo de análisis conversacional que pa­
ra ellos significa

"la investigación empírica de textos verbales


(...) grabados (...), transcritos y analiza­
dos bajo el punto de vista de las estructuras
del transcurso de la comunicación, las acti­
vidades de los participantes de la interac-
ción y/o los presupuestos y adscripciones de
significación que ellos realizan" (1976:4)
(traducción R.E.H.).

Finalmente, y tropezándose con las limitaciones del


análisis conversacional clásico, concluyeron, junto con
otros investigadores, que la complejidad de la interac­
ción verbal no permitía un análisis exhaustivo en el mar-
co de una sola metodología: el discurso mismo se estruc­
tura en diversos niveles, lo que sugiere establecer tam­
bién niveles de análisis diferenciados. Propusieron, en
un primer instante, un nivel de organización de los es-
quemas de comunicación verbal basado, principalmente,
en el concepto de acción y los aportes de la teoría de
los actos verbales, para analizar unidades más amplias
que los turnos (nivel del análisis conversacional). Pos­
teriormente concluyeron que algunos fenómenos de la inte-
racción verbal, como son la narración y argumentación y
las modalidades de interacción (ironía, etc.) requerían
de un tratamiento analítico en otros niveles que los es-
quemas de comunicación (cf. Kallmeyer, 1977, 1978, 1979,
1981 a, Kallmeyer/Schütze, 1977, etc.).
A diferencia del equipo Kallmeyer/Schütze, cuyo tra-
bajo se fundamenta en una concepción etnometodológica de

18 Esta ampliación se produjo en forma parelela, aunque


con otras características, en los países anglosajo-
nes.
ANALISIS CONVERSACIONAL 41

la interacción, Ehllch y Rehbein partieron de investiga­


ciones empíricas basadas en la teoría de los actos verba-
les.
Estos últimos analizaron, por ejemplo, las estructu-
ras de la acción verbal en instituciones como el restau­
rante (Ehlich/Rehbein, 1972). Las limitaciones de los ins-
trumentos de investigación y un estudio detenido de di­
versas teorías de la acción los llevaron a replantear e
invertir el proceso de elaboración de modelos de análi­
sis: a diferencia de la teoría clásica de los actos ver­
bales (Austin, Searle) que se basa en e1 acto verbal ais-
lado, propusieron partir de un enfoque histórico-materia-
lista del proceso de producción y reproducción social
que ubicara la necesidad de comunicación en la división
del trabajo y en las formas de cooperación social, para
fundamentar úna teoría general de la acción humana. La
acción verbal sería entonces una subclase específica de
la acción, y la clasificación de acciones verbales se ba-
saría en primer lugar en sus condiciones constitutivas,
históricas y situacionales como realizaciones de patro­
nes en el contexto de la organización social. Este con­
cepto de patrón de acción verbal que no es idéntico pe­
ro se ubica más o menos en el mismo nivel conceptual que
el de los esqamas de comunicación de Kallmeyer/Schütze
y de otros investigadores, permite entender la produc-
ción verbal en contextos de interacción a partir de la
posición que sustentan los hablantes en la estructura so-
cial. Además, hace posible estudiar en qué forma, a lo
largo de un proceso histórico, una sociedad va elaboran­
do, ensayando y transformando tipos de patrones de ac-
ción verbal culturalmente definidos (cf. Ehlich/Rehbein,
1979).

A pesar de los importantes avances en las definicio-


nes teóricas e investigaciones empíricas, la discusión
está todavía en curso y no existe, hasta la fecha, un
modelo coherente para el análisis del discurso. La am­
pliación del análisis conversacional y su integración con
otros enfoques es muy controvertida. Hay investigadores,
como Bergmann (1981), quienes rechazan la ampliación y
elaboración teórica y critican los intentos de redefinir
el enfoque etnometodológico para utilizar sus instrumen­
42 Rainer Enrique Hamel

tos de análisis en una sociolingüística que estudie las


relaciones entre clases y estratos sociales y formas de
comunicación. Consideran las ampliaciones como una trai­
ción al pensamiento de los iniciadores de la etnometodo-
logía, Schütz y Garfinkel, y proponen continuar en la
tradición de investigaciones empíricas y descriptivas,
libres de todo lastre teórico. 19

Además de la controversia sobre la extensión y los


alcances interpretativos de esta corriente, se perfilan,
por lo menos, las siguientes diferencias de enfoque en
la investigación, especialmente en la discusion al emana:

- Hay trabajos en que predomina el aspecto interac-


cional de la conversación; es decir, analizan el diálogo
en cuanto a las funciones y tareas que se plantean a los
interactantes, especialmente las de constituir la acción
misma, la significación como relación indexical con el
contexto y la constitución de las identidades sociales
(cf. Kallmeyer, 1981a:90), como también la organización
interactiva de la conversación misma.

- Existen investigaciones que estudian.la.conversa-


ción a partir de una teoría de la acción.-no.de.la.inte-
racción-, tratando de establecer patrones.complejos.y.se-
cuenciales de la acción verbal (cf.Rehbein,.1977,.Ehlich/
Rehbein,.1979).

- De los enfoques anteriores se distinguen los tra­


bajos que ponen mayor énfasis en las formas lingüísticas
que componen la estructura de la conversación en cada
lengua (cf. por ejemplo Rath, 1981, Wenzel, 1981 y la re-
seña de Antos/Müller, 1980). En este campo se ubican prin-
cipalmente aquellos trabajos que -al término de un largo
divorcio- intentan relacionar nuevamente la pragmática y

19
Bergmann (l98l), un discípulo de la escuela califor-
niana de Sacks y Schegloff, crítica explícitamente
las ampliaciones propuestas y niega la posibilidad de
descubrir, por ejemplo, relaciones de asimetría so-
cial a través del análisis conversacional.
ANALISIS CONVERSACIONAL 43

la lingüística del texto con la sintaxis y semántica (cf.


los trabajos en Tschauder/We.igand, 1980, tomo l), como
también las investigaciones que analizan la función con­
versacional de los elementos específicos del lenguaje
(por ejemplo, las partículas, cf. Weydt, 1979, Franck,
1979, 1980, etc.).

Por último, existe un campo relativamente poco desa­


rrollado 20 que se refiere al análisis de la interdepen­
dencia compleja entre las reglas y estructuras de la in­
teracción y los sistemas de valores y del saber en una so­
ciedad específica. Es de esperar que en este enfoque se
retome la temática desarrollada por Gumperz, desde una
teoría social más amplia que la subyacente a la corrien­
te clásica del análisis conversacional.

5. Crítica a los fundamentos teóricos del análisis


conversacional

Los diversos intentos de ampliar el enfoque y el ob­


jeto de análisis han ayudado a identificar con mayor ni­
tidez una serie de problemas y a superar algunos de
ellos. Los avances más prometedores, a mi modo de ver,
son los que abarcan la relación entre la estructura in-
teraccional de la conversación y la producción de la sig-
nificación social y los que buscan diferenciar campos de
análisis y establecer niveles de organización discursiva,
así como explorar áreas de aplicación.

No entraré aquí a explayar las controversias y dis­


cusiones metodológicas mencionadas en el punto anterior.
Me limitaré a señalar algunos aspectos que, desde mi pun-
to de vista, constituyen limitaciones de orden teórico y

20 En su amplia recopilación de estudios sobre el análi-


sis conversacional, Henne/Rehbock (1982:201) mencio-
nan en este campo solamente los trabajos de Martens
(1974) sobre la interacción en la familia y de Techt-
meier (1980) acerca de la función social y normativi—
dad de la conversación.
44 ....Rainer Enrique Hamel

de definición sociológica y que repercuten en los alcan­


ces interpretativos del análisis conversacional 21 ..Estas
limitaciones se perfilan en la gran mayoría de los tra­
bajos, quizás con la excepción de los estudios de Ehlich
y Rehbein 22 en cuanto a sus postulados programáticos y
se refieren a la fundamentacion etnometodológica de la
corriente conversacional.

5.1. Interacción verbal y estructura social: ¿cons-


titución o reproducción de la realidad social?

Una de las limitaciones teóricas más importantes de­


riva, a mi modo de ver, de la fundamentacion programática
que es común a la etnometodología, la etnografía de la
comunicación y al interaccionismo simbólico.

21 Como el análisis conversacional se basa en los postula-


dos teóricos de la etnometodología y ya no cuestiona,
por lo tanto, sus propios fundamentos, se justifica in-
corporar nuevamente la etnometodología y también la et-
nografía de la comunicación en nuestra discusión res-
pecto a una serie de problemas básicos que les son co-
munes, al margen de las importantes diferencias que
existen entre ellas.

22 Sus estudios se distinguen de la mayoría de los otros


enfoques justamente porque no parten de una posición
etnometodológica. Su programa es el de esbozar las
condiciones históricas y materiales que explican la
conformación de determinados patrones subyacentes a la
acción verbal. No quiero sugerir que el análisis
conversacional debiera abandonar el enfoque etnome-
todológico pienso más bien que se deben buscar las po-
sibilidades de redefinir el análisis conversacional et-
nometodológico en el contexto de una teoría social que
explique las condiciones históricas y materiales de la
interacción verbal.
ANALISIS CONVERSACIONAL 45

Como ya se había dicho, Garfinkei sostenía que la


realidad social -que se nos presenta como externa y es­
tablecida- se constituye en la acción social misma, en
forma local y endógena; los hombres crean las estructu­
ras sociales en cada uná de sus interacciones sociales.
Se postula la identidad entre la acción y la creación de
la realidad social.

Es decir, las corrientes mencionadas no parten


las condiciones materiales de una sociedad y de sus miem­
bros y de las relaciones de producción y reproducción so­
cial, para definir las funciones del lenguaje y de otras
formas de relaciones simbólicas. Niegan, en las palabras
de Bourdieu, que la lógica de las interacciones estable­
cidas entre los agentes presentes y directamente involu­
crados en una situación esté subordinada a la estructura
de las relaciones objetivas entre las posiciones que
ellos ocupan; estructura que determina la forma de sus in-
teracciones y la representación que puedan tener de ellas
(Bourdieu, 1971, 1978, cf. también Boltanski, 130). Con­
funden, en otras palabras, la apariencia de la negocia-
ción de papeles (cf. Goffman, 1961 etc.) y de distribu-
ción de turnos con la esencia de las estrategias emplea­
das por los agentes que ocupan una determinada posición
en la estructura de clases y actúan a partir de ella. Es­
ta definición programática de todas las etnocorrientes no
les permite establecer una relación teóricamente fundada
entre la estructura global de una sociedad y las situacio-
nes de interacción.

La visión etnometodológica, atomista, de un mundo


que se compone de múltiples situaciones creadas en cada
instante de la interacción, se complementa, esto es par­
ticularmente evidente en las investigaciones de la etno­
grafía de la comunicación 23 , por un cierto determinismo:
el sujeto hablante, al igual que el investigador, "descu­
bren" la cristalización de los fenómenos culturales en r e-
glas y patrones de comportamiento. Como en la gramática

23
Consúltese, como ejemplo clásico, el trabajo de Frake
(1964) "How to ask for a drink in Subanum"
46 .....Rainer Enrique Hamel

transformacional, el hablante desempeña un papel de des­


cubridor-ejecutor de reglas preestablecidas que sólo.per-
miten una negociación relativa, no un cuestionamiento. La
creatividad que permitiría alterar patrones existentes y
crear nuevas reglas, no está prevista como elemento cons­
titutivo de la teoría (cf. Hamel, 1980:23a).

La diferencia entre la concepción etnometodológica y


una posición materialista, tal como la propone Bourdieu
(1972, 1977), es de orden teórico. Mientras la primera
parte del concepto de constitución de las relaciones so­
ciales en la interacción, la segunda pone énfasis en el
aspecto de la reproducción de las relaciones de domina­
ción y con ellas de la estructura social a través de la
acción simbólica 24 .

Por lo tanto, el análisis conversacional de orienta­


ción etnometodológica puede detectar relaciones asimétri­
cas en una situación de interacción, pero en lugar de
explicarlas en el contexto de una teoría de la sociedad
a partir de las posiciones objetivas de los interactan-
tes, afirma que estas posiciones o papeles se constituyen
en la interacción.

Encontramos un buen ejemplo para demostrar las dife­


rencias entre las dos posiciones en una investigación de
Flores (1981) sobre las interacciones verbales de compra­
venta en el mercado indígena; el autor analiza una situa­
ción donde una campesina indígena le vende pieles a un in-
termediario profesional. Con la metodología del análisis
conversacional se puede demostrar perfectamente que el in-
termediario domina en todas las fases de la interacción
verbal y por ende en el acto de compra-venta. Los etnome-
todologos dirían entonces que es a través de la interac-
ción verbal que se constituye el mercado como institución
social. En un enfoque materialista, el análisis tendría
que partir primero de una definición de la función econó­

24 La interacción verbal forma parte de la acción simboli-


ca.
ANALISIS CONVERSACIONAL 47

mica y social del mercado (intercambio de mercancías) 25


y de sus mecanismos de oferta y demanda. En segundo lu-
gar, precisaría la posición social de los interactantes,
en este caso: la productora-vendedora pobre que depende
de la venta de sus pieles para su subsistencia y el inter-
mediario profesional que dispone, en lo económico, de un
capital que le permite fijar las condiciones del inter­
cambio de mercancías. Es sólo con base en estas premisas
que se puede explicar cómo el intermediario utiliza su
"capital simbólico" (en la terminología de Bourdieu, 1971
etc.), es decir, un mayor conocimiento de las reglas
del regateo como profesional, y en este caso, un mejor do-
minio del español que la mujer indígena para realizar su
capital en el intercambio desigual del mercado y reprodu-
cir así una situación social de dominación, una relación
que trasciende la interaccion misma y que es, en términos
analíticos, anterior a ella 26

Lo que sucede en la interacción verbal misma no se­


ría interpretable sin el contexto extra-lingïístico, es ;
decir, las posiciones de los interactantes en una estruc­
tura determinada y las condiciones sociales de produc-
ción. Es tan sólo tomando en cuenta estas determinantes
que se puede decir que la interacción verbal de compra­
venta (re) constituye la institución mercado, como dicen
los etnometodólogos y que no existiría en forma abstracta

25 Es evidente que el mercado tiene otras funciones ade-


más de la compra-venta, como son el intercambio de in-
formación y la reproducción de "identidades sociales en
la interacción" pero la primera función es la princi-
pal, es la que distingue el mercado de otras situacio-
nes comunicativas y sin la cual no existiría la insti-
tución mercado.

26 La separación entre lo económico, social y comunicativo


es tan sólo analítica es el funcionamiento del conjun-
to de factores que explica la reproducción de las rela-
ciones sociales.
48 .....Rainer Enrique Hamel

sin la interacción misma. Considero que el camino propues-


to aquí recién permite definir y delimitar en qué forma
la interacción verbal, como el conjunto de acciones sim­
bólicas, intervienen en la constitución y transformación
de la realidad social.

A mi modo de ver, el ejemplo demuestra claramente u-


na limitación fundamental del análisis conversacional de
orientación etnometodológica; éste no puede explicar que
las relaciones simbólicas que se establecen entre indi­
viduos en contextos de interacción, reflejan siempre rela-
ciones de fuerza y de violencia simbólica (cf. Bourdieu,
1970, 1972, 1980) que se basan en la posición social de
los interactantes. Sería entonces a partir de un concepto
de reproducción/transformación que se podría analizar el
funcionamiento de la interacción verbal y su intervención
en la realidad social.

5.2. lnteracción verbal y análisis social

Otras limitaciones que quisiera mencionar, por lo me­


nos, están estrechamente ligadas a la discusión anterior:
por su misma fundamentacíón programática, el análisis con-
versacional no toma en cuenta las condiciones sociales ge-
nerales, que determinan la interacción verbal. Comunmente
se puede observar un precario desarrollo de las categorí­
as sociológicas que rebasan el marco interaccionista. Si
bien no se puede esperar que el análisis conversacional
mismo elabore una teoría general de la sociedad, hay que
señalar que la falta de una perspectiva sociológica más
amplia reduce considerablemente los alcances interpreta­
tivos de la metodología conversacional, sobre todo en
cuanto a objetos de alta complejidad social (institucio­
nes, etc.) y dificulta su integración en un marco expli­
cativo global27. Por esta razón, quedan excluidos algu­
nos de los temas centrales en las ciencias sociales:

27 Es evidente que, por lo menos desde una posición orto-


doxa de la etnometodología, sería inaceptable esta pro-
posición integracionista, puesto que sostendría que sus
ANALISIS CONVERSACIONAL 49

Falta, por ejemplo, el intento de establecer una.re-


lación teóricamente fundada entre las diferentes escalas
del espacio social, sobre todo entre el micro y macro ni-
vel de análisis. Las investigaciones no trascienden, en
general, los marcos de la situación comunicativa como ob-
jeto de estudio, se limitan a las relaciones meramente
intersubjetivas que establecen los interactantes.

El microcosmo de la situación extrae su significa­


ción de las acciones y reacciones que se desarrollan en
ella. Se pierde de vista, sin embargo, el sistema de po­
siciones sociales que, por su naturaleza institucional,
confiere a los interactantes funciones durables y legi­
timadas que trascienden la situación misma. Esta limita­
ción produce clasificaciones arbitrarias que encierran
en la misma categoría, por ejemplo, la acción de un juez
como representante legitimado de una institución del Es­
tado y la actuación de un moderador en una discusión in-
formal28.

fundamentos táoricos son autosuficientes y coherentes


en sí. En este sentido., lo que yo defino como limita-
ciones no se refiere a carencias en la lógica inmanente
de la teoría etnometodológica, sino a lo que considero
limitaciones en la interpretación de los fenómenos so-
ciales .

28
Con este ejemplo no quiero afirmar que el análisis con-
versacional no reconozca estas diferencias. Lo que es
importante es que descubre diferencias y similitudes
entre juez y moderador a partir de sus intervenciones
en la interacción verbal. No toma como punto de parti-
da la posición totalmente diferente de ambos en la es-
tructura social para estudiar en que forma cada uno lo-
gra sus objetivos específicos. Existe aquí una contra-
dicción con el hecho que la mayoría de las investiga-
ciones parte precisamente de consideraciones externas
para definir su objeto de estudio: la institución de
consulta, el sistema jurídico, etc. (ver los puntos
3.4 y 6.).
50 .....Rainer Enrique Hamel

En cuanto a este aspecto 29 , se puede extender al


análisis conversacional la crítica que Giménez formula a
las corrientes sociológicas (Durkheim, Weber, Parsons)
que "pretenden explicar los fenómenos de la sociedad glo-
bal a partir de sus componentes elementales", lo que Gi-
ménez considera como "una regresión a las filosofías so­
ciales presociológicas (la sociedad es un 'agregado de
individuos en interacción')" (1981:22).

En la mayoría de los trabajos del análisis conversa-


cional, ni siquiera encontramos el intento explícito de
construir un modelo ascendente de la sociedad; en gene­
ral, las categorías sociológicas como papeles, estratos,
instituciones, etc. se utilizan como conceptos dados,.sin
llegar a una mayor definición o reflexión sobre ellas.

La problemática de las escalas sociales, sin embar­


go, no es nueva en la discusión acerca de la relación so-
ciedad-lenguaje. Fishman (1972,b,etc.), uno de los fun-
dores de la sociolingüística, ya había intentado diferen-
ciar entre micro y macro nivel de análisis, definiendo
áreas de investigación para cada uno de ellos. Estable-
ció una jerarquía de dimensiones conceptuales, como la
comunidad de habla, a la que corresponde un conjunto
( cluster) de valores comunes, el campo (domain) que com-
prende la familia, educación, religión, trabajo, etc.,
definido como contextos institucionales o co-ocurrencias

29 Esta crítica sólo puede extenderse a la relación entre


micro y macro nivel y a la concepción de la sociedad
como individuos en interacción. Las bases constituti-
vas del análisis conversacional se distinguen clara-
mente de aquellas que sustentan las corrientes positi-
vistas en la sociología. La crítica de Giménez se di-
rije concretamente a las concepciones sobre el poder
que, desde posiciones distintas, sostienen Baechler
(1978): Le pouvoir pur, Paris: Calmann-Levy, y Fou-
cault (1978): La microfísica del poder, Madrid: Las
Ediciones de la Piqueta.
ANALISIS CONVERSACIONAL 51

socio-ecológicas (Fishman, 1972a:19)> la situación so-


cial, el tipo de relaciones de papeles, de interacción y
el habla (eventos y actos) misma. En la sociolingüística
de Fishman, estos niveles están definidos por las ocu-
rrencias o la selección de variables lingüísticas, es de-
cir, nos encontramos nuevamente frente a un intento de es-
tablecer unidades sociales a partir de usos lingüísticos,
esta vez en una sociolingüística que trabaja casi exclu­
sivamente con métodos cuantitativos. Las definiciones so-
bre la relación entre los diferentes niveles permanecen
relativamente vagas. Fishman no determina si su modelo
es ascendente o descendente. Define el análisis situacio-
nal como el área limítrofe entre macro y micro socio-lin-
güística y postula que la existencia de los conceptos de
campo (domain) y situación social revelan la existencia
de relaciones entre los dos niveles de análisis (cf.
Fishman, 1972a: 28-29). Pero estas relaciones se estable­
cen únicamente por la ocurrencia o ausencia de determina­
das formas lingüísticas en las unidades construidas.

A mi modo de ver, las categorías de Fishman y sobre


todo, las relaciones que establece entre ellas, aún no es-
tán lo suficientemente definidas y carecen, aunque de
otra manera que el análisis conversacional, de una teoría
sociológica elaborada 30.

Con esta incursión en un campo muy distinto de estu­


dios sociales del lenguaje, me propuse ejemplificar que,
si bien el problema de las escalas sociales no está re­
suelto satisfactoriamente, por lo menos ya está plantea­
do como tal, lo que sugiere buscar nuevos caminos para
las ciencias sociales del lenguaje.

30 Cabe señalar que, debido a la resumida exposición de


esta problemática, podría quedar la impresión que el
análisis conversacional y la sociolingüística de Fish-
man trabajan con el mismo enfoque. Esto no es así.
Fueron justamente las posiciones etnometodológicas y
etnográficas de la comunicación las que formularon las
críticas hasta el momento más sustanciales a la socio-
52 .....Rainer Enrique Hamel

Considero que existen otras limitaciones en el aná­


lisis conversacional que no se pueden discutir aquí in
extenso: a modo de ejemplo, me refiero a la relación en­
tre la interacción verbal y la ideología, el poder y las
instituciones 31
.Estas deficiencias se hacen notar aún
más por el hecho de que el análisis conversacional abarca
un número cada vez mayor de objetos sociales complejos
(instituciones educativas, jurídicas, de salud, el psico-
análisis, etc.).

Las críticas de orden teórico no pretenden invalidar


los resultados y la metodología del análisis conversacio­
nal en su conjunto. Es precisamente el mérito de esta co­
rriente el haber descubierto e identificado una serie de
fenómenos en la interacción verbal que reflejan conflic­
tos sociales subyacentes, sin poder explicarlos en el con-
texto de una teoría social global. Ha dado énfasis con
mucha razón a la necesidad de observar y describir minu­
ciosamente las interacciones verbales y ha desarrollado
un instrumento de descripción muy valioso.

Mis observaciones tienen más bien el objetivo de re­


saltar las limitaciones del alcance interpretativo y ex­
plicativo de esta corriente y plantear la necesidad de.re-
visar cuidadosamente las posibilidades que ofrece para el
análisis de la interacción verbal a partir de una teoría
más amplia de lo social. Nada me parecía más erróneo que
rechazar de partida este enfoque con sus importantes po­
sibilidades y temáticas en nombre de una ortodoxia auto-
suficiente.

Por el contrario, me parece necesario y factible que


las ciencias sociales de orientación histórico-materialis-

lingüística cuantitativa que, en general, ha producido


estudios a gran escala, sin la diferenciación inter-
pretativa y minuciosa que caracterizan el análisis con
versacional y la etnografía de la comunicación.

31 Al estudio de estas relaciones se dedican precisamente


las corrientes de procedencia francesa denominadas
ANALISIS CONVERSACIONAL 53

tas -carentes en muchos casos de conceptos e instrumentos


de análisis en un micro nivel- aprovechen los aportes de
las diferentes teorías "constructivistas", como la etno-
metodología y el análisis conversacional.

6. Areas de investigación para el análisis conver-


6sacional en México
Concluiré este trabajo señalando algunas áreas en
que el análisis conversacional, integrado a un modelo más
amplio, podría contribuir al conocimiento científico de
los problemas de la comunicación verbal en México. Estas
breves proposiciones no tienen otro fin que el de indi­
car algunas vías y campos para investigaciones posterio­
res; no pretendo desarrollar aquí proyectos concretos
lo que quedará reservado a discusiones futuras.32 Tam-
poco quiero afirmar que el análisis conversacional cons­
tituya el único camino posible para investigar los pro­
blemas que menciono. Pero me parece válido considerarlo
como una opción prometedora y ensayar en la práctica has
ta qué punto es capaz de analizar e interpretar aspectos
comunicativos de relevancia social.

En primer lugar, la metodología del análisis conver-


sacional, en su concepción ampliada, sugiere reconsiderar
una serie de objetos que hasta el momento se han estudia-

"analyse du discours” (ver la nota 3). Debido a las


"barreras" científicas e ideológicas que muchas veces
dificultan el contacto entre distintos enfoques, no ha
habido, hasta el momento, mucha discusión entre las
corrientes que analizan el "discours" y la interacción
verbal.

32 El coloquio sobre la sociolingüística en México que


organizó la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapa-
lapa en septiembre de 1981, constituyó un foro impor-
tante en que se discutieron los diversos enfoques de
investigación sociolingflística en México. Las ponen-
cias y discusiones se publicarán próximamente.
54 Rainer Enrique Hamel

do con otros instrumentos de investigación, para someter


a prueba si los nuevos métodos llevan también a nuevos
conocimientos acerca de los objetos estudiados.

En cuanto a la diferenciación social del lenguaje,


se podrían describir los sociolectos y estilos contextúa-
les de habla identificados en la sociedad mexicana, pero
no tanto con base en rasgos fonéticos y sintácticos, co­
mo lo han hecho Bernstein y Labov en sus propias socie­
dades, 33 sino más bien tratando de descubrir una rela­
ción entre estrato social y estrategias comunicativas,
tal como se manifiestan en la interacción verbal. Este
enfoque permitiría redefinir los sociolectos desde un
punto de vista pragmático y llegar a identificar las for-
mas de reproducción y constitución de identidades socia­
les en la interacción verbal, superando de esta manera
el enfoque covariacionista. En otras palabras, se trata­
ría de planterase la hipótesis de que, para identificar
las diferencias sociales del habla, es mucho más impor­
tante descubrir las diferencias culturales en la comuni­
cación de distintos estratos y grupos sociales que la re-
lación que se pueda establecer entre ellos y los rasgos
fonológicos y sintácticos típicos de su sistema de habla.

Lo mismo vale para la diferenciación geográfica del


habla: el estudio y la descripción de los dialectos re-
gionales en México 34 podría enriquecerse con una inves­
tigación de las diferentes prácticas discursivas, para
llegar a una nueva definición pragmática del dialecto,.lo
que permitiría ampliar y replantear la metodología de la
dialectología misma. Llaman la atención, por ejemplo, los
conflictos de comunicación que se producen por la marcada

33 Cabe mencionar aquí el estudio sociolingüístico sobre


la fonología del español hablado en la Ciudad de
México, de Perissinotto (1975).

34 Consúltense los amplios trabajos dialectológicos publi-


cados por la UNAM, como, por ejemplo, Lope Blanch
(1972, 1977, 1979) y Moreno de Alba (1978).
ANALISIS CONVERSACIONAL 55

diferencia entre el estilo más "directo" en el norte de


la república, y las formas "indirectas" de comunicación
que se observan en el centro y en el sur. Estudios en o-
tros países sugieren (cf. Schlieben-Lange/Weydt, 1978)
que, para los hablantes mismos y su grado de conciencia
acerca de la diferenciación regional del habla, los es­
tilos culturales de comunicación son mucho más importan­
tes que las diferencias fonéticas y lexicales, lo que jus-
tificaría poner el énfasis de la investigación en estos
aspectos.

Si bien esta problemática rebasa el análisis conver­


sacional, su metodología se ofrece como punto de partida
para investigar las configuraciones pragmáticas de socio-
lectos y dialectos en México.

En segundo lugar, se trata de "descubrir" nuevos cam-


pos temáticos que se pueden abarcar con la metodología
del análisis conversacional. No hay que olvidar que la co-
rriente en discusión desarrolló no sólo una metodología
nueva, sino que estableció, junto con ella, un objeto no
investigado anteriormente. Es de suponer, por lo tanto,
que existen muchos campos de la comunicación en los que
el análisis conversacional puede aportar nuevos conoci-
mientos sobre el funcionamiento y los problemas subyacen­
tes a la interacción verbal socialmente diferenciada en
México.

Las proposiciones que siguen se refieren a la rede-


finición de áreas y objetos ya estudiados, como también
a nuevos campos para la investigación sociolingüística y
pragmática.

6.1. Estrategias discursivas y funciones del lenguaje


en contextos de conflictos entre lenguas

Existen en México dos áreas principales de conflicto


diglósico 35 entre lenguas: por un lado, entre el espa-

35 Defino la diglosia como relación asimétrica, conflicti-


va, entre una lengua dominante y una lengua dominada
(cf. los trabajos de Hamel y Muñoz en la bibliografía)
56 .....Rainer Enrique Hamel

ñol y el inglés en el frontera con Estados Unidos, con­


flicto que trasciende el territorio nacional y que se per-
cibe más en el país vecino,y entre el español como lengua
nacional y las diversas lenguas indígenas mexicanas. 36

Tradicionalmente, estas relaciones se han estudiado


bajo el concepto de bilingüismo, y descrito la distribu­
ción de lenguas en una región (¿qué lengua se habla? ¿se
habla todavía, o se habla más?) o los problemas de bilin­
güismo para el hablante (adquisición de dos lenguas,.etc.)
En la amplia bibliografía sobre el tema en México (cf..Pa-
rodi, 1981) se encuentran relativamente pocos estudios
sobre la interrelación de las lenguas en contextos de in­
teracción. La situación diglósica, sin embargo, constitu-
ye un campo muy rico para investigar la reproducción y
constitución de las relaciones sociales en la interacción
verbal, puesto que la elección de una u otra lengua, en
una situación comunicativa, implica una decisión de mucho
mayor alcance para los hablantes que el uso de un estilo
más o menos formal en una lengua. Asimismo, los mecanis­
mos de la organización de conversaciones, la dominación
en la interacción en relación con el manejo de las len­
guas, etc., se perfilan con más nitidez en contextos de
conflicto interlingüístico.

Se trataría de investigar entonces, en zonas indíge­


nas bilingües, cómo se manifiesta la relación diglósica
en situaciones de comunicación, cuál es la función espe­
cífica de cada lengua de acuerdo con el tipo de situación
y qué estrategias comunicativas emplean los hablantes en
la elaboración de patrones de interacción verbal. 37

36 Habrá que mencionar una tercera relación entre el espa-


ñol y las lenguas que hablan diferentes grupos de ex-
tranjeros en el país. Esta relación es conflictiva
para los extranjeros mismos en su comunicación cotidia-
na, como también por la influencia que ejercen algunas
lenguas extranjeras en el país.

37 .
En el proyecto de investigación sociolingüística que
menciono en la nota 8, se abarcan estos temas y se em-
plea, entre otras, la metodología del análisis conver-
ANALISIS CONVERSACIONAL 57

Es justamente en las estructuras conversacionales


que se reflejan tanto las relaciones de dominación como
la distribución funcional entre las lenguas. Un análisis
del tipo propuesto podrá contribuir a dilucidar un proble-
ma central en toda investigación relacionada con el bilin-
güísmo y la política del lenguaje: me refiero a la manten-
ción o la pérdida de la lengua minoritaria. Si se comprue-
ba, por ejemplo, que la lengua dominante va adquiriendo
funciones comunicativas que anteriormente correspondían a
la lengua subordinada, entonces es probable que la len­
gua minoritaria vaya desapareciendo a largo plazo, pues­
to que no podrá sobrevivir en el vacío sin usos funcio­
nales. 38

Las proposiciones de investigación sobre el conflic­


to español-inglés de ambos lados de la frontera con Esta-
dos Unidos son básicamente las mismas. Reviste especial
interés estudiar de qué manera el uso del español contri­
buye a la constitución de comunidades hispanohablantes so-
cialmente definidas en Estados Unidos, cuáles son las si­
tuaciones comunicativas en las que se percibe con más ni­
tidez el conflicto lingüístico y si el español, transfor-
mado en lengua subordinada, va paulatinamente perdiendo
terreno. Por otro lado, habría que investigar de qué ma­
nera el flujo migratorio constante y sobre todo el regre-
so transitorio o permanente de trabajadores hispanohablan-
tes a México, interviene en las prácticas comunicativas
de las zonas fronterizas. La influencia del inglés se ha

sacional en su concepción ampliada (cf. los trabajos


de Flores, Hamel y López en la bibliografía). El con-
cepto de patrón de interacción verbal se explica en:
Hamel (1982).

38 Evidentemente, esta relación no es mecánica: en el


desplazamiento de lenguas minoritarias intervienen
otros factores ademas del uso funcional, como el valor
expresivo y de identidad que fomenta la resistencia
lingüística, y la conciencia de los hablantes hacia
las lenguas.
58 .....Rainer Enrique Hamel

comprobado hasta el momento a nivel de léxico.39 Pero es


de suponer que las experiencias comunicativas que viven
los trabajadores mexicanos en Estados Unidos de América,
intervienen también en un nivel mucho más profundo pero
menos susceptible a la observación superficial: se trata
de una posible transformación de los hábitos comunicati­
vos mismos que se cristalizan en estructuras conversado
nales y patrones de interacción verbal. Sin lugar a duda,
este proceso debe reflejarse en ambos lados de la fronte-
ra. Un estudio comparativo podría aclarar si se producen
los mismos fenómenos y si acaso el contacto desigual es­
tá contribuyendo a la formación de una amplia franja geo-
gráfica donde se constituye una sociedad multilingüe y
multicultural.40

39 Todavía queda por investigar la importancia real, cuan-


titativa y cualitativa, de esta influencia. Hay quie-
nes afirman que la penetración del inglés no es mayor
en la zona fronteriza que en la capital, y que se usan
tanto o más anglicismos en el Distrito Federal que en
en las regiones limítrofes con Estados Unidos. Además,
no está comprobado de ninguna manera por la investiga-
ción sociolingüística que la penetración del léxico de
una lengua en otra lleve por si sola al desplazamiento
lingüístico, como lo sugieren ciertas posiciones que
se preocupan por la defensa de la lengua nacional.
42
Esto no esta del todo claro, puesto que, por un lado,
presenciamos una "reconquista lingüística" del español
en el sur de los Estados Unidos. Por otra parte, pare-
ce que la influencia norteamericana no se refleja sola-
mente en la penetración del vocabulario inglés en las
zonas fronterizas, sino más bien en ciertas costumbres
culturales (consumismo, vestimenta, contenidos ideoló-
gicos, etco). Por esta razón, una investigación socío-
lingüística no debería limitarse a las simples formas
de la lengua (léxico, sintáxis, fonología); tendría
que abarcar el conjunto de configuraciones culturales,
tal como se reflejan en estrategias comunicativas y pa-
trones de interacción verbal, para definir la influen-
cia mutua entre las dos culturas.
ANALISIS CONVERSACIONAL 59

6.2. Estructuras comunicativas en la sociedad urbana

En México se observan a la vez una extrema diferen­


cia social entre ciudad y campo y un permanente flujo
migratorio hacia las grandes urbes. El Distrito Federal
conforma de hecho una de las aglomeraciones urbanas más
grandes del mundo, con estructuras y conflictos de comu­
nicación social extremadamente complejos. He aquí un cam-
po interesante y prácticamente virgen en el cual el
análisis conversacional puede contribuir a identificar,
por lo menos, los lugares más relevantes de conflictos
lingüísticos entre distintos grupos y clases sociales y
posiblemente, a proponer algunas vías para enfrentar los
problemas de comunicación social.42

La ciudad ofrece un panorama de diferenciación so­


cial y de contacto sociolingüístico mucho más marcado
que el campo. El habitante de la urbe se ve enfrentado a
dos problemas: en primer lugar, forma parte de un subgru-
po social y cultural en cuya conformación y reproducción
participa su sociolecto específico, que marca la identi­
dad del grupo y de sus miembros; en segundo lugar, tiene
contacto con otros grupos sociales, profesionales, etc.,
lo que lo obliga a manejar un amplio repertorio,.de regis-
tros y estilos lingüísticos.

41 Las investigaciones que han tomado como objeto el ha-


bla en las grandes ciudades mexicanas, se han concen-
trado en la descripción de variantes fonológicas, sin-
tácticas y lexicales, no en el análisis de estructuras
comunicativas (cf. los trabajos citados en la nota 27).

42 No quiero sugerir que el análisis sociolingüístico pue-


da solucionar los conflictos lingüísticos, ya que re-
flejan contradicciones sociales y económicas subyacen-
tes. Pero si aceptamos que la comunicación es un fac-
tor constitutivo en la reproducción social, entonces
la investigación sociolingüística puede contribuir a
dilucidar el funcionamiento de los procesos sociales y
económicos.
60 Rainer Enrique Hamel

Al mismo tiempo, la fuerte migración del campo a la


ciudad, especialmente al Distrito Federal, produce nue­
vos contactos y conflictos en la comunicación social; se
conforman "pueblos urbanos" a los que afluyen campesinos
de un mismo pueblo o de una región, reproduciendo ahí,
por lo menos parcialmente, las redes sociales y estructu-
ras comunicativas de sus comunidades de origen.

La investigación sobre estos temas tiene que definir


entonces, en una perspectiva ecológica, cuáles son las
estructuras topográficas y unidades de investigación más
significativas: territorios y "pueblos urbanos", situa­
ciones de contacto lingüístico, relaciones profesionales
e institucionales, etc.

Estos fenómenos han sido tema de investigación de lo


que en otros países43 se ha llegado a llamar sociolin-
güística urbana que, si bien no conforma una corriente
homogénea, ha atraído en torno a un objeto a varios de
los enfoques más interesantes de la sociolingüística co n-
temporánea. Menciono nada más la etnografía de la comuni­
cación, la dialectología social (Labov etc.), el análi­
sis pragmático del discurso (Kallmeyer, Schütze, Ehlich,
Rehbein, etc.) y el análisis conversacional mismo.

Las características de su objeto -la sociedad metro-


politana- contribuyeron a superar los acercamientos tra­
dicionales, demasiado estáticos y poco diferenciados y
llevaron a colocar en el centro del interés -no tanto las
diferencias sociales y situacionales que se reflejan en
rasgos fonéticos (cf. Labov, 1966, etc.) -sino las for­
mas de constitución y reproducción de la acción y de la
identidad en la interacción verbal.

En primer lugar, se comprobó que ya no resistía a


la realidad la tesis clásica de la lingüística trádicio-

43 Esencialmente en los Estados Unidos (cf. los trabajos


de Lavov, Gumperz, Hymes, Sacks, Schegloff, etc.) y en
Europa Occidental (cf. Milroy, Kallmeyer, Schütze,
Ehlich, Rehbein, etc.).
ANALISIS CONVERSACIONAL 61

nal sobre la homogeneidad de los sistemas y subsistemas


lingüísticos. Habría que considerar en qué consiste pre­
cisamente la heterogeneidad y hasta qué punto es consti­
tutiva para la conformación de las comunidades lingüísti­
cas y la identidad de sus miembros (cf. Kallmeyer, 1981).
Este cambio de enfoque tiene consecuencias importantes a
nivel conceptual y metodológico. Se contrapone a una po­
sición integracionista que sugiere la asimilación de so-
ciolectos y que propone programas de educación compensa­
toria. La heterogeneidad, o el "malentendido cultural",
en las palabras de Gumperz, constituye el caso normal,
no una excepción, en las relaciones de comunicación.

Por esta razón, el acercamiento al objeto tendrá que


ser etnográfico, es decir, abarcar la gama completa de -
la interacción que incluye la no-comunicación, el silen­
cio al interior y entre los grupos sociales. Aún cuando
esto conlleve problemas metodológicos difíciles de resol­
ver, la investigación no puede basarse solamente en lo
que se verbal iza, tiene que tomar en cuenta también lo
que queda suprimido en la interacción.

En segundo lugar, se observó un cambio de enfoque:


de investigaciones a gran escala y con pocas variables,
como el análisis de Labov (1966, etc.) sobre las varia­
bles fonológicas en Nueva York, a estudios en un micro-
nivel de interacción, tomando como objeto a pequeños gru-
pos o incluso individuos en sus múltiples contactos lin­
güísticos. En estos estudios, que pretendían abarcar el
universo comunicativo completo de los hablantes, se ensa-
yaron distintos conceptos como el de redes sociales (Gum-
perz, 1976a,b, Milroy, 1980) o ciclos comunicativos (E-
rickson, 1971). Consecuentemente, se observó que las ca­
tegorías establecidas por Labov 44.no eran lo suficiente-

44 Como el "Standard English" y el "Non-Standard Negro


English" (1970, etc.) y los cinco estilos de habla que
se extienden desde pares mínimos hasta la conversación
informal (1966 , etc.).
62 .....Rainer.Enrique.Hamel

mente finas para dar cuenta de los repertorios sociolin-


güísticos, es decir, sociolectos y registro, en una so­
ciedad tan diferenciada como la urbana. 45

De estas breves reflexiones sobre la sociolingüís-


tica urbana, surgen algunas proposiciones para la inves­
tigación en México que podrían basarse en la metodología
del análisis conversacional en su concepción ampliada:

-En general, los proyectos de investigación tendrán


que delimitar unidades sociales para llegar a clasifica­
ciones de situaciones comunicativas y tipos de patrones
de interacción verbal. Un primer objetivo es el de esta­
blecer una topografía urbana, para analizar el papel de
la comunicación en la reproducción, cohesión interna y
delimitación externa de los grupos sociales que componen
las unidades establecidas.

-Un tema interesante sería analizar cómo se constitu­


yen y disuelven las comunidades sociocu lturales al inte­
rior de las grandes ciudades, los "pueblos urbanos", co­
lonias y barrios. Pienso tanto en barrios tradiciona­
les que se distinguen de su vecindad por una historia o

45 Este cambio de enfoque tiene consecuencias metodológi-


cas: la reducción del universo sociolingüístico a
unas pocas variables permitió un tratamiento estadísti-
co de grandes agregados de material empírico, lo que
contribuyó sin duda a que se aceptara a la sociolin-
güística como ciencia. La descripción etnográfica del
comportamiento lingüístico completo de los grupos socia-
les bajo estudio se resiste, sin embargo, a la cuanti-
ficación y requiere de un enfoque interpretativo. Esta
es una de las controversias teóricas importantes en la
sociolingüística actual.

46 Es una proposición de W. Kallmeyer quien subraya que


ya existen varios estudios sobre la disolución, pero
no sobre la constitución de colonias, barrios, etc.
(comunicación personal).
ANALISIS CONVERSACIONAL 63

actividad sociocultural o económica común, 47 como tam­


bién en los asentamientos relativamente nuevos que se es­
tablecen por el flujo migratorio del campo. En muchos ca­
sos se concentran vecindades completas provenientes del
mismo pueblo o de la misma región. 48 Es de suponer que
en ambos casos existen patrones de interacción verbal que
reproducen la especificidad cultural y la cohesión inter­
na de los grupos, delimitándolos al mismo tiempo hacia
afuera. El lenguaje interviene también en la diferencia­
ción interna de los barrios, en la conformación de los lí-
deres, grupos de referencia (p. ej. peer groups),.pandi-
llas, etc. Por lo tanto, sería interesante investigar el
repertorio de registros de individuos o grupos en una ciu-
dad tan altamente diferenciada como el Distrito Federal
(en el barrio, en el trabajo, entre grupos de amigos y
frente a representantes de otras clases sociales), recons-
truyendo así su etnografía con el objetivo de identificar
los lugares más relevantes de conflicto lingüístico y de
incomunicación.

- Un tema de especial interés es el campo de traba­


jo, donde se constituyen lenguajes profesionales (ver tam-
bién punto 5.3). Invirtiendo el punto de partida ante-
rior, se podrían investigar las estructuras comunicati­
vas que se desarrollan en un campo de trabajo en rela-
ción con la participación de miembros de distintas capas
sociales, como en la fábrica, la oficina, etc.

En general, me parecen de particular interés aque-


llos campos en que se manifiestan, a través del lenguaje,

47 Algunas de ellas, como Tepito en la Ciudad de México,


han desarrollado un lenguaje común que identifica a
sus habitantes y contribuye a la cohesión interna del
grupo.

48 Aunque sean, probablemente, casos menos frecuentes,


existen colonias en las que se concentran grupos indí-
genas que conservan su lengua en la Ciudad de México
(por ejemplo en Tlatelolco, donde se encuentra un gru-
po otomí).
64 ....Rainer Enrique .Hamel

conflictos sociales y culturales que reflejan intereses


y estructuras de creencias diferentes. En investigacio-
nes comprometidas socialmente, el propósito inicial de la
corriente del análisis conversacional, es decir, el estu­
dio de las estructuras normales de la conversación coti­
diana, no puede sino fijar un objetivo intermedio; en úl­
tima instancia, se trata de dilucidar el papel de la co­
municación tanto en la reproducción y el encubrimiento de
la dominación, como también en la posible toma de concien-
cia y transformación de las relaciones sociales. Si la
gran ciudad produce un alto grado de incomunicación entre
los grupos sociales, debería ser éste el punto de partida
para la investigación sociolingüística.

6.3. Estructuras comunicativas en las instituciones

Las instituciones llegaron a formar un campo privi­


legiado para la investigación conversacional (ver punto
3.4.). Su objeto coincide en buena medida con los estu-
dios de la sociolingüística urbana, puesto que las ins­
tituciones tienen su mayor presencia en la ciudad, pero
no se limitan a ella. El análisis de las estructuras co­
municativas en las instituciones tiene que tomar como pun-
to de partida la investigación de la sociología sobre las
funciones y el desarrollo de los aparatos institucionales
(cf. Lapassade, 1977, Bourdieu/Passeron, 1977) que pone
énfasis en los procesos de especial ización y burocratiza-
ción. En términos generales, se puede decir que la mayo­
ría de los problemas de comunicación (o mejor dicho, de
incomunicación) entre las instituciones y la sociedad ci­
vil reside en la particularización de los problemas que
ellas abarcan y en la consecuente especialización de sus
funcionarios. Se crean lenguajes altamente técnicos que
dificultan la comunicación con el "exterior" y que le per-
miten acumular un "capital simbólico" y desarrollar técni-
cas retóricas superiores a sus representantes, lo que
contribuye a la reproducción de la dominación.

Desde el punto de vista metodológico, la investiga­


ción de la comunicación institucional ofrece ciertas ven­
tajas, puesto que normalmente es posible identificar de
antemano los objetivos generales de cada institución, in­
dependientemente de la interacción verbal misma; esto fa-
ANALISIS CONVERSASIONAL 65

cllita analizar las estrategias comunicativas que se em­


plean para imponer los objetivos institucionales. En to­
das las instituciones que tienen contacto con el público;
como los juzgados, las oficinas de consulta, asesorías o
quejas, me parece factible hacer constar la relación asi­
métrica entre profesionales y clientes, lo que se refle-
ja en las estructuras discursivas.

En México, especialmente en el Distrito Federal,


existe un aparato estatal fuertemente desarrollado que
cuenta con un gran número de dependencias e institucio­
nes, algunas de las cuales muestran un gran despliegue
publicitario (Secretaría de Educación Pública, institu­
to Nacional del Consumidor, para mencionar solamente al­
gunas). Un estudio de las prácticas discursivas al inte­
rior y al exterior de estas instituciones podría diluci­
dar en forma concreta hasta qué punto logran relacionar­
se con el público y cómo funcionan los mecanismos de re­
producción del poder a través de todo el aparato discur­
sivo del que disponen.

6.3.1. Posibles temas de investigación

La investigación en este campo podría arrojar como


resultados:

-Una descripción y tipología de discursos específi­


cos en diversas instituciones.

-La identificación de estrategias comunicativas y


de sus realizaciones de acuerdo a los objetivos de los
interactantes sociales.

-Un análisis de la relación entre estrategias y ti­


pos de interacción verbal y su influencia en el éxito o
fracaso de la comunicación.

-Una descripción de las formas específicas de asegu­


ramiento de la comprensión y de las formas de cooperación
y de conflicto.

-Un análisis de los problemas de lenguajes especia­


lizados, sus funciones, formas y las dificultades que
66 Rainer Enrique Hamel

causan para la intercomprensión entre funcionarios y


"clientes".

-La identificación de los problemas que surgen en el


uso de instructivos técnicos y formularios, o en la lec­
tura e interpretación de avisos oficiales, etc.

Los resultados de estas investigaciones contribui-


rían sin lugar a duda a identificar con más precisión las
causas de los problemas de comunicación en las institu-
ciones y sus expresiones específicas, aun cuando no se
debe caer en la ilusión de que se puedan solucionar pro­
blemas en la comunicación con medios lingüísticos sin a-
tacar las causas sociales y económicas subyacentes.

6.3.2. Estrategias comunicativas e interacción ver-


bal en el sistema educativo

Una de las instituciones que merece especial inte­


resas el sistema educativo, que constituye de hecho uno
de los principales mecanismos para la reproducción del
sistema social. Existe una estrecha relación entre la es­
cuela y las demás instituciones; en ella, incide gran par-
te de los problemas de la comunicación social que mencio-
né anteriormente,.y en las investigaciones sobre la inte­
racción verbal en el sistema educativo se podrá aplicar
hasta cierto punto la misma metodología que en las otras
instituciones y situaciones de comunicación.

La investigación tendrá que abarcar tanto las ins­


tituciones mismas que imparten la enseñanza, como también
el aparato que organiza y administra la educación y de­
fine sus políticas.

En el sistema educativo se observa una serie de pro-


blemas de comunicación que afectan el proceso de enseñan-
za-aprendizaje.

El lenguaje desempeña un papel crucial en todo pro­


ceso de producción, adquisición y transferencia de cono­
cimientos, pero, como sabemos, no es un instrumento neu­
tral que ofrece los mismos servicios a todos por igual.
ANALISIS CONVERSACIONAL 67

La diferenciación social de la comunicación incide deci­


sivamente en el proceso educativo, puesto que existen,.no
sólo modos y estrategias de interacción verbal que corres-
ponden a determinadas clases y grupos sociales, sino tam­
bién formas social y culturalmente diferenciadas de ad­
quisición y aprendizaje en el contexto de la interacción.

Uno de los problemas graves que afecta sobre todo


las escuelas en sectores proletarios y marginales, es el
de las diferencias sociolectales y de estrategias comuni­
cativas entre el ambiente familiar y el ámbito escolar,
el cual se rige por las normas establecidas en los textos
escolares y por los maestros que corresponden al código
y a las estrategias de la clase media.

Las investigaciones propuestas podrían abarcar los


siguientes temas, especialmente en los sectores del sis­
tema educativo en que se manifiesta con mayor nitidez el
conflicto social:

-Las formas en que la interacción escolar enfrenta


las discrepancias entre normas establecidas y sociolectos
de los alumnos.

-Los grados en que la socialización escolar produce


una adaptación lingüística (y cultural) y se reprimen o
disuelven dichas discrepancias en la producción de signi­
ficaciones sociales.

-Cómo se negocia y/o en qué forma la institución im­


pone el modo de comunicación en el discurso.

-Cuáles son las técnicas de aseguramiento de la com­


prensión mutua.

-En qué actos verbales y patrones de interacción ver-


bal se expresan las estrategias verbales y no verbales y
hasta qué punto contribuyen al éxito o fracaso escolar.

-Qué factores sociales, culturales y pedagógicos in­


tervienen en el desarrollo de estrategias comunicativas
típicas de la institución educativa.
68 .....Rainer Enrique Hamel

Estas y otras investigaciones basadas en un análisis


de las formas discursivas podrían contribuir a definir ob-
jetivos y métodos pedagógicos y lingüísticos más adecua­
dos y a elaborar textos y materiales que atiendan los pro-
blemas específicos en la comunicación y el desarrollo de
la lengua materna.

7. Consideraciones finales

El presente texto tiene el propósito de presentar una


corriente de investigación sociolingüística y pragmá-
tica, delimitar críticamente sus alcances y limitaciones
y proponer finalmente algunos campos de investigación.
Es evidente que en investigaciones como las que se propo-
nen, el enfoque y los métodos tendrían que rebasar no só-
lo el análisis conversacional, sino también la sociolin-
güística como tal. Sólo se podrán esperar resultados vá-
lidos si las investigaciones se diseñan desde una pers­
pectiva interdisiplinaria, con la participación de o-
tras ciencias sociales. El estudio empírico de la consti­
tución y reproducción de significaciones sociales en la
interacción verbal, sin embargo, me parece un elemento
imprescindible para una mayor comprensión de los proble­
mas de la comunicación y de sus problemas sociales subya-
centes.
ANALISIS.CONVERSACIONAL ..69

ANEXO 1
en: Hamel/Muñoz (1981a)

ENTREVISTA CON R. L.
Trozo N° 2
Símbolos utilizados

renglón de partitura
traslape (overlapping); dos hablan simultáneamente
habla acento
Habla cadencias de entonación
habla, aceleración (o hablar rápido)
habla retardación (o hablar lento)
pausas
( ) acciones extra-lingüísticas de los interactantes (mayúsculas)

p piano
mp mezzopiano comentarios acústicos
mf mezzoforte
f forte

hablaaa elongación o repetición de fonemas

habla comprensión difícil o imposible

H.M. entrevistador
R.L. entrevistado

Trozo N° 2

Tumo Linea Inter- Texto (con comentarios Comen­ Comentarios


R.L. actante extra-lingüísticos) tario semánticos,
acúst. pragmáticos

I 1 RL Pero siii. digamos si no sé escribir , mf


2. español no sé escirbir en otomí.
3 tampoco Porque Porque la RL acepta y
sigue t

4 HM
---
Ah, o sea..sí señal que RL con-
tinúe su turno
5 RL escritura, pues este es, ps viene de mf/mp.
6 ___ la base para leer primero, necesita
70 .....Rainer Enrique Hamel

7 leer uno ..necesita instruirse uno mp


8 primero.
9 HM Entonces la escuela prepara paraa..
10 i que aprendan español?
11 RL Si mp
12 HM Y el otomi rumo toman ■■
II 13 RI {No, no, el otomí no lo mf reacción
14 toman en [jcuenta, eso es ya, al contra fuerte
15 HM ¡no?
16 RL rio, lo.. digamos .. aquí lo odian f énfasis
17 el otomi, por lo mismo. f/mp
18 HM Y eso esta bien, o no? mp
III 19 RL Bueno .. por ejemplo le digo que aquí, mf
20 por ejemplo aquí nosotros ps está
21 bien .. para aprender el español... vacilante
22 pero de olvidar el otomí ps yo pien estereotipo
23 so que no se va a olvidar nunca. mp
24 HM Ya... no crees quee loa escuela mp
25 ayudaría un poquito que.. no se ol-
26 vidara sii. lo estv diara?
IV 27 RL ¡Pues... digamos. mf
28 .la escuela ps . no es .. la escuela
29 para que trate de olvidar el otomí,
vacilante
30 no .. sino que trata de quee, apren;
31 da las dos cosas a la vez.
32 HM Ya. fático
v 33 RL Poquee digamos de olvidar el otomí. mp/mf
34 pss yo creo que no. mp
35 HM Ya. fático
36 RL Por ejemplo en caso mío, ps yo yo yo mp
37 sé digamos el otomí. pero no; mf/mp
38 No se me olvidó, mf
39 HM no se te olvidó ... y, y te sirve, no?
VI 40 RL Ps sí, porque digamos voy a otras mf
41 partes también .. ps me preguntan qué
42 sabes, y muchas veces es indispensa- mp
43 ble porque dicen. sabes algún dia­
44 lecto? .. puedes quedarte, si no sa­ mp
45 bes no más no (RIE) mp
46 HM Y qué crees tú qué podría hacer la
47 escuelaa. para que ayudara a estu-
48 diar el otomi?
vu 49 RL Bueno . aquí ee sí definitivamente mp
50 no no puede ayudar.. la escuela
51 que aprenda otomí uno porque digamos
52 aquí es la base del otomí. mf
AREAS: AS, SC
Clasificación: SC-R 5
SITUACION COMUNICATIVA: ASAMBLEA DE EJIDATARIOS CON REPRESENTANTE DE LA SECRETARIA DE REFORMA AGRARIA
Transcripción semi-interpretativa ................FECHA: 15/5/1980 ...............LUGAR: X
PARTICIPANTES: Representante de la Secretaría de Reforma Agraria, ejidatarios e investigadora
GRABACION: ....María Teresa Sierra Camacho TIEMPO DE GRABACION: 31 min. GRABADORA: Sony TOM-600
TRANSCRIPCION: Rainer Enrique Hamel TIEMPO DE TRANSCRIPCION: 600 min.
CORRECCION:
CONTEXTO: ........En una asamblea anterior, los antiguos dirigentes del ejido habían sido destituidos en
un contexto de conflicto y se habían elegido a nuevos dirigentes. El representante de la
SRA llega para confirmar la elección y entregar las nuevas credenciales. La reunión se
desarrolla en un ambiente conflictivo, muchos ejidatarios faltan, entre ellos los anti­
guos dirigentes, los 2 nuevos secretarios electos y otras autoridades de la comunidad.
LEYENDA
PARTICIPANTES:
R Representante de la SRA ...................................... renglón de partitura
Ex nuevo dirigente del comisariado ejidal .................. ...traslape (2 o más hablan simultáneamente o
se interrumpen)
Ey .....su amigo .....................................................pausas
El-29 ejidatarios ...................................habla ...........comprensión difícil
En,o, ejidatarios no identificados (=El-29) (IC) incomprensible
Eh nermano del secretario ausente .................hablaaa ........elogación o repetición de fonemas
Em mujer de un ejidatario .........................HaBla ..........énfasis
Es suplente del juez auxiliar (MUEVE) acción extralinguística
I investigadora (NOM:AP:AP) ...nombre y dos apellidos
SIMBOLOS: ..............................................p .............piano
L línea ..........................................mp .............mezzopiano
comentarios acústicos
t tiempo .........................................mf .............mezzoforte
T turno ..........................................f forte
IA interactantes
c.a. comentarios acústicos
c.s.p. comentarios semánticos y pragmáticos
tono oficial
IR retórica
SITUACION COMUNICATIVA: Asamblea de ejidatarios FECHA: 15.5.1980 LUGAR: X AS, SC
L t T IA TEXTO (con comentarios extralingüísticos) c.a. c.s.p.
1 0
2 23 tono de lectura
3 monótono,
4 rápido
rapidísimo
5
6
casi IC
7
8
9
10
11
12
13 termina lectura
14 tono oficial
15
16
17
18
19
20 1'41
21
22
23
24 2'00
25
26
L t T IA TEXTO (conccmentarios extralingüísticos) c.a. c.s.p.

27
20 2'20
29
IR, tono pri­
vado
30
31
32
algo desconcer­
tada
33
34
35 2'40
36
se dirige a los
ejidatarios,
37 pasa lista
30
39
gritos, confusión
40
41
IR IR
42
confusión
43 confusión entre
44 dos nombres
45
46 IR
47 3'08
48
49
50
51
52
53
54
79
78
77
76
75
74
73
71
70
69
67
64
65
63
60

68
62
61
59
58
57
56

66
L

72 4'01
55 3'28
t
T

LtT TEXTO (con comentarios extralingüisticos)


55 3’20
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
TEXTO (con comentarios extralingüísticos)

71
72 4*01
73
74
75
76
77
78
79
TRANSCRIPCION

CLASIFICACION.....PP24A GRADO....... FECHA............. LUGAR..EL SAUZ HOJA....


TRANSCRIPCION

CLASIFICACION...PP-24a....... GRADO........ ....FECHA...24/4/1980 ......LUGAR...EL.SAUZ.. ..............HOJA No ....2...


78 ......Rainer Enrique Hamel

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Recibido en enero de 1982

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