Análisis de Discurso y Educación
Análisis de Discurso y Educación
Análisis de Discurso y Educación
son conclusiones sino al contrario tesis que sirven para abrir el debate.
Primera Parte
1.1. El trmino discurso ha sido objeto de diversos usos. Entre los ms frecuentes,
sobresalen:
a) el uso coloquial y cotidiano que le atribuye al trmino el significado de sentido
comn de: pieza oratoria de funcionario pblico generalmente enmarcada en una
atmsfera formal y solemne-. Alrededor de esta nocin de sentido comn, se
tejen caracterizaciones del discurso que lo remiten al acto lingstico (oral y
escrito) cuyo contenido se identifica como algo que est fuera de la realidad
(oposicin del par discurso/realidad)
b) el uso acadmico, en el cual, dependiendo de la perspectiva disciplinaria y de la
posicin terica desde las cuales se considere el trmino, se le ha caracterizado
como: una pieza oratoria, un programa o proyecto a realizar, una declaracin de
principios y objetivos, etc. Entre las caracterizaciones ms frecuentes de la
lingstica, discurso ha sido definido como:
-
1
Ernesto Laclau y Chantal Mouffe son las fuentes tericas de donde se origina una lnea de investigacin centrada en
el Anlisis de Discurso. Actualmente cuenta con aproximadamente veinte acadmicos, en su mayora ubicados en la
Universidad de Essex en el Centre for Theoretical Studies. Una versin esquemtica en espaol- de mi apropiacin de
esta lnea se puede consultar en la Introduccin al libro Las Radicalizaciones en el Cardenismo: Argumentacin y
Discurso Educativo, (vase en la bibliografa), una versin ms profunda puede consultarse en Laclau, 1986 y 1990 (en
ingls).
Benveniste, Jackobson y Barthes critican la nocin de arbitrariedad en el signo propuesto por Saussere. Benveniste
seala que el signo es arbitrario en relacin a la cosa (referente) pero su ligazn al concepto es necesaria e ntima.
3
En este sentido, Lemaire apunta: Le signe a aussi une valeur qui ne se limite pas a sa signification restreinte ().
Seul le systeme entier de la langue va lui donner sa specificit par opposition aux autre signes (...) La valet resulte du
fait que la langue est une systeme dont les termes sunt solidaires. La valeur dun mot sera signification que lui confere
la prsence de tuos les mots du code mais aussi la prsence de tous les lments de la phrase . (A. Lemaire, 1979,
p.44)
4
Por ejemplo la palabra hermana es definida por su relacin y diferencias con: hermano, madre, padre,
sobrina, etc, en el caso del contexto discursivo de las relaciones de parentesco
5
Wittgenstein. Investigaciones Filosficas. Primera Parte
6
Sabiendo que sta es una desafortunada traduccin literal de la expresin Wittgensteiniana, languaje game, no
encuentro otra mejor por el momento.
puede ser significativo: no hay accin que no tenga un significado7 y ningn significado
est al margen de la accin. De aqu que la distincin entre significacin lingstica y
extralingstica pase a ocupar un plano secundario y se ponga de relieve el carcter
discursivo de lo social: todo tipo de relacin social es significativo.
La significacin como positividad, la identidad al margen de toda posicionalidad
dentro de un sistema de significaciones son una vez ms rechazados para dar lugar a la
idea de significacin como diferencialidad dentro de una cadena discursiva.
Otro par de nociones saussureanas importantes para este estudio son los planos de
anlisis paradigmtico (que alude a la sustituibilidad por contexto) y sintagmtico
(sustituibilidad con contigidad) (ef. Saussere 1960, 123 Y Buenfil 1988, 20ss) que nos
permiten esclarecer por un lado, ciertas lgicas usuales en la construccin simblica de la
realidad; por otro lado, estrategias polticas cotidianas y, por otro lado, formas retricas
de uso cotidiano.8
Es a partir de una ampliacin y radicalizacin de la lingstica saussureana que la
nocin de discurso va cobrando una configuracin ms abarcativa y compleja y a la vez ms
adecuada para el anlisis de la educacin en tanto que proceso social.
1.2.2 Si se parte de que toda configuracin social es significativa, es impensable
alguna posibilidad de convencin social al margen de todo proceso de significacin.
Independientemente del tipo de lenguaje de que se trate, la necesidad de comunicacin
emerge paralelamente con la necesidad de organizacin social. Discurso se entiende en
este sentido como significacin inherente a toda organizacin social.
La capacidad de significar no se limita al lenguaje hablado y escrito, sino que
involucra diversos tipos de actos, objetos, relaciones y medios que, mediante algn
smbolo, evoquen un concepto. Originalmente en la lingstica de Saussere, estos
elementos son significante y significado y aluden al lenguaje hablado. En los desarrollos
mas recientes estos mismos conceptos han sido extrapolados a otras formas de
significacin: gestual, pictrica, etc9. En este sentido, cuando hablamos de discurso, no nos
referimos al discurso hablado o escrito (speech) necesariamente, sino a cualquier tipo de
acto, objeto que involucre una relacin de significacin.
Si el foco de nuestra atencin se centra en el carcter significativo de un objeto o
prctica, su naturaleza lingstica o extralingstica pasa a un segundo plano. De hecho, en
Una diferencia de matiz hara yo a este postulado: puede haber accin sin significado pero entonces es
completamente irrelevante en trminos sociales.
8
Los dos planos de anlisis han sido asociados con lgicas de estrategia: equivalencia y diferencia (Laclau y Mouffle),
con figuras retricas; metonimia y metfora (Barthes, 1985, p.119) y con mecanismos de sobredeterminacin:
desplazamiento y condensacin (A.Lemaire), lo cual permite ver planos de convergencia entre el pensamiento poltico,
lingstico y psicoanaltico (ef.Buenfil, 1988/1991), entramado de conceptos que alimentan este paso por las relaciones
entre discurso y educacin).
9
Ver particularmente R.Barthes: Mitologas o E de Ipola: Ideologa y Discurso Populista
una formacin discursiva suelen encontrarse objetos y actos de diversa ndole agrupados
en torno a una significacin comn.
Por ejemplo, la discursividad de la prisin (ef.Focault) no se constituye
exclusivamente de documentos y comunicacin verbales, sino que involucra adems una
serie de prcticas extralingsiticas (rutinas, jerarquas, usos del espacio fsico,
emblemas, 10 etc) cuya significacin a veces evidente, a veces velada es innegable. Lo
discursivo alude a la significacin de estos elementos, sin importar la naturaleza de su
soporte material. 11
Por otra parte, es imposible separar el carcter significativo de los objetos y
procesos, sin abandonar al mismo tiempo la posibilidad de integrarlos a la vida social.
Pensar la sola percepcin de la empiricidad como materialidad indistinta, al margen de su
insercin como objeto de significacin, es renunciar a su inteligibilidad. Por ejemplo, si al
caminar algo nos impide continuar con nuestra prctica, la empiricidad de esto es
obviamente percibida; su carcter de objeto, sin embargo, es definible slo en tanto que
inserto en algn contexto discursivo y el solo hecho de reconocerlo en un nombre (pared,
piedra, barrera, etc o simplemente obstculo) lo ubica como identidad diferencial dentro
de algn sistema conceptual.
Todo objeto o prctica es significada de alguna manera al ser apropiada por los
agentes sociales. Toda configuracin social es discursiva en este sentido. Las prcticas
educativas, qua prcticas sociales, son tambin discursivas.
El carcter discursivo de cualquier prctica u objeto, de ninguna manera niega su
existencia fsica; por el contrario, el objeto se constituye en discurso en la medida en que
se encuentre inserto en una u otra totalidad significativa.
En este sentido, una misma entidad (es decir ens o materialidad) puede estar
discursivamente construida de diversas formas, dependiendo de la formacin discursiva
desde la cual se le nombra. Un rbol puede ser un objeto de estudio cientfico, un
obstculo, un refugio, o un objeto amenazador. Ello no modifica su carcter emprico, pero
s su carcter discursivo. El solo hecho de nombrarlo rbol, lo inscribe simultneamente en
distintas discursividades, sin reducir en nada su materialidad, pero poniendo en evidencia
el absurdo de separar los objetos de su significacin. (ef. Laclau y Mouffe, 1988 y 1990).
Una prctica social, v.gr. el dictado de un texto, cuya materialidad involucra una
serie de actividades que incluyen movimientos, emisin de sonidos, uso de signos
10
Siguiendo el ejemplo de la crcel, cabe poner de relieve el carcter significativo del uso del uniforme, de un nmero
en vez del nombre propio y otras prescripciones que evocan la negacin de la identidad del preso; los usos y
restricciones del espacio fsico, los saludos, emblemas y otros actos que significan la sumisin ante la autoridad. As,
prcticas lingsticas y extralingsticas se combinan y adquieren su significado en el discurso carcelario.
11
El ejemplo del discurso carcelario sirve como analoga para el caso de la educacin. Sobre esto abundaremos en la
segunda parte de esta conferencia.
y abierto.
Es diferencial en el sentido de que ni el discurso como totalidad13 ni sus elementos
discretos, tienen un significacin intrnseca o inmanente: no son positividades sino que
adquieren sentido por el lugar que ocupan dentro de las cadenas o sistemas discursivos
ms amplios, debido a las relaciones que se establecen con otros discursos o con otros
elementos (signos) dentro de un mismo discurso.
Los conceptos que constituyen los significados son puramente diferenciales,
definidos no positivamente por su contenido, sino negativamente por sus
relaciones con los dems trminos del sistema. Su caracterstica ms exacta
consiste en ser lo que los dems no son. (F. de Saussere, Curso de Lingstica
General. Cp. IV.2, cursivas mas)
La acepcin de ideologa como oposicin a ciencia, desde una perspectiva epistemolgica, no tiene lugar dentro de
este estudio, y por otra parte no compartimos tal suposicin.
13
Totalidad se entiende aqu como totalidad abierta, en cierto sentido, incompleta, y susceptible de ser siempre
reconstituida. Es decir como una totalidad arbitrariamente delimitada en tanto objeto de anlisis.
Si la leche se concibiera como una entidad positiva, el yogurt sera un epifenmeno de ella.
Esta idea de proponer modelos de identificacin es anloga a la nocin althusseriana de interpelacin (Althusser,
1970) en la que se conceptualiza como el procedimiento por excelencia para la constitucin de sujetos.
16
Espacio, en este contexto, se refiere a espacio social, es decir, atravesado por redes de relaciones (ver culturales,
econmicas, polticas, sociales, lingsticas, erticas, generacionales, nacionales, raciales, religiosas, etc) que son
condiciones para la constitucin de los agentes sociales.
17
En este sentido la nocin de prctica hegemnica, como lugar de constitucin de los sujetos (cf. Laclau y Mouffe,
1985) es una nocin productiva para la comprensin de lo educativo. La prctica hegemnica tiene como condiciones
la superficie discursiva de lo social (como orden simblico o constelacin de identidades), la irrupcin de la negatividad
15
Segunda Parte
2- Es conveniente detenernos ahora en el concepto de educacin. Partiendo del
sentido comn, hay tambin un reduccionismo impresionante en el significado coloquial de
este trmino. Educacin ha sido limitada a la escolaridad. Desde los primeros intentos de
construir la Pedagoga como un conocimiento cientfico y ya no slo como una reflexin
filosfica- la necesidad de delimitar un objeto de estudio ha conducido, innecesariamente,
a excluir una serie de prcticas y espacios sociales que forman a los sujetos, del concepto
de educacin. Tanto en las corrientes ya clsicas del pensamiento cientfico-pedaggico
(funcionalismo, conductismo, marxismo, etc.) como en las nuevas concepciones educativas
(escuela activa en sus diversas vertientes, etnografa educativa, psicologa educativa,
etc.) y en la investigacin que de ellas se desprende se privilegia el estudio y la reflexin
sobre los procesos escolares.
(lo real, en sentido lacaniano) que establece una relacin de antagonismo entre las identidades sociales y desarticula
este orden social, y la emergencia de nuevos modelos de identidad (imaginario) que posibilita la restauracin de un
nuevo orden social mediante la articulacin de nuevos modelos de identificacin en torno a un proyecto tico.poltico
distinto.
18
An despus de ms de tres dcadas de crisis del marxismo, de dos aos de la cada del muro de Berln y de estar
siendo testigos del desmantelamiento del bloque sovitico, es de gran relevancia analizar las teorizaciones marxistas
sobre educacin por su riqueza, complejidad y porque, desembarazadas de sus lastres reduccionistas y esencialistas,
siguen brindando elementos de lucha contra las diversas formas opresivas que predominan en nuestro Tercer Mundo y
que no son afectadas por la desarticulacin del discurso socialista.
19
Este anlisis est basado en el captulo 4 de El Sujeto Social en el Discurso Marxista: Notas sobre el Reduccionismo
de Clase y Educacin, Tesis de Maestra DIE-CINVESTAV IPN, 1983, Mxico. Publicado en Tesis DIE, N 12, 1992.
20
Una presentacin sucinta de las posiciones de los cuatro autores puede consultarse en Buenfil B, Rosa N: Ideologa
y Educacin en el Marxismo en la revista Pedagoga vol. 4, N 12, Revista de la Universidad Pedaggica Nacional,
Mxico, oct-dic 1987, pp.13-22
sociales.
En el primer caso, educacin entendida como escuela, aunque es referida a todos
los niveles, grados y modalidades, supone una restriccin en trminos de las prcticas
educativas, los contenidos, las relaciones ideolgicas y de poder, etc. Independientemente
de que se trate de la escuela capitalista o de la nueva escuela. Lo anterior es reconocido
por los autores respecto de la vieja escuela ya que consideran que los atributos de la
escuela socialista, harn de ella el medio educativo que cubra las necesidades sociales de
la cultura, formacin fsica e incluso afectiva. A excepcin de Althusser que nunca teoriz
sobre una escuela para sociedad socialista, para estos autores la nueva escuela sera
suficiente para educar a los constructores del futuro.
En el segundo caso, la educacin entendida en mltiples prcticas sociales y en
mltiples espacios parece ser la ms rica y compleja. Para Marx, la vida cotidiana; para
Lenin, las luchas diarias y prcticas; para Gramsci, todas las prcticas hegemnicas21 y
para Althusser, todos los aparatos ideolgicos del Estado son espacios de la educacin.
Evidentemente, la riqueza de contenidos que pueden ser apropiados, la diversidad
de agentes que pueden intervenir y de contradicciones sociales que pueden estar
presentes en estas prcticas educativas, tiene mucho ms que ver con las actividades
cotidianas-polticas, econmicas, ideolgicas, jurdicas, etc.- de los agentes, que aquellas
prescritas por la ms avanzada de las escuelas socialistas.
Para Marx, Lenin y Gramsci se trataba particularmente, de conformar sujetos
sociales acordes a un proyecto poltico especficos, delimitando tica y polticamente, y
ste no podra conformarse con base en los viejos hbitos y costumbres de las sociedades
capitalistas, de aqu que se privilegiase un espacio ms controlable, y con mtodos
educativos ms precisos y tal vez tambin ms eficaces. As, a pesar de haber reconocido
los diversos mbitos educativos, privilegiaron al escolar como idneo para la formacin del
un nuevo sujeto social que tenan en mente.
Para cada uno de los autores habr una ponderacin especial al tipo de prctica y
agencia educativa, dependiendo de la coyuntura especfica de que se trate: en el caso de
Marx (1848), Lenin (1902) y Gramsci (en mltiples escritos), cuando se trata de
conformar al sujeto revolucionario para la toma del poder, aparecen privilegiadas las
prcticas de educacin poltica en su mayora, fuera del mbito escolar- en los diversos
espacios sociales y particularmente en los organismo especficamente polticos, sindicatos,
partidos, consejos, etc.; y tambin tienen un reconocimiento para las prcticas escolares
porque proporcionan herramientas bsicas para la reduccin de la ignorancia que en alguna
21
Cabe sealar que existen diferencias entre la nocin gramsciana de hegemona y la que se sustenta en esta charla, es
decir la nocin de Laclau y Mouffe (supra nota 16).
medida les impide ejercer sus capacidades para la liberacin. Cuando se trata de
constituir sujetos revolucionarios para la construccin de la sociedad socialista, se
privilegia como prctica educativa la escolar, en el entendido de que se tratara de una
escuela diferente: polivalente, unitaria, no desvinculada de la vida social, popular, etc., en
la cual las relaciones entre el maestro y sus alumnos dejaran de ser opresivas,
autoritarias, teoricistas y parcializadotas de los atributos humanos.
Sea en una coyuntura o en otra, se trate de la constitucin de un sujeto
revolucionario o de uno conforme a las relaciones de dominacin vigentes, sea en un tipo
especfico de institucin o en diversos, las prcticas educativas inciden de manera
relevante en la constitucin del sujeto social.
2.1.3 En las conceptualizaciones de los cuatro autores se establecen relaciones
entre las prcticas educativas y otras prcticas sociales: para Lenin la educacin es un
instrumento de poltica, para Althusser la educacin es una prctica ideolgica, para
Gramsci toda prctica educativa es una prctica poltica, para Marx es una prctica
cultural; slo en el caso de Lenin hay una clara nocin pragmtica: lo poltico y lo educativo
se relacionan en trminos de exterioridad y subordinacin. Gramsci y Althusser, a pesar
de hacer evidente un objeto poltico junto a toda prctica educativa, no supone el vnculo
entre ambos en trminos instrumentales.
A partir de la relacin entre poltica y educacin, es posible delimitar qu es lo
especfico de las prcticas educativas: para Gramsci es una relacin hegemnica a partir
de la cual, los que participan en ella, se apropian (sienten, saben y comprenden) de un
contenido (formas de conocimiento superior) que previamente a dicha relacin, no
tenan; para Althusser es una prctica ideolgica (interpelacin) a partir de la cual el
sujeto se constituye, es decir, asume o acepta los rasgos y caractersticas que dicha
interpelacin le propone y se reconoce en ellas; para Lenin es una prctica subordinada a
un proyecto poltico que consiste en la incorporacin del conocimiento cientfico y de las
posiciones polticas coherentes con tal proyecto; para Marx consiste, de manera
semejante, en la apropiacin de conocimientos que le sirvan a los que se educan, para
22
Cabe llamar la atencin de que en Gramsci se observa una tensin entre dos posiciones contradictorias: una en la cual
se afirma que el educador es a su vez educado en la prctica hegemnica, y otra en la cual sostiene de manera
unilateral que son los educadores (padres, intelectuales, adultos) quienes dirigen a los sujetos de educacin (hijos,
masas, jvenes, etc.)
23
En otro escrito, he resaltado las tensiones subyacentes en las conceptualizaciones de los cuatro autores, aqu, por
falta de espacio no se retomaron (cf. Buenfil, 1983, Captulo 4).
24
Hasta aqu el comentario sobre los autores consultados. Como se puede observar, no tiene mucho sentido intentar
definir en trminos generales, a ninguno de ellos como un autor cuyo discurso es de apertura en todos sus
componentes, o absolutamente de cierre. Slo momentos, pasajes de su obra, componente de su conceptualizacin
global son susceptibles de tal caracterizacin. Lo importante es que en todos ellos hay elementos rescatables que,
despojndolos de sus caractersticas reduccionistas, cientificistas, etc y rearticulndolos a nuevos esquemas
explicativos, pueden alcanzar un grado de desarrollo y precisin que los conviertan herramienta terica para el anlisis
y explicacin de hechos educativos cada vez ms complejos.
25
No es el momento ni espacio para entablar la discusin acerca de cmo nombrar a las formaciones sociales del
antiguo bloque sovitico. Por ahora, prefiero decir simplemente no capitalista. Sobre este debate vase: Snchez
Vzquez, A. Ideal Socialista y Socialismo Real, en Nexos 44, Agosto 1981, pp:3-12
Por otra parte, en este mismo sentido, cabe resaltar que en casi todos los pases
capitalistas, y sobre todo, en los capitalistas subordinados como es el caso de Amrica
Latina en general- la escuela es una institucin educativa dominante29 por el
reconocimiento social que detenta, por ser la nica institucin con capacidad jurdica de
certificar los conocimientos o un cierto tipo de educacin,30 y no porque abarque a la
mayor parte de la poblacin.
En estos casos, ms que nunca, se hace urgente la exigencia de conocer cmo opera
la educacin no escolar, qu fuerzas se debaten en ella, qu proyectos polticos sostienen,
cmo los ponen en prctica, qu tipos de sujetos intentan construir, mediante qu
prcticas, etc., para tener la posibilidad de incidir en ella.
Toda la poblacin que no tiene acceso a las instituciones escolares indgenas,
marginados, campesinos, o simplemente los que no alcanzaron cupo- de todas formas se
26
constituyen como sujetos en esos otros espacios31 tradicionalmente despreciados32 por los
intelectuales. (Y adems tambin se constituye como sujeto por referencia a lo escolar,
como los no escolarizados con las consecuencias sociales que eso conlleva).
Lo anterior pone una vez ms en evidencia que con atender el discurso escolar no
basta. Es tambin imprescindible atender todos aquellos otros espacios, institucionales o
no, que contribuyen a la conformacin del sujeto social, delimitar sus condiciones,
reconocer sus prcticas, qu fuerzas polticas actan, qu contradicciones son
emergentes, en fin, qu tipo de sujeto constituyen y qu alternativas se pueden ofrecer.
El reconocimiento de que las prcticas educativas no se llevan a cabo slo en las
instituciones escolares sino tambin en muchas otras agencias que incluso pueden no tener
el carcter de institucin formal, es quiz una posicin mucho ms incmoda, mas inasible
(por el momento), pero su construccin puede aportar ms elementos para el anlisis y
explicacin de los hechos educativos, es decir, los discursos desde los cuales se proponen
modelos de identificacin a los sujetos, que los elementos contemplados por una
concepcin restrictiva.
La empresa que se propone aqu es evidentemente compleja y a largo plazo. Se ha
sealado que de la educacin escolar falta an mucho que indagar; pues de la educacin en
sentido amplio, est casi todo por construir. Para comenzar es una tarea para todo
intelectual y sobre todo para cualquier pedagogo que se pronuncie a favor de las
transformaciones de rdenes sociales y procesos en los que la opresin predomina. Ello
implica: a) precisar el concepto33 b) investigar y teorizar sobre cmo, en las sociedades
actuales, se llevan a cabo procesos educativos en una multiplicidad de instituciones, e
incluso en espacios sociales no institucionalizados; c) analizar qu tipos de prcticas tiene
lugar en estos espacios; d) qu tipos de sujetos constituyen y si tienden a reproducir o a
transformar las relaciones sociales vigentes. En otras palabras, qu discursos interpelan a
los sujetos y qu efectos tienen esas interpelaciones en los sujetos y en los discursos
mismos.
Pasar por alto estas mltiples prcticas educativas, por no ser estrictamente
escolares, implica poltica e ideolgicamente una perspectiva desmovilizadora y una
ceguera. Implica dejar esos espacios en los cuales los sujetos se constituyen
cotidianamente, en manos de, por un lado, la pura espontaneidad, y por otro lado, de
31
La propia clientela cautiva durante 35 o 45 horas semanales en la institucin escolar, es material susceptible de los
dems espacios educativos durante las horas restantes, espacios que adems pueden contar con recursos y contenidos
educativos tan sistemticos, tan atractivos y tan eficaces (o ms) que aquellos con los que cuenta la propia escuela.
32
El desprecio al que aludo se refiere a que son escasas las investigaciones sobre lo educativo de dichos espacios no
sobre la marginalidad, o las alternativas no formales. Por ejemplo hay investigaciones sobre la primaria, la secundaria o
la universidad por televisin, hay investigaciones sobre los efectos enajenantes de la tv comercial sobre los nios,
etc pero no hay investigaciones sobre lo educativo de la tv comercial o lo educativo de los comics de escasa calidad
cultural
33
Indagar qu es lo que hace que cualquier prctica social pueda ser, en un momento dado, una prctica educativa,
averiguar en qu radica que cualquier espacio social pueda constituirse en una agencia educativa.
sujetos pacientes, receptivos, oyentes, sujetos que se constituyen en ltimo anlisis como
objetos recipientes. 34
Trascender esta conceptualizacin bancaria de la prctica educativa en que se
constituyen sujetos de educacin totalmente pasivos, en la cual se presuponen sujetos
referenciales fijos y absolutos, es condicin impostergable a cualquier propuesta
pedaggica que se pronuncie por una educacin transformadora y no meramente
reproductora de las relaciones sociales de dominacin vigentes en un momento dado.
El sujeto de educacin se conforma en la prctica como un sujeto activo y
condicionado tanto por las relaciones polticas, acadmicas, administrativas, jurdicas, etc,
que rigen y se debaten en la institucin escolar, como por discursos en otros espacios
sociales, en la vida cotidiana. En esta medida aparece marcado por diversos antagonismos
polticos irreductibles al antagonismo de clase, por lo que cabe sealar la exigencia de
comenzar a reflexionar respecto de la multiplicidad de polos de identidades que se
imbrican en este proceso.
Pensar las prcticas hegemnicas35 en trminos de la constitucin de un sujeto
mltiple, complejo, diferencial, en el cual se articulen polos de identidad de diversa ndole:
democrticos, antiautoritarios, no sexista,36 antirracistas, antiblicos, antinucleares,
ecologistas, populares, nacionales la lista podra aumentarse interminablemente, es
avanzar hacia la construccin del concepto amplio de educacin que he venido proponiendo.
De lo que se trata es tambin de cuestionar y modificar las tendencias y
realidades que conducen a las viciosas prcticas37reinantes en muchos grupos de
intelectuales, acadmicos, partidos, sindicatos, instituciones (escuelas, hospitales, etc.),
pases enteros. A lo que se aspira es a constituir sujetos atentos y crticos a diversas
formas de opresin, sujetos capaces de generar una respuesta alternativa a los conflictos
polticos que surgen en los diversos espacios sociales.
2.2.3 Cabe hacer un comentario en relacin a lo que es especficamente educativo
de una prctica y agencia social. A lo largo de todo este ltimo captulo y particularmente
en estas consideraciones finales, se ha puesto en evidencia el carcter restrictivo de la
concepcin que identifica lo educativo con lo escolar.
34
Dice Freire: a) El educador es siempre quien educa; el educando el que es educado. b) E educador es quien sabe, los
educandos quienes no saben. c) el educador es quien piensa, el sujeto del proceso; los educandos son los objetos
pensados. d) el educador es quien habla; los educandos quienes escuchan dcilmente. E) el educador es quin disciplina.
(Freire, 1976, p74).
35
En otros escritos desarrollo una nocin de hegemona que aunque guarda cierto parentesco con la gramsciana, no es
completamente equivalente a ella sino que involucra elementos del paradigma psicoanaltico lacaniano y cuya
articulacin ms rigurosa puede encontrarse en los trabajos de Laclau y Mouffe.
36
Por sexista quiero decir que supone la necesaria subordinacin del sexo masculino sobre el femenino y/o viceversa,
as como tambin la persecucin y represin de opciones sexuales no generalizadas.
37
Sectarismo, machismo, autoritarismo, racismo, explotacin, y dems formas de opresin religiosa, cultural, nacional,
militar, etc.
Yo me puedo liberar de la opresin matando a quien me oprime y no considero que ello necesariamente sea educativo
Sabemos que en caso de Marx, Lenin, Gramsci y Althusser estos criterios estn fundados, de una forma o de otra,
en el paradigma materialista cientfico y dialctico, sin embargo, parece no haber mayor cuestionamiento sobre por
39
Consideraciones Finales
Para cerrar esta charla quiero anudar algunas de las tesis presentadas en las dos
secciones especficas, rescatando la idea inicial que nos rene hoy: anlisis de discurso y
educacin. Dos tipos de reflexiones organizarn las siguientes lneas: cuestiones de
carcter terico y consideraciones de carcter analtico.
Considerando la ampliacin del concepto de discurso como una configuracin de
significacin relacional, abierta, y precaria; y la del concepto de educacin como relacin
social que involucra la aceptacin de modelos de identificacin, conceptos que expuso en
momentos anteriores, las estrategias del anlisis del discurso educativo cobran una
complejidad creciente.
Siguiendo la premisa antiesencialista y antifundacionalista, cabe reflexionar sobra
la cuestin de que ni un proyecto tico, poltico o cultural son elementos suficientes para
fundar de manera absoluta lo que es educativo y lo que no lo es.
Un primer punto a considerarse alude al carcter relacional de la educacin, con lo
cual se rechaza toda nocin positiva de la educacin y se pone de relieve la imposibilidad
de establecer una definicin de educacin al margen de un discurso, es decir, al margen de
las relaciones entre lo educativo y otros componentes del discurso de que se trate. En
otras palabras, se puede definir lo especfico de la educacin relacionalmente frente a
otros elementos diferenciales dentro del discurso disciplinario (pedagoga, sociologa,
antropologa, psicologa, etc.) o dentro del discurso axiolgico (educacin para una
propuesta tica) o dentro de un discurso cultural, etc. Lo que es inaceptable es plantear
esta especificidad en abstracto ya que llevara a hipostasiar y a concebir de manera
ahistrica y con pretensiones absolutizantes al concepto, deber ser o
prctica
educativos.
Cabe llamar la atencin sobre las implicaciones del carcter relacional en el
terreno conceptual y poltico. Decir que algo es relacional o relativo, no implica que todo o
cualquier cosa sea educativa, que todo sea igualmente vlido o que d lo mismo una
prctica que otra. Desde el punto de vista que se ha estado planteando aqu, en principio
cualquier prctica puede ser educativa pero no necesariamente lo es en todo momento;
slo lo ser en la medida en que establezca ciertas relaciones con los otros elementos de
una configuracin frente a la consecucin de un proyecto. De aqu que no comparto la idea
de relativismo del sentido comn segn la cual everything goes, lo que sostengo es que la
validez o identidad de una prctica educativa slo se define dentro de un contexto
especfico pero de ah no se deriva su validez en general.
Una segunda consideracin concierne al carcter abierto de la educacin, es decir
a la imposibilidad de indicar, de manera exhaustiva, la totalidad de caractersticas,
elementos y prcticas que podra definir lo especfico de la educacin. En otras palabras,
siempre ser posible, en principio, considerar elementos no previstos en una aproximacin
inicial, que formaran parte de lo educativo.
Ligado a lo anterior, un tercer elemento a tener en cuenta es el carcter precario
de la educacin, en el sentido de que no puede alcanzar una estabilidad final, sino que es
susceptible de ser desarticulada por la penetracin de elementos no previstos- en las
fisuras del propio discurso educativo. Esto alude a considerar como algo constitutivo de lo
educativo a la contingencia, es decir, a la irrupcin de elementos exteriores al discurso
educativo, imprevistos que modifican el carcter mismo del concepto, el proceso y los
sujetos involucrados, modificando as la identidad de lo educativo. De tal forma que la
distincin entre lo educativo y lo no educativo no se da slo en trminos de aquellas
Este punto es fruto de una relacin desencadenada a partir de comentarios de Justa Ezpeleta a este texto y fue
incluido posteriormente.
42
En los casos de Marx, Lenin, Gramsci y Althusser, subyace no slo un esencialismo clasista sino, en muchos casos,
tambin una nocin teleolgica y totalizante de la historia, una concepcin determinista de los sujetos y, en algunos
casos, hasta una concepcin epifenomenalista de la educacin (Cf. Buenfil, 1983).
BIBLIOGRAFIA