11 Papelucho en Vacaciones - Marcela Paz

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 226

LAS VACACIONES EN FAMILIA

PUEDEN LLEGAR A SER TODA


UNA AVENTURA. ASÍ LE OCURRE
A PAPELUCHO CUANDO AL
ACAMPAR EN EL SUR DE CHILE,
COMIENZA A SEGUIR UNAS
LUCES PENSANDO QUE SON LOS
FOCOS DE UN AUTO, AUNQUE
PARA SU SORPRESA SE
HALLARÁ CON LOS OJOS
BRILLANTES DE UN «CULEBRA».
ESTE ANIMALITO JUNTO A UN
PEQUEÑO PUMA, SE
CONVERTIRÁ EN UN NUEVO
AMIGO CON EL QUE VISITARÁ,
ENTRE OTROS LUGARES, UN
CEMENTERIO DE CIERVOS, EL
CASTILLO DE LA ISLA MANCERA
Y LA RUCA DE UNA FAMILIA
MAPUCHE.
YO SABÍA QUE A MI VUELTA
DE VACACIONES LA SEÑ
ORITA FRESVIA ME IBA A DAR
DE TAREA UNA COMPOSICIÓN
DE LA ÍDEM. POR ESOLA DEJÉ
HECHA ANTES DE IRME Y
TAMBIÉN ME QUEDÓ HARTO
CHORA, CON AVENTURAS
SULFUROSAS Y ESPACIALES.
PARA QUE NO SE ME
PERDIERA, LA ESCONDÍ
SECRETAMENTE Y APUNTÉ EL
ESCONDITE POR SI SE ME
OLVIDABA; LO MALO ES QUE SE
ME PERDIÓ EL APUNTE PARA
SIEMPRE JAMÁS… ¿DÓNDE
ESTARÁ MI TAREA? TOTAL,
LLEGANDO AL COLEGIO: —DE
TAREA, NIÑOS, UNA
COMPOSICIÓN SOBRE SUS
VACACIONES —CLAMÓ LA
SEÑORITA FRESIA, COMO QUIEN
DICE «AHÍ VA UNA COCA COLA».
Y EN LA NOCHE, DALE CON
PENSAR Y PENSAR EN MI
COMPOSICIÓN PERDIDA… O
TRATAR DE INVENTAR
AVENTURAS GUERRILLERAS QUE
LE DIERAN ENVIDIA A LOS
DEMÁS CABROS. PERO, ¡NADA!
HASTA QUE POR FIN DECIDÍ
ESCRIBIR LA PURA VERDAD,
AUNQUE DUELA, COMO DICE EL
DENTISTA.
(EL DÍA ANTES DE SALIR.
ESCENARIO DORMITORIO.
MILES DE PORQUERÍAS ENCIMA
DE LAS CAMAS.)
PAPÁ. ¡POR FIN SALDREMOS DE
VACACIONES! —SE ABRE LA
CAMISA Y SE HACE CARIÑO EN
LA CARA—. ¡NO ME AFEITARÉ!
—DECLAMA COMO SI ALGUIEN
LE ESTUVIERA DICIENDO QUE
SE AFEITARA.
MAMÁ. TAMPOCO TE
CORTARÁS EL PELO… HACE
RATITO QUE ESTÁS
QUERIENDO SER HIPPIE…
PAPÁ. ¿Y A TI QUIÉN TE CRITICA
TU MOÑO DE CODORNIZ?
MAMÁ. TOTAL, EN CAMPAMENTO
NO HACE FALTA LA MODA. YO.
¿VAMOS A IR A CAMPAMENTO?
—PREGUNTO.
PAPÁ. LLEVARÉ EQUIPO DE
PESCA CON APEROS… YO.
¿VAMOS A IR A CAMPAMENTO?
—LE PREGUNTO.
MAMÁ. SUEÑO CON NO TENER
RELOJ Y VIVIR SIN HORAS… —
BOSTEZA Y SE ESTIRA.
YO. ESO QUIERE DECIR QUE
VAMOS A IR A CAMPAMENTO —
ME CONTESTO.
EL PAPÁ Y LA MAMÁ
AMANECEN VESTIDOS DE
SCOUT. SE VEN BASTANTE
PÉSIMOS POR LO ANCIANOS
QUE SON. LOS DOS SE CREEN
CAPITANES DE EQUIPO Y NO
TIENEN NI LA MAYOR IDEA DE
NADA. EL EQUIPO SOY YO Y LA
JI.
EL SUELO ENTERO SE
VUELVE BOLSAS, CANASTOS,
LIENZAS, CAÑ AS, GUSANOS,
ANZUELOS, TRAPOS, OLLAS Y
SACOS DE DORMIR. EN TOTAL,
TRECE BULTOS.
MAMÁ ¡TRECE! NÚMERO IDEAL
PARA NO OLVIDAR CUÁNTOS
SON —CLAMA. YO. ¿NO
LLEVAMOS CARPA? —
PREGUNTO.
PAPÁ. ¡DORMIREMOS AL AIRE
LIBRE, POR FIN! MAMÁ. ¿Y SI
LLUEVE?
PAPÁ. ¿CUÁNDO NO? ¿CÓMO SE
TE OCURRE QUE VA A LLOVER
EN VERANO? Y PARTIMOS AL
SUR.
ERA UN BUS GALGO AZUL
SÚPER CHORO. COMO UN AVIÓN
SIN ALAS. INMENSO,
CATACLÍPTICO, CON PARLANTES
Y EXCUSADO PROPIO, DULCES
CHILENOS, MONTONES DE
RUEDAS Y MÚSICA AL PALADAR.
VOLABA POR RUTAS PROPIAS,
BOCINEANDO A LOS AUTOS Y
CAMIONES INTRUSOS QUE SE
ENTROMETÍAN EN SU CAMINO.
ATRAVESABA EL LARGO CHILE
SIN RESUELLO…
CUANDO BAJAMOS DEL BUS, EL
PAPÁ CONTÓ LOS BULTOS.
PAPÁ. ¡ESTÁN JUSTOS LOS
DIEZ! —CLAMÓ CHURUMBÉLICO,
CON ALEGRÍA PATERNAL. YO.
ERAN TRECE, PAPÁ. LA
CUESTIÓN DEL NÚMERO IDEAL
—LE SOPLÉ.
PAPÁ. TÚ TE CALLAS. ¡NI
LOCOS, TRECE BULTOS PARA
CUATRO PERSONAS!
EL BUS GALGO AZUL PARTIÓ,
SIN NOSOTROS.
CAMINAMOS BIEN CARGADOS,
YO PENSANDO FELIZ QUE POR
SUERTE SE HABÍAN PERDIDO
TRES CANASTOS Y ERAN TRES
MENOS QUE LLEVAR. EN EL
PRIMER POTRERO, BAJO EL
PRIMER ÁRBOL, ACAMPAMOS.
PAPÁ. (CREYÉNDOSE
O'HIGGINS). ¡PAPELUCHO! A
VER SI LIMPIAS EL TERRENO
COMO BUEN SCOUT. ¡ECHA A
UN LADO LAS RAMAS!
ÉSE GOLPEABA EL PECHO
SILBANDO A TODO RIÑÓN.
Y AVARIENTO SE TRAGABA
TODO EL AIRE DEL SUR. LA
MAMÁ SE SOLTÓ EL MOÑO Y SE
CREÍA
GITANA. LIGERITO ME DI
CUENTA QUE ME TENÍAN DE
ESCLAVO.
MAMÁ. ¡AMONTONA LAS HOJAS
PARA TENDER LOS SACOS DE
DORMIR!
PAPÁ. ¡ARMA UNA PIRA DE
PALOS PARA HACER EL FUEGO!
¡TRAE PIEDRAS GRANDES…!
MAMÁ. ¡PON A UN LADO LOS
BOLSONES DE ROPA!…
PAPÁ. ¡AYUDA A TU MADRE A
ORDENAR LAS OLLAS! ¡TRAE EL
BIDÓN CON AGUA!
CORRE AQUÍ, CORRE ALLÁ. YO
TRATABA QUE FUERAN FELICES
CON UN HIJO OBEDIENTE,
AUNQUE FUERA UN SOLO DÍA.
ME TRAGUÉ LAS PROTESTAS,
LOS REZONGOS.
Y ASÍ SE HIZO LA NOCHE.
NUNCA JAMÁS APARECIÓ EL
BIDÓN CON AGUA, NI EL
CANASTO EN QUE VENÍAN OS
FÓSFOROS, LA PARAFINA Y
DEMASES. IBAN EN VIAJE AL
SUR EN GALGO AZUL…
TAMPOCO APARECIÓ EL SACO
DE DORMIR DEL PAPÁ DONDE
HABÍA ENROLLADO SUS
PANTALONES NUEVOS. Y
CLARO, SE ACOMODÓ EN EL
MÍO, YO EN EL DE LA JI Y A
ELLA LA METIERON EN UN
CANASTO. YO HABRÍA DORMIDO
IGUAL EN UNA OLLA; ESTABA
TAN CANSADO… HABÍAMOS
COMIDO HUEVOS DUROS Y
CHOCLOS COCIDOS COMO UN
MES ANTES. NOS MORÍAMOS DE
SED, PERO EN VEZ DE AGUA O
BEBIDA TUVIMOS QUE
CONTENTARNOS CON EL
JUGUITO DE UNOS TOMATES
REVENTADOS…
CON HARTA CONGOJA Y
SONANDO LA LENGUA SECA EN
UNA BOCA SIN SALIVA, NOS
DORMIMOS.
MENOS MAL QUE LOS SUEÑOS
LOS INVENTÓ DIOS PARA
CONSOLARNOS DEL DESASTRE
DE LO QUE ALGUNOS LLAMAN
«CAMPAMENTO». YO SOÑABA
QUE IBA EN AVIÓN A CHORRO,
CUANDO EL AVIÓN SE VOLVIÓ
SUBMARINO Y YO UN PEZ
GIGANTE QUE LUCHABA
ENREDADO EN UNA RED. LA
RED ERA DEL PAPÁ,
NATURALMENTE.
PAPÁ. ¡PAPELUCHO!
¡DESPIERTA! ¿NO TE DAS
CUENTA DE QUE ESTÁ
DILUVIANDO? LA CRUELDAD
DEL PAPÁ. ¿POR QUÉ NO ME
DEJÓ SEGUIR COMO PEZ
GIGANTE?
YO TENÍA MONTONES DE COSAS
QUE HACER EN EL FONDO DEL
MAR… Y POR ÚLTIMO, SI
ESTABA LLOVIENDO A
CHORROS, NO IBA A PARAR LA
LLUVIA PORQUE YO
DESPERTARA…
MAMÁ. ¿NO TE DIJE QUE
TRAJÉRAMOS CARPA? —
GORGOREABA LLOVIDA—. ¡QUÉ
DESASTRE, SEÑOR! ¡QUÉ
TRAGEDIA! ESTAMOS
EMPAPADOS Y NO TENEMOS
REFUGIO —CHILLABA ESTÉRICA
EN LA NOCHE.
PAPÁ. (SACUDIÉNDOSE Y
TIRITANDO COMO LOS PERROS
PELUDOS QUE SE CAEN AL
AGUA). ¡A QUIÉN SE LE OCURRE
LLOVER EN ESTE TIEMPO! PERO
LUEGO AMANECERÁ Y SALDRÁ
UN SOL RADIANTE QUE LO
SECARÁ TODO —SE SENTÍA DE
NUEVO O'HIGGINS.
MAMÁ. ¿CÓMO SABES LAS
HORAS QUE FALTAN SI NO
TRAJIMOS RELOJ? LA
OSCURIDAD MOJADA SE LA
ESTABA CAPEANDO LA JI EN SU
CANASTO CON UNA TAPA DE
OLLA EN LA CABEZA.
PERO NOSOTROS LOS
GRANDES, TENÍAMOS TILIMBRE
EN TODO EL CUERPO. YO
DECIDÍ AYUDARLOS.
YO. HAY QUE COPIAR A LOS
MONOS Y TREPAR A LOS
ÁRBOLES —DIJE CON
SABIDURÍA. Y TREPAMOS. CADA
UNO EN SU RAMA, DECÍA QUE
NO LE LLEGABA EL AGUA. PERO
LA OSCURIDAD ERA TREMENDA
Y BRUJURIENTA Y EL RUIDO
NAUSEABUNDO. DE REPENTE
YO DIVISÉ A LO LEJOS UN
AUTO BIENVENIDO. SUS LUCES,
AUNQUE CHICAS, BRILLABAN
GUERRILLERAS EN LA NOCHE
MOJADA TRAYÉNDONOS
MORTALES ESPERANZAS.
YO. ¡PAPÁ, UN AUTO! —MI
GRITO ROMPIÓ EL RUIDO DE LA
LLUVIA.
PAPÁ. ¿DÓNDE, HIJO, DÓNDE?
YO. ¡AHÍ! ¡ALLÁ! —GRITABA YO
APUNTANDO CON EL ÚNICO
DEDO QUE PODÍA SOLTAR DE
LA RAMA. CLARO ÉL NO ME VEÍA
EL DEDO. TAMPOCO PODÍA
DECIRLE YO A DÓNDE MIRARA
ÉL SI NO SABÍA DÓNDE ESTABA
SU CABEZA.
PAPÁ. ¡NO HAY NADA! —DIJO
CON VOZ DE ANESTESISTA—.
ESTÁS SOÑANDO…
ESO SE LLAMA ESPEJISMO,
IGUAL QUE EN EL DESIERTO.
YO. NO ES ESPEJISMO —LO
CONTRADECÍA—. EL AUTO SE
MUEVE. LO MALO ES QUE NO
AVANZA. SE BAMBALEA, PERO
NO SE ACERCA…
MAMÁ. ¡TAMBIÉN YO LO VEO!
—SU VOZ PARECÍA DE
PARLANTE—. ES UN AUTO,
QUIZÁ UN JEEP… PAPÁ. ¡SÍ, SÍ,
TIENEN RAZÓN…! UNA HOJA ME
TAPABA SUS LUCES… PERO NO
ES AUTO NI ESTÁ LEJOS… ES
ALGÚN GATO O ANIMALITO
TREPADO AQUÍ EN EL ÁRBOL
MUY CERCA.
EL EX AUTO, AHORA
ANIMALITO, SE MOVIÓ SIN
AVANZAR.
PAPÁ. TENDREMOS QUE
ESPANTARLO O MATARLO.
PUEDE SER UN GATO SALVAJE
—GRUÑÓ.
YO. (FURIOSO). ¿Y POR SI
ACASO LO VAS A ASUSTAR O
MATAR? ES MÍO. YO LO
DESCUBRÍ Y NADIE ME LO
QUITA.
PAPÁ. EN REALIDAD, YO NO ME
SIENTO SEGURO EN ESTA RAMA.
TÚ ERES MÁS LIVIANO. APENAS
TUVE QUE ESTIRAR LA MANO
PARA PILLARLO. ESTABA TAN
CERQUITA DE MÍ. PERO NO ERA
GATO. ERA ALGO SIN PELOS Y
UN POQUITO HELADO Y
RESBALOSO. AL TIRO ME DI
CUENTA QUE ERA UNA
CULEBRA. Y YO NO LES TENGO
MIEDO, SINO QUE ME DAN PENA
PORQUE NADIE LAS QUIERE.
LE SUJETÉ LA CABEZA Y LA DEJÉ
ENROSCARSE EN MI BRAZO.
YO. ES MANSITO, PAPÁ. LO
TENGO EN MIS BRAZOS Y TIENE
MUCHO FRÍO —DIJE. PAPÁ.
QUIERAS O NO VOY A MATARLO
PARA ESTAR TRANQUILO.
¡DÁMELO!
YO. NO PUEDO. NO SÉ DÓNDE
ESTÁ USTED.
PAPÁ. ESE ABSURDO AMOR
POR LOS ANIMALES…
ENTIENDE, PAPELUCHO, LOS
ANIMALES NO TIENEN ALMA.
MAMÁ. ¡AY! —GRITÓ COMO SI
FUERA ELLA LA
DESGANCHADA—. ¿TE
QUEBRASTE ALGÚN HUESO,
LINDO?
PAPÁ.¿POR QUÉ IBA A
QUEBRARME ALGO? —
FURIONDO—. NO SOY VIEJO NI
ENCLENQUE… TREPO OTRA VEZ.
MAMÁ. ¡AY! TE AGARRASTE DE
MI PELO. NO SOY RAMA
TAMPOCO.
EL PAPÁ EMBARRADO Y
RESBALOSO NO LE ACHUNTABA
JAMÁS A UNA RAMA. SE PESCÓ
DE MI PIERNA Y CASI ME LA
ARRANCA. POR SUERTE CAYÓ AL
SUELO SIN ELLA. MI CULEBRO
ASUSTADO SE ENROSCÓ TANTO
EN MI BRAZO QUE ME LO
ANESTESIÓ, Y ME VINO
CALAMBRE. CLARO, ME CAÍ
ENTONCES, PERO POR SUERTE
ENCIMA DEL PAPÁ. LA MAMÁ, AL
SENTIR LA CRUJIDERA DE
RAMAS, SALTÓ AL SUELO JUSTO
ENCIMA DE MÍ… PERO MI
CULEBRO SE SALVÓ. SE
DESENROSCÓ DE MI BRAZO Y
PARTIÓ EN LA NOCHE…
YO ME QUEDÉ ESTUPEFLATU
MIENTRAS EL PAPÁ Y LA MAMÁ
CONTABAN SUS MACHUCONES
EN
LA OSCURIDAD.
YO. JUSTO POR ESO YO
QUIERO QUE LO PASEN BIEN.
NO TIENEN OTRA VIDA.
PURAMENTE ÉSTA.
PAPÁ. NO SE DISCUTE TREPADO
EN UN ÁR… —Y ¡PRUM!
SE QUEBRÓ EL GANCHO EN
QUE SE SOSTENÍA Y SE VINO AL
SUELO ESTREPONTOSAMENTE.
POR POCO NOS ARRASTRA A
TODOS CON ÉL, PERO NO SE
QUEJÓ.
CON EL TREMENDO GOLPE QUE
RECIBIÓ LA TIERRA AL CAER LA
MAMÁ ENCIMA DE MÍ, PARÓ LA
LLUVIA.
UNA CLARIDAD SUBCUTÁNEA
ESTROPEÓ LA REGIA NEGRURA
Y LA SELVA POCO A POCO SE
CONVIRTIÓ EN POTRERO.
APARECIÓ EL ÁRBOL Y
DEMASES, TODO LINDO Y
BRILLANTE.
YO TENÍA COTOTO DE HABER
PERDIDO A MI ÚNICO AMIGO Y
ME CARGABA EL DÍA QUE CON
SU LUZ NO DEJABA VER LOS
OJITOS LUMINOSOS QUE YO
QUERÍA REENCONTRAR. PARA
PODER CONSOLARME ME JURÉ
QUE NO ME VOLVERÍA SIN MI
CULEBRO.
JUSTO QUE HABÍA JURADO,
DIJO EL PAPÁ: —AHORA
EMPACAREMOS TODO PARA
BUSCAR UN
SITIO CERCA DE UN RÍO Y
HACER UNA RAMADA. ASÍ
TENDREMOS AGUA Y TECHO.
MAMÁ. VOLVAMOS AL CAMINO
Y BUSQUEMOS UN HOTEL —LA
MAMÁ YA NO ERA SCOUT… Y SE
ARMÓ LA DISCUSIÓN: QUE NO
PORQUE LLOVIÓ ANOCHE VA A
LLOVER OTRA VEZ, ETC., ETC.,
ETC. YO ME ALEJÉ CON
DISIMULO Y VOLVÍ A TREPAR
AL ÁRBOL BUSCANDO MI
CULEBRO. PERO
¡NADA!
LOS GRITOS DEL PAPÁ ME
BAJARON ELECTRÓNICAMENTE.
HABÍA QUE EMPACAR Y VOLVÍ A
SER ESCLAVO.
— ¡QUE RECOGE, ECHA AL
CANASTO, ESTRUJA EL SACO DE
DORMIR…!
COGÍ EL SACO CON ODIO, Y
LO RETORCÍ MALDICIABUNDO.
QUERÍA REVENTARLO.
ENTONCES SENTÍ AL FONDO
ALGO PESADO. PALPÉ MIRANDO
AL CIELO, COMO MIRAN LOS
CIEGOS, Y SENTÍ A MI CULEBRO
EN SU DENTRO. UN HIPO DE
ALEGRÍA ME DEJÓ PARALELO…
ELECTRÓNICAMENTE ENROLLÉ
EL SACO, LOS TRES SACOS,
RECOGÍ EL CACHUREO EN LOS
CANASTOS Y ME ECHÉ AL
HOMBRO EL «PREMIADO». FELIZ
Y SONRISOSO SEGUÍ A MIS
PATERNALES SCOUT A DONDE
QUISIERAN IR. UN ESCLAVO
CON SU SECRETO PROPIO ES
MÁS FELIZ QUE UN REY.
A POCO ANDAR, UNA NUBE
NEGRA, Y OTRA VEZ ¡ZAS! SE
DESCARGA EL DILUVIO
UNIVERSAL. PAPÁ ¡A
REFUGIARSE CADA UNO DONDE
PUEDA! —ORDENÓ O'HIGGINS.
MAMÁ AQUÍ, BAJO ESTE
ÁRBOL… —GORGOREABA
MANDONA.
CON EL DILUVIO NO SE VEÍA
NADA Y CADA UNO CORRIÓ A
METERSE QUIZÁ DÓNDE.
YO DESCUBRÍ UNA CASUCHITA
COMO DE PERRO CHICO, PERO
CON CRUZ. ANIMITA CREO QUE
LAS LLAMAN Y POR LO GENERAL
ESTÁN CERCA DE UNA LÍNEA DE
TREN. ME CALZABA PERFECTA,
CON SACO Y TODO Y TENÍA
HASTA VELAS DERRETIDAS Y
CHORREADAS. EN TODO CASO
YO Y MI CULEBRO ESTÁBAMOS
PROTEGIDOS DEL DILUVIO.
¡OJALÁ QUE LOS DEMÁS
HUBIERAN ENCONTRADO
MOTELITOS COMO ÉSTE PARA
CADA UNO!
YO NI SÉ CUÁNTO TIEMPO PASÉ
AHÍ HASTA QUE PARÓ LA
LLUVIA. EN EL SUR ES LO QUE
PASA, NO SE SABE DE HORAS
PORQUE EL HAMBRE ES
PERPETUO.
MIENTRAS ESTABA EN MI
REFUGIO, DESENROLLÉ MI SACO
PARA DEJAR RESPIRAR A MI
AMIGO. Y POR SUERTE, PORQUE
ESTABA UN POQUITO
ASFIXIADO CON ESA
PORQUERÍA PLÁSTICA QUE
METEN DENTRO Y NO DEJA
PASAR EL AIRE. PERO
HACIÉNDOLE RESPIRACIÓN
ARTIFICIAL, MI CULEBRA
REVIVIÓ.
CUANDO DEJÓ DE LLOVER Y
SE SINTIÓ MEJOR, SALIMOS
DEL MOTEL. NO SE DIVISABA
NADIE, NI SIQUIERA EL ÁRBOL
GIGANTE EN QUE PASAMOS LA
NOCHE. ESTÁBAMOS SOLOS, MI
CULEBRO Y YO.
PENSÉ: ESTAMOS EN EL SUR, Y
SI HAY UNA ANIMITA AQUÍ ES
SEÑA QUE ESTAMOS CERCA DE
ALGÚN CAMINO O DE UNA
LÍNEA DE FERROCARRIL. ESA
LÍNEA VA AL NORTE. CUANDO
UNO NO TIENE BRÚJULA NI HAY
SOL, ¿CÓMO PUEDE SABER A
DÓNDE VA? BUSCARÍA LA
LÍNEA, POR SI ACASO. TOTAL,
ME PERDÍ. NI LUCES DE LA JI,
NI PISTA DEL PAPÁ NI DE LA
MAMÁ. SOLOS MI CULEBRO Y
YO, EN PLENA SELVA CHILENA.
PARA NO DESCONSOLARME, LE
DIJE A MÍ CULEBRO:
—APENAS ENCONTREMOS UN
ALAMBRE EN UN POSTE,
HACEMOS CONTACTO Y
MANDAMOS UN TELETIPO CON
ESTE AVISO A ALGÚN DIARIO:
«SE HA PERDIDO UNA MAMÁ
CON PAPÁ Y TODO.
DEVUÉLVANSE AL REMITENTE.
PAPELUCHO».
MI CULEBRO RELAMPAGUEÓ SU
LENGUA Y COMENZÓ A
ANIMARSE. SE VE QUE TIENE
VOCACIÓN DE DETECTIVE.
POCO A POCO SE ME ENROLLÓ
EN EL BRAZO Y SEGUIMOS
CAMINANDO. MIS VIOLENTOS
PAPAS CADA VEZ MÁS
PERDIDOS Y LEJANOS.
LA JUNGLA CHILENA, CON SUS
RUIDOS PROPIOS Y SU ECO
LEJANO, A CADA RATO ME
ENGAÑABA HACIÉNDOME OÍR
CLAMORES Y ESCUCHAR: «
¡PAPELUCHOOO!»
—ESPEJISMO —ME DIJE,
HACIÉNDOME DE AUTO-PAPÁ.
MI CULEBRO PARECÍA
ASUSTADO,
PORQUE TAMBIÉN SE OÍA UN
TAMBORILEO PERPETUO, Y ALLÁ
ARRIBA ZUMBABA UN AVIÓN Y
BAJO TIERRA UN TERREMOTO
SE VENÍA ANUNCIANDO…
—¡QUÉ IMPORTA UN
TERREMOTO EN PLENO
CAMPO! —TRANQUILICÉ A MI
CULEBRO—.
¡QUÉ IMPORTAN LOS AVIONES
ALLÁ ARRIBA, MI BARTOLOMÉ! Y
ASÍ NO MÁS QUEDÓ
BAUTIZADO. Y DE POSDATA LO
LLAMÉ BARTOLO. ÉRAMOS LOS
DOS SOLOS EN EL MUNDO Y
AVANZÁBAMOS. A CADA PASO
SE IBA OYENDO MÁS
INFLAMABLE EL TAMBOREO. Y
COMENCÉ A SABER QUE NO ERA
ESPEJISMO. SE NOS VENÍA
ENCIMA CON SU MACHACA Y
MACHACA. ¿UN POZO
PETROLERO?
¿ALGUNA FÁBRICA? OJALÁ
FUERA DE HELADOS. ¡TENÍAMOS
TANTA HAMBRE!
DE REPENTE NOS
ENCONTRAMOS ANTE UN
CAMPAMENTO INDIO. ERA UNA
SORPRESA CHORA QUE NO NOS
ESPERÁBAMOS. HABÍA UNA
RUCA MALDITA Y UNOS ENANOS
INDIOS TAMBORILEANDO EL
AIRE…
LOS QUEDAMOS MIRANDO,
ESCONDIDOS DETRÁS DE UNAS
MATAS. ERAN JUSTO DE MI
PORTE Y TENÍAN EL CUERPO
PINTADO ENTRE HIPPIE Y
CEBRA. LES COLGABAN
FLECHAS Y PLUMAS, Y NO LEJOS
ARDÍA UNA FOGATA QUE OLÍA A
PALO QUEMADO. ESO ME
TRANQUILIZÓ; NO COMÍAN
GENTE ASADA.
JUNTO CON SALIR DEL
ESCONDITE, LOS INDIOS NOS
VIERON Y DEJARON DE
TAMBOREAR.
PARECÍAN TENERNOS MÁS
MIEDO ELLOS A NOSOTROS QUE
NOSOTROS A ELLOS. ¡ES
INFLAMABLE TENER POR
COMPAÑERO A UN CULEBRO! ME
SENTÍ EL VENCEDOR, ANTES DE
HABER PELEADO.
LOS SEIS INDIOS SE
VINIERON ACERCANDO A
NOSOTROS Y SE PARARON
MIRÁNDONOS CON LOS OJOS
MUY FIJOS EN LOS NUESTROS.
LOS DIBUJOS DE SUS CUERPOS
SE RETORCÍAN UN POCO,
CAMBIANDO LAS FIGURAS.
ELLOS TENÍAN TILIMBRE DEL
BARTOLO.
— ¡HOLA! —LES DIJE PARA
TRANQUILIZARLOS.
— ¡HOLA! —CONTESTARON EN
CORO, APUNTANDO SUS
FLECHAS.
— ¿AMIGOS O ENEMIGOS? —
PREGUNTÉ.
EN VEZ DE CONTESTAR
TAMBORILEARON DE NUEVO.
—NO ENTIENDO TELETIPO —
DIJE—. ¿SABEN HABLAR
CHILENO?
— ¡
SOMOS CHILENOS! —DIJERON
OTRA VEZ EN CORO. Y ASÍ
FUIMOS HACIÉNDONOS
AMIGOS.
RESULTA QUE NO ERAN
INDIOS, SINO UN GRUPO DE
CABROS DE MI EDAD HACIENDO
CAMPAMENTO. SE LLAMABAN
COTE, ANDI PANDA, NEGRO,
SEDRI, RODY Y JAPO. ERAN
TIPOS DEL UNO. TENÍAN SU
PROPIA CARPA Y NO LES
IMPORTABA LA LLUVIA PORQUE
LO PASABAN
BRUJURIENTAMENTE BIEN. ME
CONVIDARON LECHE DE TARRO,
PAN Y FRUTA, Y LO ÚNICO QUE
ME PIDIERON Á CAMBIO ERA
QUE LOS DEJARA TOCAR AL
BARTOLO.
PERO AL BARTOLO LE DIO POR
SACARLE LA LENGUA A CADA
UNO.
—SOMOS DE LA BANDA DEL
PUMA —DIJO UNO DE LOS
CABROS TIRÁNDOSE PINTA— Y
CONOCEMOS TODOS LOS
SECRETOS DEL SUR DE CHILE.
¿TE GUSTARÍA SER DE LA
BANDA?
—YA LO CREO —CONTESTÉ Y MI
BOCA SE PUSO JUGOSA CON
ESO DE HABLAR OTRA VEZ.
SALIMOS A PESCAR SALMONES
EN UN RÍO QUE ERA
DESCONOCIDO DE TODO EL
MUNDO, MENOS DE ELLOS, Y
NOS ASAMOS UN SALMÓN
COMPLETAMENTE GLUCOSO.
NUNCA COMÍ ALGO MÁ S RICO.
BARTOLO SE ENROSCABA EN
LOS Á RBOLES MIENTRAS
NOSOTROS NOS BAÑABAMOS EN
EL RÍO Y JUGAMOS A TARZÁN,
INDIOS Y MONTONES DE
COSAS.
CUANDO LLEGÓ LA NOCHE,
NOS AMONTONAMOS EN LA
RUCA MALDITA Y BARTOLO
PREFIRIÓ QUEDARSE AFUERA,
PORQUE ERA MUY CALIENTE
CON TANTO CUERPO Y POCO
HUECO. QUIZÁ SE LARGÓ A
LLOVER Y QUIZÁ NO, PERO YA
NO IMPORTABA…
CUANDO SENTÍ LA LLUVIA
PENSÉ EN LOS PERDIDOS QUE
ANDARÍAN MOJÁNDOSE EN LA
JUNGLA CHILENA. ¿QUÉ DIRÍA
LA MAMÁ AL VERME
ACURRUCADO EN UNA CARPA?
ME COMPADECÍA DE ELLA, DE
LA JI, DEL PAPÁ SCOUT, Y ME
BAJÓ ROMADIZO DE PENSAR…
DE PENA, ME DORMÍ…
DESPERTAMOS TRASPIRANDO.
EL SOL QUEMABA TREMENDO Y
ERA MEDIODÍA EN TODA LA
REPÚBLICA, PORQUE LA
SOMBRA NOS QUEDABA
DEBAJITO DE LOS PIES. ASÍ
DUERMEN LOS SCOUT, Y UNO
DESPIERTA CON HAMBRE DE
PUMA.
PERO A LA BANDA LE
QUEDABA DE TODO PARA
COMER Y AL POCO RATO EL
HUMITO DE LA FOGATA OLÍA A
SALCHICHAS Y NOS
CHORREABAN LOS JUGOS DE
GANAS DE MORDERLAS.
YA SIN HAMBRE, EMPEZAMOS A
PLANEAR.
JAPO. PODRÍAMOS HACER
NEGOCIO CON EL BARTOLO —
DIJO. COTE. Y GANARÍAMOS
MONTÓN DE PLATA SI LO
AMAESTRAMOS.
RODY. ÉL VERÍA LA SUERTE.
HAY MONTONES DE GENTE QUE
QUIERE SABER CUÁNDO SE VA
A MORIR.
NEGRO. PERO, ¿CÓMO VE LA
SUERTE UN CULEBRO? RODY.
TENEMOS QUE AMAESTRARLO.
YO. ¡AL BARTOLO NO LO
AMAESTRA NADIE! LO HARÍAN
SUFRIR Y NO LO AGUANTO. SE
ARMÓ LA DISCUSIÓN:
—QUE UN CULEBRO NO SUFRE.
—QUE UN TÍO ME CONTÓ QUE
EN LA INDIA VEN LA SUERTE.
—QUE SI ES INTELIGENTE, QUÉ
LE CUESTA APRENDER.
—QUE TÚ ERES IDIOTA SI NO
APROVECHAS AL BARTOLO.
—QUE TE ECHAMOS DE LA
BANDA SI NO LO DEJAS
ACTUAR.
—QUE YO LE ENSEÑO A HACER
JUDO
—QUE NADIE ME LO TOCA —
CLAMÉ YO.
—TE ECHAMOS DE LA BANDA
—DIJERON TODOS EN CORO. EL
BARTOLO LES TIRÓ UN ESCUPO
Y NOS FUIMOS LOS DOS…
PERO A LOS POCOS PASOS, NOS
ALCANZARON LOS PUMAS.
NEGRO. PUEDES QUEDARTE
CON NOSOTROS. HEMOS
PENSADO HACER UN CIRCO.
COTE. GANARÍAMOS MONTÓN
DE PLATA Y EL BARTOLO NO
NECESITA TRABAJAR.
Y ASÍ COMENZAMOS A
PLANEAR LA CUESTIÓN DEL
CIRCO. CADA UNO SABÍA
ALGUNA PRUEBA CHORIFLÁI, Y
LOS QUE NO LA SABÍAMOS
EMPEZAMOS A PRACTICAR
HASTA APRENDERLA. LA COSA
IBA RESULTANDO SÚPER,
AUNQUE CON HARTOS
MACHUCONES Y UNAS POCAS
NARICES SANGRIENTAS. EL
ÚNICO QUE NO SE MATABA DE
ESFUERZO ERA BARTOLO QUE,
TREPADO EN UN ÁRBOL, NOS
SACABA SU LENGUA MUY FELIZ.
AHORA SE TRATABA DE SALIR
A BUSCAR UN AUDITORIO O
QUIZÁ UN CANAL DE TV. QUE
TRANSMITIERA EL PROGRAMA.
ENROLLAMOS EN SU PALO LA
RUCA DE LONA, RECOGIMOS EL
EQUIPO Y CARGANDO CADA
UNO CON ALGO, PARTIMOS POR
LA SELVA.
MI CUERPO ESTABA PINTADO
COMO EL DE ELLOS, CON
HARTOS SIGNOS BRUJOS Y
FLORES PEGADAS Y CULEBRAS
PRECIOSOS. YO ERA EL
DOMADOR DE SERPIENTES Y
CAMINARÍA EN LAS MANOS
LLEVANDO AL BARTOLO
ENROLLADO EN MIS PIERNAS
AÉREAS. LO HABÍA ENSAYADO
UN POCO MIENTRAS LOS DEMÁS
SE COSTALEABAN DANDO
SALTOS MORTALES Y DEMASES.
MARCHÁBAMOS EN POS DE
ALGÚN PUEBLO DANDO GRITOS
SELVÁTICOS, TAMBORILEANDO
PARA ATRAER NUESTRO
PÚBLICO.
DE PRONTO, CRUJIÓ UNA
RAMA Y SALTÓ A NUESTROS
PIES UN PUMA CHICO. ERA
QUIZÁ UNA GUAGUA, DEL
TAMAÑO DE UN GATO,
BLANDITO Y ASUSTADO AUNQUE
CON GANAS DE SER FEROZ.
LO CORRETEAMOS HASTA
LOGRAR PILLARLO Y NOS
HICIMOS SU AMIGO
CONVIDÁNDOLE UN POCO DE
CHORIZO Y SACÁNDOLE UNA
ESPINA DE UNA PATA. LO
BAUTIZAMOS CAUPOLICÁN.
CON BARTOLO A LA CABEZA,
TRES TAMBORES, CAUPOLICÁN
Y LOS OTROS, EL DESFILE DEL
CIRCO ERA IMPOTENTE.
¡SENSACIONAL!
SÓLO FALTABA EL PÚBLICO.
¿DÓNDE SE METERÁ EN EL SUR
DE CHILE? NO SE OÍA NI UNA
SOLA VOZ, NI SIQUIERA DE
ESPEJISMO. NADA. NADA.
AL IGUAL QUE COLÓN,
SEGUÍAMOS CAMINANDO SIN
SABER A DÓNDE ÍBAMOS.
Y AL IGUAL QUE COLÓN,
CUANDO NOS SENTIMOS
DESANIMADOS Y CHOREADOS,
ENCONTRAMOS UN PAPEL
ARRUGADO EN EL SUELO.
SIGNO DE GENTE. MÁS ALLÁ UN
TARRO Y ALGUNAS
PORQUERÍAS. GRITAMOS DE
ALEGRÍA. PERO CAUPOLICÁN Y
BARTOLO SE PUSIERON
NERVIOSOS…
A POCO ANDAR, UN SENDERO
DE PASTOS APLASTADOS SE
FUE ENSANCHANDO HASTA
PARECER CASI UN CAMINO,
CON SUS HUELLAS Y TODO.
¡ERA LA SENDA DEL TRIUNFO!
ACELERAMOS LA MARCHA, LOS
GRITOS, LOS TAMBORES.
BARTOLO SACABA SU LENGUA A
MIL POR HORA Y CAUPOLICÁN
SE PUSO FLATULENTO Y
HEDIONDO.
ESTÁBAMOS EXILIADOS Y
JUBILOSOS Y A CADA INSTANTE
CREÍAMOS VER AL PÚBLICO Y
OÍAMOS APLAUSOS Y VIVAS.
ENTONCES DIVISAMOS UNA
CASA RODANTE Y OTRA Y OTRA.
TRES CASAS. ERA UN PUEBLO
EN FUNDACIÓN. ¡QUÉ
FELICIDAD TENDRÍA SU GENTE
ABURRIDA CUANDO VIERAN
VENIR NUESTRO CIRCO
MARAVILLOSO CON SU
SENSACIONAL PROGRAMA…
NOS DIO COMO TILIMBRE DE
FELICIDAD, PERO FRENAMOS LA
MARCHA PARA AVERIGUAR BIEN
CÓMO PONERLOS CURIOSOS Y
CON ATRACCIÓN ANIMAL.
POR SEPARADO, FUIMOS
CATEANDO A VER QUÉ HACÍAN.
HABÍA QUE TENER CUIDADO
POR SI ERAN SALVAJES,
ANTIDILUVIANOS Y AMIGOS DE
LA MUERTE.
PERO NO HABÍA NADIE. TODO
DESIERTO, POR NINGÚN LADO
GENTE…
NOS JUNTAMOS DE NUEVO Y
JAPO NOS ACONSEJÓ
«RESPIRAR HONDO Y GUARDAR
SILENCIO». DESPUÉS DE UN
LARGO MINUTO DE ESTE
EJERCICIO, CON TODO RESPETO
Y SIN HACER NINGÚN RUIDO,
NOS METIMOS A UNA CASA
RODANTE.
ERA EL DESPIPE. ¡AHÍ HABÍA DE
TODO Y NADIE A LA VISTA!
CORDELES Y UN TRAPECIO,
CALZONCILLOS CON BRILLOS
DE ORO PURO, CINTURONES
CON HEBILLAS RUTILANTES Y
HASTA TRAJES DE TONY.
— ¡UN CIRCO ABANDONADO! —
CLAMAMOS LOS SIETE.
—ES UN MILAGRO —DIJO EL
NEGRO—. ¡FALTABAN LOS
ARTISTAS Y LLEGAMOS
NOSOTROS! Y, YA CONFIADOS,
REVISAMOS LAS OTRAS CASAS
RODANTES ABANDONADAS.
— ¡AQUÍ HAY UNA TROMPETA!
—GRITABA UNO.
¡AQUÍ UN PARLANTE! —
CHILLABA OTRO, Y A CADA
RATO DESCUBRÍAMOS MÁS Y
MÁS COSAS. CON TAL QUE NO
APARECIERAN NUNCA MÁS LOS
QUE LAS HABÍAN JUNTADO.
PORQUE ES BRUTAL
ENCONTRAR COSAS DE NADIE,
COSAS SIN DUEÑO. ¡ES
VICTORIOSO!
CADA UNO IBA SACANDO LO
QUE NECESITABA PARA SU
NÚMERO GLUCOSO, Y AUNQUE
HUBO PUÑETES POR EL
CALZONCILLO DE LENTEJAS
DE ORO, QUEDAMOS TODOS
LUJURIOSAMENTE ELEGANTES.
HASTA INVENTAMOS MÁS
NÚMEROS APROVECHANDO LAS
CUESTIONES ENCONTRADAS.
Y EMPEZARON DE NUEVO A
REPICAR NUESTROS TAMBORES
CON EL COMPÁS TRIUNFAL DE
LA TROMPETA Y EL PARLANTE
QUE ATRONABA LA SELVA COMO
JUICIO FINAL.

SIGUIENDO LA HUELLA,
DIVISAMOS ENTONCES GENTE
DE VERDAD, PÚBLICO, ALLÁ
MUY LEJOS, LO ÚNICO QUE NOS
FALTABA. EN ESTE MUNDO LA
CUESTIÓN ES TRATAR DE
LOGRAR ALGO Y SE CONSIGUE.
SE VEÍA UN MONTÓN DE
PÚBLICO SURTIDO: NIÑOS,
VIEJOS, MUJERES, TODOS DE
OCASIÓN.
ABURRIDOS. SENTADOS, SIN
HACER NADA.
AL VERNOS VENIR SE LES
ALARGÓ EL COGOTE, LES
BRILLARON LOS OJOS Y
QUEDARON SUPERSÓNICOS.
QUIZÁ CREYERON QUE ÉRAMOS
MARCIANOS. SE LEVANTARON
UNOS COMO PARA VENIR A
NUESTRO ENCUENTRO, PERO
UN GORDO GIGANTE ABRIÓ LOS
BRAZOS Y DETUVO A LOS
ASUSTADOS. UN FLACO ESTIRÓ
LA MANO COMO QUERIENDO
ROBAR EL PANTALÓN
LUMINOSO, PERO EL GORDO LO
SENTÓ EN EL SUELO. Y
ENTONCES EL GORDO SACÓ
UNA HUASCA MUY LARGA Y CON
OJOS DE RINOCERONTE
EMBRAVECIDO RELINCHÓ UN «
¡ATRÁS TODOS!» ELECTRÓNICO.
EL PÚBLICO QUEDÓ INMÓVIL Y
TAN IDIOTIZADO COMO ANTES.
EL GORDO DE BIGOTES DE
CUERNO DE VENADO, SE
ACERCÓ A NOSOTROS
HACIENDO SONAR SU HUASCA.
— ¿QUIÉNES SOIS? ¿QUÉ
QUERÉIS? ¿DE DÓNDE VENÍS? —
PREGUNTÓ ÁSPERAMENTE.
— ¡ESTE ES BARTOLO! —DIJE
CON ORGULLO MOSTRANDO A
MI CULEBRO.
— ¡Y ESTE ES CAUPOLICÁN! —
DIJO COTE CON SU VOZ DE
PITILLA.
— ¡SOMOS EL SENSACIONAL
CIRCO PUMA INTRAMUSCULAR!
—RESOPLÉ YO POR EL
PARLANTE
—. SÓLO QUEREMOS PÚBLICO
PARA DAR LA FUNCIÓN.
EL CABALLERO DE HUASCA SE
GUARDÓ SU HUASCA DE UN
HUASCAZO.
—AQUÍ LO TENÉIS —DIJO
MOSTRANDO AL GRUPO
MAGISTRAL—. ¿A QUÉ HORA
COMIENZA LA FUNCIÓN?
—AHORA MISMO —CONTESTÉ
POR EL PARLANTE. MI VOZ ERA
PARA ASUSTAR A CUALQUIERA.
PERO EN ESE MOMENTO AL
BARTOLO SE LE OCURRIÓ
METERSE EN MI TROMPETA Y
TUVE QUE LARGARLA. ASOMÓ
SU CABEZA ESCUPIDORA Y
SACADORA DE LENGUA Y
METIDO EN LA CUESTIÓN
PARECÍA UN FENÓMENO.
EL PÚBLICO NOS RODEÓ
APLAUDIENDO AL BARTOLO.
-¡SENTARSE TODOS EN
CÍRCULO Y QUE EMPIECE LA
FUNCIÓN! —RUGIÓ EL
BIGOTUDO. TODOS LE
OBEDECIERON Y LA PISTA
QUEDÓ HECHA: UNA
REDONDÉELA COMO ESTADIO,
TODOS SENTADOS EN EL
SUELO. MILES DE OJOS
ENCHUFADOS EN EL BARTOLO
Y YO.
ERA BIEN CLARO QUE LO QUE
MÁS INTERESABA ERA MI
CULEBRO-COHETE. PORQUE
METIDO EN EL COMETÓN
PARECÍA ALGO LUNAR. O SEA
QUE SU CABEZA ASOMADA EN
UNA PUNTA Y LA COLA AL FINAL
ERAN ALGO EXTRA. TAMBIÉN
EL TRAJE DURO QUE HABÍA
ELEGIDO EL BARTOLO LO
PONÍA NERVIOSO Y SE
RETORCÍA CON OJOS
FULGURANTES.
LA BANDA DE LOS PUMAS SE
LARGÓ A HACER SUS NÚMEROS.
SUS VUELTAS DE CARNERO,
SUS SALTOS, SU KÁRATE Y SU
JUDO. LOS TONYS, SUS
PAYASADAS HARTO FOMES. EL
PÚBLICO REÍA O PIFIABA, QUE
ES IGUAL QUE APLAUDIR. ERA
UN PÚBLICO
SUBDESARROLLADO. YO
ENTRETANTO TRATABA DE
SACAR AL BARTOLO DE LA
TROMPETA…
DE REPENTE, EMPEZARON A
TIRARNOS CÁSCARAS Y
TOMATES Y HASTA PIEDRAS.
ENTONCES ME ADELANTÉ CON
EL BARTOLO Y ANUNCIÉ SU
NÚMERO:
— ¡SEÑORES! —DIJE—. POR
PRIMERA VEZ SE PRESENTA
EN PÚBLICO EL MÁS FAMOSO
CULEBRO DON BARTOLO Y SU
AMIGO PUMITA CAUPOLICÁN.
PERO ANTES DE PRESENTARLO,
NUESTRO QUERIDO AUDITORIO
DEBE PAGAR SU ENTRADA AL
CIRCO PUMA INTRAMUSCULAR.
UNA LLUVIA DE MONEDAS NOS
BOMBARDEÓ HASTA
ATURDIMOS. ES DECIR, NOS
SALIERON COTOTOS EN LA
FRENTE Y EL JAPO QUEDÓ
TENDIDO EN EL SUELO, CARA
AL CIELO, SONRIENTE Y
DESCONECTADO. EL SEDRI
SALTABA EN UNA PATA SU
DOLOR DE CANILLA, MIENTRAS
LOS OTROS ARRANCABAN DEL
BOMBARDEO. EL PÚBLICO
GRITABA RUBICUNDO.
CAUPOLICÁN Y BARTOLO
HACÍAN COSAS TREMENDAS
ESTEREOFÓNICAS.
YO HE OÍDO DECIR QUE EL
ÉXITO DESVANECE, PERO NO
ESTABA SEGURO SI ERA ESO LO
QUE NOS PASABA A NOSOTROS.
ROTUNDAMENTE
DESVANECIDOS HABÍA DOS…
EL BOMBARDEO PARÓ Y
ALGUNOS Y OTROS EMPEZARON
A RECOGER MONEDAS.
YA AHÍ VINO LO RARO. LA
PISTA SE LLENÓ DE CABROS
CHICOS-PÚBLICO Y SE NOS
VINIERON ENCIMA A
QUITARNOS LAS MONEDAS. SE
ARMÓ LA GRAN PELEA Y
VOLABAN LOS PUÑ ETES, LAS
PATADAS, ZANCADILLAS Y
CANILLAZOS. EL PÚBLICO VIEJO
SE REÍA. HASTA QUE DE
PRONTO SONÓ UN PITO Y EL
CABALLERO BIGOTUDO CON
LOS CACHETES BIEN INFLADOS
DE PITEAR, HIZO BAILAR SU
HUASCA. EL ASALTO QUEDÓ
ESTERILIZADO. Y ENTONCES
DON BIGOTE SE ACERCÓ.
—BASTA DE CHACOTA —DIJO—.
¡ME INTERESO POR LA
CULEBRA!
— ¡NO SE VENDE! —LE
CONTESTÉ VIOLENTO—. Y
ADEMÁS ES CULEBRO.
—USTEDES SE HAN ROBADO
LOS EQUIPOS DE MI CIRCO —
DIJO—. VAN PRESOS SI NO DAN
LA CULEBRA Y LA PUMITA.
—CREÍMOS QUE ERAN DE NADIE
ESTAS PORQUERÍAS —LE DIJE—
. ¡AHÍ LAS TIENE!
—Y A LOS DE LA BANDA
ORDENÉ—: ¡DEVOLVERLO
TODO!
YO ESTABA TAN FURIONDO
QUE HASTA LOS ATURDIDOS
VOLVIERON EN ELLOS. EN UN
MINUTO LES HABÍAMOS
DEVUELTO AL BIGOTUDO SUS
CORDELES, SUS FÉTIDOS
TRAJES DE TONY Y SUS
CALZONES DE LENTEJAS DE
ORO.
—OYE, CHICO MAL GENIO —
DIJO ÉL SONRISOSO,
ACERCÁNDOSE—. ¿QUÉ TAL SI
NEGOCIAMOS EL CULEBRO Y
EL PUMA? ENTRE AMIGOS,
COMPAÑEROS DE CIRCO, SE
PUEDE TRATAR, ¿NO? HASTA
PODRÍAN FORMAR PARTE DE LA
COMPAÑÍA Y VIAJAR CON
NOSOTROS EN LAS CASAS
RODANTES. PENSAMOS LLEGAR
AL FIN DEL MUNDO.
ME VOLVÍ A CONSULTAR A LOS
DE LA BANDA. LES TINCABA
COMO DIANTRE LA IDEA DE SER
DEL CIRCO Y MÁS QUE TODO
LLEGAR AL FIN DEL MUNDO…
—DI QUE SÍ —ME SOPLABAN
ENTRE DIENTES—. PIENSA EN
LAS AVENTURAS.
YO ME VOLVÍ AL BARTOLO Y LO
MIRÉ EN LOS OJOS
PREGUNTÁNDOLE. NO ME SACÓ
LA LENGUA, SINO QUE SE
ESCONDIÓ EN LA TROMPETA
PARLANTE, Y SU CABEZA
DESAPARECIÓ PARA VENIR A
SALIR POR LA OTRA PUNTA. YO
ME QUEDÉ CON LA TROMPETA
EN LA MANO Y SE LA DISPARÉ
AL BIGOTUDO. BARTOLO VINO A
ENROSCARSE EN MI COGOTE
FELIZ.
—BARTOLO HA DECIDIDO QUE
NO —DIJE CON SABIDURÍA—.
ES POR ÉL QUE SE INTERESAN Y
ÉL NO QUIERE.
—YO LES PROPONGO QUE
PONGAN UDS. LAS
CONDICIONES —LA HUASCA
SONABA SUAVECITA EN MIS
PIERNAS.
— ¡NO HAY CONDICIONES! —LE
LADRÉ AL BIGOTUDO.
—ESTÁ BIEN —DIJO
PONIÉNDOSE MÁS SECO Y
HACIENDO SONAR LA HUASCA
AL LADO DE MIS NARICES—,
PERO EL MÁS FUERTE SOY YO —
Y MOSTRÓ CON LA HUASCA A
SU FAMOSO PÚBLICO.
SENTÍ COMO UN TILIMBRE EN
EL ESTÓMAGO, PERO BARTOLO
ESTIRÓ SU COGOTE Y ESCUPIÓ
AL BIGOTUDO. ESO ME DIO
VALOR.
—¡LÁSTIMA QUE SIENDO
TANTOS NO PUEDAN
DEFENDERSE DE LA
MORDEDURA VENENOSA DEL
BARTOLO! —ME INSOLENTÉ.
JUNTO CON DECIRLO SE ME
ACERCÓ UN GALLO INMENSO,
PURO MÚSCULO CACHIMBA, DE
ESOS QUE PARECEN MONTÓN
DE NEUMÁTICOS. ME PESCÓ DE
UNA OREJA Y ME ELEVÓ EN EL
AIRE Y DESDE AHÍ ME SOLTÓ.
CUANDO ABRÍ LOS OJOS EN EL
SUELO, VI SALTAR AL BARTOLO
Y ENROSCÁRSELE EN SU
INMENSO COGOTE Y APRETAR Y
APRETAR… EL MATÓN
CACHIPORRA SE IBA PONIENDO
ROJO, NEGRO Y COLOR MORA Y
SUS OJOS SE AGRANDABAN
COMO HUEVOS EN PLATO.
EL BIGOTUDO QUISO
ACERCARSE PARA PESCAR AL
BARTOLO, PERO ÉL LO ESCUPIÓ
EN LA CARA.
EL «PÚBLICO» RETROCEDIÓ
ASUSTADO.
—¡HAZ QUE SUELTE AL
GORILA! —MALDICIÓN EL
BIGOTUDO—. ¡ESA FIERA LO VA
A AHORCAR!
—LO SOLTARÁ SI PROMETEN
NO FREGARNOS –DIJE
RUBICUNDO, Y CUANDO TODOS
JURARON MANDARSE A
CAMBIAR, YO LE ORDENÉ AL
BARTOLO—: ¡SUÉLTALO Y VEN
AQUÍ!
BARTOLO SE DESENROLLÓ DEL
TREMENDO COGOTE DEL
GORILA, Y SE VINO GALOPANDO
A MIS PIERNAS AMIGAS. EL
MATÓN HABÍA CAÍDO AL SUELO
Y SE REVOLCABA SOBÁNDOSE
LA GARGANTA. EL PÚBLICO Y SU
JEFE CORRÍAN A CONSOLARLO,
PORQUE EL GRANDOTE
LLORABA A CHORROS,
TRATANDO DE RESPIRAR.
NOSOTROS RECOGIMOS
NUESTRO EQUIPO Y SOLAMENTE
NOS LLEVAMOS DE RECUERDO
LA TROMPETA, QUE ELLOS
DEJARON TIRADA.
CAMINAMOS UN BUEN RATO
CALLADOS. HABÍA TANTO QUE
HABLAR QUE MÁS VALÍA NO
DECIRLO, Y ASÍ FUIMOS
PERDIENDO DE VISTA AL
ENEMIGO CON SUS CHEGRES
CASAS RODANTES Y SU CIRCO
DE PORQUERÍA.
Y APENITAS LOS PERDIMOS DE
VISTA, DESCUBRIMOS ALLÁ
LEJOS UN RANCHITO, UNA
CASITA DE CAMPO DE VERDAD,
SIN RUEDAS NI PATILLAS. Y
JUSTO FUE VERLA Y SE LARGÓ A
LLOVER. ¡CHITAS CON EL SUR Y
¡SUS AGUACEROS!
CORRIMOS EMPAPADOS A
GOLPEAR LA PUERTA, QUE SE
ABRIÓ AL PRIMER GOLPE.
UN OLOR A CAUSEO NOS
ALEGRÓ POR DENTRO, Y UNA
VIEJITA PELUDA NOS INVITÓ A
PASAR.
—ENTREN, NIÑOS —DIJO
ARRUGANDOSE MÁS— VENGAN
A SECARSE UN RATO MIENTRAS
PASA LA LLUVIA…
YO ESCONDÍ RÁPIDAMENTE AL
BARTOLO EN LA TROMPETA,
PARA NO ASUSTARLA.
LAS VIEJAS SE CAEN MUERTAS
POR CUALQUIER COSA.
CAUPOLICÁN NO DABA MIEDO
PORQUE MOJADO PARECÍA UN
QUILTRO CUALQUIERA.
NOS EMPILUCHAMOS,
TENDIMOS LA ROPA CERQUITA
DEL HORNO Y EMPEZÓ A ECHAR
HUMO BLANCO. LA VIEJITA
HACÍA SONAR LA LENGUA COMO
ANIMANDO UN CABALLO Y NOS
CONVIDÓ CAUSEO EN UNA OLLA
DE GREDA BIEN JUGOSA. NOS
CONVERSABA DE TODO SIN
PREGUNTAR. DE REPENTE,
DIJO:
—USTEDES TRAEN UNA
CULEBRA QUE SE LLAMA
BARTOLO…
NOS QUEDAMOS PARALELOS
CON EL CAUSEO EN LA BOCA
SIN TRAGAR. ¿CÓMO PODÍA
SABERLO? ¿CÓMO ADIVINABA
SU NOMBRE?
—¿ES ADIVINA? —LE PREGUNTÓ
EL NEGRO ASUSTADO. ELLA
PURAMENTE SE ARRUGÓ MÁS Y
NO DIJO NADA.
—¿O ES BRUJA? —PREGUNTÓ EL
SEDRI.
—SOY HECHICERA —DIJO
RIENDO SIN UN SOLO DIENTE. Y
AHÍ ME VINO LA IDEA.
—ENTONCES PODRÍA
ADIVINAR DÓNDE ESTÁ MI
PAPÁ, MAMÁ Y LA JI… ¿CUÁNTO
VALE SABERLO?
SACÓ SU LENGUA PUNTUDA Y
LA REVOLVIÓ LIMPIÁNDOSE LOS
BIGOTES.
—LA PLATA AQUÍ NO SIRVE —
DIJO PERO EL BARTOLO SÍ. ME
DAS EL BARTOLO Y TE DIGO
CÓMO ENCONTRAR A TUS
PADRES…
OTRA VEZ NOS QUERÍAN
QUITAR NUESTRO BARTOLO…
ME QUEDÉ PENSAROSO. ERA
HARTA
TENTACIÓN ENCONTRAR A MI
GENTE Y DEJARLOS
TRANQUILOS DE MÍ, PERO
ENTREGAR AL BARTOLO,
¡NUNCA JAMÁS!
EN UN RINCÓN NOS
AMONTONAMOS LOS SIETE. EN
SECRETO ME ALEGABAN:
—NO VAS A SER TAN EGOÍSTA
QUE POR JUNTARTE CON TU
GENTE VAS A DARLE AL
BARTOLO… CLARO, ELLOS NO
TENÍAN PROBLEMA; ERAN
LIBRES EN SU CAMPAMENTO
Y NADIE LOS BUSCABA. PERO
AL POBRE YO, LO CREÍAN
PERDIDO Y UNO SABE QUE LA
MAMÁ DE UNO ES DE ESA
GENTE QUE SIEMPRE PIENSA LO
PEOR, AUNQUE REQUETE SABE
QUE NUNCA PASA NADA.
PORQUE ELLA ES MAL PENSADA
DE NACIMIENTO Y NO TIENE
REMEDIO. POR ESO ME
REVOLVÍA ADENTRO LA FAMOSA
CUESTIÓN DE LA CON
CIENCIA, PORQUE SIN
CIENCIA UNO ES MUCHO MÁS
FELIZ, Y PERDER MI BARTOLO
PARA SIEMPRE POR PURO QUE
NO SE ASUSTEN GRATIS DE
UNO, ES HARTO MAL NEGOCIO.
Y POR ÚLTIMO, UN RATO MÁS
DE YO PERDIDO, NO ERA TAN
ATROZ CUANDO FALTABA POCO
PARA LA NOCHE Y EN LA NOCHE
TODOS DUERMEN.
LOS OTROS COMPRENDÍAN MI
PROBLEMA.
—SI ES BRUJA —DIJO EL
NEGRO— SE QUEDA CON EL
BARTOLO Y A LO PEOR TÚ NI
ENCUENTRAS A TU GENTE.
—SI ES BRUJA PÍCARA NOS
PUEDE CONVERTIR A TODOS EN
SAPOS —DIJO SEDRI.
—Y PUEDE HACER UN CALDO
CON EL BARTOLO —ALEGÓ
OTRO.
—Y LLEVARNOS A UNA CUEVA
MALDITA…
—O ECHARNOS EN EL CRÁTER
DE UN VOLCÁN…
—SI ES ADIVINA SABE LO QUE
ESTAMOS HABLANDO —DIJE
CON UN CALOR TREMENDO EN
LAS OREJAS. CAUPOLICÁN
GRUÑÓ MOSTRANDO SUS
DIENTECITOS FILUDOS.
TAMBIÉN ÉL TENÍA MIEDO QUE
LO ENTREGÁRAMOS A LA
HECHICERA EN VEZ DE
BARTOLO.
—TOTAL SOMOS SIETE CONTRA
UNA —DIJO EL NEGRO—. NO
NOS PUEDE QUITAR A LOS
AMIGOS.
LA BRUJA SE DIO VUELTA Y
DIJO:
—NI SIETE NI SETENTA VECES
SIETE NI TODAS LAS FIERAS
JUNTAS PUEDEN VENCER A UNA
HECHICERA —RIÓ LA BRUJA
CON UNA CARRASPERA
CARCAJADA TAN LARGA QUE
CREÍ SE AHOGABA.
LA CUESTIÓN ERA HACER ALGO
SIN PENSAR, PARA QUE ELLA
NO ALCANZARA A ADIVINARLO.
¿QUÉ TENDRÍA TAN SÚPER EL
BARTOLO QUE TODO EL MUNDO
SE LO QUERÍA ROBAR Y HASTA
LOS BUENOS SE CONVERTÍAN
EN MALOS CON TAL DE
TENERLO?
MIRÉ A MI CULEBRO COMO
PIDIENDO SU AYUDA. DESDE EL
FONDO DE LA TROMPETA ME
MIRÓ ÉL A MÍ Y ME ENVIÓ UN
MENSAJE. ERA UN MENSAJE
AÉREO SIN COMUNICACIONES.
DIRECTO.
IPSO FLATUS SOPLÉ POR LA
TROMPETA Y EL BARTOLO SALIÓ
DISPARADO ESCUPIENDO A
CHORRO Y SACANDO LA
LENGUA A MIL POR MINUTO.
CORRÍA POR EL RANCHO A
GRANDES SALTOS Y FUE A
PARARSE EN SU COLA, MUY
DERECHO, DELANTE DE LA
BRUJA.
—VEN A MÍ, BARTOLÍN —
DIJO ELLA CON VOZ
CREMOSA—. TE NECESITO, MI
PRÍNCIPE, PARA LIBRARTE DE
TU ENCANTAMIENTO…
LA VIEJA SE HABÍA VUELTO
COLOR SANDÍA Y SE LE
PARABAN LOS PELOS DE PURO
SUSTO.
BARTOLO NO SE MOVÍA Y LA
SEGUÍA ESCUPIENDO.
—OIGA, BRUJA —DIJO EL
COTE—, ÉSTOS SON OTROS
TIEMPOS Y NO HAY HADAS NI
PRÍNCIPES ENCANTADOS, NI
PATILLAS. NI SIQUIERA EL
BARTOLO LE CREE SUS
PROMESAS.
ELLA NO LE HIZO CASO;
SEGUÍA ATERRADA MIRANDO AL
BARTOLO Y PONIÉNDOSE CADA
VEZ MÁS VERDE. YA NO SE
ATREVÍA A HABLARLE.
PASABA EL TIEMPO Y LOS
SIETE APIÑADOS
SUJETÁBAMOS AL CAUPOLICÁN
QUE GRUÑÍA SULFUROSO. LA
ADIVINA TENÍA AHORA LOS
PELOS TAN PARADOS, QUE
TOPABAN EL TECHO DE SU
RANCHO. SUS MANOS
TILIMBREABAN
ELECTRÓNICAMENTE HACIENDO
CASTAÑEAR SUS UÑAS. LOS
PELOS DE SU NARIZ ASOMABAN
COMO BALAS ENCAÑONADAS.
ERA ALGO FOLCLÓRICO, PERO
DABA COMO PENA LA POBRE
VIEJA ESTUPIDIZADA.
HICE UNA CARRASPERA Y LE
DIJE ROTUNDAMENTE:
—YA VE UD. QUE BARTOLO NO
LA QUIERE, NI TAMPOCO LE
CREE. ASÍ QUE MEJOR NOS
VAMOS…
JUNTO CON DECIR ESTO
BARTOLO SALTÓ A EMBUTIRSE
EN LA TROMPETA Y JAPO ABRIÓ
LA PUERTA DEL RANCHO.
TODOS SE ATROPELLARON EN
SALIR, CAUPOLICÁN EL
PRIMERO; SEDRI Y YO NOS
QUEDAMOS ATRÁS PARA DAR
LAS GRACIAS POR EL RICO
CAUSEO.
LOS PELOS DE LA BRUJA SE
HABÍA BAJADO DE GOLPE Y SUS
MANOS SE AFIRMARON EN SUS
RODILLAS.
—TODO ESTO LO SABÍA YO DE
ANTES —DIJO
TRISTONAMENTE— COMO
TAMBIÉN SÉ LO QUE LES
ESPERA A UDS. ALLÁ AFUERA…
YA ESTABA OTRA VEZ
TENTÁNDONOS PARA SEGUIR
NEGOCIANDO.
—NO QUEREMOS SABER LO
QUE NOS ESPERA, PREFERIMOS
LA SORPRESA —DIJO EL NEGRO
Y NOS FUIMOS.

HABÍA PARADO DE LLOVER Y


UN SOL DE ÚLTIMO MINUTO
TIRABA RAYOS ROJOS
HACIENDO MÁS VERDES LAS
HOJAS, MÁS BRILLANTES LAS
GOTAS DE AGUA LIMPIA.
—AHORA NO ES PROBLEMA
ORIENTARNOS —DIJO EL
NEGRO—. NO HACE FALTA LA
BRÚJULA PORQUE SABEMOS
QUE EL SOL SE HUNDE EN EL
MAR. ¡ESE ES EL OESTE!
— ¿Y QUÉ SACAMOS CON QUE
SEA EL OESTE? —DIJO EL JAPO.
—BUENO, AL OTRO LADO ESTÁ
EL ESTE —DIJO ANDI PANDA.
—Y AQUÍ EL SUR Y ALLÁ EL
NORTE —DIJO OTRO ABRIENDO
LOS BRAZOS Y CREYÉNDOSE
BRÚJULA.
— ¿Y QUÉ SACAMOS CON ESO
SI NO SABEMOS A DÓNDE
QUEREMOS IR? —DIJE YO—.
TOTAL, NO SABEMOS NI DE
DÓNDE VENIMOS…
—LO ÚNICO IMPORTANTE ES
NO LLEGAR A LAS CASAS
RODANTES —DIJO EL RODRI—.
NO QUIERO VER NUNCA MÁS A
ESA GENTE.

Y AHÍ EMPEZÓ LA DISCUSIÓN:


QUE VENÍAMOS DE AQUÍ, QUE
NO, VENÍAMOS DE ACÁ. QUE
SI CAMINAMOS POR AHÍ, NOS
TOPAMOS CON EL CIRCO… Y
DALE Y DALE, TODOS
PONIÉNDOSE SULFUROSOS Y
RABIOSOS. TAMBIÉN
TENÍAMOS HAMBRE, CREO,
PORQUE CUANDO EL ANDI
DESCUBRIÓ UNAS FRUTITAS,
NOS LARGAMOS A DEVORARLAS
Y HASTA SE NOS PASÓ EL MAL
GENIO. ERAN FRUTAS
DESCONOCIDAS Y CHIRIMOYAS.
COMÍAMOS HACIENDO CARRERA
A VER QUIÉN COMÍA MÁS. NI
BARTOLO NI CAUPOLICÁN LAS
QUISIERON PROBAR…
POR FIN, YA SIN HAMBRE Y
CON EL ÚLTIMO RAYO DE SOL,
LARGAMOS A CAUPOLICÁN PARA
QUE NOS SIRVIERA DE GUÍA.
PARTIÓ COMO UN COHETE
RUSO Y APENITAS LO
PODÍAMOS SEGUIR. JAPO SE
IBA QUEDANDO ATRÁS Y AL
POCO RATO EL ANDI Y EL
COTE. PERO LOS DEMÁS
SEGUÍAMOS CORRIENDO TRAS
LA PUMITA. DESDE MUY LEJOS
SE ME VENÍA ANUNCIANDO UN
DOLOR CONOCIDO, DE ESOS
QUE LLAMAN RETORTIJÓN,
PERO NO LE HICE CASO. ME DI
CUENTA QUE ERA YO EL ÚNICO
QUE SEGUÍA CORRIENDO.
ATRÁS SE HABÍA QUEDADO EL
RODRI, EL SEDRI Y HASTA EL
NEGRO. SE DIVISABAN
ECHADOS EN EL SUELO
REVOLCÁNDOSE. YO TAMBIÉN
ME ECHÉ AL SUELO, PORQUE
TENÍA COMO CUCHILLOS EN
LAS TRIPAS. ARRASTRÁNDONOS
NOS JUNTAMOS TODOS, Y ALLÁ
LEJOS CAUPOLICÁN SE DETUVO
CUANDO VIO QUE EL JUEGUITO
NO SEGUÍA.
—¡ESTAMOS EMBRUJADOS! —
LLORIQUEÓ EL JAPO PONIENDO
BLANCO LOS OJOS.
—¡ENVENENADOS! —DIJO COTE
REVOLCÁNDOSE Y SOBÁNDOSE
LA CAMISA.
—¡LAS FRUTAS MALDITAS! —
GRITÓ RODRI, RODANDO POR
EL SUELO.
—HAY QUE VOMITAR —DIJO EL
NEGRO—. NO ME QUIERO
MORIR Y TAMBIÉN ES
TREMENDO MORIR
ENVENENADO… AY… AY… AY…
—YO FUI EL QUE MÁS COMÍ
—¡HUAC! —EL SEDRI DISPARÓ
SU VÓMITO COMO UN
MANGUERAZO, SALTANDO AL
PELOTÓN QUE SE REVOLCABA Y
SIN TOCARNOS. PUSO CARAS
ATROCES, PERO AL POQUITO
RATO SONREÍA.
LO MIRÁBAMOS CON ENVIDIA.
¡SI HUBIÉRAMOS COMIDO
TANTO COMO ÉL! PERO NO
HABÍA CASO. DOLOR Y MÁS
DOLOR. TRATAMOS DE VOMITAR
HACIENDO ARCADAS, HASTA
QUE AL SEDRI, QUE SE SENTÍA
SUPERMAN, SE LE OCURRIÓ
METERNOS UNA HOJITA DE
HELECHO EN LA GARGANTA
BIEN ADENTRO Y REVOLVERLA.
¡¡HUAC!! A UNO POR UNO NOS
CURÓ Y QUEDAMOS COMO
NUEVOS. EL COCHINO DE
CAUPOLICÁN OLFATEABA LA
COSA CASI COMO TENTADO A
COMER… EL POBRECITO
TAMBIÉN TENÍA HAMBRE.
HABRÍA QUE PREOCUPARSE,
PORQUE ES CARNÍVORO Y NO
HAY CARNICERÍAS EN LAS
SELVAS DEL SUR. YA SE NOTABA
MÁS FLACO DESDE AYER.
OSCURECÍA, PERO POQUITO A
POCO. VOLVIMOS A LARGAR AL
HAMBRIENTO PUMITA PARA QUE
NOS GUIARA A SU
SUPERMERCADO O
RESTAURANTE O LO QUE FUERA
DONDE LE GUSTABA COMER, Y
LO SEGUIMOS. BARTOLO SE
HABÍA DEVORADO LO SUYO
MIENTRAS NOSOTROS
ESTUVIMOS ENVENENADOS Y
SE ENROSCABA Y
DESENROSCABA JUBILOSO DE
MI COGOTE A LA TROMPETA Y
VICEVERSA.
CAUPOLICÁN HABÍA
ACORTADO EL PASO,
OLFATEABA Y OLFATEABA,
ARRASTRANDO LA NARIZ ENTRE
HOJAS Y RAMAS. AQUÍ SE
DETENÍA UN RATO Y
REVOLVÍA; MÁS ALLÁ
ENTERRABA SU HOCIQUITO Y
CASI DESAPARECÍA TRAS ÉL.
—A LO MEJOR NOS LLEVA A SU
GUARIDA —DIJE— Y SI SU
FAMILIA ES GRANDE…
LA IDEA NOS PARÓ LOS
PELOS. VALOR NO NOS
FALTABA, PERO… ¿CÓMO
ÍBAMOS A DEFENDERNOS DE
MILES DE PUMAS, ALGUNOS DE
ELLOS FURIOSOS, CREYENDO
QUE LES HABÍAMOS ROBADO A
SU HIJO ÚNICO?
RETROCEDIMOS UN POCO. LA
NOCHE QUERÍA VENIRSE
ENCIMA, Y ADEMÁS, ¿DÓNDE
ÍBAMOS A ARRANCAR Y
ESCONDERNOS SI SALTABAN
LOS PUMAS PARIENTES DE
CAUPOLICÁN?
DE PRONTO LA PUMITA SE
AFERRÓ DE UNA RAMA Y TREPÓ
HASTA PERDERSE. DIMOS
PASOS ATRÁS, ALGUNOS, PERO
NO MUCHOS, Y ESPERAMOS…
ENTRETANTO, PLANEÁBAMOS
MIL COSAS PARA DEFENDERNOS
DEL ASALTO DE FIERAS
ENRABIADAS.
CRUJIÓ EN ESTO UNA RAMA Y
NOS CORRIÓ UN TILIMBRE POR
PIERNAS Y ESPINAZO.
HABÍA SALTADO AL SUELO EL
CAUPOLICÁN Y SE ACERCABA,
GORDO, RECHONCHO,
CONTENTO Y SATISFECHO,
RELAMIÉNDOSE FELIZ DE SU
TREMENDO ALMUERZO.
¿QUÉ HABÍA COMIDO ARRIBA
DE ESE ÁRBOL? ¿QUÉ ANIMAL
SERÍA SU PLATO FAVORITO QUE
TAN BIEN LO UBICÓ, LO COMIÓ
Y LO SABOREÓ? NOS DABA
TERROR PENSAR LO QUE
HABRÍA SENTIDO EL QUE
ESTABA AHORA EN LAS TRIPAS
DEL LEONCITO CHILENO…
PERO ERA UN GRAN MISTERIO.
Y SERÍA UN MISTERIO QUIZÁS
SIEMPRE.

CAUPOLICÁN NOS MIRABA


DESDE EL SUELO Y PARECÍA
DECIRNOS:
— ¡YA ESTOY LISTO! ¿AHORA
QUÉ?
JAPO LO TOMÓ EN BRAZOS Y
SEGUIMOS CAMINANDO POR
NUESTRA PROPIA SENDA QUE
ERA MENOS DIFÍCIL QUE LA DE
CAUPOLICÁN.
LA OSCURIDAD CRECÍA Y
EMPEZABAN A OÍRSE ESOS
CRUJIDOS MISTERIOSOS DE LA
NOCHE, ESOS SILBIDOS
ANÓNIMOS, ESOS SUSPIROS
LEJANOS.
DECIDIMOS CANTAR PARA
ESPANTAR LOS MALOS
PENSAMIENTOS Y CON LA
CANCIÓN DE
YUNGAY A GRITO PELADO SE
HIZO MÁS LIGERO EL CAMINO
Y MÁS SEGURO LLEGAR A
ALGUNA PARTE.
Y JUSTO, NO MUY LEJOS,
APARECIÓ UNA LUZ…
ERA UNA LUZ MUSICÓLOGA Y
TREMENDA, SULFUROSA Y
ALFOMBRILLENTA QUE HACÍA
PICAR EL CUERPO TODO
ENTERO, AUN DESDE LEJOS…
PARAMOS UN MOMENTO; CREO
QUE ALGUNOS TENÍAN COMO
MIEDO, ERA TAN RARO EL
ASUNTO EN PLENA SELVA…
—HAY DOS ALTERNATIVAS —
DIJE A LOS PUMAS—. O
AVANZAMOS O ARRANCAMOS…
NO SE OYÓ CONTESTACIÓN,
PORQUE LA MÚSICA ERA CADA
VEZ MÁS FUERTE.
CAUPOLICÁN SALTÓ DE LOS
BRAZOS DE JAPO Y AVANZÓ
HACIA LA LUZ. BARTOLO
ALARGÓ SU COGOTE
FASCINADO… ¡TENÍAMOS QUE
SEGUIR; ERA UNA SEÑA!
DIMOS UN PASO, OTRO Y
OTRO. CADA UNO PENSABA CON
SUS PROPIOS TERRORES
CIENTÍFICOS LUNARES,
CALLADITO. YO ESTABA
SEGURO DE QUE SERÍA ALGO
ESPACIAL DE LA NASA. ESO ME
DABA TRANQUILIDAD Y MENOS
PICAZÓN.
YA ESTÁBAMOS MUY CERCA.
LA LUZ RADIANTE Y LA MÚSICA
PARECÍAN DESPARRAMARSE Y
DESTEÑIRSE. PERO TAMBIÉN SE
AGRANDABAN… NOS
QUEDAMOS PARALELOS UN
RATO. MIRAR NO ERA
PELIGROSO.
BARTOLO GALOPÓ HACIA LA
LUZ. CAUPOLICÁN LO SIGUIÓ.
—¡ES UN ENJAMBRE DE
LUCIÉRNAGAS! —GRITÓ EL
NEGRO QUE SABE MUCHO DE
OTORRINO
—. YO DIRÍA QUE ASALTAN UN
PANAL DE ABEJAS…
—¡ES UNA TOMA! —DIJO EL
ANDI—. SE HAN TOMADO LA
MIEL Y…
NO PUDO TERMINAR LA FRASE.
LA MÚSICA SE VINO ENCIMA…
ERAN ABEJAS ZUMBONAS,
FURIOSAS CONTRA LOS
ASALTANTES, Y PARECÍAN
TIRARSE EN PICADA CONTRA
NOSOTROS, CREYÉNDONOS LOS
MALOS.
CAUPOLICÁN HABÍA DADO
MEDIA VUELTA Y GALOPABA
ABRIÉNDOSE PASO ENTRE LAS
QUILAS, BARTOLO LO SEGUÍA Y
LA LUZ ANTES MARAVILLOSA,
ERA AHORA COMO UNA NUBE
DESTEÑIDA QUE SE
AGRANDABA HASTA
DESAPARECER. LOS PUMAS Y YO
ARRANCAMOS ATERRADOS DEL
ENJAMBRE DE ABEJAS QUE NOS
SEGUÍA.
SEDRI IBA ABRIENDO UN
TÚNEL CON SU CUCHILLO. LAS
RAMAS DE LAS QUILAS ERAN
TAN TUPIDAS QUE RESULTABA
DIFÍCIL HASTA PARA LAS
ABEJAS ALCANZARNOS.
EN CUATRO PATAS NOS
ARRASTRAMOS Y TAPAMOS LA
ENTRADA DE NUESTRO TÚNEL.
LOS OJOS SULFUROSOS DE
CAUPOLICÁN NOS ALUMBRABAN
EL FONDO DE ESTA CUEVA Y
BARTOLO HACÍA LLAMEAR SU
LENGUA COMO UNA CHIMENEA.
EL ZUMBIDO DE LAS ABEJAS SE
FUE ALEJANDO POCO A POCO Y
SU FAMOSA MÚSICA SE ACALLÓ
CON UNA LLUVIA CHORA. SÓLO
NOSOTROS LA OÍAMOS; NO
NOS LLEGABA NI GOTA DE
AGUA EN NUESTRO TÚNEL.
AL DÍA SIGUIENTE
DESPERTAMOS CON UNAS
RISOTADAS. ALGUIEN, NO,
MUCHOS ÁLGUIENES, SE
CARCAJEABAN MUY CERCA,
ENTRE EL RAMAJE. SE HUBIERA
SIDO DE NOCHE NOS HABRÍA
ASUSTADO, PERO A TRAVÉS DEL
TÚNEL SE DIVISABA EL SOL DE
UN DÍA GLORIOSO.
—¿SERÁ OTRA VEZ LA GENTE
DEL CIRCO? —PREGUNTÓ JAPO
CON BOCA CHURRASQUERA.
—NO —DIJO EL NEGRO SABIO—
SON CHUCAOS… YO CONOZCO
SU CANTO PITANCERO.
—¿CHUCAOS? —
PREGUNTAMOS. NO SABÍAMOS
SI ERA UN ANIMAL FEROZ,
ALGÚN INDIO COLONIAL O UN
TIBURÓN DE RÍO. PORQUE NO
LEJOS SE SENTÍA CORRER
AGUA…
—LOS CHUCAOS SON LINDOS
Y PUROS PÁJAROS. —SE METIÓ
ENTRE LAS RAMAS DEL TÚNEL Y
MOSTRÓ UNO. ERA ENTRE
ZORZAL Y POLLO, ALGO
GRANDE, CON EL PECHO BIEN
ROJO Y ALAS NEGRAS; CON SU
PICO FUERTE HACÍA RISAS O
CUESTIONES DE INSTRUMENTO
MUSICAL. UN PÁJARO
CHURUMBÉLICO.
POCO A POCO FUIMOS
SALIENDO DEL TÚNEL. AL
ESTIRAR EL ESPINAZO Y
LEVANTAR LA CABEZA, NOS
CAYÓ EL HAMBRE DE GOLPE Y
PARA CONSOLARNOS HICIMOS
UN EJERCICIO MENTAL-YOGA-
SALCHICHÓNICO. CADA UNO
CONTABA LO QUE ESTARÍA
COMIENDO DE MÁS RICO:
—YO —DECÍA EL NEGRO— UN
INMENSO HOT-DOG HARTO
JUGOSO —Y LE CHORREABA
SALIVA SIN QUERER.
—YO, UNA SANDÍA —DECÍA EL
ANDI.
—YO, UN POLLO ENTERO ASADO
AL PALO —DIJO OTRO.
—YO, SIETE CHURRASCOS DE
LOMITO JUGOSO.
—YO TAMBIÉN —YO TAMBIÉN
—YO TAMBIÉN —DECÍAN TODOS
SABOREÁNDOSE SU PROPIA
SALIVA. PERO NO NOS
LLENÁBAMOS. CAUPOLICÁN Y
BARTOLO SE BUSCABAN LA
VIDA Y LOS SEGUÍAMOS, BIEN
CONFIADOS, MIENTRAS LOS
CHUCAOS REÍAN…
DE PRONTO SE DETUVIERON
ANTE ALGO EXTRAÑO.
CAUPOLICÁN COMENZÓ A
LAMER EL SUELO Y BARTOLO,
TODO MISTERIOSO Y COQUETO,
SE RETORCÍA Y BAJABA SU
CABEZA PARA LEVANTARLA MUY
ALTO: TRAGABA ALGO…
DESCUBRÍ QUE LA PUMITA
SABOREABA MIEL, Y CERA CON
ABEJAS Y TODO. ERA LO QUE
QUEDABA DEL PANAL. LA
CREMA. INCREÍBLE QUE LAS
LUCIÉRNAGAS TAN CHIQUITAS
GANARAN A LAS ABEJAS. DE
SEGURO ERAN ELECTRÓNICAS.
AHÍ ESTABAN FALLECIDAS LAS
POBRES ABEJAS REVUELTAS
CON SU MIEL QUE CHORREABA
Y CHORREABA. DE LAS
LUCIÉRNAGAS NI LUCES, POR
AHORA, AUNQUE QUIZÁ EN LA
NOCHE VOLVERÍAN.
NOS PEGAMOS UN FEROZ
DESAYUNO MEDIO ALEMÁN
MEDIO AMBROSÓLICO, PERO
HARTO
LLENADOR. ESTÁBAMOS
PEGAJOSOS DE LAS HOJOTAS
AL PELO, PERO FELICES DE
NO SENTIR HAMBRE.
NI PODÍAMOS USAR LAS
MANOS PORQUE LOS DEDOS SE
NOS HABÍAN PEGADO UNOS
CON OTROS Y APENITAS
PODÍAMOS CAMINAR CON LA
CANTIDAD DE HOJAS Y RAMAS
PEGADAS A LAS PIERNAS.
—YO SENTÍ CORRER AGUA
CUANDO ESTÁBAMOS EN EL
TÚNEL —DIJE, Y VOLVIMOS A
METERNOS EN ÉL. SEDRI
ADELANTE IBA AHONDANDO EL
TÚNEL CON SU CUCHILLO,
MIENTRAS NOSOTROS NOS
ARRASTRÁBAMOS, MUY LENTO
CON PINTA DE ÁRBOLES CADA
VEZ MÁS GRANDES.
ÉRAMOS PURAS HOJAS,
RAMAS, HIERBAS Y DEMASES.
NI NOS RASGUÑÁBAMOS LA
CARA DE LO PURO AFORRADA
EN HOJAS…
¡Y AL FIN, DESPUÉS DE MUCHO,
UNA QUEBRADA CON AGUA
CRISTALINA!
¡ZAS! DE UN RUN TODOS
CHAPOTEANDO EN EL AGUA…
QUE SE LLENÓ DE HOJAS Y DE
MUGRE. PERO NOSOTROS,
DESPEGAJOSOS, LIBRES,
REVOLEÁNDONOS ENTRE
PIEDRAS PRECIOSAS Y
TOMANDO GRATIS CUALQUIER
CANTIDAD DE LA BEBIDA MÁS
RICA. PORQUE EL AGUA CON LA
MIEL Y LAS HIERBAS
RESULTABA MEJOR QUE COCA
COLA.
Y CUANDO NOS CANSAMOS,
SALIMOS, NOS EMPILUCHAMOS
Y TENDIMOS LAS ROPAS A
SECAR. TENÍAMOS LA
ESPERANZA DE QUE EL SOL DEL
SUR NOS DEJARA OSCURITOS O
PIEL ROJA. PERO NADA…

MIENTRAS ESPERÁBAMOS QUE


SE SECARA LA ROPA, SE NOS
VINO ENCIMA UN LOTE DE
QUELTEHUES GIGANTES, TIPO
GUERRILLERO Y CON GANAS DE
PELEAR.
—SON TREILES —DIJO EL
SABIO—, NO LES HAGAMOS
CASO… Y EN ESE MOMENTO SE
ME CAYÓ LA TEJA DEL
PROBLEMA DE MIS PADRES
PERDIDOS. MEJOR DICHO:
ELLOS CREÍAN PERDIDO A SU
HIJO «YO». ERA UN PROBLEMA
MÍO, Y NO TENÍA POR QUÉ
FREGAR A LOS DE LA BANDA.
SIN DECIR NADA, ME CALÉ
LA POLERA Y EL PANTALÓN Y
LE HICE SEÑA A MI AMIGO EL
BARTOLO.
—¡CHAO! —DIJE CUANDO
LLEVABA UNOS PASOS
CAMINADOS.
—¡EH, TÚ! —GRITÓ ALGUIEN—
. ¿DÓNDE TE VAS? ¿Y QUÉ TE
CREES QUE TE LLEVAS AL
BARTOLO?
EL BARTOLO, QUE LO
ENTIENDE TODO, SE ME
ENROSCÓ EN EL COGOTE Y LES
SACÓ LA LENGUA A LOS SIETE
PUMAS.
—CUANDO ENCUENTRE A MI
GENTE, VUELVO DONDE
USTEDES. AHORA ME ACORDÉ
DE QUE ME ANDAN BUSCANDO…
—PERO SI NO SABES DÓNDE
ESTÁN —DIJO ALGUIEN.
—LA CUESTIÓN ES
ENCONTRARLOS Y SI ME QUEDO
AQUÍ ES MUCHO MÁS DIFÍCIL
QUE SI CAMINO…
—DEPENDE —DIJO EL
NEGRO— PORQUE SI TÚ
CAMINAS PARA UN LADO Y
ELLOS PARA OTRO…
—TOTAL, EL MUNDO ES
REDONDO Y TENEMOS QUE
TOPARNOS —ALEGUÉ.
ALEGANDO Y ALEGANDO SE
IBAN VISTIENDO TODOS.
CAUPOLICÁN NOS MIRABA
ESPERANDO ORDENES. UN
PUMA SABE QUE ÉL ES BESTIA Y
NO TRATA DEMANDAR AL
HOMBRE, PERO AL AMIGO LO
AYUDA SI LO VE ENTONTECIDO.
APENAS SE VISTIERON
TODOS, PARTIÓ EL CAUPO
ADELANTE A TODO TROTE.
TENÍAMOS QUE CORRER PARA
NO PERDERLO DE VISTA Y SÓLO
SE DETUVO CUANDO LLEGÓ A
LA ORILLA DE UN ARROYO CON
HARTA CORRIENTE. AHÍ SE
PUSO A OLFATEAR Y DAR
SALTOS, ENTRE LA ORILLA Y EL
AGUA.
—DEBE SER UN MENSAJE —DIJO
EL JAPO.
—¡CLARO, NOS DA LA IDEA DE
IRNOS POR EL AGUA! —DIJE
YO—. ES LO MÁS RÁPIDO…
—Y MÁS SUAVE… —DIJO EL
JAPO QUE ESTABA MÁS
RASGUÑADO QUE UN BANCO
DE COLEGIO. LA VERDAD ES
QUE TODOS TENÍAMOS CARA,
PIERNAS Y CUERPO BIEN
ESTROPEADO.
HICIMOS UNAS CANOAS CON
CÁSCARA DE ÁRBOLES, LAS
ENSAYAMOS Y ATERRÁNDONOS
FUERTE CADA UNO A LA SUYA,
NOS LARGAMOS AL AGUA CON
TILIMBRE DE RISA. LA
CORRIENTE NOS LLEVABA A
TODO CHANCHO, SALTANDO
ENTRE LAS PIEDRAS,
TROPEZANDO Y TAMBALEANDO
ENTRE RAÍCES Y TRONCOS,
CHOCANDO Y DANDO BRINCOS
EN OLITAS SULFUROSAS.
VIMOS PASAR BOSQUES Y
MÁS BOSQUES, PÁJAROS
RAROS Y EJÉRCITOS DE
BANDURRIAS FORMANDO
ARCOS EN EL CIELO. UNOS
TIUQUES INMENSOS E
INSOLENTES NOS SEGUÍAN
COMO QUERIENDO ATACARNOS,
PERO EL BARTOLO, CON SU
LENGUA RELÁMPAGO, LOS
ESPANTABA DESDE EL AGUA.
TODO SE VOLVÍA RUIDOS Y
CHAPOTEO, SALPICADAS Y
ENREDOS DE CANOAS.
ENTRE EL ALBOROTO DE
GRITOS Y DEMASES, ESTOY
CASI SEGURO DE HABER OÍDO
ALLÁ LEJOS LA VOZ DE MI
MAMÁ LLAMANDO:
«¡¡PAPELUCHOOO!!».
PERO NO HABÍA CASO DE
FRENAR LAS CANOAS. CADA
VEZ LA CORRIENTE NOS TIRABA
MÁS LEJOS Y AHORA LOS
ÁRBOLES SE VEÍAN COMO UN
SOLO BORRÓN. EL VIENTO NOS
DOBLABA ATRÁS LAS OREJAS Y
A CADA RATO HABÍA QUE
AGACHAR LA CABEZA PARA QUE
NO LA CORTARA ALGUNA RAMA.
—¡A ESTE PASO VAMOS A CAER
AL MAR! —CHILLÓ COTE.
—MENOS MAL QUE EL MAR
TIENE PLAYA —GRITÉ YO— Y EN
LAS PLAYAS HAY SIEMPRE
PESCADORES Y MARISCOS.
JUNTO CON DECIR ESTO ¡ZAS!
UN TIRABUZÓN DE REMOLINO…
OLAS, PEÑASCOS, VERTIENTES
DESDE EL CIELO, ACANTILADOS
DE ROCAS LUJURIENTAS,
VOLTEOS Y TORNILLOS DE
CORRIENTE ALTERNA. EL
PRIMERO EN ELEVARSE EN UNA
OLA GIGANTE, FUE ANDI
PANDA, QUE SALIÓ DISPARADO
CONTRA EL CIELO Y ANDUVO
DESAPARECIENDO UNOS
MINUTOS… PERO VOLVIÓ A
CAER ENTRE LAS OLAS MUY
AFERRADO A SU CANOA
GLORIOSA. Y TRAS ÉL,
ENREDADAS LAS CANOAS DEL
SEDRI CON EL RODRI, SE
DIERON VUELTA EN EL AIRE Y
SIGUIÓ VIAJE. PARECÍA UN
AVIONCITO DE MAR, LAS DOS
CANOAS COMO ALAS. EL
NEGRO Y YO QUISIMOS
IMITARLOS; CON LOS BRAZOS
ABIERTOS NOS PESCAMOS DE
LOS HOMBROS AJENOS,
AGARRADOS CON FUERZA DE
ORANGUTANES, FIRMES LAS
PIERNAS DE CADA UNO EN SU
CANOA. PERO LLEGARON EL
COTE Y EL JAPO A HACER LO
MISMO Y AHÍ SE ARMÓ LA
CREMA. LOGRAMOS LIBRARNOS
DEL ENREDO DE PIERNAS Y
CANOAS Y ENSAYAMOS DE
NUEVO. CON LA POTENTE
INTENCIÓN DE NO MORIR, NOS
ELEVAMOS CON OTRO
REMOLINO, BAJAMOS Y
VOLVIMOS A SUBIR HASTA EL
CIELO Y ASÍ, SUBIENDO Y
BAJANDO AL GALOPE EN LAS
OLAS, SENTÍAMOS LO QUE
SIENTE UN ASTRONAUTA, SIN
GRAVEDAD O CON Y
VOLVIENDO A TENERLA GOLPE Y
GOLPE.
RESULTA QUE DE REPENTE SE
NOS ACABÓ EL ASUNTO. UN
MAR INMENSO, SIN ORILLAS DE
RAMAS NI DE BOSQUES, NOS
COLUMPIABA CON BLANDURA.
EL NEGRO METIÓ LA MANO
ADENTRO Y SE LA LLEVÓ A LA
BOCA:
—¡OYE! —DIJO—. ESTE MAR NO
TIENE SAL. A LO MEJOR ES EL
MAR MUERTO…
—SI ES EL MAR MUERTO,
FLOTO —DIJE YO, Y ME TIRÉ
SIN SOLTAR MI CANOA. PERO
ME HUNDÍ DEFINITIVAMENTE.
SE VE QUE NO ERA EL MAR ESE,
Y A NO SER POR EL NEGRO QUE
ME PESCÓ DE LAS MECHAS Y ME
AYUDÓ A SALIR, AHÍ MISMO ME
AHOGO.
—LO QUE PASA ES QUE DEBE
SER UN LAGO DEL SUR —DIJE
ESCUPIENDO AGUA HASTA POR
LAS OREJAS.
SUSPIRAMOS CON PENA. YA
QUE ESTÁBAMOS EN PLENA
AVENTURA ACUOSA, HABRÍA
SIDO MÁS REFULGENTE UN
OCÉANO DE VERDAD Y PODER
LLEGAR A ISLAS
DESCONOCIDAS. HABRÍA SIDO
CHORO ENCONTRAR UNA
CÁPSULA FLOTANTE DE ESAS
QUE SE HAN PERDIDO…
MIRAMOS CON DESPRECIO
ESTAS AGUAS SIN SAL NI
PELIGROS, SIN SIQUIERA
TIBURONES NI
BALLENAS. LOS OTROS, ALLÁ
ADELANTE, SE REÍAN FELICES, Y
DESPISTADOS, CONVENCIDOS
DE QUE IBAN A LLEGAR AL
OTRO LADO DEL MUNDO. NO
VALÍA LA PENA
DESCONVENCERLOS Y TAMPOCO
ERA FÁCIL, PORQUE YA
ESTABAN LEJOS.
POR SUERTE SE LEVANTÓ UNA
VENTOLERA Y LAS OLITAS
SUAVES SE ALBOROTARON
GRANDES Y VIOLENTAS, Y
COMO SI LAS CANOAS FUERAN
VELEROS, NOS ARRASTRÓ UNA
CORRIENTE A TODOS A UN
RINCÓN. AHÍ NOS JUNTAMOS
COMO EN ISLITA FLOTANTE DE
CANOAS CHOCADAS Y
ENREDADAS.
—VIENE UN HURACÁN —DIJO EL
NEGRO Y SE LE PUSIERON BIEN
REDONDOS LOS OJOS—.
UN TEMPORAL EN EL LAGO ES
COSA SERIA —EXPLICÓ.
MÁS VALE QUE NO HUBIERA
DICHO NADA, PORQUE LAS
CARAS DE TODOS SE PUSIERON
BIEN JARAS Y ESTUPIDIZADAS.
POR SUERTE NO HABÍA TIEMPO
DE SEGUIR CONVERSANDO,
SINO QUE APENAS PODÍAMOS
SUJETARNOS CADA UNO EN SU
CANOA. SE LLENABAN DE AGUA
Y CON EL MISMO BAILOTEO SE
VACIABAN SÓLITAS.
EL ÚNICO TRANQUILO ERA EL
BARTOLO Y LE SACABA LA
LENGUA AL MISMO HURACÁN.
CUANDO MENOS
PENSÁBAMOS, ¡ZAS! UN
TREMENDO SACUDÓN Y LAS
SIETE CANOAS RECHINARON
CHOCANDO PARA QUEDAR
COMPLETAMENTE AUTÓGRAFAS.
MOLIDAS. PUROS PEDAZOS Y
NOSOTROS ENROLLADOS ENTRE
SUS CÁSCARAS.
¡PERO ESTÁBAMOS EN TIERRA!
EMPEZAMOS A
DESENCHUFARNOS UNOS DE
OTROS TRATANDO DE SABER DE
QUIEN ERA UNA PIERNA, UN
BRAZO O UN COGOTE, PERO
FELICES DE ESTAR EN TIERRA
FIRME.
—¡BENDITO HURACÁN! —DIJO
EL NEGRO—. POR ÉL NOS
SALVAMOS…
—CHITAS QUE ERES MAMERTO
—AL ANDI PANDA LE GUSTAN
LOS PELIGROS.
—YO TENGO LA ESPERANZA DE
QUE NO ESTAMOS BIEN
SALVADOS —DIJE—.
TOTAL NO SABEMOS NI
DÓNDE ESTAMOS NI SI HAY
CANÍBALES AQUÍ —TRATABA
YO DE ANIMARLOS.
—AUNQUE SEA UN LAGO DEL
SUR, PUEDE HABER UNA TRIBU
DEL TIEMPO DE LOS INDIOS,
QUE NO ESTÉ CIVILIZADA… —
DIJO ALGUIEN.
—NO HAY CAMINOS NI SEÑA DE
EXCURSIONISTAS INTRUSOS.
NO TIENE NADA DE RARO QUE
ALGÚN NIETO DE LAUTARO
HAYA SALVADO SU TRIBU DE LA
CIVILIZACIÓN.
—¡QUÉ CHOREZA SERÍA! —
SUSPIRAMOS.
—HABRÍA QUE BUSCAR ARMAS
PARA DEFENDERNOS —DIJO
ALGUIEN.
—CON EL CAUPOLICÁN Y EL
BARTOLO NO HACE FALTA
ARMAMENTOS.
PERO, POR SI LAS PULGAS, NOS
DEDICAMOS A BUSCAR PALOS
FILUDOS PARA FABRICAR
FLECHAS.
EL VIENTO SE HABÍA IDO A
OTRO LADO Y LA RECOGIDA DE
FLECHAS FUE BIEN ROTUNDA.
COMO NADIE TENÍA CORDELES
NI CUESTIONES DE ESAS, CADA
UNO TIRIDIZÓ SU CAMISA
RETORCIENDO LAS TIRAS PARA
USARLAS COMO CORDELES Y
ARMAMOS ASÍ LOS ARCOS.
DISPARABAN DE LEJOS…
—HAY QUE ENVENENAR LAS
FLECHAS —DIJO EL ANDI—
PARA QUE SEAN MORTALES.
—EL BARTOLO PUEDE
HACERLO CUANDO LLEGUE LA
HORA DE GUERREAR. PRIMERO
HAY QUE ENCONTRAR AL
ENEMIGO. NO HAY QUE GASTAR
LA RADIOACTIVIDAD DEL
BARTOLO.
CON LAS FLECHAS BIEN
METIDAS EN LA PARTE DE
ATRÁS DEL PANTALÓN Y EL
ARCO AL HOMBRO, PARTIMOS
POR LAS SELVAS CON EL OÍDO
INTENTO PARA SORPRENDER
NOSOTROS PRIMERO AL
ENEMIGO.
MIRÁBAMOS LOS ÁRBOLES
ESPERANDO VER SALTAR DE
ENTRE SUS RAMAS ALGUNA
FIERA DESCONOCIDA Y
ANTIDILUVIANA. PERO NADA. EL
CUCHILLO DEL SEDRI VOLVÍA A
FUNCIONAR ABRIENDO PASO Y
LOS PECHOS Y ESPALDAS
OTRAS VEZ SE IBAN PONIENDO
ROJOS DE RASGUÑOS Y
DEMASES. AL JAPO LE SALIÓ
SANGRE DE UNO DE ELLOS Y
APROVECHAMOS PARA
HACERNOS DIBUJOS,
PINTARNOS LA CARA Y PARECER
APASIONADAMENTE FEROCES.
PERO OTRA VEZ EMPEZARON A
SONAR LAS TRIPAS
LUJURIOSAMENTE. DABAN
GANAS DE VOLVERSE A LA CASA
Y COMER AUNQUE FUERA UN
PAN DURO.
—BUSQUEMOS ALGUNA
ENSALADA —DIJO EL NEGRO—.
TOTAL SI LE FALTA ACEITE,
LIMÓN O SAL, AL RATITO NOS
ACOSTUMBRAMOS.
Y AHÍ MISMO ENCONTRAMOS
UNA MINA DE BERROS,
FRESQUITOS Y SIN USO. NOS
TIRAMOS AL SUELO Y PARA NO
PERDER TIEMPO,
MORDISQUEAMOS IGUAL QUE
LAS OVEJAS, EN SU PROPIA
MATA, HASTA QUEDAR BIEN
LLENOS. Y EL BERRO ES PURA
VITAMINA, PORQUE NOS
LEVANTAMOS SINTIÉNDONOS
LA MUERTE Y LISTOS PARA LA
PEOR BATALLA.
DE REPENTE, DESCUBRIMOS UN
COLEÓPTERO RARO, PERO
LINDO, DE COLOR TORNASOL.
EL NEGRO FUE A TOMARLO Y LE
SALIÓ UN OLOR FÉTIDO, ASÍ
QUE LO DEJÓ IRSE CON TODA
SU HEDIONDEZ. CADA UNO
TIENE SU MODITO DE
DEFENDERSE EN ESTE MUNDO.
Y CUANDO MENOS
PENSÁBAMOS, CRUJIÓ EL
GANCHO DE UN ÁRBOL Y
SALTÓ UN PUMA GIGANTE.
(CLARO, GIGANTE AL LADO DEL
CAUPOLICÁN, PERO BASTANTE
GRANDOTE Y MEDIO FLACO).
POR SUERTE SALTÓ A OTRA
RAMA Y TODOS SOLTAMOS EL
SUSTO QUE NOS HABÍAMOS
TRAGADO… PERO, JUSTO
CUANDO YA NOS CREÍAMOS
SEGUROS, ¡PAFF! CRUJIÓ EL
SUELO Y GRUÑERON
MONTONES Y MONTONES DE
PUMAS RUGIENTES E
INFLAMABLES. PARECÍA UNA
HORRIBLE PESADILLA. LA SELVA
SE HABÍA LLENADO DE FIERAS Y
DE OJOS FURIONDOS, DE
HOCICOS LLENOS DE JUGOS
COMILONES…
— ¡APUNTAR Y DISPARAR! —
CHILLÓ EL COTE CREYÉNDOSE
JEFE.
—¡NO! —GRITÉ YO—. NO
ASUSTEMOS A LOS PUMAS…
HAY QUE PARLAMENTAR CON
ELLOS.
—GUARDEMOS LAS FLECHAS
POR SI NOS ATACAN LOS
INDIOS… —DIJO EL JAPO.
PERO EN ESE MOMENTO UNO
DE LOS PUMAS AVANZÓ
BLANDO PERO ROTUNDO Y NOS
MOSTRÓ SUS DIENTES. FUE
COMO UNA ORDEN, Y TODOS
LOS DEMÁS ABRIERON SUS
HOCICOS LLENOS DE DIENTES
FILUDOS Y OJOS
REFULGIENTES, AVANZANDO…
AVANZANDO…
CATACLÍPTICAMENTE.
MUCHOS DE LA BANDA
DIERON UN PASO ATRÁS, PERO
OTROS NO TU VIMOS MIEDO Y
AVANZAMOS IGUAL. BARTOLO
SE ME HABÍA ENROSCADO EN
LA CINTURA Y YO LLEVABA AL
CAUPOLICÁN EN LOS BRAZOS.
UN VALOR GENIAL ME
RECORRÍA EL ESPINAZO.
EL PUMA JEFE SE ME ENFRENTÓ
NAUSEABUNDO Y ABRIÓ SU
CHORO HOCICO.
YO NO ME MOVÍ Y LE ALARGUÉ
AL CAUPOLICÁN, PARA QUE ÉL
PARLAMENTARA.
EN REALIDAD PENSABA EN ESE
MOMENTO QUE SI EL
CAUPOLICÁN LES EXPLICABA
ALGO A LOS PUMAS MOMIOS,
LOS CONVENCERÍA DE QUE
ÉRAMOS AMIGOS Y HASTA
PODRÍAMOS LLEVARNOS A
VARIOS CON NOSOTROS PARA
DARLE COMPAÑEROS AL
CAUPOLICÁN, TAN HUÉRFANO.
PERO EL CAUPO, EN VEZ DE
EXPLICAR, SE QUEDÓ
SINTÉTICO. NO DIO UN PASO NI
ADELANTE NI ATRÁS.
LOS DE LA BANDA QUEDARON
SUSPENDIDOS, ESPERANDO,
PERO LISTOS PARA ATACAR O
ARRANCAR. ¿DÓNDE IBAN A
REFUGIARSE SI LOS PUMAS SE
TREPAN A LOS ÁRBOLES? MÁS
VALÍA SEGUIR
PARLAMENTANDO…
MI CORAZÓN MARCA PASOS IBA
HACIENDO SENTIR CÓMO
CORRÍA EL TIEMPO. YO LE PEDÍ
SOCORRO AL BARTOLO Y ÉL
RESPONDIÓ.
NO SÉ CÓMO LOGRÓ
ALARGARSE TANTO NI CON QUÉ
SE HINCHÓ COMO UNA
INMENSA SALCHICHA DE
COLORES FULGURANTES,
SICODÉLICOS, QUEMANTES. SU
CABEZA AVANZÓ ALGO COMO
UN KILÓMETRO Y DE SU LENGUA
DE FUEGO EMPEZÓ A SALIR UNA
CUESTIÓN COMO LACA
DIABÓLICA PULVERIZADA.
EL PUMA JEFE DIO UN PASO
ATRÁS Y CERRÓ SU HOCICO.
LOS OTROS LO IMITARON. EN
EL FONDO A MÍ ME DIO COMO
DESENGAÑO: EL PUMA ES TAN
VALIENTE Y TAN CHILENO.
¿PODRÍA TENERLE MIEDO A UN
SIMPLE CULEBRO COMO
BARTOLO?
ENTONCES COMPRENDÍ QUE
TRANSMITÍA. NOSOTROS NO
TENEMOS CARÁCTER DE
ANIMALES Y POR ESO NO
ENTENDEMOS ALGUNAS DE SUS
COSAS. EL BARTOLO ESTABA
HACIÉNDOLE VER A LOS PUMAS
QUE NUESTRA BANDA ERA UNA
BANDA AMIGA Y UN POCO
PERDIDA EN EL SUR DE CHILE.
LOS PUMAS LE HABÍAN
ENTENDIDO Y NOS DEJABAN EN
PAZ.
SIN NINGUNA CEREMONIA
PERDÍAN TODO INTERÉS POR
COMERNOS O ATACARNOS Y SE
VOLVÍAN POR DISTINTOS
CAMINOS…
QUIZÁ EL BARTOLO LES DIJO
QUE NO TENÍAMOS CARNE
SABROSA PARA PUMAS.
A MEDIDA QUE RETROCEDÍAN
LOS PUMAS, SE DESINFLABA EL
BARTOLO HASTA QUEDAR ÍDEM
QUE ANTES. EN CAMBIO EL
NEGRO Y COTE SE INFLARON DE
PROTESTA.
—¡QUÉ SE HAN CREÍDO LOS
PUMAS QUE NO TENEMOS
CARNE! —DIJO UNO.
—¿Y DÓNDE DEJAN LOS
MÚSCULOS CHOROS MÍOS?
—¿Y MI SANGRE LLENA DE
VIOLENCIA? DEBE SER
EXQUISITA.
PERO LOS PUMAS NO SE
HABÍAN IDO. SE HABÍAN
ESCONDIDO Y NOS MIRABAN
RAROS… YO PENSÉ QUE ERAN
DESCONFIADOS DE NOSOTROS.
Y QUISE DARLES CONFIANZA.
ME ACERQUÉ A UNO
AMIGOSAMENTE, PERO GRUÑÓ.
LOS DE LA BANDA ME
GARABATEARON.
—¡TARAO!
—¿NO VES QUE SE ESTÁN PURO
DOMINANDO?
TOTAL LE HICE CARIÑO AL
CAUPO PARA MOSTRARLES QUE
ÉRAMOS BUENA GENTE.
EN ESE MOMENTO EL
BARTOLO, FLACO Y TODO,
PARTIÓ HACIENDO TOBOGÁN
POR LA SELVA Y TUVIMOS QUE
SEGUIRLO. ERA NUESTRO GUÍA.
LOS PUMAS SE APARTARON
ENTONCES PARA DARNOS PASO
Y SE QUEDARON MIRÁNDONOS
MIENTRAS NOS ENREDÁBAMOS
ENTRE LAS RAMAS Y DEMASES.
PARECÍAN ESTAR MONTANDO
GUARDIA. QUIZÁ ERA SU
GUARIDA Y NOSOTROS FUIMOS
UNOS INTRUSOS.
SEGUIMOS CAMINANDO
HASTA LLEGAR A UN CAMPO
SEMBRADO DE EXTRAÑAMOS
SERES. CUESTIONES SIN VIDA,
BASTANTE ANTIDILUVIANAS,
ESPECIES DE ESQUELETOS DE
PROFETAS FALLECIDOS ANTES
DE CRISTO. PORQUE TENÍAN
UNOS CUERNOS GRANDES.
BASTANTE INMENSOS QUE
SEGURAMENTE USABAN COMO
ARMAS EN LOS TIEMPOS DE
ENTONCES. YO PENSABA EN LA
MEDIA SONAJERA Y EL MEDIO
ENREDO QUE SE ARMARÍA
CUANDO ENTRABAN EN LA
BATALLA. PORQUE BATALLA
HUBO, Y TAN TREMENDA QUE
TODOS QUEDARON DE
FUNCIÓN.
—¡CHITAS LA BATALLA ESTA! —
DIJO EL SEDRI.
—SON ESQUELETOS… —DIJO
ANDI PANDA—. SIN OLOR…
—ESQUELETOS DE CIERVOS —
DIJO EL NEGRO.
—¿SIERVOS DE LOS
ESPAÑOLES? —PREGUNTÉ.
—¡IDIOTA! CIERVO, EL ANIMAL
CON CACHOS. LA CARNE SE LA
HAN COMIDO LOS PUMAS.
POR ESO ESTÁN GORDITOS.
ESTE ES UN CEMENTERIO DE
CIERVOS.

—A LO MEJOR NOS COMEN A


NOSOTROS Y QUEDAMOS
ESQUELETOS… —DIJO UNO CON
TAMBORILEO DE DIENTES.
—¿POR QUÉ NO NOS
ARMAMOS CON ELLOS?
PODRÍAMOS SER UN GRUPO DE
GUERRILLEROS ULTRA
MARCIANOS… —DIJE.
IPSO FLATUS ELIGIÓ CADA
UNO SUS ARMAS. ERAN HUESOS
DUROS Y ROTUNDAMENTE
FORMADOS PARA GUERREROS.
PRIMERO NOS PUSIMOS DE
CORAZA, ES DECIR EN VEZ DE
CAMISA, LOS COSTILLARES QUE
PROTEGÍAN CONTRA RAMAS,
ASALTOS A CUERPO PRESENTE
Y TAL VEZ FLECHAS. EN LA
CABEZA NOS PLANTAMOS LOS
CUERNOS QUE NOS DEJABAN
DE FEROZ ALTURA Y TEMIBLE
PINTA. POR SI LOS ASALTANTES
ERAN BOXEADORES, NOS
PROTEGIMOS LA QUIJADA O
SEA EL MENTÓN, CON LAS
CALAVERAS DE LOS TINADOS.
QUEDAMOS MARCIANIZADOS. Y
NOS DÁBAMOS TERROR EL
OTRO AL UNO… HASTA AL
CAUPO LE DIO SUSTO DE
VERNOS. SÓLO BARTOLO
PARECÍA REÍRSE CON SU
LENGÜITA ELECTRÓNICA. EN
CADA MANO LLEVÁBAMOS
CUALQUIER CANTIDAD DE
HUESOS FILUDOS QUE SERVÍAN
DE FLECHAS O CUCHILLOS,
SEGÚN EL CASO.
COSTABA CAMINAR CON LA
ARMADURA NUEVA.
ERA UN ENREDARSE EN LAS
RAMAS, Y UN RABIAR Y PELEAR
PORQUE POR DESENREDAR AL
OTRO, SE ENREDABA UNO CON
ÉL Y CRUJÍAN LOS HUESOS Y
NOS RASGUÑÁBAMOS
IRACUNDOS Y VOLABAN LOS
GARABATOS, PUÑETES Y
HUESAZOS Y LOS CUEROS DEL
CUERPO SE IBAN PONIENDO
ROJOS DE ARAÑAZOS.
Y ENTONCES VINO LA LLUVIA
PACÍFICA. MENOS MAL QUE
CUANDO ES VERANO Y UNO
ESTÁ RASGUÑADO, EL AGÜITA
CAE BIEN AL CUERPO Y A LA
SANGRE SULFUROSA. ASÍ QUE
NOS DEJAMOS LLOVER
ENTEROS Y NOS DIO RISA
TILIMBRE Y SE NOS QUITÓ LA
RABIA Y PARÓ LA LLUVIA JUSTO
A TIEMPO PARA SEGUIR
CAMINANDO…
YO NO QUERÍA SEGUIR MÁS
CON LA TAREA DE MIS
VACACIONES, PERO LA
SEÑORITA FRESIA ES DE ESA
GENTE TREMENDA QUE TIENE
CARÁCTER Y NO HAY QUIEN LA
CONVENZA DE NADA.
YO NO LO ENCUENTRO JUSTO —
PROCLAMÉ—. LLEVO MÁS DE UN
CUADERNO… —SI ES POR
EL PRECIO DEL CUADERNO, TE
REGALO OTRO —DIJO
SONRISOSA. —ES LA TAREA
MÁS LARGA DEL MUNDO… —
REZONGUÉ. —HAGAMOS UN
TRATO, PAPELUCHO. MIENTRAS
ESTÉS ESCRIBIENDO TUS
VACACIONES, QUEDAS LIBRE
DE CUALQUIER TAREA DE
CASTELLANO. ERA UN NEGOCIO,
POR FIN. LOS NEGOCIOS SON
NEGOCIOS, ASÍ QUE SIGO…

COMO IBA DICIENDO,


MIENTRAS ANDABA Y ANDABA,
ME VINO EL REMORDIMIENTO
FAMILIAR, O SEA QUE ME
ACORDÉ DE LA MAMÁ, DEL
PAPÁ, DE LA JI QUE NADIE LA
ENTIENDE…
Y ME FUI QUEDANDO ATRÁS
PARA PENSAR EN ELLOS
TRANQUILO. PORQUE A LO PEOR
NUNCA JAMÁS IBA A
VOLVERLOS A VER Y ME DABA
CONGOJA. MI MADRE HUÉRFANA
DE HIJO, MI PADRE CON SU
FAMOSA RESPONSABILIDAD DE
JEFE, MI HERMANA
SUBDESARROLLADA TAN
PEGOTEADA A MÍ. ¿QUÉ HACER?
YO LOS HABÍA BUSCADO. ELLOS
ME HABRÍAN BUSCADO. SI EL
MUNDO FUERA REDONDO, PERO
QUIETO Y NO DIERA VUELTAS,
YA NOS HABRÍAMOS
ENCONTRADO… UNA LÁGRIMA
CALIENTE ME CAYÓ EN PLENO
PECHO Y ME DI CUENTA DE QUE
CASI ESTABA LLORANDO.
ENTONCES ME LLAMÉ AL
ORDEN. UN HOMBRE NO LLORA
Y TAMPOCO SE DESANIMA.
CADA VEZ QUE YO SUFRÍ
PENSANDO EN LO QUE SUFRÍA
MI MAMÁ, RESULTÓ
VICEVERSA. ASÍ QUE A LO
MEJOR ELLA TENÍA MAGNESIA Y
NI SE ACORDABA DE SU HIJO
PERDIDO… (OTRA LÁGRIMA).
ENTONCES CANTÉ A TODO
RIÑÓN LA CANCIÓN NACIONAL Y
ME ALEGRÉ.
Y JUSTO QUE ME HABÍA
ALEGRADO CUANDO AL IDIOTA
DEL JAPO SE LE OLVIDÓ QUE
TENÍA CUERNOS, QUISO DARSE
UNA VUELTA DE CARNERO Y SE
LE ENTERRARON LOS CACHOS
HASTA EL COGOTE. ASÍ QUE
QUEDÓ PERPETUAMENTE
ASOMADO ENTRE ELLOS COMO
EN UN BALCÓN DE ESOS
ANTIGUOS. Y LO GRAVE ES QUE
CREÍMOS SERÍA PARA TODA LA
VIDA.
FORCEJEAMOS Y FORCEJEAMOS
HASTA QUE AL FIN LO
COLGAMOS DE LOS CACHOS EN
UN ÁRBOL Y LO DEJAMOS AHÍ
PARA QUE CAYERA DE SU PESO.
PERO NO CAYÓ. ASÍ QUE
FORCEJEAMOS Y FORCEJEAMOS
Y POR FIN NOS COLGAMOS
TODOS DE SUS PATAS COMO UN
INMENSO RACIMO DE
MARCIANOS Y TAMPOCO CAYÓ.
LLEGÓ EL CAUPO, DE UN
BRINCO SE TREPÓ EN EL
RACIMO Y PARECE QUE FUE LA
FAMOSA GOTA DE AGUA QUE
LLENA LA COPA, PORQUE ¡PAFF!
TODOS AL SUELO, CON
SONAJERA REPERCUTIENTE DE
HUESOS EN TODO EL SUR DE
CHILE. AUNQUE NOS
DEMORAMOS BASTANTE EN
ARMARNOS DE NUEVO Y NOS
SOBRARON MUCHOS HUESOS
QUEBRADOS DEL ARMAMENTO,
ÍBAMOS A SEGUIR CAMINANDO,
CUANDO DESCUBRIMOS UNA
MINA DE UNA ESPECIA DE
FRESA SALVAJE, DELICIOSA. SU
GUSTO ERA ALGO
CHURUMBÉLICO, JUNTO CON
DESCUBRIRLAS LAS COMIMOS A
VER QUIÉN MÁS LIGERO Y
QUIÉN MÁS. OJALÁ QUE FUERAN
UN POCO COMO LAS CEBOLLAS,
QUE ACOMPAÑAN UN BUEN
RATO AL QUE LAS COME.
PORQUE LO QUE PASA EN EL
SUR ES LA CUESTIÓN DEL
HAMBRE, QUE ESTORBA
BASTANTE A LOS
AVENTUREROS. MENOS MAL
QUE QUEDAMOS TAN INFLADOS
Y HOSTIGADOS PARA NO
COMER MÁS DE ESAS
FRUTILLAS EN TODA LA VIDA.
HABÍA APARECIDO EL SOL
ENTRE LOS ÁRBOLES, Y ERA
COMO UN FARO DE BUQUE EN
LONTANANZA APUNTANDO UN
CAMINO. BARTOLO IBA
DELANTE Y NOSOTROS A LA
RASTRA DETRÁS CON EL CAUPO,
QUE A CADA RATO SE
ENREDABA EN MIS PIERNAS. EL
POBRE ESTABA CANSADO,
PORQUE ERA GUAGUA Y NO
SEÑOR: HABÍA OCURRIDO QUE
FUERA RECIÉN NACIDO. EN
TODO CASO, AUNQUE LE
TUVIÉRAMOS CON PASIÓN, NO
PODÍAMOS LLEVARLO EN
BRAZOS ESTANDO TAN
ARMADOS Y RECOMIDOS.
DE REPENTE CAMBIÓ ALGO EN
EL AIRE. ERA COMO UN
FRESCOR DISTINTO, Y UNA LUZ
Y REFLEJOS ACUOSOS EN EL
CIELO… Y JUSTO QUE ERA OTRA
VEZ EL LAGO DONDE
SUCUMBIMOS POR EL
HURACÁN, SÓLO QUE ERA
OTRA ORILLA. NOS BAJÓ LA
TENTACIÓN DE BAÑARNOS,
PERO NO DE NAVEGAR. POCO A
POCO NOS METIMOS. EL FONDO
ERA DE UNAS PIEDRAS
ÁSPERAS RAJUÑONAS Y
CARGANTES. NOS SALIMOS Y
BUSCAMOS OTRO LADO, IDEM
DE IDEM. DOLÍAN TREMENDO
LOS PIES Y TOTAL PREFERIMOS
LA TIERRA…
EN ESO SENTIMOS UN LEJANO
MOTOR. MIRAMOS AL CIELO
POR SI ERA UN HELICÓPTERO
BUSCÁNDONOS. NO. ALLÁ
LEJOS SE DIVISABA UNA
LANCHA, EN PLENO LAGO. IBA A
TODO CHANCHO, HACIENDO
OLITASCACHIRULENTAS A SUS
COSTADOS Y CON POPA SIN
TOCAR EL AGUA. YO MIRÉ CON
VIOLENCIA Y PUDE DISTINGUIR
A LOS QUE LA OCUPABAN: ERA
MI PADRE, MADRE E HIJA
CON ALGÚN LANCHERO-TAXI.
ME LLENÉ DE VIENTO Y GRITÉ
LLAMÁNDOLOS… PERO ¡NADA!
¡QUÉ MANERA DE BUSCAR
TIENE LA GENTE! ¿ES QUE
CREÍAN QUE ME IBAN A
ENCONTRAR AHOGADO Y
FLOTANDO EN MEDIO DEL
LAGO?
CHILLÉ MÁS Y LOS DE LA
BANDA ME AYUDARON
HACIENDO CORO. LAS VOCES
NUESTRAS SE PERDÍAN
PAULATINAMENTE. LA LANCHA
SE ALEJABA…
OTRA VEZ ME QUISO BAJAR LA
CONGOJA Y OTRA VEZ LA
ATAJÉ:
—¡ESTÁN PASEANDO FELICES
POR EL LAGO Y NI SE
ACUERDAN DE MÍ!
LA LANCHA SE PERDIÓ PARA
SIEMPRE Y YO ME TREPÉ EN UN
ÁRBOL PARA VERLA HASTA EL
ÚLTIMO…
VI HASTA LAS OLITAS QUE
DEJABA ATRÁS Y CREO QUE
ALGUNAS GOTAS ME
SALPICARON, PORQUE TENÍA
BORRONES EN LOS OJOS Y
COMO ROMADIZO INTERIOR.
PERO ENTONCES DESCUBRÍ
ALGO CONTUNDENTE: EL SUR
EN QUE ESTÁBAMOS NOSOTROS
ERA UNA ISLA, PORQUE ALLÁ
LEJOS, PERO POR TODOS
LADOS, SE DIVISABA EL AGUA
DE LA ETERNA LAGUNA
HURACANADA…
CUANDO UNO CREE QUE ESTÁ
EN UN CONTINENTE, Y
DESCUBRE QUE ESTÁ EN UNA
ISLA DESCONOCIDA, DA UNA
CUESTIÓN RARA EN LA BOCA Y
LA SALIVA SE VUELVE ENGRUDO
Y LAS IDEAS IDEM. UNO
PIENSA, ¿QUÉ ME PASA?
¿TENGO MIEDO? —Y SE
CONTESTA— ¡QUIZÁ! —QUE ES
DE ESAS PALABRAS QUE
SIRVEN PARA «SÍ» Y PARA
«NO». EN TODO CASO PIENSA
EN LOS DEMÁS, ES DECIR EN LA
BANDA DE SIETE PUMAS
COMPAÑEROS Y SE DICE: ENTRE
LOS SIETE, CON UNO QUE
TENGA MIEDO, BASTA. EL
MIEDO ES CONTAGIOSO Y SI SE
NOS PEGA A TODOS, SIETE
ASUSTADOS ES COSA SERIA.
FIJO QUE NOS DA TERROR…
—¡ME CALLO! —JURÉ EN MÍ
DENTRO—. ES MI SECRETO… —Y
ME SENTÍ HARTO HOMBRE DE
GUARDÁRMELO.
PORQUE SACABA LA CUENTA
QUE TENÍA UN POQUITO DE
MIEDO, Y BASTANTE MIEDO AL
MIEDO DE TODOS, Y ENTRE EL
MIEDO MÍO Y EL MIEDO AL
MIEDO, ERA MEJOR MI MIEDO,
PORQUE POR LO MENOS ERA UN
POCO MÁS CHICO.
BAJÉ PAULATINAMENTE DEL
ÁRBOL Y MI CABEZA ESTABA
GACHA, SEGÚN DICEN.
—NO TE PONGAS NEURÓTICO
PORQUE NO TE VIERON —DIJO
EL NEGRO—. TOTAL NINGUNO
ANDA CON SUS PAPIS…
—¡SI SUPIERAN! —PENSÉ—.
¿CUÁNDO Y CÓMO VAMOS A
SALIR DE ESTA ISLA Y LLEGAR
AL CONTINENTE? QUIZÁS SI
SOMOS SUS ÚNICOS
POBLADORES Y TENDREMOS
QUE POBLARLA… — LEVANTÉ LA
CABEZA CON VIOLENCIA Y ME
DIJE: ¡DISIMULA! —Y PESQUÉ
AL CAUPO Y LO CHACOTEÉ PARA
DEJARME PENSAR.
JAPO Y SEDRI HABÍAN
PARTIDO Y LOS SEGUÍAN LOS
DEMÁS CON BARTOLO, ASÍ QUE
MORDISQUEÁNDONOS CON EL
CAUPO NOS FUIMOS DETRÁS.
ERA MEJOR NO PERDERLOS DE
VISTA.
ES RARO CAMINAR POR LAS
PURAS, SABIENDO QUE NO VA
UNO A NINGUNA PARTE,
OYENDO CRUJIR LAS RAMAS Y
CANTAR ALGUNOS PÁJAROS
ANÓNIMOS, SIN IMPORTARLE SI
ES DE DÍA O NOCHE, SI
APARECERÁN OTRA VEZ LOS
PUMAS O ALGÚN RINOCERONTE,
SI SE ACABARÁ EL MUNDO O
PURAMENTE NOSOTROS… NO
DAN GANAS DE MORIRSE. Y YO
TENGO UN INVENTO QUE ES
MUY CHORO, PERO QUE SE ME
OLVIDA CADA VEZ QUE TENGO
TIEMPO PARA ESCRIBIRLO.
TAL VEZ CON LA PENA DE
MORIRME Y TANTO PENSAR, ME
FUI QUEDANDO ATRÁS,
SIEMPRE JUGANDO CON EL
CAUPO, HASTA QUE DE
REPENTE ÉL GRUÑÓ Y SE
PARARON SUS PELOS Y SUS
OREJAS.
ENTONCES ME DI CUENTA DE
QUE HABÍA UN HOMBRE
MIRÁNDONOS. ERA UN HOMBRE
CHICO, COMO DE MI EDAD Y
CON OJITOS DE OJALES. ME
MIRABA. YO QUEDÉ PARALELO.
UNO NO ESTÁ PREPARADO PARA
ENCONTRAR UN HOMBRE VIVO
EN UNA ISLA DESIERTA.
—¡HOLA HUEÑI! —ME DIJO
SONRIENDO.
—¡HOLA! —CONTESTÉ Y NOS
QUEDAMOS SONRIENDO.
—¿TUYO EL PANGUI? —
PREGUNTÓ MOSTRANDO AL
CAUPO.
—SÍ —NI SABÍA CÓMO SEGUIR
LA CONVERSACIÓN. EN ESO
LLEGARON EL SEDRI Y EL COTE.
EL APARECIDO LOS MIRÓ
SIEMPRE SONRIENDO Y ME
PREGUNTÓ:
—¿SON PAÑIS?
—¡CLARO! —DIJE POR NO
DECIR SÍ NI NO. NO TENÍA LA
MAYOR IDEA DE LO QUE ME
PREGUNTABA. PARECE QUE
CONTESTÉ BIEN, PORQUE
SIGUIÓ SONRIENDO.
—HUINCAS… —DIJO Y LE
HICE SEÑA QUE «SÍ» CON
LA CABEZA. NO PODÍA ESTAR
INSULTÁNDONOS SI SEGUÍA
SONRIENDO. FUERON
LLEGANDO LOS OTROS Y SE
AGRANDÓ SU RISA Y
APARECIERON EN SU BOCA
MUCHOS MÁS DIENTES
BLANCOS.
A MÍ ME HABÍA BAJADO UNA
FELICIDAD COMPLETAMENTE
CENTRÍFUGA, JUSTO AL MEDIO
DE MI CENTRO Y SE ME
ATROPELLABAN LAS PREGUNTAS
QUE LE QUERÍA HACER AL
AMIGO HUEÑ I. PERO SI LAS
HACÍA, LOS OTROS SE IBAN A
DAR CUENTA QUE ESTÁBAMOS
EN LA ISLA… ASÍ QUE FRENABA
A FONDO.
—¿VIVES AQUÍ? —PREGUNTÓ EL
JAPO QUE NO TIENE
COMPLEJOS. ME MIRÓ A MÍ Y ME
IMITÓ EN EL «SÍ» DE CABEZA.
—¿CÓMO TE LLAMAS? —
PREGUNTÓ ANDI PANDA.
—PELLÍN… —Y RIÓ CON MÁS
DIENTES TODAVÍA.
—¿ERES HUINCA? —LE
PREGUNTÓ EL RODRI, QUE NO
LE HABÍA ENTENDIDO LO QUE
NOS DIJO.
—YO NO —DIJO—.
¡USTEDES SÍ!
MÁS VALE QUE NO LE
HUBIÉRAMOS PREGUNTADO;
NOS QUEDAMOS TAN
ESTUPIDIZADOS QUE NI
SABÍAMOS SI ERA UN INSULTO
O LO CONTRARIO. EN TODO
CASO LA CUESTIÓN ERA
HACERSE MUY AMIGO DE ÉL,
METERLO EN LA BANDA, Y NO
SOLTARLO EN JAMÁS DE LOS
JAMASES.
—ANDAMOS MEDIO PERDIDOS
—DIJO EL JAPO—; ¿POR QUÉ NO
NOS LLEVAS A TU CASA? PELLÍN
MIRÓ AL BARTOLO Y DIJO «NO»
CON LA CABEZA. PARECE QUE
NO LE CAÍA BIEN.
—NO ES OFENSOR —LE
EXPLIQUÉ—, ES AMIGO Y
BUENO —Y PARA
DEMOSTRÁRSELO ENVOLVÍ AL
BARTOLO EN MI COGOTE.
PELLÍN SE RIÓ CON RISA
RONCA Y SE ACERCÓ A
TOCARLO. TENÍA UNAS MANOS
CHICAS, MORENAS Y DURAS,
CON LAS UÑAS MUY ROSADAS Y
AL BARTOLO LE CAYÓ BIEN Y
ESTIRÓ EL COGOTE COMO PARA
ABRAZARLO, PERO PELLÍN SE
ALEJÓ.
—TIENEN MALA FAMA LOS
CULEBROS EN ESTA ISLA —
PENSÉ.
PELLÍN NOS LLEVÓ POR UN
CAMINITO MISTERIOSO DONDE
HABÍA PURAS FLORES ROJAS,
SIN PIEDRAS NI RAMAS,
COMPLETAMENTE DE CUENTO
PARA NIÑOS CHICOS. TORCÍA
POR AQUÍ Y TORCÍA POR ACÁ
ENTRE ÁRBOLES INMENSOS,
HASTA LLEGAR A UNA
MARAVILLA QUE NADIE
IMAGINABA. UN TREMENDO
SUSPIRO DE ASOMBRO NOS
SALIÓ A TODOS EN CORO Y LAS
BOCAS SE ABRIERON
DEFINITIVAMENTE.
—EL CASTILLO DE MANCERA —
DIJO PELLÍN MOSTRANDO EL
CASTILLO CON SU DEDO DE UÑA
TAN ROSADA, Y NOS QUEDÓ
MIRANDO CON ORGULLO.
—¿TU CASA? —PREGUNTÓ EL
JAPO SORPRENDIDO. PELLÍN
DIJO QUE «SÍ» CON LA CABEZA.
—¿ERES PRÍNCIPE? —LE
PREGUNTÓ EL SEDRI. Y PELLÍN
NO DIJO NADA, PERO CERRÓ
SUS OJITOS DE OJALES COMO
SI FUERA UN SÍ.
—¿PODEMOS VERLA? —ANDI
PANDA NO SE AGUANTABA LAS
GANAS DE ENTRAR A ESE
CASTILLO HECHO DE PIEDRA,
CON SUBTERRÁNEO, CAÑONES
DE VERDAD Y FOSO CHOROS. EL
PELLÍN DEBÍA SER MUY FELIZ DE
VIVIR AHÍ. ¿DISPARARÍA
ALGUNA VEZ ESOS CAÑONES?
NOS LLEVÓ A DAR LA VUELTA
ALREDEDOR DEL CASTILLO Y
NOS MOSTRÓ EL CALABOZO
PARA LOS PRISIONEROS, QUE
ERA UN HORRIBLE HOYO.
TUVIMOS QUE BAJAR UNA
ESCALA HECHA EN LA TIERRA,
PERO TREMENDA DE LARGA…
SI PELLÍN ERA PRÍNCIPE,
¿DÓNDE ESTARÍAN SUS
SOLDADOS Y DÓNDE LOS
PRISIONEROS PARA ESE
CALABOZO? PELLÍN MOSTRABA
TODO PERO NO EXPLICABA… NI
SIQUIERA NOS LLEVÓ A SU
DORMITORIO NI A VER SU
CORTE. ME ESTABA SONANDO
RARO. UN PRÍNCIPE SIN CORTE
NI SOLDADOS, Y UN CASTILLO
SIN GENTE… UNA ISLA
DESIERTA Y UN PURO PRÍNCIPE
AHÍ SOLITARIO… MIENTRAS LOS
OTROS HURGUETEABAN LOS
CAÑONES, YO ME ACERQUÉ A
PELLÍN Y LE DIJE EN
SU OREJA: ¿CÓMO SE LLAMA
ESTA ISLA?
—ISLA MANCERA —DIJO—,
RÍO TORNAGALEONES Y
VALDIVIA —VOLVIÓ A INDICAR
CON SU UÑA ROSADA.
ASÍ QUE ERA ISLA Y ESTE
CASTILLO DE MANCERA A LO
PEOR NO ERA TAN
MARAVILLOSO SINO QUE UNA
PURA RUINA… PERO, ¿QUÉ PITO
TOCABA AHÍ EL PELLÍN? ¿SERÍA
UNA MOMIA DE VERDAD? ¿O
QUIZÁ UN ÁNIMA…?
—QUIERO VER DÓNDE
DUERMES? TÚ… —LE DIJE AL
PELLÍN.
—¿POR QUÉ? —PREGUNTÓ.
—LA CUESTIÓN DE LA
CURIOSIDÁD… SE QUEDÓ
PENSAROSO Y DESPUÉS DIJO:
—CUANDO ES NOCHE YO
DUERMO —Y NADA MÁS.
ASÍ QUE NO ERA PRÍNCIPE;
NO TENÍA DORMITORIO…
TAMPOCO TENDRÍA LACAYOS
CON BANDEJAS NI LANZAS, NI
MENOS TRONO O COSA POR EL
ESTILO. ¿DE QUÉ LE SERVÍA EL
CASTILLO, ENTONCES?
SAQUÉ LA CUENTA DE QUE SI
NO LE SERVÍA A ÉL, PODRÍA
SERVIRNOS A NOSOTROS,
ESTANDO DESOCUPADO. AHÍ
PODÍAMOS INSTALARNOS Y
RECONSTRUIR LA CAPILLA, LA
CASA DEL CASTELLANO Y USAR
EL CALABOZO PARA CRIAR
ANIMALES. TENÍAMOS MUCHO
QUE HACER. PERO LA BANDA
SE HABÍA LARGADO A
RECORRERLO TODO Y
GRITABAN JUGANDO A
GUERRILLEROS, SALTANDO DE
UN MURO A OTRO, CAYÉNDOSE
A LOS FOSOS, ETC.
EL PELLÍN LE HABÍA PERDIDO EL
SUSTO AL BARTOLO Y LE
TOCABA POCO A POCO LA COLA.
EL CAUPO NO SE APARTABA DE
MI LADO.
QUISE LLAMARLOS A TODOS
PARA ORGANIZAR UN PLAN,
PERO NADIE ME OÍA. TREPÉ AL
MURO MÁS ALTO CON EL
PELLÍN Y DESDE AHÍ LES
GRITÉ…
¡NADA! SEGUÍAN SU GUERRA
CHURUMBÉLICA Y ESTABAN
COMPLETAMENTE SORDOS. YO
MIRÉ ALREDEDOR Y VI OTRA
VEZ MAR POR TODOS LADOS.
—¿TODO MAR? —DIJE
MOSTRÁNDOLE EL AGUA QUE
RODEABA LA ISLA.
—NO —DIJO—,
TORNAGALEONES…
PENSÉ: EL PELLÍN ES MAPUCHE.
A LO MEJOR EN MAPUCHE
TORNAGALEONES ES MAR… Y A
LO PEOR TAMPOCO SABE LO
QUE NOSOTROS LLAMAMOS
ISLA… OTRA VEZ EL PROBLEMA
DE LAS OLAS Y TEMPORALES Y
CANOAS. POR AHORA ERA
PREFERIBLE VIVIR EN EL
CASTILLO UN TIEMPO HASTA
QUE SE NOS OLVIDARA LO QUE
ES LUCHAR CON LAS OLAS. LO
MEJOR SERÍA TRAZAR MI PLAN
CON EL PELLÍN Y DESPUÉS
EXPLICARLES A LOS OTROS EL
ASUNTO Y LO QUE ÍBAMOS A
HACER.
—¿TÚ VIVES SOLO AQUÍ? —LE
PREGUNTÉ. TENÍA QUE
AVERIGUAR SI LA DEMÁS GENTE
DEL CASTILLO HABRÍA SALIDO
DE PASEO Y PODÍA VOLVER.
PELLÍN SE RIÓ CON SU RISA
MISTERIOSA SIN CONTESTAR.
—¿ERES GUARDIÁN DEL
CASTILLO?
—NO. HUECUVI…
—¿HUECUVI? ¿DÓNDE ESTÁ?
—NUNCA SE SABE —DIJO—.
MEJOR NO VERLO…
¿QUIÉN SERÍA HUECUVI? SI ERA
MEJOR NO VERLO, QUE SE
QUEDARA DESAPARECIDO…
YO QUERÍA EXPLICARLES A
LOS OTROS LA CUESTIÓN DEL
HUECUVI DESAPARECIDO Y QUE
ERA ÉL EL GUARDIÁN DEL
CASTILLO. PERO NADIE
CONTESTABA A MIS GRITOS Y
POCO A POCO ME DI CUENTA
QUE TAMBIÉN TODA LA BANDA
HABÍA DESAPARECIDO… ¿LOS
HABRÍA HECHO AIRE EL
HUECUVI?
¿SE HABRÍAN PERDIDO PARA
SIEMPRE? ¿QUÉ IBA A HACER
YO AHÍ SOLO? ¿DÓNDE
ESTARÍAN TODOS? ¿EN ALGÚN
MUNDO BRUJO O CONVERTIDOS
EN PIEDRAS O CAÑONES? ME
EMPEZARON A PICAR LAS
PESTAÑAS, ALGO ASÍ COMO
QUE NO ME CABÍAN LOS OJOS
EN SU HUECO. Y TAMBIÉN, YO
QUE NUNCA TUVE MANZANA DE
ADÁN COMO JAVIER, AHORA
TENÍA UNA QUE SUBÍA Y BAJABA
A CADA RATO…
AHÍ ESTABA YO SOLO, MUY
DUEÑO DEL CASTILLO DE
MANCERA EN MEDIAS CON
PELLÍN Y DOS
AMIGOS QUE NI HABLAN:
BARTOLO Y CAUPOLICÁN. ¿QUÉ
HARÍAMOS?
CONSEGUÍ TRAGARME LA
MALDITA MANZANA Y LE
PREGUNTÉ A PELLÍN:
— ¿DÓNDE ESTÁN MIS AMIGOS?
¿LOS ROBARÍA HUECUVI?
PELLÍN SE PUSO CASI BLANCO,
ÉL QUE TENÍA UN COLOR LINDO
DE LADRILLO. PENSÉ QUE NO LE
CAÍA BIEN HUECUVI, POR ESO
LE PREGUNTÉ:
—¿MALO HUECUVI?
—MALO, MALO… —DIJO Y SE
CRUZÓ LAS MANOS SOBRE EL
PECHO.
LA COSA SE IBA PONIENDO
FEA. SI PELLÍN, QUE VIVÍA EN
ESE CASTILLO, LE TENÍA TANTO
MIEDO A HUECUVI Y SI
HUECUVI ANDABA SUELTO…
BUENO… TRATÉ DE
CONSOLARME PENSANDO QUE
LAS AVENTURAS SIRVEN POR
LO MENOS PARA CONTARLAS.
SAQUÉ PECHO Y DECIDÍ SER
VALIENTE:
—¿BRUJO HUECUVI? —
PREGUNTÉ REZANDO PARA QUE
ME DIJERA QUE NO.
—HUECUVI MISMO MALO —
DIJO EMBLANQUECIÉNDOSE
OTRA VEZ. ¡CHITAS! LA COSA
SE PONÍA CADA VEZ PEOR… Y
NO CREAN, MIS QUERIDOS
RADIOESCUCHAS, QUE PORQUE
CUENTO EL CUENTO NO ERA
ESO TREMENDO. ¡CASI NO LO
CUENTO!
SE ME PARARON LOS PELOS Y
AL CAUPOLICÁN ÍDEM. PARECÍA
UN PELOTÓN REDONDO DE
PURA PELERÍA, Y EL BARTOLO
SE LARGÓ A DISPARAR SU
LENGUA METRALLETA, Y A MIS
PIERNAS LE EMPEZARON A
SOBRAR LAS RODILLAS QUE
CHOCABAN…
—TÚ… TÚ… TÚ… TÚ… —NO ME
SALIÓ LA PALABRA. ENSAYÉ DE
NUEVO.
—HUECÚ… HUECÚ… HUECÚ… —
¡NADA!
—¿SERÁ EL DIA… DIA… DIABLO?
—PREGUNTÉ POR FIN PELLÍN
DIJO «SÍ» CON LA CABEZA.
NO CREAN QUE YO TENÍA
MIEDO. ERA MUCHO PEOR. ESO
QUE SIENTEN LOS HÉROES Y
HASTA LOS MÁS VALIENTES
CUANDO TIENEN DELANTE UN
FENÓMENO ULTRATERRESTRE,
DE ESOS INVENCIBLES.
MIRÉ AL CASTILLO Y PENSÉ
QUE NO ERA TAN ATROZ
CONVERTIRSE EN CAÑÓN O EN
PIEDRA DE LA CASA DEL
CASTELLANO, O A LO MEJOR DE
LA CAPILLA. TOTAL UNA PIEDRA
NO SE MUEVE NI TIENE
HAMBRE. UNO ES PIEDRA
DEFINITIVAMENTE. ME
CONSOLÉ Y LE PREGUNTÉ AL
PELLÍN:
—¿CÓMO SABER SI EL HUECUVI
ANDA SUELTO POR AQUÍ? ¿TE
ATREVES A RECORRER EL
CASTILLO? TENEMOS CON
NOSOTROS UN PUMA Y UN
CULEBRO SUPERSÓNICO —Y
CONSEGUÍ SONREÍR. ES LO
BUENO DE CUANDO OTRO TIENE
MÁS MIEDO QUE UNO, SE
HINCHA UNO DE VALOR PARA
DARLE AL OTRO.
LE DI LA MANO AL PELLÍN. ERA
UNA MANO MEDIA TIESA, Y
PARECÍA MÁS CHICA QUE LA
MÍA. ÉL SE HABÍA ACHICADO
BASTANTE AHORA…
CAMINAMOS.
PRIMERO BAJAMOS LOS
ESCALONES DE TIERRA QUE
IBAN AL CALABOZO.
NO HABÍA NADIE. FUIMOS A
LA CAPILLA Y LLAMAMOS. NO
CONTESTÓ NINGUNO.
¿PODRÍAN CONTESTAR LAS
PIEDRAS? CADA VEZ ME IBA
CONVENCIENDO MÁS QUE
TODOS SE HABÍAN
CONVERTIDO EN PIEDRA. NADIE
DE LAS FAMILIAS DE LOS DE LA
BANDA LO SOSPECHABA. EL
JAPO TENÍA UN HERMANITO
CHICO QUE LO QUERÍA
MUCHO… ¡POBRE JAPITO! CON
UN HERMANO CONVERTIDO EN
PIEDRA Y SIN TENER NI LA
MAYOR IDEA.
ENTRAMOS A LA CASA DEL
CASTELLANO. EL CAUPO SE ME
HABÍA TREPADO A LOS BRAZOS
Y TENÍA FRÍO. EL BARTOLO SE
ENROSCABA Y DESENROSCABA
COMO TORNILLO SUELTO. LA
CASA DEL CASTELLANO ESTABA
DESIERTA.
PERO ENCONTRÉ EN ELLA UN
HUESO DE CIERVO DE LOS QUE
USÁBAMOS ANTES DE LLEGAR.
LOS DE LA BANDA HABRÍAN
PASADO POR AHÍ ANTES DE
CONVERTIRSE EN PIEDRAS. AL
MENOS ERA UNA PISTA.
CON EL HUESO-LANZA
COMENCÉ A ESCARBAR ENTRE
LOS HUECOS DE PIEDRAS. DE
REPENTE SALTÓ ALGO
BRILLANTE… TUVE MIEDO QUE
FUERA EL OJO DE ALGUNO DE
LA BANDA. PODRÍA SER DEL
SEDRI… QUE LOS TIENE TAN
GRANDES. NI ME ATREVÍA A
MIRARLO. UN OJO ES UN OJO Y
DA RESPETO. POR FIN ME
DECIDÍ. NO ERA UN OJO, ERA
UNA PIEDRA, QUIZÁS SI
PRECIOSA O HIPER-VALIOSA.
SERVIRÍA PARA EL COLLAR DE
ALGUNA REINA PETRIFICADA.
YO, NADA QUE VER CON
REINAS, PERO, POR SI LAS
PULGAS, LA GUARDÉ. SEGUÍ
ESCARBANDO. OTRA PIEDRA,
DE UN ROJO MAQUIAVÉLICO,
PESADA COMO BALA, Y TAMBIÉN
LA GUARDÉ. ME SERVÍAN PARA
CUANDO YO FUERA PIEDRA:
TENDRÍA ALGO DISTINTO DE
LAS OTRAS. YO, AL MENOS, ME
RECONOCERÍA.
AUNQUE REGISTRÁBAMOS
TODO Y CORRÍAMOS DE UN
LADO A OTRO, ME EMPEZABA LA
ANGUSTIA DE LOS DEMÁS.
HASTA QUE POR SUERTE
ENCONTRAMOS EN LA CASA DEL
CASTELLANO, UNA CUEVA
MISTERIOSA. ERA COMO PARA
RATONES GIGANTES Y
OSCUROS TREMENDOS. DABA
TILIMBRE ASOMARSE Y EL
PELLÍN REMECÍA LA CABEZA
COMO UNA COCTELERA.
YO, TODAVÍA VALIENTE, METÍ
LA CABEZA, ESTIRANDO EL
COGOTE COMO SI FUERA EL
BARTOLO, PARA NO METER
NADA DE MI CUERPO. CREÍ OÍR
ALGO RARO. ERA COMO UN
GURU-GURU DE AGÜITAS
SONRISOSAS. ¿SERÍA OTRA VEZ
EL TORNAGALEONES O
CHUCAOS MARINOS?
LE DIJE AL PELLÍN QUE SE
ASOMARA Y COMO ÉL NO SE
ATREVÍA, PUSE AL CAUPO EN LA
PUERTA DE LA CUEVA. PARTIÓ
HACIA DENTRO MUY TRANQUILO
Y NO VOLVIÓ NUNCA MÁS. ASÍ
QUE OBLIGADOS A ESPERARLO
O ENTRAR PARA SACARLO.
ME PERSIGNÉ Y PARTÍ POR EL
HOYO. ES LO MALO DE HACERSE
EL VALIENTE: TIENE UNO QUE
SEGUIR SIÉNDOLO AUNQUE SE
ARREPIENTA.
A MEDIDA QUE AVANZABA,
LOS GORGORITOS SE HACÍAN
CADA VEZ MÁS GORDOS… Y
CUANDO MÁS SUSTO DABA, DE
REPENTE RECONOCÍ LA RISA DE
ANDI PANDA. Y TAMBIÉN LA DEL
JAPO, QUE ES COMO SALPICÓN.
¡ERAN ELLOS, LOS MUY
TARAOS, ESCONDIDOS DE MÍ!
ASÍ QUE ME ESTABAN JUGANDO
CHUECO.
SE HABÍAN ARRANCADO PARA
DEJARME SOLO.
¿SE REÍAN DE MÍ? YO IBA A
REÍRME DE ELLOS,
HACIÉNDOME EL QUE NI ME
HABÍA DADO CUENTA QUE
ESTABAN DESAPARECIDOS. NI
SIQUIERA SENTÍ LA FELICIDAD
DE SABER QUE NO ERA EL
HUECUVI EL QUE LA REVOLVÍA.
LA RABIA QUE TENÍA CON
ELLOS ME TAPÓ LA ALEGRÍA. DE
AHORA EN ADELANTE, EL
PELLÍN Y YO ÍBAMOS A FORMAR
UNA BANDA PROPIA SECRETA Y
MAPUCHE. NO LOS VERÍAMOS
NUNCA MÁS.
—TÚ Y YO AMIGOS —LE DIJE AL
PELLÍN.
—MUCHO, MUCHO —DIJO
SONRISOSO.
—¡ELLOS NO! —APUNTÉ HACIA
LA CUEVA DEFINITIVAMENTE.
—¡NO! —REPITIÓ EL PELLÍN POR
FIN SERIO.
—TÚ Y YO BANDA PANGUIPULLI
—LE DIJE.
—¿SIN PANGUI? —PREGUNTÓ.
SE ME HABÍA OLVIDADO QUE
PANGUI ES PUMA EN
MAPUCHE, Y PANGUIPULLI,
TIERRA DE ÍDEMS. EL PELLÍN
TENÍA RAZÓN: SI NO ESTABA EL
CAUPO, NO LE VENÍA EL
NOMBRE A NUESTRA BANDA.
—¿CÓMO LLAMARLA? —
PREGUNTÉ.
—PAILLACO —DIJO Y ME
APUNTÓ EL AGUA.
MIENTRAS YO PENSABA QUÉ
PODRÍAMOS HACER LOS DOS
SIN ELLOS, OÍ ALLÁ LEJOS UN
SONIDO DE CAMPANA. ERA UNA
COSA UN POCO MUSICAL, COMO
SONORA Y SUAVE, SIN NERVIOS
NI MANDATO, DIFÍCIL DE
EXPLICAR. ALGO COMO SI UN
PICAFLOR CHOCARA CON LA
LUNA.
—¿QUÉ ES ESO, PELLÍN?
EN SUS MEDIAS PALABRAS DE
CHILENO Y MAPUCHE ME
EXPLICÓ QUE ERA UNA
CAMPANA DE ORO. PARECE QUE
HACE MUCHOS AÑOS, EN
TIEMPOS DE LOS ESPAÑOLES, Y
JUSTO CUANDO ELLOS
HICIERON EL CASTILLO DE
MANCERA, AMONTONARON
MUCHO ORO Y, PARA QUE
ESTUVIERA SEGURO, LO
FUNDIERON EN UNA INMENSA
CAMPANA. A LOS ARAUCANOS
LES CARGABA EL ORO, PORQUE
ERAN DISTINTOS DE LA GENTE
DE AHORA QUE PELEA POR ÉL.
EL ORO LOS HABÍA HECHO
SUFRIR… TAMPOCO QUERÍAN
QUE LO TUVIERAN LOS
ESPAÑOLES. ASÍ QUE UN BUEN
DÍA, MIENTRAS LOS ESPAÑOLES
ANDABAN DE PICNIC, SE
ROBARON TRANQUILAMENTE
LA CAMPANA DE ORO Y LA
ECHARON AL RÍO CALLE CALLE.
ESTE ES UN SECRETO, QUE ME
CONTÓ EL PELLÍN, UN SECRETO
DE NUESTRA BANDA SECRETA
PAILLACO, Y UNO DE ESTOS
DÍAS, CUANDO TENGAMOS
TIEMPO, LA VAMOS A IR A
SACAR. PORQUE PARECE QUE
ESTA CAMPANA TAÑE ALGUNAS
VECES, AL ANOCHECER,
CUANDO VA A PASAR ALGO
CHORO AQUÍ EN MANCERA. SI
SUENA CON TAÑIDOS DE ORO
ES MEJOR QUE CUANDO PARECE
PURAMENTE DE PLATA, QUE ES
UN MODO DE DISFRAZARSE.
HABLANDO CON EL PELLÍN, ME
HABÍA OLVIDADO QUE AHORA
YO ERA ENEMIGO DE LA BANDA
DE LOS PUMAS, Y CUANDO VI
ACERCARSE AL SEDRI CON EL
CAUPO Y LOS DEMÁS, OLVIDÉ
PONERME EN GUARDIA. O SEA
EN FACHA DE ATAQUE.
VENÍAN SUDOROSOS Y
MUGRIENTOS, CON LOS OJOS
PLOMIZOS DE TIERRA Y LAS
PESTAÑAS BLANCAS CON
HARTAS TELARAÑAS.
YO ME HICE EL QUE NO NOTABA
SU DISFRAZ.
EMPEZARON A SACUDIRSE Y A
FANTOCHEAR Y TIRARSE PINTA
DE LO TREMENDO QUE ERA
TREPAR POR LA CUEVA HACIA
AFUERA, DE LO SOFOCANTE
QUE ERA DENTRO, DE LA
TIERRA QUE HABÍA Y
CHORREABA ENCIMA DE ELLOS,
DE LOS TESOROS QUE HABÍAN
ENCONTRADO.
NO LES DIJE NI PÍO DE LA
CAMPANA DE ORO NI DE LA
MISTERIOSA BANDA PAILLACO
DEL PELLÍN Y YO.
—TE ENCANTARÁ ALLÁ
DENTRO —DIJO EL NEGRO
REVOLVIENDO SUS OJOS
LACRIMÓGENOS DE TELARAÑAS.
YO ARRESPINGUÉ LOS
HOMBROS CON UN «NA QUE
VER» DE ESOS QUE SACAN
PICA.
—ESTAMOS SEGUROS DE QUE
AHÍ HAY TESOROS… —DIJO EL
COTE.
—¿DE ÉSTOS? —PREGUNTÉ
DESPRECIÓSE, MOSTRANDO
LAS PIEDRAS QUE TENÍA
GUARDADAS.
LOS SEIS SE ME VINIERON
ENCIMA, A TOCARLAS, A
MORDERLAS, A PESARLAS. LOS
OJOS LES DABAN VUELTAS
COMO HÉLICES.
—¿DÓNDE LAS ENCONTRASTE?
—¿TIENES MÁS?
—SON PIEDRAS PRECIOSAS.
—¡HEMOS DESCUBIERTO UN
TESORO!
—AL PASITO —INTERRUMPÍ
YO—. UDS. NO HAN
DESCUBIERTO NADA… ESTAS
PIEDRAS SON MÍAS.
—BUENO, PERO TÚ ERES EL
JEFE DE LA BANDA, EL JEFE DE
NOSOTROS. ASÍ QUE SON DE
TODOS…
— ¿DESDE CUÁNDO SOY JEFE?
—PREGUNTÉ.
SE MIRARON LOS SEIS Y CON
OJOS CATACLÍPTICOS DIJERON:
— ¡DESDE AHORA!
—ASÍ QUE YO SOY JEFE
PORQUE TENGO UN TESORO… —
DIJE PENSANDO FUERTE PARA
ESTAR BIEN SEGURO. DE
TODOS MODOS ME CONVENÍA
SER JEFE, PORQUE EL QUE
MANDA, MANDA Y SE ACABÓ.
TAMBIÉN ES MUY ABURRIDO
ESTAR PELEANDO CON LOS
AMIGOS. ¿QUÉ SACABA CON
MIS TESOROS Y MIS PIEDRAS
PRECIOSAS? TAMBIÉN NO ME
AGUANTABA LAS GANAS DE
CONTARLES LA CUESTIÓN DE LA
CAMPANA DE ORO… Y
CATAPLÚN, SE LAS CONTÉ.
A MEDIDA QUE HABLABA,
SENTÍA QUE ELLOS SE IBAN
PONIENDO COMO MÁS
CHICOS, O QUIZÁS SI YO MÁS
GRANDE, PERO ME SENTÍA MÁS
DURO Y ELLOS MÁS
REVERENTES. YO TENÍA ESA
COSA QUE LLAMAN «VANIDAD»
DE QUE LE HABLAN A UNO.
PERO YO CREO QUE ES
VANIDAD CUANDO NO HAY
MOTIVO Y NO ES VANIDAD
CUANDO HAY. Y YO TENÍA
MOTIVO.
—¿Y QUÉ PIENSAS HACER CON
LA CAMPANA DE ORO? —ME
PREGUNTÓ EL RODRI.
—MUCHAS COSAS —DIJE, Y
ME TAMBORILEABAN LAS IDEAS
LUJURIENTAS—. TENGO QUE
HACER UN PLAN CON EL
PELLÍN…
—Y CON NOSOTROS —DIJO EL
COTE—. PORQUE LA CAMPANA
SERÁ DE LA BANDA.
—SERÁ, SI LOGRAMOS SACARLA
DEL RÍO. NO ES FÁCIL.
—¿CÓMO SABES QUE NO ES
FÁCIL? —PREGUNTÓ EL JAPO.
—PORQUE SI FUERA FÁCIL LA
HABRÍA SACADO OTRO —DIJE
YO.
—¿Y CÓMO SABEMOS SI ESTÁ
AHÍ TODAVÍA? —PREGUNTÓ EL
SEDRI.
—PORQUE CON MIS PROPIAS
OREJAS LA OÍ SONAR —
CONTESTÉ.
EL PELLÍN DECÍA «SÍ» CON SU
CABEZA Y SONREÍA CON MÁS
DIENTES QUE NUNCA. YA SE LE
HABÍA PASADO EL SUSTO DEL
HUECUVI (DIABLO, EN
MAPUCHE) Y ESTABA OTRA VEZ
CONTENTO.
EL CIELO SE HABÍA NUBLADO
Y LO QUE PASABA ES QUE SE
ESTABA HACIENDO LA NOCHE.
NO SÉ POR QUÉ LA NOCHE TRAE
EL MAL PENSAMIENTO DE
COMER Y ES COMO TERRIBLE
CUANDO UNO NI TIENE LA
MAYOR IDEA DE DÓNDE
ENCONTRAR COMIDA.
—¡CHITAS QUE TENGO HAMBRE!
—DIJO EL RODRI Y TODOS
SUSPIRARON SOBÁNDOSE EL
CINTURÓN.
NO SÉ SI EL PELLÍN ENTENDIÓ
O ADIVINÓ, LA COSA ES QUE
EMPEZÓ A HACER GESTOS PARA
QUE LO SIGUIÉRAMOS. Y NOS
LLEVÓ POR UN CAMINITO
CHIRIMOYA, QUE BAJABA Y
SUBÍA, RESBALABA, HACÍA DAR
UNOS SALTOS, TREPAR
BASTANTE Y FRENAR A TODO
CHORRO CUESTA ABAJO…
Y ASÍ LLEGAMOS A UN
BOSQUECITO DONDE HABÍA
UNA RUCA HECHA DE BARRO Y
RAMAS CON
TECHO DE TOTORA BIEN
CHASCONA. DESDE LEJOS SE
VENÍA ACERCANDO UN
OLORCITO DE HUMO
RETORCIDO CON ALGO QUE
PODRÍA SER PAN AMASADO.
—¿TU CASA? ¿TU MAMÁ? —LE
PREGUNTÉ AL PELLÍN, CUANDO
VI UNA VIEJECITA INDIA MUY
CHORA QUE ESPERABA EN LA
PUERTA.
—YO NO TENER ÑUQUE NI
CHAO —DIJO EL PELLÍN, Y LE
ENTENDÍ QUE ESO ERA MAMÁ Y
PAPÁ—. ELLA MI CHUCHU, YO
SU TUTU.
—¡CLARO! TU GÜELI Y TÚ SU
NIETO —ME EXPLIQUÉ PARA
QUE OYÉRAMOS TODOS.
ESTA VIEJITA NO TENÍA NADA
QUE VER CON LA HECHICERA
BRUJA AMBICIOSA DEL
BARTOLO. SE PARECÍA AL
PELLÍN Y TENÍA DIENTES CON
SONRISA Y TODO.
ENTRAMOS, Y MIENTRAS LA
CHUCHU SACABA UNAS
TORTILLAS CALENTITAS DEL
HORNO, EL PELLÍN SE AFANABA
HACIENDO HUECO EN EL SUELO
PARA QUE TODOS
ENTRÁRAMOS.
—CHALI, CHALI —DECÍA LA
DUEÑA DE CASA PASANDO LAS
TORTILLAS TAN CALIENTES QUE
NOS QUEMABAN LAS MANOS Y
TENÍAMOS QUE TIRARLAS AL
AIRE PARA ENFRIARLAS UN
POCO. PERO LAS DEVORAMOS
CALENTITAS, MIENTRAS EL
PELLÍN HABLABA A TODA VELA
EN SU IDIOMA QUE NO
ALCANZABA A ENTENDER.
APENAS TERMINABA YO UNA
TORTILLA, TENÍA OTRA EN LA
MANO, HACIÉNDOLA SALTAR…
ENTRE EL NIETO Y SU GÜELI
NOS ACOMODARON UN RINCÓN
BLANDITO DE HOJAS SECAS Y
LOS DOS SE ARREGLARON EN
OTRO, AHÍ CERQUITA. EL
HORNO SE HABÍA IDO
APAGANDO POCO A POCO Y LA
OSCURIDAD SE IBA PONIENDO
TREMENDA CON EL SUEÑ O…
ES DIFÍCIL DORMIRSE CUANDO
UNO ESTÁ CANSADO, PERO ES
MÁS DIFÍCIL DESPERTAR AL
OTRO DÍA.
YO SENTÍA ENTRE SUEÑOS LA
CUESTIÓN MUSICAL DE LA
CAMPANA DE ORO ALLÁ EN EL
RÍO, LLAMANDO PARA QUE LA
FUERAN A BUSCAR. DOS VECES
DESPERTÉ CON EL TAÑIDO DE
ORO QUE LO AHOGABAN LOS
RONQUIDOS DE LA BANDA
DORMIDA.
HASTA QUE POR FIN LA VOZ
DE LA CAMPANA REPERCUTIÓ
TAN FUERTE QUE HIZO SALIR EL
SOL Y LA NOCHE SE HIZO DÍA
DE UN GARROTAZO. YO SALTÉ
DEL RINCÓN Y DESPERTÉ A LOS
RONCADORES, QUE
ASEGURABAN QUE LA OÍAN
SONAR Y AUN DORMIDOS
SENTÍAN SU LLAMADO.
LAS ABUELITAS MAPUCHES NO
TIENEN MAÑAS COMO LAS DE
CIUDAD Y NI SE ACUERDAN DE
ESAS REGLAS DE LAVARSE
CARA Y DIENTES. YO CREO QUE
POR ESO TIENEN DIENTES TAN
BLANCOS Y PAREJOS. AL
LEVANTARSE, LA ÚNICA
OBLIGACIÓN ES RECOGER
RAMITAS PARA EL HORNO. UNO
APRENDE A TOSTAR HARINA Y
HACER ULPO, QUE ES RICO Y
LLENADOR. LA CHUCHU NOS
DIO TAMBIÉN UNAS ABEJAS
REVUELTAS CON SU MIEL.
RESULTA QUE COMO SOY JEFE,
AQUÍ ME LLAMO LONCO.
DESDE QUE SOY EL LONCO DE
LA BANDA PAILLACO, ME HE
PUESTO MÁS RABIOSO,
MANDÓN Y ABUSADOR, PORQUE
DAN GANAS DE VER HASTA
DÓNDE LE OBEDECEN A UNO.
LOS OBLIGO A RECOGER
VARILLAS Y ESPINAS PARA
HACER CAÑAS CON ANZUELO Y
A SEGUIRME. EL PELLÍN NOS
LLEVÓ HASTA LA ORILLA DE
TORNAGALEONES Y PESCAMOS
CAUQUES P'AL MUNDO.
TENÍAMOS QUE ENGARFIARLOS
Y, COMO ERAN PESADOS, LOS
ARRASTRAMOS HASTA EL
RANCHO DE LA CHUCHU.
QUEDARON DESCAMADITOS,
LISTOS PARA EL ALMUERZO. LA
CHUCHU LOS AHUMÓ UN RATO Y
RESULTARON CABALLOS.
LOS QUE SOBRARON LOS
PUSO A SECAR PARA HACER
ALGO COMO UN CHARQUI DE
PESCADO.
TOTAL, CON ESTO DE COMER Y
COMER CASI SE NOS OLVIDA EL
NEGOCIO DE LA CAMPANA DEL
RIO.
—DEJÉMOSLA PARA MAÑANA —
DIJO EL NEGRO.
—VAMOS AL CASTILLO A
BUSCAR PIEDRAS PRECIOSAS —
DIJO EL COTE.
—LA CAMPANA PARA EL ÚLTIMO
PORQUE ES TAN PESADA —DIJO
EL ANDI. ESTANDO LLENOS SE
CREÍAN LA MUERTE Y NI ME
HACÍAN CASO.
—¡AQUÍ MANDO YO! —CHILLÉ A
TODO RIÑÓN.
—¡NO SEÁI TARAO! —DIJO
ALGUIEN Y AL TIRO LE DI UN
PUÑETE. UN LONCO TIENE
QUE HACERSE OBEDECER.
PERO JUNTO CON
DISPARARLO, ME LLEGÓ UNO A
MÍ. ALGUIEN LE PEGÓ AL
REBELDE Y OTRO A ÉSTE. Y SE
ARMÓ LA PELEA ENTRE LOS
FIELES Y LOS INFIELES Y QUEDÓ
LA TENDALADA. PELLÍN
PURAMENTE MIRABA Y EL
BARTOLO Y EL CAUPO SE
HICIERON BIEN A UN LADO
PARA QUE LOS CAÍDOS NO LOS
REVENTARAN.
COMO NADIE GANÓ SE PARTIÓ
EN DOS LA BANDA:
UNA LA DE ELLOS Y OTRA LA
MÍA. LA DE LOS SIETE PUMAS
AHORA ERA DE PUROS TRES, Y
LOS DESGRACIADOS NI SABÍAN
DÓNDE ENCONTRÉ LAS PIEDRAS
Y MENOS DÓNDE ESTARÍA LA
FAMOSA CAMPANA.
NOS SEPARAMOS FURIONDOS
Y, PARA QUE ELLOS NO NOS
SIGUIERAN, LOS FUIMOS
DESPISTANDO Y DESPISTANDO
HASTA QUE NOS PERDIMOS
DEFINITIVAMENTE.
ENVUELTOS EN RAMAS NOS
VENÍAN SIGUIENDO LOS MUY
MAMERTOS TRES PUMAS, Y
CUANDO VIERON QUE NOS
TIRAMOS AL SUELO DE LO PURO
CANSADOS, SE ACERCARON
REVERENCIOSAMENTE
HACIÉNDONOS LA PATA. NO LES
CONVENÍA ESTAR PELEADOS SI
EL PELLÍN ERA DE MI BANDA,
ASÍ QUE DECIDIERON PONERSE
BIEN. YO ME ABURRÍ DE SER
LONCO, PORQUE ES HARTO
CARGANTE
MANDUQUEAR TODO EL RATO.
ASÍ QUE NOS SENTAMOS A
DESCANSAR Y PLANEAR EL
ASUNTO DE LA CAMPANA.
—LO PRIMERO QUE HAY QUE
HACER ES BUCEAR… —DIJO
ANDI PANDA.
—¿TAI LOCO? CON EL
TREMENDO RÍO… HAY QUE
UBICAR LA CAMPANA.
—PODRÍAMOS CONSEGUIR UN
HELICÓPTERO PARA VERLA —
DIJO EL JAPO.
—¡CLARO! CON EL MONTÓN
QUE HAY EN ESTA ISLA.
¡ELÍGETE UNO! —RIÓ EL
NEGRO.
—UBICARLA ES LA COSA —DIJE
YO—, DESPUÉS BUCEAR. HAY
QUE HACERLA SONAR, PERO DE
DÍA…
—¿Y CÓMO? —LE PREGUNTÓ EL
SEDRI A PELLÍN—. ¿SABRÁ
CHUCHU CÓMO SONARLA?
PERO PELLÍN MOSTRÓ SUS
DIENTES SONRISOSOS. NADIE
DABA SOLUCIÓN, ASÍ QUE FUI A
UN LADO PARA PODER PENSAR.
HABÍA QUE TOMAR EN CUENTA
LO QUE ES UNA CAMPANA DE
LAS ANTIGUAS, DE ESAS QUE
SONABAN PARA LOS
INCENDIOS, SEGÚN DICEN. ERA
TODO EL ORO QUE HABÍAN
JUNTADO LOS ESPAÑOLES Y LO
HICIERON CAMPANA, QUIZÁS
PARA DESPISTAR. HABÍA QUE
PENSAR QUE SERÍA PESADA Y
QUE SI LOS INDIOS LA
ECHARON AL RÍO, TIENE QUE
HABER SIDO DESDE UNA LOMA
DE LA ISLA, HACIÉNDOLA
RODAR. NO QUISE PENSAR MÁS.
CON ESTOS DATOS YA
PODÍAMOS UBICARLA.

—HAGAMOS UNA GRAN


FOGATA —DIJE–; LAS
CAMPANAS DE ANTES SE
LARGABAN A SONAR CON UN
INCENDIO.
A TODOS NOS PARECIÓ CHORA
LA IDEA. BUSCAMOS UNA
LOMITA CON BAJADA AL RÍO,
JUNTAMOS HARTAS RAMAS Y
PELLÍN HIZO FUEGO CON SUS
FAMOSAS PIEDRECILLAS QUE
SIEMPRE ANDA TRAYENDO.
LA FOGATA PRENDIÓ
CHORIFLÁI, CON HARTAS
LLAMARADAS, CRUJIDERA DE
PALOS Y MÁS HUMO QUE UN
VOLCÁN. ALLÁ LEJOS SE OYÓ
SONAR LA CAMPANA…
Y VAMOS APAGANDO EL
FUEGO, QUE NO ES FÁCIL EN
UNA ISLA SIN MANGUERAS.
HASTA QUE POR FIN CON
PIEDRAS, RAMAS VERDES Y
PUÑADOS DE TIERRA, SE APAGÓ
LA CUESTIÓN.
—¡ALLÁ OÍ YO EL TAÑIDO! —
DIJO EL NEGRO.
—¿TAÑIDO?
—YO LA OÍ SONAR POR ACÁ —
DIJO OTRO.
—QUE AQUÍ —QUE ACÁ —QUE
EN ESA PUNTA —QUE EN
ÉSTA…
EL BARTOLO ESTIRÓ SU
COGOTE Y SE PARÓ EN LA COLA.
NO LE GUSTAN LAS PELEAS Y
CUANDO LO VIMOS TAN
FURIONDO, NOS QUEDAMOS
PARALELOS. CREO QUE ESTABA
TRASMITIENDO UN MENSAJE Y
LA COSA ERA ENTENDER LO QUE
ÉL QUERÍA DECIR.
CUANDO SE ME ENROSCÓ EN
EL COGOTE, LE HICE CARIÑO
Y POCO A POCO SE FUE
TRANQUILIZANDO, HASTA QUE
DE PRONTO SALTÓ AL SUELO Y
PARTIÓ TODO ONDULÓSE POR
UN CAMINITO QUE ÉL MISMO
IBA ABRIENDO ENTRE LAS
RAMAS Y BOSQUES.
CALLADITOS Y OBEDIENTES, LO
SEGUIMOS TODOS LOS
PANGUIPULLIS CON PELLÍN.
EL BARTOLO BRILLABA
SULFUROSO, LLENO DE ANILLOS
Y FLORES HIPPIES DE COLORES
BIEN LOCOS, TORNASOLES,
ELECTRÓNICOS, MARCIANOS.
NO SE PODÍA PERDER ENTRE LA
HIERBA SIEMPRE
VERDE; ALUMBRABA EL CAMINO
COMO SI EL SOL SE LE HUBIERA
METIDO DENTRO. NOS LLEVABA
POR SENDAS DESCONOCIDAS.
Y CUANDO MENOS PENSAMOS,
TODO ESO VERDE Y CASTAÑO
SE CONVIRTIÓ EN ARENA Y EN
PLAYITA, UNA PLAYA
CUALQUIERA CON SU RÍO O SU
MAR, PERO HARTA AGUA CON
OLITAS Y TODO.
EL BARTOLO CRUZÓ LA PLAYA
Y SE DISPARÓ AL AGUA COMO
QUIEN LLEGA A SU CAMA.
¿ESTABA LOCO QUE ÍBAMOS A
SEGUIRLO ASÍ NO MÁS? LAS
OLAS DE LA ORILLA SE IBAN
ENGORDANDO A MEDIDA QUE
EL SOL BAJABA… Y SE PONÍAN
ROJAS Y RUGIENTES, CON
VERDADERA RABIA.
DESDE LA MISMA ORILLA NOS
MIRABA EL BARTOLO COMO
ENOJADO DE QUE NO LO
SIGUIÉRAMOS. SE HABÍA
PUESTO PÁLIDO DE RABIA DE
CULEBRO Y NO BRILLABA
GENIAL, SINO DESCOLORIDO Y
ARENOSO Y DORMILÓN.
ME ACERQUÉ A ÉL PARA
ANIMARLO Y ME PILLÓ UNA
OLA QUE ME TIRÓ RODANDO
MAR ADENTRO, ABRAZADO AL
BARTOLO. PERO LA MISMA OLA
NOS DEVOLVIÓ DESPUÉS
COMO SI FUÉRAMOS BASURA.
¿ESTARÍA DEFENDIENDO A LA
CAMPANA?
NOS REVOLCAMOS PARA
SECARNOS LOS DOS Y
RODANDO Y RODANDO VI
ENTRE MIS PESTAÑAS
REVUELTAS DE ARENA, UNA
RED, UNA LONA Y UN BOTE
TUMBADO CERCA.
CORRIMOS HACIA ÉL Y NOS
METIMOS AL BOTE, FELICES DE
HABERLO DESCUBIERTO. PERO
DE DENTRO SALIÓ UNA VOZ Y
UN HOMBRE.
—¿ES UN ASALTO? —
PREGUNTÓ CON VOZ RONCA.
—NOOOOO —DIJIMOS EN
CORO RETROCEDIENDO.
—¿QUÉ BUSCAN POR AQUÍ?
ERA UN HOMBRE BARBÓN CON
HARTOS LUNARES, EL PECHO
PINTADO CON UN ANCLA AZUL Y
UNA LOLITA FEA CON COLA DE
SIRENA. SUS PANTALONES CASI
SE LE CAÍAN, MOSTRANDO UN
OMBLIGO TAN HONDO COMO LA
CUEVA DEL CASTILLO.
—BUSCAMOS LA CAMPANA DE
ORO —DIJO EL JAPO.
RIÓ Y SU NARIZ SE AGRANDÓ
CON HARTOS HOYITOS
NEGROS. SE RASCÓ LA CABEZA
Y EL COGOTE Y SE ATAJÓ LA
RISA CON LA MANO.
—ESA CAMPANA HA MATADO
MÁS GENTE QUE UNA GUERRA
—DIJO CON CARRASPERA.
—¿CÓMO LOS MATA? —
PREGUNTÓ EL COTE
ASUSTADO.
—SE LOS TRAGA GOLOSA, CON
HARTA AGUA —Y LARGÓ OTRA
CARCAJADA QUE NO ACABABA
NUNCA. AL BARTOLO LE CAYÓ
MAL SU RISA Y LE SACÓ LA
LENGUA. AL VERLO SE PUSO
SERIO EL GALLO. DIO UN PASO
ATRÁS Y SE QUEDÓ SENTADO
EN UN CANASTO LLENO DE
ALGO UN POCO
DESCONOCIDO. ERA UNA COSA
ENTRE TIRAS, GÜ IRAS Y
PORQUERÍAS CON UN OLOR MUY
RARO. EL
CANASTO HABÍA RODADO CON
ÉL DENTRO DEL BOTE TAN
ENREDADO EN LAS MALDITAS
CUESTIONES, QUE PARECÍA UN
PULPO GIGANTE.
MIENTRAS MÁS TRATABA DE
ZAFARSE, MÁS SE ENREDABA Y
SE IBA PONIENDO ROJO. LOS
PELOS DE SU BARBA PARECÍAN
DE ALAMBRE EMBRAVECIDO.
LOS DOS CON EL NEGRO
QUISIMOS AYUDARLO A
DESENREDARSE, PERO FUE
FATAL. CORTÓ LAS GÜIRAS Y
FUE TIRÁNDOLAS LEJOS. SE
LEVANTÓ Y LE DIO UNA GRAN
PATADA EL POBRE CANASTO.
—¿SON CULEBRAS SECAS? —
PREGUNTÓ EL ANDI PANDA.
CON LA PREGUNTA ESTÚPIDA
DEL ANDI, SE LE PASÓ LA
RABIA.
—¡NO! —DIJO—. SON PIURIS.
¿NO HAN COMIDO NUNCA
PIURIS? —PREGUNTÓ.
TODOS DIJIMOS QUE NO,
MENOS EL PELLÍN. EL
PESCADOR LE CERRÓ UN OJO,
ESCARBÓ AL FONDO DEL BOTE Y
SACÓ UNA OLLA CON UN GUISO.
—¡PRUÉBENLOS! —DIJO Y MÁS
PARECÍA UNA ORDEN.
NOS MIRAMOS. ESA CERRADA
DE OJO AL PELLÍN NOS DABA
DESCONFIANZA. PERO PARA NO
PARECER COBARDES, LOS
PROBAMOS. Y NOS GUSTARON.
PROBANDO MÁS IBAN SIENDO
MÁS RICOS Y ESE OLOR, QUE
ANTES PARECÍA RARO,
RESULTABA DEL UNO. ÉL SE
SENTÓ A COMER CON
NOSOTROS Y SE PUSO
CONVERSOSO.
—CUANDO YO ERA UN CABRO
COMO UDS., ME VINE DE MI
TIERRA EN BUSCA DE LA
MALDITA CAMPANA… —DIJO
MIRANDO AL RÍO—. DEJÉ MI
CASA Y LA ESCUELA Y PASÉ
MUCHOS MESES REMANDO RÍO
ARRIBA Y RÍO ABAJO. LAS
NOCHES QUE OÍ SONAR LA
CAMPANA, NO SE PUEDEN
CONTAR. ELLA ME LLAMABA.
ÉRAMOS CUATRO LOS CABROS
QUE LA ÍBAMOS A SACAR DEL
AGUA.
TENÍAMOS CORDELES,
CADENAS, CHUZOS Y HASTA
DOS ANCLAS PARA PODER
ENGANCHARLA… SALIMOS UNA
NOCHE EN QUE HABÍA LUNA Y
SE VEÍA CLARO COMO DE DÍA.
EL TAÑIDO DE LA CAMPANA
TAMBIÉN SONÓ CLARITO. TAN
CLARITO Y TAN CERCA QUE
ESTÁBAMOS SEGUROS DE
ESTAR ENCIMA DE ELLA.
ECHAMOS LAS CADENAS CON EL
ANCLA PARA SACARLA Y
EMPEZAMOS A REMAR EN
FORMA DE REMOLINO PARA NO
ALEJARNOS Y PARA ENREDARLA
BIEN. LA CAMPANA DE PRONTO
SE QUEDÓ CALLADITA. NI UN
SONIDO. ERA SEN QUE LA
HABÍAMOS ENCADENADO…
PERO EN
CAMBIO LAS AGUAS SE
ENCRESPARON SIGUIENDO EL
REMOLINO Y AHORA ERA EL
BOTE EL QUE NO
PODÍA PARAR DE DAR VUELTAS
Y VUELTAS. PARECÍA UNA
HÉLICE DE AVIÓN… UN
COMPAÑERO PERDIÓ EL
EQUILIBRIO Y CAYÓ AL RÍO.
TRATAMOS DE COGERLO, PERO
SE LO TRAGÓ EL REMOLINO. Y
AL TRAGARLO SONÓ OTRA VEZ
LA CAMPANA. LAS OLAS SE
AQUIETARON Y EL REMOLINO
TAMBIÉN. CREÍAMOS QUE
HABÍA TIEMPO DE SALVAR AL
AMIGO Y NOS SORTEAMOS PARA
TIRARNOS DOS Y OTRO
GUARDAR EL BOTE Y
RECOGERNOS. A MÍ ME CAYÓ EN
SUERTE SER BOTERO. LOS
OTROS SE TIRARON Y NUNCA
MÁS APARECIERON.
UNA NUBE GRANDE
OSCURECIÓ LA LUNA Y SONÓ
LA CAMPANA TRISTEMENTE.
DESDE
ENTONCES, DÍAS Y NOCHES HE
BUSCADO A LOS AMIGOS
NÁUFRAGOS. NUNCA VOLVÍ A MI
CASA; NO QUERÍA VOLVER SIN
ELLOS. Y ASÍ PASARON LOS
AÑOS… SOY PESCADOR
SOLITARIO, Y CADA VEZ QUE
ENCUENTRO UN AVENTURERO
QUE QUIERE IR A BUSCAR LA
MALDITA CAMPANA, YO LE
CUENTO MI HISTORIA Y LE
SALVO LA VIDA. ¿SE LAS SALVÉ
A UDS.?
NOS QUEDAMOS CALLADOS.
PENSAMOS MUCHO RATO,
AUNQUE NO TANTO, PORQUE
TOTAL, ¿PARA QUÉ SERVÍA
UNA CAMPANA DE ORO?
Y CONTESTAMOS QUE SÍ. EL
HOMBRE QUEDÓ CONTENTO Y
NOS CONVIDÓ A DORMIR AL
FONDO DEL BOTE.
YO LE CONTÉ LA HISTORIA DE
MI GENTE PERDIDA Y ENTONCES
NOS CONVIDÓ A LLEVARNOS A
NIEBLA DE PASEO, POR SI LOS
ENCONTRABA. NOS TAPÓ CON
LA LONA Y NOS DORMIMOS.
A LA MAÑANA SIGUIENTE,
ANTES DE QUE AMANECIERA,
REMOLCAMOS EL BOTE HASTA
LA ORILLA, ECHAMOS DENTRO
EL CANASTO Y NOS
ACOMODAMOS PARA REMAR
POR TURNOS. DE REPENTE ME
DI CUENTA DE QUE NO ESTABA
EL PELLÍN. MIRÉ A LA ORILLA, Y
ALLÁ LO DIVISÉ CON SU MANITO
GORDA Y MORENA
DICIÉNDONOS ADIÓS. NO
HABÍA QUERIDO DEJAR SOLA A
SU CHUCHU…
ERA TAN LINDO VER LA LUZ
QUE IBA DERRITIENDO LA
NOCHE Y DÁNDOLE CANCHA AL
SOL QUE NI SE HACÍA PESADO
TANTO REMAR. TAMPOCO DABA
CONGOJA PENSAR QUE A LO
PEOR SE HABÍAN TERMINADO
DE VERDAD LAS VACACIONES Y
LO ÍBAMOS A SABER DE UN
PORRAZO, AL LLEGAR A LA
ORILLA. YO REZABA PORQUE
NIEBLA FUERA MÁS
DESCONOCIDO Y MÁS
DESPISTADO Y SOLITARIO
QUE MANCERA… SI HUBIERA
SABIDO CÓMO ERA, YO NO
HABRÍA REZADO. DIOS NO
PUEDE ESTAR CAMBIANDO LAS
COSAS POR DARLE GUSTO A
CADA UNO QUE REZA…
EL SOL NOS RASGUÑ ABA LAS
OREJAS Y COGOTES CUANDO
LLEGAMOS A NIEBLA.
UNOS PESCADORES AMIGOS
DEL VIEJUJO NOS LLEVARON A
COMER UN CALDITO EN UNA
HOSTERÍA DE PLAYA. ESTABA
SÚPER. PERO ENTRE LOS
PESCADORES HABÍA UN GALLO
QUE LE TENÍA MIEDO AL
BARTOLO Y MAL OJO AL
CAUPOLICÁN. ADEMÁS, LE DIO
CON HABLARLE EN SECRETO
CON CARA DE JUDAS AL VIEJO
DE LOS PIURIS, Y YO ME EMPECÉ
A DAR CUENTA QUE
ROTUNDAMENTE LO QUERÍA
ASESINAR. PORQUE TENÍA UN
OLOR DE LÁMPARA Y UNOS
OJOS DE CAMARÓN Y LE
SILBABAN LAS ESES COMO
MICROFILM.
LE DIJE AL JAPO QUE ESTABA A
MI LADO:
—CORRE LA VOZ QUE NOS
CONVIENE DESAPARECER. ESTE
GALLO TIENE PINTA DE
TRAIDOR… JAPO CORRIÓ LA
BOLA Y ENTONCES
PREGUNTAMOS EN SECRETO
DÓNDE ERA LA «CASITA» Y
SALIMOS DISPARADOS UNO POR
UNO. PERO EL GALLO TRAIDOR
LAS PARÓ AL TIRO, NOS SIGUIÓ
Y SE
CHANTÓ EN LA PUERTA
CRUZANDO LOS BRAZOS.
NADIE SE ATREVÍA A SALIR,
HASTA QUE ÉL LE DIO UNA
PATADA A LA PUERTA. COMO
ERA TAN ENCLENQUE SE CAYÓ
Y NADIE ALCANZÓ A
ARRANCAR. EL GALLO
ENCENDIÓ UN PITILLO, NOS
MIRÓ DE HIPO EN HIPO Y CON
SU MODITO MICROFÍLMICO
DIJO CON LENGUA TRAPOSA:
—NINGUNITO «ZE MEZCAPA»
—SE ACOMODÓ LA LENGUA QUE
SE LE HABÍA ENREDADO, Y
SIGUIÓ DICIENDO—: «ZOY
ENCARGAO DE DEGOR DEGOR
DEGORVERLOS A LOS MAMITOS
QUE LE QUE LE BUZCAN PUAHÍ.
TENGUM MICRO LISTO» —Y NOS
PESCÓ DE UN BRAZO, DE UNA
OREJA, DE UN CINTURÓN O UNA
PATA Y SALIÓ CON TODITOS A
LA RASTRA. EL JUDAS ERA UN
GIGANTE. YO
ME ACORDÉ DE LOS CUENTOS
DE CUANDO ERA CHICO. POR
SUERTE EN EL MICRO HABÍA
MÁS GENTE Y UN CHOFER CON
CARA DE ÍDEM.
Y CUANDO EL JUDAS NOS QUISO
QUITAR AL BARTOLO Y AL
CAUPO, EL CHOFER SE ENOJÓ:
—¡SON MASCOTAS! —DIJO Y
PARTIÓ A TODO CHANCHO SIN
QUE PUDIÉRAMOS
DESPEDIRNOS DEL VIEJITO DE
LOS PIURIS, DEL CASTILLO DE
MANCERA, DEL PELLÍN Y DE
NUESTRAS VACACIONES…

También podría gustarte