Cap 1

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Capı́tulo 1

Ondas electromagnéticas
Alberto Carramiñana, 13 de diciembre de 2022.

1.1. Electrodinámica clásica


1.1.1. Ecuaciones de maxwell
Formulaciones
Las ecuaciones de Maxwell permiten calcular los campos eléctrico, E(~ ~ r, t),
y magnético, B(~~ r, t), a partir de las densidades de carga, ρ(~r, t), y de co-
rriente eléctrica, ~(~r, t). Tienen expresiones distintas en distintos sistemas
de unidades.

En el sistema gaussiano tienen la forma,


~
~ = 4πρ ,
∇·E ~ = 1 ∂ E + 4π ~ ,
∇×B (1.1)
c ∂t c
~
~ = 0,
∇·B ~ = − 1 ∂B ,
∇×E (1.2)
c ∂t
con c = 299 792 458 m/s la velocidad de la luz en el vacı́o. Las prime-
ras dos ecuaciones relacionan los campos con sus fuentes (ecs. inho-
mogéneas) y las siguientes a los dos campos entre sı́ (ecs. homogéneas).
El sistema gaussiano presupone unidades cgs, con la carga dada en uni-
dades electrostáticas de carga, o stat-coulomb [ue ≡ g1/2 cm3/2 s−1 ]. La
carga del electrón, por definición la carga elemental, es

−e = 4.803 204 712 . . . × 10−10 ues .

Los campos se expresan en unidades de statVolt/cm [≡ g1/2 cm1/2 s−1 ].

1
Las ecuaciones de Maxwell expresadas en el sistema internacional (SI)
son
~
∇·E ~ = ρ/ε0 , ∇×B ~ = µ0 ε0 ∂ E + µ0~ , (1.3)
∂t
~
∇·B ~ = 0, ∇×E ~ = − ∂B . (1.4)
∂t
El SI emplea unidades distintas para los campos eléctrico y magnéti-
co, ESI = cEcgs , e introduce la permitividad eléctrica y permeabilidad
magnética del vacı́o, ε0 = 1/4πc, µ0 = 4π/c, respectivamente. Es-
tas constantes se relacionan directamente con la velocidad de la luz,

c = 1/ µ0 ε0 . La carga elemental en el sistema internacional es exac-
tamente
1.602 176 634 × 10−19 coulombs,
relacionada con el valor gaussiano a través de c.
Las formulaciones anteriores son válidas para campos en el vacı́o, o
campos descritos a nivel microscópico. La formulación macroscópica
en el SI para un medio con permitividad eléctrica ε y permeabilidad
magnética µ es,
~
~ = ρ,
∇·D ∇×H ~ = ∂ D + ~ , (1.5)
∂t
~
∇·B ~ = 0, ∇×E ~ = − ∂B , (1.6)
∂t
~ = εE,
con D ~ el campo de desplazamiento, H ~ = B/µ,
~ el campo
~
magnético y B la inducción magnética.
En lo que sigue se emplearán las expresiones gaussianas (1.1,1.2).

Principio de superposición e invariancia


Las ecuaciones de Maxwell son lineales y cumplen el principio de superpo-
sición: la suma de dos soluciones a las ecuaciones es también una solución.
Adicionalmente, las ecuaciones son invariantes ante transformaciones de Lo-
rentz y consistentes con los principios de relatividad (§4).

1.1.2. Electrodinámica clásica


Las ecuaciones de Maxwell provienen de las leyes de Coulomb, la conser-
vación del flujo magnético, y las leyes de Ampere y Faraday, se resume a
continuación.

2
Figura 1.1: Las lı́neas de campo
eléctrico divergen de una carga pun-
tual positiva y convergen a una carga
negativa.

Ley de Coulomb - caso electrostático


La ley de Coulomb da el campo eléctrico originado por una carga puntual
en reposo,
~ q
E(r) = 2 r̂ , (1.7)
r
para una carga q situada en el origen de coordenadas. El campo eléctrico
puede ser descrito en términos de lı́neas de campo que salen de la carga
radialmente. Las lı́neas convergen o divergen, dependiendo del signo de la
carga (figura 1.1). La ley de Coulomb se deriva de la primera de las ecua-
ciones (1.1), integrada sobre un volumen esférico centrado en q,
Z Z I  
~ dV =
∇·E 4πρ dV ⇒ ~ · r̂ da = Er 4πr2 = 4πq , (1.8)
E
V V A(V )

siendo q la integral de ρ(~r) sobre el volumen V que rodea a la carga. El


campo se considera radial y constante sobre una esfera centrada en q, siendo
el vector normal a la superficie radial, n̂ = r̂, y el área de la esfera siendo
A = 4πr2 , con lo que recobramos la ley de Coulomb (1.7).
De acuerdo al principio de superposición el campo electrostático de un
conjunto discreto de N cargas {qi } situadas en {~ri }, está dado por
N
~ r) =
X qi (~r − ~ri )
E(~ .
i=1
|~r − ~ri |3

Para una distribución continua de cargas, ρ(~r), el campo electrostático queda


como,  
Z ρ(r~0 ) ~r − r~0
~ r) =
E(~ d3 r0 . (1.9)
|~r − r~0 |3

3
Figura 1.2: Lı́neas de campo magnéti-
co atravesando un volumen cilı́ndrico.
El número de lı́neas entrando a la su-
perficie es igual al número de lı́neas
saliendo. La divergencia de B~ es nula,
conforme a la conservación del flujo
magnético.

Para ∇ × E~ = 0 se puede definir el potencial electrostático φ(~r) de acuer-


~
do con E(~r) = −∇φ. El potencial se calcula con la ecuación de Poisson,
∇2 φ = −4πρ. Para una carga puntual situada en ~r0 , la solución es,
q
φ(~r) = , (1.10)
|~r − ~r0 |
consistente con las ecuaciones (1.7, 1.9).

Conservación del flujo magnético


La expresión ∇ · B = 0 implica la inexistencia de cargas magnéticas. Al inte-
grar sobre un volumen cerrado tenemos el mismo número de lı́neas saliendo
y entrando a través de la superficie A que acota al volumen en consideración,
es decir I
~ · d~a = 0 .
B (1.11)
A
Esto se ilustra con un volumen de simetrı́a cilı́ndrica (figura 1.2), donde
~ · d~a < 0) por la parte inferior de la superficie
las lı́neas que entran (B
son las mismas que salen (B ~ · d~a > 0) por la parte superior: las lı́neas de
campo magnético no divergen o convergen en ningún punto. La convergencia
corresponderı́a con una carga magnética, un monopolo. Una consecuencia
~ = 0 es la posibilidad de definir el potencial
importante de la ecuación ∇ · B
vectorial A~ mediante,
B~ =∇×A ~. (1.12)

Ley de Ampere - caso magnetostático


Si no hay dependencia temporal explı́cita la segunda ecuación 1.1 se escribe
como
∇×B ~ = 4π ~ ,
c

4
con ~ = ~(~r). Esta ecuación proviene de la ley de Ampere, que se recupera
al integrar sobre una superficie normal a ~,

~ · d~a = 4π I ~ · d~` = 4π I .
Z   I
∇×B ⇒ B (1.13)
A c C c
Si consideramos una superficie acotada por un cı́rculo de radio R, normal n̂
y vector tangente ϕ̂, la ley de Ampere resulta en
2I
 
~ =
B ϕ̂ ,
Rc
después de dividir por 2πR, la circunferencia de C. El campo magnético
producido por una corriente I en un cable lineal infinito decae como el
inverso de la distancia R a la lı́nea.
Maxwell generalizó la ley de Ampere al introducir la corriente de des-
plazamiento en la segunda ecuación (1.1). El término añadido por Maxwell
corresponde a la inducción de un campo magnético por un campo eléctrico
dependiente del tiempo.

Ley de inducción de Faraday


La segunda ecuación (1.2) corresponde a la ley de inducción de Faraday, la
cual describe la inducción de un campo eléctrico por un campo magnético
dependiente del tiempo. Integrando sobre una superficie obtenemos el voltaje
inducido, φ(~r, t), dado por el cambio con el tiempo del flujo magnético, Φm :

~ · d~a = 1 d
~ · d~a = 1 dΦm ,
I Z   Z 
φ(~r, t) = − ~ · d~` = −
E ∇×E B
C A c dt
A c dt
(1.14)
con C la trayectoria definida por la frontera de la superficie A. Un campo
magnético dependiente del tiempo induce un campo eléctrico (fig. 1.3).

1.1.3. Ecuación de continuidad


De las ecuaciones de Maxwell se obtiene la ecuación de continuidad,
∂ρ
+ ∇ · ~ = 0 , (1.15)
∂t
que describe la conservación de carga eléctrica. La integral de la expre-
sión 1.15 sobre un volumen cerrado V acotado por una superficie A implica,
dQ
Z
=− ~ · d~a ,
dt A

5
Figura 1.3: Un campo magnético con
dependencia armónica en el tiempo
induce un voltaje con misma depen-
dencia al atravesar un circuito.

el cambio de la carga Q contenida en V está dada por la “entrada” y “salida”


de lı́neas de corriente a través de la superficie A: donde converge (diverge)
la densidad de corriente aumenta (disminuye) la densidad de carga.

1.1.4. Fuerza de Lorentz y teorema de Poynting


Los campos electromagnéticos producen fuerzas que actúan sobre cargas q,
denominada fuerza de Lorentz:
~ + ~v × B
 
F~ = q E ~ . (1.16)
c
con ~v la velocidad de la carga. La fuerza de Lorentz es paralela al campo
eléctrico y perpendicular al campo magnético. En el caso de campos con una
dirección fija, la fuerza hace que la carga tienda a moverse en la dirección
de E ~ y a girar alrededor de las lı́neas de campo magnético B.
~
El teorema de Poynting describe la conservación de la energı́a de forma
análoga a la ecuación de continuidad. Se deriva estimando el trabajo que
realiza la fuerza de Lorentz sobre un conjunto de cargas discretas. Al definir
la densidad de energı́a del campo electromagnético,
1  2 
u≡ E + B2 , (1.17)

y el flujo de energı́a electromagnética, dado por el vector de Poynting:
~≡ c E
 
S ~ ×B~ , (1.18)

obtenemos de las ecuaciones de Maxwell la relación:
∂u ~ = −~ · E
~.
+∇·S (1.19)
∂t

6
La principal diferencia entre las ecuaciones (1.19) y (1.15) radica en el
término de la derecha: mientras que la carga eléctrica es una cantidad que
se conserva, la energı́a electromagnética puede no conservarse y ser disipa-
da. El principio de conservación de la energı́a se cumple, ya que la energı́a
electromagnética disipada se convierte en otro tipo de energı́a, como puede
~ corresponde con la ley de Ohm.
ser mecánica o térmica. El término ~ · E

1.1.5. Potenciales electromagnéticos


Las ecuaciones de Maxwell pueden escribirse en términos de los potencia-
les electromagnéticos, A~ y φ, originados en las dos ecuaciones homogéneas.
~
El potencial vectorial A define al campo magnético, de acuerdo a la expre-
sión (1.12), satisfaciendo automáticamente la primera ecuación (1.2), dado
que la divergencia de un campo rotacional es nula. El campo eléctrico puede
definirse entonces a partir de ambos potenciales, escalar y vectorial,

~
~ = −∇φ − 1 ∂ A ,
E (1.20)
c ∂t
dado que el rotacional de un gradiente es cero. Con estas definiciones, la
dos ecuaciones homogéneas de Maxwell se satisfacen automáticamente. La
substitución de los potenciales en las ecuaciones inhomogéneas da:
1∂  ~

∇2 φ +
∇·A = −4πρ , (1.21)
c ∂t
2~
~− 1 ∂ A −∇ ∇·A~ + 1 ∂φ 4π
 
∇2 A 2 2
= − ~ . (1.22)
c ∂t c ∂t c
Estas ecuaciones pueden simplificarse aprovechando que los potenciales no
están definidos de manera unı́voca. Dada una función escalar arbitraria ψ,
podemos reemplazar el potencial vectorial A ~ por A ~0 = A ~ + ∇ψ y el po-
tencial escalar φ → φ0 = φ − (∂ψ/c ∂t) , sin dejar de cumplir con las ecua-
ciones (1.2). La elección de la función ψ es la elección de una norma. Dos
normas que permiten simplificar las ecuaciones (1.21, 1.22) son:

La norma de Coulomb, ∇·A ~ = 0: conveniente para tratar problemas


de electrostática. La primera de las ecuaciones de Maxwell resulta en
una ecuación de Poisson, ∇2 φ = −4πρ, de solución general
 
Z ρ r~0 , t
φ(~r, t) = d3 r 0 . (1.23)
~r − r~0

7
~
En el caso estacionario (∂φ/∂t = 0, ∂ A/∂t = 0), el potencial vectorial
~ = −4π~/c.
satisface también una ecuación de Poisson, ∇2 A

La norma de Lorenz,

∇·A ~ + 1 ∂φ = 0 , (1.24)
c ∂t
que permite escribir las dos ecuaciones inhomogéneas de Maxwell en
forma de ecuaciones de onda con fuentes:
1 ∂2φ 1 ∂2A~ 4π
∇2 φ − = −4πρ , ~−
∇2 A = − ~ . (1.25)
c2 ∂t2 2
c ∂t2 c
~ en términos
Las ecuaciones 1.25 pueden integrarse, quedando φ y A
de las densidades de carga y corriente:
 
Z ρ r~0 , t − |~ r − r~0 |/c
φ(~r, t) = d3 r0 , (1.26)
~r − r~0

 
Z ~ r~0 , t − |~r − ~0 |/c
r
1
~ r, t) =
A(~ d3 r0 , (1.27)
c ~

r−r ~ 0

Las fuentes deben evaluarse en tret = t − |~r − r~0 |/c, debido a la propa-
gación de la interacción electromagnética con velocidad finita (§4).

(Shu 11; Ryb 2.1; Jackson 6)

1.2. Ondas electromagnéticas en el vacı́o


1.2.1. Ecuación de onda
En ausencia de cargas y corrientes las ecuaciones de Maxwell dan lugar a
ecuaciones de onda para los campos eléctrico y magnético:

1 ∂2E~ 1 ∂2B~
~−
∇2 E = 0, ~−
∇2 B = 0. (1.28)
c2 ∂t2 c2 ∂t2
Con la norma de Lorenz obtenemos también una ecuación de onda para los
potenciales electromagnéticos. La solución a la ecuación (1.28) puede obte-
nerse por separación de variables, dando lugar a la dependencia armónica,
n o n o
~ = êE0 exp i(~k · ~r − ωt) ,
E ~ = b̂B0 exp i(~k · ~r − ωt) ,
B (1.29)

8
condicionada a la relación de dispersión,

ω 2 − k 2 c2 = 0 . (1.30)

Eligiendo ambas cantidades positivas y la solución, k = +ω/c, las ecuaciones


de Maxwell se pueden escribir como:
 
~k · ê = 0 , ~k × ê E0 = +b̂ (ω/c) B0 , (1.31)
 
~k · b̂ = 0 , ~k × b̂ B0 = −ê (ω/c) E0 , (1.32)

desprendiéndose E0 = B0 . Los vectores unitarios {k̂, ê, b̂} forman una base
ortogonal. Los campos son perpendiculares a la dirección de propagación de
la onda. El comportamiento de los vectores ê y b̂ define la polarización de la
onda (§1.2.2), mientras que el vector ~k la caracteriza espectralmente y en su
propagación. Un vector ~k dado describe la propagación de una componente
monocromática. La solución más general de la ecuación de onda es una
superposión de ondas monocromáticas en todas direcciones,
Z
~
~ r, t) =
E(~ ê± (~k) E± (~k) ei(k·~r∓ωt) d3 k . (1.33)

La ecuación de onda se cumple si k 2 = ω 2 /c2 dentro de la integral. Cada


valor de ~k representa una componente espectral y el signo ± indica las dos
posibles orientaciones de dicha componente.
La densidad y el flujo de energı́a de las ondas electromagnéticas se deri-
van de la expresiones 1.17 y 1.18, resultando en
E02 2
~ = c E0 k̂ .
u= , S
4π 4π

1.2.2. Polarización
Polarización de luz monocromática
El comportamiento temporal y espacial de los vectores E ~ y B~ describe la
polarización de la onda. Es suficiente concentrarse en uno de los campos,
siendo el otro perpendicular a él en todo momento. Al ser la densidad de
~
energı́a constante y proporcional a |E(t)| ~
2 + |B(t)| ~
2 , vemos que cuando |E|

aumenta |B|~ disminuye y viceversa. Para la descripción de una onda mono-


cromática propagándose en la dirección k̂ = ẑ (ec. 1.29), podemos emplear
vectores imaginarios,

êE0 = x̂ x exp(iϕx ) + ŷ y exp(iϕy ) , (1.34)

9
con x y y cantidades reales fijas. El campo eléctrico está completamente
caracterizado por los valores {x , y , ϕx , ϕy }. Podemos visualizar su compor-
tamiento con el tiempo fijando un punto, z = 0, y suponiendo que el campo
~
medible es la parte real de E,
h i
~ med = R E(0,
E ~ t) = x̂ x cos(ωt − ϕx ) + ŷ y cos(ωt − ϕy ) . (1.35)

Esta ecuación puede manipularse y dar


2 !2 !
Ex Ey Ex Ey

+ −2 cos ∆ϕ = sin2 ∆ϕ , (1.36)
x y x y

donde Ex = x cos(ωt − ϕx ), Ey = y cos(ωt − ϕy ), con ∆ϕ = ϕy − ϕx . Po-


~ confinándolo a una “caja”
demos visualizar el comportamiento del vector E
de dimensiones x × y , donde:
~ está restringido al eje y, y si y = 0 al eje x. Estos
si x = 0 el vector E
son dos casos particulares de polarización lineal;
∆ϕ = 0 ⇒ Ex /x − Ey /y = 0: el vector E ~ está restringido a una
lı́nea definida por las esquinas inferior izquierda y superior derecha de
la caja. Este es un modo de polarización lineal.
∆ϕ = π ⇒ Ex /x + Ey /y = 0: el vector E ~ está restringido a una
lı́nea entre las esquinas superior izquierda e inferior derecha de la caja.
Este es el modo de polarización lineal ortogonal a ∆ϕ = 0.
∆ϕ ∈ {π/2, 3π/2} ⇒ (Ex /x )2 +(Ey /y )2 = 1, ecuación de una elipse.
La polarización es elı́ptica; si x = y la polarización es circular.

→ ∆ϕ = π/2 ⇒ E ~ = x̂x cos(ωt − ϕx ) − ŷy sin(ωt − ϕx ) correspon-


de a rotación en el sentido de las manecillas del reloj, o polariza-
ción izquierda;
→ ∆ϕ = 3π/2 ⇒ E ~ = x̂x cos(ωt − ϕx ) + ŷy sin(ωt − ϕx ) corres-
ponde a rotación en el sentido inverso, o polarización derecha.
Esto se ilustra en la figura 1.4.

Parámetros de Stokes
La polarización de una onda monocromática se describe comúnmente en
términos de los cuatro parámetros de Stokes, medibles observacionalmente:
I ≡ 2x +2y , Q ≡ 2x −2y , U ≡ 2x y cos ∆ϕ , V ≡ 2x y sin ∆ϕ . (1.37)

10
Figura 1.4: Modos de polarización elı́ptica para ∆ϕ entre 0 y 2π, y consi-
derando x = y ⇒ Q = 0. Si ∆ϕ = nπ/2, obtenemos polarización lineal,
V = 0, para n par; y circular, U = 0, para n impar.

Estos parámetros cumplen I 2 = Q2 + U 2 + V 2 , con I la amplitud de la onda.


Los parámetros {I, Q, U, V } tienen el siguiente comportamiento:
Polarización lineal: sobre el eje x para x = 0; y sobre el eje y para
y =0. Estos dos casos corresponden a U = V = 0, con Q = ±I. La
polarización es también lineal para ∆ϕ = 0 ⇒ V = 0, U = 2x y ≥ 0;
y, ∆ϕ = π ⇒ V = 0 con U ≤ 0. En resumen, V = 0 indica polarización
lineal, con Q y U dados por el eje de polarización.

11
Polarización ∆ϕ x , y Q U V χ β
Circular izquierda π/2 x = y 0 0 +I 0/0 +π/4
Circular derecha 3π/2 x = y 0 0 −I 0/0 −π/4
Elı́ptica izquierda 0 < ∆ϕ < π x 6= y 6= 0 >0 6= 0 >0 6= 0
Elı́ptica derecha π < ∆ϕ < 2π x 6= y 6= 0 <0 6= 0 <0 6= 0
Lineal (x) ... y = 0 +I 0 0 0 0
Lineal (y) ... x = 0 −I 0 0 0 0
Lineal (xy) 0 x = y 0 +I 0 +π 0
Lineal (−xy) π x = y 0 −I 0 −π 0

Cuadro 1.1: Modos de polarización para una onda monocromática con los
respectivos parámetros fı́sicos y de Stokes.

Polarización circular: para x = y , con ∆ϕ ∈ {π/2, 3π/2}. Se tiene


Q = U = 0, con V = I para polarización izquierda; y V = −I para
polarización derecha.
El modo más general de polarización es elı́ptico, que tiene como lı́mites
lineal y circular. Se puede describir con los ángulos de polarización, χ, y de
elipticidad, β, mediante
Q = I cos 2β cos 2χ , U = I cos 2β sin 2χ , V = I sin 2β , (1.38)
de forma que tan 2χ ≡ U/Q, sin 2β ≡ V /I. La tabla 1.1 resume algunos
modos de polarización y los parámetros correspondientes. Si pensamos en
términos de una elipse de semiejes a, b rotada un ángulo χ, se tiene que
a2 = I cos2 β, b2 = I sin2 β. La excentricidad queda dada por e2 = 1−tan2 β,
o por e2 = 1 − cot2 β para π/4 ≤ β ≤ 3π/4.
Para el caso general de radiación no monocromática se miden los paráme-
tros de Stokes promediados sobre tiempo y frecuencia:
D E D E
I¯ = 2x + 2y , Q̄ = 2x − 2y , Ū = h2x y cos ∆ϕi , V̄ = h2x y sin ∆ϕi .
(1.39)
En este caso I¯2 ≥ Q̄2 + Ū 2 + V̄ 2 , y se define el grado de polarización como,
q
Q̄2 + Ū 2 + V̄ 2
Π= , (1.40)

¯ de la no polarizada, o
distinguiendo la componente de luz polarizada, ΠI,
¯
“natural”, (1 − Π)I.
(Shu 11, 12; Ryb 1.1, 2)

12
1.2.3. El espectro electromagnético
La relación de dispersión entre el número de onda, k, y la frecuencia angular,
ω, puede escribirse en términos de la longitud de onda, λ, y la frecuencia, ν,

λν = c . (1.41)

Distintos intervalos de λ, o de ν, definen distintas regiones del espectro


electromagnético (Figura 1.6). La relación de Planck entre la energı́a de un
fotón y la frecuencia de la onda electromagnética, E = hν, también se usa
para definir regiones del espectro, según se describe a continuación.

Ondas de radio y banda milimétrica


Las ondas de radio se han descrito históricamente en términos de frecuen-
cias o longitudes de onda. Por ejemplo, la radio y televisión comercial se
transmite en las bandas de AM (100 kHz a 30 MHz), FM (87.5 a 108 MHz)
y televisión VHF (alrededor de 50 MHz y UHF, por encima de 300 MHz).
Cada paı́s hace una asignación de bandas del espectro de ondas radio; en
México el encargado de esta partición es el Instituto Federal de Telecomuni-
caciones, que mantiene de forma pública el “Cuadro Nacional de Atribución
de Frecuencias”, que abarca desde 3 kHz hasta 300 GHz1 .
La atmósfera impone un lı́mite inferior a las frecuencias que se estudian
comúnmente en astronomı́a, al absorber ondas con ν < ∼ 50 − 100 MHz por
la acción de cargas libres en la ionósfera. La atmósfera se vuelve transpa-
rente en el rango 100 MHz < ∼ν < ∼ 30 GHz, equivalente a λ > ∼ 1 cm. En las
bandas milimétrica, 10 mm ∼ λ ∼ 1 mm, y submilimétrica, λ <
> > ∼ 1 mm, tie-
ne importancia la absorción por moléculas como O2 y H2 O. La figura 1.5
muestra la transparencia en estas bandas en Mauna Kea, Hawái, un sitio
con telescopios milimétricos y submilimétricos. En términos astrofı́sicos, la
banda milimétrica delimita la frontera entre procesos no-térmicos (radio) y
térmicos (mm).

Infrarrojo
La banda infrarroja se describe comúnmente en términos de longitudes de
onda, y ocasionalmente con frecuencias por encima de 1 THz. El infrarrojo
lejano cubre aproximadamente 1 mm > ∼λ> ∼ 20 µm; el infrarrojo medio entre
20 y 2 micras, donde se encuentran las bandas fotométricas LMNQ; y el
1
La atribución de frecuencias se puede consultar en el Diario Oficial de la Federación
- versión más reciente al 2022: 03/03/2017

13
Figura 1.5: Transparencia atmosférica en el sitio del Caltech Submillimeter
Observatory en Hawái, para una densidad de columna de vapor de agua de
0.5mm en la atmósfera.

infrarrojo cercano, bandas JHK, entre 2 y 0.8 µm = 8000Å. El infrarrojo


lejano es accesible sólamente desde el espacio, con observatorios como Spitzer
o JWST, y con telescopios en aviones, como SOFIA; el infrarrojo medio y
cercano es parcialmente accesible desde sitios secos y a gran altura.

Visible
El visible corresponde con la respuesta del ojo humano, la cual abarca los
colores del arcoı́ris, dentro del intervalo 8000 Å >
∼ λ >
∼ 4000 Å. Este ran-
fo corresponde a fotones con energı́as entre 1.5 y 3 eV. Las observaciones
fotométricas emplean tradicionalmente las bandas UBVRI, del sistema de
Johnson, que corresponden aproximadamente a los colores ultravioleta (U),
azul (B), visual (V)2 , rojo (R) e infrarrojo cercano (I). Este sistema se
ha expandido al infrarrojo definiendo las bandas JHKLMNQ. La tabla 1.2
2
percibido entre verde y amarillo.

14
Visible
Filtro U B V R I
λ0 (Å) 3600 4400 5500 7000 9000
∆λ0 (Å) 68 98 89 220 240
F0 (Jy) 1880 4650 3950 2870 2240
IR cercano IR medio
Filtro J H K L2 M N Q
λ0 (µm) 1.25 1.65 2.20 3.40 5.0 10.2 21.0
∆λ0 (µm) 0.30 0.35 0.40 0.55 0.3 5 8
F0 (Jy) 1770 636 629 312 183 43 10

Cuadro 1.2: Sistema de Johnson extendido al infrarrojo cercano e intermedio.


Léna, “Méthode Physiques de l’observation”, 1996.

muestra los rangos de estas bandas y el flujo de un objeto de magnitud cero,


expresado en Janskys3 .

Ultravioleta
El ultravioleta cercano observable desde la Tierra corresponde a la banda
U, λ >∼ 3200Å, acotada por el corte impuesto por el ozono atmosférico y
otras moléculas. Observaciones desde el espacio permiten estudiar el rango
3000Å > ∼λ> ∼ 911 Å, hasta el lı́mite de ionización del hidrógeno, donde el
medio interestelar mismo se vuelve opaco a la radiación, debido al efecto
fotoeléctrico. El ultravioleta lejano, hasta λ ∼ 120 Å ⇔ E ∼ 100 eV, es una
banda mayormente inaccesible. Las observaciones son sólo posibles desde el
espacio y en direcciones privilegiadas por una baja densidad de columna de
gas interestelar.

Rayos X
Los rayos X, generalmente descritos en términos de energı́a, van desde
hν > 2
∼ 100 eV hasta alrededor de me c = 511 keV, energı́a equivalente a la
masa en reposo del electrón. En ocasiones se emplea también la longitud
de onda, con λ = 10 Å ⇔ E ' 1.24 keV. Los rayos X son observables ex-
clusivamente desde el espacio, con el factor adicional de la absorción por
efecto fotoeléctrico del medio interestelar de rayos X blandos, 0.1–1 keV. Los
3
1 Jy = 10−23 erg cm−2 s−1 Hz−1

15
telescopios espaciales de rayos X, como Chandra X-ray Observatory y XMM-
Newton, son sofisticados instrumentos ópticos de altı́sima precisión que en-
focan haces mediante reflexión por incidencia rasante, funcional entre 0.1 y
10 keV. Los rayos X duros, de decenas o cientos de keV, se observan normal-
mente sin colimación, empleando el efecto fotoeléctrico. La introducción de
telescopios con máscara codificada ha permitido mejorar considerablemente
la resolución angular de telescopios como BeppoSAX e INTEGRAL. Más
recientemente, NuSTAR ha extendido el principio de la óptica de incidencia
rasante al rango (6 − 79) keV.

Rayos gamma
En principio la radiación gamma (γ) comprende toda radiación electro-
magnética con energı́a por encima de 0.511 MeV. Fue descubierta como uno
de los tres productos de la radioactividad, junto con los rayos α (núcleos
de helio) y β (e+ ). Los rayos γ producto de la radioactividad correspon-
den transiciones entre niveles de energı́a en núcleos atómicos, separados por
decenas de keV hasta algunos MeV. Fotones de mayores energı́as son produ-
cidos por aniquilación de partı́culas y antipartı́culas, e− e+ → γγ, o procesos
que involucran partı́culas relativistas. Rayos γ de 0.1 a 1 MeV pueden ser
estudiados mediante el efecto fotoeléctrico. Para energı́as entre 1-30 MeV
se emplea el efecto Compton para su detección. COMPTEL, instrumento a
bordo del Compton Gamma-Ray Observatory (CGRO, 1991-2000), realizó
el único mapeo del cielo a la fecha en la banda 0.7-30 MeV. Rayos γ de alta
energı́a, de >
∼ 20 MeV a unos 100 GeV, son estudiados con telescopios de pro-
ducción de pares, como CGRO-EGRET o, más recientemente, Fermi-LAT.
Es posible la detección de fotones con energı́a por encima de 100 GeV des-
de la Tierra a través del estudio de cascadas electromagnéticas, empleando
telescopios de tipo Cherenkov atmosférico, o detectores de superficie, origi-
nalmente diseñados para la detección de rayos cósmicos mediante el mismo
principio. Los telescopios Cherenkov atmosféricos, como VERITAS, HESS y
MAGIC, registran la emisión de partı́culas cargadas que se mueven más rápi-
do que la luz en el aire, v > c/n con n el ı́ndice de refracción. La detección
directa de partı́culas secundarias de cascadas se puede hacer con detectores
Cherenkov de agua, como el High Altitude Water Cherenkov (HAWC) γ-ray
observatory, instalado en Sierra Negra. HAWC es capaz de detectar fotones
con E > 100 TeV = 1014 eV. El observatorio LHAASO ha reportado fotones
hasta E ∼ 1.4 PeV. Por su parte, el observatorio de rayos cósmicos Pierre
Auger ha puesto cotas al flujo de fotones con E > 2 × 1018 eV.

16
Figura 1.6: Ilustración del espectro electromagnético: arriba se muestran los
rangos espectrales, en términos de energı́a y longitud de onda del fotón.
En medio se ilustra la absorción de atmósfera mediante una lı́nea horizontal
interrumpida por las ventanas de transparencia, marcando encima de la lı́nea
telescopios espaciales y por debajo instrumentos terrestres. Abajo se ilustra
el rango de emisión térmica y no térmica.

1.3. Ondas electromagnéticas en un plasma


El medio interestelar no es un vacı́o estricto, por lo que es posible medir
algunos efectos importantes de la propagación de ondas electromágneticas
ocasionados por la presencia de cargas y corrientes. El medio interestelar
puede ser descrito como un plasma formado por iones de carga +Ze y den-
sidad nı , superpuestos a electrones de carga −e y densidad ne ,

ρ = ne (−e) + nı (Ze) , ~ = ne~ve (−e) + nı~vı (Ze) , (1.42)

17
siendo ~ve y ~vı la velocidad tı́pica de cada especie4 . Estas difieren en el caso
general, ~ve 6= ~vı . Planteando ρ = ρe + ρı = 0, y un comportamiento oscila-
torio para los campos electromagnéticos, podemos escribir las ecuaciones de
Maxwell como,
~k · E
~ = ~k · B ~ = i ωB
~ = 0 , i ~k × E ~ = −i ω E
~ , i ~k × B ~ + 4π ~ , (1.43)
c c c
lo que equivale a escribir estas ecuaciones en el espacio de Fourier, donde
se mantienen las relaciones de ortogonalidad: (~k ⊥ E), ~ (~k ⊥ B),~ (E ~ ⊥ B).
~
Una solución esn una densidad o de corriente con comportamiento armónico,
~
~(~r, t) = ~0 exp i(k · ~r − ωt) , en respuesta a los campos armónicos, como
se detalla en la sección siguiente.

1.3.1. Dispersión por electrones en un plasma


La mayor movilidad de los electrones en relación a los iones5 permite con-
siderar sólo la corriente debida a los electrones. Se considera la ecuación de
movimiento de un electrón no relativista sujeto a la fuerza de Lorentz,
d~v ~ + ~v × B
 
m = −e E ~ . (1.44)
dt c
Al proponer ~v ∝ e−iωt se tiene,
~ ~ ~
! !
eE eB eE ω`
 
−iω~v = − + × ~v ⇒ ~v = −i +i × ~v ,
m mc mω ω
definiendo la frecuencia de Larmor, ω` ≡ eB/mc. Al notar que: (1) el término
magnético de la onda se puede despreciar para v  c, y (2) los campos
eléctricos del medio interestelar se consideran despreciables, asociamos los
vectores E ~ a la onda electromagnética y B~ al medio interestelar.
El caso más sencillo es el de una onda con polarización circular pro-
pagándose en la dirección del campo magnético, B~ = B ẑ, es decir

~ ± = E0 x̂ √± iŷ −iωt
 
E e ,
2
para el que existe una √ solución con el movimiento de los electrones restrin-
gido al plano, ~v = (v0 / 2)(x̂ ± iŷ)e−iωt , que cumple ω
~ ` × ~v = ∓i ω` ~v ,
~
ieE
~v = − . (1.45)
m (ω ∓ ω` )
4
Shu ignora el efecto de los iones. Aquı́ suponemos que ocasionan que la densidad total
de carga sea nula, sin tener efecto en la densidad de corriente.
5
cuando hay equipartición de energı́a tenemos mı vı2 ' me ve2 , de donde vı  ve .

18
De aquı́ se tiene la densidad de corriente,

ine e2 ~
~ = −ne e~ve + ni Zi e~vi ' E, (1.46)
m(ω ∓ ω` )
despreciando la contribución de los iones. El signo indica distintas veloci-
dades de rotación de los electrones, dependiendo de si la polarización de la
onda concuerda o no con la dirección de giro impuesta de manera natural por
el campo magnético. La proporcionalidad ~ ∝ E ~ permite un planteamiento
análogo al caso del vacı́o, ahora con

~ = − ω εE,
 
~k × B ~ (1.47)
c
introduciendo la constante dieléctrica,

ωp2
ε=1− , (1.48)
ω(ω ∓ ω` )
y definiendo la frecuencia de plasma,
q
ωp ≡ 4πne e2 /me ' 5.6 × 104 Hz ne1/2 , (1.49)

para ne en unidades de cm−3 . La substitución de (1.47) en las ecuaciones de


Maxwell resulta en la relación de dispersión,

k 2 − ε (ω/c)2 = 0 , (1.50)

como condición que deben satisfacer ondas propagándose en un plasma.

1.3.2. Propagación de ondas en un plasma


En entornos astrofı́sicos es común tener ωp  ω` , siendo conveniente estudiar
primeramente la propagación en ausencia de campos magnéticos. Ignorando
ω` , podemos aproximar ε ≈ 1 − ωp2 /ω 2 , con lo que la relación de dispersión
puede escribirse como
1q 2
k= ω − ωp2 . (1.51)
c
El número de onda k es imaginario para ω < ωp , lo que implica un compor-
tamiento exponencial del campo, E ~ ∝ e±|k|z , y la atenuación de la onda con
una longitud caracterı́stica,
 −1/2
`p = 2πc/ωp ≈ 33.6 km ne /cm−3 .

19
La frecuencia ωp define un valor mı́nimo por debajo del cuál ondas electro-
magnéticas no pueden propagarse libremente en un plasma. En la ionósfera
terrestre la densidad promedio de electrones a alturas entre 300 y 2000 km
es hne i ∼ 104 cm−3 , con valores extremos ne < 6 −3
∼ 10 cm en algunas capas
definidas. Estos electrones libres producen el corte ionoférico a frecuencias
de decenas MHz, el cual limita observaciones radioastronómicas desde la
Tierra a frecuencias por debajo de 100 MHz, con la complicación adicio-
nales de la interferencia de transmisiones de radio comunicaciones, radio
FM y televisión. En forma análoga, la densidad media de los electrones en
el medio interestelar, hne i ≈ 0.03 cm−3 , resulta en la atenuación de ondas
electromagnéticas con ν <
∼ 2 kHz.

1.3.3. Medida de dispersión


La relación de dispersión, εω 2 − k 2 c2 = 0 , permite calcular la velocidad

de grupo de la onda vg ≡ dω/dk = c ε ≤ c, con el plasma interestelar
cumpliendo ε < 1 (ec. 1.48). La onda se propaga más lentamente que en
el vacı́o, y su velocidad depende de la frecuencia. Adicionalmente, si ne es
variable, las ondas pueden no viajar en lı́nea recta.
Una aplicación se da en el estudio de pulsares, donde pulsos con distintas
frecuencias ω viajan a distintas velocidades. Dado ε = ε(ω), los pulsos llegan
con retrasos diferenciales respecto a la propagación en el vacı́o y entre sı́.
Para un pulsar a una distancia d, emitiendo en una frecuencia ω  ωp , el
tiempo requerido para que la onda llegue a la Tierra está dado por,
!Z
4πe2 d 2πe2 D
Z d d
dz d 1
t= ' + ne dz = + . (1.52)
0 vg c 2 mω 2 c 0 c mc ω 2

La integral de la derecha define la medida de dispersión, D, o a veces DM,


expresada comúnmente en unidades de [cm−3 pc]. El ajuste de ∆t de acuerdo
a la relación (1.52) da el valor de D, la densidad de electrones integrada a lo
largo de la lı́nea de visión. En la práctica, el desfasamiento temporal del pul-
so en distintas frecuencias, ilustrado en la figura 1.7, se ajusta conforme a la
expresión (1.52). El valor medio de la densidad de electrones, deducido a par-
tir de mediciones en pulsares con distancias conocidas, da hne i ≈ 0.03 cm−3 .
Es posible construir un modelo completo de la distribución de electrones li-
bres en la Galaxia a partir de mediciones a pulsares (Taylor & Cordes 1993).
El valor medio de la densidad de electrones es usado frecuentemente como
una estimación de la distancia de pulsares, dDM = D/(0.03 cm−3 ). Esta
estimación puede estar afectada por sobre-densidades locales de electrones.

20
Figura 1.7: Retraso de la llegada del pulso del pulsar PSR B1749–28 medido
en 32 canales, cada uno correspondiente a una frecuencia distinta de radio.
Un ajuste de tipo ∆t ∝ ν −2 DM permite calcular la medida de dispersión
y obtener una estimación de la distancia al pulsar.

1.3.4. Rotación de Faraday


Si la frecuencia de la onda cumple ω  ω` , ω  ωp , pero el término magnéti-
co no es despreciable, se aproxima la relación (1.48) como

ωp2 ω`
 
ε± = 1 − 2 1 ± . (1.53)
ω ω

21
La relación de dispersión puede expresarse como,

k± = k0 ∓ ∆k , (1.54)

donde k0 = ω(1−ωp2 /2ω 2 )/c corresponde con la dispersión de ondas descrita


en la sección anterior, y
1 ωp2 ω`
∆k = , (1.55)
2 ω2c
diferencia el comportamiento de los dos modos de polarización circular. Al
recorrer una distancia d, los modos de polarización circular cambian su orien-
tación en ∆ψ ∼ ±∆kd. Más precisamente, el vector de polarización rota un
ángulo ∆ψ, dado por,
!
1 2πe3
∆ψ = ± 2 RM . (1.56)
ω m2e c2

El signo depende de la orientación de la polarización en relación a la dirección


del campo magnético. Se define la medida de rotación,
Z d
RM ≡ ne Bk dz . (1.57)
0

La determinación conjunta de dispersión y rotación de Faraday proporciona


una estimación del campo magnético promediado D E con la densidad de elec-
trones a lo largo de la dirección de la visual, Bk = RM/DM . En ausencia
de DM es posible estimar Bk conociendo la distancia d al objeto y supo-
D E
niendo una densidad de electrones, Bk ≈ RM /hne i d . Mediciones de DM
han permitido a los radioastrónomos concluir que el valor medio del campo
magnético de la Galaxia es de alrededor de 3 microgauss.

(Shu 20; Ryb 8)

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