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1.practica 1 Oceanografia

Este documento presenta información sobre tres embarcaciones oceanográficas peruanas. En primer lugar, describe el moderno buque oceanográfico B.A.P. "Carrasco" que se incorporó a la Marina de Guerra del Perú en 2017. Luego, habla sobre el buque de investigación científica Bic "Humboldt" construido en 1978. Por último, detalla el buque escuela a vela B.A.P. "Unión", el más grande construido en Latinoamérica.
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1.practica 1 Oceanografia

Este documento presenta información sobre tres embarcaciones oceanográficas peruanas. En primer lugar, describe el moderno buque oceanográfico B.A.P. "Carrasco" que se incorporó a la Marina de Guerra del Perú en 2017. Luego, habla sobre el buque de investigación científica Bic "Humboldt" construido en 1978. Por último, detalla el buque escuela a vela B.A.P. "Unión", el más grande construido en Latinoamérica.
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“UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ CARRIÓN"

FACULTAD DE INGENIERÍA PESQUERA

ESCUELA PROFECIONAL DE INGENIERÍA PESQUERA

PRACTICA 01-INCREMENTO DE INFORMACION

 TEMA:
EMBARCACION OCEANOGRAFICA
 ALUMNA:
ROMERO SALAZAR, ALEXANDRA VARINIA
 DOCENTE:
ING. NAVARRO ROJAS, JUAN EDUARDO

 CURSO:
OCEANOGRAFIA
 CICLO:
V

HUACHO, 14 DE MAYO DEL 2023


EMBARCACIONES OCEANOGRAFICAS (PERÚ)
Moderno Buque Oceanográfico con Capacidad Polar B.A.P. “Carrasco” se incorpora a la Marina
de Guerra del Perú

Nro. 15 - 2017

Con la finalidad de fortalecer la capacidad de investigación científica en el mar, el 22 de marzo, fue


incorporado a la Marina de Guerra del Perú, el Buque Oceanográfico con Capacidad Polar B.A.P.
“Carrasco” (BOP-171). Dicha unidad mantendrá a nuestro país a la vanguardia en investigación
oceanográfica, ya que cuenta con la más avanzada tecnología, con sistemas y equipamientos para
optimizar trabajos de investigación científica en las áreas de hidrografía, oceanografía,
meteorología marítima, señalización náutica e investigación magnética en el litoral peruano y
continente antártico, los mismos que podrán aportar y mejorar nuestra capacidad, entre otros, en
el monitoreo y prevención de fenómenos naturales en el Mar de Grau.
Esta nueva unidad naval, a su arribo al mar peruano, colocará al país en la primera línea de
operaciones de investigación científica en Latinoamérica, complementando nuestra presencia en
la Antártida con la Base Machu Picchu y de esta manera cumplir con los compromisos del Tratado
Antártico.
La ceremonia se llevó a cabo en los Astilleros Construcciones Navales Paulino Freire S.A. de la
ciudad de Vigo en España, lugar donde ha sido construido, contando con la presencia del
Embajador de Perú en España José Antonio García Belaunde, así como autoridades civiles y
navales.1

La Perla,22 de marzo 2017

DIRECCIÓN DE INFORMACIÓN DE LA MARINA

1
WEB: https://www.marina.mil.pe/es/comunicacion/nota-de-prensa/moderno-buque-oceanografico-con-
capacidad-polar-b-a-p-carrasco-se-incorpora-a-la-marina-de-guerra-del-peru/
Bic Humboldt buque peruano de investigación científica construido en los astilleros SIMA de El
Callao en 1978, en cooperación con el gobierno alemán.

Callao, 3 de enero 1977

DIRECCION DE INFORMACION INSTITUTO DEL MAR DEL PERÚ (IMARPE)

El Buque de Investigación Científica HUMBOLDT, fue adquirido con la cooperación del Gobierno
alemán en 1978, posee 76,2 m de eslora, con capacidad para 100 personas entre tripulantes y
personal científico. Ha visitado la Antartida en varias ocasiones, razón por la cual fue pintado de
color rojo, para poder ser divisado por otras embarcaciones en mares rodeados de grandes
témpanos de hielo.
Esta embarcación fue diseñada y construida bajo los criterios de IMARPE en los astilleros de los
servicios Industriales de la Marina (SIMA - PERU) para realizar investigación científica. Fue lanzado
al mar el día 13 de Octubre de 1978 y a través de los años ha venido siendo implementado con los
equipos e instrumentos más modernos de la tecnología científica.
Cuenta con redes y accesorios de pesca para realizar faenas de pesca tanto de arrastre pelágico
como de fondo. Fué equipado por el gobierno alemán a través de una donación hecha por la
fundación Deutsche Gesellschaft fur Technische Zusammenarbeit (GTZ).

ACTIVIDADES CIENTIFICAS QUE SE REALIZAN A BORDO


Entre las principales actividades científicas que se realizan a bordo se consideran las siguientes:
a) Evaluación de la biomasa de los recursos pesqueros.
b) Exploración de los recursos marinos potenciales del mar peruano.
c) Investigación oceanográfica del mar peruano.
d) Investigación aplicada al mejoramiento de las estrategias y artes de pesca, métodos de captura,
equipamiento etc.
e) Investigaciones oceanográficas y meteorológicas en el marco de los grandes cambios climáticos
sobre los recursos marinos.
f) Estudios sobre las características de las principales especies marinas comerciales del mar
peruano.2

2
WEB: http://www.imarpe.pe/imarpe/index2.php?id_seccion=I0114010000000000000000
B.A.P “UNION”, EL BUQUE A VELA MAS GRANDE Y VELOZ QUE HAY SIDO CONTRUIDO EN
LATINOAMERICA

El comisionamiento y afirmado del Pabellón Nacional del Buque Escuela a Vela, Buque Armada
Peruana (BAP) Unión, realizado a inicios del año 2016, constituye un hito en la historia naval
peruana, un momento de orgullo patrio y una ocasión de justo reconocimiento a la decisión
política, a las capacidades técnicas, a la coopera- ción internacional y a la vocación de grandeza.
Este buque escuela a vela honra nuestra historia rememorando a la mítica corbeta Unión (1865),
comandada por Miguel Grau, así como al lema de la República “Firme y feliz por la Unión”.
También recuerda nuestra tradición prehispánica con la imagen del inca Túpac Yupanqui, el gran
explora- dor del Pacífico, surmontada por el sol del Perú en el mascarón de proa. El Unión
constituye una manifestación concreta del proceso de modernización de las Fuerzas Armadas
emprendido por el gobierno del presi- dente Ollanta Humala, un emblemático proyecto hecho
realidad cuyas características (palos, eslora o largo total con bauprés de 115,5 m, des- plazamiento
de 3200 toneladas y capacidad para 257 personas) lo hacen el buque escuela a vela más grande y
veloz que haya sido construido en Latinoamérica, al mismo tiempo que evidencia la capacidad
técnica de los peruanos, que, en los astilleros del SIMA (Servicios Industriales de la Marina),
llevaron a cabo este proyecto aplicando los más altos estándares internacionales. Por primera vez
en más de un siglo, el Perú cuenta no solo con un navío emblemático, sino también, con un
instrumento fundamental para que los futuros oficiales de la Marina de Guerra aprendan las artes
de la navegación en la vasta extensión oceánica.
Considerado como parte del territorio patrio, en el mar y en el extranjero, el Buque Escuela a Vela
BAP Unión se constituye también en una embajada itinerante, en representación del Estado
peruano, como imagen del poder nacional y marítimo en los ámbitos diplomático, cultural,
comercial y militar, cuya misión es contribuir con nuestra política exterior. Surcando los océanos,
irá llevando productos de bandera con la Marca Perú, además de nuestra gastronomía, que podrá
ser presentada en los puertos de los países adonde arribe. Además, no solo serán recibidas a
bordo las diferentes autoridades de los países a los que arribe, sino tam- bién, desarrollará
actividades en puerto de la mano de las diferen- tes instituciones de interés cultural y académico.3

Pabellón Nacional del Buque Escuela a Vela,


Buque Armada Peruana (BAP) Unión, realizado a inicios
del año 2016.

3
WEB: https://www.mindef.gob.pe/informacion/noticias/documentos/bapunion.pdf
EQUIPOS ESPECIALES PARA LA EXPLORACION OCEANOGRAFICA
La Oceanografía Física es una ciencia experimental que requiere de observaciones y mediciones
precisas para lograr sus objetivos. Aun cuando hace uso de la experiencia de campos de la ciencia
relacionadas, tales como la física y química, y utiliza los logros en las áreas de la tecnología e
ingeniería, el medio ambiente oceánico impone requerimientos únicos en la instrumentación,
requerimientos que no son satisfechos fácilmente por los equipos de laboratorio convencionales.
Como consecuencia, el desarrollo y fabricación de instrumentación oceanográfica es ahora una
actividad especializada. Los fabricantes de equipo oceanográfico dan servicio a un mercado
reducido pero sus productos son distribuidos mundialmente.

Esta clase presenta una reseña del campo de aplicación de la instrumentación que se utiliza en el
océano, así como de los principios involucrados. El propósito de la clase es describir tanto los
instrumentos clásicos convencionales como los más modernos. La siguiente tabla resume el
contenido.

4
WEB: http://www.physocean.icm.csic.es/IntroOc/lecture13-es.html
 Plataformas

Todas las mediciones en el mar requieren de una plataforma relativamente estable para
transportar la instrumentación que se requiere. La plataforma puede estar en la superficie o el
fondo del mar, en el interior del océano o en el espacio. La elección de la plataforma adecuada
depende de sus capacidades para obtener, en espacio y tiempo, la información requerida.

 Barcos de Investigación

Figure 13.1

Al igual que cualquier otro buque que se hace a la mar, los buques oceanográficos deben cumplir
con el requerimiento de poder navegar con mal tiempo. El estado del mar y las condiciones
meteorológicas en la región de estudio definen entonces el tamaño mínimo del buque. El manejo
de equipo pesado en alta mar, o la necesidad de acomodar un equipo científico mayor pueden
incrementar el tamaño mínimo. La eslora de buques de investigación típicos es de 50 - 80 m, con
un desplazamiento de 1000 - 2000 toneladas, con capacidad para acomodar de 10 - 20 científicos
(Figura 13.1).
La forma de un barco de investigación está determinada por la
necesidad de una cubierta de trabajo suficientemente grande,
varios malacates (winches) para bajar y recobrar
instrumentos, y al menos un "marco tipo A", una estructura
que dirige el cable desde el malacate hacia el mar, ya sea por
un lado del barco o por la popa (Figura 13.2).
La necesidad de estar en el mar por largos períodos de
tiempo, permanecer estacionario mientras el equipo se
maneja por un costado, y navegar a velocidades bajas cuando
se arrastra el equipo detrás del barco, imponen demandas
adicionales en el diseño de un buque. Para aumentar la
autonomía (el número de días que un barco puede
permanecer en el mar antes de agotar el combustible), los
Figure 13.2 barcos de investigación funcionan a velocidades de tránsito
moderadas de 10 - 12 nudos (18 - 28 km/h), comparable con la
velocidad de navegación de 15 - 20 nudos de los buques mercantes. La mayoría de los barcos de
investigación tienen una autonomía de 20 - 25 días, lo cual les da un rango de 6000 - 8000 millas
náuticas (11,000 - 14,800 km), suficientes para operar en alta mar a días de distancia de tierra
firme. Sólo las principales instituciones oceanográficas en el mundo operan buques de
investigación con capacidad de investigación en cualquier lugar del globo terrestre.
Todos los barcos modernos utilizan el combustible diesel para operar sus motores. Tales motores
están mejor condicionados para trabajar a revolución constante. Los buques mercantes no tienen
que variar mucho su velocidad de crucero durante su viaje; la propela en estos buques es
impulsada directamente desde los motores. Para operar los motores a bajas revoluciones, se
deben hacer varias adaptaciones en los barcos de investigación. En sistemas diesel-eléctricos, la
máquina diesel impulsa un motor eléctrico que a su vez mueve el eje de la propela. Los motores
eléctricos operan de manera eficiente a cualquier velocidad, lo cual permite al buque un control
de velocidad muy preciso. Otro tipo de adaptación es cuando el motor diesel impulsa una "propela
o hélice de aceleración variable". En este tipo de propela, el ángulo de la hoja se puede controlar
para darle un empuje reducido o casi nulo, aún cuando la propela gire a su máximo.
Bajar equipo sobre un costado de un buque requiere más que empuje nulo. Sin un control activo
de la posición, el barco puede derivar con el viento hacia el cable del instrumento. Para mantener
el cable vertical y libre del casco del buque, el buque tiene que contrarrestar los efectos del viento
y la corriente. Esto se logra comúnmente mediante un par de propelas adicionales, una sobre
babor y otra sobre estribor, las cuales pueden empujar el buque hacia los lados. La propela del
lado de proa puede ser una propela instalada en un túnel horizontal a lo largo del casco, o una
propela con flecha la cual se puede orientar en cualquier dirección y retraerse cuando el buque
navega. La propela de popa puede estar en un túnel similar o una propela construida sobre el
timón del barco (un "timón activo"). Las dos propelaspermiten un control muy preciso del
comportamiento del buque en condiciones de vientos, olas y corrientes, y permiten virar sobre el
mismo punto si es necesario.

Figure 13.3

Los requerimientos mínimos de laboratorios consisten de un laboratorio húmedo para el manejo


de muestras de agua, un laboratorio de cómputo para el procesamiento de datos, un laboratorio
de electrónica para la preparación de instrumentos y un laboratorio químico para análisis de
muestras de agua. Los barcos más grandes, diseñados para investigación multidisciplinaria, tienen
laboratorios adicionales de biología, geología y geofísica. La figura 13.3 muestra el arreglo típico de
cubierta de un buque de mediano calado.
La operación de los barcos de investigación es muy cara, de $15.000 a $25.000 dólares por día.
Durante muchas décadas estos fueron las únicas plataformas disponibles para la colecta de datos
en alta mar. El uso de anclajes profundos, satélites y flotadores autónomos ha reducido su
importancia, pero aún son una herramienta esencial en la investigación oceanográfica. Los buques
son utilizados principalmente para estudios cuasi-sinópticos de gran escala de las propiedades del
océano y para estudio de procesos específicos (tales como mezcla a través de frentes,
determinación del balance de calor de pequeñas regiones del océano, etc.).
 Anclajes

Los anclajes son plataformas adecuadas cuando se requieren


mediciones en alguna localidad sobre largos períodos de
tiempo. El diseño de un anclaje depende de la profundidad del
agua y del tipo de instrumentación que será instalado. Los
elementos básicos de un anclaje son la cantidad de peso
muerto, el cable (o cabo) y uno o más elementos flotantes que
mantendrán al anclaje en su posición lo más vertical posible.

Los anclajes subsuperficiales se utilizan en aguas profundas


cuando la información respecto a la capa superficial no es
esencial para el experimento. El elemento principal de
flotabilidad se coloca en el extremo superior del anclaje, a
algunos 20 - 50 m debajo de la superficie del océano. Esto
presenta la ventaja de que el anclaje no es expuesto a la acción
del oleaje superficial y está fuera de riesgo de ser dañado por
el tráfico de buques o de vandalismo. La figura 13.4 muestra
un esquema típico de anclaje en aguas profundas. El elemento
principal de flotabilidad está en la parte superior de la línea.
Para proteger el anclaje contra mordidas de peces, se utiliza
normalmente cable en los 1000 m superiores de la línea,
mientras que más abajo puede utilizarse cabo común y
corriente.

Para mantener el anclaje cercano a la vertical todo el sistema


debe tener un mínimo de arrastre, lo cual puede lograrse si se
utiliza un cable de diámetro pequeño. Esto requiere también
que el peso de los instrumentos sea reducido. Para compensar
por el peso de la instrumentación se requiere por tanto
flotabilidad adicional que se distribuye a lo largo del cable. La
flotabilidad se organiza de tal forma que todas las secciones
del anclaje tienen flotabilidad positiva. Esto permite recobrar
algún anclaje cuya parte superior ha sido dañada.

Sobre el fondo en un anclaje profundo, justo encima del peso


muerto, se coloca un liberador que se controla remotamente.
El liberador puede ser activado desde el buque mediante un
código acústico cuando se desea recobrar el anclaje.
Disparando el liberador ocasiona que el sistema de anclaje
suba a la superficie. El peso muerto, generalmente un bloque
Figure 13.4 de concreto o un conjunto de ruedas de ferrocarril en desuso,
se queda en el fondo del mar.
Un experimento en donde se desea
medir en la capa superficial o la
colecta de datos meteorológicos,
requiere de un anclaje superficial. El
elemento principal que proporciona
flotabilidad a tal sistema es una
boya de tamaño regular que flota
en la superficie y que puede
sostener instrumentación
meteorológica (Figura 13.5).
Figure 13.5
En el océano profundo, los anclajes
superficiales son en su mayoría del
tipo "anclajes tensos". En éstos se utiliza sólo cabo para la línea del anclaje y se diseña un poco
más corto que la profundidad del agua. Esto ocasiona que la cuerda se estire y se mantenga en
tensión para mantener el anclaje cercano a la vertical. El anclaje del tipo "catenaria inversa"
también se usa en estas situaciones; este anclaje es un arreglo donde la sección de flotabilidad en
la línea se localiza entre dos secciones con flotabilidad neutra lo que ocasiona que el perfil de la
línea tenga una forma de S. En esta configuración la longitud de la línea del anclaje no es crítica, y
es alrededor de 25% mayor que la profundidad del agua.

Los anclajes sobre la plataforma continental, en


donde la profundidad del agua no excede los 200
m, no requieren de liberadores acústicos si se
utiliza un anclaje en U. Un anclaje en U consiste
de un anclaje superficial o subsuperficial que
sostiene la instrumentación, una línea o cable
sobre el fondo cuya longitud es de alrededor del
doble de la profundidad del agua, y un segundo
anclaje con una pequeña boya de marcación
(Figura 13.6).
Figure 13.6
Cuando es tiempo de recuperar el anclaje, se
recupera primero la boya marcadora, seguida por los pesos o anclas, y finalmente el anclaje
mismo. Los anclajes en U son generalmente "anclajes flojos"; la línea del anclaje es más larga que
la profundidad del agua y el anclaje oscila con la corriente.

 Satélites

El arribo de la tecnología de satélites abrió la posibilidad de medir algunas propiedades y


cantidades dinámicas desde el espacio. La ventaja de este método es la cobertura casi sinóptica
del total de los océanos y la facilidad de acceder regiones remotas del océano. Los satélites se han
convertido por tanto en herramientas indispensables para el estudio del clima. La principal
restricción del método es que los satélites pueden sólo observar la superficie del océano y por
tanto sólo dan información limita acerca del interior del océano.

La mayoría de los satélites reciben el nombre de los sensores que transportan. De manera formal,
sin embargo, los satélites y sus sensores son dos cosas diferentes; el satélite es una plataforma y
los sensores son instrumentos. Por esta razón, se presenta una reseña de los sensores existentes
en la discusión sobre instrumentación más adelante.

Como plataformas, los satélites caen en tres grupos. La mayoría de los satélites siguen órbitas
inclinadas: Las órbitas elípticas están inclinadas respecto al ecuador. El grado de inclinación
determina la distancia desde el ecuador que un satélite puede ver la Tierra. Las inclinaciones
típicas son cercanas a 60º, de tal forma que el satélite cubre una región de 60ºN a 60ºS. Los
satélites cubren esta región frecuentemente, completando una órbita alrededor de la Tierra en
cerca de 50 minutos.

Algunos satélites tienen una inclinación cercana (o exactamente) a 90º y por tanto pueden ver
ambos polos; su trayectoria es en órbitas polares. La altura típica de los satélites en órbitas polares
o inclinadas es de 800 km.

El tercero y último grupo son los satélites geoestacionarios. Estos satélites orbitan la Tierra a la
misma velocidad con la que la Tierra rota alrededor de su eje y son por tanto, estacionarios con
respecto a la Tierra. Esta situación sólo es posible si el satélite está sobre el ecuador a una altura
de 35.800 km, distancia mucho mayor que la de los otros satélites. Los satélites geoestacionarios
por consiguiente, no pueden ver los polos.

La selección de un satélite como plataforma lógicamente incluye la selección del sensor y la órbita
adecuada. Un sensor para estudiar las capas de hielo en los polos no consigue mucho si está en un
satélite geoestacionario; un sensor para la medición de la cobertura de nubes con el fin de realizar
predicciones del clima, no se coloca en una órbita polar.

 Sumergibles

Los sumergibles no son una plataforma de trabajo frecuentemente usada en oceanografía física,
sin embargo, esto es probable que cambie en los próximos años. Se pueden distinguir tres tipos
básicos: sumergibles tripulados, sumergibles controlados remotamente y los sumergibles
autónomos.

Sumergibles tripulados se usan en geología marina para la exploración del fondo del lecho marino
y ocasionalmente en biología marina para estudiar los ecosistemas del lecho marino. Estos no
representan una herramienta para la oceanografía física.

Sumergibles controlados remotamente se usan comúnmente en ultramar por la industria


petrolera y de gas, y para recuperar registradores de vuelos de aviones que caen al océano. En el
campo de la ciencia, encuentran usos similares al de los sumergibles tripulados, sin embargo, de
nuevo no representan una herramienta para la oceanografía física.

Sumergibles autónomos son vehículos auto-impulsados que pueden programarse para seguir un
camino predeterminado bajo en agua. Tales vehículos poseen un gran potencial para la
oceanografía física. Algunas importantes instituciones de investigación oceanográficas desarrollan
vehículos para llevar instrumentación como un CTD y examinar un área del océano mediante
repetidas inmersiones y emersiones a lo largo de rutas de un lado a otro de la región oceánica y
transmitiendo los datos recopilados vía satélite cuando está en la superficie. Sin embargo, pasará
algún tiempo antes que estos vehículos se popularicen. A la larga, los sumergibles autónomos
reducirán, en gran medida, el requerimiento de buques de investigación para la vigilancia del
océano.

 Vehículos remolcados

Los vehículos remolcados se usan desde los buques de investigación para estudiar los procesos
oceánicos que requieran alta resolución espacial tales como la mezcla en los frentes y los procesos
en el sumamente variable océano superior. La mayoría de los sistemas consisten de un cuerpo
sumergido de forma hidrodinámica, un cable de arrastre electro-mecánico (a menudo multi-
conductor) y un winche o malacate. El cuerpo sumergido se ajusta con un par de extensiones en
forma de aleta, las cuales controlan su vuelo dentro del agua. Además de el paquete de sensores
(comúnmente un CTD, de vez en cuando sensores para mediciones químicas) este lleva sensores
de presión, inclinación y balanceo que vigilan su comportamiento y controlan su vuelo debajo de
la superficie. Los datos se envían al sistema computacional a bordo del barco mediante el cable
conductor. El mismo cable se usa para enviar instrucciones al cuerpo sumergido a fin de alterar su
ángulo de ataque.

La figura 13.7 muestra un vehículo


remolcado durante un despliegue. Un
recorrido de vuelo típico para este
vehículo cubre un rango de profundidad
de alrededor de 250 - 500 m, el cual se
puede decidir que esté en cualquier
parte entre la superficie y los 800 m de
profundidad. El vehículo es remolcado a
aproximadamente 6 - 10 nudos (10 - 18
km/h) y alcanza los 250 m de
profundidad más o menos una vez cada
5 minutos. Cuando se empareja con un
CTD esto da lugar a una sección vertical
de la temperatura y la salinidad con una resolución horizontal de aproximadamente 1 km.

Un sistema alternativo de remolque es aquél que no emplea un cuerpo sumergido para llevar el
paquete de sensores, sino que tiene sensores (por ejemplo termistores) construidos en el interior
del cable de remolcamiento a intervalos regulares. Puesto que la distancia entre los sensores es
fija y los sensores permanecen a la misma profundidad durante el remolcamiento, esta "cadenas
de termistores" no ofrecen la misma resolución espacial como el sistema ondulante remolcado,
por lo que raramente se utilizan en la actualidad.

 Flotadores y boyas de deriva

La característica principal de los flotadores y las boyas de deriva es que se mueven libremente con
la corriente del océano, de manera que sus posiciones en cualquier momento solamente se puede
controlar de manera muy limitada. Estas plataformas se utilizan principalmente en regiones
alejadas tales como el Océano Austral o del Sur y en las partes centrales de los grandes cuencas
oceánicas a las que se llega raramente por los buques de investigación y donde es difícil y costoso
colocar un anclaje.

En sentido estricto, un flotador es un término genérico para cualquier cosa que no se hunde al
lecho marino. Una boya de deriva, por otra parte, es una plataforma diseñada para moverse con la
corriente oceánica. Para lograrlo, la boya de deriva tiene que incorporar un dispositivo de flotación
o flotador, pero es generalmente más que eso. Sin embargo, los oceanógrafos utilizan los términos
muy libremente y no hacen una distinción clara entre los "flotadores" y las "boyas de deriva".

Es posible distinguir dos tipos de boyas de deriva. Las boyas de deriva superficiales tienen un
flotador en la superficie y pueden por lo tanto transmitir datos vía satélite. Si se las diseña para
recoger la información de la superficie del océano, estas van con instrumentos meteorológicos
ubicados encima del flotador y un sensor de temperatura, y ocasionalmente un sensor de
salinidad debajo del flotador. Para evitar que los fuertes vientos arrastren las boyas fuera del área
de interés, estas se acondicionan con un "sistema de arrastre o peso muerto" a una cierta
profundidad (Figura 13.8). Si se diseñan para dar información sobre las características
subsuperficiales del océano, los sensores adicionales se colocan entre el flotador superficial y el
peso muerto. El rango de profundidad de las boyas superficiales generalmente se limita a menos
de 100 m.

Los flotadores usados para boyas de deriva subsuperficiales se diseñan de tal manera que para
una profundidad dada, tengan flotabilidad neutra. Estas boyas se han utilizado para seguir
corrientes oceánicas a distintas profundidades, que van desde algunos cientos de metros hasta
profundidades por debajo de 1000 m. Los primeros de tales flotadores transmitían sus datos
acústicamente a través del océano a las estaciones costeras de recepción. Debido a que el sonido
viaja bien en la profundidad del mínimo de la velocidad sónica (el canal del sonido o SOFAR, el cual
se encuentra a unos 1000 m de profundidad), estos flotadores tipo SOFAR se pueden utilizar
solamente en profundidades cercanas a los 1000 m.

Los flotadores subsuperficiales modernos permanecen hundidos por varias semanas y vienen
brevemente a la superficie para transmitir sus datos a un satélite para luego regresar a su
profundidad asignada. Por lo tanto, estos flotadores se pueden programar para estudiar cualquier
profundidad y pueden también medir datos de temperatura y salinidad (CTD) durante su ascenso a
la superficie. El arsenal más completo de tales flotadores, conocido como Argo, comenzó en el año
2000. Los flotadores Argo miden la temperatura y salinidad por encima de los 2000 m del océano
(Figura 13.8a). Esto permitirá un continuo monitoreo del estado del clima oceánico, con todos los
datos que son retransmitidos y disponibles al público horas después de la colección. Cuando el
programa Argo esté completamente operativo, en cualquier momento habrán unos 3000
flotadores en los océano del mundo.

 Mediciones de propiedades hidrográficas


Esta sección da una descripción de sensores y de los paquetes de instrumentos para la medición
de temperatura, salinidad, oxígeno, nutrientes y de los trazadores.

 Termómetros reversibles

Las primeras mediciones de la temperatura del océano a una cierta profundidad debajo de la
superficie se hicieron llevando una muestra de agua hasta la cubierta de una nave en un cubo
aislado y midiendo la temperatura de la muestra con un termómetro de mercurio. Aunque estas
medidas no eran exactas, dieron la primera evidencia de que por debajo de los primeros 1000 m,
el océano es frío, incluso en las zonas tropicales. También demostraron que se requerían medidas
altamente exactas para resolver las pequeñas diferencias de
temperatura entre diversas regiones del océano a esas
profundidades.

El primer instrumento que (con el uso del muestreo múltiple y


de hacer promedios) alcanzó la exactitud requerida de 0,001º
C fue el termómetro reversible. Este termómetro consiste en
un tubo de vidrio llenado con mercurio con una espiral de
360º. El conducto se restringe a la anchura capilar en la
bobina, donde tiene un apéndice capilar (Figura 13.9). A
medida que el termómetro desciende, el mercurio de un
depósito en el fondo se eleva en proporción a la temperatura
exterior. Cuando se alcanza la profundidad deseada el
termómetro se invierte 180º con la finalidad de interrumpir el
flujo de mercurio en el apéndice capilar, y solamente el
mercurio que estaba sobre el punto de desempate se recoge
en la parte más inferior del tubo de cristal. Esta parte lleva una
graduación calibrada que permite que la temperatura se lea
cuando el termómetro está de vuelta en la superficie.

Para eliminar el efecto de la presión, que comprime el tubo y


hace que más mercurio se eleve sobre el punto de desempate durante el descenso del
instrumento, el termómetro se encierra en una cubierta de cristal resistente a la presión. Para
corregir los efectos de presión, este "termómetro reversible protegido" se utiliza conjuntamente
con un "termómetro reversible no-protegido " (un termómetro expuesto al efecto de la presión).
La diferencia entre las dos lecturas de temperatura se puede utilizar para determinar la presión y
así la profundidad en las cuales las lecturas fueron tomadas. El termómetro reversible es también,
por tanto, un instrumento para medir la profundidad.

Los termómetros reversible requieren un buque de investigación como plataforma y se utilizan


conjuntamente con las botellas Nansen o Niskin, o sobre los dispositivos de medición de muestras
múltiples.
F. Nansen
(1861 - 1930)

La medición de salinidad, oxígeno, nutrientes y las


concentraciones de trazadores requiere la colecta de
muestras de agua de varias profundidades. Esta tarea se
logra mediante el uso de "botellas para muestras de
aguas". La primera botella de este tipo fue desarrollada por
Fritjof Nansen y se conoce como la botella Nansen. Consiste
en un cilindro de metal con dos mecanismos de cierre que
rotan en ambos extremos. La botella se une a un cable
como se muestra en la (Figura 13.10). Cuando la botella se
baja a la profundidad deseada está va abierta en ambos
extremos, así que el agua entra y sale libremente. En la
profundidad donde va a ser tomada la muestra de agua, el
extremo superior de la botella se suelta del cable y la
botella se invierte por su propio peso. Esto cierra las
válvulas de los extremos y
atrapa la muestra de agua, que se lleva entonces hacia la superficie.

En un "lance oceanográfico" o hidrocala, varias botellas se unen a un


cable delgado a intervalos pre-determinados y se bajan al mar. Cuando
las botellas alcanzan la profundidad deseada un peso metálico
("mensajeros") se deja caer deslizándose por el cable para así accionar
el mecanismo que gira la primera botella desde arriba. El mismo
mecanismo libera un mensajero desde esa botella; ese mensajero viaja
hacia abajo a lo largo del cable para accionar la inversión de la
segunda botella, y así sucesivamente, hasta alcanzar la última botella.

Las botellas Nansen han sido desplazadas por


las botellas Niskin (Figura 13.11). Basadas en las ideas de Nansen, las
botellas Niskin incorporan dos modificaciones importantes. El cilindro se
fabrica de plástico lo cual elimina la reacción química entre la botella y la
muestra que podría interferir con la medición de substancias trazas. Su
mecanismo de cierre no requiere más hacer girar la botella; las válvulas o
tapas superior e inferior son mantenidas abiertas por cordones
(usualmente de nylon) y cerradas por una venda elástica que corre por
dentro de la botella. Puesto que la botella Niskin es fija en el alambre en
dos puntos en vez de uno (como es el caso de la botella Nansen) esto hace
más fácil aumentar su volumen de muestra. Las botellas Niskin de diversos
tamaños se utilizan para la toma de muestras de varios trazadores.

Las botellas Nansen y Niskin se utilizan con termómetros reversibles. En la botella Nansen, los
termómetros se montan en un marco fijo y la rotación de 180º se logra invirtiendo la botella. En
las botellas Niskin, los termómetros se montan sobre un marco rotatorio que se acciona al cierre
de las válvulas superior e inferior.
 CTDs

En la actualidad, el instrumento estándar que se


utiliza para medir la temperatura, salinidad y a
menudo también el contenido en oxígeno disuelto
es el CTD (Por sus siglas en
inglés: Conductivity Temperature and Depth -
conductividad, temperatura y profundidad-) (Figura
13.12). Cada uno de los sensores del CTD emplea el
principio de la medida eléctrica. Un termómetro de
platino cambia su resistencia eléctrica con la
temperatura. Si se incorpora un oscilador eléctrico,
un cambio en su resistencia produce un cambio de
la frecuencia del oscilador, que puede ser medido.
La conductividad del agua de mar se puede medir
de una manera similar como el cambio de la
frecuencia de un segundo oscilador, y un cambio en
la presión produce un cambio de la frecuencia en
un tercer oscilador. La señal combinada se envía
hacia arriba a través del cable conductor, mediante
el cual se baja el CTD. Esto produce lecturas
continuas de temperatura y conductividad en
función de la profundidad a una razón de hasta 30 lecturas por segundo, una extensa mejora por
encima de los 12 puntos de referencias que se producen mediante las 12 botellas Nansen o Niskin
que usualmente se podrían utilizar en un solo lance vertical.

Los circuitos eléctricos permiten la medición en rápida sucesión, pero sufren de "deriva
instrumental" lo que significa que sus calibraciones cambian con el tiempo. Los sistemas de CTD
por lo tanto tienen que ser calibrados comparando sus lecturas regularmente contra instrumentos
más estables. Por lo tanto se utilizan siempre conjuntamente con termómetros reversibles y un
dispositivo de muestreo de agua múltiple.

 Dispositivos de muestreo de agua múltiple

Los dispositivos de muestreo de agua múltiple permiten el uso de


las botellas Niskin sobre el cable eléctricamente conductor. Diversos
fabricantes tienen diversos nombres para sus productos, tal
como roseta o carrusel. En todos los productos las botellas Niskin se
organizan en un marco de forma circular (Figura 13.13), con un CTD
montado generalmente por debajo o en el centro.

La ventaja de los dispositivos multi-muestras sobre el uso del cable


hidrográfico con mensajeros, es que las botellas de agua se pueden
cerrar remotamente desde la cubierta. Esto significa que las
profundidades de muestreo no tienen que fijarse a priori antes que
las botellas sean bajadas. A medida que se baja el sistema y se
reciben los datos desde el CTD, el operador puede buscar capas de interés particular y tomar
muestras de agua en los niveles de profundidad más interesantes.

 Termosalinógrafos

La introducción del CTD abrió la posibilidad de tomar lecturas continuas de temperatura y de


salinidad en la superficie. El agua de flujo continuo que entra al sistema de enfriamiento de los
motores del barco, se bombea directo a un tanque en el cual se han instalados sensores de
temperatura y de conductividad. Tal sistema se conoce como termosalinógrafo.

 Sensores remotos

La mayoría de las medidas oceanográficas desde el espacio o desde aviones se basan en el uso de
los radiómetros, estos son instrumentos que miden la energía electromagnética que irradia una
superficie. Esta radiación toma lugar sobre un amplio rango de longitudes de onda, incluyendo la
emisión de luz en el rango visible, de calor en el rango infrarrojo, y a longitudes de onda más
cortas, tales como las emitidas por Radares y rayos-X. La mayoría de los radiómetros
oceanográficos funcionan en varias bandas de longitudes de onda. Una discusión detallada de
todas las aplicaciones de sensores remotos va más allá del alcance de estas notas de clase, de
manera que solamente los sistemas más básicos se mencionan aquí.

Los radiómetros que operan en el infrarrojo se usan para medir la temperatura de la superficie del
mar. La resolución con la que miden la temperatura de la superficie ha aumentado
constantemente a lo largo de los años; el sensor AVHRR (Por sus siglas en
inglés: Advanced Very High Resolution Radiometer -Radiómetro Avanzado de muy Alta Resolución-
) tiene una resolución que es cercana a 0,2º C.

Los Radiómetros multi-espectrales miden en varias bandas de longitud de onda. Al comparar la


señal de la radiación recibida en diversas longitudes de onda es posible medir la cobertura espacial
y la edad del hielo, el contenido de clorofila, la carga de sedimento, la materia particulada y otras
cantidades de interés a la biología marina.

Las mediciones a las longitudes de onda del radar se hacen con un instrumento conocido
como SAR (Por sus siglas en inglés: Synthetic Aperture Radar -Radar de Apertura Sintética-). Este
se puede utilizar para detectar las expresiones superficiales de las ondas internas, el efecto de la
lluvia sobre las olas superficiales, el efecto de la topografía del fondo marino sobre las corrientes y
olas, y una gama amplia de otros fenómenos. Muchos de estos fenómenos pertenecen a la
categoría de "propiedades dinámicas" las cuales se discuten más adelante.

 Medidas de propiedades dinámicas

Todos los instrumentos discutidos hasta ahora producen información sobre los campos de
propiedades oceánicas independientemente del estado dinámico del océano. El resto de este
capítulo resume la instrumentación diseñada para medir el movimiento en el océano.

Una manera elemental de observar el movimiento oceánico es el uso de boyas. Como se mencionó
anteriormente, las boyas son plataformas diseñadas para llevar los instrumentos. Sin embargo,
todas las medidas obtenidas de las boyas son de poca utilidad a menos que puedan ser
relacionadas con posiciones en el espacio. El sistema de posicionamiento global o GPS (GPS; Por
sus siglas en inglés "Global Positioning System"), que transmite la localización de la boya vía
satélite, es por lo tanto un instrumento esencial en cualquier boya, y convierte a cualquier boya en
un instrumento para la medición de corrientes oceánicas. Que la boya haga el trabajo bien o no
dependerá de su diseño, y en particular del tamaño y forma de su elemento de arrastre.

 Correntímetros

Las corrientes oceánicas se pueden medir de


dos maneras. Un instrumento puede registrar la
rapidez y la dirección de la corriente, o puede
registrar los componentes este-oeste y norte-
sur de la corriente (Figura 13.14). Ambos
métodos requieren la información direccional.
Todos los correntímetros por lo tanto
incorporan un compás magnético para
determinar la orientación del instrumento con
respecto al norte magnético. Basados en el
método usado para medir la intensidad de la
corriente, se pueden distinguir cuatro clases de correntímetros.

Los correntímetros mecánicos usan un dispositivo tipo propela, un rotor Savonius o un rotor de
rueda de paletas (Figura 13.15) para medir la rapidez de la corriente y una paleta en vertical más
grande para determinar la dirección de la corriente. Los sensores de hélice miden la rapidez
correctamente sólo que para lograrlo tienen que estar orientados en la dirección de donde viene
la corriente. Para lograr esto, tales instrumentos están equipados con una paleta direccional muy
grande que da vuelta al todo el instrumento y con ello orienta la hélice en esa dirección.

Las propelas se pueden diseñar para


responder en función del coseno del ángulo
de incidencia de la corriente. Dos de tales
propelas, orientadas a 90º una de otra,
pueden medir los vectores de corriente y no
requieren por tanto de una paleta de
orientación.

La ventaja del rotor Savonius es que su


velocidad de rotación es independiente de la
dirección de incidencia de la corriente. Un correntímetro con rotor de tipo Savonius, por lo tanto,
no tiene que estar orientado en la dirección incidente de la corriente, y su paleta puede rotar
independientemente y ser bastante pequeña; sólo se requiere de un tamaño justo para medir la
dirección de la corriente de manera confiable.

A excepción del correntímetro que utiliza dos hélices colocadas a 90º una de la otra, los
correntímetros mecánicos miden la rapidez de la corriente contando las revoluciones de la hélice o
rotor por unidad de tiempo y la dirección de la corriente determinando la orientación de la paleta
a intervalos fijos. Es decir, estos correntímetros combinan un tiempo integral o rapidez media
sobre un intervalo del tiempo del sistema (el número de revoluciones entre las grabaciones) con
una lectura instantánea de la dirección de la corriente (la orientación de la paleta a la hora de la
grabación). Esto da solamente una grabación confiable de la corriente del océano si la corriente
cambia lentamente en el tiempo. Tales correntímetros mecánicos no son por lo tanto
convenientes para la medición de corrientes en la capa superficial oceánica donde está la mayoría
del movimiento oceánico, debido al oleaje.

El rotor de Savonius es particularmente


problemático en este aspecto. Si el
correntímetro está en una situación donde el
único movimiento del agua es debido al oleaje
de la superficie, la corriente se alterna hacia
adelante y atrás, pero la corriente media es cero.
Un rotor de tipo Savonius medirá entonces la
corriente del oleaje independientemente de su
dirección, y el número de revoluciones
efectuadas dará la impresión de una fuerte
corriente en promedio. El rotor de la rueda de
paletas está diseñado para rectificar esto; la
rueda de la paleta rota hacia adelante y hacia
atrás con la corriente del oleaje, de modo que su
cuenta represente la verdadera corriente promedio durante el intervalo de medición (Figura
13.16).

Los correntímetros mecánicos son robustos, confiables y comparativamente de bajo costo. Es por
esto que se utilizan extensamente donde las condiciones son apropiadas, por ejemplo en las
profundidades fuera del alcance de las olas superficiales.

Los correntímetros electromagnéticos utilizan el principio de que un conductor eléctrico que se


mueve a través de un campo magnético induce una corriente eléctrica. El agua de mar es un
conductor muy bueno, y cuando se mueve entre dos electrodos, la corriente eléctrica inducida es
proporcional a la rapidez de la corriente oceánica entre los electrodos. Un correntímetro
electromagnético tiene una bobina para producir un campo magnético y dos sistemas de
electrodos, colocados en ángulo recto el uno del otro. Combinando la rapidez medida por los dos
sistemas, el instrumento determina la rapidez y dirección de la corriente oceánica.

Los correntímetros acústicos se basan en el principio de que el sonido es una onda de compresión
que viaja con el medio. Suponga un arreglo de dos receptores con un transmisor sónico en el
centro. Si se diseña de tal manera que un receptor A esté localizado aguas arriba del transmisor, y
un receptor B aguas abajo, entonces en una señal acústica que se genera en el transmisor, la
corriente oceánica causará que la señal llegue primero al receptor B antes que al receptor A.

Un correntímetro acústico típico transmite a traves de distancias aproximadas de 100 m m en


trayectorias ortogonales, con un receptor/transmisor en cada extremo. Un pulso sónico de alta
frecuencia se transmite simultáneamente desde cada transductor y la diferencia en el tiempo de
llegada del sonido que viaja en direcciones opuestas determina la velocidad del agua a lo largo de
la trayectoria.
Los correntímetros electromagnéticos y acústicos no tienen ninguna pieza móvil y pueden por lo
tanto tomar medidas a una razón de muestreo muy alta (hasta diez lecturas por segundo). Esto los
hace útiles no solamente para la medición de las corrientes oceánicas, sino también para las
mediciones de corrientes y turbulencia inducidas por el oleaje.

Los Perfiladores Acústicos de Corrientes Doppler (Por sus siglas en inglés ADCPs; Acoustic Doppler
Current Profilers) operan bajo el mismo principio que los correntímetros acústicos, pero tienen el
transmisor y el receptor en una unidad. Para la medición usan las reflexiones de las ondas
acústicas desde las partículas presentes en el agua. El agua de mar contiene una multiplicidad de
pequeñas partículas suspendidas y otra materia sólida que no podrían ser visibles al ojo humano
pero que sin embargo, siempre reflejan el sonido. Si el sonido se transmite en cuatro rayos
inclinados en ángulo recto el uno del otro, el corrimiento Doppler en la frecuencia del sonido
reflejado respecto al transmitido, permite conocer la velocidad de la partícula en la dirección del
rayo emitido (velocidad radial). Se requieren por lo menos 3 rayos inclinados en la vertical para
determinar las 3 componentes de la velocidad del flujo. Los diferentes tiempos de llegada indican
que el sonido es reflejado desde diferentes distancias respecto a los transductores, así que un
ADCP proporciona la información no sólo sobre la rapidez de la corriente y su dirección en un
punto del océano, sino en todo un rango de profundidad; es decir un ADCP produce un perfil de
corriente contra profundidad.

Los diferentes diseños de ADCPs sirven para diferentes


propósitos (Figura 13.17).

Los ADCPs para aguas profundas tienen una resolución


vertical típica de 8 metros, esto es, una medición de
corriente cada 8 metros de incremento de profundidad,
y una rango típico de hasta 400 m. Los ADCPs diseñados
para las mediciones en aguas someras tienen una
resolución típica de 0,5 m y un rango hasta de 30 m. Los
ADCPs se pueden poner en anclajes, instalar en las barcos para mediciones mientras transitan, o
bajar con un CTD y roseta para dar un perfil de corriente sobre un rango amplio de profundidad.

 Mediciones de Oleaje

Los parámetros de interés en la medición del oleaje superficial son la altura de la ola, el período y
su dirección. Cerca de la costa, la altura de ola y el período se pueden medir usando el principio
del mareógrafo de flotador, descrito en la sección de mareógrafos más adelante, con una abertura
copleta lo suficientemente grande como para dejar pasar las olas superficiales sin estorbo. Las
mediciones del oleaje sobre la plataforma, pero a cierta distancia de la orilla se pueden obtener a
partir de un medidor de presión (manómetro) (véase también la sección mareógrafos).

Un instrumento apropiado para todas las localidades, incluyendo el océano abierto es el olígrafo
de superficie (wave rider), una pequeña boya superficial en un anclaje que sigue el movimiento de
la ola. Un acelerómetro vertical construido dentro del olígrafo mide la aceleración de la boya
generada por las olas. Los datos se almacenan internamente para posterior recuperación o se
transmiten a la costa. Este tipo de olígrafos proporcionan la información sobre la altura y período
de la ola. Si se los acondiciona con un sistema de 3 acelerómetros ortogonales es posible también
medir la dirección de las olas.

 Mareógrafos

Las mareas son ondas largas de período


conocido, así que las principales
características de interés para su
observación son: la altura de la onda, o
rango de marea, y la corriente inducida por
la marea. Esta última se mide con los
correntímetros; cualquier tipo de
instrumento de los descritos
anteriormente, se puede utilizar para tal
fin. Para medir el rango de marea se
utilizan dos tipos de mareógrafos.
El mareógrafo de flotador consiste de un
cilindro con una conección al mar en la base. Esta conección actúa como un filtro paso bajo. El
orificio es tan reducido que el movimiento hacia adelante y atrás del agua asociado al oleaje
inducido por el viento y otras ondas de períodos cortos no puede pasar a través de él; solamente
el cambio lento del nivel del agua asociado a la marea puede entrar en el pozo. Este cambio del
nivel del agua es recogido por un flotador y registrado (Figura 13.18).

Los mareógrafos de flotador permiten la lectura directa del nivel del agua en todo momento, pero
requieren una instalación algo laboriosa y son poco prácticos lejos de la orilla. En localidades
remotas y lejos de la costa es a menudo más fácil usar un mareógrafo de presión. Tal instrumento
se coloca sobre el lecho marino y mide la presión de la columna de agua sobre él, la cual es
proporcional a la altura de agua encima del sensor. Los datos se registran y almacenan
internamente y no son accesibles hasta tanto se recupere el mareógrafo.

Los registros de mareas se utilizan con mayor frecuencia para analizar los posibles cambios a largo
plazo en el nivel del mar asociados a la variabilidad climática y al cambio del tiempo. La rapidez
prevista del cambio del nivel del mar es, a lo sumo, de algunos milímetros por año, de manera que
se requiere de una precisión muy alta para verificar tales cambios. La mayoría de los mareógrafos
no son convenientes para tal tarea, por muchas razones. Por ejemplo, una tendencia a largo plazo
en el nivel del mar se puede producir también por una subida o una descenso del terreno en la
cual se ha construido e instalado el mareógrafo (Esto se conoce como deriva del estándar de
comparación). El alambre del mareógrafo de flotador que conecta el flotador con la unidad de
grabación se estira y se contrae a medida que la temperatura del aire sube y baja. Tales efectos
son insignificantes cuando el mareógrafo se utiliza para verificar la profundidad del agua para
propósito de la navegación, pero no así cuando se desean determinar tendencias de milímetros
por año. Una nueva generación de mareógrafos está siendo instalada por todo el mundo, que da
registros del nivel del agua a las exactitudes absolutas de algunos milímetros con estabilidad a
largo plazo comparado al patrón estándar. En estos instrumentos, el arreglo del flotador y del
alambre del mareógrafo de flotador son substituidos por una medición de distancia basada en
láser, y los datos se transmiten mediante un enlace satelital a un centro mundial del nivel del mar
que a su vez, continuamente supervisa el funcionamiento de cada mareógrafo.

 Sensores remotos

El nivel del mar también se puede medir desde los satélites. Un altímetro mide la distancia entre el
satélite y la superficie del mar. Si la posición del satélite se conoce exactamente esto resulta en
una medición del nivel del mar. Los altímetros modernos han alcanzado una precisión mejor de 5
cm. La cobertura global proporcionada por los satélites permite la verificación de los modelos
globales de marea. Cuando se sustrae las mareas, las observaciones aportan información sobre la
forma de la superficie del mar y, con el uso del principio de geostrofía, sobre la circulación
oceánica a gran escala.

 Sensores de cizallamiento

Esta descripción extremadamente breve de las técnicas oceanográficas de medición, puede cubrir
solamente lo esencial de las plataformas e instrumentos más importantes. Existen equipos
especiales, y nuevos equipos especializados se diseñan diariamente, para abordar problemas
específicos. El sensor de cizallamiento puede servir como ejemplo. Está diseñado para estudiar la
turbulencia oceánica en pequeña escala (centímetros). La turbulencia está caracterizada por
corrientes que varían en cortas distancias y cortos intervalos de tiempo, así que un instrumento
diseñado para medir la turbulencia tiene que ser capaz de resolver las diferencias en rapidez y
dirección de la corriente sobre una distancia vertical de no más de un metro.

Uno de tales sensores de cizallamiento lo constituye un instrumento cilíndrico de menos de 1 m de


longitud con dos correntímetros electromagnéticos o acústicos, uno en cada extremo. Al medir la
rapidez y dirección de la corriente en dos puntos a menos de 1 m de separación se permite la
determinación del cizallamiento de la corriente por sobre esa distancia. Para permitir una medida
confiable no influenciada por el movimiento de levantamiento del buque, el instrumento cae lenta
y libremente a través del océano. Su profundidad máxima de inmersión se programa antes del
experimento, y la sonda regresa a la superficie cuando se alcanza esa profundidad. Entonces es
recogida por el buque, y se recuperan los datos registrados internamente.

Otro tipo de instrumento de caída libre utiliza sensores de micro estructura que miden las
fluctuaciones de la velocidad en una escala espacial de cerca de 10 mm. Estos usan una barra
piezoeléctrica que genera pequeños voltajes a medida que la velocidad turbulenta varía la
resistencia, y por tanto la flexión de una aleta aerodinámica, a medida que éste se mueve a través
del agua.

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