EL ABSOLUTO Algunas Definiciones

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ABSOLUTO

El Absoluto es libertad, por definición misma. El Absoluto es aquello que nada ata,
eso que es solo y totalmente dueño de sí. (SHMC, p. 193.)

El Absoluto o lo que llamamos Dios, no tiene ataduras de ningún tipo, es totalmente libre.
No lo podemos definir o conceptualizar. Por esto, solo podemos decir que es totalmente
dueño de sí, crea, mantiene y disuelve de acuerdo a sus propias leyes, las que intentamos
descifrar y comprender.

El pecado, es el rechazo de un “absoluto” a entrar en comunión con otros “absolutos”


y por lo tanto con el Absoluto supremo que es Dios. (SHMC, p. 197.)

El gran pecado del Hombre es creerse autosuficiente. Se identifica con la mente pensante y
el cuerpo y se siente separado de sus semejantes y de toda la creación. Su ignorancia ha
fortalecido el Ego, la individualidad egoísta que le impide entrar en comunión con los
demás. Sin embargo el Hombre en su esencia es el Ser puro, conciencia y felicidad mas allá
de las formas, de la mente y de las emociones. En este sentido cada ser humano es un
absoluto que puede naturalmente entrar en comunión con todos los demás absolutos. Y
siendo su esencia divina, también con el Absoluto que es Dios.

El misterio del absoluto que contienen la conciencia y la persona humana obliga a


considerar un tiempo personal que unido al tiempo del Universo, no es menos
trascendente. (SHCM, p. 199)

Tanto el ser humano como el Universo entero existen en una dimensión temporal. Sin
embargo conllevan también una dimensión atemporal que es el misterio del absoluto
contenido en cada persona y en toda la creación. Es Dios, el Absoluto que subyace en todo,
aquello que no puede morir, que es fuera del tiempo.

El Absoluto, Dios, se manifiesta en todo. Todo debe hacerse entonces, con la


perfección que conviene a la obra divina. (SHMC, p. 212)

Toda la creación, el Universo entero es la obra de Dios, de ese Absoluto que crea, mantiene
y disuelve, que permite el cambio y la evolución. Todas las leyes que rigen la creación son
parte del orden perfecto establecido por el poder divino. Entonces, conviene que el Hombre
conciente de este orden perfecto, microcosmos que replica al macrocosmos, actúe y haga
todo con la misma perfección, en sintonía y armonía con la totalidad de la obra divina.

Dios, el Absoluto, está en todo, como se acaba de decir. Nada puede entonces no ser
Dios. Nada puede no ser el Absoluto. (SHMC, p. 213.)

Si como se dijo todo es obra de Dios, todo contiene su esencia, su poder, y nada puede
existir y mantenerse sin esa chispa divina. Toda la creación es entonces Dios mismo
manifestándose.
Aunque el Absoluto no sea realizable en el tiempo y el mismo tiempo esté siempre en
movimiento y en evolución hasta su fin escatológico, ocurre que el Absoluto debe de
todas maneras encarnarse en alguna cosa en un momento dado. No es posible que el
Hombre permanezca sin actuar, como lo dice el Gita. (SHMC, p. 213-214.)

El absoluto no puede permanecer inmóvil, su enorme poder, su energía, es creadora y por


esto siempre se encarna en el mundo material. Esto es acción pura, y de esta forma el
Absoluto intemporal se introduce en lo temporal que contiene en si mismo constante
movimiento y evolución. Asimismo, el hombre que lleva en si al Absoluto, no puede dejar
de actuar.

Sufrimiento, dolor y alegría, vejez, nacimiento y muerte, todo eso pertenece al nivel
del mundo fenoménico, aunque sin ser imaginación o ilusión; todas esas cosas son
evidentemente verdaderas, pero a su propio nivel. Hay en el hombre otro nivel, aquel
del Absoluto, de lo permanente. (ISU, p.75.)

Existen realidades físicas, mentales y emocionales que nos afectan y que ciertamente son
verdaderas en su propio nivel temporal. Pero esa no es la única realidad. Existe otra
realidad que trasciende el nivel del tiempo, la realidad del Absoluto que es atemporal y que
se percibe en otro nivel de conciencia.

El si mismo ha sido descubierto, súbitamente el hombre se descubre entonces en el


mundo de Brahman, en el mundo del Absoluto (ISU, p.76.)

Cuando se descubre lo que verdaderamente somos, entonces nos damos cuenta de pronto
que ese Ser se encuentra inmerso en la realidad de Dios, en ese Absoluto fuera del tiempo.

El monje (sadhu) es en medio de los hombres simplemente el signo de la Presencia


divina, el testigo del Absoluto y del Misterio que está mas allá de todos los signos, un
recuerdo para todos de que el hombre es primero un Misterio de interioridad. (ISU, p.
170.)

El monje es testimonio del llamado y la atracción que Dios ejerce en los hombres. Dios
está siempre llamando, siempre atrayendo porque somos parte de Él. Nuestro espíritu es
parte de su Espíritu, en realidad no hay separación, la ola es parte del océano, ese es el
Misterio más allá de los signos. El monje nos recuerda lo señalado, somos un Misterio que
se descubre en la interioridad.

El hombre no osa aceptarse como Absoluto. Entonces traslada ese Absoluto a Dios!
Que alivio! Sí, transferencia de lo que es inamovible de Si mismo. (AFC, p.354.)

El hombre dice: “yo estoy aquí y Dios allá”, lejano, en un cielo que no entiende. Esto es
dualidad, el hombre separado de Dios. Entonces no se acepta como Absoluto, porque el
Absoluto es Dios. Sin embargo la realidad es que toda la creación se encuentra inmersa en
el Absoluto de Dios, y el hombre como parte de esta creación contiene en si mismo el
Absoluto, somos olas del océano, pero no nos damos cuenta de ello. El Absoluto es
inamovible, no está aquí o allá porque está en todo.

Jesús se reconoció Hijo de Dios, más allá de todos los Devas, de su Ser y del Universo,
de su religión también. Y en esta prati-abhijnna (reconocimiento) él reconoció a
Yahvé en su real grandeza. Entró voluntariamente en las instituciones sociales y
religiosas de su pueblo pero no aceptó jamás su atadura absoluta. Murió en el plan de
la naturaleza. Pero esta misma muerte fue su victoria. (AFC, p. 367.)

Jesús reconoció su divinidad detrás de la naturaleza humana. Reconoce que es la Palabra


hecha carne, y en esa conciencia total, reconoce la real grandeza de Dios. En la conciencia
de Hijo de Dios, fue totalmente libre y aunque participó de la vida social y religiosa de su
pueblo, no estaba sujeto a ningún tipo de ataduras. Ni aún la muerte pudo confundirlo,
venciéndola al resucitar. Es por todo esto que hablamos del Cristo, el Hijo de Dios
encarnado en Jesús el Maestro, que se sometió a la naturaleza humana.

No tengo más que un mensaje, el mensaje del Absoluto. Es ese mismo mensaje que
Jesús y todos los visionarios han enseñado: el cara a cara con la muerte, Yama, con
Dios. La desnudez total de este cara a cara – na papa na punyam (sin mas ni mal ni
bien). (AFC, P.406.)

El mensaje del Absoluto es el eterno presente, en que todo muere instante a instante. En
esta conciencia la muerte se mira frente a frente, es una realidad a cada instante y no existe
más temor. Esto es vivir con Dios en el abandono y desnudez total. Todo es, ni bueno ni
malo, solo es.

Henri Le Saux

(Traducción y comentarios de Arturo Sorrel)

SHMC: “Santidad hindú, mística cristiana”


ISU: “Iniciación a la espiritualidad de los Upanishads”
AFC: “ Ascenso al fondo del corazón”
Ser Absoluto
Así que cuando decimos Absoluto, nos referimos a Ser - Esencia sin cualidades, antes de
cualidades hecho, fue hecho. Entonces usted sabe que es la fuente de todo, porque ves todo
lo que surge de ella.

Todo es el Absoluto, pero con Forma


Al principio parece que el Absoluto es algo muy distinto de todo lo demás, pero cuando
nuestra experiencia madura nos damos cuenta de que no es otra cosa que el Absoluto. Todo
lo que sucede es una manifestación de lo Absoluto. Todo es el Absoluto, pero con forma .
Así que donde quiera que miremos vemos el Absoluto. En la experiencia de cese , todo
desaparece; después, todo vuelve a aparecer como una manifestación de lo Absoluto, ya
que la luminosa conciencia del Absoluto.

Dimensión Absoluta
Debido a que el absoluto no es simplemente el no-ser, que experimentamos como un
campo, una extensión, y no sólo el no-ser. Para entender esto tenemos que hacer una
diferenciación especial explícito. Hemos utilizado dos términos indistintamente, es decir,
absolutos y la dimensión absoluta. Estrictamente hablando, el absoluto es la naturaleza
última de la realidad , y que está más allá de las dimensiones , las dimensiones son las
experiencias de la manifestación . Sin embargo, hacemos la experiencia de la absoluta
como una dimensión, ilimitado e infinito, un infinito que contiene y sostiene toda la
manifestación, incluidas las otras dimensiones ilimitadas . Podemos decir que el absoluto es
el manifiesto , la última verdad y misterio del ser, más allá de todas las dimensiones y
calidades. Pero cuando comienza a manifestarse la apariencia , esta manifestación aparece
como si estuviera en una extensión, una extensión infinita y sin límites, que se ve como el
espacio negro . Manifestación aparece siempre en el contexto de tiempo y espacio. Siempre
tiene una extensión en el tiempo y el espacio. Por lo tanto, cuando somos testigos de la
apariencia de esta postura de absoluto vemos una extensión que aparece en una más vasta y
oscura, lo absoluto. Tenemos la sensación de lo absoluto como una extensión, como un
gran espacio negro infinito. Lo absoluto aparece en esta percepción como una dimensión
infinita que subyace a todas las demás dimensiones. Pero en realidad lo absoluto es más allá
del espacio y el tiempo, ya que es más allá de la manifestación.

Dios como esencia

por AH Almaas

Me crié en una comunidad musulmana, con la creencia en Dios. Hubo un fuerte énfasis en
las enseñanzas de Dios, pero recuerdo que no podía aceptar sin más lo que se enseñó a mí.
Sentí que tenía que descubrir por mí mismo cuál es la naturaleza de la realidad era, si era
Dios, y cuál es la verdadera naturaleza de Dios estaba.

Al comienzo de mi viaje espiritual me di cuenta de la experiencia de lo que hoy conocemos


como la "esencia" del ser humano. Había una que surja dentro, con experiencia íntima y
directa, de una presencia viva, un sentimiento palpable de la vida, la verdad consciente de sí
mismo. Desde hace muchos años, esta presencia se ha revelado en mí como cualidades
puramente espirituales, primero las cualidades diferenciadas de su presencia, que incluyen
la verdad, la conciencia, la amplitud, el amor, la compasión, la alegría y satisfacción,
entonces su presencia diferenciada pura del Ser, que puso de manifiesto las diversas
sutilezas inherentes a su experiencia, tanto dentro como más allá de los conceptos.

Poco después del comienzo de mi viaje espiritual, me di cuenta de que existe esa presencia,
y es cierto, para todo ser humano, que es la esencia de todo el mundo, y, por tanto, es
independiente de la historia de una persona determinada o circunstancia de la vida. La
esencia es algo que se nace - nuestro derecho de nacimiento. La esencia no es algo que
tenemos que trabajar hacia adelante, ya que es lo que realmente somos. Por lo tanto, un
camino espiritual es realmente uno de la eliminación de los obstáculos que disfrazan esta
esencia.

Esta presencia es una práctica, día a día, tipo de experiencia, no es algo abstracto o de otro
mundo. Tiene una inteligencia innata que está más allá de la mente de nadie. Al principio
no pensé exactamente del mismo como Dios, a pesar de que puede haber pensado en él
como el Dios interior. Con el tiempo, esta presencia se reveló ser la naturaleza interna de
todo, y empecé a sentirme cada vez más que esta vida la conciencia, la esencia pura del ser,
era Dios. Lo llamé Verdad, Realidad, Ser, o Dios.

En mi experiencia, me abro a ver la verdad de quién y lo que soy, Dios es una verdad que
se revela por sí misma. Es independiente de la mente o las preferencias de nadie, y siempre
ha existido y siempre existirá dentro de cada uno de nosotros. Dios, para mí, significa
experimentar la totalidad de toda la existencia en su verdadera naturaleza y condición. Esto
significa que la percepción de la unidad de todo lo que se puede percibir, todo lo que se ve,
en todos los niveles de la realidad, como todos los seres y todo lo que aparece en la
experiencia. Con Dios, nada es independiente de cualquier otra cosa. Con esto no me
refiero a una interrelación científica, sino más bien una sola y única presencia. Esta unidad
cuenta con la perfección y la belleza de ella.

Mi experiencia es que todos somos "un solo ser." No hay individuo separado experimentar
a Dios. Esta concepción de Dios quiere decir que mi experiencia en mí mismo como un
individuo separado no existe verdaderamente. Esto no quiere decir que yo soy Dios, pero en
vez de eso, como todo el mundo, soy parte de la presencia viva y consciente.

Dios puede ser visto en su ser y Dios puede ser visto en su esencia. Ellos son ligeramente
diferentes, a pesar de que son inseparables. Existencia significa naturaleza real, la realidad
física de la existencia, se percibe la existencia de Dios o de la presencia de Dios. Esta es la
totalidad de todo lo que existe, todo el Universo, incluyendo mi cuerpo físico, el cuerpo
físico, el teléfono, la habitación, el aire, la luz, el sonido - todos como una realidad, una
presencia, un cuerpo que es la conciencia pura , la inteligencia y el amor. Pero esa realidad
tiene una esencia, una naturaleza interior. Yo lo llamo la esencia de Dios. Este es el
misterio absoluto, la belleza deslumbrante, que está más allá de la existencia y la no
existencia, la fuente eterna de todo.

Para conocer verdaderamente a Dios, la verdad debe encontrarse independientemente de las


opiniones de los demás. La verdad tiene que ser encontrado en nuestros corazones, sino que
tiene que ser totalmente personal, totalmente en nuestra soledad interior. Dios es nuestro
núcleo interno y es el núcleo de todo. También es la verdadera orientación, que siempre nos
está guiando. Si estamos realmente interesados en la verdad vamos a encontrar nuestras
propias respuestas, porque la verdad se revela al corazón sincero como el desarrollo guiado
por la propia esencia.

Por lo general, lo que enseño es una investigación seria personal en la verdad de la


experiencia de uno, la verdad de la mente de uno, la verdad de la propia conciencia, y la
verdad de la realidad. Mi experiencia es que la realidad es que se revela. Si nos abrimos a
él, revelará sus secretos para nosotros. Por sinceramente preguntar sobre nuestras
experiencias de nosotros mismos y del mundo, el entendimiento que resulta en sí será la
auto-revelación siempre creciente del misterio de la existencia.

El proceso de apertura a la presencia de Dios es una constante. Yo no pienso en mí como


haber llegado a la final, la verdad última. Siento que mi experiencia es todavía limitada y
probablemente siempre lo será, pero voy a seguir creciendo y cambiando. No veo mi
experiencia de lo que Dios es, o cómo llegar a Dios como necesariamente el final o el único
camino. No digo que ese tipo de conocimiento, ni sé si alguien puede. Para mí, ese tipo de
conocimiento es algo que se revela a través del tiempo. Yo sé que el momento en esencia es
reconocido como el propio ser, la propia naturaleza esencial, y se experimenta como tal, se
produce una transformación radical. La vida de uno y la experiencia de Dios nunca serán
los mismos. Ya no va a ser una experiencia d Dios como algo que nos enseñaron a creer,
sino más bien como algo que puede realmente experimentar cada momento de nuestras
vidas

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