La madre de César tenía manos enrojecidas y llenas de cicatrices debido a que había salvado a César de un incendio cuando era bebé. César le dijo a su madre que sus manos eran feas, pero el padre le contó la historia de cómo la madre salvó a César del fuego con sus manos. Al escuchar la historia, César besó las manos de su madre y dijo que eran las más hermosas del mundo.
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La madre de César tenía manos enrojecidas y llenas de cicatrices debido a que había salvado a César de un incendio cuando era bebé. César le dijo a su madre que sus manos eran feas, pero el padre le contó la historia de cómo la madre salvó a César del fuego con sus manos. Al escuchar la historia, César besó las manos de su madre y dijo que eran las más hermosas del mundo.
La madre de César tenía manos enrojecidas y llenas de cicatrices debido a que había salvado a César de un incendio cuando era bebé. César le dijo a su madre que sus manos eran feas, pero el padre le contó la historia de cómo la madre salvó a César del fuego con sus manos. Al escuchar la historia, César besó las manos de su madre y dijo que eran las más hermosas del mundo.
La madre de César tenía manos enrojecidas y llenas de cicatrices debido a que había salvado a César de un incendio cuando era bebé. César le dijo a su madre que sus manos eran feas, pero el padre le contó la historia de cómo la madre salvó a César del fuego con sus manos. Al escuchar la historia, César besó las manos de su madre y dijo que eran las más hermosas del mundo.
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PLAN LECTOR
LAS MANOS FEAS
- Mamá – dijo César, mirando la cara de su madre– , eres muy bonita y no hay en el mundo mamá más linda…, menos tus manos. - No las mires, son tan feas – dijo la madre. No puedo evitarlo… son manos enrojecidas y llenas de cicatrices. ¡Oh, si fueran lindas como tu cara! El papá, que había escuchado, llamó a César y le dijo: - Te contaré una historia. Una noche, un niño dormía en su cuna. De pronto, las cortinas de la cuna se quedaron envueltas en llamas. La madre corrió y con sus delicadas manos apagó el fuego y salvó a la criatura. Pero sus manos sufrieron tremendas quemaduras y… El niño no esperó el fin del relato. Corrió a arrodillarse junto a su madre y tomándole las manos cubiertas de cicatrices, las besó repetidas veces, diciendo: - ¡Mamá tus manos son las más hermosas del mundo! Encar Catalá FICHA DE COMPRENSIÓN LECTORA I. Escribe el orden de cómo sucedieron los hechos de la historia:
II. Coloca Sí o No César conocía la historia de las manos.